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Simposio Investigación y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela 161 OBSERVACIONES Y RECOMENDACIONES AL PROGRAMA DE APROVECHA- MIENTO SUSTENTABLE DE LA "BABA" (CAIMAN CROCODILUS) DEL MINIS- TERIO DEL PODER POPULAR PARA EL AMBIENTE DE VENEZUELA. OBSERVATIONS AND RECOMMENDATIONS TO THE CAIMAN CROCODILUS SUSTAINABLE HARVESTING PROGRAM OF THE POPULAR POWER MINISTRY FOR THE ENVIRONMENT OF VENEZUELA César Molina 1 y Omar Hernández 2 1 Instituto de Zoología Tropical, Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela. Apartado Postal 47058. Caracas 1041-A, Venezuela. Correo electrónico: [email protected]; 2 FUDECI: Palacio de las Academias, Av. Universidad, de Bolsa a San Francisco, Caracas, 1010. Venezuela. Correo-e: [email protected]. RESUMEN Este trabajo hace una crítica constructiva al programa venezolano de aprovechamiento comercial de la baba ( Caiman Crocodilus), se identifican controles administrativos que consideramos innecesarios porque no evitan la caza ilegal y sólo aumentan los gastos de administración del Ministerio del Ambiente, como son las comisiones de funcionarios para la búsqueda y precintado de pieles, la existencia de los centros de acopio para pieles. Por otra parte, se critica el método de asignación de cosechas basado en las regiones ecológicas, debido a que las poblaciones son dinámicas en el tiempo y en el espacio. Proponemos retomar el método utilizado anteriormente en este programa de aprovecha- miento, el cual se basaba en la realización de estimaciones poblacionales en cada predio, de la cual se asignar una cosecha proporcional. Además, esta individualización de las evaluaciones promueve que los dueños de tierras se avoquen al mejoramiento de hábitat y al control de la caza furtiva sobre esta especie, con el objeto de aumentar sus poblaciones de baba y por ende la cosecha asignada. Finalmen- te y no menos importante, dicho método generaría empleos para los profesionales del área. ABSTRACT This work makes a constructive criticism of the Venezuelan program for commercial use baba ( Caiman crocodilus ). Administrator controls are identified as unnecessary because they do not prevent illegal hunting and only increase the costs of administration of the Ministry of People’s Power for Environment, such as committees of officials to search for and seal skins, and the existence of centers collection for the skins. On the other hand, criticizes the method of crop-based ecological regions, because the populations are dynamic in time and space. It is proposed return to the method proposed earlier in this program which was based on the realization of population estimates in each site of which is assigned a proportional harvest. Moreover, this individualization encourages landowners to improving habitat and to control poaching of this species to increase their populations and thus the harvest allocated. Finally, and not least, this method would generate jobs for professionals in the area. Palabras clave: Caiman crocodilus, baba, programa de aprovechamiento, Venezuela. Keywords: Caiman crocodilus, jacaré, harvesting program, Venezuela

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    OBSERVACIONES Y RECOMENDACIONES AL PROGRAMA DE APROVECHA-MIENTO SUSTENTABLE DE LA "BABA" (CAIMAN CROCODILUS) DEL MINIS-

    TERIO DEL PODER POPULAR PARA EL AMBIENTE DE VENEZUELA.

    OBSERVATIONS AND RECOMMENDATIONS TO THE CAIMAN CROCODILUSSUSTAINABLE HARVESTING PROGRAM OF THE POPULAR POWER MINISTRY

    FOR THE ENVIRONMENT OF VENEZUELA

    Csar Molina1 y Omar Hernndez2

    1 Instituto de Zoologa Tropical, Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela. ApartadoPostal 47058. Caracas 1041-A, Venezuela. Correo electrnico: [email protected]; 2 FUDECI:Palacio de las Academias, Av. Universidad, de Bolsa a San Francisco, Caracas, 1010. Venezuela.Correo-e: [email protected].

    RESUMEN

    Este trabajo hace una crtica constructiva al programa venezolano de aprovechamiento comercial de lababa (Caiman Crocodilus), se identifican controles administrativos que consideramos innecesariosporque no evitan la caza ilegal y slo aumentan los gastos de administracin del Ministerio delAmbiente, como son las comisiones de funcionarios para la bsqueda y precintado de pieles, laexistencia de los centros de acopio para pieles. Por otra parte, se critica el mtodo de asignacin decosechas basado en las regiones ecolgicas, debido a que las poblaciones son dinmicas en el tiempo yen el espacio. Proponemos retomar el mtodo utilizado anteriormente en este programa de aprovecha-miento, el cual se basaba en la realizacin de estimaciones poblacionales en cada predio, de la cual seasignar una cosecha proporcional. Adems, esta individualizacin de las evaluaciones promueve quelos dueos de tierras se avoquen al mejoramiento de hbitat y al control de la caza furtiva sobre estaespecie, con el objeto de aumentar sus poblaciones de baba y por ende la cosecha asignada. Finalmen-te y no menos importante, dicho mtodo generara empleos para los profesionales del rea.

    ABSTRACT

    This work makes a constructive criticism of the Venezuelan program for commercial use baba(Caiman crocodilus). Administrator controls are identified as unnecessary because they do notprevent illegal hunting and only increase the costs of administration of the Ministry of PeoplesPower for Environment, such as committees of officials to search for and seal skins, and the existenceof centers collection for the skins. On the other hand, criticizes the method of crop-based ecologicalregions, because the populations are dynamic in time and space. It is proposed return to the methodproposed earlier in this program which was based on the realization of population estimates in eachsite of which is assigned a proportional harvest. Moreover, this individualization encourageslandowners to improving habitat and to control poaching of this species to increase their populationsand thus the harvest allocated. Finally, and not least, this method would generate jobs forprofessionals in the area.

