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La morfología El análisis de la palabra compleja Antonio Fábregas

Fabregas Composicionalidad

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La morfologíaEl análisis de la palabra compleja

Antonio Fábregas

00A La morfología_preli. NeuroPi 10/05/13 10:45 Página 3

Parte I: Las bases del análisis morfológico

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palabra mediante reglas sintácticas. El debate no está cerrado, y volveremos a él en distintas partes de este manual.

3.2. Estructuras morfológicas y significado

Una estructura debe dar cuenta de las propiedades del objeto que representa. En el apartado anterior veíamos que la estructura refleja cuál es el núcleo de una cons-trucción, cuál habría sido el núcleo en cada paso intermedio y con qué elemento se combina cada morfema. Otra de las razones por las que requerimos una estruc-tura es que esta se emplea para reflejar el significado de la forma compleja.

3.2.1. Composicionalidad

En general, si tenemos una estructura, se espera que nos sirva para explicar por qué una forma tiene un significado determinado. Si cada morfema se asocia a cierta información, la forma en que los significados se combinan entre sí median-te una estructura es crucial para determinar el significado final. Si volvemos al ejemplo de conceptualizable, y aislamos cada morfema, asociándolos con cierto significado obtenemos algo parecido a (21).

(21) concept = idea abstracta ual = relacionado con X iz(a)= convertir algo en X ble= que puede o debe ser X-do Pero esta simple lista de significados no explica por qué conceptualizable sig-

nifica ‘que puede convertirse en algo relacionado con una idea abstracta’, en lugar de, por ejemplo, ‘que se relaciona con poder convertirse en una idea abstracta’. Lo que nos falta en (21) es una estructura que determine qué morfema se une a qué morfema. Los morfemas nos dan fragmentos incompletos de significado con incógnitas y variables X, y es la estructura la que determina cómo se unen estos fragmentos de significado y, en último término, qué significado se convierte en la X de la entrada de otro morfema. Una vez que aceptamos que existe una estructu-ra, el orden en el que se combinan estas piezas nos da el significado:

(22) [-ble [iz(a) [ual [concept]]]] que puede hacerse relacionado con idea abstracta

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La situación que acabamos de ilustrar se conoce como COMPOSICIONALI-DAD: el significado total de una estructura se obtiene a partir del significado de cada uno de sus elementos, organizados jerárquicamente como dicta la propia estructura. A veces se utiliza la expresión CONJETURA DE FREGE –por el lógico y matemático Gottlob Frege– en las discusiones sobre la composicionalidad. La conjetura de Frege propone que el significado de cualquier expresión se obtiene siempre combinando dos unidades más simples, tal que una de ellas satisface una variable X de la otra –dicho más técnicamente, toda expresión se obtiene combinando una función con un argumento que la satisface–. Así, con-ceptual se obtiene uniendo concept- y -ual de tal forma que el significado de concept- satisfaga la X de -ual (‘relacionado con X’), siguiendo, si se quiere usar una notación matemática, la forma F-ual(concept-) = relacionado con un concepto. Esta interpretación corresponde exactamente con la estructura del árbol:

(23) A = relacionado con un concepto A √ -ual concept- F-ual (concept-) La composicionalidad implica, pues, que hay un completo paralelismo entre

la estructura formal y la semántica. Como se puede imaginar, este paralelismo es bienvenido. Un análisis en el que la misma estructura puede dar cuenta de forma y significado es preferible a uno en que hacen falta dos estructuras distintas, por-que el segundo obliga a aprender una estructura para la forma, otra para el signifi-cado y unas reglas que relacionen estas dos estructuras entre sí.

A) La estructura puede evitar proponer varias entradas léxicas

Una vez que introducimos la idea de que la estructura determina la forma en que construimos el significado, hacemos una predicción interesante: el mismo morfema mostrará significados distintos dependiendo de la estructura en la que aparezca. Esperamos que esto suceda cuando el significado de un morfema sea lo bastante general como para poder interpretarse en combinación con varios tipos de elementos. No esperamos que suceda con -ble, porque su significado es tan específico (‘que puede o debe ser X-do’) que esperamos que solo se combine con verbos, porque solo un verbo puede satisfacer su X.

