86
8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 1/86  Elementos Metapolítica para una Civilización Europea Nº 63 DERECHA-IZQUIERDA ¿UNA DISTINCIÓN POLÍTICA? 

Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 1/86

 

ElementosMetapolítica para una Civilización Europea Nº 63

DERECHA-IZQUIERDA¿UNA DISTINCIÓN POLÍTICA? 

Page 2: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 2/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

2

ElementosMetapolítica para unaCivilización Europea

Director:Sebastian J. Lorenz

[email protected] 

Elementos Nº 63

DERECHA-IZQUIERDA¿UNA DISTINCIÓN POLÍTICA?

http://urkultur-imperium-europa.blogspot.com.es/

Sumario

Más allá de la derecha y de la izquierda: se

esfuma la división derecha-izquierda,por Alain de Benoist , 3

Ni de derechas ni de izquierdas…, sino todolo contrario, por Javier Ruiz Portella , 15

Izquierda, derecha y más allá. La cuestión delnuevo paradigma, por Diego L. Sanromán , 19

Definir la frontera derecha/izquierda,por José Javier Esparza , 23

Sobre las identidades políticas modernas: laizquierda según las tesis de Carl Schmitt, por

Héctor Ghiretti , 27

Izquierda y derecha en política,por Angel Rodríguez Kauth , 36

Más allá de la derecha y de la izquierda,por Arnaud Imatz , 45

Derecha e Izquierda: la díada existente,por Joaquín Estefanía , 52

Más allá de la derecha y la izquierda. Unanueva política para el nuevo milenio,

por Anthony Giddens , 55

Derecha e Izquierda: criterios de unadistinción política, por Norberto Bobbio, 63

Derecha e izquierda: claves del debate,por Francisco Fernández Buey , 81

Ni Izquierda ni Derecha,por Alberto Buela , 84

Page 3: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 3/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

3

Más allá de la derecha y de laizquierda: se esfuma la

división derecha-izquierda Alain de Benoist

 Todo el mundo conoce estasdeclaraciones de Alain (el autor se refiere aÉmile Chartier, filósofo francés comúnmenteconocido como Alain) que hemos citado amenudo: «Cuando se me pregunta si la brechaentre partidos de derecha y partidos de

izquierda, hombres de derecha y hombres deizquierda, tiene todavía sentido, la primeraidea que me viene a la cabeza es que elhombre que formula esta pregunta no esciertamente un hombre de izquierdas». Alainescribió esto en 1925. Se sorprendería quizásal constatar que esta cuestión que imaginabapodría ser formulada solamente por unhombre de derechas, está hoy en boca detodos.

En efecto, desde hace algunos años, todaslas encuestas de opinión coinciden en reflejarel hecho de que a ojos de una mayoría defranceses, la división derecha-izquierda estácada vez más desprovista de sentido. Enmarzo de 1981 eran sólo un 33% los queconsideraban que las nociones de derecha eizquierda estaban obsoletas y ya no permitíanrendir cuentas de las posiciones de los partidosy los políticos. En febrero de 1986 eran un45%; en marzo de 1988, un 48%; en

noviembre de 1989, un 56%.Esta última cifraha vuelto a darse en otros dos sondeosefectuados por Sofres y publicados en 1990 y1993. Según un nuevo sondeo de Sofrespublicado en febrero de 2002, seis de cadadiez franceses, englobadas todas las categorías,consideran que la separación derecha-izquierda está obsoleta.

Esta evolución es evidentemente notable,y ello es así por tres razones. Primero, porque

manifiesta una tendencia que se acentúaregularmente: de año en año, la nociones dederecha e izquierda aparecen cada vez másdesacreditadas. A continuación, porque se ha

tratado de una evolución rápida, puesto que habastado sólo una decena de años para que ladivisión derecha-izquierda pierda más de

 veinte punto de apoyo. Finalmente, porqueesta evolución es un hecho en todos losmedios políticos y todos los sectores de

opinión: un sondeo de Sofres permitióconstatar que incluso es en la izquierda dondetal convicción del carácter obsoleto de lasnociones de derecha y de izquierda haprogresado más desde 1981.

Sin embargo, al mismo tiempo, unamayoría de franceses continúan declarándoseellos mismos de derechas o de izquierdas,resultado paradójico que confirma la amplituddel abismo que separa a los partidos políticos

de sus electorados. Sin embargo, esteautoposicionamiento comienza él mismo adebilitarse. Aunque en los años sesenta, el90% de los franceses se posicionaba sinremordimientos en el eje derecha-izquierda,sólo eran un 73% los que en 1981 se situabanen una u otra de las dos familias políticas, un64% en 1991 y sólo un 55% en 2002. Laproporción de franceses que se clasificabanellos mismos “ni en la derecha ni en laizquierda” ha saltado sin embargo de un 19%en 1995 a un 45% hoy en 2002.

 Todas estas cifras muestran claramenteque la oposición derecha-izquierda, la cual haestructurado el paisaje político francés durantedos siglos, que Emmanuel Berl pudo describiren su época como «la distinción que de lejosestá más viva para la masa del electoradofrancés» y que Jean-François Sirinelli calificabano hace todavía tanto como «la grandiferenciación francesa por excelencia», está en

 vías de perder una gran parte de su significado,aunque reaparezca de manera fugaz conmotivo de las consultas electorales másmediatizadas.

Es tanto más sorprendente —peroigualmente tanto más revelador— cuanto quefue en Francia donde las nociones de derechae izquierda vieron la luz.

En efecto, las hacemos remontar al 28 de

agosto de 1789, fecha en que los EstadosGenerales, reunidos desde el mes de mayo ytransformados en Asamblea Constituyente,entablaron en Versalles un debate sobre el

Page 4: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 4/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

4

derecho a veto del rey. Se trataba de saber sidentro del régimen de la monarquíaconstitucional que estaba instaurándoseentonces, el monarca podría o no disponer deun derecho de decisión superior a la soberaníanacional, es decir, de un poder que primara

sobre los representantes del pueblo reunidoscomo cuerpo político en lo concerniente a laexpresión de la ley. Para manifestar suelección, los partidarios del derecho a veto realse situaron en la sala (que no era un hemiciclo)a la derecha del presidente de la cámara,mientras que sus adversarios se situaron a laizquierda. La distinción derecha-izquierda,puramente topográfica en sus comienzos,había nacido. Se expandiría progresivamentepor toda Europa y después por el mundoentero, implantándose de forma duradera enlos países latinos, y de manera máscircunstancial en los países germánicos y,sobre todo, en los anglosajones. En Franciaserá con la llegada de la III República y, sobretodo, tras el affaire Dreyfus, cuando adquirirásu actual significado y formará

 verdaderamente parte del lenguaje corriente.

¿Cuáles son las razones de esteretraimiento progresivo de las referencias, deesta interferencia entre las nociones dederecha y de izquierda a la que asistimos hoyen día?

Hay varias maneras de responder a estacuestión. Una de ellas consiste en interrogarsesobre el sentido exacto que hay que atribuir alos términos de «derecha» e «izquierda»,tratando de llevarlos, de nuevo, ya sea a temaspermanentes que les caractericen de formaexacta, ya sea a temperamentos (rasgos

psicológicos, «sensibilidades») cuya recurrenciapodríamos observar en familias políticas biendeterminadas, ya sea incluso a conceptos claveque constituirían el «núcleo duro» y cuyo valorheurístico podría facilitarnos el análisis. Estepaso desemboca en un callejón sin salida. Poruna parte, en el curso de la historia los grandestemas ideológicos no han cesado de «viajar» dederecha a izquierda, o de izquierda a derecha.Por otra parte, siempre ha habido varias

derechas y varias izquierdas, y la reducción aun tipo ideal unitario resulta generalmenteimposible. Por último, lo que entendemos por«derecha» e «izquierda» varía

considerablemente según épocas y lugares. Enestas condiciones, vale más atenerse a algunasobservaciones puestas en contexto.

La primera observación que podemoshacer es de orden histórico. Conduce aconstatar que los tres grandes debates quedesde hace dos siglos habían sustentado enFrancia la diferenciación derecha-izquierda, enlo esencial, se han terminado hoy en día.

El primero de estos debates es el que hizoreferencia a las instituciones. Evidentemente,comienza con La Revolución y va a oponerdurante un siglo aproximadamente a lospartidarios de la República, a los partidarios dela monarquía constitucional y a los nostálgicosde la monarquía de derecho divino. Es, antetodo, un debate referido a la Revoluciónmisma que desemboca en la Restauración y,con ella, al compromiso de 1815 que marca,de alguna manera, el acto del nacimiento de laFrancia moderna. Es después, a partir de laMonarquía de Julio, un debate sobre ladefinición del régimen político —república omonarquía— que concluye en 1875, con elestablecimiento del sufragio universal y lainstalación definitiva del régimen republicano.

 A partir de esta fecha, las derechas se vuelvenen lo esencial republicanas, mientras que losmovimientos monárquicos sonprogresivamente desplazados a los márgenesdel abanico político.

El segundo gran debate, a partir de 1880,se refiere a la cuestión religiosa. Enfrentando alos partidarios de una concepción «clerical» delorden social con los partidarios de una visiónpuramente laica, toma naturalmente el relevo

de la disputa sobre las instituciones, y setraduce en polémicas de una violencia amenudo olvidada hoy día. Durante algúntiempo va incluso a identificarse plenamentecon la división derecha-izquierda y servir depiedra de toque de toda la vida política. «Porcomparación —escribe René Rémond—cualquier otra divergencia parecía secundaria.Quienquiera que observara las prescripcionesde la Iglesia Católica era ipso facto situado a laderecha, y el anticlerical no tenía necesidad de

producir otras pruebas de sus sentimientosdemocráticos y de su adhesión a la República.»Es en este clima donde se desarrollan

Page 5: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 5/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

5

sucesivamente el «escándalo del ficheromasónico» y después el caso Dreyfus (que harápasar el antisemitismo de izquierda a derechay, por primera vez, instaurará la divisiónderecha-izquierda en los ámbitosintelectuales). Esta disputa desemboca en 1905

en la separación Iglesia-Estado. Dejaráprofundas huellas en la vida política francesa,aunque perdiendo poco a poco intensidadcon, por un lado, la adhesión de una partecada vez más numerosa de la jerarquía católicaa las instituciones republicanas y, por otrolado, con la aparición de una teoríasecularizada del orden social tradicional (de

 Auguste Comte a Taine), doble movimientoque desembocará en una progresivadisociación de la Iglesia y laContrarrevolución. Más tarde, la extensión delconflicto religioso no cesará de menguar parasobrevivir, en un futuro, únicamente en ladisputa sobre el modelo de escuela.

El último debate es, evidentemente, eldebate social. Entablado en 1830 cuando elcapitalismo se impone a las formaseconómicas heredadas del pasado, este debateabre el frente de la lucha de clases entre laburguesía y el proletariado, contienda que seacentúa con el desarrollo de la sociedadindustrial, el nacimiento del socialismo y elsurgimiento del movimiento obrero.Interrumpido por un tiempo durante la «uniónsagrada» de la Primera Guerra Mundial, cobrafuerza a partir de 1917. En el plano político, apartir de 1920, ser de izquierdas no essolamente ser republicano (puesto que todo elmundo, o casi, era republicano), ni incluso serlaico (puesto que en lo sucesivo habrá

católicos de izquierdas). Es ser socialista ocomunista.

Por tanto, la cuestión social plantea, antesque nada, el problema del papel del Estado enla regulación de la actividad económica y en laeventual redistribución de la riqueza. Repartidaentre reformistas y revolucionarios, laizquierda se identifica con el rechazo a laeconomía de mercado, incluso a la propiedadprivada, y está a favor de una economía

planificada, centralizada y controlada por elEstado. Su objetivo es asegurar la promocióno emancipación colectiva por medio deinstituciones económicas y sociales, realizando

una forma de contracto general a través de lacolectivización de los medios de producción.La izquierda, por otra parte, planteareivindicaciones de naturaleza esencialmentecuantitativas y materiales, lo que viene a decirque denuncia los métodos del capitalismo (la

explotación del trabajo y las desigualdades enel reparto de la riqueza) sin cuestionar suobjetivo central (conseguir desarrollar cada vezmás la producción). Por último, busca anclarseen los asalariados, cuyo núcleo lo constituye laclase obrera, para intentar forjar una fuerzapolítica portadora de un proyecto concreto deemancipación. Este proyecto estático yproductivista perdurará durante décadas, antesde hundirse, en su momento, bajo los efectosconjuntos de la implosión del «socialismo real»y del agotamiento del modelo del Estadoprovidencia, mientras la «clase obrera»,

 volviéndose ella misma cada vez másreformista, se evaporará progresivamente alentrar en contacto con el consumismo y elaccionariado popular.

De esta manera, como escribe de nuevoRené Rémond, «en un reducido lapso detiempo, casi todos los temas en los que sejuegan unas elecciones, que hacen y deshacenmayorías, que nutren los debates, que dan a la

 vida política sentido y color, han dejado desuscitar pasiones, han perdido como su brillo yhasta han desaparecido del escenario».

Pero volvamos a consideraciones másactuales. Tras la Segunda Guerra Mundial, elrápido aumento del nivel de vida medio se vioacompañado de una profunda transformación,tanto de los comportamientos políticos, comode las costumbres y los valores de la sociedad

civil. Por una parte, «en la Francia enriquecidade los Treinta Gloriosos, el debilitamiento delas obligaciones económicas conllevó eldebilitamiento de los controles sociales».8 Porotra parte, la expansión de la clase mediaempezó a borrar los criterios de votoconfesionales y sociológicos. Todavía amediados de los años sesenta, cuanto máscatólico se es, más se vota a la derecha; y en elplano social, cuanto más obrero se es —o

cuanto más se siente uno obrero, ya que es lapercepción subjetiva de la clase social la queejerce sobre la elección política la influenciamás decisiva—, más se vota a la izquierda.

Page 6: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 6/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

6

Diez años más tarde, esto ya no es del todocierto. Los observadores señalan, entonces, laespecificidad, por un lado, delcomportamiento político de las «capas mediasasalariadas» cuyos efectivos han aumentadohasta superar el doble entre 1954 y 1975

(debido a la expansión del sector terciario y delsector público), y que votan sobre todo a laizquierda, y, por otro, del comportamiento delos «independientes» (es decir, los que trabajanpor cuenta propia), que votan sobre todo a laderecha.

Desde entonces, este movimiento se haexpandido ampliamente. El sentimiento depertenencia a una clase social, tal y como lomiden regularmente los sondeos de opinión,

ha caído de un 68% en 1976 a un 56% en1987 —y es entre los obreros donde más habajado, pasando del 74% al 50%. En cuanto al

 voto católico, éste se distribuye ahora entretodos los sectores de opinión: entre 1978 y1988, la correlación de voto de derechas ypráctica católica bajó 20 puntos.

En 1981, la llegada de la izquierda al poderpareció consagrar la victoria de este nuevomodelo sociológico. Para explicarlo se

invocaba, tanto la urbanización o elcrecimiento económico, como lageneralización del trabajador asalariado, laterciarización de la economía, el trabajo de lasmujeres, las consecuencias del baby boom , etc.Poco después, sin embargo, el rápidoretroceso de la izquierda en el seno mismo delas categorías que le habían llevado al poder, almismo tiempo que la aparición de nuevospartidos (ecologistas o nacional-populistas) yde nuevos movimientos sociales (las

«cooperativas»), comenzarán a sembrar la dudasobre la validez de este esquema, y favoreceránla aparición de modelos competidoresrecusando, de entrada, la pertinencia de laseparación derecha-izquierda y de susfundamentos sociológicos. Es entoncescuando se empieza a hablar de un «nuevoelector» que se determina en cada momentosin excesiva consideración por lassolidaridades sociales o profesionales,

manifestando únicamente una «racionalidad»bastante limitada. Se entra, entonces, en la erade lo que se ha venido a llamar el «self serviceelectoral» o la «democracia comercial». «Los

electores toman de la derecha y de la izquierdalo que les parece —escribía Jerôme Jaffré—.Este fenómeno es la demostración de ladesestructuración ideológica de los franceses,la cual se corresponde con el debilitamiento delos grandes partidos».

De todo ello resultó un aumento notablede la volatilidad electoral. En 1946, FrançoisGoguel había calculado que entre 1877 y 1936el equilibrio de fuerzas entre el conjunto de lasderechas y la agrupación de las izquierdas no

 varió nunca más de un 2% en Francia. Hoy díasabemos que el 17% de los electores deextrema izquierda de las legislativas de 1986

 votaron a un partido de derechas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 1988,

y que un 60% de los electores de FrançoisMiterrand en 1988 rechazaron votar socialistaen 1993.

 A esta desestructuración del electoradorespondieron las planas mayores del mundopolítico y los equipos de gobierno con unreajuste prodigioso. No sólo la izquierda haterminado por aceptar las instituciones de la VRepública, o el principio de disuasión nuclearcontra el que tanto había combatido en el

pasado; no sólo la derecha se ha acercado engran parte a la izquierda en temas tales comola contracepción, la pena de muerte y losnuevos modelos de autoridad en la familia y lasociedad, sino que la derecha y la izquierdaparecen la una y la otra condenadas, desde elmomento en que alcanzan el poder, a poneren marcha cada vez más la misma política —locual evidentemente no ayuda a clarificar lascosas. Desde luego que la derecha quiere unpoco más de liberalismo y un poco menos de

política social, mientras que la izquierdaprefiere un poco más de política social y unpoco menos de liberalismo. Pero al final, entreel socialliberalismo y el liberalismo social, nopodemos decir que la clase política esté

 verdaderamente dividida.

El resultado más claro de este «reajuste» esque los electores, sintiéndose constantementedecepcionados, tienen cada vez más tendenciaa refugiarse en la abstención o a dar su voto a

partidos puramente contestatarios, mientrasque la noción de «clase política» consideradade manera unitaria —y generalmente

Page 7: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 7/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

7

peyorativa— va sustituyendo a la distinciónderecha-izquierda. En la primera vuelta de laselecciones presidenciales de 1988, los dosprincipales candidatos, François Mitterrand y

 Jacques Chirac, obtuvieron juntos el 54,1% delos sufragios. El 21 de abril de 2002, Chirac y

Lionel Jospin sólo obtuvieron entre los dos un35,8%. Con un 19,7% de los sufragios, Chiracademás obtuvo el récord más bajo jamásobtenido por un presidente electo desde 1974(François Mitterrand obtuvo ya en la primera

 vuelta de las elecciones presidenciales de 1988,el 34,1%). Por último, tanto en la derechacomo en la izquierda, las pérdidas de votoshan sido enormes: ¡seis millones de voces! Entotal, si añadimos la tasa record de abstenciónahora cercana al 40% y el número de sufragiosque fueron entregados en la primera vuelta acandidatos marginales o sin posibilidad algunade ser elegidos, se constata que uno de cadacuatro franceses vota ahora fuera del sistema yque los «partidos de gobierno» representansólo un tercio del electorado.

Una transformación tal del paisaje políticodeja la impresión de que algo llega a su fin. Tales el sentimiento de Serge Latouche, quienescribe: “La forma política de la modernidadse ha quedado sin aliento porque ha concluidosu carrera. La derecha y la izquierda hanrealizado su programa en lo esencial. El juegode la alternacia ha salido extraordinariamente.La derecha ilustrada y la izquierda reivindicanla herencia de las Luces, pero ni la una ni laotra lo hace completamente. Cada una ha vistocumplir su parte del programa. La izquierda,cuyo imaginario se liga a la vertiente radical delas Luces, adoraba el progreso, la ciencia y la

técnica; de Condorcet a Saint-Simon,encontramos los mismos temas. La derechaliberal e ilustrada, de Montesquieu a

 Tocqueville, exaltaba la libertad individual y lacompetencia económica. La izquierdareclamaba el bienestar para todos, y la derechael crecimiento y el derecho a disfrutar del frutode sus empresas. No sin dificultades ni crisis,el Estado moderno ha cumplido todo esto.”

Con espíritu similar, Jacques Julliard dijo

que «la izquierda ha acabado exangüe debido asu propio éxito: muere por haber cumplido endos siglos lo esencial de su programa.». Paraser justos, habría que decir que también «se

muere» por haber visto realizado una parte desu programa por sus adversarios. Por su parte,Gérard Grumberg y Étienne Schweisguthconstatan que la derecha defiende sobre todoel liberalismo económico, mientras que laizquierda defiende sobre todo el liberalismo

cultural, el liberalismo filosófico, reconciliandoasí, aparentemente, a todo el mundo: «Elfuerte vínculo entre el liberalismo cultural y laorientación a la izquierda por un lado, y elliberalismo económico y la orientación a laderecha por otro, podrían llevar apreguntarnos si estos dos liberalismos noconstituyen los dos polos opuestos de unaúnica e igual dimensión, que no sería otra quela misma dimensión derecha-izquierda». Peroobservan también que «el cruce de las dosescalas del liberalismo económico y delliberalismo cultural hace surgir entre ambosuna relación muy débil», lo cual desemboca enun resultado paradójico: «El liberalismoeconómico y el liberalismo cultural tienen cadauno una fuerte relación estadística de sentidoopuesto a la dimensión derecha-izquierda y,sin embargo, están el uno al otro unidosnegativamente de forma muy débil».

Régis Debray observa por su parte:“Cuando no haya más diferencia entre laizquierda y la derecha que entre los serviciosde una banca nacionalizada y los de una bancaprivada, o entre un telediario de una cadenapública y el de una cadena privada, pasaremosde la una a la otra sin remordimientos y, quiénsabe, sin darnos cuenta.”

 Al parecer, estamos en este punto. Algunos se regocijarán en nombre de las ventajas del «consenso» —ese consenso que

 Alain Minc no ha dudado en comparar con un«círculo de razón». Se equivocan. Primero,porque la democracia no es la extinción delconflicto, sino el conflicto controlado. Paraque una sociedad política funcionenormalmente debe, evidentemente,establecerse un consenso sobre el marco y lasmodalidades del debate. Pero si el consensohace desaparecer el debate mismo, entonces lademocracia desaparece a la vez, ya que ésta

implica, por definición, si no la pluralidad departidos, al menos la diversidad de opiniones yde opciones, al mismo tiempo que elreconocimiento de la legitimidad de un

Page 8: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 8/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

8

enfrentamiento entre estas opiniones yopciones con el fin de que el adversario no seatransformado en enemigo (ya que la oposiciónde ayer puede ser la mayoría de mañana).

 Ahora bien, si a los partidos sólo les separandiferencias programáticas insignificantes, si las

facciones competidoras ponen en marchafundamentalmente las mismas políticas, si losunos como los otros ya no se distinguen nipor los objetivos ni incluso por los mediospara conseguirlos… en definitiva, si losciudadanos no ven presentadas alternativasreales y verdaderas posibilidades de elección,entonces el debate ya no tiene razón de ser y elmarco institucional que le permitía tener lugarno es más que una cáscara vacía y, por tanto,no deberemos sorprendernos de ver que unamayoría del electorado le dé la espalda.

Pero el exceso de consenso es tambiénantidemocrático en otro sentido. No debemosolvidar en efecto que, contrariamente a lo queafirman los partidarios del «mercado político»(que postulan un elector que busca antes quenada maximizar racionalmente su interés através de las elecciones), el voto es ante todoun modo de representación y de afirmaciónpropia. Ahora bien, en un contexto en el quela sumersión progresiva de todo el espaciosocial en las clases medias tiende a vaciar lasnociones de derecha y de izquierda de todocontenido sociológico, si el electorado tienecada vez más el sentimiento de que ningunaalternativa le es ofrecida por parte de lospartidos que se disputan el poder, es evidenteque este electorado no podrá más que perderinterés por un juego político que no le permiteya expresar, por medio del sufragio, una

pertenencia o una afiliación. La salida de la«democracia de identificación» (PierreRosanvallon) contribuye entonces a unaumento de la abstención que desemboca en laanomia social. Se añade además la exclusión delos que, siendo socialmente marginados, ya nose sienten concernidos por el juego del poder.En todo caso, corremos gran riesgo de verponerse en marcha, no una sociedadpacificada por el «consenso» sino, por elcontrario, una sociedad peligrosa y

potencialmente beligerante donde no tendráque sorprendernos ver volver con fuerza, y a

 veces bajo formas patológicas, otros modos de

afirmación identitaria (religiosa, étnica,nacional, etc.) que no resultarán de no se sabequé deseo de «pureza peligrosa», sino queserán la consecuencia lógica del hecho de que,en lo sucesivo, ya no sea posible afirmarsecomo ciudadanos.

Sin embargo, es efectivamente en estadirección en la que caminamos hoy día. Todoconcurre: la multiplicación de los affairs y losescándalos, lo cual hace bascular a los políticosde la izquierda y la derecha hacia un mismodescrédito; el individualismo dominante quefavorece la deserción cívica y el repliegue haciala esfera privada; el contraste entre ladesmesura de las ambiciones exhibidas y lainsignificancia de los resultados obtenidos; la

transformación del juego político en unespectáculo mediático donde el hacer-sabercuenta siempre más que el saber-hacer; laatonía del pensamiento y la anomia de losocial. A fin de cuentas, la clasepolíticomediática —la nueva clase— aparececomo formada por profesionales cada vez másextraños a la sociedad «de abajo», y lospartidos como máquinas de venta deproductos electorales para único beneficio desus dirigentes del momento. En otrostérminos, la vida política, si insistimos enanalizarla en términos de mercado, secaracteriza por una oferta cada vez másreducida de cara a una demanda cada vez másindiferente y descontenta, puesto que está cada

 vez más desorientada.

Pero volvamos al reajuste. ¿De dóndeproviene? Primero, por supuesto, de laacumulación de desengaños y desilusionesarrastradas que conlleva el hundimiento de las

ideologías antaño hegemónicas, y de modelossociohistóricos que han perdido hoy todacredibilidad. Este hundimiento, coronado porla implosión del sistema soviético, haarruinado bastantes esperanzas y ha hechocreer equivocadamente en el «fin de lasideologías», es decir, en la desaparición de unode los resortes más potentes del imaginariopolítico. La decoloración resultante se hallevado las referencias y ha borrado las

diferencias.Pero también ha extendido la idea de que

una cantidad de fenómenos negativos

Page 9: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 9/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

9

dependen hoy en día de lo «ineluctable». Enprimer lugar, por supuesto, las «leyes» quepresiden el funcionamiento de la economíamercantil en las sociedades modernas, a loque hay que añadir el desarrollo incontroladode las tecnologías que obedecen, únicamente,

a su propia dinámica. Todos estos fenómenoshan sido decretados inevitables porque hemosperdido el hábito de cuestionarnos sobre losfines, y porque nos hemos acostumbrado a laidea de que ya no es posible hacer prevaleceruna decisión (lo que, efectivamente, es cada

 vez más el caso). De ello ha resultado unanegación de la esencia misma de la política ysu reducción al rango de una simple técnica degestión administrativa. La ascensión de latecnocracia, a la que más bien habría quellamar expertocracia, había ya abierto elcamino. Su característica principal es hacercreer que las alternativas políticas sóloconciernen a una competencia técnico-racional, de tal forma que todo problema sólopuede tener una solución. Esta creencia estambién antidemocrática, ya que para losexpertos «el pluralismo siempre es el resultado,bien de un malentendido, bien de una falta deinteligencia: por un lado hay expertos que

saben; por otro, individuos que no saben.Basta con que los segundos sean racionales yestén bien informados para que se adhieran ala opinión de los primeros».

