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786 De la función del esfuerzo y de una justa perspectiva Por. F. Javier González Algunas consideraciones sobre el esfuerzo. Nos dice Kabir Helminski : “El logro espiritual es un proceso que permite a la mente y el corazón que respondan a los más altos niveles del Espíritu. La madurez espiritual no es un proceso de desarrollo personal, pues la “persona” en la que está basado dicho desarrollo es una entidad superficial. Esta es una de las cosas más difíciles de aprender. Durante muchos años pensé que yo estaba “en el Trabajo” para hacer de “mí” una persona cons- ciente, como si se tratara de un logro similar a otras realizaciones. Sólo en forma muy lenta y dolorosa comencé a aprender que el verdadero Trabajo es servir, el prestar atención a cómo otros seres humanos pueden ser ayudados en pos de la libertad y el amor siendo un ejemplo de dichas cualidades sin esperar ninguna retribución ni reconocimiento por ello. Somos reflectores de este Espíritu más grande. Toda inteligencia, toda belleza, toda fuerza, toda compasión, todo perdón, toda paciencia, y toda fuerza son dones y atributos de este Espíritu. …El grupo o la hermandad existen para ayudar a la atracción, concentración y transmisión de energías sutiles que llevan a nuevas percepciones y a la transformación personal. Muchas formas se han desarrollado para generar una resonancia entre los seres humanos. Mediante el culto cons- ciente y la concentración en los movimientos, sonidos y respiración, se facilitan ciertos estados que nos abren camino hacia capacidades relativamente infinitas de la mente...” Cuando el caminante se da cuenta que el “logro” no puede ser un logro personal, tal como él lo entendía en un principio, empieza a “apagarse la luz de la ignorancia y la vez también se apaga el ego (fana)”, y esto quiere decir que ningún ego jamás se ha “iluminado” simplemente porque esa misma ignorancia es el ego La iluminación es un “evento” impersonal, es decir que tú que estas ahí leyendo esto, jamás te iluminaras. Que ese Tú que “se ilumina”, o que crees, desde la perspectiva del ego que se “ilumina”, no eres tú. Tenemos que tener claro una cosa desde el principio de este escrito y es que cuando hablamos, de lo único que podemos hablar es de concepto y ningún concepto es la Realidad. Podemos hablar de un concepto más acertado o más valido para sacar o extirpar un concepto erróneo o maligno, pero seguirá siendo un con- cepto. Esto es lo mismo que cuando desmontamos la Jaima en Arcos y para sacar las piquetas profundamente ancladas en el suelo cogemos otra piqueta para hacer palanca. ¡Quien lo haya hecho claro! El Despertar es el despertar de la Fuente que despierta a sí mismo. Como Fuente particulari- zada nos despertamos a nuestra propia consciencia y a la vez nos damos cuenta que siempre hemos estado ahí. “el aspirante es una Luz que proviene de Él” (Najmudin Kubra)

Esfuerzo y perspectiva

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De lo que puede representar el esfuerzo

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786De la función del esfuerzo y de una justa perspectiva

Por. F. Javier González

Algunas consideraciones sobre el esfuerzo.

Nos dice Kabir Helminski :“El logro espiritual es un proceso que permite a la mente y el corazón que respondan a los más altos niveles del Espíritu. La madurez espiritual no es un proceso de desarrollo personal, pues la “persona” en la que está basado dicho desarrollo es una entidad superficial. Esta es una de las cosas más difíciles de aprender. Durante muchos años pensé que yo estaba “en el Trabajo” para hacer de “mí” una persona cons-ciente, como si se tratara de un logro similar a otras realizaciones. Sólo en forma muy lenta y dolorosa comencé a aprender que el verdadero Trabajo es servir, el prestar atención a cómo otros seres humanos pueden ser ayudados en pos de la libertad y el amor siendo un ejemplo de dichas cualidades sin esperar ninguna retribución ni reconocimiento por ello.Somos reflectores de este Espíritu más grande. Toda inteligencia, toda belleza, toda fuerza, toda compasión, todo perdón, toda paciencia, y toda fuerza son dones y atributos de este Espíritu.…El grupo o la hermandad existen para ayudar a la atracción, concentración y transmisión de energías sutiles que llevan a nuevas percepciones y a la transformación personal. Muchas formas se han desarrollado para generar una resonancia entre los seres humanos. Mediante el culto cons-ciente y la concentración en los movimientos, sonidos y respiración, se facilitan ciertos estados que nos abren camino hacia capacidades relativamente infinitas de la mente...”

Cuando el caminante se da cuenta que el “logro” no puede ser un logro personal, tal como él lo entendía en un principio, empieza a “apagarse la luz de la ignorancia y la vez también se apaga el ego (fana)”, y esto quiere decir que ningún ego jamás se ha “iluminado” simplemente porque esa misma ignorancia es el ego La iluminación es un “evento” impersonal, es decir que tú que estas ahí leyendo esto, jamás te iluminaras. Que ese Tú que “se ilumina”, o que crees, desde la perspectiva del ego que se “ilumina”, no eres tú. Tenemos que tener claro una cosa desde el principio de este escrito y es que cuando hablamos, de lo único que podemos hablar es de concepto y ningún concepto es la Realidad. Podemos hablar de un concepto más acertado o más valido para sacar o extirpar un concepto erróneo o maligno, pero seguirá siendo un con-cepto. Esto es lo mismo que cuando desmontamos la Jaima en Arcos y para sacar las piquetas profundamente ancladas en el suelo cogemos otra piqueta para hacer palanca. ¡Quien lo haya hecho claro!

