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Universidad de la República
Facultad de Psicología
Equinoterapia para niños con TEA:
efectos terapéuticos, fisiológicos y en
la comunicación e interacción social.
Trabajo Final de grado: pre-proyecto de investigación.
Antonella Morandi.
Tutor: Dr. Daniel Camparo Avila.
Revisor: Dr. Paul Ruiz Santos.
14 de setiembre de 2019
Montevideo, Uruguay.
Resumen
El autismo es considerado un trastorno del neurodesarrollo que presenta
diferentes niveles de gravedad. Tiene una etiología compleja que se aborda desde
distintas concepciones, biomédica, cognitiva, afectiva, etc. La equinoterapia, como
terapia integral complementaria, se está incrementando en el trabajo con niños
con Trastorno de Espectro Autista (TEA). Sin embargo, no existen demasiados
estudios que comprueben sus efectos.
El presente pre-proyecto pretende explorar los efectos terapéuticos, fisiológicos y
en la comunicación e interacción social producidos por la Equinoterapia en niños
con TEA. El estudio consta de una metodología cuantitativa, utilizando el CARS y
el ADOS como instrumentos de observación, así como la extracción de muestras
salivales, con el fin de medir cambios fisiológicos vinculados a la Oxitocina (OT),
particularmente las hormonas correlacionadas progesterona y cortisol. El estudio
pretende contribuir brindando datos sobre esta área poco abordada.
Palabras claves: Autismo (TEA) – Equinoterapia – TAACAs - Oxitocina.
Índice
Introducción………………………………………………………………………. 1
Fundamentación…………………………………………………………………. 1
Antecedentes…………………………………………………………………….. 2
Trastorno del Espectro Autista (TEA)…………………………………………. 4
Oxitocina (OT)………………………………………………………….. 7
Progesterona y Cortisol……………………………………………….. 8
TAACA’s y Equinoterapia………………………………………………………. 8
Equinoterapia y TEA……………………………………………………11
Problema y pregunta de investigación………………………………………...12
Objetivos…………………………………………………………………………..12
Hipótesis…………………………………………………………………………..13
Diseño metodológico…………………………………………………………….13
Consideraciones éticas………………………………………………………….16
Cronograma de ejecución……………………………………………………….17
Resultados esperados…………………………………………………………...17
Referencias………………………………………………………………………..18
1
Introducción
El presente trabajo se enmarca en la realización del Trabajo Final de Grado,
correspondiente a la Facultad de Psicología. La elección de la temática parte desde un
interés personal hacia al autismo principalmente, que fue conjugado con la
equinoterapia como terapia complementaria al participar de un seminario electivo en la
Facultad de Veterinaria, TAACA’s (Terapias y Actividades Asistidas con Animales).
Quienes cursamos este seminario participamos como ayudantes en las sesiones,
permitiéndome así vivenciar en primera persona de qué se trataba. A partir de este
momento me surgieron varias preguntas sobre los efectos y por qué se implementaba
en esta población.
Fundamentación
La prevalencia del TEA, según el DSM-5, se estima que gira alrededor del 1% de la
población, afectando con más frecuencia a hombre que mujeres, en una proporción 4 a
1. En los últimos años se ha constatado un aumento en la detección y los diagnósticos,
el cual podría deberse a la mayor precisión de los procedimientos e instrumentos de
diagnóstico. En Uruguay no existen datos fehacientes, pero se estima que 1 de cada 88
niños presenta este trastorno (PRONADIS, 2019; CAE, 2019; FAU, 2019).
La equinoterapia en los últimos años ha sido reconocida como una terapia
complementaria, con fines terapéuticos y psicopedagógicos, constituyendo una
actividad física adaptada en un caballo. La misma tiene un abordaje interdisciplinario en
áreas de la salud y educación, contribuyendo al mejor desarrollo biopsiocosocial de la
persona que lo lleve a cabo (Martins Santos, 2013).
En el país, actualmente no existen datos de cuántos centros ecuestres ni cuántas
personas llevan a cabo esta terapia, aunque se habla de un auge en su práctica. Según
Presidencia (2019), 40 centros están asociados al Centro Nacional y Fomento de
Rehabilitación del Ejército (Ce.Na.F.R.E.), aunque existirían más, los cuales no están
asociados. EL Ce.Na.F.R.E atiende gratuitamente a personas con distintas
discapacidades. El mismo tiene como objetivo: promover y desarrollar la Rehabilitación
2
Ecuestre, propiciar la formación profesional de técnicos y apoyo a los centros y
asociaciones educativas o de salud.
