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los mitos y engaftos, y por su crítica racio- nal y rigurosa" (Idem p. 9). . . Althusser representa una comente mves- tigadora del marxismo que implica su desa- rrollo en el plano de la teoría. Como veremos significa también un revisionismo de tendencia cientista o neopositivísta (co- mo le llama A. Sánchez Vázquez) sobre ciertos conceptos básicos y establecidos del marxismo. la aportación de Marx -dice Althusser- se significa por la introducción de nuevos conceptos en la ciencia social y por la sustitución de una problemática ideológica, falsa o ilusoria por una proble- mática científica que posibilita y funda la ciencia social. Estos descubrimientos son los conceptos de estructura económica, el de praxis en sus diferentes modalidades y el de ideología o falsa conciencia, (aparte la riqueza teórica toda de El Capital). la sociedad es una totalidad compleja estruc- turada. la sociedad la constituyen las ac- ciones y las relaciones que los hombres contraen para producir su vida material, para realizar su intercambio con la naturale- za. la consideración de la estructura econó- llÚca como la base real del desarrollo de las praxis humanas, abrió el camino para la comprensión del movimiento de la socie- dad, para ta explicitación de "las relaciones de la estructura y las superestructuras: esta- do, política, arte, ideología, filosofía, etcé- tera. El modo de producción condiciona en última instancia las otras formas de praxis y es condicionado por ellas. La evolución social es el resultado de las contradicciones en el seno de una formación social (lucha de clases), en el seno de una de las super- estructuras (política, ideología), y entre dos formaciones sociales diferentes (por ejem· plo la lucha capitalismo-socialismo). Althusser estudia, pues, los conceptos clave del materialismo histórico y aclara su contenido y sus relaciones. Pero a cambio de el/o pone en duda otros conceptos de la doctrina de Marx. Así Althusser considera que la práctica no es el criterio de verdad de los conocimientos (tesis 11 de Marx sobre Feuerbach), sino la verdad el criterio de la práctica. Considera que las categorías de la dialéctica deben ser "recreadas" elimi- nando la formulación y las mismas catego- rías recibidas de Hegel y su filosofía. Y también considera que el concepto del hombre y el problema del humanismo son conceptos ideológicos que no tienen un puesto en el pensamiento marxista. Así pues, este autor pone a discusión tesis que por lo menos hasta hoy se tuvie- ron por objetivas, inobjetables y que perte- necen a la esencia del marxismo. Esto sobre todo por lo que hace a la praxis como criterio de verdad, tesis que engloba un problema más amplio: el de la definición del marxismo. Althusser ve la revolución teórica de Marx en un cambio de concerr tos, por eso le llama revolución teórica, y descuida el carácter del marxismo como ftlosofía de la praxis que vino a romper con toda la tradición idealista de la filoso- fía conv mera interpretación del mundo; tampoco ve, al menos no 10 subraya, su carácter de ideología en el sentido de con- cepción del mundo que nació ligada a las exigencias de la lucha política del proleta- riado. Es que Althusser ve a la doctrina de Marx como teórico y se mueve en el plano del conocimiento, oponiendo éste a la con- cepción del mundo, lo que ha valido -creemos que justamente- la calificación de cientista por parte del escritor marxista Semprun (ver Polémica sobre marxismo y humanismo). Pero el conocimiento cientí- fico objetivo no puede invalidar la necesi- dad de la práctica como criterio de verdad, ni el carácter de ese conocimiento como instrumento de la práctica. En este punto es en el que el autor francés se aparta del marxismo clásico. Sin embargo Althusser considera tarea esencial del marxismo y los marxistas librar la lucha ideológica, esto es, librar a la ideología existente (obrera) de la influencia de la ideología burguesa dominante. Eha lucha se da en el plano de la ideología sobre la base de la formación teórica. Por otra parte Althusser considera que el problema del humanismo pertenece a la ideología. Aclara que al tratar de humanis- mo se olvida una realidad: que los hombres están agrupados en clases antagónicas. Y lleva en esto razón, pero esto mismo no invalida la validez de una Antropología ftlosófica, de una investigación del concep- to del hombre y de las cuestiones del humanismo científico. No debemos olvidar que son los hombres mismos los que hacen la historia y son ellos los que reclaman las armas teóricas para construir una nueva sociedad y orientar su vida, aunque sea la clase obrera la clase llamada a orientar esos cambios. Por otra parte son los mismos hombres los que han formado con su ac- ción a través de las generaciones las estruc- turas económicas que constituyen el objeto de la Economía. Hay que señalar que el análisis de Al- thusser de los conceptos básicos del Mate· rialismo Histórico y su delimitación de una problemática como científica son muy va- liosos, aunque en el campo de la Filosofía apuntemos las discrepancias básicas señala- das; y abre perspectivas para desarrollar el marxismo y aplicarlo a las condiciones con- cretas de cada país, en nuestro caso de México. Poesía •••••••••••••••• ••••••••••••••••• Visión última por Enrique González Casanova F. Peter Finch, joven poeta galés, ha publica- do su primer libro de poesía: The end of the vision, que recopila varios poemas su- yos aparecidos en diversas publicaciones de Gales, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Holanda y España .Y algunos inéditos. Es una pequeña colección que consta de trein- ta y cinco poemas y sesenta y tres páginas. Finch es un visionario. Su poesía parte del presente proyectándose siempre hacia el futuro; su poesía es un interminable viaje contra reloj; lo transporta a través de las constelaciones, donde habita desafiando un infinito abierto y abstracto; lo hace soñar en las praderas con la luna. Su poesía se encuentra con la música, se enfrenta a la soledad, teme ante la perpetuación de un pasado, quizá resultando a veces pesimista. Finch escribe una poesía clara, sincera, algunas veces fuerte en su expresión, y otras serena, pero en todas las bien fundamentada. The end of the vision tiene poemas como Strange Lave, con estrofas que dicen: "1 lie under / the stars / a child of / the milky way / alone." El viaje del poeta parte muchas veces del sueño y termina en él. Finch va solo, haciendo accesible lo abstracto, jugando él mismo en los laberin· tos del universo, meditando y amando cada momento, cada instante de su poesía. La presencia del tiempo en casi todo el libro es uno de los principales problemas que Finch se plantea. Una poesía que trata de desechar el pasado, construir en el pre- sente y alcanzar el futuro, tiene problemas con un pasado que subsiste y persiste sin que se haga siquiera un poco por aca?ar con él, no porque aquel pasado haya SIdo malo, sino porque el presente lo es. Peter Finch escribe: Only the old revolutions are left now, bedraggled through years of unbounded anarchy, their excitement cooled, their followers tired and becoming clinical with age. El poeta se lamenta del apatismo y de la deserción; su canto, en este caso desespera- do, busca una respuesta. The Lost Cause of the total Revolution es un poema de bata· lla una llamada a hacer acto de presencia, un' poema que señala un hueco en el pre· sente, una incógnita total en el futuro. 3' The end of the vision tiene poemas

