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Qué misteriosa fuerza impulsó al hombre paleolítico a congregar, como en alocado rebaño, tantos re- cuerdos de su más próxima preocu- pación que era la caza? ¿Estaba el bi- sonte en trance de desaparecer, en inicios de emigración, e intentaba el hombre crear allí un mundo fantás- tico que haría surgir, por magia o encantamiento, la posibilidad de una reproducción tan deseada? ¿Se am- paraba la tribu en su misteriosa concepción del mundo y de la vida bajo el símbolo totémico del bison- te? ¿Era la cueva centro de ritos o santuario oculto de una mitología incipiente? Nada, por mucho que se ha teorizado sobre ello, puede ase- Bisontes de la cueva de Altamira gurarse en cuanto a la razón que provocó la pintura rupestre. Es se- gura una relación desconocida en- tre caza, magia, misterio y rito, pero se nos queda oculto el pensamiento organizado que pudiese traslucir la inquietud metafísica o sustancial que empujó al hombre a la maravi- llosa consecuencia del arte. Miguel García Guinea: Altamira, principio del arte.

encantamiento, la posibilidad de una reproducción tan ... · El primer homínido fue hallado en la India y se lo denominó Ramaphitecus. Era un pequeño primate que vivió en Asia,

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Qué misteriosa fuerza impulsó alhombre paleolítico a congregar,

como en alocado rebaño, tantos re-cuerdos de su más próxima preocu-pación que era la caza? ¿Estaba el bi-sonte en trance de desaparecer, eninicios de emigración, e intentaba elhombre crear allí un mundo fantás-tico que haría surgir, por magia o

encantamiento, la posibilidad de unareproducción tan deseada? ¿Se am-paraba la tribu en su misteriosaconcepción del mundo y de la vidabajo el símbolo totémico del bison-te? ¿Era la cueva centro de ritos osantuario oculto de una mitologíaincipiente? Nada, por mucho que seha teorizado sobre ello, puede ase-

Bisontes de la cueva de Altamira

gurarse en cuanto a la razón queprovocó la pintura rupestre. Es se-gura una relación desconocida en-

tre caza, magia, misterio y rito, pero

se nos queda oculto el pensamiento

organizado que pudiese traslucir la

inquietud metafísica o sustancial

que empujó al hombre a la maravi-

llosa consecuencia del arte.

Miguel García Guinea: Altamira, principio del arte.

En 1879, un aristócrata espa-ñol, el marqués de Sautuola, sededicó a explorar algunas cuevasen las cercanías de la ciudad deSantander (al norte de España)pertenecientes a la pequeña ICEcalidad de Santillana del Mar.Las cuevas de Altamira habíandejado sus entradas al descubier-to a raíz de desprendimientos delas rocas que las obturaban.

El marqués se encontrabarealizando algunas excavacionesdentro de la cueva con su hija desólo cinco años, cuando la niñagritó: "iiiToros!!!" parada fren-te a una de las paredes de piedrade la cueva. Los famosísimos bi-sontes de las cuevas de Altamirahabían sido descubiertos.

Los antropólogos de la épo-ca se negaron, al principio, aaceptar que las pinturas hubie-ran sido realizadas por hombresprimitivos, especialmente porlos detalles y los colores quepresentaban; pero el hecho deque muchos de los animales di-

o bujados correspondiesen a es-pecies ya extinguidas los obligó

(3a replantearse el origen de laspinturas. Hallazgos posterio-

o res en otras zonas confirma-

ron que los autores de es-tas maravillosas obras no

podrían haber sido otros quehombres (o mujeres) muy anti-guos y se aventuró que tal vezhabían dejado sus obras de arte10.000 años antes de Cristo.

Actualmente, los científicosestiman que hace 1,5 millonesde años se produjo la separa-ción entre ciertos monos y loshumanos, pero tal vez, más im-portante que estimar fechas,más o menos exactas, sea com-prender de qué modos seexplica actualmente laaparición del génerohumano y de quétécnicas se valenlos científicospara hacerlo.

Marcelino Sautuola

(1831-1888) y su hija

María a la edad aproximadaque descubrió los toros de Altamira.

