Fourez - La Construccion Del Conocimiento Cientifico

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  • 8/13/2019 Fourez - La Construccion Del Conocimiento Cientifico

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    EQUlPO INTERDISCIPLINAR DE TRADUCCIN:TUST AGUJL>Jl (Ciencias Fsicas)ARACELI C ~ B A L L E R O (Periodismo)CARMEN GONzLEZ L ND (Lengua castellana y Literatura)ROSARlO MORENO (Filosofa)

    C . ~ f u \ J E N TRl ENS (Filologa francesa)

    Queda n : ~ u r u s t t J m n t e prvbi/Jh1 su la auturi:wciu e.:it..Tila de los l i f u ~I o n . ~ del C v ~ r r i g b t ~ . baju las s t m d m t ~ ' eslahlecidtL,. t JI las k ) tiS, ladttr.fH total u pan.:frll de u:;ta vhru port.naltu.rmedio o prureclim..11to cumpn1ulidus Ja n /Hvgraji'C y el trotmnientu infunmlicu, y lodist1ilm(iH e ejemplort.s de ella med1tm c altuiler u pnstrmw jJhlitu

    NMtCF,\, S A DE EDICIONESllr Federico Huho y G;i , ') 2H03 ) Madridn:1rct.>a@inJomt l e -; \\ VW n:1ret...ilL"

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    GHARD FOCHEZ

    el fenmeno y decir que es normaL De acuerdo con el segundo, como en casitocias las sociedades, de una u otra forma, hay prostitucin, se puede decir queesraclisticamente es normal pero generalmente no se emite esta opinin ms quea partir de criterios poco daros), En muchas sociedades, no se considera normalsegn el tercer contexto. Y, finalmente, existe cierto debate tico para saber si, enuna sociedad, se debe considerar normal la legalizacin ele la prostitucin.

    Segn los diferentes significados, las ciencias tienen cosas distintas que deciren relacin con lo que es normal. Segn el primer sentido, las ciencias no tienennada que decir porque, por supuesto, para las ciencias todo lo que sucede sedebe explicar, es decir, que todo es normal. En el sentido estadstico, las cienciaspueden tener mucho que decir, pero con la condicin de haber concretado -deuna forma que nunca ser totalmente cientfica- los criterios en que se basar laestadstica. En cuanto a la normalidad corno ciencia social, la sociologa puedecomprobarla, pero nos ciamos cuenta de que, en puntos determinados, no tienenada que \er con resultados cientficos.Finalmente, y sta ser una cuestin que abordaremos en la presente obra:"pueden decir las ciencias algo sobre lo que "debera ser ? . En otros trminos:"pueden las ciencias servir de base a la tica?" Pueden determinar lo que estbien o mal? En concreto, por ejemplo, un mdico, podra decir cul es el comportamiento bueno y cul el malo en materia de tica sexual? o en el tema delaborto? Puede un gegrafo decir algo sobre lo que es justo en materia de urbanismo?, etc

    Antes de abordar estos temas, debemos hacer un poco de "filosofa de lasciencias", es decir, interrogamos sobre el alcance del saber cientfico. En otraspalabras, hay que considerar preguntas como: "qu es la \'erdad cientfica?" o"qu quiere decir hacer ciencia?" o tambin en qu sentido se puede decir quelas ciencias son objetivas?". Esto ser objeto ele los captulos siguientes.Se 'ialemos para terminar el captulo que las ciencias se pueden considerarcomo una empresa de "normalizacin", en el sentido de que promueven en lasociedad una forma ele ver -y frecuentemente de actuar- uniforme: la fsica defineuna expectativa social en cuanto a la manera de describir un objeto en equilibrio,la biologa promueve una manera ele describir a los seres vivos, la economa induce normativamente una forma de describir los intercambios, etc

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    2 EL METODO CIENTIFICOL OBSERVACION

    n mtodo dialcticoEn las pginas siguientes, emplearemos un mtodo crtico dialctico Segneste mtodo, se parte de cmo, espontneamente, la gente se representa algo. Unanlisis crtico muestra los lmites de esa representacin. Finalmente. se llega aofrecer otra forma de ver. Este mtodo se llama dialctico porque reproduce unesquema que se ha dacio a conocer a partir ele Hegel: primero se afirma una tesis,es decir, la manera en que se presenta la realidad. Despus se presenta una ant

    tesis, o sea, una negacin de la tesis, negacin que est provocada por la aparicin ele otros puntos de vista. Finalmente, se presenta una sntesis que es unnuevo modo de ver, consiguiente a la crtica que se ha hecho.Sin embargo, la sntesis no es una visin absoluta ele las cosas: es sencillamente una nueva forma ele ver tras el proceso dado. Se convierte en una nueva tesis,que a su vez se podr confrontar con una anttesis, para dar una nue\a sntesis,que a su vez se convertir en una nueva tesis, etcPara ilustrar este nitodo, supongamos que vemos a una persona que abre elcap de su coche. Tras una primera "mirada", nuestra representacin-interpretacin espontnea podra ser: Est compr oband o el nivel del aceite" Se dira queesa es la "tesis". Luego, por no estar satisfechos con esa interpretacin y despusele un examen ms detallado, podemos decir: No es el aceite lo que le importa".Finalmente, esto puede llevar al planteamiento de una nueva forma ele ver (hiptesis), por ejemplo: "Comprueba el carburador". El proceso puede continuar y sepuede negar esa nueva "tesis", se puede dar una "anttesis", luego una nueva sntesis. La afinacin crtica se har cada vez que la nueva "tesis" ya no satisfaganuestros proyectos.El mtodo que aqu se presenta se caracteriza por la sustitucin incesante del s representaciones tericas que tenernos de las cosas. Proponer un mtodosemejante es privilegiar las rupturas tpicas del paso de un estadio de conocimiento a otro. Veremos cmo al contrario se puede privilegiar la continuidad, porejemplo, presentando el movimiento de los conocimientos corno un procesoracional, completamente lgico, en el que, necesariamente, un estado se derivadel otro.Ms adelante veremos algunas implicaciones por el hecho de privilegiar laruptura creadora en el conocimiento, ms que la continuidad. Sealemos aqu narcea, s. a. de ediciones

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    G R ~ R FOUREZ

    simplemente que encontramos un punto de bifurcacin significativo entre filsofos ele las ciencias. Algunos darn ms importancia a la continuidad, otros a laruptura. Ivls tarde habr que examinar que los efectos ele esa eleccin sobre lacultura y la sociedad -sus efectos ideolgicos - no son en absoluto equivalentes

    na tesis :la representacin de Claude Bernard

    En este captulo vamos a examinar el mtodo cientfico partiendo ele unarepresentacin relativamente corriente en nuestra sociedad (S.N.E.C. 1979),tomada, con muchas simplifaciones, ele Claude Bemard. Este mdico del sigloXIX escribi un libro importante llamado Introduccin al estudio de la medici-n e \perimental (1865, 1934) en el que describe el mtodo cientfico con habilidad y matices, muchos ms de los que se encuentran en la mayora ele losmanuales de ciencias actuales que, sin embargo, dicen seguir el mismo esquema.En general, una descripcin clsica del mtodo cientfico funciona ele lasiguiente manera: Las ciencias parten de la observacin fiel de la realidad. Seguidamente, se extraen las leyes de esa observacin. Esas leyes se someten a comprobaciones experimentales y se pmeban. Esas leyes probadas, finalmente seunen en teoras que describen la realidad .Este es el modelo que vamos a examinar por medio del mtodo dialctico,mostrando cmo se puede tomar cierta distancia respecto de la visin espontneaobtenida de la observacin, las leyes, las pruebas, los procesos de comprobacin,etc., de forma que se logre una visin siempre ms crtica.Esquema de la ms espontnea representacin de los mtodos cientficos (porestar socialmente condicionada):

