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DIGITAL OBSERVATORY FOR HIGHER EDUCATION IN LATIN AMERICA AND THE CARIBBEAN IESALC Reports available at www.iesalc.unesco.org.ve Estudio sobre los antecedentes, situación actual y perspectivas de la evaluación y la acreditación en la República de Cuba IES/2003/ED/PI/70 Date of Publication: March 2003

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DIGITAL OBSERVATORY FOR HIGHER EDUCATION IN LATIN AMERICA AND THE CARIBBEAN

IESALC Reports available at

www.iesalc.unesco.org.ve

Estudio sobre los antecedentes, situación actualy perspectivas de la evaluación y la acreditación

en la República de Cuba

IES/2003/ED/PI/70Date of Publication: March 2003

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U N E S C O

I E S A L C M E S Ministerio de Educación Superior República de Cuba

ESTUDIO SOBRE LOS ANTECEDENTES, SITUACIÓN

ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE LA EVALUACIÓN Y LA

ACREDITACIÓN EN LA REPUBLICA DE CUBA.

La Habana, marzo 2003

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a) CONTEXTO Y ANTECEDENTES DEL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN CUBA. PRINCIPALES ASPECTOS DE SU EVOLUCIÓN RECIENTE Y LA PROBLEMÁTICA DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN.

Contexto y antecedentes del sistema de educación superior en Cuba. La Educación Superior comienza en Cuba al fundar la Orden de los Padres Dominicos, el 5 de enero de 1728, la Real y Pontificia Universidad de La Habana, verdadera Alma Mater de todas las instituciones de educación superior que existen hoy en el país. Nacida en una época en que estaba asentado en la Isla el poder de la España colonial, no podía escapar de las características de su momento, en que hasta las grandes universidades europeas se hallaban en su más bajo nivel. Otras Instituciones de Educación Superior (IES) también datan del siglo XVIII. Estas fueron el Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio en la Ciudad de la Habana, y el Seminario de San Basilio en la Ciudad de Santiago de Cuba. Estas instituciones estaban vinculadas a la Iglesia y a la monarquía española, y tenían como objetivo una preparación especial para la carrera eclesiástica o las humanidades. Desde fines del siglo XVIII ilustres cubanos comenzaron a luchar por reformar y modernizar los estudios universitarios en Cuba. Hombres como el padre Félix Varela, prácticamente el iniciador de una corriente de relaciones profundas entre el ideario cultural del país y su quehacer político y revolucionario que se mantiene hasta nuestros días, comprendieron que la enseñanza universitaria que se ofrecía no podía dar respuesta a las transformaciones que necesitaba el país. Los afanes del Padre Varela y de otros muchos a todo lo largo del siglo XIX, no obtuvieron resultados, entre otras razones, por la manifiesta hostilidad del gobierno español hacia la Universidad, muchos de cuyos estudiantes y profesores participaron activamente en las guerras independentistas. Justamente con el inicio del siglo XX comienzan las llamadas “reformas de Varona”, cuya dirección estuvo a cargo de Enrique José Varona, destacado educador e intelectual, quien, advirtiendo que la Universidad se había encerrado en un círculo demasiado estrecho para las exigencias de la vida moderna, señaló la necesidad de que los estudios universitarios estuviesen más a tono con los requerimientos de la nación, y de formar, entre otros, agrónomos e ingenieros; de tener una enseñanza práctica y experimental; de aumentar el número de estudiantes y de profesores, ideas que tampoco pudieron prosperar en aquella sociedad neocolonial. La ocupación militar norteamericana (1899-1902) influyó en distintas esferas de la nación, entre ellas, en la educación, ocasionando la modificación de los preceptos del insigne cubano Enrique José Varona, según sus intereses. Ya en los primeros años de la década del 20, era evidente que para hacer una universidad nueva hacía falta algo más que meras palabras. Por ello, los ecos de la Reforma de Córdoba

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(Argentina, 1918) encuentran rápida y efectiva respuesta en los universitarios cubanos, entre ellos en Julio Antonio Mella, creador de la Universidad Popular José Martí, conquista que fue anulada poco después por el gobierno de turno; Mella fue además el fundador de la Federación Estudiantil Universitaria, y su aguda visión le hizo comprender que no era posible la revolución universitaria si no se hacía primero la revolución social. Pocos cambios tiene la universidad en las décadas siguientes en el plano académico, aunque desempeña un importante papel en las luchas sociales y políticas de esos años. Durante la década de los años 50, la enseñanza superior cubana contaba con tres universidades: la Universidad de la Habana (1728), la Universidad de Oriente (1947) y la Universidad Central de Las Villas (1952). La creación de estás dos últimas añaden una nueva tónica a la vida universitaria en el país. Se ha señalado que los rasgos comunes que caracterizaban a estas tres universidades estatales eran su matrícula, que apenas rebasaba los 15 000 estudiantes; su estructura de carreras, en las que predominaban las de humanidades en detrimento de otras ramas de la ciencia, y el contenido obsoleto y las formas y métodos de enseñanza pasivos y memorísticos que practicaba una parte del claustro y de los que estaba ausente, salvo aislados casos excepcionales, el trabajo de investigación científica de profesores y estudiantes. Por estos años surgieron algunas universidades privadas, creadas por las más altas capas sociales para frenar y aislar la rebeldía estudiantil, pero éstas nunca llegaron a considerarse y trascender dentro de la historia de la educación superior cubana. Desde el mismo triunfo de la Revolución, en enero de 1959, fue declarado el carácter gratuito y democrático de la educación en Cuba, lo que significa que todos, independientemente de su raza, sexo, credo religioso o procedencia social, tienen acceso a la educación, y que el Estado garantiza la escolarización de todos los niños y jóvenes en edad escolar y brinda múltiples facilidades a los jóvenes y adultos que están en disposición de continuar estudios especializados y superiores. En enero 1962 se inicia la Reforma Universitaria, importante momento histórico que permite determinar las tendencias en el desarrollo de la educación superior en Cuba en estos años, y mediante la cual, entre otros aspectos, se modificó el régimen de gobierno universitario, se organizó la estructura de las universidades, se inició el desarrollo de las investigación científica, y se crearon nuevas carreras. Además, se creó el sistema de becas universitarias, cambió la estructura de la matrícula según las necesidades del país y se estableció la combinación del estudio con el trabajo, principio básico de la educación cubana que está presente en todos los niveles del Sistema Nacional de Educación. Por estos primeros años surgen y se desarrollan los cursos universitarios para trabajadores, y posteriormente entre los años 1972 y 1976 se crea un número significativo de filiales y sedes universitarias, dependientes de las tres universidades existentes, con el objetivo de extender la educación superior a diferentes regiones del país. Estas filiales y sedes universitarias se irían convirtiendo en centros de educación superior independientes. En los doce años que van del curso 1959-1960, en que triunfa la Revolución, al 1970-1971, la matrícula en las universidades creció en diez mil estudiantes, mientras que en los siguientes 10 años, el crecimiento fue de 155 mil.

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A partir de 1976 se genera un proceso de reestructuración organizativa del Estado, se implementa un nuevo sistema de dirección económica y, entre otras medidas, se aprueban las leyes que crean en julio de 1976 el Ministerio de Educación Superior (MES), la nueva estructura de carreras y la red de Instituciones de Educación Superior (IES), que constituyen hechos trascendentales para el desarrollo universitario a partir de los años siguientes. Ante la tendencia de crecimiento y la importancia estratégica del desarrollo universitario, ya con una red de 27 IES, se crea el Ministerio de Educación Superior, con el objetivo de aplicar la política educacional en este nivel y dirigirla metodológicamente en la red de IES, tanto en las IES adscritas al propio Ministerio de Educación Superior como en las IES adscritas administrativamente a otros Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), como por ejemplo, las del Ministerio de Educación Superior (Institutos Superiores Pedagógicos), las del Ministerio de Salud Pública (Institutos Superiores de Ciencias Médicas), Ministerio de las Fuerzas Armadas, Ministerio de Cultura (Instituto Superior de Arte), Instituto Nacional de Deportes y Recreación (Instituto Superior de Cultura Física), etc. lo que da inicio a una profunda reestructuración de la enseñanza universitaria en el país. A partir de esta fecha hasta mediados de la década de los 80, es apreciable la expansión del sistema de educación superior, ampliándose notablemente el número de instituciones que en el año académico 1976-1977 ya ascendían a 27, en 1986-1987 a 42 y actualmente a 64. La nueva Universidad cubana. A la creación de una nueva universidad se han encaminado los esfuerzos de la Revolución como parte de su política priorizada en el campo de la Educación. José Martí, el más importante intelectual y revolucionario cubano del siglo XIX, y uno de los más preclaros hombres de América Latina, advirtió que era necesario ajustar “un programa nuevo de educación, que empiece en la escuela de primeras letras y acabe en una universidad brillante, útil, en acuerdo con los tiempos, estado y aspiraciones de los países en que enseña”. El sueño martiano comenzó a hacerse realidad para el pueblo cubano a partir de 1959. Después de resolver el problema de la masividad en el nivel universitario con la nueva red de IES, se implantó el concepto de promoción limpia desde el curso 1980-1981, lo que significa que todos los estudiantes universitarios tienen que promover de año sin arrastre ni repitencias, medida rigurosa que tiende a elevar la calidad del graduado y a que este concluya sus estudios previstos para cada carrera, que es, en términos generales, de cinco años, excepto para Medicina que es de seis. Al currículo de las carreras se les ha brindado atención especial y han mantenido un sistemático y continuo perfeccionamiento; se desarrolla en estos momentos el currículo de tercera generación, que se fundamenta en el modelo de amplio perfil ocupacional, apoyados en el desarrollo de las competencias profesionales de los estudiantes, sin descuidar su formación teórica fundamental, caracterizada por la actualización científico-tecnológica y la vinculación de profesores y estudiantes con la práctica productiva y de servicios, de modo que los graduados tengan un elevado, eficiente y eficaz desempeño profesional, en correspondencia con las exigencias de un desarrollo sostenible del país. El proceso de formación de profesionales en las diferentes carreras universitarias privilegia, como un aspecto esencial, la labor educativa, expresada a través de la unidad entre la educación y la instrucción, la relación entre la teoría y la práctica y el vínculo entre el estudio y el trabajo.

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Se continúa con la introducción de los métodos activos de enseñanza-aprendizaje, el incremento del trabajo independiente del estudiante y que cada vez más se convierta en el protagonista principal del proceso docente educativo. Se logra una mayor participación de estos, a través del trabajo científico-investigativo, en la solución de los problemas que atañen al entorno universitario, mediante una red de Entidades Laborales Base y de Unidades Docentes. Estas son ubicadas en los principales centros de investigación, productivos y de servicios, a lo largo de todo el país y son representativos de calidad profesional y de las tecnologías de avanzada. De esta forma se consolida el principio de la combinación del estudio y el trabajo como principio rector de la educación, y en particular, de la educación superior. El centro actual del trabajo de la educación superior cubana está en consolidar esta interrelación entre la formación de profesionales y la vida económica, política y social del país, a partir del concepto de integración de la formación con la producción y la investigación en su concepto más amplio y más rico, que es aquel que revela que los productos finales de los procesos universitarios fundamentales sean competitivos. En la educación superior cubana se entiende que sólo con un proceso docente educativo que sea capaz de garantizar esta integración se podrán formar profesionales para afrontar los retos de un presente complejo y de un futuro de inserción en la competencia a nivel mundial. Las propias transformaciones económicas, sociales y culturales emprendidas por la Revolución, condicionaron el papel que debía desempeñar la nueva universidad en la transformación de la sociedad, tanto por su responsabilidad en la formación de profesionales y científicos, como por ser vía para que la ciencia y la tecnología que ella encerraba, se pusiera en función del desarrollo ascendente y sostenible del país. Partiendo del principio de que no hay desarrollo de la educación superior sin investigación, desde la segunda mitad de la década del 60 se trabaja para lograr una adecuada interrelación formación-investigación-producción y por emplear del modo más eficiente y eficaz posible el potencial científico de profesores y estudiantes universitarios, con el doble objetivo de elevar el nivel y calidad de la propia formación universitaria y de contribuir directamente a mejorar las condiciones económicas y sociales del país. Se consolidan como conceptos fundamentales para el trabajo de investigación que lo esencial es el resultado científico y su consecuente utilización práctica, que es necesario la concentración de recursos, la jerarquización de proyectos de importancia y las relaciones con los organismos de producción y servicios. Van surgiendo así los grupos de investigación priorizados y los centros de investigación. Desde el curso 1992-1993, se desarrolla un conjunto de acciones para garantizar que la ciencia y la tecnología se constituyan en objetivo central del trabajo de la educación superior, para obtener resultados de importancia y de incidencia económica y social en los plazos más breves posibles, y que conviertan a las universidades en centros de investigación científica. Hoy las universidades cubanas investigan fundamentalmente para resolver problemas con pertinencia, impacto y consecuencia tecnológica en función de los intereses del desarrollo socioeconómico del país, todo lo cual se manifiesta en el satisfactorio cumplimiento de sus elevados compromisos en los planes de resultados estatales y su generalización, en los recursos que van apareciendo para sostener la investigación, en los registros y patentes de nuevos productos y tecnologías. Ello supone un alto componente de superación profesional para la transferencia y asimilación de las nuevas tecnologías, en el marco de una buena gestión universitaria innovadora.

