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LA FILOSOFÍA MORAL: LOS SOFISTAS Y SÓCRATES 1 como una unidad por la cual cada Individuo está vitalmente interesado, acep- temdo su lugar en el orden existente. F. RODRÍGUEZ ADRADOS: Ixi Democracia ateniense, pág. 109 Cambios sociales Esta participación, que tan buenos resultados ha dado en la guerra, va a ser un factor de cambio muy importante en la paz: si a la hora de la gue- rra, aristócratas y pueblo se han confundido en la defensa de la polis co- mún, consecuentemente, éste reclama ahora un puesto de pleno derecho en el gobierno de la nueva sociedad ateniense. A partir de ahora ya no es la herencia el valor determinante ni el único que da derecho a participar en la vida pública. Ésta se abre ahora a todos los ciudadanos (condición que no tienen los esclavos). Se trata de una irrupción de las capas populares en la vida pública: la democracia radical de PERICLES. Pero el hombre que de hecho quiera tener una presencia relevante ne- cesita prepararse. Se hace preciso sustituir las artes de la guerra por la oratoria y el conocimiento de las leyes. La batalla se libra ahora en el agora de la ciudad. La vida del hombre se ventila en las asambleas, en la plaza pública, en los tribunales: ahí es donde es necesario hacerse presente, discutir las leyes que convienen a la mayoría, desenmascarar los intereses privados o de grupo que pueden es- conderse tras los discursos y las leyes establecidas. Todo esto requiere el saber práctico del discurso y de la elocuencia: «El que sabe y no se explica claramente es como si no pensara» dice PERICLES. Se hace, pues, necesaria una formación para esta nueva tarea. Lo Acrópolis, zona fortificado de las antiguas ciudades griegas, ocupoba el enclave más alto de lo ciudad. Una de las más célebres es la de Atenos, formada por polacios, tem- plos y lugares de culto. Existente yo en época de reyes prehistóricos,.de- vastodo por los persas, perdió su ca- rácter de fortaleza. Pericles le dio su organización clásica: el Portenón, el Erecteion y lo monumental entrado de los Propileos son de esa época. 37

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LA FILOSOFÍA MORAL: LOS SOFISTAS Y SÓCRATES 1

como u n a u n i d a d por la cua l cada Ind iv iduo está v i ta lmente interesado, acep-temdo s u lugar en el orden existente.

F. RODRÍGUEZ ADRADOS: Ixi Democracia ateniense, pág. 1 0 9

Cambios sociales

Esta participación, que t a n buenos resultados ha dado en la guerra, va a ser u n factor de cambio m u y impor tante en la paz: s i a la hora de la gue­rra , aristócratas y pueblo se h a n confundido en la defensa de la polis co­mún, consecuentemente, éste reclama ahora u n puesto de pleno derecho en el gobierno de la nueva sociedad ateniense.

A pa r t i r de ahora ya no es la herencia el valor determinante n i el único que da derecho a par t i c ipar en la v ida pública. Ésta se abre ahora a todos los c iudadanos (condición que no t i enen los esclavos). Se t r a t a de u n a irrupción de las capas populares en la v ida pública: la democracia radical de PERICLES.

Pero el hombre que de hecho quiera tener u n a presencia relevante ne­cesita prepararse. Se hace preciso sus t i tu i r las artes de l a guerra por la orator ia y el conocimiento de las leyes.

La bata l la se l i b ra ahora en el agora de la c iudad. La v ida del hombre se vent i la en las asambleas, en la plaza pública, en los t r ibunales : ahí es donde es necesario hacerse presente, d iscut i r las leyes que convienen a la mayoría, desenmascarar los intereses privados o de grupo que pueden es­conderse t ras los discursos y las leyes establecidas. Todo esto requiere el saber práctico del discurso y de la elocuencia: «El que sabe y no se explica claramente es como si no pensara» dice PERICLES. Se hace, pues, necesaria u n a formación para esta nueva tarea.

Lo Acrópolis, zona fortificado de las antiguas ciudades griegas, ocupoba el enclave m á s alto de lo ciudad. Una de las m á s célebres es la de Atenos, formada por polacios, tem­plos y lugares de culto. Existente yo en época de reyes prehistóricos,.de-vastodo por los persas, perdió su ca­rácter de fortaleza. Pericles le dio su organización clásica: el Portenón, el Erecteion y lo monumental entrado de los Propileos son de esa época.

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