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Memoria Trabajo
Fin de Grado
Facultad de Comunicación
UNIVERSIDAD DE SEVILLA
Grado en Periodismo
SEVILLA 2016-2017
-
Luna Cuberos GallardoEchando Raíces
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
TRABAJO FIN DE GRADO 1
ÍNDICE
1. Resumen ........................................................................................................................... 2
2. Palabras clave ................................................................................................................... 2
3. Introducción ...................................................................................................................... 3
4. Justificación del tema ........................................................................................................ 6
5. Objetivos ........................................................................................................................... 8
6. Metodología...................................................................................................................... 9
6.1. Fuentes ................................................................................................................... 10
6.2. Problemas, dificultades y facilidades ........................................................................ 11
6.3. Marco teórico. ¿Qué es un reportaje?...................................................................... 11
7. Reportaje (Texto íntegro) ................................................................................................ 13
8. Conclusiones ................................................................................................................... 29
9. Fuentes documentales .................................................................................................... 31
9.1. Libros ...................................................................................................................... 31
9.2. Artículos en internet ................................................................................................ 31
9.3. Textos legislativos .................................................................................................... 31
9.4. Entrevistas personales ............................................................................................. 32
9.5. Otras fuentes ........................................................................................................... 32
Anexo ..................................................................................................................................... 33
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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1. Resumen
En los primeros años del Siglo XXI, España vivió un proceso de grandes movimientos
migratorios debido a la situación económica y social del país. En el año 2000, la
población extranjera censada en España era de 923.000 personas. Actualmente, asciende
a los 4.559.000. Uno de los colectivos más importante es el latinoamericano. Miles de
personas cruzaban el Atlántico en busca de nuevas oportunidades y una vida mejor para
luego regresar a su país con mejores condiciones. Lo que para algunos iban a ser tan
solo unos años, finalmente se acabaron convirtiendo en más de 20. Durante estos largos
años, han tenido que experimentar un periodo de integración y adaptación al nuevo
mundo y sociedad que les rodea.
2. Palabras clave
Cultura; inmigración; tradición; Sevilla; integración; 2ª generación;
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3. Introducción
Después de este pequeño resumen, aclararemos algunos de los conceptos claves y
principales que están presente en este trabajo. Lejos de dar una descripción social-
antropológica sobre el concepto comunidad y cultura, expondremos cómo definen
diversos autores estos conceptos ya que son necesario conocerlos para situar el
reportaje. En primer lugar plantearemos las definiciones del concepto comunidad por
parte de tres autores y a raíz de estas, sacaremos unas posibles conclusiones.
El trabajador e investigador social italiano Marco Marchioni define comunidad como
“un territorio concreto, con una población determinada, que dispone de determinados
recursos y que tienen determinadas demandas”. Una comunidad engloba varios
elementos en sí misma que la conforman. Marchioni, en su definición, habla de cuatro
factores fundamentales: territorio, población, demanda y recursos. Para que se forme
una comunidad, esta debe contar con los cuatro elementos.
Por otro lado, el historiador y trabajador social latinoamericano Hernán Kruse da una
definición quizás más compleja de una comunidad. Señala que es “la unidad social
cuyos miembros participan de algún rasgo, interés, elemento o función común, con
conciencia de pertenencia y sentido de solidaridad y significación, situados en una
determinada área geográfica en la cual la pluralidad de personas interacciona más
intensamente entre sí que en otro contexto”. Kruse va un poco más allá en su definición
ya que no solo habla de los elementos necesarios para formar una comunidad sino que
introduce la idea de conciencia de pertenencia. En un trabajo recogido por el experto
investigador José Ramón Terry Gregorio, explica como se le da especial importancia
a esta idea ya que “no existe pertenencia sin la presencia de un grupo humano ubicado
en un territorio al cual se siente arraigado, con su cultura, su identidad cultural y
patrimonio, con su sistema de valores, su tradiciones y creencias”. Son conceptos que
pueden englobar una red cada vez más amplia de elementos.
Por último, la experta latinoamericana María Teresa Caballero expone su idea de
comunidad como el “agrupamiento de personas concebido como unidad social, cuyos
miembros participan de algún rasgo común (intereses, objetivos, funciones), con sentido
de pertenencia, situado en determinada área geográfica, en la cual la pluralidad de
personas interactúa intensamente entre sí e influye de forma activa o pasiva en la
transformación material y espiritual de su entorno”. Podemos observar que también
introduce en su definición palabras claves. Estas son: rasgos comunes, espacio
geográfico, unidad social, sentido de pertenencia, etc.
Como podíamos prever, todos los autores mencionados coinciden en varias cuestiones
básicas y las más importantes. Estas son, entre otras, hablar de un grupo de personas o
miembros de un grupo para que se forme una comunidad, de un espacio geográfico y un
interés común. Para poder aplicar esta idea tan amplia y compleja al tema seleccionado
para nuestro reportaje, la llevaremos a una pequeña escala. Hablamos de un colectivo
dentro de otra comunidad.
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Una vez explicado el concepto comunidad, reflejaremos qué se quiere decir cuando se
habla de cultura o de una cultura.
Para comenzar, la descripción que dio la UNESCO en 1982 para hablar de cultura es la
siguiente: “En su sentido más amplio la cultura puede entenderse actualmente como el
conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y efectivos que
caracterizan una sociedad o grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras,
los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores,
las tradiciones y las creencias”.
Para nuestro reportaje, de esta definición nos centraremos sobre todo en las ideas de
rasgos distintivos, grupo social, modo de vida, tradiciones y creencias. Con ellas
observamos la estrechísima relación que mantienen los conceptos cultura y comunidad.
A lo largo del mismo, se verán reflejados los siguientes factores: el modo de vida de un
latinoamericano en Sevilla y como mantiene vivas y celebra sus tradiciones y creencias
de origen.
El conjunto de todos estos factores y otros más complejos formarían la identidad
cultural. Para ampliar un poco más esta escueta definición, la psicóloga y socióloga
Maritza Montero la define como “el conjunto de significaciones y representaciones
relativamente permanentes a través del tiempo que permiten a los miembros de un
grupo social, que comparten una historia y un territorio común así como otros
elementos socioculturales, tales como el lenguaje, una religión, costumbres, e
instituciones sociales, reconocerse como relacionados los unos con los otros
biográficamente…”. Según la autora, todos los factores mencionados interactúan entre
ellos y con el paso del tiempo hacen que se cree y se desarrolle una comunidad.
Por último y para terminar de situar nuestro reportaje en un contexto entendible,
señalaremos que en los últimos años del siglo XX y primeros del XXI, España vivió una
etapa de movimientos migratorios muy importante.
De un artículo realizado por José Rafael González López, María de las Mercedes Lomas
Campos y María de los Ángeles Rodríguez Gázquez, académicos de la Universidad de
Sevilla y la Universidad de Antioquía (Colombia) respectivamente, titulado ‘Evolución
de la inmigración en Europa y España durante los siglos XX y XXI’ y publicado en la
Revista Cuidarte extraemos algunos fragmentos que nos ayudan a explicar el fenómeno
sobre la inmigración y que interesa para situar nuestro contexto. Esto además, ha sido
contrastado y corroborado con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Debido a la situación económica y geográfica de España tras la incorporación en le
Unión Europea en 1986, se convierte en un foco muy atractivo para la población de
países de África, América Latina, Asia y Europa del Este. Ya desde este punto, España
ha ido recibiendo cada vez a un número mayor de inmigrantes. Explican, además, que
son numerosos los estudios y análisis socio-demográficos sombre migraciones de la
últimas dos décadas del siglo XX los que confirman que España pasó a “de ser un país
de emigración a ser un país de inmigración. En la década de los ochenta, la inmigración
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extranjera en España junto al retorno de los antiguos emigrantes españoles hizo
impulsar el crecimiento de la población española a principios del siglo XXI”.
Según datos extraídos del Padrón Municipal del año 2000: el 2,28% de la población
que residía en España era inmigrante, es decir, 923.879 personas. En menos de una
década, esta cifra superó el 12%, más de 5.598.000 inmigrante estaban inscritos en
España, provenientes de diversos países del mundo como, China, Perú, Paraguay,
Rumanía, entre otros. Actualmente, el número de inmigrantes según el INE es de
4.549.858 personas. Dada a la situación de irregularidad de un alto porcentaje de
inmigrantes no se puede decir con exactitud cuál es la cifra de residentes. Según datos
recogidos en el INE, en 2009 las Comunidades Autónomas con mayor población
inmigrante fueron Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y
Andalucía. Aparte de los ya mencionados, otro de los factores importantes y complejos
que explican la fuerte inmigración en España es lo relacionado al ordenamiento
jurídico, la Constitución, las leyes, etc. En el Título I, artículo 13 se lee “Los
extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente
Título en los términos que establezcan los tratados y la ley”.
En la Revista Cuidarte se aprecia como sus autores le dan suficiente importancia y
hacen referencia a la primera ley específica que trató a los extranjeros en España. Esta
fue la Ley Orgánica 7/1985, de 1 de julio sobre Derechos y Libertades de los
Extranjeros en España. Trataba ser una “ley que obedecía la exigencia de regulación de
la inmigración por nuestra inminente entrada en la UE y que tenía como finalidad
distinguir entre trabajadores comunitarios y pertenecientes a terceros países”. Debido al
continuo crecimiento migratorio, posteriores a esta se han ido modificando, reformando
y añadiendo más leyes relacionadas con la inmigración, pero ya esta nos hace encontrar
otra respuesta más al fenómeno migratorio en España en las últimas dos décadas del
siglo XX. Se destacan los cambios producidos por la modificación de la Ley de
Extranjería que publicó el BOE: Ley Orgánica 8/2000, reformando la anterior Ley de
Extranjería 4/2000. Esta, y sus posteriores modificaciones (LO 11/2003, LO 14/2003)
reformaron temas relacionados con derechos sociales, visados, reagrupación familiar,
acceso de residencia, asilo, etc. Aunque algunas medidas las modificaron para ser más
flexible es importante señalar que, debido a la reciente crisis que ha vivido y vive
España, otras han sido endurecidas y hacen que se dificulte la entrada a los inmigrantes.
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4. Justificación del tema
La elección de nuestro tema vino determinada por, sobre todo, un factor: la realidad en
la que vivimos actualmente. Solo una persona que vive de manera plenamente aislada
no podría darse cuenta de la interculturalidad que existe en una gran ciudad, en Sevilla
concretamente. Los barrios están llenos de negocios y locales extranjeros y de personas
de distintos países paseando por sus calles. Es un hecho real que vivimos a diario.
Hecho que enriquece una ciudad, la cultura y a cada uno de nosotros. Nos enseña a
convivir y compartir con personas de diferentes orígenes. Los movimientos migratorios
de las últimas décadas han hecho que en España y Sevilla se asienten personas de todas
las nacionalidades, desde China hasta Chile, pasando por cientos y cientos de países.
Resulta muy interesante “ponerse en su piel” por un momento e intentar comprender en
todos los sentidos cómo es su vida aquí, ya que no son pocos los que viven esa realidad.
Solo esta manera ayuda a eliminar posibles prejuicios de ciertas comunidades. La
elección de que sea centrado en la comunidad latinoamericana se debe a las semejanzas
que tienen con sociedad española, como en la lengua, por ejemplo, además de la historia
pasada que, nos guste o no, nos une. A esto se le añade el gran porcentaje de
latinoamericanos que viven en Sevilla. Por último, está la parte personal que
explicaremos un poco más adelante.
En cuanto a la decisión de hacer el proyecto en forma de reportaje surgió por una idea
tan típica como cierta. Estamos terminando la carrera de periodismo y dentro de esta
profesión, el reportaje es el género de todos los géneros. Resulta ser el recurso ideal
para plasmar historias además de poder recoger en sí mismo otros géneros como es la
entrevista y la noticia. El reportaje da libertad para expresar ideas, conclusiones,
informaciones, opiniones, etc. y entremezclarlo con historias, en este caso, de interés
humano. Es decir, es el género más completo y, qué mejor que hacer uso de este para
mostrar lo aprendido durante los cuatro años anteriores. El reportaje, además, da la
opción de ser más creativo y no tan sistemático, como pueden llegar a serlo otro tipo de
modelos de proyectos. Por cómo se planteó este proyecto concretamente, no hubo dudas
de cómo se le iba a dar forma ya que la mejor manera de contar una historia de una o
más personas es contarla desde dentro y el reportaje de interés humano podía ser el
recurso más acertado.
En lo personal. Normalmente, la elección del tema para realizar en el trabajo de fin de
grado no es una decisión que se toma de un día para otro y por un solo motivo. Viene
determinado por varios factores que se plantean y finalmente, cuando se puede
comprobar que es viable, se decide llevar a cabo. Si a todas las razones explicadas en la
primera parte de este punto se le suma que es un tema que te interesa mucho y con el
que te sientes cómodo, es una gran ventaja y una gran motivación para llevarlo a cabo.
En mi caso concreto, fue así, tal cual.
Tenemos que remontarnos varios años atrás cuando empezó mi cercanía, primero más
“espiritual” que física, con el continente latinoamericano y su gente. Por cuestiones
laborales, uno de mis tres hermanos ha pasado estancias temporales en distintos países
sudamericanos, como Ecuador, Argentina o Brasil, entre otros. Cuando volvía siempre
contaba historias sobre la manera de ser, de vivir, de sentir, que tenían en aquellos
países que ya desde entonces iba despertando un interés en mi cada vez mayor. Entre
otras cosas, traía su música, sus comidas, sus paisajes, sus experiencias, y todo me
atraía. Sentía una especie de amor platónico.
El año pasado, gracias a la Universidad de Sevilla pude hacer realidad uno de mis
sueños, viajar a Latino América. A través de un programa de intercambio fui a estudiar
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seis meses a Santiago de Chile. Pude conocer unas culturas, unos lugares, unas comidas
y unas personas que no han podido ser más maravillosas, incluida mi pareja. Aquí
comenzó mi cercanía física, en primera persona. Por ello, la idea de unir la comunidad
latinoamericana, la cultura, las tradiciones y mi ciudad, me pareció muy atractivo e
interesante. No cabía duda el querer llevar hacia adelante este bonito proyecto.
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5. Objetivos
Los objetivos del presente reportaje han sido planteados de manera piramidal,
empezando por los principales o generales y por últimos algunos ya específicos. Son los
siguientes:
1. Reflejar, de manera general, cómo viven algunas personas latinoamericanas en
Sevilla, como representación de su comunidad, su integración y cómo continúan
con sus tradiciones y cultura.
2. Contar las vivencias y experiencias personales de cada uno de ellos como los
obstáculos o dificultades que encontraron al llegar y con los que conviven a
diario.
3. Mostrar qué labores realiza la Fundación Sevilla Acoge para la inserción de los
inmigrantes latinoamericanos en Sevilla.
4. Contar qué fiestas, hábitos, celebraciones, etc. siguen realizando en Sevilla para
mantener vivas sus culturas: comida, aficiones, lugares de reunión, etc.
5. Exponer cuales son los diferentes países de los que provienen, destacar el perfil
de las personas que llegan y la capacidad de integración en comparación con
otros colectivos.
6. Exponer las diferencias sociales y culturales.
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6. Metodología
Una vez elegido el tema y el formato en el que íbamos a realizar el proyecto, debíamos
ponernos manos a la obra intentando seguir un orden más o menos lógico pero que a su
vez nos hiciera sentir cómodos. Es decir, podría decirse que la primera toma de contacto
con el mismo fue en el campo más asequible, la parte teórica.
En primer lugar realizamos la justificación del tema y de porqué habíamos decidido
hacerlo en forma de reportaje. Además destacamos una serie de objetivos que, a lo largo
de los meses y de la realización del TFG, se han ido modificando un poco.
Paralelamente, desde el principio ya teníamos afianzada la idea sobre algunas de las
personas a las cuales íbamos a entrevistar para el reportaje, aunque a medida que
íbamos avanzando han ido surgiendo otras fuentes y “cayendo” otras.
En segundo lugar situamos el reportaje para que ganara un mayor sentido. Así pues, nos
centramos en completar un contexto con contenidos documentales, información y datos
relacionados aclarando conceptos claves y para finalizar realizamos el marco teórico del
reportaje en sí. Para ellos tuvimos que reunir a diversos autores y libros internacionales
que dejaremos reflejados en la bibliografía del proyecto.
En tercer lugar elaboramos las entrevistas que íbamos a realizar con una serie de
preguntas que nos interesaba conocer para reunir la máxima información posible para el
reportaje. Realizamos distintas entrevistas dependiendo la persona a la que iba dirigida:
inmigrantes, profesionales, expertos, etc.
Casi completada la parte teórica, en cuarto lugar llevamos a cabo las entrevistas para el
reportaje. Primero fue a los inmigrantes latinoamericanos que iban a formar parte del
reportaje, dos de ellas surgieron porque eran “conocidas”. Después, contactamos con
dicha fundación que no dudó en darnos una cita personalmente para facilitarnos toda la
información que le pedimos. A raíz de la entrevista con ellos, pudimos conseguir una
tercera fuente dispuesta a hablar, un tercer inmigrante latinoamericano. Por último,
quisimos conocer la opinión y los conocimientos de expertos y personas que tratan
habitualmente con este tipo de personas y por ello acudimos a un antropólogo
especializado en inmigración y a una trabajadora social del ámbito público.
En quinto lugar escribimos el reportaje por completo, con toda la información recogida
en las entrevistas y otras fuentes documentales extraídas. Una vez terminado, armamos
la maqueta basándonos en el diseño de un reportaje del suplemento ABC semanal.
Añadimos las fotos y creamos la historia que queríamos contar. La procedencia del
material fotográfico es diverso. Para la portada utilizamos la famosa obra del pintor
Gustav Klimt, El árbol de la vida. A modo de metáfora, hemos querido relacionar el
título de nuestro reportaje (Echando raíces) y la historia de cada uno de los inmigrantes
con un árbol (vida que crece) que echa raíces en algún lugar. Además, las figuras del
cuadro representan una mujer señalando a una pareja abrazada, significando esto el
anhelo de dicha mujer solitaria por el amor de la pareja de la derecha. Esto lo hemos
relacionado, también a modo de metáfora, con las mujeres inmigrantes que se tenían
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que marchar a otros países dejando atrás a su familia y el deseo de estas por querer
reencontrarse. Dentro del reportaje, hemos utilizado fotografías propias (foto de María,
fotos de Cusco y foto del cementerio de Chile), fotografías cedidas por Sevilla Acoge
(‘Programa Mujer’), fotografías cedidas por Inés (fotos que tiene en su salón como
recuerdos de años anteriores) y fotografía cedida por el antropólogo Francisco Cuberos
(procesión Virgen de Caacupé)
En sexto y último lugar completamos el presente apartado con los puntos restantes del
proyecto como la metodología seguida y la bibliografía utilizada.
6.1. Fuentes
Para nuestro reportaje hemos utilizado un total de 6 fuentes. Por un lado, nos han
acompañado tres latinoamericanos que nos han contado cómo es su vida en Sevilla y
cómo mantienen viva su cultura, la experiencia de su llegada, las diferencias que
encuentran, su proceso de integración y un largo etc. Estas personas son María
Fredesvinda Calderón Valdivia (Perú), Inés Vargas Pereira (Brasil) y Juan Pablo
Rodríguez Tapia (Bolivia). Por otro lado, quisimos contar con la opinión de expertos en
la materia y personas que trabajaran directamente con este tipo de personas para así
comprender diferentes factores como el porqué de esta oleada de inmigración latina,
motivos por los que acuden a fundaciones y asociaciones, posterior proceso de
integración–inserción, entre otros. Para ello acudimos a la Fundación Sevilla Acoge,
conocida por su antigüedad, aportación, incansable apoyo y labor con los inmigrantes.
