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Ética
La palabra ética (del latín ethĭcus, y este del griego ἠθικός) proviene de la
íntima relación con la moral; tanto es así que ambos términos se confunden con
frecuencia. Etimológicamente tienen el mismo significado, con diferencia que
moral deriva del latín (mos) y ética del griego (ethos).
La ética sin embargo, no prescribe ninguna norma o conducta; no manda ni
sugiere directamente qué debemos hacer. Su cometido consiste en aclarar
qué es lo moral, cómo se fundamenta racionalmente una moral y cómo se ha de
aplicar ésta posteriormente a los distintos ámbitos de la vida social. En la
vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones
que justifican la utilización de un sistema moral u otro.
La ética estudia la moral y determina qué es lo bueno, y desde este punto
de vista cómo se debe actuar. Es decir, es la teoría o la ciencia del
comportamiento moral. Se puede clasificar como lo que define algo como bueno o
malo, a diferencia de la moral, lo que define lo correcto e incorrecto.
La ética es una de las principales ramas de la Filosofía, en tanto requiere de
la reflexión y de la argumentación, en este campo es el conjunto de valoraciones
generales de los seres humanos que viven en sociedad.
Ser Humano
Los seres humanos constituyen, desde el punto de vista biológico, una sola
especie animal: Homo sapiens. Son también llamados genéricamente hombres,
aunque ese término se aplica también específicamente a los individuos de sexo
masculino, por lo que se propone el uso de términos como ser humano, especie
humana y evitar la confusión con el varón.
Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens
sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo
filogenético entre el Neandertal y la actual humanidad por lo que se usa
exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de
Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese
ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.
El Ser y la Relación con el Mundo.
Filosóficamente, quizá no haya tarea más compleja para la Humanidad que
definirse a sí misma, debido a la complejidad que esto representa. Desconocemos
los alcances y el destino de nuestra propia especie. El papel del hombre en el
Universo es múltiple: como admirador, artífice y como ser que ha procurado, en
algún modo, trascender y dejar una impronta o huella en el Universo.
El Ser y la Relación con Otros
La sociedad humana es la empresa de edificación de mundos, ésta es un
fenómeno dialéctico en cuanto es un producto humano, reacciona constantemente
sobre su productor, la sociedad es un producto del hombre.
Es dentro la sociedad, de un proceso social, donde el individuo se convierte
en persona, él no puede existir fuera de la sociedad. El proceso dialéctico
de la sociedad son: la externalización, objetivación e internalización.
Objetivación es conquista, internalización es reapropiación, la sociedad es
un producto humano por externalización, e internalización es cuando el hombre se
convierte en producto de la sociedad.
No existe ningún mundo del hombre, el mundo debe ser moldeado por la
propia actividad del hombre. El hombre no encuentra una relación "dada" con
el mundo, sino que debe incesantemente tratar de establecerla, el hombre se crea
así mismo en un mundo, este mundo es la cultura.
El resultado de la cultura es la sociedad y la "materia" son significados
humanos externalizados en la actividad humana (familia, economía). La
sociedad se manifiesta por su poder coercitivo, dirige, sanciona, controla y castiga
la conducta individual, puede destruir al individuo.
El mundo de las objetivaciones sociales, creadas por la externalización de
la conciencia, se enfrenta con esta como una facticidad externa, la internalización
es la reabsorción en la conciencia del mundo objetivado.
“Puede describirse psicológicamente la socialización como proceso de
aprendizaje”
El éxito de la socialización depende de una simetría entre el mundo objetivo
de la sociedad y el mundo subjetivo del individuo.
El individuo es socializado para que sea una persona determinada y habite un
mundo determinado.
Seres con capacidad de amar.
El amor (del latín, amor, -ōris) es un concepto universal relativo a la afinidad
entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos
de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente se interpreta como
un sentimiento, relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de
una serie de emociones, experiencias y actitudes.
En las relaciones de la persona con su medio, el amor puede presentar una o más
de una de las manifestaciones siguientes:
Amor autopersonal: La autoestima o amor propio es el amor hacia uno mismo. Es
algo positivo para el desarrollo personal e indispensable para las buenas
relaciones interpersonales. Se basa en la aceptación de las virtudes y defectos
propios y la percepción de éstos en su justa medida. No debe confundirse con el
narcisismo, que conlleva egocentrismo y que suele existir como consecuencia de
una autoestima baja. Vulgarmente y con frecuencia se malinterpreta el
concepto de autoestima al referirse al narcisismo patológico como «autoestima
demasiado alta» o «demasiado amor propio». La autoestima es el requisito
necesario para que exista amor real en cualquiera de sus manifestaciones.