Algunos conceptos "clave"para comprender la evolución del hombre

La evolución humana o Proceso de hominizaciónimplicó una diversificación de especies a par-

tir de ciertos tipos de monos que existieron hacemillones de años. El estudio del proceso de homi-nización requiere el uso de una serie de términosque a veces son interpretados como sinónimos y noson tales, como primate, simio, antropoide y otros.

Los Primates son mamíferos que tienen rasgosadaptativos específicos para la vida arbórea, comomanos y pies prensiles con pulgares y dedos gor-dos oponibles, extremidades superiores e inferio-res largas y flexibles; en muchos casos también la

mas, como sucede por ejemplo en el mono arañaamericano. La vista de los primates es capaz decaptar los colores y representa un sentido más de-

sarrollado que el olfato.Los simios o antropoides son los grandes prima-

tes actualmente vivos (y algunos ya extintos) como

chimpancés, gorilas y orangutanes. Estos grandesmonos tienen en común algunas característicascomo: cola muy rudimentaria o ausente, extremi-dades superiores más largas que las inferiores, de-

dos pulgares oponibles, primer dedo del pie tam-bién oponible y mayor desarrollo cerebral que los

cola presenta la capacidad de agarrarse a las ra- otros monos.

2

Los orangutanes son simios que tienen

un gran desarrollo de sus extremidades

superiores, lo que resulta una excelente

adaptación para la vida arborícola. Sin

embargo, debido a su peso (pueden

llegar a los 1 75 kilos) generalmente se

desplazan por el suelo y recurren a los

árboles para dormir en nidos construidos

por ellos, costumbre que comparten los

otros dos simios descritos.

Los chimpancés son los simios más

parecidos al hombre. El 99 por ciento

de la información genética de un

hombre y uno de estos monos es

compartida. La secuencia de

aminoácidos de la hemoglobina

de un chimpancé y un hombre

son idénticas. Un chimpancé adulto

puede pesar 50 kilos y medir

I .60 metros.

Una animal pequeño y arborícola muy similar a las ardillas, la tupaya, parece

haber sido quien dio lugar a la línea evolutiva de los primates. Contrariamente de

IO que podría pensarse, las tupayas no se extinguieron. Es posible encontrarlas

en bosques de Filipinas y Malasia.

Los gorilas son los simios más grandes.Las extremidades superiores y las manosson más parecidas a las de un humanoque las de los otros monos antropoides.Caminan, al igual que los humanos,apoyando toda la planta del Pie.

Se define como homínido a todo primate bípedo,

es decir, que no utiliza sus manos en ningún momen-

to para la marcha. Desde esta perspectiva, el hombre

actual es un homínido, pero no todos los homínidos

que han existido pertenecieron al género Homo.

Es evidente entonces que no basta con que un

individuo haya sido capaz de caminar erguido so-bre sus pies para ser considerado un verdaderohombre. Se requieren algunas características más:

el aumento de la capacidad craneal y la disminu-

ción del prognatismo, o sea, la proyección de lamandíbula hacia delante.

El géneroHomo

1 29 de junio de 1860, un año

después de que se publicarael libro de Darwin El origen de las

especies, el obispo anglicano Sa-muel Wilberforce se mostrÓ par-ticularmente hostil y censurantepara con esta obra. Fue en la reu-

nión de la Junta de la SociedadBritánica de Oxford donde elobispo aprovechó la ocasión paraatacar al biólogo Thomas Huxley,

apodado el "bull-dog" de Dar-win, por su tenaz defensa de la

teoría de la selección natural.

Darwin era reacio a las confron-

Este nombre fue puesto por el zoólogo sueco Car-

los Linneo (1707-1778), que se ocupó de la titánica ta-

rea de clasificar a todos los seres vivos, respondiendoal espíritu enciclopedista del siglo XVII. Su clasificación,

usada actualmente, fue denominada "binomial", ya que

se basa en la utilización de dos términos: el género y la

especie. Hoy en día, para referirse al hombre actual seagrega un término sapiens más (Homo sapiens sapiens),que representa una subespecie que la diferencia del Ho-

mo sapiens fossilis, ya extinto.

taciones públicas y delegaba ensu "bull-dog" muchos de este tipode encuentros. Huxley experi-mentó en esa ocasión su mayorvictoria.

