GUÍA DE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN · (ebc) 2. beneficio del modelo econÓ-mico ecb para la sociedad 3. influencia del modelo de la ecb en el ecosistema empre-dendor 4. la ecb

GUÍA DE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚNPARA PYMES, MICROEMPRESAS Y AUTÓNOMOS

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JUSTIFICACIÓN DE LA GUÍA

El problema acuciante del cambio climático ha puesto de manifiesto que la especie humana se está convirtiendo en el cáncer del plane-ta, puesto que estamos acabando de forma progresiva y sistemática con todos los recursos del planeta.

Este modo de vida está llevando al colapso a la naturaleza y nos es-tamos autodestruyendo junto con el resto de especies que conviven con nosotros.

Como ya ha advertido el eminente astrofísico Esteven Hopkins en el documental “Expedition New Earth” si la especie humana no pone remedio a esta senda explotadora de manera drástica, deberá aban-donar el planeta en 100 años o no tendrá más remedio que enfren-tarse a una catástrofe similar a la que extinguió a los dinosaurios hace más de 60 millones de años.

Para algunos, estos vaticinios son excesivamente alarmistas, pero sin entrar en esta polémica, lo cierto es que el ser humano ha destruido en menos de 200 años lo preservado en el planeta durante más de 60 millones de años. Y si continuamos con esta senda es innegable que la generación más joven y las venideras van a vivir mucho peor que nosotros. Por esta razón tenemos que asumir sin dilación nues-tra responsabilidad en cuanto a dejar la casa de nuestros hijos por lo menos igual que nosotros la encontramos, de lo contrario los estar-emos condenando a una vida llena de escasez y mucho peor que la que nosotros hemos disfrutado.

Esta senda autodestructiva pone de manifiesto que no podemos continuar así mucho más tiempo y que se hace imprescindible cam-biar nuestra forma de vida basada en el modelo económico capital-ista.

Por esta razón han surgido nuevas teorías económicas, entre la que destacamos la Economía del Bien Común.



INDICE

1. DEFINICIÓN Y ANTECEDENTES DE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN (EBC)

2. BENEFICIO DEL MODELO ECONÓ-MICO ECB PARA LA SOCIEDAD

3. INFLUENCIA DEL MODELO DE LA ECB EN EL ECOSISTEMA EMPRE-DENDOR

4. LA ECB COMO ESTRATEGIA DE DIFERENCIACIÓN PARA PYMES Y MICROPYMES

5. COMO LA EBC MEJORA LAS RE-LACIONES ENTRE LAS EMPRESAS Y SUS GRUPOS DE INTERÉS (STAKE-HOLDERS)

6 .LA MATRIZ DEL BIEN COMÚN

7. VENTAJAS LEGALES PARA LAS EMPRESAS CON BUENOS BALAN-CES DE LA EBC

8. EL IMPULSO DE LAS ADMINIS-TRACIONES PÚBLICAS PARA FAVO-RECER LA EBC

9. PROYECTOS EMPRESARIALES CONSOLIDADOS QUE APLICAN LA EBC

10. CAPTACIÓN DE FONDOS Y FI-NANCIACIÓN ALTERNATIVA PARA EMPRESAS SOCIALMENTE RES-PONSABLES

11. DIFERENCIAS EXISTENTES EN-TRE ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN, RESPONSABILIDAD SOCIAL, FILAN-TROPIA CORPORATIVA, MARKE-TING SOCIAL Y EL CUMPLIMIENTO DEL MARCO LEGISLATIVO VIGENTE

12. CONCLUSIONES




1. DEFINICIÓN Y ANTECEDENTES DE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN (EBC)QUE ES LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN

La Economía del Bien Común conocida con su acrónimo “EBC” es un modelo económico alternativo al modelo predominante en nuestra so-ciedad actual, es decir, al Sistema Capitalista y al de otras sociedades que se rigen por el sistema económico comunista.

Por ello definimos a la Economía del Bien Común como un modelo eco-nómico fundamentado en los valores que todas las personas reconocen como universales: la dignidad humana, la solidaridad, la sostenibilidad ecológica, la justicia social, la transparencia y la participación democrá-tica. Se trata de un modelo holístico que pretende integrar la economía en el contexto social, cultural y ecológico de la sociedad europea. Sus objetivos y valores van más allá de las propuestas convencionales de la responsabilidad social y su visión holística le brinda la capacidad de reunir a los agentes más diversos de la sociedad. La propuesta central del modelo de la Economía del Bien Común es, por tanto, que la eco-nomía debe estar al servicio de las personas, es decir, del bien común, asumiendo que el dinero y el capital tienen importancia como instru-mentos de intercambio y de inversión, pero no constituyen jamás un fin por sí mismos.



ANTECEDENTES DE LA ECONOMIA DEL BIEN COMÚN

Aunque es a partir de la crisis econó-mica del 2008 cuando más se ha oído hablar de ella, gracias a la labor de di-fusión del economista Christian Felber, el modelo del bien común no es un concepto nuevo, sino que aparece en Europa a la par que se desarrolla la Re-volución Industrial como respuesta a la creciente pauperización de la clase tra-bajadora. Ya en el siglo XIX aparecen en Europa planteamientos de la mano de Robert Owen o Pierre Joseph Proud-hon quienes ven muy necesario reor-ganizar una sociedad que se está des-estructurando a causa del liberalismo económico, pues empieza a enfron-tarse la economía con la moral. Ante la amenaza que supone esta fragmenta-ción, la reconciliación entre economía y moral vive un periodo de desarrollo hasta la época de entreguerras, que co-mienza un declive que culminará tras la Segunda Guerra Mundial.

Se vive en esta época una necesidad imperiosa de Europa por reconstruirse a todos los niveles, pues se encuentra devastada a causa de la Gran Guerra y con una población muy empobrecida, por lo que es en este momento histó-rico aparece el modelo fordista-key-nesiano que supone un esfuerzo de reorganización social y económica que hará posible el espectacular creci-miento de los países occidentales du-rante tres décadas. En este periodo se produce un gran aumento del poder adquisitivo de los trabajadores ya que todas las plusvalías generadas se rein-vierten en la economía real, se produce un aumento de poder adquisitivo de la clase trabajadora que contribuyó a la generación del Estado del Bienestar, esto supuso una auténtica mejora de las condiciones de vida de la población asalariada, lo que llevó aparejada una pérdida de terreno del modelo de Eco-nomía Social, ello fue debido a que los desequilibrios socio-económicos pro-pios del liberalismo se vieron paliados por un aumento de la riqueza de la po-blación trabajadora.



Pero a finales de los años setenta, deri-vadas de las políticas neoliberales que ensalzan al sistema capitalista, apare-ce la primera gran crisis económica y se empieza a hablar de un nuevo tipo de pobreza que no es derivada de una guerra, sino de la limitación al acce-so a los recursos, como consecuencia aparece el desempleo. Ésta nueva pro-blemática es fruto de la propia lógica del sistema capitalista, que se basa en el afán de lucro, a través de la obten-ción de beneficios económicos por la explotación de unos recursos natura-les finitos, lo cual lleva a una compe-tencia feroz por el control de éstos por parte de unos pocos que obtienen la riqueza en detrimento del resto de la población (no hay que olvidar que nos encontramos en un mundo globaliza-do), circunstancia que lleva aparejada la desigualdad social.

Como se ha mencionado, el sistema capitalista se instala en un momento histórico en el que no había problemas de escasez, con lo que la riqueza que se generaba por los recursos naturales llegada a una gran parte de la pobla-ción mundial. Pero la sobre explota-ción actual de los recursos conlleva a un empobrecimiento de gran parte de la población. La mercantilización completa de la vida social ha reducido la orientación de la conducta humana hacia el sim-ple alcance de los objetivos persona-les, despreciando el objetivo colectivo. Esto ha incitado a la realización de con-ductas oportunistas que nos han me-tido en una crisis sistémica que afecta, principalmente, a todo Occidente. Esta situación nos obliga de forma inevita-ble a abordar la integración de nuevos modelos de estructura social que per-mitan resaltar valores como la solidari-dad, la justicia, la responsabilidad y el respeto con el medio ambiente.



De la toma de consciencia de estos va-lores, surge la necesidad de un nuevo modelo económico capaz de solucio-nar este problema, por lo que en los últimos años ha empezado a adquirir relevancia el modelo económico de-nominado Modelo de la Economía del Bien Común, basado en el respeto por los actuales recursos naturales, siendo sus principales ideales: la distribución justa de la riqueza, economía más jus-ta, más ecológica, más social y demo-crática.

Como destacó el sociólogo Sousa San-tos, la economía está constituida por varios actores, no solo hay que tener en cuenta el capital, el mercado o los factores de producción, sino que son parte de la misma los propios ciuda-danos, con unos derechos e intereses legítimos. Esta idea es una clara alusión a la concepción de la dignidad del ser humano como factor dominante del modelo y para ello se apuesta por unos valores que le son inherentes y que hay que fomentar. Esta idea tiene un papel preponderante en nuestra Constitu-ción, así el artículo 128.1 dice: “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuera su titularidad está su-bordinada al interés general”.

Por otra parte, y desde la perspectiva sociológica, no debemos olvidar que el ser humano es social, esto es, nece-sita relacionarse con sus congéneres, estableciendo relaciones que van a ser beneficiosas o perjudiciales en función del punto de vista con el que se esta-blezcan. De este modo, si la relación se hace desde un enfoque competitivo, se fomentaran actuaciones oportunis-tas en beneficio propio y en contra de los demás, se produce una relación de ganar/perder, pero si estas relaciones sociales se fomentan desde un entor-no colaborativo, se producen relacio-nes de ganar/ganar. Las personas es-tamos en continua interacción y basar nuestras relaciones en la competición (ganar/perder) seguramente produci-rá situaciones de ganar, pero también producirá muchas más ocasiones de perder, ya no solo en el ámbito mone-tario, sino en todas las facetas de nues-tra vida, puesto que nuestras energías también son limitadas y si dedicamos mucho esfuerzo al ámbito económico de nuestro entorno, sin duda, sacrifi-caremos otras parcelas muy enrique-cedoras, como es el contacto con la familia, amigos, etc. Este estilo de vida, orientado casi con exclusividad a la parcela monetaria nos condicionará nuestra percepción del mundo y ac-tuaremos acorde a la concepción pre-establecida que tenemos de éste.



1. La Confianza: La confianza es importantísima para las relaciones humanas, y más para el entorno empresarial, cuyo intercambio de bienes se basa en ella. Hay que crear un marco social que fomente este esta-do y así se contribuya a la generación de riqueza.

2.BENEFICIO DEL MODELO ECONÓMICO PARA LA SOCIEDAD

Partiendo de esta idea de la artificialidad de la visión del mundo que cada uno adqui-rimos en función de nuestra educación, experiencias y genética, y que provoca que actuemos de una forma o de otra, desde la economía del bien común se propugnan valores como:

2. La Responsabilidad: Actuar de forma responsable, es decir, con acciones encaminadas a proteger los bienes naturales y humanos, gene-ra confianza puesto que si un individuo es responsable en su forma de actuar, el resto de individuos será capaz de predecir su conducta, esto derivará en una disminución de la incertidumbre y por tanto se generará una confian-za que fomentará las relaciones más abiertas.



