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1 ESCUELA DE HISTORIA UNIVERSIDAD ACADEMIA DE HUMANISMO CRISTIANO EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche Alumno: Alvarado Lincopi, Claudio Profesor: Contreras Cruces, Hugo Tesis para optar al grado de Licenciatura en Historia con Mención en Estudios Culturales Santiago, Septiembre 2011

EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

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ESCUELA DE HISTORIA

UNIVERSIDAD ACADEMIA DE HUMANISMO CRISTIANO

EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL.

Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

Alumno: Alvarado Lincopi, Claudio

Profesor: Contreras Cruces, Hugo

Tesis para optar al grado de Licenciatura en Historia con Mención en Estudios Culturales

Santiago, Septiembre 2011

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Índice

INTRODUCCIÓN 5

Algunas consideraciones teóricas 8

1. EXPROPIACIÓN Y CONSTITUCIÓN DE LA PROPIEDAD PRIVADA

AGRARIA Y LA CONCENTRACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN

EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL 22

1.1 La Propiedad Agraria. Concentración, medianos propietarios y reducciones 26

1.2 Propiedad de los Medios de Producción 37

2. RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN EN LA GOBERNACIÓN

DE IMPERIAL 44

2.1. Las Exteriorización del Estado. Consecuencias Económicas y Comerciales 49

2.2. Relaciones de producción bajo la naciente industria local 63

3. DOMINACIÓN Y EXPLOTACIÓN BAJO EL NUEVO CONTEXTO

COLONIAL. ESTADO, EXPANSIÓN CAPITALISTA

Y PUEBLO MAPUCHE 72

3.1 Profundización de las consideraciones teóricas 75

3.2 Dominación Político-Cultural: Obediencia-Resistencia,

Control y Dependencia 79

3.3 Expansión Capitalista y Pueblo Mapuche.

Explotación y Relación de Producción Colonial 88

4. COROLARIO. PASADO Y PRESENTE EN LA MOVILIZACIÓN MAPUCHE

CONTEMPORÁNEA 98

4.1. Estado y Capitalistas .Un acercamiento al proceso de ocupación

del Ngulumapu, y su proyección política contemporánea 99

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3

Agradecimientos

A mi padre Claudio Alvarado Galaz y a mi madre Jimena Lincopi Collio, por

su incondicional apoyo y comprensión.

A mi hermano Marcelo Alvarado Lincopi por las alegrías y enojos.

A Juan Carlos Lincopi y Andrea Curivil, por su cordial recibimiento en Nueva

Imperial, cuando fuimos a buscar los documentos que construyen esta tesis.

A los profesores Milton Godoy y Paula Raposo, por su preocupación y apoyo

académico constante en los momentos que se hilvanaban estas palabras.

A la Organización Mapuche Meli Wixan Mapu y a Enrique Antileo, por su

confianza en poder aportar en los talleres de Historia y Política Mapuche, la

cual reafirmó y tensionó ideas de esta tesis.

A mis compañeros José Miguel Sanhueza, Miguel Gutierrez, Luis Pino y

Daniel Canto, por las conversaciones que muchas veces aportaron más que

una cátedra en mi formación.

Finalmente al profesor Hugo Contreras, por la confianza, ayuda, consejos,

conversaciones y paciencia.

Gracias a todos.

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4

A Josefina Collio Huechuqueo

A Carlos Lincopi Imilqueo

Mis abuelos

Los que caminaron en su infancia las tierras que recorren estas palabras.

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5

Introducción

El proceso de ocupación del Ngulumapu por el Estado chileno, iniciado en la

segunda mitad del siglo XIX, trajo consigo una expansión y consolidación capitalista en la

región, por medio de nuevas formas de producción, nuevas relaciones de producción,

nuevas formas de tenencia de tierras, nuevos mercados y fines productivos. Esto no

obedeció a un resultado histórico de la “mano invisible del capitalismo”, sino más bien

estaba en las entrañas del proyecto colonizador de las elites que pensaron el proceso de lo

que llamaron “Pacificación de la Araucanía”, que inaugura, contradictoriamente a la

semántica utilizada, la violencia hasta hoy presente. Estos tenían desde un principio razones

materiales y no puramente “civilizadoras”, como decían sus palabras, para concretar la

ocupación y colonización del territorio controlado por el Pueblo Mapuche. El Mercurio de

Valparaíso, en su edición del 24 de mayo de 1859, señalaba en relación a la ocupación de la

Araucanía:

“siempre hemos mirado la conquista de Arauco como la solución del gran

problema de la colonización y del progreso de Chile (…) El porvenir industrial

de Chile se caracteriza, a no dudarlo, en la región del Sur, no teniendo hacia el

Norte más que áridos desiertos que un accidente tan casual como el hallazgo de

minerales ha logrado hacer célebres, dándoles más importancia que dista mucho

de ser imperecedera. Natural, es pues que las miradas de la previsión se dirijan

hacia esta parte, la más rica y extensa del territorio chileno”1

Dejando claro así, que la expansión y colonización del Estado, por medio de sus fuerzas

militares, a territorio mapuche, no dista de ser un problema crucial para la expansión

capitalista de la naciente república. Esto quedó demostrado luego del término de la invasión

militar, cuando la economía regional comenzó a crecer en producción, en acumulación de

capitales, comenzaron a aparecer nuevos tipos de relaciones sociales y se vivió un proceso

de concentración de los medios de producción. En este contexto fue sometido el pueblo

mapuche, y gracias al cual comenzó a vivir el largo conflicto colonial.

1 Editorial de "El Mercurio" sobre la ocupación de la Araucanía. El Mercurio de Valparaíso, 24 mayo 1859, p.

2. [en linea: http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0012732.pdf]. Consulta: 21 de Noviembre de

2010

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Ahora bien, la extensión de la problemática, no nos permite estudiar la totalidad de

la Araucanía, por lo que decidimos concentrarnos en la Gobernación de Imperial, región

ubicada al poniente del Temuco y limitada por el oeste con el Océano Pacífico, al sur por el

Departamento de Valdivia y al norte con Lebu, cruzada por el río Imperial, proclive a

navegar por pequeñas y medianas embarcaciones y con una vegetación, por la época, aún

frondosa, que mantenía bosques silvestres, que por la período de estudio se comienzan a

talar. La elección de ésta zona, es por un lado afectiva, pero principalmente tiene que ver

con una configuración histórica, política y económica que se desenvuelve para el 1900, que

otorga a este espacio una significación regional, en tanto nos permite estudiarla como una

unidad administrativa y productiva, en donde la conectividad se origina endogámicamente

primero, permitiendo la aparición de un mercado interior, y exogámicamente después,

abriendo pasos para la comercialización con otras regiones de empuje capitalista, no solo en

la Araucanía, sino en gran parte de las ciudades de Chile.

Para la realización de esta investigación se utilizó básicamente los Fondos

Documentales de la Gobernación de Imperial y la Intendencia de Cautín, además de

periódicos y boletines municipales, teniendo siempre presente que estos documentos son

prueba de dominación y explotación, que bajo a una semántica administrativa, ordenaba y

vigilaba las situaciones sociales, y que por tanto la sospecha constante al documento es

realmente importante.

Si pudiésemos ubicar a esta tesis dentro de un marco historiográfico, diríamos que

es de aquellas que intentan ser parte de la historia económica, de la histórica política, de la

historia social, e incluso podríamos argumentar, de alguna manera, de la historia mapuche.

Cuestiones que en definitiva son muy poco importantes, si pretendemos hacer una historia

más total, y no fragmentada en pequeñas micro experiencias históricas, o más ecléctica si lo

miramos desde otro punto de vista.

En fin, la explicaciones, o introducciones, lo cual no es siempre lo mismo,

son muchas veces parches a heridas que aún no existen. Dejemos que hablé la tesis, que

discurra. Solo antes señalar una síntesis de cada capítulo, para acomodar la lectura y hacer

más fácil la comprensión del ordenamiento de los capítulos.

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La primera parte de esta tesis, que por su extensión podría ser perfectamente un

capitulo de pregrado, pero que finalmente no lo es, intenta definiciones de las principales

categorías utilizadas y del modo en cómo estamos entendiendo ciertos procesos

económicos, muy importantes de diferenciar.

El primer capítulo trata del proceso de concentración de la tierra y de los medios

productivos, y como esto configuró a la propiedad privada como el órgano vital del sistema

económico que comenzaba a operar hegemónicamente en la Gobernación de Imperial.

El segundo capítulo intenta estudiar las combinadas y heterogéneas relaciones

sociales de producción que instauró el sistema capitalista, y que de ninguna manera fue la

reproducción mecánica del capitalismo europeo, ya que la expansión económica en estas

regiones fue de modo original, debido al carácter dependiente con el capitalismo de las

regiones centrales. De este modo, junto con el asalariado, el peonaje, los gañanes, los

jornaleros y colonos pobres alimentaron la fuerza de trabajo solicitada para la reproducción

del capital.

Nuestro tercer capítulo trata de como la sociedad mapuche fue sometida, de forma,

subordinada, domina, explotada, en definitiva colonial, en el nuevo modo de producción

imperante y en la nueva lógica administrativa del Estado que se instauró posterior a la

ocupación. Para finalmente acabar con un corolario con el pensamiento político que

discurre de los argumentos de esta tesis.

Ahora si, finalmente, para adentrarnos en estos aún sinuosos temas, tanto para la

historiografía chilena, como para la emergente historiografía mapuche, nos tenemos que

concentrar en primer lugar en intentar definiciones teóricas de lo que entenderemos por

capitalismo, economía capitalista agraria, y otros conceptos que surgirán en el hilvanar de

estas palabras.

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Algunas consideraciones teóricas

Uno

Para el estudio del proceso que llevó a la consolidación de un capitalismo agrario en

la región estudiada, tenemos que comprender de forma conceptual y teórica ciertas

cuestiones de orden general en relación con la expansión capitalista, las relaciones sociales

que establecen y los modos de tenencia de tierra, hegemónica o subordinada, que se

instauran para su reproducción.

En primer lugar, sin duda, tenemos que señalar a ciertos “clásicos” que dedicaron

parte de su obra intelectual en la comprensión de los problemas que interpelan esta tesis,

sobre todo en relación a las características del capitalismo. Para esto, no podemos dejar de

nombrar por un lado a Werner Sombart y Max Weber, quienes instalaron al capitalismo

como una empresa de orden racional, por tanto su emergencia obedecería a un “espíritu”

propio del sistema, espíritu que en palabras de Sombart se caracterizaría como “una síntesis

de codicia por el oro, el deseo de aventura y el amor a la exploración”, que como dijimos se

fundamenta en una racionalidad capitalista en donde las condiciones de “calculo,

programación muy cuidada, racionalidad y economía”2 serian condiciones propias del

espíritu burgués, sin las cuales el capitalismo no tendría humanidad racional para recrearla.

A conclusiones distintas, aunque siempre considerando un especifico “espíritu” que permite

el capitalismo, nos acerca Weber en su clásico La ética protestante y el espíritu del

capitalismo, cuando señala que si bien existe un fuerza ética que da pie al establecimiento

del sistema capitalista, al contrario de Sombart no lo caracteriza “el impulso por la

adquisición, la búsqueda de la ganancia, del dinero, de la mayor cantidad de dinero

posible”, ya que tal “impulso…ha sido común a hombres de todo tipo y condición en todo

momento y todo país del mundo”3. Si bien estos “impulsos” han sido frecuentes en la

historia de la humanidad, en la etapa capitalista para Weber se racionalizan, se controlan

continuamente, se les da dirección racional, lo que es en definitiva, la singularidad del

capitalismo.

2 Sombart, Werner, The Quintessence of Capitalism: A Study of the History and Psychology of Modern

Business Man, Londres, 1915. Citado en Kaye, Harvey, Los Historiadores Marxistas Británicos, Universidad

de Zaragoza, 1989, p. 31 3 Weber, Max, La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Citado en Kaye, Harvey, ibíd.

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Por otro lado, encontramos aquellos que definen el capitalismo y sus inicios en

vinculación con la aparición del comercio y con ello a una clase que acumula riquezas,

como es el caso de Henri Pirenne4. Estas concepciones, tanto en vinculación con un

supuesto “espíritu” que permite el capitalismo, racional o no, e igualar los procesos de

comercialización, incluso a gran escala, con el capitalismo, son puestos en juicio por el

marxismo, que pasaremos a analizar a continuación, y que es en definitiva de vital

importancia para comprender las hipótesis defendidas en esta tesis. En el capítulo XXIV,

La llamada acumulación originaria, de “El Capital”, Karl Marx señala, al contrario de los

autores arriba presentados, que

“ni el dinero ni la mercancía son de por si capital, como no lo son

tampoco los medios de producción ni los artículos de consumo. Necesitan

convertirse en capital. Y para ello han de concurrir una serie de circunstancias

concretas, que pueden resumirse así: han de enfrentarse y entrar en contacto

dos clases muy diversas de poseedores de mercancías; de una parte, los

propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo,

deseosos de valorizar la suma de valor de su propiedad mediante la compra de

fuerza ajena de trabajo; de otra parte, los obreros libres, vendedores de su

propia fuerza de trabajo y, por tanto, de su trabajo”5

De este modo, el capitalismo no es el resultado de un modo de ser de la burguesía, ni

tampoco la existencia de los procesos de comercialización o mercantilización son de por si

capitalistas, y esto es importante para nuestro trabajo ya que anterior a la expansión del

Estado chileno y argentino al Wallmapu, existían circuitos comerciales, no por eso

necesariamente capitalistas, que más adelante analizaremos. Pero más importante aún para

los resultados buscados, es la definición de capitalismo de Marx y del marxismo. La cita

anterior plantea una primera definición, fundamental por cierto, para entender como un

sistema productivo se puede puntualizar como capitalista, la cual –bajo este análisis- es una

especifica relación social de producción en donde unos (minoritarios) controlan el dinero,

los medios de producción y los artículos de consumo, por tanto, son los propietarios de los

medios necesarios para producir (tierras, maquinarias, etc.), y por otro lado aquellos

(mayoritarios) que venden su fuerza de trabajo, por lo que reciben –la mayoría de las

4 Pirenne, Henri, A History of Europe, 1958, Citado en Kaye, Harvey, opus. Cit. pp. 32

5 Marx, Karl, Capitulo XXIV La llamada acumulación originaria, El Capital, [en línea:

http://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.htm] Consulta: 08 de Enero del 2011

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veces- un salario, el que se encuentra muy lejos del valor real producido por los

trabajadores, ya que gran parte del capital producido queda en manos del propietario, como

plusvalía. Esta primera definición para nuestra tesis es esencial, aunque con claroscuros que

luego desarrollaremos. Antes, creemos necesarios desarrollar aún más el capítulo XXIV de

El Capital por su riqueza teórica en relación a los procesos de expropiación de tierras.

Dejamos en claro que no intentamos una reproducción mecánica de Marx para entender los

procesos estudiados, porque no tendría coherencia histórica, pero si vemos ciertas

cuestiones que nos pueden orientar para desarrollar nuestras hipótesis, siempre con

contraposiciones, o quizás más bien enriquecimientos y contextualizaciones, que más tarde

delinearemos.

En el mismo capítulo ya señalado, Marx analiza la etapa denominada acumulación

originaria, que “no es más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los

medios de producción”6, es decir cuando las poblaciones rurales son despojadas de sus

tierras, las cuales son controladas ahora por nuevos terratenientes, quienes utilizan a los

campesinos expropiados como fuerza de trabajo. Este proceso de expropiación, señala

Marx, se nos pretende explicar como una anécdota que pudo costar “mucho mosto y poca

pólvora”, como decía Cornelio Saavedra, en donde “había, de una parte, una minoría

trabajadora, inteligente y sobre todo ahorrativa, y de la otra un tropel de

descamisados, haraganes, que derrochaban cuanto tenían y aún más”7, pero “sabido es que

en la historia real desempeñan un gran papel la conquista, la esclavización, el robo

y el asesinato; la violencia, en una palabra. En la dulce economía política, por el

contrario, ha reinado siempre el idilio. Las únicas fuentes de riqueza han sido desde

el primer momento la ley y el “trabajo”, exceptuando siempre, naturalmente, “el año en

curso”. Pero, en la realidad, los métodos de la acumulación originaria fueron

cualquier cosa menos idílicos”8, cosa que sabe muy bien el Pueblo Mapuche, a lo que no

volveremos, por que escapa de las intenciones de esta tesis, pero de lo cual existe una

amplia bibliografía, entre ellos principalmente José Bengoa y Jorge Pinto9. Ahora bien, este

6 Ibídem.

7 Ibídem.

8 Ibídem.

9 Bengoa, José, La Historia del Pueblo Mapuche, Ediciones Sur, Santiago, 1996; Pinto, Jorge, La formación

del Estado y la nación y el pueblo mapuche, Ediciones Dibam, Santiago, 2003.

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proceso descrito tiene sus particularidades, “su historia presenta una modalidad diversa en

cada país, y en cada una de ellos recorre las diferentes fases en distinta gradación y

en épocas históricas diversas”10

, por tanto no podemos, y no es nuestra intención,

trasplantar en análisis que hizo Marx de Inglaterra, para América Latina, ni por extensión a

la Araucanía. Pero dejemos por sentado en un primer término que el modo de producción

capitalista necesita dos cuestiones fundamentales. Por un lado la expropiación de la

propiedad de la tierra y su concentración en pocas manos, y por otro lado una división

social del trabajo, en donde unos son los propietarios y otros fuerza de trabajo. Antes de ver

los claroscuros propios de la realidad latinoamericana, señalemos brevemente algunos

aportes a la perspectiva marxista de otros intelectuales, en relación a lo que se denominó

“transición al capitalismo”, en donde encontramos principalmente a Maurice Dobb y Paul

Sweezy. Por un lado Dobb, muy cercano a Marx pone en relevancia las relaciones sociales

propias del capitalismo para definir, como tal, a un modo de producción. De este modo

considera fundamental la aparición de una “clase capitalista”, quienes acumulan la

propiedad (medios de producción), y junto a ello la emergencia de un “proletariado” para

tipificar como capitalista un sistema económico. Por otro lado Sweezy pone en valor los

procesos de comercialización como “fuerzas creativas” para el surgimiento del capitalismo,

por lo que la aparición de determinadas relaciones sociales de producción no tendrían

sustento, sin previamente la existencia del comercio y un mercado en donde transar los

capitales11

. A nuestro modo de ver, si bien es cierto la sola presencia del comercio no la

podemos denominar capitalista, debido a que tal proceso ha estado mucho antes de la

aparición de este sistema, no podemos desconocer la “fuerza creativa” que ha tenido para la

consolidación de relaciones sociales propiamente capitalistas, e incluso, lo que es mucho

más importante para esta tesis, en sectores en donde las relaciones sociales no decantaron

en los que Marx denominó como “formas clásicas” del capitalismo, no por ello no

capitalistas, como es el caso estudiado en relación con la población mapuche. Y con esto

comenzamos a analizar los contrapuntos con la teoría “clásica” de Marx y del marxismo, en

función de dar una explicación teórica del desarrollo del capitalismo en nuestro continente.

10

Ibídem. 11

Para un análisis más extenso de este debate ver Kaye, Harvey, Op. cit. pp. 41-47

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Desconocer la aparición de trabajadores asalariados en la Araucanía posterior al

proceso de ocupación y colonización es un error histórico, sin duda que existieron e,

incluso, se organizaron tempranamente. El boletín “El Chicote, órgano de la clase obrera”

de Nueva Imperial, señala en su edición del 14 de septiembre de 1895:

“La reunión de obreros del Domingo pasado ppdo. No tuvo efecto por motivos

ajenos de la voluntad jeneral; pero nos permitimos citarlos nuevamente para

mañana a la hora y casa indicada. ¡A la obra ciudadanos de Imperial; sacudid la

inercia; marcha unidos en compacta é id a formar el del debe de la

confraternidad!”12

Así, la existencia de una clase obrera, por tanto de una división social en la producción

propiamente capitalista, como lo entendió Marx, en la gobernación de Imperial, no es solo

indiscutible sino que además tuvieron órganos de difusión y organización. Ahora bien, lo

que nos interesa constatar en las siguientes líneas es el desarrollo del capitalismo en la

segunda mitad del siglo XIX y principios del XX para América Latina, siempre en

vinculación con las problemáticas que nosotros vemos en la región estudiada, en la que

consideramos que el capitalismo asumió una especificidad, que no responde

mecánicamente a la situación presentada por el marxismo europeo, pero no por ello dejo de

ser capitalista. Para adentrarnos en estos debates, primero consideremos que la explicación

más usada por los gobiernos, incluso hasta hoy, para explicar el “subdesarrollo” de

Latinoamérica, que es para ellos la forma que asumió la economía del continente, obedece a

una falta de procesos de modernización e industrialización en la región, por lo que el

progreso de los países del continente estaría estrechamente relacionado con implementar

fuerzas productivas modernas, como lo hicieron en Europa. Por tanto, nuestro subdesarrollo

sería un estadio del proceso histórico, el cual los países centrales ya habrían superado –por

medio de procesos de modernización- y que por tanto no existían lastres inexcusables para

alcanzar las etapas superiores del desarrollo humano, tal como lo habían hecho los países

del primer mundo. De este modo los conceptos de “desarrollo/subdesarrollo” adquieren

relevancia para explicar América Latina y su condición económica, hasta incluso cultural y

política. El desarrollo “se lo ha asociado a la industrialización, al progreso tecnológico-

científico, a la urbanización, al aumento del ingreso per cápita y a mejoras en las

12

El Chicote, Año 1, Núm. 2, Sábado 14 de septiembre de 1895.

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condiciones de vida: alimentación, vivienda, educación y salud”13

, sin duda los mayores

exponentes de estas ideas “desarrollistas” fueron –y aún son- la CEPAL. Si bien es cierto,

estas ideas alcanzaron gran difusión entre los intelectuales más vinculados a los gobiernos

de América Latina durante el siglo XX, no fueron por ello únicos e incuestionables. Las

mayores críticas a estas teorías vinieron desde el marxismo latinoamericano, que por lo

demás no fueron copia feliz del europeo, ya que el marxismo –a nuestro modo de ver- está

muy lejos de ser una teoría estática y fosilizada, pensamos al igual que Álvaro García

Lineras que es necesario “hablar del marxismo criticando al marxismo, que es como tiene

que hacer cada marxista que nuevamente comience a releer su historia y su memoria”, ya

que “Marx nunca llegó a reconstruir la totalidad concreta del Modo de Producción

Capitalista que inicialmente se había propuesto... ¿Hasta qué punto la discontinuidad de “El

Capital” no deja la obra radicalmente inconclusa y por lo tanto su nivel de abstracción no es

mucho mayor que el que supusieron rápidas lecturas ávidas de encontrar una guía

inmediata para las tareas del movimiento obrero y respuestas puntuales al caprichoso

devenir de la historia? (…) Esto tiene sus implicancias metodológicas: si todo no está dicho

en “El Capital” es tarea de los marxistas seguir desarrollando las investigaciones,

incorporando los aportes del desarrollo de las ciencias sociales y de los nuevos

movimientos sociales (por ejemplo: feminismo, ecologismo, etc.), con el mismo objetivo:

estudiar el conjunto de las relaciones que estructuralmente forman parte del Modo de

Producción Capitalista”14

. Bajo este análisis seguimos a Luis Vitale cuando señalaba la

necesidad de una teoría propia para el estudio de la historia latinoamericana, que “no

significa obviamente minimizar los aportes de los historiadores de otros continentes. Por el

contrario, se trata de incorporar sus contribuciones teóricas más relevantes, aplicándolas de

manera creadora a nuestra realidad. Lejos de nosotros la pretensión de menospreciar siglos

de investigación de la historiografía europea y sus aportes metodológicos, sin los cuales

todo intento de formular una teoría de la historia latinoamericana partiría de cero. Sólo

alertamos sobre la necesidad de no trasladar sus esquemas al estudio de nuestra historia;

apliquemos creadoramente sus aportes a la realidad americana en pos de una teoría que dé

13

Devés, Eduardo, El pensamiento latinoamericano en el siglo XX, Ed. Biblos, Bs. Aires, Argentina, 2003,

pp. 22 14

Kohan, Nestor, El Método Dialectico de lo Abstracto a lo Concreto. Revista de Filosofía y Teoría Social,

año I, número 2, Buenos Aires, octubre de 1992.

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cuenta de nuestra particular evolución”15

. Esta “particular evolución” fue estudiada y

discutida por varios intelectuales e “intelectuales militantes” durante el siglo XX, entre los

que se cuenta Theotonio dos Santos, André Gunder Frank, Ernesto Laclau, Sergio Bagú,

Aníbal Quijano, Rui Mauro Marini, Pablo Gonzales Casanova, Luis Vitale, entre otros.

Para la intención de esta tesis nos remitiremos brevemente a cuatro de estos autores: por un

lado a la discusión entre Frank y Laclau sobre la características del capitalismo, a Luis

Vitale sobre el “desarrollo desigual y combinado” (siguiendo a Trotsky) y a Gonzales

Casanova sobre lo que define como “Colonialismo Interno” para identificar la situación de

la población indígena en América Latina. Dicho esto pasaremos a caracterizar

históricamente la expansión, desarrollo y consolidación del capitalismo, en la región

estudiada, a partir de las categorías y teorías utilizadas en la presente tesis.

En primer lugar, quien de alguna manera inaugura la crítica al análisis desarrollista

comandado por la CEPAL, fue el brasileño Theotonio dos Santos, quien con su “teoría de

la dependencia” intento comprender el desarrollo del capitalismo en América Latina como

una relación de interdependencia en donde “algunos países (los dominantes) pueden

expandirse y autoimpulsarse en tanto que otros (los dependientes) solo pueden hacerlo

como reflejo de tal expansión”16

y, por tanto, el carácter de subdesarrollo de Latinoamérica

es el resultado histórico del desarrollo de Europa y Estados Unidos, y de este modo no es

una etapa en la evolución histórica del capitalismo. Bajo este mismo prisma de análisis

André Gunder Frank presentó su teoría del “desarrollo del subdesarrollo”, en donde

caracterizó al continente como capitalista por el hecho de la integración (por medio del

colonialismo hispánico) al sistema capitalista mundial, siempre de modo dependiente. Es

decir, si quisiéramos formular similitudes entre el debate Dobb-Sweezy podríamos señalar

que Frank se encuentra más cercano al segundo, por el hecho de caracterizar un sistema

como capitalista por medio de las relaciones de comercialización, en este caso con el

sistema mundo, como diría Wallerstein, que para Frank es capitalista. Por el contrario, la

15

Vitale, Luis, Introducción a una teoría de la Historia para América latina, 1992, [en línea:

http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/vitalel/2lvc/02lvchistsocal0005.PDF] Consulta: 10 de enero de

2011

16 Devés, Eduardo, opus. cit. pp. 142

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crítica desarrollada por Laclau se encuentra más cercana a lo planteado por Dobb, en donde

la identificación de un sistema como capitalista obedece a relaciones sociales entre

propietarios y trabajadores, y no a la inmersión a mercados supuestamente capitalistas17

. De

nuestra parte, insistimos que los procesos de comercialización funcionan como “fuerzas

creativas”, pero que en términos conceptuales no obedecen a una característica propia del

capitalismo, ya que estas estarían dadas por la concentración de la propiedad y por una

división social del trabajo entre propietarios y trabajadores. Ahora bien, esto comienza a

complejizarse si miramos la realidad de la división social en la producción en América

Latina, y este es el mayor contrapunto que tenemos con la teoría clásica de Marx, y quizás

uno de los mayores aportes de los intelectuales latinoamericanos para la comprensión de

nuestro continente. Sin duda, el desarrollo del capitalismo en América Latina ha tenido sus

especificidades que se han intentado comprender de distintos puntos de vista, ya vimos la

perspectiva de la teoría de la dependencia, que básicamente intenta comprender la forma de

participación en el sistema capitalista mundial que adopta la región, el cual es precisamente

de manera dependiente (periférica) de los países centrales del sistema mundo capitalista, es

decir, tal perspectiva pone en el centro del análisis la inmersión a los circuitos económicos

que adquiere América Latina. Ya vimos la crítica de Laclau, a esta perspectiva, pero lo que

no hace este autor, es poner en relevancia alguna explicación que intente comprender el

desarrollo del capitalismo, más que señalar la necesidad de advertir, en todo análisis, el

proceso de producción, más que el de comercialización.

A esta tarea nos acerca Luis Vitale, Pablo Gonzales Casanova y Rui Mauro Marini.