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Todo esto ha sido posible porque el país considera el desarrollo científico tanto como un prerrequisito como una consecuencia del desarrollo económico y social, y por una política acertada de potenciar el papel de las universidades en este desarrollo. El modelo cubano de universidad humanística, científica y tecnológica tiene como estrategia clave la flexibilidad organizativa, la innovación pedagógica, la cooperación nacional e internacional y la búsqueda de recursos materiales y financieros por las más diversas vías. La integración de la ciencia y la tecnología, como premisa fundamental del desarrollo económico y social del país, ha favorecido la alianza de la educación superior con los Organismos de la Administración Central del Estado. En el aspecto organizativo, se han creado en todas las IES grupos de trabajo científico de carácter temporal, y grupos multidisciplinarios más estables en función de objetivos complejos y concretos. Se trabaja por programas, además de hacerlo por proyectos y de forma integrada en cada IES, logrando que la función docente se beneficie y se fortalezca, en lugar de debilitarse por una mayor jerarquización de la función investigativa. Asimismo, se ha fortalecido la relación entre todas las disciplinas y entre la ciencia y la profesión a partir, entre otros factores, de una participación estudiantil más activa y protagónica en la investigación científica, que es un elemento consustancial a la Educación Superior. Aún cuando la actividad científica tiene un espacio importante en los departamentos docentes (cátedras) de las facultades, la labor investigativa de docentes e investigadores también se desarrolla en Centros de Estudios y Centros de Investigación. Estas dos últimas instituciones son muy similares en sus funciones, aunque con algunos rasgos distintivos. Los Centros de Estudios están subordinados a las facultades u otras instancias superiores de la IES; en ellos predomina la presencia de profesores que tienen una carga importante de tareas docentes en relación con los investigadores, cuyo fondo de tiempo está dedicado principalmente a labores de investigación. Los Centros de Investigación pueden estar subordinados a las instancias antes referidas o tener un carácter nacional y estar subordinados al Ministerio de Educación Superior; existe en ellos una mayor presencia de investigadores con relación al número de profesores por lo que la actividad de investigación es la que predomina. No obstante, se desarrolla la docencia de postgrado y en alguna medida también la de pregrado. De las 218 Unidades de Ciencia y Tecnología del país, se subordinan al Ministerio de Educación Superior 60 Centros de Estudios y 20 Centros de Investigación. En el caso del Ministerio de Salud Pública existen en la actualidad 22 entidades de investigación, de las cuales 12 son Institutos Nacionales de Investigación y el resto son Centros de Investigación. Todas estas entidades se encuentran dentro de las IES de ciencias médicas o son atendidas por ellas. En la red de Centros de Educación Superior pedagógicos existen 17 Centros de Estudios. En el curso 2001-2002 participaron el 81% de los profesores universitarios en actividades investigativas, siendo significativo el impacto de la ciencia universitaria que se desarrolló en las IES y centros de investigaciones adscritos al Ministerio de Educación Superior al corresponderle: el 53% de los resultados premiados por la Academia de Ciencias de Cuba desde el punto de vista de la contribución científica de estos; el 67% de las tesis de doctorados seleccionados como las más destacadas en ocho áreas de la ciencia; el 56 % de los premios que el Ministerio de Ciencia y Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) otorga por la innovación tecnológica que

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representan los resultados de investigación que se encuentran aplicados y que hayan producido impactos económicos y sociales concretos. En esta nueva universidad, con la aplicación del concepto de perfil amplio en las carreras, la Educación de Posgrado adquiere particular relevancia y constituye el nivel más elevado del Sistema Nacional de Educación, teniendo como objetivos centrales la formación académica de posgrado y la superación continua de los egresados universitarios durante su vida profesional, lo que contribuye de forma sistemática a la elevación de la competencia profesional de éstos y al incremento de la productividad, la eficiencia y calidad del trabajo. La Educación de Posgrado está conformada por dos vertientes: la Superación Profesional y la Formación Académica de posgrado; esta última conducente a grados científicos y forma parte, por tanto, del Sistema Nacional de Grados Científicos. La vertiente de Formación Académica de Posgrado tiene como objetivo la formación posgraduada de una alta competencia profesional y avanzadas capacidades para la investigación científica, lo que se reconoce con un título oficial: Especialidad y Maestría o un grado científico: Doctor en Ciencias en determinada especialidad (formación equivalente al Ph.D.) o Doctor en Ciencias (Dr.Sc.). Estos grados científicos son completamente independientes entre sí, aunque para recibir el grado de Doctor en Ciencias se debe poseer el grado de Ph.D. Constituyen figuras de la Formación Académica de Posgrado la Especialidad (equivalente a una maestría profesional), la Maestría y los Doctorados de primer y segundo nivel, regidos estos dos últimos por la Comisión Nacional de Grados Científicos (CNGC), adjunta al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, y presidida por el Ministro de Educación Superior. Los programas de Maestrías y Especialidades son proyectados y ejecutados por las IES y otras instituciones expresamente autorizadas por el Ministerio de Educación Superior. Los programas de Doctorados se desarrollan en las IES e Instituciones Científicas expresamente autorizadas por la Comisión Nacional de Grados Científicos. La otra vertiente de la Educación de Posgrado es la Superación Profesional. Esta constituye un conjunto de procesos de formación continua que posibilita a los graduados universitarios la adquisición, ampliación y perfeccionamiento continuo de los conocimientos y competencias profesionales básicas y especializadas, requeridos para mantener y elevar su competencia profesional de acuerdo con los avances científicos y tecnológicos, lograr un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales y mejorar su desarrollo cultural integral. Constituyen formas principales de la Superación Profesional, el Diplomado, el Curso y el Entrenamiento. Otras formas de corta duración son: la conferencia especializada, el taller, el seminario, el debate científico, el encuentro de intercambio de experiencias y otras que posibiliten el estudio y la divulgación de los avances de la ciencia, la tecnología y el arte. Los Diplomados, Cursos y Entrenamientos se ejecutan en la red de IES y en entidades autorizadas, adscriptas a los Organismos de la producción y los servicios. Hay una participación activa de las IES en la determinación y satisfacción de las necesidades de superación posgraduada de los profesionales en sus territorios, y la utilización de formas novedosas y flexibles de oportunidades para la superación profesional.

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En la Educación de Posgrado se ha fortalecido como estrategia principal la formación de Doctores en Ciencias en una especialidad (Ph.D) y Doctores en Ciencias (Dr.Sc.), sin descuidar los Diplomados, Maestrías y Especialidades, con un fuerte vínculo de las temáticas de los trabajos de tesis con los problemas principales que afectan el desarrollo económico y social del país, e incorporando de forma significativa las tecnologías de avanzada en correspondencia con los procesos que se estudien, las tecnologías de la informática y las comunicaciones. Actualmente, el 28,4 % de los profesores que integran el claustro de las IES adscriptas al Ministerio de Educación Superior (2276) poseen el grado de Doctor (Ph.D.), y en varias de las IES y Centros de Investigaciones este valor puede ser superior al 50%. Adicionalmente, el 55% posee el grado de Maestro en Ciencias (4404) lo que hace un total de 83% del claustro universitario con algún grado científico superior (6680).No obstante, la maestría se considera como una meta intermedia a alcanzar y los esfuerzos se centran en garantizar la elevación acelerada del número de profesores universitarios con grado científico de Ph. D. Otra actividad que se desarrolla con fuerza en el ámbito universitario es la extensión universitaria, encargada de promover la cultura, no sólo en sus expresiones artísticas y literarias, sino también científica, tecnológica, política y deportiva. La extensión universitaria es una importante vía para llevar la Universidad al pueblo y el pueblo a la Universidad. Los cursos, los proyectos comunitarios y las actividades culturales de toda índole, atraen una población cada vez mayor, haciendo realidad el empeño de las universidades de convertirse en el centro cultural por excelencia de su comunidad. En correspondencia con la nueva universidad, tiempos y aspiraciones, se han continuado desarrollando las Tecnologías de la Informatización y las Comunicaciones (TIC) en las IES, a partir de la estrategia de Informatización del sistema de educación superior. Ello ha dado mayor impulso a la introducción y desarrollo de estas tecnologías en las IES y al acceso a INTERNET, y ha aumentado la cantidad de computadoras y su efectiva utilización, su conexión en redes, el desarrollo de sitios WEB, la mayoría de ellos ofrecidas internacionalmente, y la elaboración de datos y la virtualización creciente de las asignaturas de los diferentes currículos. La Educación Superior cubana promueve y apoya de forma relevante la Educación a Distancia con un fuerte componente del proceso de virtualización, la que debe alcanzar un apreciable desarrollo en los próximos años, considerando que ofrece alternativas concretas a la enseñanza superior que se pone en manos de la sociedad y brinda mayores oportunidades sin abandonar el puesto de trabajo a cientos de personas. Asimismo, la Educación a Distancia abre un horizonte ilimitado para la superación de los más de 700 mil graduados universitarios con que ya cuenta el país. Constituye una forma concreta de elevar sustancialmente el nivel cultural del pueblo para alcanzar una cultura general integral. Principales aspectos de su Evolución Reciente Como fue señalado antes, ya desde la década del 60, y más específicamente a partir de la Reforma Universitaria de 1962, la universidad cubana comenzó a extenderse a toda la sociedad. Su carácter gratuito, un sistema de becas universitarias, la multiplicación de centros de estudios superiores en todas las regiones, los cursos para trabajadores y el desarrollo de la enseñanza a distancia posibilitaron esta extensión. La Universalización de la Educación Superior cubana comenzó a hacerse realidad.

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En la actualidad, se ha llegado a un estadio superior de este concepto, entendiendo la Universalización de la Educación Superior como la extensión de la Universidad y de sus procesos sustantivos a toda la sociedad a través de su presencia en los territorios, permitiendo alcanzar mayores niveles de equidad y de justicia social en la obtención de una elevada cultura integral de los ciudadanos. Es decir, de una Universidad hacia el territorio se trabaja por la Universidad en el territorio. La educación superior cubana encamina sus pasos por una nueva dirección, una novedosa alternativa pedagógica, científica y tecnológica, en su esfuerzo por lograr la verdadera dimensión universal de la Universidad. De esta forma, se posibilita el acceso a la educación superior de cualquier ciudadano y se puede influir de una forma más abarcadora y positiva, en coordinación con el resto de las instituciones y organizaciones, en la adquisición de una cultura general e integral. Esto se traduce en una Extensión Universitaria sin una cultura elitista, más justa y más humana. Permite la igualdad de oportunidades y posibilidades a todas las personas independientemente de donde nazca y viva. En el presente curso 2002-2003 y sobre la base de la división político-administrativa del país que constituyen los Municipios, han sido creadas sedes universitarias municipales, regentadas por las Sedes Centrales de las Universidades y con una atención priorizada del Estado y, en especial, de los Ministerios de Educación Superior y de Educación. La Universidad en los Municipios no se fragmenta o atomiza sino que se multiplica y enriquece. En este espacio físico que constituyen las sedes municipales o en distintas localidades del territorio, y con un pequeño equipo de trabajo, lidereado por profesores universitarios e integrado además por profesionales en ejercicio y bajo la orientación metodológica de la Universidad madre que asesora y apoya a las distintas sedes, se concibe formar una parte importante de los futuros egresados en sus propios territorios. Los estudios universitarios para cualquier ciudadano en las sedes municipales requerirán nuevos enfoques en el proceso docente educativo y el uso creciente y de forma innovadora y creativa de las ventajas y opciones que brindan las tecnologías de la información y las comunicaciones, para lo cual es necesario la interconexión nacional de las redes de las IES, en la cual se trabaja acelerada e intensamente. Se ha desarrollado un modelo pedagógico diseñado específicamente para esta labor, el que a su vez se adecua a las características particulares de cada programa específico. La actividad cuenta con medios audiovisuales, libros y otros materiales docentes y en especial, con la atención de un tutor que sigue y apoya el desarrollo del aprendizaje de cada estudiante. Es una premisa de este modelo pedagógico que el graduado universitario por estos cursos tenga una preparación equivalente a los otros que se desarrollan en el nivel superior de forma presencial. El currículo, similar al que cursan los estudiantes con dedicación a tiempo completo, muestra un carácter flexible. Esta flexibilidad le permite al estudiante transitar por el currículo a su propio ritmo, por cuanto es él mismo quien determina el número de asignaturas que cursa en cada período docente. Con la Universalización de los estudios universitarios, se ha multiplicado el claustro al utilizar a los profesionales de los territorios, quienes, bajo la orientación metodológica, pedagógica, científica y profesional de las Sedes Centrales de las Universidades, devienen tutores y

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consultores de cientos de miles interesados en cursar estudios universitarios. Este trabajo se basa en los modelos de Educación Asistida y Educación a Distancia, que facilitarán, mediante el uso de las redes de computación, llevar de forma virtual, a las nuevas aulas el acceso a las diversas fuentes del conocimiento y a la didáctica general y especial necesaria para una enseñanza universitaria de calidad, y realizar consultas por esas mismas vías, con los profesores y tutores. Este proceso tendrá un significativo impacto en la vida social, cultural, científico-tecnológica, política, y en el desarrollo económico de los municipios y territorios del país. Problemática de la calidad de la educación. La problemática de la calidad ha estado enmarcada evolutivamente en diferentes aspectos, tales como: la estabilidad de la promoción académica, el incremento de la eficiencia vertical, el fortalecimiento del trabajo metodológico en los departamentos docentes (cátedras), el desarrollo del trabajo de los colectivos de las disciplinas y asignaturas y en lograr una alta incorporación de personal al trabajo científico investigativo y profesional. La didáctica especial ha adquirido una dimensión superior, los niveles de dirección han tenido que valorar su trabajo de forma diferente, y se ha introducido el control a la calidad de los procesos más importantes que se desarrollan en una universidad y sus resultados (formación de profesionales, educación de posgrado, actividad científica, extensión universitaria, gestión y dirección; prestándose especial atención a la actividad económica financiera y de aseguramiento y servicios). La Educación Superior Cubana en los últimos años, en correspondencia con el perfeccionamiento en todas sus esferas de actuación a fin de alcanzar niveles superiores de calidad en el trabajo, ha desarrollado un proceso de cambio, que ha conllevado un análisis de los valores compartidos de toda la Organización, de su estilo de dirección, de las estructuras organizativas vigentes, una redefinición de sus estrategias de trabajo, de los sistemas y muy en especial, en la gestión de los recursos humanos existentes, con el fin de cumplir con mayor calidad la Misión encomendada por la sociedad. La problemática de la calidad ha estado presente siempre, y fortalecida sistemáticamente desde la creación del Ministerio de Educación Superior en 1976. En los últimos cinco años ha adquirido una nueva dimensión por el propio desarrollo alcanzado en la educación superior cubana y por la necesidad de medirnos y parangonarnos con la educación superior de avanzada en el mundo, a partir de estándares de calidad regionales e internacionales. Para ello se cuenta con el Sistema de Control, Evaluación y Acreditación (constituido por tres subsistemas: Control Estatal, Evaluación Institucional y Acreditación de Programas) que ha estado dirigido sustancialmente a garantizar la calidad al nivel de toda la organización, instituciones y programas. Aunque el concepto de calidad es relativo y multidimensional, se ha hecho énfasis siempre en la perspectiva externa de la calidad, es decir, en la unidad entre calidad y pertinencia universitaria.

