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ENCUADERNACIÓN A LA BRADEL Una Bradel sencilla 2010 Carlos Rey

ENCUADERNACIÓN A LA BRADEL · En el papel artesanal y por su elaboración, estas se dirigen en todas las direcciones, pero en el industrial van todas en el mismo sentido. Entra en

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ENCUADERNACIÓN A LA BRADEL

Una Bradel sencilla

2010 Carlos Rey

a encuadernación a la Bradel, es una técnica de origen alemán desarrollada en el siglo XVIII por el encuadernador francés Alexis-Pierre Bradel.

Se caracteriza por el empleo de tres piezas independientes -lomera y tapas- que se ensamblan y por el espacio –canal- dejado entre las tapas y el cajo.

En un principio, fue ideada como una forma provisional y de ejecución rápida pero ha ido evolucionado a lo largo de los años y hoy en día la podemos ya considerar como una de las formas clásicas y permanentes en las técnicas de encuadernación

L

LA DIRECCIÓN DE LA FIBRA EN EL PAPEL Y EL CARTÓN Antes de comenzar vamos a explicar uno de los factores que más influyen en la

construcción del libro. El papel y el cartón están formados por fibras que tienen una orientación. En el papel artesanal y por su elaboración, estas se dirigen en todas las direcciones, pero en el industrial van todas en el mismo sentido.

Entra en una librería o revisa los libros de tu biblioteca, comprobarás que en muchos casos es complicado su apertura; si al abrirlos sueltas las hojas, éstas tienden, como resortes, a volver a su estado original haciendo complicadísima e ingrata su lectura. En la mayoría de los casos, la causa no está ni en el grosor del papel ni en las costuras, se debe generalmente a motivos económicos, el impresor desaprovecha menos papel.

Con las encuadernaciones sucede lo mismo, su misión es proteger el libro y en algunos casos, si los dejas durante cierto tiempo encima de una mesa, verás que las tapas tienden a levantarse como si quisieran abandonar el objeto al que deben proteger. En ambos casos lo más probable es que el problema sea debido a una incorrecta colocación del papel o cartón. El papel tiene distinta resistencia a favor que en contra de hilo, además al humedecerlo aumenta perceptivamente más de tamaño en paralelo que en dirección de las fibras, por eso es fundamental conocer su dirección tanto por el impresor como por el encuadernador.

Al plegar el papel para formar los librillos, la dirección de la fibra debe ir en paralelo al lomo. Las hojas así formadas caen por su propio peso facilitando una buena apertura del libro.

En encuadernación el sentido de las fibras es importante para obtener una buena curvatura de las tapas del libro (hacia el libro) y un buen enlomado.

Todo papel o cartón que utilicemos en una encuadernación debe tener orientadas sus fibras en paralelo al lomo, o lo que es lo mismo, las fibras deben ir perpendiculares a la base del libro.

Hay diversas formas de encontrar la dirección de las fibras. En el cartón es sencillo: si lo doblas, notaras mucha más resistencia hacia un lado que hacia el otro. El lado que tiene mayor resistencia es el que nos da la dirección, van de una mano a otra, y esa es la dirección del lomo cuando tú lo pones en el libro.

Con el papel puedes hacer lo mismo: si lo doblas y aprietas ligeramente con las manos llegas a notar la diferencia de tensión. También puedes rasgarlo: si lo rompes en sentido contrario al hilo el corte se desplaza hacia un lado, pero si lo haces en la dirección de las fibras, el corte es recto. Esa es la dirección del lomo del libro.

¡No sé si está demasiado embrollado! Veamos otro sistema: Tengo que cortar papel para enlomar y necesito saber la orientación de la fibra y el

lado por el que empiezo a pegarlo en el lomo. En una esquina del papel corto dos tiras del mismo ancho y perpendiculares entre sí. Las humedezco y sujeto con la mano: una tiende a caer más rápido que la otra. La tira que aguanta es la que nos da la dirección. Esa será la dirección del lomo. El lado del papel por el que corté esta tira es el que va pegado al lomo.

Dirección de la fibra y lomo

La que aguanta es la que da la dirección de la fibra

UNA BRADEL SENCILLA

En el anterior archivo desarrollamos la Bradel Clásica, vamos ahora a trabajar en

una Bradel sencilla, donde lomo y tapas van cubiertos con el mismo material. La Bradel sencilla, aunque visualmente semejante al Cartoné, es una encuadernación diferente y con una técnica más elaborada.

LA EDICCIÓN PERSONAL

Hoy en día, cualquiera persona, con unos conocimientos básicos de encuadernación, edición e informática, puede soñar con emular a William Morris -artesano, impresor, poeta, fundador del movimiento "Arts and Crafts" y a su “Private Press”.