Por un lado Vitale, intentó, al igual que la mayoría de los autores señalados, mediante un

criterio de totalidad, comprender el desarrollo del capitalismo en América Latina. En este

sentido el periodo estudiado en esta tesis, Vitale los califica como periodo “imperialista”, y

en esta etapa “el mundo comenzó así a ser permeado totalmente por el modo de producción

capitalista, aunque siguieran existiendo áreas precapitalistas que, al fin de cuentas, eran

funcionales al sistema, como certeramente apuntó Rosa Luxemburgo. La tendencia al

desarrollo desigual, combinado, heterogéneo, diferenciado y multilineal se expresó en la era

17

Ver Laclau, Ernesto, Feudalismo y Capitalismo en América Latina, en Varios Autores, Modos de

Producción en América Latina, Ed. Siglo XXI, 1989, pp. 23-45

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imperialista con más fuerza que nunca en la historia”18

. Esta idea de desarrollo desigual,

combinado, heterogéneo, diferenciado y multilineal, el mismo lo explica de la siguiente

manera: 1) el desarrollo desigual como “la diferencia entre las naciones altamente

industrializadas, exportadoras de capital financiero, y los países coloniales y

semicoloniales, que "contribuyeron" con su excedente económico al afianzamiento del

capital monopólico metropolitano”, lo que podríamos acercarlo al concepto de

“dependencia”; 2) el desarrollo combinado “se expresaba en la interrelación entre las

formas más modernas del capitalismo con las relaciones de producción más retrasadas”; 3)

vinculado a lo anterior, el desarrollo articulado “establece una clara interrelación recíproca

entre las formas denominadas modernas y las atrasadas, eliminando cualquier apreciación

de coexistencia estática o de dualismo estructural entre ellas”, concepto que se asemeja al

“desarrollo diferenciado”, ya que como el mismo lo define “no existe unidad sin

diversidad”; 4) por último el desarrollo multilineal, puede englobar todas las anteriores en

tanto se vincula con las temporalidades históricas, en palabras de Vitale, “la categoría de

continuidad histórica debe ser manejada teniendo en cuenta la discontinuidad y el

desarrollo desigual, articulado, combinado y específico-diferenciado, insistiendo más en la

unicidad contradictoria de los procesos concreto que en una continuidad supuestamente

lineal”19

. Sin duda los aportes de Vitale, son iluminadores para nuestro análisis, en tanto

explicar el desarrollo capitalista en la región estudiada, no lo podemos hacer por medio de

la simple repetición de la perspectiva “marxista clásica”, en donde el capitalismo

representaría simplemente relaciones sociales en la producción meramente salariales, ya

que, como explica el autor, en América latina se articulan combinadamente distintas formas

de producción capitalista, en una unicidad contradictoria, que es en definitiva lo que

nosotros vemos en la Gobernación de Imperial. Un enriquecimiento a esta perspectiva lo

aportan González Casanova y Rui Mauro Marini, cuando señalan que el desarrollo del

capitalismo en América Latina, ha sido un desarrollo sui generis, que se generó por las

condiciones externas e internas en las que se encontró el continente en pleno proceso de

18

Vitale, Luis, Historia comparada de los pueblos de América Latina, Tomo III, [en línea:

http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/filosofia_y_humanidades/vitale/obras/sys/aaml/a/t3s.pdf]

Consulta: 10 de Enero de 2011, p. 5 19

Vitale, Luis, Hacia el enriquecimiento de la teoría del desarrollo desigual y combinado de Trotsky [en línea:

http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/vitalel/8lvc/08lvteohist0002.pdf]

Page 17: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

17

expansión del capitalismo europeo en la segunda mitad del siglo XIX. De este modo –

explica González Casanova- “el imperialismo, lejos de provocar un estancamiento en las

colonias y semicolonias provoca un desarrollo sui generis de éstas, una de cuyas resultantes

es el nacimiento del capitalismo nativo”, que se refleja en “la especialización de regiones y

sectores de las economías coloniales y semicoloniales; las inversiones en la estructura de la

economía (particularmente en los transportes); el incremento de la demanda de la metrópoli

por encima de su capacidad de producción (particularmente en las guerras

interimperialistas), todo lo cual provoca una inversión nativa inducida, en el comercio y las

manufacturas, y da lugar al nacimiento de una burguesía nativa mercantil, burocrática e

incluso industrial”20

, de este modo, el desarrollo del capitalismo en América Latina, fue de

alguna manera inducido, provocando un nuevo tipo de relaciones sociales capitalistas, en

donde no siempre priman relaciones salariales, como ocurrió en gran parte de Europa, ya

que el proceso latinoamericano no obedeció a la acumulación de fuerzas que llevaran a la

consolidación de un capitalismo modernizador e industrial, sino el paso a este modo de

producción, fue condicionado e incitado por el capitalismo central al periférico, así

explicaciones de transición de etapas feudales a capitalistas, o de etapas tradicionales a

modernas, quedan obsoletas, por el hecho de que en el continente (y por extensión en la

región estudiada) se vivió el proceso de desarrollo capitalista de forma original y especifica,

en donde, insistimos, se articularon de forma multilineal, diferenciadas y combinadas

formas de relaciones, que al final del día estaban en función del régimen capitalista.

Siguiendo la misma idea, Mauro Marini, criticando la utilización del concepto “pre-

capitalista”, señala que “cuando se trata realmente de un desarrollo insuficiente de las

relaciones capitalistas, esa noción se refiere a aspectos de una realidad que, por su

estructura global y funcionamiento, nunca podrá tener la misma forma de desarrollo de las

económicas capitalistas “avanzadas”. Por eso, más que un pre-capitalismo, se trata, de

hecho, de un capitalismo sui generis”21

.

20

González Casanova, Pablo, El desarrollo del capitalismo en los países coloniales y dependientes. En:

Sociología de la explotación, CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires,

Argentina. 2006, pp. 222 21

Rui Mauro Marini, Consideraciones metodológicas sobre la aplicación del marxismo en América Latina.

En: Löwy, Michael, El marxismo en América Latina, ed. LOM, Santiago de Chile, 2007, pp. 508

Page 18: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

18

Por esto, nosotros no utilizaremos conceptos como tradición/modernidad, o pre-

capitalismo/capitalismo, o alguna de aquellas derivaciones, que a nuestro modo de ver son

conceptos que no responden a la comprensión de la región estudiada, ya que ésta, siguiendo

a Vitale, funciona como una “unidad contradictoria”, y por tanto, analizar como binomios

separados, circunstancias históricas que responden a un concierto de relaciones que forman

la unicidad del proceso, nos parece básicamente un inadvertencia conceptual. Por último,

antes de explicar nuestra región, me gustaría retratar brevemente, el análisis que realiza

González Casanova para explicar la situación de los pueblos indígenas en América Latina,

y que de alguna manera representa las circunstancias del pueblo mapuche posterior a la

expansión del Estado y el capitalismo en el Ngulumapu, importante sobre todo para nuestro

tercer capítulo. Este autor, desarrolla el concepto que denomina “Colonialismo Interno”, el

que identifica como una situación de la población indígena en relación con aquellos que los

dominan y explotan, bajo este análisis, logramos identificar heterogeneidades en las formas

de dominación de un sector sobre otro, ya que –como señala González Casanova- “la

estructura colonial y el colonialismo interno se distinguen de la estructura de clases, porque

no son sólo una relación de dominio y explotación de los trabajadores por los propietarios

de los bienes de producción y sus colaboradores, sino una relación de dominio y

explotación de una población por otra población que también tiene distintas clases

(propietarios y trabajadores)”22

. De este modo para comprender, la situación del Pueblo

Mapuche, y su relación con el desarrollo capitalista, no nos podemos remitir simplemente a

la teoría clásica de Marx, que explicamos a grandes rasgos más arriba, sino que debemos

advertir las especificidades que asume el capitalismo en América Latina, y claro está, en la

Gobernación de Imperial.

Dos

¿Por qué tanta labia teórica? Bueno, porque la vimos necesaria, en términos

académicos, y urgente, en términos políticos, aunque ambos están condenadamente

22

González Casanova, Pablo, El colonialismo interno. En: opus. cit. pp. 198

Page 19: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

19

vinculados. Sobre lo primero de esto, necesario es señalar que aquellos que se han dedicado

a estudiar el desarrollo de la economía y sociedad en la Araucanía posterior al proceso de

ocupación y colonización, han desarrollado hipótesis que muchas veces no adoptan una

matriz teórica y conceptual clara para identificar transformaciones tan complejas como las

que se sucedieron en nuestro periodo estudiado. Por ejemplo, el profesor Leonardo León -

reconociendo su trabajo documental- utiliza las categorías de tradición y modernidad, por

los cuales se pueden explicar los hechos “ya sea desde la persistencia del arcaísmo o desde

el impacto de la modernidad”23

, como dos clasificaciones que se resisten entre ambas, y

pareciese así, que las tensiones históricas del proceso se configuraron como antagónicas,

por la defensa de la tradición cultural, social y política, y por el avance de un nuevo modo

de vida, basado en la modernidad, entendida ésta como “el incremento de la infraestructura

material, la disponibilidad de servicios y el creciente impacto del mercado sobre los

procesos productivos, con sus elementos de innovación y adaptación tecnológica”24

.

Nosotros creemos, e intentamos demostrar, que la expansión, desarrollo y consolidación del

capitalismo, e incluso del Estado, configuró, sin duda, nuevo tipos de procesos productivos,

pero que difícilmente las podríamos calificar de tradicionales o modernas, ya que de este

modo solo explicaríamos ciertas transiciones a nivel cultural y social, que sin duda están

vinculadas con la economía, pero que no responden a procesos meramente productivos, por

tanto la conceptualización utilizada por León, no responde a lo que pretende señalar, ya que

lo que intenta explicar son procesos de modernización, que, es sabido, no es precisamente

lo mismo que modernidad. Por otro lado, sostenemos que no podemos pensar lo ocurrido

“post-pacificación” como una lucha entre lo viejo y lo nuevo, sino simplemente como una

configuración nueva (“sui generis”) en donde lo indígena se adaptó, para comenzar el largo

conflicto colonial (véase capítulo 3), y que al mismo tiempo se acomodó por obligación,

para no perecer, en el nuevo escenario económico, de forma también colonial, lo que

provocó una crónica pobreza como pueblo mapuche. Otro ejemplo, es un interesante tema

que se está desarrollando hace un tiempo, en donde se critican perspectivas que señalan el

carácter “atrasado”, “depredador”, “semifeudal”, etc. del agro en Chile, y en nuestro caso

23

León, Leonardo, Tradición y Modernidad: Vida Cotidiana en la Araucanía, Revista Historia, N° 40, Vol. II,

julio-diciembre 2007, pp. 377 24

Ibíd. pp. 338

Page 20: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

20

en la Araucanía, tal como señala José Bengoa, cuando dice que posterior a la “pacificación”

se traslado el latifundio “depredador e ineficiente”25

de la zona central a la Araucanía.

Frente a estas perspectivas, encontramos al profesor Claudio Robles, quien señala que, al

contrario de estos análisis, que por lo demás vienen reproduciéndose desde Arnold Bauer

en adelante, la agricultura chilena y de la “frontera”, disto mucho de ser un sector atrasado

y poco mecanizado, sino más bien vivió un constante crecimiento y diversificación, que se

tradujo en una transición a un capitalismo agrario, que se “verifico –según Robles- a través

de la expansión y transformaciones que la economía y sociedad rurales experimentaron

durante la economía primario-exportadora”26

. Con el profesor Claudio Robles,

compartimos el hecho de que la economía agraria de fines del XIX, fue una que se insertó

(o insertaron) en un proceso de transición al capitalismo, pero al mismo tiempo, vamos a

intentar, poner en tensión la mera explicación de este etapa como de inmersión en los

procesos de comercialización de la economía capitalista, ya que como sostuvimos más

arriba, nosotros calificamos como “fuerzas creativas” las conexiones con los mercados

externos, pero que al final del día lo que tipifica a un modo de producción como capitalista,

no son los procesos de comercialización, sino es la concentración de la tierra en manos de

los productores capitalistas, y la existencia de relaciones de producción que fortifiquen al

capitalismo, considerando, eso sí, que en América Latina, no solo fueron relaciones

salariales las que permitieron la consolidación de este sistema, sino que éste, combinado y

articulado, dentro de las mismas espacialidades y temporalidades, con formas y relaciones

de producción originales del capitalismo en nuestro continente. También nos gustaría

señalar brevemente, que nosotros no utilizaremos el concepto de “particulares” para

identificar lo que son en la práctica una incipiente “burguesía agraria”, terratenientes y

comerciantes, compuesta sin duda por señores blancos, y muy pocas veces “indios”. Por

último, la urgencia política, que es siempre también académica, nos obligó a escribir las

precedentes líneas, ya que vemos una ausencia conceptual, para identificar sujetos y

procesos que en la práctica intelectual y política se estaban obnubilando por explicaciones

25

Bengoa, José, Historia Social de la Agricultura Chilena, Tomo II, Ed. SUR, Santiago de Chile, 1990, pp.

175 26

Robles, Claudio, Expansión y transformación de la agricultura en una economía exportadora. La

transición al capitalismo agrario en Chile (1850-1930). En: Revista Historia Agraria, N° 29, abril 2003, pp.

46

Page 21: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

21

abstractas, que consideran, por ejemplo, que el proceso de colonización del Ngulumapu

había sido realizado por el Estado, entendiendo a este como una realidad concreta y

objetivable, cuando esta institución está formada por relaciones sociales históricas, y que la

mayoría de las veces ha sido monopolizado por un sector de la sociedad, que al mismo

tiempo ha controlado la economía . En fin, ahora nos toca analizar cómo se vivió el proceso

en la Gobernación de Imperial, para esto, analizaremos en el primer capítulo el proceso de

expropiación de tierras y la consiguiente concentración de los medios de producción (tierra,

maquinaria), luego veremos las relaciones sociales de producción que se inauguraron bajo

el contexto estudiado, tanto por medio de la fabricación de la infraestructura necesaria para

el asentamiento del Estado y la aparición de empresas agrarias y de colonización, para

finalmente, en el capitulo tercero, vislumbrar como afectó en la sociedad mapuche este

proceso de asentamiento de capitalismo en el Ngulumapu.

Page 22: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

22

Capitulo 1. Expropiación y Constitución de la Propiedad Privada Agraria y

la Concentración de los Medios de Producción en la Gobernación de

Imperial

Uno

Anterior al proceso de invasión y colonización del territorio mapuche por el Estado

chileno, la tierra y el comercio tenían prácticas completamente diferentes a las que se

inauguraron con la arremetida capitalista en la región. Tal como indica José Bengoa, el

pueblo mapuche en el siglo XIX, antes de la “pacificación”, “era una sociedad

independiente, en guerra y paces inestables con la sociedad española. Controlaba -en

segundo lugar- uno de los territorios más grandes que ha poseído grupo étnico alguno en

América Latina. Se habían expandido a las pampas, las habían ocupado y las dominaban

desde la actual provincia de Buenos Aires hasta el Océano Pacifico. Era -en tercer lugar-

una sociedad ganadera, esto es, la ganadería era la principal actividad económica mercantil.

No era una sociedad autosubsistente, sino que poseía una fuerte orientación hacia el

mercado.”27

. Es decir, era un pueblo autónomo, que controlaba grandes extensiones

territoriales, y mantenían circuitos comerciales tanto dentro del territorio como en sus

fronteras28

. Ahora, como indicamos en nuestro marco teórico, la existencia de procesos de

comercialización no equivale a señalar la presencia del capitalismo, ya que ni siquiera la

acumulación de riquezas, que podría ser uno de los resultados de la inmersión en los

mercados, es propia de este sistema. Así, por ejemplo, si bien los intercambios comerciales

se desarrollaban tanto, entre productos con “valor de uso” (ganado, vino, sal, etc.), como

entre monedas de plata, “el dinero carecía de valor en si mismo y, en consecuencia, no

había un concepto acabado de dinero como „valor de cambio‟. El dinero era la plata, que

servía para el intercambio, pero que también -y muy principalmente, como se ha visto-

tenía un uso en si misma, como metal precioso para la confección de aperos y joyas”29

, por

lo que la acumulación de monedas de plata, existiendo un mercado que se basaba de alguna

manera en su intercambio, no correspondió a la percepción de ésta como capital, debido a

27

Bengoa, José, op. cit. pp. 44 28

Pinto, Jorge, op. cit. pp. 36 - 54 29

Bengoa, José, op. cit. pp. 51

Page 23: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

23

que las relaciones sociales que permitían la producción y la comercialización no eran

salariales, tal como señala el mismo profesor Bengoa, “no había aun una división social del

trabajo en que fuera clara la distinción entre trabajadores y dueños de los recursos

ganaderos y territoriales”. Aunque sí existieron ciertos procesos de subordinación en la

producción, pero que no alcanzaron un sistema salarial, por dos motivos. En primer lugar

no existió una propiedad privada de la tierra ni, por lo tanto, en segundo lugar, relaciones

entre propietarios y trabajadores, por ejemplo “cuando había un malón o maloca exitoso en

que se habían apropiado de una gran cantidad de animales, éstos no eran “propiedad” del

cacique [longko], sino más bien de todos y se repartían -muchas veces- en forma equitativa.

Todo esto quiere decir que el cacique no consideraba a los conas30

como empleados que le

hacían un trabajo y luego eran despedidos”31

. En suma, anterior al proceso de expansión

capitalista en la Ngulumapu, si bien existían circuitos comerciales tanto con el Puelmapu,

como con las tierras de la corona española primero y la republica de Chile después, esto no

equivalió a la existencia de circuitos comerciales con fines capitalistas, ya que no existía

propiedad de la tierra, ni por tanto una división social potenciadora del capitalismo. Éste

sistema comercial y modo de producción, vino a penetrar el territorio mapuche, de manera

hegemónica, junto con la “Pacificación de la Araucanía”32

.

Dos

En la “Crónica militar de la conquista y pacificación de la Araucanía” del teniente

coronel del ejército chileno Leandro Navarro, publicada por primera vez en 1909, se señala

que, para 1882, los “indios” se encontraban en un “estado de impotencia para combatir”

debido a que se hallaban “faltos de jefes, pues ya el altivo y belicoso Quilapán recién había

muerto. Refugiado en los bosques de Pitrufquén, renegando y jurando jamás ser dominado

30

También llamados “mocetones”, que en palabras de Bengoa eran “generalmente pariente, ahijado,

protegido o apadrinado por el cacique (…) El mocetón tenía una economía de autosubsistencia; poseía

algunos animales, realizaba siembras para su consumo y satisfacía sus mínimas necesidades. A la vez, el

mocetón debía cuidar los ganados del lonco, además de los suyos y de otros mocetones, lo que lo hacía un

„cuidador de ganado‟ (…) En las áreas de desarrollo agrícola también era un agricultor, trabajador de la tierra.

Y cuando el lonco llamaba a la guerra, se transformaba de inmediato en un guerrero” 31

Ibíd. pp. 60 32

Digo hegemónica, porque anterior al proceso de ocupación y colonización, existían comerciantes que

penetraban territorio mapuche, los cuales, sí tenían como fin la acumulación de riquezas, pero lo cual no fue

extendido y dominante hasta la “pacificación”.

Page 24: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

24

por la raza española”33

. En este contexto, se fundan, en febrero de 1882, Carahue “en las

ruinas de la antigua Imperial” y “casi en la confluencia del Rio Chol-Chol” con el Imperial

“llegando a Traitraico reducción del poderoso cacique Lemunao”34

se funda la ciudad de

Nueva Imperial. Estas instalaciones del ejército chileno serían las definitivas, hasta hoy, en

donde se conformó la Gobernación de Imperial. Pero el proceso de expansión territorial del

Estado chileno había comenzado tres décadas antes, con la fundación de la provincia de

Arauco35

, en 1852, junto con otros instrumentos jurídicos que les permitió legitimar el

proceso, por vía militar, y hacerse de las tierras indígenas al sur del Bío-Bío. Estos

instrumentos jurídicos, con claros fines de expropiación y consolidación de la propiedad

privada, base de la acumulación capitalista, se sintetizan en la Ley del 4 de diciembre de

1866, en la que se dictamina en primer lugar la propiedad del Estado de “tierras baldías”, es

decir de tierras que “no se haya probado una posesión efectiva y continuada de un año”36

,

dejando así fuera los terrenos de pastoreo, extracción de leña, recolección de frutos y

terrenos ceremoniales. Cuando las tierras pasaban a manos fiscales, el instrumento optado

para descomponer el territorio mapuche y constituir la propiedad particular, fueron los

remates de tierra, que tienen como mecanismo de enajenación su origen en la misma

legislación de 1866, en la que se señala que, en su artículo 3°, “los terrenos que el Estado

posee actualmente y los que en adelante adquiera, se venderán en subasta pública en lotes

que no excedan en quinientas hectáreas”37

, pero lo que no se determina es la cantidad de

lotes que podía adquirir un postor. De este modo, la gran extensión territorial, propia del

latifundio, no demoró en penetrar la Araucanía, de la siguiente manera: “por vía directa, a

través de la adjudicación que hace el Estado de numerosos lotes de tierra a un solo

propietario en pública subasta o mediante el otorgamiento de concesiones de colonización;

o por vía indirecta a través de la adquisición de tierras a rematantes originarios por un solo

33

Navarro, Leandro, Crónica militar de la conquista y pacificación de la Araucanía, Ed. Pehuen, 2008, pp.

347 34

Ibíd. pp. 348 35

“que comprenderá en su demarcación los territorios de indígenas situados al sur del Biobío y al norte de la

provincia de Valdivia”, según artículo 1° de la Ley de 2 de Julio de 1852. Ver: Jara, Alvaro, Legislación

Indigenista de Chile, Ediciones especiales del Instituto Indígena Interamericano, México, 1956, pp. 31 36

Jara, Alvaro, Ibíd. pp. 43 37

Ibíd. pp. 42

Page 25: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

25

propietario, quien pasa a concentrar varias hijuelas”38

. De este modo, entonces, las antiguas

tierras mapuche pasan a constituir propiedad particular por medio de remates y concesiones

de colonización, mientras el pueblo mapuche era reducido a pequeños lotes de tierra. Sobre

estos temas existe una amplia bibliografía39

, por lo que no es necesario seguir

profundizando en él, solo dejar claro que posterior a la ocupación del Estado, la población

mapuche – de la provincia de Malleco y Cautín- por medio de la radicación, obteniendo

títulos de merced, ocupó solo el 12,8% del territorio de las provincias señaladas, mientras

que el 87, 2% restante fue “destinado a la constitución de la propiedad particular y fiscal”40

.

Así, -y no podríamos resumirlo de mejor manera- “la estructura agraria resultante de este

proceso de reparto del territorio mapuche y constitución de la propiedad particular dio

origen al latifundio agrícola, ganadero y forestal, en manos de terratenientes chilenos,

extranjeros y empresas de colonización; generó un estrato de pequeños y medianos

propietarios chilenos y extranjeros, que sumaban un estrato importante de la población; y,

constituyó una propiedad mapuche con características de minifundio comunitario, el que

condenó a sus habitantes originarios a la pobreza”41

.

38

Correa, Martín; Molina, Raúl y Yáñez, Nancy, La Reforma Agraria y las tierras mapuches, Ed. LOM, 2005,

pp. 30 39

Zenteno, Julio, Recopilación de Leyes y Decretos Supremos sobre Colonización, 1810 - 1889, Santiago de

Chile, 1896; Bengoa, José, opus. cit. pp. 327 – 363; Aylwin, José, Estudio sobre Tierras Indígenas de la

Araucanía: Antecedentes histórico legislativos (1850 – 1920), Instituto de Estudios Indígenas, UFRO,

Temuco, 1995; Correa, Martín, Raúl, Molina y Nancy Yáñez, opus. cit. pp. 17 – 52. 40

Correa, Martin…opus. cit. pp. 52 41

Ibíd. pp. 53

Page 26: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

26

1.1 La Propiedad Agraria. Concentración, medianos propietarios y reducciones

Esta estructura agraria, como dijimos, conformó una nueva división del territorio,

por un lado grandes extensiones de tierra de particulares, convertidos en latifundistas,

pequeñas y medianas propiedades, además de las reducciones indígenas. En la Gobernación

de Imperial, estas tres formas de propiedad agraria existieron en paralelo, y en continuidad

hasta el día de hoy, las cuales tuvieron más o menos cercanías con los mercados

capitalistas, según las extensiones de cada propiedad y los procesos de mecanización en la

producción, que tenía cada una de ellas. Tal como señala Jaime Flores, para toda la

provincia de Cautín, la existencia de grandes y medianos productores, permitió la inmersión

a las lógicas de producción capitalista, aunque en esta provincia hubo “una presencia

significativa de pequeños productores vinculados a una economía campesina de

subsistencia menos „sensibles‟ a las lógicas del mercado”42

. La siguiente lamina evidencia

como estas tres formas de tenencia de tierra convivían en un mismo espacio, lo que da

cuenta de que el proceso de conformación de la propiedad agrícola en nuestra región no fue

homogénea, tal como hemos señalado, sino combinada y articulada.

(Imagen N° 1)

Detalle del Plano de Nicanor Boloña. Provincia de Cautín 1916, Archivo Regional de la Araucanía.

42

Flores, Jaime, Expansión económica y mundo indígena. Las transformaciones en la Araucanía (chile) en la

primera mitad del siglo XX. Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica, pp. 1851

Page 27: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

27

Esta imagen demuestra la existencia de grandes extensiones territoriales, de más de 1.000

hectáreas, en este caso de David Mac-Iver (en rojo), además de medianos o pequeños lotes

territoriales, como los de Irarrázaval (en azul) y los del mapuche Cariqueo (en verde), en

las cercanías del pueblo de Carahue. Además podemos advertir la división territorial que

tenía para 1916 la Gobernación de Imperial, que sin duda demuestra la nueva configuración

territorial que impuso el capitalismo, con sus característicos deslindes, en donde prima el

establecimiento de lotes de tierras determinados según la cantidad de terreno adquirido por

un particular, y no mediante especificidades propias de la fisonomía del lugar (esteros,

cerros, ríos, etc.) en donde se establece la propiedad, tal como se hacía anterior al proceso

de anexión del territorio mapuche por el Estado chileno. Si bien, más de 1.000 hectáreas

parece una cifra enorme, en comparación con los pequeños lotes de tierra adquiridos por

colonos chilenos o reducciones mapuche, en la Gobernación de Imperial existieron por lo

menos dos grandes propiedades, de mucho más de 1.000 hectáreas, que pasamos a destacar,

y que permite vislumbrar la magnitud de la situación agraria que se originó en la etapa que

nos dedicamos a investigar.

Ambas propiedades se establecieron en la zona costera denominada Bajo Imperial (hoy

Puerto Saavedra), una de ellas fue la hacienda “Esperanza”, “Nehueltue” y “Tranapuente”,

de unos 4.800 hectáreas, de propiedad de Duhalde y Cía. Una de estas haciendas, la

“Esperanza”, tiene sus inicios en la compañía Duhart Hermanos, la que se dedicaba a la

comercialización del carbón de Lota para la década de 1860, la que junto con el proceso de

colonización del Ngulumapu, se expandió hacia el sur, mediante la compra de almacenes de

mercadería en la ciudad de Temuco, a los cuales se les “cambió los giros del negocio a los

ramos de la industria, agricultura, industria maderera y compra venta de cereales”43

. Para

1905, los Duhart poseían, en la comuna de Carahue, una tienda de mercaderías surtidas, por

una contribución de $ 41.654, en la comuna de Imperial, en el sector de Bajo Imperial,

tenían un despacho de licores, un molino y una bodega de frutos del país, por una

contribución de $268.000, el mayor impuesto pagado por una compañía en el año señalado

(doblando al más cercano), en Nehuentúe eran dueños de una destilería, y en la Comuna de

43

Pino, Eduardo, Historia de Temuco, Ediciones Universitarias de la Frontera, 1969, pp.185

Page 28: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

28

Nueva Imperial, poseían una bodega de frutos del país y una tienda de mercaderías surtidas,

por un canon de $55.000. En total la compañía Duhart Hnos. pagó por concepto de rol de

propietario, en la Gobernación de Imperial, $364.654 el año 1904, convirtiéndose en el

mayor contribuyente para la fecha y lugar indicado, según el anuario citado44

. La formación

de la hacienda “Esperanza”, se realizó mediante compra ventas que se desarrollaban entre

los agentes de la compañía y los propietarios de ésta, así por ejemplo en 1906, Andrés

Duhart (uno de los hermanos) compra el primer y segundo lote de lo que sería el fundo

“Esperanza”, mientras que José Duhalde, agente de la compañía, compra el tercero, y de

este modo finalmente en 1909 queda los tres lotes en manos de la compañía Duhart

Hnos.45

, esta manera de operar es lo que José Bengoa denominó como “palos blancos”46

, o

“forma indirecta” de hacerse de varias hijuelas, convirtiéndose así, los compradores, en

grandes propietarios de extensiones territoriales. En 1910 la compañía Duhart Hnos. sufre

una crisis que obligó a la disolución de la “sociedad colectiva comercial”, según Andrés

Sáez, en un muy buen trabajo monográfico sobre la compañía Duhart, “la causa de este

cierre se explicaría en la fuerte competencia que provenía de nuevos comerciantes

instalados en la región, para el caso del trigo el Molino el Globo, la compañía Valck, la

disolución de la compañía colonizadora del Budi a raíz de la muerte de Domínguez

(acabándose las esperanzas de venta de los bienes) el crecimiento de los mismos agentes –

socios como José Duhalde que se quedaría con la adjudicación de la mayoría de los bienes

de los Duhart, también la estrechez del mercado de Imperial y la concentración de las

actividades en la creciente capital provincial, donde Francisco Duhart era cónsul francés y

presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola, lo que finalmente significó que la

compañía que giraba con la razón social Duhart Hermanos y Compañía dejara de funcionar,

dedicándose a otros rubros como el forestal del cual poseían amplias inversiones cuyo foco

se concentraba en el área de Perquenco”47

. Finalmente, en 1910, José Duhalde, quien para

44

Prado, Alberto, Anuario Prado Martínez 1904-1905, Centro Editorial de Alberto Prado Martínez, 1905, pp.

84-86. 45

CBRNI, Vol. 1, N°54, 88, 60, 89, 61, 196, 240, 254, y 255, ARA. 46

Bengoa, José, opus. cit. pp. 153 47

Sáez, Andrés, Vascos Franceses en del Departamento de Imperial, 1900 – 1940, el caso de la compañía

Duhart hermanos y de José Duhalde y compañía. [en línea http://andretius.wordpress.com/2008/08/05/vascos-

franceses-en-del-departamento-de-imperial-1900-%E2%80%93-1940-el-caso-de-la-compania-duhart-

hermanos-y-de-jose-duhalde-y-compania] Consulta: 12 de enero de 2011

Page 29: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

29

inicios del siglo XX, además de ser socio de Duhart Hnos., era propietario de un Hotel y

concesionario para la navegación del río Imperial, “adquirió el dominio de todas esas

propiedades [Fundo Esperanza] por adjudicación que se le hizo en la disolución de la

sociedad colectiva comercial que jiraba con la razón social „Duhart Hermanos y Compañía‟

de que era socio adjunto a varios otros bienes i especies que formaban el activo i que

estimo en dos millones seiscientos cincuenta i un pesos”48

. De este modo, Duhalde se

convertía en propietario del fundo Esperanza, pero esto no terminaba aquí, ya que para

1913 Duhalde y Cía., cuyos socios eran José Duhalde, Pedro Arcil y Martin Biscar (antiguo

socio de Duhart Hnos.), todos franceses, poseían en Bajo Imperial una “molinería,

esplotaciones agrícolas en los fundos <<Esperanza>>, <<Nehueltue>> i <<Tranapuente>>.

El Fundo <<Esperanza>> tiene 1.800 hectáreas, <<Nehueltue>> 1.701 hectáreas i

<<Tranapuente>> 1.930 hectáreas. Además tiene 220 hectáreas en hijuelas sueltas.

También una parte en el fundo Budi en sociedad con el señor Ismael Larraín Bulnes.