Al finalizar su exposición,Wilberforce le preguntó si des-cendía de monos por parte ma-terna o paterna, a lo cual el há-bil Huxley le respondió: "si seme preguntara si preferiría te-ner por abuelo a un miserablemono o a un hombre extraordi-nariamente dotado por la natu-raleza y con grandes recursos

lbàidb3.à

de influencia y predicamento,pero que emplease esas faculta-des e influjo en poner en prác-tica la burla en una discusióncientífica seria, entonces, sinduda, afirmaría mi preferenciapor el mono".

Una década después, Darwinpublicó El origen del hombre y una

nueva polémica se instaló en losmedios científicos que alcanzóluego a toda la sociedad. En sunueva obra, Darwin describía los

antecesores de ambos sexos cu-biertos de pelo, con grandes

dientes, orejas móviles y rabo.Era más de lo que la sociedad deesos tiempos estaba preparadapara oír y se generalizó el repu-dio a la idea de aceptar a un an-tepasado simio.

En realidad, Darwin nuncaafirmó que el hombre descen-diera del mono, sino que tantoel hombre como los primates te-nían un antepasado en común,pero que ambos siguieron cami-nos o procesos evolutivos dife-ren tes.

Según la visión de algunoshistoriadores, la oposición reci-bida por Darwin no se debiótanto a que su teoría negaba lasenseñanzas de la Biblia, sino al

duro golpe asestado al orgullode los hombres: ¿cómo podríanlos "reyes de la creación", mu-chos de ellos colonialistas, tenerel derecho de repartirse el mun-do, siendo parientes cercanos delos chimpancés?

Poco a poco, las evidenciasaportadas por los fósiles fueronobligando a aceptar la gran anti-güedad del hombre, su parentes-co con los simios y la existenciade especies humanas menos de-sarrolladas que las modernas, pe-ro seguramente emparentadascon el hombre actual. Estas espe-cies fueron concebidas como eleslabón faltante en .la evoluciónhumana y se dedicaron, por lo

tanto, enormes esfuerzos a la bús-

queda del "eslabón perdido".

La teoría de Darwin era lenta

y silenciosamente aceptada.La muerte no sorprendió al

brillante naturalista, como les

ha sucedido a muchos científi-cos a lo largo de la historia, enmedio del repudio o la indife-rencia: veinte diputados del Par-lamento, con la señal aprobado-ra de la Iglesia de Inglaterra, pi-dieron a su familia que sus res-tos fueran enterrados en la Aba-día de Westminster, a sólo unosmetros de Isaac Newton, quienfuera y es considerado hoy unode los científicos más brillantesde Inglaterra.

eslabón2 perdido

En 1924, un científico, Raymond Dart, halló en unas excavacio-nes en las que se encontraba trabajando en el sur de Africa, un crá-neo fósil. Lo llamó australopiteco, que significa "mono del sur".

Dart llevó su hallazgo a Inglaterra para presentarlo en una con-vención científica y explicar sus conclusiones respecto de que elfósil era un antepasado del hombre actual. Los científicos asisten-tes a la reunión no tomaron en cuentasus conclusiones. Dart, desilusionado,regresó a su hotel, pero olvidó en eltaxi el cráneo fósil, que le fue de-vuelto por el conductor tiempodespués.

Dart, convencido de susconclusiones y pese alrechazo recibido, publi-có su descubrimientoen un libro que titulóEl eslabón perdido.

Raymond Dart y

su astrolpítecus africanus

El primer homínido

El primer homínido fue hallado en la India y se lo denominó Ramaphitecus. Era un pequeño primateque vivió en Asia, Africa y Europa hace 12 millones de años. El hallazgo generó

una enorme controversia entre los especialistas; mientras para unos representaba el antecesordel hombre, para otros representaba el precursor de gorilas y orangutanes.