    Palabras clave: Caiman crocodilus, baba, programa de aprovechamiento, Venezuela.Keywords: Caiman crocodilus, jacar, harvesting program, Venezuela

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    INTRODUCCIN

    El programa de aprovechamiento comercial dela baba se inicia en tierras de propiedad privadade los Llanos Centro Occidentales de Venezuelaen 1983, dicho programa permite cosechar unporcentaje de los individuos que conforman laclase IV, es decir con una longitud total superioral 1,80 m, representados nicamente por machosadultos (Velasco et al. 2003). Esta limitacin enla cosecha permite asegurar la conservacin dela especie. Sin embargo la cacera ilegal deejemplares de otras tallas para el consumo de sucarne por parte de lugareos no ha sido medida,es sabido que P. expansa es muy consumida enel Orinoco medio, desde animales muy jveneshasta adultos (Hernndez y Espn, 2003), quizsuna situacin parecida podra estar ocurriendocon las babas en el Llano, sobre todo en estostiempos que se ha popularizado el consumo de sucarne.

    Entre 1983 al 2007 se cosecharon un total de1.380.147 babas (Velasco, 2008). Lo cual implicaque este programa ha beneficiado a un importan-te nmero de personas y comercios, ya sea demanera directa o indirecta (dueos de predios,cazadores, bilogos y profesionales afines, hote-les, teneras, establecimientos comerciales queproveen de insumos, etc.), inclusive al propio Mi-nisterio del Poder Popular para el Ambiente porel cobro de la licencias asociadas a distintas fa-ses del proceso de aplicacin del programa.

    Para determinar el impacto de este programasobre las poblaciones de babas se han realizadodiferentes estudios. Entre los aos 1991 y 1992,con el apoyo financiero de la Convencin Inter-nacional para el Trfico de Especies Amenaza-das de la Fauna y Flora (CITES) junto con elServicio Autnomo Profauna, se realizaron am-plios muestreos por toda la regin de los LlanosCentro Occidentales de Venezuela. Monitoreosde las poblaciones se han continuado por variosaos mediante un convenio de cooperacin entreel MINAMB y la Universidad Central de Vene-zuela (Velasco, 2008).

    Entendiendo que este programa, por su diseoy tiempo de implementacin, es considerado unejemplo en el mbito regional, nos propusimosevaluar los resultados publicados por Velasco yAyarzagena (1995) generados del estudio decampo del convenio CITES MINAMB y revi-sar de manera crtica de la vigente Resolucin195 (MARNR, 2006) del Ministerio del Ambien-te y de los Recursos Naturales (hoy MINAMB),de fecha 05 de abril de 2006 que establece elPrograma de Aprovechamiento Sustentable de laEspecie Caiman crocodilus (Baba) y que desdenuestro punto de vista tiene algunas fallas tcni-cas y de gestin que impiden alcanzar a plenitudla soste-nibilidad del recurso en el tiempo y losealado en el Artculo 1 de dicha resolucin,sobre el:

    reparto justo y equitativo de los be-neficios sociales y econmicos que se deri-ven del uso del recurso.

    Aspectos cualitativos

    En los considerandos de esta resolucin queestablece el Programa de Aprovechamiento Sus-tentable de la Especie Caiman crocodilus, seindica que el mbito geogrfico del programa sedividi en siete regiones ecolgicas bien definidasy caracterizadas (Alto Apure, Bajo Apure, Cajndel Arauca, Aguas Claras, Llanos Boscosos,Gurico y Arismendi), las cuales presentan densi-dades promedios y porcentajes conocidos de indi-viduos clase IV, dichas regiones estn sujetas aextracciones anuales basadas en la capacidad delrecurso presente y que slo los predios que seubiquen en ellas podrn participar en el progra-ma. A este respecto cabe sealar que aunque eslgico dividir al llano en varias regionesecolgicas o ecorregiones (cada una de ellas conpresencia de poblaciones de babas con caracte-rsticas propias en cuanto a densidad, proporcinde sexo, estructuras de talla, tasa de reclutamien-to, fecundidad, etc.), es bien conocido que apartede las fluctuaciones poblacionales naturales, laabundancia y diversidad de fauna silvestre en elcampo venezolano depende de la poltica de pro-teccin implementada por los dueos de tierras.

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    Es notoria la gran riqueza y la abundancia deespecies de fauna existente en cualquiera de losconocidos hatos conservacionistas de los Llanos,pero por lo general esta diversidad y abundanciano se observa en los hatos del entorno prximo,aunque presenten las mismas condiciones de geo-loga, geomorfologa, suelos, vegetacin, hbitat,microclima, densidad de asentamientos humanos,entre otras caractersticas. Estas diferencias tancontrastantes pueden ser originadas por cuatrofactores no excluyentes, uno de ellos es la polti-ca de los dueos y/o administradores de los hatosconservacionistas de prohibir la cacera tanto aempleados, familiares y amigos; el segundo, es laexistencia de una guardera efectiva que minimizala cacera furtiva; el tercero es la preservacinde grandes extensiones de hbitat natural quepermite la presencia y abundancia de fauna; ycuarto, el manejo del hbitat que realizan algunospropietarios dentro de sus predios, tales como laconstruccin de cuerpos de agua (prstamos ylagunas) mantenidos todo el ao con el uso debombas de agua, mediante los cuales aseguranagua y pasto para el ganado durante todo el ao,pero particularmente durante la temporada seca,lo que tambin favorece a la fauna.

    Contrariamente muchos hatos de nuestro llano,en aras de buscar mayor eficiencia de la agricul-tura y ganadera, terminan destruyendo y/o frag-mentando los hbitats naturales en particular losbosques -incluyendo aquellos asociados a caos yros-, con el objeto de aumentar los espacios paralos cultivos, esta prctica conlleva a la genera-cin de impactos negativos sobre la fauna silves-tre, de distintos grados dependiendo del tipo decultivo que se fomente (maz y sorgo versus pas-tos) y minimiza, an ms, la presencia de faunaen los hatos enfocados en la productividad agr-cola y pecuaria. Por otra parte en los ambientesacuticos el uso excesivo de agroqumicos y lapesca excesiva atentan con los recursos alimenti-cios de la baba. Asimismo, en muchos hatos sepractica la caza de forma desmedida, llevando alagotamiento sus poblaciones de fauna.

