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Ese dia, y muere… Al llegar, lo espera un hombre, alto, de espaldas a el, sus vestiduras lucen intactas de plieguez, se acerca y observa que sostiene sobre sus manos una balanza dorada, la cual esta ligeramente inclinada hacia el norte, alla a lo lejos ve una humareda que sube cuales almas negras en pena hacen un incienso de castigo, el hombre por fin vueve y lo ve y le dice, sostén esta balanza, en ella encontraras tu destino, a lo cual el se acerca y le dice que si el destino aun ahí existe no esta realmente en el cielo, que se encuentra en el limbo. El infierno es una amplia caverna entre los sentimentales y los odiosos, para que entre ambos se mutilen y se enfurezcan sin morir, se pueden herir mas no destruirse, porque aun en ese lugar hay vida. Cada uno busca su propia muerte

Ese dia

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Page 1: Ese dia

Ese dia, y muere…

Al llegar, lo espera un hombre, alto, de espaldas a el, sus vestiduras lucen intactas de plieguez, se acerca y observa que sostiene sobre sus manos una balanza dorada, la cual esta ligeramente inclinada hacia el norte, alla a lo lejos ve una humareda que sube cuales almas negras en pena hacen un incienso de castigo, el hombre por fin vueve y lo ve y le dice, sostén esta balanza, en ella encontraras tu destino, a lo cual el se acerca y le dice que si el destino aun ahí existe no esta realmente en el cielo, que se encuentra en el limbo.

El infierno es una amplia caverna entre los sentimentales y los odiosos, para que entre ambos se mutilen y se enfurezcan sin morir, se pueden herir mas no destruirse, porque aun en ese lugar hay vida.

Cada uno busca su propia muerte