Es lo ominoso (Das Unheimliche) lo que impulsa al anlisis?Jos Pablo Enrquez Arcia*

RESUMEN. Lo ominoso (Das Unheimliche) es una palabra sin una traduccin viable en varios idiomas, pero que es comnmente asociada con lo terrorfico. El objetivo de este artculo es el encontrar el lugar de este concepto en el espacio de la clnica. La aproximacin al tema se realiz mediante la revisin bibliogrfica de diversos textos psicoanalticos. Primero se da una exploracin del concepto desde Freud. Luego se revisan sus posibles implicaciones en el mbito clnico en relacin con las Tres funciones paternas de Lacan, culminando con lo ominoso como una experiencia que acerca al sujeto a la Otredad y por ende como motor para buscar llevar un proceso analtico. ABSTRACT. The Uncanny (Das Unheimliche) is a word without a possible translation in many languages, but it is communly associated with the frightening. The objective of this article is to find a place for this concept in the clinic field. The approuch to the topic was made by a bibliogical research of certain psychoanalitical works. First, the concept was explored from Freud. Then, posible implications of the concept were revised in relation to the Lacans Three Paternal Functions, culminating with the uncanny as a bringin experience to the Otherness and therefore as a driver to take an analytical process.

*Estudiante de Psicologa, Sistemas de Psicoterapia II, sede Rodrigo Facio, Universidad de Costa Rica, profesora: Roco Murillo, asistente Carlos Andrs Umaa. 2-2014

Tabla de contenidoIntroduccin31.Qu es lo ominoso?51.1 Unheimleich vs Ominoso51.2 El secreto familiar y la sacralidad62.Las dos caras de lo Unheimlich102.1 El vivenciar y el retorno de lo reprimido102.2 Las dos caras del Padre Imaginario como reflejo de las dos caras de lo Unheimlich143.Es lo Unheimlich lo que impulsa al anlisis?17Conclusiones19Referencias bibliogrficas21

IntroduccinUna maana, tras un sueo intranquilo, Gregorio Samsa se despert convertido en un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazn y, al alzar la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades, sobre el que casi no se aguantaba la colcha, que estaba a punto de escurrirse hasta el suelo. Numerosas patas, penosamente delgadas en comparacin con el grosor normal de sus piernas, se agitaban sin concierto.

-Qu me ha ocurrido La Metamorfosis- Franz Kafka

Qu me ha ocurrido? Una pregunta bastante comn pero que suele aparecer ante eventos poco habituales. Si bien es cierto no todos nos levantamos con una gran cantidad de patas enclenques, la gran mayora hemos sufrido una metamorfosis, un desconcierto ante algo aparentemente inexplicable. Y digo aparentemente inexplicable pues ya ha habido intentos de explicar por qu esto sucede. Freud dedica uno de sus escritos para hablar de esta sensacin a lo que fue traducido como lo ominoso.Lo interesante es que en tan solo el prrafo introductorio de La Metamorfosis, Kafka nos revela un ejemplo de un pasaje ominoso. Algo oscuro que produce un intenso desasosiego en Gregorio y en quien lo lee, No es mi afn en este texto el tratar de explicar el mecanismo de este desconcierto (aunque si deba realizar puntualizaciones al respecto), sino ms me interesa hablar de las rutas a las que este sentimiento conduce. Lo anterior quiere decir que ms all de entender porque algo es ominoso, creo que es importante el ver el para qu algo toma esta representacin.De esta manera me interesa mirar lo ominoso no solo como una caracterstica intrnseca a la humanidad, sino en su carcter de condicin que moviliza al sujeto, pues creo que este texto siempre es visto ms desde una mirada social no desde la clnica en psicologa. Por lo tanto es mi intencin discutir los alcances que puede llegar a tener este concepto en el campo especfico de la clnica. Y esta es mi intencin ya que hace unos meses cuando decid iniciar un proceso teraputico, lo hice porque sent una sensacin de terror incongruente con lo que yo esperaba de mi vida, tal fue esa sensacin que de verdad sent una necesidad de acudir al espacio teraputico. Por lo que me lleva a preguntarme si soy el nico que sigue tuvo motivacin.

