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La muestra la constituyeron ocho grupos de niños de primer grado de seis escuelas públicas de Ciudad Obregón Sonora. En cuatro grupos se aplicó la Muestra: Método
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Emilia Ferreiro es argentina y se doctoró en Psicología con una tesis dirigida
por Jean Piaget, en la Universidad de Ginebra (Suiza), en 1970. Es Doctor
Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de Río
de Janeiro. En 1997, le dieron la Orden Andrés Bello, en Venezuela. En la
actualidad, reside en México y se desempeña como investigadora del
CINVESTAV (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados) y del SIN
(Sistema Nacional de Investigaciones).
Su investigación en el campo de la adquisición de la lengua escrita descubrió
que los niños construyen ideas originales y sistemáticas sobre la escritura y
que las ponen en acción tanto al intentar interpretar lo escrito como al tratar
de escribir por sí mismos. Su teoría aporta una interpretación del proceso de
transformación de la comprensión de la escritura, explica cómo el niño
transforma sus conceptualizaciones y se aleja definitivamente de una visión
normativa que evalúa las escrituras infantiles sobre la base de l
a norma adulta.
La educadora argentina que revolucionó la lectoescritura asegura que si los
docentes no leen son incapaces de transmitir placer por la lectura. Dice que
todos los chicos pueden aprender si los maestros se lo proponen. Para la
investigadora, la escuela es muy resistente a los cambios porque siguen
instaladas viejas ideas.
Entrevista por Mariana Otero
Emilia Ferreiro casi no necesita presentación. Para el mundo de la educación
es un referente indiscutible, que revolucionó la enseñanza de la
lectoescritura y que realizó numerosos aportes a la alfabetización en el
mundo.
Es argentina, pero está radicada en México desde hace más de dos décadas.
Su tesis de doctorado fue dirigida por Jean Piaget en la Universidad de
Ginebra. Hace años que recorre América y Europa dando conferencias y
capacitaciones a docentes; es autora de innumerables artículos científicos y
libros y fue reconocida varias veces como doctora honoris causa por diversas
universidades, entre ellas la Universidad Nacional de Córdoba (1999).
La investigadora del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del
Instituto Politécnico Nacional de México estuvo en Córdoba invitada por la
Facultad de Psicología de la UNC. En diálogo con La Voz del Interior , aseguró
que el docente no puede seguir haciendo tareas burocráticas, que debe
profesionalizarse, que todos los chicos pueden aprender si tienen un maestro
que crea que pueden lograrlo y que la escuela se resiste a los cambios que no
genera ella misma. A continuación, un extracto de una larga charla.
–¿Qué puede hacer la escuela para evitar el fracaso escolar?
–El fracaso escolar tiene varias caras (...) Voy a hablar de los aprendizajes
vinculados con la lengua. La alfabetización inicial o tiene lugar en los
primeros años de la primaria o es un déficit que se arrastra muy mal. Incluso
en casos donde no hay percepción de fracaso puede haber fracaso con
respecto a lo que significa alfabetizar. Hoy nadie puede considerarse
alfabetizado si está en situación de comprender mensajes simples, saber
firmar o leer libros con léxico y sintaxis simplificada. Desde finales del siglo XX
estamos asistiendo a una revolución en la que la digitalización de la
información es parte de la vida cotidiana y la escuela ni se ha dado cuenta.
Entonces sigue preparando para leer un conjunto limitadísimo de textos,
sigue haciendo una alfabetización para el pizarrón. Trabajar con la diversidad
de textos y alfabetizar con confianza y sin temor a circular a través de los
múltiples tipos de textos y de soportes textuales del mundo contemporáneo
es indispensable.
–¿Se puede decir que la escuela sigue siendo demasiado conservadora para
niños de la era tecnológica?
