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Martes 22 de diciembre de 2015 Año 4 | Nº 163 Embarazada en Navidad: Qué comer sin riesgos La Navidad es un momento conflictivo en cuestiones de alimentación y dietas y, si es- tás embarazada, mucho más. La idea de que no hay que exagerar con los cambios que introducimos en la alimen- tación durante el embarazo no sirve en el caso de la Na- vidad, que es una época llena de excesos y cambios en las comidas. n163_8.indd 1 17/12/2015 04:31:44 p.m.

FAMILIA 22.12.2015

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Martes 22 de diciembre de 2015

Año 4 | Nº 163

Embarazada en Navidad: Qué comer sin riesgos

La Navidad es un momento

conflictivo en cuestiones de

alimentación y dietas y, si es-

tás embarazada, mucho más.

La idea de que no hay que

exagerar con los cambios que

introducimos en la alimen-

tación durante el embarazo

no sirve en el caso de la Na-

vidad, que es una época llena

de excesos y cambios en las

comidas.

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LA TERCERAPág 2

¡Bienvenidos al Suple Nº163!

Otra vez nos encontramos con este

suple para disfrutar y aprender mucho sobre

todas las edades de los miembros de la famiia,

nuestros miedos, nuestros juegos, etc

Te traemos mucha info para este verano en

muchos aspectos que te interesan para poder

llevar adelante el desarrollo y la felicidad de

toda tu familia...

Además todos lo que te interesa sobre

tus mascotas, la crianza de tus hijos,

los cuidados de tu embarazo...

Todo ésto y mucho más, como todos los

martes, junto al Diario La Tercera...

Diseño y producción :

María Laura Annun

Comercialización:

[email protected]

suplemento familia Martes 22 de diciembre de 2015

Embarazada en Navidad: Qué comer sin riesgos

La Navidad es un mo-mento conflictivo en cuestiones de alimenta-ción y dietas y, si estás embarazada, mucho más. La idea de que no hay que exagerar con los cambios que introduci-mos en la alimentación durante el embarazo no sirve en el caso de la Na-vidad, que es una época llena de excesos y cam-bios en las comidas.

En Navidad más que nunca, la mujer embarazada debe cuidar su alimentación para

evitar riesgos innecesarios. Porque a causa de una alimentación inadecuada, el feto puede verse afectado en su desarrollo, puede sufrir malformaciones e incluso hay riesgo de aborto.

¡Qué comer?Las comidas de Navidad están inevitablemente ligadas al marisco y es cuando volvemos a pensar en ese eterno debate que es la conve-niencia o no de comer marisco en el embarazo. Si estas Navidades es-tás embarazada, no tienes por qué saltarte los platos de marisco del menú de Navidad. Para no correr riesgos, basta con que no abuses y evites, eso sí, comer marisco crudo.En realidad, cualquier alimento crudoes un riesgo para el embara-

zo, por lo que estas Navidades no tengas reparo en comer la carne muy hecha y también el pescado. Así que si sueles incluir en la mesa de Navidad sushi o carpaccio, este año tendrás que sustituirlos por alimentos muy cocinados. En este sentido, también conviene evitar el salmón ahumado, tan típico de la Navidad.

El objetivo de evitar ciertos ali-mentos, como carnes y pescados crudos o poco hechos, el salmón o el clásico jamón, es evitar enferme-dades como la toxoplasmosis o la listeriosis que pueden perjudicar el desarrollo de tu bebé. No tengas inconveniente en dejarte mimar estas Navidades y no te dejes llevar por el espíritu festivo, porque debescuidar tu alimentación más que nunca.

También debes tener cuidado con los productos lácteos, que no pue-den estar elaborados con leche sin pasteurizar. Evita el queso fresco y procura que cualquier postre casero esté pasteurizado. Lo mismo ocurre con el paté y el foie que, por más que resulten ser un manjar en cualquier mesa de Navidad, para el embarazo serán menos peligrosos cuanto más procesados estén.

No te olvides de mantener cier-tos hábitos fundamentales estas Navidades, porque estas fiestas se caracterizan por relajar las costum-bres y adoptar hábitos perjudicia-les.No permitas que fumen en las reuniones familiares y no pruebes una gota de alcohol, ni siquiera el

champán, porque son porque pue-den poner en peligro la gestación.

