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Nombres Pablo Salcedo 20110293 Yadiel Alberto Tulio Armando Karla Castro Grupo 5 Materia Arte & Comunicación II Tema Escultura Romana (Retrato & Relieve) Profesor/a OLGA ESTHER VIDAL

Escultura Romana

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Aqui abarcaremos los temas de la escultura romana y las tecnicas como el retrato, relieve y composicion arquitectonica.

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Nombres

Pablo Salcedo 20110293 Yadiel Alberto Tulio Armando

Karla Castro

Grupo

5

Materia

Arte & Comunicación II

Tema

Escultura Romana (Retrato & Relieve)

Profesor/a

OLGA ESTHER VIDAL

Escultura Romana

La Escultura romana fue indudablemente famosa por sus retratos tan representativos

de sus esculturas.

El retrato romano se origina en el arte etrusco, en el mundo griego helenístico y en las

imágenes mayorum, máscaras en cera de los muertos que se guardaban en las casas

para rendirles culto y sacarlas en procesiones.

Los materiales más utilizados en el retrato fueron el bronce y el mármol y las estatuas

eran polícromas. En un primer momento los ojos se coloreaban, práctica que se

abandonó para ser tallados.

En un principio eran bustos que sólo recogían la cabeza y parte del cuello, pero que se

iban alargando poco a poco llegando a representar también los hombros y el pecho.

También hubo retratos de cuerpo entero, de pie o sedentes (esto fue más frecuente en

los cuerpos femeninos), y retrato ecuestre, del que debió haber varios ejemplos, pero

que sólo nos ha llegado uno importante. Sólo se representaba así al emperador y es

importante por la influencia que tendrá en épocas posteriores.

El retrato más frecuente de la escultura romana es el del emperador, que constituye el

modelo para el resto de los retratos.

Hay tres tipos de retratos:

Retrato Togatos. Se esculpe al emperador con toga y manto sobre la cabeza. Le

representa como pontífice máximo.

Retrato Toracatos. Que representa al emperador como cónsul o militar, por lo que

aparece con coraza.

Retrato Apoteósico. Que representa al emperador como una persona heroizada o

divinizada. Aparece con la parte superior del cuerpo desnudo, corona de laurel y algún

atributo de un dios. Es la representación más rica, aunque no la más frecuente.

El retrato romano evolucionó según las distintas etapas, y para poder distinguir la

época en que fue creada la escultura es necesario observar algunos pocos detalles,

como los ojos, la barba y el cabello. En el retrato femenino, además, quedan patentes

las modas en los peinados.

Relieves arquitectónicos

En la tradición de los altares monumentales, columnas conmemorativas y arcos

triunfales, los relieves decorativos empleados en estas arquitecturas fueron un campo

fértil para el desarrollo de un estilo narrativo típico de los romanos. Ejemplos clásicos

precursores fueron, el Altar Ahenobarbus y el Ara Pacis. Otro que merece tenerse en

cuenta es el friso de la Basílica Emilia (c. 54-34 a. C.) en el Foro romano, en un estilo

helenizante vigoroso, con drásticos escorzos y complementado con escenas de

paisajes.

La decoración del Arco de Tito (c. 81-82) ha sido considerada como el punto más alto

del estilo de Flavio. Los paneles que lo decoran y que muestran el triunfo de Tito

tienen excelentes cualidades de estética y demuestran una gran habilidad en el uso del

escorzo para la representación de la cuadriga del emperador.

Del reinado de Trajano es la famosa Columna de Trajano, que conmemoraba la

campaña en Dacia entre el 101 y 106. Es una gran columna completamente cubierta

por un friso continuo que forma una espiral hacia la parte superior, es un ejemplo

perfecto del estilo narrativo de los relieves históricos romanos. Los episodios se

funden unos en otros sin interrupciones, excepto de vez en cuando con un árbol de

separación. Trajano aparece varias veces en diferentes situaciones. En total son casi

2.500 figuras talladas, y el nivel técnico se mantiene en todo el conjunto.

Poco después se invierte la tendencia por el clasicismo. Destaca el Arco de Trajano en

Benevento, en un excepcional estado de conservación, sólo las esculturas fueron

completadas bajo Adriano, y los once paneles de similar estilo, pero más bien

conseguidos, representan al emperador Marco Aurelio en varias escenas. Cuatro de

ellos están ahora en los Museos Capitolinos, y los otros fueron reutilizados en la época

imperial a la decoración del Arco de Constantino.