Lo tendrá un poco difícil si intenta igualar sus maravillosas obras, pero si se conforma con una edición digna, buena tipografía, buenos márgenes y excelente papel la historia le resultará mucho más sencilla.

Para desarrollar esta técnica de Bradel, vamos primero a editar e imprimir el libro con el que luego vamos a trabajar:

EL FILOBIBLION Ricardo de Bury

Muy hermoso tratado sobre el amor a los libros.

Un ordenador, un procesador de textos y una impresora es lo que necesitamos y ya podemos ir pensando en la maqueta: formato, tipografía, cuerpo de letra, composición y márgenes. Maquetar con un programa de maquetación profesional tipo QuartExpress o PageMaker, es sencillo -lo difícil es dominar el programa- nosotros vamos a conformarnos con Microsoft Word que, aunque no fue creado para esta función, con un poco de imaginación, nos servirá perfectamente para darle forma a nuestra composición.

EL FORMATO Si podemos permitirnos el lujo de llevar el texto a imprimir a una imprenta digital, podemos elegir el formato que más nos guste; pero nosotros nos tenemos que adaptar a nuestra impresora personal - de inyección de tinta, sublimación o laser - y al tamaño de las hojas que admite. Vamos a utilizar una impresora Canon de inyección de tinta de formato A4, y unos cartuchos de tinta permanente. Prefiero la tinta al laser, pues la tinta permite trabajar con casi cualquier tipo de papel, mientras que la laser necesita un papel con una imprimación especial para que el Toner se mantenga, que no se desprenda del papel.

Podemos entonces montar un libro en librillos con pliegos de un tamaño máximo de A4.

LA DIVINA PROPORCIÓN La caja tipográfica – Los márgenes

La divina proporción renacentista, es la proporción que vamos a utilizar para formar

los márgenes y la caja tipográfica. Utilizada por Gutenberg para su Biblia de 36 líneas y por los primeros impresores.

En el Sinodal de Aguilafuente (1472) y en los primeros incunables españoles se utilizó esta proporción.

La podemos ver simplificada en el siguiente gráfico, donde la parte sombreada representa la caja tipográfica.

La divina proporción

LA TIPOGRAFÍA Tipo y cuerpo de letra

La Ibarra Real es la tipografía que vamos a utilizar.

Diseñada por Francisco Javier de Santiago y grabada por Jerónimo Gil, fue utilizada por el gran impresor español Joaquín Ibarra para su edición de El Quijote de 1780, por encargo de la Real Academia Española.

Ha sido digitalizada por José María Ribagorda y la Calcografía Nacional y está disponible en el sitio de descargas de Microsoft.

Pinchando en la la podéis descargar.

EL PAPEL

Vamos a utilizar el Fabriano Palatina de 100 gr. Un papel liso, mate, con un ligero color crema y libre de ácidos.

Y Fabriano Roma de 130 gr. Un maravilloso Fabriano artesanal con verjura, barbas y marca de agua.

Fabriano Roma – Marca de agua

Una resma de Fabriano Palatina

Una resma de Fabriano Palatina

EMPEZAMOS

Los librillos los vamos a montar con pliegos en A4, por lo que el texto lo montaremos en un archivo A5 y aplicando la divina proporción, unos márgenes personalizados de: Izq.: 1,7 – Sup.: 2,3 – Der.: 3,4 – Inf.: 4,6.

Abrimos en Word un archivo –Bury - en A5 o lo que es lo mismo 21x14,8 cm. y empezamos a trasladar y maquetar todo el texto.

Bury (A5, 210x148 mm)

Podríamos también montar los archivos en un tamaño personalizado, que no rebase

los límites de la impresora, pero prefiero hacerlo así, en tamaño estándar A4, para no tener luego problemas en la impresión con los márgenes y la posición de las cajas tipográficas.

Empezamos por la primera página impar impresa: La Portadilla – Página en blanco

– Portada – Página en Blanco - Autor – Blanco -Texto de autor – Blanco - Prologo – Blanco – Texto de prólogo – Capítulos - Blanco – Texto capitulo……. Notas – Colofón.

Cada uno puede montar el texto como más le guste, pero existen unas normas

básicas que no debemos olvidar: La Portadilla, Portada, Títulos, Capítulos y comienzos de texto deben ir siempre en hoja impar.

Trabajamos en Word hasta completar todo el texto. Al trabajar en el archivo prescindimos de las hojas que van a ir en blanco y como

podéis comprobar en las imágenes siguientes, tampoco las numeramos.

Ya tenemos compuesto el texto en Bury, ahora creamos dos nuevos archivos: Bury A y Bury B.

