FRATERNIDAD DEL CÍRCULO DORADO Escuela de Qabalah Mística y Misterios Occidentales

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Lección No. 4 Astrología y Alquimia

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El Portal, Curso Preliminar. ® JANG, AME. Fraternidad del Círculo Dorado, Todos los Derechos Reservados Internacionalmente. Prohibida la reproducción total o parcial en cualquier forma, sin permiso escrito por los propietarios de los derechos. En L.V.X., Vida y Amor, bajo la Ley del Uno.

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Lección No. 4 Astrología y Alquimia

Continuando con una introducción a las líneas de estudio de la Fraternidad del Círculo Dorado, dedicaremos la presente lección a dos grandes disciplinas: la As-trología y la Alquimia.

Astrología 4.1 La astrología o lógica de las estrellas se podría definir como la ciencia y arte que trata de la acción de los cuerpos celestes sobre objetos animados e inani-mados, y las reacciones de éstos a tales influencias. Está basada en el condicio-nalismo impuesto por las circunstancias tiempo-espacio-acción en nuestro mun-do. Esta definición podría más o menos indicar lo que se entiende generalmente por astrología en la actualidad. Aunque tal vez difiera en gran medida de la defi-nición que se tenía de ella en la antigüedad. Existen muchas teorías respecto al origen de la astrología, lo cierto es que todas las culturas practicaron algún tipo de astrología, la cual buscaba armonizar al hombre con los ciclos de fuerzas evo-lutivas que convergían en su mundo particular. De esta manera, surgieron los principios y se descubrieron las leyes de la dinámica celeste basadas en la obser-vación y la percepción intuitiva de realidades espirituales. Así encontramos una astrología conciliada con la razón y la fe, que de alguna manera servía al desa-rrollo humano. 4.2 En el curso “Estrellas Interiores” estaremos tratando con astrología esotérica, la que se ocupa principalmente de la bio-psicología trascendente del hombre, es decir, en perfeccionar al hombre durante su existencia concreta en este planeta, de las condiciones y formas necesarias para convertirlo en un medio más adecua-do de expresión de las fuerzas divinas que emanan de él y que llegan a él. Por lo que el curso de astrología que ofrece el Círculo Dorado presenta técnicas de medi-tación para descubrir los planetas internos y trabajar con el zodiaco personal per-mitiéndonos participar en la danza de vida y escuchar la música de las esferas al pasar por el estrellado cinturón de la vida manifestada. 4.3 La palabra horóscopo proviene del griego horóscopos, que significa “consi-derando la hora”. Horóscopo, por lo tanto, significa “reloj” o una forma de medir el tiempo particular de un individuo o un espacio determinado. El término “Relo-jes Cósmicos”, aunque no es común, expresa el concepto de tiempo y su relación con el universo espacial y temporal. La percepción limitada de nuestra vida nos permite observar el efecto lineal del tiempo en el espacio. Nada es idéntico a sí mismo con el paso del tiempo, todo muestra indicios de nacimiento, desarrollo y decadencia; en otras palabras el tiempo transcurre entre revoluciones y es me-diante éstas que se nos hace aparente.

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4.4 Los sabios de la antigüedad descubrieron que unida a esta aparente línea-lidad del tiempo, se hace manifiesta una ciclicidad. El tiempo se transforma de una línea en una espiral, en la cual nos movemos experimentando sucesos repe-titivos; tales son el caso del día y la noche, las estaciones del año y las revo-luciones de los astros. De esta manera, el tiempo y el espacio se vinculan en lo que conocemos como ciclos. Es a través de este movimiento transformativo en es-piral que se da la evolución del universo. Los ciclos y los ritmos vienen a ser una propiedad del universo material en general, incluyendo al ser humano. La entra-da del hombre al mundo físico del tiempo y el espacio lo hace ser un protagonista importante y participar en este movimiento perpetuo de vida.