Como representación, allí hablamos con Esteban Tabares Carrasco, uno de los
“creadores” de la fundación y hombre comprometido donde los haya. Esteban, entre
otras cosas, ha sido cura y ha participado muy activamente a lo largo de su vida en el
SOC, por lo que la historia de su experiencia nos resultaba muy interesante y útil para
nuestro reportaje. También queríamos tener el punto de vista de un trabajador social del
ámbito público para así conocer un poco más cómo se implica o cuál es la aportación de
la Junta de Andalucía en cuanto a ayudas económicas y otras ayudas. Para ellos
hablamos con Ángeles López García, trabajadora social del Ayuntamiento desde hace
11 años. Por último, completamos el reportaje con la aportación del doctor en
Antropología y experto en inmigración latinoamericana, Francisco José Cuberos
Gallardo, que nos dio la información que necesitábamos para entender mejor el marco
histórico y teórico de nuestro reportaje.
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6.2. Problemas, dificultades y facilidades
Como en cualquier tipo de proyectos, la elección del tema y llevarlo a cabo ha traído
consigo una serie de dificultades y también de facilidades. Quizás el problema principal
que destacamos es que es un tema muy amplio, por lo que hemos tenido que fijar unos
límites que acotaran lo que íbamos a tratar. De lo contrario, si pretendemos abarcar
demasiado puede ocurrir que no se cumplan los objetivos marcados y por tanto que el
resultado no sea el esperado. Además, a la hora de realizar el reportaje es muy fácil caer
en lo puramente informativo y para que este no ocurra, hemos tenido que hacer un
esfuerzo para darle un toque creativo, original e intentar darle un punto de vista
diferente. La mayor ventaja o facilidad ha sido que el tema nos resulta muy interesante,
por tanto, la implicación en este se hace de manera mucho más activa e interesada
(valga la redundancia). Una pequeña dificultad encontrada fue la búsqueda de personas
inmigrantes dispuestas a dedicarnos un tiempo para contarnos sus experiencias y su vida
en Sevilla. Sin embargo, todo lo contrario ocurrió a la hora de hablar con la Fundación
Sevilla Acoge, por ejemplo. Su representante estaba encantado y muy dispuesto en
reunirse con nosotros y contarnos toda la trayectoria de la fundación, las labores que
realizan y así como darse a conocer. En cuanto a la parte teórica del trabajo no hemos
tenido mayores problemas para buscar la información requerida ya que es un tema
bastante tratado. Por tanto, nos ha resultado sencillo encontrar todo lo que
necesitábamos para completar nuestro trabajo.
6.3. Marco teórico. ¿Qué es un reportaje?
El eje principal de este Trabajo Fin de Grado es el reportaje, lo hemos llevado a la
práctica y ahora es el momento de dar algunos retoques teóricos. Para ello hemos
elegido como referentes a dos autores españoles expertos en géneros periodísticos:
Sonia Parratt y Alex Grijelmo.
Para comenzar hablaremos de las características generales que atribuye Sonia Parratt al
género del reportaje e iremos profundizando el marco teórico con elementos más
específicos de dicho género. La autora destaca principalmente cuatro características
generales que definen el reportaje.
En primer lugar el reportaje debe narrar y explicar hechos que sean actuales, de interés
actual, pero no estrictamente noticiosos. A diferencia de otros géneros, tiene una mayor
libertad estructural y estilística pero sin emitir juicios por parte del autor. Si bien el
autor firma el texto y su función es ser testigo de lo que va a contar y debe narrarlo y
describirlo de manera que el lector se sienta casi testigo. Además, podemos distinguir
dos tipos de reportaje fundamentalmente, el reportaje objetivo y el reportaje
interpretativo o en profundidad.
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Parratt además, señala una serie de objetivos claros que caracterizan y hacen único al
reportaje como género. Su primer objetivo es conocer el proceso gradual que va de la
noticia al reportaje. Entre un polo y otro hay una infinidad de tipos de textos. En
segundo lugar, constatar cómo puede abarcar una amplia gama de registros
cronológicos, desde el más actual al totalmente alejado de la actualidad. Además el
reportaje pretende estudiar el concepto de interpretación como un elemento sustantivo y
cómo su estilo se puede oponer por completo al estilo informativo de la noticia. Y como
último objetivo, descubrir en su estructura toda la libertad creativa inherente al género.
La autora coloca en cada uno de los extremos de la información a la noticia y al
reportaje interpretativo. Una noticia pura no deja espacio para la interpretación en sus
líneas, su sujeto, verbo (o verbos) y predicado son claros y concisos. Es todo más literal.
En un reportaje interpretativo, por ejemplo, es habitual encontrar figuras literarias como
metáforas, adjetivos entrecomillados, etc. Entre uno y otro nos podemos encontrar una
inmensa cantidad de textos diferentes.
Como hemos mencionado anteriormente, existe una distinción del reportaje. Esto no es
exclusivo de Sonia Parratt sino que son muchos los autores los que hacen una
clasificación de dicho género periodístico teniendo en cuenta una serie de factores.
Por un lado, el periodista Alex Grijelmo distingue el reportaje objetivo que, al igual que
en una noticia, su estructura es un acontecimiento principal, antecedentes, contexto y
consecuencias. Pero si, a diferencia de la noticia, el reportaje puede alterar estos
criterios y apostar por un punto de vista más original en su estructura. En cuanto a las
partes en las que se divide su estructura serían: título, (subtítulo), entradilla y cuerpo del
texto. Puede abarcar desde temas muy cercanos a la actualidad hasta intemporales, pero
es cierto que cuanto más actual sea más periodístico será. Según Grijelmo, siempre es
mejor contar con una “percha”, un acontecimiento que nos dé pie al reportaje.
Por otro lado, lo más frecuente es encontrar los tipos de reportaje diferenciados al ser de
información, interpretación u opinión. Según Grijelmo, el reportaje informativo incluye
elementos noticiosos, declaraciones de personajes o testigos, etc. Aun siendo
informativo se presta mucho más al estilo literario que la noticia.
“La interpretación es una explicación de un hecho pero sin que esto implique la emisión
de ningún tipo de juicio. Analizar un hecho, una explicación de manera más reflexiva”.
La línea que separa la opinión y la interpretación es muy estrecha por lo que hay que ser
cauteloso con ello. Alex Grijelmo coincide en esta opinión con Sonia Parratt. La
interpretación se puede dar de manera explícita o implícita. La primera se produce
cuando el texto, de forma directa, interpreta un hecho. Con la implícita entran en juego
sobre todo las figuras literarias, además de la redundancia, tiempos verbales distintos al
presente, etc. La interpretación trae consigo mucha libertad a la hora de redactar. El
periodista puede dar rienda suelta a su creatividad.
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Para nuestro reportaje hemos optado principalmente por un reportaje más informativo
que interpretativo ya que nos hemos basado en las historias contadas por nuestras
fuentes y enlazado con datos reales y otra información objetiva.
7. Reportaje (Texto íntegro)
Echando raíces
A finales de los años 90 y principios del 2000, España vivió un periodo de grandes
movimientos migratorios. Uno de los colectivos más numerosos que llegó venía del
otro lado del Atlántico: latinoamericanos. Sevilla, aunque no fue uno de los
principales focos de atracción, también recibió miles de extranjeros que buscaban
una vida mejor. A día de hoy, la cifra total de extranjeros empadronados en la
provincia de Sevilla es de 62.300 personas, siendo más de 15.500 procedentes de
Latinoamérica. Todos ellos, desde que llegaron hasta hoy han tenido que pasar
por un largo camino de integración y adaptación social y cultural que no para
todos ha resultado igual de sencillo.
Un viernes cualquiera, siete de la tarde. Paseas por el barrio de La Macarena y te cruzas
con un grupo de latinoamericanos o los encuentras reunidos en una plaza o en la puerta
de un negocio. Adultos y niños todos juntos. Y no te sorprende la escena, simplemente
sigues caminando. Desde finales de los años 90 esto ocurre a diario, de manera
significativa y con total normalidad en nuestra ciudad, sobre todo en algunos barrios
concretos. Quizás, en uno de esos paseos te has cruzado con María, Inés o Juan Pablo,
tres de los miles de inmigrantes latinoamericanos que llegaron –en un principio de
manera temporal- a Sevilla buscando una vida mejor y que acabaron quedándose.
María Fredesvinda tiene ahora 65 años y llegó a Sevilla en 1993 siguiendo a su hija
Carmen. Salió de Lima (Perú) con un grupo de personas y un viaje organizado por la
mafia. Sin papeles y haciendo unas 5 escalas, entre ellas Rusia y Francia, lograron
cruzar la frontera de España en taxi, para evitar problemas. Solo atravesar España desde
un pueblito de Francia (cuyo nombre no recuerda) hasta llegar a Sevilla le llevó más de
tres días. Si recuerda sin embargo un viaje duro y agotador, además de cargado de
miedo e incertidumbre. En Sevilla le esperaba su hija mayor Carmen, quién había
llegado años anteriores a través de una congregación religiosa de monjas que le
ayudaron con el billete y animaron a viajar a Sevilla. Quedarse en Sevilla era más
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sencillo ya que “en el 92 entraban los inmigrantes sin contrato por la Expo. Entonces
abrían todas las fronteras y venía la gente a trabajar”, cuenta María.
La vida de María, si algo ha sido, es difícil. No estudió y empezó a trabajar a los 10
años. A los 17 ya tenía dos hijos, una de 1 año y otro de 6 meses, y tuvo que ir llamando
puerta por puerta para conseguir un trabajo como interna para tener donde vivir de
manera digna. Estuvo 20 años trabajando de empleada en casa de “unos señores” (como
ella les llamaba). “Me criaron como una sobrina, no como una empleada”. Los señores
llegaron a darle sus apellidos a sus hijos y se criaron como tal, hijos de los señores,
creyendo que María era su sirvienta y no su madre hasta que ambos murieron. Dado que
se quedaron sin recursos, Carmen se vino a España y María empezó a trabajar en otra
casa en Lima.
Cuando María tomó la decisión de venir a España lo hizo por necesidad. A su hija
Carmen le salió esquizofrenia y como cualquier otra madre del mundo quería
acompañar y estar al lado de su hija. Cuando vino, dejó en Perú 4 hijos, la más pequeña
con 2 años y medio. Su idea, como la de tantos latinoamericanos que vinieron, era
trabajar y trabajar durante un tiempo para ahorrar, comprarse una casa en Perú y volver
con su familia, ya que había dejado a sus hijos con unos familiares. “Contaba los días
para volver a Perú. Sobre todo cuando me hablaban o preguntaban por mis hijos”. A
través de las monjas con las que vino su hija a Sevilla, consiguió un trabajo también
como interna en casa de un matrimonio. “Entonces no había problemas para trabajar,
llegué un 11 de septiembre y el 27 tuve la entrevista”. La acogieron de manera
extraordinaria y cuenta emocionada todo lo que los señores hicieron por ella, entre otras
cosas, conseguirle sus papeles y ayudarle a traer al resto de sus hijos. A día de hoy, 13
años después de la muerte de estos señores, sigue visitándoles cada mes al cementerio y
rezando por ellos.
Pero cada llegada y su motivo es un mundo. Cada persona que llega, esconde tras ella
una historia que nada tiene que ver una con la otra. Aunque no siempre tiene que ser
por necesidad, sí la mayor parte. Unos vienen buscando un futuro mejor, otros para
reunirse con sus familiares, otros para conocer mundo y vivir aventuras pero acaban
quedándose, otros para seguir formándose académica y laboralmente, otros por amor…
Inés Vargas, vivía en Quintinos, (Minas Gerais, Brasil) con sus padres y hermanos.
Tenían un negocio que no iba mal pero tampoco sobraba el dinero en casa. Ella era
soltera, no tenía más responsabilidades y quería volar y conocer. Además, algo muy
habitual que ocurre con los latinoamericanos (y de otros países) es que algunos tienen
ya a alguien conocido aquí que les impulsa y anima a viajar a España. Eso precisamente
pasó con Inés, tenía una amiga en Madrid y le contaba cómo era su vida aquí. Cosa que
fascinó a Inés e que hizo que ella y una amiga más emprendieran el viaje. La excusa –
sobre todo de cara a sus padres- era buscar trabajo por un tiempo para ahorrar, ya que
aquí se ganaba más y para aprender español. “Siempre me gustó la cultura española”.
Entonces tenía 29 años y la vida por delante.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Primero llegó a Madrid, con un equipaje cargado de ganas de aventura. Al igual que
María y otros tantísimos extranjeros que llegan, tenía una persona en España con quién
quedarse al menos los primeros días. Recuerda Inés el contraste de llegar: frío y
oscuridad de un noviembre a las siete de la mañana en Madrid. “Fueron muy tristes los
primeros días”. Inés venía de una zona en Brasil donde el verano dura todo el año y el
clima de Madrid le resultó de lo más chocante. Por lo demás, no tuvo problemas para
adaptarse. En la época en la que llegaban, no resultaba complicado encontrar un trabajo,
más o menos, estable y decente. Inés empezó a trabajar rápidamente cuidando niños
gracias a los contactos y amistades de su amiga.
Como también le suele pasar a tantos extranjeros que vienen, cuando llegan, tienden a
formar una especie de “red social” (que nada tiene que ver con el mundo digital) con
personas de su mismo país de origen u otros extranjeros en condiciones parecidas con
quienes relacionarse. Algo así le pasó a Inés. A pesar de sus expectativas fijadas, el
aprendizaje de español fue muy lento, (a día de hoy aun le cuesta) ya que vivía con dos
amigas brasileñas y sus amistades eran brasileñas, por lo que en su círculo más cercana
imperaba el portugués. Actualmente, en su casa se habla portugués -con su marido y sus
dos hijas- para no olvidar nunca de dónde viene, además de darle así una segunda
lengua materna a sus hijas. Es cierto que compartir el mismo idioma es uno de los
motivos fundamentales por los que los latinoamericanos vienen a España pero en el
caso de los brasileños, obviamente, no es así. Aunque reconoce que no fue fácil al
principio, no le daba miedo enfrentarse a otra lengua.
En Madrid le pasó algo tan bonito como habitual. Era joven y soltera y se enamoró. De
un sevillano en este caso. Y es por esto que es una de las protagonistas de esta historia.
“Conocí a mi marido en un bar brasileño que todavía existe: Oba oba”. No tardaron en
casarse y en venirse a Sevilla a formar una vida juntos como pareja. Gracias al
matrimonio, se legalizó y estableció su situación España. Pasó a ser una ciudadana
española más. Inés cuenta como desde el momento que conoció a su marido empezó a
sentirse como en casa y nunca a sentirse sola. Ya su vida estaba aquí, aunque no
estuviera para nada en sus planes. Todo fue muy rápido y feliz.
Pero no todos tienen la misma suerte desde el principio. Y es que comprenderán que no
es lo mismo viajar por la aventura, con ganas de comerte el mundo que emigrar por
necesidad. Son dos realidades completamente enfrentadas y esta segunda, más triste y
frecuente que la primera.
Juan Pablo Rodríguez, boliviano de 41 años, tuvo que dejar a su mujer y una hija de
dos años en su ciudad natal para buscar lejos un futuro mejor para los tres. “Me vine a
España porque no tenía más remedio, allá no teníamos muchas oportunidades
queríamos tener una vida mejor”. Una dura decisión que tomar y un viaje difícil de
hacer. Juan Pablo estaba casado, con una hija y sin un trabajo que le asegurase un futuro
estable. Cansado de buscar y aguantar, no vio más alternativa que emigrar a otro país
donde poder trabajar un tiempo, lo suficiente para ahorrar un buen dinero y regresar con
su familia. Fijó la mirada en España porque unos familiares emigraron años anteriores y
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estos podían “facilitarle” un poco todo el proceso. Estos familiares, primos de su madre,
les hablaban bien de España (por aquel entonces, la situación económica y laboral era
bastante favorable), un lugar donde podía conseguir un trabajo rápido y que le permitiría
mandar dinero a su familia además de ahorrar. Eso hizo. Con algo de dinero que tenía
guardado más otra parte prestada por su madre y su hermano, pagó el billete de ida a
Madrid. Tras un largo y tedioso periodo de trámites, gracias a sus familiares pudo
conseguir un permiso de trabajo que le abría las puertas, temporalmente, para entrar en
España. Su tío y primos vivían y trabajaban en Sevilla en una empresa de construcción
y aquí le estaban esperando. Juan Pablo tenía quienes acogerle y por tanto no sentirse
tan solo. “En su casa me acogieron muy bien”. Era su familia, pero aun así recuerda
aquellos días como una etapa muy triste de su vida. Su único objetivo era trabajar y
ganar dinero, ninguno otro, pero la adaptación y el estar lejos de su familia fue más
difícil de lo que esperaba.
Contexto: Crisis económica
Aunque la crisis afectó a todos los campos laborales del país, los sectores más
vulnerables fueron los que ocupaban, principalmente, parte de la población inmigrante.
El Doctor en Antropología y experto en inmigraciones Francisco José Cuberos, señala
que “cuando vienen, la inmensa mayoría de ellos experimentan un descenso laboral
porque vienen a hacer labores que no hacían en sus países: hostelería, servicio
doméstico, agricultura, construcción… Mujeres en el servicio doméstico y hombres en
la construcción principalmente”. Es importante conocer que no son los sectores
empobrecidos los que emigran a otros países a labrarse un futuro mejor sino sectores
con una cierta formación, empezando principalmente porque “la propia migración exige
una inversión importante pues necesitan tres o cuatro mil de dólares para el billete, para
demostrar en la frontera que tenían recursos, etc.”, especifica Cuberos. Este descenso
laboral y ocupación –generalmente- de un trabajo precario da una idea de las
dificultades que tienen que vivir los miembros de esta comunidad de inmigrantes
cuando llegan a España (o a otro país). Paralelamente, “la inmigración latinoamericana,
junto a otras comunidades extranjeras, da lugar al desarrollo de toda una industria
alrededor de la inmigración de ONGs que contratan a inmigrantes para llegar a todos los
colectivos, negocios, pequeños comercios que hacen que estas personas se empleen ahí
también, restaurantes, etc.”, cuenta Cuberos. Actualmente, estos puestos de trabajo han
sido directamente suprimidos o muy reducidos.
Inés, María y Juan Pablo son tres claros ejemplos de la ocupación laboral de la
comunidad inmigrante en España en la última etapa de los 90 y principios de 2000. Inés
cuenta que en muy poco tiempo consiguió trabajo en Madrid como cuidadora de niños.
“Llegué y no me costó nada encontrar trabajo, había muchísimo, me sobraban trabajos”.
Ahora esta afirmación nos resultaría inimaginable… Además de cuidar niños ha
trabajado en el servicio doméstico: limpiando casas, cocinando, entre otras tareas del
hogar, y cuidando personas mayores. En Sevilla pudo conseguir trabajo de cocinera
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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gracias al “boca a boca” de amistades. Amigas y conocidas suyas ocupaban puestos
similares. Cuando María llegó a Sevilla, su hija le consiguió en seguida una entrevista
de trabajo para cubrirla en casa de un matrimonio mayor como empleada doméstica
interna, donde estuvo más de 10 años. Después, siguió otros 8 años trabajando cuidando
ancianos hasta que compró un kiosco de prensa y chucherías donde ha trabajado hasta el
año pasado que se jubiló. Gracias al trabajo duro y constante pudo ahorrar dinero
suficiente para ayudar a traer a sus hijos y otros familiares. Por último, el caso de Juan
Pablo representa también la situación que han vivido muchos otros inmigrantes
latinoamericanos. Desde Bolivia, a través de unos familiares que vivían y trabajaban en
Sevilla acordó un puesto de trabajo en la empresa de construcción donde trabajaban su
tío y primo. Ya que la crisis española golpeó especialmente al sector de la construcción,
Juan Pablo fue despedido y estuvo en el paro unos meses. Sobrevivieron gracias a que
pronto consiguió otro empleo y que su mujer también trabajaba en el servicio
doméstico.
En definitiva, se hacían cargo de los trabajos que los autóctonos no querían.