–El sistema escolar es de evolución muy lenta. Históricamente ha sido muy
poco permeable a cambios que la afectaban. Dos ejemplos: cuando apareció
la birome, la primera reacción del sistema educativo fue “eso no va a entrar
acá porque arruina la letra”, y la escuela le hizo la guerra a ese instrumento:
una guerra perdida de antemano (...) Lo mismo hizo cuando aparecieron las
calculadoras de bolsillo y dijeron “eso va a arruinar el cálculo escolar y no van
a entrar”. Y entraron con muchas dificultades, hasta que en algunos lugares
descubrieron que podía hacerse un uso inteligente de la máquina de calcular.
En ese contexto hay que ubicarse. La institución escolar siempre ha sido muy
resistente a las novedades que no fueron generadas por ella.
–Ahora se resiste a la computadora.
–Es una tecnología de escritura y tiene ventajas innegables para la
enseñanza. La primera reacción es de desconfianza. El primer acto reflejo es
que si nos traen una, la ponemos con llave.
–¿Se puede alfabetizar igual en diferentes contextos sociales y culturales y
con recursos distintos?
–Hay cosas que van a ser iguales y otras que son necesariamente distintas.
Algo que les digo siempre a los maestros es: “¿Usted no sabe qué hacer el
primer día? Lea en voz alta”. La experiencia de escuchar leer en voz alta no
es una experiencia de todos los chicos antes de entrar a la escuela y es
crucial para entender ese mundo insólito que tiene que ver con que hay
estas patitas de araña (muestra las letras) en una hoja y que suscitan
lengua.
–Es otra forma de enseñar a leer y escribir...
–Más que empezar con la pregunta típica de cómo hago para enseñar a leer y
escribir, primero hay que enseñar algo acerca de lo que es la escritura y para
qué sirve. El maestro tiene que comportarse como lector, como alguien que
ya posee la escritura. La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros
y lectores a su alrededor y los que no los han tenido es que no tienen la
menor idea del misterio que hay ahí adentro. Más que una maestra que
empieza a enseñar, necesitan una maestra que les muestre qué quiere decir
saber leer y escribir. Cuanta menos inmersión haya tenido antes, más hay
que darle al inicio.
–¿El docente es consciente de que esta es una buena manera de enseñar a
leer y escribir? Hay investigaciones que dicen que los maestros no leen.
–Ese es uno de los dramas del asunto porque se habla mucho del placer de la
lectura, pero ¿cómo se transmite ese placer si el maestro nunca sintió ese
placer porque leyó nada más que instrucciones oficiales, libros de “cómo
hacer para”, leyó lo menos posible. Es muy difícil que ese maestro pueda
transmitir un placer que nunca sintió y un interés por algo en lo que nunca se
interesó. En toda América latina el reclutamiento de maestros viene de las
capas menos favorecidas de la población. En muchos casos no hay aspiración
a ser maestro. Y en ese sentido cambió, pasó de ser una profesión de alto
prestigio social a una con relativo bajo prestigio social.
–¿Cuánto influye eso en la alfabetización de los niños?
–Mucho, porque si alguien está haciendo lo que hace porque no pudo hacer
más, se va a sentir frustrado; y la frustración profesional no ayuda al ejercicio
profesional.
Una escuela vieja. –¿Se avanzó en el modo de alfabetizar?
–Hay una visión muy instrumentalista que piensa lo mismo desde hace tantas
décadas que da hasta lástima decirlo. Dice: “Primero vas a aprender la
mecánica de las correspondencias grafofónicas y para eso mejor que ni
pienses porque es un ejercicio mecánico de asociación de correspondencias.
Después vas a aprender de corrido, y después vas a entender lo que estás
leyendo y después, quizá, te venga esa cosa desde algún milagro llamada
placer por la lectura”. En realidad, el placer por la lectura entre los chicos que
tienen lectores a su alrededor es lo primero que se instala (...) Es lo primero,
no lo último.
–Esta tendencia del placer antes que lo instrumental no está en práctica;
seguimos con las viejas teorías. ¿Cómo se revierte eso?