    Por lo tanto, al establecer cuotas para la co-secha de babas basndose en valores preesta-

    blecidos de densidad, proporcin de tallas y desexo, segn la regin ecolgica, se corre el ries-go adjudicar cantidades no cnsonas con la reali-dad local de cada hato. Desde el punto de vistade la especie, una cosecha correspondiente a unaregin ecolgica aplicada a un hato que no posealos tamaos poblacionales adecuados implicaruna tasa de extraccin ms all de lo que sopor-ta el sistema, lo que llevar en poco tiempo alcolapso poblacional de la especie en el mbitolocal. Sin contar que este tipo de gestin fomentala cacera furtiva, ya que aquellos hatos que aun-que estn en una zona ecolgica con abundantesbabas, pero que no tengan dentro de sus prediosuna poblacin suficiente para cubrir su licencia,tratarn de cubrir la cuota asignada con animalesde otros predios.

    Por otra parte, se pueden perjudicar a aque-llos hatos que, mediante acciones de guardera ymanejo de hbitat, presentan tamaos poblacionesmucho ms altos que los estimados para la re-gin ecologa donde se encuentran y por endepodran soportar de manera sustentable cosechasms grandes. Una situacin como la planteada enel artculo 9, ordinal 1, el cual seala que no seotorgar licencia:

    cuando el nmero de animales clase IV endeterminada regin ecolgica est por debajodel 15% de la poblacin conformada por lasclases II, III y IV,

    implica condiciones injustas para aquellos propie-tarios que realizan buenas prcticas ambientalesen sus tierras y cuyas poblaciones de babas al-canzan densidades mayores a la regin en queestn embebidos dichos hatos. Estas situacionescontrastan de manera marcada con lo sealadoen los considerandos sobre el reparto justo yequitativo que se derive del uso del recurso.

    Asimismo, la cacera furtiva de babas en elLlano es muy conocida, al punto de denominarsea estos ejemplares de origen ilegal como PataQuebrada los animales de origen ilegal, nombreque tambin se le da al ganado vacuno ilegal en

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    el Llano. Este hecho es conocido por elMINAMB, de all que, a finales de los aos no-venta este ente exiga a los productores cada unade las osamentas de las babas beneficiadas paratratar de asegurar que todos los ejemplares ha-yan sido cazados en el predio y no cazadas ytradas de otros predios. Por lo tanto, considera-mos que el mtodo de establecer cosechas porregiones es muy simplista, las conocidas fluctua-ciones poblacionales en trminos espaciales ytemporales que se dan en esta especie en losllanos, ignora las buenas prcticas ambientales(manejo de hbitat y proteccin efectiva de laspoblaciones de babas y sus presas), as como eltrfico ilegal que existe desde hace muchos aoscon esta especie.

    Cuando se analiza la propuesta de las sieteregiones ecolgicas dentro del programa, se ter-mina pensado que fue diseada e implementadapara facilitar el trabajo de los administradores,ms que para asegurar la sostenibilidad del recur-so en si, ya que bajo esta modalidad no se re-quieren de censos poblacionales anuales en cadahato para poder estimar las variables poblacio-nales, indispensables para asignar las cosechas.Por el contrario, con este mtodo se censan unnmero de hatos representativos de cada re-gin ecolgica y sobre la data obtenida se esti-man las densidades de dichas entidades geo-grficas (no est claro si hay consideraciones so-bre las variaciones de los valores medios paradeterminar el valor final).

    El mtodo de censar cada hato utilizado enlos aos ochenta, era a nuestro parecer msconfiable por varias razones: a) permita hacer unseguimiento poblacional a lo largo del tiempo acada hato; b) no propiciaba, al menos potencial-mente, la prctica de la cacera ilegal, al adjudi-carle a cada predio el nmero de animales querealmente podan cosechar; c) beneficiaba a me-diano y largo plazo al productor consciente yque manejaba la especie con buenas prcticasambientales, otorgndole mayores cupos de ani-males a aquellos que presentaban poblacionesms abundantes y d) creaba fuentes de trabajopara profesionales del rea de la biologa y ca-

    rreras afines, que eran certificados por el enteadministrador para realizar los censos. Aunquelamentablemente se presentaron casos donde al-gunos de estos profesionales independientes pre-sentaban informes tcnicos pocos crebles encuanto a la veracidad de su informacin, lo cualfavoreca a determinados hatos otorgndoles untamao poblacional de babas mayor a la querealmente posean. Esa prctica pudo ser atacadaen su momento suspendiendo la acreditacin deestos profesionales para ejercer la actividad. Peroal eliminar este mtodo se redujo la oportunidadde empleo para muchos profesionales.

    Estos censos aunque preferiblemente deberanser anuales, el costo del mismo se pude reducirrealizndolos cada dos o tres aos, asumiendouna gestin responsable de los propietarios. Co-mo una evaluacin o contralora, el ente admi-nistrador debera hacer censos independientes deforma azarosa para verificar si los datos aporta-dos por los profesionales que realizan los censosson verdicos.

    Suponiendo que se contine con la propuestade regiones ecolgicas, es pertinente realizarmonitoreos poblacionales tal como est planteadoen los considerando de la resolucin que rige laactividad. Estos monitoreos deben realizarse ma-nera sistemtica en trminos temporales a los fi-nes de ajustar a la realidad y dar cuenta de loscambios en los ndices poblacionales de cada unade esas regiones y se debe aumentar el nmerode unidades productivas o la superficie mues-treada, a los fines de tener una adecuada repre-sentatividad del universo a muestrear (LlanosCentro Occidentales).

