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Impresiones e imprecisiones de la periodista Ida BÃ-¤ckmann (03-03-2008 ) - Contribuido por Nemesio Barreto Monzón “Si quiere evitarse problemas, aquí no debe meterse ni en amores ni en política. Los paraguayos son mansos como corderos y en ninguna parte puede estar más segura su vida y sus bienes que en este país, claro está, si usted no apuesta a esos dos extremos”. De un “interlocutor” En octubre de 1982 encontré en la Biblioteca Real de Estocolmo el libro Blodiga dagar i Paraguay (Días sangrientos en Paraguay), escrito por la periodista sueca Ida Charlotta Bäckmann. Este libro es un relato de viaje en él que la autora cuenta los detalles de una breve estadía en Paraguay en 1908. De los seis relatos de viajes publicados por la editorial Norstedt & Söner en 1910, Días sangrientos en Paraguay fue el libro más vendido. Sin embargo, pese al éxito que en su tiempo había tenido, según periódicos de la época, nadie más volvió a mencionarlo en los últimos setenta años, por lo que me pareció importante rescatarlo de tan prolongado olvido. Ida Charlotta Bäckmann nació el 19 de febrero de 1867 en la pequeña localidad sueca de Âmal, situada a orillas del lago Vänern. Además de periodista y de maestra rural, profesión que ejerció durante buena parte de su larga vida, se le reconoce también una gran versación en lenguas europeas. Sobre sus viajes por África, Rusia y Sudamérica, publicó una serie titulada Farliga färder och roliga (Viajes peligrosos y divertidos), que incluye el relato sobre Paraguay. A Ida Bäckmann se la menciona con frecuencia por su amistad con dos grandes figuras de la literatura sueca: el poeta Gustaf Frödin, sobre quien escribió una polémica biografía en 1913, y con Selma Lagerlöf, escritora sueca laureada con el Premio Nobel de literatura en 1909. Aunque debe su fama a los relatos de viaje que escribió, Ida Bäckmann es también autora de otras obras igualmente memorables, publicadas en la década de 1940. Muere en un hospital de la localidad sueca de Ramsberg, el 21 de enero de 1950. Como corresponsal del Stockholms Dagblad (La Hoja de Estocolmo), que era a principios del pasado siglo uno de los diarios más importantes de Suecia, Ida Bäckmann llegó a Paraguay en 1908, a bordo del vapor “Asunción”, en vísperas de la revolución del 2 de julio, encabezada por el coronel Albino Jara. Antes de emprender su viaje a Asunción, en el diario La Prensa, de Buenos Aires, le entregan una carta de recomendación para Adolfo Riquelme, uno de los fundadores del periódico El Diario. Además de opiniones carentes de objetividad, Ida Bäckmann reproduce en su relato afirmaciones muy imprecisas, puesta en boca de unos “interlocutores”, cuyos nombres inexplicablemente no da a conocer. ¿Era este el resultado previsible de la advertencia que figura en el epígrafe? Es posible. Lo cierto es que ella llega a la Argentina en una época en que cualquier afirmación en contra de Solano López ingresaba en el “antilopizmo porteño” con rango de certeza apodíctica. En Paraguay la situación no era distinta: el lopizmo era tan ferviente como el antilopizmo. No obstante, hay que decir que Bäckmann conoció a representantes de ambas corrientes de opinión, como el Dr. Cecilio Báez y Don Enrique Solano López, quienes militaban en bandos contrarios, no sólo por pertenecer a agrupaciones políticas diferentes, sino también en cuanto se refiere al juicio histórico sobre el Mariscal López. Y pese a que con Don Enrique volvería a encontrarse en Buenos Aires en 1910, en la redacción del diario “La Prensa”, prevaleció en su relato la causa defendida por el Dr. Báez. En este sentido, se puede notar que el relato de Bäckmann hay demasiadas similitudes con las opiniones vertidas por Cecilio Báez en su libro La tiranía en el Paraguay, publicado en 1903. Ida Bäckmann pasó un tiempo en la capital argentina, donde la opinión pública tampoco le era favorable a López y a Madame Lynch. Pero, circunscribiéndonos en el ambiente intelectual del “novecentismo” paraguayo, la defensa del Mariscal López era ejercida por un grupo muy reducido, que escribía en el diario La Patria, de Enrique Solano López. El propio Cecilio Báez, refiriéndose al grupo, decía: “los defensores de la tiranía escriben en el diario La Patria”. Es oportuno señalar que la reivindicación o glorificación oficial del Mariscal Francisco Solano López, como “Héroe Nacional” se produjo sesenta y seis años después de terminada la Guerra de la Triple Alianza, en virtud del Decreto Nº 66, del 1 de marzo de 1936, firmado por el entonces presidente de la República, coronel Rafael Franco. Posteriormente, casi dos décadas más tarde, el 15 de agosto de 1954, el presidente Argentino Juan Domingo Perón, devolvió parte de los trofeos de la guerra. Por su parte, en febrero de 1975, el entonces Gobernador de la Provincia de la Rioja, Carlos Saúl Menen, después presidente de la República Argentina, devolvió el mobiliario que perteneció a López. En cuanto a Brasil, el 3 de diciembre de 1975, el general Ernesto Geisel, Presidente de Brasil, devolvió el “Libro de Oro” que las damas le obsequiaron al Mariscal López en 1867. Por último, el 9 de abril de 1980, el general Joâo Figueiredo, Presidente de Brasil, devolvió los trofeos de guerra, además, de los documentos históricos, conservados por más de cien años en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro (Colección Rio Branco). Este fragmento, traducido al español, resume tres capítulos de la versión original, titulados “Tiranos del Paraguay”, “Solano López como gobernante” y “Madame Lynch”. El título obedece a que en el relato, en la vida real y en la leyenda, las “aventuras y desventuras” de Francisco Solano López están indisolublemente ligadas a las de Madame Lynch. http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

Elisa Lynch

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Impresiones e imprecisiones de la periodista Ida Bí¤ckmann(03-03-2008 ) - Contribuido por Nemesio Barreto Monzón

 “Si quiere evitarse problemas, aquí no debe meterse ni en amores ni en política. Los paraguayos son mansoscomo corderos y en ninguna parte puede estar más segura su vida y sus bienes que en este país, claro está, si ustedno apuesta a esos dos extremos”. De un “interlocutor”

 

