GUÍA SOBRE CONFORT LABORAL Y ESTRÉS TÉRMICO EN LOS …

GUÍA SOBRE CONFORT LABORAL Y ESTRÉS TÉRMICO EN LOS LUGARES DE TRABAJO

Edita: UGT AragónContenidos: Secretaría de Industria, Innovación, Salud Laboral y Medio AmbienteEdición 2012Deposito legal: Z-13-2013

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ÍNDICE1. PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

2. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

3. CONFORT LABORAL Y ESTRÉS TÉRMICO EN LOS LUGARES DE TRABAJO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Confort Laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

• Variables que infl uyen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

• Riesgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

• Medidas preventivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Estrés Térmico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

• ¿Qué dice la legislación? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

• Estrés Térmico por calor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

• Estrés Térmico por frío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28

• Valores óptimos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

4. TRABAJOS AL AIRE LIBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

5. NORMATIVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

6. BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

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PRESENTACIÓN

Esta publicación se incluye en la colección que desde la Secretaría de Industria, Innovación, Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT Aragón iniciamos en el año 2008 con el objetivo de potenciar y ampliar todos aquellos elementos que contribuyan positivamente a un desarrollo efectivo de la información sobre riesgos laborales en el contexto de una participación equilibrada. La Unión General de Trabajadores de Aragón ha apostado decididamente por ello y sigue apostando por una real y efi caz puesta en práctica de esta fi losofía. En este sentido, este documento debe entenderse como un eslabón más de esta cadena.

Para su elaboración, los principales documentos de referencia han sido la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, el Real De-creto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo y el Real Decreto Legislativo 1/1995 por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, así como diferentes Nor-mas Técnicas de Prevención aplicables a la materia a tratar elaboradas por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

Se ha pretendido que su alcance sea general (trabajadores, delegados de pre-vención, delegados de personal, miembros de comités de empresa,...) y accesible, al objeto de facilitar su difusión y que esta información pueda llegar al mayor número de trabajadores que puedan ejercer y exigir sus derechos laborales.

Éste es, en suma, el espíritu de este trabajo, que esperamos tenga tanta acogida como nuestras anteriores publicaciones desarrolladas hasta la fecha por esta Secretaría.

Secretaría Industria, Innovación, Salud Laboral y Medio Ambiente UGT Aragón

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INTRODUCCIÓN

Como es bien sabido, un ambiente térmico inadecuado en los puestos de tra-bajo puede originar diversos problemas en las personas que los ocupan, desde incomodidades como pueden ser la transpiración a raíz de temperaturas de-masiado altas o los temblores por exposición a temperaturas demasiado bajas hasta alteraciones de la salud.

La temperatura interna o central, es decir, la de los tejidos profundos del or-ganismo, es el promedio ponderado de las diferentes temperaturas de las par-tes y órganos del cuerpo. Estas temperaturas toman diferentes valores según la actividad; la parte del cuerpo y la hora, oscilando con ritmo circadiano, y manteniéndose dentro de 36,6º C aproximadamente, salvo enfermedad febril; incluso si el individuo queda expuesto a temperaturas de bulbo seco tan bajas como 12 ºC, o tan altas como 60 ºC.

Aunque el intervalo de supervivencia puede extenderse, en algunos casos, des-de los 28º C hasta los 44º C de temperatura interna (generalmente con daños importantes en el organismo), la temperatura interna considerada normal, en la que no deben producirse afectaciones, oscila alrededor de los 37,6º C, dentro de un intervalo de 36º C a 38º C; no obstante, durante actividades físicas intensas puede llegar a alcanzar los 40º C, lo cual, en circunstancias específi cas, es nece-sario para lograr el rendimiento adecuado.

Los cambios repentinos de temperatura provocan el aumento de la frecuen-cia cardiaca, contracción o dilatación de los vasos sanguíneos, disminución de la tensión muscular, incremento del ritmo respiratorio, reacción sudorífi ca y aumento de la temperatura corporal. Esto es consecuencia de la acción del mecanismo termorregulador del organismo humano, que se pone en tensión y demanda un equilibrio.

Se llega fácilmente a la conclusión de que constituye una condición indispen-sable, para la salud y para la vida, mantener la temperatura interna dentro de los estrechos límites vitales de la sutil diferencia de 4 ó 5 ºC.

Teniendo presente esta conclusión y para evitar la aparición de estas incomodi-dades o alteraciones de la salud, desde la UGT Aragón esperamos que esta he-rramienta que ponemos a vuestra disposición sea clarifi cadora, enriquecedora y de utilidad en vuestro día a día de la gestión preventiva.

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CONFORT LABORAL Y ESTRÉS TÉRMICO EN LOS LUGARES DE TRABAJO

CONFORT LABORAL

Podríamos decir que existe “confort térmico” cuando las personas no expe-rimentan sensaciones de calor ni de frío; es decir, cuando las condiciones de temperatura, humedad y movimiento del aire son favorables a la actividad que desarrollan.

Evaluar el confort térmico es una tarea compleja, ya que valorar sensaciones conlleva siempre una importante carga subjetiva; no obstante, existen unas variables modifi cables que infl uyen en los intercambios térmicos entre el indi-viduo y el medio ambiente y que contribuyen a la sensación de confort, éstas son: la temperatura del aire, la temperatura de las paredes y objetos que nos rodean, la humedad del aire, la actividad física, la clase de vestido y la velocidad del aire.

El confort térmico se alcanza cuando se produce cierto equilibrio entre el calor generado por el organismo como consecuencia de la demanda energética y el que es capaz de ceder o recibir del ambiente.

VARIABLES QUE INFLUYEN

Condiciones ambientales

TEMPERATURA

La temperatura seca del aire es la temperatura a la que se encuentra el aire que rodea al individuo. La diferencia entre esta temperatura y la de la piel de las personas determina el intercambio de ca-lor entre el individuo y el aire, a este intercam-bio se le denomina “intercambio de calor por convección”.