4.5 Un problema al que se han enfrentado astrólogos y científicos es el deter-minar si estos ciclos evolutivos o ritmos bio-psíquicos en el hombre son intrín-secos al ser vivo, es decir, parten o son generados por la materia viva misma, o bien, los organismos son una especie de receptores y a la vez transmisores de los ciclos planetarios y del universo en general. Un astrólogo estaría tentado a afir-mar como verdadera esta última suposición, pero un astrólogo esotérico enten-dería que existe una relación especial entre el universo interno del hombre y el universo exterior o macrocosmos. Los científicos han comprobado recientemente que en la naturaleza, si bien los ritmos obedecen a mecanismos intrínsecos a la materia viva (herencia genética), éstos son continuamente puestos en fase por señales geofísicas y astronómicas.

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4.6 Los ritmos del hombre afectan todas sus funciones, aunque no todas sus fun-ciones son generadoras de ritmos. En realidad existen en el hombre “relojes bioló-gicos” que funcionan prácticamente independientes del medio ambiente, tienen una conciencia automática o genética (Lunar). Estos son relojes que trabajan a nivel subconsciente, son los que nos hacen vibrar y nos proporcionan un tiempo único de desarrollo, diferente al de cualquier ser humano, nuestro propio tiempo y espacio en nuestra espiral de causa y efecto. Lo más importante para el hombre es su capacidad de entrar en fase o resonancia con las diversas fuerzas que inter-actúan en su interior y en el universo que le rodea. Es así como el determinismo fatalista de la astrología exotérica es superado. De esta manera somos capaces de entrar y salir a ciclos y estados vibratorios diferentes para decidir cómo actuar y no ser títeres de fuerzas mágicas desconocidas. 4.7 Somos seres de un tiempo y espacio determinado, habitamos en un mundo material, en un planeta cuyas condiciones físicas jamás son constantes. El éxito que hemos alcanzado en la adaptación, nos ha incorporado en ese devenir uni-versal oscilante que nos permite armonizarnos con nosotros mismos y el mundo, seguir y aún anticipar los sucesos de nuestras vidas. Así nos hacemos respon-sables de nuestra evolución. 4.8 Podríamos decir que la primera “religión” del mundo fue la astrología, ya que la astrología está en nosotros, mucho antes de ser hombres. Está en la herencia genética de cada célula y cada célula es un receptor y transmisor de los ciclos evolutivos de nuestro ser y del universo. Esto es a lo que se le ha llamado “Heren-cia Estelar”; una parte en la herencia divina del alma y de la constitución gené-tica del organismo humano que recibe al nacer una codificación o información cósmica de una manera específica y personal que establece el reloj evolutivo para toda la vida. Eso es lo que verdaderamente es un horóscopo o carta astral, por lo que conocerlo, estudiarlo y aprender a trabajar en armonía con las diversas fuer-zas en nuestro ser, nos permite ser copartícipes conscientes del plan divino de creación. 4.9 Estrellas Interiores es un curso dirigido tanto a aquellos que se aproximan por primera vez a la filosofía y psicología oculta de la astrología esotérica, como a quienes han recorrido el sendero en diversos niveles. En él se incluyen medita-ciones y prácticas para despertar y balancear los “santos planetas internos” (los chakras del sistema Oriental), integrar nuestro zodiaco personal, así como la téc-nica para construir un cuerpo de luz estelar. La meta es el auto descubrimiento, por lo que el éxito se dará en la medida del esfuerzo que se aplique a su estudio y práctica. Seguir cualquier curso de desarrollo espiritual requiere de autodisci-plina. No hay nadie quien nos apresure a seguirlo, algunos días se tendrán ganas de abandonarlo, algunas meditaciones demandarán más de nosotros y otras nos parecerán aburridas y sin sentido.

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Planeta

Símbolo Chakra Color Nota

Saturno u Base de la columna Azul – morado La El Sol q Corazón Naranja Re Marte t Sexual Rojo Do Júpiter y Plexo solar Morado Si Venus r Garganta Verde esmeralda Fa sost. La Luna w Tercer ojo Azul rey Sol sost. Mercurio e Coronilla Amarillo Mi Urano i Coronilla octava sup. Amarillo pálido Mi Neptuno o Garganta octava sup. Azul Sol sost. Plutón p Sexual octava sup. Rojo oscuro Do

Correspondencias astrológicas para activar los

Chakras o vórtices de energía sutil.

