reportaje

M.A.CFOTOS: Jesús Betancort

«El ajedrez es un juego que sedesarrolla sobre un tablero y queenfrenta a dos personas. Cada ju-gador cuenta con dieciséis piezasque puede desplazar, respetando

ciertas reglas, sobre el tablero queestá dividido en sesenta y cuatrocasilleros, conocidos como esca-ques. Dichas piezas son un rey, unareina, dos torres, dos caballos, dosalfiles y ocho peones. El objetivoes llegar a derrocar al rey del rival,para lo cual es posible capturar a

las diversas piezas del contrario».Ésa es la definición del ajedrez, undeporte en el que se ejercita elórgano más importante del cuerpo:el cerebro. Justo por eso se consi-dera que su práctica es fundamen-tal desde la más tierna infancia,tanto como para plantearse su in-

Ajedrez, jaque mate alas inseguridadesEste deporte, que trabaja el cerebro, se ha revelado como lamejor manera de trabajar la mente con niños y mayores

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Obra milagros a la hora de amueblar las cabezas delos más pequeños, les ayuda a superar sus miedos ysu timidez y les hace sentirse seguros de sí mismo.Integra socialmente a niños con TDAH o asperger,ayuda a que los mayores conserven la memoria y

trabajen la concentración, sociabiliza a personas quese han separado del camino como los presos... elajedrez ofrece múltiples ventajas a quienes lo practi-can y mantiene engrasado el músculo más importantedel cuerpo: el cerebro. ¿Lo han probado ya?

El ajedrez es el mejor deporte para la mente de niños y mayores.

clusión como asignatura o, al me-nos, su encarecida recomendaciónentre los más jóvenes. De hechoson muchas las comunidades autó-nomas españolas que ya tienenclaro que poner el ajedrez al servi-cio de la educación no sólo tienecomo resultado el desarrollo entrelos niños del arte de pensar sinotambién cultivar valores. Dada suspropiedades es un escenario ideal através del cual el maestro puedecontinuar la sana construcción delmundo interno de los niños.

Cristina Escobar es la delegadainsular de Ajedrez en Lanzarote,tanto ella como Miguel ÁngelGarcía, profesor de iniciación alajedrez y Antonio Vera Martín, pro-fesor de aprendizaje, avanzado otecnificación de este deporte en laisla, lo tienen claro. «El ajedrezayuda a los niños a adquirir hábitosde disciplina y concentración y, poreso, nos parece que es muy reco-mendable para los alumnos, sobre

a madurar».Aunque depende un poco de

cada persona, «desde los cuatroaños se puede empezar a practicareste deporte», asegura Miguel Án-gel. «De hecho, se conocen numero-sos grandes ajedrecistas que co-menzaron a jugar al ajedrez a esaedad. Es un arte individual, aunquese pueda practicar en equipo, queexige mucha práctica y responsabi-lidad. Llama mucho la atención veruna partida entre niños y dartecuenta de que, cuando termina, nin-guno de los dos se levanta y semarcha como ocurre entre otrosdeportes. Se quedan sentados, re-pasando la partida, una y otra vez,

todo para los que pasan de Infantila Primaria porque ya no son niñosque pueden estar jugando todo eldía, al contrario, es el momento deque adquieran hábitos de estudio yun cierto grado de responsabili-dad», asegura Escobar. «La prácticahabitual de esta disciplina hace quelos niños adquieran hábitos muypositivos: respeto, capacidad deestar en silencio, concentración ycompañerismo, sobre todo. Los ju-gadores de ajedrez se apoyan mu-cho y se corrigen unos a otros,siempre para mejorar porque esaes la única manera que tienen losajedrecistas de no fallar la próximavez, anotando sus fallos para norepetirlos. Este deporte les ayuda ➛

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“ Son muchas las co-

munidades autónomas

españolas que ya tienen

claro que poner el ajedrez

al servicio de la educa-

ción no sólo tiene como

resultado el desarrollo

entre los niños del arte de

pensar sino también cul-

tivar valores”

Este juego sirve para que los niños adquieran seguridad en sí mismos.

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hasta tener claros todos los fallosque han tenido».

