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EDIC. NACIONAL SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 278/25-X-2001 Érase una vez... la normalidad Érase una vez... la normalidad

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EDIC. NACIONALSEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 278/25-X-2001

Érase una vez...

la normalidad

Érase una vez...

la normalidad

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Etapa II - Número 278Edición Madrid

Delegado episcopal:Alfonso Simón Muñoz

Redacción:Pza. del Conde Barajas,1.

28005 Madrid. Téls: 913651813/913667864

Fax: 913651188

Dirección de Internet:http://www.archimadrid.es/

alfayomega.htmE-Mail:

[email protected]

Director:Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe:José Francisco Serrano Oceja

Director de Arte:Francisco Flores Domínguez

Redactores:Benjamín R. Manzanares,Anabel Llamas Palacios,

Inés Vélez FragaJesús Colina Díez (Roma)Secretaría de Redacción

y Archivo:Cristina Ansorena Anza

-Imprime y Distribuye:Prensa Española, S.A. -

Depósito legal:M-41.048-1995.

Edita:Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

3/7

Cuandolo normal era...

normal

Escribe un «nocreyente que

quiere creer»:El bien existe,

¡basta de ocultarlo!

Carlos Díaz:«Cuando

indiferenciase confunde

con tolerancia»

20

Entrevistaa monseñorSabbah,Patriarca latinode Jerusalén:

Es claveresolver el problemapalestino

25

Las raíces oscuras del atentado en USA: habla André Glucksmann

Dostoievski en Manhattan

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

Aquí y ahora

11 Ver, oír y contarlo.

12 Linda Poindexter, ex-sacerdotisaepiscopaliana, en el CongresoCamino a Roma, en Madrid.

Iglesia en Madrid

12 LXXV Aniversariode la ordenación episcopalde don Antonio Mª Rouco Varela.

13 La voz del cardenal arzobispo

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

Segorbe-Castellón:Luz sobre la historia del arte

18 España

Memoria 2000, de Cáritas:personas y cifras

Mundo

19 Entrevista a monseñor Onaiyekan,arzobispo de Abuja, Nigeria.

21 Luigi y Maria Beltrame Quattrocchi,primer matrimonio elevadoconjuntamente a los altares

22-23 La vida

Desde la fe

24 Si piensas divorciarte,no adoptes.

26 Falla la fe en el hombre

27 Teatro.

28-29 Libros.

30 Con ojos de mujer.

31 No es verdad

32 Contraportada

Foto de portada, de Le Nouvel Observateur

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Puede que en el mundo haya 27 millones de es-clavos. Y los hay, más que en cualquier otromomento de la historia de la Humanidad. Tam-

bién sabemos que, cada año, según la FAO, casi 11millones de menores de 5 años mueren como con-secuencia directa o indirecta del hambre, y que esohace ya tiempo que no es un problema de falta de ali-mentos, sino de falta de voluntad política para solu-cionarlo. Pero, en un momento dado, resulta que elprincipal problema de la Humanidad, la más grave detodas las amenazas es el Presidente de un país ter-cermundista con la mitad de población que España,un dictador llamado Sadam Hussein. Funciona; tan-to, que miles de supermercados en Europa y Nor-teamérica se quedaron con las estanterías vacías,porque mucha gente, en previsión de una larga gue-rra, hizo acopio de todo lo que pudo.

Muchas mentiras y medias verdades, orquesta-das desde la Administración norteamericana en com-plicidad con la CNN y con las grandes agencias denoticias, y reproducidas acríticamente por todo elmundo, hicieron falta para hacer creer que el ejércitoiraquí era una amenaza para nuestra democracia ynuestra libertad, o para hacer creer que, tras 14 ho-ras de bombardeos, las víctimas –efectos colateralesde los misiles inteligentes– podían contarse con losdedos de una mano. Pero éstas ya las conocemos;pocas historias de manipulación hay tan documen-tadas. Lo que, en cambio, nadie sabe, salvo un pro-grama de televisión mexicano, es que, en realidad,Neil Amstrong nunca pisó la luna, que todo fue unmontaje cinematográfico de los americanos parafastidiar a los soviéticos... Y sólo unos pocos ilu-minados saben que Elvis Presley con casi total se-guridad no murió, sino que, cansado de la fama, en-tró a trabajar en una tienda de Fish and chips (pes-cado y patatas fritas), si es que no ha sido secuestrado–ésta era la segunda hipótesis– por fans intergalác-ticos y está actuando en algún planeta lejano: lo pu-blicaba en 1989 el diario británico de mayor tirada,The Sun, y ofrecía una jugosa recompensa a quienaportara pruebas que lo confirmaran.

Seguirá habiendo hambre y esclavitud en el mun-do, seguirán muriendo asesinados millones de ni-ños no nacidos (interrupciones –por lo tanto, rever-sibles– voluntarias del embarazo), pero lo verdade-ramente importante será, salvo que haya un bom-bardeo –guerra por la democracia y la libertad– depor medio, que un conocido torero se ha casado conuna bella modelo, y que, en realidad –como se des-cubrirá unas semanas después–, la boda no era másque un montaje para promocionar a la novia, que,por exigencias del contrato con una conocida marcade cosméticos, debía ocupar a toda costa las porta-das de las revistas del corazón, que, en lugar de una,tienen ahora dos historias que vender. Según algunasestimaciones, si es que algo así puede realmentecuantificarse, hay cada año en España hasta 40 mi-llones de consultas a curanderos y adivinos. Perso-nas con estudios y sin estudios, habituales de noti-cieros y de la telebasura buscan en ellos respuestasde vida, que, como buena parte de las que ofrece lacultura mediática, esquivan toda lógica apelando a loespectacular, lo irracional y lo sentimental.

El profesor López Quintás ofrece, en La mani-pulación del hombre a través del lenguaje, todo unmanual para sobrevivir en este mundo traidor, don-de nada es verdad ni es mentira. Porque es ahí don-de empieza todo: por la negación de la verdad, o,dicho en otros términos, por el derecho de toda per-sona a tener su propia verdad, que resulta ser casisiempre la del más fuerte. El manipulador podrápropagar el relativismo, pero, igual que el multimi-llonario narcotraficante, no es adicto a la droga quevende. Aparecía así descrito en el día de los SantosInocentes de 1998 en The Laissez Faire City Times:«Hoy nos dicen los expertos en cultura popular queel bien y el mal no son absolutos, sino abiertos a lainterpretación personal Se nos anima a determinar-

En portada Alfa y Omega 25-X-2001 3

Cuando lo normalera... normal

Dijo en 1864, en la imaginación de Maurice Joly, Maquiavelo a Montesquieu: «Puestoque el periodismo es una fuerza tan poderosa, ¿sabéis qué hará mi Gobierno? Se haráperiodista, será la encarnación del periodismo. Como el dios Vishnú, mi prensa tendrácien brazos y dichos brazos se darán la mano con todos los matices de la opinión,cualquiera que sea ella, sobre la superficie entera del país. Se pertenecerá a mi partidosin saberlo. Quienes crean hablar su lengua hablarán la mía, quienes crean agitar supropio partido, agitarán el mío, quienes creyeran marchar bajo su propia bandera,estarán marchando bajo la mía». La verdad, en el diccionario de cualquier tirano, seconvierte en monopolio del más fuerte

La sombra del miedo. Foto Time

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lo por nuestra cuenta. Y no suena descabellado. Só-lo hay un problema: si decido por mí mismo lo queestá bien para mí, ¿cómo puedes defenderte, si no loes para ti? ¿Y si decido que tengo el derecho a decidirpor ti para aprovecharme de ti? Quiero decir, es al-go relativo, ¿no? ¿Y si tú no te das cuenta hasta queya es demasiado tarde? Por supuesto, ahí está el pro-blema. Si la información significa poder, la desin-

formación significa el poder absoluto». No es cosade maquiavélicas teorías de la conspiración. El 90%de las noticias que se publican en todo el mundoproceden de tan sólo 4 agencias de noticias, y laconcentración en la industria audiovisual sigue un ca-mino parecido. Nada fácil es seguir el rastro de la es-tructura de propiedad de esos gigantes mediáticos,donde, empresas que parecen competencia, resul-tan tener los mismos dueños. Lo que sí se admite esque, grosso modo, quienes las controlan son un pu-ñado de entidades financieras; en otras palabras: lasmismas que controlan realmente la economía mun-dial, unos pocos bancos y compañías de seguros queadministran los ahorros e inversiones de millonesde ciudadanos (en España, la suma de los recursos delos dos principales bancos privados, incluyendo el va-lor de las acciones que poseen, supone un 140% del

PIB español). Y, ante ese poder, que mueve el dine-ro a sus anchas, y cuenta con el respaldo de la in-dustria mediática y audiovisual, poco pueden hacerlos Gobiernos. Meses después de abandonar la pre-sidencia, el ex-Presidente Felipe González recono-cía en México la impotencia del gobernante al hablarde la mundialización actual, caracterizada no porun aumento significativo del comercio mundial, si-

no del capital especulativo: «Del dinero que busca di-nero y, sobre todo, dinero caliente, circulan entre1,3 y 1,4 billones de dólares cada día por los mer-cados de cambio. Un país como España tiene 60.000millones de dólares de reserva en divisas para de-fender su moneda frente a algún movimiento espe-culativo. Si la cola de ese potente huracán que circulacada día, veinticuatro horas al día, por los merca-dos de cambio, pasara un día por mi país, sólo rozarlosignificaría la liquidación de nuestras reservas dedivisas en media hora de entretenimiento. Tenemosque acostumbrarnos los políticos a gobernar capitalhumano, porque el capital sin más lo gobiernanotros».

Antonio Gramsci: al servicio secretodel capitalismo

Bien entendió la complementariedad entre po-der mediático y poder político y económico Antonio

Gramsci, fundador del Partido Comunista Italiano,del periódico L’Ordine nuovo y, como Marx, unode los grandes teóricos de las ciencias sociales. Quie-nes pensaban que la revolución en los países indus-trializados iba a ser cosa de dos días se equivoca-ban. El capitalismo era capaz de superar las crisismás adversas, y aun de salir con su consenso socialreforzado de ellas. Por tanto, no eran las fábricaslos campos de batalla más adecuados, sino los cen-tros de enseñanza y los medios de comunicación demasas. Nadie tomaría el poder por la fuerza. Lasmasas, sumidas en el caos y la anarquía, caerían ren-didas al Partido.

El primer paso sería aniquilar el sistema de va-lores morales y de creencias y las instituciones. Losataques contra la familia y el matrimonio eran cons-tantes. Se predicaba la promiscuidad y, frente al hé-roe tradicional, a los jóvenes se les presentaba comomodelos a antihéroes, personajes deliberadamentedegenerados. La Iglesia era continuamente ridiculi-zada y presentada como anacrónica, y los sacerdo-tes y religiosas, como hipócritas, como seres vilesque, en el fondo de su ser, escondían innobles in-tenciones de control de las mentes y de los dinerosde los pobres confiados. Incluso pertenece a la es-trategia gramsciana la sustitución de la palabra adióspor los laicos salud o hasta luego... Pero no todoera malo en la Iglesia. Igual que, a diferencia de los

En portadaAlfa y Omega4 25-X-2001

La palabra como arma

El lenguaje crea palabras, términos, y encada época de la Historia algunos de

ellos se cargan de un prestigio especial, deforma que nadie osa ponerlos en tela de jui-cio. Son términos talismán, que parecen con-densar en sí todas las excelencias de la vi-da humana. La palabra talismán de nuestraépoca es libertad.

Cuando, en cierto país europeo, se llevó acabo una campaña a favor de la introduc-ción de la ley abortista, el ministro respon-sable de tal ley intentó justificarla con esterazonamiento: «La mujer tiene un cuerpo yhay que darle libertad para disponer de esecuerpo y de cuanto en él acontezca». La afir-mación de que la mujer tiene un cuerpo estápulverizada por la mejor filosofía desde hacecasi un siglo. Ni la mujer ni el varón tenemoscuerpo; somos corpóreos. Hay un abismoentre ambas expresiones. El ministro intuyósin duda que la frase la mujer tiene un cuer-po es muy endeble, y para dar fuerza a suargumento introdujo inmediatamente el tér-mino talismán, libertad. Sabía que, con lamera utilización de esa palabra supervalo-rada en el momento actual, millones de per-

sonas iban a replegarse tímidamente y a de-cirse: «No te opongas a esa proposición por-que está la libertad en juego y van a tachar-te de antidemócrata, de fascista, de ultra».Y así sucedió, efectivamente.

Todo esto se ve claramente cuando sereflexiona. Pero el demagogo, el tirano, elque desea conquistar el poder por la vía rá-pida de la manipulación, opera con extremaceleridad para no dar tiempo a las gentes apensar, a reflexionar sobre cada uno de lostemas. Por eso no se detiene nunca a mati-zar los conceptos y justificar lo que afirma; loda todo por consabido y lo expone con tér-minos ambiguos, faltos de precisión.

Un especialista en revoluciones y con-quista del poder, José Stalin, afirmó lo si-guiente: «De todos los monopolios de quedisfruta el Estado, ninguno será tan crucialcomo su monopolio sobre la definición delas palabras».

Alfonso López Quintásen La manipulación del hombre

a través del lenguajehttp://www.riial.org/manipulacion.htm

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marxistas de la primera hornada, Gramsci defendíauna amplia alianza con todas las fuerzas de izquier-da, los sectores liberales de la Iglesia podrían serde utilidad, para, desde dentro, convertirla en unaespecie de club político, sólo preocupado por la jus-ticia social y por el igualitarismo, y donde el cultoquedara reducido a mero entretenimiento.

Los revolucionarios atacarían frontalmente cual-quier concepto de autoridad y de magisterio: el pa-terno, incitando al sexo libre; el de los maestros,promoviendo el colectivismo en las escuelas y uni-versidades y rebajando la calidad de los programasde estudio; el de los intelectuales, suplantándolospor líderes de opinión de toda condición y proce-dencia... Pero quizá la gran virtud de esta estrategiaera que se cerraba sobre sí misma, vacunándose con-tra toda posible crítica. La bandera de la libertad y dela justicia social ondearía bien alta, amparando alas víctimas de la hegemonía cultural de las socie-dades capitalistas: la mujer, los homosexuales, lasminorías... A quien osara protestar, se le tacharía deintolerante y reaccionario: a quien, en definitiva,cuestionara el principio democrático de que lo mis-mo vale una opinión que otra, quien protestara, porejemplo, porque un actor, un biólogo o un periodis-ta pudieran sentar cátedra en cuestiones de ética. Heaquí el origen de lo políticamente correcto.

Herederos del gramscismo son los teóricos de laEscuela de Frankfort, muchos de los cuales, con lallegada de Hitler al poder, se exiliaron en los EstadosUnidos y fundaron un nuevo instituto en la Univer-sidad de Columbia. Y juraron lealtad al país que lesacogía, como tantos otros científicos que huyeronde la guerra y de la posguerra europeas en los añosde Roosevelt y Truman.

Herbert Marcuse, representante destacado de es-ta corriente de pensamiento, decía durante los tu-multos estudiantiles de los 60: «Se puede hablar conpropiedad de una revolución cultural, ya que la pro-testa está dirigida contra todo el establishment cul-tural, incluida la moral de la sociedad existente. Laidea tradicional de revolución y la estrategia revo-lucionaria tradicional han dejado de existir. Esasideas están anticuadas». Pero, para entonces, el ca-pitalismo ya había hecho suyos la revolución y elconflicto generacional. En los años 20 –explica laprofesora Ellen Wartella, de la Universidad de Aus-tin (Texas)–, «la industria de los medios estadouni-dense y europea convirtió a los escolares de mayoredad en sus niños predilectos», un lucrativo negociodel que se beneficiaban otros muchos sectores em-presariales. Era la primera cultura juvenil autóno-ma separada de la de los padres. Vestían de forma di-ferente, llevaban peinados diferentes y se les ven-día que fumar y bailar jazz toda la noche era sinó-nimo de juventud. El proceso se detuvo por la guerray «por el pánico y el rechazo que desató en el públiconorteamericano». Pero resurge, y con mucha másfuerza, en los cincuenta y sesenta, con los comics yel rock’n’roll. «Los medios de masas crearon y nu-trieron una noción comercializada de la adolescen-cia. Ayudaron a crear estereotipos en el vestido, enlos valores, en el lenguaje y en los comportamien-tos». Y a la juventud y la adolescencia, siguió la in-fancia, gracias a que «las familias de clase media

han dado a sus hijos un poder adquisitivo sin pre-cedentes»: hoy, «los niños de todo el mundo tienenacceso a las tortugas ninja o a los power rangers,que no sólo están estrechamente relacionadas conla industria juguetera, sino que además sirven de re-clamo para vender todo tipo de productos tradicio-nales, desde material escolar hasta los cereales deldesayuno. Los medios han originado, con la aquies-cencia de los padres, una mercantilización sin pre-cedentes de la vida infantil».

Dividir y vencer

«La familia –dijo un bolchevique– es el principalenemigo de la revolución». Y, con la familia, la re-ligión, los valores morales...: todo aquello sin locual el hombre no puede echar raíces y desarrollar-se plenamente. «Dominar a las personas indivi-dualmente –dice el profesor López Quintás– resul-ta muy lento y (aunque parezca extraño) es más di-fícil que sojuzgar a todo un pueblo a la vez. Paraconseguirlo, basta reducir a los grupos sociales enmeras masas». Pero esto debe hacerse desde den-tro, nunca desde fuera: «Una persona creativa fundamodos elevados de unidad con otras personas, coninstituciones, con el pueblo y el paisaje, con obrasculturales, con diversos valores... Estos modos re-

levantes de unión crean tramas de vida comunitariay otorgan a ésta tal firmeza que la hacen impermea-ble al acoso exterior». Por eso, sea cual sea la natu-raleza del tirano, recurrirá a la misma estrategia:«desvincular a las personas de cuanto fomenta supoder creador». Y es que, ¿por qué vender un solobalón para que jueguen 30 niños, cuando cada uno delos 30 puede entretenerse con un videojuego? ¿Porqué reunir a los jóvenes en tertulias, cuando, en unadiscoteca, donde los decibelios impiden toda co-municación, se dedicarán a consumir y a presumir,como en una pasarela, de la ropa de marca que hancomprado? ¿Por qué permitir que los adultos se mo-vilicen por las tasas de paro, cuando pueden pasar eltiempo viendo la televisión y culpando a los inmi-grantes de sus desgracias? La masa es siempre másrentable que el grupo.

«Ahora comprendemos perfectamente por quéla tarea del manipulador es procurar de forma sola-pada que cada persona no se enamore de los valores,en los que puede participar a una con otras personas,sino de su propia figura, y muera anegado en lasaguas al intentar agarrarla y poseerla. Bien dijo Saint-Exupéry que amarse no es mirarse el uno al otro; esmirar juntos en una misma dirección».

Ricardo Benjumea

En portada Alfa y Omega 25-X-2001 5

La manipulación de las cifras

Yo fui uno de los fundadores de la organización más importanteque vendía el aborto al pueblo norteamericano. Nos sirvieron de ba-

se dos grandes mentiras, la falsificación de estadísticas y encuestasque decíamos haber hecho, y la elección de una víctima para achacarleel mal de que en Norteamérica no se aprobara el aborto. Esa víctimafue la Iglesia católica. Cuando más tarde los pro-abortistas usabanlos mismos eslóganes y argumentos que yo había preparado en 1968,me daba muchísima risa, porque yo había sido uno de sus inventoresy sabía muy bien que era mentira.

Falsear las estadísticas. Es una táctica importante. Nosotros decí-amos, en 1968, que en América se practicaba un millón de abortos

clandestinos, cuando sabíamos que éstos no sobrepasaban los100.000, pero esta cifra no nos servía y la multiplicamos por diez parallamar la atención. También repetíamos constantemente que las muer-tes por aborto clandestino se aproximaban a las diez mil, cuando sa-bíamos que eran doscientas nada más; pero esta cifra resultaba de-masiado pequeña para la propaganda. Esta táctica del engaño y de lagran mentira, si se repite mucho, acaba por ser aceptada como verdad.

Doctor Berhnard Nathansonde su conferencia en el Colegio de Médicos de Madrid,

15 de noviembre de 1982

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Ciertas experiencias y ciertosmodos de percibir la vida y elmundo ayudan a realizar ac-

ciones socialmente aceptables y en-comiables, en vez de otras inacepta-bles y violentas. Éste es el escenario enel que situar el estudio de los com-portamientos, también los que no sonnoticia o no atraen a una opinión pú-blica sedienta de extremos y excesos.

Creer en Dios y, por tanto, sentirseparte de una historia que se enlaza tam-bién a una ciudad del cielo, además dea la de la tierra, tiene una importanciasignificativa a la hora de dirigir nues-tras acciones hacia el bien. Puede pa-recer extraño mi interés, teniendo encuenta que yo no creo, si bien sientoun grandísimo respeto por quien cree y,de hecho, querría creer; recordando eltriste pensamiento de Pascal: «No essuficiente querer creer para creer», quetestimonia la experiencia de que no de-pende sólo de quien quiere encontrar aDios, sino también de Dios, que tieneque hacerse vivo.

¿Qué significa creer según los pa-rámetros de la lógica del mundo? Nopienso, ante todo, que sean dimensio-nes en contradicción, sino que se pue-de, en palabras de un gran Papa, aspi-rar a transformar el mundo primeroen humano, y, luego, de humano endivino.

Creer en Dios significa disminuirenormemente el narcisismo y el ego-centrismo, aquella necesidad de po-nerse en el centro de la atención y dereconducir a uno mismo y sólo a unomismo cada significado y todo el sig-nificado de la vida y del mundo. Sicreo en un Dios, creo necesariamenteque mi yo depende de Él y, por tanto,que no podré imponerme o emplearmi tiempo en un homenaje a mí mis-mo. Si creen no pueden ser narcisos,porque gozan más no mostrándose a símismos, sino a aquel Dios que qui-sieran compartir.

El creer permite separar mejor elnarcisismo de la autoestima que, dehecho, al creer aumenta, porque exis-te la conciencia de un valor todavíamás alto que lo humano. Hay quien,al entrar por la mañana en la oficina,no saluda y pretende ser saludado, yquien en cambio encuentra placer ensaludar y en transmitir una sonrisa queno tiene nada de especial, pero comu-nica una percepción de sí y del mundo.

Cierto que toda creencia en Dios tie-ne sus propias especificidades, y el Diosde Abraham, Isaac y Jacob presenta dosprovocaciones que parecen disparata-das. La primera es la de pedir a los cre-yentes que perdonen al enemigo; una

petición totalmente contra natura, yaque ésta pone la lucha contra el enemi-go como fundamento de la superviven-cia y de la vida en esta tierra. La se-gunda revolución es mostrar al mismoDios en la cruz, y no en la forma de unpoderoso sentado en un trono de oro,sino clavado en una cruz sanguinolenta;una creencia que no puede, en absoluto,pensar en obtener ningún poder sobre latierra, y que no puede, ciertamente, ela-borar estrategias de victoria con armasy odio. En resumen, un Dios que ense-ña sólo a amar. Un Dios increíble en elque creer. A lo que nos reclama es acreer en Dios, la expresión más fuerte yextrema del creer, si bien tienen unafunción análoga también las ideologías,que colocan por encima del propio yo laexigencia de los derechos de igualdad yde justicia; dimensiones que realmenteestán en contra de todo individualismoextremo.