4.10 Aparte del aspecto esotérico de la astrología, estaremos trabajando con su aspecto psicológico y humanista. Recientemente se ha desarrollado una astrolo-gía especializada en los procesos de crisis y crecimiento del ser humano, entre sus exponentes más importantes tenemos a Liz Greene, Howard Sasportas, Ste-phen Arroyo y Dane Rudhyar. Esta astrología realiza un acercamiento al movi-

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miento de la psicología humanista, empezada por Abraham Maslow, Anthony Sutich y Carl Rogers, entre otros. Por otra parte, la teoría de los arquetipos de la psicología Jungiana ha contribuido al entendimiento de las fuerzas planetarias y zodiacales como fuerzas contenidas en el inconsciente. De esta manera ha surgi-do una astrología diferente a la predictiva e independiente de la astrología esta-dística determinista y su intento de lograr respetabilidad científica. 4.11 Con este esfuerzo de unión, la astrología y la psicología se han beneficiado mutuamente desde el momento en que ambas disciplinas tienen como meta ayudar a los individuos en el desarrollo y logro de su ser total en todos los nive-les. La astrología remite cada fenómeno de la vida a unos pocos principios funda-mentales, considerados universalmente válidos. Siendo los planetas astrológicos (incluyendo el Sol y la Luna) expresiones simbólicas de tales principios. Como estos principios operan en diferentes niveles de existencia, los planetas no pue-den ser referidos a casos particulares, acontecimientos o entidades; ellos repre-sentan funciones, las cuales, siendo comunes para cada sistema organizado, tie-nen solamente un carácter general. 4.12 Por eso, hemos hablado de la astrología como un lenguaje simbólico, como una herramienta de entendimiento, como un antídoto para el tipo estrecho de ciencia empírica y racionalista que domina nuestra mentalidad colectiva moder-na. Esto es un medio de descubrir dónde la persona individual cabe en el esque-ma universal de la vida, el significado y propósito del individuo y su función en nuestro mundo, el mundo que nuestros sentidos humanos y mente pueden per-cibir, y por lo tanto, en el que podemos conscientemente operar. La astrología es una manera consciente de enfrentar las experiencias de la vida y conseguir de ellas entendimiento y sabiduría. 4.13 Ya en 1936 Dane Rudhyar le daba a esta astrología psicológica el término de “Astrología de la Personalidad” y la definía de la siguiente manera:

Lo que concibo como astrología humanística es una astrología que ayuda a los individuos en la solución de sus problemas personales e interperso-nales, y especialmente en la concreción más plena de sus posibilidades natales. En este tipo de astrología ningún planeta, ningún aspecto es en sí mismo “bueno” o “malo”. Cada mapa natal es tan “bueno” como cualquier otro, en el sentido que simboliza lo que la persona potencialmente es y lo que ella está destinada a lograr, si sigue las “instrucciones” que, por así decirlo, están “codificadas” en la pauta del cielo, como se le ve desde el lu-gar y en la hora exacta de nacimiento”.

“La astrología había sido esencialmente geocéntrica, aunque aceptara al-gunas ideas pertenecientes al esquema heliocéntrico del sistema solar. Ahora advierto que cuando se ocupa de los seres humanos como indi-viduos, debería ser “persona-céntrica”, pues cada individuo es, en un sen-

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tido muy real, el centro de su propio universo. Lo que importa es el modo con que él se orienta respecto del universo como una totalidad. En un sen-tido más profundo, él es el cielo total enfocado en un punto particular del espacio-tiempo. Lo que lo diferencia de los otros individuos es esta par-ticular fórmula espacio-tiempo; lo que lo identifica con todo otro ser es que el mismo cielo, el mismo Sol, la misma Luna, los mismos planetas y estre-llas son los que constituyen la sustancia de su ser.