Sucursales en Talcahuano con la proveeduría de la Armada”49

. Duhalde y compañía,

además de encargarse de la producción de recursos agrícolas, se dedicaron a la ganadería,

para lo que “importaban de Inglaterra toros de fama mundial como el „Linksfiel

Champion‟, lo que les permitió lograr grandes premios y varios champions en diversas

exposiciones de animales”, asimismo en sus fundos “engordaban de 4 a 5 mil animales

vacunos e igual cantidad de lanares cada año”50

En suma, para mediados de la segunda

década del siglo XX, José Duhalde había formado un gran patrimonio en la Gobernación de

Imperial, con conexiones comerciales en Talcahuano, y de este modo seguramente los

productos de sus “explotaciones agrícolas y ganaderas” tenían la posibilidad de

comercializarse en otras regiones. Pero más importante aún, fue la posibilidad de abrir

nuevos productores y nuevos mercados, gracias a la expropiación del territorio mapuche, y

a la consolidación de grandes propietarios capitalistas en la región.

Dijimos que además de los remates de tierra, las empresas de colonización se transformaron

en la forma de repartir las antiguas tierras mapuche, con el objeto de que éstas se ocuparan

48

CBRNI, N° 154, ARA. 49

Guía de Información Comercial e Industrial de Chile 1912 – 1913, Imprenta Sud-Americana, Santiago de

Chile, pp. 1146. ARA. 50

Pinto, Jorge, Empresarios Agrícolas en una Economía Emergente. La Araucanía, Chile, 1900-1940. En:

Revista Andes del Sur, N° 1, Año 1, Julio 2010, pp. 65

Page 30: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

30

de constituir una administración para el control económico y político en el territorio recién

adquirido por el Estado. De este modo, entre 1901 y 1905, en presidencia de Manuel

Riesco, se entregaron “cuatro y medio millones de hectáreas, de las cuales ochenta mil

fueron entregadas en Cautin”51

, entre esas se encontraba la Empresa Colonizadora del Budi,

en Bajo Imperial, concedida a Eleuterio Domínguez.

(Imagen N°2)

Detalle del Plano de Nicanor Boloña. Provincia de Cautín 1916, Archivo Regional de la Araucanía.

Esta empresa fue adquirida por Domínguez por una concesión directa del Estado, con el fin

de colonizar con extranjeros, la mayoría provenientes de las Islas Canarias. Las tierras

dominadas, tanto por medio de las concesiones, que más tarde convertía en particular, como

del despojo de tierras indígenas, alcanzaron para 1912 las 42.000 hectáreas, convirtiéndose

así, Domínguez, en el mayor terrateniente de la Gobernación de Imperial, aunque la

producción no coincidiera con el tamaño de sus tierras. Esta empresa es también

paradigmática, en relación a lo que José Bengoa denominó, siguiendo la tipificación

norteamericana a las tierras del “lejano oeste”, como “Far South”, debido a la gran

concentración de poder de los señores terratenientes y la poca influencia del Estado en estos

lejanos lugares. Lo que nos interesa ahora es señalar que esta empresa de colonización, al

fin del día, se convirtió en el instrumento para que Don Eleuterio Domínguez se

51

Picasso, Luis, La propiedad agrícola y su extensión, En: Seminario de Investigación sobre el Desarrollo de

Cautín, 1956, Ricardo Ferrando Keun, Revista Andes del Sur, N° 4, 2010

Page 31: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

31

transformara en propietario de tan extensos lotes de tierra, tal como advirtieron colonos

canarios, en 1906, arrancados de la empresa del Budi, por las malas condiciones en que se

encontraban, cuando señalaron, respondiendo a la pregunta del diario EL Sur de

Concepción:

“¿Pero está en el interés del señor Domínguez mantener a los colonos por él

contratados y les dará garantías de que harán buen negocio quedándose en el

Budi?” A lo que los ex colonos respondieron: “El señor Domínguez tratará de

sostener la situación hasta que se cumplan los tres años que establece la

escritura firmada por él y el representante fiscal [quien, según los mismos

entrevistados, recibía una paga de Domínguez] y en cuya virtud, después de ese

plazo, se le otorgará título de propiedad por las 50 mil hectáreas, verdadero fin

de esta empresa llamada colonización”52

Estos colonos huidos de la Empresa del Budi, cuestión que analizaremos más adelante,

preveían lo que ocurriría un años más tarde, cuando Domínguez se hizo de las tierras de

colonización como propietario, ya que como indica Fabien Le Bonniec, “en 1907, año de la

muerte de Eleuterio Domínguez, solo 88 familias [mientras que la empresa se había

comprometido con 300 familias de colonos españoles] ocupaban 7.932 hectáreas, mientras

que 42.063 hectáreas habían quedado en posesión de la empresa colonizadora”53

. Muerto

Domínguez y su viuda Máxima Lasierra, en 1912, fueron rematados en subasta pública los

terrenos, deudas y construcciones de la Sociedad Eleuterio Domínguez y Cía., en un monto

de $1.943.332, adquirido por Samuel Bulnes Larraín, dos años más tarde, de estas tierras se

hizo propietaria la familia Alessandri (a la que pertenecía Arturo y Jorge), convirtiéndola en

la Sociedad Colonizadora del Budi. Bajo esta nueva administración, comenzó una súper-

explotación de los recursos naturales de la zona, convirtiendo los antiguos bosques en

planas llanuras erosionadas y poco productivas, solo aptas para el pastoreo, que produjeron

en grandes cantidades. De este modo, al igual que el caso anterior, se conformó un gran

fundo con propietarios organizados en compañías, que tenían por fin la explotación de las

riquezas del sector e invertir capitales en la producción ganadera y agrícola, lo que

transformó a las tierras mapuche en un medio de producción con fines capitalistas,

transable en el mercado y a sus poseedores en una emergente burguesía agraria.

52

Diario El Sur de Concepción, 4 de mayo 1906. En: Fabien Le Bonniec, Rebeliones en Araucanía, Anales de

Desclasificación, Vol. 1, 2006, pp. 565 53

Fabien Le Bonniec, Ibíd. pp. 556

Page 32: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

32

Ahora, dijimos que la conformación de la propiedad agrícola en la Ngulumapu no

había sido homogénea, sino más bien era un proceso en donde se combinaban y articulaban

por lo menos tres formas de tenencia de tierra. Vimos el establecimiento de la gran

propiedad, ahora nos toca analizar la pequeña propiedad agrícola y las reducciones

mapuche, para lo cual utilizaremos un conflicto por tierras en las cercanías de Carahue,

entre un ex militar chileno, Luis Ubeda, convertido en pequeño agricultor, y un longko

llamado Lorenzo Paillao. Antes de someter a la fuente al análisis, digamos que el Estado

legisló para que los mapuche pudieran optar a tierras por medio de un titulo de merced

otorgado mediante el siguiente procedimiento, según el protector de indios de Cautín,

Eulogio Robles Rodríguez,

“Se toma matricula por el secretario de la Comisión de Títulos o por un

injeniero de ella i, a veces por su mismo presidente, de los indígenas existentes

en una zona dada. Practicado este trabajo, los indios matriculados deben

comparecer a esa oficina con testigos que establezcan su calidad de tales i que

declaren que han poseído por más de un año el terreno que pretenden radicarse.

Rendida la información, se les estiende títulos de merced que es notificado al

señor promotor Fiscal y al infrascrito. Cuando la adjudicación del terreno

excede de trescientas hectáreas hai que elevar el espediente al Supremo

Gobierno para que lo apruebe”54

Es decir, que los mapuche para conservar parte de sus tierras tenían que acreditar la

posesión de más de un año de los terrenos reclamados, dijimos más arriba que tal posesión

tenía que ser afectiva, y por tanto solo las tierras producidas con anterioridad de un año

tenían la posibilidad de ser adjudicadas, y si recordamos, las que no eran “utilizadas” eran

reclamadas por el Estado como baldías, y así proclives a ser rematadas o entregadas en

posesión de un particular no mapuche. Además de que el “indígena” tenía opción legal solo

a 300 hectáreas, y ya vimos la cantidad de tierras que podía llegar a obtener un colono o los

comerciantes convertidos en empresarios agrícolas. Este proceso, de remates o entregas

concesionadas, produjo que muchas veces colindaran pequeños lotes de tierra de

particulares con las reducciones mapuche, provocando conflictos como el siguiente, del que

analizaremos ahora solo el referente a las tierras, pero no la violencia provocada bajo este

contexto, que escapa de la intención de esta tesis, pero que sin duda es una posible

investigación futura.

54

Memoria de la Inspección Jeneral de Tierras y Colonización”, Imprenta Moderna, Santiago, 1902, pp. 170

Page 33: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

33

En noviembre de 1899 por orden del Inspector General de Tierras y Colonización se

le entregó a “Luis Ubeda una hijuela de cien hectáreas, frente a Carahue al sur del río

Imperial para completarle la cantidad de ciento cincuenta”, por su carácter de sargento

mayor en retiro del Ejército de Chile. “El señor Ubeda después de estar en posesión

tranquila de dicha hijuela i haber construido en ella casas i cierros i tener siembras”, por

orden del subdelegado de Bajo Imperial, llegó el “inspector Marín, quien acompañado de

un soldado i como de quince individuos particulares le destruyeron al señor Ubeda sus

casas, cierros i siembras”, por el motivo de que el señor Ubeda “tenía siembras en terreno

del indijena Lorenzo Paillao”, lo que era una violación a la ley del 10 de enero de 1893, en

la se prohibía que “particulares arrienden o tomen posesión en que se encuentren radicados

los indígenas”. En defensa de Ubeda, la subinspección de Tierras y Colonización señaló

que Paillao “no tenía derecho alguno a la hijuela en referencia pues a petición de el mismo

fue colocado en otro punto por la Comisión Radicadora”, por lo que solicitaban al

Gobernador de Imperial actuar en favor de Ubeda. El Gobernador no dio mayor respuesta a

lo solicitado por el subinspector, por lo que éste se dirigió al Intendente de la Provincia de

Cautín, emplazando al mayor funcionario público de la Gobernación de Imperial. El

Gobernador bajo esta acusación, que hizo el subinspector, señaló que desconocía que

Paillao hubiera sido matriculado con una reducción en otra parte, pero que de todas

maneras lo que ocurrió no fue una destrucción de las posesiones de Ubeda, sino más bien se

reprimió “únicamente la invansión hecha por Ubeda en el terreno que esta contiguo a su

hijuela”, y que de no pertenecer a Paillao, sería una posesión Fiscal, por lo que Ubeda

estaría de todas maneras infringiendo los límites de su propiedad. Además, el Gobernador

señaló que Ubeda jamás había tenido casas en los sitios que ocupó ilegalmente y que los

supuestos cercos destruidos no eran los deslindes de su propiedad, sino eran bloqueos del

camino público que une Carahue con Puerto Saavedra, que los había puesto Ubeda con el

fin de hacerse de la propiedad pública. El conflicto continuó en octubre de 1900 cuando el

Subinspector de Tierras y Colonización señaló que las tierras en donde se ubicaba el

“indígena” Paillao le pertenecían a Ubeda, ya que esa era una hijuela que se le habría

cedido, pero que por un problema de embargo, en 1895, “no había podido entrar en

posesión de ella; pero como hoi ese inconveniente ha cesado por razón de que el embargo

trabado en dicha hijuela se mando alzar de orden judicial, cree esta Gobernación que el

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34

señor Ubeda puede tomar la posesión de la hijuela”, así el señor Ubeda “se verá libre de

toda clase de molestias que hasta ahora ha tenido que soportar de parte de los indígenas”.

Para el cumplimiento de esta orden de la gobernación, se mandató al subdelegado de la

tercera subdelegación del departamento de Nueva Imperial, José Duhalde, al que ya hemos

visto en su faceta de agente comercial y empresario. Ahora como funcionario público

señaló que para dar cumplimiento a la orden “tropieza con el inconveniente de no conocer

los deslindes de la hijuela que se ha entregado al señor Ubeda”, además “los indijenas, que

dice el señor Ubeda lo molestan, sostienen no encontrarse dentro de la hijuela entregada al

reclamante”. Para resolver esta dificultad se solicita la presencia de un ingeniero, quien

determinaría los deslindes correspondientes al retirado sargento mayor del Ejército. Este

trámite se resolvió a favor de Ubeda, que según el ingeniero Juan Agustín Cabrera, le

correspondían legítimamente los terrenos en discordia, para llevar a cabo esta ordenanza se

mandó al “regimiento N°4 de caballería” en conducción del teniente Cesar Plaza, “quien

podrá llevar diez hombres montados para llevar su cometido”, lo que finalmente se realiza a

fines de octubre del 1900, dejando a los “indígenas despojados [quienes] quedaron a campo

en situación penosísima”55

, según señala un funcionario de la Gobernación de Imperial.

Este proceso judicial, que tuvo acciones de violencia a los que más tarde

volveremos, se resolvió finalmente retirando al longko Paillao y su familia de la tierra en

litigio, mientras que Ubeda se quedó con el predio, por medio de un proceso no muy claro,

en donde en primer término se le otorgó una hijuela que se encontraba bajo una orden de

embargo de 1895, por lo que se le cede otro lote de tierra para compensar el que no podía

obtener, y luego en 1900 detenida judicialmente la orden de embargo, se resuelve entregar

nuevamente a Ubeda esas tierras, las que se encontraban en posesión no legal, pero si

efectiva, por el longko Paillao. De este modo, incluso la conformación de la propiedad

agraria de un pequeño lote de tierra, que tampoco estuvo exenta de conflictos con los

habitantes mapuche, originó nuevos entramados sociales, en la que se vinculaban pequeños

propietarios agrícolas, con comerciantes y funcionarios públicos, con el fin de mantener y

proteger la adjudicación y con ello la estructura de tenencia de tierra originada tras la

invasión del Estado, es decir, la propiedad privada. En este sentido podemos entender que

55

Intendencia de Cautín, Vol 11, fjs. 1, 1v, 2, 2v, 3, 3v, 4, 4v, 5, 5v, 7, 8, 9, 10, 10v, 11, 11v, 12, 13, 18v

Page 35: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

35

finalmente lo que el subdelegado estaba ejerciendo es uno de los derechos fundamentales

de las sociedades capitalistas y que, por tanto, si al señor Ubeda se le había otorgado por

medios institucionales una hijuela, era necesario actuar por medio de la fuerza pública, con

el fin de proteger la propiedad privada del retirado militar. Ahora bien, el Gobernador de

Imperial, en un primer momento salió a la defensa del longko Paillao, pero no porque el

funcionario público tuviese un espíritu benevolente frente a los oprimidos, sino

simplemente estaba defendiendo el lote territorial que supuestamente le correspondía al

indígena, y por tanto la visión de este sujeto no distaba, en términos concretos, con la del

subdelegado, en tanto la defensa es hacia la propiedad privada establecida por orden

jurídico de un Estado de derecho, ya que, como vimos, cuando se estableció que el longko

Paillao había sido destinado a otro punto por la Comisión Radicadora, el más alto

funcionario de la Gobernación de Imperial, desistió de su defensa a Paillao e incluso mando

a establecer, bajo la visión de un ingeniero, sujeto que representaba la verdad científica y

jurídica en este caso, los deslindes correspondientes del señor Ubeda. Así nuevamente, lo

que resulta potenciado y protegido, es a fin de cuentas la propiedad privada agrícola, que a

punta de invasión, usurpación, creación de legislaciones y funcionarios, penetró y se

consolido en el Ngulumapu.

En resumidas cuentas, posterior al proceso de despojo y colonización del territorio

mapuche, comenzó la constitución de la propiedad privada en el Ngulumapu, de este modo

en el sector del Budi del wichanmapu lafkenche, se establecieron dos grandes propiedades,

una del señor Duhalde y otra la Sociedad Colonizadora del Budi, asimismo surgieron

numerosas pequeñas propiedades de particulares y colonos chilenos y extranjeros, además

de las reducciones mapuche, cambiando completamente el escenario territorial que se había

desarrollado por siglos, y así las relaciones comerciales y de poder conformadas para

mantener la estabilidad política entre los diferentes lov mapuche se desarticuló, y

arremetieron nuevas administraciones económica-políticas propias de un sistema de

acumulación capitalista, en este sentido la expropiación y constitución de la propiedad

agraria es uno de los elementos fundamentales para entender la expansión capitalista en la

región, más allá de los procesos de comercialización que se inauguran, que a nuestro modo

de ver son al mismo tiempo el resultado y potenciadores de la concentración de la

Page 36: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

36

propiedad en manos de terratenientes y la naciente burguesía agraria, en lo que se

denominó, ahora, Gobernación de Imperial.

Page 37: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

37

1.2 Propiedad de los Medios de Producción

Advertimos la constitución de la propiedad privada agraria que, según

determinamos en nuestro marco teórico, funciona como un medio de producción, en tanto

la conciben como un instrumento o material que les permite la producción agrícola o

ganadera. Así también, dimos cuenta que la formación de la propiedad en nuestra región no

fue homogénea, sino por lo menos tres formas de tenencia de tierra se articularon en la

época estudiada, aunque una de ellas fue hegemónica en relación con la potencia que

inyectó en la producción capitalista, considerando la gran propiedad, tanto por vía de

compra por remates, como por Empresas de Colonización, la principal dentro del marco de

producción, sin por ello desconocer que las pequeñas y medianas propiedades, además de

las reducciones mapuche, fueron también parte del proceso de acumulación capitalista.

Ahora bien, no solo la tierra era un medio de producción, sino también el proceso de

mecanización en las faenas laborales introdujo nuevos medios, principalmente las

maquinarias principalmente. Esto no es puramente una situación de mejoramiento

tecnológico para el incremento de la producción, ya que de este modo podríamos

denominar la producción como “tradicional” o “moderna”, según la utilización de maquinas

en las faenas agrarias, sino que como señala el profesor Claudio Robles, este paso de

modernización, es decir de introducción de nuevos medios de producción, en donde

comienzan a quedar obsoletas las viejas formas de arar la tierra o el regadío propenso a la

sequía y, de este modo, a la suerte de la naturaleza, provoca un cambio en donde un sistema

de hacienda, como señalaba José Bengoa, se convierte en una empresa agrícola

capitalista56

.

Así, se comienza a complejizar el panorama económico de la agricultura en la

Gobernación de Imperial, ya que no podemos determinar según el tamaño de una propiedad

si estamos frente a un sistema de hacienda, sino que debemos asegurar dos cosas, a saber,

por un lado el proceso de mecanización de las faenas agrícolas y además determinar las

relaciones sociales de producción que se establecen. Iremos en orden.

56

Robles, Claudio, opus. cit. pp. 59

Page 38: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

38

En febrero de 1897, Gustave Verniory, un ingeniero belga enviado a la Araucanía

para la construcción de vías férreas, quien escribió Diez años en la Araucanía 1889 – 1899,

un excelente documento para el estudio de la época, viajó de vacaciones al “Océano

Pacífico cerca de la desembocadura del río Imperial”, en su viaje pasó por Nueva Imperial

en donde señala que existía “un llano inmenso donde la cosecha está en su apogeo. Como

los brazos escasean, se les remplaza por máquinas, segadoras y trilladoras mecánicas”57

,

evidenciado así dos cosas por lo menos. En primer término, no existen grandes cantidades

de trabajadores que se sometan a la recolección de los productos agrícolas, aunque no

sabemos las causas de este fenómeno y, en segundo lugar, que la existencia de maquinarias

en el proceso de cosecha es un hecho, y por tanto las faenas no se producen mediante

grandes cantidades de mano de obra, aunque sin duda existen, sino que son las maquinas

las encargadas de esta labor. Además podríamos señalar que para fines del siglo XIX, en

ciertas hijuelas de la Gobernación de Imperial, se producía una cantidad considerable de

cereales, considerando la utilización de maquinaria como la segadora, la cual corta cereales

como el trigo, y de la trilladora mecánica, la que separa el grano de la paja, en grandes

cantidades. De este modo, en primer lugar, los procesos de mecanización no fueron

inexistentes.

Ahora bien, tal como la conformación de la propiedad agraria, la posesión de las

maquinarias en los procesos productivos no fue homogénea, existían quienes controlaban la

mayor parte de estos medios de producción, los que se transformaron precisamente en

empresarios capitalistas agrarios, es decir la naciente burguesía agraria de la Gobernación

de Imperial. De éste modo, mientras pasaban los años, la concentración de los medios y el

aumento de la producción se tornaban en un solo proceso. Así, por ejemplo, en 1893 en

toda la Gobernación existían solo cinco molinos, los que permitían transformar el trigo en

harina, y que pagaban, sumándolos todos, $ 62,5058

por costos de matrícula de patentes;

mientras que en 1905 solo Enrique Valck y Cía., quienes poseían un molino en la comuna

de Carahue pagaban $ 85,22559

, es decir que 1893 entre todos los propietarios molineros no

alcanzaban la producción de uno en 1905, relacionando la cantidad de producción con el

57

Verniory, Gustave, Diez años en la Araucanía 1889 – 1899, Ed. Pehuén, Santiago de Chile, 2001, pp. 428 58

Boletín Municipal, Nueva Imperial, Domingo 2 de Julio de 1893, Numero 4. 59

Prado, Alberto, opus. cit. pp. 84

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39

pago anual que hacían las empresas por matriculas de patentes o roles tributarios. Así nos

es fácil señalar que la cantidad de producción de un molino para el 1900 es

considerablemente superior a uno de diez años antes, por tanto, este instrumento fortaleció

la producción en la Gobernación, permitiendo la concentración y aumento de la riqueza por

medio de la producción agrícola. Además, los molinos permitían terminar el proceso

productivo de trasformar el trigo en harina, de este modo comercializaban un producto

elaborado, sacando así mayores beneficios económicos de la empresa agrícola. Ahora bien,

los molinos, como dijimos, eran (y son) propiedad de los grandes terratenientes de la

Gobernación, era monopolio de ellos, y de este modo no solo obraban como productores

agrícolas de las materias primas resultantes de la cosecha de sus tierras, sino también de

aquellos productos de los pequeños y medianos propietarios, que no tenían los capitales

necesarios para invertir en medios de producción como los molinos.

Para 1902 sujetos como José Bunster, el paradigma del capitalista en la Araucanía,

que sobresalió sobre todo en la Provincia de Malleco, tenía molineras en la Gobernación de

Imperial; además existían destilerías de alcoholes que seguramente surtían el consumo del

mercado interno; también se hacían cada vez más numerosas las maquinas de aserrar60

,

evidenciando así la producción forestal en crecimiento. En Nehuentue, por ejemplo existían

“tres establecimientos de maquinas de aserrar con un capital de 8 a 9000 pesos obteniendo

una utilidad de 3 a 4 mil”61

, convirtiéndose de esta manera en un excelente negocio para los

propietarios de estos medios de producción. Ya para 1912, en la comuna de Nueva

Imperial, la “Compañía Molinera El Globo”, de propiedad mayoritaria de Carlos Thiers,

poseía “Molino de harina, fábrica de cervezas, explotaciones agrícolas, aserraderos. Fabrica

de Bebidas Gaseosas y depósito de cerveza de Valdivia. Establecida en 1886”62

, del mismo

modo, en la comuna de Bajo Imperial, aparte de la compañía Duhart ya nombrada con

anterioridad, encontramos al empresario agrícola Lorenzo Enríquez, quien poseía para la

fecha, una “molinería i talleres de herrería y carrocería. El molino es movido a vapor i

produce harina flor i afrecho. En la herrería se hacen toda clase de refacciones a

60

Gobernación de Imperial, Vol. 7, fjs. 41, 42, 43. ARA 61

Gobernación de Imperial, Vol. 38, fj. 8. ARA 62

Guía de Información Comercial e Industrial de Chile 1912 – 1913, opus. cit. pp. 145

Page 40: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

40

maquinarias agrícolas”63

, es decir, comenzando recién la segunda década del siglo XX,

encontramos en la Gobernación de Imperial todo un circuito productivo, de molineras,

fabricaciones de productos como la cerveza, aserraderos madereros que indican una

producción forestal en la zona, además de herrerías que tenían por función la reparación de

las maquinarias agrícolas y, por tanto, entrevemos que al existir la necesidad de refacciones

de un determinado instrumento de producción, el aumento y consolidación de estos mismos

es claro e indiscutible, asimismo podemos señalar la existencia de trabajadores

medianamente capacitados, sin los cuales sería imposible reparar las maquinarias agrícolas.

Además de maquinarias para el proceso extractivo y ciertas industrias para el proceso de

elaboración de productos, como la cerveza, la harina y la madera semi-procesada, los

agricultores capitalistas comenzaron tempranamente a preocuparse por conseguir la mayor

cantidad de producción de la tierra, de este manera conseguir abonos se transformaba en

una necesidad para el agricultor y en un negocio para el vendedor de este elemento. Así lo

demuestra un aviso del periódico “La Democracia, Órgano de la Alianza Liberal”, cuando

señala en su edición del Domingo 4 de abril de 1897,

“A los Agricultores. Por ser de interés para los agricultores publicamos la

siguiente carta:

Sociedad Nacional de Agricultura -Santiago 26 de marzo de 1897- Señor C.

Huidobro P. Nueva Imperial= Muy señor mio: Queda en mi poder su alta de

fecha 22 del corriente. En contestación a élla diré a Ud. que próximamente se

pondrá a venta en Carahue el abono a que Ud. hace referencia (guano del norte)

al precio de $30 la tonelada métrica con saco”64

La petición de un agricultor a la institución por excelencia de la agricultura, la Sociedad

Nacional de Agricultura, para que ella gestionara la comercialización de un producto

cotizado, sobre todo por los agricultores que tenían la perspectiva de sacar beneficios

económicos por la venta de su producción, nos habla sobre la especialización en la etapa de

siembra, lo que se encuentra estrechamente vinculado con el aumento de la producción en

la región. También nos habla de que la conexión comercial de la zona de Imperial con el

norte de Chile e incluso con el Perú (gran productor de guano) era evidente para fines del

63

Ibíd. pp. 1147 64

La Democracia, Órgano de la Alianza Liberal, Año 1, Domingo 4 de abril de 1897, Núm. 23

Page 41: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

41

siglo XIX. En suma, para 1900 todo el proceso agrícola tenía un fuerte carácter capitalista,

tanto en la siembra, en la cosecha, en la trilladura e incluso en procesos productivos más

elaborados, las maquinas eran un material fundamental en la producción de las empresas

agrícolas capitalistas, así la naciente burguesía agraria en la Gobernación de Imperial

comenzaba a desarrollar sus riquezas, por medio de la inversión de capitales en la compra

de medios de producción, con el fin de alcanzar mayor rendimiento, y de esa manera

mayores ganancias.

Ahora bien, este proceso no fue generalizado, la compra de maquinarias, molinos,

aserradoras se pudo financiar gracias a los capitales de los empresarios agrícolas llegados

junto al proceso de invasión y ocupación, de esta manera para la población mapuche y para

los pequeños y medianos productores no fue extendida esta mecanización, así lo

demuestran las fuentes cuando los nombres de los propietarios de los nuevos instrumentos

productivos, eran los mismos que concentraban grandes cantidades de tierra, como Duhart,

Valck, Mac-Iber, Duhalde, y otros. Tal como señala Jorge Pinto, el negocio maderero y por

sobre todo las molineras que se concentraban en manos de los grandes empresarios

agrícolas, les “permitía aprovechar su propia producción para la fabricación de harinas, que

se nutría también de lo que lograban comprar a los medianos y pequeños productores”65

,

por lo que estos se veían inevitablemente vinculados a los grandes propietarios de manera

desigual, vendiendo sus productos como materias primas, mientras que el empresario

agrícola, quien controlaba los medios de producción necesarios para la transformación del

trigo en harina, vendía un producto con valor agregado, sacando finalmente mayores

ganancias, y determinando así el constante crecimiento de sus riquezas, mientras que el

pequeño y mediano productor mantenía su producción a raya, no permitiendo así el

surgimiento de nuevos capitalistas en la región. Esta es una de las causas que explicaría,

según Jorge Pinto, el decaimiento de la economía en la Araucanía para la década de 1940.

Por otro lado, las reducciones mapuche, además de tener pequeñas y, muchas veces, malas

hijuelas, no poseían los capitales para invertir en instrumentos productivos, condenando de

esta manera a la sociedad mapuche a una dependencia económica con los capitalistas de la

zona, y, de igual modo, a una condición de empobrecimiento endémico. En 1887, Isidoro

65

Pinto, Jorge, Empresarios Agrícolas en una Economía Emergente. La Araucanía, Chile, 1900-1940, opus.

cit. p. 63

Page 42: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

42

Errázuriz, Agente General de Colonización, escribió un informe sobre el estado de

colonización en la provincia de Malleco y Cautín, para lo que se dedicó a viajar por la

Araucanía en marzo del año señalado. En su paso por Nueva Imperial, escribió sobre la

población mapuche y sus métodos productivos, señalando que:

“Hoy, todavía, quien desempeña, en la ruca y en torno de la ruca, toda la tarea,

es la mujer. Ella es la que trasquila las ovejas, a medida que necesita lana para

sus tejidos. Ella es la que rasguña un poco la tierra, a poca distancia de la

habitación, la que siembra y cosecha la pequeña cantidad de granos y

legumbres que necesita la familia para el consumo del año, y

desgraciadamente, siembra a menudo de menos, y la provisión no alcanza hasta

el siguiente verano. La mujer es, en fin, la que acarrea sobre sus redondas y

fornidas espaldas la leña que va a cortar al bosque, el cántaro que a llenar el

arroyo, y la leña y el pasto que lleva a vender a las poblaciones inmediatas”66

La población mapuche estaba lejos de utilizar en sus labores agrarias los métodos

utilizados por los empresarios agrícolas que se encontraban en la región, de este modo la

combinación de formas productivas capitalistas y coloniales, como explicaremos en el

tercer capítulo, era una realidad para fines del siglo XIX. Mientras en ciertos lugares la

producción era propiamente capitalista, en las reducciones mapuche ésta era muchas

veces para el autoconsumo o para la venta de algunos productos en los mercados de los

pueblos y ciudades cercanas, pero no por eso se encontraban fuera de los circuitos

comerciales capitalistas, como veremos más adelante.

