LA BUSQUEDA DEL ÁGUILA
a Búsqueda del Águila nos narra el apasionante viaje,
interno y
externo, de un físico cuántico al mundo del chamanismo. Fred Alan
Wolf
recorre el planeta (de las reservas Sioux a las profundidades de la
jungla
amazónica) para participar en diversas ceremonias chamánicas de
iniciación,
mientras a su vez emprende un viaje a los reinos del inconsciente
humano.
Se trata de un libro apasionante que interesará a quienes han
disfrutado con
la obra de Carlos Castaneda o con el Tao de la Física de F.
Capra.
Fred Alan Wolf, prestigioso físico especializado en mecánica
cuántica, descubre verdades científicas en el mundo del chamanismo
y nos
introduce en la dimensión de los universos paralelos, el efecto
observador y
otras paradojas de la física cuántica que tienen su equivalencia en
el ámbito
del chamanismo. También nos describe ampliamente sus experiencias
con la
ayahuasca, la liana visionaria utilizada por los chamanes de las
regiones
amazónicas, presentándonos, con vividas descripciones, el extraño
universo
de visiones y maravillas fruto de la ingestión del "alimento de los
dioses".
El libro es a su vez una profunda reflexión sobre el arte
chamánico
de sanación y la relación del chamanismo con el mundo de la muerte,
los
alucinógenos, la vía del guerrero, los espacios transpersonales y
la física
cuántica.
7 88 48 7 4 03 10 1
P\ \ \ V ¿
LIBrOS DE/LA LIEBRE DE
Primera edición Diciembre 1993
Segunda reimpresión Octubre 1995
Tercera reimpresión Julio 1997
Traducción Femando Pardo
© de la traducción Los Libros de la liebre de Marzo, S.L.
Diseño de las cubiertas y maquetación Bom Design Grup, S A
.
Impresión y encuademación Torres Associats, S.L.
Depósito legal B-36476-93
Apartado de Correos 2215 • 08080 Barcelona Fax. (93) 4317195
E-mail:
[email protected]
Física Chamánica: Nueve
Hipótesis.......................................................................
20
Una Sensación de Gran
Poder................................................................................24
2. LOS VIENTOS DE LA
AYAHUASCA...............................................................
27
Pistas Científicas................
....................................................................................
31
3. EL PODER DE LAS PALABRAS Y LOS
SONIDOS..................................... 33
En un Principio Fue la Palabra y la Palabra Fue:
«Satán».....................................35
El «Chamán» del Traje de Franela
Gris.................................................................38
El Sonido del
Wyrd................................................................................................43
Poesía
Chamánica..................................................................................................44
Lugares de
Poder...................................................................................................85
Wilfredo y la Pócima
Sexual................................................................................105
No,No,Nonoy......................................................................................................
107
Crepúsculo en un Mundo
Distinto......................................................................
114
Viviendo en el Seno Materno de la
Jungla............................................................143
8. EXPERIENCIAS DE OTRO
MUNDO.............................................................149
Experiencia
Fuera-Del-Cuerpo.............................................................................
154 Transportarse en la
Enfermedad..........................................................................
156
Telekinesis
Chumash............................................................................................158
Cambio de Forma y
Animismo.............................................................................
159
Atrapado como un
Cuervo.....................................................................................160
Y VISIONES DEL PASADO Y DEL
FUTURO..................................167
Viajes de un
Ayahuasquero...................................................................................169
Los Carriles
delTiempo.........................................................................................175
Hacer GirarTu
Mente...........................................................................................
17 6
Un Principio de Sosten
Universal........................................................................
178
Designio y un Destello de
Luz...............................................................................185
Guías de la
Muerte...............................................................................................205
Un Mapa del Mundo
Intermedio........................................................................
2 07
Eliminar la Costra del
Inconsciente.....................................................................228
FINAL: ES SOLO UNA PELICULA,
FRED.......................................................235
NOTAS......................................................................................................................251
Agradecimientos
En mis viajes alrededor del mundo, con la idea de recabar
información y contactar con diversas personas, he quedado en deuda
con mucha gente. He intentado mencionar a los principales amigos
con los que me he encontrado en mis viajes. Quizás haya olvidado
algunos pocos nombres. Pido perdón a todos aquellos con los que he
tenido encuentros, he hablado o intercambiado ideas, o incluso a
aquellos junto a los que me he sentado en un autobús de Cuzco a
Dios sabe dónde, y de los que he olvidado sus nombres. Gracias
también a vosotros.
Estoy totalmente en deuda con las siguientes personas, a las que
dedico las palabras que siguen:
Con cada uno de vosotros tengo una deuda de gratitud. ' Sois
realmente las tripas de este libro.
Sin vosotros el libro no existiría. En un sentido muy real sois las
parteras de este libro. Es tanto mi historia como la vuestra.
En Suiza: Holger Kalweit y Amelie Schenk. En Inglaterra: Jennifer
Maughan y Jerome Whitney de la orden Druida; Bridgett
Winter; Caroline Wise; Richard Lawrence y Chrissie Aubry de la
Sociedad Aetherius; Christopher Hall y Richard Dufton de Brighton;
Drs. David Bohm y Basil Hiley del Birkbeck College de
Londres.
En Gales: Paul y Charla Devereux, Dr. Keith y Aleña Birkinshaw. En
Nuevo Méjico: Maky (Max Ederly) y Edna Oxman, Bruce Lamb, Jamie
Sams y el centro Heyokah, Dr. Richard Weise y Judith Wolf.
En Perú: Dr. Jorge Gonzalez-Ramirez, Raúl Espiritos, Don Solon, Dr.
Jaques Michel Mabit, José Campos, Dr. Femando Cabieses, Sandra
Weise, Nora de Izcue y Didier Lacaze.
En Arizona: Candace Lienhart. En California: Kote y Lin A Luí’ Koy
Lotah y Terence McKenna.
7
En Montana: Swain Wolfe y Clara Pincus. En New York: Bryce Bond y
Zulma, y Rhonda Johnson. En la Reserva India Sioux de Pine Ridge:
Ed McGaa, Doug White y Paul Little. En Rapid City, Dakota del Sur:
Julie Rencountre y Mick McGaa.
Un agradecimiento muy especial a todos aquellos de la lista
precedente que aceptaron dialogar conmigo y de los que reproduzco
en el libro fragmentos de nuestras conversaciones.
Un agradecimiento también a mis editores, Bob Asahina y Laura Yorke
de Summit Books, Simon & Schuster, por las muchas ideas y
consejos sobre la en ocasiones compleja tarea del entrecruzamiento
de tres líneas de relato en una sola narrativa. Laura fue
particularmente paciente, inteligente y esmerada en la parte
final.
Un agradecimiento muy particular a Candace Lienhart por
proporcionarme protección psíquica y espiritual a medida que
me adentraba en los reinos del mundo chamánico. Ahora soy
consciente de que me hacia falta. Sin esta ayuda, tal vez ni
estaría aquí.
Nota: En ocasiones, a lo largo del libro, he llamado a los
medicine man o hechiceros nativo americanos, «chamanes», no
se trata de un menosprecio, ni en modo alguno de una
inferencia despectiva. A muchos medicine man o hechiceros nativos
americanos, en especial los tradicionales, no les gusta
referirse a ellos mismos como chamanes. Prefieren llamarse a
si mismos medicine man, o sencillamente doctores. Entre los que no
son nativos americanos, la palabra chamán se acepta y se
utiliza en general. He adaptado este uso por motivos de
simplicidad y claridad.
8
En E stados Unidos
Ralph Blum, autor de California Carol Dryer, consejero psíquico en
California Judith Gray, mi hermana en Illinois Candace Lienhart,
Chamana americana en Arizona Paul Little, lider tribal Sioux Oglala
en Dakota del Sur Kote Lotah, hechicero Chumash en California
Lin A lul'Koy Lotah, hechicera Chumash en California Ed Me Gaa,
Indio Sioux Oglala, autor y chamán iniciado en Nuevo Méjico y
Dakota del Sur Mike (nombre ficticio), traductor de Jorge
Gonzalez en Nuevo Méjico Sanador nativo americano, de nombre
desconocido, en California Andrija Puharich, médico e investigador
de los fenómenos paranormales en New York i Marvin Red Elk, Sioux
Oglala, rapsoda ceremonial y percusionista en Dakota del Sur Tony
Robbins, lider de caminantes sobre brasas en California Jamie Sams,
india Seneca chamana en Nuevo Méjico Scot Sothern, ex-yemo ¡
Mujer-serpiente, espíritu de la sexualidad de los sueños en Nuevo
Méjico Doug White, hechicero Sioux Rosebud en Dakota del Sur
Elaine Wolf, ex-esposa, madre de Michel en California Emma Wolf, mi
madre (fallecida) fen Illinois Jacqueline Wolf, mi hija en
California Judith Wolf, ex-esposa en Nuevo Méjico Leslie Wolf, mi
hija en California . Michael Wolf, mi hijo (fallecido) en
California Anthony Wolf, mi benjamín en California
9
Mujer del sueño astral, identidad y lugar desconocidos David Bohm,
físico teórico en Londres Paul y Charla Devereux, investigadores de
geografía espiritual en Gales Richard Dufton, chamán anglosajón en
Brighton Werner Erhard, fundador de la est en Londres Chris Hall,
investigador anglosajón del mundo de la brujería en Brighton John
Hasted, físico en Londres Thomas Maughan, antiguo jefe Druida
(fallecido) en Londres Nancy, ex-amante y compañera en
Londres Jerome Whitney, antiguo pendragón de la Orden Druida en
Londres
En Europa
Jean Durup, físico en París (fallecido) Holger Kalweit,
investigador chamánico en Suiza Amelie Schenk, investigadora
chamánica en Suiza Carlos Suarés, maestro Cabalista en París
(fallecido) Nadine Suarés, mujer de Carlos Suarés en
Paris
En Perú
Arturo, guía peruano en Iquitos Carlos, estudiante graduado,
investigador de plantas en Iquitos Fernando Cabieses Molina,
cirujano jefe e investigador chamánico en Lima José Campos, joven
chamán peruano en Tarapoto Meliton Delgado, un chamán de una
película que en la vida real es también chamán en Lima Raúl
Espiritos, profesor peruano en Tarapoto Franco, guía peruano en
Iquitos Jorge Gonzalez-Ramirez, chamán peruano en Tarapoto Ignacio,
ayudante de Jorge Gonzalez en Tarapoto Nora de Izcue,
cineasta en Lima Espíritus de la jungla y de la ayahuasca vistos en
la jungla amazónica en Iquitos Jacques Mabit, médico francés e
investigador chamánico en Tarapoto Miguel, protagonista de película
en Lima Nexy, heroína de película en Lima Nonoy, mujer
peruana y espíritu de la ayahuasca en Tarapoto Daniel Pacheco,
productor de películas en Lima Pasajero de avión peruano, de nombre
desconocido, en Lima Espíritus salvajes del aeropuerto deTarapoto,
borrachos que también eran espíritus en Iquitos Don Solon, maestro
chamán de Iquitos
En Inglaterra
Ted y Lisa (nombres ficticios), americanos en las ceremonias de
Tarapoto Trisha, estudiante licenciada que realizaba
investigaciones sobre plantas en Iquitos Sandra Weise, cineasta en
Lima Wilfredo, chamán peruano en Tarapoto
Prólogo a la edición española
Lo que Fred Alan Wolf nos propone en este libro es un
interesantísimo viaje a través del puen te que une el mundo
racional y científico con el mundo irracional.