1. Qu es lo ominoso?

1.1 Unheimleich vs Ominoso

Al inicio del texto, Freud (1919) destina una gran cantidad de pginas para tratar de dar la definicin ms acertada de la palabra Unheimlich y la traduccin ms apropiada de la misma en algunas otras lenguas.Luego de mltiples definiciones, Freud llega a la conclusin de que la palabra Heimlich puede llegar a significar dos cosas. La primera es familiaro agradable es decir todo aquello que nos resulta conocido o cotidiano. La segunda es un tanto extraa pues significa secreto. El prefijo Un-denota opuesto. No obstante, la palabra unheimlich solo denota el opuesto del primer significado, entonces sera todo aquello no familiar, lo extrao e inquietante. Ms adelante Freud menciona que el filsofo alemn Schelling opina que esta palabra es cuando lo secreto sale a la luz Nos dice que unheimlich es todo lo que estando destinado a permanecer en secreto, en lo oculto, ha salido a la luz. (Freud, 1919, 225)

Esta definicin es fundamental para explorar si existe un vnculo de lo Unheimlich con la terapia pues nos habla de algo oculto que ha sido revelado y que adems esto genera una sensacin desagradable, Por lo tanto, desde mi opinin personal este concepto no debe ser traducido pues pierde gran parte de su significado al llamarlo de otra forma. Por lo que debido a lo limitado que es el lenguaje como medio de comunicacin, a partir de ahora solo me referir al trmino Unheimlich pues consider que para este tema en particular es necesario que se mantenga su esencia natural donde tanto lo familiar como lo secreto se tomen en cuenta.

1.2 El secreto familiar y la sacralidad Lo familiar puede remitirnos tanto a lo cotidiano como a lo ntimo. Ambos aspectos son esenciales a la hora de hablar de lo Unheimlich. Con respecto al primer aspecto, vinculamos la familiaridad a aquello con lo que estamos en contacto a diario. Lo que nos es tan normal, tan familiar que a menudo nos pasa desapercibido, hasta que all un cambio en esta rutina. Es ac, cuando algo deja de ser familiar que existe la sensacin de terror Lo ominoso sera siempre, en verdad, algo dentro de lo cual uno no se orienta, por as decir. Mientras mejor se oriente un hombre dentro de su medio, ms difcilmente recibir de las cosas o sucesos que hay en l la impresin de lo ominoso. (p. 221)

Por lo tanto, nos resulta terrorfico no orientarnos en nuestro espacio, en nuestra realidad. Como lo menciona Freud, entre ms seguro se sienta una persona en su medio, menos sensacin de terror tendr, en otras palabras, la sensacin de control. Al sentir que se pierde el control, se siente miedo, se siente desorientacin y por ende un deseo de encontrar a alguien que lo oriente, que salve de este terror.Si nos provoca terror el perder el control de nuestra vida cotidiana, conviene preguntarse por qu es tan valioso tener control? Qu es aquello tan confortable que nos provoca un terror perder? Para responder a estas interrogantes debemos adentrarnos a la segunda parte del aspecto no familiar de lo Unheimlich.La segunda: Si esta es de hecho la naturaleza secreta de lo ominoso, comprendemos que los usos de la lengua hagan pasar lo heimlich (lo familiar] a su opuesto, lo Unheimlich (pgs. 224-6), pues esto ominoso no es efectivamente algo nuevo o ajeno, sino algo familiar de antiguo a la vida anmica, slo enajenado de ella por el proceso de la represitn. Ese nexo con la represin nos ilumina ahora tambin la definicin de Schelling, segtjn la cual lo ominoso es algo que, destinado a permanecer en lo oculto, ha salido a la luz. (Freud, p.241).

De acuerdo con esta segunda visin de lo familiar, es terrorfico perder el control de la situacin no solo porque se pierde la comodidad a la que ya se estaba acostumbrado, sino tambin porque algo escondido, que fue destinado en un pasado remoto a permanecer oculto ha salido a la luz. Aquello escondido Freud lo llama El secreto familiar y este secreto no es ms que la represin misma.