La concentración de los medios de producción en la Gobernación de Imperial,

posterior a la invasión y colonización del territorio mapuche, era un hecho. Tanto la tierra,

como los instrumentos para alcanzar grandes cuotas de producción se situaron en manos

de empresarios agrícolas, de la naciente burguesía agraria. Era un hecho, asimismo, que la

expansión del Estado, con fines geopolíticos, tenía parte importante de su efectividad en

la constitución de una clase que se convirtió en propietaria de los medios de producción,

que se articuló con fines de acumulación de capitales en la zona de Imperial. El proceso

histórico de disociación entre el productor y los medios de producción se vivió en el

Ngulumapu junto con la expansión militar del Estado, la concentración de estos medios

fue el resultado de tal proceso, mediante el despojo del territorio mapuche, mediante la

creación de legislaciones acordes con la constitución de la propiedad privada, mediante

66

Errázuriz, Isidoro, Tres Razas, 1887, En: Revista Andes Del Sur Nº 2, 2010. La cursiva es nuestra

Page 43: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

43

inversiones de capitales para la compra de nuevos instrumentos de producción. En fin. El

escenario estaba creado para que surgiera una clase propietaria en la Gobernación de

Imperial, los llamados particulares, que son al fin del día, la naciente burguesía agraria de

la Araucanía, quien comenzó la acumulación de capitales, hasta hoy presente. Porque,

aprovechemos de decir, la muerte de Catrileo, Lemun, Mendoza Collio, no es el puro

resultado del racismo, sino más bien, es la respuesta al ataque en el lugar donde más le

duele, la propiedad privada.

Page 44: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

44

Capitulo 2. Relaciones Sociales de Producción en la Gobernación de

Imperial

Uno

La arremetida capitalista en la región, junto con establecer nuevos modos de

tenencia de tierra y consolidar la propiedad privada, creo nuevas relaciones sociales, antes

de la expansión del Estado, inexistentes en territorio mapuche. Tal como señalamos más

arriba, con anterioridad al proceso colonial que inaugura el Estado en el Ngulumapu, las

relaciones sociales de producción no se basaban en el salario, por tanto no existía una

división entre propietarios y trabajadores, ya que al no existir la propiedad privada ni el

capital, la manera de producir distaba de la acumulación capitalista. Más bien, para el siglo

XIX, tenía correspondencia con relaciones que se basaban en la cantidad de productos

poseídos por un mapuche, que tenía la opción, por tanto, de intercambiar con mayores

garantías otros productos, además de obtener más cuotas de poder dentro de la estructura

organizacional autónoma mapuche, y de este modo tener la opción de convertirse en un

ulmén futra longko (o ñidol longko) que lideraba el aylla rewe al cual pertenecía, el que

tenía sus mocetones o pu Kona que trabajaban para él, pero no como trabajadores

asalariados, sino ambos tenían una dependencia colaborativa de producción y seguridad.

José Bengoa, siguiendo a Alejandro Lipschutz, ha denominado a esta etapa de relaciones

mapuche como una de transición hacia una forma de “señorialismo ganadero”67

, en tanto

señala Lipschutz, en momentos que existe una producción excedentaria, es decir más de lo

necesario para la subsistencia de una población, los tiempos utilizados para la producción

se disminuyen, y así también las manos para el trabajo, de este manera, entre algunos de

estos “desocupados” comienzan a aparecer grandes referentes políticos y económicos en el

Wallmapu. Con ello la estructura horizontal y democrática se comienza a desvanecer,

evidenciando así la movilidad de, no tan solo la cultura mapuche, sino también de sus

estructuras político-económicas autónomas. Bajo esta situación, es cuando Ignacio

Domeyko viaja por “tierras araucanas”, en la que señala:

“Si bajo este nombre [civilización] comprendemos el trato exterior al hombre,

su modo de vestirse, las comodidades que sabe proporcionarse, un cierto lujo i

67

Bengoa, José, Historia del Pueblo Mapuche, Ediciones Sur, 1996, Santiago de Chile, pp. 68

Page 45: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

45

el uso de los útiles más necesarios a la vida doméstica, su habitación i el modo

como recibe ella; si en fin, bajo este nombre se entiende la industria del

hombre, es decir cierta inteligencia que le sirve para mejorar su bienestar físico,

su modo de pelear y negociar con sus vecinos, una cierta perspicacia i casi

malicia en sus relaciones con sus semejantes; confieso, que, si esto solo se

llama civilización, los Indios Araucanos no son salvajes, i tal vez son más

civilizados que una gran parte de la plebe chilena, que muchos de sus

civilizadores de la frontera”68

De este modo para mediados del siglo XIX, la vida social mapuche distaba de ser esa

imagen construida por el Estado decimonónico, y reproducida durante el siglo XX tanto por

las elites e incluso por cierta izquierda ciega por el marxismo dogmático, y también por

algunas corrientes de la política mapuche que realza los pies descalzos, la pobreza y el

fogón como bienes tradicionales, cuando no fueron más que una condición histórica y no

un valor intrínseco del pueblo mapuche. Ahora bien, estas mejoras en la calidad de la vida

diaria mapuche, que tiene que ver con las nuevas formas de relaciones sociales que

comenzaron a emerger para el siglo XIX, en tanto la producción y el poder comenzaban a

dar luces de renovadas maneras de concretarse, por medio de la aparición de poderes

locales y regionales que tenían grandes posibilidades de incrementar la producción y el

comercio, no obedeció a la aparición procedente de relaciones capitalistas, ya que como

señala el mismo Domeyko:

“El comercio con los Araucanos consiste hasta ahora en el que hacen algunos

buhoneros sueltos, que con una carga de pacotilla se llevan trajinando por el

territorio de los indios de una casa a otra, cambiando con ellos el añil, la

chaquira, los pañuelos e infinidad de otras frioleras, por los ponchos, piñones,

bueyes i caballo. Mui pocas producciones de su industria tienen todavía los

indios que puedan ofrecer en cambio por aquellos objetos de pequeño lujo i

comodidad con que los tratan de amansar los negociantes. La moneda casi no

se conoce todavía entre ellos; i todo el cambalache se hace de un modo tan

grosero que la ventaja queda siempre por el mas diestro”69

Así, antes de la expansión capitalista, existía la percepción de valor de uso de los objetos,

en tanto se expresaba cierta relación entre los consumidores y el objeto consumido, ya que

se intercambiaban objetos por objetos que el consumidor le entregaba un valor perceptivo

68

Domeyko, Ignacio, Araucanía i sus Habitantes, Imprenta Chilena, 1846, p. 69-70 69

Ibíd. p. 76

Page 46: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

46

según la necesidad o el deseo de poseerlo, por lo que la aparición de la moneda como

material de intercambio comercial solo tenía razón según el afán del consumidor por

obtenerlo. Con ello, las relaciones sociales para establecer la producción no tenían la

necesidad de intercambiarse por un salario, ya que no tendría objeto en una sociedad que no

utiliza el capital como forma de intercambio comercial. Si bien, como señala José Bengoa,

la sociedad mapuche para el siglo XIX, era una de transición, no por ello podemos

desplegar una historia contra factual, y decir que la sociedad mapuche avanzaba

inevitablemente a una sociedad capitalista. Éste modo de producción penetró por medio de

la fuerza al Wallmapu.

El análisis más aceptado en relación a la conformación económica de la Araucanía

posterior a la ocupación, es la que entiende el proceso como una reproducción del

latifundio del Chile central, trayendo consigo el inquilinaje como relación social

fundamental de esta formación económico-política70

. El inquilinaje, como la mediería,

aparecieron en la Araucanía tempranamente luego de la colonización del Estado, tanto

porque -según Bengoa- “los agricultores que se instalaron en el sur no aceptaron remunerar

a la mano de obra en forma diferente a la tradicional”71

, como por la falta de herramientas y

tierras propias, por lo que “el mediero-inquilino se encargaba de destroncar, limpiar el

terreno, cercar y preparar el suelo para las siembras. El fundo le entregaba la semilla, los

aperos, y otros bienes, y luego repartía en proporciones iguales el producto, retirando el

fundo antes del reparto la semilla adelantada. Esta labor de mediería y limpia va a ser

generalizada en la zona de colonización del sur”72

, es esto lo que a Bengoa le permite

hablar de un tardío proceso de proletarización en la Araucanía, no antes de la década de

1930, además de señalar la existencia, para el ciclo 1830-1930, de un “desarrollo capitalista

agrario incompleto”. Si bien, nosotros compartimos el hecho de la existencia de formas de

inquilinaje que se inauguraron en la etapa que estamos estudiando, no vemos una

inexistencia para el 1900 de relaciones sociales asalariadas en la Gobernación de Imperial,

más bien todo lo contrario, lo que obedece a una etapa de consolidación capitalista en la

región. Además, pensamos que hablar de “desarrollo incompleto del capitalismo”, es

70

Bengoa, José, Historia Social…opus. cit. pp. 151-160 71

Ibíd. p. 156 72

Ibíd. p. 159

Page 47: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

47

utilizar una perspectiva profundamente eurocéntrica, en tanto se compara realidades y

procesos de otros espacios y tiempos, en donde prima el desarrollo que adoptó este modo

de producción en Europa, en perjuicio de poder comprender las nuevas lógicas y relaciones

que origina el capitalismo en América Latina, y en nuestro caso en el territorio mapuche. Es

por eso, que nuestro análisis se acerca, como hemos señalado, a trabajos como el del

profesor Claudio Robles, cuando señala que, en vinculación con las nuevas relaciones

sociales de producción que se originan en nuestra etapa estudiada en el agro de Chile

central y la Frontera, “la transición al capitalismo que la economía chilena experimentó a

partir de su inserción en el mercado internacional desde mediados del siglo XIX también se

extendió a la agricultura y la sociedad rural” provocando con ello “el crecimiento y la

diversificación de la demanda [que] aceleraron la transformación organizacional del

sistema de hacienda, toda vez que los terratenientes expandieron la explotación directa por

medio de una desigual modernización tecnológica, cuyos elementos más significativos

fueron un proceso de mecanización selectiva y la extensión del regadío” y del mismo modo

el aumento de “la cantidad de trabajadores asalariados”73

. Con ello no pretendemos

desconocer el inquilinaje en la Araucanía, sino señalar que no fue la única relación social

que se estableció posterior a la ocupación, y de ese modo nuestro estudio estará enfocado

en la proletarización de los trabajadores rurales que ya daba sus luces para fines del siglo

XIX y principios del XX, además de establecer las consecuencias que trajo la expansión

capitalista en la producción mapuche.

La colonización del Estado y expansión capitalista inauguró nuevas relaciones

sociales, siempre tensionadas con las formas de producción económica mapuche. Ya

dijimos que no calificaremos estas tensiones como una resistencia del arcaísmo contra la

maquinaria de la modernidad, como tampoco por medio de categorías como pre-capitalistas

o semi-asalariadas, sino identificaremos esto como una situación original del capitalismo en

la región estudiada, y que se podría extender a otros lugares de América Latina, en tanto la

nueva situación originó por un lado relaciones “clásicas” del capitalismo como es la

relación capital-trabajo, y por otro lado formas coloniales de producción capitalista. Ambas

se articularon combinadamente, y no en resistencia, dado que uno y otro eran funcionales a

73

Robles, Claudio, opus, cit. p. 75

Page 48: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

48

la acumulación capitalista, obviamente en distintas cuantías y calidades, pero que al fin del

día se articulaban no estáticamente, provocando un desarrollo sui generis del capitalismo en

relación a las condiciones externas y principalmente internas en la que se encontró la región

en pleno proceso de expansión del capitalismo europeo y criollo (minería principalmente).

A continuación desarrollaremos ambas relaciones sociales que se establecieron en la

Gobernación de Imperial, teniendo presente que ambas se articularon de forma “voluntaria”

u obligatoria, al desarrollo de la acumulación capitalista en la región.

Dos

Hemos indicado en nuestro marco teórico, que la relación social de producción que

se ha identificado como la “clásica” del capitalismo, es la que establecen un propietario de

los medios de producción, con el que vende su fuerza de trabajo para poner en

funcionamiento estos medios y finalmente producir alguna mercancía. Esta relación se basa

en el salario recibido por el trabajador, que paga el propietario de los medios de

producción, por el trabajo realizado. Este salario en el modo de producción capitalista no

obedece al trabajo total, ya que parte de aquel, se lo queda el propietario de los medios de

producción como plusvalía, en otros términos, un trabajador en un día laboral produce más

que los medios de subsistencia necesarios para él y su familia, “el trabajo necesario va a

poder del obrero en forma de salario, mientras que el capitalista [propietario de los medios

de producción] se apropia el producto del trabajo excedente en la forma de plusvalía”74

. En

la Gobernación de Imperial, esta relación social de producción sin duda tuvo existencia

tempranamente, e incluso tuvo órganos de organización y difusión para fines del siglo XIX,

como documentamos en algún momento. Ésta estuvo basada tanto por la instalación del

Estado en el Ngulumapu, como por la consolidación de empresas agrarias capitalistas en la

región, analizaremos ambas a continuación.

74

Sweezy, Paul, Teoría del Desarrollo Capitalista, Fondo de Cultura Económica, México, 1973, pp. 74

Page 49: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

49

2.1 Las Exteriorización del Estado. Consecuencias Económicas y Comerciales.

La misión pacificadora, gran baluarte del Ejercito de Chile, llega a su fin “por ley de

12 de marzo de 1887, [por la que] se crearon las dos provincias de Malleco y Cautín,

suspendiéndose de hecho el estado de asamblea en que habían vivido antes estas regiones

(…) con lo que queda terminada la acción del Ejército en el antiguo y legendario

Arauco”75

. El control de la Araucanía queda de este modo en manos de civiles, y con ello

se hacía imperioso la imposición del orden y de la institucionalidad del Estado, por medio

principalmente de la creación de una burocracia estatal y de la necesaria conectividad

territorial por medio de caminos, líneas férreas y barcos en la medida de lo posible, con el

fin de consolidar y legitimar el control del poder central, y así desaparecer esa antigua

frontera interior que impedía la dominación geopolítica y obviamente económica de todo el

territorio que las elites de Chile reclamaban como propio desde la Constitución de 188376

.

Este proceso, que Oscar Oszlak denominaría para el caso argentino como “exteriorización

del Estado”77

, en tanto la institucionalidad estatal se hacía carne, se tornaba desde algo

inmaterial como las relaciones necesarias para conformar el Estado, en materialidad, se

exteriorizaba por medio de construcciones que permitían, a este mismo, abarcar los

espacios antes salvajes y barbaros, ahora en el recto camino de la civilización, gracias a las

vías férreas y los caminos, como metáforas de un porvenir iluminado por el progreso

inagotable de la industria, la técnica y la razón. Más allá, o más acá, de las mentalidades e

imaginarios que hicieron posible ciertas políticas de construcción y consolidación del

Estado en las tierras del sur, nos queda que la exteriorización de la institucionalidad central,

del nuevo orden político que se inaugura en el Ngulumapu posterior a la colonización

militar del Estado chileno, generaba trabajo, porque lo único obvio de las obras públicas, de

los edificios, e incluso de la burocracia, es que necesitaron trabajadores para su

construcción o funcionamiento. De este modo, no podemos pensar la Araucanía para el

75

Navarro, Leandro, opus. cit. p. 409 76

La constitución de 1833 señala en su Artículo 1° “El territorio de Chile se extiende desde el desierto de

Atacama hasta el Cabo de Hornos, i desde las cordilleras de los Andes hasta el mar Pacífico, comprendiendo

el Archipiélago de Chiloé, todas las islas adiacentes, i las de Juan Fernández”. [en línea:

http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=137535&tipoVersion=0] Revisado: 20 de febrero 2011 77

Oszlak, Oscar, La Formación del Estado Argentino, orden, progreso y organización social, Ediciones Ariel,

Buenos Aires, 2004.

Page 50: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

50

1900 sin relaciones asalariadas. Sería imposible la construcción del ferrocarril, de los

caminos, de los edificios públicos, sin sujetos que vendieran su fuerza de trabajo en tareas

tan urgentes para el Estado en auge. Así, es la misma formación del Estado78

, la que en

primer término favorece la aparición de relaciones asalariadas en la Araucanía, ya que

como hemos señalado con anterioridad, volvemos a repetir, la expansión del Estado no la

podemos escindir de la expansión capitalista. De este modo, la conectividad, que no es más

que dar territorialidad a los espacios no controlados, entiendo el concepto de territorio,

desde la teoría geográfica, como un espacio intervenido políticamente, en donde el ejercicio

del poder se exterioriza en instituciones, vigilancias y castigos, por quienes tienen el uso de

la fuerza legitima, que en este caso es el Estado, lo cual no solo favorece a este último, sino

también a quienes monopolizan en gran medida el poder político, es decir la gran y

mediana industria, comerciantes y latifundistas, hecho que deja muy claro el gobernador de

Imperial en sus memorias correspondientes al año 1899, indicándole al Intendente de

Cautín:

“Este departamento cuenta con varios importantes centros de poblacion, donde

el comercio, las industrias y la agricultura tienen un desarrollo de gran

consideración. Es evidente señor Intendente, que para que esto ramos

comerciales tengan vida y progreso, necesitan que sus productos tengan salida

para buscar su consumo. Para conseguir esta salida no se necesita hacer notar

que hai que asistir con caminos que ofrezcan fasil y espedito tráfico, sin cuyo

factor que desempeña un papel tan importante en este conjunto de casas, los

pueblos se aniquilan y atrasan hasta su completo decaimiento y las industrias

desaparecen. Ademas hai épocas en que se hace imposible el tránsito en

algunos caminos hasta de a caballo, quedando con esto cortado el transporte de

correspondencia por un tiempo mas o menos largo y ocasionando perjuicios al

comercio y a las oficinas públicas”79

De este modo, el mismo gobernador de Imperial, señala que la falta de conectividad

perjudica al comercio y a las oficinas públicas, dejando en evidencia la importancia

burocrática, política y económica que asumen en este nuevo contexto la conexión entre

pueblos y ciudades. Ahora bien, dejado por sentado que los caminos, y con ello las

ciudades, edificios, ferrocarriles, etc., no obedecen simplemente al resultado de la

implantación del Estado, sino también a una necesidad primordial para establecer el

78

Ver Pinto, Jorge, La formación… opus. cit. pp. 185-202 79

Memoria del gobernador de Imperial, Mayo de 1900, Intendencia de Cautín, Vol. N° 4, fj. 116, ARA

Page 51: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

51

comercio capitalista, podemos dar cuenta de la existencia de trabajadores asalariados, tanto

en la construcción, reparación, como funcionamiento de los instrumentos del Estado.

El 24 de Julio de 1902, se reunieron autoridades de la comuna de Nueva Imperial,

entre los que se encontraba Carlos Thiers, propietario de grandes extensiones territoriales y

de una importante molinera de la zona, como pudimos ver más arriba, para discutir sobre la

construcción de caminos, en la que se llegó a las siguientes conclusiones:

“I. Los peones camineros podían gozar de un jornal diario de un peso

Los mayordomos, $45 mensuales

Los inspectores de caminos, $100 mensuales

II. Imponiendo las vías públicas en buen estado para el tráfico, se

necesitarían las cuadrillas siguientes para los caminos que se indican:

De Nva. Imperial a Labranza, una de 10 hombres

De Nva. Imperial a Galvarino, dos de 10 hombres

De Nva. Imperial a Bajo Imperial, dos de 10 hombres

De Nva. Imperial a rio Tolten, tres de 10 hombres

Este último camino es mui montañoso y difícil de conservar

III. La distancia en kilómetros es de esta ciudad la siguiente, mas o menos

A Labranza, 16 Kilómetros

A Galvarino, 50 id.

A B. Imperial, 50 id.

A rio Tolten, 45 id.”80

En total, se necesitaron 80 trabajadores para la construcción de los caminos de Nueva

Imperial a sectores que funcionaban como hinterland de esta ciudad, que comenzaba a

tomar importancia, junto con Carahue, como referentes de concentración de los productos

para ser comercializados tanto por vía fluvial como ferroviaria. A cada uno de estos

trabajadores se les pagó, por día trabajado, un peso, mientras que a los mayordomos $45

mensuales, y al inspector de caminos $100, afirmando con ello la relación salarial que

mantuvieron los trabajadores con la municipalidad de Nueva Imperial, y de este modo con

el Estado. Si bien es cierto, el trabajador-peón recibía una paga, ésta no era mensual, sino

diaria, lo que podría ser calificado como un proceso de proletarización incompleto, ya que

como señala Julio Pinto y Luis Ortega, se necesitan, además del salario, una fuerza de

trabajo libre y cautiva, para establecer históricamente la aparición de una clase proletaria, y

como sabemos, entre los peones el establecimiento en un lugar definido no fue una

80

Gobernación de Imperial, Vol. 6, fjs. 719-720, ARA

Page 52: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

52

característica, lo que se traduce en una fuerza de trabajo no cautiva, es por lo mismo que se

pagaba por día trabajado81

. Sin perjuicio de lo anterior, existe una división social de

producción basada por un lado en la venta de fuerza de trabajo, y por otro, en los

propietarios de los medios de producción, en este caso el Estado, quien contrata

trabajadores para la realización de una obra que satisface sus necesidades, y de quienes

monopolizan el aparato institucional. Es muy tentador calificar el peonaje en esta zona

como un atraso derivado del desarrollo truncado del capitalismo, pero a nuestro modo de

ver tal situación obedece a un modo de explotación propia del capital en América Latina, en

tanto se utiliza la mano de obra de peones a bajo costo, sin la necesidad de establecer

ningún compromiso o contrato por parte del empleador, que en este caso es el mismo

Estado, convirtiendo en una política institucionalizada el peonaje. Aunque en pleno

desarrollo de la “cuestión social” en Chile y América Latina, esto no aparece como una

situación ahistórica, sino como un componente más del nivel de explotación que se

desarrolló por parte de las clases dominantes para el 1900 contra los sectores populares, que

sin duda penetró también en la Araucanía, junto con la colonización del Estado, porque no

tendría sentido hablar de un desarrollo incompleto del capitalismo, por la persistencia del

peonaje, cuando en la ruta del capitalismo chileno el peonaje, y otras formas de

explotación, no desaparecieron.

En 1907 tales construcciones de caminos se mantenían, como indican los

documentos, gastando un total de $1681, y operando en su construcción 47 trabajadores,

que tenían por labor realizar terraplenes, desmontes y cunetas, en la Gobernación de

Imperial82

, que da cuenta de una mejora en la realización de caminos. Aunque todavía en

1913 la conectividad era deficiente en determinadas épocas de año, como indica la memoria

de la Gobernación de Imperial, cuando señala que “los caminos públicos se encuentran en

regular estado, cómo sucede siempre en esta época [verano]; pero no así en el invierno los

cuales se ponen intransitables”83

, por lo que se continúan realizando trabajos de

construcción de caminos84

todavía para 1913 y de reparación hasta el día de hoy,

81

Pinto, Julio y Ortega, Luis, Expansión minera y desarrollo industrial: Un caso de crecimiento asociado

(Chile 1850-1914), Departamento de Historia, USACH, 1990, pp. 50-52 82

Intendencia de Cautín, Vol. 6, fjs. 77-78, ARA. 83

Gobernación de Imperial, Vol. 24, fj. 360, ARA 84

Intendencia de Cautín, Vol. 6, fj. 245, ARA.

Page 53: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

53

considerando que varios sectores todavía de la Araucanía los contactos son por intermedio

de caminos ripiados, dando cuenta de una conectividad precaria cuando se trata de pueblos

y zonas rurales que no son punta de lanza de la economía regional.

Los caminos públicos no fueron la única forma de conectividad que penetró la Araucanía

para el 1900, ella sola no tenía la capacidad para transportar grandes cantidades de

productos para la comercialización en crecimiento en la región, más bien eran utilizados

para trasladar la producción agrícola desde las empresas agrarias, latifundios, pequeños

productores y reducciones indígenas, a los sectores que comenzaban a funcionar como

aglutinadores de la elaboración de las zonas rurales de la gobernación, con el fin de

comercializar en el mismo pueblo, o en el caso de las grandes productores, para transportar

sus mercancías a la capital provincial, es decir Temuco. Para llevar a cabo tal proceso se

hizo necesario, la construcción del ferrocarril que uniera la línea central ferroviaria con

Carahue, para lo cual se terminó de construir en 1909 el ramal Temuco-Carahue.

El ferrocarril representaba para el imaginario de la clase dominante, de la segunda

mitad del siglo XIX y principios del XX, la constitución misma del progreso, una

revolución que permitiría alcanzar el anhelado desarrollo económico en las regiones

periféricas del mundo, y en la Araucanía además una necesidad geopolítica, una forma de

concretar la ocupación, de dictaminar la funesta imagen de la matanza indígena, en una

necesidad histórica que alcanzaba su argumento en un hecho palpable: las líneas férreas y el

ferrocarril. La construcción del ramal Temuco-Carahue comenzó junto con el nacimiento

del nuevo siglo, en manos de Pedro Alessandri, quien se adjudica la concesión, y que años

más tarde se convierte en un gran propietario de la zona del Budi, como vimos más arriba.

En 1902 ya se encontraba terminado el tramo desde la capital provincial, Temuco, hasta

Nueva Imperial, con un total de 33 kilómetros. Aunque por faltas de recursos del

concesionario “los comerciantes, agricultores e industriales de este departamento” se

vieron en la urgencia de solicitar “al supremo gobierno que dote del material rodante

necesario a la empresa que construye la línea férrea entre Temuco i Carahue, a fin de que

pueda establecer entre el primero de los puntos nombrados i esta ciudad [Nueva Imperial],

un servicio diario de trenes de ida i vuelta”85

. No es casual que sean los sectores que

85

Intendencia de Cautín, Vol. 22, ARA

Page 54: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

54

controlaban la economía regional, en este caso comerciantes, agricultores e industriales, los

que soliciten, por intermedio del Gobernación de Imperial, los instrumentos necesarios para

llevar a cabo el transporte ferroviario entre Nueva Imperial y Temuco, ya que son estos los

más beneficiados con el ferrocarril, en tanto pueden comercializar sus productos fuera del

mercado interno de la gobernación, y crecer sus conexiones a nivel regional o incluso

nacional, y de este modo aumentar a mediano plazo su producción y venta, es decir sus

capitales. Lo interesante también, es que la construcción de líneas férreas quedaba en

manos de empresas, la mayoría de las veces extranjeras, contratadas por el Estado, es por

esto que, al fin del día, la mano de obra utilizada en tales faenas, estaba siempre en relación

con la institucionalidad política, dado que sus sueldos eran cancelados por intermedio de

una empresa, que contrataba, como dijimos, a su vez el Estado. Así también, la ayuda del

Estado para concretar la instalación definitiva del ferrocarril, no solo se limitó, en este caso,

a ceder la concesión a un particular, sino también cuando éste, a la luz de la inversión

realizada, no tuvo para finalizar la empresa ferroviaria, los sectores interesados no tuvieron

duda en solicitar tales instrumentos para concretar la operación, a lo que el Estado

respondió insatisfactoriamente, para los intereses de comerciantes y empresarios agrícolas.

El tramo que unía Nueva Imperial con Carahue, tenía la dificultad de atravesar el rio

Cholchol, para lo que se necesitaba la construcción de un pequeño viaducto, encargado al

ingeniero Juan M. de la Fuente y en la cual laboraron 80 trabajadores86

. En el momento de

ser inaugurado el viaducto, bajo la alcaldía de Carlos Thiers, al que ya vimos como un

importante empresario agrario de la zona, un ejemplo más de la imposible separación entre

clase política y económica, ocurrió lo que se denomina el “Desastre del Cholchol”, hecho

que sucede mientras el ferrocarril pasaba por el viaducto, que cedió bajo el peso de la

locomotora, cayendo al río, muriendo en el accidente 40 trabajadores y el ingeniero

encargado de las labores [Ver imagen N° 3]. Finalmente, los trabajos de lo que se convirtió

en el viaducto que unía con líneas férreas Nueva Imperial con Carahue, fue diseñada y

construida por la firma francesa Schneider et Cie. O Le Creusot, los mismos del Viaducto

de Malleco y de las estructuras metálicas que cubren la Estación Central de Santiago.

86

Toledo, Juan, La tragedia de Cholchol, [en línea: http://www.amigosdeltren.cl/historia-ferroviaria/la-

tragedia-de-cholchol] Consulta: 10 de marzo de 2011

Page 55: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

55

(Imagen N° 3)

(Puente del ferrocarril hundido, Río Cholchol, Carlos Brandt)87

Otra forma de conectividad, que se presentó bajo la impronta del capitalismo y la

geopolítica del Estado, fue la que se condujo por vía fluvial. El río Imperial,

tempranamente se convirtió en una vía de trasporte que conectaba Nueva Imperial con

Carahue y Bajo Imperial (Pto. Saavedra). La forma de establecer botes y barcos para las

tareas de trasporte se hizo por medio de concesiones a privados que el gobierno local

cedía88

. De este modo el Estado, al igual que en el caso de construcción de vías férreas en la

87

[En línea: http://www.amigosdeltren.cl/historia-ferroviaria/la-tragedia-de-cholchol]. Consulta: 10 de Marzo

del 2011 88

“A indicación del Señor Gobernador, y en vista de las actas de remate de pasajes, de las cuales consta que

todos los adjudicatarios, fueron previamente advertidos, de quedar en las obligaciones de mantener las

lanchas y las vetas en perfecto estado y de entregarlas así al vencimiento del arriendo (…) Se acordó además

apercibir por Secretario al señor Rodríguez para que cumpla con esas obligaciones, fijándole el plazo de

quince días a contar de la fecha del oficio que se le dirija para que el pasaje de Cholchol en Cholchol se halle

corriente en conformidad a ellas, con el bien entendido de que si asi no lo hace se procederá a la rescisión del

Page 56: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

56

Gobernación, delegaba la exigencia del transporte a terceros, los cuales tenían

responsabilidades con el Estado en materia de trasporte de empleados públicos y también

una impuesto por mantener la concesión, mientras que el privado cobraba pasajes y por

tanto sacaba beneficios económicos por la necesaria conexión en la zona. En 1900, la

Gobernación de Imperial proporcionó la concesión a Alejandro Holzapfel y José Duhalde,

al que vimos más arriba como empleado público, empresario y comerciante, que tenían por

responsabilidad de contrato “establecer una línea de navegación a vapor que haga el

servicio del rio Imperial hasta Carahue, Cholchol i Trovelhue”, además de efectuar viajes

de la siguiente manera:

“En verano o sea en la época en que no es navegable el río entre Carahue y

Cholchol, cinco viajes semanales entre Bajo Imperial i Carahue, i dos viajes

entre Bajo Imperial i Trovolhue; i en invierno, o sea en la época en que es

navegable el río entre Carahue y Cholchol, tres viajes por semana entre Carahue

y Nueva Imperial, un viaje en Nueva Imperial y Cholchol, tres viajes entre

Carahue y Bajo Imperial, un viaje quincenal entre Bajo Imperial y Trovolhue”89

Así mismo, el transporte que corresponda a trámites del Estado, deberá ser satisfecho

gratuitamente, como indica el contrato90

, con ello se velaba que los empleados públicos

tuviesen un modo de trasporte que permitiera el anhelado control del Estado, por medio de

su aparato burocrático, en este territorio recién conquistado. Al mismo tiempo, el trasporte

a vapor se perfilaba como una forma de trasladar los productos locales a puertos de gran

importancia, con el fin de crecer los espacios de comercialización de la naciente burguesía

agraria de la Gobernación de Imperial, lo cual para 1909 se había trasformado en una

realidad, que permitía la comercialización desde Carahue y Puerto Saavedra a ciudades-

puertos como Valdivia, Talcahuano y Valparaíso (Ver imagen N°4).

contrato y al cobro de los daños y prejuicios consiguientes”. Boletín Municipal, Sesión Extraordinaria, Nueva

Imperial, 18 de abril de 1893 89

Intendencia de Cautín, Vol. 4, fjs. 47 y 48 90

“d) Se conducirá sin gravamen para el Estado toda la correspondencia oficial i particular que los

empresarios quedaran obligados a recibir en sus respectivos vapores i entregar a las oficinas de correo; e) Se

conducirá gratuitamente a los empleados públicos que viajen en comisión del servicio i a los Ministros de

Estado, Intendentes de provincia, i Gobernadores de departamento i el equipaje de las personas a que se

refiere esta cláusula” Ibídem.