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Sistema de Evaluación Control y Acreditación Información fundamental del desarrollo de la educación superior. Para caracterizar el compromiso del Gobierno y Estado cubano con el desarrollo de la educación superior baste decir que los gastos corrientes en el período 1989 al 2002 (comprende los años más difíciles del período especial en lo económico) han ido incrementándose de 239,0 a 475,8 MMPesos y el gasto de la educación superior con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), en igual período, se incrementó de 1,22 a 2,25%. Otros indicadores son:

• Cantidad total de IES: 64. • Matrícula en el actual curso 2002-2003 es de más de 211 mil en todas las IES y tipos de

curso, siendo esta cifra superior en más de 50 mil estudiantes a la del curso 2001-2002, lo que confirma la tendencia al crecimiento.

• Egresados: más de 700 mil. • Egresados promedio/año (aproximado): 15 mil. • Profesores: más de 23 mil. • Carreras universitarias que se imparten: 82. • Programas de posgrado que se imparten:

- Especialidades: 135. De estos programas 78 corresponden a centros del Ministerio de Educación Superior y 57 a centros del Ministerio de Salud Pública.

- Maestrías: 319. - Doctorados: 34. De ellos son desarrollados por IES: cubanas 16, extranjeras 13 y en

conjunto 5.

b) EVOLUCIÓN DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN Y DEFINICIÓN DE POLÍTICAS DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN.

El Ministerio de Educación Superior en Cuba siempre ha otorgado gran importancia al control y evaluación del trabajo que desempeñan las IES, aplicando normativas para la planificación y definición de los distintos aspectos que conforman las actividades inherentes a las mismas. Paralelamente, ha establecido el sistema de control que se ejecuta en cada uno de los niveles administrativos y académicos existentes: Universidad, Facultad, Departamento y Centro de Estudio. Este sistema de control y evaluación se aplica igualmente al resto de las IES del país en aquellos aspectos en que el Ministerio de Educación Superior ejerce la función estatal rectora

Control Estatal

Evaluación Institucional

Acreditación de Programas

General Parcial Doctorados

Especialidades

Carreras

Maestrías

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tales como: aprobación de nuevas carreras, sistema nacional de posgrado y de ingreso a la educación superior. Para el resto de las actividades los OACE que tienen IES adscritas han desarrollado su propio sistema de evaluación y control. Una de las vertientes de este sistema de evaluación y control que ejerce el Ministerio de Educación Superior entre sus diferentes funciones, es la Evaluación Institucional. Esta forma de control integral ha resultado útil, por cuanto ha permitido conocer las transformaciones cualitativas que se han producido en los distintos niveles organizativos de las IES y a nivel de las propias IES, tomar las medidas requeridas en los casos en que se han detectado insuficiencias y a la vez elevado la calidad del trabajo en las diferentes esferas.

La Evaluación Institucional que ha ejercido el Ministerio de Educación Superior en Cuba desde el 1978 se ha ido perfeccionando y adecuando tanto al nivel de desarrollo alcanzado por las instituciones de educación superior como al logrado en los métodos de medición y control establecidos. Hasta el momento han existido cuatro versiones, cada una de ellas más exigente que la anterior, del Reglamento de Evaluación Institucional del Ministerio de Educación Superior (1978, 1982, 1990 y 1997) y siempre en correspondencia, como ya se expuso, con el grado de desarrollo alcanzado por el Sistema de Educación Superior de todo el país. A continuación una breve caracterización de cada una de las versiones: • 1978. Resolución Ministerial No. 153/78. Este primer Reglamento estuvo dirigido a crear una

disciplina de evaluación; conocer las distintas esferas del trabajo que requerían ser normadas; a impulsar el desarrollo del trabajo metodológico en los departamentos docentes y a impulsar la elevación del nivel científico de los docentes, resultados que fueron logrados como consecuencia de su aplicación.

• 1982. Resolución Ministerial No. 195/82. Los objetivos que se persiguieron y alcanzaron

fueron: estabilizar la promoción académica, incrementar la eficiencia vertical del sistema; organizar y desarrollar el trabajo a través de colectivos de asignaturas y lograr una alta incorporación de docentes y estudiantes al trabajo científico.

• 1990. Resolución Ministerial No. 110/90. Se priorizó el control de calidad a los procesos en una

IES y se logró que la didáctica especial adquiriera una dimensión relevante. Se elaboraron programas de evaluación para cada uno de los aspectos y se preestablecieron reglas para la determinación de las diferentes calificaciones. Los resultados del proceso de Evaluación Institucional de cada IES son públicos y la información a la sociedad de los mismos constituye una rendición de cuentas periódica en los diferentes territorios.

El Sistema de Evaluación Institucional en la Educación Superior en Cuba tiene dos modalidades que son: Evaluación Interna y Evaluación Externa. Para realizar la primera, cada institución universitaria tiene implantado su propio sistema de evaluación (autoevaluación). La evaluación interna tiene como finalidad determinar la calidad del trabajo en las diferentes esferas del quehacer universitario y tomar, por si mismo, las medidas que permitan el logro de mejoras al respecto, comprometiéndose, además, a mantener un seguimiento del cumplimiento de dichos compromisos. En general se rigen por lo establecido en

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el Reglamento de Evaluación Institucional del Ministerio de Educación Superior, vigente en el momento de realizar el control externo. La Evaluación Externa la efectúa el Ministerio de Educación Superior. Es una forma de control estatal y la misma se basa en lo legislado en el Reglamento de Evaluación Institucional vigente. En todos los casos este Reglamento ha sido analizado y aprobado por el Consejo de Dirección del Ministerio de Educación Superior donde participan todos los Rectores de las universidades cubanas y los máximos representantes de las organizaciones estudiantiles y de trabajadores. El Reglamento siempre ha estado basado en el método de criterios de expertos. Tiene como finalidad constatar la calidad con que la entidad evaluada cumple los principales objetivos de trabajo definidos para el Sistema de Educación Superior.

La Evaluación Externa puede ser General o Parcial. La Evaluación General es la forma superior de control con que cuenta la Dirección del Ministerio de Educación Superior. Se valoran todos los aspectos del reglamento y se fundamenta en el principio que hay que controlar lo que queremos que se cumpla, en correspondencia con el sistema de Planeación Estratégica y Dirección por Objetivos, aplicado actualmente. Se realizan cinco evaluaciones externas en cada curso académico. Al finalizar este tipo de evaluación, la IES recibe una calificación integral, considerando el resultado del control a los diferentes objetivos asociados con su trabajo, la que caracteriza la situación del mismo en el momento de efectuarse la evaluación. En la Evaluación Parcial se realiza la medición de algunos de los aspectos, por ejemplo, un programa de pregrado, la actividad de posgrado, la enseñanza y el empleo de la computación y las TIC, u otros. En la Evaluación Externa el nivel de calidad se basa en los criterios de medida compartidos e integrados para el sistema de educación superior, cada aspecto evaluado se ubica en un nivel de calidad, se elabora un dictamen de deficiencias y recomendaciones por aspectos y el grupo de dirección de la Comisión de Evaluadora define el nivel de calidad de la institución evaluada. Al finalizar la evaluación se emite un dictamen y se recomiendan medidas acordes con las deficiencias detectadas. La institución evaluada analizará las mismas y elaborará un plan de mejora. El grado de desarrollo alcanzado por la Educación Superior en Cuba y la adecuación al contexto internacional, aconsejaron la implantación del Sistema Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA) aprovechando la experiencia acumulada y con el objetivo de preparar la Organización para enfrentar los retos futuros de la calidad universitaria. El SUPRA tuvo sus antecedentes en la creación y desarrollo del Sistema de Acreditación de Maestrías (1996). La concepción fundamental que se tuvo en cuenta al diseñar el SUPRA fue: “transferir la responsabilidad por la evaluación de la calidad hacia las instituciones de la educación superior, con énfasis en la autoevaluación, así como fortalecer la cultura por la excelencia en la educación superior”. De acuerdo con la Resolución Ministerial 150/99, el objetivo principal del SUPRA se enunció en los términos siguientes: “contribuir a la mejora de la calidad de la educación superior en Cuba mediante la certificación al nivel nacional e internacional de programas e instituciones que cumplan requisitos de calidad establecidos”. Otros objetivos que se derivan de lo anterior son:

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• Asimilar y adaptar la tendencia internacional a nuestras condiciones y necesidades, en relación con los procesos de evaluación y acreditación, de modo que nos aproximemos a prácticas comunes regionales e internacionales.

• Desarrollar y consolidar el actual paradigma de la evaluación y acreditación, a fin de lograr una conciencia y práctica común de los estándares de calidad, motivación hacia las autoevaluaciones y evaluaciones externas sistemáticas hacia la acreditación, a partir de la voluntariedad.

• Facilitar la homologación de nuestras titulaciones e instituciones con las de otros países. • Establecer dispositivos y mecanismos poco vulnerables a las decisiones administrativas,

que impulsen la Educación Superior hacia un estadio de avanzada en la calidad universitaria, orientada a garantizar la competitividad ante los retos del Siglo XXI.

• Promover y fortalecer la participación e intercambio con otros países en los procesos de evaluación y acreditación.

c) MARCOS LEGALES ACTUALES DE LA EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN. EVOLUCIÓN DE DICHOS MARCOS.

En 1976 se crea mediante la Ley No. 1306 de 29 de julio de 1976 el Ministerio de Educación Superior (MES). Esta Ley en su artículo 2 establece lo siguiente: “Al Ministerio de Educación Superior, corresponderá la ejecución de la política del Gobierno relativa a la educación superior como su órgano rector tanto sobre los centros que le son directamente subordinados como sobre los adscritos a otros organismos. Ejercerá la dirección metodológica, técnico-docente y administrativa de las universidades, institutos y centros de educación superior directamente subordinados al mismo y en los casos de los centros que se subordinan a otros organismos, ejercerá la dirección metodológica”. Desde la creación del Ministerio de Educación Superior quedó establecido el sistema de Evaluación Institucional que se ejecutaría en cada uno de los niveles administrativos y académicos existentes: Universidad, Facultad, Departamento Docente (Cátedra) y Centro de Estudio. El marco legal de la evaluación Institucional se ha ido perfeccionando y adecuando tanto al nivel de desarrollo alcanzado por las instituciones de Educación Superior, como al avance de los métodos de medición y control establecidos. Hasta el momento han existido legislaciones concretadas en cuatro versiones del Reglamento de Evaluación Institucional del Ministerio de Educación Superior, cada una de ellas más exigente, cualitativa y más centrada en la mejora continua de la calidad, que la anterior. La primera por Resolución Ministerial (R.M. No.153/1978), emitida el 10 de junio. Las subsiguientes fueron: R.M. No. 195/1982; R.M. No. 110/1990 y R.M. No. 166/1997. Todas han sido colegiadas con los centros de educación superior adscritos e instancias especializadas previa aplicación. La versión del Reglamento actual (Resolución Ministerial No.166 del 1997) que comenzó a aplicarse en enero de 1998, se encuentra en proceso de perfeccionamiento con el objetivo fundamental de poder evaluar con un carácter externo, de manera más integrada, el nivel de calidad de los procesos y productos fundamentales universitarios: formación (pre y posgrado), investigación y extensión (interacción social), elevando el nivel de exigencia, promoviendo la mejora continua de la calidad de los mismos, y como parte del sistema integral de control, evaluación y acreditación del M.E.S. El Sistema Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA) fue creado el 7 de octubre de 1999 mediante la Resolución Ministerial 150/1999. Este Sistema, que tuvo sus antecedentes en

