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EVALUACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS DEL MILENIO EN ESPAÑA
Tipos Operativos de Ecosistemas Litorales: ‐ PLAYAS ‐ DUNAS (Dunas Costeras, Campos de Dunas y Mantos Eólicos) ‐ ACANTILADOS
TAREA 1: PROPUESTA JUSTIFICADA DE NUEVOS TIPOS OPERATIVOS DE ECOSISTEMAS
Coordinadores: Juan Manuel Barragán (UCA) ‐ Francisco Borja Barrera (UHU) Colaboradores: César Borja Barrera (US)
‐ 2009 ‐
JUSTIFICACIÓN DE PROPUESTA PARA EL CAMBIO DE LOS TIPOS OPERATIVOS DE ECOSISTEMAS
1. OBJETIVOS
El presente informe pretende opinar acerca de los resultados relacionados con los
Ecosistemas Litorales de la clasificación tentativa inscrita en la “Propuesta operativa de tipos de ecosistemas de España que pueden constituir el objetivo de los distintos grupos de investigadores para la evaluación de su funcionamiento‐funciones‐servicios”, denominado Documento Nº 2, para el I Taller de Expertos celebrado en junio de 2009. Dicha opinión se sustenta en un análisis comparativo entre los resultados antes mencionados y la experiencia previa sobre “Gestión integrada de zonas costeras”, por un lado, y la propia iniciativa de Evaluación de Ecosistemas del Milenio, por otro. La intención última no es otra que la de llegar a una propuesta razonada sobre la mejor clasificación operativa posible, de los ecosistemas que interesan al litoral y a las costas de España. En dicho sentido cabe subrayar, además, la necesidad de encuadrar la iniciativa española en un contexto internacional.
2. SITUACIÓN DE PARTIDA
En el mencionado Documento Nº 2 del I Taller de Expertos se insiste acerca del beneficio
que, para el tipo de trabajo que se realiza, conlleva una clasificación vinculada al manejo y a la gestión de un área georeferenciada en España, con una pretendida visión dinámica y donde las condiciones biogeofísicas se consideran esenciales. El esquema utilizado arroja un resultado que se concreta en cuatro apartados principales o Ecosistemas: A) Terrestres, B) Acuáticos, C) Insulares Macaronésicos y D) Urbanos.
Dentro de los primeros, en el apartado 5, se insertan los denominados Ecosistemas Litorales, sin mención expresa de ejemplos resultantes o alguna otra concreción al respecto. En todo caso sí reconoce una situación transitoria, de influencia mutua, entre los dominios marino y continental que, por lo tanto, pueden redundar en límites fluctuantes. Incluso alude a una línea de contacto tierra‐mar, o línea de costa. Pero cuando se observa el contenido de los ecosistemas citados a continuación, se deduce que no están incluidos buena parte de los ámbitos intermareales.
Por otro lado, en los Ecosistemas Acuáticos se diferencia entre los “Marinos” (6) y los
“Continentales” (7). Para los primeros cabe subrayar la idea vertida en los criterios de las páginas iniciales, cuando distingue entre “costeros” (plataforma y áreas intermareales) de los ambientes propiamente “pelágicos”. A pesar de esta aclaración previa, el desarrollo de dichos criterios no refleja el resultado esperado en el apartado 6. Es decir, se echa en falta que, de forma explícita, aparezcan ambientes o ecosistemas neríticos, propios de la plataforma continental, así como los más cercanos al borde costero o los vinculados a las masas continentales. En los Ecosistemas Acuáticos Continentales se establece un apartado que se
reserva para los “Humedales costeros, lagunas litorales, deltas y marismas”. El criterio de inclusión al que se hace referencia es su ligazón a la “presencia y características de la línea de costa”. En resumen, nos encontramos con ecosistemas de transición entre medio geográficos (o de frontera), que bien podríamos denominar “litorales o costeros” repartidos en tres apartados diferentes:
o A) Terrestres. 5‐ Litorales
o B) Acuáticos. 6‐ Marinos. Pelágicos. Bentónicos. (no se citan expresamente los neríticos o de la plataforma)
o B) Acuáticos. 7‐ Continentales.7‐3 Humedales costeros. Lagunas litorales, deltas,
marismas
Así pues, la clasificación anterior nos plantea dudas desde dos puntos de vista:
El formal, al no coincidir con ningún modelo o clasificación realizada con anterioridad a partir de una aproximación de “Gestión integrada de áreas litorales” (GIAL), donde los ecosistemas terrestres comparten lugar con los marinos e intermareales. El práctico, si se tiene en cuenta que las Comunidades Autónomas ostentan responsabilidades cruciales acerca de usos y actividades humanas relacionadas o vinculadas a ámbitos geográficos terrestres, intermareales1 y marinos2. La tendencia, tanto en nuestro país como en otros de Europa, respecto a la competencia de la gestión del espacio litoral y sus recursos, es la de concentrar funciones en las escalas intermedias o regionales a costa de las que ostentan los Estados nacionales.
3. RESUMEN DE ANTECEDENTES SOBRE LA SITUACIÓN
La aproximación denominada GIAL ha tratado tanto la cuestión de los límites de sus
correspondientes planes o programas, como aquella referida a los ecosistemas o hábitats afectados. Incluso hay que reconocer que, ya a principios de los años noventa de la anterior centuria, estaba presente su preocupación por un modelo de gestión ecosistémico. En ocasiones, se sugería que los primeros fueran establecidos a partir de la suma de los segundos.
En realidad, y en bastantes más ocasiones de las deseadas, los criterios métricos, jurídicos
o administrativos, o simples acuerdos formales, se elevaban jerárquicamente respecto de los
1 En algunos de los nuevos Estatutos de Autonomía, de los ya aprobados por los Parlamentos Nacional y Regionales, varias de las más importantes competencias que antes ostentaba la Administración General del Estado (AGE) en relación al Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT), han sido transferidas a las Comunidades Autónomas (CCAA). 2 Funciones o actividades como el marisqueo, pesca, control de vertidos al DPMT, acuicultura, etc. entran en la órbita de gestión de las CCAA para las Aguas Interiores. Algunas otras funciones también pueden llegar al ámbito del Mar Territorial. Por ejemplo, las Áreas Marinas Protegidas si están vinculadas o son continuidad de ecosistemas de espacios protegidos litorales terrestres.
físico‐naturales. Algunas de las ideas de interés para el tema que nos ocupa son recogidas en los principios propuestos por algunos autores tan relevantes como Clark (1992).
1. El área costera es un sistema de recursos único, cuya planificación y gestión requiere un enfoque especial.
2. El agua es la mayor fuerza integradora del sistema de recursos costeros. 3. Resulta esencial que los usos del mar y de la tierra sean considerados al unísono en el
proceso de planificación y gestión. 4. El borde del mar es el principal foco de atención de los programas de gestión costera. 5. Los límites de la gestión costera deberían estar fundamentados en ciertos criterios y poder
adaptarse a nuevas circunstancias. 6. El mayor énfasis en la gestión de los recursos costeros se hace para la conservación de los
de propiedad pública. 7. La prevención de daños procedentes de amenazas naturales y la conservación de recursos
son tratados en los programas de ICAM. 8. Todos los niveles de gobierno de un país deberían estar involucrados en la planificación y
gestión costera. 9. El enfoque sincrónico entre naturaleza y desarrollo resulta especialmente apropiado para
la costa 10. En los programas de gestión costera se utilizan formas especiales de evaluar los beneficios
económicos y sociales, y la participación pública. 11. La conservación para un uso sostenible es la mayor meta de la gestión de recursos
costeros. 12. La gestión de usos múltiples es apropiada para la mayoría de los recursos costeros. 13. La implicación de los diferentes sectores afectados resulta esencial para el uso sostenible
de los recursos costeros. 14. La gestión tradicional de los recursos debería ser respetada. 15. La evaluación de impacto ambiental es esencial en una gestión costera eficaz.
Cuadro 1.‐ Principios de la GIAL según Clark (1996).
Por otro lado, en la mayor parte de los ensayos y prácticas de lo que ha llegado a constituir
una auténtica disciplina, son muy tenidas en cuenta las áreas y los hábitats críticos o ecosistemas de especial relevancia para la provisión de alimentos, la protección ante eventos extremos, u otros servicios de interés, como los ligados al ocio y turismo; independientemente de su localización en el ámbito terrestre, intermareal o marino. En el Cuadro 2 se seleccionan tres documentos en los que se manifiesta de forma explícita lo antes comentado.
documento Autoría año Hábitats o ecosistemas considerados Integrated Management of coastal zones
FAO 1992 Manglares, humedales y otros sistemas intermareales, praderas submarinas, arrecifes de coral, playas arenosas, estuarios y lagunas costeras, llanuras fangosas,
Methodological guide for integrated coastal zone management
UNESCO (IOC)
1997 Arrecifes, praderas submarinas, zonas húmedas, manglares, lagunas costeras, bahías, golfos, estuarios, deltas.
Protocolo relativo a la GIZC del Mediterráneo
UNEP 2008 Artículo 10. Ecosistemas costeros particulares: zonas húmedas y estuarios, hábitats marinos, bosques litorales, dunas
Cuadro 2.‐ Ejemplos de hábitats y ecosistemas costeros en documentos relevantes para la práctica de la GIAL.