Como en una paradójica inversión, o por qué no, recuperación de los
hilos de la Historia, el hombre moderno, el científico por
antonomasia, el físico en este caso concreto, vuelve sus ojos hacia
lo que todavía queda de ese mundo negado de forma progresiva
y contundente en los últimos siglos.
La humanidad renacentista inicia una carrera hacia el mecanicismo y
la lógica racional, que se intensifica a partir del siglo XVIII,
separándose del conocimiento oscurantista y mágico de la Edad Media
y provocando, sin lugar a dudas, los más espectaculares cambiós de
toda la historia.
¿Está nuestra sociedad actual pagando algún precio por este avance,
incuestionable, pero unidireccional? Es evidente que sí.
Hemos perdido nuestra irracionalidad. Y en tiendo por
irracionalidad no el caos, ni el desorden, ni tampoco la
superstición, ni, por supuesto, el pensamiento lógico al que
estamos habituados. Este pensamiento irracional engloba
laintuición, el desarrollo de cualidades sutiles y la conexión con
otras leyes que rigen otros mundos, esos «otros mundos que están en
éste», al decir de Paul Elvard. Hipertrofiando el mundo racional,
el ser humano ha perdido el contacto con la otra polaridad,
necesaria para cualquier existencia y para la vida misma.
Afortunadamente, aunque quién sabe por cuanto tiempo, aún quedan
pequeñas islas formadas por hombres, los chamanes, que mantienen la
antorcha de ese conocimiento; islas en continuo peligro de
inundación y desaparición.
Y en esta especie de arco paradójico de la evolución, hombres de
ciencia, como Fred Alan Wolf, van encontrando respuesta a sus
preguntas, no solo en el mundo de las formulas y ecuaciones que
dominan, sino en la experiencia personal y vivida que les
pone en contacto con otro saber no deducible o lógico.
La experiencia de F. A. Wolf con la ayahuasca, superponible a la
mía propia con esta misma substancia, nos habla de una posibilidad
real de interacción entre los principios de la ciencia moderna y
los actos curativos realizados por los chamanes.
Como médico, siempre me he preguntado qué es realmente curar y cual
es la forma
13
más completa de hacerlo. Al igual que F. A Wolf mis preguntas me
han conducido por caminos que, aparentemente, se alejan de la
ortodoxia científica, como son la Homeo patía y un
aprendizaje, continuo en los últimos años, con la disciplina de la
ayahuasca, tal como la practican algunos pueblos de la Amazonia
brasileña.
No deja de asombrarme, que muchas de sus interesantísimas
reflexiones y comprensiones sobre la forma de curar de los
chamanes, sean muy similares a las respuestas que yo he ido
encontrando a través de mis trabajos con la ayahuasca. Entresaco de
sus páginas estos párrafos, a modo de pincelada de esta
comprensión: «El sonido sagrado existe y su mera
pronunciación puede invocarla experiencia sagrada. Más tarde
comprobé mi sospecha; los sonidos son capaces de transformarla
materia»...»Entonces comprendí que curar es una transferencia
de energía vibratoria al cuerpo».
La ayahuasca, el peyote, los hongos y otras plantas llamadas de
«poder» o «enteógenas» (por su capacidad de generar el sentimiento
de lo Divino), son los puente s que el hombre ha usado
milenariamente para entrar en contacto con ese «otro lado»: el
mundo de la sabiduría, de la consciencia o ámbito espiritual, o
como dice F. A Wolf, para llevarnos del mundo pensamiento-sensación
al mundo intuición-sentimiento.
Según F. A. Wolf «lo que llamamos consciencia consiste en ondas de
información que se mueven del espíritu a la materia y vuelven
al espíritu». La ayahuasca provoca un estado mental y corporal
que permite «ver» cómo esa información viene del espíritu y cómo
actúa sobre la materia, dando lugar a comprensiones profundas, que
son el origen de procesos curativos. Se abre aquí un
importante campo de investigación, para aquellos sectores
interesados en los procesos de crecimiento personal o que estén
involucrados en la búsqueda de una curación más completa que la que
nos ofrece la medicina actual.
La incursión en este atractivo viaje al que nos invita el autor,
aporta nuevos y originales senderos en esta marcha imparable, que
conduce al entendimiento entre la ciencia y la consciencia.
Esther M. Ibars Medico Esp. en Radiodiagnóstico
y Homeopatía Girona 1993.
P. D. Deseo manifestar mi agradecimiento al pueblo amazónico
brasileño por sus enseñanzas. De ellos he aprendido el profundo
respeto que profesan a esta substancia, tan Sagrada para ellos que
solo se permiten usarla para entrar en contacto con su mundo
espiritual superior y buscar las respuestas para actuar en su mundo
material.
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PREFACIO
La historia que estás a punto de leer es una reconstrucción de mis
relaciones con el chamanismo y de mi comprensión paulatina de sus
coincidencias con la física cuántica, la psicología y la ciencia
moderna en general. Para escribir esta historia, he pasado varios
años visitando a chamanes e investigadores del mundo chamánico en
Gran Bretaña, Suiza, los Estados Unidos, Brasil, Perú y Méjico. A
lo largo de estos viajes me he visto también expuesto a
experiencias iniciáticas y ceremonias. Dichas experiencias fueron
dirigidas por chamanes del «nuevo mundo», por Nativos americanos
(Indios) en Norte América, y en particular en las junglas
amazónicas del Perú. Durante mis primeras experiencias con el
mundo chamánico -aunque solo la perspectiva del tiempo me hizo ser
consciente de haber penetrado en ese mundo- pasé largas temporadas
en India, Nepal, Europa y Gran Bretaña.
El fondo de mi relato se basa en mis experiencias en Perú. Sin duda
es la historia más sorprendente de todas. No tiene que ver
únicamente con mi aventura en las montañas de Perú sino también con
mis viajes a la jungla junto a chamanes peruanos y mis experiencias
fruto de la ingestión de la liana visionaria, la ayahuasca. La
ayahuasca es una substancia conseguida a partir de una liana que
crece en las regiones altas y medias de la jungla amazónica del
Perú. Los chamanes peruanos la utilizan como purgante en las
ceremonias. También puede inducir estados de conciencia
visionarios.
Mi experiencia con los Ayahuasqueros (chamanes que
utilizan la ayahuasca) fue la más fuerte en el marco de mi
investigación. Me ofreció nuevos atisbos sobre los ocultos secretos
de la mente inconsciente y los llevó a la superficie,
proporcionándome una nueva vía en la que la física y la psicología
podían coincidir .También me proporcionó nuevas esperanzas
paralaposible cura de cierto número de enfermedades pandémicas,
entre las cuales están el problema de la adicción a las drogas y
las enfermedades mentales propias de Occidente.
Apartándome de mi forma habitual de escribir, el relato de mi viaje
al mundo del chamán adopta una forma narrativa. Dicha narrativa
consta de tres historias distintas, las cuales se entretejen las
unas con las otras. En primer lugar está la historia de una
15
película que vi en mi último día en Lima, basada en las
aventuras de dos personas que toman ayahuasca, y que curiosamente
tiene paralelismos con mi propia historia. En segundo lugar, la
historia de mi propia aventura basada en los lugares a los que fui,
lo que vi y lo que hice. En tercer lugar se sitúa el desarrollo de
la idea de una nueva física de la conciencia y como ésta explica
algunos, no todos, de los acontecimientos que me sucedieron.
