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20 SOCIEDAD POR SUSANA PAREJAS FOTOS MARCELO CUGLIARI 20 EL PUEBLO DE LOS PASTELES GOUIN Como un homenaje al 25 de Mayo, una recorrida por el pago que hace honor a una comida tradicional. Una vieja estación, casas centenarias, paz y naturaleza a pleno se suman a la pasión de su gente por mantener viva esta localidad bonaerense. E l césped prolijo y verde tapi- za varias de sus calles dando cuenta de que los autos no pa- san mucho por ahí. Y los que pasan lo hacen a una veloci- dad que respeta la calma que anida en este pueblo de pocas casas, unas ciento treinta almas y varios perros que, amistosos, se acercan a saludar. Gouin (los lugareños lo pronuncian tal como su origen francés, “Goín”) tiene lo que pocos lugares conservan, la autenticidad de un pueblo rural, la calidez de la gente que cuenta sus historias con genuina hos- pitalidad. Y tiene, además, su gran fiesta, la que hace que todo cambie en los primeros días de diciembre. De pronto no hay lugar para estacionar y unas 15 mil personas pa- san por aquí en busca del más preciado te- soro gastronómico. Este año se celebrará su Fiesta Provin- cial del Pastel número 20. Una historia que como muchas arrancó con una buena idea de un vecino, allá por los ’90. Juan Dalton (71), nacido y criado en este pago, y nombrado “ciudadano ilustre” es quien cuenta cómo empezó todo. “Che Juan, vení, tenemos que hacer algo, vamos a in- ventar una fiesta, la del pastel”, recuerda que le dijo un día Ramón Beretervide. Allí mismo, se fueron a la intendencia de Car- men de Areco, con una docena de pasteles hechos por doña Clara Zapata, la prime- ra pastelera de acá. “El intendente era un amigazo, don Santiago Pignataro, y Ramón empezó a hablarle y cuando terminó de con- tarle la fiesta, las pasteleras y toda la cosa, ya se había comido seis pasteles. ‘¿Qué le pare- ce, doctor?’, le preguntó, y él dijo: ‘Vamos a hacerla’”, remata Dalton. Y se hizo. Antonio Carrizo fue el padrino. La primera fiesta a la que concurrieron unas dos mil personas fue en 1995. Y, por supuesto, desde entonces se busca premiar al mejor pastel. Gouin, tal el apellido de un accionista francés de la Compañía General de Ferro- carriles, pertenece al partido de Carmen de Areco, justo en el km 137, 8 de la RN 7, hay que doblar a la izquierda y tomar 11 kilómetros de un camino entoscado. Hoy es una de las localidades del programa Pueblos Turísticos bonaerenses, cuyo ob- jetivo es promover e incentivar el desarro- llo de actividades y emprendimientos tu- rísticos sostenibles, basado en el concepto de turismo comunitario. PASTELERAS A TUS PASTELES. Casi como recordando aquel 25 de Mayo de 1810, donde se vendían “pastelitos calien-

Gouin, el pueblo de los pasteles

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Una recorrida por el pago que hace honor a una comida tan tradicional.

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sociedad • Por susana parejas • FoToS Marcelo cugliari

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el pueblo delos pasteles

Gouin

Como un homenaje al 25 de Mayo, una recorrida por el pago que hace honor a una comida tradicional. Una vieja estación, casas centenarias, paz y naturaleza a pleno se suman a la pasión de su gente por mantener viva esta localidad bonaerense.

El césped prolijo y verde tapi-za varias de sus calles dando cuenta de que los autos no pa-san mucho por ahí. Y los que pasan lo hacen a una veloci-

dad que respeta la calma que anida en este pueblo de pocas casas, unas ciento treinta almas y varios perros que, amistosos, se acercan a saludar.

Gouin (los lugareños lo pronuncian tal como su origen francés, “Goín”) tiene lo que pocos lugares conservan, la autenticidad de un pueblo rural, la calidez de la gente que cuenta sus historias con genuina hos-pitalidad. Y tiene, además, su gran fiesta, la que hace que todo cambie en los primeros días de diciembre. De pronto no hay lugar para estacionar y unas 15 mil personas pa-san por aquí en busca del más preciado te-soro gastronómico.