4. CRITERIOS Y RESULTADOS EN LA EEM
A continuación se analiza la interpretación que, de los sistemas costeros, hace la
Evaluación de Ecosistemas del Milenio. Para ello se analiza, por un lado, el contenido del Capítulo 19 “Coastal Systems” del compendio “Ecosystems and Human Well‐Being” (2005, 917 págs.)3; y, por otro, lo recogido en una síntesis denominada “Marine and coastal ecosystems and human well‐being” (UNEP‐2006).
En primer lugar llama la atención que este capítulo 19, dedicado a los sistemas costeros, se sitúe entre los demoninados “Sistemas marino pesqueros” (capítulo 18) y “Sistemas de aguas continentales” (capítulo 20). Con ello se pronuncia respecto de un fenómeno que ha producido cierta perplejidad en la práctica de la GIAL: la ampliación del ámbito geográfico hacia tierra, cuencas hidrográficas, y hacia el medio marino, cuencas oceánicas4.
Resulta interesante observar que en el Capítulo 19 “Coastal Systems”, los criterios para establecer las categorías utilizadas para la determinación de los ecosistemas costero marinos son tan genéricos como los siguientes: “ecosistemas terrestres, áreas donde el agua marina y continental se mezclan, y áreas costeras cercanas a la costa”. Esto es así para diferenciarlos de las áreas marinas de océano abierto, ligados a las pesquerías.
De la lectura atenta del texto se obtienen varias conclusiones que, de una forma provisional, podrían ser las siguientes:
a) la selección de estas áreas ha tenido en cuenta que la actividad humana es tan intensiva y adquiere tales proporciones que exige respuestas inmediatas, empezando por la propia distribución de la población, y por lo tanto de la presión y exigencias de ésta a los servicios de los ecosistemas. b) también que dicha diferenciación podría vincularse a la mayor influencia del medio marino en el terrestre y viceversa. c) otro criterio utilizado se vincula a la diferente productividad de las áreas costero marinas y las oceánicas propiamente dichas. d) una última consideración puede venir de la mano de la suma complejidad de usos y actividades, y por tanto de los problemas, que se dan en las primeras frente a las segundas.
3 Incluido en el VOL. 1 “Current state and trends” de Hassan, R.M.; Scholes, R. y Ash, N. (2005). 4 Véase UNEP/MAP/PAP, 1999, Conceptual Framework and Planning Guidelines for Integrated Coastal Area and River Basin Management. Split, Priority Actions Programme, 91 págs. También puede verse AID Environment, National Institute for Coastal and Marine Management/Rijksinstituut voor Kust en Zee RIKZ), Coastal Zone Management Centre, the Netherlands (2004). Integrated Marine and Coastal Area Management (IMCAM) approaches for implementing the Convention on Biological Diversity. Montreal, Canada: Secretariat of the Convention on Biological Diversity. (CBD) Technical Series no. 14).57 págs.
El criterio de delimitación de ecosistemas costeros se establece tierra adentro de la siguiente manera: hasta donde la mayor influencia continental se haga notar, con un máximo de 100 km desde la línea de costa o, en su defecto, la isohipsa 50 metros. Por el lado marino, la isóbata de los 50 metros sirve de orientación. También el documento publicado por el Programa Ambiental del Naciones Unidas al año siguiente (UNEP, 2006) asume los mismos criterios.
La síntesis de los tipos de hábitat y ecosistemas costeros resultantes en los dos documentos citados se expone a continuación: Estuarios, marismas, manglares, lagunas, saladares, llanuras fangosas y otros hábitats intermareales, acantilados, praderas submarinas, algares, atolones y arrecifes de coral, deltas, playas y dunas.
5. PROPUESTA PARA LA EEM
Parece que tanto en los documentos generales de GIAL como en los específicos de la EEM,
los criterios operativos de definición de ecosistemas son un tanto laxos. Es posible que lleguen a conclusiones parecidas a partir de un conocimiento inductivo.
Da la impresión que la cohesión del litoral viene dada, sobre todo, por compartir una
determinada área geográfica (en nuestro caso de transición entre medios muy diferentes). Por eso se incluyen reiteradamente en el mismo grupo, ciertos hábitats, ecosistemas e incluso unidades geomorfológicas, a veces por encima incluso de criterios únicos y formalmente establecidos (como podrían ser los biológicos, por ejemplo).
En cualquier caso se advierte una intención aglutinante en cuanto a la realidad física y
natural se refiere, pero también, y sobre todo, a la dimensión humana. En nuestra opinión, en este intento de fundir realidades y situaciones que podrían denominarse “socio‐ecológicas”, radica la fuerza y la potencia de la mayor parte de las propuestas de unidades operativas planteadas.
Y es por esa misma razón por la que no convendría separarlas. En consecuencia, a partir de los argumentos antes mencionados, se parte de la siguiente clasificación operativa para la EME:
Ecosistemas Tipos Subtipos A.‐ Terrestres Idem 1 a 4 B.‐ de Transición 5.‐ Litorales 5.1. Litoral terrestre
5.2. Litoral costero 5.3. Litoral marino
C.‐ Acuático 6.‐ Marinos (pelágico) 7.‐ Continental (7.1. y 7.2)
D.‐ Macaronésicos Idem E.‐ Urbanos idem
Cuadro 3. Ecosistemas de España.
Medio geográfico
Criterio diferenciador Cd hábitat MARM
Fichas Hábitats
Dudas o subtipos NO recogidos en CD Hábitats
5.1 Litoral terrestre
asociados a formaciones vegetales
pastizales, matorrales, estepas salinas
1310, 1320, 1330, 1410, 1420, 1430, 1510
Bosques litorales
sobre sustrato blando arenoso
dunas y arenales costeros marinos
2, 1110, 1140,
Playas
sobre sustrato blando fangoso o fango‐arenoso
estuarios 1130 Marismas ¿salineras?
5.2 Litoral costero
sobre sustrato duro acantilados 1230, 1240, 1250
5.3 Litoral marino
Asociados a cuerpos de agua
praderas de posidonia, lagunas costeras, arrecifes, grandes calas y bahías poco profundas,
1120, 1150, 1170, 1160
algares
Cuadro 4.‐ Subtipos de ecosistemas y hábitats litorales (MARM) para la EME.
Medio geográfico Criterio diferenciador
Cd hábitat MARM
5.1 Litoral terrestre asociados a formaciones vegetales
pastizales, matorrales, estepas salinas
sobre sustrato blando arenoso
dunas playas
sobre sustrato blando fangoso o fangoarenoso
Estuarios/deltas, marismas Areas salineras
5.2 Litoral costero
sobre sustrato duro acantilados
5.3 Litoral marino Asociados a cuerpos de agua
Praderas de posidonia, lagunas costeras, arrecifes, algares. Grandes calas y bahías poco profundas.
Cuadro 5.‐ Subtipos de ecosistemas litorales para la EME.
Acorde con todo lo aquí expresado, para la caracterización del tipo operativo de ecosistema Litoral se utilizan los siguientes criterios:
‐ No perder de vista el carácter integral del ecosistema litoral, ni desde el punto de
vista de su organización interna (su estructura y las relaciones establecidas a nivel de flujos de materia y energía entre cada una de las partes constituyentes), ni desde su consideración como socio‐ecosistema litoral.
‐ Ajustar la escala de trabajo al objeto de la investigación y la estructura del equipo de trabajo, esto es: determinar el conjunto de ecosistemas menores que componen el ecosistema litoral, y trabajar con ellos como subtipos operativos.
‐ Compartir con otros equipos parte de estos subtipos (principalmente los que tienen que ver con zonas húmedas litorales), en aras de no crear solapes innecesarios.
Aplicando, así pues, estos principios, y aplicando el criterio de operatividad indicado
por la coordinación general del proyecto, así como evitando posibles solapes con otros grupos de trabajo (ecosistemas acuáticos marinos y continentales), la propuesta de los ecosistemas integrantes del medio litoral terrestre o subtipos operativos de ecosistemas a desarrollar en nuestro informe serán los siguientes:
‐ PLAYAS ‐ DUNAS (Dunas Costeras, Campos de Dunas y Mantos Eólicos) ‐ ACANTILADOS
REFERENCIAS
CLARK, J.R. (1996): Coastal zone management Handbook. New York, Lewis Publishers, 694 págs.
EVALUACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS DEL MILENIO EN ESPAÑA
Tipos Operativos de Ecosistemas Litorales: ‐ PLAYAS ‐ DUNAS (Dunas Costeras, Campos de Dunas y Mantos Eólicos) ‐ ACANTILADOS
TAREA 2: INTEGRACIÓN DE LAS CLASIFICACIONES DE HÁBITATS, CORINE BIOTOPOS, HÁBITATS DEL PALEÁRTICO Y EUNIS CORRESPONDIENTE A LOS TIPOS OPERATIVOS DEFINIDOS
Coordinadores: Juan Manuel Barragán (UCA) ‐ Francisco Borja Barrera (UHU) Colaboradores: César Borja Barrera (US)
‐ 2009 ‐
Los sistemas naturales o tipos operativos de ecosistemas definidos por el equipo de investigación encargado del ámbito litoral, según se recoge en el documento correspondiente a la Tarea 1, son:
‐ PLAYAS ‐ DUNAS (Dunas Costeras, Campos de Dunas y Mantos Eólicos) ‐ ACANTILADOS
Para cada uno de ellos se define a continuación las correspondencias con las clasificaciones
ambientales más utilizadas en Europa:
‐ Clasificación de los Hábitats de Interés Comunitario de la Directiva Hábitats: Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (DOCE, 1992).
‐ Clasificación Corine Land Cover: recogida en el CORINE Biotopes Manual (CEC,
1991).
‐ Clasificación de Hábitats del Paleártico: establecida por Devillers and Devillers‐Terschuren, 1996 y revisada y actualizada en Devillers et al., 1999.
‐ Clasificación EUNIS: European Nature Information System definida por Davies et
al., 2004)
La descripción detallada de cada una de las categorías establecidas para las clasificaciones utilizadas en el presente trabajo se puede consultar en las referencias bibliográficas aportadas (vid. infra).
PLAYAS DIRECTIVA HÁBITATS 12. Acantilados y playas de guijarros?
1210. Vegetación anual sobre desechos marinos acumulados? CORINE 16. Coastal sand‐dunes and sand beaches
16.1. Sand beaches 16.11. Unvegetated sand beaches 16.12. Sand beach annual communities 16.13. Sand beach perennial communities
17. Shingle beaches? HABITATS DEL PALEÁRTICO EUNIS B1. Coastal dunes and sandy shores
B1.1. Sand beaches driftlines B1.13. Tethyan sand beach driftline communities B1.131. Western Tethyan sand beach annual communities
B1.2. Sand beaches above the driftlines B1.22. Biocenosis of supralittoral sands B1.221. Facies of depressions with residual humidity B1.24. Sandy beach ridges with no or low vegetation
DUNAS (dunas costeras, campos de dunas y mantos eólicos) DIRECTIVA HÁBITATS 2. Dunas marítimas y continentales
21. Dunas marítimas de las costas atlánticas, del mar del Norte y del Báltico 2110. Dunas móviles embrionarias 2120. Dunas móviles de litoral con Ammophila arenaria (dunas bancas) 2130. Dunas costeras fijas con vegetación herbácea (dunas grises) 2150. Dunas fijas descalcificadas atlánticas (Calluno‐Ulicetea) (*) 22. Dunas marítimas de las costas mediterráneas 2210. Dunas fijas del litoral de Crucianellion maritimae 2230. Dunas con céspedes de Malcomietalia
2240. Dunas con céspedes de Brachypodietalia y de plantas anuales 2250. Dunas litorales con Juniperus spp. (*) 2260. Dunas con vegetación esclerófila de Cisto‐Lavaduletalia 2270. Dunas con bosques de Pinus pinea y/o Pinus pinaster (*) (*) Hábitats considerados de conservación prioritaria por la Comisión Europea.
CORINE 16. Coastal sand‐dunes and sand beaches
16.2. Dunes 16.21. Shifting dunes
16211. Embryonic dunes 162111. Atlantics embryonic dunes 162112. Mediterranean embryonic dunes 16.212. White dunes 16.2121. Atlantic white dunes
16.2121. Mediterranean white dunes 16.22. Grey dunes 16.223. Ibero‐Mediterranean grey dunes 16.228. Dune malcolmia annual‐herb communities 16.229. Dune Mediterranean xeric grassland 16.24. Heather brown dunes 16.246. Iberian green heather dunes 16.247. Iberian Dorset heath dunes 16.28. Dune sclerophyllous scrubs 16.29. Wooded dunes HABITATS DEL PALEÁRTICO PAL. CLASS.: 16.211 PAL. CLASS.: 16.212
PAL. CLASS.: 16.221 PAL. CLASS.: 16.222 PAL. CLASS.: 16.223 PAL. CLASS.: 16.224 PAL. CLASS.: 16.225 PAL. CLASS.: 16.226 PAL. CLASS.: 16.228 PAL. CLASS.: 16.229 PAL. CLASS.: 16.22B PAL. CLASS.: 16.31 PAL. CLASS.: 16.32 PAL. CLASS.: 16.33 PAL. CLASS.: 16.34 PAL. CLASS.: 16.35 PAL. CLASS.: 16.31 PAL. CLASS.: 16.27 PAL. CLASS.: 64.613 PAL. CLASS.: 16.28 PAL. CLASS.: 16.29 EUNIS B1.3. Shifting coastal dunes
B1.31. Embryonic dunes B1.311. Atlanctic embryonic dunes B1.312. Western Tethyan embryonic dunes B1.314. Large migrating dunes with no or low vegetation
B1.32. White dunes B1.321. Atlantic white dunes
B1.322. Western Tethyan white dunes B1.4. Coastal stable dune grassland (grey dunes)
B1.43. Mediterraneo‐Atlantic fixed grey dunes B1.44. East Mediterranean fixed grey dunes B1.45. Atlantic dune (Mesobromiom) grassland B1.46. Atlantic dune thermophile fringes B1.47. Dune fine‐grass annual communities B1.48. Tethyan dune deep sand therophyte communities B1.49. Dunes Mediterranean xeric grassland B1.4A.Thermo‐Atlantic succulent and semi‐fixed dunes
B1.5 Coastal dunes heaths B1.51. (Empetrum) brown dunes B1.52. (Calluna vulgaris) brown dunes
B1.526. Iberian green heather coastal brown dunes B1.527. Iberian Dorset heath coastal brown dunes B1.6. Coastal dune thickets
B1.63. Dune (Juniperus) thickets B1.634. Common juniper dune tickets
B1.7. Coastal dunes woods B1.74. Coastal brown dunes covered with natural or almost natural thermophilous pines
ACANTILADOS DIRECTIVA HÁBITATS 12. Acantilados y playas de guijarros
1230. Acantilados con vegetación de las constas atlánticas y bálticas 1240. Acantilados con vegetación de las costas mediterráneas con Limonium spp.
endémicos CORINE 18. Cliffs and rocky shores
18.2. Vegetated sea cliffs and rocky shores 18.21. Atlanctic cliff communities 18.22. Mediterranean cliff communities
HABITATS DEL PALEÁRTICO PAL. CLASS.: 18.21 PAL. CLASS.: 18.22 PAL. CLASS.: 18.23 PAL. CLASS.: 18.24 EUNIS B3.2. Unvegetated rock cliffs, ledges, shores and islets
B3.25. Subtropical Atlantic sea‐cliffs and rocky shores B3.26. Mediterraneo‐Pontic sea‐cliffs and rocky shores
B3. Rock cliffs, ledges and shores, including the supralittoral B3.3. Rock cliffs, ledges and shores, with angiosperms B3.31. Atlantic sea‐cliff communities B3.33. Tethyan sea‐cliff communities B3‐331. Western Tethyan sea‐cliff communities
REFERENCIAS CEC (1991). CORINE Biotopes Manual. Commission of the European Communities. Directiorate‐General Environment, Nuclear Safety and Civil Protection. Luxembourg. Davies, C.E., Moss, D & Hill, M.O. (2004). EUNIS Habitat Classification. Revised 2004. European Environment Agency. European topic centre on nature protection and biodiversity. 307 pp. DOCE (1992). Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. DOCE 206 (22 julio 1992): 7‐50. Devillers, P. & Devillers‐Terschuren, J. (1996). A classification of Palaearctic Hábitats. Council of Europe, Strasbourg. Devillers, P.; Devillers‐Terschuren, J. & Linden, C. van der (2001). Palaearctic Hábitats. PHYSIS Data Base. Royal Belgian Institute of Natural Sciences. http://www.naturalsciences.be/cb
EVALUACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS DEL MILENIO EN ESPAÑA
Tipos Operativos de Ecosistemas Litorales: ‐ PLAYAS ‐ DUNAS (Dunas Costeras, Campos de Dunas y Mantos Eólicos) ‐ ACANTILADOS
TAREA 3: BREVE DESCRIPCIÓN DE LA ESTRUCTURA Y EL
FUNCIONAMIENTO DE L TIPO OPERATIVO DE ECOSISTEMA
Coordinadores: Juan Manuel Barragán (UCA) ‐ Francisco Borja Barrera (UHU)
Colaboradores: César Borja Barrera (US)
‐ 2009 ‐
1. INTRODUCCIÓN A continuación se realiza una breve descripción de los tipos operativos de ecosistemas litorales previamente justificados (documento Tarea 1) e identificados según las clasificaciones internacionales de referencia (documento Tarea 2). Para cada uno de ellos se determinan sus componentes estructurales y funcionales básicas, señalando, por una parte, cuáles son los factores de control que permiten determinarlos como tales en relación a la escala de trabajo utilizada; y, por otra, el proceso clave y la referencia natural sobre la que se sostiene su integridad ecológica. No obstante, y aunque de modo operativo nuestro análisis se haya planteado de manera fragmentada, generando un acercamiento individualizado a cada uno de los diferentes componentes menores del ecosistema litoral, no queremos dejar pasar esta pequeña introducción sin plantear la noción integral de dicho sistema natural que utilizamos como referente básico de nuestra aproximación conceptual. Para ello se ha recuperado y ampliado el esquema de Selby (1985), donde de modo gráfico se identifican los principales componentes y flujos (en términos de pérdidas y ganancias de material) que intervienen en el mismo (Fig. 1).