Aunque en su conjunto las tres historias pueden parecer pura
ficción, constituyen la verdad tal como yo la viví. En realidad,
incluso en el momento de emprender mi aventura, me di cuenta de que
iba en busca de la verdad, aunque a veces me preguntaba si era
capaz de separar la verdad de la fantasía. En esta búsqueda he
pretendido utilizar mi comprensión de la física moderna, la
psicología y el cuerpo humano para explicar los poderes
chamánicos. Considero que mis antecedentes tanto en el mundo de la
física cuántica como en el de la magia (1), me cualifican para
dicha tarea.
Antes de escribir el libro sospechaba que algunos de los principios
de la ciencia moderna, en particular el efecto del observador (2)
en la física cuántica, podían ser aplicados al mundo del arte de
sanación del chamán. Tal vez los chamanes han estado utilizando en
sus prácticas, aunque con conceptos de antiguas cosmovisiones y
siste mas, estos principios.
En ocasiones he estado acertado a la hora de probar dicha teoría y
en otras no. Los chamanes utilizan principios de la ciencia moderna
y también otras cosas, incluso más reales y extrañas que la física
cuántica. Dichas cosas no puedo reconciliarlas con la causalidad
ordinaria tal como la describe la física. Sorprendentemente, puedo
reconci liarlas con una nueva visión del determinismo o, si
preferimos utilizar otra palabra, el destino, y algo aun más
misterioso y a la vez tan simple que, creo, todos comprenderán. En
definitiva aprendí cosas sobre la visión primigenia y chamánica que
simplemente no era consciente de que ya las conocía.
He de recalcar que partí únicamente en pos de la verdad. No quiero
que mi relato de los acontecimientos dé la sensación de una
construcción de la verdad con vistas a complacer al lector. Pero
aunque he tratado de decir la verdad sohre mis aventuras en este
sorprendente mundo del chamanismo, poniendo enjuego todas mis
capacidades, me siento obligado a decir que fui un participante y
no un observador objetivo. En una auténtica perspectiva en el seno
de la física cuántica, el observador y lo observado se convierten
en uno. Era el observador y a su vez me observaba a mi mismo. Por
lo que era difícil anticipar o intelectualizar al respecto. La
experiencia fue algo que no me había sucedido nunca y las cosas no
se desarrollaron como las preveía.
En realidad, mi formación en física y su acento en el materialismo
y la objetividad fueron en ocasiones un obstáculo en mi camino
hacia la verdad. Me explicaré. La mayor parte de la ciencia
de hoy se basa en una filosofía materialista que constituye también
el fundamento de la medicina Occidental. La gente se cura mediante
antibióticos. La causa conduce al efecto. Los chamanes pueden
también dar «medicina» al enfermo, pero en ocasiones la
medicina es un placebo. La sanación real se produce de un modo que
la ciencia materialista es incapaz de explicar.
16
¿QUE SIGNIFICA LA PALABRA CHAMAN?
La mayoría de los que vivimos en Occidente hemos tenido noticia de
los chamanes, pero no de un modo que nos muestre realmente lo
que son. Si pensamos en una película cuyo escenario es Africa o
Sudamérica, recordaremos una escena en la que un doctor le hace un
hechizo a algún pobre caminante que llega a la aldea. Este
doctor-brujo o hechicero vudú ha sido el modo típico de Hollywood
de presentar al mundo moderno lo que es un chamán.
La palabra original shaman proviene de los montes Urales en
Rusia. Se aplica a las personas de la tribu con capacidades
no ordinarias. Fueron dichas capacidades las que despertaron mi
interés y caracterizan los siguientes capítulos de este
libro.
Todos los chamanes tienen la habilidad de utilizar el sonido y la
vibración de modos aparentemente mágicos para alterar la conciencia
(Capítulo 3). Todos los chamanes pasan por un periodo de
iniciación antes de convertirse en chamanes de pleno derecho.
Normalmente la tradición chamánica se pasa de un anciano al
iniciado. Todos los chamanes tienen maestros que han sido a su vez
chamanes (Capítulo 4). Todos ellos conocen el poder de los lugares
y plantas sagradas. Más tarde descubrí que había una conexión entre
los lugares sagrados, las plantas y los sitios en que los chamanes
aparecen en el mundo (Capítulo 5). También saben como utilizar la
sexualidad para mejorar la salud y la potencia de las personas
(Capítulo 6). Todos ellos tienen un poder de sanación que se basa
en alguna forma de energía vibracional (Capítulo 7). Todos ellos
son capaces de entrar en un estado de trance y, de algún modo,
visitar otros mundos, posiblemente paralelos. Pueden, de un modo
que me pareció inexplicable cuando inicié mi viaje, cambiar su
forma corporal cuando penetran en los mundos paralelos
(Capítulo 8). Ven también en el tiempo, ya sea el pasado o el
futuro, de individuos o de la tribu. En ocasiones, en el pasado,
este poder lo habrían utilizado para ayudar a la tribu ha encontrar
nuevas fuentes de comida o nuevos lugares en los que aposentarse si
se trataba de una tribu nómada. Por regla general son visionarios
(Capítulo 9). También he descubierto que los chamanes probablemente
han nacido con estas sorprendentes capacidades. Tienen también que
haber pasado por una expe riencia de casi-muerte con el fin de
desarrollar estos poderes. El reino de la muerte es algo con lo que
tienen tratos en términos de cotidianeidad. Son capaces de acceder
a este reino a voluntad (Capítulo 10). Por último, los chamanes son
capaces de alterar su conciencia para ver en otros mundos y sanar a
las personas (Capítulo 11).
En cada capítulo, he entretejido lo que he aprendido de los
chamanes del Viejo Mundo en Europa y lo que he aprendido y he
experimentado de los chamanes del Nuevo Mundo en Sudamérica,
con algún tipo de explicación basada en mi comprensión de la física
cuántica, la conciencia y la psicología.
Debido a mi formación en física, y de la reputación de que los
físicos solo tratan con la realidad, os sorprenderá por la
escritura imaginativa que utilizo en ocasiones. He incluido
descripciones de las visiones que he tenido con los ayahuasqueros y
las que he tenido cuando he participado en ceremonias con los
chamanes nativos americanos. He introducido también descripciones
de sueños significativos.
El episodio sobre el águila de presa en el Capítulo 4 y la fantasía
del sacrificio
17
ceremonial inca del Capítulo 9, los tuve en una visión la primera
vez que ingerí ayahuasca con un chamán peruano. M eses después vi
como se producía una ceremonia semejante, con el sacrificio de una
llama, cuando observaba el Inti Rahmi en Cuzco. El episodio que
describe una ceremonia de iniciación en el Capítulo 4, cuando sentí
la presencia del águila, se basa en una experiencia real que
tuve con un chamán indio Sioux Oglala en Nuevo Méjico. La secuencia
del sueño sexual del Capítulo 6 se basa en un sueño real que tuve
unas sem anas antes de encontrarme con los chamanes peruanos y, por
lo tanto, antes de que supiera que iba a pasar tanto tiempo con
ellos. La conexión con ellos fue más que una pura coincidencia. La
secuencia del sueño lúcido del Capítulo 8, donde soy conducido a un
nivel astral de almas que se han suicidado, tuvo lugar hace muchos
años, mucho antes de que supiera que escribiría este libro.
Tengo la sensación de que incluir bajo esta forma estos episodios
fantásticos y material de sueños es importante para comprender mi
búsqueda y mis descubrimientos. Me permite capturar las sensaciones
que tuve durante la investigación así como la progresión
lógica de mis pensamientos.
Se trata de un viaje al corazón de mi mismo que se produjo de un
modo inesperado. Creo que he descubierto parte del secreto del
poder de sanación de los chamanes. Lo que queda por descubrir solo
podré aprenderlo mediante mi próxima relación con el mundo
chamánico. A la vez la espero y temo. Aunque esta historia está
acabada, no considero que mi viaje chamánico haya finalizado. Lo
desconocido todavía me aguarda y me hace señales desde la
oscuridad.
Ahora os invito a que emprendáis el viaje conmigo. Os haré ir atrás
en el tiempo, paso a paso, a través de cada ceremonia y cada
expieriencia tenida. Quiero que veáis lo que he descubierto, en el
momento en que lo he hecho, lo que he sido capaz de reunir en un
cuadro consistente relacionado con la física cuántica, y lo que
tenía la impresión que se perdía a lo largo de mi viaje. Fue esta
pieza final del puzzle la que recogí en el mom ento en que finalicé
éste.
18
INDAGACION INTUITIVA DE UN FISICO I
Eran las tres de la mañana y me hallaba en una habitación de un
hostal en Lima, Perú. Me había levantado pronto y tenía la mente en
ebullición. Estaba sentado en la cama esperando que amaneciera y a
un taxi que me trasladaría al aeropuerto para volver de nuevo a
Estados Unidos. Aunque mi historia empieza aquí, mi viaje chamánico
parecía haber alcanzado su fin.
Estábamos a final de Junio de 1989, y había estado prácticamente un
mes en Perú. Tenía la esperanza de descubrir que hacían los
chamanes, que normalmente se hallan en lo que los occidentales
denominamos «paises del Tercer Mundo», para sanar. Aunque había
recogido un montón de datos y había pasado por un gran número de
experiencias mentales pasmosas, no estaba seguro.
Siempre había deseado conocer los secretos del universo. Había sido
formado como físico y había aprendido a respetar mi profesión. Se
me había enseñado que no había comida gratis y que todo lo que
existía en el mundo tenía un sentido. Las leyes de lafísica no
podían violarse. La energía tenía que conservarse, y la realidad
era algo tangible, aunque no pudiéramos conocer su estructura
definitiva. Al parecer la magia había desaparecido, desplazada por
los experimentos científicos cuidadosamente controla dos que
siempre podían ser repetidos. En el mundo científico no existían
errores, solo experimentos mal ejecutados. Consideraba que el único
modo avanzado de compren der el universo era a través de las
puertas que abría la física moderna.