    En las disposiciones generales de la resolu-cin, se seala que el objeto de este documentoes establecer las pautas y normas para el Pro-grama de Aprovechamiento Sustentable de la Es-pecie Caiman crocodilus (baba) (Artculo 1); laforma de participar en el programa y los requisi-tos para ello (Artculo 2); algunos aspectos tcni-cos relacionados con las cuatro clases de tamaoen que se clasifican a los individuos de esta es-

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    pecie (Artculo 3), algunas definiciones opera-cionales sobre los productos y partes de la baba,as como de los centros de beneficio (Artculo 4),las siete regiones ecolgicas en que est divididoel mbito geogrfico del programa (Artculo 5), laresponsabilidad de MARN de realizar los estudiosde monitoreos de las densidades poblacionales yel establecimiento de las cuotas de aprovecha-miento para cada regin ecolgica (Artculo 6),los estados en que se efecta el programa, lostipos de propiedad que pueden participar y de loscriterios para la asignacin de cosechas de lospredios (Artculo 7).

    En particular, de este captulo son de resaltarlos siguientes aspectos: en el artculo 4 se indicaque los centros de beneficio son instalaciones de-bidamente registradas ante el MINAMB y endonde se puedan realizar las actividades de sacri-ficio, eviscerado, desolle y tratamiento de pieles ycarne. La realidad es que estas actividades, lamayora de las veces se realizan directamente enel sitio de captura de los ejemplares, sin ningntipo de estructura fsica y en condiciones de pocahigiene, lo cual puede conducir a prdida de pie-les y al no aprovechamiento de la carne confines de consumo humano dado la poca asepsia.

    El artculo 6 seala que el MINAMB es elencargado de realizar los estudios poblacionalesde la especie. Sin embargo, es conocida la pocacapacidad operativa de este ministerio para eje-cutar acciones de este tipo, las cuales requierende tiempo y recursos monetarios y logsticos con-siderables, ms aun dado las grandes dimen-siones del rea geogrfica de implementacin deeste programa. De all que recomendamos reali-zar las evaluaciones de los hatos con personal novinculado al ministerio, pagado por los usuarios(solicitantes de licencia de cacera comercial dela especie) y que sea esta institucin la querealice evaluaciones de comprobacin de resul-tados de manera azarosa, lo cual implica unmenor uso de recursos financieros, de recursohumanos y de logstica por parte del MINAMB.

    Por su parte en el captulo III sobre las tie-rras habilitadas para el programa y de las licen-

    cias, se dan detalles de los aspectos jurdicos ytcnicos para acceder a una licencia de de cazacon fines comerciales. Los requisitos jurdicos sonde variada ndole, numerosos y complicados buro-crticamente de obtener, por consiguiente proclivesa ser falsificados, tal como ha sido conocido re-cientemente con el forjamiento de autorizacionesa terceros para realizar trmites administrativosrepresentando a los verdaderos propietarios.

    En cuanto a los aspectos tcnicos solicitados,es importante indicar que las reas de hbitat(ver artculo 7, numeral 4), variable importante ala hora de asignar la magnitud de la cosecha(densidad promedio de la regin ecolgica porrea de hbitat) deben ser dibujados sobre cartasa escala 1:25.000 de Cartografa Nacional basn-dose en planos topogrficos. Cul es el procedi-miento diseado e implementado para evaluar laveracidad del levantamiento topogrfico de loshbitats sobre las cartas? En el pasado se conocie-ron de muchos planos topogrficos donde se in-cluan hbitats inexistentes y/o las superficies de loshbitats se exageraban en su extensin geogrfica.

    Sin inmiscuirnos en la calidad de los planes demanejo presentados por los propietarios para soli-citar la licencia de caza comercial, cabe pregun-tarse si el Ministerio evala de manera objetivay con procedimientos y criterios establecidos apriori, el cumplimiento de lo estipulado en el plande manejo a los fines de permitir la cosecha, talcomo reza en el numeral 3 del artculo 9?

    Finalmente cuando se mira en su conjunto lostres numerales del artculo 9, que se citan a con-tinuacin: Artculo 9. No se conceder licencia:1. Cuando el nmero de animales de la reginecolgica donde se ubica el predio, contenga unaproporcin de individuos pertenecientes al grupoIV menor al 15% del total conformado por losindividuos de los grupos II, III y IV; 2. Cuandoel predio donde se pretende realizar el aprove-chamiento, no posea reas con hbitat necesariopara el desarrollo de la especie y; 3. Cuando nose halla cumplido con lo estipulado en el plan demanejo, uno se da cuenta de que el cumplimien-

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    to de este artculo, implica de facto y de jureque es necesario evaluar cada predio particular,tanto en su caracterizacin del hbitat como enla estructura poblacional de la especie a los finesde aplicar este artculo, cosa que no se puedehacer de manera efectiva con la metodologa delas regiones ecolgicas.

    Sobre los lapsos de tiempo establecidos eneste aparte de la resolucin, no tenemos observa-ciones al respecto pero recomendamos que seponga atencin a que la cacera legal de estaespecie se realice en el perodo estipulado, paraevitar intervenciones en momentos en que laecologa reproductiva de esta especie puede ver-se comprometida.

    Con respecto a la movilizacin de los produc-tos de la baba, resaltan los centros de acopiodefinidos en el artculo 12 como:

    depsitos expresamente habilitadospor este Ministerio, a los fines de recibiranimales enteros, pieles y otros productosde la especie Caiman crocodilus (baba),procedentes de aprovechamientos legalmen-te autorizados por el citado Despacho o,en su defecto, de retenciones preventivasefectuadas, bien por efectivos de la Guar-dia Nacional o por funcionarios autoriza-dos de este Ministerio.

    En estos centros que funcionan como lugar deoperaciones del ente administrador para controlarel traslado de los productos, se debe llevar unregistro del tamao, cantidad y lugar de proce-dencia de las pieles que ingresan. Aqu los pro-ductores deben solicitar las guas de movilizaciny luego se enva una comisin integrada por fun-cionarios del ente administrador con presencia defuncionarios de la Guardia Nacional. Esta comi-sin una vez en el hato coloca precintos plsticosnumerados a las pieles y salones para luego pro-ceder a su traslado al centro de acopio. Luegoestas pieles y salones de carne son finalmentellevadas a las teneras o centros de distribucin.