A la hora de beberLos expertos no dejan de advertir sobre las consecuencias negativas del consumo de alcohol durante el embarazo.

Tomar grandes cantidades de esta sustancia podría provocar síndro-me alcohólico fetal, una enferme-dad rara y muy grave y, en dosis más pequeñas, influye en el normal crecimiento y desarrollo del feto y del niño nacido.

No es que ‘solo una copita de vino’ vaya a causar un daño terrible al bebé, el problema es que no se sabe cuál es la dosis segura. Por eso es mejor prescindir de él completa-mente durante toda la gestación.

El agua y los jugos de fruta natura-les recién exprimidos (con mode-ración) son las mejores bebidas para las embarazadas, aunque si queremos introducir un poco de variedad, hay que tener cuidado con:

Bebidas ‘sin’: No es lo mismo una bebida no alcohólica, como algu-nas cervezas y vinos, que una bebi-da sin alcohol. Las primeras pueden tener en su composición trazas de alcohol (menos del 5%) que, si bien tomadas ocasionalmente no perjudicarían al feto, en grandes cantidades o muy frecuentemente sí pueden hacerlo. Mejor revisar bien el etiquetado.

Desde Adentro

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LA TERCERA Pág 3

Ahora los miércoles

Con el Nuevo Diario de la Región

Nueva entrega del Suplemento

Martes 22 de diciembre de 2015 suplemento familia

Las bebidas gaseosas : Los refrescos son una buena alternativa, pero con moderación, porque contienen mucha azúcar y gas, que puede resultar molesto, sobre todo en el segundo y tercer trimestre del em-barazo. Además, podrían disminuir la absorción del calcio y algunas vitaminas.

Los energizantes: Durante el emba-razo, conviene reducir el consumo de cafeína hasta una o dos tazas al día. Hay que recordar que la cafeína no solo está en el café. El té verde y negro, los refrescos de cola y otros tipos de refrescos también contienen cafeína.

Si sustituimos estos días el café de después de comer por infusiones de manzanilla, anís o hierbabuena, no sólo estaremos reduciendo el consumo de cafeína, sino también facilitando la digestión.

Alimentos prohibidos en el embarazoAunque aflojemos un poco las reglas durante las fiestas, no hay que perder de vista que los alimen-tos que nuestro ginecólogo haya ‘tachado de la lista’ por cualquier motivo, además de los considera-dos no aptos para mujeres emba-razadas:

Pescado y carne crudos: No se recomienda durante el embarazo el consumo de pescado (sushi) o carne (carpaccio, tartar) crudo o muy poco hecho por el riesgo de transmisión de algunos gérmenes que pueden ser peligro-sos para el feto.

Pescado marinado, ahumado o en vinagre, salmuera...: Además de estar crudos, tienen el riesgo adicional de que pueden llevar conservantes, a evitar durante la gestación.

Quesos no pasteurizados: Exis-te una pequeña posibilidad de contraer una infección por una bacteria llamada listeria, que pro-voca graves daños al feto. Lo mejor es evitar los quesos (y todos los alimentos) fabricados a partir de leche no pasteurizada, por ejemplo, quesos blandos como feta, brie, camembert, roquefort o cabrales.

Embutidos: Están elaborados con carne cruda, así que no se reco-menda su consumo durante la gestación, sobre todo si la mujer no está inmunizada contra la taxo-plasmosis. Podemos sustituirlos por jamón cocido. No es lo mismo, pero... pensemos lo delicioso que nos sabrá el jamón serrano dentro de unos meses.

Laura Vélez. Redactora

¿Cuándo volveré a dormir toda la

noche?Cuando tenemos un bebé

nuestras vidas cambian por completo y una de las

grandes preguntas en esta etapa es ¿Cuándo volveré a dormir toda la noche?

Una de las grandes preguntas que se suelen escuchar en consultorios pediátricos y en consultas sobre crianza es “¿Cuándo volveré a dormir toda la noche?”