Sentado al borde de mi cama, despertando paulatinamente a mi ser
racional, recordé los pensamientos que tuve cuando inicié mi
búsqueda. Sabía que aunque había estudiado física cuántica y
conocía sus extrañas predicciones, seguía siendo más bien un
pensador Newtoniano. Tenía dentro de mi una máquina que tenía tanta
lógica como el gigantesco reloj universal que imaginara Newton. Era
mi propia mente.
Las cosas que eran el patrimonio del mundo chamánico, como la
magia, la sanación espontanea, la gente que se transformaba en
animales, el ver el futuro, y otros fenómenos paranormales eran,
finalmente, imposibles. Pero había escuchado historias de muchas
personas sobre la existencia de chamanes que vivían en el planeta y
eran
19
capaces de crear magia real. Por lo que decidí descubrir si
realmente existía alguno de estos seres todavía vivo y trabajando
en la actualidad. Y si existían, quería aprender sus secretos. Del
modo en que sucedió, descubrí más de lo que esperaba.
Miré por la ventana. Todavía era oscuro, y estaba literalmente
buscando a través de las tinieblas de mi alma. Pensando acerca de
mis experiencias, me di cuenta de lo que había aprendido y de lo
poco que sabía cuando inicié mi proyecto. Pensaba que había
comprendido lo que tenía que investigar. En mi mente había un tema:
las relaciones entre las prácticas de los chamanes y los principios
de la física moderna. Me veía a mi mismo como un «reportero», un
investigador objetivo, como Joe Friday en la serie televisiva
Dragnet, únicamente «en busca de los hechos, tío».
No esperaba involucrarme tanto en el mundo chamánico como lo
hice. Descubrí, sin embargo, que no tenía opción. Me di cuenta,
cuando lo intenté, de que no había modo de determinar las
relaciones entre el mundo chamánico y el mundo de la ciencia
moderna sin involucrarme. Por lo tanto daba la impresión de que
tenía que pasar por cierto número de procesos que exigían mi
participación con los chamanes. A causa de ello no puedo decir que
fuera realmente un investigador objetivo, «registrando los hechos,
tío.» Me convertí en un participante, lo que en ocasiones me puso
en serios aprietos, incluyendo la incomodidad física, la enfermedad
e incluso el temor de no volver de la aventura. Ahora me doy cuenta
de que había viajado a otra realidad, un mundo primigenio, otro
modo de «ver». Me convertí, sin saberlo, en un chamán
iniciado.
FISICA CHAMANICA: NUEVE HIPOTESIS
Paulatinamente, tras cada paso que daba a medida que me aventuraba
en el mundo de los chamanes, empecé a formar un conjunto amplio de
hipótesis sobre las relaciones entre la física moderna y las
prácticas chamánicas. Solo después de un tiempo pude organizar mi
pensamiento.
La primera hipótesis fue: todos los chamanes ven el universo como
si estuviera formado por vibraciones. Había
aprendido acerca de las vibraciones mediante mi educación en
física. Las vibraciones son pautas repetitivas que pueden
observarse en los sistemas físicos más sencillos. Desde el
movimiento del sonido a través del aire, o el movimiento de un
barco desde estribor al puerto, hasta las vibraciones invisibles de
las ondas de luz desplegándose a través del universo.
Con mi estudio de la física cuántica descubrí que existían todavía
vibraciones más sutiles. Estaban contenidas en las ondas de
«probabilidad» de la materia atómica o subatómica. Estas ondas se
denominan ondas de probabilidad, ondas cuánticas, o
función de onda cuántica, puesto que consisten en un
patrón vibratorio y determinan la posibilidad de que tengan
lugar acontecimientos físicos. Sea donde sea en el tiempo y en el
espacio que se manifieste un acontecimiento, éste está gobernado
por la fuerza o amplitud de dichas ondas.
Apartir de estas «vibraciones de probabilidad» los físicos son
capaces de determinar el en ocasiones misterioso comportamiento de
la materia y la energía. Según esta «nueva física» todo lo que
existe en el universo tiene su inherente patrón vibratorio de
probabilidad. Este patrón permite a los físicos calcular la
estructura real de los átomos
20
y moléculas, y el modo en que estas partículas emiten y absorben
energía electromag nética.
Puesto que estas ondas no son materiales, poseen propiedades
extrañas. Cuando dos partículas de materia interactuan, sus ondas
de probabilidad se entremezclan de modo que no hay una clara
separación entre ellas, incluso cuando las partículas se han
separado kilómetros tras la interacción. En este sentido, aunque
las partículas están separadas, siguen comunicadas. De hecho
cualquier observación sobre una de las partículas,
instantáneamente, a mayor velocidad que la luz, produce un efecto
sobre la otra.
Los chamanes, aunque pocos de ellos comprenden los principios de la
física cuántica, creen en una semejante subestructura vibratoria
del universo. Por lo tanto la física cuántica, como la creencia
chamánica, indica que el universo está también formado por
vibraciones y que todo está comunicado por dichas
vibraciones.
FISICA CHAMANICA Y REALIDAD MITICA
Las ondas cuánticas son invisibles. Son constructos del pensamiento
humano necesarios en nuestro mundo moderno para permitimos
comprender la materia atómica y subatómica. Sin embargo, aunque
creemos en ellas, no las hemos observado realmente. Son parte de un
sistema físico mítico. Por mítico que sea, son vitales. Sin ellas
no existe modo de comprender el universo. En un sentido real, las
ondas cuánticas son fantasmas en el seno de la máquina de la
realidad. Para los físicos su existencia es parecida a la
existencia de espíritus para los chamanes.
Pero me he dado cuenta de que actualmente pocas personas del mundo
moderno creen en los espíritus del chamanismo. Los chamanes sí lo
hacen. Ven el mundo de un modo distinto a como yo lo veo. La
segunda hipótesis concierne al hecho de que de algún modo los
chamanes son capaces de observar el mundo en términos de mitos y
visiones que en un principio parecen contrarias a las leyes
físicas. Son capaces de observar más allá de las barreras
habituales que reprimen nuestras mentes occidentales. ¿En qué
consisten las visiones de los chamanes? ¿Cómo se crean? ¿Estas
visiones chamánicas conforman la base para nuestros mitos e
historias?
Sospecho que el nivel mítico de la realidad, del que se ha escrito
durante milenios, puede hallarse en las percepciones de los
chamanes del pasado y del futuro. Tal vez ven escenas míticas
debido a que estas escenas son superposiciones de acontecimientos
tomados de los pasados y futuros de la cultura.
Te preguntarás ¿cómo alguien puede ver en el futuro? Tengo algunas
ideas al respecto. He escrito sobre ello en mi libro anterior
Parallel Univerees. Resumiendo, según la interpretación
transaccional de la física cuántica (1), estas ondas de
probabilidad cuántica invisibles se originan en el presente, en el
pasado y en el futuro. Para que se manifieste cualquier
acontecimiento, estas ondas provenientes del futuro y del presente,
o del pasado y el presente, deben interferir las unas con las otras
en el presente. El patrón de dicha interferencia crea
entonces la mater ia y la energía tal como la percibimos. De
algún modo los chamanes son capaces de ver tanto las fuentes
pasadas como futuras de estas ondas. De esta forma son capaces de
construirvisiones que tienen proporciones míticas y aparecen
ante ellos como arquetipos en el sentido jungiano.
21
CON SCIENCIA ALTERADA
Todos soñamos. Según Jung, en muchas ocasiones nuestros sueños
están llenos de imágenes arquetípicas. Por ejemplo, todos hemos
soñado alguna vez que volamos por el aire sin ningún tipo de
artilugio mecánico como pueda ser un avión. Sospecho que los
chamanes son capaces de alterar su conciencia despierta invocando a
voluntad imágenes arquetípicas.
Creo que todos tenem os la capacidad para ello, pero para hacerlo
necesitamos, como cultura, aprender a alterar nuestra conciencia;
un tema algo delicado para nosotros. Algunas culturas han utilizado
a través de la historia substancias que alteran la mente con vistas
a una guía visionaria y espiritual. Nuestra cultura parece haber
perdido el propósito pero se engancha a substancias, lo que
se manifiesta en nuestro deseo por las drogas y el alcohol. Esta
verdad patente me hace recordar la tercera hipótesis: los
chamanes perciben la realidad en un estado de conciencia alterada.
Sospecho que se requiere un papel para la conciencia
ordinaria en cualquier modelo correcto de la física cuántica. Nadie
puede escapar al efecto del observador; en todo momento la elección
de un observador para medir una propiedad particular de un sistema
fuerza al sistema a emerger de un estado de probabilidad a uno
real. El observador de un sistema cuántico trastorna el sistema al
observarlo. ¿Era el acto de observación un acontecimiento cuántico?
Si lo era, entonces la conciencia es capaz de ser comprendida,
posiblemente del mismo modo que entendemos la materia, por medio de
la física cuántica. Puesto que los chamanes se mueven en distintos
y amplios estados de conciencia, tal vez haya un modo de comprender
dichos estados en términos de física cuántica. Tal vez los chamanes
manipulan la materia y la energía cuando mediante cierto poder
observador están en un estado de consciencia alterado.
EL SIMULACRO DEL CHAMAN
Siguiendo la senda que nos proporciona el efecto del observador,
surge una cuarta hipótesis: los chamanes utilizan cualquier
estratagema para alterar la creencia del
paciente acerca de la realidad. El viejo proverbio
dice : «ver para creer.» La realidad chamánica le da la vuelta. La
gente solo ve lo que cree. Los chamanes pueden trabajar en el seno
de la estructura de creencias de un paciente con el fin de
empujarle fuera de ellas. A la hora de curar a un paciente tozudo,
pueden crear un truco con el fin de alterar las fijaciones de éste.