3. Cooperación: La cooperación se alcanza a través de la confianza, y de ella se generan si-nergias que enriquecen orientadas a alcanzar metas.

4.Honestidad: Base de toda relación sana.

5.Solidaridad: La solidaridad implica establecer lazos de ayuda con las personas que están en un estado de necesidad por circunstancias no imputables a ellas. Ésta es uno de los prin-cipales motivos del avance de la especie humana y su consolidación como especie dominadora en el planeta Tierra. Gracias a ella las personas con mayores capacida-des de supervivencia han contribuido a que los individuos más débiles físicamente pudiesen sobrevivir, y el aumento de diversidad que de ello se deriva a propiciado la existencia de grandes pensadores que han hecho posible la evolución de la especie humana. Pensemos que hubiese pasado sin la existencia de esta solidaridad, pro-bablemente el eminente científico Steven Hopkins jamás hubiese podido contribuir con sus aportaciones a la ciencia y consecuentemente se habría producido un freno cultural.



6. Generosidad: Las personas somos generosas por na-turaleza, prueba de ello es que trasmi-timos nuestra riqueza material a nues-tra familia para que ellos puedan tener una calidad de vida, en detrimento de nuestra propia mejora económica.

7. Compasión: El ser humano es compasivo, de hecho el llanto de un bebe nos conmueve y ellos nos moviliza a realizar una ac-ción para reconfortarlo. De hecho el acto del lloro es un arma de la persona para transmitir esta compasión y con-seguir ayuda del prójimo. También nos conmovemos cuando vemos alguien próximo que sufre, etc. Este valor ha de ser un principio de la economía, pues su progresiva desaparición en ella está desnaturalizando al ser humano.


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En definitiva, todos estos principios son inherentes al ser humano y negar-los implica ir en contra de nuestra pro-pia naturaleza. El sistema capitalista obvia estos principios y basa su buen funcionamiento en la competitividad para la explotación de los recursos, puesto que el éxito lo fundamenta en la carestía de ellos, así, en contra de la lógica, cuanto menos existe un recurso más valor tiene y más anhelado es por la sociedad, dominada bajo la óptica del capitalismo como “mercado”. La im-plantación de este sistema en nuestra sociedad a través del modelo educati-vo nos ha moldeado la forma de pen-sar, orientándonos para servir a este modelo económico predominante, que mide el éxito a través de la acumu-lación de una supuesta masa moneta-ria cuyo único propósito es apropiarse de recursos cada vez más escasos.

Por esta lógica propia del sistema ca-pitalista se producirá el colapso de nuestra sociedad, puesto que como ya destacó el filósofo André Gorz, un sistema económico basado en la pro-ducción ilimitada de mercancías no puede perpetuarse indefinidamente. Con unos recursos cada vez más esca-

sos, se necesita disponer con el paso del tiempo de una mayor cantidad de masa monetaria, esto genera que haya una menor redistribución de la rique-za, no porque no se pueda fabricar más dinero para comprar, sino porque por mucho dinero que fabriquemos, el acceso a los recursos va a ser cada vez más difícil según se vayan agotando, por tanto, cada vez menos personas pueden acceder a ellos, ello deriva en una carestía de una parte del mundo a favor de la otra parte del mundo que se dice “más rica” cuando lo cierto es que en estos momentos una gran par-te de los recursos se están obteniendo de la parte “más pobre”. Si no se revier-te esta situación, la población mundial corre el peligro de agotar la gran parte de recursos disponibles en el planeta, llegando al punto que solo una muy pequeña parte de la población mun-dial podrá vivir con unos estándares de dignidad, mientras el resto se verá abocada a la mera subsistencia en con-diciones de precariedad.



Esta situación genera sentimientos de injusticia social por parte de los ciuda-danos de los países más pobres, que no conciben posible que mientras unos viven en abundancia, disfrutando de los recursos de forma más que sobrada para garantizar su subsistencia orgá-nica, mental y emocional, otros están muriendo de hambre. Esta situación es uno de los principales motivos de los graves conflictos a nivel mundial que estamos sufriendo.

Con la finalidad de paliar esta situa-ción, este modelo económico parte de la premisa de que el dinero ha de ser utilizado como un medio para conse-guir el bienestar de toda la sociedad. Por tanto, el dinero no puede ser un fin en sí mismo, como ocurre con la lógica del sistema capitalista, sino que es el medio para alcanzar el fin.

Desde esta óptica se conseguirá un claro avance en el bienestar de toda la sociedad, se reducirán hambrunas, se acabarán las guerras y sobre todo el ser humano será capaz de crecer en conni-vencia con la propia naturaleza.

Para corregir la situación descrita, des-de la Economía del Bien Común se pro-pone redefinir el concepto de éxito, pasando de medirlo a través del pla-no económico a medirlo a través de la aplicación de los valores ya citados, e integrarlos en todas las áreas de la em-presa.

No hay que olvidar que la empresa es un una organización de personas orientadas hacia un fin, esto implica que comparten valores y creencias que orientan la conducta en una dirección concreta. Podemos decir que en la ac-tualidad el tejido empresarial de un país es uno de los ejes sobre el que pi-vota el movimiento social y son las em-presas una gran fuente movilizadora de políticas, ideas, etc., al encontrarse en continua interrelación con el resto de la sociedad. Esto implica que son premiadas o penalizadas en función de si cumplen con los parámetros que la sociedad espera de ellas.



Volviendo al hilo de la explotación de recursos en el que se basa nuestro ac-tual sistema económico, se da la para-doja que se mide el éxito de un País o Región a través del Producto Interior Bruto a nivel macroeconómicos y a tra-vés del beneficio empresarial a nivel microeconómicos.

Pero es muy importante matizar que los datos obtenidos quedan desvirtua-dos en lo que se refiere a medir el bien-estar real de los ciudadanos que viven en la región. Se da la paradoja que una región con un alto PIB y beneficio em-presarial no indica que su población tenga unas óptimas condiciones de empleo, acceso a prestaciones, educa-ción y sanidad, es decir, que se alcan-ce un adecuado Estado del Bienestar. Estos datos simplemente indican que se ha generado una riqueza, pero en ningún momento aporta información sobre quien es el destinatario de ella. Esto es así hasta el punto que según la OCDE el crecimiento económico de las últimas décadas ha traído consigo el aumento de las desigualdades a esca-la global, por cuanto existen desigual-dades medioambientales y de acceso a bienes comunes. El individualismo

fomentado desde el capitalismo ha ex-tinguido los vínculos sociales reducien-do el mundo a mercancía, explotando recursos naturales que son bienes so-cio-culturales y es el espacio donde se desarrolla la vida social.

Para solucionar este contrasentido, el modelo económico de la Economía del Bien Común establece un sistema para medir el éxito diferente al del dinero. Con este nuevo sistema se pretende reconocer el éxito midiendo las cosas que son valiosas para el ser humano y para el entorno ecológico.

No debemos olvidar que las actuales generaciones que ocupamos el plane-ta tenemos la obligación de preservar-lo para dejarlo a la generaciones futu-ras, como mínimo, del mismo modo que nos lo dejaron las generaciones pasadas. De lo contario estaremos dándoles una herencia envenenada a las generaciones venideras, condenan-do a nuestros descendientes a vivir en peores condiciones de vida que noso-tros.



Desde éste modelo económico, se pro-pone establecer unos parámetros que midan la calidad en el empleo a través de una herramienta llamada “Balance del Bien Común”, en el que la empre-sa mide de todos sus grupos de interés los valores que todas las personas re-conocen como universales:

1. La dignidad humana2. La solidaridad3. Justicia social4. Sostenibilidad ecológica5. La democracia

Se han desarrollado 17 criterios que miden el comportamiento del bien co-mún, cuyo alcance no se mide con di-nero, sino con puntos del bien común, en una escala que va de 0 a 1000 y esto se transforma en colores. El balance financiero se degrada y pasa a ser so-lamente un medio de la actividad em-presarial pero ya no expresa el fin de la empresa.

El sistema parte de la premisa que las empresas con mejores balances del bien común tendrán ventajas legales: pagaran menores impuestos, tarifas aduaneras, prioridad en la compra pú-

blica, mejor financiación (créditos). De esta forma los productos éticos justos y ecológicos serán más baratos en el mercado que los que no lo son.



Todo esto supondrá que los exce-dentes financieros se reinvertirán en la economía real que es la verdadera fuente de riqueza de la sociedad y de-jaran de destinarse a usos con escasa o nula reversión a la sociedad como por ejemplo:

· Las inversiones financiera· Tragarse otra empresa· Distribución a personas que no crean plusvalía (es decir, a personas que no trabajan en la empresa)· Donaciones a partidos políticos

En base al principio de justicia social que propugna el modelo, se pretende disminuir las desigualdades estable-ciendo una franja salarial con un míni-mo para todo el mundo que permita una vida digna y un máximo que re-tribuyaV suficientemente las mayores responsabilidades pero que no genere una acumulación de riqueza, que por su exceso, no llegue a reinvertirse en la economía real y generar riqueza para la sociedad.

Con este principio retributivo se bus-ca limitar la desigualdad social, confi-gurando una sociedad más igualitaria, con unas condiciones de vida que dilu-ya los conflictos sociales, provocando un gran aumento de iniciativas empre-sariales con su consiguiente aumento de riqueza social.



Desde el punto de vista de la psicología organizacional este cambio de modelo eco-nómico sería posible ya que cumple perfectamente con las necesidades motivacio-nales humanas y que fueron plasmadas en la pirámide motivacional del psicólogo Abraham Maslow.

Adaptado de Chapman 2007

LA MATRIZ DEL BIEN COMÚN 4.0VALOR

GRUPO DE CONTACTO

Dignidad humana Solidaridad Sostenibilidad ecológica

Justicia socialParticipació

n democrática

y transparenci

a

A) Proveedores

A1: Gestión ética de los suministros Planteamiento activo de los riesgos de los productos/servicios adquiridos, consideración de aspectos sociales y ecológicos en la elección de proveedores y socios de servicios

Necesidades de Auto-realización

crecimiento personal

Necesidades de Estima Logro, estatus, fama, reputación

Necesidades sociales de amor y pertenencia familia, afecto, relaciones, trabajo en grupo

Necesidades de Seguridad Protección, seguridad, orden, ley, limites, estabilidad

Necesidades Fisiológicas necesidades básicas de la vida: aire, comida, bebida, refugio, calor, sexo, sueño



Como vemos, el ser humano lo prime-ro que busca es la existencia orgánica, una vez conseguida, busca un nivel de vida que le permita crecer intelec-tualmente, subido este escalón busca el respeto de los demás. Desde la in-fluencia del capitalismo, este respeto se encuentra intrínsecamente relacio-nado con el dinero, es en este punto cuando cobra sentido la Economía del Bien Común, pues el respeto que bus-ca la persona de sus congéneres viene derivado de los valores propugnados por la EBC y de este modo, las personas orientaran sus conductas hacia com-portamientos más honestos, colabora-tivos, responsables, etc.