    - observacin fiel de la realidad ;- deduccin o hiptesis en relacin a las leyes ;- comprobaciones experimentales;- pruebas ;construccin de teoras .

    a observacin cientficaSegn la visin espontnea que la mayora de las personas tiene de la observacin, sta llega a las cosas tal y como son Por eso se dice con frecuencia quela observacin debe ser fiel a la realidad y que en la comunicacin de una observacin slo se puede informar de lo que existe. La observacin sera una nuevaatencin pasiva, un puro estudio receptivoEn el mundo existiran una serie de informaciones que habra que recibir lo

    ms fielmente posible.

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    J.JASTAOW1900)

    Fig 1H N SON1958) Fio 3

    Observar es estructurar un modelo terico

    Ol:lSERVACION

    Fig 2

    Si digo que hay una hoja de. papel en el escritorio, slo puedo decirlo a condicin de tener una idea previa de lo que es una hoja de papel. Igualmente, si digoque se me cae el bolgrafo cuando lo suelto , teng o ya cierta idea terica de loque es arriba y lo que es abajo. Si observo el dibujo de la pgina, segn lo organice, ver un pato o un conejo, una escalera vista desde arriba o vista desde abajo.Si tomamos en consideracin la figura de Hanson 0958 , podremos ademsconvencemos de que nuestra observacin depende del contexto: segn sea ste,tenderemos ms a interpretar el dibujo como una cabeza ele pjaro o como unade antlope: la forma en que nuestro entorno nos condiciona, influye de modomanifiesto en nuestro modo de mirarEstos ejemplos demuestran que la obse1vacin no es puramente pasiva: msbien se trata de cierta organizacin de la visin Si observo lo que hay sobre miescritorio, para m es una forma de poner orden en lo que observo. Slo ver lascosas en la medida en que stas se correspondan con un cierto inters. Casi automticamente eliminar ele mi visin element os que no forman parte de lo queobservo (por ejemplo, si examino lo que hay en un encerado en una clase, eliminar lo que est mal borrado de la clase anterior) cf. Fourez, 1974, pp, 19-42\Cuando observo algo siempre tengo que describir lo . Para lo cual utilizo unaserie de nociones que ya tena antes: stas se refieren siempre a una representacinterica, generalmente implcita, Sin esas nociones que me pem1iten organizar miobservacin, no s qu decir. Y en la medida en que carezca de un concepto tericoadecuado, estoy obligado a apelar a otros conceptos de base: por ejemplo, si quierodescribir la hoja que est sobre n escritorio y no tengo nocin de hoja, har de ellauna descripcin hablando de esa cosa blanca que est sobre n escritorio, sobre laque parece haber lneas con cierta regularidad y tambin con cierta i1Tegularidad, etc.(Aqu habra que hablar sobre la posibilidad psicolgica para los humanos de simbolizar , es decir, ele hablar de tal cosa , de tal objeto , y considerarlo como un objeto,como una cosa, es decir, separarlo del flujo de nuestros actos reflejos para convertirloen objeto de nuestro lenguaje, de nuestro pensamiento y de nuestra comunicacifl).

    narcea, s. a. de ediciones

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    GR RD FOUREZ

    La carencia de palabras para nombrar lo que vemos nos hace constatar la importancia de las nociones tericas para poder realizar las observaciones ms elementales. Esto hace presentir la importancia que puede tener desarrollar el bagaje culturalde una sociedad, es decir, entre otros aspectos, enriquecer el conjunto de palabras ymtodos para dar cuenta de nuestro mundo de la manera ms i nteresante posi ble.Desde este enfoque, infom1arse no es recibir una entidad ex'terior que sera la informacin, sino interpretar el mundo recibido desde un universo comn de lenguaje,Por tanto, para observar hay siempre que referir lo que se ve a nociones previas. Una observacin es una inteipretacin: es integrar determinada visin en larepresentacin terica que nos hacemos de la realidad. Lo que afirma claramente lafilosofa desde Kant lo ha vuelto a encontrar la psicologa, especialmentecon la psi-cologa cognitiva. Esta aproximacin de las ciencias psicolgicas insiste precisamente en el carcter.constmido de nuestros conocimientos. Como sealaba Amkoff,

    las teoras constructivistas de cognicin estn en oposicin a las que consideran queel conocimiento del mundo externo viene directamente de una forma inmediata, Elpunto de vista es constructivista en cuanto que el significado de un acontecimiento ola configuracin de los datos estn construidos por el individuo (Amkoff, 1980).Todas las tendencias de la psicologa cognitiva conducen a rechazar la idea deque el cerebro recibe una informacin pura registrndola inmediatamente; ms bien,conocer el mundo es interactuar con L (Varela, 1989). En las sociedades individualistas como las occidentales se puede fcilmente hablar como si el objeto observado

    estuviera construido nicamente por el individuo. Sin embargo, aunque la constmccin se hace en la cabeza de cada uno no se hace por personas aisladas. La interpretacin es un fenmeno de lenguaje, y siempre un fenmeno social. Las perspectivasconstructivistas no consideran que las personas aisladas puedan interpretar segn sucapricho (adems, sabemos que las interpretaciones muy individualistas del mundopodran conducimos a una clnica psiquitrica). La construccin de la realidad (Berger y Luclanan, 1967) se vuelve una empresa loca cuando se intenta hacer en solitario: es un fenmeno sociaL En otras palabras la objetividad consiste en insertarseen un mundo socialmente institucionalizado, dond e no se puede i mpunemente nombrar de cualquie r manera: la observacin implica siempre una alteridad y los demsnos lo recuerdan bien si queremos escapar a las significaciones de las palabras, dellenguaje, de las nociones y de las teoras (es decir al mundo objetivamente , socialmente , institucionalizado), Por tanto observar es ofrecerse una representacin delmundo en un contexto y ligada a proyectos.La carga terica de las observaciones tambin ha sido estudiada por los filsofosy socilogos de la ciencia (ver RE. Grady, 1973, citado por Pinch, 1985), As Hanson0958 seala que cuando Galileo habla de su observacin ele crteres en la luna,esa palabra evidentemente no es puramente emprica , sino que est inserta en unainterpretacin terica. Achinstein (1968, p. 181 y ss.) termin su anlisis sobre laposibilidad de separar las palabras observacionables de las tericas, escribiendo:

    Lo demostrado no es que sean imposibles las divisiones, sino que, segn los criterios utilizados, pueden darse muchas distinciones una palabra clasificada como observacional (oterica) segn un criterio, ser no-observacional (o independiente de la teora) segn otro .Adems, seala Pinch (1985), las relaciones ele observacin pueden variar designificado segn el contexto terico en el que se las site. El conjunto de teorasutilizadas para producir una relacinde observacin puede ser ms o menos impor-

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    LA OBSERVAC ON

    tante, ms o menos discutible. Todas las proposiciones empricas dependen de unared de hiptesis interpretativas ele la experiencia. Pero no todas apelan a semejanteexperiencia del mismo modo: no se observa del mismo rilado un neutrino, unmicrobio, un crter lunar, una nota musical, un gusto azucarado, una puesta ele soLLo que da a la observacin una impresin de inmediatez es que no se cuestionanlas teorfas que sirven de base para la interpretacin; la observacin es cierta inteipreta-cin terica no contestada (al menos de momento). Mientras que si, al observar una floren mi escritorio, cuestiono mi concepto de flor , ya no tendr la sensacin de obseivar,sino de teorizar. Una observacin seria por lo tanto, una forma ele mirar el mundo, integrndolo en la visin terica antigua y aceptada. Esa ausencia de elemento ten'conue JO es lo que produce el efecto convencional o cultural ele observacin directa deun objeto. Podemos observar el bolgrafo que est en el escritorio si -y tan slo sitenemos el concepto de bolgrafo . Pero si se duda de la adecuacin de ese esquemaele interpretacin, llevaremos la observacin a otro discurso (siempre terico) hablando,por ejemplo, de ese objeto redondo, alargado, y blanco que est en el escritorio. Luego,eventualmente, se plantear como tesis terica que eso podra considerarse un bolgrafo. Por decirlo una vez ms con otras palabras, observar es ofrecerse un modelo tericode lo que vemos, utilizando las representaciones tericas que tenamos (Husserl enMerleau-Ponty, 1945). En esta perspectiva, la observacin es ya una actividad de constmccin terica, ele un modelo terico del mundo entre otros posibles.

    Qu s un hecho ?Por lo tanto, no observamos pasivamente, sino que estructuramos lo que queremos observar, utilizando las nociones que parecen tiles para tener una obsemacinadecuada, es decir, que responda al proyecto que tenemos. Entonces es cuandoclecin10s que observamos hecbus (de una forma algo chusca, la etimologa de la -palabra hecho remite a su carcter construido , aun cuando evidentemente no se lellama hecho por eso). Si, por ejemplo, digo que el sol gira alrededor ele la tierra

    es un hecho , indico sencillamente cul es mi interpretacin terica, la que me permite entender (y por lo tanto utilizar) el mundo. Digo que es un hecho si creo quees algo indiscutible, que nadie, al menos por ahora, cuestiona'. (Sin embargo, loque para unas generaciones fue un hecho, ms tarde se ha cuestionado, a partir delmomento en que se ha tenido otra representacin terica: as, lo que se ha convertido en un hecho, es que la tierra gira alrededor del sol).

    Lo que llamamos un hecbo, y es un modelo terico de inteipretacin que habrque establecer o probar (Bachelarcl, 1971; Duhem, 1906). Es lo que hacemos cuando ofrecemos una prueba ele nuestra observacin. Por ejemplo, si digo que aquhay un zorro, apoyar mi observacin con una prueba consistente en mostrar lacola del zorro, sus orejas, su hocico, etc. Si quiero demostrar que el dibujo del librorepresenta un pato, tendr que interpretar tocia una serie de elementos eh funcin1 Es importante sealar que la expresin esto es un hecho no es como su forma lingstica pued ehacer creer, una expresin descriptiva; es, ms bien, un juicio de valor acerca de una proposicinCon esta afirmacin se significa, de hecho, que se da a esta interpretacin del mundo un status

    especial, el de un hecho, es decir que sito esta proposicin entre las que no estn puestas en cuestin. El carcter factual de una proposicin est ligado al status social y estandarizado de la misma, narcea, s. a. de ediciones

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    de esa visin globaL Y si ruviera que establecer que es un ojo lo que h a ~ en mediode la cabeza, utilizarla subinterpretaciones diciendo, por ejemplo, que cierto ra.s,goredondeado forma parte del ojo, etc En cuanto a la "prueba" ele la o b ~ e r v ~ ~ 1 o ncomo la mayora de las "pruebas" que encontramos en los manuales c1e?t1f1cos,consiste en una relectura del mundo utilizando el modelo propuesto. Por eemplo,puedo "probar" que el dibujo es un pato mostrando cmo esa _ i n t e r p . r e t ~ c n mepermite leer el dibujo a mi satisfaccin Igualmente " p r o b a m ~ s ' . ' as1 el p r m c 1 ~ 1 . ? de lapalanca releyendo experiencias con ayuda de ese modelo teonco (Macl.1; 19-?).Es caractenstico de nuestra cultura considerar que una observac1on visual esms vlida que otras. Se dir fcilmente que "el rojo que all veo" es un hecho;para otros sentidos como el olfato o el odo habr a menudo menos palabras concretas. Volver sobre este punto ms tarde, indicando cmo tenemos menos laimpresin d.;: que las notas musicales son objetos, precisamente po:que f o r m ~ nparte de ese universo del sonido que est menos i n 5 t i t u i ~ o , menos un.ido a un discurso convencional comnmente compartido, que el unwerso de la vista.En la medida en que vemos cmo la observacin de los hechos es siempre laconstruccin de un modelo de interpretacin en ingls la palabra "theoreticalconstruct", por medio de la cual se designan las nociones utilizadas, pone m i ~ y derelieve ese aspecto constructivo). Nos damos cuenta de que. ese model? unido aJo que nos interesa en el momento. Segn los proyectos, ciertas descnpc1ones sonms adecuadas que otras. Por tanto, mal veremos cmo una observacin podrainformar de algo "real en s ; ms bien es una descripcin til para un proyecto.

    roposiciones empricas o tericasSi las observaciones contienen siempre elementos de interpretacin y eleteorias, mal podnamos pm1ir de una obse1vacin que se1?a el Pll1 .to de p ~ 1 1 d aindiscutible de la ciencia . Si, por ejemplo, observo una celula al microscopio, ya

    se trata de un modelo interpretativo unido a cierta comprensin de un funcionamiento y no ele un punto de partida absoluto 2 Por tanto, siempre llegamos dema-siado tarde para descubrir el primerpunto de partida.Adems, no se puede observar sin utilizar el lenguaje, s ~ a verbal, sea m e ~ ~ a Ly la lengua ya es un modo cultural de estructurar una vision, una comprens1on.Una descripcin en una lengua no producir el m i s m ~ efecto en otra Estamos, pues, irremediablemente atrapados en el, enguae, ~ u e ~ x 1 s t e desde. a n . t ~ sque nosotros y existir despus de nosotros. Asi que los c1entif1cos no son m?iv1-duos que observan el mundo a partir de cero; son los partic.ipa.n'.es de un unwe1:-so cultural y lingstico en el que se insertan sus p r . ~ y e c t o s m c t v 1 d ~ ~ l e ~ y c o l e c t 1 ~vos (Prigogine y Stengers, 1980). Igualmente, la noc1on de observac1on completano tiene ningn sentido, ya que observar es siempre seleccionar, estructurar y por' Cf. Bachelard (1971) p 15: "Por encima del sujeto, ms all del objeto inmediato, la ciencia moderna

    se basa en el proyecto En el pensamiento cientfico, la mediacin del objeto por el sujeto s i e ~ 1 p r eadquiere la fonna de proyecto'. En esta perspectiva, podemos decir que los "hechos" son las interpretaciones que no se cuestionan, a menudo porque hemos olvidado (individual y colectivamente)mediante qu 'recorte" del mundo se han establecido. , .