Hago mención de esto puesto que he descubierto que los chamanes son
también tramposos. Pueden ejecutar conjuros trucados para convencer
al iniciado de que el tramposo tiene dichos poderes. He comprobado
que los chamanes utilizan algunos trucos, pero dichos trucos puede
que no sean lo que parecen a un escéptico. Por el contrario, tal
vez el «el truco» es el efecto del observador en acción. Tanto el
chamán como la persona sanada deben es tar convencidos de que los
poderes chamánicos existen, aunque se utilicen «trucos» con un
paciente particularmente tozudo.
22
LA FISICA DE LO SIGNIFICATIVO
Esto nos lleva a la quinta hipótesis: los chamanes eligen lo que es
físicamente significativo y ven todos los acontecimientos
como universalmente comunicados. La clave parece esta r
en como escogen la realidad que perciben como verdad. La respuesta
es que eligen presta r atención a aquellos acontecimientos de sus
vidas que consideran significativos. Pero ¿qué significa esto? ¿Qué
es significativo? ¿Existe una física cuántica de lo
significativo?
Creo que el significado surge como la relación entre los
acontecimientos, y lo que algunos chamanes pueden experimentar como
una relación entre dos acontecimientos cualquiera, como si fueran
los cabos de una tela de araña. Los chamanes anglosajones ven el
universo como una gigantesca tela de araña vibrante. Algunos
físicos, como David Bohm, ven el universo como un holograma (2)
.Tal vez el holograma y la tela de araña son lo mismo desde
distintos puntos de vista culturales.
Una tela de araña esta formada por hilos vibrantes. Un holograma
esta conformado por ondas de luz, vibraciones de energía. Al
capturar las ondas de luz de laser que se emitieron desde una
escena que contenía objetos, y al hacerlas interferir con ondas de
una onda de luz pura de referencia, se atrapa la información y se
congela en una emulsión de película. Cuando otra onda de referencia
se vuelve a emitir sobre la película se vuelve a ver la escena
original en tres dimensiones.
Bohm denomina al holograma el orden implicado. Este orden
normalmente es in visible pero ya contiene todos los fenómenos
posibles que pueden ser experimentados. Cuando se produce una
experiencia, el orden varia. A este nuevo orden lo denomina el
orden manifiesto. Puesto que lo que es manifiesto es lo que
se observa.
LOS MUNDOS CHAMANICOS PARALELOS SON REALES
La sexta hipótesis era: los chamanes penetran en mundos
paralelos. Según una interpretación de la física cuántica
denominada la «interpretación de los mundos múltiples», de la que
también he escrito en mi libro Parallel Universes, existen
otros mundos presen tes que afectan a nuestro mundo. Por «mundo»
entiendo un conjunto de experiencias que tienen lugar en una región
del espacio en un periodo de tiempo dado. La región espacial puede
ser muy grande o muy pequeña ; tan grande como una habitación o tan
pequeña como una fibra muscular. Por ello, dichos acontecimientos
pueden tener lugar en el cerebro y el sistema nervioso. De un
modo semejante, el intervalo temporal en que suceden dichas
experiencias puede durar días o ser tan corto como milésimas de
segundo; el tiempo que se necesita para enviar un impulso neuronal
a lo largo del axon.
Por lo tanto, el mundo que normalmente experimentamos es realmente
una realidad múltiple, un compuesto de muchas otras realidades.
Algunas de ellas son muy proba bles, y por lo tanto si
tenemos acceso a ellas no observamos diferencia de una a otra.
Estas realidades indistintas conforman lo que llamamos nuestras
experiencias pasadas comunes, nuestros recuerdos. A dicha realidad
múltiple, compuesta de realidades simples no diferenciadas, la
llamamos, sencillamente, realidad: el mundo tal como lo
vemos.
23
Pero algunas de estas realidades distintas no son tan probables.
Normalmente no les prestamos atención. Por así decirlo están
fuera de los caminos trillados. Cuando las experimentamos decimos
que tenemos acceso a una realidad o conjunto de experien cias
extraordinarias.
Estas realidades extraordinarias implican procesos que no son muy
comunes, y si sucedieran en el seno de n uestra realidad común
diríamos que las leyes de la física, o por lo menos las leyes
tal como son descritas por Newton y Maxwell - las denominadas leyes
clásicas de la física - serían violadas. Pero en física cuántica
debemos tener en cuenta estas extrañas realidades con el fin de
explicar de un modo adecuado los procesos atómicos y
moleculares más simples.
Los chamanes son conscientes de un número de distintas, e
improbables, realidades paralelas. Estas incluyen
experiencias fuera-del-cuerpo, cambio de forma, transformación en
animales, y viajes a través del tiempo, tanto al pasado como al
futuro. Creo que sus realidades no-ordinarias, o mundos paralelos,
son asimilables a lo que he descubierto en física.
UNA SENSACION DE GRAN PODER
Mi mente no descansaba. Me levanté de la cama y miré de nuevo por
la ventana. El cielo empezaba a iluminarse. Otro día gris en Lima.
Pronto debía partir para el aeropuerto. De acuerdo. Tenía algo
parecido a una base de física cuántica para interpretar como sanaba
el chamán. Consistía en vibraciones cuánticas, el efecto del
observador y mundos paralelos. Todo junto equivalía al arte de
sanar de los chamanes. ¿Era capaz de construir un modelo? Este
modelo debía explicar como el chamán y el paciente alcanzaban
juntos un estado alterado de conciencia. Para construir un modelo
necesitaba la séptima hipótesis: todos los chamanes trabajan con
una sensación de gran
poder. ¿Cuál era este gran poder y como se manifestaba? Sabía
que los chamanes se veían
a si mismos como parte del gran universo-madre. Tenían la sensación
de que eran capaces de sintonizarse con un gran poder, quizás la
mente de Dios. Eran capaces de reconstruir la realidad utilizando
dicho poder. ¿Pero de dónde venía dicho gran poder? Por supuesto
todos hemos oído hablar del gran poder asociado con el cielo y el
poder inferior asociado con el infierno. Pero tengo la sospecha que
los chamanes manejan poderes que están entre ambos
extremos.
Tengo una idea sobre ello: el gran poder que experimentan proviene
de algún lugar intermedio; la tierra misma. Los chamanes son en
cierto sentido materialistas. Utilizan el planeta para mejorar sus
poderes mágicos y de sanación. Quizás utilizar sea una
palabra muy fuerte. Comunican con nuestro planeta utilizando
plantas sagradas y viviendo en las cercanías de lugares sagrados.
En realidad sospecho que los chamanes obtienen sus poderes a partir
de las plantas y lugares sagrados.
24
SEXUALIDAD, AMOR Y SANACION
Existía otro poder que experimenté en todos los chamanes con los
que me encontré. Este poder no era necesariamente el mismo que el
gran poder mencionado antes, aunque tal vez si. Todos los chamanes
con los que conviví poseían las extraordinarias habilidades de amar
y ser compasivos. Creo que no era una casualidad. Para ellos era
necesario utilizar el poder del amor con el fin de sanar. Ello
lleva a la octava hipótesis: los chamanes utilizan el amor y la
energía sexual como energía curativa. Sabía que los chamanes
practican medicina masculina y femenina. Consideran que cada ser
humano es físicamente varón y hembra, y que un desequilibrio en la
energía sexual en ocasiones tiene como resultado la enfermedad
¿Cómo iba a relacionar esto con la física?
Sabía que las ondas cuánticas que existían se desplegaban a lo
largo del espacio e incluso más allá de las barreras del tiempo.
Sabía que estas ondas afectaban ala materia. En la interpretación
de Bohr de la física cuántica dichas ondas se desvanecían en el
instante en que se producía cualquier observación de la materia. De
hecho, la obser vación se describía como un colapso repentino de la
onda que producía una partícula de materia. Describiría por tanto
la onda como una acción fem eninay la partícula como una acción
masculina. He escrito antes sobre el particular en mi anterior
libro Star* Wave.
Sospecho también que la energía sexual tiene mucho que ver con la
interacción de la luz con la materia. Según el principio de
exclusión de Pauli, los electrones poseen la habilidad de excluirse
unos a otros en sus territorios. Las estructuras de energía atómica
son posibles únicamente a causa de la exclusión de los
electrones.
También según Wolfgang Pauli, físico que obtuvo un Premio Nobel,
los fotones, partículas de luz, tienen la habilidad de
«incluirse». Tienen la capacidad de entrar en sus respectivos
territorios, y de hecho tienen una fuerte tendencia a ello. Los
laser actúan gracias a esta inclusión de fotones.
Por lo tanto el amor estaría representado por la inclusión del
fotón, mientras que el aislamiento y la separación se producirían
por la exclusión de electrones, y la energía sexual sería la danza
de luzy materia acompañada por la música de la inclusión del fotón
y la exclusión del electrón.
Tal vez, pensaba, los chamanes sintonizaban con este mágico aspecto
de la física cuántica: sabían como alcanzar la inclusión del fotón
y la exclusión del electrón con el fin de sanar y extraer sus
mágicos poderes.
EL TEST DE LA MUERTE
La última y novena hipótesis concierne a como los cham anes cambian
o alteran su conciencia. Solo pensarlo me da miedo. Los
chamanes penetran en el mundo de la muerte
para alterar su percepción en este mundo. Mis
experiencias a la hora de comprobar esta hipótesis me dictaban que
esto era cierto hasta donde yo alcanzaba.