También existe el intercambio de calor por radiación entre unas y otras superfi cies del

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ambiente (piel, máquinas, cristales, paredes, te-chos, etc), que hace que, por ejemplo, pueda ser agradable estar en una casa en la que la tem-peratura es de 15º C, pero sus paredes están a 22º C.

Si la temperatura de la piel es mayor que la tem-peratura radiante media, el cuerpo cede calor

por radiación al ambiente; si es al revés, el organismo recibe calor del medio.

HUMEDAD

La humedad es el contenido de vapor de agua que tiene el aire. El mecanismo por el cual se elimina calor del organismo es a través de la transpiración. Cuanta más humedad haya, menor será la transpiración; por eso es más agradable un calor seco que un calor húmedo. Un valor importante relacionado con la hu-medad es la humedad relativa, que es el porcentaje que tiene el aire respecto al máximo que admitiría.

VELOCIDAD

La velocidad del aire interviene de forma directa en el balance térmico y en la sensación térmica, ya que, según sea la velocidad, variará la capa del aire que nos aísla y aumentará la evaporación del sudor.

La actividad del trabajo

Independientemente de las condiciones ambientales, realizar una actividad intensa nos da una mayor sensación de calor. Nuestro cuerpo transforma en trabajo útil menos del 10% de la energía consumida: el resto se transforma en calor, que debe eliminarse para evitar que la temperatura del organismo se leve hasta niveles peligrosos.

El vestido

El tipo de vestido es una variable que infl uye de manera importante en nuestra sensación de confort; cuanto mayor es la resistencia térmica de las prendas de vestir, más difícil es para el organismo desprenderse del calor generado y ceder-lo al ambiente. Por tanto, será más difícil alcanzar el confort térmico.

El confort térmico depende del calor producido por el cuerpo y de los intercambios entre éste y el medio ambiente

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RIESGOS

Los riesgos más graves o peligrosos se deben al calor o al frío aunque también la humedad o velocidad del aire pueden originar algunas molestias como pueden ser que exista una mayor sensación de calor o que nos cueste respirar al existir humedad en el ambiente o que por existir una mala calidad del aire se irriten la nariz o la boca. Es por ello, que nos vamos en centrar en los que se derivan del calor o frío.

Nuestro cuerpo tiene una capacidad de termorregulación na-tural, es decir, es capaz de mantener la temperatura que nos conviene a través de procesos naturales del propio cuerpo, pero que viene determinada por las condiciones propias de la persona y del ambiente.

La temperatura normal del cuerpo son unos 37º C que se mantienen fl uctuantes con el sudor cuando hace calor (perdemos agua y calor de nuestro cuerpo), y las temblores cuando hace frío (aumenta el consumo de grasas de nuestro cuerpo por acción de la musculatura y se genera calor).

Parte de la energía que consu-mimos al trabajar se trans-forma en calor (menos del 10%) y este calor lo hemos de eliminar de alguna manera para no incrementar la temperatu-ra natural de nuestro cuerpo. La manera más natural de eliminación de este calor residual es a través del sudor.

El estrés térmico se presenta cuando la diferencia entre la tempera-tura del ambiente y la del cuerpo del trabajador es tan elevada que el cuerpo gana calor (hipertermia) o pierde calor (hipotermia).

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Las causas de la hipertermia son variadas, puede tener que ver con la tempera-tura del ambiente laboral, el sobrecalentamiento del cuerpo, debido al vestido o la deshidratación del trabajador/a.

En general, el ser humano se ha adaptado mejor a los ambientes calurosos que a los ambientes fríos, porque el cuerpo humano está preparado para soportar temperaturas elevadas defendiéndose con el sudor que enfría el cuerpo. Aque-llas personas que vienen de países con clima cálido y seco están más adaptadas a ambientes calurosos, porque su propia fi siología y características físicas ayu-dan a transpirar mejor (cuerpo delgado, alto, extremidades largas y nariz del-gada y alargada que ayuda a humidifi car el aire que se respira, y la piel oscura que protege de las radiaciones solares).

El estrés por calor es la carga de calor limpio a la cual los trabajadores pueden estar expuestos con la contribución combinada del gasto metabólico generado por el trabajo, los factores ambientales (temperatura del aire, humedad, movi-miento del aire e intercambio del calor radiante) y el requerimiento de la ropa que traemos. Un estrés de calor moderado o ligero puede causar disconformi-dad y afectar adversamente la operación y seguridad, pero no es peligroso para la salud. Hay unos límites de tolerancia de estrés térmico humanos estipulados, los riesgos de desórdenes relacionados con el calor se incrementan.

El golpe de calor es la respuesta fi siológica resultante del estrés térmico. El ajustamiento fi siológico se orienta hacia la disipación del exceso de calor del organismo. La aclimatación es una adaptación fi siológica gradual que incre-menta la habilidad del individuo, en nuestro caso el trabajador/a, para tolerar el estrés térmico.

La hipotermia se produce cuando el trabajador está en contacto con ambientes fríos. Las personas, en general, acostumbran a adaptarse mal al frío, el cuerpo humano se adapta mejor al calor, como ya hemos dicho antes. Si comparamos ambos sexos, las mujeres, como que en general tienen más grasa subcutánea, se adaptan mejor a las condiciones de bajas temperaturas, y las personas que tienen demasiada masa corporal y, por lo tanto, generan más cantidad de calor, también soportan mejor el frío.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Las medidas preventivas para evitar disconfort térmico, tanto por calor como por frío, son:

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• A la hora de crear la empresa, hay que hacer un buen diseño de las instalaciones donde se tiene que tra-bajar, teniendo en cuenta la maquinaria y las per-sonas que compartirán el espacio de trabajo. También se recomienda estudiar la orientación de las instalaciones respecto al sol para apro-vechar el máximo de luz solar de calor y respetar las condiciones medioambienta-les de aprovechamiento de energía.