Uno de los hechos más destacables desdeeste punto de vista es seguramente la crecienteincapacidad de los Estados y de los gobiernos,tanto para controlar la evolución de lasociedad que depende hoy día esencialmentedel desarrollo de las técnicas, como para

reaccionar ante la internacionalización de losespacios nacionales, al acontecimiento de unaeconomía planetaria, y al despliegue de losflujos mundiales de información. Ningunaestrategia nacional permite ya hacer frente aproblemas tales como el crecimiento del paro,del trafico de drogas, de la precariedad o de laexclusión. Desposeído de sus medios deacción tradicionales por dominios quesobrepasan con mucho sus recursos, el Estadonación se ve cada vez más reducido a la

gestión cotidiana de fenómenos que lesuperan, es decir, a un pilotaje manual y decorto alcance, mientras al mismo tiempo no

cesa de perfeccionar sus técnicas de represióny de control social.

 A este respecto observa Sami Naïr: “Lacrisis del Estado del bienestar es primero unacrisis del Estado nación incapaz de hacerfrente al movimiento de internacionalizaciónde los capitales. La estructura del mercado decapitales y, por ende, de las formas decompetencia que de ella resultan, están hoy endía determinadas por los oligopolios extra-nacionales frente a los cuales el Estado nacióntradicional no tiene apenas influencia; elmercado interior nacional está de principio afin atravesado por estrategias oligopolísticas yel Estado está condenado a un dilema trágicoque no puede resolver: o un proteccionismo

drástico cuyas consecuencias económicas ysociales son muy inciertas, o una capitulaciónen toda regla ante los intereses de los grandespolos económicos internacionales.”

El problema es precisamente —y estodavía una de las causas de interferencia de ladistinción derecha-izquierda— que la derechay la izquierda han elegido, tanto la una como laotra, la capitulación. Por parte de la derecha,esto no es muy sorprendente ya que hace

tiempo que escogió la alianza con el dinero ylas clases que lo poseen. Bernard Charbonneauescribe: Es así que el amor por la patria,legitimando la protección de intereseseconómicos por parte del Estado, se convierteen su caricatura: el chovinismo y el mando delos mejores que justifica la arbitrariedad de losmás ricos, ha hecho imposible distinguir entreuna aristocracia viva y una supuesta «elite» quesólo el dinero designa.”

De esta forma, la derecha se condenabaella misma, “[…] puesto que esos valores quela derecha reclama —prosigueCharbonneau— son precisamente los que lejuzgan: ¡qué son las críticas que la izquierdahace a la derecha comparadas con las críticasque podría hacerse ella misma! Afirma lapropiedad y, en beneficio de uno solo, elcapitalismo desposee a millones de individuosrealizando las primeras iniciativas deexpropiación masiva de los tiempos

modernos. Afirma la patria y, por la grandezade una sola, el nacionalismo nutre una

 voluntad de poder que tiende a la destrucción

Page 10: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 10/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

10

de todas las patrias. Afirma la decisión y elcarácter y, por la arbitrariedad de uno solo, yasea monarca o patrón, transforma en siervos atodos los demás. Defiende la libertad perotiende por todas partes al monopolio […].Contra el materialismo marxista, se erige en

campeona de la autoridad del espíritu, peroestá al servicio de una clase social cuyaactividad económica es su razón de ser […].”

Cuando no se ha agotado en los combatesde la retaguardia, la derecha clásica ha estadosiempre de hecho enfrentada a unacontradicción insuperable. Por un lado, teníaque responder a las exigencias de rentabilidad,de competitividad y de modernización queeran vitales para sus intereses; por otro, para

continuar gozando del apoyo de su electorado,tenía que aparentar encarnar los valorestradicionales (autoridad, patria, familia, etc.)que son, precisamente, las víctimas de la lógicade la mercancía y de lo que Jürgen Habermasha denominado «colonización del mundo

 vivido» por los «sub-sistemas económico yadministrativo».

Mientras el capitalismo se desarrollaba enel contexto de la nación, este dilema todavía

podía ser superado. La modernizacióneconómica podía, en efecto, presentarse comoun coadyuvante de la grandeza nacional y a

 veces incluso del nacionalismo conquistador. Ya no ocurre lo mismo en una época en lacual la economía-mundo se esfuerza ensuprimir todas las singularidades locales quesuponen un obstáculo para su avance oamenazan con ralentizar su expansión. Enadelante, el capitalismo liberal no puede yatener una «estrategia nacional»: el

advenimiento de la economía mundializada leconduce a asignar como función principal delEstado la de acompañar la mundialización encurso mediante una legislación político-económica apropiada, combinada con nuevosprocedimientos de control interior con el finde desarmar cualquier forma de protestasocial. En Francia se aprecia el resultado en laconversión de una gran parte de la esfera deinfluencia gaullista a este liberalismo que

execraba el propio general de Gaulle —y quetiene como consecuencia la aparición, en losmárgenes del abanico político, demovimientos de protesta social que hacen un

poco más profundo el abismo que separa a lasplanas mayores políticas de sus electores.

La derecha del dinero no poseeconvicciones de principio, sólo tiene interesesde principio. «He aquí por qué, entre otrascosas, se muestra tan magistral en su dominiode lo que se podría llamar el relativismo de lasideologías. Todas las representaciones puedenserle útiles a condición de que nocontravengan su sistema de intereses.»

¿Y la izquierda? Pues bien, ha seguido lamisma vía. Hace todavía una veintena de añosse presentaba como un viejo zócalorepublicano recubierto de sedimentossocialistas y comunistas, incluso libertarios.Este conjunto heterogéneo estaba más omenos unificado por una misma culturapolítica, por referencias ideológicas comunes ytambién —o al menos eso se decíacomúnmente— por una cierta moral. Desdeentonces, esa cultura política ha estallado. Laclase obrera ha visto difuminarse su contorno.Desacreditada por el fracaso del «socialismorealmente existente », la corriente comunistano ha sobrevivido al hundimiento del bloquesoviético. La corriente libertaria ya no es más

que un arroyo subterráneo que se filtra aquí oallá. En cuanto a la corriente socialista, que erael componente principal de la izquierda, hasido alcanzada de lleno por la crisis del Estadoprovidencia.

El socialismo se pretendía una ideologíaemancipadora que permitía al hombre, másallá de todas las formas de dominación y deexplotación social, recuperarse para sí, esdecir, restituirse a sí mismo en toda su

autenticidad. La realización de este objetivosuponía una transformación radical de lasociedad organizada por el capitalismotriunfante. Toda la historia del movimientoobrero ha girado en torno al debate relativo ala naturaleza de esta transformación y a cuáleseran los mejores medios para conseguir dichatransformación. Unos optaban por unaruptura violenta, otros por una evolucióngradual. Los primeros sólo lograron poner enmarcha dictaduras de un género nunca antes

 visto, mientras que los segundos fueronreducidos perpetuamente a aplazar para mástarde el resultado de sus esfuerzos, a falta de

Page 11: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 11/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

11

haber encontrado la puerta de salida delsistema capitalista o de haber podido asegurarla «recomposición social».

Era ya paradójico hacer del Estado elmedio de realización de la emancipación detodos, ya que la característica principal delmodelo estatalpaternalista es el de desposeer alos individuos de su autonomía a cambio deciertas seguridades garantizadas. Hoy día, bajoel efecto del peso burocrático y laslimitaciones fiscales, todos los modelos deintervención desde arriba se han hundido.Paralelamente, la devaluación masiva de la ideade progreso ha arruinado las representacionesoptimistas de un futuro que se suponíacoincidía automáticamente con el ideal

emancipador. Así, en el espacio de algunos años, todas

las construcciones ideológicas de la izquierdase han debilitado o derrumbado. “Desde hacemás de una década —escribe Sami Naïr— lacrisis de las representaciones del futuro y ladecadencia de los grandes relatosorganizadores del futuro (socialismo,comunismo) no cesan de agravarse. Esteproceso trae consigo desplazamientos

culturales, políticos y sociológicosconsiderables; partes enteras del socialismocomo visión se derrumban; asistimos a unadesaparición progresiva de los valores clave dela izquierda; la noción de explotacióndesaparece del vocabulario polémico, la deigualdad es, en el mejor de los casos,balbuceada con compunción en laconfrontación política. La impresión generales que el socialismo, desde hace tiempo endesbandada bajo su forma burocrática en los

países del Este, está igualmente afectado por elraquitismo en su versión democrática.”

 Añade Peter Glotz: “Desde que le hemosroto su concepto de progreso, y el humanismodel Siglo de las Luces se ha convertido en unanoción universal, la izquierda estáfilosóficamente desorientada. Su teoríaeconómica está mermada porque la crisis delmarxismo, querámoslo o no, le ha despojadode su propia visión económica; hela aquí,

además, bajo la amenaza de perder una antigua ventaja: la sólida organización de sindicatos y

partidos obreros. Se encuentra desorientada enla edad posmoderna.”

 A su llegada al poder en 1981, la izquierdahabría podido aprovechar la ocasión pararecomponerse. Ocurrió lo contrario. Nosolamente el reinado de François Miterrand

 vio acelerarse la interferencia, sino que,además, la izquierda asimiló tan bien la«cultura del gobierno» que repentinamenteredobló el esfuerzo y se adhirió a todo lo quedenunciaba la víspera, sobreenriqueciéndose amanos llenas. A partir de 1982-83, la adopciónde un nuevo rumbo económico confirmabrutalmente este reajuste. Se abandona lacrítica al capitalismo y con ello la idea de queel Estado, a falta de ser el motor de la

economía, pueda al menos tener el derecho aobservar al sector privado. Rehabilitación delbeneficio, apología del mercado y de la«cultura de empresa», progresión superior delos rendimientos del capital superior a los deltrabajo… el viraje es total. El resultado será eldespegue de la bolsa, la corrupción a todos losniveles y la promoción de Bernard Tapie alrango de modelo de «ganador».

En 1979, François Mitterand y sus amigos

presentan en el congreso del partido socialistade Metz una ponencia afirmando que «el rigoreconómico, en el sentido en que lo entiendenlos dueños del poder, constituye unaformidable mentira». En 1992, el proyectosocialista titulado «un nuevo horizonte»declara: «Sí, pensamos que la economía demercado constituye el medio de producción yde intercambio más eficaz. No, ya no creemosen una ruptura con el capitalismo». Midamosahora la evolución acaecida. Es ésta la que

permitió a Michel Rocard redefinir elsocialismo como una «especie de capitalismotemperado» (sic). Atestiguan esta convergencialas respuestas a las preguntas formuladasregularmente a los franceses por Sofres parasaber cuáles son los términos que evocan paraellos algo positivo o negativo. En noviembrede 1989, uno de estos sondeos permiteconstatar que la palabra «liberalismo» obtieneahora un 59% de opiniones positivas entre los

simpatizantes socialistas, mientras que unamayoría de los electores de UDF juzganfavorablemente la palabra «socialdemocracia».Entre abril de 1981 y octubre de 1990, siendo

Page 12: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 12/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

12

 Jefe de Estado François Mitterand, lostérminos que más aumentan en apreciacionespositivas entre la opinión pública son«beneficio», «capitalismo» y «participación»; losque más pierden, «socialismo», «sindicatos» y«nacionalizaciones». En 1992, Roland Cayrol

concluye: «respecto al liberalismo, lacompetencia, la participación y el beneficio, latendencia a la convergencia es la ley de ladécada.»

La derecha ya había sido corrompida porla riqueza; la izquierda fue corrompida por elpoder. La derecha aliada con el dinero hacontribuido más que la izquierda a destruir los

 valores que pretendía conservar. La izquierdaaliada con el dinero ha impedido más que la

derecha el advenimiento de la nueva sociedadque quería poner en marcha. En resumen, laizquierda ha perdido sus principios frente auna derecha que nunca se ha preocupadodemasiado por respetar los suyos,confirmando así la declaración de BernardCharbonneau: “Describir la evolución de laizquierda y de la derecha es trazar la curva desu traición a sí mismas. Cómo el valor vivo seha esclerosado inmediatamente en la idea,cómo el furor de la lucha ha hechoprogresivamente deformar la idea en mentirajustificadora; y cómo, animados por la mismaansia de poder, servidos por los mismosmedios, unas ideologías diferentes hanterminado por confundirse en el mismo caos:he aquí su historia.”

La derecha ha perdido a su principalenemigo: el comunismo. La izquierda haelegido transigir con el suyo: el capitalismo. Elresultado es que la derecha ya no puede

movilizar a su electorado denunciando el«peligro colectivista», mientras que la izquierdaya no puede unir a los suyos proponiéndoles«cambiar de sociedad». Sin embargo, esto noles impide intentar reanimar peleas obsoletasperiódicamente. Pero los mitos simétricos delanticomunismo y del antifascismo,evocaciones polémicas de una época hoy díapasada, no pueden servir eternamente paraahorrar una reflexión profunda ni para

esconder el vacío de ideas. Un día u otro habráque reformular las identidades.

Por ahora estamos todavía lejos. Mientrasque la derecha populista se procura unaidentidad de recambio gracias al debate sobrela inmigración —es decir, en último término,gracias a los inmigrantes—, la izquierda seagota en «renovaciones» y «refundaciones»

diversas, o bien busca reconstituirse en losmárgenes de la vida pública en base a lostemas de la ayuda a las minorías, la solidaridadcon los más desprovistos y la lucha contra laexclusión. Por muy simpáticos que puedan ser

 —y suponiendo que responden a una voluntad de altruismo vivido auténtico, y no auna simple necesidad de buena conciencia ode comodidad moral—, tales objetivos sontambién desgraciadamente una confesión defracaso. Remplazar los criterios ideológicospor criterios puramente morales, reducir laacción militante a la ayuda de urgencia a losheridos del cambio, y la justicia a una versiónprofana de esta cáritas que los teólogos de laEdad Media definían como una forma deamor no sensual, vuelve a ser sólo un intentopor corregir los defectos o los excesos de unasociedad que somos incapaces de cambiar que,finalmente, redunda en su fortalecimiento. Sila izquierda ataca solamente a las

consecuencias de la disolución del vínculosocial, convirtiéndose así en comparsa de lamejor tradición del paternalismo que otroradenunciaba, es que es incapaz de actuar sobrelas causas. Ahora bien, en política actuar esconstruir y no solamente reparar. Reanimar el

 vínculo social implica, en primer lugar, lacreación de nuevos espacios públicos dondeformas activas de ciudadanía puedanmanifestarse.

La división derecha-izquierda ha nacido dela modernidad y desaparece con ella. Desdehace dos siglos, siempre ha habido unaderecha y una izquierda, pero sus contenidoshan cambiado continuamente. No hay niderecha metafísica ni izquierda absoluta, sinosólo posiciones relativas y sistemas derelaciones variables que se componen yrecomponen constantemente; no se puede, sise quiere comprenderlas, abstraerlas de sucontexto. «En cada época, ciertos

enfrentamiento desaparecen o pierdenimportancia, mientras que otros que parecían

Page 13: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 13/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

13

secundarios pasan de repente a ocupar elprimer plano.»

Globalmente hablando, la derecha hatenido sus cualidades como la izquierda hatenido las suyas. También han tenido susdefectos. En la izquierda: universalismoigualitario, economicismo, creencia en elprogreso, moralismo social. En la derecha:autoritarismo, conspiracionismo, orden moral,mentalidad obsidional y restauracionista,pereza intelectual, concepción esencialista-fetichista de la identidad, fobias diversas,como tantas otras formas de resentimiento ode sobreinversión narcisista.

Hoy, la derecha en todas sus variantes notiene visiblemente nada más que decir. Ointerpreta deliberadamente un papel de

 vanguardia en el desarrollo delturbocapitalismo, indiferente al hecho de quela lógica de mercado liquida todos los valoresque pretende suyos, o se instala sobreposiciones nacionalistas-jacobinas arcaicas, ose coloca claramente como coche escoba delos años treinta. Pero, igualmente, la izquierdase enfrenta a una profunda crisis de identidad.En noviembre de 1999, el mismo Lionel

 Jospin declaraba que el socialismo ya noexiste, ni como «sistema doctrinal» ni «comosistema de producción, habiéndosedemostrado incontestable la superioridad delmercado sobre la planificación». Falta saber siel socialismo se reduce a la «planificación». Porsupuesto que siempre se puede considerar alsocialismo (o a cualquier otra doctrina) de dosformas: como tipo ideal sobre la base de unadefinición, o de manera empírica, comorealidad histórica efectivamente observada.

Los dos métodos se complementan. Dehecho, el socialismo no tiene necesariamentecomo meta crear una sociedad de iguales, sinomás bien una sociedad que garantice a cadauno el desarrollo de su personalidad en el senode la sociedad global, objetivo que puedeciertamente implicar la reducción de ciertasdesigualdades, pero que no se confunde conella. El verdadero socialismo es aquel que sefunda sobre la solidaridad y la reciprocidad. Es

la doctrina que quiere basar el bien socialsobre valores compartidos e independencias vividas, que lucha contra la alienación o laheteronomía, es decir, contra la apropiación de

uno mismo por otros. Así como a la justiciasocial, puede orientarse también a laautenticidad y, en consecuencia, a la identidad.

En la medida en que el liberalismo, queera en su origen una ideología de izquierdas, seha convertido hoy en una práctica de derechas,en la medida en que el socialismo, que era ensu origen un ideal de emancipación, se haconvertido hoy día en una práctica de gestiónde un modelo social sobrealienante, se planteala cuestión de saber dónde situarse. Crítica delcomunismo y de los valores mercantiles,respeto a las identidades colectivas y lasespecificidades culturales, creación de espaciosde socialidad orgánica, de autonomía y deciudadanía popular, respeto al pluralismo,

rechazo del individualismo, puesta en marchade estructuras de solidaridad, defensa delmedioambiente: ¿qué familia política estámejor situada para cumplir semejanteprograma?

Lo que convierte en obsoleta la distinciónderecha-izquierda hoy día no es solamente elhecho de que, desde hace una quincena deaños, la izquierda no ha cesado de«derechizarse» en materia económica, mientras

que la derecha se «izquierdizaba» en materiacultural y de costumbres, dando así lugar a un vasto centro moderado donde se fundencorrientes que hasta ayer se oponían —ya queel centro no puede él sólo borrar el contrastecon respecto a los polos que le rodean—, sinoque es también la presencia de un «tercerotransversal» a todos los campos. Ya se trate dela guerra del Golfo, de la agresión contraSerbia por parte de las fuerzas de la OTAN,de las negociaciones en el marco de la

Organización Mundial del Comercio (OMC),de la reunificación de Alemania y de susconsecuencias, del debate sobre laconstrucción europea y la moneda única, delas controversias en relación a las identidadesculturales o las biotecnologías, todos losdebates que han tenido lugar en estos últimosaños han producido divisiones irreductibles alas separaciones tradicionales. Las líneas defractura son ahora transversales: pasan tanto

por el interior de la derecha como por elinterior de la izquierda. Dibujan de ahora enadelante nuevas distinciones.

Page 14: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 14/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

14

La desaparición de la división derecha-izquierda no quiere, en efecto, decir que todaslas distinciones políticas vayan a desaparecer,sino únicamente que esta distinción, tal ycomo la hemos conocido hasta un tiemporeciente, ha perdido lo esencial de su

significado. Reflejo de una época queconcluye, su tiempo pasó. Pero habrá nuevasdistinciones. Vemos ya esbozarse fronterasinéditas, ya sea alrededor de laposmodernidad, del lugar del trabajoremunerado, de Europa y las regiones, de lasidentidades culturales, del productivismo o delmedioambiente. Estos debates no han dadolugar todavía a verdaderas reclasificaciones,pero nos encontramos sin duda alguna ante elprincipio de un proceso de recomposición delarga duración.

 Veremos entonces que nociones que seconsideraban contradictorias eran de hechocomplementarias. Todo el mundo conoce elcélebre apóstrofe de Ortega y Gasset: «ser dederechas o de izquierdas es elegir unas de lasinnumerables maneras que se le ofrecen alhombre de ser un imbécil; ambas, en efecto,son formas de hemiplejía moral.» BernardCharbonneau decía a su vez: «Somosseguidores de Maurras o de Marx, igual queciertos insectos conservan un ojo ciego en lanoche de los abismos». Y añadía: «Ladiscusión de principios entre la derecha y laizquierda es absurda, porque sus valores secomplementan […] La libertad en sí misma oel orden en sí mismo no pueden ser más que lamentira que disimula la tiranía, y el caos. La

 verdad no está a la derecha ni a la izquierda,tampoco está en el punto medio exacto, está

contenida en la tensión de sus exigenciasextremas. Y si un día tienen que encontrarse,no será en la negación, sino yendo al límite deellas mismas». Y para concluir: «por fin hallegado para nosotros el momento de rechazara la vez la derecha y la izquierda con el fin dereconciliar en nosotros la tensión de susaspiraciones fundamentales».

Sobre la distinción derecha-izquierda, JeanBaudrillard escribía recientemente: «Si un día

la imaginación política, la exigencia y la voluntad políticas tienen una oportunidad de volver a cobrar actualidad, será, lo más seguro,únicamente sobre las base de la abolición

radical de esta distinción fosilizada que se haanulado ella misma y devaluado con el cursode las décadas, y que sólo se sostiene por lacomplicidad en la corrupción». Dejar atrás estadiferenciación, no es situarse «ni a la derechani a la izquierda», lo que no quiere decir gran

cosa, sino más bien «a la derecha y a laizquierda». Podría ser una forma de dejar deser hemipléjico o de dejar de ser tuerto. Lasideas no valen por la etiqueta que lespongamos encima. Más que las ideas dederecha o de izquierda, lo único que cuenta esdefender las ideas justas.

© Extracto del libro titulado Más allá de la derecha y dela izquierda. El pensamiento político que rompeesquemas. Alain de Benoist. Antología a cargo de Javier Ruiz Portella. Ed. Áltera, Madrid, 2005. www.altera.net.

Page 15: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 15/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

15

Ni de derechas ni deizquierdas…, sino todo lo

contrario  Javier Ruiz Portella

«Derechas» e «izquierdas», esa dicotomíaque Ortega tildaba de «hemiplejia moral».«Derechas» e «izquierdas» (y en medio el«centro», esa cosa de evanescentes contornos,ni chicha ni limoná, que algunos consideran la

 vía regia para disfrutar del poder): he ahí los

términos más usados y trillados de todanuestra vida política; he ahí las palabrasmágicas que, pese a tanto estereotipo comoencierran, aún despiertan exaltadas pasionesen un mundo que ignora la pasión. ¿Encierrangrandes estereotipos?…Sí, pero también otracosa de mayor importancia aún. Lo quefundamentalmente se encierra ahí es el máscolosal de los engaños.

Un colosal engaño: nada de lo que ambosconceptos significan en nuestro imaginariocolectivo tiene nada que ver con la realidad. Nila izquierda es «el partido de los pobres», ni laderecha —sigamos con las ideas inscritas afuego en nuestro imaginario— es «el partidode los ricos». De igual modo, la izquierdatampoco es —como pretende— la conspicuadefensora de la libertad y apertura de espíritu;ni la derecha, la firme valedora del arraigo enla identidad y la tradición —como ni siquieraella misma pretende ya.

Lejos de oponerse en cuestionesesenciales, «derecha» e «izquierda» constituyenlas dos caras de una sola y misma moneda, lasdos facciones que—con algunas riñas ydisputas para entretener, diríase, al personal—sostienen políticamente el mundo en el que«ricos» y «pobres» viven, en el fondo,hermanados en lo esencial: convencidos deque el dinero (y la salud, faltaría más) es loúnico que importa en la vida. Tal es el

paradigma que—realizado en gradosdiametralmente distintos para ricos, menosricos, medianos y pobres— cimenta el mundoen el que todos comulgan en la búsqueda del

inmediato vivir, en pos de la plácida«felicidad»: esemanso «bien-estar» que, poragradable e indispensable que sea, nada tieneque ver con el «bien-ser»: con la plenitud, lagrandeza o la belleza —esas cosas que ningúnpolítico, ni de derechas ni de izquierdas, sabe

siquiera en qué diablos puedanconsistir.Ninguno de sus «ciudadanos», desdeluego, tampoco.

Oigo voces que se alzan airadas… Y lespregunto: ¿es tan distinta la situación enEspaña? Lo parece, es cierto, pero ladiferencia sólo atañe a dos cuestiones precisas.Es indudable que nuestro resquebrajamientonacional se traduce en un enfrentamientoentre la «derecha» y la «izquierda» tan

enconado que no se le conoce parangón enningún otro país de nuestro entorno. Pero sidejamos de lado la cuestión nacional (o másexactamente, el hecho de que desde hacecuatro años el Partido Socialista ha apostado,de facto, por la dislocación de España); siolvidamos también esta otra especificidadhispánica: el cerril anticlericalismo de nuestraizquierda, que nada justifica, pero queencuentra su contrapartida en la vinculaciónde nuestra derecha con los valores morales yfamiliares de la Iglesia (y ello en un grado hoyinexistente, salvo quizá en Polonia, en ningúnotro país europeo); si dejamos ambos factoresde lado, será forzoso reconocer que unamisma visión del mundo es lo que caracteriza

 —aquí como en todas partes—tanto a laderecha como a la izquierda.

El democratismo mercantilista

 Tanto a la derecha como a la izquierda

democratistas, quiero decir, pues sólo ellas…¡Alto ahí! —me interrumpe un nada

amable interlocutor—. ¿De dónde saca estapalabreja: «democratista»? ¿Por qué no dice,como todo el mundo, «la derecha y laizquierda democráticas»?

 —Porque no lo son. Porque se llenanconstantemente la boca, es cierto, con la«democracia» por aquí, la «libertad» por allí,pero quien marca de verdad el orden de las

cosas, quien configura la vida de la gente yejerce el auténtico poder ( kratos , se dice engriego) no es el demos (el «pueblo»), sino un

Page 16: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 16/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

16

muy particular ente —y quienes manejan susresortes. Se trata de un ente muy conocido,que siempre ha existido y debe seguirexistiendo; pero al convertirse en lamastodóntica fuerza que rige el destino de loshombres, se ha transformado en un monstruo

ciego y anónimo (lo rige, dicen sus propiosdefensores, una “mano invisible”). Ya habrácomprendido usted que me estos refiriendo al

 Mercado; un Mercado cuyo poderío es tancolosal, en los bolsillos y en los corazones, quemejor haremos a partir de ahora llamarloSupermercado.

-  ¿Qué? ¡¿Qué chorrada es ésa?!

-  Se lo explicaré luego con mayordetenimiento. Ahora déjemecontinuar.

Estaba diciendo que una sola visión delmundo caracteriza a la derecha y a la izquierdademocratistas (también cabría llamarlasmercantilistas): las únicas derechas e izquierdasque, compartiendo el poder y sirviendo alSupermercado, marcan hoy nuestros pasos. Unasola cosa las distingue entre sí: el papel delEstado, la mayor o menor implicaciónatribuida a la maquinaria pública. Ahora bien,

¿mayor o menor implicación estatal con vistasa qué? Con vistas a defender y afianzar elmismo modelo existencial: esa concepción delmundo en la que trabajar, producir y consumirconstituye no un medio de satisfacer obviasnecesidades vitales, sino el fin mismo que dasentido a la existencia de los hombres.