El Despertar es el despertar de la Fuente que despierta a sí mismo. Como Fuente particulari-zada nos despertamos a nuestra propia consciencia y a la vez nos damos cuenta que siempre hemos estado ahí. “el aspirante es una Luz que proviene de Él” (Najmudin Kubra)

Cuando la Fuente inicia el proceso del despertar, nada puede interponerse en su camino. Creer que eso que llamamos “ego” puede pararle es completamente ridículo.

“Nuestro esfuerzo” o “nuestra” voluntad, según mi comprensión, está en lo que decía Agha: ”pulir, pulir, pulir...”.

“Barrer nuestra casa” y limpiarla de toda suciedad para que el “Rey” pueda venir a visitarnos dignamente, pero obligar al “Rey” a que nos visite es otra cosa. “No sabéis ni el día ni la hora...” (Jesucristo)

“En el camino del derviche todo su esfuerzo debe dedicarse cada día a blanquear una parte del corazón ennegrecido” (Nasafi)

En ese punto hemos sometido muchas ilusiones y pasamos de decir “tengo voluntad” a decir la Voluntad nos tiene. En el Corán “nos tiene cogido por un mechón de pelos”. Hoy día en el lenguaje de la calle como diría un querido amigo argentino: “¡Nos tiene cogido por las pelotas, voludo!”. “Y no hay más fuerza y poder que por Dios, el Poderoso, el Sabio” (fórmula tradicio-nal – Bukhâri). Decia un maestro indio: “cuando tienes la cabeza en las fauces del tigre, no te puedes escapar…”

Podemos decir que los esfuerzos son como señales de humo, pueden servir para que seamos rescatados; el humo en si no vale nadaAbû Hasan Hamadhânî nos dice en relacion al esfuerzo: “…en el Día del Juicio, se le quitará lo que le pertenece al servidor, y no lo que le pertenece a Dios”. De alguna manera es como decir que te darás cuenta que eso que llamabas “tu” esfuerzo en realidad no era tuyo. Otro sufí dijo comentando un hadiz (en Bukhari): “El tormento es considerar su propia persona y contar con sus propias acciones, y cuando uno se fía de eso, ocurren desgracias”

Abû Bakr Qahtabî recibió la visita a un grupo de derviches originarios del Khurâsân, y les preguntó: “¿qué os recomienda vuestro maestro?”.Le respondieron:”Nos manda multiplicar los actos de obediencia con la obligación de considerar sus imperfecciones” a lo que Abu Bakr se exclamó: “¡El desgraciado! ¡Que no os pide de abstraeros y más bien que consideréis Él que los crea!”

Nûrî nos ha dejado estos versos:

Hoy digo: casi voy a alcanzar la meta, y el tiempo de decir “casi”, ya estas lejos de mi.Lucho, pero soy inferior a la tarea y a lo que me lleva mi impotencia es a intentar llevar bien mis

esfuerzos, y eso es todo mi combate.Mi única esperanza es que Tú me concedas Tu satisfacción, de lo contrario, en el Retorno Final,

mi suerte será el exilio.

En el sagrado Corán hay una anécdota que habla de unas personas a las que Dios les metió en sus corazones el deseo por una cosa y los hizo caminar en pos de esa “meta” y cuando llegaron allí no había nada, se les fue retirada la ilusión y solo Estaba Él. Hay un hadiz que nos pide un esfuerzo pero que sin embargo la “recompensa” es sumamente mayor. Nos dice Hamadani comentando este hadiz - quien se acerca de Mi de un palmo, Yo me acerco a él de un codo; quien se acerca a Mí de un codo, Yo me acerco a él de una brasa; y quien venga a Mi caminando, Yo voy a él corriendo: “Cuando el buscador hace un paso, el Buscado hace dos. Pero en realidad, el buscador es él mismo el Buscado, porque si no lo fuese, no buscaría, y si no se le abrieran los ojos, él no los abriría”.