El caso que ahora voy a recordarilustra lo que es creer en un Dios, yno se trata de un caso pequeño y es-condido, sino grandioso a mi modode ver: el de sor María Laura Mainet-ti, la monjita que, llamada de nochepara socorrer a una chica que le habíadicho que esperaba un hijo y necesi-taba ayuda, fue rápidamente y se en-contró con tres muchachas que le ha-bían engañado y que la mataron. Unamujer que gozaba ayudando en lugarde haciendo el mal, y estoy seguro deque, creyente como era, se alegró dehaber ido, aunque fuera en balde, ypara encontrar la muerte. El deseo dedar es hermosísimo. Si cada uno denosotros supiera el gozo que propor-ciona, comprendería a esta mujer y nola consideraría una víctima. Creo queesta monja ha vivido bien, y ha cono-cido gozos extraordinarios. El gozode darse a los demás sin importar simucho o poco. Entre dar y quitar, amaro juzgar, la diferencia es abismal: pormedio hay una creencia.

Vittorino Andreoli

En portadaAlfa y Omega6 25-X-2001

Sin verdad, ¿dónde queda la persona?

Ysi todo lo que cree saber sobre el sida fuera men-tira? es el provocativo título de un libro de Ch-

ristine Maggiore, en el que pretende desmontar mu-chas mentiras en torno al sida. Todo empezó, se-gún la autora, por unas investigaciones a cargo delGobierno estadounidense, que gastaron 20 años y 22mil millones de dólares en la búsqueda infructuosa deun virus del cáncer que se transmitiera por contactosexual. En 1984, sin seguir los procedimientos cien-tíficos habituales (publicar la investigación para so-meterla a la crítica), el doctor Robert Gallo anuncióque había descubierto «la probable causa del sida»:un retrovirus llamado VIH... Sólo que ese virus yahabía sido descubierto por el francés Luc Montagnier,que había aislado partículas retrovirales de los nodoslinfáticos de enfermos homosexuales sin sida, y quehabía dicho que «el VIH posiblemente es benigno».

Desde entonces, se le ha dado la definición desida a las 29 viejas infecciones, aunque las defini-ciones varían radicalmente en función del país. Yse ha bombardeado a la opinión pública con cifras fal-sas para crear alarma. Por ejemplo, que 33 millo-

nes de personas han muerto en el mundo de sida,cuando, según el Registro Epidemiológico de laOMS, se han diagnosticado 3 millones de casos has-ta 1999. África se lleva la mayor parte. En Kenia, sedijo, cada tres minutos muere una persona de sida.Pues bien, esto significaría que, en un año, morirían175.200 personas, cuando, desde que se conoce laepidemia, se han detectado menos de 75.000 ca-sos (no todos muertes). «Lo cierto» –dice la auto-ra– es que «el 99% de los africanos no tiene sida».Otros mitos, dice también la autora, son las campa-ñas de sexo seguro, o incluso de intercambio de je-ringuillas, de eficacia muy dudosa. Pero, sobre todo,se hace creer que los cócteles contra el sida son laúnica solución. ¿Y qué hay detrás de todo ello? Di-nero, mucho dinero. En primer lugar, la industria far-macéutica. Pero habría que sumar los anticoncepti-vos y la utilidad política del sida, que permite entra-da libre en los países del tercer mundo para aplicarpolíticas antinatalistas, de modo que los morenosno invadan el rico norte.

R. B.

Un no creyente, que quiere creer, escribía en Corriere della Sera:

El bien existe,«¡basta de ocultarlo!»

La triste normalidad de un muchacho afgano, hoy

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Recurrir a estadísticas, mos-trar realidades que están enla calle suele ser una estrate-

gia para legitimar cualquier obje-tivo que se pretenda. ¿Lo normaldefine lo bueno?

Matar a alguien, abortar, está mal,y no porque todo el mundo lo hicierapodría estar bien. Es un problema im-portante, porque muchas veces las ci-vilizaciones no se dan cuenta de supropia identidad. Cuesta mucho tra-bajo superar los prejuicios socialesque toda civilización tiene. Tiene quehaber alguien, que es el profeta, querompa con eso. Pero al profeta le vamal. Su propia civilización lo lapida.

Hoy, en los países desarrollados,con tasas de alfabetización de prác-ticamente el 100%, ¿seguimos ca-yendo en esos viejos errores?

Las tasas de alfabetización no secorresponden con las tasas de culturi-zación. Hoy todo el mundo en la UniónEuropea tiene el equivalente a la en-señanza primaria cursada, y, sin em-bargo, la capacidad crítica, de juzgaren libertad los acontecimientos, es tanescasa como cuando había gran nú-mero de analfabetos. Quiere esto de-cir, probablemente, que se trata de unproblema intrínseco a la cultura esta-blecida, porque es una cultura al ser-vicio de los intereses del propio siste-ma dominante, el dinero, el capitalis-mo, y eso que llaman el individualis-mo. En la Universidad, la mayor partede los alumnos son analfabetos fun-cionales. Cuanto más universitarioshay, resulta que menos aportación crí-tica se genera. Por otra parte, así es co-mo está organizada la Universidad,quiero decir, quien quiera escribir unatesis doctoral de Filosofía está obliga-do a hacerlo con un determinado ca-tedrático, que es quien controla las be-cas de investigación, de los patrocina-dores. A ellos les interesa ese catedrá-tico, porque es el que nunca harápensamiento crítico, sino funcional oaséptico. Se establece una especie desimonía o venta de las becas. Se premialo que es inocuo contra el sistema. Porejemplo, ¿por qué se escriben ahoratantas tesis sobre Foucauld, Lacan, De-rrida, o tantos pensadores nihilistas?Porque afirman que no hay ningún va-lor, con lo que, en realidad, están le-gitimando valores que convienen alsistema.

¿Cómo puede entenderse que unbanco gane perdiendo dinero en un

medio de comunicación?El Imperio hoy ya no es ni espa-

ñol, ni francés ni alemán. Es dineromultinacional, globalizado, que no esproductivo, sino especulativo, y queallí donde esté impone su norma. Es-to genera, por ejemplo, que en cual-quier parte de Europa se traduzca alos mismos pensadores. Es lo que sedenomina el pensamiento globaliza-do o pensamiento único. Pero no setrata de pensamiento único, sino depoder único, que fuerza a la gente apensar las mismas cosas y pensar uni-formemente.

Suena a teoría de la conspira-ción...

Sí, suena paranoide, pero creo quela realidad de los hechos así lo mues-tra. Los medios de comunicación in-forman de las mismas noticias en to-dos los países, de los mismos temas ypersonajes, y se nos hace creer quevivimos en un mundo en el que so-lamente existen 4 ó 5 realidades, queson las que interesan al sistema. To-do quisque conoce la Coca-cola y a

los actores de Hollywood, pero¿cuántos refrescos y cuántos actoresy actrices conocemos de Bangladesho de Sierra Leona? ¿Qué conocemosde la mayor parte de los países delmundo, donde ocurren tantas cosascomo en los demás? Y los actos degenerosidad, de belleza, de creativi-dad, de bondad, que, por fortuna, sonmuy abundantes, ¿dónde están? Lomismo ocurre a nivel local: en Espa-ña, se ven las mismas noticias en elmismo momento en todas las cade-nas. Quizá hay alguna pequeña dife-rencia en el acento ideológico, perolos hechos están ahí. Con frecuenciahe observado que, cuando me llamaalgún medio, es porque quieren queyo tenga un enfoque diferente de lascosas. Por una razón bien sencilla:porque los periodistas, por lo gene-ral, no lo tienen, están adocenados.Son ciudadanos normales y van adon-de todos los demás van a buscar lanoticia: por pereza, por falta de for-mación, porque no están hechos deotra pasta... Y porque no quieren con-tradecir a su amo, a quien les da de

comer. Pero estoy seguro de que agra-decerían espacios nuevos, porquesienten, en el fondo, que están muy li-mitados.

¿Qué modelos de vida ofrece lacultura mediática?

Se tiende a que seamos cerdos delrebaño de Epicuro. En este momento,si se analizan los contenidos, te en-cuentras lo siguiente: tienes que dis-frutar como un animal. Y, por otro la-do, el nihilismo: todo vale; por tanto,nada vale. Una persona que se casacuatro veces o que se cambia los pe-chos de silicona tres veces en su vida:todo da igual. En el fondo es nihilis-mo, relativismo; lo llaman tolerancia,pero, en realidad, se trata de indife-rencia: ¡que se queme la casa de mivecino! No es mi problema. Pero cuan-do se trata de mi dinero, entonces síme vuelvo intolerante. De modo queese intolerantismo a ultranza, con apa-riencia de comprensividad, no es sinouna forma de refinado odio, que, al fi-nal, es lo que potencia el consumo.

¿Y la crítica? Maurice Joli ponía en boca de Maquiavelo una di-visión de los periódicos en favorablesy los aparentemente desfavorables, losque prestarían el mayor servicio, por-que criticarían al gobernante, perojamás cuestionarían lo esencial. ¿Al-go así estamos viviendo?

Así es. La hipocresía es lo que de-fine a la mal denominada izquierdadivina, aquellas corrientes que pare-cen sumamente críticas, pero quesiempre están con el sistema y cobrangrandes sumas de dinero. Se desen-mascaran simplemente por la formade vivir que llevan.

¿No hay crítica?Hoy, por ejemplo, hay una auténti-

ca campaña en contra de la vida, encontra de los que van a nacer, en con-tra de los débiles, de los pobres... Ytodos estos crímenes cuentan con lacomplicidad de los medios de comu-nicación. Esto debe ser denunciado.Pero cuando alguien lo denuncia, rá-pidamente le agreden, intentan que cai-ga sobre él descrédito. Y se paga te-rriblemente esa factura: deja de existirpara los medios, su trabajo se silencia,tiene problemas en el trabajo. En laUniversidad, por ejemplo, se le niegaun sexenio de investigación, mientrasque los dóciles encuentran todas laspuertas abiertas. Los humildes, la gen-te que saca día a día adelante a sus fa-milias, que es buena..., ahí es dondehay que trabajar. Eso es, por lo menos,lo que muchos como yo pensamos.

R. B.

En portada Alfa y Omega 25-X-2001 7

Cuando indiferenciase confunde con tolerancia...

Carlos Díaz es un filósofo escritor; tiene más de cien títulos de pensamiento publicados. Esprofesor de Filosofía en la Universidad Complutense y en la Pontificia de Méjico, así como fundadordel Instituto Emmanuel Mounier. Entrevistado por Alfa y Omega, éstas han sido sus respuestas:

El filósofo y escritor Carlos Díaz

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Los personajes cambian, pero los hechos, las realidades huma-nas, las guerras, más o menos, se repiten a lo largo de la Historia,porque la condición humana es la que es. A nuestros colegas de LeNouvel Observateur les ha resultado fácil sustituir en la famosa fo-to de Yalta, tras la segunda guerra mundial, las cabezas de los je-rifaltes de entonces por las de los de ahora, y convertir a Churchillen Tony Blair, a Roosevelt en Bush, y a Stalin en Putin... etc., ba-

jo el título El mundo que nos espera; Yalta 2001. Lo dicho: cambianlas caras, pero la peor historia humana sigue siendo, tristemente,más o menos, la misma. Luego, hay otra historia mejor

Así ha visto Quesada, en El Faro de Vigo, las elecciones gallegas, que don ManuelFraga Iribarne se ha llevado de calle. Ahí está la buena señora gallega, encarnaciónviva de la sensatez y del realismo, bajo las estrellas de la Comunidad Europea. Elbuen sentido común del gallego medio no quiere aventuras, ni se fía de palabras quese lleva el viento. Los hechos –y basta darse una vuelta por Galicia para compro-bar muchos hechos bajo el gobierno de Fraga– son muy tozudos, y traen comoconsecuencia una mayoría absoluta en el Parlamento, por cuarta vez consecutiva

La fotoAlfa y Omega8 25-X-2001

Siempre la misma historia

El buen sentido común

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Esta noche cenas solo en casa.¡Ahí te quedas! No pienso vol-ver; me voy con Emilia». Así

se llama la perra que sostiene en susbrazos la normal esposa que abando-na al marido y se va a vivir al aparta-mento que decorará la multinacionalde moda del mueble. Es éste uno delos recientes anuncios con que bom-bardea los hogares españoles la om-nipresente televisión, con la imagen,para vender mejor los muebles de mo-da, de personas la mar de normales:el jovencito gay enamorado de otrochico con el que se va a vivir a un pi-so; o la adolescente embarazada –¡me-nos mal que ésta dice que va a tenerel niño!– que se va de casa de sus pa-dres; o los padres, normales y son-rientes...

También estos días, en la prensainternacional, se anima a la ciudada-nía, desde Nueva York a Milán, comodesde Argentina a Thailandia, a vivirla normalidad, para combatir al te-rror. Así titula Beppe Severgnini sucolumna del Corriere della Sera, enla que recoge el testimonio de una ne-oyorkina que, frente al horror que haasolado su ciudad el pasado 11 de sep-tiembre, ha decidido «mantener susplanes para el fin de semana», con-vencida de que «la única respuesta se-ria es no dejarse aterrorizar». El co-lumnista termina animando a los lec-tores a ondear «con orgullo la norma-lidad de nuestra vida». En la portadade ese mismo diario italiano, Ferrucciode Bortoli alaba este comportamiento,y lo hace hasta el punto de calificar acuantos lo siguen de mártires de lanormalidad. Ésta parece que se aca-bó el 11 de septiembre: después de es-ta fecha –escribe–, «nuestras seguri-dades han sido barridas por una olea-da de nueva barbarie». Para concluirafirma: «En el dolor, la vida continúa,y el mejor modo de afrontarla estácontenido en nuestro personal senti-do del deber, en una especie de silen-ciosa resistencia cotidiana. La fuerzade la normalidad». Sin embargo, cabepreguntarse, ¿qué es la normalidad?,¿la que representan los personajes delos citados anuncios?

Ser normal, hoy en día, ¿refleja aca-so algún tipo de normalidad capaz devencer al terrorismo? En esta mismapágina, la semana pasada, ya recordá-bamos la única normalidad capaz desalvarnos, la de la fe en Jesucristo. To-do otro intento no es más que vacui-dad. Precisamente es éste el términousado por Ivan Rioufol para definir«nuestras precedentes preocupacio-nes», en un reciente artículo, publicadoen Le Figaro, sobre lo que ya ha cam-biado desde el atentado del 11 de sep-

tiembre, que «ha puesto un fin brutal–escribe– a la dulce indiferencia quemecía a un Occidente sin historia. Has-ta entonces, era de buen tono acomo-darse a todo y abstenerse de tener cer-tezas. La moral difícilmente encontra-ba allí su lugar. Ese tiempo ha conclui-do». A continuación, señala «entre lasprobables prioridades de estos próxi-mos años: proteger, educar, jerarqui-zar», y se fija, con una profundidadciertamente mayor que la de aquellospaladines de la normalidad, en loscomportamientos que «ilustran la so-lidaridad y la responsabilidad: valoresque corrigen los clichés de una sociedadindividualista y superficial». ¡Ojalá laconmoción de los atentados contra losEstados Unidos produzca estos frutos!

Los mismos buenos deseos mani-fiesta el ex-varias veces Jefe de Go-bierno y senador italiano Giulio An-dreotti, abogando por una solución jus-ta al conflicto israelí-palestino, evi-

dente cáncer que no es ajeno cierta-mente a las metástasis que agitan elmundo desde Nueva York a Kabul. Pe-ro el experimentado político no creeque vaya a cambiar esa triste normali-dad –como la de los anuncios televisi-vos– de los conflictos de intereses queno dejan de llenar el mundo de gue-rras y de hambre. Conviene recordarque sin árbol bueno no puede haberfrutos buenos. «Sin Dios –reconoceAndreotti–, la paz no puede existir».

Con toda claridad lo dice en su úl-timo editorial la revista mensual de ladiócesis de Córdoba Primer Día, apropósito del «estupor, la confusión, lainseguridad y la rabia» producidos araíz del 11 de septiembre, «en unasnaciones tan seguras de sí mismas»,mostrando cómo se ha puesto «en evi-dencia algo latente desde hace dece-nios en los pueblos que encarnan lamodernidad: la incapacidad para hacerfrente a una grave crisis de la Huma-nidad con un argumento que no sea elde la violencia»; el Papa ya alertabaen Kazajstán del peligro que suponela «servil homologación» de la cultu-ra occidental, cuyas connotacionescientíficas y técnicas parecen fasci-nantes, «pero revelan, por desgracia,cada vez con más evidencia un pro-gresivo empobrecimiento humanístico,espiritual y moral».

«Es ésta –continúa el citado edito-rial– la fragilidad que Occidente se re-siste a reconocer». La tiene desde ha-ce ya muchos años, desde que «seapropiara de los valores cristianos se-parándolos de su fuente, acosando ala Iglesia, rechazando a Cristo. Es sen-cillamente una fragilidad que nace dela dramática pretensión de querer re-alizar el bien del hombre prescin-diendo de Cristo. Es la raíz del pecadooriginal». Esta normalidad, que sóloes capaz de pensar en la guerra comorespuesta a las crisis del mundo, ¿quéseguridad puede aportar? La seguri-dad no puede ser fruto de prepotenciaalguna que trata de encubrir esa debi-lidad radical del origen. Es fruto de lavictoria sobre ella, que hace así posi-ble la auténtica normalidad de lo hu-mano. Su nombre es Misericordia.

Criterios Alfa y Omega 25-X-2001 9

Fuerzay justicia

Las limitaciones que la civiliza-ción impone a la justicia son

también de carácter procedimen-tal. Ya desde muy antiguo se haprohibido a los individuos la reali-zación personal de la justicia. Lasorganizaciones políticas, lo quehoy es el Estado, asumieron elmonopolio de la fuerza impres-cindible para ejercitar la justicia.Nadie puede tomarse la justiciapor su mano, sino que ha de plan-tear sus demandas ante los Tri-bunales. La solución primitiva deque cada individuo ejercite direc-tamente sus derechos y su justi-cia, no sólo llevaría a la violenciadescontrolada, sino también a laimposición de numerosísimas ar-bitrariedades, que cada individuocreería que son resultado de lajusticia, según sus subjetivas opi-niones e intereses. Se evita la leyde la selva, a la que conduciría eldar vía libre al fundamentalismode cada individuo imponiendo alos demás su concepto de la jus-ticia. De la misma manera que elvecino no puede pretender intro-ducirse en la casa de otro parareprimir sus actos irregulares,aunque le parezca evidente quetales ilicitudes existen a unos me-tros de su dormitorio, sino que hade conformarse con denunciarlo alos Tribunales, tampoco los po-deres de un país pueden exten-derse a enjuiciar y castigar he-chos ocurridos dentro de un Es-tado distinto, sino que hay querespetar la soberanía del otro Es-tado, para que sea el poder deese otro Estado quien juzgue yresuelva el litigio o el conflicto. Porquerer imponer la justicia mate-rial, según su punto de vista, estoes, practicando de buena fe elfundamentalismo, menoscabarálos derechos y puntos de vista deotro Estado, y se estableceránlas bases de lo que generan lasguerras. Es decir: la ley de la sel-va dentro de la comunidad inter-nacional.

Por ello la comunidad interna-cional sólo consiente el enjuicia-miento de sus violaciones, por elEstado nacional donde el delitose comete, o, subsidiariamente,por Tribunales con legítima juris-dicción internacional. (Convenio9.12.1948), promovido por la ONU(11.12.1946).

Jose Manuel Otero Novasde Fundamentalismos

enmascarados (Ed. Ariel)

ΑΩ No vence la guerra,sino la misericordia

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Acción de gracias

Padezco esta enfermedad; leo en el pe-riódico que ha habido unas jornadas

de participación para informar y prevenirsobre esta enfermedad.

Soy católica, y la Iglesia nos invita aser agradecidos; por eso quiero pública-mente dar las gracias. Primero, a mi ma-rido, hijos y nietos, y a todos los familia-res y amigos por su cariño, cuidado yoraciones. Quiero, de una manera es-pecial, dar las gracias a la Clínica Uni-versitaria de Navarra, centro donde mehan intervenido, y a todo el equipo qui-rúrgico, por su cariño, delicadeza y pro-fesionalidad; a la Capellanía por la ayu-da espiritual tan necesaria; y a todo elpersonal clínico lleno de eficacia, de des-velo y siempre acompañado de una son-risa; dejo para el final lo más importante:doy gracias a Dios por la fortaleza y ale-gría que me está dando, ya que, aun enmedio del sufrimiento, no me falta la pazy la esperanza. Antes, cuando miraba aun enfermo de cáncer con el deteriorofísico que conlleva la enfermedad, mi mi-rada era de miedo; ahora esta miradaha cambiado; es de esperanza.

Dolores Izquierdo NavarroMadrid

CartasAlfa y Omega10 25-X-2001

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

Fe de erratas

En el número anterior se indicó erró-neamente la fecha en que Guar-

dini escribió Sobre el espíritu de la li-turgia: no fue 1946, sino 1918.

Asimismo se dió equivocado el nú-mero de hebreos en la actualidad: noes 14.189, sino 15.300.000.

Embriones sobrantes

Aprincipios de los 90 asistí a un debate en la Facultad deMedicina de la Universidad Complutense de Madrid

sobre las entonces nuevas Técnicas de Reproducción Hu-mana Asistida. En la mesa, presidida por el doctor Leuje-ne, primer presidente de la Academia Pontificia para la Vi-da, intervenía, entre otros, el doctor Marcelo Palacios, po-nente de la Ley del año 1988 que regula estas técnicas. Elargumento del doctor Palacios, que defendía la utilizacióncon fines terapéuticos de los embriones excedentes, eramuy simple: «Al fin y al cabo, estos embriones son mori-turi». No se les negaba su condición humana, pero sí un findigno de ella. Realmente, morituri somos todos, incluido eldoctor Palacios.

Hoy resulta más grave escuchar las opiniones de mi-nistras, médicos y biólogos dedicados a la investigación,que han perdido la certeza de que en cada embrión hu-mano, congelado o no, existe un ser humano único, irre-petible e insustituible, y por tanto concluyen que no es unproblema ético utilizarlos.

La destrucción de embriones, de mórulas, cigotos, fetoso niños durante el período de gestación, o recién nacidos;la destrucción de adultos sanos o enfermos, es realmentela muerte violenta de seres humanos en distintas etapas de su vida. Matarlos voluntaria y cons-cientemente perjudica más a quien lo realiza que a quien lo padece. El respeto inviolable que me-rece cada ser humano en sus estadios de máxima indefensión, como son el inicio y el final de suproceso vital natural, se ha convertido en la piedra angular de la legitimidad democrática. No res-petar la vida de todos es la raíz más profunda de la violencia.

Actualmente también existen líneas de investigación para conseguir células madre totipo-tentes, partiendo de tejidos adultos y del cordón umbilical, que, respetando siempre la dignidaddel donante y del paciente, no producen ningún problema ético. El argumento para la utiliza-ción de embriones sobrantes, afirmando que no son seres humanos al no estar implantados enel útero materno, proviene de la aceptación por la OMS desde 1982 de que el principio de la ges-tación comienza en la implantación del óvulo fecundado en el útero materno. Que pregunten alas mujeres sometidas a estas técnicas de fecundación in vitro, que se sienten madres y vivenangustiadas sabiendo que tienen cuatro o cinco hijos congelados, esperando poder gestarlos has-ta llegar a conocerlos. La definición de la OMS sirve para tranquilizar conciencias interesadas,pero carece de rigor científico y cae dentro del campo de la ciencia-ficción, porque no se ajustaa la verdad biológica y ontológica del principio de nuestra realidad personal.

Margarita Fraga IribarnePresidenta Asociación Evangelium vitae.