    2 El ejemplo de la clula es especialmente ilustrativo: nos parece tan adecuado este modulo que olvidamos todos los elementos tericos implicados en la lectura que proporciona30 narcea, s. a de ediciones

    L OBSERV CION

    lo tanto, abandonar lo que no se considera. No hay nada ms extrao a la observacin cientfica que una observacin "completa": si persiguiramos un fin semejante, nunca haramos ciencia, permanecera111os siempre en la observacinLa imagen cultural -pero en ltimo tmlino inadecuada- del individuo observando de una manera completamente neutra un mundo extrao a l ser ms fcilmentecomprensible cuando nos demos cuenta (cf. irifra cap. 6) del vnculo existente entrela observacin cientfica y la mirada extraa del tendero burgus sobre el mundoque va a gobernar. Esa mirada neutra del individuo sobre el mundo sigue siendouna ficcin: antes que el individuo, est siempre la lengua que ste utiliza, y quehabita en l como cultura. La observacin neutra respecto al objeto es una ficcin.En la misma lnea, podemos decir que las proposiciones empricas que slocuentan lo que vemos, y que seran la base fundamental de todos los conocimientos cientficos, son ya en parte proposiciones tericas. Las proposiciones empricasno son lo "opuesto" a proposiciones tericas; son ya tericas.La imagen del trabajo cientfico, ele acuerdo con la cual, empezaramos porrecoger observaciones que expresanamos con proposiciones empricas indiscutibles,en las que, seguidamente, tratariamos de encontrar proposiciones tericas explicativas, es pura imagen ele ficcin. Lo que parece ocurrir es que, en la prctica cientfica, en determinado momento, se consideran "hechos empricos" ciertos elementosde una descripcin. Esos "hechos empricos" no se cuestionan de momento.Las proposiciones empricas difieren de las tericas en que por una conven-cin prctica unida al trabajo cientfico del momento se establecen comomomentneamente indiscutibles. Si digo que el agua hie1ve a 100", es un enunciado emprico, lo que quiere decir que es una afirmacin que no voy a cuestionar. Ms tarde, con la prctica puede que transforme esa proposicin "emprica"en una terica (y adems, antes de considerarla emprica, ya se consider terica).Cada vez que una proposicin no concuerda con una teora, es posible, msque modificar la teora, r10dificar las reglas de inteipretacin de la obsen1acin ydescribir lo que vemos de otra manera. Volveremos ms adelante sobre la utilizacin de lo que llamamos "hiptesis ad hoc".

    Qu es una definicin cientficaEn el punto de partida ele la ciencia encontramos definiciones, como las constataciones empricas desligadas de toda teora. Para definir, siempre se utiliza unmarco terico admitido. Una definicin generalmente es la relectura de cie110

    nmero de elementos del mundo a traus de una teora; por tanto, es una interpretacin. As, la definicin de una clula en biologa no es un punto de partida, sinoel resultado de un proceso interpretativo terico. Igualmente, no se empez pordefinir qu era un electrn, para luego ver qu era en realidad: la teora del electrn se ha desarrollado poco a poco, despus de lo cual, se ha podido definir quse entiende por esa palabra. Asimismo, consideremos el concepto de centro degravedad o de palanca. Lo que, en un discurso, es objeto de definicin ser, enotro, objeto de una proposicin terica (E. Mach, 1925, p. 49 y ss., ha demostradoen un anlisis histrico cmo estos conceptos no podan entenderse fuera de unaelaboracin terica).Las definiciones y los procesos tericos producen el efecto ele damos objetos narcea, s. a. de ediciones J.?:/\

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    estandarizados (Factor y Kooser, s.d.) As nunca encontramos la manzana",sino sta o aqulla manzana determinada, diferente a otra. El concepto, el"modelo", la teora -lo que viene a ser lo mismo- de "manzana" permite pensar en un objeto terico que, en nuestros razonamientos, reemplazar a lo concreto de la manzana Se pueden considerar del mismo modo "objetos cientficosestndar" ms complejos, corno una "diabetes" o un "proceso ele oxidacin", una"clula", etc

    bjetos semejantes o diferentes:el problema de la semejanza lo mismo lo otrola observacin pone ele manifiesto el problema de la diferencia y la equivalencia, ele lo "lgual" y lo "diferente", como deca Platn, Decir, por ejemplo, que

    observo dos manzanas (o una manzana semejante a otras) supone que he establecido una relacin ele equivalencia entre dos "objetos" diferentes. Lo mismo ocurresi hablo de dos diabetes, de dos crisis econmicas, de dos lapiceros, de dos pases subclesarrollaclos, de dos cuerpos conductores, etc. As que observar es establecer, en nombre de u11a percepcin de criterios tericos, relaciones de equivalencia e11tre lo que tambin pod1ia considerarse diferente, La semejanza, por tanto,no se recibe pasivamente en la observacin, sino que se decide en una visin terica, Por ejemplo, por medio de una decisin (evidentemente no siempre consciente o explcita) utilizar la nocin de flor para hablar de cierto nmero deobjetos. Lo mismo ocurre con la nbcin de "ciencia": por medio ele una decisinagrnpar, o no, las muy distintas actividades ele los antiguos egipcios, de Galileo ysus contemporneos, de los fsicos modernos, los psicoanalistas, los bioqumicos,etc. La similitud nunca viene ciada: se impone a nuestra estrncturacin terica porque la encontramos prctica.En nombre ele presupuestos tericos, decidirnos que dos cosas son "iguales";esto no nos lo da inmediatamente la experiencia.Objetividad absolutau objetividad socialmente instituida?