• Deberíamos considerar controles de ingeniería que reduzcan la tasa me-tabólica, renovación del aire, reducción de los procesos que emiten vapor de agua y calor, y fuentes de calor radiante, entre otros.

• Si el problema lo tenemos con una máquina generadora de calor, se pue-de actuar directamente sobre el foco de calor aislándolo, para que no ge-nere calor al medio. Es el caso de algunos hornos, motores, máquinas...

• Se puede actuar sobre el medio de difusión del frío o del calor. Por esto, el lugar de trabajo tiene que tener una ventilación adecuada y un siste-ma de climatización adecuado a las condiciones y tareas desarrolladas en el lugar de trabajo y a la persona. La ventilación puede ser natural (abrir ventanas, puertas...) o forzada (gracias a mecanismos de extracción, ex-tractores u otros aparatos).

• En algunos lugares de trabajo se pueden ins-talar puertas dobles para evitar corrientes de aire, regular la temperatura a niveles conforta-bles establecidos por la legislación: 17ºC a 27ºC para trabajos sedentarios o trabajos de ofi cinas; para trabajos ligeros las temperaturas han de estar entre los 14 º C y los 25 º C (RD 486/97, sobre lugares de trabajo. Anexo III, sobre condiciones ambientales en los luga-res de trabajo).

• La empresa tiene que proporcionar instrucciones verbales y escritas pre-cisas, programas de formación periódica y otras informaciones sobre estrés por calor y golpe de calor. Se debería fomentar el consumo de pequeños volúmenes de agua potable fría (aproximadamente una taza) cada veinte minutos. Igualmente, se debería permitir la autorregulación de la exposición y fomentar la mutua observación entre trabajadores/as

El confort térmico es un concepto subjetivo

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para detectar signos y síntomas de golpe de calor. La formación e infor-mación, una vez más, son herramientas básicas para la protección de los trabajadores/as.

• Se puede actuar también sobre el trabajador/a, usando medidas de ais-lamiento del trabajador/a con ropa de trabajo o de protección perso-nal que tiene que facilitar el empresario y reemplazarla siempre que sea necesario.

• Debemos buscar la protección personal que sea adecuada a cada trabajo que se desarrolle; nunca debemos ignorar ningún signo o síntoma rela-cionado con trastornos por calor en un trabajador/a. La ropa que trae el trabajador puede condicionar también que pierda o gane calor. La tendencia que los trabajadores no traigan ropa cuando trabajan al aire libre durante el verano es un gran error, porque permite la incidencia de los rayos solares sobre el cuerpo de manera directa, el peligro de los rayos UVA y la pérdida de calor y deshidratación. Siempre tenemos que llevar ropa ligera de colores claros y que permita la circulación del aire y la transpiración de nuestro cuerpo.

• La empresa puede hacer controles que deter-minen y evalúen los tiempos de exposición a niveles aceptables, que permitan una re-cuperación sufi ciente y limiten el golpe fi siológico. Es muy importante que a la hora de hacer la evaluación de un lugar de trabajo se tenga en cuen-ta el tipo de ropa que tiene que usar el trabajador, sobre todo en algunos lugares de tra-bajo específi cos, donde la ropa de trabajo es un equi-po de protección individual (pensemos en los trabaja-dores de cámaras frigorí-fi cas y los anoracs, botas y guantes que tienen que llevar para desarrollar su trabajo).

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• Como trabajadores/as, también podemos contribuir a que las condicio-nes ambientales no afecten negativamente nuestra salud si seguimos estilos de vida saludables.

• Si un trabajador parece que está desorientado o confundido, o padece irritabilidad inexplicable, malestar o síntomas similares a los de la gripe, hay que trasladarlo a un lugar fresco, muy ventilado para descansar y mantenerlo bajo observación especializada. Hace falta una atención de urgencia inmediata. Si el trabajador para de sudar y la piel se vuelve caliente y seca, hace falta una atención de urgencia con hospitalización incluida.

• En caso de hipertermia, ganancia de calor, se recomienda trasladar el tra-bajador a una zona fresca y a la sombra. Nunca se ha de aplicar agua fría o hielo sobre el cuerpo directo sino que se recomienda aplicar trapos con hielo sobre el cuello, las axilas y la ingle. Para conseguir la rehidratación, el trabajador tiene que beber al menos un litro de cualquier bebida sin alcohol por cada kilogramo perdido.

• En caso de hipotermia, pérdida de calor, es recomendable también la hidratación del paciente con bebidas no alcohólicas, hacer un baño ca-liente a temperaturas entre los 38 a 44 º C y abrigar el trabajador con mantas o ropa de abrigo.

Las medidas preventivas para evitar disconfort por humedad se centran en mantener la humedad entre los valores del 30% a 70% de carácter general, tal y cómo establece el RD 486/97 sobre lugares de trabajo. Anexo III, sobre condi-ciones ambientales en los lugares de trabajo. Además:

• Debemos controlar la presencia de fuentes de humedad y realizar con-troles periódicos de los aparatos de aire condicionado y de las calefac-ciones, así como de las fuentes de calor.

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• Es necesario informar a los trabajadores/as de las condiciones hídricas de su lugar de trabajo y de los procedimientos de trabajo para evitar pro-blemas relacionados con la humedad y la presencia de agua en el lugar de trabajo.

• Debemos estudiar cuál es el tipo de ropa más adecuada para realizar los trabajos donde la presencia de humedad alta puede ocasionar problemas para el trabajador/a.