Madrid

Un silencio significativo

Últimamente estamos viendo auténticos actos de humillación almás duro estilo anticlerical en España por parte de la izquierda

política. Acusan a la Iglesia católica de poseer dinero negro, cuandoesta institución está exenta de impuestos, como en toda Europa.Aprovechan la coyuntura para aguijonear malvadamente sobre elsupuesto papel de connivencia durante el Gobierno de Franco, perocallan las profanaciones, quema de iglesias y conventos, tortura y mi-les de asesinatos de religiosas, sacerdotes y de buenos católicosmilitantes por «antirrevolucionarios, anticomunistas o ser la religiónopio del pueblo». Esta barbarie asesina se cometió en España alproclamarse la República en1931, y llegó a unos límites vandálicosy satánicos durante la guerra civil de 1936. Recién liberada de las tro-

pas marxistas la ciudad de Toledo, monseñor Gomá clamaba: «Nues-tro perdón para nuestros perseguidores». Así la Iglesia, en España yen muchos países del mundo, perseguida y al tiempo perdonaba,puro Evangelio.

La intolerancia religiosa de la izquierda española es antológica, pe-ro se silencia, parece como si se censurara. Todo lo bueno que ha-ce la Iglesia, se silencia. Nadie habla de los miles de consagrados quese desviven llevando el Evangelio de Cristo, atendiendo hospitales,orfanatos, leproserías, colegios…; sólo se habla de lo malo, y eso noes lo peor, sino que se falsifica y adultera, para así poder atacar me-jor a la Iglesia, que es lo que cuenta, al parecer.

Como padre católico, tengo derecho a que mi hijo reciba clases deReligión católica, pues como cualquiera pago mis impuestos, ademásque me lo reconoce la Constitución. PSOE e Izquierda Unida insta-ron en el Congreso el 18 de septiembre para retirar la subvención quela Iglesia percibe. El Partido Popular, en un gesto que lo distingue, seniega a esta nueva prueba de intolerancia religiosa de socialistas ycomunistas. Esto es una democracia y todos somos iguales, así que,si quieren retirar subvenciones a la Iglesia, que también se retiren asindicatos, partidos políticos, ONGs, etc.

Juan Francisco Fernández AguilarMálaga

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Aquí y ahora Alfa y Omega 25-X-2001 11

y contarlooír...Ver

José Francisco [email protected]

El más clásico manual de redacción periodísti-ca que se estudia en España recoge, a las puer-tas del denominado estilo de solicitación de

opinión, el siguiente texto: «Graham Greene, queconoció desde dentro el oficio periodístico, pone enboca de uno de sus personajes –corresponsal de gue-rra en Indochina, todavía bajo los franceses– estaspalabras que resumen de modo gráfico y caricatu-resco la distancia psicológica entre dos modos derealizar periodismo: Quizá por eso los hombres in-ventaron a Dios: un ser capaz de comprender. Qui-zá, si quisiera ser comprendido o comprender, meatontaría hasta tener una religión. Pero soy un re-portero, y Dios sólo existe para los que escriben edi-toriales». Durante estos días se ha creado la nuevaciencia de la teodicea periodística. El nombre deDios aparece por activa y por pasiva en los titularesy en las columnas de opinión. La religión, Malrauxen el horizonte, ha sentado plaza en el temario pú-blico, con más pasión que razón.

En el diario La Vanguardia, el pasado día 21,Carlos Nadal escribía, en un artículo titulado Ladesconcertante nueva normalidad: «Y la verdad esque tanto la dimensión horrible del atentado como eldesarrollo del castigo militar van agotando la capa-cidad de los espacios informativos audiovisuales y dela prensa escrita, para intentar exponer la magnitudde lo que está ocurriendo, sus causas y efectos. Se hadicho todo y más sobre si es adecuado interpretar loocurrido desde su ángulo político estratégico, o co-mo un giro de 180 grados respecto a la cómoda cos-tumbre en que nos habían situado el fin de la guerrafría y el llamado mundo unipolar. El amplio arco deexplicaciones va desde el rastreo de motivos y culpashistóricos, hasta la aparición en el ciclo de la mo-dernidad de signos apocalípticos, comienzo o fin deera; más que un trastorno de grandes dimensiones, laalteración completa de los conceptos para medirloy hacer previsiones sobre sus consecuencias futu-ras».

También nos sirve este ejemplo del ya citado dia-rio catalán, publicado al día siguiente y firmado porLorenzo Gomis sobre las profecías de Huntington:«Por lo que hace a los laicistas, también se han pues-to a hablar de Dios. Propugnan una solución queconsideran sencilla: el anticlericalismo. Parecía unareceta del siglo XIX, cuando había clericalismo, esdecir, había mucho clero y se le veía influyente enasuntos políticos. El anticlericalismo del siglo XXIrefleja más bien la irritación porque se hable de Diosy se le invoque. Mientras que los creyentes vuelvena la imagen de Dios en sus fuentes: el defensor del po-bre y del oprimido, de los huérfanos y las viudas.Hoy, de las multitudes pobres y oprimidas. Dichopor Huntington: La renovación de la religión por to-do el mundo trasciende con mucho las actividades delos fundamentalistas radicales. ¿Será verdad?»

Éste es un tiempo esencial, en el que se buscanhombres esenciales. Los pesos pesados del pensa-

miento, al menos del pensamiento que se manifies-ta en los medios de comunicación. En el diario ElPaís, del pasado jueves, Ralf Dahrendorf y Ant-hony Giddens debatieron sobre las consecuencias dela guerra mundial contra el terrorismo. A la pregun-ta de Antonio Polito sobre si hay choque de civili-zaciones, contestaron los próceres de la sociologíacontemporánea: «Giddens: No. El conflicto en cur-so no lo es. Cuando Huntington utilizó este térmi-no, quizá no se dio cuenta de cuánto espacio dejabaa su disfrute cínico. Entre los así llamados valoresde Occidente debemos, antes que nada, introduciréste: vigilancia contra el riesgo de que la profecíade Huntington se realice. Para mí, el fundamentalis-mo no es sólo religioso. No es aquello en lo que cre-es, sino lo que piensas de los otros que no creen en lasmismas cosas. En cambio, los que estamos en la iz-quierda liberal combatimos por un mundo cosmo-polita, que no quiere decir multicultural, sino quereconoce estándares éticos universales y garantizala práctica democrática dentro de cualquier cultura ogrupo que pueda existir.

Dahrendorf: Estamos de acuerdo. Están en cues-tión credos o sistemas ideológicos que parecen atra-er en particular a los que se sienten en desventaja y

echan la culpa a otros de sudesesperación. Pero yo que-rría dar la vuelta a los térmi-nos. No es el Islam el que pro-duce el terrorismo, es la nece-sidad del terrorismo la que seacoge a ciertas versiones delIslam. La respuesta debe serese tipo de liberalismo secu-

lar y tolerante que ha descrito Giddens».José Antonio Marina, en el suplemento El Cul-

tural, del miércoles día 17, en un ensayo tituladoMar de fondo, señalaba: «Acabo de escribir un li-bro sobre Dios y las religiones. Los acontecimientosque comento han puesto sangrientamente de mani-fiesto la actualidad del tema. En Europa tenemos laidea de que la religión anda de capa caída, cuando locierto es que su importancia social crece en el mun-do. Peter Berger, un importante sociólogo america-no, afirma que el agnosticismo es un fenómeno ex-clusivamente europeo. Estados Unidos, en cambio,continúa siendo un país muy religioso. No me ex-traña que Harold Bloom, ya saben, el erudito autor deEl canon occidental, insista en la necesidad de es-cribir crítica religiosa, además de crítica artística.Lo ha intentado en un interesante libro titulado La re-ligión en Estados Unidos».

Santo Tomás de Aquino, fiel dilucidador de pen-samientos sobre Dios y sobre los hombres en la pro-pedéutica racional, ya nos advirtió: «Una vez cono-cida la existencia de algo, hay que averiguar cómo espara llegar a saber qué es. Pero como de Dios no po-demos saber lo que es, tampoco podemos tratar de có-mo es, sino más bien de cómo no es».

La religión... de moda

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El 31 de octubre de 1976 es con-sagrado obispo don AntonioMaría Rouco Varela, hoy car-

denal arzobispo de Madrid. Actúa deobispo consagrante el entonces arzo-bispo de Santiago de Compostela, donÁngel Suquía Goicoechea, del que esnombrado obispo auxiliar.

Cuando nos enteramos de su nom-bramiento, nos resultaba un nombrepoco conocido e inesperado, en rela-ción con algunos otros que se baraja-ban en los medios más cercanos a San-tiago. A pesar de ser natural de Vi-llalba, hermosa villa da Terra Cha enla provincia de Lugo, y ordenado sa-cerdote en Mondoñedo, al haber vivi-do la mayor parte de su vida de sacer-dote en Alemania y luego en Sala-manca, no era muy conocido por San-tiago. Con todo, muy prontoadvertimos que se trataba de aquel jo-ven canonista que había venido comoasesor a nuestro Concilio Gallego enlas sesiones del mes de junio de 1975,que trataban sobre El seglar en la Igle-sia y en la construcción cristiana delmundo, en donde había tenido un pa-pel muy brillante y clarificador. Se meocurre ahora..., ¿no surgiría de aquí lainiciativa de don Ángel Suquía (conla ayuda, claro, del Espíritu) de pro-ponerlo como obispo auxiliar, miran-do a las fases del Concilio todavía sinterminar…?

Sea lo que fuere, el Vicerrector dela Universidad Pontificia de Sala-manca, con toda su juventud sacerdo-tal y su rica experiencia de estudios yprofesor en Munich y en Salamanca,llega con su nombramiento episcopala Santiago de Compostela. Los turbu-lentos años de problemática estudian-til vividos, y podíamos decir torea-dos, con prudencia y elegancia en Sa-lamanca, van a ser luego para él degran ayuda en su futura misión en San-tiago.

Un hombre de ciencia, un afamadoprofesor, una vocación de estudio einvestigación va a dedicarse ahora auna misión pastoral muy distinta: vi-sita a las parroquias, cercanía y diá-logo con las personas, trabajos de unacuria arzobispal… ¿No significaríauna gran pérdida para la ciencia teo-lógica eclesial tan necesitada de men-tes ágiles y firmemente asentadas…?Otra vez el Espíritu. De todos modos,para él supuso un cambio notable quecondicionaba su manera de vida.

Viene a residir a nuestro SeminarioMayor y allí se le adaptan un poco lashumildes estancias (habitación y des-pacho) que había ocupado con granausteridad monseñor Cerviño, ante-rior obispo auxiliar y Rector del Se-minario, quien había sido nombrado

el año anterior obispo de Túy-Vigo.Así empieza su labor episcopal, en

familiar convivencia de casa y mesacon los Superiores del Seminario Ma-

yor. Su gran formación eclesial y sureconocida fama como canonista in-cluso en el extranjero, sobre todo enAlemania, junto con la experiencia dedirección en la Universidad Pontifi-cia de Salamanca, le dan una seguri-dad y confianza en sí mismo que, en-tiendo, siempre le ha caracterizado.

Al mismo tiempo, su personalidad,su claridad de ideas y su talante demoderación y de apertura al diálogohizo mucho bien en ese momento dela vida diocesana. Por lo que se refie-re al Seminario Mayor, en esos añosdifíciles de verdadera crisis en la dé-cada del 68 al 78, su llegada en el 76enmarca un antes y un después: uncamino lleno de experimentos, dudase interrogantes se va afirmando y cla-rificando. Don Antonio, siempreabierto, comprensivo y condescen-diente con las personas, fue muy firmey muy claro en sus ideas, en una lí-nea, entiendo, de total fidelidad a laIglesia.

Yo, que he convivido con él en esosprimeros años de su episcopado y lehe acompañado muy de cerca ya nom-brado arzobispo, desde mi cargo deRector del Seminario, puedo decir quehe visto siempre en él al pastor muyconsciente de su cargo y, al mismotiempo, al compañero humilde que sa-be convivir con los amigos y pasar connosotros, en medio de sus muchas ocu-paciones, algunos ratos de tertulia yesparcimiento, con alguna partida decartas o algún rato de tenis (bueno, al-go parecido al tenis cuyo nombre norecuerdo, con unas pelotas que vue-lan como mariposas, estilo alemán,que a mí me volvían loco y casi siem-pre perdía).

En todos estos años que hemos es-tado cerca, he notado en don Antoniouna marcada evolución: poco a poco elbrillante profesor y hombre de cien-cia, un tanto aislado en su mundo, seva transformando en el pastor cadavez más cercano de sus fieles, sobretodo de sus sacerdotes.

En sus veinticinco años de episco-pado, deseo a don Antonio muchosaños de prosperidad y acierto en su al-ta responsabilidad en la Iglesia.

José Esmorís CambónRector del Seminario Mayor

de Santiago en los años 1975-1991

Iglesia en MadridAlfa y Omega12 25-X-2001

Una vida de total fidelidad a la IglesiaA lo largo de estos últimos 25 años, muchas son las personas que han conocido y convivido condon Antonio María Rouco Varela. Ofrecemos a nuestros lectores los recuerdos de un viejo amigode nuestro cardenal arzobispo de Madrid

XXV Aniversario de la ordenación episcopal de don Antonio María Rouco Varela

Actividades conmemorativas

Varias son las actividades que la Iglesia en Ma-drid ha organizado para celebrar y agradecer

al Señor los 25 años de la ordenación episcopalde nuestro cardenal.

En primer lugar, don Antonio María Rouco Va-rela presidirá la Eucaristía de acción de gracias, elpróximo 31 de octubre, a las 19 h., en la catedral dela Almudena.

En segundo lugar, se ha organizado un ciclo deconferencias sobre el ministerio episcopal en la ca-tedral de la Almudena: el 5 de noviembre, monse-ñor Ricardo Blázquez Pérez, obispo de Bilbao, ha-

blará sobre El episcopado, servicio para los pres-bíteros; el 7 de noviembre, el padre abad del mo-nasterio benedictino de Montserrat, José María So-ler i Canals, sobre El episcopado, servicio para la vi-da consagrada; y, por último, el 14 de noviembre, elprofesor Olegario González de Cardedal disertarásobre El episcopado, servicio para los laicos. To-das las conferencias comenzarán a las 19 h., y seinvita también a los asistentes a participar, a las18:30 h., en la oración de Vísperas. Al finalizar laconferencia, se ofrecerá un breve concierto sacro.

El recién ordenado obispo auxiliar de Santiago de Compostela, monseñor Antonio María Rouco,es presentado por su arzobispo, monseñor Ángel Suquía, a Pablo VI, el Papa que lo nombró

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Dada la metodología particular delSínodo está claro que no es posiblereducir todo el debate a una sola

imagen identificadora de la figura y la obradel obispo. Sin embargo, me parece quesurge con fuerza una identidad concentra-da en torno a la espiritualidad apostólica ya la santidad de vida del obispo. El datooriginal de esta espiritualidad es precisa-mente la ordenación sacerdotal plena queél ha recibido, y que se convierte, por con-siguiente, en centro de gravedad perma-nente y unificador en la multiplicidad delas tareas de su jornada, toda dirigida alanuncio del Evangelio. El obispo es, so-bre todo, un anunciador del Evangelio.

¿Pero está espiritualidad no distrae alobispo de los problemas de la vida so-cial...?

Ciertamente no distrae al obispo de losproblemas de la vida social. Es más, po-demos decir que, aun siendo única la es-piritualidad, es decir, el signo distintivocomún de los obispos de todo el mundo,surgen además las atenciones particula-res, según las regiones en las que cada unode nosotros se encuentra ejercitando elpropio ministerio pastoral.

A mi parecer, esos problemas sí estánemergiendo también en las intervencionesde este Sínodo. Por ejemplo, los obispos deÁfrica han puesto en evidencia su granpreocupación por los enormes y dramáti-cos problemas políticos y sociales que seabaten sobre su continente, también a laluz de la globalización. Lo mismo se pue-de decir para los de Iberoamérica y Asia,que han denunciado también la cuestiónde las sectas. Mientras, los obispos delmundo occidental han hablado mayor-mente de los retos de la nueva evangeliza-ción, para responder a la crisis de fe en lospaíses de antigua cristianización.

Muchos padres sinodales han apun-tado el tema de la colegialidad pidien-do que se amplie para reequilibrar –asídicen– la importancia asumida por elPrimado de Pedro. ¿Cuál es su juicio alrespecto?

Respecto a las intervenciones que hanafrontado la colegialidad, creo que el mo-do correcto de plantear el problema no eshablar de reequilibrio, sino, más bien, ha-cer las cosas de manera que la sinodalidadsea entendida como un servicio al ejerciciodirecto del ministerio apostólico. No al re-vés. Si este tema ha surgido mayormente

en las intervenciones de los obispos delárea anglosajona, se debe a que Primado ycolegialidad son temas que tienen su im-portancia en el proceso ecuménico. Y, porlo tanto, donde los católicos viven en con-

tacto más directo con los fieles de otrasIglesias cristianas, la sensibilidad para lascuestiones ecuménicas es mayor. Pienso,además, que influyen también las diver-sas dinámicas sociales y sociológicas deaquellas naciones; aunque colegialidad ysinodalidad no son sinónimos de demo-cracia. La Iglesia se funda sobre su mis-terio, y no sobre lógicas que rigen las ins-tituciones sociales y políticas del mundolaico contemporáneo.

¿Cómo juzga la propuesta de hacerdel Sínodo un organismo decisorio, másque consultivo?

Es una cuestión un poco bizantina. ElSínodo, de hecho, es un organismo en elcual el criterio de representación del epis-copado es muy relativo, porque la misióny la responsabilidad pastoral de cada obis-po no es delegable en su esencia. En estesentido, por lo tanto, el organismo plenariode decisión es sólo el Concilio, que reúnea todos los obispos del mundo en torno alPapa. Ciertamente, en teoría, el Papa podríatambién decidir convertir el Sínodo en unórgano deliberativo; pero de por sí, 200obispos no son superiores a 4.000 obis-pos.

¿Existe el peligro de que estas cues-tiones distraigan del tema central delSínodo?

Creo que en nuestra vida cotidiana deobispos esas cuestiones son bastante se-cundarias. En el fondo podemos decir, entérminos sociológicos, que 240 obispos detodo el mundo son una buena muestra pa-ra probar los humores del episcopado en-tero. Y en base a las intervenciones, la ima-gen de obispo que sale de este Sínodo es lade un hombre de Dios proyectado sobretodo al anuncio del Evangelio.

En las intervenciones se ha tratadotambién la cuestión de las relaciones en-tre el obispo y sus sacerdotes. ¿Cuál essu parecer a este propósito?

Creo que el Concilio Vaticano II nosda todos los elementos necesarios para fun-dar una buena relación con nuestros sa-cerdotes, a la luz del común sacerdocio.Me gusta recordar una expresión que hasido usada por algunos hermanos: que elobispo debe ser para sus sacerdotes un ami-go, un hermano, un padre.

¿Y, con respecto a los laicos?Después del Concilio, los laicos han

entrado a título pleno en la vida interna dela Iglesia. Pero esto no debe hacer olvidarque su misión principal está en los diversosámbitos de la vida cotidiana: política, fa-milia, economía, trabajo. Nosotros, losobispos, si verdaderamente queremos sertestigos del Evangelio de Cristo para la es-peranza del mundo, no podemos dejar deestimular esta presencia de los laicos enel mundo. Y el Sínodo nos da precisamenteuna invitación a esto.

Respecto a la propuesta de algunosobispos de eliminar títulos como excelen-cia o eminencia para hacer que los obis-pos estén más cercanos a la gente, yo nocreo que es cuestión de títulos. Hoy car-denales y obispos están ya muy cercanos asus fieles. Personalmente, debo decir que,si me llaman don Antonio, o señor carde-nal o padre, para mí es lo mismo.

Iglesia en Madrid Alfa y Omega 25-X-2001 13

La voz del cardenal arzobispo

El obispo: un amigo,un hermano, un padre

Nosotros, los obispos, si verdaderamentequeremos ser testigos del Evangelio

de Cristo para la esperanza del mundo,no podemos dejar de estimular la

presencia de los laicos en el mundo

«¿Cual és la imagen del obispo que está emergiendo en el Sínodo?» En pleno meridianoel Sínodo de los Obispos, el pasado 16 de octubre, el diario católico italiano Avvenire publicabauna entrevista, de Mimmo Muolo, a nuestro cardenal arzobispo Antonio María Rouco Varela, que comenzaba con esta pregunta, y cuyas respuestas, ofrecemos, por su interés:

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Desde 1986, hasta su conversióna la Iglesia católica en 1999,Linda Poindexter fue sacer-

dotisa episcopaliana. Será una de lasprincipales conferenciantes en el Con-greso Camino a Roma. Su esposo, elcontraalmirante John Poindexter, ocu-pó el cargo de Consejero de Seguri-dad Nacional, durante la Presidenciade Ronald Reagan. Tienen cinco hi-jos, todos casados, y esperan su deci-motercer nieto. Dos semanas despuésde esta entrevista, el almirante Poin-dexter se hizo católico. Así respondióLinda:

Antes de ser católica, usted per-tenecía a la Iglesia de los Discípu-los de Cristo, y a los veinte años sehizo miembro de la Iglesia episco-paliana...

Mi marido John había recibido unaeducación metodista, y por ello, al ca-sarnos en 1958, tras examinar variasIglesias, nos decidimos muy prontopor la Iglesia episcopaliana, sobre to-do por la liturgia. Al casarnos, deci-dimos a qué iglesia asistir y nos gustóla liturgia. Y aunque en los Discípulosde Cristo, Iglesia muy protestante, lacomunión era sin duda alguna un actosimbólico y no un sacramento, a pesarde ello, cada celebración de los Dis-cípulos de Cristo tenía rasgos en co-mún con la Sagrada Comunión, y esofue moldeando mi formación e ideas.

La Divina Providencia la iba pre-parando...

Eso creo. De niña siempre penséque los católicos tenían las iglesiasmás hermosas del mundo. Asistir amisa con mis amigos católicos en losaños 40 y 50 era muy impresionante,muy conmovedor. Pensaba: «Los jó-venes católicos tienen obligacionespara con su Iglesia». Me parecía muybien que se les exigiera algo. En miresidencia universitaria teníamos a loscatólicos como el ejemplo a seguir. Sienumeramos algunas de las cosas quela Providencia pone en tu camino pa-ra prepararte para el futuro, una eraque en esta iglesia la comunión erafrecuente, lo cual te prepara para laEucaristía desde una temprana edad.La otra era que, en esa misma iglesia,por otra parte tan protestante, habíauna pequeña capilla llamada la capillade la Señora, y recuerdo que había de-lante de ella un retrato de la VirgenMaría. Alguien la había donado y co-locado allí, pero a mí me llamaba la

atención. Es una creencia muy exten-dida entre los protestantes el pensarque los católicos adoran a María, locual no es cierto. El hecho de fre-cuentar una iglesia protestante con unacapilla dedicada a la Virgen, me hacepensar en cuántos dones he recibidoa lo largo del camino. Es increíble loque tarda uno en darse cuenta. Me dapena que algunas conversiones su-pongan un período de problemas parala familia.

¿Qué fue lo que hizo que ustedse fijara en la Iglesia católica y lle-gara a la conclusión de que es el lu-gar en el que Dios quiere que esté?