Amor incondicional: Es el que se profesa sin esperar nada a cambio. El amor
espiritual, predicado por las diferentes religiones, es el amor incondicional por
antonomasia. El amor maternal, o amor de madre a hijo, se reconoce también
como amor de este tipo; este último, por tradición, se considera motivado por un
fuerte instinto que lo hace especialmente intenso; no obstante, hay también quien
cuestiona la existencia de dicho instinto.
Amor filial: Entre hijos y padres (y, por extensión, entre descendientes y
ancestros).
Amor fraternal: En su sentido estricto, es el afecto entre hermanos, aunque puede
extenderse a otros parientes exceptuados los padres y los descendientes. Nace
de un sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia, y se
manifiesta por emociones que apuntan a la convivencia, la colaboración y la
identificación de cada sujeto dentro de una estructura de parentesco.
Lo mismo que el amor filial, y desde el punto de vista del psicoanálisis, el fraternal
es sublimado, ya que está fundado en la interdicción del incesto.
Amistad: Cercano al amor fraternal, es un sentimiento que nace de la necesidad
de los seres humanos de socializar. El amor al prójimo nace a su vez del uso de la
facultad de la mente de empatizar y tolerar, y constituye la abstracción de la
amistad. Para Erich Fromm, dicho amor al prójimo equivale al amor fraternal y al
amor predicado en la Biblia mediante la frase «amarás al prójimo como a ti
mismo».
Amor romántico: Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a
uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado
a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.
Amor confluente: Amor entre personas capaz de establecer relaciones de pareja
definido a mediados del siglo XX. Aparece por oposición al amor romántico: no
tiene que ser único, no tiene que ser para siempre, no supone una entrega
incondicional y otros.
Amor sexual: Incluye el amor romántico y el amor confluente. El deseo sexual se
considera una manifestación del amor únicamente si nace de la autoestima.
(erastés y erómeno, Siglo V a. C.).
Amor platónico: Con propiedad, es un concepto filosófico que consiste en la
elevación de la manifestación de una idea hasta su contemplación, que varía
desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de
su esencia. Para Platón, el verdadero amor es el que nace de la sabiduría, es
decir, del conocimiento. Vulgarmente, se conoce como una forma de amor en
que no hay un elemento sexual o éste se da de forma mental, imaginativa o
idealística y no de forma física.
Amor a los animales y a las plantas: Nace de un sentimiento protector.
Amor hacia algo abstracto o inanimado: A un objeto físico, una idea, una meta, a
la patria (patriotismo), al lugar de nacimiento, al honor, a la independencia
(integridad). Puede considerarse amor platónico en su sentido filosófico.
Amor hacia un dios o una deidad (devoción): Suele nacer de la educación recibida
desde la infancia. Considera a Dios como la fuente de todo amor y se basa en la
fe. En la mayoría de los casos, se considera que tras la muerte Dios premiará de
alguna forma a las personas que la correspondiente religión considere virtuosas.
Amor universal: Amor espiritual que, según diferentes religiones, todas las
personas pueden llegar a sentir por el medio natural y que los grandes místicos
experimentan como nirvana, éxtasis o iluminación, manifestación sublime en la
que se eclipsan o confluyen el resto de las manifestaciones. Eckhart Tolle sostiene
que el amor, como estado continuo, aún es muy raro y escaso, tan escaso como
un ser humano consciente.
Los valores humanos
Los valores se nos presentan a la conciencia como “principios” que intentan guiar
nuestra elecciones y decisiones cotidianas sobre los mas diversos temas,
incluyendo entre ellos temas frívolos como las preferencias de nuestro equipo
futbolístico hasta temas realmente importantes y transcendentes como nuestras
preferencias acerca de lo correcto o incorrecto, es decir, sobre el bien y el mal.
También podemos decir que los valores son una especie de entes de razón pues
su existencia se encuentra dentro de los límites del pensamiento humano. Por ello
ningún ser no intelectual posee valores como es el caso de los animales. Es por
ello que “los valores” son algo inequívocamente humano los cuales tiñen nuestra
existencia de una manera considerable.