4.14 En el plan de estudios de La Fraternidad del Círculo Dorado el curso de as-trología esotérica es tomado una vez que se han completado los cursos del Mundo Interior (Qabalah Mística) y el Viaje Interior (Tarot). En esta lección nos interesa que los estudiantes tengan una perspectiva general de algunos de los cursos para que sepan hacia donde se dirigen. En la antigüedad, a la entrada de los templos se acostumbraba escribir la frase “Gnoti se uton...” (conócete a ti mismo...), des-pués de varios años de arduo entrenamiento, que en ocasiones tomaba toda una vida, el iniciado abandonaba el templo para salir al mundo y servir a los demás con el conocimiento adquirido y se le presentaba otra frase que completaba la pri-mera “...y conocerás a Dios”. Es nuestro sincero deseo que el sendero de las es-trellas se abra a todo aspirante y lo conduzca al redescubrimiento de su ser estelar. A continuación presentamos algunos libros recomendados para una introducción al estudio de la astrología: Estrellas Interiores, Astrología Esotérica, Jorge Nájera, Ed. Anima Mundi. Astrología, Psicología y los Cuatro Elementos, Stephen Arroyo, Ed. Kier. Astrología Kármica Básica, Geraldyn Waxkowsky y Marisol González, Ed. EDAF. Astrología de la Personalidad, Dane Rudhyar. Ed. Kier. Los Símbolos del Horóscopo, Robert Hand. Ed. Urano.

Alquimia 4.15 Las palabras que pueden definir mejor a la alquimia son “transmutación” y “evolución”. Por lo que la alquimia trata de los cambios de una existencia pri-maria y básica hacia una existencia con una conciencia refinada y superior. En el hombre este proceso se observa en el desarrollo de una personalidad regenerada y perfeccionada donde se han abandonado las tendencias crudas y groseras de una personalidad puramente instintiva, para adquirir una personalidad centrada en la divinidad y los valores más elevados. A este proceso se le conocía entre los alquimistas como la transmutación del plomo en oro. El objetivo del verdadero alquimista es el de ser una vestimenta, un vehículo, cada vez más perfecto para la expresión de las fuerzas de la evolución hacia el bien, que eternamente crean y sostienen el universo.

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4.16 La filosofía alquímica establece que todo el universo está en un proceso de evolución, y que es la voluntad del Creador que dicho proceso se lleve a cabo. Por lo tanto, toda forma de vida se dirige a expresar en mayor medida la belleza y la perfección. Todo sin excepción, tarde o temprano alcanzará el punto más elevado de su escala evolutiva. Los procesos alquímicos buscan un cambio interno en los seres donde se permita una evolución acelerada. Esto nos indica que el hombre puede voluntariamente evolucionar o ayudar a evolucionar a otros seres que experimentan dificultad en avanzar. Esto hace del alquimista un copartícipe voluntario del plan divino, un verdadero Servidor de la Luz. Podríamos decir que el alquimista busca elevar su nivel de vibración y de las substancias u objetos que utiliza en su arte. 4.17 Entre los objetivos de la alquimia también se encuentra aliviar el dolor, el sufrimiento del hombre, por lo que, al igual que los rosacruces, busca la curación de los males y enfermedades tanto del cuerpo como del alma. Un alquimista es un verdadero terapeuta siguiendo un linaje de médicos sagrados que se remonta al antiguo Egipto y a las diversas sectas de terapeutas en el Medio Oriente, inclu-yendo a los Esenios, donde se piensa que el Salvador de la Era fue entrenado. 4.18 Como siempre, al tratar de ciencias sagradas muy antiguas, nos es difícil establecer el desarrollo histórico de la alquimia. Sabemos que hace 5500 años existían orfebres y herreros en Egipto y Mesopotamia. De estas profesiones que en aquel entonces eran consideradas sagradas, surgieron maestros que hicieron de su trabajo una filosofía sagrada, entre ellos se encontraban Tubalcaín y sus herederos, los “Herreros Sagrados”. Ellos buscaban propiedades curativas para extender la vida en minerales, plantas y animales. En el período Alejandrino (si-glos IV al VI a.c.) la alquimia tuvo un desarrollo importante que se filtró en toda Europa. 4.19 La palabra alquimia se deriva del árabe Al-Khem, “Al” significa padre y “Khem” era el nombre dado al antiguo Egipto “la tierra obscura”. Así que alquimia puede traducirse como “el padre de la tierra obscura” o “el origen de Khem”. Esto hace pensar a los estudiosos que este arte y ciencia espiritual se desarrolló en el antiguo Egipto. ¿De dónde obtuvieron los egipcios este conocimiento?. Es difícil de precisar, algunos dicen que de los sumerios y otros que recibieron el conoci-miento del arte debido a una migración de la Atlántida. 4.20 Una de las aportaciones de la alquimia al pensamiento ocultista se refiere al principio de los cuatro elementos. Al igual que Aristóteles, los alquimistas pensa-ban que todo estaba compuesto de cuatro esencias: Fuego (calor/plasma), Agua (líquidos), Aire (gases) y Tierra (sólidos), esto incluía al cuerpo humano. De esta creencia surgió la idea de que el cuerpo podía ser transformado en otro diferente al cambiar las proporciones de estos cuatro elementos. Además de estos cuatro elementos existe la “Materia Prima”, una materia primordial que es la sustancia elemental a partir de la cual todo está construido. Por lo tanto, todo puede ser re-