En octubre de 1982 encontré en la Biblioteca Real de Estocolmo el libro Blodiga dagar i Paraguay (Días sangrientos enParaguay), escrito por la periodista sueca Ida Charlotta Bäckmann. Este libro es un relato de viaje en él que la autora cuenta los detalles de una breve estadía en Paraguay en 1908. De los seis relatos de viajes publicados por la editorialNorstedt & Söner en 1910, Días sangrientos en Paraguay fue el libro más vendido. Sin embargo, pese al éxito que ensu tiempo había tenido, según periódicos de la época, nadie más volvió a mencionarlo en los últimos setenta años, porlo que me pareció importante rescatarlo de tan prolongado olvido.Ida Charlotta Bäckmann nació el 19 de febrero de 1867 en la pequeña localidad sueca de Âmal, situada a orillas del lagoVänern. Además de periodista y de maestra rural, profesión que ejerció durante buena parte de su larga vida, se lereconoce también una gran versación en lenguas europeas. Sobre sus viajes por África, Rusia y Sudamérica, publicó unaserie titulada Farliga färder och roliga (Viajes peligrosos y divertidos), que incluye el relato sobre Paraguay. A IdaBäckmann se la menciona con frecuencia por su amistad con dos grandes figuras de la literatura sueca: el poeta GustafFrödin, sobre quien escribió una polémica biografía en 1913, y con Selma Lagerlöf, escritora sueca laureada con el PremioNobel de literatura en 1909. Aunque debe su fama a los relatos de viaje que escribió, Ida Bäckmann es también autorade otras obras igualmente memorables, publicadas en la década de 1940. Muere en un hospital de la localidad suecade Ramsberg, el 21 de enero de 1950.Como corresponsal del Stockholms Dagblad (La Hoja de Estocolmo), que era a principios del pasado siglo uno de losdiarios más importantes de Suecia, Ida Bäckmann llegó a Paraguay en 1908, a bordo del vapor “Asunción”,en vísperas de la revolución del 2 de julio, encabezada por el coronel Albino Jara. Antes de emprender su viaje aAsunción, en el diario La Prensa, de Buenos Aires, le entregan una carta de recomendación para Adolfo Riquelme, uno delos fundadores del periódico El Diario. Además de opiniones carentes de objetividad, Ida Bäckmann reproduce en su relato afirmaciones muy imprecisas,puesta en boca de unos “interlocutores”, cuyos nombres inexplicablemente no da a conocer.  ¿Era este el resultado previsible de la advertencia que figura en el epígrafe? Es posible. Lo cierto es que ella llega a laArgentina en una época en que cualquier afirmación en contra de Solano López ingresaba en el “antilopizmo porteño” con rango de certeza apodíctica. En Paraguay la situación no era distinta: el lopizmo era tan fervientecomo el antilopizmo. No obstante, hay que decir que Bäckmann conoció a representantes de ambas corrientes de opinión,como el Dr. Cecilio Báez y Don Enrique Solano López, quienes militaban en bandos contrarios, no sólo por pertenecer aagrupaciones políticas diferentes, sino también en cuanto se refiere al juicio histórico sobre el Mariscal López. Y pese aque con Don Enrique volvería a encontrarse en Buenos Aires en 1910, en la redacción del diario “LaPrensa”, prevaleció en su relato la causa defendida por el Dr. Báez. En este sentido, se puede notar que el relatode Bäckmann hay demasiadas similitudes con las opiniones vertidas por Cecilio Báez en su libro La tiranía en elParaguay, publicado en 1903.Ida Bäckmann pasó un tiempo en la capital argentina, donde la opinión pública tampoco le era favorable a López y aMadame Lynch. Pero, circunscribiéndonos en el ambiente intelectual del “novecentismo” paraguayo, ladefensa del Mariscal López era ejercida por un grupo muy reducido, que escribía en el diario La Patria, de EnriqueSolano López. El propio Cecilio Báez, refiriéndose al grupo, decía: “los defensores de la tiranía escriben en eldiario La Patria”.Es oportuno señalar que la reivindicación o glorificación oficial del Mariscal Francisco Solano López, como “HéroeNacional” se produjo sesenta y seis años después de terminada la Guerra de la Triple Alianza, en virtud delDecreto Nº 66, del 1 de marzo de 1936, firmado por el entonces presidente de la República, coronel Rafael Franco.Posteriormente, casi dos décadas más tarde, el 15 de agosto de 1954, el presidente Argentino Juan Domingo Perón,devolvió parte de los trofeos de la guerra. Por su parte, en febrero de 1975, el entonces Gobernador de la Provincia dela Rioja, Carlos Saúl Menen, después presidente de la República Argentina, devolvió el mobiliario que perteneció aLópez. En cuanto a  Brasil, el 3 de diciembre de 1975, el general Ernesto Geisel, Presidente de Brasil, devolvió el “Libro de Oro” que las damas le obsequiaron al Mariscal López en 1867. Por último, el 9 de abril de 1980,el general Joâo Figueiredo, Presidente de Brasil, devolvió los trofeos de guerra, además, de los documentos históricos, conservados por más de cien años en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro (Colección Rio Branco).Este fragmento, traducido al español, resume tres capítulos de la versión original, titulados “Tiranos delParaguay”, “Solano López como gobernante” y “Madame Lynch”. El título obedece aque en el relato, en la vida real y en la leyenda, las “aventuras y desventuras” de Francisco Solano Lópezestán indisolublemente ligadas a las de Madame Lynch.  http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