Existe la tendencia entre los pro-testantes a tener sus propias ideas, yeso es lo que ha motivado la existenciade tantas confesiones distintas. Noexiste una idea clara de autoridad. Amí no me costó ningún trabajo aceptar

las estructuras de autoridad. Me pro-duce mucha paz el hecho de que, por-que creo, no necesito discutir con na-die sobre el tema. Comprendo perfec-tamente que Dios dotara a la Iglesiade una jerarquía para que la gente pu-diera conocerlo y saber lo que tieneque hacer. Por supuesto, Newman loexplica mucho mejor que yo. Cuandocomencé a interesarme por la Iglesiacatólica, lo primero que hice fue com-prar el libro Apología del cardenalJohn Henry Newman. Yo diría queleerlo es parte casi obligada del pro-ceso de conversión de los anglicanosque se hacen católicos. Subrayaría lasfrases que hablan de la autoridad. Mástarde, estando destinada en una pa-rroquia, me resultaba difícil orar en elmismo lugar en el que trabajaba. Ha-bía una iglesia católica a pocos minu-tos de distancia que solía visitar pararecogerme y orar. Me ponía una bu-

fanda para tapar mi alzacuello. Re-cuerdo sentir un vago deseo, casi unanhelo: «¡Ojalá un día yo pueda sercatólica!»

Siempre sentí una gran inclinaciónhacia María. Lo que hice entonces fueadquirir muchos libros, aunque no dis-ponía de mucho tiempo para leerlos,con la intención de organizar un cursosobre la visión episcopaliana de María.Muchos episcopalianos miran con mu-cho desdén el respeto y la devociónhacia María. Son muchos los que aho-ra piensan que es lo mismo que tirar elbebé para vaciar la bañera; son elloslos que más han salido perdiendo porno entender y venerar a la madre deDios.

¿Sería acertado afirmar que a lasliturgias protestantes les falta el sen-tido de misterio que se experimen-ta en la misa?

Creo que, por regla general, es ver-dad. Pero también la buena liturgiaepiscopaliana participa en algún gradode dicho sentido del misterio. Por elcontrario, algunas liturgias católicasse han hecho un tanto ramplonas. Pa-rece ahora haber una tendencia en la li-turgia católica a tratar de recuperar elmisterio. Pero aunque carezca de ella,incluso con la liturgia más pedestre,sigue siendo una misa. ¡Estoy con-vencida que la presencia real de Cris-to es tan evidente! Pero no todo elmundo la entiende. Me entristece laindiferencia que hay hacia la presenciareal. Si alguien te da un regalo de mu-cho valor, no lo tiras.

Por último, quisiera decir tambiénque no es fácil mantener una esposay familia y cambiar de estilo de vida.Creo que lo mejor es el celibato sa-cerdotal. El hecho de haber participa-do muy activamente en una parroquiahizo que yo comprendiera que es undon. Es muy difícil entregarte en cuer-po y alma a una parroquia y entregar-te en cuerpo y alma a tu esposa y a tufamilia. Una vez que se contraen losvotos matrimoniales se contraen mu-chas obligaciones. En la Iglesia epis-copaliana la gente está demasiadopreocupada con los contratos, los be-neficios, su tiempo libre y todo lo de-más, porque es necesario si se tieneuna familia. Al final, tendríamos otravisión de lo que es el Orden sacerdo-tal. El que alguien tenga el don del ce-libato y que se distinga de los demáspor esa razón le dota de un carácterespecial. Volvemos al estupor y al mis-terio que considero que son parte in-tegrante del mismo.

Aquí y ahoraAlfa y Omega12 25-X-2001

Doña Linda Poindexter, ex-sacerdotisa episcopaliana, en el Congreso Camino a Roma

Me entristece la indiferenciahacia la Eucaristía

Linda Poindexter ha sido entrevistada para Alfa y Omega por Stephen Ryan, miembro seglar delInstituto Miles Iesu y corresponsal del periódico católico National Catholic Register de Inglaterra

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Aquí y ahora Alfa y Omega 25-X-2001 13

El 31 de octubre de 1976 es con-sagrado obispo don AntonioMaría Rouco Varela, hoy car-

denal arzobispo de Madrid. Actúa deobispo consagrante el entonces arzo-bispo de Santiago de Compostela, donÁngel Suquía Goicoechea, del que esnombrado obispo auxiliar.

Cuando nos enteramos de su nom-bramiento, nos resultaba un nombrepoco conocido e inesperado, en rela-ción con algunos otros que se baraja-ban en los medios más cercanos a San-tiago. A pesar de ser natural de Vi-llalba, hermosa villa da Terra Cha enla provincia de Lugo, y ordenado sa-cerdote en Mondoñedo, al haber vivi-do la mayor parte de su vida de sacer-dote en Alemania y luego en Sala-manca, no era muy conocido por San-tiago. Con todo, muy prontoadvertimos que se trataba de aquel jo-ven canonista que había venido comoasesor a nuestro Concilio Gallego enlas sesiones del mes de junio de 1975,que trataban sobre El seglar en la Igle-sia y en la construcción cristiana delmundo, en donde había tenido un pa-pel muy brillante y clarificador. Se meocurre ahora..., ¿no surgiría de aquí lainiciativa de don Ángel Suquía (conla ayuda, claro, del Espíritu) de pro-ponerlo como obispo auxiliar, miran-do a las fases del Concilio todavía sinterminar…?

Sea lo que fuere, el Vicerrector dela Universidad Pontificia de Sala-manca, con toda su juventud sacerdo-tal y su rica experiencia de estudios yprofesor en Munich y en Salamanca,llega con su nombramiento episcopala Santiago de Compostela. Los turbu-lentos años de problemática estudian-til vividos, y podíamos decir torea-dos, con prudencia y elegancia en Sa-lamanca, van a ser luego para él degran ayuda en su futura misión en San-tiago.

Un hombre de ciencia, un afamadoprofesor, una vocación de estudio einvestigación va a dedicarse ahora auna misión pastoral muy distinta: vi-sita a las parroquias, cercanía y diá-logo con las personas, trabajos de unacuria arzobispal… ¿No significaríauna gran pérdida para la ciencia teo-lógica eclesial tan necesitada de men-tes ágiles y firmemente asentadas…?Otra vez el Espíritu. De todos modos,para él supuso un cambio notable quecondicionaba su manera de vida.

Viene a residir a nuestro SeminarioMayor y allí se le adaptan un poco lashumildes estancias (habitación y des-pacho) que había ocupado con granausteridad monseñor Cerviño, ante-rior obispo auxiliar y Rector del Se-minario, quien había sido nombrado

el año anterior obispo de Túy-Vigo.Así empieza su labor episcopal, en

familiar convivencia de casa y mesacon los Superiores del Seminario Ma-

yor. Su gran formación eclesial y sureconocida fama como canonista in-cluso en el extranjero, sobre todo enAlemania, junto con la experiencia dedirección en la Universidad Pontifi-cia de Salamanca, le dan una seguri-dad y confianza en sí mismo que, en-tiendo, siempre le ha caracterizado.

Al mismo tiempo, su personalidad,su claridad de ideas y su talante demoderación y de apertura al diálogohizo mucho bien en ese momento dela vida diocesana. Por lo que se refie-re al Seminario Mayor, en esos añosdifíciles de verdadera crisis en la dé-cada del 68 al 78, su llegada en el 76enmarca un antes y un después: uncamino lleno de experimentos, dudase interrogantes se va afirmando y cla-rificando. Don Antonio, siempreabierto, comprensivo y condescen-diente con las personas, fue muy firmey muy claro en sus ideas, en una lí-nea, entiendo, de total fidelidad a laIglesia.

Yo, que he convivido con él en esosprimeros años de su episcopado y lehe acompañado muy de cerca ya nom-brado arzobispo, desde mi cargo deRector del Seminario, puedo decir quehe visto siempre en él al pastor muyconsciente de su cargo y, al mismotiempo, al compañero humilde que sa-be convivir con los amigos y pasar connosotros, en medio de sus muchas ocu-paciones, algunos ratos de tertulia yesparcimiento, con alguna partida decartas o algún rato de tenis (bueno, al-go parecido al tenis cuyo nombre norecuerdo, con unas pelotas que vue-lan como mariposas, estilo alemán,que a mí me volvían loco y casi siem-pre perdía).

En todos estos años que hemos es-tado cerca, he notado en don Antoniouna marcada evolución: poco a poco elbrillante profesor y hombre de cien-cia, un tanto aislado en su mundo, seva transformando en el pastor cadavez más cercano de sus fieles, sobretodo de sus sacerdotes.

En sus veinticinco años de episco-pado, deseo a don Antonio muchosaños de prosperidad y acierto en su al-ta responsabilidad en la Iglesia.

José Esmorís CambónRector del Seminario Mayor

de Santiago en los años 1975-1991

Una vida de total fidelidad a la IglesiaA lo largo de estos últimos 25 años, muchas son las personas que han conocido y convivido condon Antonio María Rouco Varela. Ofrecemos a nuestros lectores los recuerdos de un viejo amigode nuestro cardenal arzobispo de Madrid

XXV Aniversario de la ordenación episcopal de don Antonio María Rouco Varela

Actividades conmemorativas

Varias son las actividades que la Iglesia en Ma-drid ha organizado para celebrar y agradecer

al Señor los 25 años de la ordenación episcopalde nuestro cardenal.

En primer lugar, don Antonio María Rouco Va-rela presidirá la Eucaristía de acción de gracias, elpróximo 31 de octubre, a las 19 h., en la catedral dela Almudena.

En segundo lugar, se ha organizado un ciclo deconferencias sobre el ministerio episcopal en la ca-tedral de la Almudena: el 5 de noviembre, monse-ñor Ricardo Blázquez Pérez, obispo de Bilbao, ha-

blará sobre El episcopado, servicio para los pres-bíteros; el 7 de noviembre, el padre abad del mo-nasterio benedictino de Montserrat, José María So-ler i Canals, sobre El episcopado, servicio para la vi-da consagrada; y, por último, el 14 de noviembre, elprofesor Olegario González de Cardedal disertarásobre El episcopado, servicio para los laicos. To-das las conferencias comenzarán a las 19 h., y seinvita también a los asistentes a participar, a las18:30 h., en la oración de Vísperas. Al finalizar laconferencia, se ofrecerá un breve concierto sacro.

El recién ordenado obispo auxiliar de Santiago de Compostela, monseñor Antonio María Rouco,es presentado por su arzobispo, monseñor Ángel Suquía, a Pablo VI, el Papa que lo nombró

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Vine a España en 1989 como becado de la Es-cuela Normal Superior y dos meses despuéstuve problemas y caí preso. A partir de ahí

me sumergí en un mundo totalmente desconocidoy diferente. Un mundo que rechazaba. Se cargó micorazón y mi ser de odio, venganza, rencor. Estuvemucho tiempo en prisión hasta que llegó un mo-mento en que tuve mi efusión particular del Espíri-tu. Jesús visitó mi celda a través de una monjita quedaba cursos bíblicos, en la cárcel de Soto del Real.Es Hermana de la Caridad, sigue trabajando en va-rios complejos penitenciarios, se llama María Luz,es una gran persona y mi madre espiritual. Este acon-tecimiento fue un punto de inflexión dentro de mi vi-da, y fue el inicio de un proceso de sanación que si-gue aún hoy y seguirá toda mi vida. Podría decirque me fue guiando el Espíritu Santo. En la prisióniba a misa, pero era un compromiso con los amigosvoluntarios. Pertenecía a una logia masónica, la Ro-

sacruz, y allí, entre otras cosas, lo que habían fo-mentado era el cultivo de mi ego y mi orgullo. Me de-cía: «¿Qué hago yo en la Iglesia católica si no mepueden enseñar nada?» En un momento de medita-ción dentro de la práctica de esta secta, se me ocurriópreguntar directamente a Cristo: «¿Tú quieres que yovaya al curso bíblico?» En ese momento se inundótoda mi celda de una luz brillante y entendí que eraun sí.

Unos veinte días antes de salir de prisión, me die-ron un permiso de tres jornadas completas, en lasque decidí hacer Ejercicios Espirituales. Eran losprimeros de mi vida. Me encontré allí con unas per-sonas encantadoras del grupo de la Renovación Ca-rismática Católica, que se llama Maranatá, y ahoraes donde hago mi crecimiento comunitario.

Hasta ese momento de salir de prisión el proble-ma era romper con ese mundo. Hice varios inten-tos. Levanté una empresa de formación de empre-

sarios en marketing e idiomas. Pero el director hacíacosas que iban en contra de la ley. Salí de allí y memarché con un amigo del que descubrí que tampocotenía las manos limpias. Se me ocurrió llamar a unamigo que conocí cuando estaba en la cárcel y quetrabajaba en Apromar. Le pedí que me acogieran enla asociación como uno más, como un acogido, ha-blé con la presidenta, doña Ángeles Pérez Guerrero,y así fue. Comencé los trabajos de formación, mepuse a trabajar en una carpintería para ocupar eltiempo. Después de un tiempo, uno de los pisos deApromar se tuvo que cerrar por falta de voluntariosque se ocupara de él. Ángeles necesitaba a alguien deconfianza y me llamó, se volvió a abrir el piso y,desde 1997, me incorporé como monitor. Ahora soyel responsable de la estructura comunitaria. Es uncaminar difícil. A veces estuve a punto de dejarlo, pe-ro el Señor me iba diciendo, con las pinceladas pe-dagógicas que las llamo yo, que era mi sitio. Supe-rar el rechazo hacia ese mundo sólo podía venir es-tando ahí.

Una sociedad con prejuicios

La sociedad tiene prejuicios sobre los presos ylos drogadictos que pueden ser entendibles, pero notodos están justificados. Desde que estoy aquí mehe dado cuenta de que, generalmente, la persona,cuando tiene lo esencial, está tranquila y no buscaproblemas. Al tener cubiertas las necesidades bási-cas de alojamiento y comida, existe un colchón de se-guridad para empezar a trabajar con ellos. Les mos-tramos la confianza del que ayuda desde un plano deigualdad. No hago nada diferente a ellos, no prepa-ro garbanzos para ellos y caviar para mí. Tenemosuna autoridad que se reconoce y sabemos usar, perose hace desde la confianza a la persona que ha ex-perimentado una situación de reclusión.

Nuestro estilo educativo se basa en la coopera-ción, la pedagogía de la participación. Las decisio-nes las tomamos en común entre los responsablesy los residentes, en quienes vemos a hijos de Dios,sin quedarnos en la superficie de las conductas ais-ladas: si es drogadicto, sin techo, o marginado. In-tentamos que las personas acogidas puedan ser in-dependientes, y para eso les enseñamos todo lo quesignifique poder valerse por sí mismos, como puedeser arreglar su casa, aprender a cocinar, lavar, co-mer juntos, como en una familia, tener valores fa-miliares, valores de la misma sociedad, acoger esosvalores y normas y aceptarlas; sobre todo, disfrutarde los derechos que los asisten, porque muchos,cuando salen, no tienen carné de identidad aunqueson españoles, no están inscritos en la SeguridadSocial. Les ayudamos a conseguir los papeles lega-les, el subsidio de excarcelación y todos los recursossociales que poseen.

Apromar trabaja dentro de los equipos de Caritasy está reconocida como asociación de utilidad pú-blica. Además de los donativos que recibimos, nues-tra única financiación proviene de cuatro parroquiasmadrileñas. Muchos meses nuestra cuenta está a ce-ro y tenemos que hacer frente a los pagos y gastos dela compra, pero siempre el Señor manda un donati-vo que nos saca de apuros.

La labor que ejerzo es mi misión. Conociéndome,no me hubiera imaginado estar trabajando en un si-tio como éste, y prácticamente dejar mi formación.En momentos en que tengo motivos para preocu-parme, para hacer frente a la familia que tengo en Ca-merún, porque estoy trabajando y no gano nada al es-tar en régimen de voluntariado, en esos momentos dedificultad, en la oración siempre el Señor me da unarespuesta. Cuando hablo de ellos con el Señor, veoque antes de ser mi madre, mi hermana, mi sobrino,son hijos suyos y me tranquiliza. Y vamos saliendoadelante.

TestimonioAlfa y Omega14 25-X-2001

Simón Nong es voluntario de Apromar, asociación pro-recuperación de marginados.Convive las 24 horas con presos y ex-presos en un piso de Madrid; su intención es reinsertarlos, mediante una estructura comunitaria, en la sociedad. Nunca hubieraimaginado que la beca de Pedagogía que obtuvo en Camerún para venir a España,fuese el principio de la misión de su vida. Simón nació, en 1965, en una familia humildede Camerún. El único medio de salir adelante eran los estudios. La trepidante carrera, pasando por encima de quien fuera, para llegar más alto, se detuvo en las puertas de la cárcel de Soto del Real, en Madrid

«Jesús visitó

mi celda»

«Jesús visitó

mi celda»

Simón Nong, el preso que encontró la libertad en la cárcel

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El Día del Señor Alfa y Omega 25-X-2001 15

Hoy la gente presume de sertransgresor, pecador. ¿No lo hancomprobado? No está bien vis-

to aparecer como cumplidor, virtuosoo cuidadoso con los mandamientos deDios o los postulados de la ética. Sepiensa que personas así son un poco hi-pócritas, pues hoy no se busca la virtudpor sí misma. Jesús también afirma en lafamosa parábola de hoy que el publi-cano/pecador bajó a casa justificado, yno el fariseo. Pero, ¿qué ha hecho mal elfariseo? ¿Qué ha hecho el publicano pa-ra reparar la culpa que confiesa en eltemplo?

¿Habrá querido decir Jesús que lavirtud y las buenas obras son inútiles?De ningún modo: eso sería un dispara-te. Lo que Jesús rechaza no es la virtuddel fariseo; rechaza otra cosa. Ya co-menta el evangelista que Jesús dijo laparábola «por algunos que, teniéndosepor justos, se sentían seguros de sí mis-mos y despreciaban a los demás». Locual indica que Él toma los rasgos dela parábola de la vida cotidiana de Pa-lestina. No tiene su origen, pues, en unamalquerencia de Cristo hacia los fari-seos.

Hay en la parábola un colorido pa-lestinense: los dos hombres suben altemplo, bajan a sus casas, expresionesambas que se explican perfectamenteen el marco de Jerusalén; el lugar deltemplo está en un alto, rodeado de vallespor tres de sus lados, y la ciudad todapuede decirse que está más baja con re-lación a él. Además, por los datos con-servados en fuentes judías como el Tal-mud, referidas a los fariseos, es claroque Jesús no ha caricaturizado la figura

del fariseo orante.En su necesaria relación con los fa-

riseos, Jesús había comprobado que, alanunciar el reino de Dios, muchos seescandalizaban, sobre todo, de la aten-ción que dedicaba a los pecadores. Sialguien merecía la venida del Reino quepredicaba Jesús, ¿no eran ellos, los queguardaban la Ley, «ayunan y pagan eldiezmo de cuanto poseen»? Y no lesconvencía la respuesta dada tantas vecespor Jesús –tampoco a nosotros–: «Noson los sanos quienes tienen necesidadde médico, sino los enfermos».

Repito: Jesús no rechaza la virtud del

fariseo; rechaza su suficiencia y su des-precio a los pecadores que le conviertena él –a su pesar– en un pecador más sutil,porque, creyendo conocer a Dios, estátan satisfecho de su virtud, que en el fon-do cree no necesitarle, y es impenitente.El pecador, en cambio, que se acerca aDios con el corazón destrozado –no cual-quier pecador–, está más cerca de la ver-dad y agrada más a Dios. «Por eso os di-go que éste bajó a su casa habiendo ha-llado gracia, y el otro no».

+ Braulio Rodríguez PlazaObispo de Salamanca

Evangelio

En aquel tiempo dijoJesús esta parábola

por algunos que, tenién-dose por justos, se sentíanseguros de sí mismos ydespreciaban a los demás:«Dos hombres subieronal templo a orar. Uno erafariseo; el otro, un publi-cano. El fariseo, erguido,oraba así en su interior:¡Oh Dios!, te doy gra-cias, porque no soy comolos demás: ladrones, in-justos, adúlteros; ni co-mo ese publicano. Ayunodos veces por semana ypago el diezmo de todo loque tengo.

El publicano, en cam-bio, se quedó atrás y nose atrevía ni a levantar losojos al cielo; sólo se gol-peaba el pecho, diciendo:¡Oh Dios!, ten compasiónde este pecador.

Os digo que éste bajóa su casa justificado yaquél no. Porque todo elque se enaltece será hu-millado, y el que se hu-milla será enaltecido».

Lucas 18, 9-14

Jesús se dirige a un fariseo. Detalle de La moneda del tributo, de Tiziano. Pinacoteca de Dresde

Los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamentalque hunde sus raíces en el corazón humano. Son muchos los elementos que se combaten en el pro-

pio interior del hombre. A fuer de criatura, el hombre experimenta múltiples limitaciones; se siente, sin em-bargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atraído por muchas solicitaciones, tiene queelegir y que renunciar. Más aún, como enfermo y pecador, no raramente hace lo que no quiere y deja dehacer lo que querría llevar a cabo. Por ello siente en sí mismo la división, que tantas y tan graves discor-dias provoca en la sociedad. Son muchísimos los que, tarados en su vida por el materialismo práctico, noquieren saber nada de la clara percepción de este dramático estado, o bien, oprimidos por la miseria,no tienen tiempo para ponerse a considerarlo. Muchos piensan hallar su descanso en una interpretaciónde la realidad propuesta de múltiples maneras. Otros esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y ple-na liberación de la Humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro reino del hombre sobre la tie-rra saciará plenamente todos sus deseos. Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dara la vida un sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece de todasignificación propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo. Sin embargo, ante la actualevolución del mundo, son cada día más numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva pe-netración las cuestiones más fundamentales: ¿qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal,de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victoriaslogradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella?¿Qué hay después de esta vida temporal? Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da alhombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y queno ha sido dado bajo el cielo a la Humanidad otro nombre en el que pueda salvarse.

Constitución Gaudium et spes, 10

Esto ha dicho el ConcilioEsto ha dicho el Concilio

XXX Domingo del tiempo ordinario

Los que se tienen por justos

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A. Llamas Palacios

La luz de las imágenes es el tí-tulo de una exposición de artesacro que estos días puede vi-

sitarse en la localidad castellonensede Segorbe, hasta el mes de marzo de2002. Y su título es bastante acertadosi se tiene en cuenta la magnitud de laexposición, y la importancia y bellezade las obras que en ella pueden verse.

La exposición arroja luz sobre lahistoria y vida de esta diócesis, unade las más antiguas de España, y sobresus habitantes. Luz sobre más de 600obras de arte histórico que puedencontemplarse, organizadas y separa-das según estilos y épocas. Luz parasus visitantes, porque verdaderamen-te La luz de las imágenes es todo unpaseo por la historia del arte.

Segorbe y sus pequeños puebloscircundantes siempre estuvieron vin-culados a Valencia, y por ello podíanrecoger todas las manifestaciones ar-tísticas que tenían lugar a lo largo delos siglos. Nos encontramos ante unaexposición que recoge obras creadasdesde el siglo XIV hasta el XX, ba-sándose en un hilo conductor históri-co. Por eso el visitante podrá com-prender no sólo la evolución del arte,sino también de la sociedad, y la re-lación entre esta última y la Iglesia.Este hilo histórico que va conducien-do al visitante a través de la exposi-ción consiste en la división de la mues-tra en cuatro etapas bien definidas, que

RaícesAlfa y Omega16 25-X-2001

Segorbe, una de las diócesis más antiguas de España, muestra todo su arte

Luz sobre la historiadel arte

Segorbe, una de las diócesis más antiguas de España, muestra todo su arte

Luz sobre la historiadel arte

Luz sobre las imágenes, sobre bordados antiquísimos,

documentos y música. Luz sobre esculturas, tallas, cruces,

relicarios…; ochocientos años de vida de una diócesis.