 Tal es la concepción de las cosas queconfigura a la derecha integrada por diversastendencias (neoliberal, liberal-conservadora,

demócrata-cristiana …) en cuyas diferenciasde matiz me permitirán que no les aburraentrando en detalllarlas. Y tal es la concepciónde las cosas que configura a una izquierda porla que cabe entender (tampoco vale la penaentrar aquí en tediosos distingos) todo eseconglomerado de quienes, habiendo soñadoun día con la consecución de la “emancipaciónsocial” y la “igualdad real” entre los hombres,han acabado renunciando –no hay que

reprochárselo, hay que alegrarse- a unos“ideales emancipadores” que vulneran hastatal punto la naturaleza del hombre y de lasociedad, que el intento de aplicar la utopía

igualitaria ha conducido en todos los paísessometidos al experimento a la desigualdad y ala opresión totalitarias.

 Ya ha dejado la izquierda de pensarsiquiera en poner en práctica sus antiguosideales. Convertidos sus sueños en hojarascaretórica y/o en nihilismo de botellón, secontenta con evocarlos con una especie de

 vaguedad retórica teñida de leve nostalgia …O de contundente hipocresía, habría que decir,incrustados como están unos en los másfirmes baluartes del dinero y del podercapitalista, y bendiciendo como bendicenotros –la masa fiel- los principios existencialesen los que se asientan los baluartes del dineroy del “bien-estar”.

De ahí se deriva la única diferencia que(aparte de la mayor o menor relevanciaatribuida al papel del Estado) existe entre laderecha y la izquierda democratistas. Ambasestán sometidas por igual al dominio delDinero y del Supermercado; de acuerdo, peroesto es algo que en el caso de la derecha todoel mundo sabe y da por sentado. La izquierda,en cambio, tiene que tratar de disimular lomuy arraigada que está en los valores y

principios del capitalismo. Por ello, susdirectores de marketing deben estrujarsemucho los sesos para intentar darse al menosuna leve apariencia de defensores de lospobres, sencillos y débiles –su mejor bazaelectoral.

 Tal es el panorama existente en nuestrasmercadocracias   más habitualmente conocidascomo “democracias”. Un panoramacaracterizado por la connivencia entre los dos

grandes conglomerados ideológicos que, entreriñas por llegar al poder, defienden el orden deun mundo tan repleto de objetos y tan vacíode sentido que va tambaleándose sobre elabismo de la absurdidad.

 Alejarnos de tal abismo, impugnar no yatales o cuales actuaciones políticas, sinocombatir el proyecto existencial sobre el quese asienta cualquier actuación de “derechas” ode “izquierdas”: he ahí lo que se expresa de

manera esencial en estas páginas; esa iniciativaque, por ello mismo, no es ni puede ser – como siempre hemos proclamado, “ni dederechas ni de izquierdas”.

Page 17: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 17/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

17

Recordado lo cual, conviene sin embargoprecisar una cuestión particularmenteimportante. El modelo así impugnado consisteen poner en el centro de la existencia el “bien-estar” que se opone al “bien-ser”. ¿Significaello, por tanto, que debería repudiarse el

bienestar como tal, es decir, todo ese confortque han traído consigo los tiempos modernos?Por supuesto que no. ¡Que se mantenga elconfort, que se incremente incluso, si se puedey la Tierra lo soporta! ¿Quién, a menos dedesdeñar los placeres terrenos, a menos decomplacerse con ascéticas privaciones, podríaimpugnar tal cosa?

No se trata de impugnar el mercado, elbienestar, las riquezas … -y los placeres que

proporcionan, dejémonos de tonterías. Lo quese trata de impugnar es la codicia, la voracidad,el desenfreno sin límites que, en su versiónmoderna –y más aún “posmoderna”- sostieneel Tinglado constituido por la Técnica, elDinero y el Mercado. Se trata de cosas quehan existido desde el comienzo de los tiempos

 –sólo al comunismo se le ocurrió abolir lasdos últimas. Pero estas cosas que siempre hanexistido, nunca habían conocido el desenfrenocon que las manejamos nosotros…,suponiendo que no sean ellas las que nosmanejan a nosotros. No se trata en absolutode acabar con el mercado, el dinero y elbienestar: se trata de quitarles las mayúsculasde su divinización; se trata de dejar deconsiderarlos como el centro, el eje delmundo: lo único por lo que vale la pena vivir.

Se trata de repudiar –vuelvo a nuestrotema- lo que constituye el modelo quefundamenta la actuación tanto de la izquierda

como de la derecha. Se trata de olvidarnos deuna santa vez de la una y de la otra, de saltarpor encima de ambas, de repensarlo todosobre bases nuevas, radicalmente distintas. Setrata de buscar, para los hombres saciados debienes, pero famélicos de ilusión, carentes derumbo, un nuevo aliento, un nuevo impulso – un nuevo “para qué”. «Un nuevo “para qué”:esto es lo que la humanidad necesita», decía yaNietzsche.

Un nuevo proyecto existencial«¿Un nuevo “para qué”? … ¡Pero si ya

tenemos el gran “para qué” de la democracia y

la libertad!, responderán –tanto en Génovacomo en Ferraz- los directores de marketingde la derecha y de la izquierda. Lo dirán sinretocerse de la risa, sin sonreir siquiera. Loharán convencidos de que la cansinarepetición del más huero de los sonsonetes

puede aportar algo parecido a una respuesta.¿O acaso alguien se cree –no se lo pregunto alos directores de marketing, se lo pregunto aquienes se lo creen de verdad- que lademocracia puede constituir algo que tengaque ver con un “para qué”, con un modeloexistencial, con una ilusión, con un“ilusionante proyecto de vida en común”como decía Ortega a propósito de la nación?

¿Qué ilusión, qué proyecto, qué destino

colectivo puede encerrar la democracia, eseinstrumento mediante el cual se organiza, através de un sistema electoral, la vida políticade una país? Porque la democracia no es –o nodebería ser- más que esto: un modo deorganizar el acceso al poder y dar carta denaturaleza a la pluralidad de ideas imperante;esa pluralidad de ideas a cuyo respecto elliberalismo ha descubierto, con sutilinteligencia, un principio en el que se basa laparte fundamental de su éxito: es muchísimomejor hacer participar que repudiar; esinfinitamente más últil rebatir que prohibir lasopiniones erróneas.

Pero la democracia, tal como laconocemos, es mucho más que este sistemaelectoral –es otra cosa, en realidad. Lademocracia –lo que bajo su nombre nos

 venden tanto los mercaderes de la derechacomo los mercachifles de la izquierda- vainfinitamente más allá de las elecciones,

partidos y pluralidad de ideas. La democracia – más vale darle otro nombre: “democratismo”-es la gran coartada con la que se intentasantificar toda esa concepción del mundo en laque el Dinero es Rey; el Supermercado, Dios,y el Individuo, Señor.

Eso sí que es una auténtica concepción delmundo; esto sí que es un verdadero proyectoexistencial. El problema es que ese proyectopodrá regir, como está rigiendo, la vida de los

hombres, pero nunca podrá cimentar eldestino de un pueblo, jamás podrá despertarilusión colectiva alguna. Por una sencilla

Page 18: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 18/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

18

razón: porque ambas –la ilusión y lacolectividad- desaparecen en el proyectodemocratista. Desaparece el pueblo, engullidopor el Individuo, fagocitado por esa suma deátomos narcisistas, la adición de cuyassoledades constituye –dicen- la sociedad. Y se

desvanece la ilusión, el arrebato, la pasión.Bajo el imperio del dinero y la materia, no hayfervor, no hay ardor que ilumine la vida denadie. Un único resorte la mueve: el interés. Yel interés es cosa fría, solitaria. El interés esprosaico y material, no entiende de plenitud,grandeza o virtud (no por casualidad hasta handesaparecido tales palabras de nuestro

 vocabulario habitual). Al interés –valga laredundancia- sólo le interesa lo útil, lobeneficioso, lo provechoso: esas cosas que,bajo el nombre de “felicidad”, configuran elhorizonte existencial de todos. Y, entre todos,de la derecha y la izquierda que […]

Las derechas e izquierdas de verdad

Hablemos de ellas, aunque sólo sea porconsideraciones históricas; unasconsideraciones que pueden, sin embargo,alumbrar con luz viva nuestra interrogaciónsobre el mundo actual. ¿Por qué ninguna de

estas tres fuerzas en otros tiempostodopoderosas –la derecha conservadora otradicionalista, la derecha fascista, la izquierdarevolucionaria- imprime hoy su marca en elmundo? ¿Será porque sus respectivos viciosson tan considerables que han acabadosaltando a la vista de todos? No, si estasfuerzas ya no imprimen marca alguna es por lasencilla razón de que, cualesquiera que seansus vicios o virtudes, las tres están muertas:enterradas irremisiblemente en el pasado.

Lo están por partida doble: tanto por laderrota que han sufrido como por la nostalgiaen la que se arropan. Cada una de ellas ha sidoderrotada –en el campo de batalla o, lo que espero, en el campo de las concepciones delmundo. Y si algo no perdona la historia es laderrota história de estas dimensiones, máximecuando ni siquiera es reconocida como tal.

 También ahí coinciden las tres. Ningunaparece haberse enterado siquiera de que fue

 vencida, de que la cosa se acabó: del todo ypara siempre jamás. Envueltas por el contrarioen sus respectivas nostalgias, no hacen sino

pensar en volver a lo que ayer fue, en restaurarlo que un día se perdió. Y si la historia notolera la derrota, aún menos soporta el fracasoque, haciendo marcha atrás, intenta restaurarlo que fue –pregúntenselo, si no, a un LuisXVIII o a un Carlos X de Francia.

No estoy diciendo que la historia avancehacia delante, no estoy pretendiendo que hayque situarse en la recta senda del progreso. Elprogreso no existe. Contrariamente a lo quelos progresistas pretenden, la historia noprogresa, no avanza. Pero tampoco caminanunca, como los cagrejos, hacia atrás.

No hay senda, no hay camino por el quediscurran los pasos, los pueblos en la historia.“Caminante, no hay camino ….”: ni haciadelante, ni hacia atrás, ni circular. Lo que hayes innovación, invención, creación histórica.Innovemos, creemos, pues –saltemos, decíaantes. Rompamos la baraja. Saltemos porencima de las derechas y de las izquierdas:ninguna de sus alternativas es válida. Saltemospor encima de ellas, tanto de las enquistadasen el Sistema como de las adormecidas en el

 Antisistema. Vayamos en busca de […]

Nuestra encrucijada

Perecer: si las cosas se mantuvieran comoestán –o se agravarán. Si siguiéramosencharcados (o nos hundiéramos aún más) enla absurdidad y el sinsentido: ése que seexpresa, entre tantas otras cosas, en la falazdivisión entre derechas e izquierdas. Perecer: siuna nueva configuración del ser, si una nuevadonación de sentido –si una nueva época- noacabara adviniendo (pues la denominada“posmodernidad” no es otra cosa que la

continuación agravda, de los peores males dela modernidad).

O salvarnos: si una nueva época se abrieraante nosotros; si, ante la inminencia delpeligro, un nuevo impulso se amparara denuestra alma, nos llevara a dar el gran saltoque nos permitiera respirar con un nuevoaliento, lanzarnos tras un nuevo proyecto: unproyecto, toda una concepción del mundo,que nada tuviera que ver ni con lo propuesto

por la derecha-izquierda que cubre sus vergüenzas izando la bandera de la“democracia”, ni con lo propugnado por las

Page 19: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 19/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

19

derechas e izquierdas que, por el contrario, laarrían.

Un proyecto parecido –marcaría eladvenimiento de una nueva época- no es cosaque se fragüe ni en un día ni en dos. No esalgo (pero los rumbos y ritmos de la historiason impredecibles) que se pueda concluir hoy,mañana o pasado. Es tarea de largo alcance:nada tiene que ver con la política inmediata;aún menos con las intrigas de la politiquería.Es tarea consistente en remover los cimientosdel mundo: espirituales, culturales, sociales,políticos, económicos … ¿Significa ello que setrata de liquidar sin más nuestro pasado?¿Significa ello que se debería, de nuevo,intentar escribir la historia sobre una página en

blanco?

© Extractos de  El Manifiesto, contra la muerte delespíritu y la tierra, núm. 10, junio de 2008: Izquierda yderecha: (casi) lo mismo. www.elmanifiesto.com/manifiesto/numeros.asp

Izquierda, derecha y másallá. La cuestión del nuevoparadigma

Diego L. Sanromán

Que la vieja división entre izquierda yderecha ha sido ya superada con creces es algomás que una simple valoración determinadapor las propias elecciones ideológicas. Comoseñala Alain de Benoist, basta con acudir a losdatos que ofrecen ciencias sociales como lahistoriografía o la sociología para apercibirse

de hasta qué punto el antiguo clivage   haquedado obsoleto con el cambio de siglo. Porlo que a las aportaciones de la investigaciónhistórica se refiere, es fácil constatar cómo losdebates que, durante dos siglos, habían servidode fundamento en Francia a la oposiciónclásica han quedado hoy en díacompletamente zanjados. Esos debates sereducían, según De Benoist, funamentalmentea tres:

 A) El primero de ellos tenía que ver conlas instituciones . Comienza con la modernidadpolítica misma –es decir, con la Revolución-, yenfrenta a los partidarios de la República conlos defensores de la monarquía constitucionaly con los nostálgicos de la monarquía delDerecho divino. Es, pues, en esencia undebate centrado en la definición del régimenpolítico, que cabe dar por clausurado en el año1875, momento en el que se reconoce elsufragio universal y se instala definitivamenteel régimen republicano.

B) El segundo de los grandes debatesideológicos arranca en la década de los añosochenta del siglo XIX y se desarrolla en elterreno de la cuestión religiosa . En este caso, sonlos partidarios de una concepción “clerical”del orden social los que se oponen a quienesabogan por una visión laica de la justicia y elEstado. Durante algún tiempo, advierte Alainde Benoist, este enfrentamiento de ordenpolítico-religioso llegará a identificarse sin máscon la oposición entre izquierda y derecha.Pero puede decirse que concluye a la altura de

Page 20: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 20/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

20

1905, cuando se establece con nitidez laseparación entre la Iglesia y el Estado.

C) El tercero y último es el llamado debatede la cuestión social , que se centra básicamenteen la discusión sobre el papel del Estado en laregulación de la actividad económica y en elproblema de la redistribución de la riqueza.Puede establecerse su fecha de nacimiento enla década de 1830, en la que el capitalismo seimpone finalmente a las formas económicasherederas del pasado. Se acentuará con eldesarrollo de la sociedad industrial, elnacimiento del socialismo y el impulso delmovimiento obrero, y tras una breveinterrupción durante la unión sagrada de la GranGuerra, conocerá su cénit tras la Revolución

soviética. Como dice el propio Alain deBenoist, “en el plano político, a partir de 1920,ser de izquierdas no es ya solamente serrepublicano (puesto que todo el mundo esrepublicano), ni siquiera ser laico (puesto queya hay católicos de izquierda). Es ser socialistao comunista”. Y su crisis, en fin, será elresultado conjunto del hundimiento delsocialismo real , del agotamiento del modelo deEstado-Providencia y del desplazamiento desectores mayoritarios de la clase obrera haciaposiciones reformistas o incluso aun mástibias.

Este último aspecto viene determinado, enbuena parte, por una difuminación –crecientedesde el fin de la Segunda Guerra Mundial- delas líneas divisorias entre las clases sociales yde las identidades políticas que servían de

 vínculo entre las opciones electorales y/omilitantes y el lugar ocupado en la formaciónsocial. El elector deja de guiar sus decisiones

por criterios de solidaridad socio-profesional,y su situación se asemeja cada vez más a la deun cliente que elige entre los diversosproductos políticos que el mercadoprogramático le ofrece: entramos en la era delself-service electoral ode la llamada “democraciacomercial”. Por el lado de los partidos, esadesestructuración del electorado secorresponde con un proceso galopante dedesideologización y con una dinámica

centrípeta que cada vez hace más difícildistinguir las políticas propuestas por lasorganizaciones de izquierda y de derecha.

 Ahora bien, que la distinción entre unasfuerzas políticas y otras se haya vuelto hoy endía imposible es justamente consecuencia de lacapitulación ideológica de esas mimasorganizaciones. “Así, izquierda y derecha – afirma Alain de Benoist- hacen hoy sacrificios

al mismo dios: el culto a los resultados, a laeficacia y a los beneficios”. Se ha implantado,pues, un consenso sin fisuras en torno a lo quees pensable decidir en el cada vez másrestringido terreno de la política institucional.Con ello, señala De Benoist, lo que se pone encuestión es la lógica del juego democráticomismo, pues la democracia “implica pordefinición, si no la pluralidad de partidos, almenos la diversidad de las opiniones y de laselecciones, al mismo tiempo que elreconcimiento de la legitimidad delenfrentamiento entre esas opiniones yelecciones con el fin de que el adversario nosea transformado en enemigo”. Y habidacuenta de que el mencionado consenso se basaen la convicción de que fenómenosrelacionados con la evolución de la economíade mercado o con el dominio de cada vez másespacios sociales por las nuevas tecnologíasresponden a una evolución ineluctable de las

cosas, lo que se ve seriamente dañado es lapropia esencia de lo político: ya no hay lugarpara las decisiones conscientes y vigorosas y laprofesión política queda reducida a una simpletécnica de gestión administrativa.

Pero, como bien sabía ya el viejo Schmitt,la política –o más bien, lo político- es unadimensión antropológica irrenunciable quesiempre encuentra formas y espacios en losque expresarse. En este sentido, la crisis actual

de la oposición izquierda/derecha y de lalegitimidad de las vigentes democracias departidos en modo alguno podría sercontemplada como un preludio del fin de lapolítica. Ni siquiera –advierte Alain deBenoist- como un indicio de la desaparición deaquella oposición. En realidad, lo que hahecho crisis han sido los contenidos que hastahace poco tiempo habían nutrido y animado elenfrentamiento entre las izquierdas y lasderechas. Los debates más recientes atraviesan

las líneas divisorias tradicionales y anuncian unproceso de recomposición de los frentesideológicos que aún habrá de durar una larga

Page 21: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 21/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

21

temporada. Por eso el lema no puede ser “nide izquierdas ni de derechas”, sino más bien“de izquierdas y de derechas” a la vez, en unasíntesis capaz de integrar lo que de mejor ymás verdadero tienen ambas tradiciones.

En una entrevista concedida a FrancescoGerminario para la revista italiana Liberal   afinales de la década de los noventa, Alain deBenoist insiste en que la crisis derepresentación afecta al modelo políticodominante es uno de los factores quedetermina la pérdida de sentido de la viejaoposición. Una crisis que, como ya se haindicado, se expresaría a través de un procesode convergencia ideológica cada vez másaguda entre las organizaciones políticas que

tienen acceso al poder del Estado y en elhecho de que el  país oficial , cada vez máshomogéneo, sea incapaz de representar lariqueza y diversidad del país real . “También losgrandes acontecimientos de estos últimos añoshan contribuido a la obsolescencia de ladicotomía izquierda/derecha. Frente a lareunificación alemana, a la guerra en la ex-

 Yugoslavia, a la agresión americana en Irak, alascenso del islamismo, a la creación del euro,no se ha registrado una reacción de derechas y unareacción de izquierdas , sino una multitud dereacciones diversas, tanto en la derecha comoen la izquierda. Estas reacciones se hanmanifestado de forma transversal, creando encada ocasión nuevas divisiones y dando vida anuevas fronteras”. A la pregunta de cuáles sonlos rasgos derechistas que aún conserva, Alainde Benoist responde: “Probablemente, la ideade que no pueda haber una vida socialsatisfactoria que no esté estructurada de

manera orgánica, y también la idea (…) de quecualquier problema político debe resolverse enfunción de su contexto. Convicciones de estegénero lo convierten a uno en alérgico acualquier visión política universalista, acualquier razonamiento en función de unhombre abstracto, de un hombre en sí, perotambién a cualquier forma de etnocentrismo ode racismo asimilacionista”. Y por sociedadorgánica hay que entender “una sociedad queimplica la existencia de cuerpos intermedios y

una continuidad de asociaciones en todos losniveles, en lugar de un enfrentamiento cara acara entre un Estado omnipotente y una

sociedad civil cada vez más encerrada en elespacio privado”. Mientras que sería deudor ala izquierda de “una aproximación sociológicaque se ha interesado ante todo por esasocialidad elemental que no se reduce ni alEstado ni al mercado. Creo, en fin, que no

existe ninguna legitimidad fuera de la quereside en el pueblo”. La conclusión es que ladiversidad derechista y el pluralismo de izquierdaspueden por fin encontrarse en el territoriocomún de la crítica al indidualismo y larevalorización de los vínculos comunitarios.

Otra idea que subyace a los análisis ycríticas en torno a la cuestión de latransversalidad que Alain de Benoist estállevando a cabo en sus últimos trabajos es la

de que las condiciones para lograr laconstrucción de un frente transversalantisistema están ya dadas, pero que hay, sinembargo, una suerte de bloqueo ideológicoque impide que la síntesis pueda llegar arealizarse felizmente. La tesis básica, tambiénpresente en los textos de la última hornadaneoderechista, es que tal bloqueo es resultadode la crítica antifascista de una Nueva Inquisición  intelectual, paranoica y ayuna de buenosargumentos. En Dernière Année , Alain deBenoist no puede ser más claro: “La únicafunción del antifascismo hoy en día es la deimpedir la conjunción de una derecha y unaizquierda igualmente críticas con respecto a laideología dominante. Durante todo el tiempoque este antifascismo se continúe movilizandocontra enemigos imaginarios, la Nueva clasepodrá dormir tranquila. Los antifascistas fin desiglo o los idiotas útiles del tiempo presente”.Se trata en todo caso de una izquierda cobarde

que ha perdido todas su mordiente contestaria:“Era necesario coraje para atacar en Sudáfricael apartheid, para luchar en Francia con lasarmas en la mano contra la ocupación alemanaen la Segunda Guerra … Pero, ¿en quéconsiste hoy ese coraje? Una resistencia contrael nazismo hoy no arriesga nada, a no ser lapropia ridiculez. Y los slogans , que ayer podíansignificar para sus autores prisión o muerte,hoy son fórmulas mágicas, sortilegiosproductores de buena conciencia y a la vez

pasajes (sic) en el mundo de los medios y laseditoriales”. Los que se dicen herederos dequienes eran encarcelados por luchar por el

Page 22: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 22/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

22

socialismo revolucionario hoy están del ladode los que persiguen a la nueva rebeldía, todosaquellos que “no se postran ante una ideologíade los derechos humanos”. Pero a esta tácticadel resentimiento de la Nueva Inquisiciónhabría que añadir también una incapacidad

congénita para pensar lo nuevo, a la que noescaparían ni las izquierdas ni las derechas,pues tanto las unas como las otras manifiestanuna “desagradable tendencia a interpretar lasnovedades únicamente en términos derepetición (..). La derecha, cuando reinterpretade continuo la guerra de España, y laizquierda, cuando denuncia sin solución decontinuidad el “resurgimiento del fascismo”,se comportan exactamente del mismo modo”.

 Ahora bien, a Alain de Benoist cabríareprocharle otro defecto no menos congénito:el practicar la ambigüedad más o menosinteresada. Que la nueva contestación nopueda ser –o no haya sabido ser- asimilada ycapitalizada por los partidos de la izquierdatradicional es una cosa; reconocer en esosnuevos movimientos –por ejemplo, en elmovimiento de resistencia global- laincorporación al discurso de la izquierdarebelde de ciertos temas supuestamente

 vinculados a la tradición intelectual de laderecha (federalismo, comunitarismo,multiculturalismo … son algunos de los quemenciona el propio Alain de Benoist) es otrade muy distinto cariz. Pues, desde luego no eslo mismo la oposición al proceso globalizadoren la que se hallan implicados los Tute Bianche  ysus prolongaciones, por aludir a unaorganización bien conocida dentro delmovimiento de movimientos , que aquella en la queestán implicados –pongamos- las Juventudesnacionalistas de Bélgica y Holanda, tambiénbastante activas en este tipo de acciones. Eneste caso, mucho me tempo que sólo losúltimos se reconocerían producto de unasíntesis entre la izquierda y la derecharevolucionarias. De modo no muy distinto acomo lo haría un nacional-bolchevique o unfascista de los años treinta, dicho sea de paso.La idea de que es un antifascismo paranoico yfuncional a los intereses del Sistema el único

impedimento con que se encuentra la fusiónreal de la transversalidad rebelde es, en elmejor de los casos, una ingenuidad simplista,

indigna de un intelectual tan fino como Alainde Benoist.

Por otro lado, y desde otra perspectiva,tanto la teoría como la búsqueda incesante dela transversalidad pueden ser interpretadascomo una enésima tentativa de obtenerbeneficios de la derrota en el terreno(meta)político. La imposibilidad de encontraren los medios nacionales y conservadores unpúblico amplio y receptivo a las ideas de la

 Nueva Derecha , obligaría, en cierto modo, abuscar simpatizantes entre la heterodoxia delos sectores críticos tanto de la izquierda comode la derecha. El proyecto, en todo caso,testifica una vez más a favor de la granflexibilidad e ingenio estratégicos de Alain de

Benoist y sus seguidores.© Epígrafe 4.2 del Capítulo 4 (Lo que piensa laNueva Derecha) del libro La Nueva derecha. Cuarentaaños de agitación metapolítica, de Diego Luis Sanromán,Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid,2008.

Page 23: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 23/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

23

Definir la fronteraderecha/izquierda

 José Javier Esparza

¿Hay un mínimo común denominador dela derecha? ¿Existe una norma áurea, unafórmula de oro capaz de englobar a todas lasfamilias de la derecha? El debate sobre estepunto es inagotable. Por ejemplo, Jean-François Revel, un liberal-conservador, escribeque es de derecha aquella actitud política que“basa por principio y sin disimulo la autoridad

en cosa bien distinta a la soberanía inalienablede los ciudadanos”. Ahora bien, esto dejapensar que en los regímenes de izquierda laautoridad depende siempre del “pueblosoberano”, y el propio Revel admite que lascosas no son así.

 José Luis López Aranguren, desde laizquierda, dice que “la política realista, lapolítica de lo posible, es siempre política dederecha, mientras que la izquierda sería aquello

que está enfrente del poder”. El problema quesurge con este planteamiento es que, según él,jamás podría haber un poder de izquierdas:cuando la izquierda derribe a las clasesexplotadoras, e incluso en el caso de que logrehacerlo sin recurrir a la violencia, la izquierdase convertirá inevitablemente en explotadora asu vez, y entonces se transformará en derecha.El argumento, que parece más bienencaminado a liberar a la izquierda intelectualde enojosos compromisos con los poderesizquierdistas que en el mundo han sido –yespecialmente con las tiranías comunistas- nosllevaría a la sugestiva conclusión de que, porejemplo, en la Unión Soviética de los años

 veinte la izquierda estaba enre los campesinoslibres anti-bolcheviques o entre las tropasmongolas del barón Ungern-Sternberg,mientras que Lenin, creador del sistemaconcentracionario soviético, habría pasado aocupar la derecha. Asimismo, Fidel Castro,

después de Sierra Maestra, sería un hombre dederecha, y los cubanos de Miami, una vezderrocado Batista, representarían a la izquierdacubana. El absurdo es completo. La definición

de la díada derecha/izquierda en términos dedialéctica poder/no-poder tal vez resulte útilcomo bálsamo para ciertas concienciasdemasiado damnificadas por la huellainfamante del Gulag, pero carece de cualquieroperatividad teórica.