Al realizar la búsqueda bibliográfica sobre equinoterapia y autismo pude comprobar la
existencia de muy poca información, así como la dificultad para acceder a ella a través
del contacto con personas referentes en el tema. La evidencia científica en terapia con
animales es muy escasa y mayormente está basada en observaciones de padres,
terapeutas y/o monitores. Algunos de los efectos positivos adjudicados se darían en la
comunicación, el habla, la coordinación y la socialización (Taberes Sánchez, Vicente
Castro, Sánchez Herrera, Alejo, Cubero Juánez, 2014).
Antecedentes
Para la revisión bibliográfica se llevó a cabo una búsqueda en las bases de datos:
Timbó, Google Scholar, Neurología, Redalyc y Scielo, mediante las palabras claves:
autismo, equinoterapia, TAACAs, y oxitocina. Se seleccionaron artículos y capítulos en
los idiomas: español, inglés y portugués. Se priorizaron los artículos de las dos últimas
décadas, con el fin de obtener datos actuales y sobre sociedades más similares a la
nuestra. De igual manera, se utilizaron libros y manuales pertinentes a la temática.
Van den Hout y Bragonje (2010), evaluaron el efecto de la Terapia Asistida por Equinos
(TAE) en 60 niños con TEA, con edades abarcadas entre 2 y 14 años. Se utilizó The
Childhood Autism Rating Scale (CARS) con el fin de medir un posible cambio en la
gravedad del trastorno antes y después de llevado a cabo el tratamiento. También se
completó The Autism Treatment Evaluation Checklist (ATEC), antes, a mitad y al final
del total de sesiones, con el fin de valorar efectos en áreas específicas del
funcionamiento. Se mostraron cambios positivos generales en la gravedad del
trastorno, las cuales parecían estar especialmente relacionadas con la severidad basal
del niño con TEA y el número de sesiones en las cuales participaban, mostrando que
niños con TEA más severos se beneficiaban menormente de la terapia. Los efectos en
las áreas específicas de funcionamiento fueron todos significativos, siendo los mayores
efectos sobre la sociabilidad y la conciencia sensorial/cognitiva.
3
Borgi et al. (2016), estudiaron la efectividad de la TAE en niños con TEA, comparando
13 niños que practicaban la terapia, frente a un grupo de control de 15 niños. Todos
fueron varones, entre 6 y 12 años, diagnosticados con TEA según el criterio del DSM-
IV-TR y / o CIE-10, con un coeficiente intelectual 70 en la Escala de Inteligencia de
Wechsler para Niños-III (Wechsler 1991), que asistían a la escuela y participaban de
terapias convencionales. Cada niño se evaluó al inicio y luego de 6 meses con la
Escala de comportamiento adaptativo de Vineland (VABS) (Sparrow et al. 1984) y la
Torre de Londres (TOL) (Shallice 1982). Los resultados indicaron una evolución positiva
en el funcionamiento social, en el funcionamiento ejecutivo y de manera más leve en las
habilidades motoras, en comparación con el grupo de control.
Tabares Sánchez et al. (2013) realizaron otro estudio sobre la TAE y niños con TEA, en
el cual midieron los cambios hormonales como efecto de la terapia. Se evaluaron
cambios en los niveles de progesterona y cortisol, debido al alto grado de correlación
que tienen con la OT. La muestra contó de 8 niños varones, entre 5 y 16 años y se
recogieron muestras salivales antes y después de cada sesión de terapia. Los
resultados mostraron señales de cortisol más altos antes de la terapia y niveles de
progesterona más altos posteriormente a la misma. Esto concluiría que la “Terapia
puede crear una modulación en los canales de producción de OT a niveles centrales”.
Hollander et al. (2007) exploraron los efectos de la administración de OT por vía
intravenosa en 15 adultos con TEA. Fue una muestra aleatoria con edad abarcadas
entre 19 y 56 años, todos pasaron por una entrevista diagnóstica y evaluaciones de
inteligencia verbal y no verbal, obteniendo puntaciones por encima del promedio. Se
aplicó una tarea para la comprensión afectiva del habla, antes y después de haber
inyectado OT. Todos los sujetos mostraron mejoras en la comprensión afectiva del
habla, esto estaría sugiriendo, según los autores, que la OT podría facilitar el
procesamiento de la información social en personas con autismo.
4
Trastorno del Espectro Autista
La primera referencia a lo que más tarde sería llamado autismo podría datar del siglo
XVI, cuando Johannes Mathesius, monje alemán, refirió a un chico de 12 años el cual
describía como un “muchacho que no era más que una masa de carne implantada en
un espíritu sin alma, poseído por el diablo”. Este chico, según Artigas-Pallares & Paula,
vivía una clase severa de autismo (2012).