El miedo es producto del retorno de lo reprimido, de algo con lo que ya se est acostumbrado, que es familiar para nuestro aparato psquico, pero que la represin se encarga de mantener en secreto y por esto se olvida. En Recordar, repetir reelaborar (1914) Freud nos dice:

El olvido de impresiones, escenas, vivencias, se reduce las ms de las veces a un bloqueo de ellas. Cuando el paciente se refiere a este olvido, rara vez omite agregar; En verdad lo he sabido siempre, slo que no me pasaba por la cabeza (p.150)

Si siempre lo ha sabido y no pasaba por la cabeza debido a que fue algo traumtico que se olvid, el recordarlo puede resultar terrorfico o no, pero para eso est el anlisis, para trabajar con lo que se emerge. Podramos pensar que entonces resulta ms terrorfico el de repente encontrarse in fraganti en medio de una repeticin, pues el sntoma es el reflejo de ese secreto guardado que est ahora presente Se sienta como ominoso justamente aquello que sea capaz de recordar a esa compulsin interior a la repeticin(p.237)

Por lo tanto, existe un miedo hacia el retorno del origen. Tomemos como punto de partida la siguiente cita

Con frecuencia hombres neurticos declaran que para ellos los genitales femeninos son para ellos algo ominoso. Ahora bien, eso ominoso es la puerta de acceso al antiguo solar de la criatura, al lugar en que cada quien ha morado al comienzo. (p. 237)

Se dice que este miedo es producto a una aproximacin con el origen del mismo sujeto y con una sensacin de ya he estado ac. Podemos apreciar en este ejemplo la sensacin de retorno a un vestigio del pasado como algo terrorfico, sin embargo, podemos ir ms all si tomamos en cuenta que el rgano genital recuerda a la madre y por ende a la Ley de prohibicin del Incesto. En Ttem y tab (1913) Freud nos habla de las implicaciones por las que se da la prohibicin del incesto, pero adems nos encontramos frente a una interesante similitud entre los trminos Unheimlich y tab:

El significado del tab se nos explcita siguiendo dos direcciones contrapuestas. Por una parte, nos dice sagrado, santificado, y, por otra, ominoso, peligroso, prohibido, impuro. Lo opuesto al tab se llama en lengua polinesia noa: lo acostumbrado, lo asequible a todos. As, adhiere al tab algo como el concepto de una reserva; el tab se expresa tambin esencialmente en prohibiciones y limitaciones. Nuestra expresin compuesta horror sagrado equivaldra en muchos casos al sentido del tab.(p.27)

Vemos como se da ac la dualidad entre lo ominoso y lo acostumbrado, pero se nos agregan otro par de opuestos que son lo sagrado y lo asequible a todos. Entonces existe una prohibicin entre lo que es accesible y lo que debe permanecer sin ser tocado, idea reforzada en Moiss y la religin monotesta (1938) Evidentemente, lo sagrado es algo que no es lcito tocar. (p.115). Ante tales similitudes podemos notar entonces que ese secreto familiar es custodiado porque es algo con cierto aire de sacralidad, que al ser revelado se vuelve peligroso prohibido e impuro. La idea de lo terrorfico ac ya no solo es el confrontarse ante algo familiar, sino que este algo del pasado pierda su sacralidad. Es fcil comprender como algo que deja de ser sagrado se convierte en terrorfico, pues al perder su condicin elevada se trasforma en un demonio, justo como Lucifer al abandonar el cielo, volvindose un antagonista El doble ha devenido una figura terrorfica del mismo modo como los dioses, tras la ruina de su religin, se convierten en demonios.(p.236)

En sntesis lo Unheimlich un vestigio de algo que he sabido siempre pero que irrumpe en lo cotidiano llegando a incomodar. Esta sensacin de incomodidad es producto de una desacralizacin de un secreto familiar en el sujeto. Al entrar este secreto en contacto con lo cotidiano, pierde su carcter de intocable y se convierte en un fantasma de lo que alguna vez fue. Al transformarse en un fantasma, se adquiere un componente demoniaco, pues se transforma en un doble, una figura desviada de aquello que no poda ser revelado y esto lleva a la persona a sentir la angustia.