Figura 1. Esquema de componentes y flujos del ecosistema litoral (modificado de Selby, 1985).
2. TIPO OPERATIVO DE ECOSISTEMA: PLAYAS Las Playas constituyen la repuesta morfo‐sedimentaria típica de las costas de
acumulación, ya se trate de playas adosadas al substrato o de flechas litorales. Según recogemos en la figura 2, los componentes principales de este tipo de sistemas naturales, a nivel estructural, son: el substrato, en tanto que proveedor principal de sedimentos; los depósitos de acumulación de origen marino (hidráulico) asociados a la línea de costa, esto es, las playas propiamente dichas, las cuales suelen estar constituidas de materiales fácilmente removilizables en relación al rango energético que despliega la rivera en cuestión (gravas, arenas o arenas limosas, por lo general); la duna costera, en tanto que depósito de origen mixto, hidráulico y eólico, cuyo papel principal es el de servir de reservorio en el juego estacional (o plurianual) de ganancia (progradación) y pérdida de material (retrogradación) al que suelen están sujetos este tipo de ámbitos sedimentarios.
Figura 2. Componentes estructurales y funcionales de los ecosistemas de playas, con indicación de factores de control (clasificación genético‐funcional) y proceso clave para el mantenimiento de su integridad ecológica.
A estos componentes de la estructura de los ecosistemas de playa hay, que unir, lógicamente, la masa oceánica, la cual actúa como principal dinamizador del sistema natural ya que al océano se asocian los principales procesos que intervienen en su caracterización funcional. Viento, oleaje, mareas y deriva litoral, serían, en este sentido, los agentes dinámicos a considerar, sin que se deba pasar por alto, de cara
sobre todo a establecer las pautas evolutivas de este tipo de ecosistemas, los procesos que, a otra escala, desencadenan los cambios de posición del nivel del mar.
Desde la perspectiva de la identificación y clasificación jerárquica de este tipo de
ecosistemas, los factores de control utilizados han sido los correspondientes a la escala de ecodistrito (Montes et al., 1998; Borja, coord., 2004; Borja y Montes; 2008; Borja et al., 2009; Borja et al., en prensa) (Anexo 1), los cuales se usan igualmente para el resto de los tipos operativos de ecosistemas considerados en el presente documento. El proceso identificado como clave para el funcionamiento de los ecosistemas de playas es el suministro sedimentario sostenido, entendiendo que su integridad ecológica reside en el mantenimiento de un sistema morfogenético costero que conduzca al equilibrio entre pérdida y ganancia del material acumulado en las playas.
3. TIPO OPERATIVO DE ECOSISTEMA: DUNAS LITORALES
Dentro del subtipo de ecosistema operativo de Dunas Litorales se consideran tres sistemas naturales de escala menor, los cuales han sido caracterizados desde el punto de vista genético‐funcional como dunas costeras, campos de dunas y mantos eólicos litorales (Borja y Díaz del Olmo, 1994 y 1996; Borja 1997; Borja y Pérez González, 2001, Borja y Barral, 2002; Borja, C., en preparación).
Las Dunas Costeras son modelos mixtos de formaciones sedimentarias de carácter
actual‐subactual en cuya génesis se combinan procesos marinos y eólicos. Genéticamente son muy dependientes del régimen de temporales y de la dinámica de las playas, de cuyo material se alimenta, por lo que constituye un buen indicador de la salud ecológica de estas últimas unidades naturales. Los Campos de Dunas, por su parte, requieren para su conformación de unas escalas temporales algo mayores, siendo lo habitual el que estén compuestos a base de antiguas dunas costeras y/o de nuevos acúmulos eólicos formados a partir de aquellas (series de dunas transversales, parabólicas…). Se trata de formaciones muy vinculadas al régimen de vientos litorales y a las características estructurales y evolutivas de la cubierta vegetal, siendo necesario incluir en esta última apreciación el manejo humano de la misma a lo largo de la historia. Finalmente los Mantos Eólicos Litorales son formaciones complejas desde el punto de vista morfo‐sedimentario y estratigráfico, que resultan de la superposición durante largos periodos de tiempo de espesas capas de material eólico, separados por eventos de decaimiento de la morfogénesis eólica donde pueden primar procesos de carácter continental.
Estos diferentes ecosistemas menores han sido considerados como componentes
de la estructura del tipo operativo de ecosistema Dunas Litorales, aunque éstos
pueden aparecer individualmente o de forma interconectada entre sí, como se muestra en la figura 3, dependiendo de la evolución paleogeográfica del litoral en cuestión. De ahí la importancia de la perspectiva genética a la hora de identificar cada uno de estos sistemas naturales. Además, y al igual que en el caso anterior, el substrato (continente) y el océano serían considerados también como componentes estructurales, como asimismo ocurre con la duna costera, que según se indicó es de carácter mixto, y las playas, en tanto que principales áreas fuente de los sistemas dunares litorales.
Figura 3. Componentes estructurales y funcionales de los ecosistemas de dunas litorales, con indicación de factores
de control (clasificación genético‐funcional) y proceso clave para el mantenimiento de su integridad ecológica.
Desde el punto de vista funcional, los procesos implicados en la dinámica, evolución y permanencia de estos ecosistemas son los que contribuyen al aporte mantenido de sedimentos eólicos, verdadero motor del sistema. Por todo ello, a los procesos ya identificados en el caso de los ecosistemas de playa, en este otro caso hay que unir los vinculados a los aportes continentales, muy importantes en la génesis de los mantos eólicos, así como los derivados del determinante papel que juega la cubierta vegetal (fitoestabilidad dunar). El proceso clave del funcionamiento adecuado de este ecosistema es, por tanto, el suministro de material eólico, dependiendo su integridad ecológica tanto del mantenimiento de la morfogénesis eólica como de la costera.
4. TIPO OPERATIVO DE ECOSISTEMA: ACANTILADOS
El tipo operativo de ecosistema identificado como Acantilado responde a situaciones de costas donde la carga energética liberada por el contacto entre el océano y el continente es la suficiente como para provocar la zapa del substrato y la evacuación del material erosionado. La consecuencia suele ser la aparición de un escarpe a cuyo pie se conforman acúmulos temporales de materiales procedentes de colapsos, caídas o deslizamientos desde la parte alta del mismo, o bien desplazados a través de pequeños conos aluviales, dependiendo de la litología y la estructura del terreno (Fig. 4).
Figura 4. Componentes estructurales y funcionales de los ecosistemas acantilados, con indicación de factores de control (clasificación genético‐funcional) y proceso clave para el mantenimiento de su
integridad ecológica.
Los componentes estructurales reconocidos para este último tipo operativo de ecosistemas litorales son, por una parte, y al igual que en los casos precedentes, el medio marino, al que también aquí se asocian los principales agentes que dinamizan este sistema natural; por otra, el sustrato, cuyas características lito‐estructurales condicionan el tipo de modelado y la propia evolución del acantilado; y, finalmente, los
depósitos de pie de escarpe, los cuales, durante el proceso de retrabajamiento por parte del mar, pueden llegar a conformar verdaderas playas.
Desde el punto de vista del funcionamiento de los acantilados, se ha determinado
como proceso clave el relativo a la erosión del talud y el desalojo de los materiales resultantes. Se entiende, por último, que la integridad ecológica de este tipo de ecosistemas radica en el mantenimiento de la morfogénesis costera activa.