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En cuanto a las notas del traductor, éstas no tienen porque influir en la opinión que el lector se haya formado sobre elMariscal López -si fue héroe o villano, bueno o malvado, famoso o infame-, sobre todo porque las referidas notas no tienen otro propósito que el de hacer las precisiones necesarias y verificables en fuentes documentales.          ******Solano López y Madame Lynch Si quiere evitarse problemas, aquí no debe meterse ni en amores ni en política. Los paraguayos son mansos comocorderos y en ninguna parte puede estar más segura su vida y sus bienes que en este país, claro está, si usted no apuesta a esos dos extremos.¿Tiene usted alguna razón para creer que yo caeré en la tentación de hacerlo?, pregunté sorprendida. Nada es imposible que no pueda suceder, opinó él. Cuando el joven bailaba con usted sobre el poncho, eso significaque a usted la pone por encima de todos los presentes. Si, le creo sin reservas, interrumpí yo riendo. A ese joven le di ayer 10 pesos más una botella de vino por alquilarme subote y seguramente, eso espero, que no será la última vez. Ojalá que sea así -dijo él-, yo traje esto a colación debido a su amistad con Don Cecilio (Báez), el hombre másimportante dentro del partido liberal y más todavía por el interés que usted muestra por Don Enrique Solano López(1),hijo del antiguo dictador de este país. Empiezo a entender lo que usted me quiere decir. Así que usted cree que yo quiero ganarme la popularidad,sondeando el ambiente, que soy la enviada de algún partido; en suma y sencillamente que soy una espía.(....)En los primeros tiempos de la república el país alcanzó un elevado bienestar y un gran desarrollo en todo sentido, sibien era gobernado con mano de hierro y por tiranos tales como el doctor Francia y Carlos Antonio López. El primertelégrafo y las primeras vías férreas se tendieron en Paraguay. El país tenía un poderoso ejército y una marina deguerra con 10 buques; tenía sus propios buques a vapor, construidos en los astilleros nacionales y comandados portripulaciones paraguayas. Comenzó así un intercambio comercial directo con Europa. La pobreza no existía y el paíscarecía de deuda pública. Había orden y seguridad en todas partes.En un país extrañamente afortunado se convirtió en regente, para desgracia de este pueblo, Francisco Solano López,padre de su amigo Enrique López. Cuando se reflexiona sobre el curso de los acontecimientos, uno queda asombrado,que el orgullo y el desvarío de un solo hombre llevara el germen de la ruina de miles y miles de personas. Ya su padreaspiraba con llevar la corona imperial (2). Brasil, el gran vecino, era un Imperio, ¿por qué Paraguay no podría tenerderecho a este rango? En este sentido, un globo sonda fue lanzado y en él algunas de las “criaturas” deCarlos Antonio López, que ofrecían, incluso “imploraban” al dictador para que aceptara la corona imperial(3) de su agradecido pueblo, pero igual que César creyó más inteligente rechazarla, transfiriendo a su hijo, pordisposición testamentaria, el pensamiento imperial.  Al morir su padre en 1862, Solano López asumió el poder. No fue electo por sus brillantes cualidades de mandatario.Todo lo que de él se sabía se reducía a que era cruel, cobarde y extremadamente perezoso. El Congreso, domado paraobedecer la seña más insignificante de Carlos Antonio López, aceptó la propuesta por él presentada y ni siquiera sediscutió que el país bien podía merecer algún otro. Con su afirmación parece que usted está insinuando que los paraguayos carecen de capacidad para el discernimientomoral. En este sentido, el discurso de la obediencia ciega me parece muy débil, su alegato demuestra un grado desumisión mucho más profunda, dije yo. Puede, con razón, parecer enigmático en un pueblo tan inteligente y orgulloso como este, pero tenga en cuenta quedurante siglos los paraguayos fueron educados en la ciega obediencia a los jesuitas; si, se puede hablar de unaobediencia casi religiosa. Después de este imperio teocrático (4) no era muy difícil para un hombre enérgico erigirseen autócrata. Los paraguayos obedecían a sus gobernantes como los hindúes a sus sacerdotes. Carlos Antonio López, que conocía elvalor de la educación, contribuyó en enseñar a su pueblo, como ha expresado un historiador, la lealtad y la tenacidad:Paraguay es invencible, puede ser aniquilado por un ejército superior, pero obligarlo a someterse jamás. Para SolanoLópez no era ningún secreto las extraordinarias cualidades de este pueblo que a él le tocó gobernar, pero en vez deaplicar estas cualidades para el bienestar y gloria de la patria, las utilizó de forma tal que con todo derecho sea llamadoel Nerón del siglo XIX.Carlos Antonio López había enviado a su hijo a estudiar en Europa, y el joven Solano López prefirió París para completar sus estudios (5). Soñaba con ser Napoleón y como era de mediana estatura, vio en esta circunstancia un signoinequívoco de que él habría de ser para América lo que Napoleón ha sido para Europa. Para que el mundo tuviera unclaro anticipo de la misión que debía cumplir, trató por todos los medios a su alcance de parecerse, en su aspectoexterior, a su pretendido predecesor. Se vestía tal como él había visto a Napoleón retratado en los cuadros; se peinabacomo él y trataba de imitar la manera de hablar y los modales característicos de Napoleón. En París se encontró con elgenio maligno del Paraguay, la bellísima y encantadora Madame Lynch (6). Yo agucé mis oídos. Enrique Solano Lópezme ha hablado de su madre muy superficialmente, pero los términos por él empleados inspiraban hacia ella profundoamor y respeto. Alguien me había contado que el nombre Madame Lynch era maldito en Paraguay y por eso no quisedarle a Don Enrique ningún motivo para traerla a colación. http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

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¿Conoce usted la historia de Madame Lynch? pregunté.Muy fragmentariamente. Ella era inglesa de nacimiento, creo, pero hacia los dieciséis años de edad estaba casadacon un  acaudalado inglés (7). No se está completamente seguro si ya entonces dominaba el arte de sacarse deencima a las personas molestas, pues, algunos meses después de su casamiento quedó viuda (8). Lo que ocurrió acontinuación tampoco me es muy familiar, sólo que algunos años más tarde, como esposa de otro hombre, llevaba unavida extravagante en París. El pobre hombre parece haberle hecho vehementes reproches por la humillación que ella lecausaba con su licencioso comportamiento. Pero ella no tenía vergüenza, solo avidez por el placer y la aventura, y comoesto no encontraba en su matrimonio, escapó, dejando su casa y a su marido. Poco después Solano López la vio actuarcomo bailarina, quedando embrujado por su belleza. Con el dinero que extorsionó a su padre desde Paraguay, llevó enParís una vida regalada, y Madame Lynch, presintiendo que el