• Las pautas de higiene adecuadas entre los trabajadores y trabajadoras fa-cilitan el control de ciertas enfermedades que pueden estar relacionadas con exceso de humedad, sobre todo enfermedades dérmicas, infeccio-nes por hongos y bacterias que aprovechan la humedad medioambiental para reproducirse con más facilidad.

Las medidas preventivas para evitar disconfort por la ventilación son las siguientes:

• La empresa ha de estudiar la reducción de los efectos de una ventila-ción incorrecta sobre la salud o eliminarlos, si es posible. Es primordial identifi car las fuentes contaminantes tanto interiores como exteriores, esta tarea que debe ser desarrollada por los técnicos de prevención no excluye a los trabajadores/as y delegados/as a participar identifi cándola facilitando de este modo el trabajo de los técnicos.

• Se debe mejorar los sistemas de ventilación de los edifi cios y su mante-nimiento (tasa de renovación del aire más alta de 10 l/seg/persona).

• Existe mucha normativa que regula la calidad del aire en base a los nive-les permisibles de sustancias tóxicas en aire, como el monóxido carbono, el amianto y la sílice. Las medidas que se deben adoptar, en general, para mantener la calidad del aire pasan por programas de aireado y ventila-ción adecuados.

• Para evitar que los vapores y humos se expandan al resto de las naves industriales, se pueden instalar campanas adaptadas en el mismo foco de producción de residuos para captarlos totalmente.

• La ventilación dinámica o forzada se produce mediante ventiladores ex-tractores colocados en lugares estratégicos de las cubiertas de las plantas industriales.

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• La calidad del aire exterior también infl uye en la calidad del aire interior: el exterior puede infl uir en la acumulación de elementos contaminan-tes en el interior y aumentar el riesgo de que aparezcan enfermedades. Cuando exista contaminación de cualquier naturaleza o condiciones am-bientales que puedan ser perjudiciales para la salud (carga térmica, va-pores, gases, nieblas, pólvoras u otras impurezas en el aire), la ventilación tiene que contribuir a mantener permanentemente en todos los lugares de trabajo las condiciones ambientales y especialmente la concentración adecuada de oxígeno y contaminantes entre los valores admisibles, evi-tando la existencia de zonas de estancamiento.

• La cantidad de aire que es ne-cesario intercambiar entre ex-terior e interior, la determina la actividad y los requerimientos del edifi cio o de las instalacio-nes. La ventilación, para que sea efectiva tiene que mante-nerse en funcionamiento tan tiempo como sea posible, en caso contrario se puede gene-rar una acumulación de agen-tes contaminantes y calor.

ESTRÉS TÉRMICO

Las condiciones ambientales de los lugares de trabajo, en concreto la tempera-tura del aire, la radiación, la humedad y la velocidad del aire, junto con la “in-tensidad” o nivel de actividad del trabajo y la ropa que se lleve, pueden originar situaciones de riesgo para la salud de los trabajadores y trabajadoras, que se conocen como estrés térmico, bien por calor o por frío.

Se puede producir riesgo de estrés térmico por calor en ambientes con tem-peratura del aire alta (zonas de clima caluroso, verano), radiación térmica eleva-da (fundiciones, acerías, fabricas de ladrillos y de cerámica, plantas de cemento, hornos, panaderías, etc), altos niveles de humedad (minas, lavanderías, fábricas de conservas, etc), en lugares donde se realiza una actividad intensa o donde es necesario llevar prendas de protección que impiden la evaporación del sudor.

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El riesgo de estrés térmico por frío puede darse en mataderos, industrias agroalimentarias, industrias farmacéuticas, etc. En el trabajo en el exterior también pueden darse las condiciones que favorezcan el estrés térmico por calor o por frío.

Para la evaluación del riesgo de estrés térmico hay que tener en cuenta, además de las condiciones ambientales, la actividad realizada y la ropa que se lleve.

Con respecto al nivel de actividad del trabajo desarrollado y la consiguiente producción interna de calor, puede entenderse como:

Trabajos sedentarios: Aquéllos en los que el calor metabólico generado o con-sumo metabólico sea bajo. Ejemplo: escribir, trabajo en banco pequeño de he-rramientas, conducción de vehículos en condiciones normales, taladrar, trabajo con herramientas de baja potencia, trabajo con desplazamientos ocasionales con velocidad de hasta 3,5 km/h, etc.

Trabajos ligeros: Aquéllos en los que el consumo metabólico sea moderado. Ejemplos: martillear, conducir camiones, tractores o equipos de construcción, enyesar, manejo manual de material moderadamente pesado, cavar, excavar, empujar o tirar de carretillas cargadas con pesos ligeros, forjar, caminar a una velocidad de 3,5 a 5,5 km/h, etc.

Trabajos medios y pesados: Aquéllos en los que el consumo metabólico sea alto. Ejemplos: transporte de material pesado, manejo de pala, serrar, empujar o tirar de carretillas con cargas muy pesadas, vaciar moldes de gravilla, caminar a una velocidad de 5,5 a 7 km/h; y muy alto: como es el caso del trabajo con hacha, cavar intensamente, subir escaleras, rampas, caminar a una velocidad superior a 7 km/h.

¿QUÉ DICE LA LEGISLACIÓN?

El Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, sobre lugares de trabajo, en el que se establecen las condiciones mínimas que deben reunir los lugares de trabajo, se establece lo siguiente:

Artículo 7. Condiciones ambientales

1. La exposición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deberá suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores. A tal fi n, dichas condiciones ambientales y, en particular, las condiciones

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termohigrométricas de los lugares de trabajo deberán ajustarse a lo es-tablecido en el Aneo III.

Anexo III: Condiciones ambientales en los lugares de trabajo

1. La exposición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no debe suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores.