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Cuba con la aplicación desde 1996 de la Guía de Evaluación de la AUIP (Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado) para la Evaluación y Acreditación de Maestrías, está dirigido a evaluar y acreditar los procesos e instituciones de la Educación Superior de todo el país. El Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías (Instrucción No. 1/199) surge al desarrollarse y consolidarse la Maestría como una figura de posgrado académico con reconocimiento internacional, contándose a partir de esa fecha con un número considerable de egresados. El propio desarrollo de la Evaluación y Acreditación de Maestrías, según la mencionada Guía de Evaluación de la AUPI, evidenció la necesidad de la creación del SUPRA. La Resolución Ministerial No. 100/2000 aprobó la integración de la Junta de Acreditación Nacional (JAN), con el objetivo de conducir los distintos procesos de evaluación y acreditación de programas de maestrías (se comenzó su implantación en el curso 1999/2000) y el diseño de los sistemas de evaluación y acreditación de otros programas de pre y posgrado. Con posterioridad, mediante el acuerdo del 24 de abril del 2001, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros incluyó entre las funciones y atribuciones específicas del Ministerio de Educación Superior la de “dirigir y controlar el sistema universitario de programas de acreditación para las instituciones de Educación Superior y los procesos que en ella se desarrollan”, adquiriendo con esto un nivel jerárquico superior su cumplimiento, y por tanto, un nivel superior de exigencia para la mejora continua de la calidad de los procesos, programas y sus productos así como complementando el marco legal necesario para la implantación y desarrollo del SUPRA. La Resolución Ministerial No.116/2002 puso en vigor el Reglamento para la Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias (SEA-CU), que contiene los fundamentos que sustentan el sistema para todas las carreras universitarias de las IES de la República de Cuba, así como los procedimientos organizativos y de gestión esenciales que guían todo el proceso. Más recientemente (31 de enero del 2003), como resultado del proceso de perfeccionamiento continuo del proceso de evaluación y acreditación, se emitió la Resolución No.18/2003, al revelarse la necesidad de adecuar la composición de la Junta de Acreditación Nacional con vistas a incrementar la institucionalización del proceso de evaluación y acreditación.De este modo, estos procesos podrán ser convocados, organizados y conducidos por una entidad especializada e independiente del resto de las direcciones funcionales del Ministerio de Educación Superior, brindándole así al referido proceso un carácter externo, sistémico e integrado. A partir de toda esta normativa, el MES ejecuta lo que corresponde a las IES adscritas y controla la política del Estado y Gobierno en cuanto a la educación superior se refiere como organismo rector, dicta resoluciones para el cumplimiento de su misión rectora, o propone al Gobierno normas de superior jerarquía a tales efectos. Estas normas de rango ministerial no son decididas con la sola voluntad del Ministerio de Educación Superior, existiendo todo un sistema de consultas con los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) que poseen IES adscritas, cuyas opiniones son tenidas en cuenta en la toma de decisiones, con consecuencias jurídicas para todo el sistema. Las consultas generalmente recogen la opinión de los órganos asesores a nivel de institución o facultad, según el caso, lo cual permite conocer el parecer de estudiantes, profesores y trabajadores que representan los intereses de la comunidad universitaria. Las disposiciones

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jurídicas a este nivel, cuando abarcan aspectos esenciales que deben ser del conocimiento más general, son publicadas en la gaceta oficial de la República. Las legislaciones (patrón de calidad, guía de evaluación y reglamento de evaluación y acreditación) de los diferentes programas de evaluación y acreditación que componen el SUPRA (instituciones, carreras, especialidades, maestrías, doctorados, etc.) son aprobados por la Junta de Acreditación Nacional (JAN) y, finalmente, por el Consejo de Dirección del Ministerio de Educación Superior.

d) CONCEPTO DE CALIDAD EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR CUBANA, Y PRINCIPALES MECANISMOS Y DISPOSITIVOS PARA ASEGURARLA A NIVEL DE LAS UNIVERSIDADES Y DE TODO EL SISTEMA.

Mundialmente se reconoce que el concepto de calidad es relativo y multidimensional en relación con la misión, objetivos y actores del sistema universitario. En Cuba, se hace énfasis en la perspectiva externa de la calidad, prestando especial atención al proceso y sus resultados. Por ello se privilegia su unidad con la pertinencia universitaria, es decir, la correspondencia de los productos finales (resultados) de los procesos universitarios fundamentales: formación (pre y posgrado), investigación y extensión (interacción social) con las necesidades de una sociedad sostenible y más justa, especialmente, en el desarrollo de las competencias profesionales básicas de los egresados. La calidad se garantiza al nivel de las universidades y de toda la organización, mediante un sistema de control, evaluación y acreditación, constituido por los subsistemas siguientes:

• Subsistema de Control Estatal: inspecciones estatales, auditorías, visitas de trabajo, evaluación del cumplimiento de la planeación estratégica y de los objetivos en cada curso académico.

• Subsistema de Evaluación Institucional: autoevaluación y evaluación externa de las

Instituciones de Educación Superior (IES) y de sus distintas unidades organizativas.

• Subsistema de Acreditación:

- Evaluación y acreditación de carreras. - Evaluación y acreditación de especialidades. - Evaluación y acreditación de maestrías. - Evaluación y acreditación de doctorados.

Por ello, los focos de la evaluación de la calidad, en correspondencia con los referidos subsistemas son los siguientes: § Evaluación de instituciones (IES):

- Departamento Docente - Facultad. - Centro de Estudio - Centros de Investigación. - Institución de Educación Superior.

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§ Evaluación de programas: - Carreras. - Especialidades. - Maestrías. - Doctorados. - Otros (investigación, interacción social, etc.)

La concepción más general que sustenta los subsistemas de Evaluación Institucional y Acreditación es que la autoevaluación, la evaluación y la acreditación constituyen una unidad dialéctica, y, por ello, son momentos de un proceso único que se reconoce como un mejoramiento continuo de la calidad de la educación superior, y de certificación pública de niveles de calidad (nacional e internacional, esto último procurando prácticas comunes).Cuando la autoevaluación de un programa alcance una calificación que aconseje la acreditación, ésta se propone y conllevará la certificación de un nivel de calidad contra un patrón equiparable a estándares internacionales. A diferencia de la acreditación, la evaluación tiene un carácter cíclico (autoevaluación-plan de mejora-evaluación-dictamen final-autoevaluación). e) ORGANISMOS DE DIRECCIÓN, COORDINACIÓN Y

SUPERVISIÓN DEL PROCESO DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN.

En la actualidad la Junta de Acreditación Nacional (JAN) promueve, ejecuta y controla la política de acreditación adoptada, y coordina los diferentes procesos de evaluación de instituciones adscriptas al MES y de acreditación de todos los programas que corresponden a la educación superior de Cuba. Representa a la educación superior cubana en materia de calidad, evaluación y acreditación ante las agencias, instituciones y organizaciones de calidad, evaluación y acreditación de los diferentes países o regiones, o de carácter internacional. En su composición se ha tenido en cuenta la necesidad de incrementar la institucionalización del proceso de evaluación y acreditación, de modo que pueda ser convocado, organizado y conducido por una entidad especializada e independiente del resto de las direcciones funcionales del Ministerio de Educación Superior, brindándole así al referido proceso un carácter externo, sistémico e integrado La Junta de Acreditación Nacional está compuesta por una Secretaría Ejecutiva y un Consejo de expertos. La Secretaría Ejecutiva está compuesta por un Secretario y hasta seis miembros y tiene entre sus funciones: convocar, programar, organizar y conducir el desarrollo de los diferentes procesos de evaluación y acreditación, determinando los plazos de ejecución de los mismos; orientar metodológicamente el desarrollo de las distintas etapas de los procesos de evaluación (autoevaluación y evaluación externa), seleccionando y entrenando los expertos que llevarán a cabo las evaluaciones; recibir, procesar, custodiar y preservar toda la documentación correspondiente a los procesos de evaluación y acreditación que se desarrollen, elaborar los dictámenes correspondientes y proponer al Consejo de la Junta de Acreditación Nacional, el otorgamiento de las distintas categorías de acreditación y la valoración de las diferentes evaluaciones institucionales.

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El Consejo de la Junta de Acreditación Nacional está compuesto por un número de hasta treinta expertos, provenientes de las diferentes instituciones de la Educación Superior del país adscritas al Ministerio de Educación Superior y de los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) con IES adscritas. Entre las funciones del Consejo está reconocer las distintas categorías de acreditación para lo cual es convocado como mínimo dos veces al año. El Consejo aprueba las diferentes variables, indicadores y criterios de calidad, así como los instrumentos que han de aplicarse para la acreditación de los diferentes programas. Para ello cuenta con las propuestas de las Comisiones Asesoras para la Evaluación y Acreditación de Carreras, Posgrado e Instituciones, cuyos integrantes también aprueba. Finalmente, este Órgano propone al Consejo de Dirección del Ministerio de Educación Superior con representantes de todas las IES del país, los diferentes Sistemas de Evaluación y Acreditación, y los correspondientes patrones de calidad, guías de evaluación y reglamentos para su aprobación y puesta en vigor por el Ministro de Educación Superior. El Consejo de la Junta de Acreditación Nacional, una vez realizada la evaluación del nivel de la calidad de los distintos programas e instituciones, reconoce ésta y la envía al Ministro de Educación Superior para su otorgamiento. Para la realización práctica y preparación de los procesos de evaluación externa con vistas a la acreditación de programas, la Junta de Acreditación Nacional (JAN) cuenta con los Comités Técnicos Evaluadores (CTE). Cada Comité Técnico Evaluador (CTE) dispone de una Bolsa de Expertos renovable en un 25% con una periodicidad bienal. Los expertos son seleccionados por cada Comité Técnico y aprobados por la Secretaría Ejecutiva con el visto bueno del Consejo de la JAN.

Los expertos se reúnen, integrados en sus CTE respectivos, dos veces en el año. Son convocados por la Secretaria Ejecutiva para evaluar todos los Programas de los que se reciba la Autoevaluación, hayan solicitado la Acreditación o no, así como los resultados de los procesos de evaluación y acreditación, realizados por las Comisiones de Evaluación y Acreditación.

Ante las solicitudes de Evaluaciones Externas o Acreditaciones, se seleccionan otros Expertos que se constituirán en Comisión de Evaluación y Acreditación. La periodicidad de realización y recepción de los resultados de los procesos de autoevaluación, evaluación externa y acreditación se corresponde con el subsistema de que se trate y responde a las normativas vigentes, especialmente, a la periodicidad que establece el patrón de calidad. La Secretaría de la JAN lleva la historia de la evaluación y acreditación de los Programas e Instituciones, donde se incluyen los resultados de la autoevaluación, evaluación y acreditación. La Junta de Acreditación Nacional ha venido cumpliendo con la misión y funciones inherentes a ella; rinde cuentas anualmente ante el Consejo de Dirección del Ministerio de Educación Superior y representantes de todos los OACE con IES adscritos. El Ministerio de Educación Superior y cada IES financian los procesos de evaluación. No obstante, entre sus objetivos de trabajo se encuentra la búsqueda de otras fuentes de financiamiento, que garanticen el desarrollo y el enriquecimiento de su labor mediante la ejecución de proyectos y el intercambio a través de redes de evaluación y acreditación de carácter internacional o regional.

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La Junta de Acreditación Nacional ha oficializado su adhesión a RIACES y próximamente lo hará a la INQAAHE.

f) BREVE DESCRIPCIÓN DE LA NATURALEZA DE LOS PROCESOS, PROCEDIMIENTOS Y SUS EFECTOS SOBRE INSTITUCIONES Y PROGRAMAS.

Evaluación Institucional. La Evaluación Institucional, como todo proceso de evaluación, implica la recogida e interpretación (formal y sistemática) de la información pertinente sobre una institución y la elaboración de juicios de valor a partir de esa información para la toma de decisiones acertadas y oportunas anticipadas a la realidad, conducentes a mantener, reformar o eliminar elementos de los mismos. Constituye un objetivo fundamental de la evaluación institucional, disponer de un instrumento que contribuya a la mejora continua de la calidad y pertinencia de los programas, procesos y resultados que se desarrollan en las IES adscritos al MES. Los impactos principales que ha tenido el subsistema de Evaluación Institucional aplicado durante las 93 evaluaciones realizadas desde 1978 hasta la fecha son:

• Mejoramiento continuo de la calidad de la educación superior, mediante planes de medidas como resultados de la evaluación

• Consolidación de una cultura de evaluación externa. • Desarrollo de una comunidad de evaluadores formada entre académicos y funcionarios

de la educación superior de todo el país, con dominio de métodos, procedimientos y técnicas de evaluación.

• Multiplicación de los logros y resultados positivos que se constatan durante los procesos de evaluación, en todas las IES.

• Cambios en la estructura organizativa universitaria (creación de Centros de Estudio, grupos multidisciplinarios de investigación, impulso de sistemas de información, obras físicas, modernización del equipamiento, impulso al proceso de virtualización en la formación de pre y posgrado, etc.).

• Reconocimiento de la calidad de los graduados en pre y posgrado y de los resultados principales en las investigaciones por las entidades empleadoras y por la sociedad.