    Al analizar en detalle las funciones del centrode acopio, se aprecia que las actividades que se

    realizan en l carecen de capacidad reguladoradel programa. Primero, no tiene sentido enviaruna comisin a un predio a precintar pieles,cuando en realidad muchos de los funcionarios nopueden saber si realmente se encuentran dentrodel predio en cuestin (experiencia de los auto-res), a menos que tengan un sistema de posi-cionamiento satelital (GPS por sus siglas en in-gls), pero lo ms obvio es que los funcionariosno estn en la capacidad de saber si realmentelas pieles y salones son productos de animalesbeneficiados en dicho predio, razn por lo cual notiene ningn sentido precintar las pieles y salonespara su traslado. En este punto se debe asumirde buena fe la responsabilidad del dueo depredio, as que para el traslado de los productoslo puede hacer cualquier persona autorizada conuna gua de movilizacin. Por esta misma raznno tiene mucho sentido precintar los salones decarne, sobre todo si el producto es vendido por kgy una vez que se comienza vender partes del saln,el precinto slo va quedar en un trozo del saln.

    Por ltimo, tampoco es slido el argumento deque el centro de acopio es para que el enteadministrador pueda hacer el control de las tallasy nmero de animales cosechados, debido a quedicho control se puede realizar una vez terminadala cosecha de babas en las propias teneras, lascuales son los destinos de acopio naturales paraestos productos.

    Por lo anterior, no se justifica la operacin deun centro de acopio, que slo representa un gas-to financiero para el ente administrador, gastoque es considerable no slo por el alquiler de lasinstalaciones, sino adems por la inversin en pre-cintos, viticos, uso de vehculos y costos de lashoras/hombre que involucra cada comisin encarga-da del precintado y traslado de las pieles y salonesdesde cada hato al centro de acopio. Todo ellorepresenta un gasto importante en recursos para elente administrador, que bien pudieran ser utilizadosen otros programas de aprovechamiento oconservacin, as como en el fortalecimiento de lasactividades de monitoreo de las poblaciones y de lacalidad del hbitat de esta especie.

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    Por otra parte, la existencia de un centro deacopio representa un paso burocrtico innecesariotanto para productores como el ente administra-dor, debido a que el producto tiene que pagardoble flete, uno desde el hato al centro de acopioy luego otro flete desde centro de acopio a lasteneras o distribuidoras de salones, asimismo elente administrador debe elaborar doble gua demovilizacin. Se sugiere que las pieles y salonessean trasladados por el propio productor desde suhato hasta la tenera o distribuidora de carne,slo amparados por la respectiva gua de movili-zacin donde se especifique la cantidad exactade cada uno de los productos, tal cual como sehace con el traslado de ganado domstico. Sloen caso de exportacin, las pieles debern tenerprecinto, lo cual es un requisito que avala el pasde origen de las mismas.

    El artculo 16 seala que se puede exportar,previa avaluacin por parte del ente administra-dor, pieles en todas sus formas, incluyendo pielescrudas, semi curtidas o curtidas con acabado,este control se basa en el nmero de pieles quecompran y venden las teneras. Esto permite al-gunas salidas fraudulentas como es la expor-tacin de un mayor nmero de pieles que lasautorizadas, exportndolas como retazos, debido aque los retazos no son considerados en el ba-lance de pieles de una tenera. Una solucin aeste problema es hacer un control basado en elpeso de las pieles y no mediante con el nmerode chalecos (una piel est conformada por doschalecos). Se debe obtener la relacin entre elpeso de una piel curtida con relacin a una pielsalada y con ello conocer el factor de conver-sin, a los fines de control.

    Aspectos cuantitativos

    Esta seccin del documento se basa en losdatos aportados por Velasco y Ayarzagena(1995) en su trabajo titulado Situacin actual delas poblaciones de Baba (Caiman crocodilus)sometidas a aprovechamiento comercial en losllanos venezolanos.

    Desde 1995, el Programa de Aprovechamientode la especie Caiman crocodylus, inicia el cl-culo de la cosecha de babas con base en elmtodo de las regiones ecolgicas, procedimientoque se mantiene hasta la actualidad en la presen-te resolucin. Mediante este mtodo los Llanosinundables occidentales fueron divididos, de acuerdoa sus caractersticas ecolgicas (grado de inunda-cin, nutrientes, tipo de suelos, presencia de deltasy de garceros), en siete regiones, presuntamentehomogneas (Velasco y Ayarza-gena, 1995).

    En cada una de dichas regiones durante elao 1992, se realizaron censos a los fines dedeterminar la densidad promedio de cada una deellas y la estructura de tallas en cuatro clases detamao segn su longitud hocico cloaca (LHC):clase I menor 20 cm; clase II entre 20 a 59,9cm; clase III entre 60 a 89,9 cm; y clase IVmayores a 90 cm). Los resultados de este es-fuerzo se muestran en la Tabla 1, all se dancifras de cada rea ecolgica evaluada en trmi-nos de representatividad del muestreo y nmerode predios evaluados. Lo notable a primera vistaes que los esfuerzos de muestreo no fueron pro-porcionales a la extensin de las reas ecolgicasevaluadas, lo cual puede conducir a resultadospoco robustos, por artefactos de muestreo.

    Por otra parte, hay una enorme variacin tantoen la densidad promedio (Figura 1), como en laestructura poblacional en trminos de las tres clasesde tamao (Figura 2) entre las regiones ecolgicas.

    Por otra parte, sin evaluar los criterios de ho-mogeneidad sobre los cuales se determinaron lasregiones ecolgicas, ni la representatividad delmuestreo en trminos de superficie y unidadesproductoras evaluadas, como veremos a continua-cin es notable la heterogeneidad temporal e in-terna en cuanto a la densidad de babas (ind/ha).Si tomamos el caso de dos regiones Gurico (Fi-gura 3) y Alto Apure (Figura 4) es marcada lavariacin temporal de estas dos regiones en ladensidad promedio de babas a lo largo de losaos muestreados, evidenciada ms fcilmente alobservar los valores de coeficientes de variacin(0,40 y 0,47 respectivamente).