Actualmente sin embargo, estos indicadores han cambiado ya que son los propios
españoles los que necesitan realizar estos trabajos tan dignos como cualquier otro. Ya de
por sí, generalmente la situación económica de los inmigrantes no era demasiado
favorable y la pérdida de empleo con el consiguiente descenso de la calidad de vida hizo
que muchas personas se vieran en la obligación de regresar a sus ciudades de origen y
volver a probar suerte.
Retorno
El “lado positivo” de todo esto es que las personas que regresan, lo hacen como
ciudadanos españoles, por lo que pueden entrar y salir de nuestro país sin problemas.
Los latinoamericanos cuentan con ciertas ventajas con respecto a otros extranjeros a la
hora de acceder a la nacionalidad española. Por un lado, siendo hasta nietos de
españoles tienen la nacionalidad de origen, solo deben demostrarlo. Y por otro, a través
de la residencia. La legislación española dice que un inmigrante extranjero tendrá su
nacionalidad española cuando resida legalmente en España durante 10 años menos en
algunos países con los que tiene convenio, como la mayoría de los latinoamericanos,
por ejemplo. En estos casos solo necesitan dos años de residencia legal para poder
obtener la nacionalidad. “De forma que un inmigrante marroquí por ejemplo tiene que
estar aquí diez años mínimo para que le den la nacionalidad mientras que un
latinoamericano solo tiene estar dos años”, explica Francisco. Además, si vienen por un
periodo inferior a tres meses si quiera necesitan visado para entrar por lo que “solo”
necesitaban comprarse un billete de avión y dinero en efectivo para pasar la frontera con
menos dificultades.
Aunque estas facilidades para entrar no duraron mucho tiempo: España fue suprimiendo
paulatinamente los visados a diferentes países latinoamericanos. En las estadísticas se
comprueba como en el año 1999 (año en que empieza la crisis en Ecuador) hasta 2003,
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entran muchísimos ecuatorianos, pero en 2003 dejan de entrar porque ese mismo año
España rompe el acuerdo con Ecuador y se empieza a pedir visados. Continúan entrando
los colombianos hasta 2005, año que España rompe el acuerdo con este país. Es decir,
entran muchos del mismo colectivo hasta que se rompen los convenios y ponen más
obstáculos para acceder al país. Pero en los años de menos trabas fueron muchos los que
aprovecharon estas oportunidades.
Y lógicamente, los ciudadanos latinoamericanos no eran ajenos a estas facilidades para
acceder a España, por ello se produjo a finales de los 90 y principios del 2000 un
periodo de grandes movimientos migratorios. En el año 2005, el porcentaje de la
población latinoamericana censada en España era del 36,2% (del total de extranjeros),
siguiéndola en segundo lugar los vecinos de Europa occidental con un 21%. Afirma
Tabare que Sevilla no fue especialmente una ciudad atrayente para la inmigración ya
que no recibió ni recibe una llegada fuerte de extranjeros, sino que la llegada es
progresiva y lenta. Esto es debido a que es una ciudad de servicios y no de ganadería o
agricultura, como Almería o Huelva, puntos de afluencia importante para la
inmigración. No es casual que una inmensa mayoría de ellos coincidiera en la idea de
hacer dinero en España y regresar a sus países de manera temporal o definitiva,
comprarse una casa en sus ciudades, etc. Esto en algunas ocasiones o no ocurría o
pasaba en un –muy- largo plazo, pero todos tienen la idea de volver a sus casas. El
conseguir la nacionalidad española en menos tiempo y sin tantos impedimentos,
brindaba esperanza a la hora de cumplir sus sueños y facilitaba las idas y venidas entre
ambos países. Los antropólogos lo llaman “vidas de ida y vuelta”. Los protagonistas de
esta historia experimentaron lo mismo, los tres cuentan que cuando llegó la hora de
partir, la idea era volver en mejores condiciones. Pero la vida da muchas vueltas y
nunca se sabe que va a pasar. María y Juan Pablo comprobaron que aquí podían tener
una vida mejor y lograron traer a su familia con ellos e Inés se enamoró y tuvo dos
hijas. Los tres han vuelto a Perú, Bolivia y Brasil respectivamente pero solo de visita
por un corto periodo de tiempo. Además, con el paso de los años las personas van
echando sus raíces y más aun si completan su familia en otro lugar. Los hijos de los
inmigrantes latinoamericanos que llegaron pertenecen a donde se han criado y por tanto
el retorno de manera definitiva a sus países de origen comienza a verse más lejano y a
ser más improbable.
Que una mayoría no vuelva o lo haga solo de manera temporal no quiere decir que no se
haya vivido una época de retorno definitivo “por necesidad”. Además del motivo de la
alta tasa de desempleo a raíz de la crisis económica, una parte de la población extranjera
se vio endeudada también a causa de la crisis y muchos de ellos tuvieron que marcharse
huyendo de dichas deudas. Aunque es cierto que muchos vivieron un retroceso en su
“estatus laboral”, otros que se quedaron han podido experimentar una mejora. Explicaba
el experto en inmigraciones, Francisco J. Cuberos, que “normalmente los primeros
cinco o seis años experimentaban una mejora aunque no demasiado importante. La
mayoría tienen trabajos precarios aunque también hay una minoría que vino cualificada
y que actualmente tienen trabajos en sectores cualificados”.
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El retorno a Latinoamérica en concreto no solo se vio favorecido por la huella que dejó
la crisis, aunque sí principalmente, sino también por otros factores. Uno de ellos es que
algunos de estos países son los ahora llamados países emergentes. La economía de
Brasil, Perú, Chile, etc. está empezando a despegar y con ella el país entero. En otros
acabaron las dictaduras militares, o la guerrilla, como en Colombia. Esto hizo que
muchas personas pudieran regresar de nuevo a sus hogares con sus familias ya que la
situación en estos países se había estabilizado. El último factor destacable pero no
menos importante fueron las medidas que se tomaron por parte de algunas
organizaciones españolas para facilitar el regreso de los inmigrantes a sus países de
origen. Organizaciones No Gubernamentales como Cruz Roja o MPDL lanzaron unas
ayudas que consistía en el pago del billete de vuelta de los inmigrantes con el
compromiso firmado por parte de estos de no regresar a España en un número de años.
Estas ayudas se llevaron a cabo durante un tiempo pero se agotaron rápidamente, cuenta
Mª Ángeles López, trabajadora social y voluntaria en MDPL durante 7 años. “Estas
ayudas se dieron porque para renovar el permiso de trabajo los inmigrantes tenían que ir
presentando la documentación al día, y con la crisis muchas personas quedaron
desempleadas, no podían renovar los papeles del permiso y por tanto, pasaban a ser
ilegales. Y una vez que sean ilegales, les pueden deportar fácilmente. Entonces, ante esa
situación precaria, de desempleo y demás, hubo muchas familias que pidieron la ayuda
para que le pagaran el billete de vuelta a su país”. Actualmente, MDPL es la única ONG
en Sevilla que continúa concediendo estas ayudas, y solo en algunos casos especiales.
Papel de las Asociaciones de inmigrante
Y no solo por este tipo de ayudas, en Sevilla las asociaciones tienen una labor muy
importante en la sociedad y para la sociedad. Sevilla Acoge se fundó en 1985 y es una
de las asociaciones de inmigrantes más importantes y antiguas de Sevilla. Esteban
Tabare fue uno de los que vio nacer esta utopía, como él mismo llama, y 32 años
después continúa participando activamente. “Cuando comenzamos, España contaba con
una población de inmigrantes no europeos de 700.000 personas, hoy pasamos de los 5
millones censadas”, cuenta Tabare.
Según el último censo del INE, la población inmigrante latinoamericana en Sevilla
representa casi el 40% de la población total extranjera, “el colectivo más importante en
cuanto a números si se unen todos los países”, confirma Tabare. Según la última
memoria de Sevilla Acoge, son más de 5.500 las personas que atienden, siendo el 10%
originarios de Bolivia, el 5% de Perú y otro 5% de Ecuador, los porcentajes más altos.
Sevilla Acoge, entre otras asociaciones, se encarga de brindar a los inmigrantes que
llegan cualquier tipo de apoyo y ayuda que necesiten. En los últimos años, volvió a
crecer de nuevo la demanda para las ayudas de emergencia para la alimentación, pago
de alquiler, etc. “Aquí le ofrecemos todo el abanico de servicios que tenemos y los que
esa persona en concreto va a demandar: orientación jurídica, laboral, escolarización de
los hijos, participación en talleres y cursos de formación”. Tienen además un programa
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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exclusivo de empoderamiento y reconocimiento de la mujer con servicio de psicólogas
que tratan con las mujeres inmigrantes que lo necesiten por cualquier motivo. Pero tanto
trabajadores sociales del ámbito público como asociaciones de inmigrantes coinciden en
que lo más demandado es el asesoramiento jurídico y orientación a la hora de tramitar
sus documentos: visas de trabajo, de residencia, etc. De esta manera conoció Juan Pablo
a Sevilla Acoge. Cuando llegó el momento en el que se propuso traer de La Paz a su
mujer e hija, quería hacerlo con todos los papeles en regla y, por supuesto, de manera
legal. Unos conocidos le recomendaron acudir a Sevilla Acoge para que estos pudieran
ayudarle con los trámites. Y así hicieron, no solo le aconsejaron y facilitaron toda la
información y papeles que necesitaba sino que le acompañaron durante todo el proceso.
A día de hoy, Juan Pablo dice estar eternamente agradecido.
Otra labor no tan tratada pero igual de importante como cualquier otra que realizan las
asociaciones es el trabajo con la propia población autóctona. Sevilla Acoge defiende
que “la inmigración no solo es la parte que llega, sino también la que nació aquí. La
integración tiene que ser un movimiento de ambas partes a la vez: de acercamiento,
aproximación e inserción”. Para ello, Sevilla Acoge lleva a cabo programas de
integración vecinal y laboral, entre otros. “Es importante trabajar en la integración de la
llamada 2ª generación, los hijos nacidos aquí de los inmigrantes”, señala Esteban
Tabare.
La labor que realiza Ángeles López, como trabajadora social del ayuntamiento,
concuerda grosso modo con la de Sevilla Acoge pero con matices. En el ámbito público
se trabaja con todo tipo de colectivos minoritarios y en riesgo de exclusión social:
discapacitado, mujeres, etc., no realizan una labor específica con los inmigrantes,
provengan de donde provengan. Destaca que lo que estos demandan sobre todo es la
información de documentación que les exigen en extranjería. Paralelamente y
coincidiendo también con Tabare, Ángeles señala la importancia de trabajar con los
hijos de los inmigrantes. Explica desde su experiencia que es en la edad adolescente
cuando con esta segunda generación puede producirse un choque cultural entre padres e
hijos. Muchos de estos hijos nacen y se crían aquí, integrados en una sociedad y cultura
distinta a la de sus padres, situación que puede acarrear pequeños conflictos en las
familias y en su modo de vida. También explica López que estos casos, por suerte, cada
vez se dan menos.
¿Quién viene?
A pesar de que el número de personas extranjeras que llegan a nuestro país sea muy
extenso y por tanto su perfil muy diverso, se puede decir que entre los que entran
existen unas características y tendencias comunes. Por un lado, señala el antropólogo
Francisco Cuberos, en consonancia con otros expertos, que la migración general que
llegaba a España en las primeras fases de los procesos migratorios (finales 90 y
principios 2000) era muy feminizada, la mujer tuvo un papel fundamental. Explica
Cuberos que las mujeres pioneras iniciaban las redes migratorias y luego reagrupaban a
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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la familia. Este hecho guardaba una directa relación con la demanda laboral que había
en España para el servicio doméstico. En segundo lugar, hombres casados de entre 30 y
40 años para trabajar en el sector primario, y posteriormente agrupar también a sus
familias y matrimonios jóvenes con hijos. A su vez, mayoritariamente las mujeres, son
personas con un nivel formativo medio en sus países y una gran mayoría con problemas
económicos en sus hogares.
Por otro lado, el perfil de los que acuden a las asociaciones a pedir ayuda o
recomendaciones es uniforme y coincide en gran parte con el tipo de población que
llega a España: familias nucleares, matrimonio con hijos menores. Con respecto a la
inmigración latinoamericana, Esteban Tabare explica por su experiencia que los
primeros años del 2000 se acercaban generalmente a Sevilla Acoge hombres solos que
habían dejado a sus esposas e hijos en sus países de origen y pretendían traerlos con
ellos. Lo hacían y hacen de esta manera para así evitar riesgos y que no resultase tan
costoso. “La mayoría de las personas no emigran a la aventura sino que tienen labrado
su proyecto migratorio y más adelante traen a sus familiares”. Afirma que la
inmigración latinoamericana en Sevilla es bastante estable y con familias construidas o
reconstruidas aquí.
Una vez más, Juan Pablo es un claro ejemplo del perfil del inmigrante latinoamericano
que viene solo a mejorar su situación económica para así luego poder reagrupar a su
familia. Si bien su idea inicial era guardar dinero para luego él volver a su país, no tardó
mucho en considerar como mejor opción traer a su esposa e hija. Una situación similar
vivió María, aunque llegó con 40 años y tras una de sus hijas, cuando comprobó en
primera persona como se vivía aquí (en comparación con su país) no dudó en ahorrar
todo el dinero posible para traer al resto de sus hijos, seis en total. Trabajó en el servicio
doméstico y a día de hoy dice ser totalmente feliz y estar muy agradecida a todas las
personas que le ayudaron. Al igual Inés, a lo largo de toda su trayectoria laboral, ha
ocupado puestos en el servicio doméstico principalmente. Actualmente ya no trabaja
pero el dinero que iba ganando, lo ahorraba y utilizaba para ir a Brasil cada dos años
aproximadamente a visitar a sus padres y hermanos.
En busca de una vida mejor
Aunque habría que estudiar cada caso, nadie emigra por gusto. La población
latinoamericana, como cualquier otro colectivo que llega a España, lo hace con un
objetivo claro: trabajar y ganar dinero. Quieren una vida mejor, juntar a su familia o
tener una casa propia, y aquí nadie les regala nada. Por lo que solo queda centrarse en
trabajar. Raras veces queda tiempo para el ocio. Aunque eso no quiere decir que no
tengan una vida y unas relaciones fuera del trabajo. No es casual que nuestros tres
protagonistas contaran que al llegar sus –más o menos pocas- amistades fueran también
personas latinoamericanas y generalmente procedentes del mismo país. Este hecho es
real y es que cuando una persona extranjera llega tiende a buscar y relacionarse con
compatriotas. Puede suceder por varios motivos: porque previamente conocía personas
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o familiares del mismo lugar y que ya vivían aquí, a través del Consulado de cada país,
por las asociaciones de inmigrantes y de vecinos o porque ocupen el mismo puesto de
trabajo o similar, etc. Los tres protagonistas vuelven a confirmarlo.
María prácticamente trabajaba 24 horas de lunes a sábado como interna por lo que no
tenía tiempo para mucho más. A través de los señores que la contrataron cuando llegó a
Sevilla, conoció a Candelaria, una peruana que trabajaba en casa de unos amigos suyos.
Por ella conoció las reuniones que organizaba el Consulado de Perú para los
inmigrantes, donde tuvo la oportunidad de conocer a más gente pero confiesa: “Es cierto
que fui a muy pocas reuniones porque solo pensaba en que tenía que sacar adelante a 6
hijos. Busqué trabajo hasta los domingos para reunir más dinero”. Lo tenía claro. Se
seguía relacionando con sus amigas pero en casa de una u otra para tomar café y charlar.
“En los días libres me dijo mi jefe que me pusiera a estudiar y sus hijas se pusieron
conmigo y me enseñaron a leer y escribir un poco”. Gracias eso, a día de hoy está en el
colegio de mayores para seguir aprendiendo. Cuando murieron sus jefes, puso un kiosco
en su barrio que abría todos los días. Ahora, ya jubilada y con toda su familia aquí,
siempre tiene visitas en casa, se queda con sus nietos o sale a pasear con sus amigas por
el barrio, pero nunca se aburre.
Aunque la vida de Juan Pablo luego no se dio como planeaba, al igual que María, su
idea era trabajar mucho durante un par de años aquí para luego volver con ahorros junto
a su familia. Eso hizo que nada más llegar se centrara en el trabajo. Juan Pablo contaba
con la ventaja de que vivía con unos familiares por lo que eso le ayudó a relacionarse y
no sentirse tan solo, sobre todo al principio. Trabajaba en una empresa constructora
junto a su primo, su tío y otros varios inmigrantes, la mayoría latinoamericanos. Con el
tiempo fue cogiendo más confianza con los compañeros del trabajo y empezó a entablar
amistades aunque reconoce que no salía mucho. “Nos entendíamos porque todos
estábamos aquí por situaciones parecidas”. “A los tres años más o menos ya por fin me
traje a mi familia y si es cierto que hasta entonces no me sentí completamente bien y
tranquilo”. Juan Pablo cuenta que los ratos libres en los que se reunía con sus
compañeros y vecinos, era sobre todo para ver el futbol en algún lugar. El poco resto del
tiempo que tenía prefería pasarlo en casa para así no tener demasiados gastos. “El
trabajo en la obra era bastante duro, con calor, con frío… pero tenía un objetivo y había
que cumplirlo”.
Los primero pasos de Inés fueron, salvando las distancias, parecidos a los de María y
José Pablo. Aunque vino por otras circunstancias, cuando llegó a Madrid se tuvo que
poner a trabajar en seguida limpiando casas y cuidando a niños pequeños ya que tenía
que pagar sus gastos. La amiga con la que vivía ya llevaba en España varios años por lo
que ya tenía sus amistades. Sus amistades eran mayoritariamente brasileñas y cuando
salían a los bares, iban a bares brasileños. La idea de Inés también era trabajar a la vez
que disfrutar un tiempo en España para luego regresar. Hasta que conoció a Pepe en uno
de esos bares brasileños. Él era sevillano pero por trabajo estaba temporalmente en
Madrid. Se enamoraron, casaron y se vinieron para Sevilla. Tuvo dos hijas pronto por lo
que los planes de Inés cambiaron por completo. Se empezó a dedicar más a su casa pero
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igualmente tenía que trabajar de manera temporal como limpiadora y cocinera para
ahorrar suficiente dinero para visitar a su familia de Brasil. Son cuatro y cada viaje es
un gasto extra y muy elevado, por ello solo viajan una vez cada dos años. Inés cuenta
que cuando llegó a Sevilla sus relaciones y amistades eran menos pero tenía mucha vida
familiar. Nunca se sintió sola ya que la familia de su marido la acogió como una más.
Durante unos años, en Sevilla trabajó como cocinera en casa de un conocido futbolista
brasileño y a través de este conoció a varias personas de Brasil, pero afirma Inés que en
Sevilla no había demasiados.
Integración
Sus experiencias como la de muchos otros inmigrantes que llegan, demuestra que la
relación de los extranjeros con las personas autóctonas del país al principio es mínima
pero existe. La tendencia es buscar las amistades y hacer los círculos más cercanos en
personas más afines con sus situaciones, que generalmente son otros inmigrantes.
Cuando llegan, muchos lo hacen con una situación de precariedad jurídica y problemas,
por eso para ellos es muy importante tener unas redes fuertes. “Los inmigrantes son
personas que van a poner mucho interés en reunirse con sus connacionales, en crear
espacios de encuentros”, aclara Cuberos. Con el paso del tiempo esto va variando ya
que la inmensa mayoría comienza a integrarse poco a poco en la sociedad en la que
están viviendo y a ampliar sus círculos. A parte del paso del tiempo y otros factores,
uno de los motivos más importantes por lo que se integran es por la ya conocida 2ª
generación, hijos de inmigrantes nacidos aquí. Llevan aquí toda la vida, están
integrados en la cultura, en las escuelas, institutos, barrios, se crean amistades y parejas
mixtas. Esteban Tabare señala a la comunidad latina como una población sin grandes
dificultades para integrarse gracias al idioma, alimentación, religión, etc., (con matices).