Estos comportamientos de una per-sona hacia otras, aumentaran el sen-timiento de equidad y de confianza con lo que se producirá un incremento exponencial de estas conductas por el resto del entorno social en el que nos encontramos y ello revertirá positiva-mente en el propio individuo.



3. INFLUENCIA DEL MODELO DE LA ECB EN EL ECOSISTEMA EMPRE-DENDOR El ecosistema emprendedor en el contexto de la micropyme y de los trabajadores autónomos, suele circunscribirse inicialmente a un deter-minado ámbito geográfico, por tanto, son parte de una estructura so-cial y territorial determinada y de ahí obtienen su principal fuente de ingresos.

A nivel tangible, esto quiere decir que si la zona en la que se establece el negocio tiene una renta percápita que permite a sus habitantes un adecuado nivel de vida, esto afectará muy positivamente al negocio, puesto que tendrá una mayor demanda de sus productos, siempre que se ajuste mínimamente a las necesidades por satisfacer de esa zona. Por ello, este tipo de empresas y comercios, son los principales interesados en que la región en la que se encuentran sea próspera, y ello se consi-gue bajo los principios de cooperación, honestidad, altruismo, etc.

Dentro de esta delimitación geográfica una de las mayores ventajas competitivas tiene su fuente en la cooperación entre los negocios allí establecidos, dado que estas interrelaciones fomentan el trasvase de conocimiento entre ellas, esto enriquece a la organización en general y le abre la puerta a la detección de nuevas oportunidades de negocio. En este punto, tenemos que tener en cuenta que la similitud cultural de los empresarios de la Comunidad Valenciana va a posibilitar un marco normativo favorable para el enriquecimiento global.



Esta visión de negocio se ha convertido en la piedra angular de los tejidos em-presariales valencianos como ejemplo de ello cabe destacar los Clusters de Castellón (sector azulejero), Alicante (sector calzado) o en Valencia (sector Energía) hasta el punto que las gran-des empresas, cada vez más se están fragmentando para convertirse en en-tes más pequeños capaces de conectar mejor con el mercado local al que pre-tenden dirigir sus productos. Sin duda, la cooperación entre pymes, micropy-mes y comercios fundamentada en la honestidad, la confianza y el altruismo, produce un aumento de la confian-za entre ellas y esto reduce los costes transaccionales que ocasiona el conti-nuo monitoreo al que sometemos a los individuos en los que no confiamos, en aras de protegernos ante posibles conductas inesperadas y que puedan suponer una amenaza para nuestra supervivencia. Sin estos costes tran-saccionales, las personas y empresas son capaces de compartir libremente la información y generar sinergias que producen un aumento de la eficiencia y eficacia productiva.



En conclusión, estas empresas son parte importante en el conjunto de la sociedad de nuestra Comunidad, pues a través de ellas se distribuye la riqueza en la sociedad, puesto que sus plusvalías se revierten de alguna manera en nosotros mismos, bien a través de los salarios que abonan a sus empleados, las relaciones comerciales que tienen con otras empresas y comercios de la zona, por los impuestos que pagan, etc. Y reciben gran parte de sus ingresos de los ciudadanos que viven en su radio de ac-ción, con lo que cuanto más invierta ésta en el entorno social en el que se encuentra más verá recompensado ese esfuerzo a través de un incremento de ventas. En este aspecto, tenemos que tener en cuenta que los recursos naturales de la Comunidad Valenciana son una fuente de riqueza que hay que conservar y es por ello que las empresas y comercios han de ser los más interesados en preservarlos, aparte de por el bien común, por su propio interés.

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PARA PYMES, MICROEMPRESAS Y AUTÓNOMOS



4. LA ECB COMO ESTRATEGIA DE DIFERENCIACIÓN PARA PYMES Y MICROPYMES

Si bien es cierto que en los últimos diez años, desde el inicio de la crisis finan-ciera del 2008, las pymes y micropy-mes se han visto obligadas a estable-cer estrategias de ventas basadas en el precio, por ser el cliente potencial más sensible a este elemento en una eco-nomía deprimida y que además es el elemento de más fácil manipulación a corto plazo para lograr colocar los bienes producidos en el mercado, este tipo de estrategias son muy perjudicia-les si se alargan en el tiempo.Dado que lo habitual ha sido abaratar los costes sacrificando salarios a la vez que menguando los derechos sociales.Además de esto, a las pymes y micropy-mes les resulta muy difícil competir en economías de escala con las grandes empresas con lo que es muy difícil que puedan alcanzar un nivel de competi-tividad por razón de costes netamente productivos que les permita obtener parte de la cuota de mercado que os-tentan las grandes empresas.

Por ello como estrategia de diferencia-ción para las pymes y micropymes se recomienda dejar de lado las estrate-gias puras de costes, y fijarlas en un va-lor añadido a sus productos y servicios.

Tenemos que entender que se ha pro-ducido una evolución social desde la segunda guerra mundial y la guerra civil española. En los años 50, en ple-na posguerra, la situación de carestía afectaba a gran parte de la población, que solo podía acceder a bienes bási-cos de supervivencia hasta la actua-lidad, donde la explotación de los re-cursos produce una gran variedad de artículos con finalidades similares. Esto junto a la democratización de la cultu-ra y el acceso ilimitado a información ha modificado las expectativas que el consumidor tiene de un bien. Ahora, el comprador no solo busca que el bien satisfaga una necesidad manifiesta, sino que además busca que le aporte una satisfacción emocional, derivada de sus valores movilizadores.



Por todo lo narrado en estas líneas las pymes y micropymes tienen un gran potencial siguiendo una estrategia de diferenciación, poniendo a disposición del cliente un bien que cumpla con los parámetros de respeto a los recursos naturales que le rodean, cuya preserva-ción se ha convertido en una fuente de preocupación para las nuevas genera-ciones, sin desdeñar otros aspectos re-putacionales como son la honestidad, altruismo, cooperación y generosidad.

El mundo está cambiando y las nue-vas generaciones, entre las que en es-tos momentos destacan los Millenials son mucho más tecnológicos y esto ha producido que se haya reducido las in-teracciones personales para hacerlo a través de ordenadores y móviles. Pero la esencia del ser humano hace nece-sario el contacto personal y en este punto la economía colaborativa posi-bilita la iniciativa social convirtiéndose en el hilo conductor capaz de dirigir el contacto social.

La generación Millenial ha crecido en plena crisis económica, han normali-zado tener una escasez de recursos y buscar soluciones para ello a través de la colaboración, del altruismo y de la honestidad. Este grupo demográfico es el más grande desde los Baby Boo-mers y ya se ha convertido en uno de los principales nichos de mercado para las empresas con una orientación clara hacia la comunidad.

Esta influencia de los Millenials está calando en el resto de la sociedad, que además junto con la gran preocupa-ción que supone la explotación de los recursos naturales y su efecto en el cambio climático, realza la importan-cia en el entorno social del emprende-dor local que es conocido y respetado, con lo que si a estas características del emprendedor sumamos los valores que propugna este sistema del bien común, el resultado es una fuente de oportunidad para el tejido empresarial valenciano, por varios motivos que a continuación exponemos:



1. Es un elemento de diferenciación. Cada vez más las personas buscan que los productos o servicios llenen es-pacios emocionales y que parte de la plusvalía generada revierta sobre su territorio para mejorarlo.

2. Aumenta la confianza del público objetivo con el negocio. El abande-ramiento del negocio a través de los principios como la confianza, la ho-nestidad, empatía, cooperación, soli-daridad y voluntad de compartir, con-fiere al negocio una reputación muy positiva. Esta reputación se convierte en un elemento intangible que reper-cute positivamente en el aumento de los clientes reales de la empresa y por lo tanto incide en la cuenta de resulta-dos. Actualmente esto representa una ventaja competitiva de las pymes y mi-cropymes con respecto a las grandes empresas, puesto que su cercanía con la sociedad que las rodea hace que es-tablezcan unos lazos afectivos que las grandes corporaciones no pueden lle-gar a alcanzar, pese a que inviertan in-gentes cantidades de dinero en publi-cidad para mejorar su reputación. Una buena reputación otorga sensación de saber hacer y por lo tanto da una espe-cial visión de continuidad en el tiempo, lo que revierte en mayores clientes que confían más en la empresa por la posi-bilidad de establecer relaciones a largo plazo.

3. El aporte a la sociedad puede re-vertir positivamente en la empresa. Al establecer relaciones cercanas con la sociedad que la rodea a través de tran-sacciones que incrementan el bienes-tar de la ciudadanía, ésta se muestra más comprometida con el negocio, consolidándose como cartera de clien-tes fieles a la empresa. En este aspecto, el entorno social ve como un beneficio el invertir en negocios cercanos por-que ven que su dinero, de alguna for-ma, vuelve a la comunidad en la que viven, bien en forma de salario a través de la creación de empleo digno, o bien a través de un mejor tratamiento de las recursos naturales de la zona, de esta forma perciben que existe un interés común en preservar el medio ambien-te de la región.

4. Puede acceder a recursos financieros que antes tenía más difíciles. El mejor posicionamiento de la empresa en el entorno social que le rodea le permite alcanzar una ventaja competitiva que sin duda le reportará unos óptimos ba-lances que le permitirán conseguir cré-ditos más baratos. Dicho esto, además de las líneas normales de financiación que son genéricas a todas las empre-sas, en el entorno colaborativo existen movimientos de crow funding (entre otros) que pueden convertirse en una fuente de financiación con unas condi-ciones ventajosas.



5. Puede competir con grandes empre-sas. En línea con lo dicho en los pun-tos anteriores, esa mayor cercanía de la empresa con su entorno social pro-porciona una mayor sensibilidad bidi-reccional en la interralación mutua que proporcionará a ambas partes una de-tección prematura de sus necesidades.

6. Detectan con mayor rapidez y faci-lidad las preferencias de sus clientes para satisfacer sus necesidades puesto que la información les llega de forma directa y colaborativa.

Todos estos elementos pueden supo-ner una ventaja competitiva para las nuestras pymes, que si bien han de tener control en los costes, esto no se convierte en prioritario para las nue-vas exigencias de un mercado cada vez más orientado hacia la comunidad, de modo que la contribución a su adecua-do desarrollo va a otorgar una fuerte ventaja competitiva de diferenciación que va a suponer una mayor reputa-ción y con ello alcanzar una mayor cota de mercado.

Por tanto, y como idea fundamental, el tejido empresarial valenciano en general y particularmente las pymes y micropymes deben tomar el camino de ayudar a enriquecer este territo-rio a través del respeto a los recursos naturales (fuente de su riqueza), de la cooperación, de la solidaridad, de la justicia social y de la dignidad humana.

Con ello obtendrá una mejora en repu-tación, que le supondrá un aumento de sus clientes potenciales y la coloca-rá en el marco de una estrategia com-petitiva basada en la diferenciación y no en las economías de escala, en las que poco puede hacer, más que seguir la estela de las grandes corporaciones en una clara desventaja.