–No es fácil. Lo que no consigo es que me den la lógica de la visión opuesta.
Por ese lado hice investigaciones que revelan que los chicos piensan sobre la
escritura antes y que lo que piensan es relevante y que es bueno tenerlo en
cuenta.
–¿Sigue en vigencia esa idea de que el maestro es la autoridad que les
enseña a niñitos que no saben nada?
–Siguen instaladas viejas ideas que son parte de la lentitud del sistema para
reaccionar. A veces con el razonamiento de que si siempre se hizo así para
qué cambiar (...) Una de las tendencias es regalarle el fracaso a la familia o al
niño y no asumir la responsabilidad de que todos los chicos pueden aprender
y deben aprender. Andan buscando desde antes que empiece el año escolar
quiénes van a repetir o quiénes son los disléxicos o los que tienen alguna
patología por la cual la cosa no va a andar. Y realmente todo cambia muy
fuerte cuando el maestro dice “aquí no va a haber repetidores” y cuando
asume desde el inicio que “aquí van a aprender todos”. Eso exige un
involucramiento fuerte del maestro con el aprendizaje; ahí entramos en otra
vertiente, en la que el oficio del maestro se ha ido burocratizando cada vez
más y desprofesionalizando al mismo tiempo. Recibe instrucciones y las
ejecuta: esa es la definición de un burócrata. En tanto, el profesional es el
que sabe lo que está haciendo, por qué lo está haciendo y tiene una
racionalidad y una especificidad que puede defender profesionalmente.
–¿Cómo se hace para sacar adelante a niños que concurren a escuelas
donde hay un libro cada 40 alumnos, sin biblioteca ni computadora y el
docente, además, atiende situaciones familiares, psicológicas?
–Enseñar a leer y escribir bajo los bombardeos es difícil. Cuando un maestro
está convencido de que puede hacer algo termina descubriendo la manera
de hacerlo, y si deja que el malestar general lo apabulle no va a poder hacer
nada. Si acepta estar ahí es porque cree que algo puede hacer. Si forma parte
de la desesperación colectiva, si se deprime junto con el ambiente, no va a
poder hacer nada. Pero hay maestros creativos que consiguen llevar adelante
algo que da esperanza... El maestro tiene que decir “aprender es posible”,
como el médico decir “la salud es posible”.
Método
Muestra:
La muestra la constituyeron ocho grupos de niños de primer grado de seis
escuelas públicas de Ciudad Obregón Sonora. En cuatro grupos se aplicó la
propuesta interconductual y en los otros cuatro grupos se aplicaron otros
métodos o estrategias (combinaciones de Pronalees, método silábico y
fonético) para la enseñanza de la lectura y la escritura. En total participaron
223 niños.
Instrumentos y materiales:
Instrumento de evaluación para la lectoescritura, elaborado, validado y
confiabilizado por el propio equipo de investigación (Bazán y Corral,
1999). Este Instrumento consta de 30 tareas, 15 concernientes a la
lectura y las otras 15 a la escritura, divididos en cinco niveles
funcionales, según la clasificación que hacen Ribes y López (1985).
Guía de instrucciones para los evaluadores. En este documento las
instrucciones han sido ordenadas y numeradas de acuerdo a los
ejercicios que aparecen en el instrumento de evaluación.
Hoja de categorías para analizar las respuestas de los niños. Las
categorías fueron numeradas de "4" a "0" en forma descendente,
siendo el cuatro la categoría más alta a obtener.
Hoja de registro para el instrumento de evaluación. Éste consiste en un
formato para marcar la categoría en la cual se ubica cada respuesta
dada por el alumno en cada uno de los reactivos.