Después de extensos debates y experimentaciones, los biólogos moleculares, analizando el materialgenético de chimpancés y humanos, concluyeron que simios y hombres

se separaron entre 5 y 7 millones de años, por lo tanto, Ramaphitecus no podía ser un fósildel tipo humano, ya que el proceso de hominización es mucho más reciente.Actualmente, los

antropólogos coinciden en la afirmación de que Ramaphitecus dio origen a los orangutanes.

Una mujer, Lucy, aportó algunas claves

V n 1974, el antropólogo Do-Lnald Johanson y un equipode colaboradores encontraronen el desierto etíope de Afarrestos de un esqueleto. Deduje-ron que era de una mujer, deltamaño de una niña de 6 años,medía sólo 1,05 metros, habíapesado aproximadamente 35 ki-los, tenía una capacidad cranea-na de aproximadamente 400centímetros cúbicos, los dedosde sus pies no presentaban elpulgar oponible sino en unamisma línea, tal como ocurreen los humanos y, para sorpresadel investigador y su equipo, erabípeda. Se estimó su edad en 3,5millones de años. Recibió elnombre científico de Austral()-Phitecus afarensis. Australophitecus

significa "mono de Africa delsur", lo de afarensis fue por ha-ber sido hallada en el desiertode Afar, pero para todos esLucy, por una famosa canciónde los Beatles "Lucy in the sky

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with diamonds" que Johanson ysus colaboradores escuchabanen el momento del hallazgo.

Lucy y sus congéneres vivie-ron en los bosques o en la saba-na africana. No hay evidenciasde que hubiesen sido capaces deconstruir instrumentos, pero talvez sí de utilizar palos como he-rramientas de un modo similaral que lo pueden hacer loschimpancés.

Según la hipótesis postula-da por Donald Johanson yTom White, los descendientesde Lucy fueron los antecesoresdirectos del primer hombre ytambién de otras especies deaustralopitecinos como Aus-tralophitecus africanus, boisei,robustus y aethiopicus.

El modelo propuesto por es-te equipo no es el único que haofrecido la antropología, perotodos los presentados hasta aho-ra coinciden en ubicar a los Aus-tralophitecus afarensis, o sea, a

Lucy y sus parientes, como tosiniciadores de la rama evoiuüvaque dio origen al género h-íe-vu).

"El debate más tajante ve-fiere a la cuestiónhasta qué punto afarensisba a los árboles. Entre los fosijesde afarensis hay varias esc uctu- 2ras óseas y articulares típicas de (5

trepadores arbóreos. Algunosaducen que tales caracteres in-dican que estos homínidos (le-bían de pasar al menos ciertotiempo en los árboles. Perootros ven esos rasgos como sim-ple carga evolutiva, reminiscen-cia de antepasados arborícolas.Subyace a esta controversia lacuestión de dónde vivían losaustralophitecus, si en bosqueso en sabana abierta." (Investiga-ción y Ciencia, agosto de 1997.)

Lucy está actualmente en elMuseo Americano de HistoriaNatural de la ciudad de NuevaYork, en los Estados Unidos.

A06tralopltecussei robustus

Homo Homo

sapiens aplens

Australop ecusboiseiro tus

Homo Homo

erectus rectus Axtralopitecusísei robustus

omo Homohabilis abilis

A tc pitecus

Homo Homosapiens a.] apiens

Australopitecusboisei robustus

Aus alqpitecus a anua

Homoerectus

Homohabills

Australopiteafricanus

Homoerectus

Homohabilis

c us

Pre-austrabpitecu Austa opitecusafricanus

Austr opitecusafrensis

Millonesde años

Algunos de los modelos que intentan explicar las líneas evolutivas por las que pudo originarse el hombre.

Esqueleto reconstruido de Lucy y

el aspecto que podría haber tenido.

Los australopitecinos se alimentaban

de frutos, plantas y de trozos de

carne que eran capaces de quitarles

a otros animales carnívoros.