REFERENCIAS Borja, C. (en preparación). Tesis Doctoral. Universidad de Sevilla. Borja, F. (1997): “Dunas litorales de Huelva (SW de España). Tipología y secuencia Pleistoceno superior‐Holoceno”. En J. Rodríguez (Ed.) Cuaternario Ibérico, págs.: 84‐97. Borja, F. y Díaz del Olmo, F. (1994): "El Manto Eólico Litoral de El Abalario (Huelva)". III Reunión Nacional de Geomorfología. S.E.G. Logroño (sep. 1994). En J. Arnáez; J.M. García Ruiz & A. Gómez Villar (Eds.).Geomorfología en España. Tomo I, págs.: 339‐353. Borja, F. & Díaz del Olmo, F. (1996) “Manto Eólico Litoral de El Abalario (Huelva): Episodios morfogenéticos posteriores al 22.000 BP”. Dinámica y Evolución de Medios Cuaternarios. pp: 375‐390. A. Pérez et al. Eds. Santiago de Compostela. Borja, F. y Pérez‐González, A. (2001). ”Formas y procesos eólicos”/”Aeolian forms and processes”. En A. Gómez‐Ortiz y A. Pérez‐González, Eds: Evolución reciente de la Geomorfología española (1980‐2000). Aportación española a la V Conferencia Internacional de Geomorfología (Tokio, 2001), págs.: 289‐318. Borja, F. y Barral, M.A. (2002). “Análisis sedimentario y caracterización morfodinámica del Manto Eólico Litoral de El Abalario‐Doñana (Parque Nacional de Doñana)”. En Pérez González, A., Vegas, J. y Machado, M.J. (Eds.): Aportaciones de la Geomorfología de España en el inicio del Tercer Milenio. SEG ‐ IGME, Serie Geología nº 1. Págs. 159‐166. Madrid. Borja, F. y Montes, C. (2008). “La gestión ecosistémica como herramienta territorial para la toma de decisiones. Ecorregiones e integración funcional de carreteras y espacios naturales protegidos en Andalucía”. II Congreso Nacional de Medioambiente en Carreteras. Carreteras Sostenibles (21 de mayo 2008). Santander. Borja, F. (coord.), Román, J.M.; Montes, C.; Moreira, J.M. y Rodríguez, J. (2004). Regionalización Ecológica de Andalucía y Unidades Ecológicas de Gestión en el marco del Plan Director de la RENPA (Documento técnico inédito). Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía. Sevilla. 82 págs. Borja, F; Montes, C. y Román, J.M. (2009). Regionalización ecológica y Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía. Proyecto Andalucía. Serie Ecología. Tomo 4, págs.: 125‐156. Publicaciones Comunitarias. Borja, F.; Román, J.M.; Montes, C. y Rodríguez, J. (en prensa). “Regionalización Ecológica de Andalucía”. Enciclopedia de Andalucía. Espacios Naturales Protegidos. Consejería de medio Ambiente. J. de A. Montes, C.; Borja, F.; Bravo. M. A. y Moreira, J. M. (Coords.) (1998). Reconocimiento Biofísico de Espacios Naturales Protegidos. Doñana: una aproximación ecosistémica. Mapa Ecológico (E= 1/40.000). Junta de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente. 311 págs. Selby, M.J. (1985). Earth’s Changing Surface. Oxford University Press. New York. 607 págs. Zazo, C. y Goy, J.L. (1994). “Litoral Español”. En M. Gutiérrez Elorza (ed.) Geomorfología de España. Ed. Rueda. Madrid, 437‐469 pp.
ANEXO 1 Propuesta general de órdenes escalares, contexto estructural y contexto funcional para la Clasificación Jerárquica de Ecosistemas dentro de la Regionalización Ecológica de Andalucía (Borja, coord., 2004).
EVALUACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS DEL MILENIO EN ESPAÑA
Tipos Operativos de Ecosistemas Litorales: ‐ PLAYAS ‐ DUNAS (Dunas Costeras, Campos de Dunas y Mantos Eólicos) ‐ ACANTILADOS
TAREA 4: TABLAS DE FUNCIONES Y SERVICIOS DE LOS ECOSISTEMAS
Coordinadores: Juan Manuel Barragán (UCA) ‐ Francisco Borja Barrera (UHU) Colaboradores: César Borja Barrera (US)
‐ 2009 ‐
A continuación se incluye las tablas de funciones y servicios, así como su alcance territorial (escala de referencia), correspondientes a los subtipos operativos de ecosistemas litorales: playas, dunas y acantilados.
ECOSISTEMA OPERATIVO: PLAYAS (I)
FUNCIONES SERVICIOS ESCALA Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario
Retención de suelos al constituir áreas receptoras de la sedimentación que tanto caracterizan al litoral español
Regula los procesos de formación de áreas de gran valor para diferentes usos y actividades del ser humano
Estudio y conocimiento científico
Regional Residentes locales, científicos internacionales, instituciones L‐S‐R‐N vinculadas a la gestión del DPMT.
Amortiguación de perturbaciones al constituir áreas en las que se disipa la energía del oleaje
Protege las propiedades y los bienes del borde costero frente a desastres naturales como tormentas o temporales
Estudio y conocimiento científico
Regional Residentes locales, científicos internacionales, instituciones L‐S‐R‐N vinculadas a la gestión del DPMT
REGULA
CIÓN
Regulación de procesos que equilibran la distribución de materiales mar/tierra
Regulación de un equilibrio dinámico que beneficia a las actividades humanas que se desarrollan en la playa seca, húmeda o sumergida.
Estudio y conocimiento científico
Regional Residentes locales, científicos internacionales, instituciones L‐S‐R‐N vinculadas a la gestión del DPMT
ECOSISTEMA OPERATIVO: PLAYAS (II) FUNCIONES SERVICIOS ESCALA
Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario Uso del espacio físico para actividades humanas (no resulta adecuada su utilización)
Para la energía mareomotriz producida por la conversión del movimiento del oleaje El ser humano aprovecha esta agua para baños que benefician su salud y su espíritu. Transporte e infraestructuras, comunicaciones que utilizan este espacio como soporte (nodos intermodales). Asentamientos humanos por la cercanía del medio marino
Espacio privilegiado por los hábitos culturales de la sociedad actual (ocio, turismo, recreo, deportes –surf, sky board, pesca deportiva carreras de caballos, carrera…).
Local hasta subregional
Residentes locales, turistas hasta internacionales, empresarios ligados al ocio, turismo y recreo hasta internacionales empresas de producción energética y comunicaciones hasta internacionales instituciones públicas ligadas a la gestión urbanística.
Hábitat para especies de plantas singulares por su resistencia a la salinidad, pobreza nutrientes, movilidad suelo… y aves, crustáceos, moluscos…
SUSTRA
TO
Lugar de llegada de restos vegetales (algas) porque el ciclo biológico y el proceso natural marino hace llegar a las orillas de las playas algas.
Recolección de moluscos, crustáceos para alimento. Lugar de depósito natural de restos de algas, conchas y materiales ornamentales.
Estudio y conocimiento científico. Bienestar psicológico. Pesca y marisqueo recreativos. Valor naturalístico y paisajístico.
Local hasta subregional
Residentes locales, agricultores locales, mariscadores y pescadores hasta subregional, turistas hasta internacionales, empresarios ligados al ocio, turismo y recreo hasta internacionales científicos hasta internacionales
ECOSISTEMA OPERATIVO: PLAYAS (III) FUNCIONES SERVICIOS ESCALA
Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario Animal, producción biológica limitada por condiciones extremas del hábitat
Pesca, recolección de moluscos, crustáceos…
Local subregional Residentes locales, pescadores profesionales y deportivos: subregional; consumidores alimentos: local.
Vegetal, el ciclo biológico y los procesos naturales marinos hacen llegar a las orillas de las playas algas de arribazón.
Recolección de algas de arribazón para fertilizantes.
Local subregional Agricultores subregional
Mineral, lugar de sedimentación y acumulación de material detrítico geológico y biológico.
Extracción de arenas como materiales de préstamo, materiales. Conchas para la decoración y como material de joyería. Barros para baños de la piel.
Local subregional Residentes locales, Turistas internac., instituciones públicas vinculadas a la gestión del DPMT,
PRODUCC
IÓN
Agua, con contenido de sales y otros minerales
Baños para bienestar físico y la salud. Uso medicinal.
Facilidades para actividades que configuran una auténtica cultura talasoterápica
internacional Residentes locales, Turistas y empresarios internacionales.
ECOSISTEMA OPERATIVO: PLAYAS (IV)
FUNCIONES SERVICIOS ESCALACategoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario
Estética
Bienestar psicológico: contemplación del paisaje, relajación y disfrute. Valor para la calma espiritual. Turismo de naturaleza. Paseos a caballo.