Se puede afirmar que el ajedrez,en líneas generales, es un deporteque ‘engancha’, hasta el punto quemás del 65 por ciento de los niñosque se inscriben a algún club otaller para probar, se quedan. «De-pende mucho de la edad. Es verdadque hay veces que se apuntan,cuando llegan a la pubertad lodejan, y luego regresan, a vecessólo como afición, pero es raro quelo dejen del todo», señalan.

En el caso de Lanzarote muchosse han inscrito a las clases despuésde asistir al taller estival que seorganizó este año.

Los profesores aseguran queayuda mucho a mejorar la persona-lidad. «Los niños tímidos cogenmucha confianza en sí mismos, y alrevés, lo que llegan sobrados,aprenden a bajar la cabeza si espreciso», apuntan. «Pone a todo elmundo en su justo lugar, da seguri-dad, estabilidad y equilibra».

Sin discriminación por sexos

Hasta ahora lo habitual es queen las aulas de ajedrez hubiera másniños que niñas pero este año, porprimera vez, la situación es al re-

vés: en las aulas de la isla elnúmero de niñas es mayor cadaaño. «En muchos casos son niñas queempiezan tanteando el terreno, parasaber si les va a gustar, y descubrenque sí, que les gustan, y se puedenrealizar porque son ellas y soloellas las que destacan», explica.

De momento, uno de las caren-cias a las que se enfrentan es lafalta de profesorado. De hecho,este año, después de años solici-tándolo, por fin se van a poderimpartir clases de ajedrez en Arrieta.«Hay muy pocos profesores conformación adecuada en la isla, mu-chas veces porque el trabajo loslleva a otros lugares y se acabanpor marchar. Hay que tener encuenta que esto lo hacemos al

Los profesores asegu-

ran que ayuda mucho a

mejorar la personalidad.

«Los niños tímidos cogen

mucha confianza en sí

mismos, y al revés, lo que

llegan sobrados, apren-

den a bajar la cabeza si es

preciso», apuntan”

“ margen de nuestro trabajo», señala.

Ayudas precisas

Pero el ajedrez no es sólo reco-mendable para los niños en gene-ral, es especialmente apropiadopara aquellos que sufren TDAH oasperger, niños muy inquietos y condificultades para concentrarse queencuentran en la práctica de estedeporte la horma de su zapato. Enestos casos, es preciso que elalumnado de cada clase sea muyreducido y, sobre todo, son necesa-rias las subvenciones públicas. «No-sotros realizamos una serie de cla-ses que dependen directamente deBienestar Social, es decir de sub-venciones públicas, y debe ser asíporque sino para nosotros seríainviable poder hacerlo», señala Cris-tina Escobar, asegurando que, aúnasí, esta subvención, que sólo cubreuna parte de la actividad, deberíaser mayor. «Tanto en el caso deniños con TDAH, como en el de losmayores que a través del ajedreztrabajan la concentración e inclusoen el caso de los presos de Tahíche,el efecto que tiene sobre ellos elajedrez es evidente y palpable. Be-neficia a sus condiciones mentales, asu memoria, a su concentración y asu actividad mental y les ayuda amejorar en todos los sentidos».

El ajedrez define la personalidad de los pequeños.

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«Las ayudas son imprescindiblesy necesitamos más aún. El añopasado se terminó el curso conocho niños con TDAH, uno conTDAH combinado con asperger, enun aula... eso es una barbaridad yexige un esfuerzo impresionante alprofesor porque no son niños conuna actividad convencional, sinomucho más elevada. El ratio ade-cuado de alumnos por clase, en

estos casos, no debería ser superiora cuatro», señalan. «Necesitamosmuchos apoyos para poder dar unbuen servicio. El caso es que estáfuncionando muy bien y los padresestán muy agradecidos, pero lascondiciones se deben mejorar y losresultados serán aún menores».

Estos niños no suelen competir,aunque en algunos casos inclusopodrían llegar a hacerlo, pero los

beneficios son notables. «Muchospadres no pueden creérselo cuan-do ven a sus hijos sentados ytranquilos durante más de una hora,sin alterar el orden de la clase ytotalmente integrados en ella»,asegura Escobar.

De hecho, ya se han realizadoestudios al respecto que determi-

“ El ajedrez no es sólo

recomendable para los

niños en general, es espe-

cialmente apropiado para

aquellos que sufren

TDAH o asperger, niños

muy inquietos y con difi-

cultades para concentrar-

se que encuentran en la

práctica de este deporte

la horma de su zapato”

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Los responsables del Centro Insular hacen una gran labor.