gordito, feo pájaro sudamericano, podía poner para ellalos indispensables huevos de oro, se convirtió en su amante y lo acompañó a Paraguay (9).La idea fija que López tenía de ser una reencarnación de Napoleón, ella atizaba en toda oportunidad, y las oportunidadesse dieron con frecuencia. Ella le decía que le acompañaría en las buenas y en las malas, como la Josefina de Napoleón, hasta los pináculos de la gloria. Por tanto, cada uno ya se había adjudicado su propio rol y antes de abandonar de Paríseligieron juntos la corona (10) que habría de adornar la cabeza del autócrata paraguayo. Los rumores de la vida disoluta de Solano López habían llegado a Asunción; sin embargo, igual trajo consigo a suaventurera amante, y exigía el mismo respeto hacia ella como si fuera su legítima esposa. Esto último, más quecualquier otra cosa, era lo que causaba indignación y horror en las familias patricias del país. Madame Lynch, esta descarada mujer, que perdió a su marido, era adicta a todos los vicios imaginables, y ahora quevive en un odioso concubinato con el futuro dictador del país, con toda seguridad ocupará un puesto privilegiado en los círculos de mujeres y exigirá ser cortejada por honorables damas.            Este pensamiento despertó la irritación más vehemente en las orgullosas damas españolas y decidieron emplear todoslos medios para impedir que una vergüenza tal recaiga sobre ellas.Se dice, si es verdad no lo sé, que cuando el barco de Solano López y Madame Lynch llegó al puerto al puerto deAsunción las damas de la sociedad paraguaya se juntaron en el puerto con el objetivo conseguir un barco si a la“inglesa” se le permitía bajar a tierra. Fue así que se le impidió a Madame Lynch (11) entrar en Asunción; elbarco dio vuelta y, si mal no recuerdo, Solano López la acompañó hasta Argentina. Los sentimientos de Madame Lynch, al impedírsele bajar a tierra, es fácil de imaginar, de modo que a la afirmación deque entonces juró vengarse de Paraguay, por la humillación que sus mujeres le habían causado, parece tener buen fundamento. Si fue así que ocurrió, dios sabrá, pero mantuvo inalterable su juramento. En consonancia con la idea imperial, también el viejo López había madurado el deseo de un vínculo matrimonial entre suhijo y la hija de Dom Pedro II. Esto daría más nimbo a la familia y al mismo tiempo aseguraría al hijo y a la familia laposesión de la corona imperial (12)Este plan no parece haber encontrado oposición en Madame Lynch, sino, al contrario, fue fervientemente apoyado porella. Si la razón de esto fue que su casamiento en París le impedía contraer matrimonio con López o porque en el supuestode que “fracasen” en Paraguay, ella no quería estar unida a él por vínculos legales, no lo sé. Lo cierto esque ella era consciente de su gran poder sobre él, de modo que en ningún momento dudó que él siempre fuera un fielinstrumento de ella, aunque todos los emperadores del mundo y sus hijas intentaran impedirla.Con la táctica de Napoleón, de una auténtica María Luisa de Austria a la vista, decidió Solano López que su padresolicitara en su nombre la mano de Doña Isabel (13). La respuesta fue un rotundo no. Esta derrota indignóprofundamente a padre e hijo, y Madame Lynch se esmeró porque la indignación del segundo no se extinguiera.Cuando Solano López sucedió a su padre en el poder, se mudó con Madame Lynch a Asunción (14), donde esta notablepareja vivió en un lujo desmedido.Por ese tiempo tenían tres o cuatro hijos, para cuya educación fueron empleados los mejores maestros (15).Se dice que Enrique Solano López tuvo como maestro al médico sueco Eberhard Munck af Rosenschöld (16), intervine yo. Parece que él lo apreciaba muchísimo y me contó que este compatriota mío está enterrado en San Bernardino. Si eldoctor Rosenschöld viviera o si por lo menos se encontraran sus papeles (18), se obtendría con seguridad importantes datos sobre  este interesante período.De eso no cabe ninguna duda, dijo mi acompañante y a renglón seguido se puso a hablar del dictador.Cuando Solano López se convirtió en dictador no le pareció bien que el país por el que llevaba el cetro tuviera limitadosrecursos. No debía haber fronteras para su territorio e inmensa debía ser su fortuna.  El -o tal vez Madame Lynch- tenía un agudo sentido del arte y ardientes deseos de embellecer Asunción en su aspecto arquitectónico. ­­­­­­­­­­­Cuando Solano López se convirtió en dictador no le pareció bien que el país por el que llevaba el cetro tuvieralimitados recursos. No debía haber fronteras para su territorio e inmensa debía ser su fortuna. El -o tal vez MadameLynch- tenía un agudo sentido del arte y ardientes deseos de embellecer Asunción en su aspecto arquitectónico. Espléndidos palacios empezaron a construirse, uno tras otro, en la ciudad y las más encantadoras casas de recreoen las afueras. López puede ser odiado, incluso odiarlo tanto como él se merece, pero el honor de haber construido elhermoso Palacio de Gobierno y elegido su excelente ubicación en una meseta del puerto, esto nunca se le podráquitar. Incluso el gran teatro que está sin terminar, construido a semejanza de la Scala de Milán y al que hoy consonrisa burlona se le da la espalda, produce, al menos en el extranjero, una fuerte impresión. Concedamos que  estosedificios están allí como un incontrastable testimonio del delirio de grandeza de López, pero la belleza de lasconstrucciones hace valer por sí mismas sus encantos.http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