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    Ao 1992Regin rea de Area % de la N de Hatos oEcolgica regin (ha) muestreada (ha) regin ecolgica Fincas censados

    Alto Apure 2.662.296 251.956 9,46 28Bajo Apure 571.389 78.174 13,68 7Cajn del Arauca 252.189 - - -Aguas Claras 1.262.079 234.127 18,55 20Llanos Boscosos 3.114.384 193.873 6,25 23Gurico 784.875 69.296 8,83 10Arismendi 615.342 95.154 15,46 8

    Tabla 1. rea, porcentaje del total muestreado, nmero de hatos censados y porcentaje de cadaregin ecolgica evaluada.(modificado de Velasco y Ayarzagena 1995).

    0,22

    0,39

    0,120,15 0,13

    0,35

    0,000,050,100,150,200,250,300,350,400,45

    Alto Apure Bajo Apure Aguas Claras LlanosBoscosos

    Gurico Arismendi

    Regiones ecolgicas

    Dens

    idad

    est

    imad

    a (in

    d/ha

    )

    Figura 1. Densidad promedio para cada regin ecolgica.

    Ahora, si analizamos la heterogeneidad internapara un solo ao de cada regin ecolgica entrminos de la variabilidad de las densidades delos predios evaluados, volvemos a notar la enor-me heterogeneidad, tanto en Gurico (Figura 5)como en Alto Apure (Figura 6). Esta variabilidadtemporal e interna hace notoriamente visible lanecesidad de evaluar las regiones ecolgicasanual o bianualmente. Como lo propone este sis-tema de regiones ecolgicas, manejarse con unadensidad y estructura promedio para cada regin

    ecolgica no es un buen punto de partida para laasignacin de valores de cosechas para los pre-dios, en el caso de que se desee la susten-tabilidad en el tiempo de este recurso biolgico.

    Lo anteriormente sealado se ve reforzadopor el hecho de que la mayora de estos predios(8 de 10 para Gurico y 19 de 20 para AltoApure) estn por debajo de la densidad promediode su regin ecolgica, pero que sin embargo,recibirn un permiso para explotar sus poblacio-

  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela 169

    Estructura de tamaos

    020406080

    100

    Alto Ap

    ure

    Bajo A

    pure

    Aguas

    Claras

    Llanos

    Bosco

    sos

    Guric

    o

    Arisme

    ndi

    Poblac

    in na

    tural

    Regiones ecolgicas

    Porc

    enta

    je d

    e la

    po

    blac

    in

    Clase II Clase III Clase IV

    Figura 2. Estructura de tallas promedio para cada regin ecolgica (Clase II: 50 -120 cm de longitud total (LT), Clase III: 120 180 cm de LT y Clase IV: >180 cm de LT). El crculo

    encierra la estructura de una poblacin no sometida a extraccin de ejemplares.

    Gurico

    0,000

    0,020

    0,040

    0,060

    0,080

    0,100

    0,120

    0,140

    1991 1995 1996 1998 1999 2.000 2002 2003 2006

    Dens

    idad

    est

    imad

    a (in

    d/ha

    )

    CV= 0,40

    Figura 3. Densidad promedio por ao para la regin ecolgica Gurico (durante los aos 1996, 1998-99 y 2000 no se realizaron evaluaciones en campo).

    nes de babas, mientras que algunos predios (2 enGurico y 9 en Alto Apure (Figuras 5 y 6) ten-drn que conformarse con cosechas visiblementems bajas que lo permitiran sus poblaciones. Enotras palabras, con este mtodo, unos predios sebenefician en detrimento del recurso y otros conmayor potencial son perjudicados.

    Tomando el cuenta que el numeral 1 del art-culo 9 de la resolucin vigente que seala que nose dar autorizacin para cosechar cuando el

    nmero de animales de la regin ecolgica dondese ubica el predio, contenga una proporcin deindividuos pertenecientes al grupo IV menor al15% del total conformado por los individuos delos grupos II, III y IV y observando las Figura7 y 8, se nota en primera instancia que la reginGurico no califica para la expedicin de licen-cias de explotacin de babas para ninguno de suspredios, ya que en trminos promedio Guricotiene una proporcin de animales clase IV menoral 15% del total, incluso slo dos predios del total

  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela170

    Alto Apure

    0,000

    0,050

    0,100

    0,150

    0,200

    0,250

    0,300

    1991 1995 1996 1998 1999 2.000 2002 2003 2006

    Den

    sida

    d es

    timad

    a (in

    d/ha

    )

    Figura 4. Densidad promedio por ao para la regin ecolgica Alto Apure (durante los aos 1995,1999 y 2000, 2002 y 2003 no se realizaron evaluaciones en campo).

    CV=0,47

    Gurico

    0,000,050,100,150,200,250,300,350,40

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

    Predios

    Dens

    idad

    est

    imad

    a (in

    d/ha

    )

    Promedio = 0,24 0,13; CV = 0,55

    Figura 5. Variabilidad interna de la densidad estimada de babas dentro de la regin ecolgica Guricopara un solo ao. La lnea representa la densidad promedio para esta regin y 2/10 indica que slo dos

    predios del total de 10 estuvieron por sobre la densidad estimada para regin.

    de 6 que tenan animales clase VI estaba porencima del valor umbral (Figura 7).

    Por su parte, Alto Apure cumple, al menospara el ao de la evaluacin, con el valor umbralya que en trminos promedio tiene una propor-cin de animales clase IV mayor al 15% deltotal. Sin embargo, cinco predios del total de 28que posean animales clase VI estaban por deba-jo del valor umbral permitido (Figura 8), pero a

    los cuales le era permitido legalmente aprovecharel 20% del total de animales clase IV.