• Visitas de estudio y pasantías de actores claves en diversos países. • Participación en redes, seminarios internacionales, impartición de cursos y asesorías a

IES extranjeras. Los rasgos que caracterizan el perfeccionamiento realizado actualmente al Subsistema de Evaluación Institucional son:

• Constituye una etapa superior en el desarrollo del subsistema de Evaluación Institucional, donde se manifiesta la elevación constante del nivel de exigencia, rasgo que ha estado presente en cada nueva versión del Reglamento de Evaluación Institucional.

• Se aprovechan aquellos elementos del subsistema de evaluación anterior y de su

Reglamento que se consideran continúan siendo válidos, y son el resultado de la experiencia y cultura de evaluación atesoradas, en más de veinte años evaluando IES.

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• Constituye un instrumento para evaluar con más objetividad los procesos fundamentales

que tienen lugar en el modelo de universidad hacia el que estamos ya transitando, así como sus resultados, impacto y pertinencia.

• Posibilita una evaluación más integral de las distintas unidades organizativas de la IES y

de la propia IES.

• Tiene en cuenta experiencias internacionales en procesos de evaluación y acreditación, revelándose un mayor acercamiento a la práctica común internacional.

• Revela una estructura y composición hacia un uso más racional de los recursos

humanos y financieros destinados al subsistema de evaluación institucional.

• Eleva la eficiencia y eficacia del sistema de control, evaluación y acreditación. Las etapas del proceso de evaluación institucional contempladas son:

• Autoevaluación. Se realiza con la participación protagónica de los actores principales de las distintas instancias de una IES, de forma sistemática. Por ello es lidereada por expertos de la propia IES, que se preparan adecuadamente y reciben atención de la Secretaria de la Junta de Acreditación Nacional. Se culmina con la elaboración de un plan de mejora que es evaluado y controlado por la propia IES.

• Evaluación externa. Se realiza por evaluadores externos a la IES evaluada, que se seleccionan y se preparan previamente. Las bases para la preparación de la evaluación externa lo constituye el informe de autoevaluación, el plan de mejora y su cumplimiento, y toda la información disponible facilitada por la Secretaria de la Junta de Acreditación Nacional. Los instrumentos para la realización de la evaluación externa son variados, siendo los fundamentales: controles a las actividades docentes de los estudiantes tanto teóricas como prácticas, exámenes integradores de contenido por años a los estudiantes, entrevistas y encuestas a colectivos de profesores, estudiantes, empleadores, expertos y directivos y visitas a las diferentes instalaciones. Se elabora un informe final, teniendo en cuenta el criterio de los expertos evaluadores sobre los distintos niveles de calidad (patrón de calidad). Finalmente la discusión y difusión del informe final. La evaluación institucional comprende distintos niveles organizativos de una IES: • Departamento docente (Cátedra) • Facultad • Centro de investigación o Centro de Estudio • Institución de Educación Superior

Es en el Departamento Docente, célula fundamental para la dirección del proceso docente educativo, donde se revela de forma más significativa la integración de las actividades de los procesos sustantivos de la educación superior como son: formación (pre y posgrado),

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investigación y extensión. El diseño de la evaluación considera que las variables fundamentales a evaluar en este nivel son:

• Labor educativa. • Recursos humanos. • Desempeño en la labor científica. • Desempeño en la Formación. • Infraestructura y financiamiento. • Colaboración. • Impacto social y pertinencia.

La evaluación de la Facultad se conforma con los resultados obtenidos por los Departamentos Docentes y otros elementos relevantes, como son:

• Estrategias de la Facultad para sus procesos sustantivos. • Informatización de los procesos sustantivos y de gestión. • Infraestructura y financiamiento. • Acreditación de programas (maestrías, especialidad, doctorado, investigación, extensión,

etc.). La evaluación de la Institución de Educación Superior se conforma con los resultados obtenidos por las Facultades evaluadas, y otros elementos relevantes, como son:

• Dirección estratégica. • Informatización y gestión de los procesos. • Infraestructura y financiamiento. • Impacto social y pertinencia.

El procedimiento fundamental de la evaluación institucional es el siguiente:

• Todos los Departamentos docentes, las Facultades y las IES realizan su autoevaluación cada dos años. La programación para dichos procesos es definida por el Rector de la IES.

• Los centros de investigación son evaluados con una guía adecuada a las condiciones de

estos. (actualmente en elaboración)

• La evaluación externa es solicitada por las universidades, aunque la dirección del Ministerio de Educación Superior puede considerar necesario en determinado momento realizar dicha evaluación. Se realiza una programación de las evaluaciones institucionales en cada curso académico sobre la base de las solicitudes que se reciben de las universidades.

• La universidad que solicita la evaluación externa debe enviar a la Secretaria de la JAN

las evaluaciones correspondientes a los Departamentos docentes, Facultades y del propio IES.

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• Cuando se realiza la evaluación externa de la IES, la Secretaría Ejecutiva de la JAN selecciona las Facultades a evaluar, y cuando se realiza la evaluación de la Facultad se evalúan todos los Departamentos docentes de esta.

• La evaluación externa de una IES se podrá realizar siempre que ésta haya aprobado

una auditoría económica, como máximo en el plazo de un año anterior a la solicitud. Los impactos principales que deberá tener el actual perfeccionamiento realizado al subsistema de Evaluación Institucional son:

• Elevación de la calidad universitaria a niveles superiores. • Desarrollo de prácticas comunes de evaluación de carácter internacional, que

contribuyan a parangonarnos con los niveles de calidad reconocidos por la comunidad internacional y sienten las bases para la acreditación de la IES.

• Consolidación de una cultura de autoevaluación, enriqueciéndose la cultura de la evaluación externa ya consolidada.

• Incremento del papel protagónico de los actores principales de las IES. • Una mayor integración de los procesos universitarios fundamentales • Mayor reconocimiento de la sociedad e internacional, de la calidad de los productos

finales de los procesos fundamentales de la educación superior. • Ampliación de la comunidad de evaluadores externos entre los académicos, funcionarios

y profesionales de las entidades empleadoras. • Desarrollo y consolidación de una gestión universitaria más eficiente y eficaz, al lograrse

una mayor correspondencia entre la formación y la dinámica del desempeño profesional como resultado del avance de la ciencia e innovación tecnológica.

• Cambios aún más favorables en las fuentes de financiamiento para las IES y para el propio subsistema de Evaluación Institucional.

• Participación más activa en redes, seminarios, cursos y asesorías en el contexto nacional e internacional

Acreditación de Programas. Ø Acreditación de Maestrías.

El diseño de un programa de maestría tiene su base conceptual y metodológica en los lineamientos establecidos en el Reglamento para la Educación de Posgrado de la República de Cuba (Resolución Ministerial No. 6/96) y en el Patrón de Calidad de programas de maestría. La autorización para impartir un programa de maestría requiere de dictámenes positivos de los Consejos Científicos de la IES o de la Unidad de Ciencia y Técnica autorizada, así como de la evaluación y la aprobación de la Comisión Asesora para la Educación de Posgrado (COPEP), quedando esto entonces refrendado por resolución del Ministro de Educación Superior como Programa Autorizado. Hasta enero del 2003 en el SEA-M estaban establecidas tres categorías de acreditación para los programas de maestría (Autorizado, Acreditad, y de Excelencia). Actualmente son cuatro:

• Programa Autorizado. • Programa Ratificado. • Programa Certificado

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• Programa de Excelencia. La categoría de Programa Autorizado es una acreditación transitoria y tiene vigencia sólo por un período de cuatro años, plazo en el que pueden abrirse ediciones del mismo, a partir de la fecha en que es emitida la resolución ministerial que lo aprueba. Durante el desarrollo de estas ediciones las autoridades de la IES y el comité académico responsabilizados con la gestión del programa, efectúan sistemáticos procesos de autoevaluación y evaluación externa que permiten apreciar y perfeccionar los niveles de calidad con que se ejecuta la maestría, basados en la Guía de Evaluación de Programas de Maestría. Si durante el funcionamiento del programa autorizado se hiciese evidente, a través de los procedimientos institucionales de control establecidos por el Ministerio de Educación Superior, que no se cumplen las condiciones declaradas en el momento de autorización del programa, se puede determinar su interrupción temporal o cancelación definitiva. El comité académico de un Programa Autorizado debe decidir por una de las siguientes acciones, durante su período de vigencia:

• Solicitar un proceso de evaluación externa y de acreditación, según el procedimiento establecido, que le otorgaría la categoría de Programa Ratificado, Programa Certificado o Programa de Excelencia.

• Solicitar la renovación de su autorización al término de los cuatro años por una sola ocasión. Este curso alternativo es válido incluso para aquellos Programas Autorizados que tras haberse sometido al proceso de evaluación externa no logren obtener la certificación como Programa Ratificado, Programa Certificado o Programa de Excelencia.

El proceso para optar por la certificación de Programa Ratificado, Programa Certificado y Programa de Excelencia exige:

• Dos ediciones concluidas. • Haber realizado dos autoevaluaciones. • Una solicitud oficial de evaluación externa por el Rector o el Director de la institución a la

Junta de Acreditación Nacional. • Un dictamen favorable del Comité Técnico Evaluador. • Haber desarrollado satisfactoriamente un proceso de evaluación externa desplegado por

la Junta de Acreditación Nacional, según guía de evaluación del SEA-M. • La decisión positiva del Consejo de la Junta de Acreditación Nacional.

El patrón de calidad de programas de maestrías entiende un conjunto de estándares que, de acuerdo con la teoría y la práctica de la evaluación académica internacional, y la experiencia cubana en el campo del posgrado, deben ser satisfechos para garantizar la acreditación nacional de programas de maestría. La formulación del patrón de calidad persigue identificar un modelo ideal al cual deben aproximarse los programas de maestría que se desarrollan en Cuba, el que define el “debe ser” del posgrado cubano, entendiendo por calidad la conjunción de la excelencia académica y la pertinencia social en su acepción más amplia.

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Para determinar en qué medida un programa satisface los estándares de calidad correspondiente, se establecen las variables de calidad siguiente:

• Pertinencia e impacto social. • Tradición de la institución y colaboración Interinstitucional. • Cuerpo de profesores y tutores. • Respaldo material y administrativo del programa. • Estudiantes. • Currículo.

Los aspectos organizativos para la evaluación externa de maestrías conducentes a la certificación de Programa Ratificado, Certificado o de Excelencia son los siguientes:

• El Rector de la IES o Director de la Unidad de Ciencia y Técnica autorizada presenta por escrito a la JAN, por conducto de su Secretaría, la solicitud de evaluación externa y acreditación de los programas de maestría que considere con posibilidades para obtener esta certificación.

• La JAN dispone de hasta 60 días hábiles para responder la solicitud del Rector o

Director, en la que se notifica:

- Aceptación o rechazo de la solicitud. - La indicación del marco temporal. - La composición del grupo de expertos.

• La Secretaría de la JAN libra dos convocatorias anuales, y recepciona las solicitudes

hasta 60 días después de librada la convocatoria correspondiente. La Secretaría de la JAN es el órgano responsabilizado para conducir los procesos de evaluación externa y acreditación de las maestrías. Para realizar las funciones que se derivan de ese encargo, la Secretaría designa un Comité Técnico Evaluador, integrado por especialistas de reconocido prestigio académico. El proceso de evaluación externa se realiza por el método de evaluación de expertos. La Secretaría de la JAN selecciona, a partir de las respectivas propuestas del Comité Técnico Evaluador, hasta cinco especialistas en las áreas del conocimiento de los programas a evaluar. Estos expertos se encargan de la evaluación externa de cada maestría, constituidos en la Comisión Evaluadora. La bolsa de expertos para miembros de la Comisión Evaluadora la integran profesionales de alto prestigio de las IES, de los OACE y de las organizaciones profesionales, los que deben tener el grado de Doctor o equivalente, y categoría docente principal de Profesor Titular o Profesor Auxiliar. El Comité Técnico Evaluador tiene también la responsabilidad de realizar el entrenamiento de los expertos, de modo que estén en condiciones de hacer una evaluación homogénea de las variables e indicadores descritos en la Guía de Evaluación. La Comisión Evaluadora, después de efectuado el proceso de evaluación externa, elabora el informe de resultados, en el que se precisarán las fortalezas y las debilidades del programa, así

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como las recomendaciones para su mejoramiento. Este informe se presenta ante las autoridades, el Consejo Científico de la IES autorizada, y el Comité Académico del programa evaluado, y se esclarecen los elementos que así lo requieran. Las autoridades de la IES y el coordinador del Comité Académico de la maestría evaluada expresan el conocimiento del contenido del documente mediante firma. El Comité Técnico Evaluador, de conjunto con los expertos de la Comisión Evaluadora, elabora el dictamen técnico final con la propuesta del nivel de certificación del programa evaluado que se somete a la aprobación del Consejo de la JAN. La JAN, por conducto de su Secretaría, comunica a la IES el contenido del dictamen final y la decisión definitiva del nivel de certificación de la calidad. El Rector de la IES tiene el derecho a establecer una reclamación ante la JAN cuando considere que en el proceso de evaluación externa no se ha procedido de acuerdo con lo establecido, en un plazo que no exceda de los diez días después de haber sido notificado del resultado del proceso. La JAN establece los procedimientos necesarios para ratificar o rectificar la decisión. El fallo que tenga lugar como consecuencia de esta acción será irrevocable. Como instrumento oficial para efectuar los procesos de evaluación externa se establece la Guía de Evaluación. Los impactos principales que ha tenido la Acreditación de Programas de Maestría son:

• La mejora continua de la calidad de los programas. • Consolidación de una cultura de autoevaluación, y desarrollo de una cultura de

acreditación. • Incremento de tres a cuatro niveles de acreditación con vistas a reconocer la notable

pertinencia y avance significativo que han tenido un número apreciable de programas a partir de su aprobación y a la vez, incentivar la mejora continua de los mismos.