2. Las dos caras de lo Unheimlich

2.1 El vivenciar y el retorno de lo reprimido El perder el componente sagrado es el puente necesario para poder comenzar el siguiente apartado. Como vimos, la sensacin de terror proviene ante la cada de algo con un componente de sacralidad y es ac donde la persona siente la necesidad de buscar ayuda. Sera entonces la cada de un ideal o de algo que se crea fijo e inmutable.Esto me lleva a realizar una pequea aclaracin que encontramos en Lo Ominoso(1919) No todo lo que recuerda a mociones de deseo reprimidas y a modos de pensamiento superados de la prehistoria individual y de la poca primordial de la humanidad es ominoso por eso solo.(p.246) Por ende, lo terrorfico de ese regreso primero debe adquirir ese carcter de intachabilidad, para que al verlo en contacto con nuestro mundo cotidiano, la sacralidad se caiga y se convierta en un fantasma. Pero entonces Qu es lo que determina que un deseo reprimido o algo de la prehistoria individual o colectiva sea considerado como sagrada para que su desacralizacin nos llegue a afectar? La respuesta parece ser la interaccin entre la fantasa y la realidad. Veamos el siguiente fragmento: a menudo y con facilidad se tiene un efecto ominoso cuando se horran los lmites entre fantasa y realidad, cuando aparece frente a nosotros como real algo que habamos tenido por fantstico, cuando un smbolo asume la plena operacin y el significado de lo simbolizado, y cosas por el estilo.(p.244)Ac no parece haber mayor diferencia entre lo que tenamos por entendido hasta el momento y al parecer solo refuerza el argumento de que lo terrorfico proviene al entrar en una interaccin con lo sagrado. Sin embargo, prestemos atencin a lo que Freud nos dice. La sensacin de lo Unheimlich se siente cuando se borran los lmites entre la fantasa y la realidad. Estos lmites se borran cuando se entra en contacto y cuando un smbolo entra con plena operacin en la realidad de ese sujeto, pero este objeto no puede ser un objeto cualquiera. En lo Ominoso (1919) Freud nos relata varios ejemplos de cuentos donde algo que sera Unheimlich en la vida, no lo es en ciertas historias, por lo que Freud dice que es diferente lo Unheimlich en la literatura y en la vida, porque esta sensacin muchas veces proviene de la vivencia. Es ac donde nos damos cuenta que el objeto que se vuelve terrorfico no puede ser cualquier objeto, pues debe de verdad romper con lo que se considera como la realidad. Para que el objeto cumpla con estas caractersticas, el mismo puede tomar dos naturalezas, ambas relacionadas con el vivenciar: La de la vivencia de algo ajeno a la realidad y el retorno de lo reprimido.La primera naturaleza responde a situaciones del pasado que se superan y que se cree que es imposible que suceda, pero que de repente en nuestra realidad sucede algo que nos da indicios de que esto no era tan imposibleNosotros, o nuestros ancestros primitivos, consideramos alguna vez esas posibilidades como una realidad de hecho, estuvimos convencidos de la objetividad de esos procesos. Hoy ya no creemos en ello, hemos superado esos modos de pensar, pero no nos sentimos del todo seguros de estas nuevas convicciones; las antiguas perviven en nosotros y acechan la oportunidad de corroborarse. Y tan pronto como en nuestra vida ocurre algo que parece aportar confirmacin a esas antiguas y abandonadas convicciones, tenemos el sentimiento de lo ominoso, que podemos completar con este juicio: Entonces es cierto que uno puede matar a otro por el mero deseo, que los muertos siguen viviendo y se vuelven visibles en los sitios de su anterior actividad, y cosas semejantes. Pero esto implica que ya es algo que se est vivenciando. (p.247)Ac parece haber una cuestin diferente a la condicin de sacralidad, pues se dice que se super creencias antiguas que antes eran una realidad fija, como aspectos animistas y espirituales, pero en verdad no es algo tan distante, pues solo se da una nueva desacralizacin de una nueva ley que se consideraba como fija e inmutable y una cada al tener cierta evidencia de que esta aparente muerte de que esto no es as. En Ttem y tab (1913), vemos como aquello que se crea en una poca anterior, no desaparece, sino que se considera como inferior y se demoniza, por ende su regreso en verdad no se muestra como imposible, sino como tremendamente incmodo.