Segorbe, en Castellón, es protagonista de una merecida

exposición que, desde el pasado mes de septiembre hasta el

mes de marzo de 2002, pretende mostrar al visitante todo el

arte sacro que la diócesis ha ido almacenando, más de 600

obras, en total. Cada obra habla de siglos de historia, y refleja

la devoción y el vivir de las gentes que nacieron y crecieron

en Segorbe y en los pueblos de los alrededores

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Raíces Alfa y Omega 25-X-2001 17

ayudarán al espectador a situarse res-pecto a las manifestaciones artísticasque se exponen: finales del siglo XIVy XV; el siglo XVI; siglo XVII; y fi-nalmente siglos XVIII y XIX.

Dentro de estas etapas se desarrollala exposición, incluyéndose en ellaobras conservadas directamente en lacatedral de Segorbe; obras proceden-tes de poblaciones pertenecientes a ladiócesis de Segorbe; arte ubicado enotras diócesis que tienen algún tipo derelación con Segorbe; y obras proce-dentes de zonas más lejanas, pero queayudan a explicar aquel arte segobri-gense que hoy ha desaparecido.

¿Qué ofrece La luz de las imá-genes al visitante?

La cantidad de obras expuestas noestá reñida con el interés y la bellezade las mismas. La diócesis de Segorbetiene unas características históricasmuy especiales, lo que la hacen muyatractiva y rica. Los bordados, por

ejemplo, que se exhiben en La luz delas imágenes son un tesoro por su ori-ginalidad y valor. El más antiguo delos que se muestran es el bordado deAndilla, de la primera mitad del sigloXIV, que deja ver una conexión conla cultura artística francesa del mo-mento. El de Bronchales, en Teruel, olos de Jérica, Chelva y Cabanes sonmuestras que no pueden dejar de nom-brarse, pues permiten tener una visiónde conjunto de lo que fueron los ta-lleres valencianos de bordado, sobretodo durante el siglo XVI.

La pintura de Segorbe reúne a losmejores pintores valencianos, desdefinales de los siglos XIV hasta el XIX,como muestra el fragmento del pri-mitivo retablo de la catedral, que per-tenece a uno de los obradores más se-lectos de Valencia. Una de las joyasde la pintura valenciana del siglo XVIse encuentra en esta exposición, y es elgran retablo mayor de la catedral, obradel artista Vicente Macip, entre otrasmuchas pinturas espléndidas.

A pesar de la penuria en que mu-chas veces se encontraban los habi-tantes de la diócesis, los objetos litúr-gicos de muchos pueblos de Segorbeson espectacularmente ricos, aunquemuchos no se conservan y sólo se sa-be de ellos por la documentación queha llegado hasta nuestros días. Crucesprocesionales y de altar, custodias, re-licarios...

Un gran protagonista de La luz delas imágenes es la música. La cate-dral de Segorbe ha tenido la inmen-sa suerte, durante muchos años, decontar con maestros de música y decapilla propios, lo que propició la cre-ación de múltiples composiciones. Lariqueza musical de esta diócesis sim-plemente la ponen de relieve la canti-dad de partituras que hoy se conser-van, que son más de 1.650. La músi-ca, repartida en sus correspondientesetapas, suena en la exposición en unintento de conjugar los espacios, lasimágenes y todas las manifestacionesartísticas.

La escultura no debe olvidarse enesta exposición, en la que se mues-tran obras excepcionales, como la Vir-gen de la Consolación, de Corcolilla,una joya de la imaginería del sigloXIV avanzado, que luce su policro-mía original. Figuras en relieve de re-tablos, o sepulcros tallados, como elde alabastro policromado de la fami-lia Vallterra, conservado en la capilladel Salvador.

La antigüedad y la historia de ladiócesis de Segorbe sería casi unmisterio, a no ser por la conserva-ción del importante archivo de do-cumentos de la diócesis. Desde quela histórica ciudad de Segorbe fueerigida sede episcopal, el Archivocapitular de la catedral se vió enri-quecido con fondos documentalesvariados y valiosísimos. De todo ellodestaca el Códice de las Constitu-ciones Sinodales, del siglo XIV, o elde las Constituciones Capitulares,que muestran el inicio del esplendorde la diócesis.

En la página anterior, arriba: claustro de la catedral de Segorbe; a su derecha: Cartulario de Vall de Christ (siglo XIV); debajo: vista general

de la villa de Segorbe. En esta página, arriba a la izquierda: Virgen de la leche (siglo XV); debajo: retablo de los Santos Diáconos Lorenzo

y Esteban, del pueblo castellonense de Villahermosa del Río; sobre estas líneas: interior de la catedral de Segorbe

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Origen de los Fondos. Año 2000

EspañaAlfa y Omega18 25-X-2001

El pasado 17 de octubre, fuepresentada en Madrid la Me-moria de actividades de Cá-ritas Española correspon-diente al año 2000. En ellase describe de forma claray minuciosa la organización,

los programas de ayuda, los recursos de los que dispone y las fuentes definanciación de las que se nutren tanto los Servicios Generales de la Con-federación como cada una de las Cáritas diocesanas y regionales

Públicos Privados

Memoria 2000, de Cáritas Española

La caridad española:personas y cifras

FUENTE: CARITAS ESPAÑOLA

Carmen María Imbert

Venimos de una herencia limosnera, de cari-dades, de campañas de emergencia, de ayu-das concretas que seguirán siendo necesa-

rias, porque pobres y desgracias siempre los habrá,pero que no justifican que la solidaridad se quedeahí, puntual, coyuntural. Siempre hay que incidiren la estructura. Y me parece que, en esa perspecti-va, deberíamos insistir, cada vez más, en la igual-dad como objetivo de la solidaridad. Hay una desi-gualdad que es sinónimo de injusticia». Así descri-be el obispo de San Félix de Araguaia, en Brasil, lasituación de precariedad en la que vive su gente.Brasil es uno de los 72 Estados con los que colabo-ra Cáritas España. A ellos se suman tres comunida-des sin Estado (palestinos, kurdos y saharauies).

La cooperación internacional de Cáritas parte di-rectamente de las distintas diócesis españolas a ca-da una de las regiones más necesitadas. ¿Quién seacuerda de George y Mitch, los huracanes que aso-laron a finales de 1999 las zonas de Centroaméricay Caribe? ¿Quién, de los miles de personas refugia-das, desde hace una década, por los conflictos enlos Grandes Lagos, o de las inundaciones que gol-pearon el sur de Mozambique a principios de esteaño? Precisamente en el informe de Cáritas se reflejala constancia española en las ayudas, en principio,puntuales. El total invertido en los proyectos de de-sarrollo correspondientes a los Grandes Lagos seeleva a 943.152.576 pesetas, y para América Centraly Caribe a 1.340.643.117 pesetas. Si las personasque necesitan la ayuda permanecen allí, aunque ha-ya pasado hace tiempo el telediario que las dio a co-nocer, las que cubren su necesidad también perma-necen haciendo posible su lenta recuperación.

En general, la actuación internacional de la or-ganización ha crecido respecto al año anterior. En1999 los recursos invertidos en este campo eran de5.038.507.107 pesetas, frente a 6.462.399.127 pe-setas en el 2000, lo que supone un incremento del28,10 % en un solo año. En la presentación de laMemoria, José Sanchez Faba, Presidente de Cári-tas Española, destacó que la riqueza de la organiza-ción está en los recursos humanos de los que se sir-ve, 4.000 profesionales contratados y 70.000 vo-luntarios, cifra que se ha duplicado en los dos últimosaños, lo que rompe con la idea de que el español essolidario puntual y de bolsillo. El perfil del personalde Cáritas es de una persona laica (el porcentaje enel 2000 es del 74,73), mujer y con una edad com-prendida entre los 31 y 50 años. Además, se subra-yó la labor que, desde siglos, cubren los misione-ros en cada uno de los países donde se recibe la ayu-da: «Agradecemos de una forma especial a los mi-sioneros y misioneras, que son los ojos y las manosde Cáritas», manifestó José Sánchez Faba .

La Memoria recoge también la actividad de lasCáritas diocesanas y parroquiales, sus programas ylos recursos de los que disponen, de lo que se destacael cambio cualitativo, en la manera de hacer de laInstitución, respondiendo a los cambios de la so-ciedad. En el origen de Cáritas, la actividad se cen-traba en la asistencia individual; ahora los proyec-tos de carácter estructural tienen mayor atenciónque los asistenciales. Las nuevas formas de inter-vención hacen posible una mejora en programas co-mo los destinados a la inmigración, que se atiendenindirectamente mediante los programas de alber-gues, los destinados a la mujer, acogida y otros.

En los programas para dentro de nuestras fron-teras, destaca el trabajo de Cáritas Española con las

personas que padecen exclusión laboral. En estesentido, la Organización sigue insistiendo ante lospoderes públicos por la necesidad de una ley de Em-presas de Inserción que facilite, a los parados de ba-ja o nula empleabilidad, adquirir los conocimientosindispensables para conseguir empleo mediante eltrabajo en empresas especiales. Estas empresas, pa-ra poder mantener un mínimo nivel de competen-cia en el mercado, deberían estar apoyadas desde elEstado con tratamientos fiscales y de Seguridad So-cial especiales. De momento, el Gobierno ha incor-porado la previsión de este tipo de empresas en suPlan de Inclusión.

La Memoria es muy explícita a la hora de mostrarlas fuentes de financiación. Con un conjunto de grá-ficos, de los que destacamos los dos que ilustran es-ta página, describe de dónde perciben las ayudaseconómicas. En la presentación, Silverio Agea, Se-cretario General de Cáritas Española, aclaró la trans-parencia y responsabilidad en las gestiones econó-micas. En los gráficos se observa que los fondos pri-vados (72,2 %) superan en mucho a las subvencio-nes y ayudas que provienen del arca pública (27,8%). Dentro de los fondos privados son los donati-vos particulares los que, junto con las campañas es-pecíficas, suman algo más del 50 % de las aporta-ciones a Cáritas.

Cáritas España ha crecido en los últimos añosgracias al aumento de voluntarios y a la insistenciade los españoles para poner en funcionamiento nue-vos proyectos. Respecto al conflicto actual en Orien-te Próximo, Cáritas permanece en la frontera de Pa-kistán con Afganistán a la espera de poder actuardesde dentro del país en guerra, ya que Cáritas nopractica la ayuda humanitaria aérea que se está lle-vando a cabo.

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Mundo Alfa y Omega 25-X-2001 19

Qué ha sucedido en Kano?Las causas inmediatas son éstas:un grupo de fanáticos y extremis-

tas musulmanes se reunieron en Kano pa-ra manifestarse en favor de Ben Laden ycontra el ataque anglo-americano a Afga-nistán. El Gobierno nigeriano no favore-ce estas manifestaciones de extremistas,sobre todo en este clima internacional. Así,mientras los fundamentalistas islámicosse manifestaban, llevando fotos de BenLaden, la policía atacó a los manifestan-tes para dispersarlos. Comenzaron los en-frentamientos entre la policía y los mani-festantes, y éstos comenzaron a atacar alas tiendas, creando un caos general. Y,dado que, para los integristas, los cristianosestán asociados a Occidente y a los ame-ricanos, asaltaron también algunas igle-sias, así como algunas mezquitas.

Pero, ¿qué significa todo esto?Hay personas fanáticas, y este fanatis-

mo está creando una red internacional. Haygrupos en Nigeria que están en continuocontacto con esa red; llegan videos y audio-cassettes; programas de radio en árabe, re-petidos en la lengua local; predicaciones enmezquitas, no por los imanes locales, sinopor mullahs que han estudiado en Egipto,Libia, Pakistán e incluso en Afganistán,en escuelas donde se cultiva el fundamen-

talismo. Esta gente regresa a casa con elcorazón henchido de extremismo.

¿Podría esta red crear un enfrenta-miento entre civilizaciones, entre cris-tianismo e Islam?

Todo depende de la respuesta del lla-mado Occidente civilizado que controla elllamado mundo globalizado. Cuando Bushhabla del mundo civilizado, ¿de quién ha-bla? Habla de sí mismo, del señor Blair yde algún otro país occidental. Difunden lamentalidad de que la guerra es nuestra, esdecir, de todos; pero en realidad es sólo deellos. Parece que no comprenden que haymiles y miles de otros seres humanos, cu-

ya prioridad no es la guerra. Mientras Oc-cidente no reconozca esto, habrá continuosenfrentamientos y ataques terroristas, por-que siempre habrá factores de rabia, insa-tisfacción, opresión. Habrá siempre un ka-mikaze que dirá: «¡No tengo nada que per-der!»

¿Piensa que esta guerra incrementa-rá el enfrentamiento entre cristianos ymusulmanes en el mundo?

Los extremistas que hablan de cristia-nos y musulmanes no saben lo que dicen,o usan adrede la máscara religiosa paraagitar la situación. Sabemos muy bien queel rico Occidente no está animado por unespíritu cristiano. No es una cuestión decristianismo o Islam. Más aún, los cristia-nos deberían luchar contra este mundo oc-cidental, tan injusto. Lo ha dicho tambiénel Santo Padre: ¡la división entre ricos ypobres no es la voluntad de Dios! Ponga-mos un ejemplo: los misiles cuestan mi-llones de dólares y se lanzan al desierto.Con uno de ellos se podrían construir almenos 20 hospitales en Nigeria. ¿No esesto una locura? Preguntémonos: ¿qué ti-po de personas son las que toman estas de-cisiones? ¿No sería más eficaz cercar ycapturar a Ben Laden construyendo dece-nas de hospitales en Afganistán, en lugarde lanzar cientos de bombas?

Pido verdaderamente al señor Bush: aho-rre un día de bombardeos, y venga a cons-truir todos los hospitales de Nigeria. Pero es-to lo hemos pedido muchas veces y nuncanos han respondido. El dinero que se empleaen armamento es dinero perdido. Espere-mos que este momento sirva también parauna revisión de las conciencias y una mejory más equilibrada distribución de los re-cursos del mundo. Si continúa el desequili-brio, no habrá paz. Esta situación corre elriesgo de justificar el terrorismo y hacercreer que los kamikazes son héroes. Si nohacemos nada por la justicia en el mundo,no nos asombremos después de que los ni-ños lleven fotografías de Ben Laden.

Agencia Fides

Entrevista a monseñor John Onaiyekan, arzobispo de Abuja, Nigeria

«Si continúa el desequilibriopobres-ricos, no habrá paz»

Más de doscientos muertos y cientos de heridos ha sido el resultado de las recientesmanifestaciones extremistas a favor de Osama Ben Laden en la ciudad nigeriana de Kano.Desde el Sínodo de los Obispos en Roma, monseñor John Oniyekan, arzobispo de Abuja yPresidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, explica las causas de estas manifestaciones

El Papa condena los enfrentamientos en Nigeria

Juan Pablo II ha condenado recientemente, con durísimas palabras, los enfrentamientos en la ciu-dad nigeriana de Kano. «Otro episodio de cruel violencia se ha añadido a la trágica situación mundial de estos días: más

de doscientos muertos y centenares de heridos en Nigeria», dijo el Pontífice a los miles de pere-grinos que participaban en la tradicional audiencia general en la Plaza de San Pedro del Vaticano.«Quien ha ocasionado estos actos injustificables es su responsable ante Dios –afirmó el Papa–.Pido a Dios que ayude a todos a volver a encontrar el camino de la fraternidad. Sólo así será po-sible responder a las expectativas de Dios, que quiere hacer de la Humanidad una sola familia hu-mana».

En la imagen, tres nigerianospasan delante de uno

de los edificios destrozadosen Kano

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MundoAlfa y Omega20 25-X-2001

La idea de un Plan Marshall pa-ra Palestina es buena, para po-ner fin al conflicto entre israe-

líes y palestinos, pero no basta.

¿Cuál es la solución entonces?Hablemos claro. Éste no es un

conflicto local, porque el futuro delos israelíes preocupa a todo Occi-dente, y el de los palestinos a todo elIslam. Por tanto, es un conflicto queafecta a toda la comunidad interna-cional, y ésta debe tener el valor detomar la iniciativa en favor de una re-conciliación definitiva entre los dospueblos.

Pero hasta ahora todos los in-tentos han naufragado.

Y, sin embargo, la solución no estan difícil como se podría pensar. Enel fondo, lo que piden los palestinoses que sean reconocidos sus dere-chos, así como ellos han reconocidola existencia y el derecho del Esta-do de Israel sobre el 78% de la tierrapalestina. Ahora piden que sea reco-nocido su derecho sobre el restante22%. La paz es relativamente fácilsi se va en esta dirección. Todo elmundo árabe y musulmán empezarásu camino de amistad y paz con elpueblo israelí.

¿Piensa que esto podría inclusoresolver el problema del terroris-mo?

Pienso que, si se encuentra una so-lución justa al problema de los pales-tinos, todo el mundo árabe y musul-mán se tranquilizará; pero si continúala injusticia, aunque se hagan todaslas guerras que se quiera al terroris-mo, quedará siempre en la gente el re-sentimiento antioccidental. Y en el re-sentimiento encontrará terreno fértilquien disemina terror y muerte.

Sin embargo, algunos autoriza-dos observadores mantienen que nisiquiera la solución del problemapalestino detendrá a los diversosOsama Ben Laden.

Sí, quizá no eliminaría del todo elproblema y seguramente algunos locoscontinuarían; pero estoy seguro de queel terrorismo se reduciría en un 90%.Y todos aquellos que pretenden ex-plotar el resentimiento contra las opre-siones, verdaderas o presuntas, del Oc-cidente rico y potente se encontraríancon las armas desactivadas.

¿Cuánto influye, en su opinión,la componente religiosa en el fenó-meno terrorista?

Influye como instrumento, en elsentido de que se manipula la religiónpara fines exclusivamente políticos.

¿En Tierra Santa hay peligro pa-ra la comunidad católica?

Son los mismos peligros de todoslos otros hombres y mujeres que vi-ven en nuestra región. No estamos enpeligro en cuanto católicos, sino por-que sufrimos, como todos, por la fal-ta de paz; una situación que, entreotras cosas, ha bloqueado casicompletamente las peregrina-ciones.

¿En este sentido qué diría alos católicos de otros países?

Quien quiera venir, quevenga sin miedo. En tiemposdifíciles como éstos necesita-mos peregrinos con una vo-cación especial: la de quien,

renovando su fe,quiere ser testigo ymensajero de lapaz en una si-tuación de con-flicto.

Entrevista a monseñor Sabbah, Patriarca latino de Jerusalén

Es clave resolverel problema palestino

El Patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah,se encuentra en Roma en el Sínodode los Obispos. Ha hecho estas declaraciones al diario italiano Avvenire:

Cáritas se moviliza para que su ayuda llegue a Afganistán

El inminente invierno podría causar una hecatombe en la población

Estamos preocupados por el hecho de que lagente no logra comprender la magnitud de la

crisis que se abate sobre Afganistán. Es imposiblecomprender con precisión los números, pero mi-llones de personas corren serio peligro, y cientosde miles tienen que afrontar la amenaza de lamuerte por hambre». Éste es el grito que llegadesde Pakistán. Lo lanza Luc Picard, enviado deCáritas de Estados Unidos. «Nos encontramos re-almente ante una carrera contra el tiempo, parallegar antes de que la nieve los aísle durante me-ses».

La llegada del invierno afgano, la dificultad delterreno, la perspectiva de una guerra que podría serlarga, y la gran cantidad de mujeres y niños en con-diciones alucinantes, han provocado una moviliza-ción sin precedentes de Cáritas International, la Fe-deración, con sede en el Vaticano, que reúne a 154Cáritas nacionales, presente en 198 países de todoel mundo. Según sus fuentes, en Paquistán, apro-ximadamente dos millones de niños afganos sonrefugiados o desplazados, y en muchos casos sufrende mala alimentación.

Los datos más exactos sobre la situación huma-nitaria en Afganistán proceden del Alto Comisiona-do para los Refugiados de las Naciones Unidas (AC-NUR) y del Programa Mundial para la Alimentación(PAM). ACNUR, que coordina la respuesta huma-nitaria en Paquistán y Afganistán, calcula que en-tre 300 mil y 1,5 millones de personas podrían ne-cesitar asistencia de emergencia inmediata en Pa-quistán. En Afganistán, el PAM estima que cinco mi-llones de personas necesitan alimentación.

Cáritas asiste a las poblaciones afganas desdehace diez años. Actualmente, esta red internacio-nal de Cáritas ofrece asistencia humanitaria a laspoblaciones de refugiados afganos acogidos en te-rritorio paquistaní, en los campos de Shamshatoo(alrededor de 70.000 personas), Akora Khatak(25.000) y Jalozai (60.000). Además, Cáritas estácomprometida en la construcción de nuevos camposde acogida para los refugiados en la frontera de Pa-kistán. En particular se está ofreciendo material deprimera necesidad –mantas, sacos de dormir, ali-mentos no perecederos– para una población esti-mada de 55.000 familias (unas 330.000 personas).Asimismo, se han ofrecido unas 10.000 tiendas decampaña unifamiliares, además de asegurar las in-fraestructuras básicas de los asentamientos (cana-lizaciones de agua potable y letrinización) y de ponera punto programas de nutrición y de atención sani-taria.

En caso de que se siga impidiendo la entrada delos refugiados afganos en Pakistán, Cáritas tieneprevisto movilizar todo este material de socorro alinterior de Afganistán. De hecho, confía en poderactuar también en el interior de Afganistán a travésde las contrapartes locales (como la ONG afganaIbn Sina) con las que la organización viene colabo-rando desde hace varios años. Para ello, se estánpreviendo las medidas necesarias para ayudar alos desplazados internos dentro de Afganistán me-diante programas específicos de salud (medicinas yclínicas móviles), de alimentación y de suministrode agua potable, sobre todo entre las poblacionesque están retenidas en la frontera.

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Mundo Alfa y Omega 25-X-2001 21

J. C. Roma

La cúpula de Miguel Ángel de labasílica de San Pedro del Vati-cano se convirtió, el domingo

pasado, en testigo imponente de unacontecimiento sin precedentes en lahistoria de la Iglesia: Juan Pablo IIelevó conjuntamente a la gloria de losaltares a un matrimonio, Luigi Bel-trame Quattrocchi (1880-1951) y Ma-ría Corsini (1884-1965). Concelebra-ban la Eucaristía con el Pontífice dosde sus hijos, Filippo y Cesare. La hijamás pequeña, Enrichetta, se encon-traba entre los peregrinos que abarro-taban el templo más grande de la cris-tiandad.

El Santo Padre, durante la homi-lía, explicó el motivo principal que hallevado a la Iglesia a presentar esta pa-reja como modelo: vivieron «una vidaordinaria de manera extraordinaria».«Estos esposos vivieron a la luz delEvangelio y con gran intensidad hu-mana el amor conyugal y el servicio ala vida. Asumieron con plena respon-sabilidad la tarea de colaborar conDios en la procreación, dedicándosegenerosamente a los hijos para edu-carlos, guiarlos, orientarlos, en el des-

cubrimiento de su designio de amor».«Entre las alegrías y las preocupa-

ciones de una familia normal –acla-ró–, supieron realizar una existenciaextraordinariamente rica de espiritua-lidad. En el centro, la Eucaristía diaria,a la que se añadía la devoción filial a laVirgen María, invocada con el Rosariorezado todas las noches, y la referen-cia a sabios consejos espirituales».

Luigi llegó a ser nombrado Vice-abogado General del Estado italiano.Fue amigo personal de muchos de lospolíticos que, tras la segunda guerramundial, impulsaron el renacimientode Italia después del fascismo de Mus-solini, como Alcide de Gasperi, o Lui-gi Gedda. Maria, era profesora y es-critora de temas de educación, com-prometida en varias asociaciones, co-mo la Acción Católica Femenina, yapasionada de la música.