Este año se celebrará su Fiesta Provin-cial del Pastel número 20. Una historia que como muchas arrancó con una buena idea de un vecino, allá por los ’90.

Juan Dalton (71), nacido y criado en este pago, y nombrado “ciudadano ilustre” es quien cuenta cómo empezó todo. “Che Juan, vení, tenemos que hacer algo, vamos a in-ventar una fiesta, la del pastel”, recuerda que le dijo un día Ramón Beretervide. Allí mismo, se fueron a la intendencia de Car-men de Areco, con una docena de pasteles hechos por doña Clara Zapata, la prime-ra pastelera de acá. “El intendente era un amigazo, don Santiago Pignataro, y Ramón empezó a hablarle y cuando terminó de con-tarle la fiesta, las pasteleras y toda la cosa, ya se había comido seis pasteles. ‘¿Qué le pare-ce, doctor?’, le preguntó, y él dijo: ‘Vamos a hacerla’”, remata Dalton. Y se hizo. Antonio

Carrizo fue el padrino. La primera fiesta a la que concurrieron unas dos mil personas fue en 1995. Y, por supuesto, desde entonces se busca premiar al mejor pastel.

Gouin, tal el apellido de un accionista francés de la Compañía General de Ferro-carriles, pertenece al partido de Carmen de Areco, justo en el km 137, 8 de la RN 7, hay que doblar a la izquierda y tomar 11 kilómetros de un camino entoscado. Hoy es una de las localidades del programa Pueblos Turísticos bonaerenses, cuyo ob-jetivo es promover e incentivar el desarro-llo de actividades y emprendimientos tu-rísticos sostenibles, basado en el concepto de turismo comunitario.

Pasteleras a tUs Pasteles. Casi como recordando aquel 25 de Mayo de 1810, donde se vendían “pastelitos calien-

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Gouin

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tes que quemaban los dientes”, la recorri-da por Gouin no puede hacerse sin probar su tesoro hojaldrado. Hilda Oliva espera en “La Matera” un espacio, cedido por la Municipalidad, donde se puede comprar artesanías y pasteles durante los fines de semana. Ya tiene preparada su masa y la sartén con la grasa caliente. Hilda tiene 51 años y hace 32 que vive en Gouin, su tía le transmitió la receta. “Más que la receta la idea, porque una va experimentando sobre la marcha”, reconoce la pastelera acreedo-ra de varios premiso por sus creaciones.

Fernanda Monchovi , su amiga, vive en el pueblo desde hace 22 años. Hilda fue la que la introdujo en este universo de la ha-rina y el hojaldre. “Mirá que es una salida económica”, le dijo un día. Fernanda hace sólo tres años que empezó a hacerlos y hoy

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como su mentora los vende envasados muy prolijamente en bandejitas. Los suyos tie-nen una particularidad: un corte diferen-te que descubrió un día y que, según ella, hace que no se sienta el gusto a la grasa de la fritura. El cielo plomizo anuncia lluvia, está muy húmedo y mientras Hilda fríe los que acaban de armar, se queja del tiempo. “Los hacés un día como hoy y se te abre el hojaldre y te volvés loca”, protesta mien-tras sarandea la sartén para que le queden perfectos.

Marcela Real nació en Guaminí, a unos 500 km de Carmen de Areco, pero se crió en Gouin desde los 10 años, porque su papá quesero se arraigó en el pueblo por su profe-sión. Toda la adolescencia la pasó allí. Junto a su papá Norberto, que ya falleció, participó de las primeras fiestas. Hoy conserva una re-

gla de madera de él, que usa para cortar con exactitud los cuadrados de masa que luego se convertirán en ricos pasteles. Marcela ostenta ser la ganadora del concurso 2013, vive en Carmen de Areco y tiene montada su Pyme con el sueño de poder tener una fá-brica de pasteles. Como fue la ganadora del año pasado, ahora tendrá que esperar otro para volver a concursar.