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ducido a esta materia prima para posteriormente ser reconstruida en algo di-ferente.

4.21 Además de los cuatro elementos existen tres esencias a las que llamaron: Azufre, Sal y Mercurio, y éstas no se refieren directamente a las substancias físi-cas de estos nombres. El azufre se refiere al principio del alma y de la conciencia del hombre; el Mercurio es la fuerza vital contenida en el aire, es el Ruach Elohim o el Prana. Mercurio era considerado como el espíritu. Finalmente la Sal se refiere al cuerpo y a toda la materia física, siendo el principio de fijación y solidificación. El cuerpo físico es el medio a través del cual el alma y el espíritu se pueden com-binar. Esto es llamado “La Boda Alquímica”, o la “Boda del Sol y la Luna”. Esta unión de los opuestos en perfecto balance era el objeto de los alquimistas. 4.22 El gran problema para ingresar al estudio de la alquimia es el lenguaje sim-bólico que usaron los antiguos sabios para velar sus descubrimientos. Para em-

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prender su estudio y práctica es necesario ayudarnos de otras disciplinas. Éstas son la astrología, la cábala y la magia. Una vez adquirida cierta maestría en estas disciplinas es posible ingresar en los textos alquímicos con posibilidades de en-contrar la verdad en ellos oculta. Gerhard Dorn, discípulo de Paracelso, lo expre-sa de la siguiente manera:

A través del estudio de la literatura alquímica uno adquiere conocimiento, a través del conocimiento, amor; el que produce en nosotros experiencia, virtud y poder, a través de los cuales la obra milagrosa es realizada...

4.23 Existen dos grandes tipos de alquimia, la alquimia mental y la de labora-torio. En la primera se busca la transformación de la materia a partir de cambios realizados en la estructura mental del alquimista, es decir su trabajo es de lo sutil a lo más denso. Por otra parte, la alquimia de laboratorio busca el perfeccio-namiento de la materia al usar técnicas y procedimientos físicos en substancias externas al alquimista. En este tipo de alquimia dos transmutaciones están te-niendo lugar: Una visible en la retorta o utensilio alquímico y otra invisible en el practicante, aquí el trabajo de transformación y perfeccionamiento, va de lo físico a lo psíquico. 4.24 En el trabajo de laboratorio existen tres clases de alquimia: mineral, vegetal y animal. De estas tres la más usada es la vegetal (espagírica) y mucho del traba-jo de curación con elíxires, tinturas y piedras se realiza de esta manera, algo si-milar a la homeopatía moderna. 4.25 El objeto del proceso alquímico es transmutar al hombre que ha sido creado por la naturaleza y llevarlo a un estado de perfeccionamiento superior al adaptar y ajustar las leyes de la naturaleza. Lo que se pretende es pasar del homo-sapiens al homo-espiritualis, a esto se refieren los sabios cuando dicen “la naturaleza sin ayuda falla”. Este nuevo tipo de ser humano en apariencia es igual al homo-sapiens, sin embargo sus diferencias sutiles le permiten recibir influjos de energía que literalmente desintegrarían los cuerpos del hombre común y también puede expresar estados de conciencia y poderes superiores. 4.26 Todo el proceso alquímico busca el descubrimiento de la materia prima, al realizarlo cambia el cuerpo del alquimista y la primera etapa del proceso tiene que ver con este cambio. Estos cambios corporales (orgánicos) son producidos por medios psicológicos. La culminación del proceso alquímico es llamado “La Gran Obra” y Eliphas Levy la definió como “la creación del hombre por sí mismo”. 4.27 La Gran Obra del perfeccionamiento del ser se realiza en cuatro grandes procesos u operaciones alquímicas:

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El Templo de la Vida como Templo Alquímico

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Nigredo – La disolución de los patrones negativos y los complejos de la psique. Albedo – Proceso de purificación de los contenidos subconscientes, en particular las reacciones emocionales y los impulsos instintivos. Citrinitas – El trabajo continúa en la purificación, aunque ahora el enfoque se encuentra en los sistemas de creencias y el proceso pensante. Hasta llevar a un renacimiento de la conciencia, alcanzando una percepción superior de la realidad. Rubedo: – Se alcanza una transformación tanto del cuerpo físico como de la psi-que, la integración del ser tiene lugar. 4.28 A su vez, estas cuatro grandes operaciones alquímicas atraviesan por doce etapas correspondientes a los doce signos del Zodiaco:

Etapa

Signo Etapa

Signo

Calcinación Sublimación Congelación Putrefacción Fijación Incineración Separación Fermentación Digestión Disolución Destilación Multiplicación 4.29 Es necesario agregar que el proceso alquímico también produce el balance y la integración de los metales a los que en astrología esotérica llamamos los San-tos Planetas Internos y que en Oriente se conocen como los chakras. La tabla que se muestra a continuación establece una correlación entre los Santos Planetas Internos, los metales y los chakras. Símbolo

Planeta Metal Chakra

u Saturno Plomo Base de la columna q El Sol Oro Corazón t Marte Hierro Sexual y Júpiter Estaño Plexo solar r Venus Cobre Garganta w La Luna Plata Tercer ojo e Mercurio Mercurio Coronilla i Urano Aire / Mercurio alquímico Coronilla octava sup. o Neptuno Agua / Sal Garganta octava sup. p Plutón Fuego / Azufre Sexual octava sup.

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4.30 El tipo de alquimia que se opera en aquellos que siguen los cursos de la Fraternidad del Círculo Dorado es alquimia espiritual, es decir, la transmutación se da en el interior y afecta el exterior. A todos los estudiantes les entusiasma la posibilidad de eliminar esas verrugas, manchas y barritos de la personalidad y cuando inician su entrenamiento en alguna escuela de misterios, casi siempre, se comprometen a sí mismos a no expresar más esos aspectos negativos. Sin embar-go, después de una o varias semanas de suprimirlos o mejor dicho reprimirlos, el estudiante se percata que se encuentra en una lucha interna, pareciera que las energías detrás de los impulsos negativos hubieran sido aumentadas por una causa desconocida a niveles mucho más fuertes que cuando no se procuraban suprimir.

La Torre Alquímica y el Caduceo de Hermes

4.31 En esos momentos algunos estudiantes empiezan a imaginar que existen fuerzas obscuras que los están atacando o afectando y en muchos casos piden ayuda a curanderos, brujos, chamanes o gurús esperando subconscientemente que se confirme que está siendo víctima de hechicería y magia negra. La realidad es que el estudiante difícilmente será lo suficientemente importante para llamar la atención de los señores del rostro oscuro y así experimenta una inflación del ego y se cree atacado porque es “muy buena persona” o “un ocultista sobre-saliente”. Estos procesos son subconscientes y muy comunes. Lo que ha sucedido con el estudiante es que ha prestado atención a sus partes groseras y obscuras, y por ese simple hecho les ha dado vida y las ha intensificado.