Sin embargo, el término autismo no aparece hasta el trabajo de Eugen Bleuler en 1911,
dónde lo utiliza como un síntoma de la noción de Demetria praecox de Emil Kraepelin.
El término autismo tiene una etimología griega "autos" que significa "sí mismo" opuesto
a "otro". Bleuler lo caracterizó por el repliegue de la vida mental sobre sí mismo, la cual
dificultaba o incluso impedía el relacionamiento con los demás (Garrabé de Lara, 2012).
El psiquiatra Leo Kanner en 1943, Estados Unidos, publicó un artículo “Autistic
Disturbances off Affective Contact”, quién describió a 11 niños con “autismo infantil
temprano”. En el año siguiente, 1944, en Viena, Austria, Hans Asperger presentó su
tesis “Autistic psychopathy in childhood” refiriendo a 4 niños con “psicopatía autística”.
Ambos autores utilizaron el término autista, pero Kanner siempre ha sido señalado
como el pionero debido a que su artículo fue publicado en inglés y su distribución fue
más destacada que Asperger, quien fue reconocido principalmente por la comunidad
científica alemana. La tesis de Asperger fue traducida al inglés en 1991, luego de una
revisión descrita en el trabajo de Lorna Wing donde recibió mayor atención (Lyons &
Fitzgerald, 2007).
El criterio de autismo ha sufrido varias modificaciones en los últimos años, en especial
con la publicación del DSM-5 en el año 2013. El trastorno autista se convirtió en el
único diagnóstico posible del Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) pasándose a
llamar Trastorno del Espectro Autista (TEA). Es a partir de Wing y Gould, que el
autismo pasa de ser un cuadro a un espectro continuo para referirse a sus
características sintomáticas, dándose de forma particular y en diferentes niveles (Vives
Vilarroig, 2010).
5
El espectro se ejemplifica en la figura 1, mostrando el continuo del trastorno. Las
personas con la atención y apoyo necesario pueden mejorar su calidad de vida, cabe
mencionar que este trastorno no tiene cura y el enfoque de atención va dirigido a
mejorar su bienestar y estilo de vida.
El TEA es considerado como un trastorno del neurodesarrollo con etiologías múltiples,
que presenta diferentes niveles de gravedad. Actualmente se fusionaron las dificultades
de la interacción y la comunicación social. (APA, 2013; Wing, Gould & Gillberg, 2011).
Existen diferentes teorías explicativas que abordan la definición de autismo. La
definición biomédica es abordada, actualmente, por el DSM-5 a través de tres criterios:
Deficiencias persistentes en la comunicación e interacción social, dentro de las
cuales se especifican deficiencias en la reciprocidad socio emocional y en la
comunicación verbal y no verbal, variando en gravedad. Patrones restrictivos y
repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, dentro de los cuales
pueden observarse movimientos, habla o utilización de objetos repetitivos o
estereotipados, inflexibilidad de rutinas y patrones de comportamiento verbal y no
verbal, intereses restringidos y fijos anormales en su foco de interés o intensidad.
También menciona una hiper- o hipo-reactividad a los estímulos o actividades por
aspectos sensoriales, como puede ser “indiferencia aparente al dolor/temperatura,
respuesta adversa a sonidos o texturas específicos, olfateo o palpación excesiva de
objetos, fascinación visual por las luces o el movimiento”. Estos síntomas están
presentes en la primera infancia, aunque pueden no manifestarse hasta que lo
demande el entorno (APA, 2013).
Nivel 1
TEA alto
funcionamiento
Nivel 3
TEA bajo
funcionamiento
Nivel 2
TEA funcionamiento
medio
Fig. 1 Espectro del TEA.
6
Actualmente se ha comprobado que el TEA tiene un origen biológico que obedece a
diferentes causas, de las cuales existe una importante influencia genética, pero la
misma cuenta con una gran diversidad. Tomando este origen se han desarrollado
diferentes teorías que también tratan de explicar el trastorno desde un punto de vista
psicológico, de las cuales se pueden dividir en teorías cognitivas (Teoría de la mente,
Teoría de la Coherencia Central Débil, Teoría de las Funciones Ejecutivas) y teorías
afectivas (Mebarak et al., 2009; Vives Vilarroig, 2010).
La Teoría de la Mente se refiere a la capacidad de ponerse en el lugar del otro,
comprender y poder predecir lo que otro está haciendo al interactuar con nosotros, lo
que implica el conocimiento de los estados internos y pensamientos de los otros. Las
personas con autismo tienden a presentar dificultades en poder llevar a cabo esta
capacidad, no pudiendo siempre registrar lo que podrían estar pensando las demás
personas, llegando a no poder reconocer ni comprender emociones en los otros
(Mebarak et al., 2009; Vives Vilarroig, 2010; Comunidad de Madrid, 2008).