Desde la llamada nueva derecha , Alain deBenoist nos sirve otra definición: “Llamo dederecha la actitud consistente en considerar ladiversidad del muno y, por consiguiente, lasdesigualdades relativas que necesariamenteproduce, como un bien, y la homogeneizaciónprogresiva de ese mundo, preconizada yllevada a cabo por el discurso bimilenario de laideología igualitaria, como un mal”. Estadefinición tiene la ventaja de que puede ser

asumida por las diferentes familias de laderecha y, a contrario, por la mayor parte de laizquierda. El problema, sin embargo, es que,en más de un plano, la derecha convencionalde nuestros días (esto es, la neoliberal) no hadejado de contribuir a tal homogeneización,especialmente en lo que concierne a ladiversidad cultural y de formas de vida,mientras que las desigualdades que con másfrecuencia ha contribuido a crear son las queel propio Benoist considera como “las menosjustificables de todas”, esto es, las económicas.De modo que la derecha de Benoist es unasuerte de derecha ideal, casi diríamosmetafísica, cuya esencia sólo por azar históricorecibe el nombre de derecha. La propiaevolución posterior del autor y de la nouvelledroite  así parece corroborarlo. […]

¿Seguimos desgranando definiciones? Todas ellas serán igualmente problemáticas.Giovanni Sartori, por ejemplo, ha demostrado

la inviabilidad de definir la fronteraderecha/izquierda a partir de elementos comoel derecho a la propiedad, el mayor o menorcambio social o el origen de clase. Las razonesson obvias. En materia de derecho a lapropiedad, ciertos regímenes consideradoscomo de derecha, especialmente losautoritarios, han respetado menos lapropiedad privada que algunos otrosgobiernos de izquierda democráticos, y del

mismo modo hemos visto, sobre todo en lasegunda mitad del pasado siglo, cómo algunosgobernantes de derecha mostraban más gustoque otros de izquierda por la nacionalización

Page 24: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 24/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

24

de los medios de producción, y cómo algunosgobernantes de izquierda –los socialistasespañoles no han sido los únicos- se sometíancon inenarrable gozo al poder de la bancaprivada. Respecto al cambio social, es evidenteque experiencias juzgadas como de derecha

(véase el caso del franquismo en España) hanmodificado el mapa social más extensamenteque otras de izquierda. Y si nos fijamos en elorigen de clase, veremos que los populismos,habitualmente clasificados en la derecha,arrancan de una base social más baja(proletarios, campesinos, etc) que las diversasizquierdas burguesas europeas, por ejemplo.

Otro criterio habitualmente empleadopara distinguir entre derecha e izquierda es la

frontera individualismo/organicismo: laderecha es organicista, es decir, ve la sociedadcomo un conjunto, como un todo, mientrasque la izquierda la ve como una suma deindividuos. Pero esta es, una vez más, una

 visión parcial. Norberto Bobbio ha mostradocómo el organicismo social (esto es, la tesissegún la cual el todo social   es más importanteque las partes individuales), aunque es unrasgo característico de la derecha tradicional,ha sido igualmente enarbolado por buenaparte del movimiento obrero. Y entrenosotros, Gonzalo Fernández de la Mora hademostrado que un concepto tanaparentemente vinculado a la derecha como elde democracia orgánica   es en realidad productode la reflexión de la izquierda krausista.

Una refutación más: la de quienes explicanla dicotomía derecha/izquierda en términos de“tradición versus emancipación”. O sea: laderecha estaría por la defensa de lo tradicional

y la izquierda se propondría desmantelar los viejos privilegios. Esta idea está muy extendida –especialmente por la izquierda-, pero cometeun error de base, a saber: el de vincularestáticamente el tradicionalismo cultural conlos privilegios sociales y económicos, como simantener las tradiciones sociales, culturales,religiosas, etc, llevara implícito conservar elpoder de unas elites inalterables. Es el viejocuento de la derecha de curas y terratenientes.

Pero hoy sabemos que, una vez iniciado elproceso de la modernidad, las clasesprivilegiadas han sido precisamente las quecon más ahínco han combatido las tradiciones

culturales, y basta pensar en el liberalismofrancés del siglo XIX o en el capitalismoespañol de finales del XX. De modo que esode “tradición versus emancipación” también essólo una visión parcial.

La aportación más relevante de los últimosaños, por sus efectos, parece haber sido la deNorberto Bobbio. Para el viejo socialistaitaliano, la clave del asunto está en el conceptode igualdad : el hombre de derechas piensa quelas desigualdades son naturales y, por tanto, deimposible eliminación; por el contrario, el deizquierdas piensa que las desigualdades sonproducto de unas determinadas circunstanciassociales y que, por consiguiente, es posible –ytambién benéfico- eliminarlas. Sobre esta

distinción, Bobbio añade otra paralela entreextremistas y moderados cuya clave es la ideade libertad, mayor entre los moderados,menos entre los extremistas. Se dibuja así unmapa político con cuatro puntos: la extremaizquierda, que es igualitaria, pero autoritaria; laizquierda o centro-izquierda, que es al mismotiempo igualitaria y liberal; el centro-derecha,liberal y desigualitario, y la extrema derecha,autoritaria y anti-igualitaria. Esta descripciónha sido aceptada con gozo por lassocialdemocracias occidentales, que se ven asíconvertidas en la única corriente depositaria dedos de los grandes valores de la modernidadpolítica: igualdad y libertad.

 Ahora bien, la distinción de Bobbio dejafuera del análisis buena parte del campo quepretendía definir. Por ejemplo, en el esquemabobbiano no caben los movimientos queasumen la desigualdad natural y la diversidadcultutal como realidades antropológicas

incontrovertibles, pero que al mismo tiempodefienden la reducción de desigualdadessociales (es el caso de la nueva derecha europea , laantes mencionada corriente de Alain deBenoist). Tampoco explica el sistema deBobbio por qué los regímenes autoritarios eigualitarios (el comunismo) generan jerarquíassociales mucho más rígidas que las de losregímenes de derecha: ¿significa eso que, amedida que crece la igualdad teórica, decrece

la igualdad real? Y entonces, ¿qué sentido tieneincorporar al análisis un término como el deigualdad que, una vez puesto en movimiento,genera dinámicas contradictorias? Y una

Page 25: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 25/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

25

objeción más: el esquema de Bobbio tampocoda respuesta a las desigualdades creadas porciertas políticas de ambición igualitaria, comoes el caso de las injusticias derivadas de la“discriminación positiva”, dondedeterminados grupos supuestamente alienados

obtienen por ley mayores privilegios que losgrupos supuestamente dominantes. Endefinitiva, el esquema de Bobbio dejademasiadas cosas fuera como paraconsiderarlo canónico.

 Antes hemos citado a la nueva derechaeuropea . Uno de sus exponentes máscualificados, el profesor florentino Marco

 Tarchi, publicó en su momento un artículo(Derecha e izquierda: dos esencias

inaprehensibles, Hespérides , 1, 1996), concebidocomo refutación de Bobbio, que venía aarrojar todavía mayor incertidumbre sobre lossignificados reales de derecha e izquierda.

 Tarchi dice que ninguna de las dos etiquetaspuede ser ya concebida ni como una esenciaideológica ni como un tipo-ideal (en el sentido

 weberiano) y que, en el mejor de los casos, suutilidad se reduce a ser afortunadasconvenciones del lenguaje político.

¿Por qué la derecha no es una esencia ? Unaesencia es, en la tradición platónico-aristotélica,aquello por lo que una cosa es: el ti esti , o sea,lo que es, y sin lo cual una cosa no puede ser.Una esencia es el fundamento metafísico delas cosas que existen: su alma o su idea , por asídecirlo. La esencia está por encima de laapariencia y de la contingencia, o sea, que esuna cualidad e naturaleza espiritual yatemporal. Los filósofos saben que ésta de laesencia constituye una de las grandes

discusiones del pensamiento de todas lasépocas, de manera que no vamos a dilatarnosen el análisis del concepto. Nos basta consaber que en el terreno que aquí estamosexplorando, que es el de la teoría de loscomportamientos políticos, la esencia habríade ser aquello que hace que un concepto (porejemplo, el de derecha) pueda definirse comotal en cualquier época y en cualquier lugar, conel resultado de que su significado profundo

sea el mismo en todos los casos. Y ésta esprecisamente la razón por la cual la derecha noes una esencia : porque el contenido delconcepto –su alma, su idea, su ser- varía

enormemente de un lugar a otro, de unsistema político a otro, de un contexto culturala otro y, desde luego, de una época a otra.

Los términos “derecha” e “izquierda” nopueden ser esencias  porque su contenido no esinmutable y porque reflejan realidades cerradasque sea posible definir de una vez parasiempre. Además, tampoco sirven para darcuenta de toda la realidad que pretendendefinir. Esto nos obliga a ser más modestos.Por ejemplo, podríamos aceptar que lostérminos derecha/izquierda no son esencias,de acuerdo, pero entonces podríamosutilizarlos como herramientas útiles paracatalogar, explicar y simplificar una realidadinevitablemente compleja. En el lenguaje de

las ciencias sociales, se trataría de considerar eltérmino “derecha” como un idealtypus , un“tipo-ideal”. Recordemos que el tipo-ideal, enel método de Max Weber, es un instrumentometodológico que trata de describir la realidadsocial y partir de categorías extremas, puras ycon el objetivo de comprender la realidadempíricamente observable, como lo sería, porejemplo, la ley de la gravedad en física, pues la

 vida social se rige por leyes muy diferentes alas de la materia. El tipo-ideal pretende ser,más bien, un putno de referencia a partir delcual podemos estudiar un fenómeno yelaborar hipótesis que luego podrían utilizarsepara, por ejemplo, explicar las causas de losacontecimientos históricos.

¿Podemos emplear “derecha” e“izquierda” como tipos-ideales? No. Para quelos tipos-ideales sean herramientas útiles, susignificado debe ser preciso y capaz de suscitarun acuerdo general sobre su uso. Y aquí es

donde el esquema nuevamente falla, porque niel significado de los conceptos es preciso, ni elacuerdo es general. Esto es especialmenteperceptible cuando el sociólogo emplea lostérminos con una finalidad no descriptiva nicomprehensiva, sino polémica –por ejemplo,cuando se usa el término “derecha” comoligado a una “reacción” a la que se pretendedescalificar moralmente. Por eso, el término“derecha” es poco útil como tipo-ideal. Y por

eso, a la hora de aplicar los conceptos derechae izquierda, es preciso ser más modestotodavía.

Page 26: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 26/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

26

 Y la suma modestia consiste en considerarderecha e izquierda como dos simplesconvenciones , es decir, dos vagos términos queen realidad no quieren decir nada, pero que,como presentan cierta utilidad, la gente decideusar, bajo una especia de pacto tácito, para

definir tales o cuales comportamientospolíticos en tales o cuales situacionesconcretas, y sólo en el contexto de esassituaciones. Ésta es la postura de GiovanniSartori, que lo ha explicado mejor que nadie:

«Derecha e izquierda son imágenesespaciales. Y lo bello de ellas es que estándesprovistas de cualquier “anclaje semántico”,que son contenedores vacíos, abiertos a todoslos trasvases, a todos los contenidos. Pero esto

es así atemporalmente, o a través del tiempo.En cada momento, tiempo o período históricosingular, nuestras “imágenes espaciales” noestán vacías, sino llenas: están asociadas, porasí decirlo, a toda una serie de contenidos.»

En esta teoría, derecha e izquierda, nosignifican propiamente nada en el ámbito de laHistoria, ni en el de la Teoría Política, pero síposeen significados concretos en un tiempodeterminado y en un contexto histórico, social

y cultural dado. Por ejemplo, el término“derecha” significaba una cosa en la Españade 1976 y otra cosa en la Alemania de 1929, yambos significados son muy diferentes, peroen ambos casos hay un significado específico.

 A partir de aquí, el ser de izquierdas o dederechas entra en un terreno que ya no tieneque ver tanto con la ideología como con lapsicología: el terreno de las actitudes de fondode la personalidad y de la autopercepción delsujeto en un contexto político-espacial

determinado. Para Marco Tarchi, estainterpretación convencionalista  es la única realistay, por tanto, la única útil y defendible. Dicholo cual, el italiano apuesta por una superaciónde la díada derecha/izquierda, superación que,a su juicio, para la ciencia política seríacomparable al cambio de paradigmaexperimentado por las ciencias físicas en estesiglo.

La tesis es muy sugestiva. Claro que, para

ser académicamente aceptable, habría depoder aplicarse a todas las derechas y a todaslas izquierdas que en el mundo son. Y aqué es

donde el debate se hace interminable, porque,en efecto, ¿cabe aplicar los mismos términosde derecha e izquierda a las formas políticasnacidas fuera de Europa? Perón, Nasser,Nehru o Sukarno ¿son de derechas o son deizquierdas? En la estela del artículo de Tarchi,

el escritor argentino Horacio Eichelbaum pidemayor apertura a la ciencia política y proponeempezar a leer las nuevas fronteras ideológicasen los siguientes términos: a un lado, los quedefienden las identidades colectivas, es decir,un objetivo que reúne tradición (un tópico dela derecha) y emancipación (un tópico de laizquierda); al otro, los que defienden el OneWorld   de la globalización económica bajobandera norteamericana, es decir, una posturaque al mismo tiempo abraza al capitalismo y aligualitarismo. Eso sí: Eichelbaum coincide enque los conceptos de derecha e izquierdasignifican ya bastante poco.

Citemos un último inquilino en esta casade citas: Gustavo Bueno, que en  El mito de laderecha  viene a proponer una interpretación

 vinculada a la perspectiva histórica. ¿Cuál es elmomento fundador de la modernidad política?La Revolución francesa, que significa el finaldel Antiguo Régimen. A partir de esta ruptura,es posible identificar como derecha a lospartidos, ideas o facciones que guardan más

 vínculos con el antiguo régimen que con larevolución, e inversamente, de izquierdas a losque guardan más lazos con la revolución quecon el antiguo régimen. Bueno precisa unacosa importante: en realidad es la izquierda laprimera que se define así y, en la mismaoperación, la que define a la derecha como tal.Porque la derecha, por su parte, no tenía

interés alguno en la etiqueta. En todo caso,guardemos esta perspectiva de Gustavo Buenoen la memoria, porque no deja de mantenerbastantes lazos con la tesis que aquídefendemos, a saber: que lo que define a laderecha y a la izquierda es la posición relativaque cada cual ocupa a lo largo del proceso dela modernidad.

© Fragmentos de  En busca de la derecha (perdida), de José Javier Esparza. Ed. Áltera, Madrid, 2005.

Page 27: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 27/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

27

Sobre las identidadespolíticas modernas: laizquierda según las tesis deCarl Schmitt

Héctor Ghiretti

1. Por qué la izquierda, por qué sólo laizquierda

Como es sabido, en el estudio de larealidad política comparecen tres elementosprincipales: en primer lugar, los hombres,

 verdadera causa material de la política, tantoen su carácter de protagonistas (políticos)como en su carácter de inspiradores(pensadores, estudiosos, ideólogos); ensegundo lugar, las instituciones, causa formalde la política, en su exuberantemente rica

 variedad; en tercer lugar, las ideas, tanto en susformas elementales, que permiten lacomprensión de lo político, como en susmanifestaciones proyectivas, doctrinarias o

ideológicas.Una atención sensiblemente menor han

recibido las entidades o elementos que no seajustan plenamente a algunas de las categoríasmencionadas. Se trata de formas intermedias,de frontera, de carácter híbrido o reacio a lasclasificaciones previas, y que plantean por logeneral un desafío adicional para el estudioso.Es el caso de los símbolos, que pareceríanencontrarse en una zona intermedia entre lasinstituciones y las ideas. No son institucionespuras, tampoco son meras ideas. Su caráctersintético, analógico y emotivo los hace pocoatractivos al paradigma racionalista de laciencia política moderna.

Otra cuestión que ha permanecidomayormente en la penumbra es la de lasidentidades, es decir formas personales deasumir posiciones ante la realidad política. Enépocas en que las relaciones personales con elmundo de la política respondían a un esquemasimple de gobernantes y gobernados, lasidentidades políticas no presentaban mayoresproblemas ni se constituían en un objeto de

estudio dotado de particular interés. Sinembargo, con el advenimiento de lamodernidad política, este esquema essometido a crítica e impugnación.

 A partir de la irrupción y consolidación delpensamiento democrático moderno, nosolamente entra en crisis —al menos en elplano de las representaciones del ordenpolítico— esta distinción fundante de lapolítica, sino que como efecto de la nuevasituación, aparecen identidades nuevas,complejas, que ya no se definen únicamentepor la posesión o el ejercicio del poderpolítico. Con el inicio de la era democrática sepone fin al consenso implícito sobre el que sesustentaba el orden político del Antiguo

Régimen, apenas quebrado por algunos casospuntuales de conflicto ideológico interno:aparecen personas con ideas de gobierno queno solamente no están en posesión del poderpolítico, sino que además, aspiran a estarlo. Apartir de este momento, empieza a coexistir enuna misma sociedad una diversidad de formasde autointerpretación de esa misma sociedad,que pugnan entre sí por imponerse. Elconflicto pasa a formar parte del sistema.

Con la Modernidad, la comprensión de lopolítico incorpora un elemento desconocidopara los antiguos o los medievales: aparece laideología, una construcción teórica integral,fundada en un aspecto particular del ordensocial, que aspira a encarnarse en la realidadpolítica y social, definiendo con ese fin unapraxis propia. La ideología se manifiesta endiversas formas coexistentes. La ideologíaenmascara o deforma la relación con larealidad política —sensiblemente menos

mediada y más directa— propia del saber delos clásicos. La ideología es el vehículoprincipal de las ideas en una sociedaddemocrática, una sociedad que no es capaz decomunicar a todos sus integrantes lascomplejas y delicadas razones del gobiernopolítico.

Las identidades políticas modernas son enbuena medida producto del dominio de lasideologías. Se trata de formas masivas, difusas

y sintéticas del pensamiento moderno. Pero loson sólo en parte, porque también secomponen de aspectos actitudinales, disponen

Page 28: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 28/86

Page 29: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 29/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

29

Preciso será evitar consideraciones críticassobre la capacidad del ilustre jurista alemánpara comprender la verdadera naturaleza de lopolítico: de lo que aquí se trata, más bien, esde observar en qué medida esta teoríamoderna sobre lo político nos sirve, en su

condición de desarrollo inserto en unhorizonte teórico común, para mejorar lacomprensión de uno de los arcanos delmodernidad política: la identidad de izquierda.

El concepto de lo político de Carl Schmittno se basa en una calidad particular deacciones humanas, sino que constituye másbien una definición relacional, es decir, elmodo en que son afectadas las accioneshumanas por una distinción de carácter

existencial. Esa distinción existencial es lafamosa dupla amigo-enemigo. Basado en unadistinción primigenia e insuperable que, comoel propio autor reconoce, enfrenta a un valor ya un disvalor, el conflicto se convierte en elprincipal discriminador entre lo que es políticoy aquello que no posee tal condición. A la vez,se constituye en un obstáculo que impide auna inquisición de lo político progresar másallá de la descripción fenoménica, sin poderavanzar hacia la identificación del valor uobjeto propios que persiguen las acciones quese reconocen como políticas.

Lo político, para Schmitt, es lo que serevela como lo socialmente conflictivo. Entanto términos o extremos de un binomioenfrentado y mutuamente excluyente quedefinen un conflicto, tanto la izquierda comola derecha encuentran comprensión ylegitimación plena en la teoría conflictiva de lopolítico. El pensador alemán concibe que la

plenitud de lo político se da en la relación (deconflicto) entre estados, siendo la diplomacia yla política exterior el ámbito por excelencia dela política. Sin embargo, reconoce que a partirde cierto momento de la historia europea seopera una transformación decisiva:

“La equivalencia “político” = “político-partidario” es posible desde el momento enque la idea de una unidad política (el“estado”), abarcante de todo y en condiciones

de relativizar a todos los partidos políticos ensu interior y en su conflictividad, pierde sufuerza, y como consecuencia de ello las

contraposiciones internas al estado adquierenmayor intensidad que la común contraposiciónen política exterior en el enfrentamiento conotro estado. Cuando en el interior de unestado las contradicciones entre los partidospolíticos se han convertido en “las”

contradicciones políticas toutcourt, entoncesse ha llegado al grado extremo de desarrollo dela “política interna”, o sea que se hantransformado en decisivos para el choquearmado no ya los reagrupamientos amigo-enemigo de política exterior, sino aquellosinternos al estado. La posibilidad real de lalucha, que debe estar siempre para que sepueda hablar de política, se refiere entoncesconsiguientemente, en razón de semejante“primacía de la política interna”, ya no a laguerra entre unidades nacionales organizadas(estados o imperios), sino más bien a la guerracivil”.

Esta última referencia no debería extrañar,teniendo en cuenta que sólo la hegemoníaaplastante de la publicística apologéticarevolucionaria ha impedido comprender yestudiar al acontecimiento histórico que dioorigen a la distinción políticaizquierda/derecha como el episodio unaauténtica guerra civil: de hecho, todo procesoauténticamente revolucionario lo es. Izquierday derecha no son sino las facciones resultantesdel proceso político iniciado 1789: laRevolución —guerra civil— Francesa.

La mutua dependencia, tanto en el ordenteórico como en el práctico, de su opuesto,hace que izquierda y derecha respondan a unaperspectiva esencialmente agonal de lopolítico, a una concepción política de carácter

conflictivo, en la que se busca la destruccióndel enemigo, y que las aleja definitivamente delpunto de vista clásico, el cual no ignora nidescuida este aspecto diferencial y propio delo político, pero lo considera como lo que es,un aspecto o momento de lo político.

Sería un error establecer una identidadplena e inmediata entre las dos parejas deopuestos, y considerar que laintercambiabilidad plena de la distinción

amigo-enemigo es similar a la deizquierdaderecha, tal como indirectamentepretenden quienes han afirmado, con Sartre,

Page 30: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 30/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

30

que se trata de “cajas vacías” que puedenalbergar cualquier contenido. Mientras queamigo y enemigo son términos reversibles (losenemigos son al menos, en cierto sentido,amigos entre sí; los amigos son enemigos parasus enemigos) en la distinción izquierda-

derecha existen una serie de creencias,actitudes y doctrinas que pertenecen a uno uotro término, sin que puedan intercambiarse.

Sin embargo, en su condición de vanguardia absoluta de la modernidad política,y como consecuencia de su hegemoníaideológica y cultural siempre creciente, laizquierda ha definido su condición de amistadoriginal, frente a la enemistad esencial de laderecha. Puede decirse que la izquierda reviste

este carácter de amistad original y fundante, alser encarnación del espíritu de los tiempos. Ala izquierda, a pesar de haber mantenidodurante todo el período la condición deagresor, no se le ha sido reconocido como talen la discusión política, inclinando el juiciocultural predominante en contra de suoponente, al punto de lograr, en no pocasocasiones, su criminalización.

La cuestión de la criminalización de la

derecha no puede extrañar: una tesis tandifundida y aceptada como la de GiovanniSartori —la izquierda como vertiente ética dela política— posee un corolario que apuntaclaramente en este sentido. Si la izquierda es la

 vertiente ética en la política, su adversario serápor fuerza la vertiente no-ética de la política.

 Teniendo en cuenta que se trata de unadistinción política, se constituye en un asuntode moralidad pública. Y entre la inmoralidadpública y el delito no hay prácticamente

distancias.3. La izquierda como voluntad de

supresión del conflicto

La pertinencia de la teoría conflictiva de lapolítica para comprender la distinciónizquierda-derecha se hace particularmenteincomprensible, o más bien invisible, a lostéoricos de la izquierda que se han esforzadopor explicarla o racionalizarla, aún cuando se

hayan planteado tal posibilidad. Estaautoincomprensión de la izquierda comoexpresión histórica y situada de unaconcepción conflictiva de lo político tiene su

motivo en que se asume a sí misma y a susconstrucciones ideológicas de carácterproyectivo como la solución de todo conflicto.

Si la izquierda pudiera insertarseteóricamente a sí misma en la concepciónconflictiva de lo político, debería asumir sucondición de parte, de facción, y conceder unacierta entidad positiva a su adversario, laderecha. El conflicto, así entendido, implicanecesariamente articulación y pluralidad delorden social. La izquierda es hostil al ordensocial (en cuanto que reproduce las relacionesde jerarquía y se define según formas deinclusión-exclusión), razón por la cual aspira aeliminar lo que pudiera resultar de lainteracción de estos órdenes, o sea, lo que

pudiese ser fuente de conflictos.La izquierda pretende liquidar todo

conflicto social, atacándolo en las raícesmismas, aún cuando apele al conflicto (esdecir, una repolitización de ámbitospreviamente neutrales o neutralizados,cuestión sobre la que se volverá) parasuprimirlo. Se trata de un conflictivismomoralizante, como bien ha advertido Schmitt:pretende terminar con todo conflicto,

mediante la confrontación y lucha con losprincipios esenciales del conflicto, que segúnla propia izquierda radican en el ordeninstitucional vigente y las diversas relacionesque ese orden configura.

 También Dalmacio Negro hareflexionado, desde otro punto de vista, sobrela voluntad izquierdista de supresión definitivadel conflicto, mostrándola como derivación desu “proyecto de moralización total de la

sociedad” y su corolario práctico de carácterintervencionista y, en último término,totalitario. Un asunto derivado de éste, quepondría directamente en cuestión la politicidadde la izquierda según la teoría conflictiva de lopolítico, es la naturaleza antipolítica de lapretensión de resolver definitivamente los“problemas políticos”: lo que Bertrand de

 Jouvenel ha denominado el mito de lasolución.

Para la izquierda, toda exclusión y relaciónjerárquica es en sí misma conflictiva, contieneel germen de la heteronomía, la marginación,la violencia y la opresión. De este modo, la

Page 31: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 31/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

31

izquierda sí puede ser explicada desde la teoríaconflictiva de lo político, pero la teoríaconflictiva de lo político no puede serexplicada ni comprendida plenamente desde laizquierda. Desde esta perspectiva, laincomprensión de la izquierda hacia lo político

deviene casi irremediable: no solamente esajena a la concepción clásica, sino también a lateoría conflictiva de la política.

 Tanto las proyecciones emancipadorascomo las formulaciones igualitarias de laizquierda pretenden suprimir el conflicto.

 Todas las ideologías adoptadas por laizquierda, desde las tesis de la soberaníapopular de 1789 hasta las sofisticadas teoríascríticas de la década de 1960, como responden

a la misma intención. A su vez, tanto ellibertarismo o el igualitarismo (pese a serideales convertibles, desde el punto de vistamoderno) elevados a máximos valores socialesy aplicados a la sociedad, produceninvariablemente consecuencias traumáticas,efectos no deseados y violencias de todo tipo.El orden social se estructura a partir dedesigualdades, jerarquías y vínculos dedependencia mutua.

4. La izquierda como oposión al ordenEsto, sin embargo, no quiere decir que la

izquierda oponga al conflicto una idea propiade orden. El conflicto no se termina con laimposición del orden. Como ya se ha visto,para la izquierda la realidad es justo locontrario: es precisamente el orden, en cuantoque totalidad dotada de partes, unidas porrelaciones de jerarquíasubordinación y deexclusión-inclusión, el origen de todo

conflicto. Esta tesis no puede extrañar, si seadvierte que constituye un principiofundamental del pensamiento de uno de losmás destacados precursores e inspiradores dela izquierda: Julien Freund ha explicado que“la originalidad de Rousseau se encuentra enque el conflicto comienza con la sociedadnaciente”.