¿Cómo valorar las condiciones ambientales de los lugares de trabajo, para de-terminar si constituyen o no un riesgo para la seguridad y la salud de los tra-bajadores? A través de la Evaluación de Riesgos de cada puesto de trabajo, con una medición en tiempo real de trabajo de las condiciones ambientales.

2. Asimismo, y en la medida de lo posible, las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabaja-dores. A tal efecto, deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas, los cambios bruscos de temperatura, las corrientes de aire molestas, los olores desagra-dables, la irradiación excesiva y, en particular, la radiación solar a través de ventanas, luces o tabi-ques acristalados.

¿Cómo determinar si las condiciones ambientales cons-tituyen una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores? Pregun-tándoles, realizando encuestas en las que se valore su grado de satisfac-ción con su puesto de trabajo.

3. En los locales de trabajo cerrados deberán cumplirse, en particular, las siguientes condiciones:

a. La temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedenta-rios propios de ofi cinas o similares estará comprendida entre 17 y 27º C.La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25º C.

Si observamos este primer apartado con detenimiento, no cabe duda, que para una ofi cina, el margen de temperatura en el que nos movemos (10º C) es lo sufi cientemente amplio como para que en realidad no contente

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a nadie, un ambiente a 17º C. perfectamente ajustado a la norma, puede ser muy reconfortable para trabajadores calurosos, frío para trabajadores con una sensibilidad media y muy frío para trabajadores muy sensibles a las bajas temperaturas. Del mismo modo que 27º C, también ajustados a la norma, constituye una temperatura importante para un gran número de trabajadores.

Llegados a este punto, son muy importantes las encuestas de percepcio-nes de los trabajadores sobre sus puestos de trabajo, porque permitirán pulsar el verdadero sentir de un departamento, ofi cina, nave...y ajustar a las necesidades de la mayoría las condiciones ambientales.

b. La humedad relativa estará comprendida entre el 30% y el 70%, excepto en los locales donde existan riesgos por electricidad es-tática en los que el límite inferior será el 50%.

Volvemos a encontrarnos con un amplio espectro de nivel de humedad relativa consentido por la norma (40% de diferencia entre el mínimo y el máximo), eso quiere decir, que al igual que en el caso anterior, la mejor manera de ajustarse a las necesidades de confort de los trabajadores, es preguntárselas a ellos mismos, por ejemplo utilizando encuestas como las que aparecen en la guía técnica sobre pantallas de visualización de datos sobre en entorno de trabajo, en concreto los items 53, 54 y 55.

c. Los trabajadores no deberán estar expuestos de forma frecuente o continuada a corrientes de aire cuya velocidad exceda los si-guientes límites:

1. Trabajos en ambientes no calurosos: 0,25 m/s.

2. Trabajos sedentarios en ambientes calurosos: 0,5 m/s.

3. Trabajos no sedentarios en ambientes calurosos: 0,75 m/s.

Estos límites no se aplicarán a las corrientes de aire expresamente uti-lizadas para evitar el estrés en exposiciones intensas al calor, ni a las corrientes de aire acondicionado, para las que el límite será de 0,25 m/s en el caso de trabajos sedentarios y 0,35 m/s en los demás casos.

d. Sin perjuicio de lo dispuesto en relación a la ventilación de determi-nados locales en el Real Decreto 1618/1980, de 4 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Calefacción, Climatización y Agua Caliente Sanitaria, la renovación mínima del aire de los locales de trabajo, será de

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30 metros cúbicos de aire limpio por hora y trabajador, en el caso de tra-bajos sedentarios en ambientes no calurosos ni contaminados por humo de tabaco y de 50 metros cúbicos, en los casos restantes, a fi n de evitar el ambiente viciado y los olores desagradables.

El sistema de ventilación empleado y, en particular, la distribución de las entradas de aire limpio y salidas de aire viciado, deberán asegurar una efectiva renovación del aire del local de trabajo.

4. A efectos de la aplicación de los establecido en el apartado anterior deberán tenerse en cuenta las limitaciones o condicionantes que puedan imponer, en cada caso, las características particulares del propio lugar de trabajo, de los procesos u operaciones que se desarrollen en él y del clima de la zona en la que esté ubicado. En cualquier caso, el aislamiento tér-mico de los locales cerrados debe adecuarse a las condiciones climáticas propias del lugar.

ESTRÉS TÉRMICO POR CALOR

El método recomendado para la evaluación de las condiciones termohigromé-tricas de los lugares de trabajo es el que fi gura en la Guía sobre Lugares de Trabajo, que desarrolla la disposición fi nal primera del Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. en esta guía se desarrolla la estimación del estrés térmico del hombre en el trabajo basado en el índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature), válido cuando el trabajador vaya vestido con indu-mentaria veraniega y el tiempo de exposición no sea muy corto. Si se lleva ropa de trabajo de más abrigo o que impida la evaporación del sudor, los valores de referencia del índice WBGT pueden corregirse por medio de unos factores correctores como son:

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El INSHT dispone de una Aplicación Informática denominada AIP.009-Ambiente térmico caluroso. ATECAL para la aplicación de dicho método.

Cuando se lleven equipos de protección individual que no permitan el uso del método basado en el índice WBGT, se podrá optar, ya sea por aplicar directa-mente las medidas correctoras que eliminen o minimicen el supuesto riesgo, o por evaluar la sobrecarga fi siológica de la exposición al calor a través de medi-ciones fi siológicas, como se especifi ca en la norma ISO 9886:92 Evaluation of termal strain by physiological measurements (Evaluación de la sobrecarga térmica del organismo a través de mediciones fi siológicas).

Si se desea realizar una evaluación más rigurosa, conocer los factores ambien-tales sobre los que actuar para controlar el riesgo, así como determinar el tiem-po de exposición máximo permisible para limitar la sobrecarga fi siológica a un nivel tolerable, puede emplearse el método de la norma UNE-EN 12515:97 Ambientes calurosos – Determinación analítica e interpretación del estrés térmico basados en el cálculo de la sudoración requerida.