    Pero entonces, qu ocurre con los objetos que observarnos? Tenemos laclara sensacin ele ver las cosas con objetividad, tal y como son, El problema deesta manera de ver, es que parte de una definicin espontnea de la objetividadque sera "absoluta", es decir, sin relacin alguna con otra cosa. Ahora bien,parece que no podemos hablar de un objeto ms que mediante un lenguaje-realidad cultural- que se puede utilizar para explicrselo a los dems. Nopuedo hablar ele la lmpara que est sobre la mesa si no es a condicin de teners11ficie11tes elementos de lenguaje, comunes convencionales, p r que meentiendan.Hablar de objetos es siempre situarse en un universo convencional de lenguaje, Por eso, se suele decir que los objetos son objetos en virtu d de su carcter insti-tucional, lo que quiere decir que son objetos en virtud ele las convenciones cultu-32 narcea, s. a de ediciones

    LA OBSER\'ACION

    rales ele lenguaje. 3. Un objeto slo lo es a condicin de ser semejante objeto descriptible, comunicable en un lenguaje. Dicho con otras palabras, hablar de "objetos" es establecer una relacin de equivalencia entre una manera de estableceracuerdos para hablar del mundo.Decir que ''algo" es objetivo es por lo tanto decir que es "algo" ele lo que sepuede hablar con sentido; es situarlo en un universo comn de percepcin ycomunicacin, en un universo convencional, instituido por una cultura. Si, por elcontrario, quisiera hablar de un "objeto" que no tuviera cabida en ningn lenguaje, mi visin sera puramente subjetiva, no comunicable; en ltimo extremo, loca.El mundo se conuierte en objetos en las comunicaciones culturales. La objetividad-en todo caso, as entendida- no es absoluta, sino relativa a una cultura.Igual que antes seal que existe un lenguaje anterior a toda descripcin, hayque aadir que tambin existe, anterior a todo objeto, una estructura organizadadel mundo en la que se insertan los objetos. Eso es lo que los socilogos comoPeter Berger y Thomas Luckmann (1978) llamaron la construccin social de larealidad . Ellos entienden por tal esa organizacin del universo unida a determinada cultura, sea ele una tribu de pescadores del Amazonas o nuestra culturaindustrial y que ofrece un marco a la visin, ele manera que cada una ele las cosaspuede tener en ella su lug?r (o ms bien, que determina lo que sern los objetos}Cornlius Castoriadis introdujo un concepto filosfico parecido al hablar ele la ins-titucin im ginmi del mundo (1978). El "mundo" est organizado segn eso enfuncin ele una sociedad (cf. G. Fourez, 1974, pp. 19-42).

    Los objetos no estn dados en s, independientemente de todo contexto cultural. Sin embargo, no son construcciones subjetiuas en el sentido corriente de lpalabra, es decir, "individuales": precisamente, gracias a una manera comn de verlos y describirlos, los objetos son objetos, Si, por ejemplo, quiero hacer de la florotra cosa distinta a la prevista en mi cultura, se sacar la conclusin de que estoyloco. No puedo describir el mundo segn mi subjetividad; tengo que integrarme enalgo ms amplio, una institucin social, es decir, una visin organizada admitidacornunitariarnente. Si, por ejemplo, quiero decir que un elefantito rosa est bailando sobre mi mesa, es probable que consideren que tengo trastornos mentales .. amenos que logre unir mi "visin" con un discurso socialmente admitidoPara ser "objetivo", teng o que integrarme en el entramado social: eso es lo queme permitir comunicar mis visiones a los dems; sin eso, dirn sencillamente quesoy subjetivo. As es como Bachelarcl hada notar que la objetiuidad izo se puedeseparar de los caracteres sociales de la prueba (1971, p, 116). (Ver tambi n La toury Woolgar (1979) que describen maravillosamente todos los trminos y fronteras,a veces sorprendentes, de la Institucin de un "hecho" cientfico).En otras palabras, el lugar de la objetividad no es ni una realidad en s absoluta, ni la subjetividad individual, sino la sociedad y sus convenciones organizadas einstituidas (cf Bloor, 1976, 1982). Uniendo ele este modo el concepto ele objetividad al ele interacciones sociales organizadas, se trata de no negar la importanciade la objetividad (Decir que algo no es absoluto no significa en modo algunonegar su importancia: por ejemplo, decir que se habran podido encontrar otrosmedios de transporte que lo que llamamos coches, es afirmar la relatividad ele esaCf P. Berger y Th Luckmann (1967) y C. Castoriadis 0978) Tambin Husserl (indito), citado porMerleau-Ponty (1945)

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    GRAHD FOLIREZ

    tecnologa, pero no negar su importancia y su inters)_. De lo q u ~ se .trata es .eletornar distancia del modelo artificial, segn el cual, sena un solo mcl1v1cluo quienobservara objetiva e independientemente de cualquier historia, ele .un modoabsoluto, la.s cosas tal y como son ; se trata ele ofrecer un modelo, segun el cual,la observacin es una construccin social relativa a una cultura y a sus proyectosEl carcter social ele la objetividad, tal y como se suele entender en el lenguajecorriente, tambin se manifiesta en ciertas situaciones, como en la correccin eleun dictado. Diremos que un profesor corrige con objetividad cuando s t i s f ~ ecierto nmero de normas socialmente instituidas. Sin embargo, esas normas estanrelacionadas con convencionalidacles adquiridas. Por ejemplo, el bajar un punto atoda falta de ortografa es una forma ele instaurar una cierta objetividad, cuyocarcter convencional e instituido se ve enseguida. Lo que proporcion a lacoJTeccill su objetividad es su conformidad con a regla socialmente ad mitida.Lo mismo ocu11e con las observ acion es cientficas objetivas o con las descripciones cientficas objetivas , como las de la cada de los cuerpos en el terreno dela gravedad: son las que siguen las reglas admitidas por la comunidad cientfica.Las reglas que siguen los observadores penniten estar de acuerdo con aquello delo que se habla.En conclusin, sealemos que, en contra ele una creencia bastante extendida, laobjetividad no se opone al carcter convencional y, por lo tanto, en cie110 sentidosubjetivo, ele la prctica objetiva por ejemplo, una observacin o una correccin).La objetividad ele las ciencias de la naturaleza y ele las ciencias sociales no sebasa en el espritu de imparcialidad que se puede encontrar entre los hombres eleciencia, sino, sencillamente, en el carcter pblico y competitivo ele la empresacientfica K. Popper).

    J,os distintos sentidosde l actividad del sujeto

    Podemos decir que la observacin no slo depende de un enunciado, sino eleuna actividad del sujeto Sin embargo, este trmino es ambiguo, porque puedeencubrir varios conceptos muy distintos Para muchos, la nocin ele subjetividadhace 1eferencia a una visin parcial del todo Hablaremos del sujeto emprico aldesignar a la persona que hace una observacin y que se ve i n f l u e n c ~ d por loque en ella hay ele particular e individual, eventualmente por sus mtereses ypasiones. En este sentido, si interpreto una observacin en funcin ele mi propiasubjetividad, se dir que mi observ acin es subjetiva y, en ciencia, sa no es unaapreciacin positiva. La ciencia transmite una tica de la difuminacin del sujetoindividual emprico.Pero, al menos desde Kant, la subjetividad remite en primer lugar a una co11s-/ntcc11. La palabra sujeto designa entonces el conjunto de actividades estructurantes necesarias para la obser vacin Ese conjunto forma lo que Kant llama ''suje-to transcendental o un tema transcendental'?. Y, como observar siempre esconstrnir y estructurar, se puede decir que la observacin es actividad del sujeto,o subjetiva, pero en cuanto que observar es organizar nuestra visin segn reglasque son sociales o estn unidas a la historicidad de una cultura.

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    l.A OBSER\'ACIO \.