Importancia
Los valores se presentan intuitivamente como “una guía” sobre la cual tenemos
referencias sobre nuestros obrar cotidiano en todos los aspectos. De tal manera
son una guía que el simple hecho de actuar de acuerdo a ellos no “hace sentir
bien” y el hecho de no hacerlos produce un efecto contrario de bastante malestar.
Inmediatamente aparece la idea de que los valores son “algo a honrar” en nuestra
actividad cotidiana, sea la misma del ámbito que sea.
Valores Relacionados con el ser Humano
La realización de la persona humana
La persona humana: esa realidad tan cercana, tan íntima, tan propia... y a la vez
tan difícil de comprender, tan inabarcable, tan misteriosa.
Nada parece tan interesante de estudio como el ser del hombre. Nada tan
extensamente estudiado por la filosofía de todos los tiempos... y sin embargo,
nada tan enigmático y difícil de explicar como ese realidad que se condensa en el
concepto de persona humana.
Por otra parte es tarea irrenunciable de todo hombre afrontar el problema de la
comprensión de la propia existencia. No se puede vivir sin sentido, sin buscar el
sentido de la existencia, sin dar un determinado sentido a la existencia. Pero...
¿tiene sentido la existencia humana?
Necesitamos dar respuesta al enigma del sentido de la vida. Cada mañana
necesito encontrar un motivo para levantarme, para ir al trabajo, para luchar por
sobrevivir en un mundo antagónico, para soportar injusticias, agresiones,
dificultades, sufrimientos, injusticias... ¿vale la pena vivir? ¿vale la pena luchar por
ser cívico, honrado, solidario? ¿vale la pena sacrificarse por los demás, fundar una
familia, traer hijos al mundo...? Si al final nos vamos a morir, ¿qué sentido tiene
luchar y sufrir tanto en esta vida?
Hay un conjunto de problemas ineludibles que toca a todo hombre afrontar: el
problema del dolor, del mal, el sentido del esfuerzo, el sentido de la convivencia
con los demás humanos, el sentido de la vida familiar, profesional, social, el
sentido moral de la existencia, el más acá u origen de la vida humana, el más allá
de la existencia terrena o valor trascendente de la vida...
Por eso necesitamos saber qué es el hombre: porque solo desde una
comprensión de lo que soy puedo encontrar el sentido de mi existencia. Sólo si
soy capaz de dar un sentido a las diversas dimensiones de la vida, y a la vida en
su totalidad, mi existencia será verdaderamente humana. Sólo si acierto a
entenderme como lo que realmente soy podré alcanzar una vida acorde a mi ser y
a mi dignidad. Sólo la verdad del hombre permite al hombre vivir en coherencia
con su dignidad. Quien desconoce su dignidad acaba negándola con su conducta.
Hay por tanto mucho en juego: lo que nos jugamos es configurar la propia
existencia y la vida social de acuerdo o no con lo que nos corresponde como
humanos. Lo que está en juego es nuestra humanidad: la humanidad en sentido
global. Y solo desde una comprensión cabal de lo que es el hombre se puede
alcanzar su realización de modo existencial.
No pretendo en estas líneas resolver este gran enigma, tan solo animar, sugerir,
facilitar algunos puntos de reflexión para ayudar al lector a que afronte por sí
mismo esta tarea que nadie puede ni debería osar eludir.
La escala de los valoires se refiere a la prioridad o la importancia y transcendencia
que reviste o significa para cada quien un valor m´as que otro.
En el acontecer diario, el ser humano con sus acciones, comportamiento y el
sentido que le da la vida, esta supeditado a la escala de valores que le esta
rigiendo. Es bueno no olvidar la influenbcia que ejercen la realidad sociocultural en
la estructuraci´´on de la escala de valores.
Cada grupo crea y vive sus propios valores culturales, dichos valores estan
relacionados con la vida del grupo. Su posibilidad depende que en un momento
dado expresen una relaci´´on positiva a la vida del grupo.
Amigoa cual de estos valorees es para ustedes el m´´as importante?
* Econ´´omicos
* Vitales
* Esteticos
* Sociales
* L´´ogicos
* Eticos
* Religiosos....
¿Qué son los valores humanos?
Los valores se nos presentan a la conciencia como “principios” que intentan guiar
nuestra elecciones y decisiones cotidianas sobre los mas diversos temas,
incluyendo entre ellos temas frívolos como las preferencias de nuestro equipo
futbolístico hasta temas realmente importantes y transcendentes como nuestras
preferencias acerca de lo correcto o incorrecto, es decir, sobre el bien y el mal.