• Reconocimiento de la calidad de programas por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado (AUIP). Estas son:

- Ciencias de la Educación Superior de la Universidad de la Habana. - Informática Aplicada del Instituto Superior Politécnico “J.A.E.” de la Habana. - Ingeniería Hidráulica del Instituto Superior Politécnico “J.A.E.” de la Habana.

• Mayor reconocimiento de la calidad de los productos finales por la sociedad. • Mayor reconocimiento de las entidades empleadoras por la satisfacción de sus

necesidades de elevar su competencia profesional, según los avances de la ciencia e innovación tecnológica.

• Ampliación de la comunidad de evaluadores externos entre los académicos de la Educación Superior.

• Participación activa en seminarios, cursos y asesorías en el contexto nacional e internacional.

• Participación de actores claves en intercambios internacionales y en procesos de evaluación y acreditación conjuntos, como el realizado con la Comisión de Acreditación de la Educación Superior de Brasil (CAPES).

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Ø Acreditación de Carreras Universitarias. El Sistema de Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias (SEA-CU) tiene su fundamento en el modelo pedagógico de formación de profesionales de la educación superior cubana, hace suyas las mejoras experiencias pedagógicas nacionales e internacionales en esta labor y se estructura en respuesta a un Patrón de Calidad que expresa, de un modo esencial, el modelo al que deben aproximarse gradualmente las carreras universitarias que se desarrollan en Cuba. El objetivo general del SEA-CU es la elevación de la calidad del proceso de formación en las carreras universitarias, por lo que constituye una herramienta fundamental para la gestión del mejoramiento continuo de la calidad en la formación de los profesionales de cada carrera, y por tanto, forma parte del contenido del trabajo metodológico de los colectivos universitarios. Por otra parte, se destaca, de forma relevante, la autoevaluación sistemática que realizan dichos colectivos como elemento básico en la gestión de la calidad. Al mismo tiempo, la aplicación del sistema genera juicios de valor que pueden utilizarse para adoptar decisiones oportunas, relacionadas con la mejora continua de la calidad. Sus resultados pueden conducir a lograr el reconocimiento y la equivalencia internacional de títulos universitarios. Las ideas principales que sustentan el sistema propuesto, son las siguientes:

• Se privilegia la unidad de la educación con la instrucción, la relación de la teoría con la práctica y la combinación entre el estudio y el trabajo; el trabajo metodológico de los profesores y colectivos docentes garantiza el perfeccionamiento constante del proceso de formación.

• El sistema se estructura a partir de nuestra actual concepción curricular, en la que

se combina dialécticamente la centralización (las Comisiones Nacionales de Carrera responden por el diseño del plan de estudios que se aplica en todas las universidades) con la descentralización (los centros aplican los planes de estudio adecuándolos a las condiciones de cada uno de ellos).

• Se basa en el principio del carácter voluntario de la solicitud de un proceso de

evaluación externa a partir del cumplimiento de determinados requisitos iniciales establecidos en el reglamento.

• Se identifican 5 variables esenciales para el sistema: pertinencia e impacto social,

profesores, estudiantes, infraestructura y currículo.

• En la determinación de los indicadores y criterios de evaluación precisados para cada variable, se han seleccionado aquellos elementos que caracterizan la variable de un modo esencial, tratando de reducirlos hasta tanto sea posible, sin perder objetividad.

• A partir de estas variables fue elaborado el Patrón de Calidad para las Carreras

Universitarias, que conjuntamente con el Reglamento correspondiente y la Guía de Evaluación, constituyen los documentos básicos para el proceso de evaluación externa y acreditación.

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• La concepción de la Guía de Evaluación supone la aplicación de un sistema de encuestas y entrevistas a los actores principales (estudiantes, profesores, autoridades, empleadores, expertos, etc.) que contribuye a calificar los diferentes variables e indicadores.

• Se establecen un conjunto de requisitos mínimos de calidad vinculados a aquellos

elementos considerados esenciales en la formación de profesionales en una carrera, de modo que la misma debe obtener resultados positivos en determinados indicadores que poseen carácter eliminatorio, independientemente de la calificación obtenida en el proceso.

• Se establecen tres niveles de acreditación para las carreras universitarias:

. Carrera Autorizada. . Carrera Certificada. . Carrera de Excelencia.

La Secretaría de la JAN es el órgano responsabilizado para conducir los procesos de evaluación externa y acreditación de las carreras universitarias. Para realizar las funciones que se derivan de ese encargo, la Secretaría designa un Comité Técnico Evaluador, integrado por especialistas de reconocido prestigio académico. La categoría de Carrera Autorizada expresa el primer y más importante nivel de calidad del sistema, a partir del cual tiene lugar un proceso de gestión para su mejoramiento continuo. La autorización para iniciar en una IES una de las carreras, compete a cada Organismo con IES adscritas, siempre que esa carrera forme parte de la estructura de carreras aprobada para dicho organismo. Si la carrera no forma parte de la estructura de carreras aprobada para ese OACE, deberá ser autorizada por el Ministerio de Educación Superior. Los requisitos para solicitar el inicio de una nueva carrera en una IES son los siguientes:

• Contar con un claustro de profesores que garantice los requisitos del primer nivel de calidad del SEA-CU (Carrera Autorizada)

• Una demanda de fuerza de trabajo calificada del territorio o de la región, según

corresponda, que justifica la apertura, avalada por el dispositivo especializado del Ministerio de Economía y Planificación.

• Valoración positiva de las principales entidades empleadoras acerca de la existencia de

ese profesional en el territorio o la región.

• Contar con los recursos materiales (instalaciones, bibliográficos y logísticos) y financieros disponibles para enfrentar el programa. Tener una adecuada proyección para el desarrollo de la base material.

La aprobación de una nueva carrera en una IES deberá ser analizada previamente por la dirección del correspondiente OACE, el que dejará constancia oficial de su aprobación.

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Todas las carreras que se imparten actualmente en las diferentes IES del país ostentan la categoría de Carrera Autorizada. La condición de Carrera Autorizada se mantendrá siempre que se cumplan los requisitos establecidos y podrá ser revocada por el OACE, o por el Ministerio de Educación Superior, si durante su funcionamiento se hiciese evidente, a través de los procedimientos institucionales de control establecidos, que no se cumplen esos requisitos, lo que implicará su interrupción temporal o definitiva. El proceso de acreditación para los niveles de Carrera Certificada y Carrera de Excelencia exige:

• Al menos cinco generaciones de graduados. • Haber obtenido resultados satisfactorios en las evaluaciones parciales o generales

realizadas a la carrera en los últimos dos cursos académicos, caso de haberse realizado. En el caso de la certificación de Carrera de Excelencia, las evaluaciones tienen que haber sido de BIEN o de EXCELENTE.

• Una solicitud oficial de evaluación externa por el Rector de la IES a la JAN, con vistas a la certificación del programa en cuestión en uno de los niveles de acreditación. Dicha solicitud deberá se acompañada por un documento que caracterice a la carrera a partir de una guía general aprobada por la Secretaría de la JAN.

• Haber desarrollado satisfactoriamente un proceso de evaluación externa desplegado por la Secretaría Ejecutiva de la JAN, según la Guía de Evaluación.

• Un dictamen favorable del Comité Técnico Evaluador. • La decisión positiva del Consejo de la JAN.

En enero del 2003 fue lanzada la primera convocatoria nacional para la realización de los procesos de acreditación de carreras. Hasta el mes de julio del 2003, las IES interesadas estarán desarrollando los procesos de autoevaluación de las carreras que formalmente soliciten su evaluación externa, las que se llevarán a cabo en el segundo semestre de este propio año. El proceso de evaluación externa se realiza por el método de evaluación de expertos. A ese fin, la Secretaría de la JAN selecciona, a propuesta del Comité Técnico Evaluador, los expertos en las áreas del conocimiento de la carrera a evaluar, que constituidos en Comisión Evaluadora para cada una de ellas se encargará de conducir los procesos respectivos de evaluación externa.

La bolsa de expertos para miembros de la Comisión Evaluadora la integran profesionales de alto prestigio de las IES, de los OACE y de las organizaciones profesionales, los que deben tener el grado de Doctor o equivalente, y categoría docente principal de Profesor Titular o Profesor Auxiliar. El Comité Técnico Evaluador tiene también la responsabilidad de realizar el entrenamiento de los expertos, de modo que estén en condiciones de hacer una evaluación homogénea de las variables e indicadores descritos en la Guía de Evaluación. La Comisión Evaluadora de la carrera elaborará el informe de los resultados sobre cada una de las variables de la Guía de Evaluación, define las fortalezas y debilidades principales de la carrera y las recomendaciones para su mejoramiento. Este informe será leído ante las autoridades de la IES, quienes expresarán el conocimiento del contenido del documento mediante firma.

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El Comité Técnico Evaluador, de conjunto con la Comisión Evaluadora de la carrera, elaborará el Dictamen Final con la propuesta del nivel de acreditación que se propone, el cual se someterá al Consejo de la Junta de Acreditación Nacional para su aprobación definitiva. La JAN, por conducto de su Secretaría, comunica a la IES el contenido del Dictamen Final y la decisión definitiva del nivel de acreditación de la calidad. El Rector de la IES podrá establecer una reclamación ante la JAN, si considera que el proceso de evaluación externa no se desarrolló de acuerdo a lo establecido en el SEA-CU, para lo cual dispondrá de un plazo no mayor de diez días hábiles después de haber sido notificado el resultado del proceso. La Junta de Acreditación Nacional establecerá los procedimientos necesarios para ratificar o rectificar su decisión. El fallo que tenga lugar como consecuencia de esta acción será inapelable. Como instrumento oficial para efectuar los procesos de evaluación externa se establece la Guía de Evaluación. Los impactos principales que debe tener la aplicación de los procesos de acreditación de carreras universitarias son:

• Elevación de la calidad a niveles superiores. • Promoción de la innovación pedagógica y tecnológica en el proceso de formación. • Desarrollo de prácticas comunes de acreditación de carácter internacional, que

contribuyan a parangonarnos con los niveles de calidad reconocidos por la comunidad iberoamericana y mundial.

• Consolidación de una cultura de autoevaluación, evaluación externa y acreditación. • Incremento del papel protagónico de los actores principales. • Incremento significativo de la dinámica de una gestión universitaria más eficiente y

eficaz, al lograrse una mayor correspondencia entre la formación y el desempeño profesional, de acuerdo a los avances de la ciencia e innovación tecnológica.

• Una mayor integración de los procesos universitarios fundamentales • Mayor reconocimiento de la sociedad, y en particular, de las entidades empleadoras de

los graduados. • Ampliación de la comunidad de evaluadores externos entre los académicos, funcionarios

y profesionales de las Entidades de la producción y los servicios. • Cambios aún más favorables en las fuentes de financiamiento para las carreras. • Participación más activa en redes, seminarios, cursos y asesorías en el contexto

internacional.

En los próximos meses la Junta de Acreditación Nacional (JAN) analizará y posteriormente elevará, el Sistema de Evaluación y Acreditación de Especialidades de Posgrado (SEA-E), al Consejo de Dirección del MES y a todos los OACE con IES adscritos. Este Sistema entrará en vigor antes de finalizado el año 2003. De modo similar se espera poner en vigor el Sistema de Evaluación y Acreditación de Doctorados en el 2004.

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g) CUADRO RECAPITULATIVO SOBRE LAS INSTITUCIONES Y PROGRAMAS EVALUADOS Y ACREDITADOS.

Ø Instituciones evaluadas. A continuación se presenta el cuadro recapitulativo de las Instituciones de Educación Superior que han sido evaluadas desde el año 1978 hasta la fecha, según el marco legal y la Guía de Evaluación existente de la Educación Superior en cada momento.

Evaluaciones Institucionales realizadas en la República de Cuba Nombre del Centro Fecha de realización de la Evaluación Total

Universidad de Pinar del Río 04-83 09-87 05-90 10-93 11-96 10-99 03-03 7 Universidad de la Habana 04-80 04-81 10-85 11-95 05-01 5 Inst. Superior Politécnico José Antonio Echeverría

03-81 03-86 12-90 05-95 11-00 5

Instituto Superior de Cultura Física (*)

12-87 05-92 2

Universidad Agraria de la Habana 04-82 11-88 11-91 12-94 03-98 5 Universidad de Matanzas 11-81 04-84 05-89 04-93 11-96 04-00 04-03 7 Universidad de Cienfuegos 12-83 04-88 03-93 04-97 04-00 5 Universidad Central de las Villas 02-78 12-79 11-85 04-90 11-93 04-97 03-02 7 Sede Universitaria de Sancti-Spiritus

10-97 11-99 2

Universidad de Ciego de Ávila 05-84 05-86 10-90 04-94 11-97 11-00 6 Universidad de Camaguey 05-79 11-80 04-87 04-89 05-93 03-97 11-01 7 Centro Universitario de las Tunas 04-94 04-95 10-98 03-01 4 Universidad de Holguín 11-84 11-89 03-95 04-98 05-03 5 Universidad de Granma 10-79 10-86 11-92 11-95 05-00 04-02 6 Universidad de Oriente 05-82 11-83 05-88 03-91 03-93 04-96 03-01 11-02 8 Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa

05-85 03-90 12-92 04-95 04-98 10-01 6

Centro Universitario de Guantánamo

04-92 04-96 11-98 3

Instituto Superior Politécnico Julio Antonio Mella (**)

12-88 04-91 2

Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba (***)

05-81 1

Total 93 (*) El Instituto Superior de Cultura Física se continuó evaluando por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (**) El instituto Superior Politécnico Julio Antonio Mella se integró posteriormente a la Universidad de Oriente (***) El Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba se continuó evaluando por el Ministerio de Salud Pública

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Ø Programas acreditados.