Guía para el maestro y fichas de trabajo. La guía se dividió en tres
etapas o momentos. La primera consiste en una relación de
actividades para el trabajo con vocales; aquí los ejercicios de
lectoescritura mayormente fueron contextuales, pero se trabajaron
también los niveles referenciales y no referenciales, a través de
actividades de imaginación, trabajando así la expresión oral. La
segunda etapa incluye actividades diseñadas para el trabajo con
consonantes, en esta etapa se trabajan actividades en diversos niveles,
sin embargo se hace mayor referencia a ejercicios de tipo
suplementario y selector. Finalmente en la tercera etapa, se presentan
actividades o ejercicios de reforzamiento para reafirmar el aprendizaje
funcional de la lectura y la escritura; en este momento el mayor
número de actividades que se practican es del tipo selector, sustitutivo
referencial y no referencial. Cada una de estas etapas se acompaña con
ejercicios motrices, de atención y movilidad (instrucciones orales y
escritas).
Tarjetas con dibujos y palabras relacionadas con la letra que se iba
trabajando; (utilizadas principalmente en el primer y segundo
momento) ésto de acuerdo a lo que se propone en la guía para el
maestro.
Lista de indicadores de observación (lista de verificación) para
corroborar la implementación del método de acuerdo a sus
lineamientos; esta lista fue elaborada de acuerdo a la guía de
actividades entregadas a cada uno de los maestros participantes en la
aplicación del método. Fue utilizada durante todo el ciclo escolar en las
visitas semanales que se hicieron a los grupos donde se aplicó la
propuesta interconductual.
Procedimiento:
El procedimiento que se llevó a cabo en este estudio se dividió en tres fases
principales:
Fase 1. Previo a la implementación del método
Inicialmente se analizó el programa utilizado por Mares, Bazán y Farfán
(1995), durante catorce seminarios de trabajo del equipo investigador,
el programa tuvo algunas modificaciones y se adaptó para dar lugar a
lo que hoy es el MEFLE y particularmente el texto guía que
implementaron los maestros.
Mientras se realizaban estos seminarios, también se estuvo invitando y
contactando a los maestros que participarían en el proyecto de
investigación.
Posteriormente se impartió un curso de capacitación metodológico, y
otro curso sobre los fundamentos teóricos del MEFLE, dirigido a un
grupo de maestros interesados en aplicar el programa.
Esta primera fase culmina cuando se han contactado a los 4 grupos a
los que se aplicó la propuesta interconductual y los 4 grupos donde se
aplicarían otras propuestas.
Fase 2. Implementación del Mefle
Incluye la aplicación de una primera evaluación de los desempeños en
la lectura y la escritura a los 8 grupos participantes.
Se realizaron también durante todo el ciclo escolar (periodo de
tratamiento) reuniones mensuales con los maestros que aplicaron la
propuesta, ésto con el fin de compartir los avances y problemas que se
estuvieran presentando; estas reuniones eran aprovechadas para
entregar y analizar las fichas de trabajo de las próximas actividades a
llevar a cabo.
Además de estas reuniones se estuvo supervisando el nivel o grado de
apego de los maestros al método; durante todo el ciclo escolar se
llevaron a cabo visitas periódicas donde se observaba qué actividades
se estaban desarrollando y cómo se estaban haciendo.
Fase 3. Recolección de últimos datos
Durante la última semana de mayo y primera de junio se aplicó la
segunda evaluación o postest a los 8 grupos participantes.
Características del método para la enseñanza funcional de la lectura y la
escritura en el primer grado de primaria (MEFLE).
El método integra estrategias derivadas tanto del método global como del
método analítico, pero enfatiza la adquisición y ejercicio de la lectura en
cinco niveles funcionales.
La atención se centra en la interacción entre el maestro, el niño y el
referente. Por ello las actividades de enseñanza-aprendizaje se dan a partir
de situaciones familiares y significativas para el niño.
La relación entre el niño y el referente se puede establecer de diversas
formas que pueden incluir tareas de construcción en forma oral y escrita de
cuentos, historias o instrucciones; discriminación de palabras, letras, figuras o
contenidos; responder a preguntas literales y de inferencia en forma oral y
escrita; composición oral y escrita a partir de referentes presentados en
dibujos, textos, o en forma oral; escribir opiniones sobre dichos o temas
simbólicos, etc.