Sorprendentemente no lo pre-guntan solo aquellas familias de bebés muy pequeños sino padres con hijos bastante más grandes de hasta 2 y 3 años de edad.

Estas son expresiones textuales de los intercambios que se dan con los padres en los encuentros de crianza:• Se pasa todas las noches a mi cama.• No duerme ni dos horas seguidas.• Usa la teta de chupete.• Sin su mamadera no se duerme.• Si no le hago upa no logra dormir-se.• Se duerme entre nosotros en nuestra cama.• Desde que le saqué los barrotes nos paseamos toda la noche de cama en cama.• Viene y se mete en la cama nues-tra y no nos damos cuenta…o como estamos tan agotados lo dejamos.• Si no es en el cochecito no se duerme.• Solo concilia el sueño si se agarra de mi oreja o juega con mi pelo.• Solo se duerme con la tele y la luz prendida.• Con el padre no quiere saber nada, llora como si lo estuviéramos maltratando.• Me parte en dos de angustia dejar-lo en su cama llorando.Estas frases reflejan una realidad cotidiana que atraviesan muchas fa-milias con bebés y niños pequeños.

La mayor preocupación ha pasado de ser la alimentación como tema central a cuestiones vinculadas al mal dormir de toda la familia por lo menos durante los primeros 2 a 3 años de vida de los hijos.

A partir de estas inquietudes surge la pregunta ¿qué significa dormir bien para un niño, y qué creemos los adultos que es lo mejor para su salud tanto física como psíquica?

Para un niño dormir bien, toda la noche, no significa dormir sin despertarse por más de 8 horas. Es poder, en caso de tener varios despertares nocturnos, conciliar el sueño por sus propios medios o

con un poco de ayuda por parte de sus padres o cuidadores. Y con-servar el lugar donde se durmió la primera vez. No amanecer en cualquier lado.

Es un mito pensar en que el bebé o niño ideal es aquel que no molesta o “sigue de corrido como un angeli-to”. Pocos lo logran tan fácilmente.

La mayoría de los niños necesitan aprender a dormirse solitos. No es algo natural y espontáneo sino que depende mucho de cómo y cuándo se los ayude a lograrlo.

Es un proceso para poder adquirir el hábito y todo hábito necesita constancia, repetición, cierto orden y organización que permita instalar conductas y rituales que ayuden y acompañen el momento de ir a la cama que no es lo mismo que conciliar el sueño.

El objetivo principal es que pueda “auto-acunarse” y encontrar recur-sos internos para poder generar un clima que lo calme, lo acaricie y le permita pasar de un estado de vigilia al sueño sin necesidad de un contacto corporal permanente con el cuerpo real de la mamá o el papá.

Pero para eso es necesario que previamente hayan estado muy unidos y fusionados con su mamá en un encuentro cuerpo a cuerpo, piel a piel donde de a poco el bebé pueda ir internalizándola, sintiendo que su presencia está, más allá que no esté presente delante de él, al lado de su cama o cuna, siempre.

Es imprescindible entonces, que en los primeros tiempos tengan mucho mimo, encuentro, miradas y sostén, para que luego a la hora de la despedida transitoria hasta el día siguiente, ésta sea posible sin tantas condiciones o exigencias como: “dame agua, mamadera, luz, quiero pis, llantos”, etc.

Otro punto importante es lograr que la noche no sea vivida con angustia y sentimiento de soledad, sino con la sensación de que puede solito porque “no está solo”.

La confianza en que va a poder es un ingrediente esencial a la hora de ocuparse del tema en casa.

Asesoró Lic. Alejandra LibensonPsicopedagoga, Psicóloga

Especialista en crianza, vínculos familiares, pareja y fertilidad

Autora del libro “Criando hijos, creando personas”

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LA TERCERAPág 4

Miércoles

suplemento familia Martes 22 de diciembre de 2015

Cuando el futuro papá le tiene miedo al parto

Culturalmente, los hom-bres han sufrido una gran presión relacionada con la

masculinidad. Frases como “los hombres no lloran” han calado hondo, y esa imagen del hombre protector, fuerte y seguro, aun-que no tanto como antes, sigue vigente. Sin embargo, la sensibili-dad y la debilidad son parte de la humanidad toda, a pesar de que se las quiera atribuir solo al gé-nero femenino. Y ahí es donde el miedo al parto en hombres deja de ser algo “raro” o “anormal” para convertirse en un senti-miento totalmente entendible y esperable en una situación tan novedosa y especial, como lo es la llegada de un hijo.