Además, con la diferenciación alcanza-da con los valores de la EBC fomentará el interés de los individuos por formar parte de ella para contribuir a su comu-nidad, con lo que la empresa consegui-rá atraer y retener el talento, y de este modo conseguir entrar en la espiral del crecimiento a través de la diferencia-ción. En otras palabras, una empresa que basa su forma de producción a la cooperación se convierte en una em-presa altamente innovadora capaz de generar nuevos bienes que se adapten a las nuevas necesidades sociales y con ello se garantiza la pervivencia.





5. COMO LA EBC MEJORA LAS RELACIONES ENTRE LAS EMPRESAS Y SUS GRUPOS DE INTERÉS (STAKEHOLDERS)

Las empresas son organizaciones de individuos que se unen con un propó-sito, es decir, es un sistema colectivo que va evolucionando según cambia la realidad social que la envuelve. Por este motivo es necesario para la pervivencia de la empresa analizar las necesidades que tienen los diferentes grupos que le influyen, conocidos como “los grupos de interés” o como se denomina en inglés, “stakeholders”. La alta competi-tividad que demanda el entorno para que la empresa se adapte y perviva ha dejado muy atrás la idea de los accio-nistas como único grupo de interés digno de ser considerado, para pasar a una visión mucho más global de la empresa, considerándola parte de un entorno social y por ello es absoluta-mente necesario para alcanzar el éxito establecer unas adecuadas relaciones con los grupos de interés, fuente de credibilidad y confianza transmitida para la empresa.

Según el estudio de Graanfland y Ei-jffinger realizado en el año 2004, se considera que para que una organiza-ción funcione necesita contar con seis agentes: inversores, trabajadores, di-rectivos, clientes, proveedores y esta-do/sociedad. Pero el tejido empresarial valenciano está formado mayoritaria-mente por empresas familiares, con lo que esto tiene una clara connotación a la hora de establecer fuentes de pre-sión que afectan a la empresa. Estamos haciendo referencia a las familias em-presarias y a las familias de los trabaja-dores, que en este caso también se van a convertir en un grupo de interés.



Evidentemente cada uno de los grupos de interés tiene un interés particular y desde el actual sistema económico se considera que está contrapuesto con el resto de los grupos de interés. Desde la economía de mercado se considera que los intereses son contrapuestos porque lo que se da a un grupo de in-terés se quita de otro grupo de interés, ya que principalmente solo se conside-ra la masa económica, así si la empre-sa retribuye mucho a los trabajadores, esto quiere decir que los accionistas van a recibir menos beneficios y que la administración va a ingresar menos impuestos, con lo que se genera una situación de tensión que en función de la habilidad de los gestores para llevar-la conseguirá que la empresa perviva o desaparezca a causa de los conflictos que esta filosofía genera. Estos conflictos se generan porque to-dos los grupos de interés compiten por tener los títulos que le den la facultad de poder acceder a unos recursos limi-tados, es decir, su relación se basa en la competencia por obtener la mayor cantidad de dinero posible, partiendo de la premisa que el dinero que se que-da uno lo pierde otro.

Dese la EBC se desecha esta idea, y las relaciones establecidas entre los gru-pos de interés ya no se basan en la competencia por un recurso escaso, sino que su relación tiene su arraigo en la colaboración desde el respeto al medio ambiente y al ser humano para obtener un bien que satisfaga una ne-cesidad.

Por lo tanto, las relaciones entre ellos se dinamizan con el fin de alcanzar un objetivo común. Y ello contribuye a generar más estabilidad en la empre-sa, puesto que desaparecen los senti-mientos de injusticia y falta de equidad que obligan a las personas a cometer acciones tendentes a restablecer sus sentimientos y que pueden afectar al funcionamiento del negocio.



A continuación se expone como un comportamiento basado en este mo-delo económico incide en cada grupo de interés.

· Clientes: Si la empresa logra una diferenciación basada en los valores de la EBC atraerá a las personas que se sienten reflejadas en ella, con lo que aumentará su cuota de mercado y ello supondrá un creci-miento de ventas y de beneficios. En la medida en que las empresas tengan una clara orientación hacia el cliente, éste sentirá un compromiso hacia ella. Esto se consigue a través de la integra-ción de las siguientes ideas en la ges-tión diaria de la empresa: o Preocupación por la innova-ción: A parte de la creación de nuevos bienes, innovar significa enriquecer un bien con aportaciones que lo adecúan a las nuevas necesidades sociales. Esto puede conseguirse con un cambio del sistema de producción orientado al respeto al medio ambiente, por ser éste una de las principales preocupa-ciones de nuestro entorno social que es nuestro cliente potencial. o La satisfacción del cliente es un elemento clave: Nos encontramos en una región en la que no existe una falta de alimentos o bienes que condi-cionen nuestra supervivencia, hemos dejado muy atrás las carencias de la posguerra y actualmente, suplimos con creces nuestras necesidades físicas y orgánicas.

Esto ha propiciado que la sociedad no solo busque un producto que le satis-faga a nivel físico y orgánico, sino que busca un producto que le satisfaga su necesidad emocional. Por ello, en la medida que la empresa sepa captar estas nuevas necesidades y satisfacer-las, establecerá una vinculación con su cliente. o Ejercer una comunicación res-ponsable: Estamos en una sociedad con un mejor acceso a la educación, mucho más formada y que tiene un ac-ceso ilimitado a la información y esto genera necesidades de información. El cliente quiere conocer los aspectos de la organización que le afectan en todos los ámbitos de su vida.

· Trabajadores y sus familias: nvertir parte de la plusvalía obtenida en los trabajadores producirá un incre-mento de su nivel de vida y el de sus familias, con lo que habrá una mayor capacidad de compra en la región. Además se convertirán en clientes po-tenciales y le aportaran una buena re-putación que contribuirá a atraer, por un lado nuevos clientes y por otro, al “Talento”. Demandas a tener en cuenta de este grupo de interés son: o Políticas de contratación con criterios de responsabilidad social. o Preocupación por la seguridad y salud de sus empleados. o Mejorar su satisfacción y desa-rrollo personal. En este apartado se en-contraría la ejecución del trabajo bajo un adecuado ambiente de trabajo.



· Inversores y accionistas: Como hemos dicho, la comunidad va-lenciana presenta un tejido empresa-rial en el que sobresalen las empresas familiares, tanto por número como por volumen en la generación de empleo y riqueza, por lo que en este punto te-nemos que considerar al empresario y a su familia en la posición de accionista o inversor. Con una política basada en la EBC el empresario puede incremen-tar sus beneficios por dos motivos: Por un lado su estrategia de diferenciación contribuirá a conseguir una posición ventajosa con respecto a su competen-cia, y por otro el incremento reputacio-nal de él, de su familia y de la empresa le permitirá adquirir prestigio social que revertirá positivamente en el valor de ésta última.

· Proveedores: No cabe duda que la elección de pro-veedores que nos aporten una mate-ria prima dentro de unos estándares de calidad, repercute directamente en el producto, ocasionándonos menos gastos derivados de posibles desperdi-cios a causa de defectos en la calidad del bien producido, sin menospreciar el impacto negativo que puede sufrir nuestra imagen por la fabricación de-fectuosa consecuencia del incumpli-miento de un proveedor. Además la

imagen que la empresa transmite está íntimamente relacionada con el tipo de proveedor que le suministra la ma-teria prima, por este motivo es necesa-rio establecer criterios de afinidad a la hora de elegir a un determinado pro-veedor y tener una intención de mejo-ra continua en las relaciones con ellos. La empresa se verá beneficiada si elige proveedores que se encuentren bajo el paraguas de la EBC porque esto será garantía de una materia prima adecua-da a las exigencias de sus clientes. El cliente actual es mucho más respon-sable con el resto de la sociedad y cree muy necesario contribuir a redistribu-ción de la riqueza para reducir las des-igualdades, por lo que verá un claro va-lor añadido al bien que adquiere, si la empresa colabora con ONG.



· Directivos: Desde la EBC el éxito se mide por la aportación que las personas hacemos al entorno natural y social, consiguien-do más éxito aquel que más aporta a estos sistemas. En función de los estu-dios realizados por el psicólogo Abra-ham Maslow sobre la conducta huma-na en el contexto organizacional, el individuo una vez tiene resueltas sus necesidades básicas de supervivencia y educación orienta sus esfuerzos ha-cia la posición social, en otras palabras, las personas buscamos ser respetados por nuestra comunidad, bajo la lógica del sistema capitalista esto se consi-gue a través de la acumulación de di-nero. Esto lleva a conductas egoístas que perjudican al resto de la sociedad. Con la EBC esta forma de alcanzar el respeto se obtiene a través del apor-te que hace el directivo utilizando a la empresa como instrumento, al res-to de su entorno social, con lo que el respeto está directamente relacionado con el éxito de la empresa desde esta perspectiva. En otras palabras, cuanto mayor sea el aporte de la organización al entorno natural y social, mayor res-peto recibirá de sus congéneres y esto constituirá una fuerte recompensa por su trabajo.

· Administraciones Públicas: La función de éstas es gestionar de una forma adecuada los recursos de la comunidad para que reviertan en el beneficio de ésta. Por ello, actualmen-te la comunidad le exige a la adminis-tración nacional y sobre todo regional que proteja la riqueza natural y social de la región que administra. De este modo, en la medida que la empresa facilite esta labor, la administración la recompensará a través de beneficios fiscales, bonificaciones y otros. Pero además, los ciudadanos incrementa-ran su confianza hacia la empresa que contribuye a una mejora para todos.







6. LA MATRIZ DEL BIEN COMÚN

El Balance del Bien Común mide “el éxito” del negocio bajo los valores de cooperación, solidaridad, ecología, de-mocracia y organización humana del sistema productivo, con la finalidad de premiar los resultados de la empresa en función de la puntuación obtenida.

El principio en el que se basa el Balan-ce del Bien Común es que la economía ha de servir al bien común y a nivel de empresa se puede medir esto por me-dio de esta herramienta, ya que el be-nefició financiero es un parámetro de-masiado débil para poder valorar si se cumplen los objetivos reales de la eco-nomía, en el sentido de la creación de valores útiles, satisfacción de las nece-sidades reales, distribución justa, parti-cipación en decisiones, democracia de géneros, ecología sostenible, calidad de vida, etc.

En la EBC el beneficio financiero es el medio para alcanzar un fin: El aumen-to del Bien Común. La Matriz del Bien Común relaciona los valores básicos (dignidad humana, solidaridad, soste-nibilidad ecológica, justicia social y de-mocracia) con los grupos de interés de la empresa (empleados, proveedores, clientes, financiadores, soberanía, ge-neraciones futuras, naturaleza), obte-niendo una relación de 17 valores que posibilitan una calificación del com-portamiento de la empresa, es decir, miden su aporte al Bien Común. Esta matriz sirve para conocer donde se en-cuentra la empresa en el camino hacia el Bien Común.