La Columna de Marco Aurelio es otro gran ejemplo de la prevalencia clasicista en

esta etapa, a pesar de que hay una multitud de figuras que se agolpan en la espiral

continua del friso que rodea el monumento, conserva un sentido del orden, elegancia,

ritmo y disciplina que está ausente en la columna de Trajano.

EL RELIEVE HISTÓRICO-NARRATIVO

Se trata del género que mejor representa el afán de gloria e inmortalidad del pueblo

romano. La vieja costumbre de conmemorar los triunfos del guerrero y el deseo de

eternizarlos en piedra, alcanza con el relieve su máxima expresión. Se trata, pues, de

un género al servicio de la propaganda. Manifiesta, además, el aprecio de los romanos

por la historia, que fue cultivada por numerosos autores.

El relieve narrativo está presente en numerosas construcciones, subordinado a ellas, y

siempre con carácter ornamental y propagandístico. Arcos de triunfo, columnas

conmemorativas, sarcófagos, altares públicos, etc. serán el mejor soporte para este

género.

Aunque el relieve ya se utilizaba durante la época republicana, va a ser en la época

imperial cuando alcance su máximo desarrollo, vinculado a la construcción de

monumentos conmemorativos.

Las obras más importantes de este género son:

· Los relieves del ARA PACIS DE AUGUSTO. Obra realizada para conmemorar la

pacificación de las provincias de Galia e Hispania llevada a cabo por el emperador

Augusto. En los frisos laterales se representa la procesión de la familia imperial y

otras personalidades (magistrados, senadores, sacerdotes, etc).

Los relieves de los ARCOS DE TRIUNFO.

· Los relieves del ARCO DE TITO (s. I), en Roma. Son la mejor expresión del carácter

narrativo y propagandístico de este género escultórico. Representa la entrada de las

tropas romanas en la ciudad de Jerusalen (Palestina) portando el candelabro de los

siete brazos.

· Los relieves del ARCO DE CONSTANTINO (s. IV), en Roma. La decadencia de la

escultura durante la época bajoimperial también se manifiesta en este género. La

utilización de relieves extraídos de obras anteriores no puede ocultar la pobreza y el

agotamiento estético: monotonía compositiva, personajes yuxtapuestos, acusada

isocefalia, pobre modelado y pliegues duros.

Los Relieves de LAS COLUMNAS CONMEMORATIVAS:

La obra cumbre es la COLUMNA TRAJANA (Siglo II), en Roma. Representa la perfecta

integración del relieve en una columna. Se trata de un relieve continuo desarrollado

de forma helicoidal, que representa las campañas del emperador Trajano contra los

dacios. La ilusión de espacio queda sacrificada en esta ocasión por el interés narrativo.

El Horror vacui hace que toda la superficie esté esculpida.

Los relieves funerarios de LOS SARCÓFAGOS:

A partir del Siglo I se generaliza la inhumación como forma de enterramiento, por lo

que los SARCÓFAGOS empezarán a utilizarse para los enterramientos entre los

personajes importantes. El relieve jugará aquí el mismo papel ornamental y

memorístico. Al principio eran simples medallones grabados y después composiciones

continuas labradas en la superficie frontal del sarcófago, dividiendo el friso mediante

columnas en varios nichos.

El relieve decorativo

El relieve romano, heredero del arte helenístico, se caracterizó por un gusto por el paisaje del

que había carecido el arte clásico griego. Este amor por la naturaleza se manifestó en la

escultura a través del uso de motivos decorativos vegetales en templos, aras y palacios, así

como en objetos hechos en piedra como mesas o candelabros. Se adaptan sobre todo a

podiums, frisos, pilastras y todo tipo de compartimentación geométrica. Técnicamente varió de

la talla finísima de época alto imperial a la más burda en el Bajo Imperio.

El relieve histórico

Sin embargo, es en el relieve histórico donde el arte romano raya a mayor altura. Este género procede de Oriente donde los egipcios, pero sobre todo, los asirios habían decorado sus edificios con relieves contando episodios verídicos de su historia, con objeto de exaltar al monarca o impresionar a sus enemigos con sus victorias militares. Estos últimos representaban con minuciosidad en los muros de sus palacios los mil pormenores de una campaña, al igual que harán los romanos en altares, arcos de triunfo y columnas conmemorativas. La narración de una determinada ceremonia religiosa o de los incidentes de una guerra sirven como medio de propaganda de la grandeza del Imperio y de los emperadores correspondientes. Técnicamente, el relieve romano deriva del helenismo puesto que busca efectos pictóricos y de perspectiva que nunca preocupó al relieve asirio.