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4.32 Cuando inicia su entrenamiento, el estudiante difícilmente puede atrapar y detener un impulso negativo antes que se exprese. Se percata de dichos defectos en el momento de la acción, cuando está hablando o en medio de su expresión, pero ya es muy tarde cuando los detecta ya que han sido realizados. Otro aspecto en nuestros esfuerzos iniciales de tratar de transmutar el plomo de la personali-dad común en el oro de la personalidad regenerada, consiste en actuar como si ya tuviéramos esa personalidad dorada antes de que siquiera pudiéramos deletrear la palabra transmutación. 4.33 La misericordia y la piedad brota de nosotros con el menor pretexto, la man-tequilla se derrite en nuestra boca, y nos damos baños de pureza todos los días y ante todos. Pronto nuestros viejos amigos empiezan a evitarnos como si estuvié-ramos desahuciados con una enfermedad contagiosa o si tuviéramos mal aliento, ya que la farsa no es atractiva. Afortunadamente es un esfuerzo demasiado gran-de para la mayoría de nosotros aparentar ser perfectos, como para continuar pre-tendiéndolo de forma indefinida, y nuestros amigos nos dan la bienvenida a la vida relajada y falible. 4.34 El reverendo Joseph Nolen continúa diciéndonos que la transmutación es un subproducto de una percepción auto consciente expandida, la esencia misma del crecimiento espiritual. No se efectúa con una palanca, una llave de tuercas, un bisturí, ni siquiera con plegarias. Cuando se expande la conciencia (luz en extensión), el deseo de un mayor entendimiento se incrementa y el deseo de usar ese incremento en servicio hacia todos se convierte en un factor activo en nues-tras vidas diarias. ¡Los patrones negativos no expresan este entendimiento ni el deseo de servir a la luz!. 4.35 La clave de la transmutación automática es la conciencia de la motivación

4.36 Existe un gran error y un obstáculo en el sendero para la mayoría de los estudiantes: Piensan que un hombre transmutado es sólo aquel que ha olvidado y ha eliminado por completo de su

. Todos nuestros patrones negativos vienen del nivel de la personalidad, prin-cipalmente como actos agresivos de defensa a partir de su inseguridad y temor. Cuando empezamos a ser conscientes de este origen de patrones individuales y de su motivación infantil, se empiezan a volver de hecho bastante divertidos. To-davía se tiene la percepción del impulso negativo, pero su ridículo fundamento in-hibe su expresión.

subconsciencia y de sus expresiones los as-pectos groseros y negativos de su personalidad. Así sienten que han fracasado cada vez que el mismo viejo impulso continúa apareciendo en sus vidas. Cuando nuestros impulsos negativos empiezan a aparecer como una señal de alarma en la pantalla de radar de nuestra percepción consciente, antes de ser expresados, entonces tenemos la opción de expresarlos o no. Si no hay alarma no tenemos posibilidad de elección. Aun los maestros de sabiduría dicen que cuando trabajan en un cuerpo físico sienten los mismos impulsos negativos que nosotros sen-

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timos, pero la percepción de su origen elimina la expresión. Ellos reciben una fuerte señal de alarma. El adepto sigue siendo humano y no es perfecto en el sen-tido amplio de la palabra, sólo es un canal más apto (y eso es mucho) para las fuerzas de la luz hacia el bien, pero seguirá mostrando algunas debilidades como características propias de su naturaleza humana. Algunos libros recomendados para introducirse al estudio de la alquimia son: Manual de Alquimia, Frater Albertus. Ed. Luis Cárcamo. The Path of Alchemy, Mark Stavish. Ed. Llewellyn. The Philosopher´s Stone, Israel Regardie. Ed. Llewellyn. Psicología y Alquimia, Carl G. Jung. Ed. Grupo Editorial Tomo. Estrellas Interiores, Jorge Nájera. Ed. Anima Mundi.

Práctica para la Lección No. 4 Estudia la presente lección, elige seis ideas que te hayan llamado la atención y medita en ellas. Procura anotar tus conclusiones en tu diario mágico. Preguntas de Aprovechamiento

1. ¿Qué entiendes por Astrología? 2. ¿Qué tanto influyen las estrellas en la vida del hombre? 3. ¿Qué entiendes por Alquimia? 4. ¿Qué es lo que cambia y se transmuta en la Gran Obra?

Envía tus respuestas a las preguntas anteriores al correo electrónico de la escuela: correo@circulo-dorado.org

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