Las herramientas que se utilizan para conocer la aportación que se hace al Bien Común son cuatro:



· El Informe del Balance del Bien Co-mún: Documento en el que se detallan las actividades de la empresa relacio-nadas con cada indicador. Esta herra-mienta junto con el Balance del Bien Común son los documentos que se au-ditarán.

· La Matriz del Bien Común: Es el cora-zón del movimiento EBC y sirve esque-ma para poder ver de una forma rápida los 17 indicadores del Balance, ayudán-donos a hacernos una rápida idea del estado de la empresa con respecto al Bien Común. Esta matriz pretende ser un complemento a la información fi-nanciera de la empresa para que los clientes, inversores y administraciones públicas puedan tomar sus decisiones de relación en base a una información cada vez más relevante.

· El Balance del Bien Común: Se tra-ta de una tabla que con ayuda de un programa de cálculo sirve para la toma de decisiones ponderando diferentes alternativas.

· El Testado: Es el documento expedi-do por los auditores externos con las recomendaciones para mejorar la apli-cación del modelo.



LOS PUNTOS DEL BIEN COMÚN-MÚN

Realizada la medición sobre la aporta-ción al Bien Común, es decir, auditada la empresa, se le otorgaran unos pun-tos en función de los 17 indicadores del Bien Común medibles y según la puntuación alcanzada se la posicio-nará en un escalón u otro de cumpli-miento, derivando de ello consecuen-cias en forma de castigo recompensa. A la par, y para una visión más gráfica de la aportación de la empresa al Bien Común, este escalón tendrá aparejado un color que facilitará una visión rápi-da al cliente potencial. La distribución se realizará de la siguiente forma:

0 – 200 Puntos ---------------- rojo 201 – 400 Puntos ------------- naranja401 – 600 Puntos ------------- amarillo601 – 800 Puntos ------------- verde claro800 – 1000 Puntos ----------- verde

Valorada la empresa, se propone que en función de la menor puntuación obtenida la empresa ha de ser pena-lizada por su baja aportación al Bien Común, es decir, por el perjuicio que está causando a su entorno natural y social. Esto se podría llevar a cabo a través del IVA, de forma que la empre-

sa con un menor aporte debe soportar un mayor IVA, con lo cual su producto se encarecerá y perderá posiciones de competitividad. Siguiendo está lógica, las empresas que aportan riqueza al entorno natural y social deben estar sometidas a una menor presión fiscal puesto que ya están contribuyendo al mantenimiento de éste con sus ac-ciones. A modo de ejemplo se podría pensar que una empresa que este en rojo tiene que pagar un 50% de IVA, reduciendo gradualmente la presión fiscal en función del color hasta llegar al verde en el que la empresa pagaría un 0% de IVA.



EXPLICACION DE LA MATRIZ

La matriz es el instrumento que se utiliza para realizar la suma de los 17 criterios, que pueden llegar a alcanzar un total de 1000 puntos repartidos en tandas de 90 puntos por cada criterio y está pensado para ser aplicado por todo tipo de em-presas, independientemente del tamaño, sector y forma jurídica. Puede ser utilizado desde pequeñas empresas familiares has-ta grandes multinacionales cotizadas en bolsa.

Como toda ciencia basada en el comporta-miento humano, la economía evoluciona y dentro de esta los modelos económicos y sus herramientas, es por ello que la Matriz del Bien Común ha sufrido una evolución desde que surgiera en el año 2010, fruto de ser ampliamente testada por empresas colaboradoras que la van adecuando para conseguir una efectiva funcionalidad en la vida diaria de la organización. De este modo la matriz más aplicada fue la matriz 4.0, creada en el año 2012 y la que se ex-pone a continuación por ser la que mayor información puede aportar al lector sobre la orientación de las acciones a acometer para poder implementar con éxito la EBC.

Adaptado de Chapman 2007

LA MATRIZ DEL BIEN COMÚN 4.0VALOR

GRUPO DE CONTACTO

Dignidad humana Solidaridad Sostenibilidad ecológica

Justicia socialParticipació

n democrática

y transparenci

a

A) Proveedores

A1: Gestión ética de los suministros Planteamiento activo de los riesgos de los productos/servicios adquiridos, consideración de aspectos sociales y ecológicos en la elección de proveedores y socios de servicios

Necesidades de Auto-realización

crecimiento personal

Necesidades de Estima Logro, estatus, fama, reputación

Necesidades sociales de amor y pertenencia familia, afecto, relaciones, trabajo en grupo

Necesidades de Seguridad Protección, seguridad, orden, ley, limites, estabilidad

Necesidades Fisiológicas necesidades básicas de la vida: aire, comida, bebida, refugio, calor, sexo, sueño



B) Financiadores

B1: Gestión ética de finanzas Consideración de aspectos sociales y ecológicos en la elección de servicios financieros; orientación al bien común de inversiones/disposiciones y financiaciones

C) Empleados inclusive propietarios

C1: Calidad del puesto de trabajo e igualdad Garantía de las condiciones humanas de trabajo, promoción de salud física y bienestar psíquico, organización propia y fundamento del sentido del trabajo, Work-Life-Balance (Equilibrio-trabajo-vida); Igualdad/inclusión de discapacitados y desfavorecidos

90

C2: Reparto justo del volumen de trabajo Reducción de las horas extras, renuncia a los contratos “todo-incluido”, reducción del horario de trabajo regular, contribución a la reducción del desempleo

50

C3: Promoción del comportamiento ecológico de las personas empleadas Promoción activa del estilo de vida sostenible de los trabajadores (movilidad, alimentación), formación y concienciación de las medidas logradas, cultura de la organización sostenible

30

C4: Reparto justo de la renta Menor extensión de renta (neta) en la empresa, limitación de renta máxima y mínima

60

C5: Democracia interna y transparencia Transparencia de decisiones y financiera, participación de los trabajadores en las decisiones operativas y estratégicas, elección de la directiva, transmisión de propiedad a los trabajadores, p. ej. Sociocratía

90

D) Clientes/ productos/ servicios/ co-empresas

D1: Venta ética Orientación hacia clientes y participación de éstos, cooperación con la protección al consumidor, formación venta ética, marketing ético, sistema de bonificación ética

50

D2: Solidaridad con otras empresas Transmisión de información, Know-How, personal, encargos, créditos sin interés; participación en marketing cooperativo y superación de crisis cooperativa

70

D3: Concepción ecológica de productos y servicios Ofertas de productos/servicios ecológicos de calidad; conciencia de generación de medidas; consideración de aspectos ecológicos en la elección del cliente

90

D4: Concepción social de productos y servicios Escalonamiento social de los precios, libertad de barreras, productos especiales para clientes desfavorecidos/discapacitados

30

D5: Aumento de los estándares sociales y ecológicos sectoriales Efecto ejemplar, desarrollo con competidores de estándares más altos, lobbyng

30



E) Ámbito social:

Región, soberanía, generaciones futuras, personas y naturaleza mundial

E1: Efecto social/Significado del producto/servicio Sentido del producto bajo consideración de estilos de vida sostenible

90

E2: Aportación a la comunidad Apoyo mutuo y cooperación a través de medios de financiación, servicios, productos, logística, tiempo, Know-How, conocimiento, contactos, influencias

40

E3: Reducción de efectos ecológicos Reducción de los efectos medioambientales de la empresa a un nivel de futuro sostenible: recursos, energía y clima, emisiones, residuos, etc.

70

E4: Minimización del reparto de ganancias a externos Sin rédito o sólo compensación de inflación para el capital de propietarios externos (que no trabajan en la empresa)

60

E5: Transparencia social y participación en la toma de decisiones Información bajo Global Reporting Iniciative (GRI), Informe del Bien Común, participación en la toma de decisiones de los grupos de interés

30

Criterios - Negativos

Quebrantamiento de las Normas de t r a b a j o O I T /derechos humanos

-200 P r o d u c t o s s i n dignidad humana/inhumanos, p.ej. armas, electricidad a t ó m i c a , o r g a n i s m o s g e n é t i c a m e n t e modificados (OGM)

-200 S u m i n i s t r o /cooperación con e m p r e s a s q u e l a s t i m a n l a dignidad humana

-150

C o m p r a hostil

-200

P a t e n t e defensiva

-100

P r e c i o dumping

-200

Gran impacto medioambiental a ecosistemas

-200

Incumplimiento grave de especificaciones medioambientales (p.ej. valores límite)

-150 Obsolescencia programada (vida del producto corta)

-100

Remuneración desigual a mujeres y hombres

-200 Reducción de los puestos de trabajo o desplazamiento de la ubicación pese a ganancias

-150 Filiales en paraísos fiscales

-200 Interés de capital propio mayor a un 10%

-200

No revelación de todas las participaciones y filiales

-100

Impedimento de comité de empresa

-150 No publicación de los flujos de filiales a lobbies/entrada en el registro de lobbies de la UE

-200

Tabla adaptada de la web: www.economia-del-bien-comun.org

Como vemos en esta matriz, a cada conducta de la empresa relacionada con uno de los va-lores se le da una serie de puntos en línea con lo explicado anteriormente.

Pese a que esta matriz ha tenido una gran aceptación, la generalización de su aplicación ha recomendado una evolución hacia la actual matriz 5.0 creada en 2017.



LA MATRIZ DEL BIEN COMÚN 5.0VALOR DIGNIDAD HUMANA SOLIDARIDAD Y

JUSTICIA SOCIALSOSTENIBILIDAD

ECONÓMICATRANSPARENCIA

CODECISIÓNGRUPO DE CONTACTO

PROVEEDORES A1: Dignidad humana en la cadena de suministro

A2: Solidaridad y justicia social en la cadena de suministro

A3: Sostenibilidad ecológica en la cadena de suministro

A4: Transparencia y codecisión en la cadena de suministro

PROPIETARIOS/AS SOCIOS/AS FINANCIEROS

B1: Actitud ética en el manejo de recursos financieros

B2: Actitud social en el manejo de recursos financieros

B3: Inversiones socio-ecológicas y uso apropiado de fondos

B4: Propiedad y codecisión

PERSONAS EMPLEADAS

C1: Dignidad humana en el puesto de trabajo

C2: Configuración de los contratos de trabajo

C3: Fomento del comportamiento ecológico de las personas empleadas

C4: Codecisión interna y transparencia

CLIENTELA Y OTRAS EMPRESAS

D1: Relaciones éticas con la clientela

D2: Cooperación y solidaridad con otras empresas

D3: Impacto ecológico por la utilización y gestión de los residuos de los productos y servicios

D4: Participación de la clientela y transparencia del producto

ENTORNO SOCIAL E1: Significado e impacto social de los productos y servicios

E2: Contribución a la comunidad

E3: Reducción de los impactos ambientales

E4: Transparencia y codecisión social

Fuente: https://ecogood.org

Las matrices se han elaborado de manera genérica para su libre aplicación en todas las empresas. Pero además de esto, desde el modelo económico de la ECBS se es consciente que cada empresa tiene unas características propias, por su fisionomía y por la característica del entorno que le rodea que pueden hacer inefectiva a efectos de promover el Bien Común la aplicación de una matriz encorsetada. Por esta razón se abre la posibilidad de que cada empresa elabore su propia matriz, siempre que el resultado sea la correcta implantación del modelo de la EBC.