Local y subregional
Residentes locales, turistas hasta internacional, empresas turísticas hasta internac., instituciones turísticas nacionales
Identidad
Sentido de lugar o pertenencia. Ámbitos que se identifican y reconocen por sus playas. Valores asociados al lugar (tradiciones: culturales, deportivas, ocio y recreo…)
Local nacional Residentes locales, turistas hasta internacional, empresas turísticas hasta internac., instituciones turísticas nacionales
INFO
RMACIÓN
Didáctica
Estudio y conocimiento científico. Educación ambiental. Expresión de la naturaleza a través del arte plástico: fotografía, pintura… Juegos infantiles
local Residentes locales, escolares locales, artistas plásticos hasta internacional, instituciones educativas hasta regional, comunidad científica internacional
ECOSISTEMA OPERATIVO: DUNAS (I) FUNCIONES SERVICIOS ESCALA
Categoría Subcategoría Abastecimiento
Regulación Cultural suministro beneficiario
Regulación hídrica. Retención superficial de agua (lagunas intradunares) y subterránea (filtración acuíferos) debido a alta porosidad y permeabilidad de materiales. Define patrones de distribución, tipo, densidad de la vegetación, así como la morfología y dimensiones del hábitat.
Ciertos usos humanos (agrícolas p. e.) disponen de una reserva limitada de agua de gran calidad (y humedad para el subsuelo).
Purificación del agua a través de procesos de autodepuración: mecánico, químico, biológico.
Conocimiento vernáculo asociado a prácticas agrícolas basadas en la gestión del agua y humedad del sustrato dunar (ej. Navazos de Sanlúcar). Conocimiento científico.
local hasta subregional
Agricultores, comerciantes y residentes locales hasta subregional. Científicos y académicos nacionales. Instituciones regionales vinculadas a la gestión del DPH.
Retención de suelos. Reservorio de arenas para equilibrio de playa húmeda y seca.
Control de la erosión y reducción de la pérdida de materiales en playas. Mantenimiento del equilibrio sedimentario.
Estudio y conocimiento científico de funciones de regulación de los procesos de erosión, transporte y sedimentación eólica.
Local hasta regional
Residentes locales. Científicos e instituciones locales, regionales y nacionales vinculadas a la gestión del DPMT.
REGULA
CIÓN
Amortiguación perturbaciones. Amortigua impacto de la energía proveniente del medio marino debido a la disipación del oleaje.
Protege frente a tormentas, inundaciones y otros desastres naturales ya que constituye el primer muro defensivo frente a energía del medio marino.
Estudio y conocimiento científico de funciones vinculadas a la defensa costera
Local hasta regional
Residentes locales. Científicos Instituciones locales, regionales y nacionales vinculadas a la gestión del DPMT.
ECOSISTEMA OPERATIVO: DUNAS (II) FUNCIONES SERVICIOS ESCALA
Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario Uso del espacio físico para actividades humanas
Asentamientos humanos (incompatible porque lleva consigo desaparición del sistema dunar).
local Residentes locales, empresarios de la construcción, turistas internacionales
SUSTRA
TO
Hábitat para especies de flora y fauna excepcionales (adaptadas e condiciones edáficas extremas: capacidad de retener agua, escasez de nutrientes, gran movilidad del sustrato, concentración de sales…). Fundamental para el mantenimiento de la biodiversidad. La topografía y lejanía a la línea de costa condiciona la variedad del hábitat dentro del ecosistema.
La formación de suelo es favorecida a través de la progresiva colonización vegetal. Esta fija acumulaciones de arena y materia orgánica. Primera banda de vegetación terrestre. Impide invasión arenas otros ambientes o usos humanos.
Paisaje singular para la contemplación y el disfrute estético. Satisfacción personal de que un ecosistema exista. Valor de no uso. Turismo de naturaleza y ecosistemas. Posibilidad de expresar la naturaleza en fotografías, cuadros, etc. por su valor estético. Estudio y conocimiento científico. Son las áreas de acceso a las playas
Local hasta regional
Científicos Instituciones locales, regionales y nacionales vinculadas a la gestión del DPMT. Turistas hasta internacionales. Artistas plásticos (pintores, fotógrafos…), escritores nacionales.
ECOSISTEMA OPERATIVO: DUNAS (III)
FUNCIONES SERVICIOS ESCALACategoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario
PRODUCC
IÓN
Mineral (acumulaciones naturales de material deleznable).
El ser humano utiliza estas arenas, en determinadas circunstancias, porque pueden utilizarse como materiales de préstamo (dunas‐dunas, dunas‐playas…). Aunque desaconsejable, se ha utilizado como material de construcción.
Las playas son utilizadas en España de forma masiva para actividades de ocio y turismo, por esta razón las dunas juegan un extraordinario papel por su función reguladora: estas arenas sirven para reducir la energía del medio marino y como aporte regulador de la playa.
Paisaje singular para la contemplación y el disfrute estético. Posibilidad de expresar la naturaleza en fotografías, cuadros, etc. Estudio y conocimiento científico.
Local‐subregional
Residentes locales, empresarios de la construcción, turistas del segmento balneario, Instituciones locales, regionales y nacionales vinculadas a la gestión del DPMT. Académicos y científicos nacionales.
ECOSISTEMA OPERATIVO: DUNAS (IV)
FUNCIONES SERVICIOS ESCALA Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario
Estética, ya que se interpreta como una manifestación de la naturaleza
Valor estético. Contemplación del paisaje marino y puestas de sol. Bienestar psicológico, valor espiritual, relajación y disfrute para una mejor calidad de vida. Conocimiento científico. Expresión de la naturaleza.
Local hasta subregional
Población residente. Turistas locales, nacionales e internacionales. Artistas plásticos hasta internacional.
Identidad, ya que algunos lugares de España son identificados por sus ambientes dunares
Sentido de lugar. Identidad visual que sirve como reclamo turístico: Maspalomas, Tarifa, Doñana… Turismo balneario y de naturaleza. Conocimiento científico. Expresión de la naturaleza.
Local hasta internacional
Población residente. Turistas locales, nacionales e internacionales. Instituciones públicas locales, regionales y nacionales vinculadas a la gestión de las actividades turísticas. Artistas plásticos hasta internacional.
INFO
RMACIÓN
Didáctica, ya que refleja de forma muy clara el dinamismo y la fragilidad de los ambientes costeros
Conocimiento vernáculo sobre métodos de gestión dunar. Educación ambiental y programas escolares. Conocimiento científico. Expresión de la naturaleza.
Local hasta nacional
Población residente. Instituciones públicas locales, regionales y nacionales vinculadas a la gestión del DPMT. Artistas plásticos hasta internacional.
ECOSISTEMA OPERATIVO: ACANTILADO (I)
FUNCIONES SERVICIOS ESCALA Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario
Formación del propio sustrato. Generación de materiales que alimentan las playas, las plataformas costeras, las dunas, etc. a través de la recesión de los propios acantilados
Control de la erosión de la unidad geodinámica a la que pertenezca a través del proceso de alimentación natural de otros ecosistemas o ambientes.
Estudio y conocimiento científico
Local hasta subregional
Residentes locales, instituciones ligadas al DPH y al DPMT, comunidad científica nacional.
Amortiguación de perturbaciones.
Amortigua las perturbaciones producidas por el impacto de la energía proveniente del medio marino debido a que constituye un verdadero muro de contención natural del oleaje.
Estudio y conocimiento científico
Local Residentes locales, instituciones ligadas al DPH y al DPMT, comunidad científica nacional RE
GULA
CIÓN
Regulación hídrica por constituir la zona de contacto entre la hidrosfera salada y continental.
Contribuye a la canalización y evacuación de los flujos de agua dulce hacia el mar.
Estudio y conocimiento científico
Local hasta subregional
Residentes locales, instituciones ligadas al DPH y al DPMT, comunidad científica nacional
ECOSISTEMA OPERATIVO: ACANTILADO (II) FUNCIONES SERVICIOS ESCALA
Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario Aunque no es recomendable, por la estabilidad del terreno, a menudo, las infraestructuras costeras ligadas a los sistemas de transporte (viarias y ferroviarios sobre todo) descansan su traza sobre zonas acantiladas. Los asentamientos humanos, a veces, ocupan y transforman los acantilados (y con frecuencia generan problemas de costosa solución posterior).
Uso del espacio físico para actividades humanas
En determinadas zonas de España el abancalamiento de las pendientes permite desarrollos agrícolas.
Alimentación el sustrato necesario para la propia regulación de ambientes vinculados a usos y actividades humanas.
Espacio para esparcimiento, contemplación y paseo.