La Teoría de Coherencia Central Débil habla de una dificultad en la capacidad de
procesar, integrar, la información en un “todo”, focalizándose en los detalles. Las
personas con TEA, tienden a presentar fallos para atribuir un significado al completo de
una situación, lo que explicaría las alteraciones psicológicas y lingüísticas del trastorno
(Martos-Pérez, Paula-Pérez, 2011; Vives Vilarroig, 2010, Comunidad de Madrid, 2008).
La Teoría de la Funciones Ejecutivas o de las Disfunciones ejecutivas, parte desde una
comparación de ciertos síntomas presentes en el autismo y algunos surgidos desde un
daño cerebral específico. Las Funciones Ejecutivas dependen del desarrollo del lóbulo
frontal y prefrontal y se encargan de la planificación, memoria de trabajo, inhibición y
control de impulsos, cambios en la atención, creatividad, generación, control y
autoregulación de la acción, entre otras. Los niños con autismo presentarían
dificultades en su comportamiento debido a disfunciones en estos procesos (Martos-
Pérez, Paula-Pérez, 2011; Mebarak et al., 2009; Vives Vilarroig, 2010; Comunidad de
Madrid, 2008).
Las teorías afectivas centran su abordaje en el problema en la capacidad de empatía.
Hobson hipotetizó que la alteración en la comunicación es primariamente afectiva.
7
Siguiendo este autor, las personan con TEA carecerían de los componentes
constitucionales para interactuar emocionalmente con otras personas, provocando así
un fallo para reconocer los pensamientos, sentimientos y deseos de los demás, así
también como una alteración en la capacidad de abstraer, sentir y pensar
simbólicamente. Los déficits cognitivos y del lenguaje serían secundarios, manteniendo
una relación estrecha con el desarrollo social-afectivo (Mebarak et al., 2009; Vives
Vilarroig, 2010).
Otra forma de abordar el trastorno es teniendo en cuenta los cambios fisiológicos que
pueden manifestarse en la persona con autismo. Uno de los mismos, podría ser la
influencia de cambios en la oxitocina (OT), la progesterona y el cortisol.
Oxitocina
La OT es un oligopéptido (proteína formada por unión de aminoácidos) sintetizado y
secretado principalmente por neuronas magnocelulares de los núcleos supraóptico y
paraventricular del hipotálamo. Simultáneamente se comporta como una hormona,
liberándose en el torrente y se distribuye ampliamente en todo el sistema nervioso
central. Acciona principalmente sobre el útero y las glándulas mamarias, en especial en
la contracción de los músculos a la hora del parto y en la excreción de leche materna
(Martino, 2014; Hollander, 2007).
Ha sido relacionada a la afectividad, ternura, el acto de tocar, el reconocimiento y
establecimiento de relaciones sociales, se ha encontrado que está involucrado en la
regulación de la alimentación, aseo y respuesta al estrés. Es un “…mediador clave de
conductas emocionales y sociales complejas, como el apego, el reconocimiento social y
la agresión (Kirsch et al. 2005). También se ha comprobado que la oxitocina reduce la
ansiedad y afecta al condicionamiento del temor y la extinción del miedo” (Tabares
Sánchez et al. 2013; Hollander 2007).
Olza Fernández et al (2011) citando a Ebstein et al. (2009), hipotetiza sobre una posible
relación entre la hormona oxitocina, las condiciones del parto y el TEA, vinculando la
tríada del trastorno con las relaciones mencionadas en el párrafo anterior. También
Martino ha vinculado las conductas repetitivas y los déficits sociales, como la
8
comunicación y la interacción social, con desajustes en los neuropéptidos OT y
arginina-vasopresina (2014).
Progesterona y Cortisol
La progesterona y el cortisol son dos hormonas que se correlacionan altamente con la
OT. La progesterona se ha visto vinculada con la conducta social y el cortisol es
liberado como respuesta al estrés, el cual se ve contrarrestado por los efectos del OT.
Se han utilizado estas dos hormonas como método alternativo, ya que las mismas se
pueden obtener mediante una extracción de saliva, en tanto la OT habría que medirla a
niveles centrales para obtener datos fehacientes y presenta irregularidad en los niveles
de plasma en sangre. (Tabares Sánchez et al. 2013).