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los mitos y engaftos, y por su crítica racio-nal y rigurosa" (Idem p. 9). . .

Althusser representa una comente mves­tigadora del marxismo que implica su desa­rrollo en el plano de la teoría. Comoveremos significa también un revisionismode tendencia cientista o neopositivísta (co­mo le llama A. Sánchez Vázquez) sobreciertos conceptos básicos y establecidos delmarxismo. la aportación de Marx -diceAlthusser- se significa por la introducciónde nuevos conceptos en la ciencia social ypor la sustitución de una problemáticaideológica, falsa o ilusoria por una proble­mática científica que posibilita y funda laciencia social. Estos descubrimientos sonlos conceptos de estructura económica, elde praxis en sus diferentes modalidades y elde ideología o falsa conciencia, (aparte lariqueza teórica toda de El Capital). lasociedad es una totalidad compleja estruc­turada. la sociedad la constituyen las ac­ciones y las relaciones que los hombrescontraen para producir su vida material,para realizar su intercambio con la naturale­za. la consideración de la estructura econó­llÚca como la base real del desarrollo de laspraxis humanas, abrió el camino para lacomprensión del movimiento de la socie­dad, para ta explicitación de "las relacionesde la estructura y las superestructuras: esta­do, política, arte, ideología, filosofía, etcé­tera. El modo de producción condiciona enúltima instancia las otras formas de praxisy es condicionado por ellas. La evoluciónsocial es el resultado de las contradiccionesen el seno de una formación social (luchade clases), en el seno de una de las super­estructuras (política, ideología), y entre dosformaciones sociales diferentes (por ejem·plo la lucha capitalismo-socialismo).

Althusser estudia, pues, los conceptosclave del materialismo histórico y aclara sucontenido y sus relaciones. Pero a cambiode el/o pone en duda otros conceptos de ladoctrina de Marx. Así Althusser consideraque la práctica no es el criterio de verdadde los conocimientos (tesis 11 de Marxsobre Feuerbach), sino la verdad el criteriode la práctica. Considera que las categoríasde la dialéctica deben ser "recreadas" elimi­nando la formulación y las mismas catego­rías recibidas de Hegel y su filosofía. Ytambién considera que el concepto delhombre y el problema del humanismo sonconceptos ideológicos que no tienen unpuesto en el pensamiento marxista.