NaCidos y Criados. “Nosotros creci-mos y nos criamos detrás del mostrador”, sentencia Alfonso Alberto Cólera, que a los 77 años junto con su hermano Norberto, de 79, son la tercera generación en mantener en pie el Almacén de Ramos Generales “El 13”, que funciona en un edificio de ladrillos a la vista centenario. Su abuelo Pascual, un español que se arraigó a esta tierra, fue el que arrancó con este baluarte del tiempo un 13 de marzo de 1915. Dentro de él salami-nes de Mercedes cuelgan apetitosos, y que-sos de América se mezclan entre múltiples productos. Todavía mantienen el fiado. Los dos recuerdan los tiempos donde el tren daba vida al lugar. Uno cuenta, el otro acota. “Nos criamos al lado del ferrocarril. Era otra cosa acá, usted no sabe qué era esto”, dice con guardada nostalgia de aquel tiempo que pasó, Norberto. “Había tres fábricas de que-

el perro batuque junto a su dueño, juan

dalton, de FaMIlIa Irlandesa, que naCIÓ

Y se CrIÓ en gouIn. los HerManos Mesa lleVan adelante el bar don

toMÁs.

“Como tantas estaCiones que deCayeron, pareCía que Con Gouin iba a pasar lo mismo, pero CreCió Cuando se lo deClaró turístiCo. Hay dominGos que Hay Gente en todos lados” (Juan dalton).

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El pastelito perfecto

mARCELA Y mALVINA FABRICAN Y

VENDEN SUS PAStELES EN CARmEN

DE ARECo, DoNDE VIVEN.

HILDA Y FERNANDA VIVEN EN goUIN Y ALLí VENDEN SUS PAStELItoS ARtESANALES.

Para la Fiesta del Pastel unas 40 pasteleras ponen toda su pasión en crear los mejores bocados

para los miles de visitantes. Pero tam-bién compiten por el ansiado primer premio. Maestro panaderos y pasteleros, y cocineros de la zona componen el jura-do. “Cada una presenta su bandeja, que lleva un número debajo, los datos van en un sobre cerrado, se elige el pastel el sá-bado y recién se sabe quién ganó cuando se abre el sobre”, cuenta Marcela Real.

También se hace el pastel gigante y el mini pastel. Cada una tiene una forma de prepararlo y, por supuesto, un secre-to bien guardado. Cuando se le piden los pasos ellas comienzan a enumerarlos: “tomar masa, sobar, dejar descansar un rato, hojaldrar, volver a descansar y freír”. Parece sencillo. Los ingredientes: agua tibia, harina 0000, sal y grasa. ¿Y las cantidades? “Ah, vos decís la canti-dad de los ingredientes ¡Eso es a ojo!”, sueltan riéndose Hilda Oliva y Fernanda Monchovi. Ahí radica el sello personal de cada una, años amasando, midiendo intuitivamente y probando fórmulas, que en este caso no son matemáticas.

Para Malvina de los Santos, nuera de Ana Álvarez, ganadora del Pastel de Oro en 2008, el secreto para que salga bien el hojaldre está en el descanso, “la so-bamos y la dejamos descansar una hora y media”, aclara. Esta joven pastelera asegura que su suegra le confió todos los secretos para hacer los pasteles que venden desde su negocio en Carmen de Areco.

Hilda asegura que es muy importante que el cuchillo sea bien filoso, “porque si no aprieta el hojaldre y luego no se abre”. Un dato para tener cuenta: aquí todas las pasteleras usan un cuter. Marcela, la ga-nadora del año pasado, da su consejo a la hora de freírlos. “La gente piensa que tiene que poner la grasa muy caliente y es todo lo contrario. Hay que ir aumen-tando el calor hasta el máximo para que se abra”, revela. Otro tip, para mejorar el producto: “cuando se pisa el membrillo, se le puede agregar un poquito de vino para que tenga otro gusto”. Como para resumir lo que sería el pastel perfecto, sentencia: “Que sea seco, que cuando se mastique no tenga gusto a grasa y que sea bien hojaldrado”.