Cuando la temperatura de los lugares de trabajo sea inferior a 10º C y especial-mente en los trabajos que, por las características del proceso y las operaciones a

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desarrollar, deban realizarse en ambientes fríos, se recomienda evaluar el riesgo de estrés térmico por frío mediante el método descrito en la norma experimen-tal UNE-ENV ISO 11079: 98 Evaluación de ambientes fríos. Determinación del aislamiento requerido para la vestimenta.

Se recomienda que los métodos de medida y las características mínimas de los instrumentos para medir los parámetros físicos necesarios para la evaluación del riesgo de estrés térmico sean los indicados en la norma UNE-EN 27726:95 Ambientes térmicos. Instrumentos y métodos de medida de los parámetros físicos. En concreto:

• Para el cálculo del índice WBGT se deben medir la temperatura de globo, la temperatura húmeda natural y la temperatura del aire.

• Para el cálculo del índice de la sudoración requerida y el del índice del aislamiento para la vestimenta requerido, se deben medir la temperatura del aire, la temperatura radiante media, la presión de vapor y la velocidad del aire.

Los equipos de medida deberán revisarse y calibrarse periódicamente. Asimismo, deberán guardarse los registros de di-chas revisiones y calibraciones.

Los resultados de las mediciones deberán ir acompañados de la incertidumbre de los instrumentos de medida.

En muchos lugares de trabajo, las condicio-nes ambientales, sin ser un peligro para la seguridad y salud de los trabajadores, pue-den originar molestias o incomodidades que afecten a su bienestar, a la ejecución de las tareas y al rendimiento laboral.

Cuando se desee saber si las condiciones ambientales son confortables o, por el contrario, pueden producir molestias o incomodidad a los trabajadores, es conveniente utilizar un método de evaluación. Para los locales cerrados, se re-comienda utilizar los índices de confort térmico PMV y PPD, según se recoge en la norma UNE-EN ISO 7730:96 Ambientes térmicos moderados. Deter-minación de los índices PMV y PPD y especifi caciones de las condiciones para el bienestar térmico.

Libro de

registro

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El INSHT dispone de una Aplicación Informática denominada AIP.007-Ambiente térmico ECOTER. Evaluación del confort térmico para la aplicación de dicho procedimiento de evaluación.

Los límites de temperatura para locales cerrados dados en este apartado se refi eren a la temperatura del aire, es decir, a la temperatura de bulbo seco del aire que rodea a la persona.

En el período invernal la temperatura del aire de los locales cerrados, donde se realicen trabajos sedentarios propios de ofi cinas o similares, debería mantenerse entre 17º C y 24º C, dado que se lleva ropa de abrigo. En verano, al usarse ropa ligera, la temperatura del aire debería estar comprendida entre 23º C y 27º C.

Se puede entender como ambiente caluroso aquél cuya temperatura exceda del valor límite superior de 27º C.

En relación con el suministro de aire limpio para asegurar la renovación mínima del aire de los locales de trabajo, se entenderá por aire limpio el aire exterior.

Es recomendable que el aire exterior no contenga sustancias contaminantes en concentraciones superiores a las de la Tabla 1 de la norma UNE 100-011-91 Climatización. La ventilación para una calidad aceptable del aire en la climatización de los locales.

Por tal motivo, se procurará que las tomas de aire exterior no estén localizadas en sitios de contaminación elevada, como por ejemplo cerca de chimeneas, re-jas de expulsión de aire viciado, emisiones industriales y de aparcamientos, vías de tráfi co intenso, torres de refrigeración, etc. Para su ubicación, se deberían tener en cuenta, además, los vientos dominantes de la zona.

En cualquier caso, es conveniente someter el aire exterior a fi ltración u otro tipo de tratamiento que garantice una calidad adecuada del aire de ventilación.

El aire de recirculación que, junto con el aire limpio preceptivo, constituye el aire de impulsión para la ventilación de los locales de trabajo, no debe proceder del aire que se extrae de cocinas, servicios, fotocopiadoras y otros lugares don-de haya una emisión importante de contaminantes. Es decir, el aire extraído de las localizaciones anteriores se deberá expulsar al exterior y no se recirculará.

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En los locales de trabajo no industriales, la concentración del dióxido de carbo-no (C02), gas que se produce en la respiración de las personas que los ocupan, puede servir como indicador de la calidad del aire interior y para comprobar la efi cacia del sistema de ventilación. Siempre que no exista una reducción de la concentración del dióxido de carbono por otro medio distinto de la ventila-ción, cuando la concentración de dióxido de carbono sea mayor de 1000 ppm se considera que la ventilación es inadecuada.

La medida de la concentración de (C02) puede realizarse, entre otros, con equi-pos medidores de lectura directa.

La determinación del caudal de aire exterior suministrado en un recinto puede realizarse de varias maneras:

A) A partir del porcentaje de aire exterior que hay en el aire de impulsión. Para ello:

I) Se mide el caudal total de aire de impulsión que penetra en el recinto, bien directamente con un balómetro, bien a través de la velocidad del aire de impulsión y la sección de la entrada de aire.

II) Se calcula el porcentaje de aire exterior. Puede hacerse mediante dos procedimientos:

II.1) Se mide la temperatura en el aire de retorno, en el de impulsión y en el aire exterior:

II.2) Se mide la concentración de CO2 en el aire de retorno, en el de impulsión y en el aire exterior:

III.3) Se calcula el caudal exterior:

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B) A partir de la velocidad de renovación del aire o del número de renova-ciones del aire del local, mediante el método de la caída de la concentra-ción. Requiere el uso de un gas trazador, que se introduce en el recinto y se mezcla con el aire.