¿CÓMO APLICAR LA MATRIZ?

Para la correcta aplicación de la matriz se ha elaborado una Guía para poder diseñar esta herramienta, además para facilitar en la medida de lo posible este trabajo, se ha diseñado una hoja de cálculo a las que se puede acceder a través de la dirección web de la Asociación Valenciana de la Eco-nomía del Bien Común (http://ebcvalen-cia.org/el-balance-del-bien-comun/).

COMO VERIFICAR EL CUMPLIMIENTO DE LOS VALORES DEL BIEN COMÚN

Existen varios modos de medir el cumpli-miento del modelo del Bien Común según el tipo de verificación que se realice.

Una forma sería a través de la verificación entre empresas con la ayuda de un Mo-derador –Peer. Este proceso se caracte-riza por ser un consultor o un auditor en fase de formación en este tipo de modelo el que verifica el estado de cumplimien-to de la empresa. Para poder utilizar este modelo es necesario que la empresa haya participado en un taller de aprendizaje de un mínimo de 8 horas sobre el balance del bien común. Con ello la empresa podrá participar en la valoración de los balan-ces de otras empresas puesto que habrá adquirido unos conocimientos mínimos que le permitirán hacer esta labor con sol-vencia. Estas formaciones se organizarán

a través de los Campos de Energía de la localidad/región de la empresa.

La función del Moderador –Peer es la de organizar el encuentro, protocolar los re-sultados y preparar el informe de la Eva-luación –Peer par que los auditores les den el Testado final a las empresas.

Otra forma, tal vez la más extendida, sería a través de la realización de una auditoría externa que mida el nivel en que la em-presa vive y aplica la Economía del Bien Común como proceso se transformación y mejora. Desde la Associació Valenciana per al foment de l’EBC, se pone a dispo-sición de todas las organizaciones la po-sibilidad de contar con un consultor que las ayude en este proceso de cambio. Ade-más, también tiene un registro de Autores que se encargaran de medir el grado de implementación. Podemos encontrar una relación de ambos profesionales en la si-guiente dirección web: http://ebcvalen-cia.org/el-balance-del-bien-comun/



COMO CONOCEN LOS GRUPOS DE INTERES LA APLICACIÓN DEL MODELO DE EBC

Una vez aplicadas las políticas recogi-das en la matriz y convenientemente verificadas por alguno de los méto-dos anteriores, el resultado obtenido se hace público en forma de etiqueta o de código QR de manera que estos grupos tienen mucha más información para identificar a las empresas impreg-nadas de estos valores y ser coherentes con la opción de compra.

Destacar que si tras auditar a la empre-sa, esta cumple adecuadamente con los parámetros del Bien Común se le concede la catalogación de 3 semillas, en clara alusión de las semillas de la planta diente de león, las cuales se es-parcen rápidamente con una mínima ráfaga de viento. Llevando sus genes a grandes distancias, al igual que ocurre con los valores del Bien Común.



7. VENTAJAS LEGALES PARA LAS EMPRESAS CON BUENOS BALANCES DE LA EBC

Nos encontramos ante un marco legis-lativo marcado por la “Estrategia Europa 2020” en el que las empresas tienen que operar en un entorno altamente regulado a través de una extensa normativa que, al ser tan variada y compleja, en ocasiones no es aplicada por las empresas que la desconocen y más en el entorno empren-dedor de la pyme y micropyme. Este po-sible incumplimiento inconsciente puede tener consecuencias económicas para las arcas de este tipo de organizaciones.

De este modo, el cumplir adecuadamente con los principios de la EBC supone cum-plir con los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, la Carta Social Europea y La Declaración de los Derechos Humanos. Fuentes normativas que con-forman el espíritu de la Constitución Es-pañola. Esto tiene una clara relación con el cumplimiento de la normativa nacional interna, puesto que toda ella tiene como referencia suprema a nuestra Carta Mag-na. La aplicación del modelo empresarial de la EBC implica que la empresa cumplirá con todo el marco regulador que la rodea sin que apenas tenga que hacer ningún esfuerzo y esto generará una fuerte ven-taja competitiva puesto que todas sus ac-ciones van a efectuarse bajo los principios que rigen en toda esta normativa. Con lo cual no deberá destinar esfuerzos a com-probar si los nuevos negocios que quiere iniciar se adaptan a la ley.

Por otro lado, el acuciante problema del cambio climático ha propiciado que hoy en día exista una amplia y diversa norma-tiva que regule el impacto que la actividad humana dirigida a través de las empresas tiene en los recursos naturales del planeta.

Además de la normativa vigente, determi-nados acuerdos en materia de cambio cli-mático, como el acuerdo de París sobre el cambio climático, han concretado una se-rie de sanciones económicas para las em-presas que no limiten el impacto negativo que tienen en el entorno natural. Si bien en un primer momento estas medidas se aplicarán directamente a las empresas multinacionales, sus efectos también los notarán las pyme y las micropymes, pues-to que perderán peso como opción de subcontratación de las primeras.

En base a todo esto, es completamente ló-gico que las organizaciones que tenga un buen Balance del Bien Común cumplirán holgadamente con las leyes promulga-das, con lo que no tendrán que destinar esfuerzo económico a adaptarse de forma reactiva a las nuevas tendencias regula-torias. Esto es claramente una fuente de ventaja competitiva.



8. EL IMPULSO DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS PARA FAVORECER LA EBC

En este apartado vamos a analizar el impulso que las administraciones públicas valencianas están dando a la integración de los valores de la EBC a la actividad diaria de la empresa a través de dos vertientes.

Una de las vertientes es el fomento de este tipo de políticas a través de subvenciones, las cuales llevan implícito en su razón de ser un cierto carácter social. Para la concesión de sub-venciones se tiene en gran consideración el valor social del proyecto, hasta el punto de ser uno de los requisitos para su justificación. Concretamente es importante acreditar razones de interés público, social y humanitario. La administración valenciana concede subvencio-nes anuales encaminadas a la acción del bien común. Otra de las vertientes, dentro del impulso de las Administraciones Públicas Valencianas en la EBC, es a través de exigir que las organizaciones que trabajan con ella cumplan los criterios de la EBC, fomentando desde dentro la implementación de esta ideología en el tejido em-presarial valenciano, a la par que dota de coherencia su existencia. Para un mayor entendi-miento de estas inquietudes nos vemos en la obligación de transponer parte del Preámbulo de la ORDEN 2/2017, de 1 de febrero, de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo:

“El Gobierno Valenciano se ha fijado, entre sus objetivos, sentar las bases para que la Co-munitat Valenciana avance hacia un modelo económico sostenible, centrado en el conoci-miento, la innovación, la apertura y la conexión con el exterior, y articulado en torno a la sostenibilidad, tanto en la esfera social como en la económica y la medioambiental, tal como se recoge en el Document d’Elx, aprobado por el pleno del Consell el 15 de abril de 2016, en el que se establecen las bases y elementos orientadores para la transformación del modelo económico de la Comunitat Valenciana.Esta iniciativa del Consell hacia un modelo de desarrollo económico con rostro humano, que sea, al mismo tiempo, socialmente inclusivo y sostenible, y que genere ocupación estable y de calidad, es coherente con el mandato contenido en l’Estatut, que, en su artículo 19.1, señala que «La Generalitat impulsará un modelo de desarrollo equitativo, territorialmente equilibrado y sostenible, basado en la incorporación de procesos de innovación, la plena integración en la sociedad de la información, la formación permanente, la producción abier-tamente sostenible y una ocupación estable y de calidad en la que se garantice la seguridad y la salud en el trabajo».



Dentro de las distintas propuestas vinculadas con la economía sostenible, como patrón de crecimiento que concilie el desarrollo económico, social y ambiental en una economía pro-ductiva y competitiva, se encuentran la Economía del Bien Común y el modelo de empresa social, que se constituyen como procesos de innovación social y emprendimientopositivo que resultan de utilidad para encontrar soluciones a las necesidades sociales y con-tribuyen al cambio económico y social.La Economía del Bien Común es un modelo para construir un sólido sistema social y econó-mico, dirigido a desarrollar una economía de mercado ética y sostenible y que se basa en los mismos valores fundamentales y constitucionales que todas las personas reconocen como universales: dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad ecológica, justicia social, trans-parencia y participación democrática.En tal sentido, la Economía del Bien Común se encuentra vinculada con el contenido del ar-tículo 128.1 de la Constitución Española, que establece que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general, así como con las constituciones de los países de nuestro entorno, en las que también prima el consenso sobre la promoción del bien común de todos y cada uno de sus integrantes como el objetivo principal de la sociedad y la visión de que la economía debe estar al servicio de las personas.De hecho, la Economía del Bien Común ya ha obtenido el respaldo del Comité Económico y Social Europeo (CESE), que aprobó en su sesión plenaria de 17 de septiembre de 2015 el dic-tamen titulado «La Economía del Bien Común: un modelo económico sostenible orientado a la cohesión social». En ese dictamen, el CESE considera que el modelo de Economía del Bien Común está concebido para incluirse en el marco jurídico europeo y nacional con el fin de avanzar hacia un mercado único europeo a través de una economía más ética basada en los valores europeos y en logros de las políticas de responsabilidad social, e insta a la Comisión Europea para que, en el marco de la estrategia renovada de responsabilidad social empre-sarial, recompense a aquellas empresas que puedan demostrar un mayor rendimiento ético.Los valores fundamentales que constituyen la Economía del Bien Común se encuentran asi-mismo recogidos dentro de otra de las propuestas económicas que mayor repercusión está teniendo, como es el modelo de empresa social, con la que comparte los principios socioeco-nómicos básicos de la primacía de la persona y del fin social sobre el financiero.Comparten, igualmente, su estrecha vinculación con la responsabilidad social como sistema innovador de gestión de las empresas y organizaciones que se orienta a obtener unos mejo-res resultados compatibles con el fomento del desarrollo sostenible y la justicia social.Las empresas sociales, caracterizadas por sus objetivos sociales de interés común, la reinver-sión de los beneficios, la variedad de formas jurídicas, la participación de las partes intere-sadas y los principios de solidaridad y responsabilidad, también han recibido una especial atención por parte de las instituciones europeas. Ello se puede apreciar en la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones titulada «Iniciativa en favor del emprendimiento social. Construir un ecosistema para promover las empresas sociales en el centro de la economía y la innovación



sociales», y en la Iniciativa de la UE a favor del Emprendimiento Social (Social Business Inicia-tive), mediante las cuales se potencia activamente las empresas sociales por considerar que representan el tipo de crecimiento sostenible, integrador e inteligente, basado en la innova-ción, que tanta importancia reviste para la economía europea, y configurarse como uno de los actores que hacen posible los objetivos marcados en la Estrategia 2020.La empresa social y la Economía del Bien Común se constituyen, por tanto, como dos mode-los que encajan dentro del patrón de desarrollo sostenible que desde el Gobierno Valenciano se está impulsando, y que se complementan entre ellos, en la medida en que la Economía del Bien Común aporta herramientas innovadoras para la gestión de las empresas sociales, como la medición de la contribución al bien común de las empresas mediante la realización de un Balance del Bien Común.De hecho, ambos modelos contribuyen al desarrollo y puesta en práctica de soluciones in-novadoras a los principales retos económicos, sociales y medioambientales, tratando de al-canzar los objetivos de la sociedad de una forma social y responsable. Es por todo ello que, a través de esta orden, se trata de promocionar la economía sostenible mediante el fomento y difusión de la cultura y práctica de dos de sus principales modalidades”.