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En consonancia con sus derechos soberanos, y el de su familia en Paraguay, empezó a construir un majestuosomausoleo (18) para la regente familia López. Está sin terminar, tal como puede verse, en su enorme cúpula crecen hierbas y plantas silvestres se entremezclanentre los ladrillos rojos del muro. Su interior se emplea como establo.Durante esta fiebre de las construcciones creció en él la indignación por aquel rechazo en la petición de mano yaguardaba, como una araña en su red, la ocasión de mostrar a Sudamérica a quién Brasil se había atrevido a ofender.Tal ocasión creyó que se le presentaba cuando Brasil se enemistó con Uruguay. López se ofreció a mediar sin que nadie selo pidiera y fue fríamente rechazado. Esto lo impulsó a cometer los actos más insensatos, uno tras otro, hasta quefinalmente se vio involucrado en una guerra con Brasil, Argentina y Uruguay, que integraron una Triple Alianza paradestruir el notable gobierno de López.Ya en vida de su padre, López había dado muestras de su total ineptitud como militar, y durante toda la guerra, queentonces comenzaba, tal ineptitud tomó forma fatídica. No hablemos ya de la ejecución de los planes, pues se cometierongraves errores estratégicos. Los paraguayos lucharon como leones, pero sólo para ser carneados, más tarde o mástemprano, por un enemigo superior. El mismo López desarrolló toda la brutalidad de su naturaleza animal. Los extranjerosresidentes en el país sufrieron asesinatos en masa, sean hombres, mujeres o niños, y sus propiedades pasaban aformar parte de los bienes del Estado.  Se introdujo la tortura como método para obtener falsos testimonios y dos terceras partes de los habitantes del paísmurieron en las más crueles circunstancias.Todo esto ocurrió con el insensato pretexto de que la patria así lo exigía, que la lucha no cesaría hasta que el últimoenemigo no fuera aniquilado. Paraguay no tenía enemigos, su valentía despertaba tanta admiración como aversióndespertaba el egoísmo y engreimiento sin límites de López. Pero como él encarnaba al Estado, su pobre pueblo tenía queexpiar lo que él había comenzado. La cualidad que antes que cualquier otra caracterizaba a López era su crueldad casi inhumana y su cobardía desmedida.Durante toda la guerra no participó en ninguna batalla, no, ni siquiera en una esgrima. Temblando de miedo, deplorable,por perder su preciosa vida, se mantenía a una distancia segura de las balas enemigas; no se atrevía ni a asomarse allídonde su pueblo fiel ofrecía su vida y su sangre por una obstinación suya. Su principal interés se centraba en laprotección de su sagrada persona y en el campamento siempre se tomaban primero las medidas de seguridad para él ylos suyos. Allí se construían -pero lo más lejos posible del enemigo- murallas suficientemente gruesas para protegerlo de loscañones enemigos, y dentro de éstos, cómodas tiendas de campaña para que el tirano y su corte pudieran vivirtranquilos. El trabajo, el esfuerzo y el costo que esta “Corte de Campaña” requería a él le importaba unápice. El ordenaba y se le obedecía. López le tenía un miedo descomunal a las balas, le temblaban las piernas y lecastañeaban los dientes apenas oía un tiro de pistola y en tales ocasiones le era totalmente indiferente que se rierande él o la compasión que su ridículo comportamiento inspiraba.Madame Lynch se regocijaba en ese valle de lágrimas al que había sido abandonado el pueblo paraguayo que una vezhabía sido tan arrogante con ella; y hoy se sabe con seguridad que la mayoría de los dolorosos castigos, las penas demuerte y las crueles ejecuciones, efectuadas por orden del dictador, procedían de ella. Madame Lynch era, además,una mujer de notable sentido práctico y sabía sacar ventajas, en beneficio propio, a cualquier circunstancia. Despuésde cada batalla iba ella al campamento de los soldados y persuadía a la tropa, más con astucia que con amenaza, paraque a cambio de billetes paraguayos de ningún valor le entregaran todas las monedas de oro y las joyas que los soldados obtenían en los saqueos. Como tributo de guerra obligaba también a las damas paraguayas (19) a despojarsede sus anillos y ornamentos para después lucirse ella misma con esas preciosas joyas familiares. Tiempo después, cuando esta honorable pareja se encontró en posesión de innumerables objetos de valor, cuandotodavía los podía transportar, los depositaban en lugares seguros, a menudo enterrándolos en lugares desconocidos.Para que estos secretos no fueran conocidos, se tomaron las mismas medidas de precaución que los visigodos, alocultar la tumba de Alarico (20), es decir, ejecutado inmediatamente a los soldados que habían participado en el entierrodel tesoro (21).Pero también por otros medios sabía procurarse dinero esta Madame Lynch sedienta de oro. Un médico inglés (22),quien en su calidad de maestro estuvo en su casa en repetidas ocasiones y al que se le consideraba como amigo de lafamilia, recibió un día la orden de presentarse ante Madame Lynch. Ella parecía estar fuera de sí, tenía dificultad paraarticular las palabras, dificultad para expresarse. Tal vez se trataba de la vida de ella o de la de sus inocentes hijos,pensó el médico. Luego de varios ataques de llanto, por fin logró decir que López tenía planes de eliminar al doctor, y que aquel, guiado poruna falsa acusación -de esto ella estaba segura-, quería encerrarlo ese mismo día en la cárcel. El doctor, sabiendo quea quien López encerraba en la cárcel no salía de allí sino para ser ejecutado, suplicó a Madame Lynch para que tratara desalvar su vida.¿No podría darle ella una oportunidad para escapar?Ella hizo un ademán desesperado, indicando que no.¿No había entonces ninguna salida que pudiera evitar su muerte?Hasta entonces a ella no se le había ocurrido ninguna salida, sollozó ella.De repente se calmó, visiblemente ella había resulto el enigma. Se podía sobornar al testigo para que retire su acusación. Lamentablemente, ella había agotado su fortuna en la guerra y que no podía ayudarlo con dinero, pero el propio doctorera un hombre rico. Si él le diera al menos 4.000 libras esterlinas en billetes, ella con gusto y sin riesgo arreglaría todo. http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