Page 57: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

57

(Imagen N° 4)91

Transitar en barcos a vapor entre los ríos del sur, no solo se convirtió es una deleite

para la clase alta local, por el cual podían contemplar las regiones atravesadas por las vías

fluviales, sino principalmente era una manera de trasportar sus productos para

91

Intendencia de Cautín, Carahue, 1909, Exposición Digital, Archivo Regional Araucanía (ARA) [en línea:

http://sites.google.com/site/archivotemuco/contribuciones], Consulta: 14 de marzo de 2011

Page 58: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

58

comercializarlos en los principales puertos de Chile. La harina, el afrecho, las papas, los

cereales y la madera producida en la lejana Araucanía, en aquella región que medio siglo

atrás era habitada por “salvajes” indios que ni idea tenían de los beneficios del progreso y la

modernidad, ahora eran posibles de encontrar en Talcahuano, en Valdivia, e incluso en el

puerto más importante del Pacífico sur, Valparaíso. Este hecho, da cuenta irrefutablemente

de la expansión capitalista vivida en territorio mapuche para fines del XIX y principios del

XX, en tanto el mercado interno de la Gobernación de Imperial, tenía también una

exteriorización territorial a zonas de gran importancia económica, poniendo de este modo la

región estudiada en el concierto de la ruta chilena al capitalismo. Entonces, dijimos que el

vapor se convirtió en una necesidad para la burocracia local y además una correa

trasportadora de los productos regionales, a los más importantes puertos de Chile.

Para llevar a cabo esta gesta estatal y capitalista, como siempre, se necesitó de

fuerza de trabajo, las toneladas trasportadas no se cargaban y descargaban solas, y esto

podría parecer una obviedad, y lo es, pero insólitamente se olvida con recurrencia por la

historiografía, la que se ha encargado de observar los procesos de mecanización y

comercialización, en el caso de la historia económica, y no en gran medida las relaciones

sociales que permiten, al fin del día, el desarrollo material de la economía capitalista. En

este sentido, el trasporte a vapor no fue la excepción en la Gobernación de Imperial, así lo

deja sentenciado el contrato de concesión entre el Estado y la Compañía Duhart y Valck, a

los que vimos con anterioridad como importantes empresarios agrícolas de la zona, cuando

señala en su artículo 5° que:

“Para los embarques en Rucadiuca92

deberá la ajencia proporcionar lanchas y

jente para el acarreo i traslado a vapor, debiendo los interesados poner la carga

en las lanchas, haciendo la jente de estas la estiva i podrá la ajencia por este

servicio cobrar un peso hasta Rucadiuca, $1.20 hasta Cuyinco, $1.50 hasta

Collico, i dos pesos hasta Puerto Saavedra”93

De este modo, las tareas de acarreo y traslado eran desarrollados por trabajadores

contratados por la agencia concesionaria, en este caso Duhart y Valck y Cia., además de

desarrollar el trabajo de estibar los productos trasladados, que es la labor de distribuir el

92

Zona en la que bajaba el agua en determinadas épocas del año, por lo que las embarcaciones a vapor no

podían llegar hasta el puerto de Carahue. 93

Ibídem.

Page 59: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

59

peso de la carga en una embarcación náutica. Con ello, las relaciones sociales de

producción asalariadas también fueron activadas y potenciadas por el trasporte fluvial en la

Gobernación de Imperial.

Sin duda el proceso de conectividad que hemos analizado, introdujo nuevas formas

de relaciones comerciales, que potenciaron la producción de los industriales agrarios de la

Gobernación de Imperial, eso no está en discusión, pero lo que pretendemos dejar por

sentado es que en cada uno de estas labores se necesitaron trabajadores. Ahora bien,

nosotros vemos dos procedimientos que afianzan la conexión, por un lado los caminos, que

tienen por intención conectar los espacios rurales con los pueblos-ciudades que comienzan

a consolidarse en la región, estos son construidos enteramente por el Estado, por medio de

envió de financiamiento a municipalidades, que tienen por encargo y necesidad, establecer

un presupuesto y procedimientos de efectuación de los proyectos; por otro lado, el

ferrocarril y los barcos a vapor, de mayor alcance territorial y por tanto comercial, se

establecían por medio de concesiones del Estado a privados que tenían los capitales para el

desarrollo material de estas grandes empresas, necesarias para el impulso de la emergente

burguesía agraria de la zona, además de establecer y perfeccionar el control territorial del

Estado en territorio conquistado. Es decir, para el proyecto menos costoso e imposible de

privatizar, como son los caminos públicos, se encargó el Estado, y fue éste mismo, como

vimos, quien contrataba obreros por día trabajado, evidenciando un cierto peonaje en la

zona, y por tanto, en este caso, una truncada proletarización, no así una asalarización de la

fuerza de trabajo, y de ese modo una penetración de relaciones sociales de producción

capitalistas, con un carácter propiamente latinoamericano, como es el peonaje; mientras que

los proyectos con inversiones que superaban el financiamiento estatal, y además eran

plausibles de privatizar, en tanto quien controlara el medio de trasporte podía cobrar por la

labor realizada, fueron puestas en concesión, y con ello la contrata de trabajadores se

realizaba por intermedio de empresas o compañías privadas, lo que permitió que la

relación capital-trabajo llegara en su forma clásica a la Araucanía. Lo anterior evidencia el

desarrollo combinado y articulado del capitalismo en nuestra región, en tanto identificamos

hasta el momento dos tipos de relaciones basadas en el salario, una vinculada con la

composición de la fuerza de trabajo previo a la introducción del Estado y el capitalismo en

la región, que llevaba la trashumancia como modo de vida, es decir el peonaje; y otra que

Page 60: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

60

se relaciona con labores más calificadas y de mayor extensión temporal, además de ser

contratados por compañías privadas, lo que al fin del día se traducía en relaciones capital-

trabajo más estables y en la composición de una emergente clase obrera en la región.

Señalamos que la exteriorización del Estado, además de reflejarse en la

conectividad, materializada en medios y vías de trasporte, se expresaba en la constitución

de una burocracia y obras públicas para su funcionamiento, lo que, además de lo ya

estudiado, se trasformó en una reducto y fortalecedor del mercado interior y de las

relaciones capitalistas en desarrollo. En relación a lo primero (el impulso de un mercado

interior en la Gobernación), la burocracia local jugó un papel importante para establecer

mecanismos de comercialización estables, y evitar así la aparición de mercados ambulantes,

que no convenían al fortalecimiento económico del Estado, ya que no permitían una

vigilancia para la paga tributaria de la que se valía el gobierno local para su mantención. Ya

en 1893, la Municipalidad de Nueva Imperial, impartía una ordenanza en la que se obligaba

en esta ciudad, además de Galvarino, Cholchol, Carahue y Bajo Imperial, la existencia de

recovas o mercados autorizados, uno por ciudad, para el comercio, en que existirán jueces

de abastos (por una paga de trescientos setenta pesos anuales) que tienen la jurisdicción

dentro de la recova, los cuales “llevaran dos libros: uno de matrícula que se inscribirán, los

números de los puestos, los nombres de sus dueños y de los dependientes o empleados que

los administren, y los derechos que cada uno paga; y un diario de las faltas que cometan los

rematantes, los traficantes, los dueños de puestos, sus dependientes, los compradores, y las

penas que se impusieren”94

. Estas ordenanzas municipales permitían el control del

comercio local, al mismo tiempo potenciaban la aparición de un mercado interior, en tanto

autorizaban la proliferación de nuevos pequeños y medianos comerciantes, y con ello

también los fondos de dinero de la gobernación se veían favorecidos por el pago de

patentes o derechos de instalación. Por ejemplo en 1900 la entrada y salidas de dinero de

Bajo Imperial, correspondía a lo siguiente:

“Entradas:

Por el ramo de abasto $ 144

94

Boletín Municipal, Nueva Imperial, Domingo 14 de Mayo de 1893, Año 1, numero 1. Sesión ordinaria del

28 de enero de 1893

Page 61: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

61

Por derechos de ramadas $ 142

Por remates de animales $ 60

Por patentes para carretas $ 156

Por patentes para bebidas alcoholicas $ 750

Por patentes para industrias $ 200

Multas $ 400

Contribución de haberes $ 1037

Total de entradas $ 2889,12

Salidas

Sueldo del Decret (¿?) y tesorero $ 600

Gastos de escritorio $ 30

Sueldo de un cabo $ 420

Sueldo de 4 soldados $ 1200

Diarios a los reos $ 80

Alumbrado público $ 200

Publicaciones municipales $ 60

Pago de tasadores $ 105

Fiestas patrias $ 50

Composturas de calles $ 100

Total de salidas $ 2845”95

Es decir, que la totalidad de los gastos asociados, al funcionamiento del aparato burocrático

(como el pago a funcionarios públicos, gastos de escritorio, publicaciones municipales y

pago a tasadores), al funcionamiento del aparato de vigilancia, control y castigo (como los

sueldos a soldados y el mantenimiento de los presos), al desarrollo de una infraestructura de

espacios públicos (alumbrado público y reparación de calles) y al fortalecimiento de una

identidad nacional (fiestas patrias), están saldados en gran medida por la paga de patentes y

derechos de comercialización e industria. Con ello, se resuelven dos cuestiones

fundamentales, y casi de forma dialéctica, por un lado la aparición de un mercado interior

que potencie la economía local, y por otro lado el fortalecimiento del Estado, por medio de

las instituciones locales, que son precisamente los que autorizan y reciben la paga tributaria

de los locales comerciales e industriales.

La burocratización del poder local se configuró también como un potenciador del

advenimiento de nuevas relaciones sociales capitalistas, en tanto la necesidad del Estado de

materializar su poder en la zona, daba empuje a la aparición de artesanos, que además de

construir y reparar edificios públicos, se beneficiaba del nuevo sector que comenzaba a dar

95

Intendencia de Cautín, Vol. 4, fj. 88, ARA.

Page 62: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

62

luz en la Araucanía, una clase media burocrática, que recibía sueldos por sus labores de

empleado público, que eran dispuesto como dinero de intercambio en el mercado interior

emergente. De este modo, era normal que la institucionalidad pagará por trabajos que

pudiesen parecer insignificantes en la Historia Estatal y Económica, pero que eran

sustanciales para el buen desarrollo burocrático, y no simples necesidades olvidadas en los

anaqueles de la historia. Así, decretos que autorizaban, en 1892 el pago de $500 por la

restauración de la escuela mixta N° 396

, o en el 1900 el pago de $1500 para la reparación

del cuartel de policía de Nueva Imperial, y “el pago de $200 por costos de compra y

reparación de muebles de oficina para la gobernación de Imperial”97

, no son hechos

singulares en el desarrollo histórico de la zona, ya cada una de estas labores tenían la

característica común de ser manufacturada por un trabajador, quien recibía una paga por su

fuerza de trabajo. Para entender la significancia de lo anterior, quizás es bueno recordar que

medio siglo antes, en la misma región que estamos estudiando, tal relación social de

producción era a lo menos desacostumbrada y singular, frente a una realidad

completamente distinta, lo que medio siglo después cambio estructuralmente,

convirtiéndose el salario por labor realizada, en la relación más extendida, desarrollada y

hegemónica durante el siglo XX, hasta hoy. Igualmente la burocratización convino para el

desenvolvimiento del mercado interior, en tano ingresaron a la zona una gran cantidad de

sujetos que podían hacer funcionar los intercambios comerciales por la vía del dinero, que

recibían como paga de sus labores de empleados públicos.

En definitiva, la exteriorización del Estado, contribuyó a la expansión económica de la

región, en tanto cuestiones como la conectividad y la burocratización abrían nuevos

espacios comerciales y nuevas fuentes laborales, que nos permite pensar el Estado no solo

como un aparato político-institucional, sino también como un potenciador, en la

Gobernación de Imperial, de relaciones sociales propias del capitalismo y del desarrollo

comercial de los medianos y grandes productores locales. Con ello la institucionalidad

estatal se nos presenta como un órgano más de la expansión capitalista, que empuja nuevo

tipo de relaciones productivas, nuevos mercados, emergentes empresas de trasporte de

pasajeros y productos comerciales.

96

Intendencia de Cautín, Vol. 2, fjs. 70-71 97

Intendencia de Cautín, Vol. 4 fjs. 49-50

Page 63: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

63

2.2 Relaciones de producción bajo la naciente industria local

Uno

Vimos como la exteriorización del Estado, influyó en la configuración de un

mercado interior en la Gobernación de Imperial, además de fortalecer por medio de

concesiones la conectividad geopolítica y comercial con otras zonas de empuje político y

económico, lo que permitió en la suma la aparición de una fuerza de trabajo asalariada, y

con ello la génesis de relaciones de producción capitalistas en la región. Ahora bien, la

institución por excelencia que permitió la introducción de relaciones capitalistas, fueron las

empresas agrarias y forestales que comenzaron su impulso para el 1900. Sobre éstas ya

hemos indicado en el primer capítulo su aparición y apropiación en manos de una naciente

burguesía agraria, que configuró lo que denominamos como control de los medios de

producción por una determinada clase, que como vimos, estaban profundamente vinculadas

con la burocracia que echó raíces institucionales para el dominio territorial del antiguo

Ngulumapu (como el señor Duhalde), estableciendo así el colonialismo hasta hoy presente,

que explicaremos en el tercer capítulo.

En nuestro marco teórico indicamos como características propias del capitalismo, la

propiedad de los medios de producción en pocas manos, y la relación entre un explotado

que vende su fuerza de trabajo y un explotador que controla los medios productivos. La

primera de estas características ya fue analizada, por lo que ahora debemos adentrarnos en

la segunda, para lo cual básicamente estableceremos ejemplos que evidencian la contrata de

trabajadores asalariados por la naciente burguesía agraria de la zona.

Los estudios sobre el tema que se pretende tratar, no han sido muy agudos, sino más

bien se han concentrado en establecer el sistema de hacienda, con el inquilinaje como

principal fuerza de trabajo, como la principal y única institución económica para el periodo

que sucede a la ocupación de la Araucanía, como ya hemos retratado. Ahora bien, trabajos

como los de Jaime Flores, Jorge Pinto y Claudio Robles, ya anteriormente citados, han

abierto el debate sobre las características del sistema económico en La Frontera, posterior al

proceso de ocupación del Estado, que anuncian ciertas características que asumió la

propiedad, la construcción de ciudades, el crecimiento demográfico, la mecanización

Page 64: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

64

productiva, etc., pero no así, sobre las relaciones productivas que comenzaron a dar luz para

los decenios estudiados, es eso precisamente lo que intentaremos a continuación.

Dos

Tempranamente el comercio y la industria comenzaron a florecer en la Gobernación

de Imperial, ya en 1893, según la matricula de patentes del departamento de Imperial, se

contabilizan 240 empresas [ver anexo N°1], entre las que se encuentran industrias de

destilación, despacho de licores, bodegas, fondas, molinos, hoteles, boticas, puestos de

carne, tiendas surtidas, restoranes, panaderías, sastrerías, etc., lo que evidencia la

configuración de un mercado interior al que era preciso satisfacer en sus necesidades, y al

mismo tiempo, permitía fortalecer el comercio y la industria local. Muchas de estas

empresas comerciales e industriales pertenecían a un solo propietario, como es el caso de

Carlos Thiers quien posee una destilería, un molino y un puesto de cerveza, o como

Enrique Greve quien tiene dos tiendas surtidas y dos bodegas, del mismo modo los

hermanos Alejandro y José Bunster mantenían dos bodegas, un molino y una botica

(demostrando así también que los Bunster no fue una empresa exclusiva del Malleco), los

casos suman y siguen, como es el de Miguel Ansorena y cia, Vetterlein y Habicht, Manuel

Gonzales, etc. Éste hecho nos permite subentender que las empresas no eran trabajadas por

sus propios dueños, ya que es imposible que cada uno de ellos pudiese encargarse desde las

labores más básicas hasta los asuntos administrativos más delicados de la firma, y de este

modo, para los casos mencionados, la contrata de trabajadores se transformó en una

obligación económica, en tanto el crecimiento comercial y productivo que cada capitalista

busca, solo era posible mediante la expansión de la técnica y/o del aumento de la fuerza de

trabajo. La asalarización se presenta en esta del capitalismo, como una necesidad vital para

el mantenimiento, fortalecimiento y crecimiento de los capitales invertidos, como

seguiremos comprobando en las siguientes líneas.

Otro proceso que colabora al fortalecimiento de la relación capital-trabajo, es la

construcción de los villorrios, pueblos y ciudades, las que tenían como principal material de

edificación la madera, y es solo cosa de recorrer las calles de Carahue o Nueva Imperial, y

sus alrededores, para percatar que las antiguas bodegas, iglesias y casas eran construidas en

Page 65: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

65

base a dicho material. De este modo, la aparición de empresas vinculadas a la confección

de maderas útiles para la construcción de la infraestructura del sistema político y

económico que comenzaba a imponerse, fue al mismo tiempo una necesidad y una

obligación. Encontramos por ejemplo, que en 1904, los aserraderos de Nueva Imperial

Puerto Saavedra y Nehuentue ascienden a 27, en las cuales obran 230 trabajadores, como

muestra el siguiente cuadro.

Cuadro N° 198

Comunas Numero de

aserradores

Capitales que

presentan

Número de

trabajadores

Precio medio

que ganan

Nueva Imperial 14 $140.000 140 $1,50

Puerto Saavedra 5 $82.000 44 $2.00

Nehuentue 5 $143.000 46 $2.00

Total 27 $365.000 230 -

El trabajo asalariado en los aserraderos, constituyó una más de las formas en que la relación

entre propietarios de los medios de producción y mano de obra que vende su fuerza de

trabajo se expresó en la región, dejando cantidades importantes de plusvalía para los

empresarios madereros, considerando que el capital total de las industrias sumaba

$365.000, mientras que el salario de todos los trabajadores correspondía solo a $310, es

decir el 0,08% de todo el capital administrado y acumulado por las empresas del rubro en

las tres ciudades señaladas. Es claro de esta manera, que la explotación de los trabajadores

era una realidad en la Araucanía, y no solo argumentación teórica en base al procedimiento

común que adopta el capitalismo en los espacios que conquista.

Podemos replicar estas muestras en otras subdelegaciones de la gobernación, como

por ejemplo en Galvarino, cuando en abril del 1900 se informaba el número de

establecimientos industriales y la cantidad de trabajadores en cada una de ellas, como

muestra el siguiente cuadro:

98

Gobernación de Imperial, Vol. 14, fj. 449, ARA.

Page 66: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

66

Cuadro N° 299

Establecimientos Industriales Capital Operarios Hombres

Un molino de cilindros $50.000 22

Un molino a vapor $5000 2

Una máquina aserradora $4000 25

Una herrería y carrocería $1000 6

Una herrería y carrocería $500 4

Una herrería y carrocería $300 2

O en la misma fecha en Cholchol, podemos ver, en base al documento encontrado, los

propietarios, industrias y comercios, los capitales de cada una de ellas, y los obreros (mujer

y hombres) presentes en la subdelegación, como advertimos en el siguiente cuadro:

Cuadro N°3100

Propietarios Establecimientos Industriales Capital Obreros

Juan Quijada Herrería y Carrocería $2000 6

Elías Garay Herrería y Carrocería $500 3

Augusto Renner Molino $8000 8

Alipe Trombert Panadería $500 3

Cloromiro Lara Carnicería $500 2

Evaristo Ramírez Carnicería $600 2

José María López Carnicería $600 2

Domingo Padilla Carnicería $500 2

Juan Canales Carnicería $500 2

Juan Sanhueza Zapatería $400 4

Juan Lamilla Zapatería $500 5

99

Gobernación de Imperial, Exposición Digital, Archivo Regional Araucanía (ARA) [en línea:

http://sites.google.com/site/archivotemuco/contribuciones], Consulta: 11 de abril de 2011 100

Ibídem.

Page 67: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

67

Bernardino Sansana Zapatería $300 3

Juan Pablo Merino Talabartería $250 1

Juan Narvaes Molino en rama $1500 2

José Rosario Plaza Tejería $400 6

Manuel Manrique Sastrería $250 2

Demetrio Rivas Carpintería y Mueblería $800 5

Alvarado Fernández Carrocería $400 3

Para fines del XIX y principios del XX, la configuración de clase era una realidad en la

costa del Cautín. Por un lado, empresarios y comerciantes establecían un control de medios

de producción con fines acumulativos de capitales, mientras por otro lado cada vez más

hombres y mujeres comenzaban a vender su fuerza de trabajo a la naciente industria y

mercado interior de Imperial. La ocupación geopolítica del territorio mapuche, impulsada

por la élite que monopolizó el Estado decimonónico, configuró tempranamente la

explotación capitalista del espacio y los trabajadores(as).

Ahora bien, nosotros no desconocemos que este proceso tiene un carácter distinto a

como sucedió bajo la impronta del capitalismo europeo, ya que por una parte, la mano de

obra, como señalamos más arriba, no vivió tempranamente una proletarización, en su

sentido estricto, ya que la fuerza de trabajo no cautiva siguió presente, como podemos

comprobar en los informes por delitos de ebriedad de los meses febrero, marzo, noviembre

y diciembre del 1904, de las comunas de Imperial y Cholchol, bajo la cual podemos

establecer el siguiente cuadro:

Cuadro N° 4101

101

Gobernación de Imperial, Vol. 50, fjs. 159, 164, 166, 171, 174, 179, 182, 183, 199, 202, 265, 269, 271,

273, ARA.

Ocupación Número de detenidos

Agricultor 33

Gañan 21

Jornalero 17

Carpintero 6

Zapatero 3

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68

Si bien esta información no la podemos utilizar para contabilizar el número total de

trabajadores, ni tampoco para establecer alguna proporción entre obreros calificados y

cautivos frente a trabajadores esporádicos y poco calificados, ya que solo nos ofrece el

oficio y la cantidad de personas detenidas por el delito de ebriedad, muy común por lo

demás en la región, sí podemos señalar que la figura del gañan y el jornalero esta presenta

en la fuerza de trabajo de la zona, los que nos podría indicar por lo menos dos cosas; que

los ciclos económicos de expansión y contracción varían continuamente, tanto por las

variables propias del sistema, como por los trabajos esporádicos presentes en la mayoría de

las economías agrícolas, evitando así una total proletarización de los trabajadores; y que de

este modo, el salario por fuerza de trabajo no significó, por lo menos en nuestra región, la

aparición inmediata de una clase obrera, sino que se verifica que la expansión capitalista

originó nuevos tipos de relaciones sociales en la Araucanía, presentes sin duda al norte del

Biobío, pero inexistentes al sur de este río para mediados del siglo XIX, lo que nos permite

fortalecer la idea de un desarrollo combinado de las relaciones productivas, en tanto

trabajadores proletarizados en faenas de empresas agrícolas como los molinos y

aserraderos, convivían con una mano de obra menos calificada y más barata, pero que

igualmente fortalecían al empresariado y a los comerciantes locales en expansión. Señalar

además que en el total de detenidos se encuentran 15 mapuche, de los cuales solo 1 trabaja

en servicio doméstico y los catorce restantes son, según la definición del documento,

agricultores, es decir que probablemente eran mapuche de reducciones, que se encontraban

en estado de ebriedad en los pueblos señalados, manifestando de esta manera el temprano

Costurera 3

Albañil 2

Lavandera 2

Cocinera 2

Mecánico 2

Talabartero 1

Abastero 1

Carretonero 1

Guardián 1

Servicio Doméstico 1

Page 69: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

69

contacto de mapuche con los nuevos circuitos culturales, y por cierto económicos de la

zona, tema que abordaremos en el siguiente capítulo.

Por otro lado, la organización de la fuerza de trabajo que imprimieron ciertas

empresas de colonización, instauraron nuevas relaciones de poder y producción, que

podríamos definirla dentro de los marcos de acumulación capitalista, pero que en la praxis

es más cercano a señorialismos, en tanto la concentración de la violencia, y en este sentido

del poder, cae en las manos del sujeto que a la vez es el propietario de las tierra y los

medios productivos, y que establece un cerco comercial entre sus trabajadores, en tanto la

paga es por medio de fichas que serán intercambiadas solo dentro de la empresa de

colonización, mientras su producción agrícola y ganadera, es exteriorizada a diferentes

mercados comerciales, contribuyendo a la maximización de los capitales del propietario. En

la Gobernación de Imperial, la empresa de colonización dirigida por Eleuterio Domínguez,

analizada la constitución de su propiedad en el primer capítulo, es un caso paradigmático,

que analizaremos a continuación. En 1904, el periódico “Democracia” de Nueva Imperial,

se refería a la empresa de colonización en cuestión, de la siguiente manera:

“La empresa de colonización del Budi, nos ha traido a nuestras rejiones, las

odiosas fichas de que se valen como brillante negocio los dueños de salitreras

del norte, para esplotar a sus operarios. Las fichas de la empresa del Budi, son

de la misma forma de un billete, a estarnos a la N° 165, por veinte centavos que

llegó a nuestra vista, llevando impresa en su frente estas palabras ‟Empresa

Colonizadora del Budi – Eleutorio Dominguez y Cia.‟ Protestamos, entre tanto,

de la libertad que se toma la Compañía Colonizadora o explotadora del Budi, al

emitir billetes o fichas, cuando recientemente ha sido prohibido por el Supremo

Gobiero éste abuso, de cuyas consecuencias en el norte ha habido que lamentar

hechos desgraciados”102

Así, las fichas fueron la forma de paga que adopto Domínguez para los colonos canarios y

chilenos, quienes se veían imposibilitados de adquirir productos fuera de la empresa de

colonización, y con ello la ficha funcionaba como un mecanismo restrictivo de la movilidad

de los trabajadores, pues estaban obligados a consumir lo que la misma empresa proveía en

sus almacenes. Esta situación empeoraba bajo las estrictas, violentas y despóticas formas en

102

Democracia, Periódico demócrata semanal, Año 2, Nueva Imperial, domingo 27 de marzo de 1904, Núm.

51

Page 70: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

70

que Domínguez administraba la empresa, demostradas por el diario “La Frontera”, que al

igual que el “Democracia” eran críticos de colonizaciones extranjeras, cuando señalan que:

“Para nosotros que tenemos una inmensa labor que realizar, una penosa misión

que cumplir, no podemos dejar pasar en silencio, sin una protesta siquiera, lo

que está sucediendo en la colonia española de Puerto Domínguez. Ahí todos los

colonos están bajo la omnímoda voluntad del Empresario, don Eleuterio

Domínguez. Esto a imitación de los caballeros feudales de la edad media, ha

establecido allí un estado independiente sin sujeción a ley alguna del país. Sus

caprichos imperan, su voluntad se ejecuta sin observación lo que menos, como

lo prueba el hecho siguiente. El martes 18 del actual, el español don Eleuterio

Domínguez ordena a su administrador fuera a desalojar a una familia López,

residentes de esos lugares más de 14 años y que le incendiaria sus humildes

hogares, fruto de tanto sacrificio, después de que los lanzara fuera de sus

habitaciones. Natural que esta orden tan extemporánea, tan falta de justicia y de

equidad, tuvo precisamente, que ser resistida. Entonces el administrador loco de

furor cediendo de venganza en contra del hijo de este país, no pudo resistir sus

ímpetus de exterminio para esos ciudadanos que han cometido otro crimen sin

el haberse sacrificado por el progreso y adelanto de esas incultas regiones. A

una señora anciana la maltrató de tal manera que su estado inspiró compasión.

A dos niñas, hijas de la anterior, también fueron inhumanamente tratadas sin

más consideración que la fuerza bruta. Sus casas fueron incendiadas, sus

animales robados, sus siembras destruidas, quedan de la última miseria toda una

familia que sus esfuerzos todos fueron puestos al servicio de la colonización

nacional”103

De este modo, no es extraño que la huida fuese el porvenir de varios colonos, en su mayoría

canarios, ya que como señala uno ellos, “el trato que allí se da a los colonos es de tal modo

duro y sus espectativas de alcanzar una situación algo desahogada tan nulas, que todos han

preferido salir de allí sin recoger sus modestos haberes ántes que continuar soportando una

vida que mas parece de esclavos que de hombres libres”104

. Ahora, esta empresa de

colonización, si bien en su organización laboral y de alguna manera micropolítica, funcionó

de manera no clásicamente capitalista, en tanto sus trabajadores eran remunerados mediante

un salario que no ingresaba como capital al mercado, mantenían relaciones de obediencia

no enmarcadas en un contrato laboral, el empresario a la vez de controlar monopólicamente

los medios productivos y los almacenes comerciales, mantenían el poder de la violencia en

sus manos, generando un espacio en el cual la justicia es impuesta y efectuada por el señor

103

Diario La Frontera, 27 de octubre 1904, Temuco. Citado por Fabien Le Bonniec, opus. cit. p. 555- 556 104

Ibíd. p. 564

Page 71: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

71

Eleuterio Domínguez, no podemos señalar por estas, y otras características, que la

producción de la empresa de colonización no compartía los mercados comerciales con la

naciente empresa capitalista de la zona.