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La evolución de la marcha humana

i se preguntase cuál es el rasgo distintivo de la es-

pecie humana, muchos señalarían nuestro volu-

minoso cerebro. Otros recordarían nuestra habili-dad para construir y utilizar herramientas comple-jas. Pero existe un tercer rasgo que también define y

clasifica: nuestra marcha erguida, exclusiva de los se-

res humanos y de nuestros antepasados inmediatos.

dos del hombre. Estas adaptaciones incluyeron la

existencia de una familia nuclear: matenimiento de

la monogamia, junto con el ejercicio del cuidado de

la prole a cargo de ambos progenitores.

Al macho le correspondía aprovisionar a la fa-

milia de alimentos altamente energéticos, gracias

a los cuales aumentaba la capacidad de la madre

Los demás primatessuelen ser cuadrúpe-dos por una buena ra-zón: caminar sobredos extremidades, envez de hacerlo sobrecuatro, tiene muchosinconvenientes. Estemodo de andar frenanuestra velocidad, li-

mita nuestra agilidady casi limita nuestracapacidad para trepara los árboles, facultadésta que permite a los

primates conseguirmuchos alimentos im-

portantes: frutas ynueces.

La mayoría de losevolucionistas de este

siglo han mantenidoque los antepasadosdel hombre desarro-llaron tan extraño mo-

La posibilidad de caminar erguido, el bipedismo, depende

también de la forma de la pelvis o cadera. Las caderas

alargadas y ubicadas en posición horizontal no facilitan la

posición erguida, tal como sucede en los macacos y los gorilas.

La pelvis humana, mucho más corta y ubicada en Posición

vertical, permitió la adaptación a la postura erecta.

para nutrir y protegera los hijos y, al mismotiempo, le permitíaengendrar más a me-nudo.

Debía, pues, domi-narse la marcha ergui-da en la época en quevivió "Lucy", un austra-lopitecino hembra cu-yo esqueleto fósil se haconvertido en auténti-co blanco de pruebaspara determinar lacomoción primitiva.

La necesidad demantener estable untronco erguido detere

2minó el cambio másdrástico de todos losque trajo consigo iaadopción de la bipedia:la transformación delglúteo mayor, un mús-culo bastante pequeño

do de locomoción porque así les quedaban las ma-

nos libres para sostener herramientas que su cere-

bro desarrollado les permitía construir [...]

¿Cuánto tiempo llevaban los ancestros del hom-

bre caminando erguidos? ¿Estuvo el bipedismo

plenamente desarrollado entre los homínidos de

hace tres millones de años o recurrían ocasional-

mente al uso de las cuatro extremidades para co-

rrer o trepar?[...] He defendido que la bipedia vino acompa-

ñada de un conjunto de adaptaciones en el compor-

tamiento que representaron en sí las innovaciones

evolutivas fundamentales de los primeros antepasa-

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en el chimpancé, en el mayor músculo del cuerpohumano. El glúteo mayor nace en la parte trasera de

la pelvis y se aloja en la zona posterior y lateral del

fémur superior o hueso del muslo. De acuerdo con

su definición, un extensor de la cadera, y según lovieron los anatomistas clásicos funciona, en la postu-ra erguida, en el principal músculo propulsor [...]

[...]La hipertrofia del glúteo mayor refleja unafunción distinta. Cuando corremos, la inercia tien-de a inclinar nuestro tronco erguido hacia delantea cada zancada. El glúteo mayor cumple la funciónde evitar caer de bruces [...]C. Owen Lovejoy: Investigación y Ciencia, marzo 1996.

El procesode hominización

paso a paso

Desde la teoría de la evolu-ción planteada por Dar-

win, el proceso evolutivo sesustenta sobre el principio dela supervivencia del más aptopara enfrentar las condicionesque el ambiente impone a losseres vivos.

Algunos científicos actual-mente afirman que ciertoscambios ambientales produje-

2 ron la separación de la líneade los primates que dio ori-gen al hombre. Desde estaperspectiva, el proceso de ho-minización se inició en Afri-ca, aproximadamente hacedoce millones de años, a par-tir de cambios climáticos que

2 produjeron la transformaciónde bosques o selvas tropicalesen sabanas.