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Para salvar su vida, él accedió a su petición y con esta suma sobornó alegremente al testigo falso que no era otro que ellamisma.Su poder sobre los hombres era realmente increíble cuando ella quería utilizarlos. Por intermedio de sus espías, supoella que en los tres campamentos enemigos le habían echado ojo a sus operaciones financieras y que en la primeraocasión que se presentare, harían una revisión de los bienes que ella había acumulado.  Para salvar sus bienes debíaencontrar una manera camuflada de sacarlos del país. Esto era lo más deseable, pues comprendía que López  no podríacontrolar la situación por mucho tiempo más, razón de más para salvar a tiempo sus pertenencias, antes de que losparaguayos la echen por segunda vez.  Con su arte de seducción logró enceguecer al entonces ministro norteamericano en Paraguay, general Mac Mahon (23),quien a pedido del dictador aceptó la responsabilidad de sacar fuera del país y depositar en territorio neutral el tesoro dela nación, que equivale a decir que es el patrimonio privado de López. En siete carretas (24), adornados con banderasnorteamericanas, fueron transportados el montón de objetos de valor robados por la pareja, abriéndose paso entre lastropas enemigas de los tres países, sin que se le presentara ningún obstáculo al transporte. Norteamérica era desdeluego un país neutral y lo que estaba bajo la protección de su bandera nadie se atrevía a ultrajar con una inspección. (....)¿Qué fue de la vida de Madame Lynch en Paraguay después de la muerte de Solano López? pregunté yo,interrumpiendo el largo silencio.(....)Bajo estrictas medidas de seguridad, ella, acompañada de sus hijos, fue llevada a Buenos Aires (25), y en estametrópolis sudamericana vivió algunos años, sin que protagonizara alguna aventura digna de mención. Posteriormenteviajó a Francia, donde el tesoro robado le ha permitido llevar durante muchos años una vida aventurera, conforme exigíasu avidez por el placer desmedido. Ahora bien, cómo terminaron sus días, no tengo informaciones confiables al respecto. He escuchado decir que despuésde llevar una vida disipada habría fallecido en París, y en la más extrema pobreza (26).Cómo puede ser que sus hijos sean tan pobres según todo indica que Enrique López es actualmente? pregunté. Quefue un hombre de gran fortuna se desprende de la costosa educación que recibió. A mí me dijo que había estudiado tantoen Berlín y París como en Oxford y que tuvo una biblioteca de enorme valor, de la que sus acreedores le fuerondespojando (27).Enrique Solano López nunca puede conservar dinero, dijo mi interlocutor. La fortuna se diluye en sus manos como lanieve bajo el sol. El se casó cuando era rico, y por entonces estaba lejos de una economía en ruina. Nadie sabe cómogasta su plata, pues él no juega ni bebe, pero el dinero sale de su bolsillo sin retorno. Su suegra tuvo que ayudarle en repetidas ocasiones, cuando su situación económica era visiblemente desastrosa. Perosu suegra también se dio cuenta de que ayudarlo era tirar dinero en un barril sin fondo y que terminaría arruinándoseella misma. Por eso le dijo a su hija para que eligiera quedarse con sus hijos junto a su marido y morirse de hambre  oabandonarlo e ir a vivir con ella. La esposa eligió esta segunda opción (28). La hija mayor de Don Enrique tiene ahoradieciocho años (29) y es de una belleza más deslumbrante todavía que su abuela paterna (Madame Lynch).  Notas del traductor 1. Enrique S. López (1859-1917) Hijo del Mariscal Francisco Solano López y de Elisa Alicia Lynch. Acompañó a su madrea Europa en 1870. Se casó en 1883 con la norteamericana Alexandra Maud, con la que tuvo dos hijas. Después dequedar viudo y fallecida su madre en Paris, regresó definitivamente a Paraguay en 1891. En 1900 fundó el diario“La Patria”. 2. La “corona imperial” fue una ocurrencia del Encargado de Negocios de Francia en Asunción, AiméChevalier de Cuverville; nombrado en marzo de 1867, se ofreció para mandar confeccionar por un orfebre de París unacorona y una daga para el Mariscal López. A este respecto se puede mencionar que en la lista de trofeos de guerra,devueltos a Paraguay el 15 de agosto de 1954 por el presidente Argentino, Juan Domingo Perón, figura “unproyecto de corona en yeso”  Por otra parte, el 25 de mayo se formó una “Comisión” para regalar una espada al Mariscal por el día de su cumpleaños (24 de julio), presidida por Escolástico Garcete y Abdón Molina. Véasecarta (27-05-1867) firmada por Juan E. Barrios y José M. Escalada. (A.Documental). y Semanario Nº 683. De la recolección de joyas iniciada por una “Comisión de Damas” en febrero de 1867, el Mariscal López sólo aceptó“una vigésima parte” para “acuñar la primera moneda nacional de oro”. Decía también“Yo no considero que la muger paraguaya que tantas pruebas ha dado de su amor a la patria, necesite hacerostentación exterior de los colores que lleva impreso en su corazón, ni veo por qué haya de renunciar al uso de susjoyas”  Solano López al Vicepresidente Francisco Sánchez. Paso Pucú, 6 de setiembre de 1867. (ApéndiceDocumental). Con las donaciones, según el Decreto del 11 de setiembre de 1867, el Mariscal López ordenó que seacuñara monedas de oro, nombrando para tal efecto (Art. 2º) a “los  ciudadanos Felipe Milleres, José CarmeloTalavera y José Valle”. Dos tipos de monedas de oro se acuñaron (Modulo 22 m/m, ambos); además, seacuñó una tercera que era de cobre. Véase: ANA, Vol. 352, 353 y 354.3. Véase nota dos (2).4. Expresión utilizada por Bartolomé Mitre en su obra: Historia de Belgrano. Tomo I, Buenos Aires, 1887. Pág. 20.Citada en la voluminosa obra del padre Hernández. Véase: Pablo Hernández: Organización Social de las Doctrinas Guaraníes de la Compañía de Jesús. Tomo II. Barcelona, España, 1913. Págs. 420-425.http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

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5. Francisco Solano López (1826-1870). Fue enviado a Europa en misión diplomática. Estuvo en París entre el 16-XII-1853 y el 14 de marzo de 1854; el 18 de enero de 1854 López fue recibido por Napoleón III.  