“El nivel de integración va en correspondencia con el nivel de aceptación de la
comunidad local. Si el nivel de aceptación es abierto, la integración de dicho colectivo
será mayor. En este sentido, en general la población sevillana es más receptiva hacia los
negros (senegaleses) y latinos y muy cerrada hacia marroquíes y rumanos. Además, los
latinos vienen con determinados puntos positivos hacia España, con ese “imaginario” de
la madre patria. Por ello la aceptación mutua es más fácil que con otros colectivos,
tienen un clima de inserción social”. El antropólogo Cuberos coincide con esta idea ya
que a principios del 2000 se promovió por parte de los medios de comunicación y del
propio Estado una cierta simpatía hacia este colectivo (como por ejemplo con las
ventajas que le proporcionaban para obtener la visa). “Buscaban un discurso en el que
decían que eran más compatibles, pero se ha demostrado que este discurso era temporal
y muy cambiante. Después de ellos, se hablaba de compatibilidad con los inmigrantes
de Europa del Este, pero esto era todo por el mercado de trabajo. Son discurso que se
van construyendo políticamente y para justificar más bien el traer gente “sumisa” para
trabajar en cada momento, más que el hecho de que objetivamente sean más
compatibles o no culturalmente, que eso es muy relativo. Incluso la historia nos ha
demostrado que los colectivos que son culturalmente más similares, no necesariamente
conviven mejor”.
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Percepción
En algunos casos, aunque en la primera etapa del proceso migratorio la integración en la
sociedad no sea tan positiva o la esperada, la percepción que tienen de nuestro país es
bastante favorable, sobre todo la de la ciudad. Dependiendo del lugar de origen, suele
llamarles la atención la limpieza, la seguridad y tranquilidad de las calles. Juan Pablo
comparaba Sevilla con La Paz (con tres millones de habitantes aproximadamente) y la
encontraba muy tranquila, sobre todo el tráfico, decía. “Aquí todo es mucho más seguro
y avanzado que en Bolivia. Las calles están cuidadas y todo está limpio”. María,
también procedente de una gran capital (Lima, más de 7.5 millones de habitantes),
pensó que nunca se acostumbraría a Sevilla ya que todo era demasiado distinto. “Al
principio llegaba llorando al trabajo todos los días, pero poco a poco pasó el tiempo, los
meses y los días y yo veía que esto era otro mundo, no era como mi país. Sobre todo la
limpieza”. María valoraba cada vez más los avances y facilidades con los que vivía en
Sevilla. En Perú vivía en un barrio muy humilde y recuerda, por ejemplo, que para lavar
la ropa (a mano por supuesto) tenía que ir a por agua a un lugar y cargarla hacia su casa.
“Sin duda me acostumbré rápido a esto, además, yo quería darle una tranquilidad a mis
hijos y aquí sí podía”. Inés llegó en pleno invierno a Madrid y recuerda como su
primera impresión fue una ciudad triste y fría, pues donde vivía cuando se vino
(Goiana) prácticamente hace calor todo el año. Fue el clima a lo que más le costó
acostumbrarse. Le llamó la atención la seguridad con la que podía caminar de día y de
noche por Madrid y Sevilla. “Siempre hay mucha vida por las calles y nunca he pasado
miedo”, asegura Inés.
Algunas diferencias: servicios públicos
Tanto María como Juan Pablo e Inés destacan el tema de la seguridad en las calles, pues
es uno de los factores más tenido en cuenta por los inmigrantes que llegan a España.
Junto a esto, el orden, la tranquilidad de la sociedad y los servicios públicos que presta
nuestro país son las cuestiones más valoradas cuando hablan los puntos positivos de
nuestro país.
Inés recuerda su ciudad como un lugar inseguro en comparación con Sevilla pero dentro
de Brasil, era y es una buena ciudad para vivir. Señala que es el propio cuerpo de policía
y otras autoridades los que están corrompidos, por lo que se genera un ambiente de
vulnerabilidad y desconfianza en la sociedad. “Tienen que buscarse la vida como sea,
hay muchos sobornos por parte de las autoridades”. Tras pasar media vida aquí asegura
que en cuanto a los servicios públicos no hay comparación. “La sanidad pública de
España no es que sea mucho mejor, es que es la mejor he visto jamás, a pesar de los
recortes. En Brasil directamente no existe, te pasa lo que sea y puedes morir esperando a
que te asistan”. Los buenos médicos eligen las clínicas privadas porque el dinero
destinado a los hospitales públicos acaban en manos ajenas y estos se quedan
desprovistos de materiales básicos. Cuenta Inés que los médicos públicos trabajan sin
motivación porque en los hospitales falta hasta el algodón. En la educación ocurre
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prácticamente los mismo, los colegios públicos son de muy mala calidad porque faltan
recursos y los profesores están muy mal pagados por lo que no tienen interés por estar
ahí: “pueden pasar 6 meses y no cobrar”. Las personas (que pueden) mandan a sus hijos
a los colegios privados para así asegurarles un futuro mejor. Resulta contradictorio
porque las universidades públicas son muy buenas, gratis y por tanto muy demandadas,
pero para entrar, los jóvenes deben haber salido de la escuela privada ya que de la
pública no salen preparados para la universidad.
María también está encantada con educación y sanidad española en comparación con la
de Perú. Recuerda con pena su etapa por el colegio pues ella tuvo que ir a una escuela
pública porque no tenían suficientes recursos en su familia. Cuenta que, para
diferenciar, los uniformes de colegio público son de un color y los de los privados de
otro color distinto. Por tanto por la calle todo el mundo sabe dónde estudia cada niño, y
lo que eso quiere decir. La calidad de sanidad pública tampoco vale nada, deben contar
con seguros privados y pagar lo que pidan. “La sanidad de Perú es todo dinero. Allí los
propios médicos tienen su farmacia así que te mandan a comprar las medicinas a sus
farmacias”.
Juan Pablo, al igual que María e Inés, reconoce la buena calidad de los servicios
públicos que existen en España. Cuando llegó su familia a Sevilla, escolarizó a su hija
en un colegio público y fue en ese momento cuando experimentó las diferencias con la
educación de Bolivia. Juan Pablo tuvo suerte de estudiar en una escuela privada durante
10 años, aunque eso le supuso a sus padres trabajar duro y pedir dinero prestado. A los
16 años dejó la escuela para trabajar con su padre. “Muchas personas quieren seguir
formándose y no pueden porque no tienen dinero”. Durante estos años, ha insistido a su
hija para que estudie y aproveche las oportunidades que tiene en Sevilla. En cuanto a la
sanidad, destaca la limpieza, rapidez, orden y cuidado de los hospitales públicos y sus
profesionales. En Bolivia, una vez más, para asegurarte una sanidad decente debes
asistir (si puedes pagarlo) a las clínicas privadas y aun así, dice no poder compararse.
Otras diferencias: culturales
Dentro de las comunidades de inmigrantes que llegan a España, muchos piensan que los
latinoamericanos son los más parecidos a nosotros por las características comunes que
nos unen. Pero si miramos desde un punto de vista más profundo, existen matices que
nos diferencian.
El antropólogo Francisco Cuberos explica que a la hora de hablar de proximidad
cultural es habitual escoger rasgos como la lengua o la religión, pero hay más. La
manera de relacionarse o de usar los espacios comunes es también un tema cultural. En
ese sentido, por ejemplo, nos asemejamos más a los marroquíes. Hace unos años se
solía ver a los latinoamericanos en los centros de telefonía y envío de dinero, ahora
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
26
sobre todo en las plazas de sus barrios. También se reúnen habitualmente en parques o
canchas deportivas como la de San Jerónimo para jugar al fútbol o practicar algún otro
deporte, pero distinto a como se hace aquí. “Ellos se ponen a cocinar y a beber. Juegan
al fútbol durante el día pero cuando llega más la noche se ponen a beber. Pasan el día
entero allí”, cuenta Cuberos. Por otro lado, escuchar música muy fuerte sin importar la
hora es también una cuestión cultural y un hecho que les puede traer ciertos desacuerdos
con vecinos. No lo hacen por falta de educación ni para molestar, simplemente es una
manera distinta de relacionarse.
Respecto a la lengua, aunque sea la misma existen muchas palabras que tienen otro
sentido, cambia el significado, el contexto, hay expresiones que no se entienden, etc. No
es tan simple como parece a priori. Otro de los rasgos más típicos a la hora de comparar
culturas es la religión. Los católicos en los países latinoamericanos suman más del 60%
de la población. Cabe destacar que en España, una parte importante de los inmigrantes
latinoamericanos son evangélicos. ¿Quién no ha pasado por delante de una iglesia
evangélica y ha escuchado esos cantos o sermones tan llenos de pasión? Por otro lado,
en algunos puntos de Latinoamérica como Chile, los cementerios son muy coloridos,
tienen una imagen mucho más “alegre”: adornan las tumbas y nichos con flores de
colores, molinillos de viento, etc. La Semana Santa en Brasil igual es alegre, las calles
están adornadas también con flores y no hay ‘pasos’ como los que conocemos aquí. En
Perú convive la religión católica con la inca y se mezclan. Hacen los cultos católicos
pero con matices incas. En muchas iglesias de Perú, la propia misa se hace en quechua.
En algunos casos, por ejemplo, utilizan las imágenes católicas pero con las vestimentas
típicas de los incas. Es decir, la religión mayoritaria que se practica en Latinoamérica es
la misma que en España pero no se vive de igual forma.
Lo que sí es cierto que con el paso del tiempo, muchas de las personas que vienen a
nuestro país van perdiendo poco a poco sus costumbres y tradiciones y van adoptando
otras nuevas conforme a la ciudad en la que viven. Como tantos otros, María, Inés y
Juan Pablo han podido comprobar en primera persona este hecho. Nada más llegar
todos intentaron seguir con sus costumbres tal y como hacían en sus países, pero
paulatinamente han ido integrándose en nuestra cultura hasta vivir totalmente como un
español más.
Costumbres y tradiciones.
“Es inevitable”, contesta Inés cuando se le pregunta si adoptó las tradiciones y
costumbres españolas. Según ella, no notó un choque cultural demasiado grande cuando
llegó a España. En su caso, obviamente el idioma era lo más diferente. En su casa
continúa hablando portugués con su marido e hijas porque no quiere perder esa
costumbre (además de ser una ventaja para sus hijas sobre todo). Cuenta que la comida
es similar, pero que en su casa hay más arroz y frijoles que pan. Admite que le gusta
mucho la dieta mediterránea, las tapas, el puchero, el pescaíto frito y la cerveza.
Después de tantos años en Sevilla y con su marido e hijas españoles, Inés se ha
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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integrado 100% en nuestra cultura. En Navidad suele cocinar pavo y frijoles negros y
cenan en familia; y para mantener las dos tradiciones, reparten los regalos entre Papá
Noel y los Reyes Magos. De Brasil, una de las tradiciones más conocidas es el carnaval
de febrero y en Sevilla lo celebran algunas casas y asociaciones de brasileños. Salen a la
calle en agrupaciones con bandas, música, carrozas, bailes y los trajes típicos. Inés lo
conoce pero admite no haber asistido nunca.
Juan Pablo también reconoce estar ya totalmente insertado en la cultura y costumbres
españolas. Su hija llegó a España con cinco, por lo que no conoce otra sociedad que la
sevillana. Sus amistades y todo el mundo que le rodea es autóctono por lo que no sigue
ninguna tradición boliviana. Juan Pablo y su mujer han ido adaptándose con el tiempo a
este estilo de vida. En cuanto a la alimentación, dice comer muchos guisos, porotos
(chicharos), pollo, etc. Comidas de aquí y de allí. Los primeros años sobre todo, se
reunían con los vecinos del barrio para comer en los parques y los días especiales lo
celebraban con su familia y otros bolivianos con música folclórica, comidas típicas, etc.
Actualmente, se reúnen menos seguido pero en Navidad, por ejemplo, igual lo celebra
toda la familia y se dan los regalos.
A María le encanta la cocina y ha seguido haciendo a menudo platos típicos de Perú.
Cuenta que, a pesar de haber comido mucho arroz en su vida, sigue siendo un alimento
que no falta en su casa para acompañar las comidas. Entre sus platos favoritos está el
ceviche, las papas rellenas, el estofado y el cao cao (cayos) pero también el gazpacho, la
paella y el jamón. Puesto que ya lleva muchos años en Sevilla y parte de su familia se
ha criado aquí, se ha ido adaptando a nuestras tradiciones sin problemas. Después de las
12 en Navidad, toman leche con panetón (dulce típico peruano) pero los regalos los dan
el día de Reyes Magos. María es una persona muy religiosa y aunque ya esté
acostumbrada, le gusta mucho la Semana Santa de Sevilla. Explica que en Perú también
es una fiesta grande pero muy distinta. Solo el primer año que llegó a Sevilla hizo su
penitencia en Semana Santa siguiendo la tradición peruana: recorrer 7 o 14 iglesias
caminando hasta llegar al centro antes de las 12 de la noche.
Una gran parte de los inmigrantes que llevan en España una serie de años acaban por
adoptar ambas culturas y mezclar tradiciones y costumbres de ambos países... En el
ámbito religioso, por ejemplo, que muchos tomen nuestras tradiciones o parte de ellas
no significa que no sigan prácticas las suyas. En Sevilla, cuenta Francisco Cuberos,
existen numerosas asociaciones de inmigrantes que organizan romerías y sacan a la
calle sus procesiones. “Los peruanos sacan al Cristo de los Milagros, los ecuatorianos a
la Virgen del Quinche, los paraguayos a la Virgen de Caacupé, los mejicanos celebran
la Virgen de Guadalupe y hacen sus fiestas donde se reúnen con música mariachi, bailes
típicos, etc. Tienen ese tipo de sociabilidad”. No se pueden olvidar de dónde vienen
pero también se adaptan a los nuevos contextos.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
28
Hoy…
En general el colectivo latinoamericano está bastante mezclado con la población
autóctona en todos los sentidos. En cuanto a la zona de residencia, aunque haya sectores
donde se concentren más, no existe en Sevilla un barrio exclusivamente de latinos,
asiáticos, etc. sino que conviven todos los colectivos juntos, nativos y extranjeros. Lo
mismo ocurre con los lugares de reunión, para salir, etc. Actualmente no hay lugares
específicamente para ellos pero una parte de la población latina tiende a juntarse por
algunos sitios concretos. Los fines de semana es muy corriente ver reunidas a familias
enteras en parques como el Miraflores, Alamillo o Amate. Para la noche, por ejemplo,
hay discotecas latinas que están abiertos para todo el mundo pero generalmente se
concentran más latinos. Alguna de ellas son Amanecer Latino, La Rosa Negra, el
Rumberito Cubano o Imperio Latino. Dado el perfil de los inmigrantes que llegan a
Sevilla, las personas que suelen asistir estos espacios son gente joven de la 2ª
generación, que de origen son latinos pero que llevan viviendo toda su vida aquí. Cada
vez es más frecuente ver en estos lugares a jóvenes de origen español con gusto por la
música y el baile latino. Estos son los espacios más significativos para señalar a la hora
de hablar de “espacios latinos”. Pero lógicamente no todos los inmigrantes que hay en
Sevilla concurren estos lugares, nuestros tres protagonistas por ejemplo reconocen no
haber asistido nunca.
Tanto Inés como María y Juan Pablo están ya completamente integrados en la sociedad
sevillana. Ellos tuvieron mucha suerte y nunca les faltó el trabajo. Muchos otros se
vieron obligados a marcharse y a vivir en situaciones de precariedad y marginación.
Ellos conviven y se relacionan a diario con personas con personas de aquí, en el trabajo
y con los vecinos, sus amistades son españoles e inmigrantes. Sus hijos e hijas se han
criado aquí y tienen parejas españolas por lo que todos ya se sienten uno más. Pero 20
años son muchos años y aunque ya estén acostumbrados y bien asentados en Sevilla,
han tenido que sacrificar mucho. A la pregunta qué es lo que más echas o has echado de
menos, todos contestaron los mismo: mi familia. A Juan Pablo e Inés se le murió su
madre y padre respectivamente y no pudieron estar allí para despedirse y acompañar a la
familia. Cuentan que lo más duro es la distancia y sentirse tan lejos de los seres más
queridos, sobre todo de sus padres y hermanos. A María se le murieron sus padres
cuando era joven y desde hace unos años ya tiene a todos sus hijos, nietos y algunos
primos en Sevilla por lo que dice que en Perú no le queda nada. Los primeros años si
fueron especialmente duros para ella porque dejó a sus hijos muy pequeños. Lloraba
todos los días. Cuenta que en los en los 90 mandaba CDs grabados contándole cosas
porque no sabía escribir. Le contaba todo lo que estaba viviendo, su vida aquí. “Casi
todas las semanas le mandaba un cd a mis hijos para que no se olvidaran de mi”. María
no quiere volver, su familia y su vida está aquí. Al principio de este año fue a Lima por
3 meses y ya deseaba volver a su casa. Inés todavía tiene parte de su familia viviendo en
Brasil y le sigue gustando mucho su país. Aunque de momento no se plantea volver
definitivamente, cuenta que le gustaría jubilarse allí junto a su marido y vivir en el
campo. Juan Pablo igual se plantea volver pero no de momento ni de manera definitiva.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Quiere aprovechar y disfrutar las oportunidades que le ha traído la vida y quedarse en
Sevilla. Ahora están contentos porque después de 3 años sin ir a Bolivia, ya tienen
planeado un viaje para estas próximas navidades.
“Voy por 2 o 3 años a trabajar y me vuelvo”, frase que tantos dijeron y por un motivo u
otro, solo algunos cumplieron. 20 años más tarde, aquellos inmigrantes que llegaron
tímidos, con miles de miedos, dudas e incertidumbre, hoy se mezclan entre nosotros
enriqueciendo nuestra cultura, sociedad y suprimiendo prejuicios.
8. Conclusiones
Tras finalizar el reportaje, y basándonos en los objetivos marcados previamente,
pudimos extraer una serie de conclusiones generales que recogen las ideas que hemos
ido viendo a lo largo del presente trabajo. Son las siguientes:
1. Efectivamente hay un colectivo muy importante en Sevilla formado por los
inmigrantes latinoamericanos que, con el paso de los años, se ha ido estableciendo y
camuflando cada vez más en nuestra sociedad. Varios miles de personas llegaron
cargados de esperanzas con la ilusión de encontrar una vida mejor, y muchos de ellos lo
consiguieron. Aunque pase el tiempo, no olvidan sus raíces, sus tradiciones y sus
costumbres pero ya sí mezclándolas con la cultura española. Los primeros años
generalmente resulta muy dura la adaptación a un nuevo mundo por la incertidumbre y
las diferencias, pero sobre todo porque muchas de estas personas que llegaron tuvieron
que dejar atrás a sus familias y hogares. Por otro lado, existe en Sevilla la práctica de
tradiciones latinoamericanas por parte de grupos y asociaciones (como procesiones y
romerías) pero no significa que todos los latinoamericanos participen en estas
actividades. Cuando llegan a nuestro país, muchos de ellos suprimen la vida social para
dedicarse exclusivamente al trabajo y así poder ahorrar dinero. Es a medida que pasan
los años y que se establecen cuando comienzan a relacionarse más. Aun así, la
comunidad latinoamericana no es una comunidad especialmente complicada para
integrarse en nuestra sociedad.
2. En Sevilla hay numerosas ONGs y fundaciones destinadas a la ayuda de los
inmigrantes, pero ninguna exclusiva para el colectivo latinoamericano. Fundaciones
como Sevilla Acoge o MDPL se encargan de atender a todos los colectivos más
desfavorecidos: inmigrantes, personas en riesgo de exclusión social, víctimas de
violencia de género, etc. Los inmigrantes que acuden a Sevilla Acoge, lo hacen
generalmente al llegar para que les guíen y faciliten los trámites administrativos, cuando
tienen intenciones de traer a otros familiares o cuando necesitan algún tipo de ayuda
económica.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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3. En cuanto a los servicios públicos, son muchos inmigrantes los que señalan y valoran
los que hay en España. En la mayoría de los países latinoamericanos, tanto la sanidad
como la educación es privada y muy costosa. Existen unos servicios públicos pero
mínimos y de muy mala calidad. Las personas que llegan de países conflictivos estiman
especialmente la seguridad, tranquilidad y orden de nuestro país. Aunque por la época
que les ha tocado vivir en España, también han comprobado las consecuencias de la
crisis económica, aseguran que a pesar de los recortes estos siguen siendo mejores
servicios públicos que los de su país.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
31
9. Fuentes documentales
9.1. Libros
Grijelmo, A. (2014). El Estilo del Periodista. España: Taurus
Parratt, S., Paniagua, P. & Abejón, P. (2017). Manual Práctico de redacción
periodística. España: Sintesis
García Canclini, N. (2002). Latinoamericanos buscando lugar en este siglo.