Los primates debieronabandonar los árboles que lesofrecían refugio y comida. Lavida en la sabana privilegió a

aquellos individuos que pu-dieron desarrollar una loco-moción bípeda, que favorecíala visión del entorno, paradetectar la presencia de ani-males que pudieran atacar-los. La postura erecta dejó li-bres las manos, lo que hizoposible que éstas se destina-ran a otros fines, como la uti-lización de objetos y, más tar-de, la construcción de herra-mientas. El nuevo ambiente

los obligó también a modifi-car los hábitos alimentarios;los árboles ya no ofrecían fru-tas y semillas que pudieransustentar la dieta básicamentevegetariana. Al principio de-bieron conformarse con sercarroñeros y devoraron losrestos de carne abandonadospor los felinos, más tarde fue-ron capaces de desarrollar es-trategias de caza, utilizandoherramientas para matar oaprendiendo a acorralar a laspresas y, por ejemplo, tirarlaspor barrancas; ya era por en-tonces verdaderos cazadores.

Pero esta explicación esincompleta si no analizamos

el modo en que se produjo laseparación de las líneas evolu-tivas que dieron origen al gé-nero Homo.

Cuando se confirmó queRamaphitecus era el antepa-sado del orangután actual, lapregunta respecto de quiénera el antecesor del hombrevolvió a quedar sin respuesta.

En 1893, el paleontólogoholandés Eugene Dubois en-contró en las orillas del ríolo, en la isla deJava (Indonesia)un trozo de cráneo y un fémurde un homínido al que bautizóPithecantropus erectus (simio-hombre erecto) , también cono-cido como el "hombre de Java"

Aspecto de una sabana africana.

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Tiempo después, en 1920,Davinson Black halló en unacueva cerca de Pekín (China),cráneos, mandíbulas y dientespertenecientes a un hombre pri-mitivo que recibió el nombre deSinanthropus pekinensis, el "hom-bre de Pekín".

Las comparaciones estable-cieron que el hombre de Java yel de Pekín eran muy similares:caminaban erguidos, sus cere-bros tenían entre 880 y 1.100centímetros cúbicos, arcos su-perciliares prominentes, huesospesados y una antigüedad apro-ximada de 500.000 años.

Actualmente se reconoce aambos como Homo erectus y sesupone que dominaban elfuego y construían rudimen-tarias herramientas con pie-dras y huesos. El nombre de"erectus" se asignó porque fue-

How Man Became Man

4'19

d 1-é.lbey*itJt

Richard Leakey y una reconstrucción

del aspecto que podría haber tenido

el "cráneo 1.470" por él descubierto.

a. Principales yacimientos de homínidos

de mós de un millón de años.

b. Yacimiento y museo de Olduvai.

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ron hallados cuando aún nose conocían los autralopitecusy, en consecuencia, no se sabíaque la posición bípeda se ha-bía adoptado mucho tiempoan tes.

El 17 de julio de 1959, MaryLeakey encontró en Olduvai(Tanzania) trozos de un cráneoque, una vez armado, resultópertenecer a un nuevo homíni-do, antecesor del anterior, conel cerebro más pequeño (800centímetros cúbicos) que se hu-biera encontrado hasta ese en-tonces. Este homínido tambiénera bípedo y fabricaba herra-mientas. Fue llamado Homo habi-

lis (hombre diestro), medía 1.40metros y poseía manos con pul-gares articulados.

En la década de los años 70,el hijo de Mary, Richard Leakey,descubrió en el lago Turkana

(Africa) otro cráneo de Homo ha-bilis, conocido en el mundo cien-tífico como el "cráneo 1.470"

A estos hallazgos les siguie-ron muchos otros que, final-mente comparados, ordenados yanalizados permitieron afirmarque Homo habilis surgió haceunos 2 millones de años y queHomo erectus lo hizo hace 1,5 mi-

llones de años.Se sabe que Homo erectus fue

capaz, en virtud de su mayor de-sarrollo cerebral, de construirherramientas, dominar técnicasde caza y también de una totaldominación del fuego, lo quefue fundamental para su super-vivencia. Hace aproximadamen-te unos 200.000 años, este homí-

nido se extinguió: una nueva es- 2pecie, el Homo sapiens, había he-cho su aparición en la Tierra.

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