De este modo, la configuración de un régimen capitalista combinado y articulado,

en donde la organización laboral no es puramente la proletarización de la toda la fuerza de

trabajo, sino que aquella convive articuladamente con el gañan, el peón, el jornalero, el

colono pobre, quienes todos laboran explotados por un propietario de la tierra y los medios

de producción, pero que mantienen distintas relaciones con cada uno de sus patrones, al fin

del día, la originalidad del capitalismo, que adoptó en su proceso expansivo en territorio

mapuche, permitió que cada una de estas fuesen elementos sustantivos para la acumulación

capitalista de los grandes colonos, empresarios agrícolas y comerciantes, es decir, de la

naciente clase propietaria en la Gobernación de Imperial.

Page 72: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

72

Capítulo 3. Dominación y Explotación Bajo el Nuevo Contexto Colonial.

Estado, Expansión Capitalista y Pueblo Mapuche

En los dos capítulos precedentes analizamos la configuración económica, es decir,

la propiedad de los medios de producción, los circuitos comerciales, las relaciones sociales

de producción, la exteriorización del Estado como elemento de implantación capitalista, en

la Gobernación de Imperial. Pudimos vislumbrar como la ocupación de la Araucanía, junto

con la expansión capitalista, generó nuevas condiciones materiales y relacionales en el

territorio, quedando expuesto la división de la tierra entre grandes, medianos y pequeños

propietarios y reducciones mapuche, la concentración de los medios productivos, la

circulación de mercancías, una burocratización generativa de faenas laborales, la aparición

de una fuerza de trabajo asalariada combinada articuladamente con trabajadores

esporádicos, peones, jornaleros y gañanes. En suma, pudimos comprobar que además de la

aparición del latifundio, como sistema político y productivo, y del inquilinaje como

relación social en la Araucanía, como indica José Bengoa, comenzó la emergencia de un

sistema basado en el intercambio de capitales, en la inversión en el proceso productivo, en

la acumulación de riquezas por los empresarios agrícolas, en la venta de fuerza de trabajo,

en la aparición de un mercado interior, y la conectividad con otros espacios en donde

comercializar la producción local. Este proceso, como indicamos en nuestro marco teórico,

tiene un carácter original, en donde se combinan articuladamente diferentes formas de

tenencia de tierra, distintas formas productivas y heterogéneas maneras de organización del

trabajo, pero que en definitiva sirven para la consolidación capitalista en la región, como

vimos más arriba.

Ahora bien, nuestro análisis se enfocó, hasta el momento, en la configuración

económica regional, sin explicar la situación en la que quedó la población mapuche bajo

este proceso, considerando que para 1907 el porcentaje de mapuche, en relación al total de

la población de la Provincia de Cautín, correspondía a un 26%105

, es decir a una importante

105

Según los datos entregados en: Pinto, Jorge, La población de la Araucanía en el siglo XX. Crecimiento y

Distribución Espacial, Ediciones UFRO, Temuco, 2009, p. 108. Señalar que según el censo del 2002, la

población mapuche representa el 25,6% de Cautín, evidenciando la permanencia porcentual de la población

mapuche en la región estudiada.

Page 73: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

73

sector al que no podríamos descuidar en el análisis económico, además de representar

contemporáneamente una población empobrecida y conflictuada social y políticamente con

el Estado y los empresarios de la zona, sin sumar el hecho de ser los habitantes anteriores a

la expansión capitalista llevada a cabo para fines del siglo XIX.

Hemos señalado que previo a la ocupación del territorio mapuche, se desenvolvía

circuitos políticos, económicos y comerciales que permitían la sustentación de una sociedad

autónoma por medio de estructuras organizativas y productivas que para 1850 aún

representaban una situación no capitalista, en donde primaba relaciones de cooperatividad

mutua entre los diferentes esferas de la sociedad mapuche, por medio de prácticas como el

Mingako, el Kelluwün o el Trafkintu, que permitían, respectivamente, la finalización de

trabajos por medio de la ayuda comunitaria, el servicio entre los pertenecientes a una

comunidad y el intercambio comercial entre productos evaluados por su valor de uso. Lo

anterior se encontraba profundamente vinculado con la estructura política mapuche, en

tanto el control territorial de un ñidol longko permitía la sustentación de todos los

participantes de aquella comunidad o rewe, como señalamos iniciando el segundo capítulo.

Entonces, una de las necesidades de la colonización del Estado, fue la constante

disminución, pero no por ello desaparición, de grandes referentes políticos mapuche y así

de la estructura política-económica. Esto conllevó al aumento de pequeñas autoridades

políticas que tenían prerrogativa en disminuidas extensiones territoriales. Domeyko da

cuenta de este fenómeno, al señalar que:

“Vendidas o arrendadas [despojadas agregaríamos nosotros] las tierras de las

fronteras han cambiado las divisiones políticas del territorio. Toda la nación se

halla hoi repartida entre las autoridades de los caciques, cuyo número ha

aumentado tanto en los últimos tiempos, que hai algunos entre ellos que apenas

gobiernan diez o doce familias en su distrito (…) Hai algunos que son todavía

ricos, i poseen muchos terrenos, mucho ganado, i muchos caballos; otros por el

contrario que poco se diferencian de la comunidad del pueblo”106

Provocando de esta manera una disminución del dinamismo productivo de cada

extensión territorial que controlaba un nidol longko, convertido ahora en autoridades

políticas de pequeñas reducciones, acabando con ello la autonomía productiva del pueblo

mapuche, e inaugurando la relación colonial que se mantiene con los productores

106

Ibíd. pp. 60-61

Page 74: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

74

capitalistas de la región. Bajo este análisis, consideramos que la situación que ocupa en este

contexto la población mapuche, es de igual modo parte del desarrollo combinado y

articulado del capitalismo en la zona, en tanto la reducción y las relaciones presentes entre

éstas y los grandes y medianos productores, determinan la situación de empobrecimiento, la

negación de una política autónoma, la dependencia económica de la sociedad mapuche, la

inserción de modo desigual a los circuitos comerciales, en definitiva, de un colonialismo

económico que genera dependencia con la sociedad mayor, impidiendo el desarrollo

económico y político de la sociedad mapuche, como Pueblo.

Page 75: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

75

3.1 Profundización de las consideraciones teóricas

Antes de intentar vislumbrar la situación descrita, desarrollaremos con mayor

profundidad la categoría de desarrollo combinado y articulado, y el concepto de

colonialismo, con la intención de vincular ambas, para una explicación, paralelamente,

contextualizada con el desarrollo capitalista y localizada en la situación económica y

política del pueblo mapuche. Explicamos, a partir de Vitale, las características propias del

desarrollo del capitalismo en América Latina, que según sus palabras, que nosotros

adoptamos, sería desigual, combinado, articulado, diferenciado y multilineal, es decir,

tendría un carácter original que delimitaría el proceso histórico del continente. Esta tesis,

originalmente de Trotsky, para los países “atrasados”, la definía éste de la síguete manera:

“Las leyes de la historia no tienen nada de común con el esquematismo

pedantesco. El desarrollo desigual, que es la ley más general del proceso

histórico, no se nos revela, en parte alguna, con la evidencia y la complejidad

con que la petentiza el destino de los países atrasados. Azotados por el látigo de

las necesidades materiales, los países atrasados vénse obligados a avanzar a

saltos. De esta ley universal del desarrollo desigual de la cultura se deriva otra

que, a falta de nombre más adecuado, calificaremos de ley del desarrollo

combinado, aludiendo a la aproximación de las distintas etapas del camino y a

la confusión de distintas fases, a la amalgama de formas arcaicas y

modernas”107

La idea, más allá de la utilización de conceptos que por hoy parecerían vetustos, es que la

configuración económica de los países periféricos tiene características particulares, como

por ejemplo, una organización de la fuerza de trabajo no homogénea, sino combinada, en

tanto la proletarización no será la única relación social que potencie el capitalismo, ya que

otras formas de relaciones se articularán a ésta, permitiendo que el capital siga

reproduciéndose. De este modo, el mundo indígena en América Latina, para fines del siglo

XIX, se complementó desigualmente a la estructura económica que comenzaba a dar luces.

Tal como explica Javo Ferreira para el caso boliviano:

“La fuerza arrolladora del capitalismo se puede observar en la capacidad que

tuvo para subordinar los diversos modos de producción existentes en nuestro

107

Trotsky, León, Historia de la Revolución Rusa, Tomo I, [en linea:

http://www.marxists.org/espanol/trotsky/1932/histrev/tomo1/cap_01.htm] Consulta: 4 de mayo del 2011

Page 76: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

76

continente y refuncionalizar formas de trabajo y cooperación como la mita, por

ejemplo, al servicio de la producción y acumulación de capital”108

La destrucción, invención y refuncionalización de las relaciones sociales productivas que

emergen en el nuevo contexto de despojo y ocupación territorial, sirven para la mantención

del proyecto capitalista, o al menos para la acumulación de capitales, junto con la

emergencia de la asalarización, el peonaje, jornaleros, y, en nuestro caso, colonos pobres

pagados por medio de fichas-salarios. Con ello, intentamos señalar, que la problemática

mapuche actual, no solo atraviesa el conflicto con el Estado, sino se encuentra inherente

con el desarrollo del capitalismo en la región.

Ahora bien, ¿cómo conceptualizar la relación productiva y política entre los

empresarios agrícolas y el Estado, con el Pueblo Mapuche? Para responder tal cuestión,

primero que nada, me gustaría enfatizar en una diferencia conceptual que de alguna manera

es fundamental para entender lo que sigue. Muchas veces se suele confundir el término de

explotación y el de dominación, para identificar el carácter subordinado de ciertos actores

sociales o, en este caso, un pueblo. Intentemos diferenciarlos, y ver que potencialidades

tiene para describir la situación mapuche.

Por un lado, la explotación, en términos clásicos, es la relación entre un propietario

de los medios de producción y un trabajador que vende su fuerza de trabajo, el cual recibe

un salario por la labor realizada, pero que está muy lejos de ser el valor real producido, ya

que parte del trabajo efectuado por el obrero, se lo apropia como plusvalía el propietario de

la tierra y/o los medios para producir la mercancía. Ahora bien, la explotación también

puede darse a nivel de pueblos, cuando la relación de producción es de manera subordinada

entre agentes capitalistas de una etnia, pueblo o nación determinada, y sujetos a los que se

le expropia parte de su trabajo de otra etnia, pueblo o nación, cuando tal situación no es

casual o insignificante, sino extendida y estructural. Por otro lado, la dominación se

relaciona con el problema del poder, pero ¿qué es el poder? Para emplazar a unos de los

últimos, o quizás más citados últimamente, intelectuales que trata el tema, Foucault,

diríamos que el poder son relaciones, y no un ente materializado al que se le puede

108

Ferreira, Javo, Comunidad, Indigenismo y Marxismo, Ediciones Palabra Obrera, Ciudad del Alto, Bolivia,

2010, p. 84

Page 77: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

77

apropiar, y en este sentido, existen redes que permiten el control en la fábrica, en la escuela,

la familia, la iglesia, los cuerpos, las prisiones, los hospitales, etc. Este poder se encuentra

capilarizado en toda la sociedad, y con ello no se limita al Estado, ni a su función,

legitimada según Weber, de violencia y represión. Agregar que el poder, según Hobbes y

Maquiavelo, es consustancial al hombre, y sin él y su función dominadora, reinaría el

desorden y el conflicto. Para nosotros, en cambio, el poder no es propio de la naturaleza

humana, sino es parte de una condición histórica que necesita de la obediencia, el control y

el castigo para legitimarse, “el poder no es inmanente, algo exterior a él lo hace posible,

necesario y lo funda”109

. Además creemos que el poder, si bien permea la sociedad, por

medio de relaciones de poder o mecanismos de dominación, no podemos pensarlo por fuera

de las relaciones sociales de producción, ya que si no, se nos presentaría como un fetiche,

como un fin en sí mismo, como algo absoluto, cuando, como dijimos, es completamente

historiable. De este modo el poder, que deviene en dominación, nunca es algo ininteligible,

sino es parte de un modo de producción, el poder no se ejerce entre hombres y cosas o entre

maquinarias de sujeción y sujetos, sino “el poder es una peculiar relación entre hombres

(individuos, grupos, clases sociales o naciones) en la que los términos de ella ocupan una

posición desigual o asimétrica. En las relaciones de poder, el poder de unos es el no poder

de otros”110

. Entonces digamos que el poder no es una relación descontextualizada, y que

en este sentido, pensar el poder como un problema fuera de condiciones materiales e

históricas sería una inadvertencia. Con ello, intentamos señalar que explotación y

dominación, si bien son categorías de análisis distintas, no podemos pensarlas

separadamente, ya que, en nuestro caso, la perdida de la autonomía política, significa al

mismo tiempo una explotación de la fuerza de trabajo mapuche, por diferentes medios, pero

principalmente, por el constante despojo territorial, las relaciones de intercambio comercial

desigual y el consecuente empobrecimiento endémico. Tal situación de constante

usurpación territorial (que por lo demás no podría desarrollarse sin bajo contextos de

dominación coercitiva) y, la necesidad u obligación de involucrarse a los circuitos

comerciales capitalistas, en tanto la sustentabilidad económica se hace imposible

desarrollarla en pequeñas extensiones de tierra, provoca un cambio desde una economía

109

Sánchez, Adolfo, Entre la Realidad y la Utopía, Fondo de Cultura Económica, México, 2000, p. 29 110

Ibídem.

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78

autónoma y autosustentable a una dependiente y de carácter colonial, tal como lo

explicamos a partir de Gonzales Casanova, quien entiende que “el colonialismo interno

corresponde a una estructura de relaciones sociales de dominio y explotación entre grupos

culturales heterogéneos, distintos. Si alguna diferencia específica tiene respecto de otras

relaciones de dominio y explotación (ciudad-campo, clases sociales) es la heterogeneidad

cultural que históricamente produce la conquista de unos pueblos por otros”111

. En suma,

podríamos señalar que la expansión y consolidación capitalista, generó condiciones

originales de explotación y dominación contra el pueblo mapuche, las que podríamos

identificar como coloniales, en tanto existe una pérdida de autonomías políticas y

económicas, con la consiguiente dependencia a la estructura político-burocrática y al

mercado interior capitalista. Finalmente, tal situación obedece al desarrollo combinado y

articulado del sistema económico, el que permite, por un lado, el desarrollo de una naciente

burguesía agraria, y por otro, a un sector extenso de trabajadores asalariados, peones,

colonos pobres, y mapuche sometidos a un entramado social discriminatorio, usurpador,

explotador, dominador, en definitiva: colonial.

111

González Casanova, Pablo. El colonialismo interno. En: opus. cit. p. 167

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79

3.2 Dominación Político-Cultural: Obediencia-Resistencia, Control y Dependencia

El Estado chileno al implementar la lógica de control y orden en la Araucanía,

estableció grados de dependencia y obediencia del pueblo mapuche con la administración

burocrática. Recordemos que la guerra de colonización había sido perdida, las muertes

fueron innumerables, el territorio usurpado abrumador y las condiciones sociales anteriores

destruidas o trasformadas en función del control territorial del Estado y de la consolidación

del régimen capitalista. Esto condujo a situaciones variadas de orden cultural, político y

económico, que desarrollaremos a continuación, siempre advirtiendo la condición de

dominación y explotación que enunciamos más arriba.

La obediencia constituye el armazón principal de la dominación, ya que cuando ésta

se instaura, por medio de la coerción o de la cooptación, permite la estabilidad de un

régimen como un hecho natural. De este modo, la dominación se nos presenta como una

condición de la realidad, la que difícilmente podríamos criticar o subvertir, cuando

pertenece al universo social de la “normalidad” y/o de la ley, no de la regla. Ahora bien,

aquello nunca es consumado terminalmente, ya que los mecanismos de dominación se

neutralizarían al no tener nada que dominar, y como sabemos, esto no es así. Con ello,

dominación y resistencia se encuentran tensionados permanentemente, y dependerá de la

hermenéutica (interpretación) para entrever cada una de ellas. Por ejemplo en marzo del

1914, la Intendencia de Cautín autorizaba la realización de un Nguillatün, en la cual se

señalaba: “En vista de la petición precedente concédase la autorización para llevar a cabo

dicho guillatún. Así mismo (¿?) al señor comandante de Carabineros a fin de que se envie a

fun(¿?) guardo del orden”112

. Bajo lo anterior, podríamos señalar, por un lado, la condición

de subordinación en la que se encontraba (encuentra) la sociedad mapuche en relación con

la administración burocrática del Estado, al solicitar la venia de la Intendencia, para la

celebración de un evento cultural definitorio y central de la cultura mapuche; y por otro

lado, podríamos considerar al documento como prueba de obstinación o resistencia cultural.

Lo cierto es que, obediencia o resistencia, la condición política en la que se encontró el

pueblo mapuche, no permitía la realización autónoma de tales elementos culturales y

112

Intendencia de Cautín, Vol. 80, fj. 96. ARA

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80

unificadores, sino que la petición o el permiso se trasformó en la lógica generalizada, a lo

que el gobierno, en este caso, contesto positivamente, pero estableciendo como exigencia la

presencia de las fuerzas de orden y vigilancia en el lugar de la realización del Nguillatün.

La realidad política y productiva que se instauro a fines del XIX en la Araucanía,

provocó también una fisura en las relaciones y actividades cotidianas de la población

mapuche. En este sentido, la ciudad, como materialización del proyecto moderno, en donde

se establece espacialmente el poder político y los centros de comercialización, planteó

nuevos problemas para el control del territorio, ya que el “hecho de que la ciudad no fuera

sólo un lugar de mercado sino también un lugar de producción obligó a recurrir a

mecanismos de regulación homogéneos y coherentes”113

, que permitieran uniformar las

ciudades bajo la necesidad de la elaboración de mercancías. Es así, que el 29 de octubre de

1901

“el inspector de la policía de aseo de esta población, ha comunicado a esta

Alcaldía, que no le es posible cumplir debidamente lo ordenado por esta

oficina, sobre la prohibición de lavar ropa y otros objetos en el canal de agua

del Señor Carlos Thiers, que va a la cervecería de este señor por motivo que se

requiera a las lavanderas, no dejan estas de irse a cada momento a lavar en

dicho canal de que tanta limpieza se necesita para el uso de la cervecería

indicada. Lo que se permite esta Alcaldía comunicar a Ud. para que si la tiene a

bien, se sirva a impartir las órdenes del caso, a fin de que sea respetado lo

ordenado por esta oficina, bajo la multa de un a cinco pesos a beneficio de la

Municipalidad”114

.

Nuevamente los nombres se nos repiten, en este caso, es el empresario y político de la zona

Carlos Thiers, gran propietario de tierras, molinos, destilerías, quien, para mediados de la

primera década del siglo XX, se convirtió en Alcalde de Imperial, el afectado por una

actividad cotidiana que se desarrollaba en las riveras del rio que él utilizaba como materia

prima para su producción de cerveza. Las lavanderas, quizás mapuche y de los sectores

populares que comenzaron a engrosar la población, eran los blancos de la alcaldía, ellas

deberían dejar, por medio de la fuerza o un castigo monetario, su actividad, con el fin de

que la producción no se entorpeciera [Ver Anexo Fotográfico N° 1]. El control fue la 113

Foucault, Michel, La Vida de los Hombres Infames, Ed. Altamira, [en línea:

http://www.trelew.gov.ar/web/files/LEF/SEM02-Foucault-LaVidaDeLosHombresInfamesCap7.pdf],

Consulta: 11 de mayo del 2011 114

Gobernación de Imperial, Vol. 39, fj. 246

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81

operación de regulación de las actividades de la sociedad mapuche, como lo vimos con el

Nguillatün. El Estado penetró la cotidianidad, para vigilar, reglar y establecer ordenaciones

funcionales al modo de producción que hemos analizado. Con lo anterior, las prácticas

culturales, tanto ceremoniales como cotidianas, quedaban reguladas a la administración del

Estado, lo que trae inevitablemente consecuencias políticas, en tanto las experiencias

habituales se veían controladas por la burocracia de la zona, y no desarrolladas de forma

autónoma.

Otro dato interesante que nos entrega el documento, es el que lleva relación con la

inoperancia de la policía en la Araucanía (“el inspector de la policía de aseo de esta

población, ha comunicado a esta Alcaldía, que no le es posible cumplir debidamente lo

ordenado por esta oficina”), para lo cual basta recordar las palabras de Gustave Verniory,

cuando en 1895 señalaba sobre la policía de Victoria que:

“la policía de estos tiempos, „pacos‟ como se les llamaba, eran una docena de

seres andrajosos, sin uniforme, solamente reconocibles por su aire insolente y

su quepi blanco, rojo, azul o negro. Su armamento consistía en un yatagán y un

sable de caballería. Su sueldo era de 17 pesos al mes, que rara vez se les

pagaba. Por ello se buscaba la subsistencia por sus propios medios (…) Cuando

un policía ingenuo quería impedir que los caballeros de francachela cometieran

abusos, primero era golpeado y en seguida era llevado al puesto de policía

donde el sargento lo ponía en el cepo por haberse metido en asuntos que no le

incumbían”115

Del mismo modo, en 1901 Hernán Trizano, organizador y encargado de la policía

“Gendarmes de las Colonias”, represor, despótico y autoritario para los mapuche, aliado y

muy apreciado por los colonos enriquecidos que se establecieron en la Araucanía, señalaba

que ciertos bandidos “se tienen comprados casi todos los oficiales i parte de la tropa”116

. En

efecto, como señala Marco León,

“la actuación de la naciente policía se vio dificultada tanto por las endémicas

faltas de presupuesto que desincentivaban el ingreso de policías, como también

por la poca profesionalidad de quienes integraban dichos cuerpos armados. En

este sentido, fueron frecuentes los reclamos por la falta de armamento, de

115

Verniory, Gustave, Op. Cit. p. 354 116

Citado por León, Marco Antonio, Criminalidad y Prisión en la Araucanía chilena 1852-1911. En

Revista de Historia Indígena Nº 5, pp. 135-160

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82

instrucción de los policías e incluso de caballos para poder desplazarse hacia las

áreas rurales”117

Esta problemática, que por su complejidad y extensión proporcionaría material para una

tesis completa, es de vital necesidad comprenderla, ya que la regular inoperancia de los

aparatos institucionales de castigo y control, daría pie para que los colonos y grandes

propietarios tomaran la labor policial por sus manos, lo cual explicaría, de alguna manera,

la temprana dependencia que generó la población mapuche con el Estado, que

supuestamente, en la lectura de la época, tendría la obligación de defenderlo de los malos

tratos proporcionados por los “particulares”.

Bajo este último sentido podemos comprender el Parlamento, o más bien Trawün,

de Koz-Koz de 1907, en el que se discutió los abusos que los winkas venían desarrollando

contra las reducciones mapuche. Quien tomó nota y publicó este Parlamento fue Aurelio

Díaz Meza, gracias al cual podemos obtener interesantes palabras de los longkos

involucrados en los problemas que se sucedían en el Ngulumapu para inicios del silgo XX.

El que llama a parlamentar a todos los pu longko ubicados a 15 días a caballo de ida y de

vuelta, es Manuel Curipangui Treulen, que al iniciar el parlamento señaló:

“Hemos querido, mi padre y yo, que haya en Coz Coz una junta grande, para que

vinieran los caciques a parlamentear, porque hace mucho tiempo que no se hablan

ellos de lo que les pasa en sus reducciones con los huincas que nos quieren quitar la

tierra que ha sido siempre de nosotros”118

Luego de la presentación y bienvenida las voces se abrieron, entre éstas Díaz Meza pudo

trascribir algunas que citaremos a continuación, las cuales dan cuenta de la violencia de

“particulares” a mapuche. El longko Lorenzo Carileu, de Quilche señaló:

“Una vez Rafael Mera me hizo un cerco en Quilche; quería quitarme un retazo

de tierra en que yo tenía un manzanal. Un mocetón me avisó luego y yo fui más

tarde con quince mocetones e hice pedazos el cerco. Dos días después, Mera

levantó otra vez el cerco y yo volví a hacerlo pedazos y me llevé las varas a

pegual hasta bien lejos”

El longko se dirigió a los órganos del Estado chileno, ahí le dieron un papel, seguro un

titulo de merced, con el cual supuestamente no le podrían usurpar su territorio ya reducido,

luego señala:

117

Ibíd. pp. 141 118

Díaz Meza, Aurelio, Araucanía: El Último Parlamento Mapuche de Cozcoz, En Revista Chilena de

Literatura. Sección Miscelánea, abril 2010, pp. 197-262

Page 83: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

83

“yo tenía el papel bien guardado y una vez Rafael Mera me encontró en el

camino y me dijo que me iba a quitar con los gendarmes el terreno. Yo saqué el

papel y se lo mostré; él entonces leyó el papel, se lo echó al bolsillo, le picó al

caballo y arrancó. Yo le seguí, pero él se juntó con unos mozos y me amenazó

con el revólver si yo lo seguía. Me dijo que no me entregaba más el papel. ¡Eii!

Desde entonces no lo he podido encontrar nunca solo. Ahora me quiere quitar

otros terrenos y no me deja trabajar”, luego reclama frente a la justicia chilena,

“Ya hemos visto que para nosotros, los naturales, no hay Justicia. Vamos a

Valdivia, allá estamos diez, quince días, sin poder hablar con nadie porque

todos dicen que somos cargosos. Y al último, cuando reclamamos, por más

buena voluntad que tenga el caballero Protector de Indígenas o el Promotor

Fiscal, todo queda en nada en el juzgado. Nos piden testigos, llevamos los

testigos, pagamos intérpretes, fuera de lo que hay que pagarle al secretario y al

último dicen que nuestros testigos no sirven. ¡Ni pagando encontramos Justicia

nosotros! Ramón Jaramillo me ha quitado muchos terrenos; me mató dos

mocetones, me ha quitado animales; ha sembrado barbechos míos; me ha

quemado cercos y roces. ¿Qué le han hecho? Si hubiera sido un natural,

entonces ¡sí que lo habrían tomado preso y lo habrían azotado!”119

En estas palabras encontramos una serie de situaciones interesantes. En primer

lugar, a partir de lo que veníamos hablando, el control y castigo, al no ser operantes los

aparatos institucionales, se los autodesignaban los latifundistas de la zona. Son ellos los que

muchas veces, por medio de la fuerza, se encontraban por sobre las leyes del Estado que

ellos mismos intentaban fortalecer en función del control territorial y la conectividad

necesaria para el comercio. Además podemos entrever el carácter “racista” de la justicia, a

partir del análisis del longko, cuando señala que “si hubiera sido un natural, entonces ¡sí

que lo habrían tomado preso y lo habrían azotado!”.

Los hechos de violencia los podemos encontrar indistintamente por las regiones de

la Araucanía. En nuestro primer capítulo, vimos el conflicto de tierras entre el mediando

propietario apellidado Ubeda y Lorenzo Paillao, en donde aconteció el siguiente hecho de

violencia, según relata el subdelegado de la tercera subdelegación de Imperial, el día 29 de

octubre del 1900:

“Ayer cinco de la tarde en cercanías villa Huedaquintue Luis Ubeda, teniente

con diez soldados Regimiento Caballería Temuco destruyeron varias casas,

algunas de indios, todas en terreno cacique Paillao Lorenzo. Pedro Vergara i

dos hermanos estaban allí, aproximándose, se fuerza pidió al jefe mostrar orden

competente, teniente no hizolo: siendo los Vergara heridos a sable i amarrados

119

Ibíd. pp. 217-218

Page 84: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

84

e indios atropellados. Indígenas despojados quedaron a campo en situación

penosísima. Ud. comprenderá que autorizad infraescrito fue atropellada, fuerza

procedió sin conocimiento mío. Ignoro procedencia de orden”120

Sin duda, las fuerzas de orden, se encontraban en función de los intereses de los

propietarios, sobre todo cuando éstos eran militares retirados, pasando incluso por las

ordenanzas de los funcionarios civiles del Estado. La violencia de este modo operó en la

Araucanía, no tan solo desde las instituciones oficiales, ya que la violencia interétnica e

interclasista, considerando que los propietarios además de ser blancos, colonos chilenos y

extranjeros, pertenecían a una clase en particular, que no era, por cierto, la de los

asalariados, fue el modo habitual de finalización de conflictos, que se convertían en

problemas judiciales, que se entrampaban en largos trámites jurídicos-administrativos, que

muy pocas veces llegaban a buen puerto para los mapuche.

La situación descrita, en donde los grados de control y vigilancia que se practicó desde la

burocracia, si bien es cierto no operaban de la mejor forma por la policía institucional, no

dejaban por ello de instruirse, además del carácter desigual de la justicia del Estado, del uso

de la fuerza por parte de los grandes y medianos propietarios contra la población mapuche,

produjo una lectura particular de los dirigentes mapuche de la época, y que se convirtió en

la estrategia dominante hasta mediados del siglo XX. Esta tenía relación con una

integración subordinada al Estado de Chile, con claros grados de dependencia, en donde se

pensaba al Estado como el órgano que tendría la obligación de solucionar los conflictos,

que en la mayoría de los casos se establecían con los nuevos propietarios de la tierra. De

este modo, la violencia de particulares contra el pueblo mapuche, creó un escenario

propicio para una forma específica de dirigir la protesta, el cual era elevar acusaciones de

las prácticas de privados, al Gobierno. Nosotros creemos además que tal forma de conducto

político tiene relación, por un lado, con una condición de poder desigual que se estableció

desde la conquista y colonización del territorio mapuche por el Ejército de Chile, por otro

lado, a la estructura de poder propia del pueblo mapuche, en tanto son las autoridades

tradicionales quienes dirigen a sus comunidad, y de esta manera se establece una analogía

entre el Presidente de Chile con un longko, tal como se venía desarrollando en los

Parlamentos con la corona española. Asi mismo, el Estado al ser más bien, hasta las

120

Intendencia de Cautín, Vol. 11, fj. 18

Page 85: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

85

primeras décadas del siglo XX, un actor no visible en la cotidianidad, pero existente en el

imaginario social, permitió que los mapuche no se sintieran victimas precisamente del

Estado, sino más bien de los particulares, que son en definitiva los que realizan los actos de

“injusticia”. Estos factores: 1) una situación de subordinación militar; 2) la analogía entre la

estructura social tradicional mapuche y el presidente como dirigente de otro pueblo; 3) la

débil presencia del Estado y; 3) la presencia de particulares cometiendo los actos de

usurpación, dan fundamento para entender la estrategia del pueblo mapuche, de convertir,

entre fines del siglo XIX y principios del XX, la lógica del enfrentamiento a la lógica de la

integración subordinada121

. Por ejemplo, al término del Parlamento o Trawün Koz Koz, se

discutió sobre la necesidad de un representante, que por lo demás acabó siendo no el más

anciano, como era costumbre, sino el más rico y que podía establecer comunicación con la

burocracia del Estado, él cual señalo:

“Tan pronto como tenga tiempo, mandaré al Gobierno un escrito diciéndole lo

que han hecho con nosotros los huincas y el Gobierno deberá oírnos (…) Si hay

necesidad iré a Santiago y hablaré con el Presidente. Cuando he ido otras veces,

me ha ido bien”122

La subordinación o dependencia política, fue la constante, hasta el día de hoy,

dentro de la movilización mapuche. Incontables fueron los longkos que viajaron incluso

hasta Santiago, el centro de la administración política del Estado, para reclamar el despojo

de sus tierras [Ver Anexo Fotográfico N°2].