Después de visitar otrospaíses europeos, López volvió a París el 5 de Julio de 1854. Desde esta fecha hasta el 8 de noviembre de 1854 SolanoLópez permaneció en Paris. Sobre esta última fecha, téngase presente que el Ministro de Relaciones Exteriores deFrancia, Édouard Drouyn de Lhuys, comunicaba a Francisco Solano López que el Gobierno de Francia le había conferidoel grado de “Gran Comendador de la Orden Imperial de la Legión de Honor”. París, 8 de noviembre de1854. Colección Rio Branco, I-29, 26,1 Nº 26. El “Tacuarí” partió del puerto de Burdeos a las 10:30 Hs. del11 de noviembre de 1854, llegando a Asunción a las 14:00 horas del domingo 21 de enero de 1855.6. No se tiene documentado en qué circunstancia ni cuándo Solano López conoció a Madame Lynch, pero tuvo que serentre enero y marzo de 1854. Básicamente porque López estuvo fuera de París entre marzo y julio de 1854. CuandoLópez regresa a Paris se encuentra con una carta de Madame Lynch, de fecha 5 de junio de 1854, en la que ellaagradece a López por el envío de dinero y en la que también trata otros asuntos personales. Colección Rio Branco: I-30,28,19, Nº 3 (Documento Nº 929).7. Elisa Alicia Lynch nació en Irlanda en 1835, hija de John Lynch.8. Elisa Alicia Lynch se casó en el condado de Kent, Inglaterra, con el francés Javier de Quatrefages, hijo de PierreQuatrefages, el 3 de junio de 1850. No quedó viuda ni volvió a casarse como se afirma.9. Viajó de Burdeaux (Francia) abordo del trasatlántico “Ville de Marseille” en diciembre de 1854, llegando a Buenos Aires (Argentina) a fines de enero de 1855. Permaneció varios meses en la capital Argentina, donde nació suprimer hijo, Juan Francisco López Lynch. Buenaventura Decoud (1821-1879), cónsul del Paraguay en Buenos Aires,inscribió a Juan  Francisco López en el Consulado paraguayo en 1855, cuando Decoud ejercía el cargo de Cónsul. JuanFrancisco tuvo que haber nacido en Buenos Aires en abril de 1855. De Buenos Aires viajó Madame Lynch con su hijo enel vapor “Uruguay”, llegando a Asunción en mayo de 1855. El vapor “Uruguay” estaba comandado por el Capitán paraguayo, Vicente Alcaraz.  10. No existen documentos conocidos que prueben esta afirmación.11. Cuando Madame Lynch llegó a Asunción no se produjo ningún incidente. Hubo si disturbios en mayo de 1870,cuando abordo del buque “Princesa” llegó a Asunción. Un incidente similar se registro el 26 de octubre de1875, cuando Madame Lynch abordo del vapor “Cisne”  llegó de Buenos Aires a Asunción, para presentarseante la justicia paraguaya a enfrentar eventuales cargos contra ella.12. Véase nota dos (2).   13. La propuesta de matrimonio, aparte de carecer de sustento documental, no pudo haberla hecho Don Carlos A.López, pues entonces Doña Isabel era todavía una niña. Véase: Pedro II, Emperador de Brasil (1825-1891). En cartasa Don Carlos Antonio López, escritas entre el 25 de marzo de 1845 y el 22 de febrero de 1851, comunica el nacimientode su hija Isabel (29/VII/1846), de Leopoldina (13/VIII/1847) y de Pedro(17/VII). Ver foto: AD. Colección Rio Branco. I-29, 29,23 Nº 14 (Documento 446).14. Cuando Madame Lynch llegó a Asunción en 1855 se hospedó en la casa de Ramón Franco, casado con RamonaGodoy. La casa de la familia Franco estaba ubicada en la calle Independencia Nacional e/ General Díaz. Véase,asimismo, Documento de hipoteca de Don Ramón Franco por un plazo de 2 años por valor de 3.715 pesos al 1,8%anual. Asunción, 26 de noviembre de 1853. El testimonio está adjuntado al recibo Nº 259. Asunción, 16 de noviembre de1853. Hay también referencia a la compra de un inmueble del Estado hecha por parte de Ramón Franco, quien solicita aDon Carlos Antonio López autorización para construir. Colección Rio Branco. I-30, 9,48. (Documento Nº 821). La casa deMadame Lynch estaba ubicada en Eligio Ayala esquina Yegros y Mariscal Estigarribia, ocupaba toda la manzanaformada por las citadas calles; allí funcionó un tiempo el Colegio Nacional de la Capital. Madame Lynch tenía una residencia veraniega cerca de la estación de tren de Patiño. Véase: Compra de tierra hechapor Francisco Solano López a don José Joaquím Patiño. Asunción, 27 de abril de 1863. Escritura autenticada por elEscribano de Gobierno y Ministro de Hacienda, don Silvestre Aveiro. (CRB: I-30,7,44 Documento N° 1933). Asimismo,Francisco Solano López compra tierras de don José Joaquím Patiño y José Gregorio Patiño, ubicada en Ibitipané.Asunción, 11 de mayo de 1863. Registro de compra firmado por el Escribano Bernardo Ortellado. Colección Rio Branco(CRB): I-30, 7,43 (Documento Nº 1954). En esta propiedad tenía Madame Lynch su casa de campo y que visitó conalguna frecuencia cuando la Capital de la República se mudó a Luque. Este lugar es conocido como “Madamacué” y “Patiño cué”, ubicado en el camino entre Luque y Areguá. Terminada la guerra, el colono sueco Luis Gustav Littorin (1835-1902) compró parte de esta propiedad, afincándose en ella. Littorin capitaneó variosbarcos del ejército argentino, fue además proveedor de las fuerzas aliadas, actividad que le permitió acumular unaimportante fortuna. Littorin contrajo matrimonio con Doña Catalina Giménez, una paraguaya, sin dejar descendientes.En cuanto a Francisco Solano López, su casa estaba ubicada en la calle De la Catedral (hoy Independencia Nacional) esquina Palma. La casa habría sido adquirida de Pedro Nolasco Decoud. Véase: Escritura de una casa ubicada enAsunción comprada a Don Pedro Nolasco Decoud para Francisco Solano López (Seis documentos: 1843-1858) ColecciónRio Branco: I-30,6,96 (Documento Nº 321).15. No cabe duda de que los hijos de Solano López con Madame Lynch pudieron acceder a una buena educación, puesen aquella época trabajaban en Paraguay cerca de doscientos profesionales europeos. Sin embargo, y exceptuando aJuan Francisco López Lynch, los otros hijos de la pareja apenas estaban en edad escolar cuando se inició la guerra de laTriple Alianza (1864-1870). 16. Eberhard Munck af Rosenschöld (1811-1869). Médico y naturalista sueco que llegó a Paraguay en 1843, donde vivióhasta su muerte en 1869. Munck llegó a Paraguay en compañía del joven comerciante sueco Johan Wilhelm Smitt(1821-1904), quien veinte años más tarde se convertiría en el principal financista de Alfredo Nobel, el que instituyó losfamosos premios que llevan su nombre. Véase: Barreto Monzón, Nemesio. Paraguay y sus vínculos con Suecia.http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