Argentina: Paidos.
Cabrera Pérez, L. (2008). La integración cultural y social de inmigrantes
latinoamericanos : inquietudes y sugerencias para políticas de cambio. España:
Universitas.
Martín, E., Benítez, J., Castellani, S., & Cuberos, F. (2012). Vidas de ida y
vuelta. Sevilla: Universidad de Sevilla. Secretariado de publicaciones.
9.2. Artículos en internet
González-López, J., Lomas-Campos, M., & Rodríguez-Gázquez, M.. (2010).
Evolución de la inmigración en Europa y España durante los siglos XX y XXI.
Abril 14, 2017, de Revista Cuidarte Sitio web:
https://www.revistacuidarte.org/index.php/cuidarte/article/view/76/589
Terry Gregorio, J. (2011). Cultura, identidad cultural, patrimonio y desarrollo
comunitario rural: una nueva mirada en el contexto del siglo XXI
latinoamericano. Marzo 21, 2017, de Contribuciones a las Ciencias Sociales
Sitio web: http://www.eumed.net/rev/cccss/12/jrtg.htm
9.3. Textos legislativos
Ley Orgánica 7/1985, de 1 de julio, sobre derechos y libertades de los
extranjeros en España. Boletín Oficial del Estado, núm. 158, de 3 de julio de
1985, pp. 20824 a 20829.
https://www.boe.es/boe/dias/1985/07/03/pdfs/A20824-20829.pdf
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los
extranjeros en España y su integración social. Boletín Oficial del Estado, núm.
10, de 12 de enero de 2000, pp 1139 a 1150.
https://www.boe.es/boe/dias/2000/01/12/pdfs/A01139-01150.pdf
Constitución Española, (2016). España: Tecnos.
9.4. Entrevistas personales
Entrevista a María F. Calderón, el día 21 de mayo de 2017.
Entrevista a Inés Vargas, el día 21 de mayo de 2017.
Entrevista a Esteban Tabare, el día 26 de mayo de 2017.
Entrevista a Juan Pablo Rodríguez, el día 31 de mayo de 2017.
Entrevista a Ángeles López, el día 5 de junio.
Entrevista a Francisco José Cuberos, el día 6 de junio.
9.5. Otras fuentes
Junta de Andalucía. (2016). Fichas municipales. Julio 20, 2017, de Instituto de
Estadística y cartografía de Andalucía Sitio web:
http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/sima/ficha.htm
?mun=41091
INE. (2017). Estadísticas del Padrón continuo. Mayo 20, 2017, de Instituto
Nacional de Estadísticas Sitio web:
http://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254
736177012&menu=ultiDatos&idp=1254734710990
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
33
Anexo
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
34
Entrevistas
Ángeles López, trabajadora social.
Dentro del ámbito público, ¿qué papel desempeña un trabajador social? ¿Qué
labor realizas con estas personas?
Soy trabajadora social del ayuntamiento, no estoy especializada en un servicio
específico para inmigrantes sino que trabajo con todas las zonas, aunque también trabaje
con ellos, claro. Yo veo a personas inmigrantes al igual que a cualquier otro colectivo
discapacitados, mujeres…
Con este colectivo, por ejemplo, cuando un inmigrante quiere legalizar su situación, uno
de los muchos documentos que le pide extranjería, si es por arraigo es un informe de
arraigo social. Eso sí lo hago yo, que es específico para personas inmigrantes. O por
ejemplo cuando quieren reagrupar a su familia, también pide extranjería un informe de
la vivienda. Esa labor específica con ellos también la hacemos nosotros. Para conseguir
esos documentos que le piden en extranjería es necesario que pasen por nosotros
primero. Por otro lado, como cualquier otra persona, pueden acudir a nosotros porque
tengan alguna dificultad económica, porque tengan dificultades con los hijos y solicitan
algún tipo de asesoramiento o de apoyo con los hijos…
Nosotros aquí tenemos el equipo de intervención familiar, que es la trabajadora social,
una educadora social y una psicóloga. Entonces cuando la problemática es mas de
relaciones familiares o de problemas con los hijos, si hay absentismo escolar… entonces
ya entra el equipo, no solo la trabajadora social. Hay casos que el instituto o el colegio
demanda nuestra intervención cuando detectan caso de absentismo, aunque estando yo
trabajando no he vivido nunca un caso de absentismo en el colegio, del instituto quizás
más sí. Pero ya le digo, puede llegarnos de ellos (inmigrantes) como de cualquier otro
niño, nosotros atendemos todos los casos no específicamente de un colectivo u otro.
También se da el caso de que la familia lo demande. Solo tuve un caso porque en el
instituto parece que no le prestaron mucha atención cuando dijo que pensaba que su hijo
sufría bullying así que vino a hablar conmigo y desde aquí los ayudamos.
¿Con qué tipo de personas trabajas, qué perfil tienen?
Suelen ser familias nuclear: matrimonio con hijos menores… Eso es lo más más
habitual. Aunque vienen también hombres solos en busca de empleo principalmente o
ayuda para la viviendo, pero es menos significativo.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
35
¿Cuál es el motivo más común por el que tienes que tratar con ellos?
Con mi experiencia te cuento que suelen llevar regular la adolescencia de los hijos
porque se provoca un choque más de culturas. Esto es porque ellos piensas o
manifiestan que aquí los adolescentes tienen demasiada libertad, muy poca
responsabilidad, obligaciones… que eso en su país no ocurre. Allí la etapa de
adolescencia casi que no existen pues rápidamente pasan a ser “adultos”. Ellos dicen
que aquí ven mucha falta de respeto hacia los adultos, que no entienden como los
chavales no trabajen y ayuden a la casa, que le tengan que dar dinero los fines de
semana para salir… Eso sí he notado yo personalmente que es lo que peor lleva a la
hora de integrarse aquí.
También vienen mucho porque están en desempleo o para pedir una ayuda para el
alquiler (normalmente viven de alquiler). Eso y por lo que he comentado antes, porque
en extranjería le piden los informes obligatorios para su regularización y de eso nos
encargamos nosotros.
En los últimos años se ha notado mucho como ha aumentado la demanda de ayudas
sociales y de emergencia. Yo entre en 2007, justo antes de “entrar en la crisis” y el
número de personas que atendíamos era bastante reducido. Nunca me había encontrado
con un desahucio por ejemplo, ni sabía lo que era. Y eso ahora mismo está a la orden
del día… Ahora hay problemas que antes no teníamos que asumirlos.
¿Crees que un tiempo después a su llegada terminan por integrarse del todo?
Sí… yo en ellos no he notado un problema de integración fuerte, o al menos no me lo
han manifestado. Como te he dicho antes, si ha habido así algún problema de
integración más destacable ha sido con los menores y solo en determinadas edades. Yo
no he tenido temas de racismo de latinoamericanos ni nada…
Los hijos que vienen desde muy pequeños o nacen aquí no tienen ningún problema para
integrarse. Pero si primero han venido los padres y luego traen a los hijos ya
adolescentes y tal… si hemos tenido algunos casos más de problemas. Los padres igual
como vienen adultos con su cultura, sus costumbres, y demás, sí que les choca muchas
cosas.
¿Existen ayudas económicas para estos colectivos? (Implicación)
En cuanto a las ayudas económicas por ejemplo no están destinadas exclusivamente a
los inmigrantes sino para personas que ahora mismo tienen una situación vulnerable, o
están en riesgo de exclusión… Pero sí, nosotros atendemos a cualquier tipo de persona
que estén desempleado por ejemplo y se le tramita algún tipo de ayuda… Se le ayuda
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
36
como a cualquier otra familia con ayudas de emergencia, tema de suministro de
alimentos, etc. Se les trata como una familia más, no se diferencia.
Existe una renta mínima que se le conoce como Salario social. La concede la Junta de
Andalucía a quién lo necesita pero es solo para 6 meses y además tarda en llegar… Pero
esta ayuda se le ha dificultado a los inmigrantes extra comunitarios. Si no hay ningún
miembro de la familia que pertenezca a la Unión Europea, no la pueden solicitar.
Entonces, yo me encuentro con familias no europeas, que si los hijos no han nacido aquí
ni tienen la nacionalidad no pueden solicitar la ayuda. Esta ayuda se llama “Programa
de solidaridad para la erradicación de la pobreza en Andalucía”, comúnmente conocido
como salario social. Es como una pseudo renta mínima, o eso quieren conseguir
(aunque no lo es), y para conseguirla deben cumplir con muchos requisitos, solo es para
6 meses…
Por parte del Ayuntamiento no hay ayudas así específicas para estos colectivos y por
parte de la Junta tampoco. Nosotros tramitamos muchos asuntos de la junta y derivamos
a ONGs y tal para asesoramiento de cualquier tipo, pero no existe un servicio específico
para estos colectivos.
Nosotros por ejemplos derivamos a los abogados de las ONGs ni necesitan orientación
laboral o jurídica. Cuando las cosas estaban mejor aquí, desde Andalucía Orienta si que
había un programa especifico de orientación laboral para personas con dificultades,
donde se contemplaba también a las personas extranjeras. A día de hora Andalucía
Orienta ha tenido que cerrar varias oficinas en municipios de la provincia… Nosotros
recurrimos mucho a ONGs como Cruz Roja, Sevilla Acoge… Cruz Roja por ejemplo
llevan una labor social muy potente, con un equipo de abogados y demás.
En el ámbito público no hay ayudas sociales del tipo que se junten para reuniones de
autoayuda y tal, eso lo hacen las ong pero nosotros no hacemos ni organizamos nada de
eso… Yo pienso que en el ámbito público a nivel social hay muchas carencias.
*Ayudas al retorno: Existieron unas ayudas, que se agotaron rápidamente, que
pagaban el billete de regreso a los inmigrantes, con un compromiso firmado por parte de
la familia de no volver en X tiempo. Estas ayudas las daban las ONGs. Esto se dio
porque para renovar el permiso de trabajo tiene que ir presentando la documentación al
día y con la crisis muchas personas quedaron desempleadas, por tanto no podían
renovar los papeles del permiso y tal, pasan a ser ilegal. Y una vez que sean ilegales le
pueden deportar fácilmente. Entonces, ante esa situación precaria, de desempleo y
demás pues ha habido muchas familias que han pedido la ayuda para que le paguen el
billete de vuelta a su país. Esta medida se tomo a raíz de la crisis y la llevaron a cabo
ONGs como Cruz Roja. El caso de estos ocurrió con una familia argentina hace unos
meses, que el padre estaba ilegal porque estaba desempleado y lo deportaron
rápidamente. Tanto es así que lo cogieron y no pudo ni despedirse de la familia. La
mujer también estaba desempleada y con tres hijos porque lo que a los pocos días pidió
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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esta ayuda para que le paguen el billete de vuelta y volver con su marido a su país. En
este caso fue la ONG MPDL la que le ayudó a volver. Ya es de las pocas, o la única
incluso que lo siguen pagando en Sevilla.
Francisco José Cuberos, doctor en antropología
¿Cuál es la comunidad latina más numerosa en Sevilla? ¿A qué se debe?
Para hablar de la más importante en números hay que tener en cuenta que una cosa es
las personas que viven aquí y otra es las que están regularizadas aquí. Según las
estadísticas que tu cojas, te van a dar unos datos u otros. Si coges por ejemplo, los datos
del Ministerio sobre permisos de residencia y seguramente los que más aparezcan sean
los ecuatorianos, porque hay muchos bolivianos que, como llegaron después, todavía no
tienen documentación. Ahora, en el Padrón, lo más probable es que sí aparezcan
recogidos.
También pasa con los latinoamericanos que tienen unas ciertas ventajas a la hora de
acceder a la nacionalidad española. En España, los extranjeros para vivir aquí necesitan
un permiso de residencia, aunque hay muchas formas de acceder a la nacionalidad
española. Por ejemplo, los latinoamericanos siendo hasta nietos de españoles la tienen
de origen, se les concede si demuestran que tienen hasta abuelos españoles. Pero la vía
más común es a través de la residencia. Entonces, la legislación española dice que un
extranjero para poder pedir la nacionalidad española tiene que residir legalmente en
España 10 años, menos en algunos casos. Y estos casos incluyen todos los países
latinoamericanos con los que hay convenio, que son prácticamente todos, a los que solo
se le piden dos años de residencia. De forma que un inmigrante marroquí por ejemplo
tiene que estar aquí 10 años mínimo para que le den la nacionalidad mientras que un
latinoamericano solo tiene estar 2 años. Esto significa que muchos desaparecen de las
estadísticas porque en el momento que pasan a ser españoles ya no constan como
extranjeros en ningún lado. Entonces es complicado comparar en números de
marroquíes con el de ecuatorianos, por ejemplo, porque hay muchísimos ecuatorianos
que ya han accedido a la nacionalidad y no constan en las estadísticas.
Pero vamos, en número, los más importante probablemente sean los bolivianos,
ecuatorianos, colombianos y también hay un número importante de paraguayos,
peruanos, argentinos…
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿Por qué a España?
Aquí se juntan varias cosas. Por una parte está la facilidad para obtener la nacionalidad
y además que hasta hace poco años la inmensa mayoría de los países latinoamericanos
tenían convenios bilaterales por los que podían venir durante 3 meses de turista sin
necesidad de visado. Cuando una personas quiere venir desde el extranjero a España
necesita un visado de turista pero en virtud de acuerdos bilaterales de España con casi
todos los países latinos, no les pedía visado, como sucede al revés. Por tanto, ellos
venían porque solo necesitaban comprarse un billete de avión, venían, normalmente
traían un dinero en metálico por si le preguntaban en la frontera para que venían… pero
en principio no necesitaban visado ni nada por tanto la entrada era muy fácil. Luego,
esto de los visados lo han ido suprimiendo, y eso es lo que te explica que si tu miras las
estadísticas, vas a ver que del año 1999 (que empieza la crisis en Ecuador) hasta 2003,
entran muchísimos pero en 2003 dejan de entrar porque ese año España rompe el
acuerdo y se empieza a pedir visado. Siguen entrando los colombianos hasta 2005, año
que España rompe el acuerdo con este país… Entonces si ves las estadísticas ves como
entran muchos de un mismo colectivo hasta que España rompe los convenios.
Otros factores, por supuesto… compartir una lengua y el vínculo histórico, no es lo
mismo que se vayan a la India. Luego están los factores económicos. La inmensa
mayoría de los latinoamericanos empiezan a venir a finales de los 90 hasta finales de los
2000, que es una etapa de mucho crecimiento económico aquí. Que a su vez esto da
lugar al crecimiento de sectores económicos que llamamos secundarios (precarizados,
servicio doméstico, hostelería, etc.) que necesitan mano de obra precaria, entonces aquí
hay una demanda de ese tipo de trabajadores, por eso vienen mucho también.
Hay una cosa también muy importante a tener en cuenta, y es que la mayoría de estos
países, especialmente Ecuador, Colombia… tienen una tradición migratoria fuerte. No
son países donde la gente haya empezado a emigrar ahora, sobre todo en ciertas
regiones, pero su destino migratorio tradicional era Estados Unidos. Después de los
atentados de las torres gemelas se endurece muchísimo las políticas migratorias
estadounidenses entonces aparece España como un destino alternativo. El crecimiento
de los flujos migratorios latinoamericanos a España tiene mucho que ver también con el
cierre de las fronteras de Estados Unidos.
Por supuesto también influye las crisis brutales que se viven en estos países desde
finales de los 90. En Ecuador con la caída de la economía nacional, Colombia con la
guerrilla, en Argentina con la crisis del corralito…
¿Qué trabajo suelen venir a desempeñar aquí los inmigrantes latinoamericanos,
hombres y mujeres?
La migración latinoamericana es diversa, es decir, no todos presentan la misma
situación. Por ejemplo, en el caso de los venezolanos yo diría que puede haber un 25%,
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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30% que vengan con la nacionalidad de origen. Porque a Venezuela hubo una migración
fuerte de españoles a principios del siglo XX, entonces hay mucha gente todavía que
tenia abuelos españoles y por tanto ahora tienen la nacionalidad de origen. También hay
que tener en cuenta el caso de los refugiados. Entre los colombianos hay un número
importante de refugiados que vienen por otras vías. Existe la figura del refugiado
reconocida internacionalmente y cuando tu eres legalmente reconocido como refugiado,
tienes derecho a asilo político. Vienen por otro cauce, con unas condiciones, se les
acoge… es distinto.
Pero la inmensa mayoría viene a trabajar y dentro de esta mayoría, al contrario de lo que
piensa la gente, generalmente en las migraciones latinoamericanas, los sectores que
vienen son sectores que tienen una formación, unos niveles formativos relativamente
altos en sus países de origen. Entre otras cosas porque la propia migración exige una
inversión importante pues necesitan 3 o 4 mil de dólares para el billete, para demostrar
en la frontera que tenían recursos, etc. No son sectores que estén especialmente mal, los
pobres en Latino América no emigran. Son sectores populares pero no son los que están
peor. Cuando vienen, la inmensa mayoría de ellos experimentan un descenso laboral
porque vienen aquí a hacer labores que no hacían en sus países: hostelería, servicio
doméstico, agricultura, construcción… Mujeres en el servicio doméstico y hombres en
la construcción principalmente.
La inmigración latinoamericana al ser tan grande, además de coincidir con otras
comunidades de inmigrantes importantes, da lugar al desarrollo de toda una industria
alrededor de la inmigración de ONGs que contratan a inmigrantes para llegar a todos
los colectivos, negocios, pequeños comercios que hacen que esta gente se emplee ahí
también, restaurantes, etc.
Retorno a sus países tras la crisis…
Hay que tener en cuenta sobre todo dos cosas. Primero, la crisis económica de aquí,
descienden las posibilidades de vivir aquí bien y la gente se vuelve a sus países. Y
segundo, hay muchos latinos que por las condiciones legales pudieron acceder
fácilmente a la nacionalidad. Esto significa que una vez que ya la tiene, pueden volver a
sus países pero no para siempre. Esto abre la posibilidad de una vida de ‘ida y vuelta’.
El hecho de que vuelvan nos significa que sea para siempre, sino que van porque tienen
su nacionalidad española y dentro de unos años vuelven, por ejemplo.
Otra cuestión importante es que, era una población en general con situaciones
económicas difíciles y muchos se vieron endeudados y muchos tuvieron que irse
huyendo de las deudas. Los que se han quedado aquí han podido experimentar una
mejora aunque luego la crisis les ha afectado mucho. Muchos se han ido al paro y han
vivían un retroceso. Normalmente los primeros 5-6 años experimentaban una mejora
aunque no demasiado importante. La mayoría tienen trabajos precarios aunque también
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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hay una minoría que vino cualificada y que actualmente tienen trabajos en sectores
cualificados.
Diferencias culturales más destacadas
En cuanto a la comida, a diferencia de lo que piensa mucha gente, es muy distinta a la
nuestra. Cuando se habla de proximidad cultural se escogen una serie de rasgos para
comparar. La gente suele coger la lengua o la religión, por ejemplo, pero desde el punto
de vista antropológico lo miramos de una manera más compleja. Decir que hablamos la
misma lengua es mucho suponer. En principio sí entendemos las palabras pero no
significa que se le dé el mismo sentido. Muchas veces las palabras también cambian, el
contexto en el que se dice, hay bromas que no se entienden, hay expresiones que para
ellos pueden ser agresivas y para nosotros no y al revés. El tema de la lengua es más
complicado de lo que parece.