    Pero para completar lo contradictorio del m-todo, hay que analizar como se determina la co-secha lo cual esta determinado parcialmente porel artculo 7, que seala que:

    El nmero de animales asignados paraser cosechados en cada previo, depender:a. De la cuota de aprovechamiento estable-

  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela 171

    Alto Apure

    0,00

    0,20

    0,40

    0,60

    0,80

    1,00

    1,20

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28

    Predios

    Dens

    idad

    est

    imad

    a (in

    d/ha

    )

    Promedio = 0,33 0,28; CV = 0,42

    Figura 6. Variabilidad interna de la densidad estimada de babas dentro de la regin ecolgica Alto Apurepara un solo ao. La lnea roja representa la densidad promedio para esta regin y 9/28 indica que slo

    nueve predios del total de 28 estuvieron por sobre la densidad estimada para regin.

    cido para la regin donde se ubica el pre-dio. b. Del rea de hbitat para la especieque se encuentre en el predio representadopor: cuerpos de aguas tranquilas, con po-cas corrientes, tales como caos, lagunas yprstamos y zonas de bancos, matas, saba-nas de gamelote chigrero o bosques degaleras. c. De las acciones de gestin demanejo de la especie o del hbitat, indica-dos en el Plan de Manejo segn los sealael Artculo 8, numeral 2, literal b, de estaresolucin y que el interesado est realizan-do en forma demostrable.

    Conociendo que: 1) dentro de las bases biol-gicas del programa, slo se permite la extraccinde ejemplares con una longitud total mayor oigual a 1,80 m y que en la Resolucin vigentedesde 2006 se define como animales con longitudventral mayor de 89,9 cm; y 2) Esta fraccin dela poblacin esta conformada en su totalidad pormachos adultos, los cuales conforman la claseIV, aprovechndose solamente el 20% de la mis-

    ma. La frmula lgica para determinar la cose-cha, debera ser la siguiente:

    Cosecha = (densidad estimada en la reginecolgica x extensin del hbitat dentro del pre-dio x proporcin clase IV de la regin ecol-gica) x 0,2 (proporcin permitida de clase IV).

    Aunque por pragmatismo, la frmula que seaplica es:

    Cosecha = (densidad estimada en la reginecolgica x extensin del predio x proporcinclase IV de la regin ecolgica) x 0,2 (propor-cin permitida de clase IV).

    Sin embargo, en la prctica la nueva resolu-cin no se implementa, ya que para la asignacinde cosechas se introdujo una categorizacin delos predios (no sabemos de su origen pero si desu implementacin real), utilizando intervalos con-secutivos de acuerdo a su tamao, estableciendocinco categoras de predios, tal como se sealaen la Tabla 2.

  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela172

    Tabla 2. Clasificacin de predios segn su exten-sin espacial. (mod.Velasco y Ayarzagena 1995).

    Tipo de predio Superficie

    Grandes Hatos >25.000Hatos 12.500 - 25.000Fundos 3.500 - 12.500Funditos 1.000 - 3.500Pequeos Funditos < 1.000

    Basado en ello, e ignorando las densidadespromedios de cada regin ecolgica (ya de por sicon problemas), excepto para los Grandes Hatosy Hatos, se ha venido aplicando la siguiente for-mulacin:

    Grandes Hatos (> 25.000 ha) y Hatos (12.500ha 25.000 )

    Cosecha = (densidad estimada en la reginecolgica x extensin del predio x proporcin cla-se IV de la regin ecolgica) x 0,2 equivalente ala cosecha permitida de individuos clase IV

    Fundos (3.500 - 12.499 ha) y Funditos (1.000- 3.499 ha)

    Cosecha = (0,5 ind/ha x extensin del prediox proporcin clase IV de la regin ecolgica) x0,2 equivalente a la cosecha permitida de indivi-duos clase IV.

    Pequeos Funditos (< 1.000 ha)

    Cosecha = (1,0 ind/ha x extensin del prediox proporcin clase IV de la regin ecolgica) x0,2 equivalente a la cosecha permitida de indivi-duos clase IV.

    Cuando vemos los valores fijos de las densi-dades utilizados en las frmulas para los Fundos,Funditos y Pequeos Funditos y los comparamoscon los valores promedios de las densidades debabas en Gurico y de Alto Apure (Figuras 6 y7), nos damos cuenta que los valores fijos estnmuy por encima de los valores reales y en con-secuencia los valores de cosecha estn sobresti-mados, los cual beneficia a los propietarios depredios sobre la sostenibilidad del recurso. Porejemplo, si comparamos la frmula *cosecha conlas asociadas al tipo de predio segn su tamaopara la regin de Gurico, notamos que con laaplicacin de las ltimas frmulas, artificialmentesalen beneficiados cuatro predios a los que no de-bera habrsele asignado cosechas y dos obtienen

    Figura 7. Estructura de tallas para los predios evaluados en la regin ecolgica Gurico. La lnea rojarepresenta el valor del 15% de animales IV, por debajo del cual no se otorgar cosecha segn el numeral

    1 del artculo 9 de la resolucin vigente. El valo encierra la estructura promedio de la regin.

    E s tru c tu ra d e ta m a o s - G u ric o

    01 02 03 04 05 06 07 08 09 0

    1 0 0

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 0 1 1

    P re d io s

    Po

    rce

    nta

    je d

    e la

    po

    b

    C la s e II C la s e III C la s e IV

  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela 173

    Figura 8. Estructura de tallas para los predios evaluados en la regin ecolgica Alto Apure. La lnea rojarepresenta el valor del 15% de animales IV, por debajo del cual no se otorgar cosecha segn el numeral

    1 del artculo 9 de la resolucin vigente. El valo encierra la estructura promedio de la regin.

    Gurico

    0

    50

    100

    150

    200

    250

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

    Predios

    Cose

    cha

    (ind)

    cosecha segn densidad del predio cosecha segn tipo de predio

    Figura 9. Comparacin de las cosechas para la regin ecolgica Gurico, calculadas con la ecuacin*cosecha (ver texto) con las asociadas al tipo de predio segn su extensin espacial.