Puede decirse que la idea de la izquierdacomo facción política opuesta al orden es una

concepción más bien propia de autores dederecha, pero también es cierto que aparece enautores que si bien no se identifican total yplenamente con el polo contrario, podrían ser

considerados, con argumentos suficientes,como de izquierda. Además, la tesis nosolamente no parece haber generado unarespuesta crítica por parte de pensadores oestudiosos de izquierda: en algunos casos, lasexplicaciones dadas por éstos remiten en

último término a esta idea.Sin embargo, la tesis de la izquierda como

oposición al orden (no sólo al ordenconstituido, real o vigente, sino también a laidea de orden) revela un posicionamiento deésta dentro del esquema amigo-enemigo muydiferente a la anteriormente descrita. Si, comoya se ha visto, la izquierda se define entérminos de amistad esencial, en razón de suidentificación plena con los principios de la

modernidad política, constituyéndose así en laexpresión política del espíritu del tiempo, aquíaparece como la enemistad esencial, y portanto provista de una politicidad plena yperfecta, de una condición genuinamentepolítica.

Esta afirmación merece una explicacióndetallada. En el esquema de Carl Schmitt, laoposición entre conflicto y orden es especulara la que enfrenta política y derecho. Conflicto

y política se identifican, así como lo hacenorden y derecho. Si esto es así, el término que,dentro de la expresión particular de laoposición amigo-enemigo que constituye ladistinción izquierda-derecha, expresa conmayor radicalidad la oposición al orden, es laizquierda. Asimismo, es el término que revisteun carácter más propiamente político, puestoque la derecha, en la medida en que seidentifica con el orden, aspira a poner fin alconflicto y pasa a tener una condición de

politicidad disminuida, respecto de laizquierda.

Esta cuestión sirve para volver sobre unaobjeción planteada a Schmitt por el célebrehistoriador Otto Brunner. Según Brunner,Schmitt afirma que su teoría política“individualizaría únicamente como carácterconceptual positivo al enemigo y no al amigo”.Schmitt replica que:

“El reproche de una pretendida primacíadel concepto de enemigo es, a su vez,demasiado genérico y estereotipado. Oculta elhecho de que la construcción de un concepto

Page 32: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 32/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

32

jurídico procede siempre, por necesidaddialéctica, de su negación. En la práctica,como en la teoría jurídica, la referencia a lanegación es algo por completo distinto queafirmar la “primacía” de lo que encarna el actode la negación. Un proceso, en cuanto

controversia jurídica, es pensable sólo si esnegado un derecho. La pena y el derechopenal presuponen no un hecho, sino un “no-hecho”. ¿Acaso esto significa una valoración“positiva” del “no-hecho”, y una “primacía”del delito?”.

Más allá de lo que pudiera entendersecomo “carácter conceptual positivo” (y lo quepudiera ocultarse en una posible traduccióndeficiente) o “primacía” (¿de qué carácter:

genoseológica u ontológica?), es evidente queSchmitt argumenta desde un marco teóricoque él mismo ha invalidado al autonomizar oenfrentar la política respecto del derecho y lamoral. Tal como ha afirmado el propio autor,la determinación de lo político no es un asuntode carácter normativo (de hecho no hay unorden o equilibrio que restaurar, como en elderecho o en la medicina: si el orden serestaura, como lo político cesa y da paso alderecho), sino existencial. El conflicto siemprees definido por el enemigo: el enemigoconstituye el término fundante de ladistinción, la causa primera del conflicto, la“positividad existencial” que genera laalineación y conduce a la lucha, la alteridad entérminos de facción hostil.

Para concluir sobre el particular, puededecirse que mientras los aspectos másexplícitos —es decir, los aspectosespecíficamente ideológicos, los proyectos de

cambio social de la izquierda— pretendeneliminar las luchas sociales (no importa concuántas posibilidades de éxito), dando razónindirecta a la idea de política como lucha, losaspectos implícitos o menos conocidos —esdecir, los relacionados con las actitudespropias de la izquierda— son plena ydirectamente explicados por la teoríaconflictiva de lo político.

5. Despolitización y Pan-politicismo

Se encuentran asimismo valiosasindicaciones para comprender la identidad deizquierda en lo que Carl Schmitt denomina el

carácter antipolítico del liberalismo. Existensobrados argumentos para defender la tesis dela identidad izquierdista del liberalismo, almenos durante un período determinado de lahistoria política europea: el liberalismo poneen marcha una campaña dirigida contra el

orden político y social imperante, al cualcombate mediante la fragmentación ynivelación de dicho orden jerárquicamenteestructurado.

Por otro lado, Schmitt compone el cuadrode contraposición de valores dominante en elsiglo XIX, generado por la interrelación entreel progresismo, el registro ético-económico delromanticismo y el desarrollo material. Seencuentran en él la libertad, el progreso y la

razón, aliados con la economía, la industria yla técnica, en el marco del parlamentarismo,contra el feudalismo, la reacción y la violencia,aliados tanto con el estado, la guerra y lapolítica como con la dictadura. No solamentees posible encontrar aquí al liberalismo, sino alamplio complejo ideológico de valores eideales conocido como la izquierda.

Incluso el registro moralizante delliberalismo (a partir de la contraposición entre

estado y sociedad, y, a la vez, elenfrentamiento coincidente entre lo político —como propio de lo estatal— y lo económico —como propio de lo social— para concluir enque la violencia y la irracionalidad seidentifican con el ámbito estatal-político y laconcordia, el progreso y la racionalidad seidentifican con el ámbito social-económico)observado agudamente por Schmitt, es unelemento fundamental de la identidad políticade izquierda.

Posteriormente, al encarnarse elliberalismo en el orden institucional y culturaleuropeo, la izquierda se moverá haciaideologías diferentes, más radicalizadas ydesarrolladas. Volviendo al carácterantipolítico del liberalismo, explica Schmittque:

“La cuestión es, sin embargo, si se puedeextraer una idea específicamente política del

concepto puro y consecuente del liberalismoindividualista. La respuesta es negativa. Enefecto, la negación de lo “político” que estácontenida en todo individualismo consecuente

Page 33: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 33/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

33

conduce más bien a una praxis política dedesconfianza con respecto a todas las fuerzaspolíticas y las formas de estado y la política”.

 Y remata, con particular agudeza: “por lotanto, no hay una política liberal en sí, sinouna crítica liberal de la política”. El liberalismoopera políticamente a través de lo que Schmittllama las neutralizaciones. Durante el sigloXIX, grandes segmentos de la vida política ysocial de las sociedades europeas o de origeneuropeo son relegadas al ámbito de decisiónindividual. Se desnuda a estas formas de vidade toda significación y peso político. Peroneutralización, para este autor, es ademássinónimo de especialización y aislamientototal. El liberalismo obra una despolitización

de los subsistemas sociales y de los mundos dela vida, reduciéndolos a la insignificancia osustrayéndolos de las decisiones del ordenpolítico.

Contra esta compartimentación ysegmentación del orden social, se levantaráuna nueva izquierda, una izquierda nacida alcalor de las primeras revoluciones y ya maduraa fines del siglo XIX. A partir de explicacionesideológicas que intentan dar razón de toda la

estructura social desde precisamente alguno delos subsistemas en juego, esta izquierda intentala demolición de esa constelación de universoscerrados entre sí (inaugurando, en un ciclohistórico extenso, la hostilidad manifiesta delas nuevas formas de izquierda —nuevas

 vanguardias— contra las anteriores —antiguas vanguardias—), a través de la crítica de lasrelaciones de dominación y sojuzgamiento quese ocultan bajo las relaciones de cada uno deellos, y mediante una acción política que

procura demoler dichas relaciones y configurarla realidad según sus principioscríticoideológicos.

La nueva izquierda, por tanto, procede auna repolitización de las esferas sustraídas alorden político, pero lo hace en un sentidoconflictivo, es decir, las desneutraliza. Así, estanueva politización se opera de un modoesencialmente deficiente: no se trata de unarevertebración del orden político como marco

arquitectónico de la vida social, sino de unaconflictivización de los diversos subsistemas.El antiguo ámbito de convivencia se ha

perdido y no se puede reconstruir, porque nose hace por vía de integración o desubordinaciones consecutivas, como exigiríauna concepción clásica de la política.

De este modo, aparecen las dos formasposibles de la praxis política de izquierdas: ladespolitización y el pan-politicismo. Latendencia a la despolitización es propia de laizquierda libertaria, puesto que tiende a liberaro independizar las relaciones sociales de la

 vinculación con la política, conduciendo portanto a una reducción progresiva del ámbitode lo político. La izquierda igualitaria,contrariamente, necesita politizar todo, ya quecualquier desigualdad u orden parcial pone enpeligro su ideal social elevado a máximo

criterio de orden. Todo es materia politizable,porque sólo el control sobre la totalidad puedeasegurar la igualdad buscada. Como explica

 Antonio Carlos Pereira-Menaut, tanto ladespolitización como el pan-politicismo sonformas antipolíticas.

6. El espacio como dimensión política y simbólica

Otros aspectos que Schmitt desarrolla ensu explicación de lo político alejan a la

izquierda de dicha concepción. En estesentido, es preciso precaverse contra un juegode apariencias que parecería establecerevidentes coincidencias entre la izquierda y lateoría conflictiva de lo político. Es sabido quela idea schmittiana de lo político descansasobre una decidida y explícita concepciónespacialista. Para Schmitt el orden político es,ante todo y fundamentalmente, un ordenespacial: el espacio es sinónimo del ser y de las

formas, mientras que el tiempo es el no-ser yel vacío. Schmitt piensa que el espacio es laimagen de nuestro poder, mientras que eltiempo lo es de nuestra impotencia.

Parecería a primera vista evidente que elsimbolismo espacial que adopta la identidadpolítica de izquierda se inserta perfectamentedentro de una perspectiva espacialista de lapolítica como la de Carl Schmitt. Sin embargo,este simbolismo de la izquierda no es

expresión de un aprecio por la dimensiónespacial de lo político. En primer lugar,porque la izquierda, como se ha vistopreviamente, se define esencialmente por

Page 34: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 34/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

34

oposición a todo orden constituido. Así, sitodo orden político es por definición espacial,la izquierda se sitúa contra el orden y porextensión contra el espacio.

En segundo lugar, bajando del planoactitudinal al ideológico, la izquierda se revelaespecíficamente como antiespacial, en cuantoque rechaza la pluralidad de órdenes políticosy/o sociales y se asume como utópica (loutópico es —conviene recordarlo— aquelloque no tiene lugar). Es esencialmente hostil alconcepto de nomos, tanto en su acepción demedida, como al correlativo de toma de latierra. La izquierda como categoría se distanciaasimismo de la política en el sentido en queésta última constituye una dimensión

específica del tener.En tercer lugar, si se atiende a la cuestión

específicamente simbólica, se advierte quedentro de la simbología espacial tradicional, laizquierda es el término subordinado yjerárquicamente inferior dentro del binomioque constituye con la derecha. La derecha es elespacio simbólico por excelencia, la categoríasimbólica que tradicionalmente representa alpoder. La izquierda, en cambio, representa lo

que se opone o está subordinado al poder. Dealgún modo, tomar partido por la izquierdaimplica tomar partido contra el poder, suespacialidad y su simbolismo específico.

De todos modos, la adopción de unacategoría espacial demuestra, por víaciertamente inesperada, la vecindad einterrelación entre nomos y logos, señaladapor el pensador alemán: el conjunto decreencias, doctrinas y actitudes referidos a lo

político es definido por un lugar común ydelimitado, un espacio donde tienen acogida,se articulan y limitan internamente. A la vez,como el nomos en cuanto que orden yposición, “lleva aparejado un orden delespacio con dos orientaciones: una hacia elexterior y otra hacia el interior” 35, laizquierda como nomos ideológico define suspropios límites externos, dando así lugar alorden espacial-ideológico al que reconocecomo diverso y opuesto: la derecha.

Sería sin embargo un error pensar que laantiespacialidad de la izquierda es, siguiendo lalógica de las contraposiciones de Schmitt, el

revés de una categoría política que se expresaen términos temporales, que hace del tiemposu dimensión propia. Las relaciones entre laizquierda política y el tiempo son complejas, ysería necesario realizar un extenso desarrollosobre la cuestión. Baste señalar, en primer

lugar, que en cuanto que orden, el tiempotambién deviene una categoría hostil a laizquierda. Por otra parte, en cuanto quenegación o rechazo de la realidad política

 vigente, la izquierda se define contra elpresente y contra el pasado, en cuanto quepermanencia y supervivencia en el tiempo.Esto quiere decir que la izquierda tomapartido por el futuro, en contraposición alpasado y al presente. Y el futuro es, como sesabe, el tiempo que posee menor entidad“real”.

En tercer lugar, en términos de praxispolítica, la izquierda tiende a la inmediatez, alno comprender la distensión temporal y elritmo del cambio propio de lo político osocial: es lo que el pensador marxista

 Wolfgang Härich ha denominado laimpaciencia revolucionaria. Asimismo, laizquierda alienta la pretensión de undinamismo social continuo, que evite lascristalizaciones y solidificaciones propias de unorden social. Un movimiento sin reposo niregularidad impide toda forma deconmensuración temporal y por tanto, todaapreciación del tiempo.

7. Perspectivas

En el presente trabajo se han estudiado lasrelaciones más notorias y evidentes entre lateoría schmittana de lo político y uno de los

términos de la distinción izquierda-derecha. Sehan omitido cuestiones sumamenteinteresantes de esta vinculación, de los quecabe mencionar tres en particular: en primerlugar, los aspectos ético-moralizantes que CarlSchmitt observa en las ideologías de lamodernidad revolucionaria y post-revolucionaria, y su relación con la economía;en segundo lugar, las afirmaciones delpensador alemán en lo que respecta a lasantropologías subyacentes a las ideologías

modernas, que sirven para interpretar ycomprender las tesis explicativas de laizquierda que observan en ella una concepción

Page 35: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 35/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

35

positiva y optimista del hombre; en tercerlugar, la incidencia del universalismohumanitarista en la idea contemporánea de lapolítica.

 Aún así, se trata de una exploraciónlimitada a la izquierda, que deberíacompletarse con un estudio similar sobre laidentidad de derecha. Una investigación eneste sentido serviría para arrojar luz nosolamente sobre el carácter derechista que seha atribuido al pensamiento de Schmitt, sinotambién para comprender el creciente interésque ha despertado entre los autores deizquierda. La acogida de las tesis de Schmittpor parte de la izquierda es un capítulo de laciencia política que aún no está cerrado, pero

que ya posee un fuerte atractivo por lo quepudiera revelar. Puede verse entre los autoresde izquierda un espectro de actitudes que vandesde un rechazo cercano a lo histérico hastauna fascinación que recuerda la capacidadhipnótica que se les atribuye a algunosanimales cazadores sobre sus presas.

Finalmente, la investigación sobre ladistinción entre izquierda y derecha podríaextenderse a otras obras del célebre jurista

alemán. ¿En qué medida la eliminación delímites y líneas divisorias entre política yguerra, operada por Carl Schmitt en suConcepto de lo político, no permite a su tesissobre la guerra moderna que se encuentra enla Teoría del partisano, invadir un territorioantes confinado? ¿Qué impide ver en elpartisano un perfil no ya del combatientemoderno, sino del ciudadano en la sociedaddemocrática o del político actual? ¿Quédistancias separan a las facciones enfrentadas

en una guerra civil de los partidos políticos enlas democracias modernas?

Es asimismo posible extraer leccionessobre la evolución y configuración histórica dela identidad de izquierda de su Romanticismopolítico, en lo que este movimiento tiene dereacción contra y continuidad con laIlustración revolucionaria. En cualquier caso,Carl Schmitt pertenece a esa categoría depensadores políticos fuertes que tanto admira

y que amenazan con sus revelaciones lasilusorias pretensiones de seguridad en las que

se refugian los hombres en todo tiempo ylugar:

“Puesto que tienen a menudo en cuenta laesencialidad concreta de un enemigo posible,estos pensadores políticos revelan a menúdoun tipo de realismo capaz de intimidar a loshombres necesitados de seguridad. Sin quererresolver el problema de las peculiaridadesnaturales del hombre, sí se puede decir que loshombres en general, al menos mientras lascosas vayan bien o de un modo pasable, amanla ilusión de una paz sin amenazas y no tolerana los “pesimistas”. No es por ello difícil a losadversarios políticos de una teoría políticadeclarar hors-la-loi, en nombre de algún sectorautónomo de la realidad, al conocimiento y la

descripción lúcida de fenómenos y de verdades políticas, señalándolo precisamentecomo no moral, no económico, no científico ysobre todo —puesto que esto es lo que cuentapolíticamente— como algo diabólico, quedebe ser combatido”39.

© Anuario Filosófico, XL/1 (2007), 149-173.

Page 36: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 36/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

36

Izquierda y derecha enpolítica

 Angel Rodríguez Kauth

Los conceptos de izquierda y derecha -nacidos con la Revolución Francesa- comoanalizadores de la posición política, luego dedos siglos han caído en una franca confusiónde sus referentes. Tanto la izquierdatradicional, que pretende moderar su discursopara ser aceptable por los sectores medios yaltos del electorado, como la derecha histórica

que ha lavado sus textos en una suerte depopulismo para lograr adeptos entre elproletariado. La contemporaneidad puedeobservar de qué manera se están traslapandolos discursos y se hace muy difícil poderdiscernir quien está a la diestra de quien, a lapar que la clásica siniestra se ha mimetizadocon los discursos de la derecha.

1. La confusion de las ideas en lamiseria de las ideas

En una rápida y breve historia de laparticipación política, es posible señalar qué,en el Antiguo Régimen, el número de personasque procuraban ocupar el poder político o, almenos orientarlo, estaba limitado a los círculospalaciegos. Desde de la Revolución Francesano cesa de aumentar el número de personasque pretenden designar a los gobernantes ydeterminar lo que sea el bien común. Elproceso de crecimiento culmina en el primer

cuarto del siglo XX con el permanente accesode las masas a la política. Se trató de unaparticipación alterada por las manipulacionesde la opinión y por las técnicas representativas,muchas veces engañadoras; pero, estafadas ono, las sociedades se politizaron, es decir, sefragmentaron en posiciones colectivas ante lacosa pública. Incluso, los más alejados delágora, en su intimidad, toman partido. En laactualidad se observa una paradoja, mientras lainmensa masa de la población considera a la

participación política como una perversión,ocurre un hecho paradojalmente curioso. Anteposibles elecciones abiertas o, con el "sistema

de lemas", presentan su candidatura hasta unode cada 30 ciudadanos en condiciones deinscribirse (1). 

Recordando una cita de C. Marx (1847),que dice: "... que mientras en la vida vulgar ycorriente todo tendero sabe perfectamente distinguirentre lo que alguien dice ser y lo que realmente es,nuestra historiografía no ha logrado todavía penetraren un conocimiento tan trivial como éste. Cree a cadaépoca por su palabra, por lo que ella dice acerca de símisma y lo que se figura ser ". En la actualidad, nosólo la historiografía cae en ese dislate deingenuidad intelectual, sino que también lohacen los pueblos y los politólogos (2). 

Para estimular adhesiones, los partidosafirman valores propios, a la vez que se losniegan a sus adversarios. Los respectivosportavoces y clientelas multiplican lasconsignas de los líderes, tanto estas seancríticas o apologéticas. En el último tercio delsiglo XX fue difícil encontrar un ciudadanooccidental que no contemple su políticanacional como un enfrentamiento de valores ycontravalores, o sea, en términos morales debuenos y malos, una relación de antagonismoy agonismo. Ese talante tan generalizado, y no

carente de fundamento, afecta también a lospolitólogos, que tienden a explicar ladicotomía derecha e izquierda con tácitos oexpresos juicios de valor, por ejemplo, elcomunismo es terror, el capitalismo esexplotación. Asimismo, tanto para losdefinidos como de "derechas", como para losdel anodino "centro", las izquierdas sonmaterialistas y ellos son idealistas. Lo mismoocurre a la inversa. Y ambos tienen razón, laizquierda es materialista por definición,

aunque no por ello sus planteos no esténrebalsados de utopías. De la misma manera, laderecha puede ser definida como idealista apartir de su asociación con poderessobrenaturales, aunque a nadie en su sanojuicio le costaría reconocer que elpragmatismo con que se rodea no es unaforma de expresión materialista en el orden dela generación de bienes financieros yeconómicos. Es decir, derechas e izquierdas

no tienen la exclusión de los atributos"idealista" y "materialista", en tanto y cuantocualquiera de las dos expresiones políticashacen uso -y abuso- de tales características y,

Page 37: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 37/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

37

además, todo depende de cómo sean definidaspreviamente, ya que cada uno de esosatributos pueden ser leídos de diferentemanera por distintos filósofos políticos.

 A fin de poder enfocar el tema desde unaperspectiva no ya neutral (3), sino solo conpretensión empírica, hay que proceder a una"metanoia" intelectual, a una renuncia a lossentimientos habituales y a los prejuiciosarraigados a fin de interpretar los datos yelaborar una tipología política estrictamenteracional. Hay, en suma, que situarse en unnivel cero de emotividad y partidismo. Si no selogra el giro mental de considerarsemetódicamente sin compromiso, seráimposible abordar la delimitación de la

derecha y de la izquierda políticas sin caer enalguna forma de loa o de diatriba. ¿Cómocaracterizaría hoy a la derecha y a la izquierdaun puro logos desencarnado, científico?. Esaes la ardua meta intelectual.

El siglo XXI encuentra al mundo en un vacío de ideas, y no como consecuencia de laspredicciones de Fukuyama (1990). Es quepareciera que las ideas se han convertido enmiserables. Hechos y no palabras , pareciera ser la

consigna del momento. No se sabe muy biensi lo que impera es la ideología de la miseria(Proudhon, 1846), o la miseria de lasideologías (Marx, 1847).

2. Origen ocasional

La derecha y la izquierda, generalmentereferidas a la orientación de la mano, sontérminos anatómicos de gran precisión, puestoque el punto de referencia, que es el cuerpo,permanece en una posición determinada.

Cuando afirmamos de alguien que es diestro ozurdo no hay duda alguna acerca delsignificado. Cuando la acepción es trasladada aotros ámbitos significativos, la derecha y laizquierda pierden su valor absoluto, seconvierten en nociones relativas al observador.

 Así se produce la clásica tergiversación del viandante que pregunta por una dirección, y suinterlocutor frontal califica como derecha loque para el demandante es todo lo contrario,

porque es un lugar situado a su izquierda. Lageografía desecha una terminología tanconfusa y la sustituye por la más precisa de lospuntos cardinales.

La distinción entre izquierdas y derechasse aplicó, por primera vez a la política, en laFrancia revolucionaria. La AsambleaConstituyente, inició sus trabajos en 1792. Losdiputados se hallaban divididos en dos gruposenfrentados: el de la Gironda, que se situó a la

derecha del Presidente, y el de la Montaña, quese situó a la izquierda. En el centro tomóasiento una masa indiferenciada a la que sedesignó como el Llano -o la Marisma-. Losgirondinos deseaban restaurar la legalidad y elorden monárquico, mientras que La Montañapropugnaba un estado revolucionario, el cual,después de anular a los girondinos,desembocaría en lo que se conoció -lamentablemente, aunque con justicia- comoel Terror . Así se produjo una identificación dela izquierda con la radicalizaciónrevolucionaria que, al grito de "Libertad,Igualdad y Fraternidad", desencadenaría unaetapa de utopías y ferocidad que sólo lograríadetener el golpe de Estado de Bonaparte. Losimplacables Robespierre, Danton y Maratfueron los caudillos y los definidores delprimer partido político francés que se situó ala izquierda.

3. Significacion equivoca

Dos siglos transcurrieron desde laConvención hasta hoy y, sin embargo, ni laderecha ni la izquierda política logran dotarsede contenidos pragmáticos continuos yrelativamente estables. Por ejemplo, losliberales eran la izquierda en tiempos deOrganización Nacional, y son la derecha entiempos del menemismo. En Europa, laderecha era nacionalista hasta la II GuerraMundial; pero poco después creó la Unión

Europea, máximo exponente contemporáneode la superación del Estado nacional. Objetivoéste último auspiciado desde el siglo XIX porel internacionalismo socialista, aunque llegadoel momento no participó de los fastos decreación de tal organización transnacional.

La historia política muestra que losprogramas de la derecha y de la izquierdaevolucionan de manera rotunda y, a veces,errática. Quizás el caso más elocuente sea la

actual adhesión a la economía de mercado porparte de los contemporáneos comunismosreciclados, antes prototipos del

Page 38: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 38/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

38

intervencionismo estatal absoluto hasta llegar aconvertirse en un capitalismo de Estado en laex Unión Soviética.

Una evolución más lenta, pero paralela,fue la de las socialdemocracias desde laescisión de la Internacional Socialista. Sin salirde los límites de un país como Gran Bretaña,la izquierda laborista del estatista Premier

 Attlee, apenas sería reconocible en el actualgobierno del privatista Blair: el socialismo deéste hubiera sido considerado derechista hacesólo medio siglo. El peronismo, en Argentina,fue estatista -aunque derechista- de la mano dePerón, aunque en la actualidad alcanzó lacumbre -con la conducción del menemismo-de las privatizaciones. Es evidente, entonces, si

abundáramos en más ejemplos obvios, que loscambios copernicanos de programas políticosno conocen fronteras. La derecha y laizquierda políticas carecen de contenidoestable a escala universal y también nacional;son tan relativas como en geometría. Otroejemplo. Durante la Cumbre de laInternacional Socialista (¿ ?) realizada enBuenos Aires -junio de 1999- se tuvooportunidad de asistir, atónitamente, a ladefinición, por parte de variados líderessocialdemócratas, de la "tercera vía" propuestatanto por el laborismo británico y lossocialismos francés y alemán, como que "...apoyamos una economía de mercado, no una sociedadde mercado", es decir, una disociación -economía y sociedad, a la cual M. Weber(1944) no las veía como separadas- difícil decomprender más allá de la retórica fácil de losdiscursos huecos. Y más difícil aún,proviniendo de dirigentes de la

socialdemocracia internacional, que si biennunca se han mostrado como revolucionariosplenos, al menos han sido tibiamenteprogresistas.

Los dinamismos, a veces pendulares, delos programas partidistas impiden unacaracterización general de la derecha y laizquierda; su descripción ha de ser coyunturalpara un lugar y un tiempo. Tal historicismoinutiliza a los términos como permanentes

categorías politológicas.En suma, la distinción entre derechas e

izquierdas políticas es más histórica que lógica

y, consecuentemente, tiene un valor nominal,un contenido cambiante, una significaciónocasional, y no es una terminologíahermenéutica invariable para exponer lahistoria de la teoría y de la praxis políticas, nisiquiera en la edad contemporánea.

4. El complejo de inferioridad

En numerosas lenguas el vocablo quedesigna a la izquierda anatómica ha padecidoconnotaciones negativas. Hay culturas dondela mano izquierda está reservada paramenesteres indignos. La condición de zurdoha sido considerada como una anomalía y unapresunción axiológicamente desfavorable. Eltérmino latino siniestro adquiere en la prosacontemporánea una significación moralmentenegativa, que es la preferentemente heredadapor algunas lenguas romances y entre ellas,por el español, donde prevalece la acepción deperverso, oculto, para lo siniestro (Falcón,1997); quizás sea esa la razón de que se fueraimponiendo el eufemismo "izquierda".

 A pesar de tan adversa tradiciónsemántica, los posthegelianos reivindicaron sucondición de izquierdistas. Y en Francia, losherederos de la Revolución procedieron a una

progresiva dignificación del izquierdismo: "lagauche divine", tarea a la que se incorporarondiferentes socialismos, incluido el marxista. Enla guerra de las palabras y de las ideologías, losautodenominados "progresistas" descalifican alos tachados de derechistas comoreaccionarios, defensores de privilegiosinicuos, y adversarios de la justicia social.Llegados a este extremo, cercano a lo satánico,algunos acusados empezaron a rechazar la

condición de derechistas para adoptar otrasdenominaciones -aún no totalmentedesprestigiadas- por la ofensiva retórica de susadversarios: conservadores, populistas,democristianos, centristas, etc.