El tema de la religión, en principio puede parecer que como no son musulmanes sí es la
misma o están más cerca. Pero no podemos pensar que la viven de la misma forma.
Una cosa a tener en cuenta es que una parte importante de los inmigrantes
latinoamericanos son evangélicos, por lo que viven la religión de forma totalmente
distinta. Porque además el evangelismo de esos países no es el mismo que el de aquí. En
principio mucha gente piensa que los latinoamericanos son iguales que nosotros y no…
Con la dieta alimenticia pasa igual, pero en realidad es muy distinta sobre todo en
ciertas zonas. Aunque a lo largo del tiempo la gente que viene a lo mejor van perdiendo
sus costumbres y demás, sigue habiendo diferencias culturales importantes y en el caso
de los latinoamericanos muchas veces se da esa paradoja: como gran parte de la
población piensa que las diferencias son menores, luego cuando llega el momento de
convivir pues surgen los “problemas”, se hacen patente estas diferencias.
Y bueno, la cultura no es solo la religión y la lengua. Por ejemplo, como usan los
espacios públicos. Por ejemplo, cuando se reúnen en las canchas deportivas a jugar al
fútbol no lo hacen igual que como se hace aquí. Ellos se ponen a cocinar y a beber.
Jugaban al fútbol durante el día pero cuando llega más la noche se ponen a beber.
Entonces aunque aparentemente sea igual, hay diferencias. Otra cosa típica de algunos
países y que a mí personalmente me llamó la atención es que ellos, el fin de semana
cuando se ponen a limpiar por ejemplo, se ponen la música muy muy fuerte. Y a ellos le
llama la atención el hecho de que aquí un vecino se moleste o se queje por la música,
porque piensan que es ‘hoy por ti, mañana por mí’. O hacer una fiesta con música muy
fuerte hasta las 4 de la mañana. No entienden que aquí la gente se enfade por eso. Son
maneras distintas de ocupar los espacios.
También es cierto que hay veces que se achacan cosas a la cultura y no tiene nada que
ver con eso, tiene que ver con la precariedad. Por ejemplo, aquí mucha gente piensa y
dice “los latinoamericanos viven 15 en una casa, son unos salvajes”. Pero esto no es por
cultura, es porque no tienen dinero y se tienen que adaptar a lo que hay.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿A grandes rasgos, cuál es el perfil del inmigrante latinoamericano que viene a
Sevilla? ¿Ha cambiado en los últimos años?
Es diverso pero hay algunas tendencias comunes. Entre las corrientes más importantes
numéricamente eran migraciones muy feminizada. Habían mucha mujeres, sobre todo
en las primeras fases de los procesos migratorios. Esto te demuestra que había muchas
mujeres que llamamos pioneras, las que iniciaban la red migratoria y luego reagrupaban
a la familias. Esto contrastaba con las tradicionales migraciones ecuatorianas a Estados
Unidos, que eran hombres.
En estos casos las mujeres tuvieron mucho peso, tiene que ver con la propia demanda
laboral del servicio domestico pero también con situaciones que se acentuaron en sus
países de origen. Como por ejemplo que ya tenían cierta formación, problemas
familiares, que venían para querer tener más autonomía … Conforme avanza el proceso
migratorio este hecho tiende a equipararse por la reagrupación. Generalmente tienen un
nivel formativo medio, no son personas con cualificaciones muy bajas y esto se ha
mantenido.
¿Se reúnen y organizan por zonas y por comunidad? ¿Siguen celebrando sus
fiestas? Ejemplos.
Sí, tienen muchísimos. En Sevilla, a diferencia de otros sitios donde la migración se ha
dado en otras condiciones, donde la gente se asentaba más en zonas más concretas,
mediante la autoconstrucción… Ellos llegan a unas zonas donde se insertan
residencialmente mediante alquileres por tanto están bastantes mezclados con la
población autóctona. Es Sevilla no hay una zona o un barrio exclusivamente de
bolivianos, ecuatorianos… Sí hay lógicamente más concentración en zonas más
asequibles y que estaban generalmente bien situadas, cerca de sus centros de trabajos…
En Sevilla está por ejemplo La Macarena, el Distrito Sur…
Esta gente, cuando llegan con una situación de precariedad jurídica, y tienen
generalmente problemas, para ellos es muy importante tener unas redes fuertes. Es
decir, son personas que van a poner mucho interés en reunirse con sus connacionales, en
crear espacios de encuentros. En Sevilla no hay sitios que se hayan dedicado a ellos, que
se hayan abierto para ellos. Lo que sí hay son espacios públicos que ellos utilizan de una
forma intensiva. Por ejemplo, las plazas de La Macarena (la Plaza del Cerezo…). El
tema del deporte es muy interesante, para ellos es una forma de sociabilidad importante
es la práctica deportiva. Hay canchas deportivas en Sevilla donde se juntan mucho como
la de San Jerónimo, la del parque Amate, la del parque Miraflores… Luego tienen sus
propios espacios para la noche como son las discotecas latinas, que generalmente se
encuentran en la periferia, en los polígonos industriales: Amanecer Latino, el Rumberito
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Cubano, por ejemplo, bueno hay varias. Son negocios abiertos para todo el mundo pero
generalmente son ellos los que los usan más.
Luego también tienen una vida asociativa bastante intensa. Hay bastantes asociaciones
de inmigrantes latinoamericanos formalmente establecidas. Y más allá incluso de estas
asociaciones, tienen redes que se dedican a organizar cosas, por ejemplo, las romerías.
Ahí normalmente se agrupan y organizan sus procesiones. Los peruanos sacan al Cristo
de los Milagros, los ecuatorianos a la Virgen del Quinche, los paraguayos a la Virgen de
Cacupé, los mejicanos también celebran la virgen de Guadalupe y hacen sus fiestas con
música mariachi, se reúnen…. Tienen ese tipo de sociabilidad. También alrededor de
los grupos folclóricos, que muchas veces están ligados a las propias asociaciones de
inmigrantes pero no siempre. Son grupos que se juntan para hacer sus bailes típicos con
las ropas de allí. Ellos le dan mucha importancia a este tipo de actividades. En el tema
de las procesiones sacan sus “pasos” pero como no tienen un espacio propio digamos
que cada año tienen que negociarlo. Algunos llegan a acuerdos con el párroco de su
barrio, incluso que le deja guardar su imagen en la iglesia durante el año. Pero
normalmente tienen los propios inmigrantes la imagen guardada en su casa. Es muy
común que hagan eso de prestar la imagen, poniendo un dinero para mantenerla… pero
cuando llega el momento de la procesión buscan un párroco, generalmente de una
iglesia de algún barrio que le coja bien por cercanía o porque vivan allí muchos
inmigrantes de esa comunidad… y luego buscan un sitio donde hacer la fiesta. La
pueden hacer en un campo de alguien que les presta, en algún centro cívico o en alguna
de estas discotecas latinas, entre otras. Cuando la iglesia y el sitio de la fiesta están
cerca, después de la misa se van en procesión hasta el lugar donde se va a celebrar la
fiesta. Si está lejos pues meten la imagen en un coche y la bajan ya en el lugar de la
fiesta. Esto te demuestra bueno, la situación de precariedad en la que se encuentran a
veces y tienen que buscarse un poco la vida también para esto.
En comparación con otras comunidades, ¿los latinoamericanos están bien
integrados en Sevilla?
Pues depende de cómo lo midas, si por integración se entiende que consigan vivir en
una condiciones equiparables con el grueso de la población, en general siguen estando
peor, en general. Ahora, en comparación con otros colectivos, pues es que depende que
indicadores comparar. En principio diría que a principios del 2000 había una cierta
simpatía, porque además se promovió. Hay un trabajo sobre eso del autor Izquierdo que
habla de “los preferidos del siglo XXI’ donde analiza como desde la sociedad española
se construía un discurso para presentar a los latinoamericanos como inmigrantes
preferidos. Y esto no solo ocurría en los discurso en los medios de comunicación y la
gente en la calle sino en la legislación incluso se le daban ciertas ventajas. Empezó a
llegar esta idea de que si había que tener inmigrantes mejor que fueran ellos que eran
más “parecidos”. Pero bueno, en lo del parecido depende de que rasgos escojamos para
comparar. Hay aspectos en los que nos parecemos más a ellos, la lengua por ejemplo.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Pero hay otros en los que nos parecemos más a los marroquíes, como la manera de usar
los espacios públicos. Buscaban un discurso en el que decían que eran más compatibles,
pero se ha demostrado que este discurso era temporal y muy cambiante. Después de
ellos, se hablaba de compatibilidad con los inmigrantes de Europa del Este, pero esto
era todo por el mercado de trabajo. Son discurso que se van construyendo políticamente
y para justificar más bien el traer gente “sumisa” para trabajar en cada momento, más
que el hecho de que objetivamente sean más compatibles o no culturalmente, que eso es
muy relativo. Incluso la historia nos ha demostrado que los colectivos que son
culturalmente más similares, no necesariamente conviven mejor.
Aunque bueno, si es verdad que las segundas generaciones sobre todo están bien
integradas porque llevan toda la vida aquí, esta es su tierra y su cultura. Se juntan en los
colegios e institutos, con las amistades, se forman las parejas y matrimonios mixtos.
Esteban Tabare, voluntario en Sevilla Acoge
¿Cuántos años lleva esta asociación funcionando en Sevilla?
Sevilla Acoge fue fundada en 1985, concretamente su estatuto fue aprobado en
noviembre de 1985 por iniciativa de un pequeño grupo de 7 personas liderado por una
mujer extraordinaria, que ya no vive, llamada Reyes García de Castro. Esta mujer,
siendo joven 30 años, marchó como cooperante seglar a Burkina Faso con los
misioneros de África ‘Padres Blanco’ y allí estuvo 4-5 años colaborando en proyecto de
formación de la mujer. El impacto que recibió en África negra fue tan fuerte para su
propia vida personal que cuando regresó a Sevilla pensó para sí: puedo hacer algo para
devolver la moneda que he recibido en África. Si en África fui bien acogida voy a hacer
aquí algo para acoger a las personas africanas, (en ese momento solo se pensaba en
África) y le gustaba decir: “yo en África nunca me sentí ni blanca ni extranjera”. Ella
quería que esa frase también se cumpliera en Sevilla y para aquellas personas que
venían, que entonces eran muy pocas, tuvieran también esa experiencia, no sentirse ni
negros ni extranjeros, sino un vecino más de la ciudad. Y de esa utopía fue naciendo
poco a poco Sevilla Acoge en el año 1985, cuando la inmigración en España era muy
minúscula. En aquel año, el censo de inmigrantes no europeos en España era de 700.000
personas, hoy pasa de 5 millones.
Paralelamente en el año 1985, el gobierno entonces socialista liderado por Felipe
González aprueba la ley de extranjería que sigue vigente hasta hoy, con ligeras reformas
en aspectos particulares. La primera y única ley de extranjera, una de las más
restrictivas y duras que por entonces existían en Europa sin haber una realidad
suficiente en cuanto a inmigración en España que explicara por qué una ley tan
restrictiva, pero sí, es la realidad.
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Así pues, en 1985 nace una ley de extranjería en contra de y nace Sevilla Acoge a favor
de. Bueno... pues de eso hace ya 32 años.
¿Fueron en los 90’s cuando más inmigrantes llegaron a España?
Sí, a partir de 90-95 se produce una gran llegada de inmigración a España, menos a
Andalucía y dentro de Andalucía, esta menos a Sevilla. Los puntos de afluencia más
importantes era Almería y Málaga, por el reclamo de los invernaderos y por la
hostelería respectivamente. Sevilla tiene una población inmigrante pero no recibe una
llegada fuerte ni antes ni ahora. Hay una llegada progresiva y lenta, una inmigración
bastante asentada porque Sevilla es fundamentalmente una ciudad de servicio con alto
índice de desempleo para la propia población Sevilla por tanto nuestra ciudad no es
atractiva ni atrayente para la inmigración, si para el turismo. Por eso nuestro trabajo en
Sevilla Acoge con las personas migrantes tiene características diferentes a las que
puedan ser en Huelva con el trabajo agrícola o en Málaga que es más de servicios.
Nosotros intervenimos mucho con familias, con jóvenes y niños y también con la propia
población sevillana. Cuando hablamos de inmigración en seguida se une la palabra
integración, palabra con muchas aristas. Nosotros pensamos que la inmigración tiene
dos polos, el de la población que llega y el de la población que ya nació aquí. Y la
integración tiene que ser un movimiento de ambas partes a la vez. Un movimiento de
acercamiento y aproximación tanto de la población que ha llegado como de la población
que somos autóctonos. En ese sentido trabajamos desde siempre procesos de integración
vecinal, laboral, de participación ciudadana… y mucho también con lo que se le llama
2ª generación (forma un poco equivocada de hablar porque hasta cuando diremos 1ª
generación, 2ª…) Son españoles de origen, sus padres, extranjeros. Trabajamos mucho
los programas de cooperación al desarrollo. Nos parece que una de las causas de la
inmigración son los procesos cada vez mayores de pauperización y subdesarrollo en los
países de origen. Aunque no somos una ong de cooperación para el desarrollo en sí,
tenemos programas para esto para no olvidar una de las raíces de la inmigración: que
allí es muy difícil o imposible vivir para mucha gente. Estas son algunas de las
actividades que realizamos que nos diferencian de las que se llevan a cabo en otras
ciudades cuyas características son distintas.
¿Qué tamaño (cifras aproximadas) e importancia tiene la comunidad
latinoamericana en la asociación en concreto y en Sevilla en general?
La población inmigrante latinoamericana en Sevilla es el colectivo más importante en
cuanto a números si unimos a todos los países. Por países en sí, el colectivo más
importante en números son marroquíes y rumanos. Según nuestra última memoria, en el
total de personas atendidas en nuestra asociación, que es de 5560, el 10% son de
Bolivia, el 5% de Perú, el 5% de Ecuador… si lo sumas todos ocupan un lugar
importante en nuestra actividad.
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Desde sus inicios hasta hoy, ¿ha cambiado mucho el perfil de personas que llegan a
Sevilla?
La llegada de personas fluctúa según por donde va pasando nuestro país y el suyo. En
general en la primera etapa de nuestra presencia en Sevilla, la inmigración latina era de
hombres solos, generalmente casados. Venían como si fuera la avanzadilla de su pueblo
y su familia porque habitualmente proceden de la misma comarca o ciudad, porque la
inmigración se produce muchas veces por “contagio”. De un pueblo llegan aquí y
llaman a los vecinos de su mismo pueblo. Entonces venían hombres adultos solos, la
mayoría casados que una vez conseguida su legalización y su trabajo más o menos
permanente, comienza lo que se llama la reagrupación familiar. De esta manera no es
tan costoso ni arriesgado. La mayoría de las personas no emigran a la aventura sino que
tienen labrado su proyecto migratorio y más adelante traen a sus familiares. De lo que
conozco en estos 30 años, la mayoría de los latinos, sus hijos ya han nacido aquí.
Podemos afirmar que la inmigración latinoamericana en Sevilla es bastante estable y
con familias construidas o reconstruidas aquí.
¿Cuál es el motivo más común por el que tratan con ellos? Causa por las que van a
la fundación.
Cuando se les preguntan por qué has venido a España, la mayoría de las respuestas de
todos es ‘para mejorar de vida’. Pero ese mejora de vida tiene diferentes matices, hay
quien vino porque peligraba su vida por las bandas armadas, guerrillas, delincuencia en
general… Otros porque tenían un negocio y les fue mal o se arruinaron, o le destruyeron
el negocio, etc. y tenían que dejarlo. Y finalmente otro por sus niveles de estudios,
porque allí tenían un nivel medio o medio alto pero no tenían salida profesional y
aspiraban a tener algo mejor, más adecuado y cualificado a su formación de tipo
universitario. Podemos observar en Sevilla y otras ciudades que hay artos profesionales
latinoamericanos en la enseñanza universitaria, en medicina, y demás.
¿Motivo por el que se acercan a ustedes como fundación?
Nosotros no nos publicitamos, nuestra mejor publicidad es nuestra antigüedad, es por
eso que somos bastantes conocidos por quien más nos interesan: las personas migrantes,
en segundo lugar las instituciones, la policía municipal y luego por los medios de
comunicación y la población en general. Cuando alguien llega, naturalmente va a
necesitar algún tipo de apoyo, pregunta a sus compañeros paisanos, familia… y estos les
dirán, entre otras entidades, Sevilla acoge. Aquí se le ofrece todo el abanico de servicios
que tenemos y los que esa persona en concreto va a demandar: orientación jurídica,
laboral, escolarización de los hijos, participación en talleres y cursos de formación, etc.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿Cómo brindan su ayuda a la comunidad Latinoamericana en concreto?
Hay de todo, el tema más demandado es el de la documentación. Con la ley en la mano
es imposible entrar en España para trabajar, solo se puede como turista. Nosotros les
guiamos como documentarse, como obtener el permiso de residencia y posteriormente
el permiso de trabajo. Todo esto requiere conocer bien la ley, entonces para poder
ayudarlos nosotros les orientamos y ayudamos jurídicamente. No solo le decimos lo que
tienen que hacer sino que lo hacemos con ellos. No solo es orientación y asesoramiento
sino también acompañamiento y defensa efectiva.
Después están los programas para formación laboral o bien los de cualificación laboral,
le ayudamos mejorar sus currículum, le ayudamos a buscar oportunidades de empleo a
través de internet o a través de contactos que tenemos con empresas o particulares (eso
sucedía más hace 10 años)
También hay ayudas de emergencias para la alimentación, ayudas de última hora de
pagos de alquiler, pago de luz… Esta demanda ha vuelto a crecer en los últimos años.
Nosotros les ayudamos con eso, tenemos un economato que pueden comprar comida a
precios muy bajos, no tenemos roperos porque ya hay muchos roperos en la ciudad (por
ejemplo Cáritas, Banco de alimentos…) y nosotros lo que hacemos es dárselas a
conocer y enviarlos allí.
Otra intervención directa que hacemos exclusivamente con mujeres son los programas
de empoderamientos y reconocimiento de ellas mismas como personas capaces de
abrirse camino en la vida. Tenemos un servicio de psicólogas para todo temas de
traumas y shock, desde una violación a maltrato continua de la pareja, prostitución, etc.
Tenemos grupos de autoayuda donde las mujeres se reúnen y se ayudan, cuentan sus
cosas y se apoyan unas a otras con el acompañamiento de unas monitoras. También este
ultimo año hemos hecho un taller de costura para confeccionar de trajes de sevillana que
ellas mismas pidieron. (Reportaje taller costura El País) El objetivo manifiesto es
aprender a coser, pero luego están los objetivos ocultos de ellas mismas, es que
necesitan la sociabilidad, el auto-reconocimiento y el empoderamiento en sociedades
extrañas para ellas y muchas veces hostiles. Encontrar un lugar que haga de sofá y de
colchón amortiguador.
Con los chavales también hacemos eso mismo. Tenemos un centro de acción
comunitaria en el barrio del Cerezo en la Macarena.
Por otra parte hemos implantado en Tetuán (Marruecos) un centro de acogida,
orientación, asesoramiento, etc. como Sevilla Acoge principalmente para subsaharianos.
Los que vienen de África negra y quieren entrar en Europa pero no pueden, quedan en
Marruecos. Por ello desde hace 3-4 años estamos creando en Tetuán una red asociativa
muy importante, hemos abierto una casa de acogida para mujeres subsaharianas solas.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Tal y como están las cosas ahora en España, ¿están regresando a sus países los
inmigrantes?
Sí, principalmente el regreso se ha producido en personas latinoamericanas no así en
personas de Europa del Este o África. Esto es porque algunos de sus países han
mejorado como por ejemplo Brasil. Terminaron dictaduras militares… Brasil, Perú,
Bolivia… son países que están despegando. Colombia podría hacerlo aunque lo está
haciendo ahora que ha terminado la guerrilla. Venezuela lo hizo bien pero ahora está
bastante quebrada.