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dÓnde CoMerrestaurante de campo “la estación”, (02273) 15-406056 bar don tomás, (02273)-15-406865 / (02325)-15-657425pulpería “la Mora”, (02273)-15-409706.

dÓnde CoMprarpasteles la doCena $60.pasteles Hilda (02273)15 403184 -gouinpasteles Fernanda (02325) 15 65521- gouinpasteles Marcela real (02273) 442807, Chacabuco y Sarmiento, Carmen de Arecopasteles any (02273-443689), Azcuéna-ga 819, Carmen de Areco

so, tres herrerías, dos almacenes grandes, la cancha de pelota paleta, acá se mataba todos los días un novillo de campo de 400 kilos, y los sábados se mataban dos. Y decían que el ferrocarril daba pérdidas…”, se lamenta. Re-conocen que gracias a la fiesta, los conocen un poco más, “este año pasa a ser fiesta na-cional”, anuncian, esperando que algún día llegue el asfalto a este lugar.

Otro edificio centenario se enfrenta al almacén. Allí funciona el Bar Don Tomás, en honor a Tomás Carmen Mesa, padre de Raúl (44) y Martín (37), quienes decidieron apostar por el turismo en el pueblo. “Lo em-pezamos a trabajar como bar, desde hace dos años empezamos a hacer comidas”, cuenta Raúl, quien por un tiempo fue a tra-bajar a San Fernando, pero volvió. Martín es el encargado de hacer los asados, hay do-mingos que ofrecen lechón, otros corderos, siempre con una picadita de entrada.

“Nosotros estamos todos los días abier-tos, haya gente o no estamos igual”, ase-gura Carmen López (44), quien junto con su esposo Julio Mesa (48) llevan adelante a la pulpería “La mora”. El nombre no es puro capricho, al lado de la entrada una morera abre sus ramas, antes de cortarla cuando construyeron el salón “hicieron un esquive” en la pared. Y así hoy la planta se expande feliz más alta que el techo. “Yo me crié acá desde los 16 años, es difícil irse”,

asegura Julio. Y orgulloso muestra el salón comedor, donde un par de mesas espera a los clientes. “Los viernes al mediodía hace-mos de comer, lo que sale se hace, puchero, pastas, asado, pescado”, aclara Carmen.

Otro restaurante, “La estación”, fun-ciona en un lugar emblemático. “Rochi” como la llaman a Graciela Aguilar, pione-ra en esto, lo abrió en lo que fue la estación Gouin, frente a las vías de trocha angosta que hoy están cubiertas de pasto.

Juan Dalton junto a su inseparable pe-rro Batuque camina rumbo a la pulpería La Mora, el lugar donde suele tomar su whiski-cito, fiel a su sangre irlandesa. “Fui emplea-do municipal y siempre traté de que Gouin no decaiga jamás, y tal es así que hoy está vivo, más que nunca. Como tantas estacio-nes que decayeron, parecía que iba a pasar

CarMen lÓpeZ Y julIo Mesa son los dueños de la pulperÍa la Mora. los HerManos CÓlera son la terCera generaCIÓn al Frente del alMaCen de raMos generales

“el 13”.

lo mismo, pero creció cuando se lo declaró turístico. Hay domingos que hay gente en todos lados”, asegura Juan, mientras mira por la ventana del bar, y al tiempo que dice querer tanto a este lugar, enumera su atrac-tivo: “Gouin tiene el encanto propio de un pueblo de campo, los pájaros, el silencio, la cosa tan linda, los autos pasan despacito, y en la primavera verano esto se ve brillan-te, por el campo verde, pero también se ve bien en otoño, como ahora”. ¿Se iría de aquí Juan?, se le pregunta casi innecesariamente. “¡Pero de ninguna manera me voy!”, respon-de mientras vuelve caminando con Batuque a su casa, pintada de un rosa desgastado por los años, con un jardín repleto de gallinas que viven en total libertad. Agradecimiento: Secretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires. Más info: www.pueblosturisticos.tur.ar

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