 Así se ha llegado a la situación actual, quees la desaparición de la denominación"derecha" en la nomenclatura de los partidospolíticos. Pero la cuestión no es sólo nominal:el complejo de inferioridad moral que los

socialismos consiguieron inocular a susoponentes llevó a estos a posicionesizquierdistas en lo que consideraron marginal

Page 39: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 39/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

39

al modelo de libre mercado, como en el planode la cultura exquisita.

De tal forma se ha arribado a la paradójicasituación actual: hay centro, izquierda yextrema izquierda; pero nadie se dice dederecha. Esto es una especie de hemiplejíapolítica. Y, además, aparece la paranoica huidade los liberales hacia un supuesto centro paraescapar de la proscripción verbal dictada desdela izquierda. Una primera aproximación a ladefinición de la derecha sería la posiciónpolítica en la que nadie quiere ser situado.Claro que si esta fase dialéctica concluyera conla total desaparición de la derecha nominal,empezaría otra similar contra el centrismocomo derecha vergonzante o encubierta. Es la

humillación de cambios de nombre,hipocresías, enmascaramientos, concesiones yentregas a que se condenan quienes padecenesto que se puede definir como complejo deinferioridad política de identificación.

Es posible ilustrar esto en la Argentinaactual -1999- dónde con un gobierno -menemismo- extremadamente liberal en loeconómico y con un absoluto corrimiento delEstado de su obligaciones legales (Rodriguez

Kauth, Del Estado...), no exista organizaciónpolítica alguna que se defina como de derecha.Ni aun la del propio ex Ministro D. Cavallo,quien fue el numen de las privatizacionesdurante su gestión como funcionario delmenemismo.

5. Una lectura comparativa

 A pesar del escepticismo de muchospolitólogos tanto los periodistas como lospolíticos siguen utilizando la vieja distinción

de izquierdas y derechas. Resulta difícil pensarque todos manejen un comodín equívoco, entodo caso, lo que utilizan es una reducciónsimplista; ya que se trata de términos relativos,y por lo tanto, históricos. Tanto las derechascomo las izquierdas no han mantenido uncontenido unívoco y estable. Ha sido superadala distinción entre las derechas e izquierdas de1850, de 1900 o de 1950; pero, con significadodistinto, subsisten en el año 2000.

Periódicamente aparecen ensayos paradelimitar los campos e -incluso- para salvar loscontenidos de algún tiempo pasado.

 Asimismo, Del Río (1999) considera que en las

dos últimas décadas la distinción entrederechas e izquierdas políticas se ha vistocomplicada en lo que se refiere a políticasgubernamentales. La izquierda como campopolítico, social e ideológico está más viva enFrancia que en España o Alemania.

 A continuación, intentaré desarrollar unasuerte de diferenciación de ambos espectros ycómo los mismos terminan por confundirse.

a) Desde una caracterización racional, laizquierda sería un paradigma racionalista;mientras que la derecha se ubicaría del margenpragmático. Esto se apoya en que, desde Marx,la producción teórica de la izquierda ha sidomucho más voluminosa y compartida pormayor número de intelectuales que la de laderecha, a la cual se la puede considerar pobrede contenidos ideacionales. Pero, una mayormasa de bibliografía y de académicos noimplica necesariamente mayor densidadracional.

Las derechas, en sus diversas versiones,siempre han contado con doctrinariosbásicamente racionalizadores. Un ejemplo deesto último ha sido A. Smith (1784).

Se suele argumentar en contra de lasuperioridad racional de la izquierda que,durante la época de dominación comunista enMoscú, la producción intelectual surgida de losespacios geográficos dominados por aquellos,fue simplemente una retahíla de obsecuencias.Sin embargo, esto carece de valor cuando sepiensa en autores marxistas críticos quellevaron adelante una prolífica obra deesclarecimiento político y social no dogmático.Caso semejante ocurre con los panegiristas de

la derecha durante sus "reinados" (p. ej.: K.Schmitt en Alemania y B. Croce en Italia).

b) También se ha sostenido lo contrario, osea, que la izquierda se ha desarrollado sobrela emotividad, y la derecha sobre laracionalidad. Esta interpretación se apoya en elhecho de que las políticas igualitarias delsocialismo arraigan en la envidia y hasta en elresentimiento, mientras que -sostiene laderecha- la meritocracia se fundamenta en algo

tan razonable como la jerarquización de valores. Pero esta exégesis explica únicamenteuna etapa, no todas. El liberalismo, que fue la

Page 40: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 40/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

40

izquierda a mediados del siglo XIX, era unaconstrucción teórica, que no se fundaba endemagogias emotivas; en cambio, aquélladerecha confesional de la época se sostenía ensentimientos religiosos.

c) Una variante de esta distinción formal,que ya deja de ser tal pues se presenta cargadade contenidos, es la que identifica a la derechacon fideísmo y confesionalismo, y a laizquierda con secularismo y laicismo. Segúnesta clave, Aristóteles, que no creía en ningunareligión, sería un doctrinario izquierdista. Peroes que, además, siempre ha existido unaderecha agnóstica: en Francia la que arrancadel positivismo comtiano y pasa por Maurras;en España la de tantos moderados como Mon,

Giner, Costa u Ortega; en Argentina L.Lugones sería el paradigma de tal fenómeno.En cambio, existe una izquierda mitológicacomo la jacobina que implanta el culto a ladiosa razón, entronizada solemnemente en lacatedral de París, o como el marxismo que seconvierte en nueva fe con su libro revelado, suprofeta, sus fanáticos, sus autores prohibidos,sus iconos, sus misioneros, sus anatemas, susautos de fe e incluso su cuerpo incorrupto. Lasguerras de religión, que subsisten ya no en laIndia o Líbano, sino en los inmediatosBalcanes ¿serían sólo entre derechistas?. Esabsurdo afirmarlo. La apelación política a lodivino se remonta a los orígenes de laHumanidad y, la experiencia, demuestra quehay derechistas e izquierdistas incrédulos ycreyentes. Que una parte de la izquierdapolítica contemporánea fuera laica no permitela generalización, ya que, por ejemplo,Latinoamérica observa absorta los coqueteos

de la izquierda con la llamada teología de laliberación, como una estrategia oportunista  derecuperar espacios perdidos entre las masas(Ferrater Mora, 1971, Rodriguez Kauth, 1993).

d) Otra variante de la distinción formal esidentificar a la izquierda con la utopía y a laderecha con el realismo. Si por utopía seentiende lo absolutamente imposible, laconnotación será negativa y descalificadora,puesto que la política es el arte de lo realizable.

Pero si por utópico se entiende unaorientación ideal al que efectivamente cabeaproximarse, los hechos no confirman que lasderechas políticas hayan carecido de ideales,

más bien al contrario, aunque los mismos nosean -para mí- valiosos. Por ejemplo, lasderechas confesionales, se han propuestometas morales cuyo término, por definición, esun bien sumo al que cabe acercarse sinrebasarlo jamás. En todo objetivo ético hay un

extremo que funciona como un límite, esdecir, como un punto que está siempre másallá de todos los de la serie infinita a la quepertenece. Si bien es cierto, los idealismos noson monopolio de la izquierda ni de la derechapolítica, sin embargo, se puede afirmar que laizquierda levanta ideales altruistas y desolidaridad que no se encuentran en losidearios de la derecha, por la sencilla razón deque ésta es egoísta y eminentementepragmática.

6. Una lectura desde la moral

La práctica usual de caracterización de laderecha y la izquierda consiste en adscribirles -como es obvio- valores diferentes. Resulta casiimposible alejarse de esta recurrenciajudicativa a ser considerado mejor que el otro,ya que es consubstancial al quehacer político.Pero tal metodología axiológica no es neutral,debido a que los valores se ordenan

jerárquicamente, e inclinarse a favor de unossuele implicar la afirmación de unasuperioridad o inferioridad con respecto a losde la orientación contraria. Además, cada valorenfrenta a su opuesto y, adjudicar uno positivosugiere carencias en quien no lo posee. En fin,los valores afectados en este caso sonfundamentalmente morales y les esconsubstancial la gradación que va desde loóptimo hasta lo pésimo pasando por lo mejor,lo bueno, lo mediocre, lo malo y lo peor. Suele

ocurrir que caracterizar a las corrientespolíticas según sus contenidos axiológicos esabandonar la neutralidad para incidir en ladiatriba o la loa, ya tácitas, ya expresas.

a) Es un lugar común que el valorpredominante de la izquierda sería la igualdad,mientras que en la derecha primaría lajerarquía. Esto es una traslapación de posturasque contraponen otro par de valores, el de lalibertad y el del orden.

La igualdad de los individuos humanos noes un ideal, ni siquiera una utopía, es unafalsedad puesto que no hay dos hombres

Page 41: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 41/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

41

idénticos ni biológica, ni intelectual, ni moral,ni técnicamente. Sólo es factible la igualdad deoportunidades; pero este objetivo, que tiende asuperar discriminaciones injustificadas yocasionales, es un lugar común de losprogramas partidarios. La pretensión

izquierdista de encarnar la demanda deigualdad de oportunidades es tan carente defundamento objetivo como la de monopolizarel calificativo de "progresista", según la antiguaretórica soviética. En una arenga o en unartículo partidista tales manipulaciones dellenguaje suelen ser consideradas comocorruptelas tolerables; pero a nivel teórico no.La igualdad de oportunidades no la nieganadie. Otra cosa es la dificultad de imponerla acausa de la intrínseca historicidad delindividuo humano y la imposibilidad de anularla temporalidad y espacialidad en que seencuentra todo lo materialmente concreto.

Por otro lado, la igualdad deoportunidades no se produceespontáneamente, ha de ser impuesta, y taldecisión requiere un poder, o sea, jerarquía.No sólo no hay contraposición efectiva entrelibertad y jerarquía, sino que ésta es condiciónde aquélla. Y en el fondo aparece la inevitableautoapología. Unos valores son estimadoscomo superiores a otros, y situarse en talcampo suele equivaler a elogio y crítica. Elsometimiento a una jerarquía no esinicialmente grato, mientras que la afirmaciónde la igualdad entraña cierto narcisismo.

 Y los datos históricos no corroboran estainterpretación. La primera izquierdapropiamente dicha, la de la revoluciónfrancesa, no cesó de atribuirse la búsqueda de

la igualdad; pero dio lugar a la dictadura de ungrupo de los privilegiados jacobinos. Y elpresunto salvador de la revolución que sedevoraba a si misma, Napoleón, creó lasuntuosa aristocracia familiar y militar delImperio en la Francia metropolitana y en lasnaciones vencidas: reyes, príncipes, grandesduques, y títulos innumerables. Un abismo dedesigualdad separaba al pueblo de las nuevasaristocracias revolucionarias. Similar fue el

curso de la revolución soviética: al grito deigualdad se constituyeron, en Rusia y en lospaíses satélites, la "nueva clase" y la"nomenklatura", tan alejadas de las bases

como la nobleza zarista. Y al liquidarse laUnión Soviética, esa clase privilegiada hasobrevivido, aún más enriquecida, gracias alcorrupto proceso de privatización de empresaspúblicas. La potencia que Lenin condenó porexplotadora de los trabajadores, los Estados

Unidos, ¿no ha engendrado más desigualdadreal que la que existía?. Una cosa es lo que sepredica y otra lo que efectivamente se hace.Clasificar a los movimientos políticos por susdeclaraciones programáticas o sus consignaspropagandísticas es un ingenuo criterionominal, no sociológico ni político.

b) Transportar la oposición derecha-izquierda a los valores de libertad-igualdadtampoco resulta esclarecedor porque ni los

datos históricos, ni el análisis teóricoconfirman tal contraste. La derechacontrarrevolucionaria del siglo XIX era másbien absolutista, mientras que la izquierda eralibertaria y enarbolaba, sobre todo, el primertérmino de la famosa trilogía de 1789.

 Tampoco el análisis conceptual confirmael supuesto contraste, porque libertad eigualdad no se oponen: existen liberalesigualitarios y no igualitarios, del mismo modo

que hay demócratas igualitarios y autoritarios(ejemplo de estos últimos fue el socialismoreal). La igualdad es un valor relativo quesupone una previa estratificación, mientras quela libertad es un valor absoluto referible acualquier nivel social; no se oponen, niexcluyen, sino que son compatibles ycomplementarios.

c) Cruzando el plano ético con elhistórico, se ha dicho que la derecha y la

izquierda representarían dos actitudes ante lajusticia. Aquélla pretendería conservar lo justoya obtenido, mientras que ésta siempre trataríade avanzar hacia cotas más altas de justicia.Esta interpretación no está respaldada por laexperiencia. La izquierda de la revoluciónfrancesa empezó aniquilando el ordenestablecido, lo que desembocó no solamenteen anarquía sino -lo que es peor- en injusticias.No fue diferente la revolución soviética.Posiblemente, la meta era más justicia; pero la

realidad fue la contraria.d) Exagerando el panegírico, se ha

afirmado que la derecha es el egoísmo

Page 42: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 42/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

42

interesado y la izquierda el altruismofilantrópico. Pero tal interpretación no es unacaracterización, sino una dogmáticadescalificación de la derecha, ya que elaltruismo es socialmente el bien, mientras queel egoísmo es el mal. Un examen sereno de la

historia contemporánea de Europa yLatinoamérica no justifica tal demonizaciónpartidista. El más elemental balance de nuestropasado ¿dónde situaría a un supuesto o realImperio del mal?. ¿En el más o menosderechista Occidente o en el Este, supremaencarnación del izquierdismo?. Creo que sinapasionamientos se lo puede ubicar en amboslados geográficos, es decir, el mal no espatrimonio de unos, como tampoco lo es elbien.

e) Son falsos los dilemas entre orden yjusticia, entre jerarquía y libertad, entre libertade igualdad, entre conformismo einconformismo, entre egoísmo y altruismo,como lo son todos los análogos entretradición y ciencia, entre conservación yprogreso, entre individualismo y solidarismo,entre nacionalismo y cosmopolitismo. Esasdicotomías de grandes polisemias no sonmutuamente excluyentes, ni coinciden con lasderechas y las izquierdas históricas. Más, seapoyan en peticiones de principios moralesdonde un término es el bueno y el otro elmalo. Dos siglos de tal dialéctica han creadoconflictos sociales; pero escasa luz lógica.Quizás los demagogos y sus escribascontinúen con tales manipulaciones; pero elestudioso debe repudiarías por ideológicas enel peor sentido del vocablo, es decir, por nocientíficas. Es preciso abandonar la pretensión

moralista, atrayente para el activista debarricada y buscar una conceptualización, unadistinción objetiva y empírica a la vez,compatible con el dinamismo de una época yaque no histórico universal.

7. Izquierdas y derechas ante el Estado

La definición actual y concreta del Estado viene dada por un ordenamiento jurídico. Susactores son tanto los funcionarios como lainmensa masa de ciudadanos.

Desde sus inciertos antecedentes, elEstado no ha cesado de complicarse y crecer.En el siglo XX, algunos Estados europeos han

llegado a administrar más de la mitad delproducto bruto interno. El Estado,identificado por Hobbes (1651) comoLeviatán y luego divinizado por Hegel, es unarealidad colosal.

El Estado es una figura inseparable delDerecho, y éste requiere coacción. Elimperativo y la consiguiente constricción delas libertades individuales es el aspectonegativo del aparato estatal: el orden queimpone va acompañado de violencia. Legítimao ilegítima, el Estado entraña necesariamentefuerza. Pero tal coerción resulta -para lamayoría- menos rechazable que el caos y laanarquía, que es la que impone físicamente elmás fuerte. La convivencia sin Estado es un

ideal lejano, a la par que un imposible para laactual forma social de vida que se han dado loshumanos. Es irracional pretender la supresiónde las formas políticas de coacción,especialmente de la más evolucionada, que esel Estado. La presencia del Estado es un malmenor que su ausencia, y la razón aconsejaaceptarlo con sus reglamentaciones, suscárceles y sus impuestos, aunque esto nosignifique que se intensifique la lucha porreducir su presencia de abusos autoritarios.Los estatistas tienden a presentar comoanarquistas a quienes no apoyan la constantehipertrofia del Estado y el progresivoestrechamiento de las áreas deautodeterminación individual. Es un recursoreduccionista y tan rancio como la invencióndel maniqueísmo.

No es sólo la acuciante alternativa entre vivir en relativa paz o la constante amenaza derapiña y aún de muerte; es que la prótesis

cultural que nos capacita y perfecciona es, engran parte, fomentada y conservada por elEstado. Ser más o menos humano depende engran medida del Estado. Hay una correlaciónentre la calidad estatal y la ciudadanía. Lacuestión estriba en el tamaño del Estado.

En la actualidad, las tensiones de lassociedades avanzadas no se producen entremonárquicos y republicanos, confesionales ylaicos, presidencialistas y parlamentaristas,

sufragistas calificados o universales. Sea cualfuere la real sustancia imperativa de losderechos humanos, nadie discute su formal

Page 43: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 43/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

43

proclamación y la necesidad de su protección. Tampoco se niega la igualdad deoportunidades o la protección al desvalido. Loque ahora divide y caracteriza a las izquierdas ya las derechas no son dos valoresaparentemente contrapuestos como la libertad

y la autoridad, ni siquiera intereses de claseenfrentados como los de la burguesía y elproletariado. La confrontación se produce a lolargo de una dimensión única: la estatalidad yes, por tanto, cuantitativa y, en sí,axiológicamente neutra: más o menos Estado.¿Qué funciones y en qué medida se puedenprivatizar?. Es el debate político por excelenciaen las sociedades desarrolladas.

¿Ahorro público o privado?, ¿qué tipo y

proporción de empresas estatales?, ¿qué áreasde orden público pueden ser asumidas porentidades particulares?, ¿qué pleitos sesubstanciarán en tribunales o en despachos dearbitraje?, ¿seguridad social de capitalizaciónpersonal o de reparto colectivo?, ¿enseñanzaestatal o privada?. En suma ¿qué proporciónde la renta nacional será administrada porfuncionarios públicos?. La izquierda, hastainicios de la última década del siglo, hapropugnado más Estado, la derecha -encambio- menos Estado. Esta es la actualpolémica objetiva, mensurable y comparabledel dualismo terminológico en la políticacontemporánea.

La preferencia por el tamaño del Estadoresponde a una teoría que, en primer lugar,puede tener fundamentación empírica. ¿Quiéncontrola más eficazmente al gestor?, ¿elempleado, el propietario, o el burócrata de laadministración pública?. Al respecto, la

experiencia es ambigua y otorga razones aunos y otros demandantes.

Pero la preferencia por más o menosEstado tiene también una fundamentaciónpragmática con cierta connotación moral,recibida del socialismo en sus diferentes

 versiones, sobre todo, del marxismo. Se trata,inicialmente, de la cuestión de la plusvalía, yaque la propiedad pública haría que se revirtiesesobre toda la sociedad y no sólo sobre el

propietario de los bienes de producción.Es también la cuestión de la libertad:

cuanto mayor la dimensión del Estado existen

menos márgenes individuales deautodeterminación. La creciente fiscalidad esuna forma muy severa de opresión porquepriva al ciudadano de fracciones de su tiempo,a veces, de más de la mitad; es una variante deltrabajo forzado, una esclavitud parcial que

suele aplicarse progresivamente, enproporción a la capacidad y laboriosidad de laspersonas. Cuanto más fracasado eimproductivo sea el ciudadano, menos le seráconfiscado por el Estado que -incluso- leobsequiará con fracciones de lo decomisado alos otros. De ahí que los ciudadanos sean másestatistas cuanto más minusválidos. Es ciertoque en la coyuntura actual la derecha postulamás libertad concreta; pero ¿acaso sólo paraciertas personas privilegiadas por el previoreparto de la propiedad?. Es el debate sobrelas libertades formales y las reales suscitadopor el socialismo de cátedra. Para equiparar lasdosis individuales de libertad hace falta la

 violencia redistributiva del Estado, afirman losintervencionistas. Tal acción estatal, sostienenlos liberales económicos, reduce el montototal de libertad en la sociedad. La experienciacontemporánea ha dado la razón a estos; perosubsiste la radical correlación: no hay libertad

sin algunos recortes a la misma. Se trata deuna gradación prudente.

En este debate, durante la primera mitaddel siglo XX, la corriente hegemónica fue laizquierdista, ya que no cesó de aumentar elpeso económico del Estado y su participaciónen la administración de la renta nacional, yesto no sólo en los países integrados a suórbita. Pero en la segunda mitad de la centuriase invirtió la tendencia, sobre todo a partir de

1989, año de la "volteada" (Rodriguez Kauth,1994) del Muro de Berlín y del desastre delsocialismo real. Si la derecha actual secaracteriza por postular menos Estado, esobvio que está triunfando a escala universal yque el punto medio de la tensión política sedesplaza hacia las privatizaciones, o sea, haciala derecha.

No debe olvidarse durante el debateacerca del Estado -que a veces llega a la

pretensión de su desaparición- la clásicadefinición que sobre el mismo ofreció M. Weber (1944) cuando dijo que es aquellacomunidad humana que dentro de un

Page 44: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 44/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

44

territorio aspira con éxito al monopoliolegítimo de la violencia. Lo cual supone elcondicionamiento de las acciones de quieneshabitan su espacio con reglas fijadas por él. Endefinitiva, el Estado es la articulación de unconjunto de normas y la posibilidad de usar la

fuerza para obligar a su cumplimiento.Esta derechización, empíricamente

 verificable, no significa ni la anárquicanegación del Estado, ni el rechazo de todaintervención soberana en la vida económica;sólo revela una tendencia con infinidad deposiciones intermedias, y sin duda, reversible.Una distinción tan dinámica, inestable y

 versátil como ha sido la de la derecha y la de laizquierda políticas hace pretencioso suponer

que se ha llegado a un planteamientodefinitivo.

La tensión entre mercantilismo ylibrecambismo es antigua; pero, en los finalesde la segunda mitad del siglo XX, el fracasodel socialismo real decidió la alternativa afavor de la iniciativa privada y del libremercado por parte de grandes masas deelectores que han volcado su decisión en esadirección. Esta es la razón de que los

izquierdismos supervivientes, como la llamadasocialdemocracia, no cesen de aproximarse alos programas derechistas que se concretan enliberalismo ("neo" o "paleo"), desrregulación yprivatización, o sea, amortización de losefectos del moderno izquierdismointervencionista, inspirado principalmente enMarx y en Keynes.

El izquierdismo estatista se ha quedado sinpensadores y va a remolque de los liberales

económicos que han contado con figurascomo las de Hayek o Friedman. Los teóricosdel izquierdismo han pasado a la erudición o alolvido y, los que se reciclan de neoliberalesocasionales, han dejado de ser intelectual ymoralmente respetables en la medida en quepretendan aleccionar desde el oportunismocoyuntural. La regla de más o menos Estadoes independiente de las razones teóricas oprácticas que conduzcan a fijar posicionesconcretas. Dado que toda actitud política es

moral y entraña una jerarquización de valores,la regla propuesta, en sí misma, es éticamenteneutra, puesto que permite situar sin exaltar ni

condenar. Existe un segmento, uno de cuyosextremos está ocupado por el totalitarismo(todo en el Estado, nada fuera de él). El otroextremo sería el de supresión del Estado. Elcarácter continuo de esta línea permiteinfinitas posibilidades, recíprocamente

relativas. Es un criterio geométrico, amplísimoy sin implicaciones axiológicas intrínsecas. Lalocalización clarificadora no supone juicioalguno de valor, salvo el universal einsoslayable de todo conocimiento científicoque es la veracidad. El que propugna menosEstado se coloca a la derecha del otro.

¿Qué paralelismo existe entre más omenos Estado y más o menos mercado?. Noes la misma contraposición con nombres

distintos porque el libre mercado ha de sergarantizado por el Estado frente a losmonopolios y otras corruptelas. El mercadolibérrimo no coincide con la supresión delEstado, sino con su minimización. Es ciertoque más Estado implica más intervención enla sociedad y en la economía, mientras quemenos Estado supone menos intervención.En general, a medida que se avanza hacia laizquierda del segmento, se incrementan el

 volumen y la intensidad de la intervención. Enel presente panorama politológico no se divisauna regla más aséptica, general ycircunstancialmente útil para clasificar a lascorrientes políticas que la de más o menosEstado.

Las nociones de izquierda y derecha sonrelativas y -aplicadas en política- suscontenidos han cambiado, incluso polarmente.Los centros son aún más inciertos ymovedizos. Los tres sólo pueden ser

caracterizados en un tiempo y un espacio. Alas actuales corrientes políticas, sean cualesfueren sus nombres oficiales, sus seudónimos,o denominaciones subliminales, se las sitúa enla línea sustantiva averiguando si propugnanmás o menos Estado que sus rivales en luchapor orientar o conquistar el poder. La queaspire a "menos" (privatizaciones ydesrregulaciones) se localiza a la derecha de lasotras. Esa es la clave del acertijo que hoy se

enmascara bajo las retóricas publicitarias. Lodemás resulta políticamente secundario y, deallí, la general anemia intelectual y ética de laclase gobernante.

Page 45: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 45/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

45

Más allá de la derecha y de laizquierda

 Arnaud Imatz

Recuerdo, no sin cierta nostalgia, mislecturas de juventud. Son palabras, frasesenteras, que quedaron grabadas para siempreen mi mente. Algunas influenciaron de maneradeterminante mi vida intelectual.Muchosautores ocupan un puesto relevante en mipanteón personal, pero cuando me pidennombres, siempre recuerdo los mismos: el

puñado de figuras que marcaron mi cerebrodesde el principio: Ortega, Unamuno, Péguy,

 Weil, Robert Aron, Arnaud Dandieu, sinolvidar el manipulado,y desconocido, José

 Antonio Primo de Rivera, a quien dediquétantas horas de estudio. Y si me esfuerzo, paracada uno de dichos autores puedo citar o, porlo menos, parafrasear algunas sentenciasfamosas.

De Ortega elijo sus inolvidables palabras

del «Prólogo para Franceses» de La Rebelión delas masas : «Ser de izquierda es, como ser dederecha, una de las infinitasmaneras que elhombre puede elegir para ser un imbécil;ambas, en efecto, son formas de la hemiplejiamoral». Conocidísima afirmación, cuya versiónpersonalista-cristiana de JAPR es: «El ser«derechista» como el ser «izquierdista», suponesiempre expulsar del alma la mitad de lo quehay que sentir. En algunos casos es expulsarlotodo y sustituirlo por una caricatura de lamitad».

De Robert Aron y Arnaud Dandieu,figuras cumbres de los «No-conformistasfranceses de los años treinta», selecciono sudeclaración de La révolution nécessaire (1933):«No somos ni de derecha ni de izquierda, perosi es absolutamente necesario situarnos entérminos parlamentarios, repetimos queestamos a medio camino entre la extremaderecha y la extrema izquierda por detrás delPresidente, dando la vuelta a la Asamblea».

De Simone Weil aprecio especialmente suresumen del libro L’enracinement : «El arraigo es

quizá la necesidad más importante y másdesconocida del alma humana. Es una de lasmás difíciles de definir. Un ser humano tieneuna raíz por su participación real, activa ynatural en la existencia de una colectividad,una colectividad que conserva vivos algunos

tesoros del pasado y algunos presentimientosdel porvenir». De Charles Péguy quiero citar lapremonitoria frase de su Misterio del hijo pródigo:«No quiero que el otro sea el mismo. Quieroque el otro sea otro».