Al final de la ceremonia, uno delos hijos de los nuevos beatos, Cesa-re, que a sus 92 años bien llevados esmonje trapense con el nombre de re-ligión de Paolino, recordaba para Al-fa y Omega que la vida cristiana desus padres no tenía nada de beata:«Todo se vivía en un clima de sere-nidad, de hospitalidad, amistad, dediversión, vacaciones y bicicletas. Pe-

ro lo más extraordinario es que su-pieron santificarse viviendo la vidaordinaria».

Enrichetta, la hija menor, consa-grada laica, de 87 años, asiente: «Nosdieron desde los primeros años de lainfancia el don de una educación cris-tiana, sin altares ni devociones parti-culares: en el fondo, nos transmitie-ron el amor de Dios en María».

Era una familia abierta a los nece-sitados. Durante la segunda guerramundial, por ejemplo, su piso en Ro-ma se convirtió en centro de acogida yde alojamiento para refugiados.

La beatificación se convirtió enel momento culminante de la Fiestade la Familia, que organizó el fin desemana pasado la Iglesia católica enItalia, al cumplirse los veinte añosde la publicación de la exhortaciónapostólica Familiaris consortio, eldocumento sobre la vida matrimo-nial más importante escrito por JuanPablo II.

En medio de un mundo atenazadopor el miedo a los atentados y la vio-lencia, Juan Pablo II presentó, al con-cluir esta beatificación, la familia co-mo esperanza para el mundo, «puesse funda sobre la recíproca confianzay sobre la fe en la Providencia».

La respuestaa la violencia

En la hora actual no fal-tan, por desgracia, si-

tuaciones amenazadoras,que provocan ansia en to-da la Humanidad. Con pro-funda tristeza recibo las do-lorosas y preocupantes no-ticias de Belén, así como delas ciudades de Beit Jala yBeit Sahour. La guerra y lamuerte han llegado inclusoa la plaza de la basílica dela Natividad de Nuestro Se-ñor. En nombre de Dios, re-pito una vez más: para to-dos la violencia no es másque un camino de muerte ydestrucción que deshonrala santidad de Dios y la dig-nidad del hombre.

Expreso a las familiasvíctimas de la violencia micercanía en el dolor, en laoración y en la esperanza.Ellas tienen el don de viviren la Tierra Santa para ju-díos, cristianos y musulma-nes. Todos deben tener elcompromiso de hacer quesea finalmente tierra de pazy de fraternidad.

Ante estas tensiones ne-gativas que se manifiestanen el mundo, la Iglesia res-ponde reforzando el com-promiso por anunciar a Cris-to, esperanza del hombre ydel mundo. En esta misiónde esperanza, un papel deprimer orden es confiado alas familias. La familia, dehecho, anuncia el Evangeliode la esperanza con su mis-ma constitución, pues sefunda sobre la recíprocaconfianza y sobre la fe enla Providencia. La familiaanuncia la esperanza, pueses el lugar en el que brota ycrece la vida, en el ejerciciogeneroso y responsable dela paternidad y de la mater-nidad. Una auténtica fami-lia, fundada en el matrimo-nio, es en sí misma una bue-na noticia para el mundo.

(21-X-2001)

Ha

bla

el P

ap

a

Éste es el epitafio que puede leerse en su tumba:«Luigi y Maria Beltrame Quattrochi, esposos y padres según el Evangelio, viviendo juntos la gracia del matrimonio, han escalado juntos las cimas,juntos esperan la llamada del Resucitado para cantar juntos el eterno Magnificat con la Reina del Cielo»

Luigi Beltrame Quattrocchi y Maria Corsini, primer matrimoniobeatificado conjuntamente

Lo ordinario, vividoextraordinariamente

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La vidaAlfa y Omega22 25-X-2001

La dirección de la semana

Hazteoir.org promuve la participación de los ciudadanos en la po-lítica. Desde una concepción cristiana del hombre y de la so-

ciedad, afirman la dignidad de la persona humana y la importanciade valores como la libertad, la justicia y la solidaridad. Hazteoir.orgha enviado a miembros del Gobierno y del Congreso de los Dipu-tados más de 6.000 mensajes de ciudadanos pidiendo la reformade la Ley de Reproducción Humana Asistida. En esta página webse encuentran otras muchas noticias de gran interés:

http://www.hazteoir.org

Internethttp://www.hazteoir.org

Nombres propios

Ha fallecido el obispo de Jaca monseñor José María Conget. Elpasado mes de mayo, había celebrado, con gran alegría, sus

Bodas de Oro sacerdotales. Asimismo, ha fallecido monseñor Ja-vier Osés, obispo emérito de Huesca. En la Clínica Universitaria deNavarra vivían con ejemplar esperanza su enfermedad en habi-taciones contiguas. Que descansen en paz y que Dios premie suservicio a la Iglesia. El Papa ha nombrado provisionalmente Ad-ministrador Apostólico de Jaca a monseñor Omella, obispo deBarbastro-Monzón.

Juan Pablo II ha recibido en audiencia privada al cardenal Rou-co arzobispo de Madrid; asimismo recibió en audiencias separadasa los otros obispos españoles, participantes en el sínodo de losobispos.

El Colegio de Doncellas Nobles de Toledo ha celebrado unas jor-nadas de puertas abiertas en el 450 aniversario de su fundación.Probablemente es la institución educativa en activo más antigua deEspaña. Fundado en 1551 por el cardenal Silíceo, para propor-cionar educación a niñas sin recursos, hoy es el colegio Nuestra Se-ñora de los Remedios, de Toledo, cuyo patronazgo lo ejercen elArzobispado de Toledo y el Patrimonio Nacional. La sede del colegioes de gran valor histórico, artístico y documental.

La Universidad Católica Portuguesa acaba de editar el libro Co-municación, información y opinión pública, una serie de intere-santes estudios como homenaje al profesor Andrés Romero Ru-bio, que falleció el año pasado y pertenecía al claustro de estaUniversidad.

El ministro de la Presidencia, don Juan José Lucas Jiménez,impartirá esta tarde, a las 19 horas, en el Colegio Mayor San Pablo,en Madrid, la lección inaugural del curso 2001-2002, que da labienvenida a la 52 promoción del Colegio. Durante el acto se en-tregará el Premio Nacional en Valores Educativos, que, en su pri-mera edición, el Colegio concede a la Asociación Católica de Pro-pagandistas «por la creación y consolidación de dos grandes obraseducativas en España: el Colegio Mayor San Pablo y la Funda-ción Universitaria San Pablo-CEU».

En el 350 aniversario del nacimiento de su fundador, san JuanBautista de La Salle, los Hermanos de las Escuelas Cristianas, im-pulsados por el deseo de considerar los derechos del niño como unaspecto urgente de compromiso en su misión educativa, a la queestán dedicados desde su fundación en 1680, han declarado elcurso 2001-2002 como Año Lasalliano de los derechos del niño.

El Estudio Sacerdotal Bonaire organiza un Curso de formaciónteológica. El primer trimestre estará dedicado a la Antropologíacristiana; el segundo, a la Teología Moral Fundamental, y el ter-cero, a cuestiones doctrinales de actualidad. Será los sábados de12 a 14 horas, y entre los profesores están don Ernesto Juliá,don Gonzalo Lobo, don Juan Moya, don Antonio Vázquez, donFidel García, don Adolfo Llorente y don José A. Ibáñez Martín.Más información: Tel. 91 542 38 72.

El Papa felicitaa Kofi Annán

Un reconocimiento bien merecido»:así califica el Papa Juan Pablo II la

concesión del Premio Nobel de la Pazde este año ex aequo a las NacionesUnidas y a su Secretario General, KoffiAnnán. La concesión del Premio Nobelde la Paz, sobre un dramático fondo deguerra, a la ONU, no ha encontrado enJuan Pablo II el eco negativo que ha en-contrado en otras instancias. En un te-legrama entregado a Annán por el arzo-bispo monseñor Martino, observador per-manente de la Santa Sede ante la ONU,el Papa –que, por cierto, era el otro can-didato al Premio Nobel de la Paz– alienta los esfuerzos del diplomático gha-nés «para que trate de mejorar el servicio que deben ofrecer las Naciones Uni-das», y alienta a éstas «a responder, cada vez más eficazmente, a los difíci-les desafíos que surgen en un mundo marcado por desequilibrios aparente-mente insuperables, por tensiones y por la falta de respeto a los derechoshumanos». Y concluye el Papa, con admirable elegancia, dirigiéndose a An-nán: «En su caso, el Premio Nobel corona una existencia dedicada al servi-cio de la paz, de la justicia, y del bienestar de los pueblos del mundo».

Ordenaciones en Getafe

El pasado12 de octubre, fiesta de la Virgen del Pilar, el obispo de Ge-tafe, monseñor Pérez y Fernández-Golfín, en la basílica del Cerro de

los Ángeles, ordenó presbíteros a: Manuel Alicea, Antonio Alba, FranciscoCañadas, Aurelio Carrasquilla, Alberto Íñigo, Javier Mairata y Gonzalo Mo-reno. En la misma celebración, fueron ordenados diáconos: EnriqueAlonso, Gabriel Díaz, Daniel Fabre, Antonio Gallardo, José M. Martí-nez, Jaime Pérez y Carlos Tovar. Todos ellos, a quienes felicitamos des-de Alfa y Omega de todo corazón, se han preparado para recibir las Sa-gradas Órdenes en el seminario de la diócesis de Getafe, Nuestra Señorade los Apóstoles. El pasado sábado, también en la diócesis de Getafe,ha sido ordenado presbítero el asuncionista Juan Antonio Sánchez, enla parroquia de Nuestra Señora del Carrascal, de Leganés.

Comienza Ekumene 2001

Ekumene, el salón europeo de liturgia, imaginería y patrimonio, abre suspuertas en Madrid por tercer año consecutivo, del 27 al 30 de octu-

bre, en el pabellón XI del recinto ferial Casa de Campo. En él, los visi-tantes podrán encontrar más de 100 expositores de ornamentos, imá-genes, orfebrería religiosa, vidrieras, mosaicos, iconos bizantinos, mú-sica sacra, publicaciones católicas, entre otras muchas cosas. Se esperaque unas 20.000 personas acudan a esta feria, que además contarácon actuaciones diversas para todas las edades, como un belén vivien-te, corales, conciertos de música-testimonio contemporánea, etc.

Dos Congresos de interés

En la agenda de las actividades de la Iglesia enEspaña, programadas para las próximas se-

manas, figuran dos Congresos de interés. El Con-greso Internacional Camino a Roma tendrá lugarpor primera vez en Madrid, del 2 al 4 de noviembrede 2001 en el Hotel Convención. Participarán, en-tre otros muchos, el Presidente de dichos Con-gresos, monseñor Graham Leonard, antiguo abis-po anglicano de Londres, y John Gummer, miem-bro del Parlamento Inglés. Del Vaticano vienen elcardenal Darío Castrillón Hoyos, Prefecto de laCongregación para el Clero, y el cardenal AlfonsoLópez Trujillo, Presidente del Consejo Pontificiopara la Familia. Éste último es, al mismo tiempo,quien clausurará el importante Congreso Nacional«Familia. Esperanza de la sociedad», que se ce-lebrará del 16 al 18 de noviembre, en el Palacio deCongresos de Madrid. Tel. 91 343 96 69.

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La vida Alfa y Omega 25-X-2001 23

Monseñor Javier Echevarría, Prelado delOpus Dei, acaba de publicar en Rialp

Para servir a la Iglesia.Homilías sobre el sa-cerdocio. Como escri-be en el prólogo el car-denal Castrillón, Pre-fecto de la Congrega-ción para el Clero,«estas 24 homilías sonun testimonio coheren-te y valioso de la tradi-ción eclesial, y desdeel clima espiritual en el

que han sido concebidas y pronunciadasconstituyen, al mismo tiempo, un testimo-nio del espíritu de la Prelatura del Opus Dei,que proclama y extiende por todo el mundoel ideal de la santificación a través del cum-plimiento de los deberes personales de ca-da uno». Monseñor Echevarría concibe elsacerdocio como «servicio y participaciónen la misión de Cristo; además de ser padre,pastor y maestro de todos, ha de tener uncelo apostólico sin fronteras y caridad pas-toral que abrace hasta lo más íntimo». En losmomentos actuales, en los que, como tam-bién subraya el cardenal Castrillón, «pareceque los últimos porqués quieren reducirse aunos axiomas psicológicos, es de absolutanecesidad recordar, con el lenguaje de hoy,la doctrina perenne sobre el sacerdocio».Es lo que hace este libro.

Quien haya tenido el tiempo y el gustode recrearse tranquilamente en la con-

templación de las grandes estatuas de fun-dadores de Congregaciones que tienen unsitio de honor en la basílica de San Pedro,en el Vaticano, puederecordar la de san Pe-dro de Alcántara, abra-zado a la cruz de Cris-to, obra del escultorFrancisco VergaraBartual. Es una obramaestra del Settecen-to romano, donde elartista valenciano (LaAlcudia, 1713-Roma,1761) representó conefusivo lirismo sentimientos artísticos, es-téticos y religiosos, que aúnan, a un tiempo,la gloria y la humanidad del bendito y buenoFray Pedro de Alcántara, considerado fun-dador de la descalcez franciscana, ejemplocálido y vivo del amor de Dios.

En un espléndido libro de gran formato,que la Generalitat de Valencia ha editadocon la mayor dignidad que cabe para un li-bro, el autor, don Andrés de Sales Ferri Chu-lio, lleva a cabo un estudio realmente insu-perable de la persona y la obra de este in-signe escultor valenciano. El doctor Salva-dor Andrés Ordax, catedrático de Historiadel arte en la Universidad de Valladolid, es-cribe en el prólogo: «Es una obra que seojea con interés, por su belleza y por suscuidadas ilustraciones, y que capta al lectorminucioso, dando a conocer tanto al santoalcantarino como la valoración artística delmaestro escultor valenciano».

M. A. V

El chiste de lasemana

Libros de interés 23 años de Pontificado

Ésta es una ocasión para felicitarle y desearle, en nombre de toda la Iglesia, un feliz aniversarioen el año vigésimotercero de su pontificado. El planeta Tierra, con sus múltiples aspectos

y culturas, es su parroquia, su campo de acción pastoral». Éstas fueron las palabras que di-rigió el cardenal Agré, Presidente de turno de la Asamblea del Sínodo de los Obispos, al San-to Padre, el pasado día 16, fecha en que se cumplían 23 años de la elección de Juan Pablo II.El Papa agradeció los saludos y los aplausos de la Asamblea, y bromeó: «Estos aplausosen verdad son un poco anticipados, porque a esta hora todavía no estaba todo claro. Hacia las5 o las 6 de la tarde se decidió... Muchas gracias y me encomiendo a sus oraciones». El pon-tificado de Juan Pablo II es uno de los más largos de la Historia.

Año Jubilar eucarístico

La Adoración Nocturna Española celebra su 125 aniversario conun Año Jubilar eucarístico que comenzará en Zamora los días 27

y 28 de este mes, y concluirá en Madrid el 5 de octubre de 2002. LaAdoración Nocturna fue fundada por el Siervo de Dios Luis de Trellesy Noguerol, y hoy está presidida por don Pedro García Mendoza. El27 de octubre, tras visitar la exposición Las Edades del Hombre, laAdoración Nocturna celebrará un pleno de su Consejo Nacional, y porla noche habrá Vigilia de Adoración en acción de gracias, que presi-dirá, en la parroquia de San Torcuato, el obispo de Zamora monseñorLópez Llorente. El 28 de octubre, el Nuncio Apostólico presidirá lacelebración de la Eucaristía, y luego habrá un acto académico en elque intervendrán el Presidente Nacional, el Presidente del Consejo dio-cesano de Zamora, y el obispo de la diócesis, que pronunciará elPregón El Señor está aquí y nos llama.

La informática en la Iglesia

La RIIAL (Red Informática de la Iglesia en América Latina) ha celebrado su VI Reunión Continental,en la Casa de Encuentros de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, con la asistencia de miem-

bros de 22 países y 43 instituciones de Hispanoamérica, España e Italia. Organizada por el Con-sejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, con la colaboración del CELAM, la reunión vi-sualizó los esfuerzos realizados en la Iglesia, durante los últimos dos años, en el ámbito de la in-formática. Se han podido apreciar avances significativos.

Mingote, en ABC

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Debe solicitar el divorcio cual-quiera de los cónyuges cuandoalguno de los hijos menores

haya sido adoptado por la pareja? Yase comprende que, en este punto, ha-blo de deberes de conciencia, éticosy hasta humanitarios y sociales, por-que nuestra legislación ha configura-do como derecho absoluto el de cadacónyuge para poder romper legal-mente el vínculo matrimonial, sin con-sideración a otros intereses, que pue-den ser igualmente legítimos y hastapreferentes, por ejemplo el de los hijosen general, que, de modo expreso yrotundo, la Constitución ordena pro-teger integralmente (art. 39.2).

Es fácilmente comprensible la si-tuación que conduce a adoptar, y que enocasiones puede calificarse hasta deheroica (por ejemplo, adopción expre-samente solicitada de niños deficien-tes). Un matrimonio, luego de variosaños de intentarlo, no logra, pese a susvivos deseos, descendencia biológica,y decide adoptar a quien, por defini-ción, carece de un hogar familiar que leayude a crecer y a ser persona. Sin em-bargo, en nuestra sociedad, no resultatampoco inverosímil que esa mismapareja, ambos o uno sólo de los cón-yuges, al cabo de algunos años despuésde la adopción, se crean asistidos delderecho a romper el vínculo matrimo-nial y, efectivamente, lo demanden ju-dicialmente y lo obtengan.

Ante la ley ningún obstáculo im-pide lograr la ruptura conyugal, ni de-bido a la existencia de hijos biológicos,ni tampoco en presencia de adopta-dos. En este último caso hasta cabríaargumentar que el obstáculo, de exis-tir, resultaríamás débil, portratarse de unvínculo artifi-cial y ficticio,creado por laley que simulacomo existen-te, entre adop-tante y adopta-do, una rela-ción que bioló-gicamente noexiste. Disuel-to el matrimo-nio, dentro delcual se consti-tuyó la adop-ción, el cónyu-ge menos entu-siasta de ellapodría dar por vitalmente canceladauna experiencia, que acaso evoque consimpatía, pero de la que aspira a des-ligarse anímicamente. Sin embargohay un dato legal en contra: nuestroCódigo declara la irrevocabilidad dela adopción, salvo en casos muy ex-cepcionales, entre los que no figura eldivorcio de los adoptantes.

Por otra parte, la realidad psicoló-gica parece desmentir igualmenteaquellas consideraciones. Dicen losexpertos que el adoptado suele ser unhijo más querido, por más deseado,que el biológico; su gestación puedeprolongarse en el tiempo, a veces du-rante varios años, tal como ocurre aho-ra con la duración de la tramitaciónhabitual de la adopción internacional.Cuando, por fin, los adoptantes recibenal niño o niña dado en adopción, losienten como íntimamente muy suyo,profundamente integrado en su pro-pia vida, quizá más intensamente queel hijo biológico debido a las incerti-dumbres y dificultades que han debi-do superar.

El sentimiento se corresponde conel que experimentaría el adoptado siha llegado a vivir conscientemente elprocedimiento adopcional; el cine haacertado a plasmar varias veces la ale-gría que se vive en un orfanato cuandoalgún niño es aceptado en un hogar, ytambién la desolada tristeza del queresulta rechazado. Los padres que porprimera vez llevan a su casa al adop-tado, le están diciendo, con su mira-da o con sus palabras: «Eres nuestrohijo para siempre, te trataremos comotal, estarás plenamente seguro con no-sotros».

¿Qué pueden decir a un hijo adop-tado los padres que se divorcian?

Si son sinceros han de reconocerhaber incumplido las promesas que lehicieron al adoptarle, pues el hogarque le habían abierto de par en par re-sulta ahora abruptamente cerrado alhaber sido destruido por actos volun-tarios de los propios adoptantes. Es

verdad que el juez fijará una pen-sión y que le encomendará al cui-dado de alguno de los padres. Laexperiencia demuestra que mu-chas pensiones no se abonan, yque el padre o madre que tienen laguarda pueden volver a casarsecon alguien que, para el adoptado,resultará un extraño.

El divorcio para los hijosadoptados viene a resultar un nue-vo desamparo. Puede significarpara ellos retroceder a una épo-ca muy oscura de su vida ante-rior, que habrían querido olvidardefinitivamente. Quizá un fraca-so definitivo del que ya no po-drán reponerse a lo largo de suvida. La amarga sensación de ha-ber sido dos veces abandonados,la primera por sus padres bioló-

gicos, la segunda por los adoptivos.Si se me permitiera deducir alguna

conclusión, me atrevería a escribir: sihas adoptado un hijo, sacrifícate y re-nuncia al divorcio. Si contemplas eldivorcio en tu trayectoria vital, noadoptes.

Gabriel García Cantero

Desde la feAlfa y Omega24 25-X-2001

Divorcio e hijos adoptados

«Si piensas divorciarte,

La sociología del divorcio se

acrecienta constantemente

con nuevas y sorprendentes

situaciones, con frecuencia

dramáticas, para sus

protagonistas. Si en cualquier

matrimonio con hijos

pequeños el divorcio produce

habitualmente auténticos

dramas, por más que las leyes

declaren enfáticamente que la

sentencia no afectará a las

relaciones padres-hijos, los

problemas se agudizan

cuando alguno de los hijos del

matrimonio había sido

conjuntamente adoptado

no adoptes»

Nuestrocódigo

considerairrevocable

la adopción,salvo

excepciones;entre ellas

no figura el divorcio

de losadoptantes

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Desde la fe Alfa y Omega 25-X-2001 25

Trieste: André Glucksmann notiene dudas. «Lo de las Torresgemelas es un atentado nihilis-

ta», de fin del mundo, si el mundo nose apresura a remediarlo. «Los nihi-listas, de hecho, son muchos, dema-siados, y cosas similares podrían re-petirse. Poned las palabras de Dos-toievski en la CNN y podréis enten-der la realidad». Filósofo, ensayista,autor de La tercera muerte de Dios,Glucksmann es uno de los más im-portantes críticos del mundo contem-poráneo. Invitado a hablar, junto conotros estudiosos y hombres de diversasreligiones, sobre el futuro de Dios, hasido condecorado por su capacidad delectura de los males de esta época, yabordó a fondo la tragedia que estáatravesando el mundo a partir del 11de septiembre.

¿Por qué lo de las Torres geme-las es un atentado nihilista?

Porque pone de manifiesto un gus-to macabro por la muerte, por el ho-micidio. Citando a Sartre yo lo llamoel síndrome de Erostrato, que prendiófuego al templo de Artémides sólo porhacer permanecer su nombre parasiempre en la Historia.

Siendo un atentado nihilista,¿puede volver producirse?

Sí, y precisamente ése es el aspec-to más terrible de estos trágicos acon-tecimientos.

¿Quién podría hacerlo? ¿Quénihilistas lo harían?

Fanáticos nihilistas que no esperannada, salvo escribir su firma como au-tores de la matanza de miles de per-sonas, tal vez destruyendo otros tem-

plos del capitalismo, como Erostratohizo con el templo de Artémides.

¿Contra quién estamos en guerra?Naturalmente, contra aquellos que

han cometido el atentado y contracuantos lo han hecho posible. Sin em-bargo, hay que tener en cuenta que losnihilistas a que me refiero pueden sertranquilamente también personas re-ligiosas. La misma palabra asesino serefiere a una secta religiosa musul-mana; significa gente que fuma ha-chís, una secta que utilizaba como téc-nica precisamente el terrorismo.