Este preámbulo evidencia el claro interés de las Administraciones Públicas y en concreto desde la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, que su intención es promocionar con actuaciones específicas como esta Orden 2/2017 la difu-sión, conocimiento, implantación y actividades en el entramado empresarial Valenciano con respecto a la EBC.

Con ello se debe mencionar como principal precursor de la actividad empresarial en el ám-bito de la Responsabilidad Social el ACUERDO de 27 de marzo de 2015, del Consell, por el que se establecen directrices para la aplicación de cláusulas de carácter social en la contra-tación de la Administración de la Generalitat y su sector público, así como en materia de subvenciones de la Administración de la Generalitat por el que se vincula a las empresas a promocionarse dentro de la Responsabilidad Social, que favorece la aplicación e implanta-ción de políticas económicas que reviertan en beneficio social.



Extracto de la exposición de motivos del ACUERDO DEL CONSELL DE 27 DE MARZO DE 2015

“La preocupación por los aspectos sociales de la actividad empresarial ha aumentado pro-gresivamente desde la última década, lo que viene favorecido, entre otros factores, por un claro apoyo desde las instituciones públicas a las nuevas fórmulas de gestión responsable en el ámbito de la empresa. En ese sentido, resulta obligado citar el Libro Verde de la Comisión de las Comunidades Eu-ropeas. Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas (COM (2001) 366 final), publicado en el año 2001, el cual ha actuado como piedra angular de las políticas en materia de responsabilidad social empresarial (RSE), impulsadas y fomentadas desde la Unión Europea. Conviene señalar, además, que el citado documento no solo tiene como sujetos destinatarios a las empresas ubicadas en el territorio de la Unión Europea, sino que también contiene indicaciones sobre la actuación de los poderes públicos para el ade-cuado fomento de la RSE. Como el propio libro verde expone «la actuación pública también desempeña un papel fun-damental a la hora de crear una mayor sensación de responsabilidad social colectiva y de establecer un marco por el que las empresas deban integrar consideraciones ambientales y sociales en sus actividades».En consonancia con las indicaciones del mencionado libro verde, la Comisión ha ido reno-vando su firme compromiso con la RSE durante la década pasada. Prueba de ello ha sido la aprobación de sucesivas comunicaciones en los años 2002 y 2006, en las que se marcaban las pautas a seguir para el fomento de la RSE, incluyendo aspectos conceptuales y de práctica política en esta materia.La Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones (COM(2011) 681 final), Estrategia renovada de la UE para 2011-2014 sobre la responsabilidad social de las empresas, establece las vigentes directrices en materia de RSE a seguir desde las instituciones de la UE y sus Estados miem-bros, incluidas sus autoridades regionales, en consonancia con la nueva Estrategia Europa 2020, para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. En particular, su programa de acción para el período 2011-2014 incluye la invitación a «(…)



los estados miembros y los poderes públicos a todos los niveles a aprovechar plenamente todas las posibilidades que ofrece el actual marco jurídico sobre contratación pública».De forma paralela, debe mencionarse también la Comunicación Interpretativa de la Comi-sión sobre la legislación comunitaria de contratos públicos y las posibilidades de integrar as-pectos sociales en dichos contratos (COM (2001) 566 final), que ya establecía recomendacio-nes y criterios para la incorporación de cláusulas o aspectos sociales en las diferentes fases del procedimiento de contratación pública, así como la Directiva 2004/18/CE, del Parlamen-to Europeo y del Consejo, de 31 de marzo de 2004, sobre coordinación de los procedimientos de adjudicación de los contratos públicos de obras, de suministro y de servicios, y en la actual Directiva 2014/24/UE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de febrero de 2014, sobre contratación pública y por la que se deroga la Directiva 2004/18/CE.Finalmente, el Libro Verde de la Comisión Europea sobre la modernización de la política de contratación pública de la UE. Hacia un mercado europeo de la contratación pública más efi-ciente (COM (2011) 15 final), establece una serie de criterios para que la contratación pública desempeñe un papel clave en la Estrategia Europa 2020, para un crecimiento sostenible, in-teligente e integrador. Entre los criterios allí identificados, se incide, de forma especial, en la consideración de cuestiones relativas a la protección del medio ambiente, la inclusión social o la promoción de la innovación, en las diferentes fases del procedimiento de contratación”.





La reciente ley de Contratos del Sector Público de fecha 8 de noviembre de 2017. Desde esta ley se regula los requisitos para que las empresas privadas puedan traba-jar con la administración pública. La ley toma en especial consideración que las empresas contratadas operen en un mar-co de crecimiento inteligente, sostenible e integrador, garantizando la racionalidad económica de los bienes públicos.

En resumen podemos observar una clara apuesta desde las Administraciones Públi-cas en general y en particular de las Ad-ministraciones Públicas de la Comunidad Valenciana, en favorecer, apoyar e incenti-var las actividades privadas que busquen un equilibrio entre rentabilidad y acción social.

Destacamos analizando el Acuerdo que las empresas fomenten la paridad positi-va entre hombres y mujeres, siendo im-portante que la contratación de la mujer vaya acompañada de mejoras sustancia-les de sus condiciones de trabajo, tenien-do igualdad de oportunidades frente a la promoción interna, remuneración equi-tativa respecto al hombre y conciliación familiar adecuada a sus necesidades para alcanzar el equilibrio estable y necesario entre la vida familiar y la empresa, no sien-do un cortapisas la búsqueda de dicho equilibrio sino más bien que premie el do-ble esfuerzo de ser madre y trabajadora.

Se fomenta la contratación de personas con diversidad funcional y la subcontra-tación de Centros Especiales de Empleo, al igual que las propias Administraciones

Públicas dan prioridad a los Centros Espe-ciales frente a la empresa ordinaria en re-lación a la contratación pública, pero favo-recen con incentivos fiscales las empresas que contraten a las personas con algún tipo de discapacidad, apliquen los ajustes necesarios para el desarrollo de sus fun-ciones laborales de forma que compita en igualdad de condiciones y apuesten por la accesibilidad universal necesaria para todo tipo de productos y servicios.

La política de medio ambiente por la que las empresas deben no solo cumplir la le-gislación actual, sino que se incentiva el respecto mejorado por el medio ambien-te y se premian las políticas internas de las empresas que minimicen los consumos contaminantes necesario para su produc-ción, apliquen sistemas de trabajo que reduzcan emisiones contaminantes y que en su día a día impliquen a sus grupos de interés en el cuidado y respeto del entor-no.

Por último se estimula el comercio justo como fuente de inspiración para la red de empresas que dentro de la Comunidad realicen no solo intercambios comerciales intra comunitarios, sino que también se debe elaborar un protocolo de relaciones con todos los grupos de interés fomen-tando la equidad, equilibrio y eliminando claúsulas que no siendo abusivas por ley, puedan ser un abuso por el desequilibrio de poder entre países y empresas.



9. PROYECTOS EMPRESARIALES CONSOLIDADOS QUE APLICAN LA EBC

En este punto pretendemos acercar al lec-tor una realidad tangible de los beneficios de este modelo aplicado a empresas con unos buenos Balances del Bien Común.

En el actual tejido empresarial español vemos como cada vez más aparecen ne-gocios íntimamente relacionados con el respeto al medio ambiente y el contacto con la naturaleza, negocios que van desde casas rurales a empresas más industriali-zadas que producen con materiales reci-clados y que no solo se han consolidado, sino que han adquirido una fuerte ventaja competitiva gracias al respeto del entorno social que lo rodea.

Dicho esto, con el fin de demostrar la via-bilidad a largo plazo de este tipo de em-presas, no podemos pasar por alto a “La Fageda” que se ha convertido en el es-tandarte del modelo en nuestro país. La Fageda nace cuando este modelo econó-mico está en su etapa incipiente y llega a consolidarse hasta el punto de llevar 35 años dando pasos cada vez más firmes, en un proceso de crecimiento continuo que demuestra su éxito dando trabajo a más de 250 trabajadores, muchos de ellos con discapacidad intelectual, y con una factu-ración de casi 20 millones de euros.

Su nacimiento fue fruto de la visión de un psicólogo que apostó por una fórmula di-ferente para que sus pacientes obtuvieran una mejor calidad de vida. Decidió brin-darles la oportunidad de sentirse parte de la sociedad a través del trabajo, y en 1982 decidió invertir su patrimonio para montar una pequeña empresa que se de-dicaría a producir lácteos. La finalidad de la empresa desde el inicio, no es enrique-cerse a nivel económico, sino enriquecer a la sociedad a través de la integración de personas con un serio trastorno cognitivo. Personas que para el resto de la sociedad no existían y que a través de este proyecto han logrado, junto con muchas más, inte-grarse y contribuir a la mejora de su comu-nidad.

En esta empresa se evidencian claramente los valores que promulga la EBC, honesti-dad, cooperación, altruismo, solidaridad, democracia, respeto por el entorno natu-ral y sobre todo al ser humano.



La Fageda es el paradigma empresarial de la EBC y un claro ejemplo de análisis de las relaciones existentes entre los grupos de interés desde una perspectiva ganar/ganar, donde todos comparten un interés por el respeto hacia el entorno natural y a la comunidad.

Existen muchas más empresas y autóno-mos que están incorporándose de forma pura a este modelo económico, entre las que podemos destacar El Grupo Mondra-gón, integrado por más de 250 empresas y que emplea a más de 70.000 personas. Podemos acceder al número de empresas adscritas a este modelo a través de la pági-na web de la Asociación Federal Española para el Fomento del Bien Común, donde se lleva un registro público de las empre-sas y autónomos que eligen este modelo económico como guía para desarrollar su proyecto empresarial.

Otra compañía que ha generado una re-volución a través de la innovación aplica-da al bien común, es la empresa Ecoalf, que gracias al ingenio de su fundador y a su compromiso con la naturaleza ha sido capaz de crear productos con un diseño actual y de alta calidad a través de la eco-nomía circular. Ecoalf es capaz de crear moda de primera calidad a partir del reci-

claje de redes de pesca, algodón usado y plásticos marinos.

Dentro de la Comunidad Valenciana po-demos destacar la empresa Visualfy, que está dedicada a las Tecnologías de la In-formación y de la Comunicación (TIC). La finalidad de esta empresa es la hacer más accesible el mundo que los rodea a las personas con capacidades diferentes. Esto lo han logrado desarrollando una plataforma internacional en la que se inte-gran personas sordas y oyentes dedicada al desarrollo de Software y Tecnología Ac-cesible para personas con problemas de audición.

