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Estrategia Obrera 98

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2 Estrategia Obrera 98 29 de junio de 2012

DIRECCIÓN EDITORIAL: Pablo OprinariREDACCIÓN: Sofía Andrade, Mario Caballero, Oscar Castillo, Xóchitl Leyva, Sandra Romero, Aldo Santos, Bárbara Funes.DISEÑO: Sofía y Oscar.COLABORAN: Daniela, Rox, Omar García y Erik Hurtado.OFICINAS: Lucas Alamán Núm. 20-bis, Col. Obrera, México, D.F. Tel. 55782921.

Estrategia Obrera

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Editorial

Los candidatos y sus programas

Enrique Peña Nieto, que enfrenta al

#YoSoy132 con porros en el “Azte-

ca”, y muestra el carácter autoritario

de su probable gobierno trayendo

como asesor de seguridad a un re-

presor general colombiano (todo un

guiño entreguista al gobierno de los

Estados Unidos), promete “mejores

salarios” cuando es representante del

partido que impuso los empobrece-

dores planes neoliberales y los topes

salariales. Además, prepara una re-

forma laboral reaccionaria avalada

por las centrales sindicales charras, y

promete avanzar más en la privatiza-

ción de Pemex.

Josefi na Vázquez Mota también de-

manda una reforma laboral antiobrera

que, en los hechos, niega el derecho

de huelga e impone el pago del traba-

jo por horas, todo esto mientras con-

dena a las mujeres a un aborto clan-

destino y mortal. En tanto que Qua-

dri, representante de la corrupción del

emporio sindical de Elba Esther Gor-

dillo y su pragmatismo ante el poder

presidencial, sostiene un programa

de ultraderecha (más policía, Pemex

S.A.) y coincide con su encono contra

la juventud del #YoSoy132 al catalo-

garlos de fascistas.

Es evidente que esos candidatos pien-

san en un país que no es el que quere-

mos la inmensa mayoría que sufrimos

el hambre y la opresión. Por lo que

estas elecciones son para legitimar

los durísimos planes contra los explo-

tados y oprimidos, que concentrarán

más la riqueza en unos cuantos, al

mismo tiempo que el régimen se de-

rechiza y subordina más aún al capital

extranjero.

Lamentablemente, el candidato de las

llamadas “izquierdas“, que se pre-

senta como más sensible a los recla-

mos de la juventud y que es acusado

por el PRI y los “intelectuales orgáni-

cos” del régimen de inspirar el #Yo-

Soy132 no levanta un programa que

cuestione los intereses fundamentales

de los poderosos y que dé respuesta a

las necesidades del pueblo trabajador.

Es verdad que ha generado simpatía su

propuesta de aumentar el presupuesto

reduciendo los gastos de la burocracia

gubernamental o su oposición a la pri-

vatización de Pemex, y que son pro-

puestas que se diferencian del progra-

ma neoliberal de los demás candida-

tos. Sin embargo, estas medidas están

lejos de poder resolver la explotación,

la opresión, la miseria y los millones

de jóvenes que no tienen trabajo. Ló-

pez Obrador ya declaró que no va a

privatizar ningún monopolio de la co-

municación (lo cual es una condición

necesaria para acabar con el carácter

desinformador y anti-democrático de

Televisa y TV Azteca). También ha di-

cho que no se propone recuperar –para

la nación– las áreas de la industria

energética cedidas al capital extranje-

ro. Y un país sin soberanía energética,

no puede pensar en su desarrollo in-

dustrial y crecimiento económico. De

igual forma, no piensa dejar de pagar

la deuda externa ni imponer impuestos

progresivos a las grandes fortunas, re-

cuperando las empresas privatizadas,

condiciones necesarias para tener los

recursos para garantizar el ingreso

irrestricto a una educación pública y

gratuita de calidad.

Por una juventud combativa y

anticapitalista

Uno de los méritos del #YoSoy132

es levantarse contra el autoritarismo

de EPN y convertirlo en un tema na-

cional. Esto, aunado a generar interés

político en sectores amplios de la po-

blación sobre el carácter tendencioso

de los medios de comunicación y el

manejo de los debates entre los can-

didatos.