¿Pero por qué la m uerte era tan necesaria para la vida y la
sanación? Me parecía algo paradójico. Pero tenía la profunda
sensación de que probablemente era el descubrimiento más importante
que había realizado. ¿Pero qué conexión tenía esto con la física
cuántica? Empezaba a sospechar que tenía algo que ver con el efecto
del observador.
25
AI alterar el modo en que me observaba a mi y a mi entorno, variaba
mi percepción. Al ser consciente de procesos que no concernían
básicamente a mi supervivencia corporal, era capaz de ver otras
realidades.
UNA RECAPITULACION: HIPOTESIS DE LA FISICA CHAMANICA
La clave en toda esta conexión entre la física cuántica y la
realidad chamánica, y la conexión de todas las partes de mis
hipótesis, se situaba en el efecto del observador en la física
cuántica. Al alterar el modo en que veías la realidad alterabas la
realidad. Tanto la física cuántica como los chamanes lo hacían,
aunque de modos muy distintos y con puntos de vista muy
diferentes. Puesto que serán de utilidad al lector a lo largo de
mis viajes en los próximos capítulos, recapitularé las nueve
hipótesis:
Hipótesis 1. Todos los chamanes ven el universo como hecho por
vibraciones. Hipótesis 2. Los chamanes ven el mundo en términos de
mitos y visiones que en
un principio parecen contrarias a las leyes de la física. Hipótesis
3. Los cham anes perciben la realidad en un estado de conciencia
alterada. Hipótesis 4. Los chamanes utilizan cualquier truco para
alterar las creencias del
paciente sobre la realidad. Hipótesis 5. Los chamanes escogen
lo que es físicamente significativo y ven todos
los acontecimientos como universalmente comunicados. Hipótesis 6.
Los chamanes penetran en mundos paralelos. Hipótesis 7. Todos los
cham anes trabajan con una sensación de gran poder. Hipótesis 8.
Los chamanes utilizan el amor y la energía sexual como
energía
curativa. Hipótesis 9. Los chamanes penetran en el mundo de la
muerte para alterar su
percepción en es te mundo.
A medida que leas mi relato, al principio de cada capítulo,
presentaré estas hipótesis tal como se aplican a mis
descubrimientos. A veces se aplica más de una hipótesis a mis
experiencias, y en ocasiones no he tenido éxito a la hora de
relacionar la física con las experiencias que tenía con esta gen te
fuera de lo común.
Bajé y salí del hostal. Volvía a casa. Al entrar en el taxi, vi de
golpe, en un destello, ante mi mente, toda la historia del
chamanismo. Empezaba a ver con mayor claridad como la historia
conectaba con mi comprensión de la física cuántica.
Pero, aunque había penetrado en la realidad chamánica y había
realizado co nexiones, seguía faltando algo; algo muy obvio y
esquivo a la vez. ¿Qué era? Me sentía como te sientes cuando tienes
una palabra en la punta de la lengua pero no te sale. O como cuando
experimentas algo de un modo que sabes que no puedes saber. Mi
mente volvió al día anterior, a quince horas antes. Parecía toda
una vida. Mientras el taxi se dirigía al aeropuerto, de repente se
levantó un viento intenso y me devolvió a la extraña sensación.
Sonreí y mi mente volvió al día anterior...
26
LOS VIENTOS DE LA AYAHUASCA 2
Eran las tres de la tarde. Estaba arriba en mi habitación esperando
a una amiga peruana que vendría a buscarme. Me daba cuenta de
que tras todas mis experiencias en el mundo chamánico, todavía me
sentía confuso. No sabía aun como ensamblar mis experiencias de una
forma coherente. Todavía no sabía el modo en que la física cuántica
entraba en la historia.
Me sentía algo frustrado, pero en unos minutos mi amiga Sandra
Weise, una cineasta peruana, vendría para llevarme a ver una
película. No sabía en aquel momento que la película
resolvería mis problemas y llevaría mi búsqueda a su final.
A las 3:10 P.M., llegó Sandra. Sandra era una buena amiga de la
directora de la película, Nora de Izcue, a la que ya conocía.
En su coche estaba también con ella Daniel Pacheco, el productor de
la película. Nos trasladamos del suburbio de San Isidro al centro
de Lima, elbarrio principal de la ciudad. Tras llegar, nos
dirigieron a una pequeña sala de proyección en los sótanos de un
gran teatro. Los tres nos sentamos. Le pregunté a Sandra si ya
había visto la película. Dijo que no.
La película estaba filmada en 35 mm y en color, y su duración era
de unos 90 minutos. Se titulaba Los Vientos de la
Ayahuasca. Narraba una extraña historia de amor que giraba
entorno a las creencias mágico-religiosas de la gente de la
amazonia peruana. El protagonista, Miguel, un joven y apuesto
profesor de sociología de Lima, que llevaba un estilo de vida
occidental, estaba de vacaciones en Iquitos, una ciudad de la selva
en la desembocadura del Amazonas.
A Miguel le fascinaba el puerto de Iquitos. Se daba cuenta de que
aunque era peruano, los indios y mestizos de Iquitos le
llamaban gringo. En realidad era como si fuera de otro
mundo.
Mientras deambulaba por el puerto, por azar, encontraba a una
extraña y deliciosa mujer llamada Nexy, que vivía en una barraca y
solía hacer de prostituta.
27
Nexy se veía perseguida por unos espíritus denominados
yacurunas, que son fan tasmas provenientes del río Amazonas
que se creía eran los delfines rosas que se encontraban allí.
Miguel, extrañamente atraído por la mujer, decidía ayudarla. Iban
en busca de un sanador (protagonizado por Meliton Delgado, el
hijo del famoso chamán, José Delgado). Miguel, aunque indeciso a la
hora de involucrarse totalmente, observa ba la ceremonia en
que Nexy tomaba ayahuasca, la liana visionaria, para purgarse de
los espíritus. La película mostraba la ceremonia y, según mis
experiencias con dicha substancia, me pareció que su descripción
era muy correcta.
Nexy, tras tomar ayahuasca, junto con Miguel, seguía a
Meliton, el chamán, a un retiro en la selva, y allí revivía su
pasado y sus relaciones con su madre, que había muerto cuando ella
era todavía muy joven. Veía como la muerte de su madre y su
temprana infancia habían contribuido al hecho de su persecución por
los espíritus, pero seguía siendo incapaz de deshacerse de
ellos.
El chamán se daba cuenta de que Nexy necesitaba más ayuda, y
adentraba a ambos personajes más a fondo en la jungla (una
metáfora de la penetración en el inconsciente) con elfin de lograr
la cura definitiva de Nexy. El chamán descubría a los yacurunas y
lograba expulsarlos por un tiempo. Pero a medida que profundizaba
en los problemas de Nexy, la magia negra de los espíritus se
fortalecía. Se producía un combate entre la magia negra y la magia
blanca, y Nexy desaparecía sin dejar rastro.
Miguel tomaba entonces ayahuasca e iniciaba la búsqueda de Nexy. Su
búsqueda lo acercaba al mundo chamánico en que habitaba Nexy, y se
daba cuenta, de este modo dramático, que este extraño mundo se
convertía entonces en parte de su propio mundo.
Mientras observaba la película me conmoví perceptiblemente y fui
llevado al borde de las lagrimas. La historia del académico gringo
barbudo yendo a la selvay descubriendo a una mujer que tomaba
ayahuasca me sorprendió por su paralelismo con mi propia
experiencia. Yo también había volado hasta la selva, a la ciudad
amazónica de Iquitos, donde había encontrado a una bella y
misteriosa mujer que iba a ser mi guía en los misterios de la
ayahuasca y los espíritus de la selva. Su nombre era Nonoy. El
hecho de que en la película Miguel tomara ayahuasca y ello alterara
su visión del mundo era también un paralelismo con mi
historia.
También me sorprendió otro aspecto de la historia. Había venido al
Perú para visitar a J orge Gonzalez, un chamán peruano que había
conocido antes en Estados Unidos. En la película, Jorge, el chamán
que había ido a visitar a la selva, aparecía sorprendentem ente
como actor. Hacía el papel de un playboy que invitaba a Miguel a
Iquitos. Me sorprendió mucho ver a Jorge en la película y me
impresionó lo buen actor que era. Jorge, en mi historia, en la
supuesta vida real, me invitó a la selva. La aparición de Jorge
como actor en la película resonaba con mi experiencia real. Jorge,
mi chamán y mi guía en el ritual de la ayahuasca, y la razón
principal por la que había ido a la selva peruana, era también el
protagonista de mi «película»; mi viaje a la selva y a la ciudad de
Iquitos.
Pero se trataba solo de una película, decía mi mente racional atada
al tiempo. Se trataba solo de actores interpretando un papel creado
por un guionista. Pero yo tenía la extraña sensación de que también
estaba en un viaje que alguien había escrito, y me limitaba a
seguir el guión, por así decirlo. La película de Nora era un
recordatorio final, una oportuna mención, de que mi historia era
también una obra y yo únicamente un actor. Esta obra había sido
escrita para mi (¿por quién?), para que pudiera descubrir cosas
sobre mi mismo que antes no había querido observar.
28
Mientras veía la película, volvía a cada escena de la vida de mi
historia, desde que di inicio al proyecto de es te libro, pasando
por el día en que llegué a Perú, hasta el día en que lo tuve que
abandonar. Mi vida se parecía cada vez más al guión de una
película, una historia en la que e ra conducido por el viento de la
mano del escritor (el o ella). Me di cuenta que no era capaz de
sostener mi propia fuerza de ser o mi identidad. Todo lo que me
sucedió respondía solo a una linea del guión. Existían demasiadas
sincronicidades, demasiados acontecimientos que no podía controlar
o alterar.