 Y finalmente, me quedan por recordar laspalabras tan actuales o posmodernas deUnamuno en  El sentimiento trágico de la vida(1913): «Todo lo que en mí conspire a romperla unidad y la continuidad de mi vida, conspira

a destruirme y, por lo tanto, a destruirse. Todoindividuo que en un pueblo conspira a romperla unidad y la continuidad espirituales de esepueblo, tiende a destruirlo y a destruirse comoparte de ese pueblo. ¿Qué tal otro pueblo esmejor? Perfectamente, aunque no entendamosbien qué es eso de mejor o peor. ¿Que es másrico? Concedido. ¿Que es más culto?Concedido también. ¿Que viva más feliz? Estoya…; pero, en fin, ¡pase! ¿Que vence, eso quellaman vencer, mientras nosotros somos

 vencidos? Enhorabuena. Todo está bien, peroes otro. Y basta. Porque para mí, el hacermeotro, rompiendo la unidad y la continuidaddemi vida, es dejar de ser el que soy, es decir,es sencillamente dejar de ser. Y esto no: ¡todoantes que esto!».

Dos visiones antagónicas del mundo

 Vademécum de ideas democráticaspolíticamente incorrectas, mi ensayo Pueblo y

democracia: Más allá de la derecha y de la izquierda  (publicado por Áltera con el título Los partidoscontra las personas. Izquierda y derecha: dos etiquetas  )se basa en una idea sencilla que fue alprincipio la intuición de un puñado deescritores y que poco a poco viene a ser lahipótesis de estudio de un grupo cada día másnutrido de historiadores de las ideas y de loshechos. Hay, por una parte, revolucionarios,reformistas y conservadores que quierescambiar la sociedad para que todos, obreros,

campesinos, parados y burgueses, tengansólidas raíces, y hay, por otra parte,revolucionarios, reformistas y conservadores

Page 46: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 46/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

46

que contribuyen a acelerar el proceso dedesintegración del tejido social y a extender laenfermedad del desarraigo.

Dicho de otra forma, en nuestros paíseseuropeos y occidentales se oponen dos

 visiones del mundo. Por un lado, la culturaneoliberal y neosocialdemócrata, la cualrepresenta la realización del proyecto de laIlustración, proyecto depurado de sus residuosjacobino y marxista, bajo el signo de laemancipación, de la desalienación, de lasecularización, del mundialismo, de la primacíade la norma sobre la decisión, del derechoindividual sobre el derecho de los pueblos. Ypor otra parte, en la otra vertiente, seencuentra la cultura comunitaria, la de la Res

Pública, el Republicanismo  (en su sentidohistórico más amplio remontando a lascivilizaciones helenística y romana), laafirmación de la postmodernidad bajo el signodel desarrollo social, del arraigo, de lacomunión humana, de la solidaridadcomunitaria, de la identidad y de la diversidadcultural, histórica y religiosa, elreconocimiento del derecho de los pueblos ydel derecho inalienable a sus diferencias.

Dos tradiciones que se oponen sin tregua:una, mayoritaria, la del humanismoprogresista, del derecho natural secularizado,de la libertad negativa e individualistaentendida como dominio del hombre sobre loque no puede molestar al otro; y otra,minoritaria, la del humanismo cívico-cultural ydel personalismo cristiano, la de la República

 virtuosa, la cual considera al hombre como unser y un ciudadano con deberes hacia sucomunidad, y concibe la libertad como

positiva o participativa.Una idea por supuesto provocadora,

sospechosa e incluso peligrosa para todos loscomentaristas de la política diaria quelamentan, sobre todo desde la década de losnoventa del siglo pasado, el agotamiento de ladicotomía derecha-izquierda y lamultiplicación de los cortes transversalesdentro de cada uno de los dos campos. Sinembargo, una idea generosa, familiar, evidente

y natural para todos los que ven en la posiciónexclusivista de derecha o de izquierda una

forma extrema de la hemiplejía moral y de laenfermedad del alma.

Mi libro defiende, por lo tanto, la opinióncontraria a la de la mayoría de los políticos eideólogos contemporáneos. Pone en tela dejuicio la validez permanente de la oposiciónderecha-izquierda. Niega que haya valorespermanentes de la oposición derecha-izquierda. Niega que haya valores permanentesde derecha y principios inmortales deizquierda. Subraya la importancia de loscambios y cruces ideológicos. Muestra que laobsesionante dicotomía no corresponde a unaoposición intangible entre dos tipos detemperamento, de carácter o de sensibilidad;que no se trata de esencias inalterables, de

datos originales y absolutamente irreductiblesde la vida pública; que no hay definicionesintemporales válidas para todos los tiempos ytodos los lugares. Derecha e izquierda sonposiciones relativas; cada una se aclara conrespecto a la otra. Son la resultante desituaciones contingentes, la constatación demiradas específicas sobre hechos e ideas.

No ignoro la soberana afirmación delfilósofo Alain, adalid del radicalismo

republicano de filiación jacobino-liberal; unaopinión que revela su profundo recelo hacialos que niegan la pretendida inalterabilidad dela división derecha-izquierda. Sin embargo, ariesgo de pasar por irreverente, parafrasearé sufamosa sentencia invirtiendo radicalmente susentido original: “Cuando se me pregunta si laseparación entre partidos de derecha y deizquierda tiene sentido, pienso ante todo quela persona que hace esta pregunta no es deninguna manera un hombre de derecha o un

hombre de izquierda; puede también que seade derechas y de izquierdas”.

 Alain, que acostumbraba afirmar que “laduda es la sal del espíritu”, habría tenidoseguramente violentos retortijones a la hora deanalizar el rechazo popular del proyecto detratado constitucional para Europa. ¿Nohabría sido su duda centuplicada ante laposterior adopción del llamado “tratadosimplificado”, aquel recorrido hecho para

imponer al pueblo por la vía parlamentaria lorechazado por la vía del referéndum? ¿Nosería el sorprendente resultado electoral

Page 47: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 47/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

47

francés y holandés de 2005 y el increíbledesprecio de la voluntad popular manifestadapor la mayoría de la clase política europea,apenas tres años después, la señal de laprofunda fractura entre el pueblo y la élite, asícomo el sello indeleble de la radical

obsolescencia de la dicotomía derecha-izquierda? ¿Acaso no hubo votos a favor del síy del no en la derecha como en la izquierda yen cada uno de estos casos?

Claro que la inmensa mayoría de lospolíticos y de sus comentaristas afines suelenresistirse a admitir la dura realidad de loshechos. Como dicen los bromistas, “cuando elpueblo se equivoca sólo cabe una soluciónpara el gobierno: cambiar de pueblo”. Pero

desgraciadamente no todos los políticos tienenel mismo sentido del humor y, debido a susobsesiones por convencer y seducir, suscríticas rara vez son de carácter riguroso,axiológico y reflexivo como exige el debateentre personas civilizadas.

Una división política cada día másdiscutible

Subrayar el carácter relativo de la divisiónderecha-izquierda no significa negar que hubo

cierta continuidad de los valores y de las ideasen cada uno de los bandos, entre 1789 yfinales del siglo XX, ni poner en duda todaslas clasificaciones y tipologías de la cienciapolítica moderna. Sólo se trata de rechazar losmaniqueísmos y sectarismos de autores“esencialistas” que desde la extrema derechahasta la extrema izquierda, pasando por elcentro derecha y el centro izquierda,permanecen visceralmente apegados a la

derecha de los valores eternos o a la izquierdade los principios inmortales.

De hecho, los autores “esencialistas”comparten la misma obsesión. Para ellospreguntar por la validez permanente de laoposición derecha-izquierda es altamentesospechoso; subrayar la frecuencia de los“cruces” ideológicos es equívoco, y notar laimportancia de las uniones y divisiones cuandolos actores políticos de cada bando se definen

de cara a los valores de la Tradición y de laModernidad es una inconveniencia. Peor,considerar la hipótesis según la cual las díadasconformismo/no-conformismo,

individualismo/holismo,cosmopolitismo/comunitarismo,oligarquismo/populismo permiten entender lacompleja realidad político-social de los dosúltimos siglos tan bien y posiblemente mejorque cualquier clasificación convencional es,

según ellos, señal de espíritu confuso, pocoestructurado y superficial. El silencio, lacaricatura, las insinuaciones y el insulto son lasarmas favoritas de los inmovilistas. Entre ellosno faltan los que pretenden que la divisiónderecha-izquierda es indispensable,consustancial a la democracia. Entoncesautodenominarse a la vez de derecha y deizquierda llega a ser como declararse“fascista”.

Pero no se pueden manipular eternamentelos hechos o disimular la verdad. Además, lasmodas cambian. Repitámoslo, no se trata denegar absolutamente que la división derecha-izquierda pueda explicar una buena parte delos fenómenos políticos de los dos últimossiglos, pero sí de negar rotundamente que loexplique todo. Hay una tercera posición viable.No es sólo un principio virtual, una entelequia,sino una realidad cuyo desarrollo necesitacondiciones específicas bien conocidas de loshistoriadores.

Preguntémonos: ¿qué es la derecha?, ¿quées la izquierda? Según un lugar común, laderecha sería la estabilidad, la autoridad, lajerarquía, la responsabilidad, elconservadurismo, la fidelidad a la tradición, ala religión, a la familia y a la propiedad privada,el sentimiento de pertenencia como herencia.

 Al contrario, la izquierda sería sinónimo deinsatisfacción, reivindicación, movimiento,

innovación, sentido de la justicia ygenerosidad, materialismo y sentido depertenencia o de no-pertenencia como

 voluntad contractual; en otras palabras, laizquierda sería progreso, razón, ciencia,igualdad y humanitarismo. Según este esquemasimplista, derecha e izquierda serían losactores del eterno conflicto entre ricos ypobres, opresores y oprimidos. Pero dichoesto, a un nivel más sofisticado existe toda una

gama de interpretaciones más o menosrigurosas.

Page 48: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 48/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

48

Discípula del politólogo italiano NorbertoBobbio, la filósofa de izquierda EsperanzaGuizán escribe: “Ser de izquierdas essimplemente, ni más ni menos, que nivelarhacia arriba a todos los seres humanos”, ycompartiendo la misma convicción, el inglés

 Ted Honderich subraya: “El principio deigualdad es una síntesis adecuada de lo quellamamos política de izquierda”. En la otra

 vertiente, Jean Jaëlic replica: “La izquierda escomo una inclinación hacia la igualdadmaterial, hacia la cantidad tomada por fin; laderecha es como una inclinación hacia laaristocracia espiritual, hacia la calidad-reina”. Y

 Jacques Annisson du Perron completa elconcepto esencialista de derecha en estostérminos: “La verdadera diferencia entrederecha e izquierda se sitúa en el planofilosófico, ya que son dos concepciones delmundo y de la vida, dos Weltanschauungen quese oponen, y también, a un nivel más bajo, dosmorales y dos formas de psicología”.

 Ahora bien, dichas definiciones teóricasno agotan el tema. Aún peor, las másexpandidas distorsionan seriamente la realidad.

 Atrancados en el pantano de la filosofíamarxista vulgar (ortodoxa o revisionista),cegados por una profunda aversión hacia elsocialismo organicista (socialismo del conjuntoy no del individuo), muchos autores deizquierda cometen un grave error histórico.Les cuesta admitir que el capitalismo conllevael perpetuo trastorno de las condiciones deexistencia. Las consecuencias indeseables hansido enormes. Identificando los valorestradicionales con el sistema capitalista cuandoaquéllos eran precisamente los enemigos más

implacables de dicho sistema, víctimas de susmitologías y autointoxicaciones, llevaronsistemáticamente sus tropas, los obreros yempleados, a luchar no contra sus propiosenemigos sino contra los enemigos de susenemigos, contra fantasmas y vestigios depoder, contra los pequeños y medianospropietarios de tierra y los pequeños ymedianos burgueses.

La rebelión de la generación del 68

constituyó un caso ejemplar. Al principio sedesarrolló en dos niveles: el primero seidentificó ampliamente con la Escuela deFrankfurt. Era una rebelión contra la sociedad

tecnocrática y científica; el segundo se expresóal contrario en una oposición entre el espíriturevolucionario y el espíritu tradicional. De losdos el que prevaleció al final fue el segundo. Yprecisamente de esta oposición nació la alianzaactual entre “contestación del 69” y

radicalismo burgués. De ahí proviene la nuevaclase privilegiada que ocupa las avenidas delpoder cultural, político y económico. Unaclase compuesta, por un lado, de antiguos

 viejos contestarios y “revolucionarios” deizquierda y, por otro, de burgueses, capitalistasneoliberales, de derecha. Significados autores,unos a la derecha, como el filósofo ypolitólogo, católico tradicional, Augusto delNoce, otros a la izquierda, como el sociólogo

 Jean-Claude Michéa, coinciden en este análisis.La rebelión del 68 “contribuyó eficazmente aromper no los apoyos y las alianzas delcapitalismo sino los últimos diques contra él”,dice Del Noce. “Tal es la razón histórica delhecho que, desde hace veinte años, cada

 victoria de la izquierda se correspondeobligatoriamente con un fracaso delsocialismo”, deplora Michéa.

 Además, la historia contemporánea nos hademostrado que, debido al sectarismo demuchos de sus líderes, una vez llegada alpoder, la izquierda se lleva a menudo unchasco. En vez de amor, fraternidad ygenerosidad, muestra rencor y odio. A vecescae en el desprecio o el egoísmo de los nuevosricos.

Pero dicho esto, también resultaparticularmente problemática, por lo menospara los que no se dejen engañar por lasexplicaciones simplistas y maniqueas, la

existencia de una derecha radical, anti-individualista, anti-colectivista, crítica a la vezdel liberalismo económico y del socialismomarxista por sus egoísmos de clases y susfaltas y carencias de justicia y generosidad. Hayuna derecha de interés, pero hay también unaderecha de ideas. La derecha no ha sidosiempre la tapadera de los privilegiados, de losricos y de los explotadores, como afirma elsocialismo marxista más vulgar. La plutocracia

se encuentra también muy a gusto en laizquierda; lo demostró sobradamente toda laizquierda europea durante las tres últimasdécadas. En realidad, la clave del poder de las

Page 49: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 49/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

49

clases superiores es muy sencilla: consiste ensaber mantenerse cuidadosamente junto a loque se llama el progreso, de andar al ritmo delos tiempos pase lo que pase.

Según las épocas, los lugares y lassensibilidades, las derechas y las izquierdas sonuniversalistas o particularistas, mundialistas opatrióticas, librecambistas o proteccionistas,capitalistas o anticapitalistas, centralistas ofederalistas, liberales u organicistas,individualistas u holistas, positivistas,agnósticas y ateas o teístas y cristianas.Muchísimos autores han intentado definirmejor la línea de separación o demarcaciónentre izquierda y derecha. El caso es que nohay ningún consenso. La lista es larga y

aburrida:trascendencia/inmanencia

 verticalismo/horizontalismo

espiritualismo/materialismo

jerarquía/igualitarismo

diferencia/uniformidad

herencia colectiva/tabla rasa

libre albedrío/siervo albedrío

humildad/soberbia

comunitarismo/individualismo

pesimismo/optimismo

cualidad/cantidad

organicismo/mecanicismo

concreto/abstracto

 vitalismo/racionalismo

ideal/utopíaunión/división, etcétera.

Desde un punto de vista no esencialistapero histórico y descriptivo existen también

 vairas clasificaciones. De hecho, hay tantashistorias de la derecha y de la izquierda comofamilias políticas. Para unos, hay tres derechas:tradicionalista, nacionalista y liberal, y tambiéntres izquierdas: libertaria, autoritaria ymarxista. Según otros, hay dos derechas:radical y moderada, y dos izquierdas:progresista y totalitaria. Otros ven una soladerecha: tradicionalista, y cuatro izquierdas:

autoritaria/nacionalista, liberal burguesa,anarco/libertaria y socialista/marxista. Otrosaún distinguen también una sola derecha:reaccionaria, y sólo dos izquierdas: liberal yrevolucionaria.

Pero todavía se puede complicar el paisajepolítico. Para un buen puñado de politólogos ycronistas de la actualidad hay más de dosdocenas de derechas y de izquierdas. Enresumen: un panorama bastante confuso. Apesar de él, la dicotomía derecha-izquierda nossigue obsesionando. Y sin embargo, de nuevoun mar de dudas sumerge al analista cuandoconstata que los temas defendidos por cadauno de los dos bandos evolucionan y pasanfrecuentemente de un campo a otro. Digan lo

que digan los aficionados a la propaganda y ala historia-ficción, el colonialismo, elimperialismo, el racismo, el antisemitismo, elantimasonismo, el antiparlamentarismo, elanticapitalismo, el antitecnocratismo, elcentralismo, el federalismo, el regionalismo yel ecologismo, escapan al obsesivo debateizquierda-derecha. Tampoco son claramentede derecha o de izquierda temas modernoscomo la defensa del medio ambiente, lasmanipulaciones genéticas, la denuncia delsistema tecno-científico, la crítica del modelooccidental o la búsqueda de la alianza deEuropa con países del Tercer Mundo.

Numerosos intelectuales famosos otorganun calor casi ontológico, una sacralidad casireligiosa a la dicotomía derecha-izquierda yconsideran el sistema político cultural cualtualcomo el horizonte insuperable delpensamiento político, el fruto acabado delproceso histórico de maduración humana. Por

lo tanto, no es de buen tono discutir dichaevidencia primaria. Hay aquí un verdaderatabú, una censura caracterizada, un complejofóbico, un tejido de exclusiones delante delcual la razón impone adoptar una actitudcircunspecta, evitando toda afirmación que nofuera sustentada por sólidos argumentos,pruebas capaces no de convencer, ni deimponerse, pero por lo menos de resistir aldiluvio de juicios de valores, de aserciones

infundadas, de medias verdades patentes y defórmulas convenidas, en suma, de resistir atodo el pensamiento mediático-convencional.

Page 50: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 50/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

50

Las premisas del nuevo diálogoderecha-izquierda

Hay, sin embargo, una serie de premisasque hacen posible, hoy quizá más que ayer, eldiálogo entre no-conformistas de izquierda yde derecha, el surgimiento de una nuevaconjunción de valores espirituales y dereivindicaciones materiales y el renacimiento oregeneración de movimientos con marcadocarácter populista.

El denominador común es el siguiente:

el rechazo del mundo unidimensional ydel pensamiento único,

el respeto a la identidad de los pueblos y ala soberanía y autonomía de las naciones,

la amistad con todos los pueblos deseososde defender sus raíces, sus patrimonios, susespecificidades culturales, lingüísticas yreligiosas,

la protección del medio ambiente y delecosistema

la concepción de la libertad comodominio, equilibrio, autolimitación librementeconsentida,

la voluntad de asegurar la dignidad delhombre en el trabajo,

el respeto de la ética comunitaria yfamiliar,

la afirmación de los valores decooperación, colaboración solidaridad yfraternidad,

la negación del falso realismo de lasexplicaciones materialistas de las acciones

humanas. La clave de la historia y de la vida noes sólo la satisfacción de las necesidadesprimarias. Las consideraciones espirituales,heroicas, éticas, culturales y políticasprevalecen,

el rechazo del oportunismo centrista,cementerio de las ideas y de las diferencias, yla desestimación de los mitos del fin de lahistoria y del fin de las ideologías propios dementes tecnócratas,

la simpatía por una democraciaparticipativa, más auténtica, menos formal,menos manipulada por los medios de

comunicación, más respetuosa con el principiode subsidiariedad, más abierta a losprocedimientos de participación de todos losciudadanos (como el referéndum de iniciativapopular) y la lucha contra todas las formas decaptación y manipulación del poder a costa de

los intereses del pueblo,la regulación y dominio efectivo de los

flujos migratorios y el recurso sistemático alreferéndum popular para la adopción de leyesy reglas en la materia,

la defensa o, por lo menos, la ausencia deoposición frontal al intervencionismo delEstado para impedir los abusos del grancapitalismo financiero, y por fin, la resistenciacontra toda hegemonía geopolítica y ladisposición a favor de un nuevo mundomultipolar, constituido de múltiples centros depotencia fundamentado en la integración aescala regional, su “gran continental”.

Hoy, como ayer, el defensor del arrigodebe desestimar toda historia dogmática,categórica y partidista. Debe rechazar, confuerza, tanto la historia catastrófica,desesperante, deprimente, obsesionada por laidea de una inevitable decadencia espiritual y

cultural, como la historia idílica, alucinante,intolerante, atormentada por la idea de unprogreso material y social indefinido. Son dosconcepciones pasivas, fatalistas, demoledorasde la historia. Es típicamente reaccionariomoldearse sobre un supuesto sentido de lahistoria o una o no menos supuesta evoluciónineluctable, definidas en los dos casos a partirde acontecimientos pasados.

Que conste que no son sólo bonitas

palabras retóricas. Hace más de treinta añosmuchísimos autores y periodistas creían osimulaban creer que “el comunismo marxista-leninista o guevaro-maoista representaba elúnico y verdadero sentido de la historia”. Nosinstaban a seguir sus erróneos caminos. Luego

 vinieros la caída del muro de Berlín, elhundimiento del socialismo marxista y laselucubraciones de Fukuyama y de tantos otrosneoliberales sobre el pretendido “fin de la

Historia”. De nuevo tuvimos que oír el cantode las sirenas: a menudo voces y plumas deconversos cuyos argumentos simplistasbrillaron por sus exageraciones y sus

Page 51: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 51/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

51

maniqueísmos. Cuántas veces pudimos leer yoír: “no se sabe los que es el materialismo”,“lo de simultáneamente de derecha y deizquierda no quiere decir nada” y “lo de la

 Tercera vía nunca funcionó”, es “un señuelo”,“un engaño” (palabras que, por cierto,

recuerdan a las de Lenin). Para los excesivos,auténticos discípulos de los Chicago boys :“debemos todo el progreso al capitalismo”(dicho, por supuesto, sin la menorcontextualización histórico-cultural).

Pero el porvenir no está escrito, elpresente no está cerrado, la historia no estápetrificada. No hay ninguna corriente faltalque lleve a la humanidad a una metapredeterminada. La sociedad nunca es estable,

es siempre problemática. Es un esfuerzopermanente, constante, para superar ladisolución, las tendencias antisociales, egoístas,corruptoras. Siempre habrá una tensión entrecivilización barbarie. Nada termina, todo

 vuelve a empezar.

La nueva línea de fractura

No es necesario ser vidente, ni futurólogo,para profetizar, sin riesgo de equivocarse, queen este siglo XXI la vieja oposición derecha-

izquierda será sustituida o, por lo menos,regenerada por la nueva oposición entrepopulismo y oligarquismo, entre, por un lado,la cltura del humanismo cívico y delpersonalismo comunitario y, por otro, lacultura individualista del neoliberalismo y de laneosocialdemocracia. Hace menos de dosdécadas aún se podía decir que lo mejor de lastradiciones de izquierda era la voluntad deprotección de los débiles contra los fuertes, de

los oprimidos contra los opresores, y que lomejor de las tradiciones de derecha era ladefensa de la autonomía del hombre, de laslibertades de las personas, de la libre iniciativa,de la responsabilidad personal y de lastradiciones e identidades culturales. Pero elpanorma político ya no es lo que era. Debido asus comunes aceptaciones de las exigencias delnuevo economicismo mundialista y del viejoprogresismo internacionalista revisitado, lascapacidades de la derecha y de la izquierda

para realizar sus valores son cada día másresiduales e ilusorias.

La vieja separación se ha difuminadodejando paso a una nueva y profunda línea defractura: humanismo individualista yprogresismo neo-burgués contra humanismocívico y personalismo cristiano. Por un ladoencontramos a los que valoran lo económico

más que la cohesión social y, por otro, a losque valoran el lazo social más que loeconómico. Los adeptos de la preeminencia delo material o de los apetitos humanos

 vinculados a los intereses materiales seenfrentan a los defensores de la disciplina delas virtudes o de la proyección de los valoresespirituales en el orden temporal. Por unaparte tenemos la secularización, elmundialismo, el hedonismo, el individualismo,el consumismo, el mercantilismo, la ideologíade los derechos del hombre, la primacía de lanorma sobre la decisión, del derechoindividual sobre el derecho de los pueblos, ypor otra el arraigo, la diversidad, la identidadhistórico-cultural, el desarrollo dominado yequilibrado, la solidaridad comunitaria, elservicio del bien común, el respeto a ladignidad humana y el reconocimiento delderecho de los pueblos.

 Al defender un criterio absolutista ofundamentalista de los derechos del hombre,al hacer de éstos la alfa y la omega de todapolítica, los tardíos y revisionistas epígonos dela ilustración arruinan los valores esencialespara la convivencia colectiva, perjudican albien común, dañan los derechos de los máspobres y socavan cada día más los pilaresindispensables a la supervivencia de lademocracia. En lugar de enlazar firmementelos derechos del hombre con los derechos del

ciudadano y de los pueblos, valoran ydefienden desmedidamente a los unos, perosubestiman, niegan o atacan a los otros. Enlugar de concebir la identidad individual comoproducto complejo y ambivalente de factoreshistóricos, memoriales, religiosos, culturales,sociales y personales, no pretenden ver en ellamás que el efecto exclusivo o la supremacíaabsoluta de una elección, de un proyectopersonal desligado de todo lo adquirido oheredado.

©  El Manifiest ,núm. 10, junio de 2008: Izquierda yderecha: (casi) lo mismo. www.elmanifiesto.com/manifiesto/numeros.asp

Page 52: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 52/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

52

Derecha e Izquierda: la díadaexistente

 Joaquín Estefanía

En Derecha e Izquierda  … Bobbio reconoceel fracaso del comunismo histórico, “aunque eldesafío que lanzó permanece. Y permanece ladistinción entre izquierda y derecha”.Entiende que el socialismo integral, o elcomunismo integral, o la democracia integral,no tienen futuro: “Toda concepcióntotalizadora de la historia, según la cual la

historia tiene una meta preestablecida ydefinitiva, no tiene futuro, porque ningunameta está establecida de antemanotaxativamente, ninguna meta es nuncadefinitiva. Al menos en una concepción noprofética, no escatológica de la historia, comola que caracteriza al pensamiento laico al queno me siento ligado” […]

La díada existente

El título del libro Derecha e izquierda.Razones y significados de una distinción políticapreexplica la principal aportación del mismo:que para Norberto Bobbio la díada derecha-izquierda, que ha prevalecido desde al menosdos siglos y que designa el contraste de lasideologías y de los movimientos en que estádividido el universo, permanece activa.

¿Por qué iba a no estarlo? ¿Es que debesorprendernos que en un universo como elpolítico, constituido sobre todo por relacionesde antagonismo entre partes contrapuestas(partidos, grupos de intereses, facciones,pueblos, relaciones internacionales, naciones,ciudadanos, etcétera) la manera más común derepresentarlos sea mediante una díadaderecha-izquierda? Y sin embargo, no debeestar tan claro cuando la conceptualizaciónizquierda-derecha tañe a duelo, cada vez conmás frecuencia, siendo aclamada una especiede sociedad de ambidextros.

Bobbio hace de abogado del diablo yestablece algunas situaciones que generandudas sobre la vigencia de la diada en cuestión.

En primer lugar, la crisis de las ideologías. Silas ideologías tocasen a su final, como hanexpresado algunos estudiosos, la diada notendría sentido; pero al contrario, el árbol delas ideologías está siempre reverdeciendo.