Aún cuando el tema de los valores es considerado relativamente reciente en
filosofía, los valores están presentes desde los inicios de la humanidad. Para el
ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la
felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través de
los tiempos. Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas
sociales, costumbres, principios éticos o, en otros términos, por el costo, la
utilidad, el bienestar, el placer, el prestigio.
Los valores son producto de cambios y transformaciones a lo largo de la historia.
Surgen con un especial significado y cambian o desaparecen en las distintas
épocas. Por ejemplo, la virtud y la felicidad son valores; pero no podríamos
enseñar a las personas del mundo actual a ser virtuosas según la concepción que
tuvieron los griegos de la antigüedad. Es precisamente el significado social que se
atribuye a los valores uno de los factores que influye para diferenciar los valores
tradicionales, aquellos que guiaron a la sociedad en el pasado, generalmente
referidos a costumbres culturales o principios religiosos, y los valores modernos,
los que comparten las personas de la sociedad actual.
¿Qué se entiende por valor?
Este concepto abarca contenidos y significados diferentes y ha sido abordado
desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se entiende por valor
lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de
ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se
considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser falso;
es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de
la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad (Vásquez,
1999, p. 3). Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados
referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia
la transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan
determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada
grupo social.
"Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee y de un
sujeto que lo aprecia o descubre, pero no es ni lo uno ni lo otro. Los valores no
tienen existencia real sino adheridos a los objetos que lo sostienen. Antes son
meras posibilidades." (Prieto Figueroa, 1984, p. 186)
¿Desde cuáles perspectivas se aprecian los valores?
La visión subjetivista considera que los valores no son reales, no valen en sí
mismos, sino que son las personas quienes les otorgan un determinado valor,
dependiendo del agrado o desagrado que producen. Desde esta perspectiva, los
valores son subjetivos, dependen de la impresión personal del ser humano. La
escuela neokantiana afirma que el valor es, ante todo, una idea. Se diferencia lo
que es valioso de lo que no lo es dependiendo de las ideas o conceptos generales
que comparten las personas. Algunos autores indican que "los valores no son el
producto de la razón"; no tienen su origen y su fundamento en lo que nos
muestran los sentidos; por lo tanto, no son concretos, no se encuentran en el
mundo sensible y objetivo. Es en el pensamiento y en la mente donde los valores
se aprehenden, cobran forma y significado. La escuela fenomenológica, desde
una perspectiva idealista, considera que los valores son ideales y objetivos; valen
independientemente de las cosas y de las estimaciones de las personas. Así,
aunque todos seamos injustos, la justicia sigue teniendo valor. En cambio, los
realistas afirman que los valores son reales; valores y bienes son una misma cosa.
Todos los seres tienen su propio valor. En síntesis, las diversas posturas
conducen a inferir dos teorías básicas acerca de los valores dependiendo de la
postura del objetivismo o del subjetivismo axiológicos.
¿Cuáles son las características de los valores?
¿Qué hace que algo sea valioso? La humanidad ha adoptado criterios a partir de
los cuales se establece la categoría o la jerarquía de los valores. Algunos de esos
criterios son: (a) Durabilidad: los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay
valores que son más permanentes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del
placer es más fugaz que el de la verdad. (b) Integralidad: cada valor es una
abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible. (c) Flexibilidad: los valores
cambian con las necesidades y experiencias de las personas. (d) Satisfacción: los
valores generan satisfacción en las personas que los practican. (e) Polaridad: todo
valor se presenta en sentido positivo y negativo; todo valor conlleva un
contravalor. (f) Jerarquía: hay valores que son considerados superiores (dignidad,
libertad) y otros como inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o
vitales). Las jerarquías de valores no son rígidas ni predeterminadas; se van
construyendo progresivamente a lo largo de la vida de cada persona. (g)
Trascendencia: los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado
a la vida humana y a la sociedad. (h) Dinamismo: los valores se transforman con
las épocas. (i) Aplicabilidad: los valores se aplican en las diversas situaciones de
la vida; entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la
persona. (j) Complejidad: los valores obedecen a causas diversas, requieren
complicados juicios y decisiones.