Local‐subregional
Residentes locales, viajeros y pasajeros hasta internac., agricultores locales, instituciones públicas ligadas a la gestión del DPMT (regional, nacional)
SUSTRA
TO
Hábitat para especies de flora y fauna excepcionales con elevados endemismos, (rupícolas, adaptadas e condiciones edáficas extremas: escasez de nutrientes, concentración de sales…). La geología, pendiente, topografía y lejanía a la línea de costa condiciona la variedad del hábitat dentro del ecosistema.
Paisaje singular para la contemplación y el disfrute estético. Satisfacción personal de que un ecosistema exista. Valor de no uso. Turismo de naturaleza y ecosistemas. Posibilidad de expresar la naturaleza en fotografías, cuadros, etc. Valor científico de su conocimiento y estudio
Nacional Residentes locales, turistas hasta internac., artistas plásticos nacionales, científicos nacionales
ECOSISTEMA OPERATIVO: ACANTILADO (III) FUNCIONES SERVICIOS ESCALA
Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario Mineral Materiales minerales
que pueden ser utilizados en la construcción (bloques de cantería, arenas…).
Arenas que alimentan playas y otros ecosistemas utilizados por el ser humano.
Estudio y conocimiento científico.
Local y subregional
Residentes locales, empresarios de la construcción nacional, turistas internac., comunidad científica nacional.
PRODUCC
IÓN
Animal Alimento a través del marisqueo (crustáceos, moluscos).
Pesca deportiva. Estudio y conocimiento científico.
Nacional Residentes locales, Pescadores subregionales, mariscadores subregionales, hosteleros y consumidores nacionales
ECOSISTEMA OPERATIVO: ACANTILADO (IV) FUNCIONES SERVICIOS ESCALA
Categoría Subcategoría Abastecimiento Regulación Cultural suministro beneficiario Estética, ya que se interpreta como una manifestación paisajística de la naturaleza extremadamente singular.
Paisaje singular para la contemplación del paisaje marino y puestas de sol. Disfrute estético. Posibilidad de expresar la naturaleza en fotografías, cuadros, etc. Bienestar psicológico, valor espiritual, relajación y disfrute para una mejor calidad de vida.
Nacional Residentes locales, artistas plásticos nacionales, turistas internacionales.
Identidad, ya que algunos lugares de España son identificados por sus ambientes acantilados
Identidad visual que sirve como reclamo turístico. Turismo cultural (torres de almenara) y de naturaleza.
Hasta internacional
Residentes locales, artistas plásticos nacionales, turistas internacionales.
INFO
RMACIÓN
Didáctica, ya que refleja de forma muy clara la grandiosidad, el dinamismo y la fragilidad de los ambientes costeros
Educación ambiental y programas escolares. Estudio y conocimiento científico.
Nacional Residentes locales, artistas plásticos nacionales, turistas internacionales. Alumnos y profesores regionales.
EVALUACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS DEL MILENIO EN ESPAÑA
Tipos Operativos de Ecosistemas Litorales: ‐ PLAYAS ‐ DUNAS (Dunas Costeras, Campos de Dunas y Mantos Eólicos) ‐ ACANTILADOS
TAREA 5: CASO DE ESTUDIO
Coordinadores: Juan Manuel Barragán (UCA) ‐ Francisco Borja Barrera (UHU) Colaboradores: César Borja Barrera (US)
‐2009 ‐
Como posible caso de estudio y aplicación de los puntos de vista y la metodología planteados en el presente proyecto, y sin menoscabo de los ámbitos litorales ya considerados en la reunión de coordinación (Madrid, 2009), nos parece oportuno proponer un ámbito litoral emblemático no sólo a nivel nacional sino también a escala internacional. Nos referimos al LITORAL DE DOÑANA, el cual forma parte de una comarca sobre la que se ha avanzado bastante en la materia sobre la que aquí se incide, o sea, en la consideración del territorio en términos de socio‐ecosistemas (p.e.):
Environmental Conservation (doi: 10.1017/S0376892907004067) “Influence of user characteristics on valuation of ecosystem services in Doñana Natural Protected Area (south‐west Spain)”. Berta Martín‐López, Carlos Montes y Javier Benayas Biological Conservation, 139 (2007) 67–82. “The non‐economic motives behind the willingness to pay for biodiversity conservation”. Berta Martín‐López, Carlos Montes y Javier Benayas Bases socio‐ecológicas para la valoración económica de los servicios generados por la Biodiversidad: implicaciones en la política de conservación. Tesis Doctoral (ined.). 236 págs. UAM. Berta Martín‐López
Se trata de un litoral donde concurren todos y cada uno de los subtipos de ecosistemas identificados (playas: flecha litoral de Doñana y sector de La Algaida; dunas costeras y campos de dunas del Parque Nacional; mantos eólicos de El Abalario; y acantilados de El Asperillo), de los que, además, se dispone de cartografía ecológica basada en principios genético‐funcionales. Por otro lado, también pueden reconocerse fácilmente los vínculos del mismo con el resto de los ecosistemas de tránsito al ámbito marino y continental. Lo que permitiría recuperar la visión integral del medio litoral, como así hemos propuesto en varios de los documentos de la serie entregada (Tareas).
La propuesta del área de Doñana se basa, asimismo, en el hecho de que este espacio cuenta ya con un primer diagnóstico medioambiental de carácter integral, realizado desde una aproximación territorial al Cambio Global en los términos que se plantean en la Figura 1 (Borja y Fernández, 2007). Según este esquema, puede deducirse que, en las próximas décadas el afianzamiento de la aridez climática traerá consigo, entre otras manifestaciones, un incremento del estrés hídrico, una disminución de la humedad del suelo, un deterioro edáfico y de la cubierta vegetal y, en general, una caída de la producción de los ecosistemas (Fernández y Borja, 2006). Este detrimento generalizado del funcionamiento de los ecosistemas será especialmente significativo en el caso de los humedales, sistemas naturales de gran protagonismo en Doñana. Debido al cambio climático, e independientemente del tipo genético‐funcional en el que se incluyan, estos humedales en su conjunto quedarán expuestos a frecuentes desarreglos en sus hidro‐periodos, así como a un aumento de la salinidad, una disminución de la concentración de O2 disuelto, etc. La viabilidad de muchos de ellos decrecerá, además, como consecuencia de la merma de la infiltración y la configuración de flujos subsuperficiales, mecanismo por el que se alimenta una buena parte del sistema
palustre de los arenales de El Abalario‐Doñana, así como a causa del abatimiento de los niveles freáticos, de lo que depende otro buen número de estos humedales (Borja C. en preparación).
Figura 1. Diagnóstico medioambiental. Implicaciones del Cambio Climático en relación al medio natural y el territorio del
ámbito de Doñana, en el contexto del Cambio Global.
En relación con estas últimas circunstancias, un contexto de sobreexplotación y contaminación del acuífero, incluyendo una salinización de su banda costera por efecto de la subida del nivel del mar, podría no estar muy lejos de alcanzarse en torno a mediados de siglo,
a juzgar por la tendencia que muestran los datos recientes de la U.H. 05.51. Como tampoco es descartable, en el caso de las cuencas vertientes a las marismas de Doñana, un incremento de la incidencia humana que a día de hoy ya presiona sensiblemente el mantenimiento de la cubierta vegetal y los suelos, así como la viabilidad de algunos de los procesos hídricos básicos (relación red fluvial y acuífero). Tales efectos se concretan, por una parte, en la pérdida progresiva de la vegetación natural, la substitución de cultivos tradicionales, la introducción de nuevas prácticas agrícolas poco respetuosas con las limitaciones naturales del medio, el abandono de tierras, el desmonte para nuevas tierras de cultivo o la implantación de instalaciones de obtención de áridos, etc.; y, por otra, en las extracciones abusivas mediante pozos (muchos de ellos en situación irregular desde el punto de vista legal), la habitual ocupación de cauces, la pérdida de flora ribereña y proliferación de especies alóctonas, el cultivo de llanuras aluviales, la deforestación y el recrecido de las orillas, los encauzamientos, desvíos y anulaciones de canales, los vertidos contaminantes, etc.
En pocas décadas esta situación ha provocado que las tasas de erosión de las
cabeceras fluviales de los colectores que vierten a la marisma se disparen, como asimismo ha ocurrido con los procesos de azolvamiento en sus tramos bajos. El caso más paradigmático, en este sentido, es sin duda el del arroyo del Partido (Borja et al. 2009), donde el fenómeno ha adquirido proporciones descomunales merced a que a la importante desarticulación sufrida por su cuenca se le une el desafortunado manejo hidráulico de su tramo final (Mintegui y Robredo, 2000). La consecuencia inmediata de esta presión antrópica sobre la cuenca y la red hidrográfica es la reactivación del sistema morfogenético fluvial y su desnaturalización como ecosistema fluvial, y su corolario la colmatación de la franja periférica norte de la marisma aluvial. Esta quizá haya sido una de las grandes deficiencias de partida del proyecto Doñana 2005 (MIMA, 2001), el no haber considerado que parte de la gestión de la marisma de Doñana (y, por tanto, la posibilidad de su “regeneración hídrica”) se encuentra precisamente fuera de la zona protegida, y tiene que ver más de lo que en un principio pudiera parecer con lo que ocurra en las cuencas vertientes y con la subida del nivel del mar que provocará el calentamiento global.