TAACAS y Equinoterapia
“Los seres humanos no sólo crean vínculos con miembros de su misma especie sino
también desde hace años han desarrollado estrechas relaciones con seres de otras
especies, estas relaciones comenzaron como un contrato de mutuo beneficio entre
ambas partes, sin embargo, terminaron por llenar el mundo humano de significados
más profundos que los de la simple utilidad obtenida de los animales” (Pulgarin Tavera
& Orozco Sena, 2016).
En las últimas décadas se ha observado un aumento por el interés de las diversas
maneras en que los animales se pueden utilizar terapéuticamente, tanto a nivel físico
como emocional. Las Terapias Asistidas por Animales (TAACA’S) se centran en
múltiples áreas: “personas con problemas médicos específicos (enfermedades de
cáncer, SIDA, etc.), personas con deficiencia física, sensorial (sordos, ciegos,
sordociegos), personas con deficiencia mental (Síndrome de Down), personas con
deficiencia motórica (parálisis cerebral, espina bífida…), personas con trastornos del
desarrollo (autismo)…”. También se ha vinculado con programas educativos, población
penitenciaria, problemas de comportamiento, emocionales y/o de aprendizaje, etc. Las
características del animal dependerán del para qué lo necesiten, con quien trabajará,
cuáles son sus necesidades, el entorno donde se desarrollará, entre otras (Martínez
Abellán, 2008).
9
Fernández (2013) refiere a las TAACAs como:
la metodología desde el abordaje interdisciplinario y transversal del accionar de
profesionales de la salud y educación, entre otros, fundado en los beneficios
aportados por el vínculo humano - animal, en el abordaje biopsicosocial de las
personas incluidas en poblaciones de riesgo, contemplando el bienestar y
comportamientos de los animales. (p.19)
Las TAACA’s son terapias complementarias, no remplazan ni excluyen otros
tratamientos, incluido el médico tradicional. El éxito o no de estas intervenciones, se
debe principalmente a la elección del animal para cada persona, los profesionales a
cargo y el desarrollo de la terapia con metas realistas. Lo anterior va acompañado del
bienestar animal, respetando sus horas de descanso y evitando situaciones de estrés
(Muñoz Lasa et al., 2015).
Existen varios tipos de terapia con animales las cuales se diferencian principalmente
por el rol que ocupa el animal en el proceso, el para qué lo necesiten, con quien
trabajará, cuáles son sus necesidades y el entorno donde se desarrollará. En este
trabajo se tomará a la equinoterapia como eje de trabajo, teniendo el caballo un rol de
“co-terapeuta”.
La equinoterapia o hipoterapia como también puede ser mencionada, es una terapia
integral empleada por profesionales que utiliza al caballo, “ya sea montado o a pie de
tierra”, y las técnicas ecuestres como instrumento terapéutico para la rehabilitación,
reeducación, normalización y socialización de personas con distintas dolencias,
problemáticas o patologías. (García, 2010).
Hipócrates en el siglo V a. C, ya atribuía el restablecimiento de la salud y la
preservación del cuerpo de las dolencias a la equitación. En el siglo IX, en Bélgica,
personas con discapacidades cuidaban animales domésticos como parte de un
programa terapéutico. John Locke en 1669, describió una función sociabilizadora en la
relación con los animales, creándose las primeras teorías de la influencia sobre
pacientes con distintas patologías. Después de la Primera Guerra Mundial otras
personalidades de la historia mencionaban también al caballo como “co-terapeuta”.
10
Boris Levinson, considerados uno de los pioneros en terapia asistida con animales, en
1953, atribuyó beneficios principalmente emocionales por la presencia de animales en
la terapia con sus pacientes. Finalmente, el origen de lo que posteriormente sería
llamado hipoterapia, se dio en Alemania 1970 a partir de las primeras experiencias
médicas utilizando la equitación terapéutica (Contreras Medina, Barrera Hernández,
Sotelo Castillo, 2012; Pulgarin Tavera & Orozco Sena, 2016; Martins Santos, 2013).
Actualmente ha sido reconocida por la OMS, como actividad deportiva beneficiosa para
personas con patologías físicas, psíquicas y sociales; por la American Physical Therapy
Association y la American Occupational Therapy Association, quienes señalan los
beneficios terapéuticos de la equitación (Jiménez de la Fuente, 2017).
El contacto con el caballo proporciona múltiples sensaciones que influyen positivamente
en los ámbitos social, sensorial y motor. Según Núñez Morales (2012) los principios
terapéuticos de la equinoterapia son:
A nivel físico encontramos el primer principio que es la transmisión corporal
del calor del caballo, que ayuda al sistema circulatorio de quién lo monta, ya
que relaja la musculatura y ligamentos. El segundo principio es la
transmisión de impulsos rítmicos al dorso y extremidades inferiores del
paciente, mejorando la motricidad a través de la regulación del tono
muscular y movimiento más coordinado, y encontramos el tercer principio de
la equinoterapia que consiste en la transmisión del Patrón de Locomoción
Tridimensional posibilitando que el paciente mejore o camine, esto es a
través de la automatización del movimiento que registra el cerebro de quién
monta debido a que es equivalente al Patrón Fisiológico de la Marcha
Humana.