Pero además de este tipo de empresas que aplican puramente esta filosofía, cabe hacer mención al creciente número de empresas que empiezan a incorporar a su información financiera una memoria de Responsabilidad Social Empresarial, que es la antesala de la aplicación la EBC.

Efectivamente la Responsabilidad Social Corporativa (en adelante RSC) está íntima-mente relacionada con la Economía del Bien Común, podríamos decir que la RSC es la hija pequeña de este gran movimien-to socio-económico.



En la actualidad, la gran mayoría de las empresas cotizadas en bolsa trabajan con protocolos y elaboran una memoria anual de RSC, porque han detectado el incremento en su público objetivo de la preocupación por vivir en una sociedad más justa y que respete el medio ambien-te. Estas empresas van desde las que se dedican a los servicios financieros (BBVA, Bankia, Bankinter,…) hasta grandes cons-tructoras (Ferrovial, FCC,…) pasando por universidades y empresas de marketing. En definitiva la RSC se está aplicando por todos los sectores productivos, tanto a ni-vel nacional como internacional y la me-moria de RSC ya forma parte de su repu-tación e incide en el valor de la compañía.

Con esta muestra de empresas preten-demos destacar la importancia para las pymes y micropymes de adaptarse a un movimiento social sin retorno, siendo que además ello les va a reportar una gran ventaja competitiva.



10. CAPTACIÓN DE FONDOS Y FINANCIACIÓN ALTERNATIVA PARA EMPRESAS SOCIALMENTE RESPONSABLES

Como para el resto de empresas, las em-presas sociales también dependen de la financiación para poder desarrollar su ac-tividad productiva, por lo que a continua-ción vamos a abordar esta cuestión con la idea de poner en conocimiento del lector el tipo de herramientas que se están apli-cando y que puede necesitar acogerse en un momento dado. Consideramos que esta es una parte fundamental de la guía, porque las empresas pueden necesitar ca-pital en varios momentos de su vida, para su creación, para el crecimiento, para la financiación de circulante o para la inver-sión en I+D+i, y la falta de ésta puede con-dicionar el éxito empresarial de cualquier tipo de iniciativa por muy viable que sea.

Así pues, hay que destacar que las em-presas de carácter social tienen acceso al mismo tipo de financiación que las com-pañías tradicionales, esto se traduce en la posibilidad de conseguirla a través de entes públicos o privados. En los últimos años, en el terreno de la empresa social-mente responsable han aparecido meca-nismos de financiación alternativos a los tradicionales, como son la financiación colectiva (crowfounding), las microfinan-zas o la inversión de impacto. Este tipo de herramientas financieras pueden funcio-

nar de la forma tradicional pero también pueden presentar singularidades que conviene resaltar.

Estamos hablando de la “inversión de impacto” y este término se utiliza en alu-sión a aquellas inversiones que hacen las compañías, organizaciones o fondos de inversión con la intención de generar im-pacto social y medioambiental y además obtener una rentabilidad financiera. En España el fondo CREAS ha sido uno de los pioneros en ofrecer inversión de impacto y ha sido impulsado por el BBVA y ESADE desde los programas Momentum Project y Ship 2B.



La inversión de impacto es una herramien-ta financiera que puede materializarse de diversas formas, pueden ser préstamos a largo plazo para empresas maduras, crédi-to para fomentar la inversión de empresas de nueva creación e incluso para permitir la entrada del accionariado. También pue-de materializarse a través de bonos de im-pacto social destinados a fomentar la in-novación. La asignación de la financiación a las empresas sociales se hace a través de una medición sobre el impacto directo e indirecto, positivo y negativo que sus ac-tos tienen sobre la sociedad.

Otra herramienta que es cada vez más utilizada por las empresas sociales es el crowdfunding, mayormente en los pri-meros momentos de su vida o para iniciar una etapa de crecimiento. Su funciona-miento es similar al que utilizan las com-pañías tradicionales para financiarse, es decir, la empresa social mostrará a los in-versores/futuros clientes un prototipo de lo que pretende producir y la necesidad social que pretende solventar, ofreciéndo-les alguna ventaja si lo compran por an-ticipado. En España podemos encontrar la plataforma de crowdfunding Verkami que ha financiado varios proyectos con un alto componente de innovación y creati-vidad. También podemos remitirnos a las plataformas Kickstarter, Goteo y Mi Gra-no de Arena. Con el tiempo también han aparecido plataformas llamadas “equity crowfunding”, que tienen como objetivo aglutinar a pequeños inversores para ser accionistas de una nueva compañía. Si-guiendo esta línea en España se ha creado la agrupación llamada “La Bolsa Social”.

En lo que se refiere a las microfinanzas, éstas se han utilizado para dar crédito a los pequeños emprendedores de países

en vías de desarrollo. Pese a que ha sido fuertemente criticada por los altos intere-ses que cobraba, lo cierto es que ha sido una forma de democratizar el acceso a la financiación en muchos lugares.

Analizadas las anteriores opciones de fi-nanciación que pueden ser de mayor in-terés para las pymes y micropymes por la posibilidad de acceso a ellas, a conti-nuación vamos a tratar de explicar bre-vemente que son los Fondos de Inversión Socialmente Responsable y comúnmente conocidos por las siglas ISR.

La característica principal de este produc-to financiero es que está pensado para proporcionar financiación a las empresas cotizadas y son aquellos que tienen en cuenta en su proceso de análisis para se-leccionar a que empresa a la que se le des-tina sus recursos, no solo los estados finan-cieros de las empresas, sino otros criterios relacionados con factores medioambien-tales, sociales y de gobierno corporativo.

Hasta no hace mucho los principales in-versores en estos productos financieros eran los organismos públicos y otras ins-tituciones, pero esta tendencia está cam-biando y vemos como cada día el inversor particular está apostando por este vehícu-lo de inversión.

En España, desde el año 2010 la Funda-ción Economistas sin Fronteras junto con la Cátedra de Responsabilidad Corporati-va y Sostenibilidad de la UNED analiza la calidad de los Fondos ISR domiciliados en España elaborando una extensa informa-ción que se encuentra disponible en lo que se ha venido a llamar “El Laboratorio de Fondos ISR”.



11. DIFERENCIAS EXISTENTES ENTRE ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN, RESPONSABILIDAD SOCIAL, FILANTROPIA CORPORATIVA, MARKETING SOCIAL Y EL CUMPLIMIENTO DEL MARCO LEGISLATIVO VIGENTE

La Economía del Bien Común como con-cepto definido, es un modelo económico que se basa en los valores universales, como ya hemos explicado al inicio de la guía, ahora expondremos las definiciones de los diferentes términos relacionados con el entorno de los valores sociales para así poder diferenciarlos de las normativas aplicables en Europa.

Dicho esto entendemos como Responsa-bilidad social el como conjunto de com-promisos de diverso orden, económico, social y ambiental, adoptados por las em-presas, las organizaciones e instituciones públicas y privadas, que constituyen un valor añadido al cumplimiento de la legis-lación aplicable y de los convenios colec-tivos, contribuyendo a la vez al progreso social y económico en el marco de un de-sarrollo sostenible.

Filantropía Corporativa entendámosla como el desembolso de parte de los be-neficios de las empresas privadas destina-das a acciones de carácter benéfico que son elegidas desde la propia empresa. Se destaca pues las acciones benéficas sue-len estar vinculadas a las inquietudes o simpatías sociales de los directivos de la empresa no siendo una actuación similar a la Responsabilidad Social que se vincu-la en acciones concretas hacia sus grupos de interés. Así la filantropía empresarial invierte recursos económicos en distin-tas actividades que además de tener de-ducciones específicas en el impuesto de sociedades suelen usarse a través de los medios de comunicación como fuente de promoción e imagen de la empresa.



Es muy común este tipo de acciones desde países como Estados Unidos en los que se entienden este tipo de actividades como acciones de carácter social y de gran de-ducción impositiva. En Europa no está tan arraigada esta actividad social pues desde las Administraciones Europeas de incenti-va y fomenta en mayor medida las empre-sas socialmente responsables.

El Marketing Social busca desde el impac-to de la publicidad concienciar socialmen-te, obtener recursos económicos y captar activistas para fines concretos que tengan un claro impacto social, ambiental o in-dustrial. Imágenes impactantes como las que realizan Amnistía Internacional, Save the children, WWF o Feedsa en campañas que desde la imagen, texto o ambos, bus-can captar el interés de la sociedad para fines específicos. En definitiva el marke-ting social alcanza sus objetivos cuando realiza cambios en la conducta de la so-ciedad por un beneficio de mayor alcance, primando valores colectivos menos favo-recidos o dando visibilidad a situaciones de desequilibrio que haciéndolas visibles se puede ejercer presión colectiva para minimizarlas.

Una vez expuesta la definición de cada una de los diferentes modelos y entendiendo que cada uno de ellos pueden actuar de forma independiente podemos afirmar que pueden ser totalmente complemen-tarios, con ello la Economía del Bien Co-mún la entenderemos como una teoría económica que tiene como fundamento que el capital sea un mero instrumento y el beneficio impacte de forma directa en el ámbito social, la Responsabilidad Social actúa como un conjunto de compromisos de diversos ordenes que van más allá del cumplimiento normativo, la Filantropía busca ayudar acciones concretas y el Mar-keting Social es la forma de crear impacto dando a conocer acciones o situaciones concretas de valor social o ambiental.Todo ello lo debemos de diferenciar de forma clara del marco legislativo vigente el cual será un mero sistema de mínimos que toda empresa debe cumplir por im-perativo legal y con consecuencias san-cionadoras en caso de su incumplimiento.

Por ello podemos concluir diciendo que toda empresa que cumpla el marco nor-mativo como máximo exponente de su interés social, estará muy lejos de poder ser considerada como una empresa so-cialmente responsable.



12. CONCLUSIONES

Esta guía ha pretendido que el lector pueda comprender de forma sencilla las razones por las cuales el aplicar una filosofía acorde con el beneficio del entorno tanto de personas como del medio ambiente, no solo beneficiará a largo plazo a nuestro ecosistema, sino que puede repercutir directamente en beneficios para las empresas que lo apliquen.

En conclusión, la Economía del Bien Común es una oportunidad para pymes y micropymes que cuentan con la posibilidad de establecer una relación cercana con la sociedad. Esta in-teracción sin filtros se convierte en una gran ventaja competitiva, con respecto a las grandes corporaciones, para detectar y adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades, constitu-yendo un factor de innovación que revertirá en la sociedad y en la propia empresa. Funcio-nar a través de estos valores le proporcionarán altos niveles de reputación que le permitirán consolidarse a lo largo del tiempo.



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GUÍA DE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN · (ebc) 2. beneficio del modelo econÓ-mico ecb para la sociedad 3. influencia del modelo de la ecb en el ecosistema empre-dendor 4. la ecb