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nan cuáles son los beneficios con-cretos del ajedrez para los niñoscon Trastorno del déficit de aten-ción:

1. Mejora la hiperactividad,impulsividad e inatención.

2. Genera hábitos. Por ejemplo,sentarse con regularidad a hacerlos deberes.

3. Entrena en la toma de decisio-nes que posteriormente se necesi-tan en el día a día.

4. Mejora las competenciascognitivas y sociales: adaptarse ala realidad, resolver problemas,facilita la relación social con otrosjugadores...

5. Mejora la autoestima y latolerancia a la frustración.

6. Mejora la memoria visual, laorganización y el trabajo.

Ajedrez para mayores

No son los únicos beneficiados,también para los más mayores re-sulta una actividad altamente reco-mendable. El ajedrez, en efecto,activa la memoria y estimula lacapacidad cognitiva, al tiempo queevita el deterioro del cerebro quetambién es un músculo. De hecho,un estudio del doctor RobertFreidland publicado en «The NewEngland Journal of Medicine» ase-guraba que los mayores de 75 añosque habían practicado actividadescomo el ajedrez estaban muchomejor preparados para luchar con-tra el alzheimer, la demencia yotras enfermedades mentales. Porel contrario, aquellos que rara vezse entretenían con juegos de tableroeran mucho más propensos y teníancerebros que envejecían más rápido.

En Arrecife se imparten clasesgratuitas los lunes en la SociedadDemocracia, de 17:00 a 19:00 horasy los jueves se van a jugar todoslos alumnos al Club. «El ajedrez esmuy recomendable para las perso-nas mayores y muchos van porrecomendación médica», señala Cris-tina. «Tenemos un alumno francésque empezó a venir por hacer algocon su tiempo y ahora prácticamen-te puede impartir él las clases. Esfrancamente bueno y ha traído a

otros amigos para que aprendan».

Clases en Tahíche

Los beneficios del ajedrez sehacen evidentes en múltiples cam-pos y también en el caso de lasclases que se imparten en el CentroPenitenciario de Tahíche, cuyos re-sultados no han tardado en hacersevisibles. «El principal problema alque nos enfrentamos en este casoes el gran abanico social que tene-mos en una prisión, desde personascon problemas de drogadicción,con problemas de comportamien-to, analfabetos, gente con cultura,carrera y trayectoria profesional...lo que hemos visto es el resultadodel trabajo realizado», señala. «Esuna de las actividades que máspresos reclaman y una de las mássolicitadas. El año pasado comen-zaron en noviembre doce alumnosy terminamos con más de cuarentay haciendo varios torneos por mó-dulos, en Tahíche hay ocho, congran éxito», asegura Miguel Ángel.«Muchos de los presos más peli-grosos del centro, la única activi-dad en la que han decidido salir desus celdas ha sido precisamente elajedrez».

En cuanto a los beneficios, elprimero que destaca Miguel Ángel

es la tranquilidad que les aporta.«Jamás ha habido ninguna quejadurante las clases, ni los torneos.Se sientan, escuchan la clase yaprenden», explica. «Es cierto queno son clases normales. Cambia-mos bastante el enfoque para ellosporque lo prioritario es interesar-les, atraer su atención y, justo poreso, comenzamos por ponerlesgrandes torneos, partidas míticasde grandes maestros... el objetivoes que a ellos les parezca algomuy atractivo y, a partir de ahí,interesarles. Y se consigue. Se pue-den pasar jugando horas y horas.De hecho, uno de los materialesque más se solicita en todos losmódulos son los tableros de aje-drez».

Miguel Ángel cuenta el caso deun alumno totalmente rehabilita-do, desenganchado e integradosocialmente gracias al ajedrez. «Deverdad, puede parecer exagerado,pero logra milagros», señalan.

Si es bueno para adultos, niños,mayores y personas privadas delibertad y que pueden llegar a serproblemáticas, si ayuda a pensar, aorganizarse, a concentrarse y a su-perar problemas... habrá que plan-tear probarlo. En Lanzarote tienenuna buena oportunidad de hacerlo.

El juego potencia la toma de decisiones y mejora las competenciascognitivas y sociales.