Se incluyen también ejercicios relacionados con los aspectos mecánicos de la
lectura y la escritura, como el reconocer y discriminar vocales y consonantes,
pero siempre como parte de una etapa de adquisición y ejercicio funcional de
la lectura y la escritura; es decir, que el niño logre un dominio en las tareas,
identificándolas en palabras significativas y discriminándolas
fonológicamente.
Es importante considerar que en ocasiones la enseñanza de una letra, tomará
más de una sesión; por lo que al momento de continuar con el proceso de
enseñanza-aprendizaje de dicha letra, se deberá partir haciendo un repaso
de lo que se ha avanzado.
PRIMER MOMENTO
TRABAJO CON VOCALES
Ejercicios previos:
Seguimiento de instrucciones orales a través de juegos, canciones, ejercicios
motrices, de atención y movilidad.
Presentación de la vocal
Dibujo en el aire
Juego con tarjetas
Juego del timbre
Juego con dibujos (adivinanzas, situaciones vivenciales, entrevistas,
elaboración de cuentos, descripción de personajes y de las actividades y
funciones de los personajes).
Copiado
Construcción de cuentos orales
SEGUNDO MOMENTO
TRABAJO CON CONSONANTES
Ejercicios previos:
Seguimiento de instrucciones orales (Juego del calentamiento, el rey dice,
etc.).
Repaso de las vocales
Presentación de la consonante
Dibujo en el aire
Juego con tarjetas
Presentación de consonante asociados con una vocal
Juego con sílabas
Juego con dibujos
Copiado
Escritura de palabras (con o sin referente)
Construcción de cuentos orales
Lectura de frases pequeñas y formulación de preguntas literales y no
literales.
Dictado de frases
TERCER MOMENTO
TRABAJO DE TIPO SELECTOR, SUSTITUTIVO REFERENCIAL Y NO
REFERENCIAL
ACTIVIDADES DE TIPO SELECTOR
1. Leerles diariamente e irles haciendo preguntas literales a los niños en cada
parte de la lectura (libro de lecturas del niño)
2. Observa, lee y escribe
En cada reactivo se presentarán 3 láminas con dibujos para que los niños
seleccionen el nombre del dibujo que corresponda:
El carro y el _______________sirven para viajar
El rehilete y el _____________se parecen porque los dos se mueven con el
aire.
ACTIVIDADES DE TIPO SUSTITUTIVO REFERENCIAL
De las lecturas que vienen en el libro para el niño.
Leerles pequeñas partes y hacerles preguntas "no literales" como:
¿Qué pasaría si...?
¿Por qué crees que... ?
¿A qué se debió....?
¿Qué hubiera pasado si...?
¿Qué hubiera hecho Manuel si ...?
Actividades del cartero
*Escritura de cartas para sus compañeros.
*La libreta de mi maestra: tener 2 ó 3 libretas "llamativas" y entregarlas
diariamente a los niños para que en su casa escriban todo lo que hicieron ese
día (escuela y casa).
Estándares de lengua castellana
En esta área se señalan los siguientes ejes, sobre los cuales se formulan los estándares:
• Eje referido a los procesos de construcción de sistemas de significación.
• Eje referido a los procesos de interpretación y producción de textos.
• Eje referido a los procesos culturales y estéticos asociados al lenguaje: el papel de la literatura.
• Eje referido a los principios de la interacción y los procesos culturales implicados en la ética de la comunicación.
Ejemplo de estándares para el currículo de lengua castellana:
Cuarto grado:
Comprende textos informativos e instructivos en los que relaciona las ideas que estos presentan; comprende la diferencia entre textos líricos y narrativos.
Octavo grado:
Comprende obras literarias y artísticas de los siglos XVII y XVIII; expone con diversos modelos de exposición.