En una escuela de enseñanza primaria, una maestra se dio cuenta de la vanidad
que había en las actitudes de sus alumnos. Valiéndose de una situación
fantástica, sugirió al grupo lo divertido que sería crear una ciudad imaginaria. Cada
alumno podría desempeñar el trabajo que quisiera. Llevando cuenta de las
elecciones hechas por los chicos, el grupo descubrió que tenían varios doctores,
abogados e ingenieros. Hubo un individualista que aspiraba a ser vago. A
continuación, preguntó al grupo si una ciudad así podría sobrevivir. Entonces se
puso de manifiesto la necesidad de agricultores, fabricantes de herramientas, de
personas dedicadas a la limpieza de las calles, etcétera. En la discusión que
siguió, los chicos se dieron cuenta, por primera vez, no sólo de la importancia que
tiene toda ocupación en nuestra sociedad, sino también de las medidas que
estaban usando para determinar el valor de una ocupación o de una persona. Los
distintos valores de nuestra sociedad que dan importancia a la recompensa
monetaria, a la categoría, al servicio social, etcétera, emergieron del inconsciente
al interés consciente de todos los miembros del grupo. (Lifton, 1972, pp. 263-264)
¿Cómo valora el ser humano?
¿Cómo expresa sus valoraciones? El proceso de valoración del ser humano
incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y afectivas que suponen:
la toma de decisiones, la estimación y la actuación. Las personas valoran al
preferir, al estimar, al elegir unas cosas en lugar de otras, al formular metas y
propósitos personales. Las valoraciones se expresan mediante creencias,
intereses, sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y acciones. Desde
el punto de vista ético, la importancia del proceso de valoración deriva de su
fuerza orientadora en aras de una moral autónoma del ser humano.
¿Cómo se clasifican los valores? ¿Cuáles tipos de valores existen?
No existe una ordenación deseable o clasificación única de los valores; las
jerarquías valorativas son cambiantes, fluctúan de acuerdo a las variaciones del
contexto. Múltiples han sido las tablas de valores propuestas. Lo importante a
resaltar es que la mayoría de las clasificaciones propuestas incluye la categoría de
valores éticos y valores morales. La jerarquía de valores según Scheler (1941)
incluye: (a) valores de lo agradable y lo desagradable, (b) valores vitales, (c)
valores espirituales: lo bello y lo feo, lo justo y lo injusto, valores del conocimiento
puro de la verdad, y (d) valores religiosos: lo santo y lo profano. La clasificación
más común discrimina valores lógicos, éticos y estéticos. También han sido
agrupados en: objetivos y subjetivos (Frondizi, 1972); o en valores inferiores
(económicos y afectivos), intermedios (intelectuales y estéticos) y superiores
(morales y espirituales). Rokeach (1973) formuló valores instrumentales o
relacionados con modos de conducta (valores morales) y valores terminales o
referidos a estados deseables de existencia (paz, libertad, felicidad, bien común).
La clasificación detallada que ofrece Marín Ibáñez (1976) diferencia seis grupos:
(a) Valores técnicos, económicos y utilitarios; (b) Valores vitales (educación física,
educación para la salud); (c) Valores estéticos (literarios, musicales, pictóricos); (d)
Valores intelectuales (humanísticos, científicos, técnicos); (e) Valores morales
(individuales y sociales); y (f) Valores trascendentales (cosmovisión, filosofía,
religión) (p. 53).
"Tiene razón el liberalismo cuando dice que la sociedad es para el hombre y no el
hombre para la sociedad, pero diciendo la mitad de la verdad escamotea la otra
mitad: que el hombre que se refugia en su "interés privado" y se pone como
horizonte el "bien particular" desentendiéndose del Bien Común está violando su
dignidad de hombre y da la espalda a la tarea ética que le correspondería en
cuanto hombre digno." El principal valor que debemos llevar en nuestras vidas
para el bien común lo es sin duda, "el valor del servicio a los demas" solo asi nos
beneficiamos todos por igual.
Recuerdo un cuento que me hicieron en alguna ocasión y que mas o menos
explica perfectamente este valor, veamos:
Resulta que una vez fallecidos los miembros de una sociedad fueron estos a parar
a (2) dos infiernos diferentes. Por un lado estaba el infierno de los individualistas o
egoistas y por otro lado estaba el infierno de aquellos que les gustaba y sabian
compartir.