Así también los primeros dirigentes políticos mapuche, establecieron al Estado

como la institución que tenía la obligación de responder como “padre” con el pueblo

mapuche, labor que para 1916, según Manuel Manquilef, fundador de la Sociedad

Caupolicán, había sido fracasada, según señalaba

“fue [el Estado] un padre, cuyo deber es velar por sus hijos menores. Pero ¡oh,

desgracia!, ese padre se transformo pronto en tutor y este tutor se convirtió en

corruptor para arrebatar a su pupilo, sus inmensos campos e innumerable

ganado. El padre resulto tío y sin amor ninguno a su sobrino, a quien engaño

primero con falaces promesas para ganarse su confianza, a quien pervirtió

después con toda clase de vicios que le enseño y, por último, le quitó sus

121

Como indica el profesor Igor Goicovic para la protesta popular en Chile del 1900, En Goicovic, Igor, Los

Escenarios de la Protesta Popular en la Transición al Capitalismo, Revista Espacio Regional, Universidad de

Los Lagos, Año 3, Vol. 1, Osorno, 2006, pp. 75-80 122

Díaz Meza, Aurelio, Op. Cit. 227

Page 86: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

86

propiedades, y hoy no le quiere reconocer nada por no oírle sus quejas

importunas”123

Para lo cual se reclamaba que el “tío” volviera a ser “padre benefactor”, como bien explican

Rolf Foerster y Sonia Montecino, cuando indican que:

“Esta doble cara del Estado (tío y padre) fue el fundamento que evidenció la

necesidad de contar con organizaciones: se trataba de influir en la distribución

del poder (…) En este proceso los mapuches mantuvieron su antigua práctica

de dirigirse directamente al Presidente, encarnación simbólica del poder. De allí

que las críticas rara vez se formularan al gobierno de turno, y recayeran más

bien, en los gobiernos pasados, como si el presente implicara la esperanza,

como si cada nuevo Presidente personificara al padre deseado. Por ejemplo,

hemos apreciado que la Federación Araucana siempre fue "leal" a las

autoridades, incluso cuando en algunas épocas el Gobierno dispuso medidas

contra sus dirigentes”124

En suma, el pueblo mapuche, bajo una condición de dominación, caracterizada por

una guerra colonial que estableció la fuerza como aparato de asimetría; un Estado presente

en términos de instaurar un control territorial, homogeneizar e higienizar la ciudades para

la producción capitalista; una justicia precaria, racista y clasista; la violencia que continuó

operando desde los propietarios colonizadores; un Estado ausente para la realidad social

mapuche (aunque esto no es una singularidad si consideramos que nos encontramos en

pleno desarrollo de la cuestión social), nos habla de un proceso de integración subordinada

al Estado chileno, que como corolario, instaló en el mapuche una lógica política

dependiente, en donde el reclamo al Estado fue la constante, y la dominación política lo

persistente. Aunque digamos que, si bien es cierto, la lógica estuvo estrechamente ligada al

Estado, esto no significó jamás una pérdida de autoidentificación como mapuche, es más,

los primeros dirigentes, cuestión que de alguna manera se mantiene hasta hoy, tenían una

característica particular, la cual era pertenecer a dos mundos, el chileno ilustrado y de ser

descendientes de autoridades tradicionales mapuche, tal como indica José Ancán Jara,

cuando señala que:

“La educación formal y el parentesco directo con las jefaturas tradicionales de

aquellos dirigentes, les invistió de un doble poder ante sus semejantes y

123

Citado por: Foerster, Rolf y Montecino, Sonia, Organizaciones, Lideres, Contiendas Mapuches (1900-

1970), Ediciones CEM, Santiago, 1988, p. 88 124

Ibíd. p. 89

Page 87: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

87

también la sociedad chilena de su tiempo. Eran los sucesores de la autoridad

tradicional de sus mayores con todos sus significados, en ese tiempo aún

vigente y, a la vez, habían recibido educación formal chilena –buena o mala- en

tiempos en que la inmensa mayoría de la población de Chile (oligarquía

incluida) era completamente analfabeta”125

Ahora bien, dijimos en un principio, que no podemos establecer la dominación por

fuera de la explotación, conceptos ya definidos para el argumento de nuestra tesis, de este

modo, se hace imperioso dar una vistazo último a esta problemática, que de alguna manera

ya hemos esbozado en las precedentes líneas, pero que intentaremos engrosar en lo que

sigue.

125

Ancán, José, Prologo La Doble Vida del Preceptor Neculmán, En: Donoso, Andrés, Educación y nación al

sur de la frontera, Organizaciones mapuche en el umbral de nuestra contemporaneidad, 1880-1930, Ed.

Pehuén, Santiago, 2008, p. 18

Page 88: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

88

3.3 Expansión Capitalista y Pueblo Mapuche. Explotación y Relación de Producción

Colonial

Hemos indicado que el desarrollo del capitalismo en nuestra región, al igual que en

gran parte de América Latina, tuvo un carácter singular, en donde se combinaron

articuladamente heterogéneas formas de tenencia de la tierra, aunque siempre

predominando una clase como propietaria de los medios de producción, y al mismo tiempo,

diferentes tipos de relaciones sociales de producción que se conectaban inevitablemente al

capitalismo expansivo. Vimos, como en la Gobernación de Imperial, el salario comenzó

tempranamente a posicionarse como la base de relaciones de producción, por medio de la

burocratización y conectividad de Estado (exteriorización del Estado) y de la consumación

de empresas agrarias y forestales con claros fines acumulativos de capitales, además

establecimos que el peón, el jornalero y el gañan, del mismo modo, mantuvieron un tipo de

relación con el proceso económico en curso, que si bien no era la relación clásica del

capitalismo europeo, no por ello no representaba una fuerza de trabajo atractiva para el

Estado y la emergente burguesía de la zona, y por último señalamos una particular relación,

en donde el poder y la explotación se materializaban en una semi esclavitud, en la cual

colonos europeos se encontraban en una situación de obligatoriedad, mantenida por la

violencia en la Empresa de Colonización del Budi. A todo lo anterior, debemos agregar la

situación colonial en la que se encontró, y encuentra, la población mapuche desde esta

época.

Señalamos con anterioridad la condición económica en la que se asentaba la

población mapuche antes de la colonización del Estado, la que a grandes rasgos, tenía una

división de funciones sociales, que podríamos definir jerárquicas, si es que la producción

fuera acumulada por un solo propietario, cosa, que como sabemos, no alcanzó a suceder

antes de la expansión capitalista. Además, la representación material de los productos no

obedecía a la acumulación de capitales intercambiables en el mercado por su valor de

cambio, sino el comercio se desarrollaba a partir del valor cultural y subjetivo que se le

asignaban a los artículos.

El proceso estudiado en los dos primeros capítulos, obviamente no elimino de cuajo

las relaciones y representaciones económicas previas, y esto no es una particularidad de

Page 89: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

89

éste desarrollo histórico, sino que la mayoría, para no decir todos y sonar mecanicista,

tienen momentos de transición, en donde un modelo se convierte en hegemónico y otros se

subordinan al primero. Bajo esta premisa podemos leer la experiencia de Gustave Verniory

en 1896, cuando en las riberas del río Quepe, señala:

“Nuestros aprovisionamiento es fácil y poco costoso. Los indios nos venden

ovejas a precio que varían de dos a cuatro pesos, que equivalen término medio a

5,50 francos. Pollos a 15 y 20 centavos, huevos en abundancia. Pagamos éstos a

5 centavos la docena, alrededor de 1 centésimo cada uno. Por dos monedas de 5

centavos recibimos 24, pero si ofrecemos una de diez centavos nos darán menos

de 20. Nuestros amigos indios trasforman las monedas en dijes y joyas, y para

ellos valen más dos piezas de 5 que una de diez”126

Con ello, aún para fines del siglo XIX, permanecían mapuche que comprendían las

monedas, no como un capital intercambiable en el mercado, sino como un valor de uso,

gracias al cual se podían confeccionar joyas, que dentro del mundo mapuche otorgaban

distinción al poseedor.

Por otro lado, encontramos peticiones de cruzar la cordillera, tal como se hacía

tradicionalmente, pero ahora bajo la vigilancia del Estado, por lo que no deja de ser

interesante, si consideramos que estos viajes, aún para inicios del siglo XX, representaban

un método comercial, tal como indica las siguientes citas:

“Certifico que ante este juzgado [Juzgado N° 3 Boroa, de la primera

subdelegación de Imperial] se ha presentado el indígena Huinca Caniuqueo y

expuso que por asuntos comerciales trata de marchar a la Republica Argentina

en compañía del indígena Antinao Millanao y para su viaje llevan dos caballos

de su exclusiva propiedad”127

“Certifico que Martin Domingual se dirige a la cordillera acompañado de un

muchacho, y lleva para sus servicios dos caballos marca M. El objeto del viaje

del portador es traer una tropilla y algunos vacunos de su propiedad que se

propone marcar allá”128

Los circuitos comerciales históricos entre el Ngulumapu y el Puelmapu aún se encontraban

activos para inicios del siglo XX, pero estos no representaban más que los últimos destellos

de una economía autónoma.

126

Verniory, Gustave, Op. Cit. p. 409. La cursiva es nuestra. 127

Gobernación de Imperial, Noviembre de 1904, Exposición Digital, Archivo Regional Araucanía (ARA)

[en línea: http://sites.google.com/site/archivotemuco/contribuciones], Consulta: 19 de mayo de 2011 128

Gobernación de Imperial, Nueva Imperial, 30 de Diciembre de 1903, Ibídem.

Page 90: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

90

El territorio completamente disminuido, posterior a la ocupación, fue sin duda la

génesis del colapso económico mapuche. Desde este momento la subordinación y

dependencia económica, para incluso sobrevivir, se trasformó en la situación predominante

y extendida por la Araucanía, ya lo hacía notar en 1887, el citado Isidoro Errázuriz, cuando

por su paso por Nueva Imperial comentaba:

“Las relaciones entre el indíjena y el colono tienden a hacerse amistosas y

frecuentes. Al principio, los individuos de las dos razas se contemplaron

recíprocamente, con extrañeza y desconfianza; todavía las madres europeas

asustan a sus hijos desobedientes con el indio, y las madres indias, a su vez,

recurren, en las mismas circunstancias, al cuco de patillas color de fuego. Pero,

poco a poco, el colono ha ido sintiendo la necesidad de emplear mocetones en

sus faenas de campo, y esta tendencia se acentúa, a medida que aumentan los

recursos y se ensancha la esfera de actividad del europeo, y sobre todo, a

medida que se pronuncia el descalabro del sistema del cultivo en medias y la

rivalidad entre colonos y chilenos. El resultado no ha dejado descontentos a los

patrones europeos; y por su parte, el indio no es insensible a la buena y honrada

paga, a la comida abundante, al pan a discreción y al tratamiento amistoso del

colono”129

En estas palabras, que por lo demás intentan embellecer una relación de violencia,

Errázuriz nos explica una situación que comenzaba a tomar fuerza para el 1900, que es

básicamente el proceso que vivió el mapuche, de convertirse en ganadero y comerciante a,

en este caso, trabajador de las tierras de los colonos. Esto se puede explicar considerando el

despojo de las tierras indígenas, que al no tener la capacidad suficiente para poder sostener

la población de la reducción, comienza un proceso de expulsión de mano de obra desde las

reducciones a los latifundios y empresas agrarias.

Por otro lado, la sociedad mapuche, se insertó en los circuitos comerciales que se

venían desarrollando por la época, principalmente estableciendo relaciones con los

emergentes polos comerciales y productivos, es decir las ciudades. Indicamos en algún

momento que el mercado interior en desarrollo, tenía dos afluentes importantes, por un lado

los grandes y medianos productores agrarios que sacaban sus mercancías por medio de las

ciudades que funcionaban como concentradores y centros de conectividad con otros

mercados, y por otro lado, los pequeños agricultores que abastecían parte de la demanda

alimenticia de la población que comenzó a concentrarse en los polos de irradiación

129

Errázuriz, Isidoro, Op. Cit. p. 62

Page 91: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

91

capitalista. De alguna manera la población mapuche, aquella que podía producir un

excedente en sus pequeños lotes de tierra, comenzó a comercializar sus productos en las

ciudades. Solo así se explica, que en 1908 Juan Catrileo, Juan Cayún, Juan Ñanculef,

Bartolo Catrileo, etc. de Tromén, en las cercanías de Temuco, solicitaran la apertura de un

camino público, que Jeronimo Melillan “ha cerrado con cierre de alambre interceptando en

esta forma el libre tráfico del camino”130

, como indica el siguiente croquis:

(Imagen N° 5)131

130

Intendencia de Cautín, 1908, [en línea:

http://www4.biblioredes.cl/bibliored/Nosotros+en+Internet/ARCHIVO%20TEMUCO/INVESTIGACIONES.

htm], Consulta: 20 de mayo de 2011 131

Ibídem.

Page 92: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

92

A partir de lo anterior podemos señalar, entre otras cosas, que la población

mapuche, para inicios del siglo XX cronológico, se encontraba en una situación económica

completamente distinta a la desarrollada medio siglo antes, de este modo, podríamos

sintetizar que la autonomía productiva y comercial ya no tenía sustento material para

desarrollarse, lo cual se explica principalmente por la pérdida del control territorial, en

términos económicos y políticos. La reducción, como estructura económica básica del

pueblo mapuche, después del proceso de ocupación, obligó a una serie de expulsiones

centrífugas con un carácter de explotación, ya que no es la salida desde la comunidad a

tierras lejanas para establecer relaciones comerciales más o menos simétricas, sino es la

salida de mano de obra para trabajar las antiguas tierras mapuche, ahora en manos de

colonos y propietarios capitalistas; es la salida para comercializar los pequeños excedentes

de la producción agraria, y ganadera o avícola quizás, la que es desfavorable

económicamente para la población mapuche; es la salida, éxodo o migración para comenzar

una nueva vida en los pueblos cercanos como trabajadores/as domésticos y luego emigrar a

las principales ciudades de Chile.

Un documento interesante que revela esta situación, es un informe que preparó el

Gobernador de Imperial, en solicitud del Ministro del Interior, a causa de que en 1902, en

Nueva Imperial, existieron “rumores de alzamiento de indígena”, lo cual provocó “que

familias de los Campos llegaban en gran número a la Ciudad alarmadísimos, anunciando q.

tendría lugar esa noche levantamiento indígena, i pedían refugios en policía i casas

particulares”. El miedo y sus aptitud de agitación social, como nos indica Scarlett O‟Phelan

Godoy, muchas veces es originado por un rumor, sobre todo “en una sociedad

extensamente analfabeta y con la prensa en sus albores, el rumor jugó un papel

preponderante”132

, aunque debemos advertir que el rumor “no alude a la murmuración sino

que se refiere al elemento consensual que va a cohesionar a la multitud”133

, de este modo,

no es cualquier rumor el que enciende el miedo o el pánico generalizado, debe existir al

132

O‟Phelan, Scarlett, La construcción del miedo a la plebe en el siglo XVIII a través de las rebeliones

sociales, En: Rosas, Claudia (editora), El miedo en el Perú, Siglos XVI al XX, Pontificia Universidad

Católica del Perú, Lima, 2005, p. 125 133

Ibídem.

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93

menos una condición material o representativa en la mayoría de la población que permita la

alarma pública. Así entonces, el sobresalto de las familias del campo, que llegaban

alarmadísimas a la ciudad de Nueva Imperial, obedecía a una percepción de que en algún

momento los mapuche se alzarían violentamente, dado que evidenciaban, las familias del

campo, condiciones para que tal suceso ocurriera. Estas condiciones las apunta el

Gobernador de Imperial, al escribir su informe al Ministerio del Interior, en el cual indica

que los rumores no tenían correlación con una real propósito de los mapuche de alzarse. En

este informe se señala:

“Son varios los motivos que inducen a los vecinos de por acá a creer en un

motín de los naturales (…) La primera que va en abono de los naturales es la

estremada pobreza á que estan reducidos, proveniente de la inconsiderada e

inicua esplotacion de que han estado i estan siendo victimas desde tiempo

inmemorial por parte de algunos comerciantes inescrupulosos con quienes

aquellos se ven compelidos a tener relaciones comerciales debido a su

estremada pobreza.= Ocurre en efecto que contraen compromisos los indígenas

con esos comerciantes, i jeneralmente al vencimiento de la obligacion no tienen

como satisfacerla. A esta falta de cumplimiento sigue inmediatamente la

ejecución i se embarga a los deudores, por la mas insignificante suma todos sus

animales vacunos, caballares i lanares, dejándolos condenados a la mas

espantosa miseria.= Muchos de los ejecutados, trascurrido algun tiempo,

adquieren mediante asiduo trabajo, otros pocos bienes, i allá va de nuevo el

embargo por la misma deuda que con el primero habian cinco veces pagado,

pero cuyos documentos no f[…] por los interesados, o bien retenidos maliciosa

i dolosamente por los acreedores; de modo que tales deudas no acaban nunca de

cubrise gracias a la insaciable avaricia de esos esplotadores de la ignorancia.=

Pero no es esto sólo: muchas veces ocurre tambien que los ejecutantes

embargan los bienes de los que nunca han contraido una deuda, pretestando que

esos bienes pertenecen a determinado individuo que debe al que ejecuta pero

que en realidad no tiene con que pagar.= Agreguemos a esto los contínuos

robos que les hacen a estos indios, ya de animales, ya de sus prendas de plata;

las iniquidades que cometen los bandidos azotándolos i aun asesinándolos; la

defectuosa manera como estan radicados i los atropellos que tienen que soportar

de los españoles no indígenas que invaden sus pertenencias i les privan de sus

goces, i tendremos que con razón esos infelices se exasperan i para vengar tanto

ultraje quieran hacer una irrupcion con su inevitable cortejo de matanzas i

devastación de todo cuanto signifique un recuerdo siquiera de sus victimarios.=

Muchos de estos hechos los he puesto en noticias del Señor Protector de

indígenas pero creo que a pesar de toda la buena voluntad i diligencia que es

reconocida en ese funcionario mui poco le había sido dado hacer por sus

Page 94: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

94

protejidos, porque abusos de la naturaleza de los que quedan esplicados son mui

dificil cortar”134

Todo lo anterior, expresa una condición subordinada en términos económicos, que se

manifiesta en relaciones comerciales adversas para la sociedad mapuche, la que al no

controlar la tierra o medios productivos y soterrados en una endémica pobreza por esta

situación, se vio obligada a recurrir a deudas con capitalistas de la zona, que muchas veces

eran imposibles de zanjar, “a esta falta de cumplimiento sigue inmediatamente la ejecución

i se embarga a los deudores, por la mas insignificante suma todos sus animales vacunos,

caballares i lanares, dejándolos condenados a la mas espantosa miseria”. La pobreza no

es una condición de existencia para la sociedad mapuche, sino es una circunstancia

histórica, que tiene como proceso original la ocupación del territorio y la consiguiente

acumulación capitalista que se desenvuelve como modo de producción dominante en La

Frontera. Lo anterior estuvo avalado por una dominación política, que dialécticamente se

reproduce por la condición de subordinación económica, la que permite contextos de

violencia favorables para los sectores enriquecidos en el desarrollo estudiado, como vimos

más arriba, y como indica el documento anteriormente citado: “la defectuosa manera como

estan radicados i los atropellos que tienen que soportar de los españoles no indígenas que

invaden sus pertenencias i les privan de sus goces”. Por último, el anuncio del Gobernador,

cuando indica la dificultad de terminar los abusos cometidos por la emergente clase

propietaria, no es más que la evidencia de algo que ya veníamos hablando, la justicia, o por

lo menos la institución que conducía judicialmente los conflictos, principalmente de tierras,

en los que se veían envueltos la población mapuche, no operaba por fuera del régimen

político-económico, por lo que era común encontrarse con casos eternos que no

encontraban solución positiva para el mapuche, e incluso cuando habían decretos de

desalojo contra los sujetos que despojaban las tierras ya reducidas, estos quedaban sin

efectos concretos, por la práctica de clase y racista de la policía de la zona, que respondía

más a intereses personales locales, que a idealizaciones de una comunidad imaginada

nacional, como pudimos ver, por ejemplo, en el caso del longko Lorenzo Paillao, o en una

134

Intendencia Cautín, Vol. 27. En Fabien Le Bonniec, Op. Cit. p. 561

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95

carta al Director del Periódico Democracia que envían varios vecinos de la naciente ciudad

de Carahue, en 1903, cuando señalan:

“El dia 25 del pasado, un joven demasiado conocido en esta población, por el

poco caso que hace de las reglas municipales, y de las leyes de alcoholes, amen

del poco respeto que le impiran sus iguales y superiores en el orden social,

delante del Comandante mismo lucia sus dotes de buen Jinete remoliendo su

cabello en la vereda frente al „Hotel Comercio‟ y como esto si no fuera bastante

para llamar al cumplimiento de su deber al Comandante, continuó el citado

joven en sus carreras y remoliendas en las veredas vecinas, librándose de ser

atropellado milagrosamente por el célebre jinete, la Sra. Esposa de don Jerman

Hautt. Todo era presenciado por el comandante y varios vecinos de la

población. ¿Se puede dar mayor complacencia en una persona obligada por el

empleo que desempaña a resguardar el orden? En la pasada semana,

desempeñando dilijencias urjentes galopaba por las calles exentricas un joven

obrero, fue eso visto por el complaciente comandante, e inmediatamente lo

sigue y sin decir agua vá descargo sobre el desgraciado joven una lluvia de

palos hasta dejarlo en tierra perdido el conocimiento, luego después lo mando a

la policía haciéndole allá remachar una barra de grillos.

Pero este no será el mismo comandante dirá Ud. señor Director…Sin embargo,

es el mismo con una diferencia, en el primer caso amparaba a un amigo con

humos aristocráticos, en el segundo castigaba a un plebeyo a un hijo del

pueblo, a un obrero. I el Señor Comandante tiene también sus humos

aristocráticos y sus recuerdos…de mejor vida!”135

En suma, la realidad social que se generó para el 1900 en la Gobernación de

Imperial, con un sector, por un lado, con aires de grandeza, que imaginaban tener en sus

manos la realización del progreso; que controlaban los medios de producción y la tierra;

que mantenían grados de violencia social contra la población mapuche; que se mantenían

resguardados por una justicia y una burocracia estatal desequilibrada en favor de

empresarios, comerciantes y latifundistas de la zona, mientras que por otro lado, la

asalarización de la fuerza de trabajo comenzaba a operar como relación social más

extendida; el peonaje, el gañan, los jornaleros y colonos pobres alimentando los puestos de

trabajos que erigían la exteriorización del Estado y las empresas capitalistas en emergencia,

configuran un desarrollo económico, sin duda especifico y original, donde se combinaban

articuladamente heterogéneas relaciones sociales de producción, pero siempre existiendo

135

Democracia, Periódico demócrata semanal, Año 1, Nueva Imperial, Año 1, 24 de enero de 1904, Núm. 42.

La Cursiva es nuesta.

Page 96: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

96

una clase como gran propietaria de la tierra y los medios productivos. En este panorama

descrito, fue forzosamente incluida la población mapuche, la cual se hábito a condiciones

de dominación política y explotación económica, que se materializaban, por un lado: en la

pérdida de autonomías territoriales; en la escueta facultad de decisión en los campos

culturales, económicos e incluso cotidianos; en la constante vigilancia y control de los

aparatos, tanto burocráticos, como policiales; en la dependencia política, hasta el punto de

considerar al Estado como un “padre”, en definitiva, en una dominación colonialista, que

privo a un pueblo, que mantuvo por siglos autonomías políticas y estructuras

organizacionales propias, del poder de autodecisión. Y por otro lado, la explotación

económica de una determinada clase, la elite dominante, de un pueblo o pueblos (chilenos y

colonos extranjeros enriquecidos) contra otro pueblo, el mapuche, se plasmaba en hechos

como: el constante despojo, por medio de la violencia, de tierras ya reducidas por el Estado;

la expulsión, éxodo o migración de la población mapuche, desde sus tierras originales, a

trabajos en las tierras de grandes o medianos propietarios, o para el trabajo asalariado en las

ciudades cercanas; las relaciones de intercambio desfavorables para las comunidades

indígenas; la aparición de deudas que contraían mapuche con capitalistas, a consecuencia

de las pocas y malas tierras conservadas y de la nula mecanización del proceso productivo,

las cuales muy pocas veces se lograban cancelar, perdiendo por el saldo adeudado, muchas

más tierras y ganados del dinero solicitado, lo que no hacía más que acrecentar el proceso

de descapitalización de la economía mapuche, lo cual provocaba un bajo nivel de

productividad que difícilmente permitieron excedentes para la comercialización de

productos, en otras palabras, la sociedad mapuche adoptó, bajo las condiciones materiales

en la que se encontró posterior a la ocupación, una economía de subsistencia, con un

mínimo nivel monetario y de capitalización, en donde la carencia y la miseria comenzaron

a reinar.

Todo lo cual, podríamos esgrimirlo bajo la categoría de Colonialismo, en tanto nos

permite entrever una serie de situaciones políticas, económicas, culturales, ideológicas,

hasta incluso cotidianas, que finalmente podríamos resumir, como la consecuencia de una

ocupación orquestada por el Estado, dirigido por la clase dominante y explotadora, que sin

Page 97: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

97

duda adoptaron toda la matriz del darwinista social y de la civilización/barbarie136

para

argumentar dicho proceso, gracias al cual el pueblo mapuche vio truncado su propio

desarrollo histórico, y se vió subsumido en la imposición del Estado y el Capital.

136

Cabe recordar ciertas palabras del ilustre Benjamín Vicuña Mackenna, al referirse al mapuche de la

siguiente manera: “El indio (no el de Ercilla sino el que ha venido a degollar a nuestros lavadores del Malleco

y a mutilar con horrible infamia a nuestros nobles soldados) no es sino un bruto indomable, enemigo de la

civilización porque sólo adora los vicios en que vive sumergido, la ociosidad, la embriaguez, la mentira, la

traición y todo ese conjunto de abominaciones que constituye la vida del salvaje”. Vicuña Mackenna,

Benjamín, “Primer discurso sobre la Pacificación de Arauco” en Discursos Parlamentarios de Benjamín

Vicuña Mackenna (3 Vols., Santiago, Universidad de Chile, 1939) Tomo I

Page 98: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

98

4. Corolario. Pasado y Presente en la Movilización Mapuche

Contemporánea.

La historia es objeto de una construcción cuyo lugar

no está constituido por el tiempo homogéneo y vacio,

sino por un tiempo pleno, tiempo-ahora

Walter Benjamin

¿Para qué sirve la historia? Marc Bloch, ya nos decía hace un buen tiempo, que la

historia es una relación constante entre un pasado y el presente, solo se puede leer ese

pasado desde una posición en el tiempo en particular. No podría haber escrito esta tesis en

otro tiempo y espacio, y desde que comencé a imaginar estas líneas tenía esa convicción.

El presente, eternamente ligado al pasado, siempre tiene urgencias, que son fisuras para la

dominación y explotación de los poderosos, urgencias a las que no podemos tratar con

bisturí clínico y guantes esterilizados, no podemos suspender prejuicios, motivaciones y

militancias, ya que el escribir siempre es un acto político, que se encuentra reglado por la

estreches de la palabra. Contaminar el papel en blanco, con destellos de supuesta lucidez,

solo de ese se trata el escribir. Pero no es contaminación que acumula los desastres del

progreso, al que se refería Benjamin, sino contaminación molesta, que incomoda la historia

patria, la historia regla, la historia norma. Intentar escribir a contrapelo, a contracorriente,

pero no como salmón, sino como un pez gris y rabioso, uno de esos de olor pasoso, que nos

tenemos que comer los pobres, como escribió alguna vez el poeta y dramaturgo Pablo

Paredes, es la motivación principal para el hilvanar de la palabras que ya se van. A partir de

esto último, me sentí imposibilitado políticamente, de terminar esta tesis con una

conclusión que no fuera más que la reducción espacial de lo dicho en más líneas, es por

esto que, lo que sigue es un intento de ubicación contemporánea en la movilización social y

política mapuche de lo expresado hasta ahora, que tiene por finalidad aportar desde esta

trinchera, a la conformación de un pensamiento crítico de la historia del pueblo mapuche.

Page 99: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

99

4.1 Estado y Capitalistas. Un acercamiento al proceso de ocupación del Ngulumapu, y su

proyección política contemporánea.

El Movimiento Político mapuche contemporáneo, lanza en general todos sus dardos

hacia el Estado, es ésta institución la que aparece como el aparato colonialista. Las

consignas de las marchas y protestas dirigen su rabia hacia el Estado con frases como “200

años de resistencia al Estado Genocida”, o en base a sus propios análisis organizaciones

como la CAM (Coordinadora Arauco Malleco), señala que “en la actual coyuntura política,

que tiene como base la mantención de las estructuras de poder, podemos seguir afirmando

que la relación del Estado chileno con el Pueblo Nación Mapuche es de dominación y

opresión”137

. Así también lo reconocen académicos como Jorge Pinto, José Bengoa, José

Alwyn, incluso intelectuales mapuche dan sustento a este análisis que contrapone al Estado

chileno y al Pueblo Mapuche ¿y cómo no estar de acuerdo con esta lectura? Si en definitiva

quien lanzó tropas militares en conquista del territorio mapuche, quien creó una legislación

para legitimar el proceso, fue el Estado chileno (y argentino). El eufemismo de la

“Pacificación de la Araucanía” fue una empresa orquestada y dirigida por el Estado. Ya es

un lugar común señalar la deuda histórica que tiene esta institución frente al pueblo

mapuche, incluso el resultado de una Comisión levantada por el mismo “Estado chileno”

para estudiar el tema indígena señala que:

“desde la década de los ochenta del siglo XIX, hasta la década de los treinta del

siglo XX, se abre un período que hemos denominado de “asimilación forzada”.