    Si tengo una tiza verde sobre la mesa y al observarla me parece roja porquesoy daltnico, se dir, en el lenguaje habitual, que mi interpr etaci n es subjetivaporque depende de mi forma individu l de estructurar el mundo. Pero si hablode una tiza verde utilizando las nociones ele tiza y ele verde, y otras muchas, sedir que mi observaci n es objetiva ; sin embargo he podido estructurar esaobservacin por medio de una actividad estructurante del sujeto y por mediacinde una cultura compartida. An ms, se puede decir que el ca1cter objetivo vienedirectamente de las convenciones transmitidas por las actividades de los sujetosEl sujeto transcendental no es por tanto, de ninguna manera, algo quedepende del individuo: se trata ms bien ele un conjunto ele elementos unidos anuestra biologa, a nuestro lenguaje, a nuestra cultura, etc. Como afirmaron Husserl y Merleau-Ponty \ la subjetividad transcendental podr ser intersubjetivada ;en otras palabras , ese sujeto es una comunidad humana organizada en una lengua, costumbres, etc. Lo que da al objeto su carcter objetivo es precisamente esaconstrnccin por ese sujeto segn reglas socialmente admitidas y reconocidas. Enotras palabras, slo h y objeto a traus de la ''.mbjetividad y las conuenciones, loque no quiere decir que la observacin es subjetiva, si se entiende por tal quedependa de la interpretacin libre ele un individuo.

    La ciencia se nutre de hechos observados Pero no existen los hechos en bruto;incluso el eclipse, el trueno, el precipitado de la probeta, suponen una teora, ms omenos simple, ms o menos elaborada, pero que nunca est ausente. Ni siquierapodemos sentir o percibir sin poner algo de nuestra pane, algo de nuestros conocimientos adquiridos El pensamiento no se deja nunca eliminar (Ullmo, en Piaget,1967, p 657>

    El uso en infom1tica de bases de elatos puede hacer que nos ciemos cuentacon ms facilidad de lo gue es la objetivacin. Para que exista un objeto en unabase de elatos, es preciso que se integre en una de las categoras programadas enese fichero Lo que determina una clase de objetos no prmiene por lo tanto, sencillamente de afuera , sino tambin ele la clasificacin que nos hemos proporcionado Esa clasificacin permite reunir en un conjunto ele objetos cosas que tienen diferencias; es una manera concreta, convencional pero no arbitraria, eleresolver el proble ma ele lo igual y lo diferente .Tambin podramos introducir aqu la nocin de sujeto cientfico , entendiendo por tal el conjunto de actividades estructurantes unidas a una aproximacincientfica cletenninada sobre el mundo, para producir el objeto cientfico quehay que estudiar. Se puede decir que hay un sujeto cientfico particula r paracada disciplina, unido a lo que llamaremos el paradigma o la matriz disciplinaria de la misma; estudiaremos ms a fondo en qu consiste ese sujeto cuandoabordemos esos conceptos. Ahora sealaremos simplemente que el conjunto dereglas estructurantes clan a la disciplina sus objetos. Est claro que ese conceptoele sujeto cientfico no remite a uno o varios inclivicluos, sino a una forma socialmente establecida ele estrncturar el mundo.En otras palabras, segn Prigogine y Stengers 0980), la ciencia se dice hoyciencia humana, ciencia hecha por hombre s para hombres (p. 281). Segn ellos,'Husserl, en Die Krisis e11ropaische11 \Visse11scbclfte11 d die trc111sze11dl lltale Pbi110111e11ologie, ll(indito), citado por M Merleau-Ponty 0915) en Fe1101111?110/oga de la percepcin, Prefacio, p \11 narcea, s. a. de ediciones

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    GER RD FOUREZ

    en efecto, la ciencia supone un "enraizamiento social e histrico" (p. 280) y una"interpretacin global que no carece ele influencia sobre las investigaciones locales"(p. 88 ; los cientficos "pertenecen a la cultura a la que a su vez contribuyen" (p. 277 .

    Qu s lo objetivamente observable ?La manera en que la filosofa de las ciencias ha sacado a la luz las relacionesentre lo "terico" y lo "emprico" no deja de incomodar a veces al sentido comny a un anlisis epistemolgico. En efecto, si bien es fcil admitir que tocia descrip-cin contiene elementos ele nociones o teora, hay algo que hiere el sentido

    comn del bilogo al decir, por ejemplo, que una clula, tal y como se observa almicroscopio, no sera ms que un modelo terico: para l la clula "existe real-mente". Ademas, la experiencia comn y la ele los cientficos nos demuestra el"sentido comn" y el inters que hay en decir que ciertas observaciones debenconsiderarse independientes de las teoras (cf. Hacking, 1981).En otras palabras: hay que decir que una clula o un electrn existen? O msbien se debera decir que tomamos en consideracin los modelos tericos queson los modelos celulares y electrnicos?Qu sera mejor decir en los programas de enseanza secundaria que en ellosse estudia la clula, o que en ellos se estudia el modelo celular; que se estudia enellos el tomo o que se estudia en ellos el modelo atmico?

    Una visin espontnea afrrnara que la clula existe realmente", mientras queaceptaramos mejor decir que la teora de la evolucin, o la de la relatividad, sloexisten dentro ele la cabeza de los cientficos (aun cuando nos permitan "leer"mejor el mundo). Y adems, aceptaramos mejor decir que una silla no existe aligual que una clula, pues su existencia depende del uso que se hace de ellaAdems, la afim1acin excesivamente clara ele que lo emprico embebido ele teo-ra molesta al experimentador que considera correcto que, en ciertos momentos,la distincin entre emprico y terico le permita probar una teora (por ejemplo,cuando mide la temperatura de ebullicin de un lquido)En torno a estas cuestiones, los debates en la filosofa de las ciencias estnabiertos; ms adelante volveremos sobre la cuestin de la independencia de lostests experimentales en relacin con las teoras. Yo propondr aqu un modo dever que creo que puede clarificar el debate en cuanto al modo de existencia deentidades como las clulas.Vemos una clula al microscopio? o utilizamos el modelo celular para ver almicroscopio? En qu sentido existe realmente una clula?Si partimos de la experiencia comn, fcilmente estaremos de acuerdo enentender el significado de la oracin: el ordenador est sobre la mesa". Nadiepretender que se pueda hablar de un ordenador al margen de la experienciasocial de su utilizacin. Todos los instrnmentos, (ordenadores, sillas, ferrocarriles,etc.) carecen de realidad sin su contexto social. Un indgena de la Amazonia quenunca haya estado socializado con esos objetos, no podra hablar de ellos: para lel mundo es diferente a como lo es para nosotros. Afirmar esto no es negar laobjetividad de la silla o del ordenador: por el contrario, es su carcter social loque confiere a esos objetos su objetividad