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Asunción, 1992, Págs. 117-169.  Según referencias de a una entrevista mantenida en Asunción entre Enrique SolanoLópez y Harald Bildt, Ministro Residente de la Legación de Suecia en Buenos Aires (1910-1912), Eberhard Munck fueprofesor de inglés de Enrique Solano López. A este respecto, puede citarse la carta de Harald Bildt, fechada en BuenosAires el 7 de setiembre de 1910, dirigida al Profesor Salomón Eberhard Henschen (1847-1930) en la que decía: “El mes pasado tuve la oportunidad de hacer un viaje a Paraguay....Asimismo, tuve la suerte de conocer y de amigarmecasi con el hijo de López II, Enrique Solano López. Éste nació hacia 1864 y era entonces apenas un niño durante la guerra.El mismo inició la conversación hablando de Don Gustavo, a quien de niño veía frecuentemente y de quien aprendióinglés. Él murió de disentería en la cárcel de Ascurra, dijo Don Enrique y fue enterrado al lado de la tumba de mi tío materno en una loma de esa localidad”. Ref. Colección Henschen, Biblioteca de la Universidad de Uppsala-Suecia, Sección Manuscritos. Es importante señalar que el tío materno al que se refiere Don Enrique López sólo puedetratarse del tío John Lynch.17. De una parte de los papeles de Munck y de otros objetos se apropió el farmacéutico italiano Domingo Parodi, partede está rapiña aún hoy se conserva en poder de la familia del presidente uruguayo Jorge Batlle. Otra parte de lospapeles de Munck cayeron en poder del Conde D’eu. También cabe señalar que una pequeña parte de laspertenencias de Munck fue entregada a representantes de instituciones suecas por la señora Josefina Rivarola de Aceval, esposa del ex presidente Emilio Aceval (1853-1931). Barreto Monzón, Nemesio, Op. cit. 117-169.18. Se refiere al Panteón de los Héroes.19. Pese al tiempo transcurrido, nadie ha presentado ninguna prueba que confirme tal afirmación. Véase. Nota dos (2).20. Se refiere a Alarico I, saqueó Roma y murió en el año 410.21. Mucha gente, buscadora del tesoro enterrado en tiempos de la “Guerra Grande”, hubiera deseadotener a mano el “Mapa de Campaña del Mariscal López. Este mapa, de gran valor histórico, existe.  Este Mapa fue regalado a Francisco Solano López por Thomas Page y que el Mariscal utilizó durante toda la guerra de la Triple Alianza.Al morir el Mariscal, un soldado de apellido Azambuja se llevó el mapa como trofeo y le vendió al abogado Estevao de Mendonca, quien a su vez le obsequió el mapa a Carl Lindman y hoy está en Gotemburgo, Suecia, en el archivoparticular del Dr. Magnus Mörner. Véase: Barreto Monzón, Nemesio. Op. Cit. Págs. 100-104. 22. Se refiere probablemente al doctor William Stewart (1831-1911), médico inglés, llegó a Paraguay en julio de 1857.Casado con Venancia Báez el 29 de octubre de 1864. Madame Lynch le entregó al Dr. Stewart 212.000 pesos enmonedas de oro para que sea depositado en el Banco Real de Escocia. Cuando Madame Lynch entabló una demandaen su contra, el Dr. Stewart se declaró insolvente. Véase también: Stewart, William y Robert. Cuenta corriente entreWilliam y Robert Stewart a Su Excelencia el General Francisco Solano López. 7 de noviembre de 1861. Colección: RioBranco: I-29, 32,24 Cartas de William Stewart a Francisco Solano López sobre remesas de pagos por entrega demateriales para el ferrocarril y construcción de navíos a vapor. Perth, 1860-1861. Colección Rio Branco: I-30, 21, 91-95 (Documento Nº 1407). Véase también: Notes of Evidence in Causa William Stewart against Antoine or Anthony Gelot.Edinburgh, 1871. Sobre el comerciante francés Anthony  Gelot, véase la carta que José Berges le escribe a LudovicoTenre, cónsul de Paraguay en París, haciendo referencia al envió de maderas y sedas del Paraguay. Colección Rio Branco,I-22, 12,1 Nº 28. (Documento Nº 2283). Asimismo,  la carta que Juan Crisóstomo Centurión escribe desde Cuba a Emiliano López Pesoa (29-04-1871) se menciona a Gelot. 23. Martin Mac Mahon, Ministro de Estados Unidos, recibió en Itá Ybaté su acreditación en Paraguay el 14 de diciembrede 1868. Fue muy amigo de Madame Lynch. Escribió en el álbum de Madame Lynch una oda histórica titulada“Resurgirás Paraguay” (Piribebuy, junio de 1869). Archivo Histórico del Ministerio de Defensa Nacional.Asunción.24. El 30 de junio de 1869 el Ministro Mac Mahon deja Paraguay. Levaba una carta del Mariscal López, fechada enAzcurra el 28 de junio de 1869, dirigida a su hijo Emiliano López Pesoa.Según esta carta, Mac Mahon se encargó de llevar para Emiliano un total de 500 onzas de oro. Para trasportar estacantidad de oro no era necesario disponer de “siete carretas”.  26. A Madame Lynch no le quedaba ningún objeto de valor cuando murió en París el 26 de julio de 1886. En ausenciade sus hijos, fue sepultada en el cementerio Pére Lachaise. En cuanto a los restos de Madame Lynch,  sus cenizasfueron repatriadas desde Francia en el “Cañonero Paraguay”, la urna que contiene sus cenizas fuedepositada en el Museo Histórico del Ministerio de Defensa Nacional., el 24 de julio de 1961. 27. Enrique Solano López dejó a su muerte una voluminosa biblioteca. Con su colección se creó la actual BibliotecaNacional que lleva su nombre.28. Alexandra Maud. Primera esposa de Enrique Solano López, con la que tuvo dos hijas, una de ellas Lorna Maud.Dice Héctor Francisco Decoud. “Cuando en 1884, el autor hizo un viaje a Buenos Aires, Madame Lynch deQuatrefages le obsequió con una comida íntima en su residencia de la calle Bolívar 549, en la que él (refiriéndose a símismo) y el señor Juansilvano Godoi, fueron las únicas personas extrañas a la familia, a menos que, como tal, hayaque considerarse a la suegra y a la señora de uno de sus hijos, Enrique Solano López. (Ref. Decoud, Héctor Francisco:La Masacre de Concepción. Pág. 81. RP. Ediciones. Asunción, 1991). Puede agregarse que Don Enrique Solano López se casó en segundas nupcias con Adela Carrillo. De este matrimonionacieron seis hijos, entre ellos Miguel Solano López, Delegado Paraguayo ante las Naciones Unidas (1961).29. Lorna Maud López (1885?-1955). Hija de Enrique Solano López y Alexandra Maud. Casada con George ParkerMaslen Dean. Según este relato de la periodista y escritora sueca, Ida Bäckmann, quien estuvo en Paraguay en 1908,una de las hijas de Enrique Solano López tenía 18 años. Del matrimonio de Lorna Maud López con George Peter MaslenDean nació Barbara Lorna Dean Dimock, Política y Senadora Republicana por el Estado de Alaska, USA. Por tanto, eranieta de Enrique Solano López por la línea materna.  http://elmercuriodigital.es - elmercuriodigital.es Potenciado por Mambo Generado:24 June, 2013, 05:09

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