Pero la película de mi vida no estaba contenida en una tira de
celuloide de dos dimensiones cortada en secuencias que corrían a
través de un proyector. Era mi vida al completo en tres dimensiones
espaciales y por lo menos una dimensión en el tiempo. Era algo más
que una película. Era algo más cercano a un holograma, y lo estaba
experimentan do.
Si rebusco en mi memoria, me vienen muchísimos recuerdos. De
repente se presentan ante mi escenas de mi infancia. Me doy
cuenta que mi viaje al mundo chamánico se inició en mi infancia
cuando empecé a interesarme por la magia. Recuerdo haber tenido un
gran interés por la magia, el tipo de magia que Harry Blackstone
solía ejecutar hace muchos años en el Chicago Theatre antes de que
se instalara el cine en el centro de la ciudad.
Recuerdo un día en particular cuando jugaba frente a mi casa. Subí
hasta arriba de la escalera y miré abajo pensando en si podría
volar sobre los
nueve o diez escalones que me separaban del suelo del nuestro
primer piso. Sin pensarlo dos veces recuerdo haberme
deslizado, mis pies rozando los escalones. En un instante estaba en
el suelo. No había bajado por la barandilla y no había puesto mis
pies en ninguno de los escalones. Tenía apenas ocho años.
Cuando me hice mayor y pensé en lo que había hecho, me di cuenta de
que era imposible. Mis pies no eran lo suficientemente grandes para
ir de un borde de escalón a otro sin caerme de bruces. Se trataba
de un sueño, de superpoderes, o realmente había resbalado por las
escaleras. Hoy todavía no estoy seguro.
A lo largo de mis primeros años mantuve mi interés por la magia y
la fantasía. Dicho interés me condujo a pensar sobre el mundo de un
modo algo distinto al de mis compañeros. Eso me llevó a la
física.
En 1957 me gradué en ingeniería física, eran tiempos de átomos y
rosas a los pies de los científicos. La bomba atómica habíá probado
al mundo que los Estados Unidos eran un poder a respetar, y todos
creían que la ciencia era la respuesta a los problemas
mundiales.
Pronto me matriculé en una escuela para graduados y en Junio de
1962 conseguía el doctorado en física teórica. En Febrero de 1963
me había convertido en el Dr. Wolf.
Pero pagué un precio por mi formación. Un alto precio del que en
aquel momento no fui consciente. En algún lugar de toda aquella
educación había perdido la magia. Había aceptado la formación en
física como una doctrina. No puedo decir que comprenda la física
incluso tras mi doctorado. Sé como manipularlas pruebas lógicas y
matemáticas de todo aquello que puede ser comprobado según las
leyes de la física, pero no la he entendido del todo.
Me convertí en una suerte de máquina física, e incluso aunque tenía
ciertos momentos creativos a la hora de resolver problemas
académicos, en realidad no sabía
29
que papel tenía ella en el esquema total de las cosas. Tras mi
graduación, conseguí un puesto académico en la Universidad de San
Diego.
Aunque enseñé allí varios años, empecé a sentir un desasosiego
creciente. Sentía que se perdía algo en mi vida.
A finales de 1970, me encontraba en India durante un viaje
alrededor del mundo fruto de un año sabático. La vida en el
subcontinente indio me impresionó de un modo fuerte y sutil. Empecé
a darme cuenta de que el mundo no podía entenderse de un modo
racional, algo que mis antecedentes en física nunca me hubieran
permitido considerar. Al pasar un tiempo en India, descubrí
literalmente un nuevo mundo, otro modo de pensar, creer y
vivir. No estaba preparado para manejar lo que estaba
experimentando. Se parecía más a la magia. Pero en el subcontinente
indio no penetró la mínima brizna de magia en mi vida.
En Octubre volé a los Himalayas y visité la ciudad de katmandú, en
Nepal. Un día soleado, pero frió, abandoné la habitación de mi
hotel y deambulé por la ciudad no sabiendo a donde dirigirme.
Pronto dejé el centro de la ciudad y subí a una colina. En su
cumbre descubrí un obelisco prom inente con una cúspide piramidal.
En cada cara de la pirámide había pintado un ojo, el ojo del
universo observando todas las direcciones. Tomando esto como meta
ascendí, y me sorprendió encontrarme con un delicioso templo
budista en el mismo nivel que el obelisco.
Al llegar a la cima había pasado el mediodía, tal vez eran
alrededor de las cuatro de la tarde. El sol empezaba a descender,
aunque todavía había mucha luz. El aire estaba extrañamente
silencioso y calmo. Pude ver a muchos monos jugando en la
escalinata del templo, pero también estaban muy serenos (Más tarde
lo visité otra vez y descubrí que los monos eran muy ruidosos). Al
ver que la puerta estaba abierta, penetré en el templo y permanecí
unos instantes en el vestíbulo. Pasando al interior descubrí una
larga línea de cojines vacíos que parecían esperar a que alguien se
sentara. No era capaz de ver la pared al final de la habitación; la
línea de cojines parecía extenderse hasta el infinito, y por un
instante tuve la sensación de que el lugar era eterno.
De repente oí un fuerte sonido metálico, como alguien que tocara
una nota baja en una larga trompa francesa. De golpe empezó a
aparecer gente. Todos ellos con tonsura y con los hábitos
tradicionales de color azafrán. Pronto me di cuenta de que se
trataba de monjes budistas que ocupaban su lugar en los cojines
para iniciar su meditación.
Una vez ocuparon su lugar estuvieron en silencio unos instantes
hasta que empe zaron a cantar. El canto era completamente
hipnótico. No puedo hallar otra palabra para describir su efecto
sobre mi. Mientras escuchaba con atención, una mosca aterrizó en mi
pie. Y entonces - no puedo explicarlo de otro modo - me convertí en
la mosca. Tuve la sensación de ser uno con la mosca. No existía
separación alguna. Todavía podía verla en mi zapato, pero al mirar
a mi zapato, al final de mi pierna, me parecía que se hallaba a
kilómetros de distancia.
Aunque mi vista me decía que todo era como racionalmente esperaba
que fuera, mis otros sentidos me decían algo distinto. ¿Cómo podía
ser una mosca? Pero era la sensación que tenía. (Al escribir ahora
al respecto, parece estúpido. Mi primera experiencia transcendental
y ¡con una mosca!). Mientras tanto el canto prosiguió y se tornó
extático. Me sumergí en un océano de ondas budistas de sonido, y
era uno con la mosca.
30
PISTAS CIENTIFICAS
¿Cómo pude tener esa sensación? En mi estudio de la física cuántica
descubrí más tarde, en un experimento que se llevó a cabo en 1982,
una pista para su explicación. En dicho experimento, descrito
teóricamente por Albert Einstein, Boris Podolskyy Nathan Rosen en
una época tan temprana como 1935, y después llevado a la realidad,
con ligeras modificaciones, por un físico francés, Alain Aspect y
su grupo de la Universidad de París en Orsay (1) en 1982, dos
partículas eran separadas por una distancia de más de diez metros.
Pero medidas independientes sobre éstas indicaban que existía
alguna forma de comunicación entre ellas, aunque no hubiera fuerza
material alguna conectándolas.
Aunque es posible escribir la ecuación matemática que explica dicha
conexión, no te da la impresión de ser algo verdadero. Estas
sencillas partículas, aun estando separadas la una de la otra,
permanecen en un único estado de conjunción. Aunque yo y la mosca
estuviéramos separados, estábamos también comunicados.
La experiencia fue una pista, una clave de algo que experimentaría
una y otra vez a medida que emprendía mi camino en el mundo
chamánico. Existía cierta forma de conexión entre todos nosotros.
En este punto, no sabía de que tipo de comunicación se trataba.
Solo tenía la teoría de la física cuántica para respaldar mi
sensación. Entonces no lo sabía, pero esta experiencia era
chamánica y casaba con mi hipótesis de que los chamanes ven todos
los acontecimientos como universalmente comunicados.
Entonces me di cuenta de que había experimentado dicha comunicación
cuando sonó la trompa y los monjes iniciaron sus cantos. De algún
modo los sonidos del templo budista desplazaron mi conciencia
de mi mismo. En cierta forma fui consciente de otro modo de ver y
ser en el universo. Descubrí que existía un poder mágico en los
sonidos y las palabras.
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En el teatro con Sandra y Daniel, viendo la película y al mismo
tiempo recordando la película de mi propia mente, tuve una
desproporcionada sensación del destino, que mi formación en física
cuántica no podía explicar. Era como si fuera una hoja a merced del
viento de la ayahuasca, el título de la película que estaba viendo.
El tiempo parecía no tener sentido. El reloj newtoniano de mi
propia m ente se había detenido. Estaba en silencio. !
En la película el chamán que conducía la ceremonia cantaba una
extraña y encan tadora canción) a Nexy y Miguel. Estos cantos, como
los cantos que oí cuando tomé parte, unas pocas semanas
antes, en mi ritual chamánico con los chamanes peruanos, hicieron
reg resar todas mis experiencias con palabras y sonidos sagrados;
incluidas las de años antes en el templo budista.
Más tarde en mi habitación, me di cuenta que dichos cantos tenían
poder. Recupero mis hipótesis. Todos los chamanes ven el universo
como si estuviera hecho por vibraciones. Todos los chamanes
perciben la realidad en un estado alterado de conciencia. Y todos
los chamanes trabajan con una sensac ión de gran poder.