En los trabajos al aire libre, las medidas que se tomen para proteger a los traba-jadores de las inclemencias del tiempo deberían incluir:

1. Medidas destinadas a hacer frente al frío o al calor excesivos -viento, lluvia, nieve, granizo, etc.- además de,

2. otras medidas dirigidas a proteger a los trabajadores frente a las acciones perjudiciales de la radiación solar, especialmente la ultravioleta. Tales medidas pueden ser:

- la habilitación de zonas cubiertas o de sombras,

- el uso de prendas de protección que protejan todo el cuerpo incluida la cabeza de la radiación solar excesiva,

- uso de gafas con protección solar,

- suministro de cremas protectoras,

- así como la información sobre el riesgo de desarrollar cánceres de piel tras la exposición a una excesiva radiación ultravioleta.

Como bien hemos dicho con anterioridad el método recomendado por el INSHT es el índice WBGT pero existen otros muchos a disposición de los delegados y delegadas de prevención como puede ser el método Fanger que evalúa el confort térmico y cuya aplicación es tratada en la Nota Técnica de Prevención, número 74 del INSHT y que se puede consultar en el siguiente enlace:

http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/001a100/ntp_074.pdf

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Aun respetando las anteriores tablas de máximos y mínimos, podemos encontrarnos con situaciones de disconfort o inconfort térmico pudiendo deberse a:

Corrientes de aire

Una corriente de aire se defi ne como un enfriamiento localizado del cuerpo cau-sado por el movimiento del aire. Constituyen uno de los factores ambientales más molestos en los lugares de trabajo en general y, en concreto, en ofi cinas.

El fl ujo del aire en un local es normalmente turbulento y la velocidad fl uctúa al azar. La percepción de una corriente de aire depende de la velocidad, el grado de turbulencia del aire, la temperatura, el área del cuerpo expuesta y el estado térmico de la persona (una persona calurosa percibirá la corriente como una agradable brisa, mientras que una persona friolera lo percibirá como una mo-lesta corriente).

Para los trabajadores, es más molesto un fl ujo de aire con una turbulencia alta que ese mismo aire, con la misma temperatura y velocidad, pero con una turbu-lencia baja; del mismo modo los trabajadores, perciben como más molesto las corrientes de aire que llegan por detrás en la zona de la cabeza, nuca, hombros y tobillos.

Asimetría de los planos radiantes

La distribución no uniforme de la transferencia de calor por radiación que pue-de estar causada por la existencia de grandes superfi cies frías, techos calientes

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y por la presencia de productos o maquinaria fría o caliente. En ofi cinas, las causas más frecuentes son la existencia de ventanas frías o techos calientes.

Diferencia vertical de temperaturas

En muchos espacios la temperatura del aire no es uniforme desde el suelo al te-cho, normalmente, aumenta con la altura. Si ese gradiente es sufi cientemente grande, puede aparecer disconfort localizado, por ejemplo al tener los pies fríos y/o la cabeza caliente aunque se mantenga el confort para el resto del cuerpo.

Suelos calientes o fríos

Debido al contacto directo con el suelo, el inconfort local puede estar causado por suelos que se encuentran a temperaturas muy bajas o muy altas. La tem-peratura del suelo tiene una infl uencia signifi cativa en la temperatura radiante media, y por tanto, en el confort térmico del resto del cuerpo y está infl uencia-da por el tipo de construcción.

La temperatura óptima del suelo es del 25º C para trabajos sedentarios y 23º C para personas de pie o andando.

Hemos de tratar de buscar el BIENESTAR GENE-RAL, se considera como aceptable un ambiente térmico en el que el porcentaje estimado de tra-bajadores insatisfechos sea inferior al 10%.

ESTRÉS TÉRMICO POR FRÍO

Cuando la temperatura de los lugares de trabajo sea inferior a 10º C y especial-mente en los trabajos que, por las características del proceso y las operaciones a desarrollar, deban realizarse en ambientes fríos, se recomienda evaluar el riesgo de estrés térmico por frío mediante el método descrito en la norma experimen-tal UNE EN ISO TR 11079:98 Evaluación de ambientes fríos. Determina-ción del aislamiento requerido para la vestimenta (NTP 462 del INSHT).

La exposición laboral a ambientes fríos (cámaras frigorífi cas, almacenes fríos, trabajos en el exterior, etc) depende fundamentalmente de la temperatura del aire y de la velocidad del aire. El enfriamiento del cuerpo o de los miembros que quedan al descubierto pueden originar hipotermia o su congelación.

En el mejor de los casos, el 5% de los trabajadores de un local están disconformes con el ambiente térmico

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El cuerpo humano genera energía a través de numerosos reacciones bioquími-cas cuya base son los compuestos que forman los alimentos y el oxígeno del aire inhalado. La energía que se crea se emplea en mantener las funciones vita-les, realizar esfuerzos, movimientos, etc. Gran parte de esta energía desprendida es calorífi ca. El calor generado mantiene la temperatura del organismo cons-tante siempre que se cumpla la ecuación de balance térmico (evaluación del riesgo por enfriamiento general del cuerpo, a través del cálculo del índice IREQ, aislamiento requerido del atuendo).

El desarrollo de este cálculo podemos consultarlo en el siguiente enlace:

http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/401a500/ntp_462.pdf

Como medidas preventivas y a modo de resumen, si ser excluyente este listado, podemos destacar las siguientes:

• Utilización de pantallas contraviento en exteriores buscando reducir la velocidad del aire.

• Protección de extremidades buscando evitar el enfriamiento localizado y minimizando el descenso de la temperatura de la piel.

• Establecer regímenes de trabajo-recuperación buscando recuperar pérdi-das de energía calorífi ca.