Nur Ali Shah nos dice:”El esfuerzo es necesario por parte del discípulo y del guía, pero ten en cuenta que el resultado deseado (“unión mística”) únicamente depende de Dios. La Tarika consiste en dos movimientos, uno proveniente del discípulo y el otro de la voluntad divina. Únicamente algunos privilegiados, santos y profetas, son “atraídos” sin más por Dios. La Vía está hecha de dos pasos para los que pueden hollarla pero de un único paso para los que poseen la gracia divina. El aspirante se equivocaría gravemente en no fundamentarse en la humildad y en el amor. Los hombres de experiencia que recorrieron esta vía inclinaron su cabeza a cada paso como en la prosternación.Prosternaste y prosigue tu vía, de lo contrario mejor que te quites de la cabeza una esperanza pro-blemática. Esto es la vía del amor y solo se camina con humildad. ¡Ve sin enjuiciar y sin conscien-cia de avanzar, ni hables de inteligencia, ni de esfuerzos! “(En otro pasaje dice que el esfuerzo del discípulo únicamente le puede llevar hasta el punto donde es “atraído” por la Fuerza de Dios”)

La historia siguiente es bastante instructiva sobre la finalidad del esfuerzo y su utilidad: habla-ban dos “buscadores de la Verdad”, uno le decía al otro que gracias a sus esfuerzos conseguiría la iluminación y estaba muy orgulloso por ello. El otro le dijo que sin lugar a dudas sin esfuerzo no se consigue nada, pero la meta del esfuerzo no era lo que su amigo pensaba y le dijo lo si-guiente: “Los mandamientos están hechos para que nos demos cuenta de nuestra imposibilidad de llevarlos a cabo. Dios nunca esperaría ser obedecido porque somos incapaces tal como somos de amar a nadie excepto a nosotros mismo. Los mandamientos fueron dados para convencernos de nuestra “maldad”y nuestra impotencia, de la que únicamente podremos ser rescatados mediante la Gracia divina. Es decir, por la infusión de nuestras almas con un poder más allá de ellas”, es decir para llegar al punto en donde el ego se rinda completamente.

Parafraseando al Profeta, a Ali o Abu Bakr: La imposibilidad de conocerle es conocimiento. El hombre debe llegar con su esfuerzo al punto en que su ego se rinda y se dé cuenta que sus es-fuerzos nunca podrá conocerle y cuando se rinde es cuando puede manifestarse la Gracia. Pero sin embargo se le requiere al hombre que haga todos los esfuerzos que estén a su alcance. Pero llegar a esto también es una Gracia divina.

Maestro Linji: “En todas partes, la gente habla del camino espiritual; dicen que si uno se esfuer-za en la práctica obtiene el fruto de la misma. No os equivoquéis; aunque alcancéis logros en la práctica, eso no es más que la causa y el efecto de la acción en el ciclo de nacimiento y muerte”. Linji nos dice aquí que la mayoría de los esfuerzos que hacen las personas son en el sentido de obtener algo, añadir algo a lo que ya eres esencialmente y eso es inútil y contraproducente ya que crea aún más “karma”. La manera de actuar del derviche la describe perfectamente Nasafi.

Claro, todos desearíamos encontrarnos en esa segunda fase de atracción divina, pero aquí es como en la historia que nos contaba Agha sobre Nasrudin. Lo esencial de esa historia era que se le pedía a Nasrudin una moneda de oro por la primera clase y una de cobre por la segunda y entonces Nasrudin, como no podía ser de otra manera, dijo:”¡bueno... pues mejor empecemos por la segunda lección!”

Al Hakim al Tirmidhî (m.318/930) maestro sufí y autor de una de las obras mística musulmana más antigua que haya llegado hasta nosotros y al que se le considera un malâmatiyya, nos dice, y esto le causó más de un problema con los ulemas de sus época:”lo esencial es el “Reencuentro” con la divinidad. Reencuentro que ocurre gracias a la abertura del corazón y que no depende de ningún intermediario ni de ninguna “practica” religiosa en particular.

Podría seguir “ad infinitum” con este tema del esfuerzo, pero creo que el asunto ha quedado bastante claro.

Seguramente amable lector, encontrarás muchos defectos en este texto, pero como decimos entre los derviches “si juzga con la razón, encontrarás mil defectos, si juzga con el corazón en-contraras mil escusas”. Los textos, todos, no son más que medios hábiles para indicar Eso. En la Biblia hay un notable pasaje sobre gente que se tiraban “piedras”, para mi las “piedras” son la literalidad de las palabras y esa literalidad de las palabras llevan al “querer tener razón” y he-rirse con ellas; el siguiente nivel es “tocó la piedra y manó agua” y aún el siguiente: “transformó el agua en vino”. (En el Corán 2:60-61, Moisés toca la roca para dar de beber a su pueblo y es interesante leer estas dos aleyas a la luz de los diferentes niveles de significados) Para terminar, esto no es más que un monologo conmigo mismo, y muy lejos de mi intención pretender enseñar nada a nadie. Si estas palabras y citaciones les son útiles, me alegro, pero si les crea aún más confusión, debéis rechazarlas sin paliativos.

Una vez más cito a Hamadani: “Si existe un rito que conduzca a Dios ese el islam. Pero si no te hace tomar consciencia de Dios es peor que la impiedad. Para los que recorren la vía, es islam lo que ayuda al hombre a llegar a Dios, e infidelidad lo que le retiene o impide al buscador encontrar al Buscado. El buscador debe ocuparse de Quien establece el rito y no del rito mismo.”

“Lo que busca ese hombre es a Ti, y no el dogma o la Ley.” (Hamadani)

Antes de ir al Cielo se tiene que pasar por el Purgatorio“¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos ha enseñado” (C.2:32)

Y Dios sabe más y mejor.