De alguna forma, contenido en las vibraciones del sonido, había un
poder más allá de las palabras,. De algún modo este poder alteraba
la conciencia tanto del chamán como del paciente qup estaba siendo
sanado. Tenía que ver con la forma en que utilizamos el lenguaje, y
en como éste condiciona nuestras mentes. Recuerdo que en todas mis
experiencias chamánicas, el chamán cantaba una canción sagrada.
Ello significa evidentemente:que estos cantos eran im portantes en
el arte de sanación chamánico. En cierta forma dichos cantos me
llevaban más allá del espacio y el tiempo. ¿Me estaba
perdiendo en una metáfora? ¿o existía alguna conexión en tre
los sonidos chamánicos y la habilidad de ver más allá délos muros
del espacio y el tiempo? ¿Podía relacionar esto con mi formación en
física cuántica?
Por alguna razón mi mente, como si todavía estuviera participando
en una ceremonia de ayahuasca, se comportaba como un mágico
holograma que se hubiera iluminado de
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golpe. En el había compendios de todas mis experiencias que tenían
que ver con sonidos y vibraciones. Normalmente mi mente sigue
direcciones, y partes de mi mente son iluminadas en cierto orden,
del mismo modo que partes de un holograma se ven iluminadas por el
rayo de un laser. Y del mismo modo en que se ve iluminado un
holograma, un rayo buscador de mi «voluntad» consciente debe
brillar antes de que algo sea observado.
Pero en este instante no tenía vo luntad. Las cosas simplemente
fluían a su aire. Por un momento el rayo buscador estaba ausente, y
por el contrario la información brillaba en mi mente en un orden
que antes nunca había percibido. Estos atisbos me producían una
introspección. Me daba cuenta de que mi viaje chamánico, mi
búsqueda de la verdad, empezó realmente muchos años antes de que
pensara escribir este libro. De repente, estoy sentado en mi
oficina de la universidad. Había retrocedido diecisiete años de mi
vida.
Era la primavera de 1973. Había vuelto a Estados Unidos y, tras mi
año sabático, remprendido mis tareas durante dos años. Un día
recibí una carta de mi colega y amigo inglés, John Hasted,
copresidente del departamento de física del Birkbeck College, de la
Universidad de Londres, invitándome a pasar tres meses en Londres
trabajando en una película sobre física animada por
ordenador.
Tres m eses no es que fuera mucho, pero significaba nuevas personas
con las que departir y también la oportunidad de trabajar y
conversar con uno de los pensadores más profundos del mundo de la
física, el profesor David Bohm, que codirigía el departamento de
física en Birkbeck. Puesto que también había dinero a mi
disposición para regresar el siguiente verano, tuve la idea
de pasar un periodo de seis meses consecutivos en Londres y volver
a los Estados Unidos en Diciembre de 1973. Hablé de esta
posibilidad con el presidente de mi departamento, y puesto que no
había problema para un substituto, le pareció una buena
idea.
Por lo tanto telefoneé a Hasted y le dije que iría a Londres en
Junio y permanecería hasta Diciembre.
La primera semana de Junio, el día antes de partir, mi ex-esposa,
Elaine, vino a despedirme ami casa, en el campus, con nuestros
niños. Mi hijo pequeño, Anthony, solo tenía cinco años. Mientras lo
miraba y lo cogía en brazos, de repente rompí a llorar. Me superó
la emoción y me di cuenta de que no lo vería ¡durante dos años!
¿Cómo podía saberlo? Mi estadía en Londres era solo por seis meses.
La Universidad de San Diego me esperaba de vuelta en la primavera
del 74.
Al llegar a Londres, a final de mes, enseguida me puse a trabajar
en la película. Había que tenerla lista para una conferencia que
iba a celebrarse en Belgrado, Yugoslavia, el mes siguiente. Cuando
llegué a Belgrado, me encontré con otro amigo y colega, Jean Durup
de la Universidad de París. Había conocido a jean, en París, en el
verano de 1971, cuando volvía de mi viaje alrededor del mundo en mi
año sabático. Durup me dijo que un profesor de la Universidad de
Chicago, que iba a pasar un año académico, que se iniciaba este
otoño, en la Universidad de París, había fallecido de repente de un
ataque al corazón en Chicago, por lo que la plaza quedaba vacante.
¿La aceptaría?
Pensé en mi hijo pequeño, Anthony, lo que reavivó mis sentimientos
de dos meses antes. Ahora sabía porqué no volvería a Estados Unidos
en dos años. La oferta de Durup
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iba acompañada de un salario substancioso, que al ser libre de
impuestos representaba una suma considerable para mi. Más que
suficiente para pasar dos años en Europa. Dije «sí», prácticamente
sin pensármelo. Jean me dijo que tendría que impartir un curso
sobre física cuántica a estudiantes graduados, en francés, pero
aparte de esto, tenía el resto del tiempo totalmente libre para
investigar cualquier cosa.
Aunque mantenía mi puesto en el Birkbeck College en Londres, Jean
me aseguró que no habría problema y que podía empezar con mis
obligaciones en París en invierno.
En Enero de 1974, empecé a buscar un lugar donde vivir en París. Un
colega parisino me presentó a un amigo suyo que buscaba a alguien
con quien compartir un apartamen to. El apartamento estaba en el
centro de París, en la Rué de Condé, justo frente donde viviera el
Marques de Sade. Acepté.
Afínales de Febrero, mis lecciones de francés en la Alliance
Frangaise daban buenos resultados. He de admitir sin embargo que me
costaba más entender el francés que hablarlo^
El aprender a hab lar otra lengua fue más valioso para mi de lo que
imaginaba. De hecho, descubrí que uno no solamente hablaba francés
sino que en cierto sentido se convertía en francés. Al adap tarlas
actitudes, las expresiones faciales y la personalidad de los
franceses que merodeaban, me perca té de que podía perder mi acento
americano con tanta habilidad, que aunque ningún parisino me tomaba
por francés, no tenían ni idea de mi procedencia.
Ello me proporcionó una nueva introspección sobre el lenguaje: ¡era
imposible traducir completamente de un lenguaje a otro! El lenguaje
consta de algo más que palabras. Las palabras tienen
significados que se nos han metido tan a fondo que ninguna
traducción simple es nunca totalmente adecuada.
Fue en el momento de hacer este descubrimiento cuando di otro paso
en el camino de mi búsqueda. Conocí a un maestro cabalista, Carlos
Suarés, quien me proporcionaría otra introspección; una nueva
conexión entre mi trabajo en la física cuántica y la introspección
espiritual que marcaba mi viaje chamánico.
EN UN PRINCIPIO FUE LA PALABRA Y LA PALABRA FUE «SATAN »
A principios de Abril, recibí una llamada telefónica de un viejo y
querido amigo. Me llamaba para hablarme sobre un extraño libro que
había recibido y leido. Me lo enviaba y quería saber mi opinión. El
libro era The Cipher o fGenesis (1) y el autor Carlos Suarés,
quien todavía estaba vivo, aunque no gozaba de buena salud, y
residía en París.
Pocos días después me llegaba el paquete de Toben. Leí el libro y
tuve la sensación de que «me superaba». Sin embargo, intenté
ponerme en contacto con el autor, y lo conseguí. Carlos y su
esposa, Nadine, me invitaron a su apartamento.
Al llegar tuve la sensación de que había vuelto a visitar a mis
«abuelos cósmicos». Carlos y Nadine tenían unos ochenta años. Sin
embargo mi encuentro con Carlos no fue amistoso y cordial. A veces
tengo el hábito de ser «demasiado directo» en mis preguntas.
Le dije a Carlos que había leido su obra con interés pero que no
podía entenderla muy bien. Pareció algo molesto y me preguntó como
me ganaba la vida. Le dije que era físico y que utilizaba
ordenadores para hacer películas. No le interesaban
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los ordenadores y empezó a molestarle mi intrusión en los siete
relatos del nido del águila frente a la torre del -ya hace tiempo
olvidado- Cuento del Mundo.
Cuando estaba a punto de irme, me di cuenta que la habitación
empezó a parecer menos tensa. Suarés volvió a su cómodo sillón de
la sala de estar y permaneció en silencio. De repente me vi
hablando de una de las imágenes del libro. Era una imagen que me
fascinaba desde hacía tiempo. En realidad es un arquetipo primal
del submundo. Se trataba de la imagen de Satán, el Demonio. Suarés
se refería muchas veces a Satán en su libro. Una referencia en
concreto me fascinaba. Satán era un código; un código que vivía en
nosotros.
Satán es una palabra hebrea. En hebreo se pronuncia,
seen-tayt-noon. (2). En hebreo coloquial significa el
adversario o acusador, y este es también su significado en inglés.
Cada una de sus tres letras es también una «palabra». Cada una de
ellas tiene su significado. Según la Cábala, seen representa
un movimiento - un movimiento cósmico y universal -, un movimiento
que subyace a todo el del universo. Los cabalistas lo describen
como «el aliento de Dios» que regresa del plano material a la
infinitud de Dios.
Tayt representa una estructura celular primitiva. Puede
ser una célula viva, un «enagrama» de memoria, un circuito
neuronal, o cualquier otra analogía que represente una es tructura
básica que exhiba el tipo de comportamiento celular que conocemos.
Se trata de un concepto femenino que tiende a encerrar energía que
se repite a si misma, como el pájaro que construye un nido para sus
huevos. Es un concepto autoreferente, uno que se sigue
reproduciendo a su imagen.
Por último, noon, significa un principio elevado que opera en
el cosmos. Se trata del principio de ind