Porque el hombre, al igual que la mujer, es un ser emocional, y una de las emociones básicas en los seres humanos es el miedo: el miedo a lo desconocido, el miedo ante aquellas cosas que no se pueden controlar, el miedo a que una situación cargada de expec-tativas no salga tal y cómo uno imaginó; y en el caso del parto, se trata de un momento que encierra todas esas característi-cas: es algo nuevo, incontrolable y cargado de ilusiones tanto de la madre como del padre.

Después de muchos meses de es-pera (y después, quizá, de haber intentado el embarazo durante mucho tiempo), un nuevo inte-grante llega a la familia y esto supone un punto de inflexión, un momento a partir del cual ya nada será igual. A esta situación desconocida se unen las posibles complicaciones médicas para el bebé y/o para la madre, que también generan miedo, un mie-do que suele estar presente de forma silenciosa en la mente de todos, haciendo que aumente la

ansiedad, que a su vez alimenta los fantasmas.

Quizá sea la primera vez que el hombre presencia un parto, y esto también lo enfrenta a algo nuevo y desconocido. Y aunque este “enfrentamiento” no sea tan directo como en el caso de la mujer, tal vez sume algunas contras. Por ejemplo, el hombre puede sentir que no dispone de recursos como para disminuir el sufrimiento de la mamá y que su rol es solo esperar a que los demás hagan lo que tienen que hacer, bien, y esto puede gene-rar impotencia, que también se traduce en miedo, dando como resultado un combo realmente angustiante.

¿Qué puede hacer el padre para superar su temor al parto?

En primer lugar habría que dife-renciar si se trata de un miedo que es necesario superar o de un miedo que lo único que necesita es ser aceptado.

El miedo que necesita ser supe-rado es aquel que supone una patología, es decir, aquel que interfiere en la actividad diaria de la persona que lo padece. En cam-bio, el miedo que no interfiere es una reacción normal a un aconte-cimiento especial. Este miedo no patológico debe aceptarse, y tan solo con aceptarlo disminuirá la ansiedad, y con esto, la sensación de miedo.

Es importante comprender que en cualquier situación de parto, un hombre que está conectado con sus sentimientos y emocio-nes sentirá, como mínimo, algo de miedo, algo de nerviosismo, algo de entusiasmo, algo de ilu-sión… y todo esto es lo normal.

Se puede acompañar desde estas emociones, al igual que se puede acompañar desde la más absolu-ta tranquilidad.

Seguramente la mujer también sienta muchas de estas emo-ciones, y quizá a niveles más elevados, ya que ella es parte más activa en el parto, y seguro también tenga más presentes los riesgos que un parto supo-ne tanto para ella como para el bebé. En este tipo de situaciones,

la sinceridad entre los miembros de la pareja es fundamental: compartir las emociones positi-vas, dejando cabida también para expresar aquellas que no lo son tanto, es la clave.

Durante el trabajo de parto en sí mismo, el tono de voz suave y los comentarios positivos así como también demostrar una confian-za total en la mujer y en todos los profesionales que intervengan, ayudará a ambos a tranquilizar-se (dentro de los límites de lo posible). ¿Cuándo se vuelve este miedo una patología? ¿Qué hacer en este caso?

Cuando el miedo comienza a interferir en la vida de quien lo sufre es porque se transformó en una patología.

¿Cómo darse cuenta?: un mie-do irracional provoca síntomas fí-sicos como palpitaciones, mareos, etc. y síntomas psicológicos como pensamientos y sueños recurren-tes anticipatorios, que no son positivos sino catastróficos.

Cuando a esto se suman reac-ciones anormales como dejar de hacer aquello que en realidad se quiere hacer, actuar de forma demasiado nerviosa, tratar mal a gente que no ha hecho nada, etc. significa que el miedo está provo-cando emociones imposibles de controlar. En estos casos, lo mejor es reconocerlo y buscar la ayuda de algún profesional para encau-zar los sentimientos, trabajarlos y aceptarlos hasta llegar a una resolución positiva.