Sin embargo, ante la demanda de de-

mocratización de los medios, el go-

bierno de Calderón respondió a través

de la Comisión Federal de Competen-

cia con una verdadera burla: la auto-

rización de la fusión monopólica de

Televisa con Isacell, que fortalecerá el

emporio de la comunicación. De igual

manera, el gobierno concesiona la ex-

ploración y explotación de yacimien-

tos petroleros a la iniciativa privada

bajo la fi gura de “contratos integrales”

en detrimento de Pemex. Está política

monopólica y entreguista no es sólo

del PAN: si el PRI gana la presidencia,

nos aplicará la misma medicina como

ya lo anticipó Peña Nieto. Y la AMLO,

por su parte, no contempla enfrentar

los avances de los monopolios de la

comunicación y las privatizaciones en

la industria energética estratégica.

Por eso el movimiento juvenil que ini-

ció demandando la democratización

de los medios, debería ir más allá en

cuestionar la propiedad de esos mono-

polios, junto a no limitarse en la super-

visión de los comicios y el “voto razo-

nado”. Hay que superar el intento de

acotar al movimiento a “un movimien-

to respetuoso y bien comportado” (que

es lo que quieren los políticos del régi-

men y el mismo gobierno), vincularse

a los trabajadores y el pueblo y actuar

con clara independencia de los parti-

dos políticos del Congreso. Respecto

a la cuestión de la democratización de

los medios, sí el movimiento deman-

da la expropiación y nacionalización

de los medios de comunicación, bajo

control de los trabajadores del sector

y las organizaciones sindicales y so-

ciales, su fuerza crecerá e incorporará

al movimiento a todos los sectores que

resienten las políticas informativas y

comerciales de los monopolios de la

comunicación.

Los socialistas ante las elecciones

Como planteamos arriba, ningu-

no de los candidatos representa y

levanta un programa que exprese

los intereses de los trabajadores, la

juventud y el pueblo. Por eso, des-

de la LTS llamamos a no legitimar

con nuestro voto la estrategia anti-

popular del régimen, ni a apoyar a

los candidatos de los partidos con

registro.

No somos antielectorales: si hubie-

ra una candidatura cuyo programa

apuntara a echar abajo esos planes

que pasan por el Congreso de la

Unión, seguramente llamaríamos a

votar por él. Pero al no existir ese

programa opinamos que el voto útil

a favor de la alianza de partidos que

postulan a López Obrador, por más

bien intencionado que sea, termina

legitimando el status quo de man-

tener la explotación, la opresión y

miseria. Por eso, como forma de

rechazo a esta trampa electoral, lla-

mamos a cruzar la boleta con con-

signas tales como demandando la

expropiación de los monopolios de

la comunicación, renacionalización

de las áreas privatizadas de Pemex,

alto a la militarización, a los femi-

nicidios y los crímenes de odio; así

como aumento general salarial de

emergencia, alto al trabajo preca-

rizado y alto la privatización de la

educación pública.

Cuenta regresiva para el 1 de julio

Las elecciones, los trabajadores y la juventud del #YoSoy132

En un mar de promesas y “buenos propósitos” de los candidatos, la campaña presidencial se acerca a su fi n. El oneroso dispendio

publicitario, los “obsequios” de campaña para ganar votos y, en algunos casos, la amenaza de pérdida de programas asisten-

ciales, lejos está de pretender resolver los problemas de las masas trabajadoras que ven cada vez más reducido su nivel de vida

y sus derechos democráticos.

Las declaraciones de los candidatos no darán solución a los más de 40 millones de pobres y a los 2 millones de desempleados, ni al tra-

bajo precarizado de millones en la indefensión social, ni resolverán los crímenes del ejército contra la población, ni los feminicidios,

ni los crímenes de odio contra la diversidad sexual. Y muestran además el carácter de clase de esta campaña –donde los trabajadores

fueron impedidos de participar con sus propios candidatos y sus demandas–, que busca mantener las formas de control tradicionales

contra la clase trabajadora. Destacan en esta lógica los partidos conservadores y de derecha del Congreso (PRI, PAN y PANAL) cuyos

candidatos expresan programas abiertamente reaccionarios, mismos que endulzan con promesas salvadoras.