Es importante subrayar que la equinoterapia en un principio comenzó como una terapia
de rehabilitación física y posteriormente se comenzaron a valorar sus beneficios
psicológicos y sociales. El lazo emocional que se da entre el caballo y el paciente es
altamente positivo, al igual que la relación que se genera con el terapeuta o equipo
terapéutico, junto con el entorno favorecedor y lúdico, estimulando las capacidades y
11
beneficiándole a nivel cognitivo, comunicativo y de personalidad. (Pelegrina Bonel,
Jiménez Vinuesa, Bueno Cardona, 2015; García, Cardoso & Ruiz, 2014).
Equinoterapia y TEA
La equinoterapia en niños con TEA es una terapia complementaria más, la cual no tiene
un abordaje único debido a la heterogeneidad de las manifestaciones del trastorno. El
plan de abordaje debe llevarse a cabo para cada niño, teniendo en cuenta sus
necesidades y dificultades para contribuir en su desarrollo integral. Esta terapia no
remplaza la atención clínica, psicológica, psicopedagógica y social, es un complemento
terapéutico-educacional con un abordaje multidisciplinario (García, Cardoso & Ruiz,
2014; Contreras Medina, Barrera Hernández, Sotelo Castillo, 2012).
Debido a que cada terapia se lleva a cabo con el enfoque particularizado para cada
niño, los beneficios van a ser diferentes. Pérez et al señalaron que no todos los niños
con TEA responden de la misma manera a la terapia, al igual de que no siempre es útil,
él remarca la importancia de la habilidad del terapeuta y su capacidad para formular
planes diversos y abocados a las necesidades de cada niño (2013).
En niños con TEA, la terapia va dirigida mayormente a incidir sobre la comunicación,
aunque pueden existir otros enfoques en casos particulares, siempre teniendo en
cuenta las necesidades del niño. De igual forma, esta no es la única área que se
aborda, la equinoterapia genera un trabajo holístico. Enfocar la labor en dicha área, no
implica que no se intervenga en otras como la percepción, el equilibrio, coordinación,
capacidad para disociar movimientos, relajación, habilidades prelaborales, etc. (Vives
Vilarroig, 2010).
A la equinoterapia se le han atribuido diferentes beneficios a nivel neuromotor,
sensitivo, psicológico-cognitivo y sociales. Entre los cuales se pueden mencionar
progresos en la coordinación y la disociación de movimientos, el desarrollo de la
lateralidad, la coordinación psicomotora gruesa y fina, el equilibrio, la noción de
causualidad, la rapidez de los reflejos, la percepción censo-táctil y la integración
sensorial, el autoestima, la comunicación gesto-oral, el contacto visual, el vocabulario,
uso de protoimperativos y protodeclarativos, la capacidad de atención y memoria, la
12
relación con las personas que no pertenecen a su entorno, el control de las emociones,
el juego simbólico. También reduce estereotipias de movimientos, corrige problemas de
conducta, y desarrolla una mejora de la conciencia y del esquema corporal, produce
efectos positivos al verse superiores a alguien, ayuda a descubrir la capacidad de
cuidar a alguien y el desarrollo de la afectividad (De la Prieta Cuervo, 2017; Martins
Santos, 2013; Vives Vilarroig, 2010).
Problema y pregunta de investigación
Diversos estudios han demostrado diferentes efectos beneficiosos en áreas psico-
pedagógicas, comunicación, físicas y sociales, por ejemplo, producidos por la
Equinoterapia en personas con TEA. Aun así, estos estudios carecen de muestras
grandes (en la mayoría de los casos solo sobre un género), evaluaciones de corte
fisiológico, tomando datos mayoritariamente de reporte de padres, instructores o algún
otro profesional, no directamente de la persona en cuestión ni observación por parte del
clínico o investigador.
El presente proyecto propone indagar sobre los efectos de la equinoterapia en niños
con TEA, en centros ecuestres de Uruguay que realicen esta terapia complementaria,
obteniendo datos exploratorios de nuestro país, en el cuál no existe información al
respecto. Para la investigación surgen las siguientes interrogantes:
-¿La equinoterapia para niños con TEA produce efectos positivos a nivel terapéutico y
en la comunicación e interacción social?