A todas estas personas Dios, los castigo con brazos tan cortos que sus manos
llegaban a donde tenemos los codos, eran muy cortas, pero muy cortas sus
manos. Ademas para poder comer les pego en sus manos una cuchara muy pero
muy larga, tan larga que cuando tomaban la comida del plato no podian introducirse la
misma en la boca, la cuchara y la comida quedaban muy lejos de ella. Ante esa
situacion los amigos egoistas sufrian diariamente al no poder comer y era muy grande
su lamento, la cuchara no llegaba a su boca. Sin embargo los que si gustaban de
compartir sencillamente resolvieron el asunto tomando la comida y dandosela ellos
mismos entre sí. No importaba el largo de la cuchara y el problema, al contrario se les
hizo mas comodo darse asi la comida. Es como cuando la madre nos alimenta y pone la
comida en nuestras bocas, se place esta de alimentarnos. ¿Que bello valor verdad?
Otro ejemplo y ya propio me hace ver la importancia de este valor. Por espacio de de unos (20) veinte años me he dedicado a la venta. En ese tiempo me he podido percatar que se ma ha hecho mas facil a mi, que a mis compañeros el vender y el tener exito en mis gestiones. Mientras mis compañeros llegaban a casa de un prospecto cliente a venderles su producto (en este caso enciclopedias) y le presionaban a que les comprara, yo sutilmente les entrevistaba casi como un trabajador social y les hacia preguntas sobre como ellos "los padres", estarian dispuestos a ayudar a sus hijos en sus estudios. La propia contestación de los padres los llevaba inevitablemente a comprarle a sus hijos tan necesario recurso. Hoy por cierto, y en gratitud yo les obsequio este bello Portal Educativo y ellos me compran la computadora. Solo dando es como mejor se recibe. Esta es la ley de "Siembra y Cosecha".
En el servicio hacia los demas encontraremos nuestra propia felicidad.
Valores-Encuesta de Rokeach
Estudio de los valores del cliente
Milton Rokeach es uno de los pioneros en el estudio global de los valores del ser humano. Allá por 1973 desarrollo un sistema de valores que el juzgaba “universales” en el cual toda
persona podía verse reflejada en menor o mayor medida. Este sistema de 18 valores se convirtió con el tiempo en referencia para el estudio del comportamiento y para el análisis de lo que “era mas importante” para una persona. El coaching ha recogido esta herramienta como uno de los métodos mas potentes para ayudar en procesos de coaching de transición de vida.
¿Como utilizar esta herramienta y para que nos sirve?
Averiguar cuales son los valores mas importantes no solo es de suma importancia en un proceso de coaching, sino en cualquier situación de nuestra vida cotidiana. ¿Has observado si tu realidad es consecuente con los valores mas importantes para ti? ¿Es tu valor fundamental la libertad (por ejemplo) y estas trabajando en una oficina con horarios tan rígidos que no puedes ni ir al lavabo?. Durante el proceso de coaching, el cliente suele pedirnos muchas veces que le ayudemos a darse cuenta que puede mejorar en su vida, que descubramos que es lo que no acaba de cuadrar, ya que, aunque nota y presiente que algo no esta del todo bien, no sabe definirlo ni acaba de verlo claro.
Como coach, puedes pedirle que realice esta sencilla encuesta en la que deberá valorar varias áreas de su vida (18 bloques que son los identificados como importantes por Rokeach en su escala de valores). A continuación, el coachee deberá ordenar esos valores en orden de prioridad, un poco usando su intuición y los resultados de la encuesta que le salgan.
Por ultimo, con la lista de los valores principales ya clara (con averiguar nuestros 3-4 valores mas importantes es bastante) pondremos sobre la mesa si nuestra vida actual esta en consonancia con lo que nosotros decimos que son nuestros valores principales.
¿Que pasa si mi vida no esta en consonancia con mis valores?
Es bastante probable que muchas cosas que son importantes para ti no estén reflejadas en tu realidad en estos momentos. Nos pasa a todos, pues nos vemos arrastrados por mil y una circunstancias y decisiones que no siempre van en consonancia con lo que nos gustaría. Precisamente el coach te ayudara a poner en claro que acciones, cambios o actividades podrías poner en marcha para que tu realidad cotidiana, se asemeje mas a aquello que tu deseas.
Si combinas esta herramienta coaching son el estudio de tus talentos de Gallup, y además con el análisis de como están reflejados ambos resultados en tu vida actual (usando la herramienta de las 100 horas de la semana), empezaras a ver claro que cosas no cuadran, y junto con tu coach, podrás empezar a encontrar salidas y soluciones para que tu vida sea de la manera que tu quieres que sea.