Así pues, este autor pone a discusióntesis que por lo menos hasta hoy se tuvie­ron por objetivas, inobjetables y que perte­necen a la esencia del marxismo. Esto sobretodo por lo que hace a la praxis comocriterio de verdad, tesis que engloba un

problema más amplio: el de la definicióndel marxismo. Althusser ve la revoluciónteórica de Marx en un cambio de concerrtos, por eso le llama revolución teórica, ydescuida el carácter del marxismo comoftlosofía de la praxis que vino a rompercon toda la tradición idealista de la filoso­fía conv mera interpretación del mundo;tampoco ve, al menos no 10 subraya, sucarácter de ideología en el sentido de con­cepción del mundo que nació ligada a lasexigencias de la lucha política del proleta­riado. Es que Althusser ve a la doctrina deMarx como teórico y se mueve en el planodel conocimiento, oponiendo éste a la con­cepción del mundo, lo que ha valido-creemos que justamente- la calificaciónde cientista por parte del escritor marxistaSemprun (ver Polémica sobre marxismo yhumanismo). Pero el conocimiento cientí­fico objetivo no puede invalidar la necesi­dad de la práctica como criterio de verdad,ni el carácter de ese conocimiento comoinstrumento de la práctica. En este puntoes en el que el autor francés se aparta delmarxismo clásico.

Sin embargo Althusser considera tareaesencial del marxismo y los marxistas librarla lucha ideológica, esto es, librar a laideología existente (obrera) de la influenciade la ideología burguesa dominante. Ehalucha se da en el plano de la ideología sobrela base de la formación teórica.

Por otra parte Althusser considera que elproblema del humanismo pertenece a laideología. Aclara que al tratar de humanis­mo se olvida una realidad: que los hombresestán agrupados en clases antagónicas. Ylleva en esto razón, pero esto mismo noinvalida la validez de una Antropologíaftlosófica, de una investigación del concep­to del hombre y de las cuestiones delhumanismo científico. No debemos olvidarque son los hombres mismos los que hacenla historia y son ellos los que reclaman lasarmas teóricas para construir una nuevasociedad y orientar su vida, aunque sea laclase obrera la clase llamada a orientar esoscambios. Por otra parte son los mismoshombres los que han formado con su ac­ción a través de las generaciones las estruc­turas económicas que constituyen el objetode la Economía.

Hay que señalar que el análisis de Al­thusser de los conceptos básicos del Mate·rialismo Histórico y su delimitación de unaproblemática como científica son muy va­liosos, aunque en el campo de la Filosofíaapuntemos las discrepancias básicas señala­das; y abre perspectivas para desarrollar elmarxismo y aplicarlo a las condiciones con­cretas de cada país, en nuestro caso deMéxico.

Poesía••••••••••••••••••••••••••••••••••Visiónúltima

por Enrique González Casanova F.

Peter Finch, joven poeta galés, ha publica­do su primer libro de poesía: The end ofthe vision, que recopila varios poemas su­yos aparecidos en diversas publicaciones deGales, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá,Holanda y España .Y algunos inéditos. Esuna pequeña colección que consta de trein­ta y cinco poemas y sesenta y tres páginas.

Finch es un visionario. Su poesía partedel presente proyectándose siempre hacia elfuturo; su poesía es un interminable viajecontra reloj; lo transporta a través de lasconstelaciones, donde habita desafiando uninfinito abierto y abstracto; lo hace soñaren las praderas con la luna. Su poesía seencuentra con la música, se enfrenta a lasoledad, teme ante la perpetuación de unpasado, quizá resultando a veces pesimista.Finch escribe una poesía clara, sincera,algunas veces fuerte en su expresión, yotras serena, pero en todas las ocasion~s

bien fundamentada.The end of the vision tiene poemas

como Strange Lave, con estrofas que dicen:"1 lie under / the stars / a child of / themilky way / alone." El viaje del poetaparte muchas veces del sueño y termina enél. Finch va solo, haciendo accesible loabstracto, jugando él mismo en los laberin·tos del universo, meditando y amando cadamomento, cada instante de su poesía.