La oposicin entre sagrado e impuro coincide con la secuencia de dos estadios mitolgicos, el primero de los cuales no desaparece por completo cuando se alcanza el que sigue, sino que persiste en la forma de algo que se valora como inferior y a lo cual poco a poco se adjunta el desprecio.(p.34)

Si llevamos esto al rea de la clnica, creo que se ve cuando quien acude a anlisis siente que se crea superado lo desborda de nuevo. En casos de adicciones suele ser comn que se crea que ya se ha superado el problema y que una recada no es posible, pero al darse una recada se da una desacralizacin de la cura, lo que evidentemente va a contrariar a la persona.

Con respecto a la segunda naturaleza, la relacin con la desacralizacin se nos presenta de una manera ms evidente, pero tiene otra caracterstica sin duda peculiar.

En lo ominoso que proviene de complejos infantiles no entra en cuenta el problema de la realidad material, remplazada aqu por la realidad psquica. Se trata de una efectiva represin (desalojo) de un contenido y del retorno de lo reprimido, no de la cancelacin de la creencia en la realidad de ese contenido. (p.248)Ac la sacralidad nunca fue puesta en duda, en el primer aspecto se da una relectura de lo sagrado y se demoniza lo que regresa. En este segundo ejemplo no hay una incongruencia como tal con la realidad. Ac solo vuelve algo que es inaguantable que este en lo cotidiano. Lo que vuelve no es algo que nos hace sentir que el objeto no es sagrado, lo que regresa se da por el contacto con el objeto sagrado en s. Al tener en frente aquello que es considerado como inasequible, retorna el deseo de hacerlo asequible. Esto tiene que ver con la Ley de Prohibicin del Incesto como se mencion en el apartado anterior. En la clnica esto se podra manifestar como lo que la persona simplemente se niega a acceder porque es inaguantable para esa persona acceder al objeto porque dejara de ser santa, su mera presencia es ominosa pues recuerda aquello que est prohibido cometer.

Estos dos caminos nos corresponde a lo Unheimlich de lo que Freud llama el vivenciar, existe otro tipo de sensacin de Unheimlich que corresponde a lo literario. Freud nos dice que existe una marcada diferencia entre ambos, sin embargo, tambin nos dice que lo Unheimlich en el retorno de lo reprimido es similar a lo Unheimlich en o lo literario.

Lo ominoso generado desde complejos reprimidos es ms resistente, sigue siendo tan ominoso en la creacin literaria si prescindimos de una condicin como en el vivenciar. Lo otro ominoso, que viene de lo superado, muestra ese carcter en el vivenciar y en la creacin literaria que se sita en el terreno de la realidad material, pero puede perder parte de su efecto en las realidades ficticias creadas por el escritor.(p.250)

Evidentemente en la clnica, parece haber tambin diferencias, lo Unheimlich de lo vivenciado se nos presenta ahora claro y es una incongruencia entre lo que se cree y lo que se nos presenta en la realidad. En cambio lo Unheimlich en lo reprimido se ve como ms complejo, ms resistente pues no depende solo de la experiencia y tiene una constitucin diferente, lo que no quiere decir que la constitucin delo Unheimlich de lo vivenciado no sea importante tambin, por lo que se explorar estos orgenes a continuacin.

2.2 Las dos caras del Padre Imaginario como reflejo de las dos caras de lo Unheimlich

Allouch (1984) empieza su texto el Pas-de-barre fbico con la definicin de la clnica de Lacan como el real en tanto que imposible de soportar (p.79) luego nos invita a prolongar la definicin dicindonos que este real imposible de soportar de otra manera que no sea por escrito. Es curioso que exista una semejanza entre lo Unheimlich en el retorno de lo reprimido y en la literatura as como tambin la necesidad de ver la clnica como el acto de leer un texto. Es quiz por esto que es posible que un escrito pueda reflejar la sensacin de terror y es quiz por esto tambin que podamos encontrarle una significancia a lo terrorfico que resulta todo lo referente al secreto familiar que recuerda el origen.