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Piénsese, en cambio, en un morfema que signifique ‘negación’. La negación es un concepto tan general y abstracto que puede combinarse con muchas catego-rías distintas: un verbo conjugado (no quiero), un nombre (acuerdo de no inter-vención), un cuantificador (no todos), etc. Consideremos qué contribución hace al significado el prefijo des- en los siguientes ejemplos:

(24) a. descargar b. desagradar En el primer caso, des- no se puede traducir por no: descargar no signifi-

ca ‘no cargar’; en el segundo, sí: desagradar es ‘no agradar’. ¿Qué significa des- en descargar? Indica la acción opuesta y de sentido contrario a otra que, presuponemos, se ha realizado en el pasado: descargar es quitar algo que se había cargado en algún sitio. Estos dos significados son muy diferentes, y no son exclusivos de estas palabras. El primer significado de des- ‘acción de sen-tido inverso a otra’ se llama REVERSATIVO, y aparece en verbos como desco-ser, desabrigar, deshacer o desandar; el segundo significado, propiamente negativo y equivalente a ‘no’, aparece en los sustantivos desgana, deshonor o despropósito, y en adjetivos como desaliñado, desafortunado o desenfadado; raramente, aparece en verbos (desconocer). La pregunta que nos vamos a hacer ahora es semejante a la que nos hicimos al hablar de alomorfos: ¿proponemos dos entradas léxicas para estos dos significados o los tratamos como el mismo prefijo? La primera solución no nos gusta: los dos prefijos se parecen demasia-do uno al otro. Pero, si los tratamos como el mismo prefijo, ¿cómo explicamos la diferencia de significado?

Es en este punto cuando la estructura resulta útil. Examinando otras palabras que se relacionan con este prefijo en cada uno de sus significados, observamos que el valor reversativo suele darse con verbos dinámicos, es decir, verbos que designan acciones. En cambio, el valor puramente negativo de des- es muy poco frecuente con verbos, y es más frecuente con sustantivos y adjetivos, que no de-signan acciones. En los pocos verbos en que se da este valor negativo de des-, se observa que tampoco designan acciones (conocer, que es un estado mental). Al examinar estos casos, una generalización salta ante nosotros: el valor reversativo necesita que el elemento con el que se combine des- sea un verbo dinámico, y el negativo, que no sea un verbo dinámico. ¿Podemos representar esto en la estruc-tura? Sí, combinando des- en cada una de las formas de (24) con entidades distin-tas. En el uso puramente negativo, des- se combina con un sustantivo (25a) y luego el sustantivo se hace verbo. En el uso reversativo (25b), des- se combina con un verbo de acción que se ha formado sobre un sustantivo. Dicho de otro

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modo: desagradar se forma sobre el sustantivo desagrado, y descargar se forma sobre el verbo cargar, que a su vez se ha formado sobre el sustantivo carga.

(25) a. V b. V V -a des- V N V V -a ø des- N N V agrad- carg- ø Ahora no necesitamos proponer dos prefijos des-: podemos asignarle el signi-

ficado ‘contrario a X’, y dejar que su significado último se concrete dependiendo de qué elemento satisface su X. Cuando ese elemento es un verbo de acción, ob-tenemos ‘contrario a cargar’, y cuando sea un sustantivo o un adjetivo, obtendre-mos ‘contrario a agrado’. Lo que hemos hecho aquí es aligerar la información idiosincrática que podría haberse representado en la entrada léxica y derivar una diferencia a partir de la estructura. En el siguiente apartado vamos a ver un caso de lo contrario.

3.2.2. Problemas de la composicionalidad

Supongamos ahora que nos encontramos con palabras como las de (26). (26) seguramente, cantamañanas El problema que nos plantean es que no parece posible derivar su significado

del que tienen sus morfemas. Seguramente procede del adjetivo seguro y el mor-fema -mente, que forma adverbios. Sin embargo, seguramente significa –al menos en español europeo– ‘con cierta probabilidad’, no ‘de forma segura’, y seguro como adjetivo nunca significa ‘probable’.

En cuanto a cantamañanas, el problema es más agudo: un cantamañanas no tiene nada que ver ni con cantar ni con la mañana, se aplica a una persona poco fiable, irresponsable y fastidiosa. Una vez que sabemos su significado, podemos tal vez imaginar algún tipo de relación entre ser fastidioso y cantar temprano por la mañana, pero lo que está claro es que nadie que no haya aprendido esta palabra de memoria, al oírla por primera vez, reconstruiría con facilidad este significado a partir de sus morfemas.