¿Está la comunidad Latina, en general, bien integrada en Sevilla? En comparación
con otras comunidades, ¿es más rápida su integración en la sociedad sevillana?
El nivel de integración va en correspondencia con el nivel de aceptación de la
comunidad local. Si el nivel de aceptación es abierto, la integración de dicho colectivo
será mayor. En este sentido, por ley general la población sevillana es más receptiva
hacia los negros (senegaleses) y latinos y muy muy cerrada hacia marroquíes y
rumanos. Los latinos en general podemos decir que forman parte de la población sin
grandes dificultades, comparten el mismo idioma, la alimentación, dentro de sus
variantes, es similar, la religión también es igual y lo que ellos llaman ‘el amor a la
madre patria’. Para ellos existe ese imaginario de la madre patria. Entonces cuando
vienen, vienen con determinados puntos positivos hacia España. Por ello la aceptación
mutua es más fácil que con otros colectivos, tienen un clima de inserción social.
¿Existen lugares de reunión para los latinoamericanos en Sevilla? ¿Se celebran
fiestas y tradiciones latinas en Sevilla? ¿Formáis parte de ellas?
¿Alguna información más interesante?
Los latinos se sitúan la mayoría por el barrio de la Macarena y San Jerónimo. Los
lugares donde ellos se ven grupalmente son las plazas de estas barriadas, los centros de
telefonía y envío de dinero y la cancha deportiva de San Jerónimo, especialmente
ecuatorianos. Hay alguna festividad a lo largo del año que suelen celebrar bien en
grupo, bien de cada comunidad o en general como marchas callejeras con pachanga, su
propia vestimenta, su bandera. Pero ya hace tiempo que no la hacen. Sevilla Acoge
somos invitados, no formamos parte de ellos.
Nosotros desde el principio favorecimos mucho la creación del asociacionismo propio
de ellos. Sevilla Acoge no es para vosotros, Sevilla Acoge es un bastón. Lo importante
es que ellos tengan sus propias asociaciones y no necesiten de mediadores ni
interlocutores. Queremos que tengan su personalidad jurídica y vuestras actividades
culturales y de convivencia, etc. y se den a conocer como tales a la ciudad.
Ya prácticamente todos los países latinos y no latinos tienen su asociación, ese ha sido
siempre nuestro empeño. Queremos que vayan a los centros de adultos de sus barrios
para los cursos de formación, para cursos de español… Si ya existen que se integren en
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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ellas. Queremos que se visibilicen como tales, como colectivo colombiano, boliviano…
y que ellos organicen sus cosas con la gente del barrio como invitada y así se crea la
convivencia. Los primeros años si hacíamos fiestas, de Navidad, comida... solo para
inmigrantes y luego nos dimos cuenta que esto era un error. Los inmigrantes no tienen
que venir aquí, tienen que realizar sus cosas en sus barrios, donde ellos están y viven.
Sevilla Acoge es una emergencia. Ojalá algún día tengamos que cerrar porque ellos sean
capaces con sus propias organizaciones de crear sus recursos. Mejor aun, que las
herramientas y recursos que tiene la sociedad sea también para ellos.
Inés Vargas, brasileña
¿Cuánto tiempo llevas en Sevilla?
En Sevilla 22 años. Aunque antes estuve en Madrid, que llegué en el 93. Estuve dos
años y luego ya me vine a Sevilla.
¿Porqué tomaste la decisión de venirte y a España concretamente?
Siempre me gusto la cultura pero más porque tenía amigas que vivían en Madrid que
llevaban viviendo un tiempo y ya me invitaron a vivir.
¿Con quién/quienes viniste?
Vine la primera vez con una amiga. Vinimos a casa de otra amiga que ya vivía en
Madrid, es decir, venimos ya con un piso buscado para vivir juntas. Lo alquilamos entre
las tres juntas.
¿Por qué dejar el país?
Lo primero era por venir a trabajar, a vivir una aventura, aquí se ganaba mas también.
Yo tenía un negocio y necesitaba aportar dinero a la casa y eso. Al final llegas y ves que
no es así pero al principio sí.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿El cambio de Madrid- Sevilla porque fue?
El cambio fue por matrimonio, por amor (ríe). Me case con un sevillano.
¿Encontraste asociaciones que ayudan a establecerte aquí o te asentaste por tu
cuenta? ¿Cuáles?
No... yo me quedé ya aquí por mi cuenta.
¿Cómo fueron tus primeros días? ¿Cómo te sentiste, acogida/o, solo, perdido? *
Bien. Como estaba con mi pareja desde que llegue no me he sentido sola en ningún
momento.
¿Cómo fue tu acogida? Y en general por parte de la sociedad sevillana?
Yo no he tenido nunca ningún problema por ser extranjera jamás nunca. He sido muy
acogida y querida por todos. Nunca he tenido problemas. ¿Y por el idioma, que tal la
adaptación? Fue lento, hasta hoy (ríe). Los primeros años fueron más duros
entenderlos. Con mis amigas en la casa hablaba en brasileño porque también eran de
Brasil. Y en Madrid trabaja con niños por lo que tampoco tenía que hablar tanto.
¿Cuáles fueron las primeras impresiones que tuviste de España, Sevilla? ¿Qué
percepción tuviste?
Percepción: yo cuando llegue en noviembre a Madrid lo peor fue el frio. Mucho
viento… porque donde yo vivía hace calor todo el año. Aquello para mí fue muy triste.
Y también a las 7 de la mañana estaba oscuro y frío.. aquello me dejaba un poco … más
que nada me choco el clima. Después ya me adaptado muy bien a todo. El cambio de
ciudad fue bueno porque mi ciudad es muy grande también, como Madrid. Siempre hay
gente por las calles, siempre hay mucha vida y también por eso nunca he pasado miedo.
¿A qué te dedicaste?
En Madrid al principio cuidada niños, limpieza... esos trabajos que hacen los extranjeros
cuando vienen. Trabajar en casas y cuidar de niños. No me costó nada encontrar trabajo,
había muchísimo, me sobraban trabajos. Tenía ya mi amiga aquí que conocía mucha
gente entonces eso me ayudó a conocer gente.
En Sevilla me he dedicado sobre todo a mi casa. Trabajo de manera temporal.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿Encontraste más personas de tu país?
Mis amigas, una se fue a ny por 15 años y después se fue a Brasil. Y la otra ya se volvió
a Brasil. En Sevilla había poca gente de mi país, al menos yo no puedo saberlo porque
no salgo mucho. Me volqué mas con mi familia y mi casa. Lo mismo si fuera más de
salir en bares de ambiente y tal por la noche. Ahí sí creo que hay mucho ambiente en
Sevilla pero no ha sido mi caso.
En Madrid tenía fue otra etapa de mi vida, allí si salía en bares y demás. Es más, a mi
marido lo conocí en un bar brasileño que todavía existe: Oba oba. Pero aquella era otra
etapa. Ahora es mi casa, mis hijas… deje esa vida. Nunca he participado en actividades
de asociaciones y tal.
¿Qué hacías para “sentirte como en casa”?
Aquí mi cultura total porque hablo con mi familia en portugués, siempre.
¿Has seguido “desempeñando” tu cultura en Sevilla? ¿Cómo?
Yo creo que es muy parecido el estilo de vida, no hay tanta diferencia. La comida es
algo diferente pero no mucho. No hay un choque de cultura muy grande. Menos d lo
que piensa la gente.
En cuanto a las comidas, por ejemplo, ¿sigues haciendo comidas típicas de tu país?
Es muy parecida. Igual que aquí el pan está en la mesa todos los días para nosotros está
el arroz, frijoles. Mezclamos mucha la comida.
¿Encontraste en Sevilla lugares para comprar este tipo de alimentos?
No hay problemas para encontrar los ingredientes que son parecido. Antes igual
encontrar la harina de yuca, de mandioca, era más difícil, no había muchas tiendas que
la vendan. En Madrid si era más fácil. Las especias que usamos son igual que aquí, no
son raras. Ahora ya en las grandes superficies es más fácil. No hay grandes diferencias.
En cuanto a tradiciones, ¿cuáles has seguido?
No hay muchas diferentes. Allí en navidad por ejemplo, celebramos papa Noel, los
reyes magos allí no existen. Aquí lo que hacemos es hacer las dos cosas. Repartimos
entre los dos días. Las noches de navidad también es una cena mas especial con la
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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familia, muy parecida a la de aquí. Puede variar los platos. Allí es típico comer frijuada,
los frijoles negros con carne de cerdo. Es una comida de los africanos y se quedo en
Brasil. Yo suelo hacer pavo. En el sur ponen lentejas porque hay mucha gente que viene
de Italia. En mi tierra se come el pavo en navidad.
¿Has encontrado aquí una comunidad que las siga celebrando también?
En Sevilla, los brasileños celebran el carnaval porque me han llegado invitaciones de
bares y eso. Pero no sé cómo ni donde se hace.
En cuanto a la religión, en Brasil somos católicos como aquí, es el pañis con mas
católicos del mundo. En Semana santa también se celebra con fiesta, se adornan las
calles muy bonitas… pero es muy distinta a la de aquí porque no hay pasos. En algunas
ciudades de Brasil si hay ‘nazarenos’, parecidos. Allí es más alegre, se adornan las
calles con flores…
Actualmente, ¿Cuál es tu percepción ahora, XX años más tarde?
Ha cambiado mucho mi percepción. He notado muchísimo el cambio desde que llegué.
Antes por ejemplo, con el mismo dinero en el supermercado comprabas mucho más de
lo que se puede comprar ahora. El cambio ha sido a peor. El trabajo ha empeorado
mucho, antes había mucho mas. Ahora los inmigrantes se están yendo. Yo conozco
mucha gente que se han vuelto a Brasil por falta de trabajo, la mayoría de mis
conocidos. Tu sales de tu país para vivir mejor, no peor.
En cuanto a la calidad de vida…
Aun así no noto que Sevilla sea caro, se vive aquí con menos que en Brasil. Aquí se
puede vivir con poco, allí no, Goiana es caro. Porque en Brasil la sanidad hay que
pagarla, los estudios públicos son muy malos y te tienes que ir a la escuela privada...
entonces aquí puedes vivir con menos.
¿Qué es lo que más echas de menos?
Mi familia, sin ninguna duda. Lo único que me falta es mi familia. Yo aquí soy feliz
pero me falta eso. Es lo más difícil de llevar. Además los viajes son muy caros, está
muy lejos… Aun así nosotros tenemos suerte porque hemos ido mucho. Hemos tenido
que renunciar ir a otras partes de vacaciones, por ejemplo. Yo llevo muchos años
viviendo aquí y no conozco nada de Europa. Porque todo el dinero que gane es para ir a
Brasil. Necesitas todas las vacaciones para ir.
Aquí noto que somos más libre, hay menos violencia, podemos vivir más seguros. Eso
me gusta, en Brasil pasan más en las casas por miedo a que le roben, atraquen. Puede no
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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pasarte nada obviamente, si no te mueves por sitios malos… Tienes que ir a sitios
seguros…
¿En qué notas sobre todo las diferencias culturales/sociales?
No sé..., allí se reúnen mucho para hacer barbacoas porque el clima es muy bueno. Se
reúnen en las casas. El ambiente es muy cerrado, se juntan en las casas de unos y otros.
No se suele estar en lugares abiertos como parques y demás por el tema de la seguridad.
En cuanto a los servicios públicos, sanidad, educación, seguridad…¿Qué piensas
de ellos comparados con los de tu país?
No hay comparación, la sanidad pública de España no es que sea mucho mejor, es que
es la mejor he visto jamás. Allí en Brasil directamente no existe. Tú tienes que contratar
un privado porque el público… te pasa lo que sea y te puedes morir esperando sin
asistencia social. El dinero publica va a los bolsillos de algunos pero no a donde debe ir.
Y la educación pública fatal. Hay colegios públicos pero son malísimos. Tu no vas a
poner a tu hijo en un colegio que sabes que después no va a llevar a nada. Es raro
porque sin embargo la universidad pública es muy buena, es la que todo el mundo
quiere. La gente que entra en la universidad pública es la que ha ido a colegios privados.
Es curioso. La universidad es totalmente gratis, no se paga ni la matricula. Hay una
diferencia enorme de calidad entre la universidad pública y la privada. Es como aquí
pero aquí tu vas a un colegio público y sales preparadísimo para entrar en la universidad
pública, allí. Allí uno que va a un colegio público jamás jamás va a poder entrar en la
universidad pública. La gran diferencia es la falta de interés de los profesores porque
estos están muy mal pagados. No hay motivación por trabajar. Están ahí y no son ni
profesionales buenos. La privada si paga bien y los profesores prefieren la privada.
Aquí los profesores de las escuela públicas están bien pagados, allí pueden pasar 6
meses y no cobrar. Tienen vocación pero también “tienen que comer” por lo que van a
buscar la privada.
En la sanidad pasa por el estilo, los médicos prefieren las clínicas privadas porque no
tienen ni motivación por trabajar en un hospital público que falta hasta el algodón y las
gasas. Pasa lo mismo que con la educación, el dinero va donde no debería.
En cuanto a la seguridad, hay mucha corrupción también. También hay gente honrada
obviamente, pero no es como aquí. Allí tienen que buscarse la vida como sea, hay
muchos sobornos por parte de las autoridades…
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Después de todo, ¿Crees que España y Sevilla concretamente tiene asignaturas
pendientes con respecto a los inmigrantes? ¿Carencias?
La administración está bien, nunca he tenido ningún problema ni obstáculos ni nada
como extranjera. No tuve problemas para visado, para el matrimonio... nunca me han
puesto pegas.
Si noto que han cambiado los prejuicios en los años que llevo viviendo en España.
Cuando viví en Madrid notaba ese rechazo de la gente mayor con los extranjeros. Pero
ya se nota mucho menos, ya la gente no nos ve igual. Igual con la crisis de España han
sido mucho los que han ido a buscarse la vida fuera. Incluso la gente mayor y eso ya no
nos ve igual. La mayoría está muy sensibilizada con este tema, veo a los españoles muy
solidarios.
Puntos más positivos a destacar
Todo… me gusta todo. Vivo muy bien aquí. Me encanta ir a los bares a comer tapas y
beber cervezas. Me gusta la tranquilidad de poder estar en la calle hasta por la noche,
allí eso no podía hacerlo. Aquí puede estar tranquilo en un bar en la calle tomando una
tapita… De comida de aquí me encanta el puchero y el pescao frito. El jamón…
Puntos más negativos.
Me ha adaptado muy bien a todo. Aunque aquí la gente habla muy alto y chilla jajaja.
¿Te gustaría volver a tu país?
Hay momentos en los que sí y otros no… Pero… en general sí me gustaría. Me gustaría
jubilarnos allí, vivir en el campo... Me gusta mucho mi país y por mi familia. Aunque
para mí no es un sacrificio estar aquí ni mucho menos.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Juan Pablo Rodríguez, boliviano
¿Cuánto tiempo llevas en Sevilla?
Casi 20 años hace ahora. Llegué en el 98.
¿Porqué tomaste la decisión de venirte y a España concretamente?
Porque me casé muy joven allá en Bolivia y teníamos una niña chiquita. Yo me vine por
así decirlo porque no tenía más remedio, allá no teníamos muchas oportunidades para
trabajar y bueno queríamos tener una vida mejor. Entonces cuando mi hijita tenía dos
años yo ya decidí ir a España a buscar nuevas oportunidades. Tenía unos familiares y
conocidos que habían ido a España unos años antes y ellos podían ayudarme. Se
escuchaba que había más trabajo, por el idioma no había problema y sobre todo porque
estaban acá ya unos primos de mi mamá. Pero en un principio la idea era reunir un
dinero y volver. A través de estos familiares me consiguieron los papeles y después de
trabajar mucho allá pude pagar el pasaje que me lo habían prestado. Cuando llegué
directamente fui a Sevilla porque podían darme trabajo en la construcción.
¿Con quién/quienes viniste?
Al principio me vine solo porque los pasajes eran muy costosos y también era más
complicado conseguir los papeles para mi esposa, y pues como dije venía con la idea de
trabajar y ahorrar un buen dinero y mandarlo allá hasta poder volver yo. Lo bueno es
que aquí tenía otros familiares con quienes podía quedarme. Al principio me quedé en
su casa que me acogieron muy bien pero ya como a los meses arrendé un departamento
cerca con otros conocidos porque ya no cabíamos en el otro.
¿Encontraste asociaciones que ayudan a establecerte aquí o te asentaste por tu
cuenta? ¿Cuáles?
Buenos al principio fue por mi cuenta y con mis familiares y conocidos porque yo me
centré en trabajar. Aunque poco a poco me reunía en la plaza con mis compañeros o mis
vecinos para ver los partidos de fútbol, pero sí eso fue al cabo de los meses cuando ya
estaba más asentado. Cuando yo ya me vi mejor aquí se planteó la situación de traer a
mi familia y fue ahí cuando me recomendaron acudir a la Fundación Sevilla Acoge,
pues ellos me podían ayudar con el tema de los permisos. Yo no tenía mucha idea y
ellos me ayudaron con todo el papeleo. Después ya mantuve el trato con la asociación
porque me ayudaron mucho y les estoy muy agradecido.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿Cómo fueron tus primeros días?
Al principio me sentí solo porque extrañaba mucho a mi familia, a mi mujer y mi hija.
De repente las cosas al principio no iban tan bien, el trabajo no era tan bueno porque
tardaban en pagar y a mí me preocupaba porque quería mandar dinero cuanto antes.
Aunque estuviera aquí con unos familiares y con más personas que conocí, fue duro el
periodo de adaptación, como les pasará a todos… Pero al final me adapté más o menos
bien, y a los tres años más o menos ya por fin me traje a mi familia pero si es cierto que
hasta entonces yo no me sentía completamente bien y tranquilo.
¿Cómo fue tu acogida por parte de la sociedad sevillana?
Hay de todo, pasé buenos ratos pero también malos. Al principio prácticamente solo me
reunía con los compañeros del trabajo que éramos todos latinos: de Ecuador, Bolivia,
Mexicanos…y estábamos aquí por situaciones muy parecidas. También pasaba con los
primos y sobrinos de mi mamá, o sea que no tuve mucha relación al principio con las
personas de aquí. Pero en el día a día así no tuve mayores problemas con la sociedad,
siempre me han tratado bien.
¿Cuáles fueron las primeras impresiones que tuviste de Sevilla? ¿Qué percepción
tuviste?
¿De la ciudad? Buenas en general, me llamaron la atención las construcciones antiguas,
la gente era muy ordenada… la sociedad y el tráfico es muy tranquilo. Aquí todo es
mucho más seguro que en Bolivia. Lo encontré todo muy avanzado en comparación con
La Paz, que todo es un caos. Aquí las calles están cuidadas y todo está limpio. En ese
sentido si me sentía muy bien aquí y me parecía un buen sitio para vivir porque era
mejor que donde vivíamos en Bolivia pero no me lo planteé hasta pasado más de un año
por lo menos.
¿Qué hacías para “sentirte como en casa”?
Trataba de hablar lo más que podía con mi familia, lo que pasa que allá entonces no
había las comunicaciones que hay ahora, no podía contactarme mucho con ellos.
Intentaba estar acompañado con mis primos y amistades… y sobre todo trabajar para no
pensar mucho (sonríe). La verdad que recuerdo los primeros años que estuve aquí con
bastante pena, fue duro.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿Has seguido “desempeñando” tu cultura en Sevilla? ¿Cómo?
Al principio igual un poco más pero ya después de tantos años estamos totalmente
adaptados a esto. A mi hija le encanta la ropa, salir y todo lo de acá, sus amigas y
bueno… es lo que ha vivido. Algunas comidas son similares… aunque allí comíamos
más arroz (ríe). Cocinamos guisos, porotos, pollo… de todo un poco. Como trabajamos
Paola (su mujer) y yo, no tenemos mucho tiempo para cocinar.
En cuanto a tradiciones, ¿cuáles has seguido?