• Programas de Maestrías. Todos los Programas de Maestría que se imparten en el país, 319, tienen un primer nivel de acreditación (Programa Autorizado), de los tres que existieron hasta enero del 2003. Todos pasaron por una evaluación externa para que se les otorgara la autorización para ser impartidos. De ellos, el 27 % ha sido sometido a otro proceso posterior de evaluación externa, de los cuales el 44 % obtuvo el nivel de acreditación inmediato superior (Programa Acreditado) y el 9% fue evaluado de excelente (Programa de Excelencia). Tabla de Acreditación de Maestrías en la República de Cuba.

Centro de Educación Superior Maestría

Categoría d e Acreditación

Fecha de Acreditación

Ingeniería Hidráulica Excelencia 2000

Geofísica Aplicada Acreditado 2000 Informática Aplicada Acreditado 2000 Gestión de Recursos Humanos Acreditado 2001 Análisis y Control de Procesos Acreditado 2001

Instituto Superior Politécnico “J.A.E.” de la Habana

Dirección Acreditado 2002 Tecnología y Control de Medicamentos Acreditado 2000

Química Orgánica Acreditado Dirección Acreditado Ciencias de la Educación Superior Acreditado 2000

Geografía, Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial Acreditado 2001

Ciencias Matemáticas Excelencia 2001

Biología Vegetal Excelencia 2001 Lengua Francesa Excelencia 2001 Biología Marina y Acuicultura Acreditado 2001 Ciencias Físicas Excelencia 2002 Ciencia y tecnología de los Alimentos Acreditado 2002

Bioquímica de las Proteínas Excelencia 2002 Psicopedagogía Excelencia 2002 Desarrollo Social Caribeño Acreditado 2002 Bioquímica Excelencia 2002 Sicología Clínica Acreditado 2002 Farmacia Química Acreditado 2002

Universidad de la Habana

Lingüística Aplicada Acreditado 2002 Universidad de Oriente Ciencias de la Educación

Superior Acreditado 2000

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Ingeniería Industrial Acreditado 2000 Computación Aplicada Acreditada 2000 Dirección Acreditada 2001

Universidad Central de Las Villas

Matemática Aplicada Acreditada 2001

Universidad de Camaguey Desarrollo Regional Acreditado 2001

Ciencia y Juegos Deportivos Acreditado 2002 Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos” Ciencias de la Educación

Superior Acreditado 2002

Universidad Agraria de la Habana Agroecología y Agricultura

Sostenible Acreditado 2001

Universidad de Pinar del Río Ciencias de la Educación Acreditado 2002

Universidad de Cienfuegos Educación Acreditado 2001

Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología Salud Ambiental Acreditado 2002

Universidad de Ciego de Ávila Riego y Drenaje Acreditado 2002

Instituto Central de Ciencias Pedagógicas

Investigación Educativa

Acreditado

2001

En la actualidad se desarrollan los procesos de acreditación a otros 13 programas de maestrías, cuyos resultados deben darse a conocer en el próximo mes de julio. La variable que más ha incidido hasta la fecha en el relativo bajo número de programas de maestría a los que se les ha reconocido niveles superiores de acreditación es la de egresados o defensas en tiempo. Se reconoce como egresados o defensas en tiempo a aquellos cursistas que defienden exitosamente su tesis en el plazo declarado en el programa. Este indicador, de acuerdo con el Reglamento de Evaluación es de 50% para el nivel de Acreditado y de 75 % para ser evaluado de Excelente. La existencia de programas de maestría con buena calidad en su concepción así como una buena ejecutoria, pero que no podían alcanzar un nivel superior al de Programa Autorizado por dificultades con el indicador de egresados, motivó el establecimiento de un nuevo nivel de acreditación intermedio. De esta forma, a partir de enero 2003, existen cuatro niveles de acreditación en el Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías:

Programa Autorizado Programa Ratificado

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Programa Certificado Programa de Excelencia

Por ello, sin disminuir el rigor en los procesos de evaluación externa en aquellos rubros o variables que en mayor grado garantizan la calidad de la ejecutoria de un programa de maestría, existe mayor flexibilidad en la variable de egresados. La exigencia de egresados en esta variable queda: Programa Ratificado: 20 %en tiempo Programa Certificado: 50 % en tiempo Programa de Excelencia: 75 % en tiempo.

• Carreras Universitarias. Según el Reglamento para la Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias (Resolución Ministerial No. 116/2002) las 82 carreras universitarias que se desarrollan en el país poseen los requisitos establecidos para el primer nivel de acreditación del SEA-CU, que es el de Carrera Autorizada. A partir de la convocatoria emitida por la Secretaría de la JAN comenzará en el segundo semestre del presente año un proceso de evaluación externa para que las carreras universitarias puedan optar por los niveles de acreditación superiores de: Carrera Certificada y Carrera de Excelencia. En la actualidad se desarrolla un proceso de autoevaluación, orientado al incremento de una gestión más eficiente y eficaz para el mejoramiento continuo de la calidad y lograr en el tiempo más breve que las IES puedan acreditar en los niveles de Certificada y de Excelencia aquellas carreras con requisitos para ello.

h) REFERENCIA EXPLÍCITA A LOS PROCESOS DE ACREDITACIÓN Y ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD EN LOS CASOS DE UNIVERSIDADES VIRTUALES Y DE LAS UNIVERSIDADES EXTRANJERAS.

• Proceso de Virtualización.

En la última década del siglo XX, el sistema universitario cubano priorizó en su estrategia de desarrollo la aceleración del empleo de la informática y las telecomunicaciones, como factor fundamental para optimizar el proceso de formación (pre y posgrado) y de gestión universitaria, donde el proceso de virtualización ocupa un importante papel, no dentro del marco de una Universidad Virtual propiamente dicha, pero si de trascendental importancia en el proceso enseñanza aprendizaje que se desarrolla en las carreras universitarias y en la educación de posgrado así como en la investigación científica. Por ello, en todos los subsistemas que constituyen el Sistema de Control, Evaluación y Acreditación se asegura el mejoramiento continuo de la calidad del proceso de virtualización aplicado en las diferentes modalidades de enseñanza, mediante variables, indicadores y criterios de calidad, que están expresados en las Guías de Evaluación correspondientes a los subsistemas. En Cuba, al igual que en numerosos países, las tecnologías de la informática y las telecomunicaciones poseen un peso cada vez mayor en los procesos que se desarrollan en las

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IES. En este sentido, como características propias de la educación superior cubana se destacan, entre otras, las siguientes:

• Constituye un elemento fundamental la universalización de la educación superior, y la base de la Municipalización Universitaria.

• En todas las provincias existen IES como puntos de presencia en función de cada territorio.

• Desde cualquier IES se puede llevar a los diferentes lugares del país la Educación a Distancia, informaciones y otros productos propios del proceso de virtualización.

• Contribuye al trabajo integrado en redes de investigación y al desarrollo de la colaboración

• La informatización no se restringe solamente a las transformaciones internas de la educación superior. La educación superior se concibe como uno de los factores fundamentales en los planes de informatización de la sociedad.

Por ello, la informatización de la educación superior es un aspecto en el que los avances en los últimos cinco años han sido significativos. El programa central estatal de asignación de computadoras, reiniciado en el año 1997 luego de su interrupción por las severas limitaciones de recursos financieros de los años precedentes, ha posibilitado que se disponga de un nivel satisfactorio de equipos de computación destinados a las distintas actividades en las IES. Otras fuentes de adquisición, tales como: donaciones, proyectos internacionales y adquisición con recursos propios de las IES, han contribuido igualmente a incrementar esta disponibilidad. La cultura de trabajo en esta dirección avanza en toda la red de IES. Se logra un aceptable nivel de dominio de las herramientas básicas por parte de los estudiantes de pregrado y un proceso de incorporación gradual de todas las disciplinas a la estrategia de informatización de cada una de las carreras. De igual forma se procede en los distintos programas de postgrado (Maestrías y Especialidades. Se experimentan avances en la preparación del claustro, sin lo cual no sería posible el nivel de generalización que se requiere en este aspecto. La introducción de plataformas interactivas en el proceso de formación (pre y posgrado), el empleo de software profesionales en todas las carreras, la introducción de prácticas de laboratorio virtuales, el fortalecimiento de las redes internas de los centros (INTRANET), el incremento de la conectividad de los IES, el fortalecimiento de la educación a distancia y la preparación de los profesores en estas temáticas, constituyen aspectos de vital importancia en los que se trabaja con la más alta prioridad. Se trabaja en el objetivo estratégico de potenciar la colaboración con el establecimiento de una EXTRANET global, que incluya a las 64 IES del país, lo que posibilitará, entre otros aspectos: el pleno acceso a la Biblioteca Virtual del Ministerio de Educación Superior; el trabajo colaborativo en grupos temáticos por disciplinas; el acceso a los servidores centrales de las diferentes plataformas interactivas; la realización de prácticas de laboratorio a distancia con instrumentación real y la rápida generalización de las mejores experiencias de trabajo nacional e internacional. Todo ello está relacionado con el reto que nos plantea el evidente proceso de virtualización que ha de tener lugar en el proceso de formación, a partir del más amplio empleo de estas tecnologías en todas las carreras universitarias y tipos de curso. Ello ha de implicar cambios significativos en los actuales roles de profesores y estudiantes, asociados a la introducción de nuevas competencias profesionales vinculadas con: el empleo de esos recursos informáticos; su

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introducción y generalización en todos los tipos de cursos universitarios; la introducción del empleo más eficiente de métodos colaborativos en las variadas formas organizativas del proceso de formación; el empleo de diferentes modalidades de prácticas de laboratorio virtuales incluidas las carreras de Ciencias Técnicas y Agropecuarias y las transformaciones que están teniendo lugar en la Educación a Distancia; todo lo cual ha de caracterizar el quehacer de nuestras universidades en los próximos años. Por ello, es de significativa importancia el perfeccionamiento continuo de la evaluación y acreditación de los procesos de virtualización en la educación superior, con la necesaria dinámica de las variables, indicadores y criterios de calidad, en correspondencia con los diferentes subsistemas de evaluación y acreditación. El Sistema de Control, Evaluación y Acreditación deberá brindarle atención priorizada de forma inmediata.

• Universidades Extranjeras. En Cuba, todo el sistema educacional es de carácter estatal, por ello todas las universidades en el país son públicas. No obstante, existen 13 programas académicos de Doctorados desarrollados por Universidades Extranjeras, con las cuales existen convenios de colaboración, que son autorizados y evaluados por el Ministerio de Educación Superior, bajo las mismas reglamentaciones existentes para las IES cubanas, y en correspondencia con la función rectora del MES en la Educación de Posgrado, en todo el país. Una vez implantado el Sistema de Evaluación y Acreditación de Programas de Doctorado, todos los programas de este tipo, sean nacionales, conjuntos o provenientes sólo de universidades extranjeras, deberán someterse a cada una de las etapas del proceso de evaluación que se consideran en dicho Sistema. En caso de que existan Sistemas de Evaluación y Acreditación de estos programas en los países respectivos pudiera trabajarse de conjunto para homologar adicionalmente los procesos en cuestión (variables, indicadores, procedimientos, etc.). I) CONCLUSIONES, PERSPECTIVAS Y PROPUESTAS PARA EL DESARROLLO FUTURO DE LOS SISTEMAS DE ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD. Ø Conclusiones.

• La voluntad política y compromiso con la Educación Superior del Estado y Gobierno de la República de Cuba ha enriquecido significativamente, mediante el necesario marco legal a partir de febrero del 1978 (fecha en que se realizó la primera Evaluación Institucional a la Universidad Central de Las Villas), el Sistema de Control, Evaluación y Acreditación para la mejora continua de la calidad e impacto en la sociedad, en correspondencia con los requerimientos de una sociedad más justa y sostenible. Hasta mayo del 2003 se han realizado 93 evaluaciones institucionales (ver inciso g). Es de destacar, que en los tres últimos años, este enriquecimiento se ha visto incrementado, de forma relevante, con la aplicación y el perfeccionamiento del Sistema de Evaluación Institucional y el Sistema Universitario de Programas de Acreditación (el SUPRA ha

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acreditado más de 38 programas de maestrías según los diferentes niveles de calidad establecido; y todas las carreras universitarias tienen el primer nivel de acreditación de Programa Autorizado). Se ha logrado acumular una experiencia y reconocimiento en procesos de evaluación y acreditación tanto en lo nacional como en lo internacional y la consolidación de una cultura de evaluación en la educación superior cubana. Esto último se conjuga con la existencia de un significativo capital de recursos humanos altamente experimentado y calificado en el dominio de los métodos, técnicas y procedimientos de la evaluación y la acreditación en todos los territorios del país como consecuencia de la existencia de una amplia red de IES.