Mientras damos caza a los te-rroristas, ¿de qué modo podemosluchar contra el nihilismo?

Ante todo, reconociendo que exis-te; que no existe tan sólo un nihilis-mo islámico, sino que hay muchosnihilistas por todas partes. Y luego,teniendo en cuenta que no se trata úni-camente de desesperados, sino de per-sonas bien preparadas, de alto nivelcultural.

¿Qué es lo más inquietante decuanto ha acontecido en los Esta-dos Unidos?

Sin lugar a dudas la ausencia dereivindicaciones. No sólo no sabemosquién dio la orden de los atentados;tampoco sabemos –lo que es más gra-ve– qué es lo que quieren.

Ciertamente los americanos es-tán convencidos de que ha sido BenLaden.

Pero, si es así, se trataría de un BenLaden distinto al que sus Servicios se-cretos conocían. Nadie, de hecho, ha-bía previsto que llegara a tanto. Laverdad es que el 11 de septiembre nosplantea cinco interrogantes, cada unomás grave que el anterior: no se co-noce al autor; la víctima puede sercualquiera (no sólo los ricos, para en-tendernos, también los pobres, losemigrantes); no se sabe el por qué; losmedios que pueden utilizarse son delo más variado (esperábamos el sabo-taje de alguna red de distribución sub-terránea, y en cambio utilizaron avio-nes); y la fecha es impredecible.

¿Qué nos indican estos datos?En este caso no nos encontramos

ante un mero acto de terrorismo, anteuna sumisión real a esta entidad toda-

vía indefinida que, sin embargo, apun-ta al «centro de gravedad del mundo»,como ciertamente eran las Torres ge-melas, con todo lo que representaban.Es un acto de violencia que puede serrepetido, aunque sea de otra forma,con otras personas, sobre otros obje-tivos, por cualquier nihilista, y por ellono es posible consolarse diciendo: alfin y al cabo, sólo pueden hacerlo is-lámicos.

En su libro La tercera muerte deDios, usted sostiene que Dios haabandonado Europa. Según usted,después de cuanto ha sucedido, ¿sepuede decir que Dios ha abandona-do alguna otra tierra?

¿La de los musulmanes? Cuidado,todas las religiones han tenido faná-ticos. Las guerras de religión de Fran-cia han sido terribles. ¿Y por qué norecordar a los alemanes que iban a labatalla cantando himnos religiosos?Hoy, en determinados ambientes or-todoxos, se bendice al ejército que ex-termina la población de Chechenia. Y¿cómo no recordar a los fanáticos bu-distas, o musulmanes que ejecutan ma-sacres? Además, ¿cuántos son los te-rroristas ateos? Por tanto, hemos detener cuidado con las simplificacio-nes. Más bien, en cuanto respecta aEuropa, ha sido el Papa quien ha dichoque el Viejo continente vive como siDios no existiera. Son afirmacionesque considero importantes, y que com-parto, porque es la primera vez en lahistoria de la civilización, en este ca-so la europea, que vive sin hacer re-ferencia a Dios.

Pero ¿por qué Dios habría aban-donado a Europa?

Porque Europa ha llegado a mataren nombre de Dios. Y porque la gen-te no siente ya la voz de Dios, o lo quees más, no la quiere oír. Y no hablosólo de los cristianos. Recientementehe participado en un encuentro en Pa-rís en el que un mufti (experto auto-rizado en ley coránica), muy abiertoa los problemas reconocidos como ta-les por los jóvenes, como el de la pazy la no violencia, fue abucheado pre-cisamente por ellos, porque no sopor-tan en absoluto la referencia a Dios.Otro motivo por el que Dios ha aban-donado Europa es que precisamenteÉl se ha vuelto un asunto privado. Esvivido como algo interior.

Las raíces oscuras del atentado en USA: habla André Glucksmann

Dostoievski en Manhattan

Reproducimos, por su interés, la entrevista a André Glucksmann realizada por el periodistaFrancesco Dal Mas, y publicada en el diario italiano Avvenire

Un aspecto de los escombros de las Torres gemelas, de Nueva York

Cuando se rompe todo vínculo

El revolucionario ha roto, en las más remotas profundidades de su ser, todo vínculo con el orden civil,con el mundo entero de los valores, de las convenciones, de las reglas morales. Es un enemigo im-

placable de este mundo en el que sigue viviendo sólo para poder destruir mejor. El revolucionario despreciatodo optimismo. Desprecia y se mofa de la moral social. Para él es moral todo lo que asegura el triunfode la revolución. Criminal e inmoral, todo lo que retrasa su advenimiento. Es despiadado para con elEstado y la sociedad. (...) Entre ellos y él existirá guerra incesante e irreductible, a vida o muerte».

De Los demonios, de Dostoievski

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Desde la feAlfa y Omega26 25-X-2001

Parece fuera de dudas que el mar-tes negro neoyorquino –comomuchos medios de comunica-

ción han dado en llamar a los bruta-les atentados terroristas del 11 de sep-tiembre en Estados Unidos– se ha con-vertido en un luctuoso crespón que yaluce sobre la recién estrenada historiadel siglo XXI y del tercer milenio. A ladeplorable barbarie del terror sigueahora un conflicto internacional deconsecuencias no del todo previsibles.Vivimos días en los que la opinión seejerce con frecuencia y grados de in-tensidad más altos de la medias habi-tuales. Todos –es lógico– tenemos al-go que decir sobre lo que ha pasado,sobre por qué ha pasado, sobre lo queva a pasar y, finalmente, sobre qué ha-bría que hacer para que no pasase más.

No discuto el interés de las opinio-nes que se mueven exclusivamente enel ámbito de las estrategias políticas,militares, policiales, diplomáticas, etc.,que –según el recto parecer de cadaopinante– puedan ser lanzadas paraanimar el lógico debate social. Perome gustaría llamar la atención sobrealgo que, quizá por ser demasiado ob-vio, termina por perder protagonismoprecisamente en el debate social. Lasolución de los males que aquejan anuestra sociedad y que, en ocasiones,como el 11 de septiembre, la sacudentan violentamente en sus propias raí-ces, no hay que buscarla exclusiva-mente en el respeto a las normas delDerecho internacional, en la promo-ción universal de los derechos huma-nos, en la aplicación de planes de co-operación entre países desarrolladosy naciones del tercer mundo, etc. Laseriedad impone una opción por laprofundidad. Y entonces, es menes-ter que aparezca en escena la refle-xión filosófica y, más concretamente,antropológica. Lo que está en juegono es sólo la supervivencia física delhombre sobre la tierra, sino su desa-rrollo según los parámetros de una vi-da auténticamente digna.

Los políticos hablan desde haceaños del welfare state. Y con razón:todos deseamos un Estado del bie-nestar. Pero nos resistimos a enten-der reductivamente el bienestar comoel conjunto de elementos que se ne-cesitan para el confort material de to-dos los individuos de la sociedad. Esmuy antigua la toma de conciencia,después de la embriaguez ilustrada delprogreso, de una preocupante desilu-sión: vivimos mejor, pero no somosmás felices. Algo falla en el Estadodel bienestar para que, a veces, roce-mos el sarcasmo de encontrarnos casien un Estado del malestar. Digo casiporque las cosas, lejos de radicaliza-ciones esquemáticas, tienen muchosmatices. Pero, aun así, me parece quesigue siendo verdad que el impresio-nante progreso científico y tecnológi-co ha producido indudables benefi-cios a la sociedad, sin que por eso ha-

ya hecho desaparecer esta inquietantepregunta: ¿qué está fallando para queocurran hechos tan brutales como losque han sobrecogido recientemente ala Humanidad?

Lo que falla es la fe en el hombre.Y reconozco que se trata de un diag-nóstico paradójico. En tiempos en losque el fuerte vacío de Dios parece es-tar ocupado por el hombre (según lavieja aspiración de la izquierda hege-liana: para que el hombre fuera hom-bre, Dios tenía que dejar de ser Dios),resulta que el respeto por lo humanoalcanza cotas ínfimas. El execrable fe-nómeno del terrorismo tiene un valorabrumador como prueba. Pero no só-lo. El silencioso y continuo exterminiode niños en el seno materno, los brotesde xenofobia, el problema emergentede los malos tratos a mujeres, etc. noson fenómenos separables del terro-rismo. Y esto no significa tomar unsesgo partidista ni, desde luego, mez-clar planos en una ceremonia de laconfusión. La coherencia del pensa-miento es implacable. No podemos–no debemos– llorar a las víctimas delas Torres gemelas sin deplorar al mis-mo tiempo los miles de niños quemueren a diario por desnutrición endiversos lugares del planeta ante la

distraída mirada de muchos podero-sos, los que están sometidos a trabajoshumillantes, el altísimo número devíctimas del aborto legalizado, y asípodríamos seguir enumerando otraslacras sociales que están reclamandouna urgente extinción.

Hace algunos años, el brillante en-sayista británico C. S. Lewis habló entérminos duros de la abolition of man.No pretendía dar tintes apocalípticos asu aserto; más bien, alertar serena-mente a la sociedad de los peligros enlos que incurría si seguía tozudamen-te transitando por los caminos del máspuro individualismo. Ha escrito re-cientemente el filósofo Rafael Alviraque «la dignidad humana está en elservicio», y que «el servicio es la ayu-da para vivir, y para vivir una vida me-jor». Me parece que ahí está la clave.Tener fe en el hombre es ser cons-ciente de la alta dignidad que le haconferido Dios y de que ésta residefundamentalmente en su capacidad degenerosidad, de darse, de servir a losdemás. Pero eso no se puede hacer deespaldas a Dios. La izquierda hege-liana no tenía razón. Sucede exacta-mente lo contrario. Para que el hombresea hombre, Dios tiene que ser Dios. Yel hombre tiene que confiar en Él. Pe-

ro no de cualquier manera, sino seria-mente.

Mucho se ha denostado en estosdías pasados que pueda matarse ennombre de la religión. Y con razón.Pero eso indica que no basta acudir ala religión y creer en Dios para cons-

truir una sociedad digna. Es precisoentender bien a Dios. Sólo así enten-deremos bien al hombre. Y el correc-to entendimiento pasa por advertir queDios ha hecho al hombre para amar,para salir fuera de sí, para servir a losdemás. ¿Dónde está la pasión por unavida entendida como servicio en unalegislación que permite la inestabilidadfamiliar, que es indulgente con la por-nografía, que difunde a gran escalauna mentalidad antinatalista, que ex-porta el impudor o promueve la pro-miscuidad sexual? La paradoja insal-vable es que los mismos que asistenimpávidos –si es que no lo promue-ven– al panorama apenas descrito, serasgan las vestiduras ante el terroris-mo, ante algunas formas de margina-ción o ante la corrupción en materiade justicia.

Luis de Bonald pensaba que todohombre, lo quiera o no, está siempreocupado en construir o en destruir lasociedad. Sólo abandonando el indi-vidualismo y recuperando la idea cen-tral de servicio construiremos la so-ciedad, una sociedad realmente dignade ese nombre, que no sea el frío re-sultado de un pacto entre individuospara su bienestar material, sino un au-téntico sistema de servicios mutuospara el bienestar no sólo material sinoespiritual, moral, de todas y cada unade las personas que la integran.

Manuel J. Cociña y AbellaSecretario General de la Academia

de Historia Eclesiástica. Sevilla

Falla la fe en el hombre

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Diez meses antes de su muerte,Hopkins concluía así uno desus más afamados poemas ti-

tulado Que la naturaleza es un fuegoheraclitiano y del consuelo de la re-surrección: «En un fulgor, al son dela trompeta, soy de un golpe lo queCristo ya es, ya que Él fue lo que yosoy, y este don nadie, burla, trasto ro-to, remiendo, viruta, será inmortal dia-mante; es diamante inmortal».

La teología liberal del siglo XIXle ha hecho un flaco favor a la obrade teatro Mesías, de Steven Berkoff,en adaptación de José Luis Gómez,que se está representando por estasfechas en el madrileño teatro La Aba-día. No son sus mentores teológicos–si de teología se puede hablar por elmero hecho de penetrar en el espectrode un Jesús de Nazaret tamizado enel paisaje de las pasiones y preocu-

paciones del hombre contemporáneo–Schleiermacher, Harnack –con su li-bro rojo–, Strauss, Feuerbach, niLoisy. Éstos hace ya muchos años queestán superados en su propia nes-ciencia. Sólo cuando un genial y dis-paratado acercamiento a la figura his-tórica de Jesús de Nazaret, o del Cris-to de la fe sin fe de los creyentes, vuel-ve a los escenarios, a la representacióndel arte por el arte –y es innegableque mucho de esto hay en esta obra–,resucitan en nuestra memoria estasviejas reliquias del pensamiento reli-gioso occidental. Como dijo mi mu-jer cuando salíamos de la representa-ción, «es curioso, no hacen más quedespellejar a Cristo, pero no puedenvivir sin Él». Mi santa, en este caso,no estaba más que glosando algunasde las frases que se deslizan a lo largodel guión de una trama urdida por la

inteligencia y habilidad de un caris-mático líder social y político de aque-lla primera época de la historia de unaaventura que empezó siendo un juego,y en esta obra hay mucho de los jue-gos del lenguaje de cierto postestruc-turalismo marxista. A saber, escu-chamos frases como las siguientes:«Su misma existencia pone en peli-gro nuestra situación»; «los dioses loshacemos los hombres»; «si hubierasabido lo que puso en marcha...»; «lostestigos mueren, pero las leyendascontinúan»; «la clave está en la resis-tencia»; «se requieren, para esta his-toria, grandes dosis de estrategia».

El desarrollo narrativo bebe de lasfuentes más clásicas de la acción hu-mana, de las tragedias griegas, con uncoro omnipresente que amplía el ecode las profundidades de un subcons-ciente argumental. La puesta en esce-

na se hace en un clima de identifica-ción religiosa, en una liturgia laica deelementos religiosos, que sabe muybien aprovechar las modas de la fas-cinación por lo oriental. La interpre-tación está a la altura del texto, ex-cepto en el figurante –porque es pocomás– de Jesús, que es literalmente en-gullido por la dinámica de la propiaobra. Hay demasiadas palabras soe-ces, demasiados tacos, pero ya sabenque para gustos, colores. En conjuntose hace un notable esfuerzo de esta-blecer una permanente corriente deimplicación de un público que, por elobjeto de la representación en sí, nose aleja ni un sólo momento de lo queen el escenario se está haciendo y di-ciendo.

Si nos adentramos en los procelo-sos mares de la obra, descubrimos elengaño de una trama montada sobreuna incoherencia, algo más que lógica.Nadie –al fin y al cabo éste es partedel salto argumental de la fe– nos ex-plica cómo un inteligente embauca-dor, que ansía como cualquier otrohombre el prestigio, la fama y el poder,y que es capaz de planificar una es-trategia política y social que le con-duzca a la consecución de sus intere-ses, fracasa en su planificación porcausa de la no muy certera contribu-ción de sus discípulos, y sin embar-go, hoy, día tras día, seguimos tenien-do a su persona y su mensaje comoreferencia vital e intelectual.

No sé lo que dirán los señores An-tonio Piñero, Puente Ojea, SánchezDragó, Marciano Vidal, Fernando Sa-vater y Juan José Tamayo en la pri-mera sesión del Foro Abadía sobre Elmensaje ético de Jesús ante el nuevomilenio. Yo digo con Rousseau: «Sila vida y la muerte de Sócrates son lasde un sabio, la vida y la muerte deCristo son las de un Dios».

José Francisco Serrano

Desde la fe Alfa y Omega 25-X-2001 27

Sí, porque también hay –por des-gracia mucho más de lo sopor-

table– risa tonta, risa mema, risasque no vienen a cuento de nada,risas que sobran y que están demás.

La risa inteligente, fruto del ta-lento artístico, literario y teatral deEnrique Jardiel Poncela, ha tenidodurante este año, centenario de sunacimiento, la mejor celebraciónsobre los escenarios madrileños:la de hacerse gozosamente viva,espontánea y liberadora en mediode tantas realidades como nosabruman y nos hacen sentir ganasde llorar.

Últimamente ha habido dos ma-nifestaciones de esta celebraciónde este maestro de ida y vuelta,como con sumo acierto le ha defi-nido Gustavo Pérez Puig: su obraUna noche de primavera sin sueño,

la primera comedia que Jardiel es-cribió –y se nota– ha salido a lastablas del Centro Cultural de la Vi-lla en la madrileña Plaza de Colón,de la mano experta de GerardoMalla, con vistosa escenografía deGil Parrondo y bien cuidado ves-tuario de Berta Leone.

Pedro Osinaga y Julia Trujilloderrochan –a pesar de los inten-tos criminales del terrorismo eta-rra– profesionalidad y buen haceral encarnar las paradojas jardie-lescas del que «odia de corazón»,del convencido de que «de casar-se a cansarse sólo hay una letra»,o del chucho callejero al que, paraque se sienta orgulloso, lo llamansetter y le ponen de nombre Kant.Nada tiene de particular que quienescribe para el teatro ¿Es usted laesposa de su marido? considereque «a los muertos, por malos que

hayan sido, siempre se los saca ahombros». El eterno Jardiel.

Blanca Marsillach, algo envara-da al comienzo en el estreno paraun papel burbujeante, va in cres-cendo hasta el feliz charlestón fi-nal. Muy bien también el resto delreparto.

Y en el Teatro Español, donde,tantos meses después del estreno,prosigue el éxito clamoroso de Eloí-sa está debajo de un almendro, hu-bo un homenaje especial la nocheen que Jardiel hubiera cumplido cienaños: Mingote y Lina Morgan, Chi-cho Ibáñez Serrador y Campmany,Pedro Osinaga y Concha MárquezPiquer, Emma Penella y Manuel Ga-liana y muchos otros famosos del ci-ne, del teatro, de la radio, como Luisdel Olmo, fueron intérpretes impro-visados y felices. Y el mundillo delteatro descubrió una estrella: Fer-

nando Suárez. Para que luego di-gan que la política y el teatro tienenpoco que ver...

Miguel Ángel Velasco

Cien años de risa inteligente

Una trama sobre unaincoherencia

Teatro

Una trama sobre unaincoherencia

Pedro Osinaga y Blanca Marsillach

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Desde la feAlfa y Omega28 25-X-2001

Las heridas del pasa-do pueden ser un

obstáculo para vivir conplenitud la fe en Jesu-cristo. Este libro, Evan-gelizar lo profundo delcorazón. Aceptar los lí-mites y curar las heri-das, de Simone Pacot,propone cómo curaresas heridas a la luz dela gracia de Dios. Pu-blica Ediciones Narcea.

Lo profundo del corazón

La Virgen María es laprotagonista de esta

obra, María de Naza-ret. Quince semblan-zas, que escribe JavierElía y que publica Edi-ciones Palabra, en sucolección CuadernosPalabra. Son quincedetalles biográficos, ci-mentados en la Biblia,sobre la personalidadde la madre de Jesús.

María, protagonista

Jesús Alberto NavasSierra es el autor de

esta obra de investiga-ción: Utopía y atopíade la Hispanidad. Elproyecto de Confede-ración Hispánica deFrancisco Antonio Zea(Ed. Encuentro). Enella, el autor profundi-za en la propuesta po-lítica de Zea, en pro dela hispanidad.

La propuesta de Zea

Esta obra es una ex-celente recopilación

de artículos del padreGabriel Llompart, ex-perto en arte e icono-grafía popular, que conel título Religiosidadpopular. Folklore deMallorca, folklore deEuropa, publica la edi-torial La Foradada. Sinduda, una aportaciónde interés.

Religiosidad popular

Era libre y luchó con-tra el racismo. Por

ello fue asesinado. Sellamaba Martin LutherKing. Los periodistasJosé Luis Roig y Car-lota Coronado son losautores de esta amenabiografía: Martin LutherKing, un corazón libre,que publica MagisterioCasals en su colecciónBiografía joven.

Un corazón libre

Cuando se buscatrabajo hay que en-

frentarse a ella. Es laentrevista de selección.Así se titula este libroque lleva por subtítulo:Manual para el entre-vistador y el entrevista-do. Lo publica Cie In-versiones EditorialesDossat 2000, y desve-la, para los interesados,todos sus secretos.

La entrevista de trabajo

Miles de voluntarioscolaboran con las

Misioneras de la Cari-dad. Uno de ellos, Pe-dro Jara, ha escrito es-te libro: ¡Qué me em-pape esa lluvia!, paradar a conocer su expe-riencia en Calcutacuando tuvo lugar lamuerte de la Madre Te-resa (edición personal:Tel. 629050821).

El amor siempre triunfa

Ediciones Palabra,en su colección As-

tor, recoge en este li-bro, Arrójame a las lla-mas y otros relatos, laobra ganadora del IPremio de NarrativaBreve Bárbara-Ansón,así como una selecciónde los mejores traba-jos presentados en es-te concurso para jóve-nes escritores.

Relatos para jóvenes

Ya es el tercer tomo.Con el título: Histo-

ria eclesiástica de Es-tella. Cultura. Estelle-ses ilustres. Piedad po-pular. Beneficiencia, elautor, José Goñí Gaz-tambide, publica estaobra gracias a la edito-rial Mintzoa. Es un be-llo recorrido por las tie-rras y personajes deNavarra.

Historia de Estella

Casi centenar y me-dio de pensamien-

tos recoge Emilio Pé-rez Pérez en este libro,Inquietudes y vivenciasde un seglar. Antologíaespiritual que publicaEdibesa en la colecciónVida y misión. Es unasencilla recopilación deideas y reflexiones pa-ra vivir la fe en mediodel mundo.

Antología espiritual

Buenas críticas harecibido este libro,

Juan de Dios, el deGranada, de CecilioEseverri Chaverri. Es,sin duda, una biografíadesarrollada en tiemporeal, como si de una fo-tografía se tratara, deel Patrono de la Enfer-mería, san Juan deDios. Publica la edito-rial La Vela.

San Juan de Dios

El escritor José LuisOlaizola es el autor

de esta biografía: JuanXXIII, una vocaciónfrustrada, que publicaTemas de hoy. Usandola primera persona y unestilo sencillo, el autorrecrea, admirablemen-te, la vida de JuanXXIII: el Papa con vo-cación de cura de al-dea.

Una vocación frustrada

P A R A L E E R

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Desde la fe Alfa y Omega 25-X-2001 29

La difícil tarea de educar

Que España es el país con la tasa de nata-lidad más baja del mundo no es nada nue-

vo. Sin embargo, el dato es más serio de loque aparentemente pudiera parecer, puestoque la sociedad ya se está resintiendo de lasconsecuencias de este descenso. No sólo esuna cuestión de cifras económicas, ni tan si-quiera de sostenimiento de la Seguridad Socialen un futuro. Parece que la única, o al menosla más relevante, preocupación ante la faltade niños es la de quién hará frente a las pen-siones. Pero aún hay más. Hoy día disfruta-mos, en general, de más comodidades queen el pasado, y no precisamente en el pasadoremoto. La tecnología y la ciencia nos permi-ten disfrutar –o acaso esclavizarnos– de la tansobrevalorada calidad de vida, no obstante,según sostienen los especialistas, nunca an-tes se habían registrado índices de depresióne insatisfacción tan altos en los países desa-rrollados como en las fechas actuales, y lo pe-or, está incidiendo espectacularmente en los ni-ños y adolescentes.

¡Pero, bueno, pocos y encima deprimidos!¿Qué es lo que está fallando? ¿En qué seequivoca esta sociedad del bienestar para connuestros hijos? Las respuestas apuntan ha-cia dos conceptos íntimamente ligados: ex-ceso y sobreprotección.