Asesoró: Anaïs Cerrillo, psicóloga

De ésto sí se habla

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LA TERCERA Pág 5 Martes 22 de diciembre de 2015 suplemento familia

Las mentiras en la adolescencia

La “rebeldía” adolescente no es otra cosa que una bús-queda de la identidad y un

trabajo hacia la autonomía y la independencia. Por eso, muchas veces los deseos de los adoles-centes no coinciden con los de sus padres y eso es terreno fértil para la aparición de la mentira.

Ser adolescentes y querer dife-renciarse de los padres para en-carar un proyecto de vida propio deberían ser sinónimos, porque es lo esperable a esa edad. La “rebeldía” adolescente no es otra cosa que una búsqueda de la identidad y un trabajo hacia la autonomía y la independencia. Por eso, muchas veces los deseos de los adolescentes no coinciden con los de sus padres y eso es terreno fértil para la aparición de la mentira.

En esta etapa ya no puede decirse –excepto que exista una psicopatología- que los adoles-centes no diferencian la reali-dad de la fantasía, como puede sucederles a los chicos de jardín. Cuando un adolescente mien-te, lo hace con la intención de engañar a alguien para ocultar algo o para evitar un conflicto.

No tiene que estudiar. Se queda a dormir en lo de una amiga. Todavía no le dieron el resul-

tado del examen de inglés. Se lleva sólo dos materias. Chateó nada más que media hora. No usó el jean de la hermana. ¡Claro que barrió su cuarto! ¿Qué pasa cuando los padres descubren que lo que su hijo adolescente le aseguró, era en realidad una mentira?

Es justamente durante la ado-lescencia de los hijos cuando los padres van a darse cuenta de manera más clara de lo que estuvo y de lo que faltó en ese vínculo: específicamente en rela-ción a la mentira, si se construyó una relación basada en la con-fianza es mucho más probable que el joven no necesite recurrir –o lo haga en muy raras ocasio-nes- a esa estrategia.

Ahora, si el diálogo sincero entre padres e hijos no existe, si se censura o critica a los chicos cada vez que se conversa con ellos, si cada vez que hacen algo reprochable son retados o castigados severamente, si no hay margen para pensar jun-tos y negociar, puede ser que el adolescente encuentre en la mentira la única salida hacia su independencia.

Por eso, lo importante es acor-darse antes de que llegue la adolescencia y buscar momen-

tos para tener un diálogo fluido, haciéndoles saber a los chicos que sus padres siempre los van a querer, más allá de lo que hagan o dejen de hacer. Y también saber que nunca es tarde para trabajar en un vínculo y generar cambios.

Frente a la mentira, sentarse con ellos, hablar calmadamente y buscar la forma de resolver el conflicto que lo llevó a mentir, es un primer paso. También es importante hacer hincapié en el hecho de que los permisos y la paulatina adquisición de independencia dependen de la confianza. Los padres deben brindársela a sus hijos y hacer-les saber que cuentan con ellos, pero también deben pedirla a cambio.

Los adolescentes ensayan su li-bertad responsable y no siempre encuentran las mejores maneras para ejercerla, por lo que pueden caer en la mentira como recurso.

En el caso de que llegue la adolescencia, las mentiras sean moneda corriente y los padres sientan que no pueden manejar-se con eso, lo ideal es recurrir a la ayuda de un profesional que podrá orientarlos para volver a establecer un vínculo de con-fianza con sus hijos.

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2015-2016

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LA TERCERAPág 6 suplemento familia Martes 22 de diciembre de 2015

Alimentos que cuidan el corazón de los niños

un consejo: hable con sus hijos, y que ellos se decanten por su presentación favorita.

Unos le dirán que les gustan en ensalada; otros, en cocido; otros, salteadas con un poco de acite; otros, en puré.

Las legumbres, al ser ricas en fibra, favorecen que el colesterol se elimine del organismo.