El ascenso de la rasante marina, por su parte, fortalecerá el actual régimen de
inundación mareal, beneficiando el desarrollo de este tipo de marismas en detrimento del ecosistema aluvial. Al mismo tiempo, una morfogénesis costera reactivada por un nivel de base en ascenso tenderá, al menos en las fases iniciales del proceso, a erosionar las formaciones de playas, revitalizando a su vez los procesos eólicos, principalmente en el ámbito correspondiente al cordón de dunas costeras. Estas circunstancias se verán favorecidas bajo las nuevas condiciones de incremento de la aridez climática, ya que el periodo útil para que los granos de arena puedan ser removilizados por el viento se verá ampliado y la velocidad del mismo irá en aumento, al menos episódicamente. Como ocurría en el caso de las cuencas vertientes, este escenario de reactivación de la morfodinámica y de deterioro de las funciones de los ecosistemas litorales se verá retroalimentado a causa de los desajustes que la actividad humana está provocando en la línea de costa onubense desde hace décadas (Morón y Borja, 1999), o los que pueda causar en un futuro inmediato.
Los principales desajustes actuales del litoral de Huelva en su conjunto tienen su origen en la puesta en valor turístico, agrícola, comercial e industrial del sector centro‐occidental del mismo, y en la consiguiente expansión de infraestructuras y del consumo de recursos llevados a cabo durante la segunda mitad del pasado siglo sobre dicho sector. Esto ha supuesto una importante merma en las funciones del ecosistema costero onubense, lo que quizá no haya sido valorado adecuadamente, en relación con su posible afección sobre el área de Doñana bajo un escenario de rápido ascenso de nivel del mar. Para ello hay que tener en cuenta que la deriva litoral de dirección Oeste‐Este imperante en la zona convierte a la costa oriental de Huelva en la receptora de los efectos de cualquier disfunción que se induzca “aguas arriba”; o sea, que lo que llegue o deje de llegar a las playas de levante (sedimentos, elementos contaminantes, corrientes libres de carga de alto poder erosivo…), dependerá de cómo se maneje la línea de costa en el otro extremo de la provincia e, incluso, de lo que se haga en parte de la fachada sur portuguesa. La presencia, por ejemplo, de espigones, convertidos en gigantescas trampas de sedimentos, está jugando un papel decisivo en los desequilibrios detectados en las playas de Doñana, siendo éste un factor clave también de cara a evaluar lo que puede ocurrir en un futuro inmediato, cuando empiecen a dejarse sentir los efectos de la subida del nivel del mar en la zona.
Esta aproximación a Doñana en términos de deterioro del capital natural de la comarca obliga a que cualquier diagnóstico medioambiental de este espacio tenga que hacerse dentro del marco de referencia del Cambio Global, y no sólo en lo que se refiere a los ecosistemas de los que el Espacio Natural Doñana protege parcialmente (Montes et al., 2007a). Ante este panorama de sistema territorial en crisis, no queda, por tanto, sino esperar que el incremento de la aridez que traerá consigo el cambio climático refuerce aún más estos desajustes, profundizándose así en el deterioro de las funciones de los ecosistemas, en especial en lo que se refiere a las cuencas vertientes del ámbito de Doñana. Desde esta perspectiva, pues, no es descartable en absoluto la instalación gradual de un escenario de desertificación, entendida como un complejo proceso de simplificación ecológica del territorio que, fruto de una crisis medioambiental (climática y socioeconómica, a la vez), desencadena nuevos mecanismos de degradación natural, lo que dificulta o impide el uso y la conservación sostenible del flujo de servicios de los ecosistemas. Cuando hablamos de desertificación en Doñana nos estamos refiriendo, por tanto, a un proceso de empobrecimiento y degradación de sus ecosistemas terrestres y acuáticos que, fragilizados por la aridez, se ven sometidos a un régimen de sobreexplotación por causa de un uso y/o gestión inapropiados.
Desde el punto de vista del diagnóstico medioambiental, en síntesis, el horizonte de
Cambio Global que se dibuja para el área de Doñana es el de una aridificación climática y una subida del nivel del mar cuyos efectos sobre el territorio se verán (de hecho, en parte, ya se están viendo) reforzados por una importante presión antrópica sobre las cuencas vertientes, el hidrosistema y el medio costero. La consecuencia inmediata de esta conjunción de factores es la vigorización de los sistemas morfogenéticos (desajustes en el balance erosivo‐sedimentario), así como la caída de la diversidad biológica, todo lo cual acentúa la tendencia a la desertificación, en los términos explicados más arriba. Bajo estas condiciones de impacto sobre la cubierta vegetal y los suelos, sobre la dinámica de laderas, sobre el hidrosistema y sobre la dinámica costera, se produce un sensible deterioro de las funciones de los ecosistemas que
empiezan a registrar importantes mermas en el mantenimiento del flujo de servicios que estos ofrecen a la comunidad, lo que supone una pérdida, irrecuperable en muchos casos, del capital natural de Doñana, pero también del capital antrópico (donde se incluye capital humano, capital social y capital construido; Montes et al., 2007b).
Planteado en tanto que degradación de las funciones de los ecosistemas provocada
por la combinación de factores naturales y humanos, este diagnóstico medioambiental del ámbito de Doñana permite, finalmente, una lectura en términos de niveles de vulnerabilidad territorial, entendida como el grado en que los sistemas naturales y humanos que componen el territorio podrían ver aminorada su funcionalidad a consecuencia, por ejemplo, del cambio climático inducido. Dicho de otro modo, se entiende que el grado de vulnerabilidad de un territorio es inversamente proporcional al nivel de su resiliencia o capacidad de adaptación al cambio ante la perturbación climática que se espera para el presente siglo y sus efectos derivados. Desde este punto de vista, un medio natural o una sociedad muy vulnerables serían aquellos que fueran muy sensibles ante los efectos de los cambios del clima y/o aquellos cuya capacidad de adaptación se hallara por cualquier motivo seriamente limitada para responder ante los mismos.
Por todo ello, entendemos que el espacio litoral de Doñana puede cumplir de sobra las exigencias para convertirse en un área piloto del proyecto general de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España.
REFERENCIAS Borja, C. (en preparación). Tesis Doctoral. Universidad de Sevilla. Borja, F. y Fernández, M. (2007). Cambio climático inducido y cambio global en Doñana. Diagnóstico Medioambiental y Orientaciones Estratégicas. Documentos del PDS II de Doñana. 82 págs. http://www.ciecem.uhu.es/catedradonana Borja, F.; Borja, C.; Fernández, M. y Lama, A. (2009). “Dinámica hidrogeomorfológica e impacto antrópico en la cuenca del arroyo del partido (NW del Parque Nacional de Doñana, Huelva, España). Evaluación de procesos actuales. Cuaternario y Geomorfología, 23 (3‐4): 45‐64 Fernández, M. y Borja, F. (2006). Doñana y Cambio Climático: Propuestas para la Mitigación de efectos. Sevilla. WWF‐Adena. 63 págs. http://www.ciecem.uhu.es/catedradonana MIMA (2001). Documento Marco para el Desarrollo del Proyecto Doñana 2005. Regeneración Hídrica de las cuencas y cauces vertientes a las marismas del Parque Nacional de Doñana. 201 págs. Mintegui, J.A. y Robredo, J.C. (2000). “Sedimentation cone formation in a gentle‐slope torrential channel. Analysis of the El Partido stream in the Parque Nacional de Doñana area”. Quaderni di Idronomia Montana, 20:231‐245. Special Issue: Dynamics of Water and Sediments in Mountains Basins, Lenzi M.A. (ed.), Editoriale Bios, Italia. Montes, C. (Coord.) (2007 a). Hacia la elaboración de un modelo de gestión sostenible en la comarca de Doñana. UAM ‐ EGMASA, (Doc. Ined.) 370 págs. Montes (Coord.) (2007 b). Hacia una visión compartida del Desarrollo Sostenible en Doñana. Labº de Socioecología. UAM. Madrid (Doc. Ined.) 45 págs. Morón, M. y Borja, F. (1999). Transformaciones recientes en las marismas del poniente onubense. Paraje Natural Marismas del Odiel (Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía). Doc. Ined. 87 págs. + mapas.