Educar es actualmente una osadía. A nadiele preparan para ello; es más, se aprende so-bre la marcha, con las propias meteduras depata. Las buenas intenciones que padres yprofesores ponen en su intento de hacerlo lomejor posible se enfrentan diariamente al gi-gante deseducador que es el mismo mundo.Tenemos pocos hijos y escaso tiempo paradedicarles a ellos, hecho que pretendemossuplir con una continua cascada de regalos yde concesiones a todas sus apetencias. Si aello se le suma la circunstancia de padres se-parados, el sentimiento de culpabilidad acen-túa todavía más esta actitud. El resultado no esmás que la proliferación de los llamados ni-ños burbuja. Es decir, niños que crecen enuna atmósfera de exceso y sobreprotecciónque, lejos de beneficiarles, antes bien enra-recen el aire que respiran y se convierten en,valga la paradoja, auténticos tiranos, por unlado, y pusilánimes, por otro. Tiranos hacia losprogenitores, obligándoles a ceder ante todossus caprichos, con rabietas y lloros cuandoson pequeños, y amenazas y rebeldías en laadolescencia. Pusilánimes respecto a la vida,puesto que el conseguirlo todo en casa sin es-fuerzo les hace incapaces para enfrentarse alexterior.

A falta de fórmulas mágicas para corregiresta tendencia, lo único que puede apuntarsees que, como queramos que sean nuestros hi-jos, antes tenemos que serlo nosotros. Comoleí en cierta ocasión, si quieres que tu hijo searespetuoso, sé tú respetuoso; si lo quieres ve-raz, no mientas, incúlcale la verdad, el deber yla dignidad con tu conducta; si formal, no faltesa tu palabra; si lo quieres honrado, sé tú modelode honradez; si lo quieres cálido, influye contu amor en su corazón… En definitiva, si quie-res que tu hijo sea tuyo, edúcale tú, por ti.

Victoria Serrano Blanes

Punto de VistaL I B R O SEn estas primeras vísperas del tercer Congreso Católicos y vi-

da pública, nacen dos tomos, de más de setecientas páginas ca-da uno, que recogen las Actas del segundo Congreso de esta

serie, celebrado sólo hace un año, con el título Educar parauna nueva sociedad. El horizonte de la fulgurante, y no poresto menos cuidada, publicación de estas Actas debe interpre-tarse desde lo que ya significan los Congresos Católicos y vi-da pública en la sociedad y en la Iglesia española contempo-ránea. La percepción de un progreso en la elección de las ma-terias objeto de esta reflexión, el esmerado diseño de la diná-mica del Congreso y el acierto con la elección de las personasque participan en las ponencias, y en las mesas redondas, ad-

quiere un valor significativo más allá de unprimer momento de euforia en su propio de-sarrollo.

Si nos fijáramos en la resonancia que estainiciativa de la Asociación Católica de Pro-pagandistas tendrá para la Historia, no pode-mos dejar de analizar las Actas que ahora pre-sentamos. Difícilmente será éste un materialprescindible para el futuro de cualerquier pro-yecto educativo que tenga esta orientación.Pero la pregunta que uno se hace, después derepasar el índice de los dos volúmenes –eneste sentido sería conveniente que en uno deellos se ofreciera un índice general de los to-mos–, es hastá qué punto la madurez que ma-nifiesta ya todo este camino de moviliaciónsocial del catolicismo español será capaz detrascender el debate de las ideas, sin olvidar lacontribución que se está haciendo a la previay neccesaria clarificación de la vivencia de feen la sociedad contemporánea.

Los Congresos Católicos y vida públicano son estrictamente reuniones académicas y científicas. Son ini-ciativas apostólicas. Pero una lectura pausada, aunque sólo fuera delas notas a pie de página –análisis de argumentos de autoridad–, ma-nifiesta la calidad de un pensamiento absolutamente desconocidoen los foros del quehacer cultural laico. Nadie podrá, y ésta es una vezmás la herencia del padre Ayala y de don Ángel Herrera Oria, hablarde la carencia de modernidad, del rigor científico, de la absoluta ac-tualidad de las respuestas a los problemas que nuestro mundo leplantea al catolicismo español contemporáneo, en el caso que nosocupa sobre la educación.

No sé hasta qué punto los Congresos Católicos y vida públicamarcarán un antes y un después en esta época de la vida de la Aso-ciación Católica de Propagandistas y del apostolado seglar en Es-paña. El tiempo hablará. Pero lo que sí se percibe es que este caudalde formación y de información debe rentabilizarse en el día a día deuna evangelización necesaria, y de un diálogo fe y cultura construí-do sobre los auténticos cimientos de una visión del hombre y de la so-ciedad que sigue teniendo la vigencia de toda cosmovisión que se pre-ocupa por el progreso del hombre y de la sociedad, y que no olvidadónde están las raíces de la incomprensión, de la infelicidad, de la pre-sencia activa de la otra cara de la Humanidad en nuestros tiempos.

El Congreso Católicos y vida pública es ya algo más que un Con-greso. Es un clima, una circunstancia orteguiana, en el que, desde laabosluta libertad de conciencia y de ciencia, el diálogo dentro de laIglesia genera una operativa corriente de vida y de pensamiento. Na-die más que un ingenuo puede sostener que congresos de este tipo na-cen como respuesta al fatalismo de los tiempos. Los congresos, co-mo toda obra auténticamente humana, los hacen las personas. Lamadurez de las instituciones lo es también de las personas que las di-rigen. Y la madurez de las personas que las dirigen lo es de una co-herencia con un proyecto regenerador que nació un día del ímpetuapostólico de unos hijos fieles de la Iglesia que sabían cuál era su mi-sión en la construcción del Reino de Dios en este mundo.

José Francisco Serrano Oceja

Ante el inminente III CongresoCatólicos y vida pública(26-28 denoviembre):

El futuro de lasociedad

Título: Educar para unanueva sociedad. Actas del II Congreso Católicos y vidapública. Tomos I y II.Autor: Fundación Univer-sitaria San Pablo-CEUEditorial: BAC

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Desde la feAlfa y Omega30 25-X-2001

GentesGiulio Andreotti, ex Primer ministro italiano y senador

«Es necesaria una alianza para desterrar la violencia y crear una solida-ridad activa contra el crimen. La gran crisis actual podría favorecer el quese encuentre una buena salida ecuánime, dando vida a la República Pa-lestina y encontrando soluciones para la triple complejidad de Jerusalén,y para otros problemas abiertos, como el contencioso con Siria. Pero nolo creo. ¿Qué puede asegurar a un hombre de hoy la posibilidad de caminarseguro cuando la violencia parece corroer relaciones y acciones? Quizá re-cordando que Dios es amor; sin Dios, la paz no puede existir. Es necesarioreleer los discursos en la ONU de Pablo VI y Juan Pablo II fundando así –yno de otro modo– la reforma de las Naciones Unidas»

Gabino Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo

De su discurso al ser nombrado Hijo Adoptivo de Asturias:«Durante los 32 años transcurridos me he sentido en Asturias como en mipropia tierra. He encontrado gran colaboración en los sacerdotes y enel pueblo asturiano. Canto con toda mi alma la letra de nuestro himno: As-turias, patria querida, y, al sentirme afectivamente asturiano, mi espírituno abdica de mi condición de manchego, ni mucho menos de mi orgullode ser español. Si algo aporté a Asturias con mi labor episcopal, fue mu-cho más lo que de todos los asturianos he recibido».

José Ángel Hevia, músico

«Sí, hay alguna tarde de verano que me gusta ir al lado de la Ría de Vi-llaviciosa y tocar para mí, y de alguna manera estoy hablando con el Es-píritu. Soy muy cortado para hablar de mi vida personal. Pero creo que elafán de trascendencia es inherente al ser humano».

¿Por qué?

Apostar por el hombre

Es difícil permanecer indiferente. Es impo-sible. El misterio que rodea la realidad de

ser hombre resulta sobrecogedor. En mediode esta nebulosa contaminada, que es la vida,apenas podemos percibir con nitidez haciadónde se dirige el camino. La destrucción delas Torres gemelas de Nueva York, en un des-piadado ataque terrorista, se va a convertir–lo es ya– en un hito histórico que va a ex-tender sus ramas mucho más lejos de lo quequisiéramos. Hemos percibido el zarpazo delmal en su pureza más concentrada. Tambiénaquí se esconde el hombre que somos todosy cada uno de nosotros. Llevamos colgadas dela piel posibilidades insospechadas. Éste esnuestro aroma y nuestro hedor, y no hay de-sodorante capaz de ocultar la sinrazón y el fa-natismo que brota de vez en cuando al calor denuestras propias decisiones.

En los últimos días me he detenido a con-templar y a meditar este acontecimiento sinpar que abre las puertas del siglo XXI. Estoysobrecogido. Cuesta entender que el hombresea capaz de esto. Pero lo es, y sería irres-ponsable mirar hacia otro lado para ocultar loevidente. El ser humano, ante acontecimientosasí, no se cree merecedor de la confianza ensí mismo, como niño avergonzado incapaz delevantar los ojos.

Es verdad que el hombre ha sido capaz dedestruir las Torres gemelas de Nueva York,pero también es verdad que antes fue capazde construirlas. ¿No habrá alguien que nosamenace con una descarga de esperanza ynos haga una transfusión de ideales ahoraque el pulso de la calle apenas se percibe?Yo creo en el hombre. En ese hombre que seestremece en las entrañas, y siente escalofrí-os en la piel, cuando le llega una caricia per-dida; en la mujer madre que contempla a su hi-jo pequeño, y sus ojos se inundan de gozo y deagradecimiento; en el joven solidario, que sue-ña un mañana compartido y no sabe conju-gar el presente del verbo tener. A pesar de to-do, yo creo en el hombre. En ese hombre pa-radójico, ángel y talibán, fanático y tierno, te-rrorista y misionero. Este hombre que somostú y yo.

Estamos aquí y esto se mueve. El mañanaestá al caer. Habrá de nuevo Torres gemelasy aviones fletados de vida surcando el cielode nuestras posibilidades. No somos huérfa-nos. No estamos solos. El Espíritu de Dios so-pla cada mañana y arrastra el polvo y los hu-mos de las torres desplomadas en Nueva York,y su lluvia apaga las ascuas de nuestra me-diocridad y hace germinar nuestros sueños.

Me asusta el hombre solo, acorralado, cer-cado por el fanatismo de sí mismo, huérfanode amor e indiferente de Dios. Me preocupa elhombre encerrado en la torre de su orgulloamenazado por los talibanes del materialis-mo y sin alas para volar hacia la transcen-dencia. Un hombre enjaulado es un despojo.Un hombre acorralado deja de serlo. Un hom-bre amenazado busca las sombras para ocul-tarse. Es imprescindible, hoy más que nunca,creer en el hombre.

Fr. Alejandro Fernández Barrajón

Punto de Vista

Por qué para tantos niños la Primera Comunión es siempre la última? ¿Por qué el bautismo delos niños, lejos de tener un valor sacramental, se convierte en un acto folclórico y social?

¿Por qué celebrar un funeral es casi siempre un rito costumbrista y no una afirmación de la fe enel más allá? ¿Por qué las procesiones (especialmente en el sur) sirven para que los pecadores ofi-ciales crean que ese acto (casi siempre provocado por el alcohol) los redime de sus pecados? ¿Porqué la Semana Santa sirve de pretexto para celebrar todo menos lo que se refiere a la Santi-dad? Si no se cree en ella, ¿por qué la celebran?

¿Por qué las novias en el día de la boda se casan de blanco cuando la mayoría deberían ves-tirse de oscuro? ¿Por qué algunos bautizados se empeñan en atacar a la Iglesia cuando en rea-lidad también ellos son Iglesia? ¿Por qué la mayoría de la juventud que aplaude al Papa se abs-tiene de hacerle caso? ¿Por qué el asesinato de un niño nacido duele más que el asesinato de unniño sin nacer?

¿Por qué hay tantos porqués bamboleantes, cuando tendría que haber muchos más porquéssólidamente arrigados a una lógica que casi nadie acepta?

Mercedes Salisachs

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Desde la fe Alfa y Omega 25-X-2001 31

Escribe Francisco Umbral en su columna de ElMundo, bajo el título Religión y cultura: «Toda re-ligión es un estadio anterior de la Humanidad. Era-mos religiosos cuando no podíamos ser otra cosa.Las religiones fueron una especie de saber poético,muy válidas cuando no se sabía nada...» No haypeor cosa para un columnista que llevar años subi-do en la columna. Umbral los lleva. El último pá-rrafo de la columna a la que me refiero empiezaasí: «Como hemos dicho...» ¡En plural mayestáti-co!, tal como lo leen, como si fuera un Papa de losde cuando entonces, como él dice. Si alguien, yamiope, se sube a la columna, acaba no viendo lascosas. La religión, estadio anterior... Pero, ¿anteriora qué? Y, ¿cómo es que Umbral dedica sus colum-nas cada poco a hablar de algo tan anterior? ¿O es

que el anterior y superior es él, que, como se ve, sa-be tanto de todo? ¿Cómo puede saber tanto de to-do sin saber lo más elemental? ¿O –lo que es peor–sin querer saberlo? Umbral –alguna vez se lo dijoMartín Descalzo y se lo dice algún obispo amigo–parece ser de los que no tienen más religión quela de sí mismos; y, claro, así «no se puede ser otracosa».

Este rincón ha recogido más de una vez, y segui-rá recogiendo cuando lo merezca, alguno de loschistes que El Roto publica en El País. Hay otros,en cambio, en los que desperdicia su ingenio y sutalento. En uno reciente, un niño le pregunta a uncura: «Padre, y ¿en qué se diferencian las buenas ac-ciones de las malas?» Y el cura responde: «En lo

que rentan». El Roto intenta hacer una gracieta so-bre Gescartera, a sabiendas –creo, porque lo con-sidero inteligente– de que ni se puede generalizar,ni todo el monte es orégano. Pero, quizás sin darsecuenta, no sabe la verdad tremenda que ha dichocon su coyuntural gracieta, porque, claro, hay otrasrentabilidades superiores a la del dinero, que dife-rencian, a Dios gracias, las buenas de las malas ac-ciones.

El País dedica una interesante página al enormeproblema del aborto, bajo el título El aborto, entrelas menores de 20 años, aumenta el 74% en la úl-tima década. Y he aquí que, en el reportaje, se re-conoce la preocupación por estos datos que «reve-lan grandes carencias de información y falta deeducación sexual». ¡Ah, sí!? ¿Pero qué me dicen?¿Pero El País no era el altavoz del Póntelo-Pón-selo, de doña Matilde y su mariachi? ¿Ahora leempiezan a ver las orejas al lobo?

Son cosas que pasan en una Redacción: acabasde recibir una crónica del corresponsal en Roma,que habla del Sínodo de los Obispos y de cómo sepuede resumir en las palabras santidad, comunión,unidad... y, de repente, te llega un despacho de IVI-COM (Agencia Española de Noticias de Vida Re-ligiosa) con este título: «Las Siervas del EspírituSanto y los Misioneros del Verbo Divino se com-prometen con una espiritualidad ecofeminista».Sic. Pero, ¿qué les pasa a algunos y algunas?

«¡Ojalá hubiese un gran debate serio como LaClave!», dice el presentador de esa cosa televisivaque se titula Moros y cristianos. Eso, eso: ¡ojalá...!¿Por qué no se pone a ello?

Gonzalo de Berceo

NO ES VERDADNO ES VERDAD

TELEVISIÓNTELEVISIÓN

Dentro de los medios existe una gran preo-cupación por el número de horas que niños

y jóvenes pasan delante de la televisión. Estánviendo una programación para adultos», ase-guraba, recientemente, don Javier Pérez Silva,creativo de contenidos para televisión y pro-fesor de la Universidad San Pablo-CEU, enunas jornadas organizadas por la FederaciónIbérica de Asociaciones de Telespectadoresy Radioyentes. Y es cierto. Muchos profesio-nales del mundo de la comunicación no es-tán satisfechos con la programación actual dela televisión en España. Aún más, no estánsatisfechos con su trabajo. Les gustaría ha-cer algo diferente y más creativo. Pero no pue-den. Ellos mismos lo reconocen: algo está ma-tando a la televisión. No es muy difícil descu-brir al asesino de la creatividad de los profe-sionales de la televisión. No es otro que eldinero. Sí, don dinero.

Según doña Carmen Domínguez Penelas,Vicepresidenta de la Academia de las Cienciasy las Artes de Televisión en España, con másde diez años de experiencia en TVE, «la in-mediatez de los resultados es lo que está ma-tando a las televisiones actuales. Con el tiem-po, los programas clínex se habrán olvidado.No habrán consolidado a la empresa ni pa-sarán a la historia de la televisión». Es decir,la obtención de beneficios a muy corto pla-zo, como filosofía empresarial, es el peor es-timulante de la creatividad de los profesiona-les de la televisión. No hay tiempo para pen-sar. Hay que ganar dinero ahora. No importacómo. Y, claro, los resultados saltan a la vis-ta. Las cadenas de televisión obtienen unosbeneficios sólo comparables al narcotráfico.Pero, a costa de la calidad, y a la larga hastade la rentabilidad. Es la crisis de los creati-vos.

Pero, aunque éste sea el ambiente gene-ral, esto no significa que las cosas no pue-dan cambiar. Hay creativos que no se con-forman con servir a los intereses de los ac-cionistas. Ejecutivos del mundo audiovisualhartos de vivir esclavizados por la audiencia.Y muchos telespectadores que no quierenacostumbrarse a una programación de bajacalidad.

Según don Ignacio de Bofarull, crítico detelevisión y orientador familiar, «creer que la te-levisión de calidad es aburrida es una ideaequivocada. La calidad es rentable. Es un prin-cipio económico elemental». Sin duda, es po-sible; y un reto, una televisión de calidad, cre-ativa y rentable. Pero para ello se necesita in-versión a medio y largo plazo. Se necesitatiempo y cabeza.

I.V.

El asesino de la creatividad

Máximo, en El País

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Su fraterna amistad me estimula a vivir y tra-bajar con alegría… Gracias, gracias por dar-me siempre una prueba así de confortante».Son palabras de Federico Fellini, el desa-cralizador Fellini, que así se dirigía, inespe-

radamente, a un jesuita. Era el 27 de marzo de 1960.La carta llevaba la dirección del padre Nazareno Tad-dei, quien en la revista Letture acababa de contarlo.Y Avvenire lo ha recogido.

«¡Ah, los jesuitas!», añadía el gran director. Fue-ron los mismos superiores los que le dieron el en-cargo de una «lectura, ponderada y objetiva», para surevista mensual. «Volví a ver el film varias veces–cuenta–. Lo discutí también con el mismo Fellini.Sin embargo, entonces, pedí a los superiores que medispensaran del encargo del artículo, pero ellos medieron la orden de santa obediencia, que es la ordenmás solemne para un jesuita».

La dolce vita, según Taddei, trataba el tema de laGracia: «El film lo explicitaba con las imágenes ini-ciales (la llegada de la estatua de Cristo en helicóp-tero) y con las imágenes finales cuando el protago-nista, Marcello, casi borracho de cansancio, despuésde una noche de marcha, se encuentra con un grupode personas en la orilla del mar, y Paolina, la cama-rera que había impresionado a Marcello por su gra-cia inocente, le llama sonriente. Marcello la ve, pe-ro no entiende y se ve arrastrado fuera por una delas mujeres del grupo. Paolina continua sonriendo,como diciendo: ¡Bien, vete, en el próximo cruce meencontrarás otra vez esperándote! La lectura era evi-dente, pero me parecía difícil –añade Taddei– queFellini hubiese querido expresar un tema tan… teo-lógico».

En los encuentros con Fellini, Taddei no habíahablado nunca de Gracia; pero un día, de improviso,le preguntó: «¿Qué es, según tú, la Gracia?» Fellinile respondió de repente: «¿Qué es la Gracia sino esarealidad, como Paolina, que tú no entiendes y la re-chazas, pero ella te sonríe y te dice: ¡Bien, vete! Pe-ro me volverás a encontrar siempre esperándote?»Para Taddei se trató de una «respuesta teológica-mente perfecta, expresada, sin embargo, con un len-

guaje no de tratados teológicos, sino con palabrassencillas».

En otra carta, fechada el 8 de enero de 1961, delusted se había pasado al tú, y algunos diminutivoscariñosos testimoniaban cómo entre los dos habíaaumentado la confianza y la amistad. Fellini, al se-ñalar su nuevo film («que con mucha probabilidad de-berás defender»), ponía en guardia a Taddei del ries-go definitivo de la excomunión, y después añadía:«Querido hermanillo, he pensado en ti a menudo y aveces con un sentido de remordimiento agudo, aun-que yo no me siento con culpa. Y pienso que un sen-timiento que nace de una profunda gratitud y amis-tad puede recompensar cualquier disgusto, cuando setiene también sólo la esperanza de haber actuado se-gún la convicción de la propia conciencia».

En una carta sucesiva, fechada el 16 de marzo de1962, Fellini anunciaba que quería saber en qué pun-to estaba su fe: «Una vez u otra afrontaremos a fon-do la cuestión, y tú –escribía a Taddei– me ayudarása entender si soy precisamente católico o no». Habíahabido una misiva precedente de Taddei a Fellini,en la cual (15 de marzo de 1962) el jesuita le decíaque no sabía si se hubiese reído o enfadado con lanoticia de una curiosa petición: «Me han escrito deCanadá (donde se me dice que debes ir) para saber sitú eres católico, precisando que ser católico signifi-ca ir a misa el domingo, y añadiendo que diversosamericanos no apreciarán tus films si llegan a saberque no lo eres. ¿Entiendes mi apuro para respondera una pregunta así?» Fellini se declaró entonces dis-

gustado por haber puesto a Taddei en apuros y lanzóla propuesta de la anunciada verificación.

Las tres cartas de Fellini, hasta ahora inéditas,habían permanecido sepultadas durante todos estosaños entre las tantísimas cartas del archivo del pa-dre Taddei. Sólo ahora, con ocasión de la búsquedade materiales para un volumen dedicado por el je-suita al gran director, han aparecido y sirven de in-troducción a Tuttofellini (Ediciones Edav, La Spe-zia, via XX setembre, 78 Tel. 00 39 0187 778147),una obra ardua, de más de 400 páginas, en las cualesTaddei ha recogido sus escritos y los de sus colabo-radores sobre los films y la figura de Federico Fe-llini, a partir, obviamente, de aquella primera lectu-ra de La dolce vita. «El artista –concluye Taddei–sobrevive con su maravillosa obra, capaz de dar to-davía escalofríos estéticos, pero también hacer pen-sar en la vida concreta de todos los días iluminada porla verdad». De esa verdad Fellini escribió:

«¿Qué es un artista en realidad? No es más que unprovinciano que se encuentra entre una realidad físicay otra metafísica. Ante una realidad metafísica, todossomos provincianos. ¿Quién es, pues, ciudadano dela trascendencia?... Los santos.

A todo período de empedernido materialismo,siempre siguen épocas de espiritualidad. Ahora es-tamos viviendo como en un túnel oscuro y angus-tioso, incapaces de comunicar entre nosotros, pero yaparece verse a lo lejos un resplandor, el sentido de unanueva libertad: tenemos que esforzarnos en creer enesta posibilidad de salvación».

Alfa y Omega

Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

Caricatura de Federico Fellini, por Carretto

A veces se llamaba Calbiria; otras, Gelsomina... La esposa de Fellini, Giuletta Masina, en La Strada

Correspondencia, inédita hasta ahora, de Fellini con un jesuita

... y descubrió«la dolce Grazia»