-¿Existen cambios fisiológicos como efecto de la equinoterapia?
Objetivo General
Explorar los efectos de la equinoterapia en niños con TEA.
Objetivos específicos
Explorar efectos terapéuticos en el nivel de severidad de niños con autismo.
Indagar sobre los efectos producidos en la fisiología.
Observar si existen cambios en el área de comunicación e interacción social.
13
Hipótesis
- En niños con TEA que asisten a equinoterapia se observará una disminución en
las manifestaciones de gravedad del trastorno.
- Al analizar los niveles de cortisol en saliva, estos serán más altos antes de
realizar la terapia en comparación con los extraídos posterior a su realización.
- En el análisis de progesterona en saliva se detectará que los niveles son más
bajos previos a la equinoterapia en comparación con los extraídos posterior a su
realización.
- Los niveles de oxitocina aumentan a efectos de la equinoterapia.
- El trabajo en equinoterapia de niños con TEA impactará en la comunicación e
interacción social.
Diseño metodológico
Siguiendo a Sampieri et al., 2014, el trabajo se llevará a cabo con un enfoque
cuantitativo y exploratorio. Cuantitativo debido a que la recolección de datos se basa en
la medición numérica y el análisis estadístico con el fin de establecer patrones de
comportamiento y probar teorías. El mismo, sigue un proceso secuencial y riguroso
partiendo de una idea delimitada. Será exploratorio ya que el objetivo del mismo es
explorar un área poco investigada. Estos sirven para familiarizarnos con fenómenos
relativamente desconocidos, como es el caso de este pre-proyecto, son una forma de
obtener información, identificando nuevos conceptos, contextos y situaciones de
estudio, etc.
Se utilizará un método cuasi experimental, ya que se intentará controlar variables para
delimitar las relaciones entre ellas. “Cuasi” debido a que no se pueden aislar solamente
las variables que uno quiere medir, existen otras, como por ejemplo los procesos de
desarrollo y características particulares de cada niño, factores relacionados con el
medio familiar u otro, los efectos de otras terapias, etc, que seguirán influyendo y no
podemos anular ni desconocer su incidencia. Este diseño, manipula una variable
independiente para observar su efecto y relación con otras variables dependientes. Los
14
sujetos en este método no son designados al azar, están establecidos con anterioridad,
independientemente al estudio (Marradi, et al. 2007; Sampieri et al., 2014).
Se utilizará un diseño de análisis pre y post terapia, en el cual se le aplica una prueba al
grupo de individuos que participa en el estudio, tanto antes como al finalizar un
tratamiento o ser expuesto a un estímulo determinado. Este diseño aporta un punto
referencial de inicio, el cual se puede comparar a posterior para ver qué nivel tenía el
grupo antes de ser expuesto, es decir, hay un seguimiento (Sampieri et al., 2014).
Participantes
Se trabajará con centros asociados Ce.Na.F.R.E., que realicen equinoterapia con niños
con TEA, cuyos planes de trabajo hagan hincapié en la comunicación de los niños. Se
seleccionará centros con características similares (formación de instructores, formas de
abordaje al caballo, características de los animales) con el fin de reducir la incidencia de
estas variables externas sobre los resultados.
La población estará conformada por 30 niños y niñas de entre 4 y 10 años con
diagnóstico de TEA ya establecido. La acotación del margen de edad es elegida debido
a dos consideraciones: la primera, es que no se suele diagnosticar con anterioridad a
los 3 años, teniendo en cuenta que uno de las aclaraciones del diagnóstico por parte
del DSM5, es la manifestación de los síntomas dependiendo de la demanda del
entorno, de la cual podría considerarse el ingreso al jardín de infantes, dándose la
obligatoriedad del mismo a los 4 años en nuestro país. La segunda, para evitar posibles
variables influyentes, como cambios hormonales, que puedan estar relacionadas con la
pubertad.
Instrumentos
Se evaluarán 10 sesiones por cada niño, teniendo que ser su primera experiencia con
esta terapia complementaria. Para la obtención de los datos se utilizarán diversos
instrumentos.
15
Dentro de las mismas, se utilizará el instrumento CARS (Schopler et al., 1980), el cual
consta de 15 ítems que consideran la gravedad del trastorno, permitiendo puntuar en
una escala Likert de 1 a 4 y a su vez anotar observaciones en cada uno de sus ítems.
El mismo se aplicará en la primera y última sesión y no pretenderá diagnosticar sino
utilizar sus dimensiones para observar un posible cambio en la manifestación de la
gravedad del trastorno.