Desde este nuevo punto de vista, echmosle una mirada al origen de la constitucin fsica del sujeto desde Lacan, el complejo de Edipo. Murillo (2010) en Sobre la diferencia sexual: una interrogacin a la teora psicoanaltica acerca del fenmeno de sumisin por amor en algunas mujeres nos presenta al sujeto en psicoanlisis como el sujeto errante, errante porque el deseo del ser humano no es natural, sino simblico, un deseo metafrico de una ausencia. Esta metfora de amor es producto de la prohibicin original La condicin del amor es la represin originaria. Su trasfondo y su albergue es el inconsciente. Es un retoo de la ley de prohibicin del incesto(p.117) Esta prohibicin es instaurada en el Edipo como efecto de la funcin paterna Que la madre devenga real significa que queda perdida, inaccesible; es clara la funcin de corte y el trabajo de la Ley de Prohibicin del Incesto.(p.133) Es este evento el que da cabida al reino de lo simblico, pues permite al sujeto hablar de lo que ha perdido

Con la frustracin queda instalado el rudimento simblico que facilitar la posibilidad de metaforizar, posibilidad de simbolizar. Es decir, se instaura la funcin flica como posibilidad de hablar, entindase, de decir algo en la ausencia de La Cosa, que queda relegada a lo Real.(p.134)

Es por esto que podemos hablar de lo Unheimlich de lo reprimido como similar a la literatura pues por medio del lenguaje se puede hablar sobre lo Real, pero no elimina el vaco La palabra SUSTITUYE al vaco, NO lo CUBRE.(p.135). El vaco sigue estando presente y este fallo de la funcin simblica se vuelve el Padre Real que es lo produce el terror El encuentro con lo real del padre horroriza al sujeto. Arriesga devolverlo al sin-palabras del deseo materno, es decir, al goce materno.(p.135) Como el horror es algo latente, es necesario algo, que contenga. Ac entra el Padre Imaginario

El Padre Imaginario es una construccin del nio frente a lo real del padre. Es una construccin infantil. Es un padre que, como su nombre lo indica (si nos atenemos al planteamiento lacaniano de que lo imaginario esconsistente, sin falta), es consistente, total, poderoso. Es un padre que no conoce de la falta, un padre que no conoce del goce. Y por ello, paradjicamente, goza.(p.135)

Entonces existe una triple relacin, la presencia del Padre Simblico posibilita hablar de la Falta, metaforizar el amor. Inmediatamente aparece el Padre Real (lo que provoca horror porque es lo que no se comprende) y el Padre Imaginario (una construccin que es infalible e inmune al goce). Sin embargo el Padre Imaginario al ser tan poderoso presenta dos caras:

El Padre Imaginario es soporte de la identificacin del sujeto. La identificacin es con un padre potente: un padre que puede lo que el sujeto no puede. Un padre que "rescata" al sujeto del agujero sin nombre, de la angustia, del goce materno, de la muerte. Encontramos que el amor hacia este padre es un amor idlatra, un amor al garante, un amor al padre en tanto "amo bueno". Y entonces, como un amo, por ms bueno que sea, es un amo, aparece la cara siniestra, porque a este padre TODO se le debe lealtad, se le debe amor, se le debe la vida. (p.144)

Estas dos caras nos presentan ante una relectura de las dos visiones de Unheimlich que observamos en el apartado anterior. La cara del Padre Todo Poderso y la cara del Padre Siniestro. La primera cara correspondera ms a lo Unheimlich de la vivencia, la segunda cara corresponde ms a lo Unheimlich del regreso de lo reprimido. Y digo ms, porque al final ambas experiencias de lo Unheimlich comparten al Padre Imaginario, pero lo hacen desde diferentes visiones.

Vamos primero con La cara del Padre Todo Poderoso. Esta cara nos remite a la experiencia de lo Unheimlich en el vivenciar porque enfrenta directamente al sujeto con el padre que s es capaz. Este sera el Ideal del Yo Es la construccin de un padre que s puede y s tiene. Es el Ideal del Yo, la ms importante identificacin del sujeto (p.141). Ac el sujeto se enfrenta ante la ausencia del Padre Imaginario, es lo que pasara si se llega a descubrir que este no siempre lo puede todo. Al caer el Padre Imaginario, cae la proteccin, el indefenso sujeto queda a la espera de algo que lo salve de lo Real.