La presencia del tiempo en casi todo ellibro es uno de los principales problemasque Finch se plantea. Una poesía que tratade desechar el pasado, construir en el pre­sente y alcanzar el futuro, tiene problemascon un pasado que subsiste y persiste sinque se haga siquiera un poco por aca?arcon él, no porque aquel pasado haya SIdomalo, sino porque el presente lo es. PeterFinch escribe:

Only the old revolutionsare left now,bedraggled throughyears of unbounded anarchy,their excitement cooled,their followers tiredand becoming clinical with age.

El poeta se lamenta del apatismo y de ladeserción; su canto, en este caso desespera­do, busca una respuesta. The Lost Cause ofthe total Revolution es un poema de bata·lla una llamada a hacer acto de presencia,un' poema que señala un hueco en el pre·sente, una incógnita total en el futuro. 3'

The end of the vision tiene poemas

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como A distant bay, que resulta ser unjuego en su composición gráfica; como Apoem for myself, que se distingue por estarintercalado en un dibujo de Peter Luff,ilustrador del libro.

Hay también poemas como Al! eyes yDeath, impresos con distintos moldes deletras y que logran expresar un sentimientode violencia, hacer que el poema entre contodo el sentimiento posible que el poetaquisiera dar.

Finch, en The end of the vision, escribea su lugar natal, Gales, en el cual se inspirapara hacer A Wales wordscape, donde hablade Dylan Thomas, de dragones, del amor alas ovejas. Donde dirá: "Look at the Welshlandscape / look closely, / new voices mustrise, / for Wales cannot endlessly remain /chasing sheep into the twilight".

The end of the vision es realmente unconjunto de poemas que buscan ahora unaverdadera fundamentación, un deseo de es­tar presentes. El fin de una visión corres­ponde sólo a una obra que la sustituya,Peter Finch escribe esa obra, hace unapoesía que, sin lugar a dudas, está aquí eneste momento. The end of the vision, tieneuna poesía viva, una poesía que usa uninfinito, trabaja sobre él, y logra encontrarun espacio, logra ser un habitante. Finch halogrado hacer acto de presencia en la nuevaliteratura británica de una manera total, sinlugar a dudas.

The end of the vision termina: "Whoknow do I thank? / thank the music, /thank the sun, / thank the river and thegrass, / thank the feet / that walk therebeside me."

Novela••••••••••••••••••••••••••••••••••Las mocedadesde Ullses

por Miguel Donoso Pareja

Alvaro Cunqueiro es un hombre de muchoslibros, entre los cuales destacan Las cróni­cas del Sochantre, Un hombre que se pare­cía a Orestes, Merlín y familia y este -Lasmocedades de Ulises- * que nos toca ahoracomentar.

Según él, "este libro no es una novela"sino "la posible parte de ensueños y asom­bros de un largo aprendizaje -el aprendiza­je del oficio de hombre-, sin duda difícil.Son las mocedades que uno hubiera queri­do para sí, vagancias de libre primogénitoen una tierra antigua, y acaso fatigada".

Cunqueiro, por supuesto, puede decir loque quiera sobre su libro y sobre cualquierlibro, sin obstar que la realidad sea otra; yen este caso, la realidad es que Las moceda-

* Alvaro Cunqueiro: Las mocedades de Ulises,Barcelona, Ediciones Destino, 1970, 307 páginas.

des de Ulises sí es una novela, la noveliza­ción de una epopeya, una transformaciónlírica de lo épico.

Por eso, Alvaro Cunqueiro toma el mitoresituando los símbolos, acercándolos a laobservación, domesticándolos, pero sin ha­cer que pierdan grandiosidad. Esto lo logramediante la incorporación de una serie deelementos líricos, poéticos, y la conserva­ción del mar como marco permanente ymóvil de la acción.

Un pueblo de pescadores es, entonces, elhabitat de este nuevo Ulises que aprende deFoción -igual que el otro- a hacer el nudopúnico, principio para aprender la vida y,naturalmente, la nostalgia.

Esta es, en definitiva, la clave del libro,dicha muy bien por Foción, el piloto, alniño Ulises, sujeto del aprendizaje: "A losque vivimos en el océano lo que más nosgusta de las navegaciones es llegar."

Esta referencia al instinto de muerte, alhecho de "llegar", presupone y post-suponeel de la vida. Y el aprendizaje del "oficiode ser hombre" implica, ineludiblemente, elaprendizaje de morir, pues no debe olvidar­se que, como alguien señalaba, "cada naci­miento significa una muerte".