• Ingesta de líquidos calientes buscando recuperar pérdidas de energía calorífi ca.

• Modifi car difusores de aire (interiores, cámaras, etc) buscando reducir la velocidad del aire (< 1m/s).

• Utilizar ropa cortaviento buscando reducir la velocidad del aire.

• Excluir trabajadores con medicación que interfi era la regulación de tem-peratura buscando evitar pérdidas excesivas de energía calorífi ca.

• Reconocimientos médicos periódicos previos con el objeto de detectar disfunciones circulatorias, problemas dérmicos, etc.

• Sustituir la ropa humedecida evitando la congelación del agua y la con-siguiente pérdida de energía calorífi ca.

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• Medir periódicamente la temperatura y la velocidad del aire que son las dos variables termohigrométricas de mayor infl uencia en el riesgo de estrés por frío.

• Disminuir el tiempo de permanencia en ambientes fríos.

• Controlar el ritmo de trabajo.

VALORES ÓPTIMOS

Tratándose de actividad ligera, esencialmente sedentaria serían los siguientes:

En condiciones invernales(periodo con calefacción)

• La temperatura óptima debe estar en-tre 22º C y 23º C.

• La diferencia vertical de temperatura del aire entre 1,1 m y 0,1 m sobre el suelo (nivel de la cabeza y nivel de los tobillos) debe ser inferior a 3º C.

• La temperatura superfi cial del suelo debe estar normalmente comprendida entre 19º C y 26º C, pero los sistemas de calefacción del suelo deben estar concebidos para mantenerlos a 29º C.

• La asimetría de la temperatura de ra-diación en ventanas y otras superfi cies verticales frías debe ser inferior a 5º C (relativa a un pequeño plano horizon-tal situado a 0,6 m sobre el suelo).

• La asimetría de la temperatura de ra-diación debida a un techo ligeramente caliente debe ser inferior a 10º C (re-lativa a un pequeño plano horizontal situado a 0,6 m sobre el suelo).

• La humedad relativa debe permanecer entre el 30% y el 70%.

En condiciones estivales(periodo de refrigeración)

• La temperatura óptima debe estar entre 25º C y 26º C.

• La diferencia vertical de temperatura del aire entre 1,1 m y 0,1 m sobre el suelo (nivel de la cabeza y nivel de los tobillos) debe ser inferior a 3º C.

• La humedad relativa debe permanecer entre el 30% y el 70%.

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TRABAJOS AL AIRE LIBRE

En los trabajos al aire libre, las medidas que se tomen para proteger a los traba-jadores y trabajadoras de las inclemencias del tiempo deberían incluir, además de las destinadas a hacer frente al frío o al calor excesivo, viento, lluvia, nieve, granizo, etc, otras dirigidas a protegerlos frente a acciones perjudiciales de la radiación solar, especialmente ultravioleta. Tales medidas puedes ser la habili-tación de zonas cubiertas o de sombras, el uso de prendas de protección que protejan todo el cuerpo incluida la cabeza de la radiación solar excesiva, gafas y cremas protectoras, etc, así como la información y formación sobre el riesgo de desarrollar cánceres de piel tras la exposición prolongada a una excesiva radiación ultravioleta.

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NORMATIVA

• LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.

• LEY 54/2003, de 12 de diciembre, de Reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales.

• REAL DECRETO 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Regla-mento de los Servicios de Prevención.

• REAL DECRETO 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las dis-posiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

• REAL DECRETO 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.

• Guía Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a la utilización de los lugares de trabajo. (Real Decreto 486/1997). INSHT.

• UNE EN ISO 11079:98. Evaluación de ambientes fríos. Determinación del aislamiento requerido para la vestimenta.

• UNE EN 27243:95. Ambientes calurosos: Estimación del estrés térmico del hombre en el trabajo basado en el índice WBGT (NTP 322 del INSHT).

• UNE EN ISO 7726:02. Ergonomía de los ambientes térmicos: instrumentos de medida de las magnitudes físicas.

• UNE EN ISO 7933:05. Ergonomía del ambiente térmico. Determinación analítica e interpretación del estrés térmico mediante el cálculo de la sobre-carga estimada (NTP 922 y 923 del INSHT).

• UNE EN ISO 8996:05. Ergonomía del ambiente térmico: determinación de la tasa metabólica.

• UNE EN ISO 15265:05. Ergonomía del ambiente térmico. Estrategia de eva-luación del riesgo para la prevención del estrés o incomodidad en condicio-nes de trabajo térmicas (NTP 501 y 779 del INSHT).

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• UNE EN ISO 7730:06. Ergonomía del ambiente térmico. Determinación ana-lítica e interpretación del bienestar térmico mediante el cálculo de los índices PMV y PPD y los criterios de bienestar térmico local (NTP 74 del INSHT).

• NTP 177: La carga física de trabajo: defi nición y evaluación. INSHT.

• NTP 323: Determinación del metabolismo energético. INSHT.

• NTP 462: Estrés por frío: evaluación de las exposiciones laborales. INSHT.

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BIBLIOGRAFIA

• “Higiene Industrial”. Bernal, Félix y otros técnicos del INSHT. 2002, 2ª Edi-ción. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

• “Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo”. Organización Interna-cional del Trabajo. Edición española, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2001.

• “Calor y trabajo. Prevención de riesgos laborales debidos al estrés tér-mico por calor”. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Ergonomía 2. Confort y estrés térmico, 1999.

• “Factores ambientales en el lugar de trabajo”. Ofi cina Internacional del Trabajo, Ginebra.

• Cuaderno preventivo: Confort en el clima laboral. UGT Cataluña, 2008.

• Notas prácticas del ERGA del INSHT.

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GUÍA SOBRE CONFORT LABORAL Y ESTRÉS TÉRMICO EN LOS …