En la segunda cara se presenta lo contrario, el Padre Siniestro es aquel que priva y que limita, es por esto que nos lleva a lo Unheimlich en el retorno de lo reprimido. Ac el sujeto teme de verse directamente con lo Real, sabe que es el Padre Imaginario el que lo protege por eso el tocarlo, el darle muerte, producira enfrentarse directamente a lo Real. Entonces ac nos vemos a la presencia del Padre Imaginario. Entonces ac se da algo que el sujeto no puede comprender en su presente, algo que regresa y que remite a lo Real. Ante la presencia de acceder a ese deseo, se siente un odio hacia al Padre Imaginario porque priva el acceso a este, pero a la vez se da un respeto tal a este que lleva a la angustia, pues la sola presencia de la oportunidad de acceder a lo Real produce la desacralizacin del Padre Imaginario al verlo como tambin como un enemigo y esto no gusta, pues el Padre Imaginario no solo es sagrado porque libra del mal, sino que tambin se ama el sujeto no sostiene al padre del lado de un narcisismo cobarde, o por miedo al vaco, por lo menos no solamente. Lo sostiene por amor, por conservarlo como digno de ser amado.(p.146)

Como vemos amabas caras de lo Unheimlich tienen que ver con el Padre Imaginario y es porque este tiene una significancia clnica El Padre Imaginario se revela en la clnica como una construccin infantil ante la incompletud de lo simblico.(p. 141) Esta incompletud representa una bifurcacin de la postura frente a la Falta dependiendo de cmo se presente esta. Teniendo en cuenta lo anterior, conviene hilar la significancia que tiene lo Unheimlich en la clnica.

3. Es lo Unheimlich lo que impulsa al anlisis?

El terror producido por lo Unheimlich no es algo que, como vimos, provenga de la nada, aunque si proviene de la Falta. Si el Padre Real es el que acerca a la falta, entonces No sera provechoso acercarse a l? Despues de todo:El padre real desea, muestra su castracin y la dona a su hijo, es un padre agujereado que lo que transmite finalmente es que nadie tiene el falo, que la completud no existe, que el falo imaginario es una ilusin y que el Falo SIMBOLICO est en la cultura y que lo simblico es incompleto, en falta. (Murillo, 2010, p.152)

Entonces ante lo Unheimlich el Padre Imaginario pierde su poder y el sujeto o no lo siente tan imponente o lo siente tan imponente que lo odia. Por lo que la nica salida viable es acercarse a ese terror, pues su mera presencia propone un llamado desde aquello a lo que no se puede nombrar, pero que se desea acceder. Si no se da este acercamiento, el sujeto esta destinado a caer en la repeticin como recurso para evitar la angustia Este encuentro con el Padre Real hace en muchos casos que el Padre Imaginario - como construccin infantil - se fortalezca en el sujeto, como recurso ante la angustia.(Murillo, 2010, p. 154)

El anlisis entonces vendra como una contrapartida, como una respuesta a este terror, el sujeto se siente incapaz de responder a una situacin que no puede comprender. Veamos un ejemplo claro de cmo se da esa demanda de parte del paciente y como Freud responde ante lo que considera que es lo apropiado.

Repetidas veces he tenido que escuchar de mis enfermos, tras prometerles yo curacin o alivio mediante una cura catrtica, esta objecin: Usted mismo lo dice; es probable que mi sufrimiento se entrame con las condiciones y peripecias de mi vida; usted nada puede cambiar en ellas, y entonces, de qu modo pretende socorrerme?. A ello he podido responder: No dudo de que al destino le resultara por fuerza ms fcil que a m librarlo de su padecer. Pero usted se convencer de que es grande la ganancia si conseguimos mudar su miseria histrica en infortunio ordinario. Con una vida anmica restablecida usted podr defenderse mejor de este ltimo.(Freud, 1985,p.309) La respuesta que da Freud es muy grande y lo es porque el mismo reconoce su propia falencia, justo como lo hace el Padre Real. Lo que dice Freud es que no existe un Falo Imaginario, que si este existiera le sera muy fcil resolverlo todo. Lo que propone Freud es hacer que esa sensacin de lo Unheimlich deje de serlo tanto, que aquello que se ve como impactante, como incoherente en la realidad del sujeto se convierta en un mal ordinario, algo que el sujeto pueda trabajar por s mismo, sin depender de un Padre Imaginario.