Pero no se trata, por cierto, de unamuerte y un nacimiento, sino de varios ysucesivos nacimientos, así como de varias ysucesivas muertes. Cunqueiro lo dice enforma realmente hermosa: "Buscar el secre­to profundo de la vida es el grande, nobilí­simo ocio. Permitámosle al héroe Ulises quecomience a vagar no más nacer, y a regresarno más partir. Démosle fecundos días, po­blados de naves, palabras, fuego, sed. Y queél nos devuelva Itaca, y con ella el rostrode la eterna nostalgia. Todo regreso de unhombre a Itaca es otra creación del mun­do."

Para Cunqueiro, pues, el secreto profun­do de la vida es la concientización deltránsito, del viaje, pero también de la des­garradura inicial, de un principio que no essino la búsqueda de esa Itaca en la que,con cada muerte, cada retorno, cada reinte­gración al todo cósmico, se vuelve a crearel mundo.

La aceptación del viaje, de nuestra fungi­bilidad, no es posible, sin embargo, sin laaceptación del gozo, y por eso Cunqueiropide que se le den al joven que aprende eloficio de ser hombre "fecundos días, pobla­dos de naves, palabras, fuego, sed". Enotras palabras: que no tenga miedo demorir sino que sepa que tiene que morir,que el tránsito es lo bueno y que noexistiría sin la muerte, que nada hay másallá de nosotros mismos y del mundo, queel nacimiento y la muerte no son nada.

y que lo son todo también, pues en yentre esos dos puntos opuestos se sitúa elhombre, hombre-mujer (o mujer-hombre)­buscando su mitad perdida, Penélope eneste caso, en donde se encuentra el retorno-esto es la muerte- y el principio, es decirel nacimiento.

Cunqueiro lo subraya con las siguientespalabras: "No quiero decir cuánto esperóUlises, los años o los siglos, acaso. Cuandohablaban de él los compañeros y los canto­res, parecían hablar de alguien muerto ha­cía mucho tiempo. Pero quiero decir sim-

- '

pIemente que esperó, y ya sé sentía másque maduro, y se le antOJaba podredumbrela madurez, de tan. cansado, solo, y no másque un vago sueño por aMigo cotidiano,cuando la voz, aquella tan fáCilmente veci.na al grito, dijo lentamente su nombre.Vinieron' a sus oídos las süabas rodandocomo a la quilla de la nave arrastrada e~invierno a la arena, llegan tres olas yavencidas y solamente espuma, cuando subeel mar. Los dedos reconocieron los ojos yla boca antes de que pudieran hacerlo losojos y la boca. Penéiope, la tan amada, eraamarga. En la memoria de Ulises surgióFoción, mojándole el rostro.

"- ¡Toma, prueba! ¡Es amarga! ¡Es elagua del mar! "

Allí se unían, entonces, el principio y elfm, cumpliéndose el encuentro, la muerte yel nacimiento, la integración de lo humano-traducida ineludiblemente en el devenirheracliteano- en el mar, en el agua amargaen que nos vemos a nosotros mismos, en lanostalgia de estar para síempre, último im­posible del ser, enfermos -por completo yfelizmente- de absoluto.

Esto es lo que nos dice la novela deCunqueiro, y muy hermosamente.

Teatro••••••••••••••••••••••••••••••••••Cuatro ohras delahsurdo en elTeatro de México

por Malkah Rabell

Casi un año sin levantar vuelo; un añofatídico para el escenario mexicano, parecíacomo si ya nada pudiera salvar este 197 I.jY de pronto amaneció! En el lapso de

unas pocas semanas, varias representacionesdel mayor interés, que salvaban la tempora­da: Witkievicz, Ionesco, paráfrasis de Strin­dberg, Storey, Manet, Leñero... Hemoselegido cuatro que parecen de la mismafamilia, hermanados con esa "imaginaciónen el poder", cuatro autores del absurdo:un polaco, un rumano, un inglés y unfrancés. Tres casi desconocidos y un jefe defIlas: Witkievicz, un precursor; David Sto­rey, autor de cuatro farsas, Eduardo Manet,un recién llegado al teatro... y Ionesco,que ya se va.

Stanislaw Witkievicz:

He aquí un escritor difícil de catalogar,difícil de situar. Vivió ajeno a su tiempo,murió ajeno a las razones de su época, yamás allá de esa época, y escribió ajeno atodos los estilos de moda. Fue vanguardistaprecursor de muchas vanguardias y cuandomurió, en 1939, su obra descontrolaba yresultaba incomprensible.

Cuando se habla de la literatura polacamoderna, surgen de inmediato tres nombres