6. Coliflor. Bien lavada, en crudo, cortada en tiras, son un snack perfecto para acompañar un guacamole suave, tal y como un día me recomendó el padre de uno de mis pacientes.

Aporta fibra en abundancia. Puede generar un efecto gancho que le haga probar otras coles, o introducirse en el mundo del brócoli.

7. Chocolate negro. Si bien a los niños, el que les suele gustar es el chocolate con leche, las propiedades del chocolate negro le convierten en la opción más saludable. El chocolate negro evita la oxidación de la placa de ateroma, y contiene fibra vegetal.

Informe a su hijo de que estas son buenas opciones para su co-razón. Complemente esta buena alimentación con la práctica re-gular de ejercicio físico aeróbico, y con una buena hidratación.

Iván Carabaño AguadoJefe de Servicio de Pediatría

Hospital Universitario Rey Juan Carlos

El corazón es el símbolo del cariño, el amor, el afecto.

Ya de adultos empezamos a preocuparnos por su cuidado, pero lo ideal sería hacerlo antes, desde la más tierna edad infantil.

Dado que el aparato cardiovas-cular nos tiene que durar toda la vida, lo mejor es cuidarlo como oro en paño desde que somos ni-ños. A continuación exponemos una serie de consejos alimenta-rios para garantizar al máximo su salud.

1. Aceite de oliva. El aceite de oliva aporta ‘grasas buenas’. Actúa como un modulador del colesterol, favoreciendo su depu-ración, con lo cual evitamos que se deposite en las paredes de las arterias, dentro de lo que se co-noce como ‘placas de ateroma’.

Dichas placas son las que acaban por obstruir el flujo normal de la sangre.

Recomendamos el uso del aceite de oliva virgen extra, en crudo, junto con una ensalada.

Hagan ensaladas divertidas con sus hijos.

Incluyan sus frutas favoritas, y jueguen con las texturas (por ejemplo, es muy agradable el contraste la textura blanda del tomate y el crujiente firme del pan tostado).

2. Pescado azul. Aporta grasas buenas, tipo omega. Dentro de los pescados azules,los más reco-mendables con los de pequeño

tamaño, capturados cerca de nuestras costas (por ejemplo, un buen boquerón malagueño).

Los podemos hacer en una fri-tura, tras envolverlos en harina de garbanzo. Los garbanzos son legumbres ricas en ácido fólico, que es uno de los nutrientes favoritos de los glóbulos ro-jos. Recuerde otro truco para conseguir que las frituras sean más saludables: lleve el aceite a temperatura muy caliente (180º), e incluya en la sartén pocos elementos.

3. Frutos secos. Los pediatras nos ponemos muy pesados recordando que no los pueden consumir los niños de menos de 5 años, por el riesgo de que se broncoaspiren con ellos. Pero por encima de esa edad, se los pode-mos ofrecer. Nueces o almendras (todos ellos sin salar en exceso) pueden ser el colofón excelente de una buena comida.

Contienen grasa buena, como el aceite de oliva o el pescado azul.

4. Naranjas y mandarinas. Los cítricos aportan fibra y vitamina C. La fibra contribuye a eliminar el exceso de colesterol y la vitamina C evita que la grasa depositada en las arterias se oxide. Recuerde ofrecerles a sus hijos frutas de temporada.

5. Legumbres. Generan pasión y odio a partes iguales entre la población infantil. Le damos

Receta para plastilina casera

La plastilina, aparte de ser un excelente material para distraer a los chiquitines, tiene muchísimos beneficios en el desa-

rrollo de la motricidad fina pues mientras los niños juegan y moldean están ejercitando los dedos y las manitas. También les ayuda a fomentar la creatividad y la paciencia todo ¡a través del juego! Por Carolina Llinas.

Con esta simple receta te darás cuenta que utilizando unos pocos ingredientes (que podrás conseguir con facilidad en tiendas especia-lizadas en pastelería) lograrás horas de ¡diversión en casa!

