Exceso y locura en Buenos Aires

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  • 7/31/2019 Exceso y locura en Buenos Aires

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    Exceso y locura en Buenos Aires

    Un desborde de cumbia, sexo, tiros, poesa cartonera y revoluciones sociales. Esopropone La culpa es de Francia, la flamante novela de Washington Cucurto que marca el ingreso triunfal y delirante del autor a un gnero policial totalmente degenerado. La culpa es de Francia es una de esas novelas en las que todo, todo puedepasar, y an as uno est expectante para saber qu sigue, por qu otro vericueto oscuertico y excesivo se metern sus protagonistas.Washington Cucurto est en Crdoba para participar en el Festival Internacional de literatura de la Eunic. Hoy a las 16.30 participar junto a Alejo Carbonell de la mesa redonda titulada potica de qu?. Voy a hablar de literatura, de distintas formintervencin cultural, de los modos de distribucin, de cmo generar cosas en momentos adversos, y cmo el autor puede ser tu propio editor.

    -El ttulo de la charla me invita a preguntarte sobre tu propia potica. Cmo la definras?- Est inspirada en distintos discursos, como el discurso grfico, el de las historietas, el habla de la calle, las novelas populares, la televisin creo que es un lenguaje mixturado, que mezcla un poco lo que podra ser una literatura ms elaborada con una literatura popular, con otros fines.

    En La culpa es de Francia un poeta editor cooperativista que trabaja en la editorial Elosa Cartonera y que alguna vez fue repositor, entre otros datos que jueganentre la ficcin y la vida real de Cucurto, se cruza con una prostituta dominican

    a de nombre Francia, quien lo convence a entrar en un negocio de lavado de dinero con unos narcos colombianos. Los nbarcos le dan 8 millones de dlares y Chichardelo, el personaje en cuestin, planea en complicidad con su madre y amante Luz, robrselos. Pergea una cooperativa barrial, pero sus planes se ven complicados por laintervencin de una guerrilla femenina africana que busca ese dinero para organizar una revolucin armada en su pas. Tambin participan dos policas corruptos y sexpa, dos mujeres policas que son bombas sexuales, y una cantidad alucinada de personajes marginales y escritores reales que aparecen como en un canon de barrio.Y hay personaje especial: el lenguaje, el vocabulario de Cucurto, que tiene unadimensin protagnica por la superposicin de registros, la acumulacin de adjetivos eicos y populares, la recurrencia de giros propios de un habla popular de un pueblo extrao.

    -Cmo construs ese vocabulario?Dentro del mundo del libro, de la ficcin, uno se toma libertades. Y la primera cosa que sucede es el lenguaje, que est en constante movimiento y es una herramienta de libertad. Uno tiene la libertad de decir y de elegir la forma de decir. Claro que mucha gente no habla como yo la hago hablar en mis libros. Cada uno inventa su lenguaje. No slo el escritor, todos. Los nios, las maestras, los polticos, todos inventamos el lenguaje cuando hablamos.

    -La novela desborda sexo te excita escribir, es un ejercicio ertico?-Algo de eso hay. Tal vez s. Creo que me excito ms leyendo que escribiendo pero s, lgo de eso puede ser. El sexo es otro elemento disparador, dentro de ese mundo de ficcin donde uno se toma muchas libertades, libertades en cuanto al lenguaje, ala poltica, al sexo

    -Qu diferencias marcaras entre la Buenos Aires real y la Buenos Aires delirante detu novela?-Creo que la de mi novela es una Buenos Aires bastante real, pero mirada desde un lugar diferente. Hay lugares reconocibles, el Bar Buenos Aires, el barrio delabasto, el Once, que son lugares tpicos de Buenos Aires. Seguramente en el libroestn muy cambiados. Pero ah estn.

    -Chichardelo fue repositor, como vos. Qu alimento para tu literatura te dio ese trabajo?

  • 7/31/2019 Exceso y locura en Buenos Aires

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    -Fui repositor desde el 95 al 2003. Lo ms duro y lo ms influyente fue la dcada del , entre el 95 y el 96. En esa poca era muy diferente a cmo fue despus. Era una pomucho consumo. Yo era repositor interno en esa poca, y tuve que aprender a convivir con una cierta violencia que hay en el supermercadismo. He escrito mucho sobre eso.