• En correspondencia con lo anterior, los focos que se han definido para la evaluación de

la calidad son las instituciones (evaluaciones de los departamentos docentes, facultades, centros de investigación, centros de estudios y universidades) y para la acreditación los programas (carreras, maestrías, especialidades, doctorados y otros).

• El perfeccionamiento del Subsistema de Evaluación Institucional ha tenido en cuenta, de

forma importante, las transformaciones que están teniendo lugar aceleradamente dentro de la Educación Superior cubana, y que sitúan a nuestras universidades a la vanguardia de los procesos de cambio por los que atraviesan el resto de las universidades en el mundo. Son aspectos que hoy tienen especial connotación la existencia de un mayor número de estudiantes y en múltiples modalidades, generalmente sobrepasando la cifra de estudiantes de una IES en cursos regulares (masificación); diferentes modelos pedagógicos que se corresponden con lo anterior (enseñanza presencial, por encuentros, a distancia, asistida, etc.); las transformaciones en el claustro (docentes a tiempo completo, a tiempo parcial, adjuntos de la producción y los servicios, reserva de docentes, jóvenes de talento, adiestrados, alumnos ayudantes) y la presencia cada vez más de nuevos modelos pedagógicos e innovaciones didácticas, con un fuerte componente de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el proceso de virtualización durante la formación de pre y posgrado. Todo ello responde al concepto de la Universalización de la Educación Superior, con el objetivo de brindar una respuesta eficiente y eficaz a las categorías de masificación, impacto, pertinencia e igualdad de oportunidades a la educación para todos los ciudadanos del país, como un derecho establecido en la Constitución de la República.

• El perfeccionamiento de la Evaluación Institucional que se desarrolla actualmente debe

culminar en el primer semestre del presente año 2003, y sus resultados comenzarán a validarse en el segundo semestre. En este proceso de perfeccionamiento el Patrón de Calidad, la Guía de Evaluación y el Reglamento, constituyen los tres documentos básicos. Posibilitarán una evaluación más integral de los distintos niveles organizativos de una IES y de la propia institución, además de constituir un instrumento para evaluar con más objetividad la integración de los procesos fundamentales (formación pre-posgrado, investigación, y extensión) que tiene lugar en el modelo de universidad hacia el que estamos transitando: humanista, científica y tecnológica, así como sus resultados, impacto y pertinencia. Conllevará un uso más eficiente y eficaz de los recursos humanos y financieros destinados al proceso de Evaluación, fortalecerá el papel protagónico de los actores principales de las IES mediante el incremento de la cultura de autoevaluación, la integración de los procesos universitarios fundamentales y la automatización de la información. Considera de forma relevante, las experiencias internacionales en ese campo.

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• En el caso del Sistema Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA) recibió un impulso decisivo con la constitución de la Junta de Acreditación Nacional (JAN) en junio del año 2000 y la decisión por parte del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros en abril del 2001 de incluir, entre las funciones y atribuciones específicas del Ministerio de Educación Superior (MES) la de “dirigir y controlar el sistema universitario de programas de acreditación para las Instituciones de Educación Superior (IES) y los procesos que en ella se desarrollan”. Desde su constitución la JAN, integrada por expertos de todo el país vinculados a la Educación Superior, ha promovido, ejecutado y controlado la política de acreditación. Dicha política ha sido orientada al mejoramiento continuo de la calidad de la Educación Superior en Cuba, mediante la certificación a nivel nacional e internacional de programas que cumplan los requisitos de calidad establecidos.

• El perfeccionamiento continuo del Sistema de Control, Evaluación y Acreditación en Cuba reveló la necesidad de adecuar la composición de la Junta de Acreditación Nacional con vistas a incrementar la institucionalización del proceso de evaluación y acreditación, de modo que pueda ser convocado, organizado y conducido por una entidad especializada e independiente del resto de las direcciones funcionales del Ministerio de Educación Superior, brindándole así al referido proceso un carácter más externo, sistémico e integrado. De modo que puede responder mejor a las exigencias y requerimientos de la política del Estado y Gobierno, y sobre todo de la sociedad, como el principal ente que prestigia con su reconocimiento y acreditación a las IES y los Programas que en éstas se desarrollan.

• Como resultado de los procesos de acreditación de maestrías desarrollados por el SUPRA, se ha incluido un nivel más de acreditación en el SEA-M, con vistas al reconocimiento de la notable pertinencia y el avance significativo que han tenido distintos programas a partir de su aprobación y a la vez, incentivar la mejora continua de los mismos. Asimismo, se constató que esta práctica ha conllevado a un incremento sustancial de la calidad de los programas, hayan sido acreditados o no, y se ha ganado en apoyo y confianza de todos los organismos e instituciones involucrados, lográndose el reconocimiento y liderazgo de la Junta de Acreditación Nacional en el país.

Ø Perspectivas y propuestas.

• En Cuba, la mejora continua de la calidad de la educación superior y la certificación pública nacional e internacional de un nivel de calidad para las instituciones y programas debe desarrollarse en el siguiente marco:

- La misión y el encargo social de las universidades hacen necesario el mejoramiento

y el desarrollo continuo de la competencia de adaptación y de transformación de sus estructuras y de los recursos humanos ante los nuevos compromisos que establecen con la sociedad, de modo que sus fortalezas aprovechen las oportunidades, eliminen las debilidades y regulen las amenazas. Es ya una convicción de que la universidad existe, en lo fundamental, para resolver necesidades educativas que tenga en cada momento la sociedad, independientemente de sus complejidades, así demuestra su impacto y pertinencia.

- Existen nuevos y complejos escenarios que condicionan el desarrollo de procesos

de formación diferenciados en el pregrado: cursos regulares diurnos, cursos

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regulares para trabajadores, enseñanza a distancia, enseñanza asistida y otros, con elevados niveles de masificación, a los que les corresponderán diferentes modelos pedagógicos e innovaciones didácticas, donde se fortalecerá la enseñanza a distancia y asistida, con un importante componente del proceso de virtualización.

- Dado el incremento en el número de estudiantes de posgrado, y su diversidad, especialmente se fortalecerán la Especialidad y los Programas Académicos Doctorales.

- La multiplicación de Sedes Universitarias Municipales en correspondencia con la universalización de la educación superior.

- La situación económica del país y la incrementada incertidumbre en el escenario económico internacional hacen imprescindible el uso eficiente y eficaz de los recursos y la búsqueda de las más diversas vías de financiamiento para el desarrollo sustentable de las IES.

- Una mayor integración de los procesos fundamentales de la educación superior. - El incremento de la eficiencia y eficacia de la gestión universitaria. - El avance en el consenso de prácticas comunes para la garantía de la calidad en

el espacio de intercambio internacional, cada día más necesario sobre la base de la globalización solidaria.

• Asumiendo, el concepto de calidad como relativo y multidimensional en relación con la

misión, objetivos y actores del sistema universitario, en correspondencia con el encargo social a las universidades, es necesario hacer énfasis en la perspectiva externa de la calidad en su unidad con la pertinencia universitaria. En este sentido el desarrollo de las competencias profesionales básicas de los egresados, se considera como un campo importante de análisis de la calidad de la educación superior.

• La concepción más general que sustenta los subsistemas de evaluación y acreditación

es que la autoevaluación, la evaluación y la acreditación constituyen una unidad dialéctica y, por ello, son momentos de un proceso único que se reconoce como un mejoramiento continuo de la calidad de la educación superior, y de certificación pública de niveles de calidad: nacional e internacional. En esto último, es necesario avanzar en el consenso de prácticas comunes para garantizar la calidad en el escenario internacional, especialmente en el escenario América Latina y el Caribe y la Unión Europea.

• En la medida, en que se desarrollen los Subsistemas de Evaluación Institucional y de

Acreditación, el Sistema de Control, Evaluación y Acreditación del Ministerio de Educación de Cuba habrá ganado en complejidad, pero se caracterizará por una mayor exigencia y profesionalidad en la evaluación de los procesos sustantivos de las IES y de las interrelaciones entre los mismos. Paralelamente, la divulgación de los resultados de los procesos de evaluación y acreditación ejercerá una influencia decisiva en el reconocimiento de la calidad de nuestras instituciones y programas, así como de los instrumentos de evaluación y acreditación empleados, en los marcos legales nacionales, regionales e internacionales.

• En este contexto, tendremos por delante el desarrollo de proyectos conjuntos de

evaluación y acreditación de programas tanto de pregrado como de postgrado. Asimismo, programas de investigación y extensión universitaria, que aportarán elementos objetivos para la mejora continua de la calidad de la educación superior cubana.

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• Se deberá aprovechar la experiencia acumulada en evaluación y acreditación y los espacios comunes de la Educación Superior de América Latina y el Caribe y la Unión Europea, integrando la experiencia de otros países para desarrollar la cooperación y el aprendizaje mutuo sobre la base de prácticas comunes. Ello posibilitará la comparabilidad, compatibilidad y flexibilidad de los sistemas de educación superior, en correspondencia con el desarrollo de actuales e innovadores modelos pedagógicos, así como profundizar sobre las concepciones acerca de la calidad en la Educación Superior.

• La evaluación y acreditación de la calidad de la educación superior tanto en lo nacional

como en lo regional, requiere definir con más precisión un sistema de variables, indicadores y criterios, los procedimientos metodológicos y las estrategias para su perfeccionamiento continuo. Bajo los debates e intercambios nacionales y regionales pueden garantizarse prácticas comunes para el mejoramiento de la calidad, no solamente del desempeño y de los procesos universitarios, sino también muy especialmente, la calidad de los resultados que se obtienen, su impacto y pertinencia.

i) MATRIZ FODA (FORTALEZAS, OPORTUNIDADES, DEBILIDADES Y AMENAZAS) PARA EL ANÁLISIS DEL SISTEMA DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN CUBA.

En Cuba, la voluntad política que ha caracterizado a los distintos niveles del Gobierno y el compromiso con el desarrollo de la educación superior, ha garantizado un marco legal para promover el mejoramiento continuo de la calidad y el impacto de ésta sobre la sociedad cubana. De esta forma, el Ministerio de Educación Superior ha propiciado un sistema de dirección participativo con el objetivo común de formar los recursos humanos necesarios para el desarrollo del país con la más alta calificación. Ello ha sido posible, entre otros factores, por la existencia de requerimientos mínimos de calidad en todas las IES y sus programas, lo que unido a la cultura de evaluación desarrollada durante más de 25 años y a la asimilación de las mejores experiencias internacionales, constituyen las principales fortalezas del Sistema de Control, Evaluación y Acreditación del país. Por otra parte, las debilidades que han podido identificarse implican la necesidad de fortalecer el dispositivo creado para la conducción de los diferentes procesos y la de mejorar la preparación de los expertos evaluadores, fundamentalmente teniendo en cuenta que la experiencia en procesos de evaluación externa es superior a la existente en procesos de autoevaluación. Debe continuarse trabajando en las vías de estimulación para programas e instituciones a los que pueda certificárseles determinados niveles de calidad, lo que unido a la conciencia de la real necesidad de transformación para la mejora, incentive la participación de un mayor número de actores y la solicitud voluntaria de evaluaciones externas.

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En ocasiones, los recursos para el desarrollo de las evaluaciones no están disponibles y tampoco las condiciones materiales de laboratorios y otras instalaciones se corresponden siempre con los requisitos de calidad para determinados programas. No obstante, se cuenta con el reconocido liderazgo del Ministerio de Educación Superior en la sociedad cubana y la función estatal otorgada para dirigir los procesos de acreditación en todas las IES del país. Esto permitirá, a partir de las alianzas establecidas con los distintos Organismos de la Administración Central de Estado, disponer de instalaciones, recursos y profesionales de experiencia con reconocido prestigio y nivel científico para trabajar de conjunto con las IES en el mejoramiento continuo de la calidad de los programas y procesos universitarios. De igual forma, se consideran favorables el nivel alcanzado en las relaciones internacionales tanto de las IES como de los distintos organismos responsabilizados con el desarrollo de la Educación Superior del país así como el contexto internacional actual en el que se desarrollan los sistemas de evaluación y acreditación en un gran número de países del mundo. La participación de la Junta de Acreditación Nacional de Cuba en redes regionales (RIACES, por ejemplo) o internacionales (INQAAHE), así como en talleres y encuentros sobre la temática, propiciará el desarrollo de proyectos conjuntos, incrementará el nivel de información y conocimiento y facilitará la homologación o el reconocimiento de procedimientos y categorías de acreditación comunes. Para el Sistema de Control, Evaluación y Acreditación de la Educación Superior en Cuba, resulta estratégico aprovechar estas oportunidades cuando la tensa situación política y económica internacional atenta no sólo contra las transformaciones en la educación superior (cuya creciente masividad constituye de por sí una amenaza desde el punto de vista de la calidad de los procesos, algo que históricamente ha sido corroborado) limitando las oportunidades internacionales, sino que pone en peligro la existencia de la propia humanidad.

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ANEXOS PARA CONSULTAR Y SOLICITAR § REGLAMENTOS DE EVALUACIÓN INSTITUCIONAL:

- Resolución Ministerial No. 166/97

§ Sistema Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA). Resolución

Ministerial No. 150/1999. § Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías. Instrucción No. 1/1999.

§ Junta de Acreditación Nacional. Resolución Ministerial No. 100/2000.

§ Sistema de Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias. Resolución

Ministerial No. 116/2002. § Perfeccionamiento de la Junta de Acreditación Nacional. Resolución Ministerial No.

18/2003.