Se caracteriza por la aplicación de políticas del Estado hacia los Pueblos

Indígenas, con el objetivo de transformarlos en ciudadanos chilenos, bajo un

concepto de identidad nacional homogénea, sin consideración a la diversidad

cultural existente en el territorio”138

.

Sin duda este análisis tiene veracidad histórica, es el Estado quien generó las condiciones

políticas, judiciales, militares e ideológicas para que el proceso de colonización del

territorio mapuche fuese exitoso. No lo vamos a dudar. Pero, ¿Qué es el Estado?, ¿es acaso

una realidad material o se conforma por determinadas relaciones sociales e históricas?,

137

Planteamiento político - estratégico de la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco - Malleco

(C.A.M.). [en línea: http://www.nodo50.org/weftun/] Consulta: 26 de mayo de 2011 138

Informe Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato [en línea:

http://biblioteca.serindigena.org/libros_digitales/cvhynt/v_i/intro/v1_introduccion.pdf] Consulta: 26 de mayo

de 2011. p. 24

Page 100: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

100

¿podemos hablar de una clase política que tiene en sus manos el Estado, y una clase

económica que controla lo relacionado con la economía, por separado?, ¿Qué relación tiene

estas cuestiones con la lucha política mapuche contemporánea? En fin, son estas preguntas

las que guiaran las siguientes líneas, pero antes de cualquier definición, ubiquemos la

ocupación de la Araucanía en el concierto latinoamericano.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX en América Latina, se vive una serie de

procesos que se caracterizan básicamente por la consolidación de los Estados nacionales y,

estrechamente ligado, la expansión del capitalismo a territorios que de alguna manera

funcionaban como “frontera entre la economía europea y la economía no europea”, en otras

palabras, desde la década de 1850 comienza la expansión y afirmación del Estado

oligárquico. Esta expansión que no obedeció únicamente a un Estado central, sino más bien

se conformó mediante la interrelación de las elites metropolitanas con las elites locales o

regionales, tuvo como resultado la desarticularon de un entramado social que se había

desarrollado durante el mundo colonial y las primeras décadas republicanas, la cual

permitía cierta autonomía de la sociedades que se encontraban en esos territorios.

Características básicas de este proceso lo encontramos en la situación dependiente y

monoproductora de los países latinoamericanos, ya que éstos en coyunturas de auge

exportador, debido a las necesidades de la Europa en proceso de industrialización, dirigían

su vista a regiones, que al no estar sometidas a las fuerzas productivas capitalistas, las

denominaban “áreas vacías”, para ocuparlas y colonizarlas. Ahora bien, estos territorios

nunca se encontraron vacios, nunca fueron el desierto que vieron las elites decimonónicas,

sino se encontraban ocupados por sus ancestrales “dueños”, los pueblos indígenas que

mantenían estructuras de poder propias y se vinculaban comercialmente en los espacios

fronterizos de ambas culturas, que se desarticularon en el periodo. Este proceso en América

latina trajo aparejado la formación de propiedad de la tierra por medio de distintos métodos,

así también la construcción de ciudades en los lugares de colonización y con ello el

poblamiento de estas áreas y finalmente la penetración de capitales a estas regiones

(ferrocarril, comercio, etc.)139

. Este doble proceso, de consolidación de los Estados

Nacionales y la penetración de Capitales en áreas que hacían de frontera de la economía

139

Cardoso, Ciro y Pérez, Héctor, Historia económica de América latina. Economías de exportación y

desarrollo capitalista, Vol. 2, Editorial Crítica, Barcelona, 1987, pp. 63-83

Page 101: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

101

capitalista, abre la historia contemporánea de los pueblos indígenas en América Latina, en

tanto la construcción de los Estados se conformó por una elite blanca que monopolizó y

aristocratizó la Nación y el mismo Estado, dejando fuera a los pueblos indígenas,

provocando con ello la desarticulación de las relativas autonomías políticas y territoriales

que gozaron antes de la expansión del Estado Republicano. En relación con la penetración

de los Capitales en estas áreas, podemos señalar que la lógica de tenencia de tierra en el

capitalismo no permite la existencia de comunidades, en tanto estas no hacían “posesión

efectiva” de la tierra, de este modo la usurpación territorial se fundamentaba con un “bien

mayor”: el Progreso. Así, con las tierras usurpadas, y desplazadas las antiguas comunidades

a terrenos de menor calidad y de menor extensión, los indígenas se vieron en la necesidad

de participar como mano de obra en los grandes latifundios que colindaban a sus terrenos,

ya sea vendiendo su fuerza de trabajo o participando en regímenes semiserviles, o en el

peor de los casos emigrando a las ciudades principales. El caso chileno fue principalmente,

sin con ello desconocer la ocupación de tierras de pueblos altiplánicos luego de la Guerra

del Pacífico, la ocupación de la Araucanía. Este proceso para Jorge Pinto, puede ser

explicado por diversos motivos, entre ellos, en el plano internacional, por medio del

aumento de la demanda debido al crecimiento de la población mundial y los cambios

introducidos por la revolución industrial, la economía británica mucho más “voraz” que la

española y los progresos en vías de comunicación y transporte “estimularon la ocupación

de regiones que hasta entonces se habían mantenido casi en la periferia de la economía

capitalista”, así

“la situación del país también estimuló la ocupación de esta región. Desde

luego, la constitución del Estado generó condiciones muy favorables para

emprender el avance más al sur del Bio Bio. Así mismo, la necesidad de tierras

para sostener la política inmigratoria que se estaba fomentando, con el objeto de

remplazar en la Araucanía a los mapuches por “laboriosos” europeos que se

pensaba traer al país, y la crisis de 1857 parecen haber convencido a los grupos

dirigentes de Santiago de que había llegado el momento de actuar en una región

que empezaba a recorrerse insistentemente por la costa a propósito de los

progresos de la minería del carbón. Por último, la revolución de 1859 y el

discurso de la “barbarie” elaborados por los intelectuales positivistas de la

época parecen haber gatillado el avance del ejército chileno a las tierras de la

frontera”140

.

140

Pinto, Jorge. La Araucanía, 1750-1850. Un mundo fronterizo en Chile a fines de la Colonia y comienzos

Page 102: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

102

En suma, el proceso de ocupación del Ngulumapu, se encuentra estrechamente

ligado con la expansión del capitalismo metropolitano, el carácter dependiente de la

economía chilena, la formación de un Estado que permitía establecer políticas de

ocupación, junto con coyunturas políticas y discursos que legitimaban el proceso, lo que

podría tratarse de un régimen de ocupación muy similar en toda América latina. Presentado

de este modo, el Estado chileno expansionista aparece como uno más, y no el único, de los

elementos constitutivos de la ocupación del territorio mapuche. Lo que nos toca ahora es

responder las preguntas hilvanadas más arriba, en relación al carácter del Estado. Es casi

obligación nombrar en primer término a Maquiavelo y a Hobbes, quienes ven en el Estado

la institución que permitirá ordenar y asegurar la subsistencia de la sociedad por medio del

uso de la fuerza y la violencia, para el italiano de forma esporádica y circunstancial, para el

inglés de forma permanente y primordial. Por otro lado Rousseau, ve también en el Estado

la única posibilidad de subsistencia de la sociedad, pero según él, no por medio de la

violencia, sino gracias a un contrato civilizado entre ciudadanos. Ahora bien, quien vino a

desconcertar la visión del Estado como un aparato existente antes que cualquier relación

social (política, jurídica, etc.) fue Marx, y más tarde lo profundizo Lenin, quienes señalaron

que el Estado emergía y se desarrollaba por medio de una política de clases. Al mismo

tiempo Weber advertía que el Estado es un aparato de dominación que concentra en si la

violencia legítima, el Estado tiene la capacidad, y está legitimado, para vigilar, controlar y

castigar, y si a esto le sumamos la concepción entregada por Marx, la violencia legitimada

estará dirigida con fines clasistas, para el desarrollo económico de una clase determinada.

De este modo el Estado es el resultado histórico de determinadas relaciones sociales que

tienen por fin el crecimiento y consolidación de un sector de la sociedad, la cual tiene las

capacidades para monopolizar el Estado. En este sentido, nos encontramos frente a la

revelación del fetichismo del Estado (del poder y de la dominación), ya que éste aparato no

funciona de forma deslocalizada e igualitaria, sino más bien tiene determinadas acciones

según contextos y ha sido acaparada por un sector en Chile desde su formación en la

segunda mitad del siglo XIX. ¿Qué relación tiene estas cuestiones con la lucha política

mapuche contemporánea?, mucha. Dijimos en extenso que el proceso que abre la historia

de la República. En: Modernización, Inmigración y Mundo Indígena, Chile y la Araucanía en el siglo

XIX, Jorge Pino (editor). Ed. Universidad de la Frontera. 1998

Page 103: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

103

contemporánea del pueblo mapuche, la mal llamada “Pacificación de la Araucanía”, tiene

sus fundamentos tanto en la consolidación del Estado chileno que vio como necesario

colonizar las tierras al sur del Bio-Bio con fines geopolíticos y control territorial de lo que

el Estado calificó como territorio de su jurisdicción, y de la expansión capitalista que se

desarrollo a mediados del siglo XIX relacionado con el proceso industrializador del centro

de capitalismo mundial, que por causa de una industria agrícola poca modernizada y

mecanizada, vio como solución la expansión territorial con fines económicos.

Ahora bien, si consideramos la definición de Estado que hemos intentado

desarrollar, no podemos pensar los dos procesos (consolidación del Estado chileno y

expansión capitalista) por separado, ya que la historia no la realizan instituciones volátiles,

sino sujetos concretos. De este modo, cuando pienso en Cornelio Saavedra, más conocido

por su gestión militar en el proceso de ocupación de la Araucanía, no puedo dejar pasar el

hecho de sus inversiones en la minería del carbón en la zona de Lebu, zona conquistada por

medio del proceso de “pacificación”. Así tampoco puedo pensar en José Bunster, gran

empresario de la zona de Malleco, sin considerar que el hijo, Francisco Bunster de la Maza

se convirtió en diputado por la Provincia de Bío-Bío por los Departamentos de Laja,

Mulchén y Nacimiento durante el período 1912-15, como tampoco puede dejar de pensar

en Carlos Thiers, gran propietario de tierras, molinos, destilerías y que hasta se convirtió en

Alcalde de Imperial. Para que hablar de sujetos como Eleuterio Domínguez, José Duhalde,

la compañía Duhart Hnos. Tampoco puedo olvidar el Trawün de koz koz, en el que longko

Lorenzo Carileu reclamaba contra la justicia chilena, como citamos más arriba:

“Ramón Jaramillo me ha quitado muchos terrenos; me mató dos mocetones, me

ha quitado animales; ha sembrado barbechos míos; me ha quemado cercos y

roces. ¿Qué le han hecho? Si hubiera sido un natural, entonces ¡sí que lo

habrían tomado preso y lo habrían azotado!”

Tales hechos, Cornelio Saavedra funcionario militar del Estado y empresario carbonífero,

Carlos Thiers importante empresario y político de la Gobernación de Imperial, y finalmente

el longko Lorenzo Carileu reclamando frente a particulares por robo de tierras y a la justicia

chilena por su carácter racista (Si hubiera sido un natural, entonces ¡sí que lo habrían

tomado preso y lo habrían azotado!), me han hecho pensar que si bien el Estado, como

aparato de control, fue quien generó las condiciones para la ocupación del Ngulumapu, éste

Page 104: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

104

Estado no es aséptico a su realidad histórica, ésta determinada y controlada por sujetos con

intereses particulares. Por lo que el Estado funcionó (y funciona) por determinadas

relaciones sociales clasistas. Ahora bien, estas élites que controlan el Estado no solo lo

hacen desde una perspectiva económica, sino también ideológica y política, en tanto el

poder político “aristocratizaba”, por tanto, quienes tenían la posibilidad de ocupar cargos

burocráticos eran las mismas clases dominantes, con dos fines, por un lado crear

condiciones proclives para continuar con el sistema de dominación y explotación, y por

otro, aristocratizarse en función de un determinado “modo de ser” a la usanza europea141

.

En otras palabras, cuando analizamos el Estado de Chile, como actor político-social de la

historia, no lo podemos pensar fuera de las relaciones sociales que permiten su existencia,

como tampoco de su carácter excluyente y autoritario que le imprimió un determinado

“modo de ser” de nuestras clases dominantes, un modo de ser, en el caso de la relación con

el “indio”, fuertemente racista y eugenésico. El Estado frente al Pueblo Mapuche, ha

actuado de forma clasista, en tanto defiende históricamente a una clase que controla los

medios de producción en la Araucanía, y de forma racista mientras excluye al “indio” de

decisiones políticas, y hoy judicializando la demanda histórica del Pueblo Mapuche.

Finalmente, cuando pensamos en la disyuntiva entre “particulares” y “Estado”, en relación

a los culpables de la “Pacificación de la Araucanía”, la pregunta necesaria es ¿hasta qué

punto estos actores políticos no son los mismos, cubiertos por el manto de los conceptos?

De este modo, cuando la movilización contemporánea mapuche lanza sus demandas contra

el Estado, ¿se piensa que éste emerge gracias a determinadas condiciones históricas y

sociales?, y aún más complejo ¿se puede superar la condición colonial del mapuche tan

sólo por medio del reconocimiento constitucional al pueblo mapuche?, considerando que

hoy los empresarios comienzan a aceptar la condición multicultural en Chile, y en la

Araucanía, como Diego Benavente, director ejecutivo de CorpAraucanía, quien escribió en

una columna del diario “El Austral” el domingo 4 de julio del 2010 con el título de

“Sabiduría mapuche”, lo siguiente:

La Araucanía es una región multicultural (…) Esto para algunos que preferirían

una región monocolor, puede no ser de su completo agrado, pero, para la gran

141

Barros, Luis y Ximena Vergara, El modo de ser aristocrático: el caso de la oligarquía chilena hacia 1900 2ª

ed. Santiago: Editorial Ariadna, 2007

Page 105: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

105

mayoría significa un gran valor, somos distintos, diversos y vivimos en

territorio en común (…) Sin embargo, es muy poco lo que conocemos de la

cultura y cosmovisión del pueblo mapuche, de su Ñuke Mapu, cachamos muy

poco. Incluso los mitos populares respecto a los mapuches abundan, que son un

pueblo así o asa, en dos palabras existe un gran desconocimiento”, luego hace

muestra de todo su “saber” sobre la cosmovisión mapuche, explicando lo que

representa el Kultrun, que es el Newen, que es el Wiñol Tripantu, etc., para

terminar diciendo, “porqué no imaginar que en nuestras escuelas, colegios y

liceos se puedan enseñar la sabiduría mapuche, todos ganaríamos en

conocimiento y en un mejor convivir, incluso nuestros turistas a quienes,

cualquiera de nosotros los podría encantar y maravillar con estas enseñanzas

ancestrales”142

Ahora sí, finalmente, la cuestión de la relación entre el Estado y el Pueblo Mapuche, parece

ser aún más complejo de lo esperado, ya que el simple análisis de Estado/Pueblo Mapuche,

desconoce la situación clasista y racista del Estado Chileno en el proceso de ocupación, hoy

encubierto en el manto de la tolerancia y la diversidad. Solo un análisis que observe el

modo de tenencia de la tierra, la propiedad de los medios de producción, las relaciones

sociales productivas pasadas y presentes, nos permitirán dilucidar la condición política y

económica colonial en la que se encuentra la sociedad mapuche, que por lo demás, no es el

único actor afectado por la actual formación económico-social, ya que el desarrollo

combinado y articulado del capital, permiten, hoy más que nunca, distintas formas de

relaciones sociales, que el capital llama a fragmentar, pero que al final del día, responden a

la misma totalidad, el modo de producción capitalista.

142

El Austral, 4 de julio del 2010. Pág. 9. La cursiva es nuestra

Page 106: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

106

Anexo N°1

Boletín Municipal, Nueva Imperial, Domingo 2 de Julio de 1893, Numero 4.

Matricula de patentes del Departamento de Imperial

1° Subdelegación

Nueva Imperial

Contribuyentes

Industrias

Clase

Valor ($)

Carlos Thiers

Carlos Thiers

Larzon y cia.

Santiago Lennon

Lastema

José Marcos Osorio

Rodolfo Wagner

Juan Leal

Ernesto Trautmann

Leonardo Cid

Gullermo Valck

Enrique Valck

Enrique Finck

José Bunster

José Bunster

Margarita Correa

Gregorio Urrutia

Daniel Madariaga

Miguel Ansorena

Vicente Mendibide

Jesús Iriarte

Alejandro Bunster

Jaime Zañartu

Manuel Miranda

Salvador Quilodran

Temísclotes Azocar

Margarita R.

José de la O. Sanchez

José Hernández

Medardo de la Fuente

Manuel Lopez Rey

Tomas Neira

José Quezada

Destilacion

Molino

Curtiembre

Bodega

desp. y licores

desp. y licores

desp. y licores

Zapatería

desp. y licores

Panadería

Bebidas alcohólicas

Bodega

Tienda surtida

Molino

Bodega

Desp. y licores

Molino

Botica

Tienda surtida

Hotel y bebidas alc.

Tienda

Botica

Restaurant

Restaurant

Desp. y licores

Des. Y licores y jab.

Casa de pres.

(…) y licores

Billar y licores

Billar y licores

Desp.

Desp.

Zapateria

1

1

1

2

3

3

3

3

3

2

3

2

2

1

1

3

1

1

2

2

2

1

3

1

3

3

1

3

3

3

3

3

2

25.00

15.00

5.00

10.00

25.00

25.00

25.00

2.00

25.00

3.00

75.00

10.00

20.00

15.00

15.00

25.00

15.00

15.00

20.00

150.00

15.00

10.00

5.00

25.00

25.00

25.00

25.00

20.00

25.00

25.00

25.00

2.00

4.00

Page 107: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

107

José Ramos

Fidel Acuña

Enique Essa

Diego Troncoso

José Aguilar

Manuel Uria

Manuel Uria

Enrique Greve

Enrique Greve

Domingo Riquelme

Francisco Belmar

José Leal

Ernesto Michael y cia.

Ernesto Michael

J. Sanchez Espinosa

Jorge Otto

Aliaga y Fournet

Aliaga y Fournet

Miguel Maldonado

Cardenio Lavin

Leopoldo Wagner

Garay y Hermanos

Damiano Silva

Fidel Alvarez y cia.

Julia Varas de R.

Ester Manriquez

Antonio Provoste

Fernando 2° Soto

Rosendo Ramirez

Antonio de Vonis

Domingo Muñoz

José del C. Gutierrez

José Mercedes García

Miguel Luengo

Hermójenes Neira

Serafin Martinez

Cecilio Sanzana

José Aranelo

Pablo Saez

Catalina Gonzales

Ricardo Nuñez

Gabriel Saez

José Amador Leon

Juan de Dios Reyes

Maximiliano Gonzales

Panaderia

Billar y licores

Tienda surtida

Tienda

Desp. y licores

Tienda surtida

Bodega

Tienda surtida

Bodega

Desp. y licores

Talabartería

Zapatería

Tienda surtida

Bodega

Peluquería

Desp. y bebidas alc.

Molino

Despacho

Imp. Tipográfica

Tienda surtida

Desp. y bebidas alc.

Tienda surtida

Desp. y licores

Puesto de car.

Hotel y beb. alc.

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho

Despacho y licores

Zapatería

Despacho y licores

Zapatería

Herrería

Herrería

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Desp. y beb. alc.

Despacho y licores

Fonda y beb. alc.

Despacho y licores

Despacho y licore

Mueblería

Despacho y licores

Despacho y licores

2

3

1

2

3

1

1

1

2

3

2

3

1

1

2

3

1

3

1

1

1

1

3

2

3

3

3

3

3

2

3

3

3

1

3

3

3

3

3

3

3

3

1

3

3

5.00

25.00

20.00

15.00

25.00

20.00

15.00

20.00

10.00

25.00

5.00

3.00

20.00

15.00

3.00

75.00

15.00

25.00

15.00

20.00

200.00

20.00

25.00

5.00

75.00

25.00

25.00

2.00

25.00

5.00

25.00

3.00

5.00

15.00

25.00

25.00

25.00

75.00

25.00

75.00

25.00

25.00

10.00

25.00

25.00

Page 108: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

108

Juan Lamilla

Domingo Verdejo

Eulolio Inostroza

Hipolito Quezada

Cantalicio Neira

José Dolores Zenteno

José Olegario Cid

José del R. Pereda

Carmen Araneda

José Henriquez

Ramon Leon

Agustin Veloso

Órdenes

Nazario Crisosto

Alfredo Rifo

Remijio Ramos

Macario Barra

Rosario Islas

Carlos Huidobro

Juan Tasistro

Ignacio Villagra

Jorge Salazar

Zapatería

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Fonda y beb. alc.

Fonda y beb.alc.

Despacho

Despacho y licores

Tejería

Despacho y licores

Despacho y licores

Puesto de carne

Fonda y beb. alc.

Fonda y beb. alc.

Medico de la ciudad

Despacho y beb. alc.

Desp. y alc.

Despacho y licores

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

1

3

1

3

3

3

3

3

1

3

3

3

3.00

25.00

25.00

25.00

25.00

25.00

25.00

25.00

75.00

75.00

3.00

25.00

10.00

25.00

25.00

3.00

75.00

75.00

5.00

75.00

12.50

25.00

Ultra Cautín

Pedro Nolasco

Juan Pacheco

Feliciano Mondaca

Francisco Parra

Delfín Ramirez

José Artiga

Despacho y beb. alc.

Despacho

Despacho

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

3

3

3

3

3

3

37.50

7.50

12.50

12.50

12.50

12.50

Carahue

Enrique Valck

Enrique Valck

Demofilo Gálvez

Pablitza y cia.

Pablitza y cia.

Demofilo Gálvez

Rosa Hermosilla

JoséBunster

Alejandro Holzapfel

Mercedes Muñoz

Juan Bautista Alvares

Emilio Badilla

Bautista Echegoven

Jerman Haupt

Fábrica y destilación

Ajencia de vapores

Bodega

Fábrica de destilación

Bodega

Despacho y licores

Menestra

Bodega

Bodega

Café y licores

Molino

Despacho y licores

Tienda surtida

Tienda surtida

1

1

2

1

1

3

3

1

1

3

2

3

1

1

15.00

15.00

12.50

15.00

7.50

7.50

2.00

7.50

7.50

12.50

2.50

12.50

10.00

10.00

Page 109: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

109

Carlos Matako

Máximo Leiteck

Marcelino Carcamo

Amador Gutierrez

Gregorio Bello

Tomas Ramirez

Natividad Neira

Gomez Hermanos

Bautista Quintana

Bartolo Vergara

Eudocio Diaz

Carlos Thiers

Delfín Lavín

Vicente Arriagada

Enrique Greve

Enrique Greve

Tránsito Rojas

Pablitza Hermanos

Pablitza Hermanos

Fidela de R. y de G.

Nemecio Navarrete

Guillermo Gabriel

Jenaro Araneda

José Araneda

Miguel Ansoreno

Miguel Ansoreno

Anselmo Obando

Manuel Rodriguez

Daniel 2° Pruesing

Manuel Bascur

Juan Quezada

Pedro Riveras

José Alarcoza

Ciriaco Aparicio

Juan Nova

Manuel Diaz

Carlos abando

José Tapia

Olegario Pino

José Pacheco

Manuel Vargas

José Manzer

Despacho

Botica

Sastrería

Despacho y licores

Despacho

Despacho

Despacho y licores

Hotel y beb. alc.

Puesto de carne

Puesto de carne

Tienda Surtida

Puesto de cerveza

Tienda surtida

Casa de préstamo

Tienda surtida

Bodega

Billar y licores

Tienda surtida

Bodega

Despacho y licores

Despacho

Despacho

Billar y licores

Despacho

Tienda surtida

Bodega

Despacho

Tienda

Despacho

Despacho

Despacho

Despacho

Despacho

Despacho

Despacho

Despacho

Despacho

Despacho

Billar y licores

Despacho

Despacho

Despacho

2

2

2

3

3

3

3

3

3

3

1

2

1

2

1

2

2

1

1

3

3

2

3

3

1

1

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

5.00

7.50

5.00

12.50

2.50

3.00

12.50

37.50

5.00

5.00

10.00

7.50

10.00

12.50

10.00

7.00

12.50

10.00

7.50

12.50

5.00

5.00

12.50

7.00

10.00

7.50

2.00

5.00

5.00

5.00

6.00

6.00

6.00

6.00

6.00

6.00

6.00

6.00

12.50

5.00

5.00

5.00

Page 110: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

110

2° Subdelegación

Galvarino

Lucio Ramirez

Juan Andres Rifo

Narvaes Hermanos

Wenceslao Illanes

Juan Asocar

Adrian Borel

Eduardo Jequier

Maximo Brener

J. Bautista L. y H.

Adolfo Katz

Adolfo Esckuhe y cia.

Manuel Gonzales

Manuel Gonzales

Conrado Esse

Enrique Eberhadt

Erasmo Sanchez

Juan de Dios Becerra

Mauricio Rodriguez

Félix Cerda

Vetterlein y Habicht

Vetterlein y Habicht

Rumualdo Hernandez

Virjinio Morales

Jacinto Maturana

Tomas Vallejo

Juan Barriga

Faustino Cifuentes

Mercedes Alvarez

Fidel Manriquez

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y beb. alc.

Despacho y licores

Botica

Tienda y beb. alc.

Tienda surtida

Mercaderias y beb.

alc.

Tienda

Tienda surtida

Bodega

Tienda y beb.alc.

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Billar y licores

Despacho y licores

Molino

Bodega

Fonda y beb. alc.

Fonda y beb. alc.

Despacho y licores

Despacho y licores

Puesto de carne

Puesto de carne

Fonda y beb. alc.

Despacho y licores

3

3

2

3

3

3

3

3

1

2

1

1

2

2

2

3

3

3

3

1

3

3

3

3

3

1

2

3

3

12.50

12.50

25.00

12.50

37.50

12.50

5.00

37.50

12.50

75.00

12.50

12.50

10.00

75.00

25.00

12.50

12.50

12.50

12.50

15.00

5.00

25.00

37.50

12.50

12.50

7.50

2.50

75.00

12.50

Cholchol

Víctor Salazar

Rumualdo Saldivia

Nicolas Muñoz

Manuel Urrutia

Juan Pinochet

Pedro Acuña

Ramon Fuentealba

Mateo Castillo

Jacob Stulzel

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Desp. y pues. de carne

Despacho

3

3

3

3

3

3

3

3

3

5.00

12.50

12.50

12.50

12.50

5.00

5.00

5.00

5.00

Page 111: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

111

Tomas Landero

J. de la N. Rodriguez

Carlos Malmus

Juan Lopez

José Maria Vallejo

Agusto Kenner

Marcos Canales

Maria Arias

Pedro Aravena

José Alvial

José Zuñiga

Despacho

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y beb. alc.

Tienda y beb. alc

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Fonda y beb.alc.

3

3

3

1

2

1

3

3

3

3

1

4.00

12.50

25.00

12.50

12.50

100.00

66.66

12.50

6.00

12.50

75.00

Bajo Imperial

Pedro Frederinksen

Pedro Berguñan

Juan Inda

Antonio Leal

Fidel Soto

Rufino Vidal

Carmen Gonzales

Narciso Turrieta

Rudecindo Herrera

Ceferino Gonzales

Julio Cabezas

Miguel Ansorena

Miguel Ansorena

Miguel Ansorena

Miguel Ansorena

Miguel Ansorena

Victoriano Monasterio

Miguel Ansorena

Miguel Ansorena

Miguel Ansorena

Secundino Araya

Margarita Sepúlveda

Juan de la C. Marmoy

Jerman Wachsman

José Molina

Salvador Sala

Juan E. Godoy

Rufino Lobo

Mercedes Navarro

Tienda y beb. alc.

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Bodega

Despacho y licores

Despacho y ajencia

Tienda surtida

Bodega

Fabrica de destilación

Bodega

Bodega

Tienda y beb. alc.

Fab. de dest.

Bodega

Bodega

Menestra

Menestra

Menestra

Menestra

Restaurant y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Despacho y licores

Panadería

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

3

1

2

1

1

2

3

1

1

2

3

3

3

3

3

3

3

3

3

37.50

12.50

12.50

12.60

12.50

12.50

12.50

12.50

7.50

12.50

12.50

10.00

7.50

12.50

10.00

5.00

37.50

12.15

10.00

5.00

2.00

1.50

3.00

4.00

12.50

12.00

12.50

12.50

2.50

Page 112: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

112

Resumen

Primera

Subdelegación

Segunda

Subdelegación

Tercera

Subdelegación

Total

2993.00

1130.50

334.50

4458.00

Page 113: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

113

Anexo Fotográfico N° 1

Mujeres Mapuche en la emergente Ciudad de Nueva Imperial para principios del siglo XX

Fuente: [En línea: http://www.reocities.com/mapuche_pictures/Ma019.jpg] Consulta: 18 de

Mayo de 2011

Autor: Desconocido

Page 114: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

114

Anexo N° 2

Longko Felipe Colichicheo en Santiago

Fuente: Originalmente en Revista Zigzag N° 52 del 1 de Febrero de 1906. Copia Extraída

del Periódico Mapuche Azkintuwe N° 44, Septiembre-Octubre de 2010, Edición Especial:

“130 Años de Colonialismo”

Page 115: EXPANSIÓN CAPITALISTA EN LA GOBERNACIÓN DE IMPERIAL. Propiedad, Medios y Relaciones de Producción y Pueblo Mapuche

115

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Periódicos

1. El Chicote, Órgano de la Clase Obrera

2. Boletín Municipal

3. Democracia, Periódico demócrata semanal

4. La Democracia, Órgano de la Alianza Liberal

Fondos

1. Intendencia de Cautín

2. Gobernación de Imperial