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    L OBSERV CION

    Adems, cuando se trata ele hablar ele clula en un tejido vivo, las cosas sehacen ms clelicaclas D esd e el momento en que se supera cierta ing< nuidad,nos ciamos cuenta de que la clula no se manifiesta sencillamente; por elmicroscopio. Si as fuera, nos planteamos por qu tan frecuentemente los estu-diantes preguntan a sus prefesores: "Cmo hay que mirar para ver la clula?".Con ello indican que para ver la clula es preciso mirar de determinada mane-ra, con una rejilla de interpretacin que no siempre es evidente. Adems, si laclula se diera tan evidentemente en la observacin, tambin nos preguntara-mos por qu se necesit que pasara tanto tiempo entre el descubrimiento delmicroscopio y la moda del modelo celular. Evidentemente, slo se han visto lasclulas en el momento en que, de acuerdo con un estado de las interpretacio-nes tericas, resultaba interesante considerar al mundo de esta manera. En eso,la "clula" va junto con la "silla": en ambos casos, para "verlas" hay que relacio-narlas con cieito nmero de reglas de uso. No son nociones absolutas, sino"artefactos", es decir, realizaciones del "arte" o la ingeniosidad humana Desdeese punto de vista, tanto la silla como la clula aparecen unidas a una sociali-zacin instituida y estandarizada, y no se pueden considerar objetos que exis-ten independientemente de una visin de objetos instituyente. No se trata tantode la clula, que existira en s misma, como de la necesidad del modelo celu-lar para poder hablar de clulas.Semejante perspectiva no diluye la "resistencia de lo real", pretendiendo quepodramos afirmar cualquier cosa. Sencillamente insiste en que vh irnos en unmundo y en una sociedad en los que nos es imposible separar completamente loque proviene de las "cosas" y lo que proviene de la institucin social del mundo.Las cosas no se pueden separar de las interacciones sociales. Y, del mismo modo,las interacciones sociales no se pueden separar de las cosas. En caso extremo,cosas y sociedades participaran siempre en las actividades instituyentes, en lasnegociaciones que defirien nuestra historia (Latour, 1989). Ms all de una primeraaproximacin, en la que el distinguirlas tiene grandes ventajas, la gestin de lascosas, las tecnologas, las negociaciones sociales, y los modelos tericos estaraninexorablemente relacionados.Hablar de la observacin como de una constrnccin social no significa que sepuede observar lo que se quieraAfirmar esta relacin intrnseca entre lo terico y lo emprico no quiere decirque nuestras propuestas empricas vayan siempre unidas a todos los sistemas te-ricos en los que se pueden utilizar.Por suerte, en buen nmero de casos existe prcticamente independenciaentre ciertos modelos tericos y los ms amplios sistemas en los que se utilizan.En las oraciones la silla est en la habitacin" o "esas clulas estn muertas", sinduda resulta correcto decir que slo podemos hablar de la silla o de las clulas,refirindonos a modelos tericos; pero una vez aceptados estos, ya no interfie-ren prcticamente con el sentido de las oraciones. Dicho con otras palabras:cuando me interrogo sobre dnde est la silla o sobre la muerte de las clulas,hablando prcticamente puedo considerar que la silla o las clulas existen enrealidad.

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    GERAHD FOUREZ

    a ideologde l inmedi tez cientfic

    A pesar ele los anlisis que demuestran el carcter instituido de la obseivaciny sus reglas, la ideologa ele la "fiel obseivacin de los hechos" permanece vivaPara muchos, observar es simplemente situarse pasivamente frente al mundo tal ycomo es. As se enmascara el ca1cter construido y social de toda obseivacin;nos negamos a ver que "observar" es integrar al mundo en los proyectos quetenemos. Esa dif inaci del sujeto (a la vez individual y social, emprico ytranscendental o cientfico) no es inocente Al ocultarlo ele este modo, nos ofrecemos la imagen de una objetividad absoluta, independiente ele todo proyectohumano. Es una forma de "absolutizar" la visin cientfica y nuestra visin delmundo y ele V(tlarnos su particularidacL Tendremos que interrogarnos sobre lasrazones por las cuales las prcticas cientficas borran tan bien sus orgenes hastael punto ele que JM Lvy-lebloncl ha podido decir' que generalmente se habla de"cientificidad" cuando nos encontramos con un saber cuyos orgenes han desaparecido; los saberes ele la vida cotidiana, aquellos ele los que vemos an a qu proyecto van unidos, rara vez se llaman cientficos

    De ah proviene cierta ingenuidad semejante a la de nuestros antepasadoscuando pensaban que estbamos civilizados, mientras que las dems sociedadesdel mundo no lo estaban. Creemos fcilmente que nuestra observacin cientficadel mundo tiene una objetividad absoluta. Hacer un juicio semejante slo es posible a condicin de ocultar la particularidad de nuestra visin de nuestra sociedady ele nuestra situacin. Frecuentemente, esta clifuminacin desemboca con asociedad tec ocr irn en la que se querrn fundamentar o legitimar decisionessocio-polticas o ticas sobre razonamientos cientficos que se pretenden neutroso absolutos cf l. Stengers en Fourez, 1986).

    Pero tocia observacin conlleva un elemento de fidelidad En el trabajo cientfico se da la fidelidad a las convenciones que nos permiten trabajar juntos ennuestra aprehensin del mundo Tambin existe fidelidad en el sentido de quetoda observacin, o todo trabajo terico, se sita en una comunidad humana ycon ella se relaciona. Y esa comunidad est a su vez relacionada con una historia,con un mundo que no controlamos. De forma que no observamos sencillamentelo que queremos ver, sino que nos insert mos en algo ms, en una historia humana y en un mundo_ La intuicin de los cientficos cuando se dicen fieles a la re11i-dad no carece, pues, ele base,Falta decir algo sobre el hecho de que a menudo tenemos la impresin ele quelo que observamos es ciertamente "real"- El se11timien1 de realidad es subjeti10y afectivo y hace que tengamos confianza en el mundo tal y como lo vemos.Sin insistir demasiado en el origen de ese sentimiento, sei1alemos que no carece de relacin con el hecho ele que muchas personas a las que amamos porejemplo, nuestros padres) ven el mundo como nosotros. El nio tiene la impresin ele que el mundo en el que vive es real en la medida en que siente que laspersonas que le importan ven lo mismo que l ve, Si, por el contrario, su pap osu mam afirmaran que lo que l ve no es real, pronto tendra la impresin elel'ivir en un mundo irreal. Hay enfermedades psicolgicas que a veces estn rela-' Hespecto al sentimiento de la realidad ver) ~ l a r e c h a l (1937) y G Fourez (197- y 1979)38 narcea, s a. de ediciones

    L OBSl HVACIOi\

    cionaclas c o ~ 1 ese tipo de imgenes ambiguas a las que los padres remiten cuestion.and_o. contmua.1;1ente el sentimiento ele realidad que el ni11o experimenta IosC enttftcos t:1mb1en suelen tener la impresin ele ver "algo real" cuando estn enuna co.murndad h: comunidad cientfica- que aprueba su descripcin " Por el

    ~ o n t r a u o cuando tienen la impresin de ser los nicos en obse1var un fenmenouenen un sentimiento ele irrealidad e incluso tienden a no creer en sus o b s e r v a ~ctones_