Realmente no hemos mantenido así como ninguna tradición típica típica de allá pues
también es cierto que en Bolivia no la seguíamos tampoco al 100% ya que mi mamá si
es boliviana pero mi papá es de origen peruano, entonces teníamos ahí como una
pequeña mezcla de ambas. Ahora nos gusta reunirnos en la calle o en el parque los
domingos con todos los niños para que se junten, pero no es que sea una tradición
nuestra. Cuando mi hija era más pequeña, la Asociación de vecinos hacía una fiesta por
Pascua o en carnaval y sí la vestíamos con los trajecitos de allá. Había música típica,
fiesta, comidas y nos reuníamos con los vecinos a festejar pero ya cada vez ya no
celebramos tanto porque ya cada uno tiene sus cosas….
Por suerte tanto mi hija como mi esposa y yo, después de tantos años, nos hemos
adaptado muy bien a esto. En cuanto a la Navidad si seguimos celebrando más el día de
Nochebuena. Pero igual nos reunimos las familias y brindamos con champán como se
hace aquí. Y sí damos los regalitos con el Papá Noel y no con los Reyes Magos. Por lo
demás, creo que no hacemos nada más así distinto (ríe)
¿Por qué lugares sueles juntarte con tus amistades latinas? ¿Hay lugares en Sevilla
“exclusivos” para latinoamericanos? ¿Cuáles?
Exclusivos no lo sé pero si hay como discotecas y lugares donde se reúnen
habitualmente a bailar. Pero ocurre que cuando yo llegué a los 26, que quizás tenía más
la edad para eso pero yo vine con la idea de trabajar. No la pasaba en las discotecas, yo
prefería quedarme en el barrio con mis vecinos viendo los partidos o en casa… pero no
he salido mucho la verdad.
Actualmente, ¿Cuál es tu percepción ahora, 20 años más tarde?
Si le soy sincero… yo siento esto como mi casa pero sobre todo por mi hija. Ella vino
con 3-4 añitos y este es su país, sus amigas, su escuela, todo está aquí. Pero si es cierto
que se extraña mucho. Mi mamá murió en 2012 y no pude ir a despedirla, eso es muy
duro. Fui en 2014 por cerrar unos papeles y aproveché para visitar a mis hermanos y
mis amigos y es ahí donde te das cuenta que se extraña mucho. He pasado por
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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momentos muy duros aquí pero bueno en general estamos contentos. Tenemos trabajo
los dos ahora, mi hija está estudiando… No podemos quejarnos porque hemos tenido
más oportunidades y estamos bien.
En cuanto a los servicios públicos, sanidad y educación, ¿qué piensas de ellos
comparados con los de tu país?
Aquí son muy buenos. Excelentes comparados a los de mi país. La educación buena en
Bolivia es muy costosa porque es privada y la pública igual no es buena. Hay muchas
personas que quieren seguir formándose y no pueden por el dinero o tienen que
endeudarse. Yo acá insistí a mi hija a que estudiara y aprovechara la oportunidad ya que
es mucho más accesible y es de calidad. Ella está muy contenta con su curso de ahora.
Yo allá estudié en la escuela privada pero solo hasta el nivel medio que es como 16 años
porque en seguida me puse a trabajar con mi papá. Para poder pagar estudios, mis
padres tuvieron que trabajar mucho y pedir algo prestado. En cuanto a la sanidad ocurre
como con la educación. Allá si tienes dinero no tienes Tantos problemas. Porque igual
algunos ponen. Todo el mundo quiere tener su seguro privado porque los hospitales
públicos son muy malos, pésimos. Acá te atienden rápido, los hospitales están cuidados,
limpios y el precio no se puede comparar. Desde mi punto de vista y después de venir
de La Paz, yo pienso que acá no merece la pena gastar el dinero en una sanidad privada
ya que los servicios de la pública son más que suficiente.
Después de todo, ¿Crees que España y Sevilla concretamente tiene asignaturas
pendientes con respecto a los inmigrantes? ¿Carencias?
La verdad que nunca he tenido problema con nada por ser inmigrante. Con ayuda de mis
familiares obtuve mi permiso de residencia sin muchos problemas y al tiempo cuando
conseguí mi nacionalidad fue más fácil porque ya no solo estás legalizado sino que
pasas a ser un ciudadano más español y eso tiene sus ventajas. Si es cierto que cuando
vinieron mi esposa y mi hija tuvimos que realizar muchísimos trámites y papeles y fue
un proceso muy lento y pesado pero yo diría que esa ha sido como la única vez que
quizás he notado esas diferencias, pero en general fue todo bien.
¿Te gustaría volver a tu país?
Mmm... ahora mismo creo que te diría que no pero más adelante no lo sé. Igual voy a
volver a mi país pero no sé cuándo ni por cuánto tiempo. De momento va todo bien acá
a pesar de que hayamos pasado momentos menos buenos y que extrañamos nuestro país
obvio. Me gustaría poder disfrutar más de mi familia que dejé allá, sobre todo de mi
hermano Alejandro, lo extraño mucho. Aunque estamos contentos porque ahora en las
próximas navidades vamos a intentar pasarlas allá, llevamos muchos tiempo ahorrando
para este viaje. Pero como dice de volver a mi país para siempre no… la vida de mi hija
está acá y la nuestra después de tantos años también.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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María F. Calderón, peruana
¿Cuánto tiempo llevas en Sevilla?
25 años.
¿Porqué tomaste la decisión de venirte y a España concretamente?
Decidí España por medio de mi hija, de 48 años ahora, se junto con una monja en Perú
que le aconsejó venirse a España porque por los años 90 entraban los inmigrantes sin
contrato, por la Expo. Entonces abrían todas las fronteras y venía la gente a trabajar. Las
monjas le consiguieron el billete y ella se vino aquí. Ya por entonces mi hija estaba un
poco mal de los nervios. Yo contactaba a veces con mi hija Carmen y ella empezó a
decirme que la iban a matar, a ella se me metió en la cabeza que la iban a matar. Y claro
yo me desesperaba.
Yo en Perú vivía con una señora que no tenía hijos y estaba casada con un militar. Yo
en ese tiempo tenía 17 años y fui tocando todas las puertas para buscar trabajo de
interna. Esta señora me abrió sus puertas. Como éramos del mismo color ella me dijo
que no la llamara señora, que la llamara tía. Entonces me crio como una sobrina, no
como una empleada. Y me acogió en su casa y me cuidaba a mis dos hijos de 1 año y 6
meses. Yo le agarré cariño a la señora, mis hijos comían y también le cogieron cariño
así que me adapté a ella. Los señores acabaron dándole sus apellidos a mis dos hijos
mayores. Ocurrió que mis hijos ya no me veían como una madre sino como una
sirvienta. Pero me adapté a esa vida porque mis hijos así nunca iban a pasar hambre.
Cuando la señora murió mi hija tenía 15 años y cuando murió el señor, 21 años.
Entonces ella ya se había hecho a la idea de que era hija de los señores pero a los 22 le
dije que yo era su madre, y parece que fue ahí cuando se le tocaron un poquito los
nervios. La señora intentó quedarse con mis hijos pero yo le decía que no. Cuando
murieron los señores ya estábamos más ajustados de dinero y fue entonces cuando mi
hija contacto con las monjas, porque ella es muy religiosa. Por eso ella se vino aquí. Y
viendo que no estaba bien de los nervios yo me vine aquí a ayudarla. Dejé allí a una hija
con dos años.
¿Cómo viniste y dónde te quedaste?
Para yo poder venirme a España una mujer a la que le limpiaba la casa, me prestó sus
documentos para sacarme los billetes. Ella era profesora y sabía que yo era buena
persona así que me ayudó. Me vine para acá en el 93. Mi hija Carmen estaba en Sevilla
con las monjas y a través de ella me recomendaron quedarme en casa de unos señores
mayores que necesitaban a una mujer. Por aquel entonces mi hija ya estaba peor de los
nervios. Entonces no había problemas de trabajas, llegué un 11 de septiembre y el 27
tuve la entrevista. Lo que pasa que querían gente joven y yo en esa época no sabía ni
leer ni escribir y ya no era tan joven para que les hablara, leyera… Yo le pedí quedarme
de prueba, solo quería pagar el billete que la profesora de Perú me había pagado
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
59
previamente. Me acogieron estupendamente, finalmente me quedé trabajando con estos
señores 12 años. Gracias a ellos pude traerme a mis hijos. En el 98 regresé a Perú con la
ilusión de comprarme una casa con el dinero que había conseguido. Me la compré y
estuve 3 meses en Perú pero estaba deseando volver a España porque me di cuenta que
en España vivía mucho mejor y comía mucho mejor. Estaba ansiosa por llegar y
comerme un filete, no el pollo de Perú que encima es caro (ríe). Veía mucha pobreza,
delincuencia. Ya eso no me gustaba. Total que recapacité y volví a España y ya empecé
a traerme a mis hijos.
El viaje para venir…
Vine con un grupo de varias personas organizado por una mafia… Ellos ganaban su
dinero por vendernos el billete y nos arreglaban los papeles. Hicimos 5 escalas, entre
ellas Bogotá, Rusia, Francia… imagínate las vueltas que dimos. Para salir del país
teníamos que tener un contrato de un hotel pero todo esto ya venía organizado desde
Perú. Desde Perú también tenían contratado un taxi que nos llevó y nos cobraron 500
dólares. Pasamos así la frontera de Francia y entramos por Barcelona. Estuvimos 3 días
en el taxi. Cada uno iba para un sitio así que nos dejó en Madrid y allí ya nos
separamos. En Madrid tenía que coger un autobús para Sevilla pero cuando fui a
cogerlo ya había pasado. El señor del bar de enfrente me dijo que el próximo era al día
siguiente y le pedí que me dejara dormir en su local a cambio de limpiárselo ya que no
tenía más dinero ni comida ni nada. Al día siguiente me dio el desayuno gratis y me
ayudó a embarcar. Cogí el bus y llegué a Sevilla a las 7 de la tarde.
Después de 12 años trabajando con los señores, estos se murieron y he seguido
trabajando cuidando a personas mayores, compré un kiosco, me compré un pisito…
Viví 6 de alquiler pero me parecía dinero tirado así que decidí comprarme un piso aquí
cuando dejé de trabajar con los señores. He trabajado muchísimo todos los días, de 8 de
la mañana a 10 de la noche. Otros días abría el kiosco de 11 a 11. Pero pude traerme a
mis hijos a los señores. Mi hija mayor ahora está en un centro porque es esquizofrénica,
le dan una paga para que pueda ir al centro… También pude traerme a mi hija pequeña,
fue al instituto… 15 años después ya están aquí mis hermanos, mis sobrinas, mis
hijos… somos mucha gente pero al final estoy sola porque ni siquiera me llaman. Yo
ayudé a traérmelos a todos y ahora no me llaman.
Ya vendí la casa de Perú y con ese dinero me compre una casita aquí. Ya me jubilé y
estoy todo el día con mis nietos, así que no paro tampoco. Mi sueño era comprar una
casita aquí y pude hacerlo. A día de hoy sigo yendo muy seguido al cementerio a verlo
y les rezo. Ahora solo quiero montar mi casa a mi gusto, por fin tengo mi dinerito y
estoy muy feliz aquí. He logrado todo lo que quería de la vida.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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¿Encontraste asociaciones que ayudan a establecerte aquí o te asentaste por tu
cuenta? ¿Cuáles?
Yo solo vine con la idea de trabajar, traerme a mis hijos y darle de comer por lo que no
tenía vida más allá de eso. Tenía que pagar el billete y solo quería trabajar. No fui a
asociaciones ni nada, lo hice todo por mi cuenta.
¿Cuáles fueron las primeras impresiones que tuviste de España, Sevilla? ¿Qué
percepción tuviste?
Para mí fue un cambio horroroso, muy grande. Solo pensaba: ¿yo me acostumbraré a
esto, a España? Yo decía, trabajo 2 años y me vuelvo. Contaba los días para volver a
Perú. Sobre todo cuando me hablaban o preguntaban por mis hijos. Llegaba a mi trabajo
llorando. Pero pasó el tiempo, los meses y los días y yo veía que esto era otro mundo,
no era como mi país. Sobre todo la limpieza. Allí en Perú lavaba la ropa a mano, en una
pila. Tenía que ir a por agua, cargarla y lavar con ella. Donde yo me vivía era un barrio
como las Tres Mil Viviendas, muy humilde. Por eso busqué el trabajo con esta señora y
me fui a vivir con ella, porque era una mujer de dinero. Sin duda me acostumbré rápido
a España, además, yo quería darle una tranquilidad a mis hijos y aquí podía”.
¿Te sentiste acogida al llegar, y poco a poco?
Sí, mi mismo jefe me buscó amistades para que yo conociera gente y saliera con ellas.
Me presentó a mi amiga Candelaria. Tanto mis amigos como mi jefe me han dado
mucho cariño. Es un lugar muy tranquilo. A día de hoy ya me conoce todo el mundo.
Todos me han apoyado mucho.
¿Has conocido y tratado con más gente peruana en Sevilla?
Sí sí, tengo un grupo de amigas aquí. Durante los primeros años que estuve en Sevilla,
fui a algunas reuniones que se organizaban en el Consulado de Perú en Sevilla. Después
las han estado haciendo en un parque. Pero es cierto que fui a muy pocas reuniones
porque solo pensaba en que tenía que sacar adelante a 6 hijos. Busqué trabajo hasta los
domingos para reunir más dinero. En los días libres me dijo mi jefe que me pusiera a
estudiar y sus hijas se pusieron conmigo y me enseñaron a leer y escribir un poco. A día
de hoy estoy en el colegio de mayores donde me recibieron estupendamente. Tras la
muerte de mi jefe, tanto sus hijos como los vecinos me ayudaron mucho. Me alquilé un
piso y me ayudaron todos a amueblarlo porque al principio teníamos que dormir mis
hijos y yo en el suelo. En mi barriada todo el mundo que me ve me saluda.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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En cuanto a las comidas, por ejemplo, ¿sigues haciendo comidas típicas de tu país?
¡Sí! Comemos mucho arroz. Como aquí vivíamos mucha gente, hacía como un kilo de
arroz por día. Ceviche también hago, CaoCao (cayos), estofado, papas rellenas. Hago
mucha comida de mi país, sobre todo de cuchareo en invierno. De comida de aquí me
gusta mucho el gazpacho en verano, la paella, los mariscos (que no hay en Perú). La
carne de cerdo de aquí me gusta mucho, en Perú no lo comíamos. El jamón… jejej.
Valoro mucho la limpieza, la alimentación… En Perú la comida es muy cara, por
ejemplo, el kilo de pollo está a 20 soles, como 9 euros… Las personas pobres no se
pueden permitir muchos alimentos… papa con arroz y no mucho más. Hay mucha
variedad de papas.
En cuanto a tradiciones, ¿cuáles has seguido?
En Perú en navidad damos los regalitos a los niños la noche del 24 al 25 pero aquí me
he ido adaptando y lo celebramos como aquí. Damos los regalos el día de Reyes. Son
muchos años ya aquí.
Allí el 24 tomamos leche con caocao, panetón.. después de la cena hay que comer eso.
Después el champan. Pero allí se cena a las 12 de la noche. También es un día para estar
en familia pero a las 12 hay que comer. Aquí no, aquí ceno a las 10 de la noche jeje
En cuanto a religión:
Allí la semana santa no se celebra como en Sevilla pero si se hace una fiesta grande
también. Para uno pedir penitencia allá se recorre 14 iglesias caminando. Si quieres
hacer una penitencia más corta se recorren andando 7 iglesias hasta llegar al centro.
Todas las iglesias están abierta a las 12 de la noche. Me gusta mucho la Semana santa
de aquí, la noto muy distinta. El primer año en Sevilla sí recorrí 7 iglesias caminando,
yo soy muy religiosa.
¿Hay lugares en Sevilla “exclusivos” para latinoamericanos? ¿Cuáles?
En Sevilla si sé que hay pero yo no he ido, me he enterado por mis amigas. Yo al
principio me reunía los domingos con mis amigas en el parque del Alamillo con un
grupo de más gente. Pero en este grupo pedían dinero para la asociación y para realizar
actividades y demás y yo veía que el dinero que gastaba en eso lo podía ahorrar para
mandar a Perú a mis hijos. Entonces dejé de ir. A día de hoy sigo manteniendo mucha
relación sobre todo con una, con Goyita. Nos llamamos mucho y nos juntamos a veces
porque las dos estamos ya jubiladas.
Luna Cuberos Gallardo Echando raíces
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Actualmente, ¿Cuál es tu percepción ahora, 25 años más tarde?
Uuh, mi percepción ha cambiado mucho desde entonces. Ahora soy una más aquí, salgo
a caminar con mis amigas… al principio era mucho más tímida. Pero con el paso del
tiempo me he ido soltando porque me han dado la confianza.
¿Qué es lo que más echas de menos?
Pues bueno, mis padres ya murieron. Con mi hermana me comunico mucho, ahora con
las tecnologías, skype y demás es mucho más fácil estar en contacto… En los 90
mandaba cds, los grababa contándole cosas porque no sabía escribir y los mandaba. Le
contaba todo lo que estaba viviendo… casi todas las semanas le mandaba un cd a mis
hijos para que no se olvidaran de mi y eso…
¿En qué notas sobre todo las diferencias culturales/sociales?
Acá hay mucho más orden. La seguridad..., aquí uno puede andar con su bolso, con sus
joyitas... allí no puedes porque te lo arranca. Aquí me siento mucho más segura.
En cuanto a los servicios públicos, sanidad, educación, seguridad…¿Qué piensas
de ellos comparados con los de tu país?
Hay mucha diferencia, acá los estudios están más avanzados y la escuela pública es muy
buena. ¿La pública es la del estado no? Allí en la escuela pública se va con uniforme de
un color y en la privada de otro color.
En cuanto a la sanidad: ahora que hace unos meses volví a Perú tuve un dolor de
estómago fuerte durante casi un mes y fui al médico para que me vieran. El médico me
dijo que hasta que no tuviera fiebre no me podían atender. Así que tuve que ir a un
médico particular. Mi hermana me prestó el dinero para ir. El médico privado al que fui
trabajaba también en lo público, pero me dijo que en el público solo le atendería si
llevaba una factura de su consulta particular. Factura de 30 soles. Tuve que ir una
tercera vez porque ya me encontraba muy mal y me tuve que ir a las 5 de la mañana a
hacer cola para pagar un ticket necesario para que te atiendan, 2-3 euros. Y además
luego pagar las pastillas. La de sanidad de aquí es buenísima, la de Perú es todo dinero.
Allí los propios médicos tienen su farmacia así que te mandan a comprar las medicinas
a sus farmacias.
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Después de todo, ¿Crees que España y Sevilla concretamente tiene asignaturas
pendientes con respecto a los inmigrantes? ¿Carencias?
Hoy en día están poniendo muchos más obstáculos que antes a los inmigrantes porque
somos tantos los que somos… ya han cerrado las fronteras aunque España sigue
teniendo contacto/amnistía con Perú. Pero hay que entrar con visado, ahora la cosa está
más difícil.
Prejuicios…
Yo lo he sufrido un poco en mi persona. Cuando llegaron mis hijos alquilamos un pisito
y pasaba que cuando íbamos a subir o bajar mis hijos y yo en el ascensor, las personas
del bloque no lo hacían, no se montaban con nosotros. Mis hijos trabajaban en una
granja y cuando los vecinos coincidían con ellos se tapaban la nariz… Hay de todo,
gente más buena y más mala.
Puntos más negativos y positivos.
No podría decirte nada negativo, porque me siento muy feliz. Todos mis hijos ya están
aquí, mis nietos… Hace dos años deportaron a mi hijo mayor de 50 años porque no
tenía los papeles en regla y a él si lo echo mucho de menos. Pero ya estamos
arreglándolo para que vuelva. Yo cada día doy las gracias por todo lo que tengo, por
cómo me han tratado... No echo de menos mi país. Fui 3 meses y ya quería volver.
¿Te gustaría volver a tu país?
No porque ya tengo acá a toda mi familia, mi vida está aquí.