Con el fin de sistematizar la observación de la comunicación e interacción social en
cada una de las sesiones, se utilizará los protocolos de observación de la Escala de
Observación para el Diagnóstico del Autismo - 2 (ADOS-2) (Lord, Rutter, DiLavore, Risi,
Gotham, Bishop, Luyster & Guthrie, 2015), haciendo uso de los módulos necesarios
según la edad y el nivel del lenguaje de cada niño. Esta escala es una evaluación
semiestructurada y estandarizada de comunicación, interacción social y juego o uso
imaginativo de materiales para personas con posible TEA. Está conformado de cinco
módulos cada cual apropiado a diferentes niveles de desarrollo y lenguaje, que van
desde el uso no expresivo o receptivo de las palabras hasta el lenguaje fluido y
complejo en un adulto (Lord et al., 2015).
Al comienzo y al finalizar cada sesión se pasará a extraer muestras de salivas de cada
niño con el fin de valorar los efectos inmediatos de la Equinoterapia en los niveles de la
progesterona y el cortisol. La toma debe realizarse el mismo día de la semana y a la
misma hora para evitar variaciones hormonales que puedan estar relacionadas con los
ritmos circadianos. La recolección será llevada a cabo mediante colectores de saliva
que serán transportados en contenedores refrigerados al laboratorio en el cual se
realizarán los estudios necesarios.
Para determinar la concentración de las hormonas en las muestras se utilizará el
método enzimoinmunoensayo competitivo (ELISA). El análisis será realizará en el
Instituto de Higiene, por la cátedra de Inmunología de la Facultad de Química, mediante
un lector modular ELISA.
16
Análisis de datos
Luego de finalizada la toma de datos, se codificarán y analizarán los resultados para
extraer conclusiones. Los mismos serán ingresados al programa SPSS que nos
permitirá realizar múltiples análisis tanto univariantes, bivariantes y multivariantes. Se
crearán 4 escalas correspondientes a los valores del CARS, ADOS, datos relacionados
con la progesterona, y datos obtenidos del cortisol. Se compararán datos pre-post test a
lo largo de las sesiones de los resultados obtenidos de la extracción de saliva,
progesterona y cortisol por separado. También se evaluará el desarrollo de los datos
obtenidos a partir de las escalas CARS y ADOS. Finalmente se correlacionarán los
datos de las escalas con los datos de la extracción de saliva.
Difusión
Se aspira a la realización de un artículo científico con los datos obtenidos, que podría
ser publicado en revistas de Psicología.
Consideraciones Éticas
El proyecto tendrá en cuenta la legislación existente y exigida sobre investigación con
seres humanos regida en el decreto Nº 379/008, publicado el 14 de agosto del 2008. El
mismo tiene como finalidad la protección integral de los seres humanos que participan
de una investigación (IMPO, 2019). De igual forma, se presentará ante el comité de
ética de la Facultad de Psicología, con el fin de asegurar el complimiento de requisitos
exigidos por la institución.
Siguiendo el Código de Ética Profesional del Psicólogo, se respetará el anonimato y
voluntariedad de las personas involucradas. Se establecerán consentimientos
informados a padres y/o tutores responsables de los menores, pero a su vez, se
considerará la voluntad del niño a participar. Se explicará los objetivos y el alcance de
la investigación, así como la forma en que serán abordados los datos obtenidos,
brindando la posibilidad de hacer cualquier pregunta sobre el estudio.
17
Cronograma de ejecución
Meses
Actividades 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Selección, comunicación y coordinación con los centros ecuestres, visita a los mismos para observar el modus operandi de las sesiones
Encuentro con instructores e instituciones
Comunicación con las familias
Observación de sesiones
Análisis de datos obtenidos
Realización de un artículo científico para la difusión de los datos recabados.
Cronograma por niño
Sesiones
Actividad Pre-inicio
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Encuentro con familiar
Aplicación del CARS
Extracción de saliva pre-sesión y post-sesión
Aplicación ADOS
Resultados esperados
Los resultados que se esperan obtener son respuestas al problema de investigación y
los objetivos planteados anteriormente, permitiendo generar conocimiento referido a los
efectos producidos por la Equinoterapia en niños con TEA.
Se espera hallar resultados vinculados a la disminución de las manifestaciones de
gravedad del trastorno, junto a un mejor rendimiento en el área de la comunicación e
interacción social. Sucesivamente se espera obtener a partir de las muestras salivales
resultados de los niveles en la hormona cortisol mayores antes de la terapia, y de la
hormona progesterona más altos al final de la terapia, lo que se relacionarían a niveles
de estrés menores al finalizar la sesión y los efectos de la influencia de la terapia en los
vínculos afectivos respectivamente.
18
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