    El s e ~ : i m i e n : o ele la reali:Jad tambin se puede entender mejo( en sus componentes pstcosoctales al r ~ f e n m o s a su alteracin, o, dicho ms Jl;mamente, a loslavados de cerebrc;i \G Fourez, 1974, p. 1 . Hoy en da sabemos que se puedeh ~ c e r que acontec11111entos que parecen totalmente "reales" p1ocluzcan, tras ciertonumero de p r ~ c e s o s , la sensacin casi ~ o t a l ele irrealidad (Hall, 1959 y G Fourez,1974, .PP .38--10) 1o_clos hemos e . x ~ e n m e n t a c l o eso en mayor o menor grado,

    e s p e c 1 a l n : ~ n t e clespues ele haber v1v1do acontecimientos inesperados. Para alterarla sensac1on de realidad, los procesos ele lavado ele cerebro proceden en primerl u g ~ r separando al_ "paciente_" .ele sus habituales puntos ele referencia espaciotemp0t. Igualmente, se desacreclitarfln los distintos procesosmedt

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    do a identificarse, nuevos sistemas ele legitimacin o ele pruebas, recompensas ycastigos en Jos exmenes, etc No es raro que el resultado final sea, despus elecinco aii.os ele universidad, que los estudiantes estn condicionados, suave perofirmemente, a cierto modo ele ver el mundo. Y esto tanto ms cuanto que lavisin cientifica del mundo suele funcionar como los grandes mitos que, en distintas culturas, aseguran la base de la representacin del mundo: a veces se enseanlas ciencias ele una manera tan dogmtica que nos recuerda la enseanza ele lareligin hace algunos siglos. En nuestra sociedad occidental, el concepto de matea juega a veces el papel ele mito ltirno al que se hace referencia incesantemente. Por lo tanto, resulta imposible definir qu es la materia . Concepto que parecefuncionar como una nocin mtica referida a la ltima organizacin cientfica del

    mundo (o ms concretamente, a lo ltimo en la organizacin del mundo por lafsica). En conclusin, en nuestra sociedad, al contrario que en la Edad Media en Jaque la religin era la que tena esa funcin, las ciencias parecen tener el papel elemito fundamental es decir, que nos dirigimos a ellas para encontrar lo que serala ltima realidad.Por otra parte, la nocin de real parece funcionar como una forma de anunciar una interpretacin privilegiada; as se dira que un sueo no es algo real .Tratar ele decir lo que en ltimo trmino no es lo real, equivale a buscar una interpretacin a la que se ciara un ltimo estatuto privilegiado. Decir que esto es enrealidad aquello es privilegiarJa segunda interpretacin (aquello) con respecto dela primera esto) Por ejemplo, si digo que tal enfermedad no es realmente fisiolgica, sino psicolgica, la palabra realmente seala simpl emente la interpretacinprivilegiadaCuando estamos acostumbrados a ver el mundo de una forma determinada, sehace casi imposible ver las cosas de otro modo. Cuestionar esa visin creara unacrisis afectiva profunda. La visin que tenemos del mundo parece entonces absolutamente objetiva y necesaria. Esto puede llegar hasta el punto ele que si, en unadetermi nada sociedad, alguien negara esas visiones necesarias, pronto se ledeclarara loco, tiene eso un significado absoluto o significa sencillamenteque suvisin del mundo se integra mal en la institucin imaginaria del mundo, de susociedad? (cf. Foucault, 1961).Para entender mejor cmo la construccin social del mundo provoca el sentimiento de objetividad y como sta es una institucin social, resulta interesante elejemplo del solfeo. Sin el solfeo, sin cierta teora ele las notas musicales, las notas11 e:> :isten objetivamente. Y, sin embargo, gracias a esa teora, las notas existenobjetivamente. Las notas musicales no existen por s mismas , sino tan slo a travs de esa visin socio-cultural que instituye el mundo del sonido: el solfeo. Perocomo, en nuestra cultura, el mundo del sonid o es menos objetivo que el de lavista, tenemos la impresin (al menos a mayora ele la gente, aunque no necesariamente los msicos) ele que el mundo del sonido es menos objetivo que el dela vista. En ltima instancia sentiramos la tentacin de decir que las notas musicales son menos reales que los colores. Muchas personas tienen la impresin de quever rojo es objetivo, mientras que or un la es tener una experiencia que vaunida a una cultura. Cuando el mismo rojo va tambin unido a una construccinsocial del mundo. (Sealemos que para que las notas musicales existan como

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    L ORSEHV CION

    objetos, no es necesario que se definan tcnicamente mediante el solfeo bastacomo en el caso de Jos colores, con que tengan una definicin informal Hall:1959).Entonces, cuando observamos, observamos la realidad? observamos la cosa

    en s tal como sera independientemente ele nosotros? Volveremos ms adelantesobre la cuestin de saber si es posible llegar al objeto en s e incluso nos preguntaremos en qu medida esa nocin es til. Los anlisis que acabamos elehacer nos conducen a reconocer que lo que observamos es siempre un mundoya estructurado por nuestro modo de verlo y ele organizarlo. En ese sentido,podemos decir que, en ciencia, slo podemos hablar ele objetos fenomenales(es decir, los objetos tal como aparecen, vistos por el sujeto transcendental o elsujeto cientfico). Todas las observaciones cientficas se sitan en torno a esavisin estructurada; lo que habra en ltima instancia detrs o debajo de nuestras observaciones est fuera de nuestro alcance; siempre llegamos demasiadotarde: el sujeto estructurante est ya presente desde el momento en que hablamos ele un objeto. Las observaciones cientficas no se preocupan por la realidadltima del mundo observado; se contentan con el mundo fenomenal tal y comoaparece, tal y como nosotros lo organizamos (cf. Kant, 1785, Blondel, 1893) Estees el sentido ele la famosa expresin atribuida a Newton: Hypotheses nonfingo .

    La conviccin del observadorlas pruebasEn la r r ~ e d i d a en que la conviccin va unida a una insercin en la comunidad,se puede analizar la validez ele las teoras cientficas dentro del marco de los procesos psicosociales, que suponen la conviccin.Dentro de este marco, se puede fcilmente reinterpretar lo que se presenta enlos manuales de ciencias y en muchos artculos como pruebas cientficas . Generalmente son relecturas del mundo a travs de la te01ia que tienden a hacerla creble. As, si quiero probar que realmente veo una lmpara en mi mesa, no harms que repetir todos los elementos de interpretacin que me han llevado ahablar ele la lmpara. Tan slo hago una relectura de mi visin del mundo. Igualmente, si deseo probar mi teora sobr e el electrn, slo har una relectura delmundo a travs de esa teora.Tocio lo que las pruebas que aparecen en Jos cursos ele ciencias consiguendecir es que las teoras enseadas proporcionan un instrumento satisfactorio delectura del mundo observado. Y tocios los que ensean saben hasta qu puntoel mundo observado est estructurado en un curso para que no se vea demasia

    do lo que sembrara la duela sobre el modelo enseado. La descripcin delmundo observado ya est hecha en funcin ele una teora que ser probada ;en ese sentido, se podra decir que tocia descripcin cientfica y tocia observacinya es el establecimiento de un modelo terico. La expresin probar esa observacin no se utiliza en absoluto, pero podra significar que el modelo tornado fun- narcea, s. a de ediciones

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