    Estructura de tamaos - Alto Apure

    0

    20

    40

    60

    80

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29

    Pre d ios

    Po

    rcen

    taje

    de

    lp

    ob

    laci

    n

    Clase II Clase III Clase IV

  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela174

    una cosecha mayor a la que debera tener segn lacantidad de animales que poseen (Figura 9).

    Pero an hay un detalle que por la va de losmanejos administrativos, puede beneficiar aunms a los propietarios a costa del recurso: ladeclaracin de la extensin espacial del predio.Por ejemplo, si un Hato de 12.500 ha dentro dela regin ecolgica Gurico vende una hectrea,su cosecha se incrementa en un 282,61% conapenas un decremento del rea de 0,008% y siun Fundito de 1000 ha, se deshace de una hect-rea, su cosecha se ve incrementada en un 100%con un decremento de su rea de 0,1% (Tabla 3).

    Con lo arriba sealado, se puede entender queexiste la intencin de favorecer a los pequeosproductores, pero lo preocupante es que este m-todo de asignacin de cosechas est causando lasobreexplotacin de la clase IV en las propieda-des ms pequeas y por ende con poblacionesmenos resilientes, al asignar una cosecha mayorde la que la poblacin puede soportar.

    Adems este mtodo no toma en cuenta queen los Hatos Grandes y Hatos es de esperar unmayor porcentaje de cuerpos de agua con rela-cin al tamao del predio en comparacin a losFunditos, debido a que las grandes propiedadespueden sacrificar terreno para pastos construyen-do lagunas y tapas destinadas al almacenamientode agua para el ganado, lo cual favorece laspoblaciones de babas. En cambio en los Funditospara ser ms eficientes en la ganadera el por-centaje de rea de potreros deber ser el mayorposible, sacrificando las reas naturales idealespara la fauna silvestre para la construccin depotreros con pastos sembrados para asegurar larentabilidad de la actividad en una pequea rea,limitando el suministro de agua para el ganado asimples beberos o tanques de concreto, minimi-zando el hbitat para las babas. Por lo tanto sepuede dudar de la sostenibilidad ecolgica de estemtodo para calcular la cosecha de babas, queadems es injusto y perjudica econmicamente aaquellos predios que ofrecen mayor hbitat y cui-do para la especie.

    Tabla 3. Efecto sobre la cosecha por pequeas disminuciones de superficie de los predios de la reginecolgica Gurico.

    Tiempo rea del Tipo de Regin Cosecha (ind. % de % de predio (ha) predio Ecologica Clase IV) incremento decremento

    t0 12500 Hato Gurico 23 t1 12499 Fundo irrelevante 88 282,61 0,008

    t0 1000 Fundito irrelevante 7 0,1 t1 999 Fundito pequeo irrelevante 14 100,0

    RECOMENDACIONES

    Dado que: a) existe una alta heterogeneidadtemporal en la densidad poblacional en cada re-gin ecolgica y una alta heterogeneidad en ladensidad y estructura poblacional entre predios deuna misma regin ecolgica; b) la metodologaaplicada castiga a aquellos productores que te-niendo buenas estructuras y tamaos poblacio-

    nales les son otorgadas cuotas de aprovecha-miento del recurso menores a los que sus pobla-ciones pueden soportar y que por otra parte, sepremia a los productores cuyos predios que notienen poblaciones y estructuras poblacionalesadecuadas de ser sometidas a extracciones deindividuos, con la consabida merma del recurso yel estmulo al comercio ilegal que esto significa; yc) la clasificacin de los predios por su extensinespacial tira por la borda la estimacin de una

  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela 175

    densidad promedio por regin ecolgica (amplia-mente criticada por nosotros pero en todo casoms aceptable que las densidades fijas y arbitra-rias implementadas en las frmulas de cosechapara los Fundos, Funditos y Pequeos Funditos).

    Recomendamos volver al mtodo de estima-cin poblacional (tamao y estructura) en loscuerpos de agua para cada unidad o predio pro-ductor del recurso, ya que ofrece las siguientesventajas comparativas:

    1. Se trabaja en razn de la sostenibilidadespacial y temporal del recurso de cadapredio.

    2. Se puede hacer seguimientos individualesa los predios y ajustar sus planes demanejo.

    3. Se generan empleos para profesionalesdel rea de la biologa y carreras afines.

    4. Se beneficia a los productores que prote-gen a la especie y sus hbitats.

    Finalmente, es bien sabido que las estimacio-nes poblacionales y de tallas de esta especie, ascomo las evaluaciones de las regiones ecolgicas

    fueron siempre realizadas por el mismo equipo deprofesionales, lo cual hace complicado la aplica-cin de cualquier tipo de contralora o supervisintcnica. Por esta razn proponemos que se rotinter-anualmente a equipos que pueden realizareste trabajo, comprobando as por fuentes inde-pendientes la efectividad de las metodologas decampo, al comparar los resultados de aos con-secutivos entre equipos diferentes. Adems sebrindara oportunidad a varias empresas, coopera-tivas o universidades y al personal tcnico quelas conforman, de beneficiarse el programa.

    AGRADECIMIENTOS

    Agradecemos la invitacin de los organizado-res del Simposio Investigacin y Manejo de Fau-na Silvestre en Venezuela realizado en home-naje al profesor Juhani Ojasti por permitirnos pre-sentar este trabajo que es producto parcialmente,de la visin crtica inculcada en nosotros por par-te del maestro Ojasti, durante nuestro desarrollocomo alumnos y profesionales en el campo de laconservacin y usos sustentable de la vida silves-tre de nuestro pas.

    LITERATURA CITADA

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  • Simposio Investigacin y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela176

    Molina y Omar1 (161-170) (color).pdfMolina y Omar p171 (color).pdfMolina y Omar 172-176 (color).pdf