Qué necesitás• 1 taza de harina de trigo• 1 taza de agua• 1/2 taza de sal• 2 cucharadas de aceite• 2 cucharadas de cremor tártaro• Colorantes vegetales en gel o líquidos

En la preparación de la plastilina pide ayuda a los niños para que midan las porciones pues es una excelente forma de acercarlos a las matemáticas. A los más chiquitines pídeles que te ayuden a agregar los ingredientes en la olla antes de ponerla sobre el fogón caliente.

Calentá los ingredientesEn una olla mezcla el agua, la harina, el acei-te y el cremor tártaro y ponla a fuego medio.

Revolvé Revuelve continuamente hasta que la masa se desprenda de los bordes y forme una bola, haciendo imposible revolver con una cuchara.

Deja enfriar la masa y amásalaRetira la masa del fuego y déjala enfriar. A este punto, la masa debería tener la consistencia deseada. Amásala duran-te dos minutos.

Añadí el colorante vegetalSepara la masa en diferentes porciones y aplica unas gotas de colorante vegetal. En este paso debes tener cuidado al amasar la plas-tilina de tal forma que el colorante quede en la masa y no en el mesón de trabajo. El colorante puede teñir las manos pero el color saldrá en un par de lavadas. (Si prefieres puedes agregar el color directamente al agua con la que vas a preparar la masa antes de cocinar).

Amasá bienAmasa hasta que el color quede bien incor-porado. ¡Y a jugar! Cuando terminen de jugar recuerda guardar la plastilina en recipientes con tapa de sellado hermético o bolsitas plás-ticas con cierre, procurando sacar todo el aire posible, para que puedan volverla a usar.

100 por ciento naturalEsta plastilina no es tóxica, como ves todos los ingredientes son comestibles. Los niños segu-ramente van a sentir curiosidad de probarla, pero el sabor no es muy agradable y la mayoría no quieren probarla de nuevo. Es recomen-dable que esta actividad siempre sea supervisada y la hagas con los niños a partir de los 2 años.

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LA TERCERA Pág 7Martes 22 de diciembre de 2015 suplemento familia

Herencia

Qué tipo de cardiopatías puede heredar un niño

La muerte súbita (MS) se de-fine como un fallecimiento inesperado, que tiene lugar

durante la primera hora tras el comienzo de los síntomas o que ocurre en las siguientes 24 horas tras haberse visto por última vez a la víctima en buen estado de salud.

En los niños, hemos de con-siderar dos grandes tipos de enfermedades hereditarias con afectación cardíaca directa:

1. Las cardiopatías estructura-les (miocardiopatías).2. Las arritmogénicas (cana-lopatías).

El estudio de las cardio-patías familiares resulta crucial, tanto en niños como en mayores, ya que a menudo están presen-tes en individuos aparen-temente sanos y en los que, desgraciadamente, la muerte súbita cardiaca (MSC) puede ser la primera manifestación de la enfer-medad.

Actualmente se conocen más de 100 genes implicados en las enfermedades asociadas a la muerte súbita cardiaca. La mayoría de las mutaciones en estos genes se trasmiten con un patrón de herencia autosómico dominante (los descendientes tienen un 50% de posibilidad de poseer la mutación y desarrollar

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la enfermedad).

El futuro está precisamente en el desarrollo de la llamada cardio-genética, pues su avance permi-tirá conocer las bases molecula-res de la muerte súbita cardíaca, así como identificar familiares asintomáticos en situación de riesgo.

Cómo se estudian en los niños las cardiopatías familiaresEs imprescindible estudiar en la consulta de cardiología infantil a los niños con antecedentes familiares de arritmias graves y a los niños con antecedentes familiares de muerte súbita. En ellos está indicado hacer una valoración cardiológica rutinaria (ecografía del corazón, electro-cardiograma); y en determinados supuestos, un estudio genético.La finalidad no puede ser más importante: administrar un tra-tamiento farmacológico o una medida adecuada (por ejemplo: un marcapasos o un desfibrila-dor) para garantizar la supervi-vencia del niño.

Iván Carabaño AguadoJefe de Servicio de Pediatría

Hospital Universitario Rey Juan Carlos

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LA TERCERA suplemento familia Martes 22 de diciembre de 2015Pág 8

Ellos sufren mucho con los ruidos

En estas fiestas,

NO USESPIROTECNIA

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