El tamaño de la hoja en estos archivos tiene que ser exactamente el doble que la de Bury, los montaremos en A4, que es el doble de A5 pero ¡Ojo!, no es exactamente el doble, excede en 1 mm. La orientación del papel en apaisado y el texto en dos columnas.

El ancho de las columnas de texto debe ser el mismo que en el archivo Bury, al igual que los márgenes superior e inferior; los márgenes derecha e izquierda serán iguales y del mismo tamaño que el derecho en Bury.

La columna central es igual a dos veces el margen izquierdo de Bury más 1mm, pues recordad que el formato A4 no es exactamente el doble de A5, en altura tiene una medida impar 29,7 es superior pues en 1 mm. Ya tenemos los dos archivos preparados en Word solo resta trasladar el texto. Aquí es donde “nos tenemos que buscar la vida” para no equivocarnos y que las paginas coincidan.

Bury A y Bury B (A4, 210x297 mm)

Las páginas no están numeradas, Word no permite una numeración aleatoria y los títulos o las páginas en blanco no van a llevar numeración. Las vamos a ir numerando a medida que introducimos el texto y para ello les tenemos que preparar espacio: Vamos a disminuir en los dos archivos –Bury A y Bury B- los márgenes del pie en 1 cm.

Lo dejamos en 3,6 cm.

Bury A y Bury B

El libro lo vamos a montar con librillos de 6 hojas (3 pliegos en A4). Vamos ahora a preparar un falso libro con hojas en blanco para poder situar la

posición de cada página. Tomamos un lote de hojas en blanco y marcamos cada una por ambas caras: 1a, 2a,

3a, 4a…..en la anterior y 1b, 2b, 3b…. en la posterior. Las marcadas con la letra “a” corresponderán al archivo Bury A y las “b” a Bury B.

Una vez marcadas y ordenadas, las plegamos de tres en tres y montamos los librillos

Marcadas en ambas caras

Con los librillos ordenados numeramos las hojas. Tenemos entonces dos numeraciones: 1a, 2a….1b, 2b, para poder identificar los pliegos que corresponden a cada uno de los archivos y 1,2,3,4…. Para el orden de los textos en el libro.

Librillos

Bueno, pues ahora con el taco de librillos en la mano y mirando el archivo Bury en la pantalla del ordenador, vamos pasando las hojas y anotando en cada una de ellas una referencia para saber luego que texto le corresponde a cada una.

Bury en A5

Referencias

En este caso: Hoja 1, Portadilla. Hoja 2, blanco. H3, Portada. H4, blanco. H5, El

Autor. H6, blanco. H7 Ricardo de Augerville, prelado… En las hojas con texto anoto los primeros párrafos para identificarla. Una vez que tenemos anotadas todas las referencias despliego los cuadernillos y los ordeno por la cara “a”

Ordenados en “a”

Bueno, pues ahora solo queda trasladar el texto a los archivos Bury a y Bury b.

Bury y Bury A

En la pantalla del ordenador minimizamos y situamos los dos archivos Bury y

Bury a y poco a poco, guiándonos por las referencias de las hojas vamos copiando y pegando cada página de texto de Bury en el sitio que le corresponde en Bury a.

Hacemos después lo mismo con Bury b. Vamos ya numerando cada página y comprobando que al pasar el texto no se ha alterado la justificación de los párrafos. ¡Ojo!, al numerar las paginas, se puede alterar el último párrafo y tenemos que justificarlo con la tecla del espaciado. Los parámetros que hemos utilizado en el primer archivo: Guiones automáticos, sangrías etc. tenemos que introducirlos en los otros archivos para que el texto no sufra alteraciones.

Una vez terminados los dos archivos, imprimimos librillo a librillo, primero por a y

luego por b para ir comprobando que la numeración y la sucesión de las páginas es la correcta.

Este sistema es sencillo si se trata de pocas hojas, pero si son muchas, es un poco

“coñazo” pero no os preocupéis ya lo tenéis preparado y en formato Pdf. Word 2007 permite guardar los archivos en Pdf, de esta manera fijaremos el texto y la tipografía.

Aquí lo tenemos ya impreso en alta resolución, solo queda comprobar que los márgenes y las cajas tipográficas coinciden en las dos caras.

Impreso

Comprobamos los márgenes del libro y las cajas colocando las hojas a trasluz.

A trasluz

No se los años que permanecerá inalterable la tinta, pero os puedo asegurar que el conjunto final: papel, tipografía y márgenes es impresionante..

Solo nos queda un pequeño detalle: acompañarlo de una xilografía original de Jorge

Vázquez –El monje- realizada para esta edición.

Xilografía Pinchando en las imágenes siguientes podéis bajar los archivos en Pdf.

Bury A Bury B

UNA BRADEL SENCILLA