Conclusiones

Si lo unheimlich resulta inquietante podemos decir que es algo que nos invita a movernos, a dejar la quietud, por lo que esto nos puede llevar a pensar que los aspectos pertenecientes a lo Unheimlich son un motor de cambio para la vida del paciente. Como mencione al inicio del artculo, este texto surgi como una motivacin personal al verme ante una situacin que para m es terrorfica, luego de una serie de sesiones me vi frente a una serie de repeticiones que para m resultaron tambin terrorficas.En mi caso sent este terror como algo que no poda dejar pasar, el miedo es lo que me motiva a querer alejarme de estas repeticiones. Volvamos a esta cita de Lo Ominoso(1919) Se sienta como ominoso justamente aquello que sea capaz de recordar a esa compulsin interior a la repeticin( p.237) Sin esa sensacin, muy difcilmente me hubiera movilizado a la terapia. Creo que solo podemos avanzar si nos hace falta algo y est falta no es tan significativa, que nos motiva a dejar la quietud La bsqueda slo es posible a partir delseccionamiento, del corte, que hace que estos seres busquen fuera de la unidad original. (Murillo,2010, p.114) Es necesario mirar entonces desde el Otro absoluto, algo fuera de la unidad original. En Grecia se representaba a este Otro absoluto desde la figura de la Gorgona y a esta se la representa siempre, sin excepcin de frente(Vennant, 2001, p.43) adems de que logra un efecto extrao e inquietante, expresin de algo monstruoso que oscila entre dos polos: lo aterrador y lo grotesco( Vennant, 2001, p.43). Al final no tengo muy claro como surgen los dos rostros de lo Umheimlich y porque se dan esas dos posturas frente al Padre Imaginario, adems de la posicin del sujeto frente al fantasma de lo que fue sagrado, creo que ser trabajo para un texto posterior. Lo que s puedo decir es que estos rostros deben verse de frente, como la Mscara de Gorgo.

El espacio analtico no es un espacio para el placer, pero si lo es para el deseo. Con esto quiero decir que el espacio clnico puede tener un carcter de Unheimlich per se Y hasta no me asombrara llegar a saber que el psicoanlisis, que se ocupa de poner en descubierto tales fuerzas secretas, se ha vuelto ominoso para muchas personas justamente por eso.(Freud, 1919, p.243) Con esto quiero decir que el anlisis no es algo fcil, pero creo que es lo que nos da armas para poder mirar de frente a esa Gorgona y evitar que nos convierta en piedra, que nos inmovilice frente a la vida. Si Perseo mat a la Gorgona, fue porque logro que ella misma se viera de frente mediante un escudo espejo. El anlisis es ese escudo espejo, nos permite ver lo que nos produce terror y que sea esta misma mirada la que se encargue de matarlo, pero el hroe debe tener el deseo de vencer a la bestia.

Referencias bibliogrficas

Allouch, J. (1984). El pas-de-barre fbico. En Letra por letra: trascribir, traducir, trasliterar(pp. 79-103). Argentina: EDELP, cole lacanienne de psychanalyse.Freud, S. (1913). Ttem y tab y otras obras. Obras completas Sigmund Freud (vol.13). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores S.A.Freud, S. (1919) Lo Ominoso. De la historia de una neurosis infantil (El hombre de los lobos) y otras obras. Obras completas Sigmund Freud (vol.17). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores S.A.Freud, S. (1973-1939). Moises y la religin monotesta. Esquema del psicoanlisis y otras obras. Obras Completas Sigmund Freud (vol.23). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores S.A.Kafka, F. (2006). La metamorfosis. Alianza Editorial. Madrid, Espaa Murillo, R. (2010). Sobre la diferencia sexual: una interrogacin a la teora psicoanaltica acerca del fenmeno de sumisin por amor en algunas mujeres (Segunda Parte).Revista Otra escena, volumen 1, nmero 6. ISSN: 1659-4134.Vennant, J.P. (2001) La muerte en los ojos. Figuras del Otro en la Antigua Grecia. Gedesa. Barcelona, Espaa.1