 Además, derecha e izquierda no significan sólo

ideologías; reducirlas a la pura expresión de unpensamiento ideológico sería una injustasimplificación, pues también indicanprogramas contrapuestos respecto a muchosproblemas cuya solución pertenecehabitualmente a la acción política. Se trata nosólo de ideas, sino también de intereses o

 valoraciones.

En segundo lugar, la síntesis de derecha yde izquierda hacia una convergencia o tercera

 vía. El socialismo-liberal o el liberal-socialismoy la revolución conservadora son ejemplos deun intento de conciliación de ideascontrapuestas, y por consiguiente alternativas,que la historia había señalado comoincompatibles. Pero todavía no ha habidoentre las terceras vías una que acerque, en lapráctica política, al comunismo y al fascismo,pese a que tengan de enemigo común a lademocracia. Lo que tienen en unión, explica elautor, llevar hasta sus últimas consecuenciaslos rasgos característicos de la ideología, esjusto lo que los convierte en irreconciliables.El máximo ejemplo instrumental de alianzapráctica entre fascismo y comunismo fue elpacto de no agresión y de reparticiónmutuamente ventajosa entre la Alemania deHitler y la Unión Soviética de Stalin.

En último lugar citaremos la aparición denuevos movimientos que aparentemente noentran en la dialéctica derecha-izquierda. Por

ejemplo, los verdes. Algunos sociólogos loshan definido como movimientos transversales, enel sentido de que parecen atravesar los camposenemigos, pasando de uno a otro. Nocomparte Bobbio esta opinión, que afirma queexisten verdes de derechas y verdes deizquierdas: se ha pasado de considerar a lanaturaleza como objeto de nuevo dominio ydócil instrumento de las necesidades humanas,a la idea de la naturaleza como sujeto o como

objeto de utilización no despótica, sinoincluida én los límites de la razón. Es decir,hay una distinta manera de concebir la relacióndel hombre con la naturaleza: o deuda del

Page 53: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 53/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

53

hombre hacia el resto de las entidades nohumanas, o simplemente deuda que tienehacia otros hombres, especialmente de lasgeneraciones futuras. Como ha escrito AlainMine, no puede ser de izquierdas quien intentaaplicar la socialdemocracia para los pajaritos, a

costa de la socialdemocracia de sussemejantes.

La igualdad

Para Bobbio, y ésta es la parte central desu pensamiento político, la esencia de ladistinción entre la derecha y la izquierda, o apartir de ahora, entre las derechas y lasizquierdas (pues hay graduaciones en cadafamilia) «es la diferente actitud que las dospartes —el pueblo de la derecha y el pueblo dela izquierda— muestran sistemáticamentefrente a la idea de igualdad»: aquellos que sedeclaran de izquierdas dan mayor importanciaen su conducta moral y en su iniciativa políticaa lo que convierte a los hombres en iguales, oa las formas de atenuar y reducir los factoresde desigualdad; los que se declaran de derechasestán convencidos de que las desigualdadesson un dato ineliminable, y que al fin y al caboni siquiera deben desear su eliminación.

«Cuando se dice que la izquierda esigualitaria y la derecha es inigualitaria no sequiere decir en absoluto que para ser deizquierdas sea necesario proclamar la máximade que todos los hombres son iguales en todo,independientemente de cualquier criteriodiscriminatorio, porque ésta sería no sólo una

 visión utópica, sino peor, una proposición a laque no es posible dar un sentido razonable [...]El hecho real es éste: los hombres son entre

ellos tan iguales como desiguales. Son igualesen ciertos aspectos, desiguales en otros.Queriendo poner el ejemplo más familiar: soniguales frente a la muerte porque todos sonmortales, pero son desiguales frente a lamanera de morir porque cada uno muere demanera distinta [...] Entre los hombres, tantola igualdad como la desigualdad son de hecho

 verdaderas porque corresponden aobservaciones empíricas irrefutables. Pero laaparente contradicción de las dos

proposiciones —“los hombres son iguales”,“los hombres son desiguales”— dependeúnicamente de lo que se observa. Entonces se

puede llamar correctamente igualitarios a losque, a pesar de no ignorar que los hombresson tan iguales como desiguales, dan mayorimportancia, para juzgarlos y para atribuirlesderechos y deberes, a lo que les hace iguales enlugar de a lo que les hace desiguales; no

igualitarios, a los que partiendo de la mismaconstatación dan mayor importancia, para elmismo fin, a lo que los hace desiguales enlugar de a lo que los hace iguales [...] Esjustamente el contraste entre estas últimaselecciones lo que sirve muy bien, en miopinión, para distinguir las dos opuestasalineaciones que ya estamos acostumbradosdurante una larga tradición a llamar izquierda yderecha [...] Lo igualitario parte de laconvicción de que la mayor parte de lasdesigualdades que lo indignan, y querría hacerdesaparecer, son sociales y, como tales,eliminables. Lo no igualitario, en cambio, partede la convicción opuesta, que sean naturales ycomo tales, ineliminables [...]  Al lado de lanaturaleza madrastra está también la sociedadmadrastra» [la cursiva es nuestra].

En resumen, una política igualitaria secaracteriza por la tendencia a remover losobstáculos que convierten a los hombres y alas mujeres en menos iguales. Si existe unelemento caracterizador de las doctrinas y delos movimientos que se han reconocidouniversalmente como izquierda, este elementoes el igualitarismo, entendido éste no como lautopía de una sociedad donde todos losindividuos sean iguales en todo, sino como latendencia a convertir en más iguales a losdesiguales. Esta izquierda intentó, en algunosde sus componentes (el socialismo real), la

remoción de lo que durante mucho tiempo hasido considerado el mayor obstáculo a laigualdad: la propiedad individual, el «terriblederecho». Así se llegó a lo que Bobbio hadefinido como la «utopía invertida», el vuelcototal experimentado por una grandiosa utopíaigualitaria hasta convertirse en su contraria:«La primera vez que una utopía igualitariaocupó la historia pasando del reino de losdiscursos al de las cosas, dio un vuelco paraconvertirse en su contraria».

Moderación y extremismo

Page 54: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 54/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

54

 Ya hemos escrito que Norberto Bobbio seconsidera un moderado. En el libro Derecha eizquierda... contempla otra díada alternativa, lade extremismo versus moderación, quepertenece a un universo político diferente quela de derecha-izquierda. La diada extremismo-

moderación está referida no al concepto deigualdad, sino al de libertad. El ideal delibertad, otro gran referente de la humanidad,no sirve para distinguir entre derecha eizquierda pues existen doctrinas ymovimientos libertarios y autoritarios tanto ala derecha como a la izquierda. «Y existentanto a izquierda como a derecha movimientosy doctrinas libertarios y autoritarios porque elcriterio de la libertad sirve para distinguir eluniverso político no tanto respecto a los finescomo respecto a los medios; o al métodoempleado para conseguir los fines», escribe elautor italiano.

 Así se explica por qué revolucionarios deizquierdas y contrarrevolucionarios dederechas pueden compartir ciertos autores(Georges Sorel, Cari Schmitt, incluso AntonioGramsci), no en cuanto sean de derechas o deizquierdas, sino en tanto que extremistasrespectivamente de derechas y de izquierdasque, precisamente por ser así se distinguen delos moderados de derechas y de izquierdas.Sólo las alas moderadas de las dos afiliacionesson compatibles con la democracia. «Yo meconsidero un moderado [...] El moderado es,por naturaleza, democrático; un extremista deizquierdas y uno de derechas tienen en comúnel antidemocratismo [...] No es casual quetanto los extremistas de izquierda como los dederechas desprecien la democracia, incluso

desde el punto de las virtudes que ella alimentay que son imprescindibles para susupervivencia. En el lenguaje de unos y otrosdemocracia es sinónimo de mediocracia,entendida ésta como dominio no sólo de laclase media, sino de los mediocres. El tema dela mediocridad democrática es típicamentefascista. Pero es un tema que encuentra suambiente en el radicalismo revolucionario decada color».

De la conjunción de libertad e igualdadextrae el filósofo italiano un espectro políticocon cuatro categorías:

 —La extrema izquierda: el jacobinismo.Movimientos y doctrinas a la vez igualitarios yautoritarios.

 —El centro izquierda: el socialismo liberaly la socialdemocracia. Movimientos ydoctrinas liberales y a la vez igualitarios.

 —El centro derecha: partidosconservadores que son fieles al métododemocrático, pero que se detienen en laigualdad ante la ley, que implica únicamente eldeber por parte del juez de aplicar las leyes deuna manera imparcial. Movimientos ydoctrinas liberales y a la vez desigualitarios.

 —La extrema derecha: el fascismo, elnazismo. Movimientos y doctrinas antiliberales

y a la vez antiigualitarios.Norberto Bobbio es uno de los

pensadores políticos más influyentes de estesiglo. A esta categoría corresponde el opúsculosobre la derecha y la izquierda. Pero comotestigo del siglo xx no ha dudado jamás de sucampo de acción: nunca como en nuestraépoca se han puesto en tela de juicio las tresprincipales fuentes de desigualdad, la clase, laraza y el sexo. Cuando la derecha grita «¡abajo

la igualdad!» no quiere decir, como alguienpodría interpretar «¡viva la diferencia!», sino«¡arriba la desigualdad!». Por ello, izquierda yderecha continúan vigentes. No sólo comouna suma de emociones, sino como unacolección de valores.

© Del prólogo al libro Derecha e izquierda. Razones ysignificados de una distinción política, de NorbertoBobbio, Taurus, Madrid, 1996.

Page 55: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 55/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

55

Más allá de la derecha y laizquierda. Una nueva políticapara el nuevo milenio

 Anthony Giddens 

La cuestión es la siguiente: ¿esta nuevafilosofía es sencillamente una mezcla extrañade izquierda y derecha y, por tanto, unaextensión de lo que hemos conocido en GranBretaña durante los quince o veinte últimosaños? He de decir que no, absolutamente no.La política de la tercera vía marca una cosa

absolutamente fundamental en el diálogopolítico, y es que estamos en un período detransición cabal en el pensamiento político, yeste debate posiblemente es muy importantepolíticamente ahora que estamos al final deeste siglo y al comienzo del tercer milenio.

 Tal como yo la definiría, la tercera vía esuna respuesta a dos filosofía fracasadas, quehan dominado durante los últimos veinticincoaños. Una es el neoliberalismo, el

thatcherismo si se quiere, la suerte depensamiento político que ha sido tanimportante para mi país durante tanto tiempo.El fundamentalismo de mercado es unafilosofía muerta, contradictoria. Lo quesucedió en Gran Bretaña es que una filosofíadel mercado libre destruyó elconservadurismo. Los dos aspectos que elneoliberalismo combina son sencillamentecontradictorios. Intentan unir una teoríalibertaria de los mercados con una teoríaautoritaria del Estado y del nacionalismo, yesta combinación es explosiva. Estacombinación es la que destruyó el partidoconservador y permitió que Tony Blair ganaracon una mayoría tan amplia.

La otra filosofía fracasada creo que es lademocracia social por sí misma, lasocialdemocracia. Esta filosofía estableció elsurgimiento del Estado del bienestar basadoen una forma de gestión económica que lopercibe como el vehículo principal de igualdady que está ligada a las políticas de clasetradicionales. La socialdemocracia así definida

o, digamos, la antigua izquierda, es hoy unafilosofía fracasada, tanto como la nuevaderecha. Necesitamos una teoría política queno sea ni de derechas ni de izquierdas. Estafilosofía política ha de reaccionar no sólo a ladisolución de estas dos filosofías dominantes,

sino también a los cambios que las handestruido.

 Vivimos en una sociedad de cambiomasivo de sus aspectos económicos y sociales,y sólo capturando la naturaleza de estoscambios podremos esperar transforma lapolítica y producir un programa político nuevoy eficaz. Ahora bien, hay tres grandes cambiosque están transformando nuestro mundo yque hemos de entender para poder apreciar en

qué consisten las políticas de la tercera vía.Permitidme que hable brevemente de cadauno de ellos:

1 ) El primero es el impacto de estefenómeno, tan familiar ahora para todosnosotros, que es la globalización o lamundialización. El término globalización noera utilizado hace diez años. De pronto laglobalización está en todas partes. De palabraque nadie conocía se ha convertido en palabra

demasiado utilizada, tanto que la gentecomienza a dudar de su significado.

En el mundo anglosajón, por lo menos,hay un debate muy intenso sobre lo quesignifica la globalización: por un lado tenemosla gente que en el Reino Unido llamamosglobalescépticos que dicen que el mundo definales del siglo XIX no era apenas diferentedel nuestro. A fines del siglo XIX habíaliberalización comercial, teníamos grandes

invenciones tecnológicas (teléfono,comunicación electrónica) y teníamos unresurgimiento de los mercados monetarios.¿Qué hay de nuevo? Se preguntan losglobalescépticos. Esta percepción es muypopular entre las personas que quierendefender la antigua izquierda o que quierendefender la socialdemocracia tradicional,porque si adoptan esta perspectiva podríanmuy bien decir que el Estado nación estáintacto, que la idea de economía global es un

mito y que consiguientemente podemosmantenernos en nuestras bien establecidaspolíticas. Los que comparten estas

Page 56: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 56/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

56

percepciones, aunque se autoconsiderenradicales, de hecho son conservadores, porqueyo creo que no quieren enfrentarse a losenormes cambios que están sucediendo anuestro alrededor.

Por otro lado, tenemos los llamadoshiperglobalizadores que argumentan,contrariamente a los anteriores, que laglobalización ha llegado al punto de hacerirrelevante el Estado nación, que los gobiernosson irrelevantes, que el mercado global es elúnico dueño y señor, y que lo único quepueden hacer los gobiernos es reducir sudimensión y suprimirse, dejar paso libre. Lapolítica ya no es relevante en un mundodominado por las fuerzas del mercado global.

 Yo quisiera sugerir que ninguna de estas visiones es adecuada. Los escépticos de laglobalización están completamenteequivocados. Los estudios recientes sobre laglobalización indican claramente, y sin sombrade duda, que el período actual de globalizaciónpor lo que hace a la economía esdecididamente diferente del de finales del sigloXIX, no solamente por el impacto de lainformación electrónica de los mercados

monetarios durante las 24 horas del día, sinotambién medido en otras formas de comercioy de intercambio de bienes económicos.

Ello no obstante, los hiperglobalizadorestambién están equivocados porque sugierenque el proceso de globalización ha sidocompletado, y no es así. Estamos en las fasesiniciales del impacto de la nueva globalización.Hemos de entender que la palabraglobalización no incluye sólo el mercado

económico global, no comprende únicamentelos mercados monetarios mundiales. Laglobalización tiene que ver con lacomunicación, con el impacto de lacomunicación electrónica en nuestro mundo.La globalización habría de entenderse, en miopinión, como la primera fase en la formaciónde una sociedad cosmopolita global. Nosotrosestamos viviendo en la primera fase de laemergencia de una sociedad globalcosmopolita, que está cambiando todas

nuestras instituciones tradicionales:matrimonio, familia, género o emociones

personales, pasando por los sistemas a granescala que nos rodean.

Una de las tareas de la política de la tercera vía, de alguna manera, consiste en ser pionerade nuestra entrada en esta nueva sociedadmundial cosmopolita.

2 ) El segundo gran cambio es laemergencia de lo que al menos en los paísesanglófonos se llama la economía sin pesoglobal o desmaterializada.

Si hubiesemos de medir físicamente lacantidad de bienes comercializados hacetreinta años y comparásemos este peso con elde los bienes comercializados en la economíaglobal hoy, encontraríamos que pesan más o

menos lo mismo. El volumen total de bienesfísicos comercializados en el mundo de hoy noha aumentado. Sin embargo el valor de laeconomía global durante este período haaumentado dos veces y media. Esto nos indicaque es el intercambio de información, lacomercialización de información y no de losbienes físicos lo que hoy ha devenido crucialpara la creación de valor. Podríamos fechar dealgún modo el surgimiento de esta economíasin peso: comenzó, podríamos decir un poco

alegremente, en 1981, ya que en este año por vez primera en los Estados Unidos la cantidadtotal de inversión en tecnología de lainformación fue superior a la de la industriamanufacturera. La economía sin peso hadestruido la antigua clase trabajadora. La razóndel declive de la industria manufacturera en lospaíses occidentales no es la globalizaciónmisma sino ciertamente los cambiostecnológicos: específicamente, el impacto de la

tecnología de la información en los procesosde producción. La destrucción de la clasetrabajadora tradicional evidentemente tambiénha destruido los espacios de la políticasocialdemócrata.

3 ) El tercer y no menos importantecambio, aunque a menudo no analizado, es lainfluencia decreciente de la tradición, lascostumbres y los hábitos en nuestras vidas.

La transformación de nuestras vidas

cotidianas puede describirse diciendo que vivimos nuestras vidas cada vez menos comoun destino. En nuestras generaciones

Page 57: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 57/86

Page 58: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 58/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

58

¿Qué es la política de la tercera via y quehemos de decir sobre la división entre laizquierda y la derecha? Esta división todavíacuenta, todavía es importante. Esta divisiónsepara especialmente la izquierda y la derechaalrededor de los temas de la desigualdad, la

creencia en que el gobierno puede hacer y hade hacer algo sobre la desigualdad y sobre eltema de la radicalización de la democracia.Esto es lo que yo llamo política emancipadora.Este tipo de política todavía es importante y,por tanto, la división entre la izquierda y laderecha no se eliminará.

Lo que la política ha de discutir en unmundo de globalización, en un mundo detransformación de la familia, en un mundo

marcado por la entrada de la nueva economíade la información, es que la izquierda y laderecha ya no aportan una manera adecuadade tratar estos temas, aunque la izquierda y laderecha continuarán siendo significativas.Necesitamos una política que vaya más allá dela izquierda y la derecha y que implique dealguna manera un consenso social, y que nospermita ayudar a guiar a la gente a través de lasgrandes revoluciones de nuestro tiempo. Lagran revolución es la revolución global, larevolución de la tecnología de la información yla revolución de la igualdad de los sexos. Lapolítica de la tercera vía es un intento nosolamente de dirigir la gente por medio deestas transformaciones sino también depermitirles dirigir sus propias vidas por lo quehace a los valores.

La política de la tercera vía es diferente dela izquierda clásica porque ya no es igualitariaen el sentido estricto de la palabra, aunque

dice que quiere proteger la igualdad, porque daun gran papel a la libertad individual y porque,contrariamente a la derecha, reconoce que lalibertad significa autonomía. Libertad no es lamismo que desregulación. La libertad paramaterializarse exige la utilización de recursoscolectivos. La libertad para nosotros, políticosde la tercera vía, ha de significarautodesarrollo, autoactualización,autorealización. Esto es algo mucho más

complejo que una derecha neoliberal.Por tanto, la primera característica de la

política de la tercera vía es que es un

movimiento radicalizador del centro, aunqueen mi opinión es del centroizquierda, porquetiene unos valores clave de la izquierda, peroañade un radicalismo en un aspecto muchomás amplio que transforma el mundo en que

 vivimos.

B ) Un objetivo clave en la política de latercera vía es desarrollar una economíadinámica, que sea competitiva en el mercadomundial, que tenga calidades empresariales,que, contrariamente a la antigua izquierda,reconozca la centralidad de la creación deriqueza, y que reconozca que la creación deriqueza no puede ser llevada a caboúnicamente por el Estado y que, por tanto, laempresa tiene un papel fundamental en

nuestro futuro social.La creación de riqueza en una economía

dinámica significa una sociedad dinámica. Y,en términos más concretos, significa unasociedad dispuesta a tomar riesgos.

La política de la tercera vía busca unnuevo equilibrio entre el riesgo y la seguridad.Los estados del bienestar tradicional nosprotegían contra muchos riesgos, eran comouna especie de versión estática de la seguridad.

De arriba abajo. Esta especie de seguridad yano es tan relevante como lo fue en otrotiempo. Ahora queremos una sociedad depersonas que estén dispuestas a tomar riesgosde manera prudente, y esto aplicado nosolamente a los empresarios sino también almercado laboral, a la fuerza de trabajo.Queremos una fuerza de trabajo que estedispuesta a invertir en su propio capitalhumano, en nuevas industrias, por ejemplo,

donde haya problemas. Y el matrimonio, lafamilia, la sexualidad, las relaciones humanas,etc, también han de tener personasresponsables que estén dispuestas a asumirriesgos cuando lo necesiten hacer, y quepuedan gestionar las relaciones cuando estas serompan, porque seguramente no veremos yamuchos matrimonios que duren cuarenta ocincuenta años. Esto sólo se aplicará a unaminoría de personas. Esto es unacontecimiento cultural que hemos de tomar

en cuenta, pero también es una nueva culturaque implica nuevos mecanismos de seguridad.

Page 59: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 59/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

59

El problema clave para la política de latercera vía es como reconciliar una economíadinámica con unos mercados laborales activosdentro de una sociedad que reconozca normasde seguridad social, de justicia social y deinclusión colectiva. Piensen que nadie ha

resuelto todavía este problema, pero sabemos,pienso, como se puede comenzar a tratarlo.

C ) La política de la tercera vía intentareconstruir el Estado del bienestar, pero nocomo los neoliberales sugieren, sobre la basede producir un sistema de seguridad mínimo.La política de la tercera vía rechaza elconservadurismo de la socialdemocracia. ElEstado del bienestar no se puede dejar intactoporque el Estado del bienestar corresponde

sencillamente, como todos sabemos, a unmundo muy diferente del que vivimosactualmente.

La tercera vía, por tanto, es diferente de lapolítica socialdemócrata tradicional, perotambién sumamente diferente de lasconcepciones neoliberales del Estado delbienestar, que producen toda una serie deconnotaciones negativas de las institucionesdel bienestar.

Hay un experimento informal muyinteresante para entender la importancia delEstado del bienestar: en un encuentrointernacional había una sala llena deamericanos de éxito que tenían unos cuarentaaños junto a un grupo de europeos también deunos cuarenta años, y el profesor les preguntósi el Estado del bienestar había sidoimportante en su éxito o no. Ningúnamericano levantó la mano. Pero casi todos

los europeos lo hicieron.En Europa el Estado del bienestar

siempre ha sido y ha de seguir siendoreformado para permanecer como uninstrumento de auto-realización y de éxito. Noes suficiente hacer que el Estado del bienestartenga que ocuparse de los trozos perdidos dela parte baja de la sociedad. En los EstadosUnidos vemos la dificultad, la consecuenciaterrible si seguimos esta ruta. La política de la

tercera vía, por tanto, exige una reformaradical del Estado del bienestar. Sugiero queesta reforma radical ha de cubrir la educación,la formación, la salud, los mercados y los

subsidios de desempleo, incluyendo, además,las pensiones. Esto no obstante, sugierotambién que la reforma radical propuesta noha de implicar niveles reducidos de gasto en elEstado del bienestar, aunque con la excepciónparcial de las pensiones, ya que algunos países

están muy endeudados en sus obligaciones delEstado del bienestar. Por tanto lo que hemosde buscar es un Estado del bienestarreformado, que sea activo, que sea dinámico yque corresponda a las necesidades deimplicación en una economía global, pero quesea un Estado que podamos llamar Estado delbienestar, con el que se impliqueprincipalmente la clase media.

La democracia social tradicional siempre

consideraba que el gobierno era la respuesta.El neoliberalismo siempre propuso que elgobierno era justamente el problema. Para lapolítica de la tercera vía el tema no es reducirlas dimensiones del gobierno ni tampocoproteger el Estado sino reestructurarlo.

En la reestructuración del Estado se hallauna de las tareas principales en que la praxispolítica hasta hoy ha superado a la teoría. Enla Gran Bretaña de Tony Blair, por ejemplo,

tenemos la reforma constitucional, laintroducción de la ley de libertad deinformación, la entrega del poder que dealguna manera imita lo que ha sucedido eneste país mucho antes y toda una serie dereformas sin teoría. Pero la teoría habría de serrecapturar la legitimidad de la política. Este noes un mundo en que el gobierno sea menosimportante que en el pasado. Es un mundo enque el gobierno todavía es más importante queen el pasado, mucho más importante de lo que

era, pero el gobierno ya no puede ser sólo ungobierno nacional. Eso no se compadeceríacon la «devolución» (descentralización del paísa través de la devolución del poder), es decir,la característica principal de los cambiosestructurales que están afectando nuestromundo.

 Ahora bien, si miramos las encuestassobre las actitudes políticas de la genteencontramos unos resultados muy

interesantes. No es verdad que la gente estéahora menos interesada en la política de lo quelo ha estado. Podemos estar menos

Page 60: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 60/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

60

interesados en los líderes políticos ortodoxos ypodemos sentirnos más ajenos a la políticaparlamentaria de lo que nos sentíamos en elpasado, pero las encuestas demuestran que lagente está hoy más interesada en la política delo que lo estaba hace veinte o treinta años.

Pienso que eso es intuitivo. Las encuestastambién demuestran que esto es más cierto enla generación joven. No es verdad que lageneración joven esté menos interesada en lapolítica en comparación con la anterior; alcontrario, las encuestas indican que lageneración joven está muy interesada en lapolítica, más todavía que la generaciónanterior. Ello no obstante, el tipo de políticaen que se interesa y el tipo de compromiso yde implicación que busca no es la integraciónen la política parlamentaria ni de los congresospartidistas. La generación joven está másinteresada en una gama mucho más amplia detemas políticos: la solidaridad y la cooperacióninternacional, el respeto a la diversidad culturaly de las identidades, los derechos de losanimales, la ecología, la sexualidad, losderechos de la familia, la homosexualidad,muchos temas como éstos que hasta ciertopunto sólo tocan parcialmente el campo

político ortodoxo tradicional.Mediante la regeneración de la legitimidad

política conseguiremos la transformación de lademocracia para permitir que estos temas seincluyan y también para permitir que la gente

 vuelva a formar parte de la política. Yodescribo lo que es necesario, lo que llamo lademocratización de la democracia. Lademocracia liberal parecía ganar con la caídadel comunismo, pero la democracía liberal

había funcionado como una respuesta alcomunismo.

Era una especie de sección del mundobipolar en que vivíamos. Cuando elcomunismo cayó, la falta de adecuación de lapolítica ortodoxa neoliberal quedó patente. Espor esta razón que se han dado tantos casosde corrupción en todo el mundo durante losúltimos años. Es por eso que por doquier sehabla siempre de que necesitamos una mayor

transparencia. Es por eso que en todas partesencontramos experimentos con democraciadirecta en el escenario, y discusiones y debatessobre las posibilidades de la democracia

electrónica. Ahora bien, no sabemos cuálesson estas posibilidades, pero sabemos quehemos de experimentar con estasposibilidades.

 Yo intentaría por tanto, como parte de lapolítica de la tercera vía, conseguir lareconstrucción de la democracia en unmovimiento hacia arriba y hacia debajo dedevolución de poderes, y la introducción y laexperimentación con diferentes mecanismosdemocráticos y una ampliación del orden deldía político.

Este movimiento hacia arriba de lademocracia pienso que ha de ser unmovimiento mundial, global. Pienso que lapolítica de la tercera vía busca lo que elsociólogo David Held llama la democraciacosmopolita a una escala mundial. Esto ya noes un proyecto utópico en un mundo que yaestá deviniendo cosmopolita en su propiaestructura. La política de la tercera vía tomauna actitud diferente hacia la igualdad y ladesigualdad en comparación con las filosofíastradicionales de la izquierda y la derecha. Todala antigua democracia social busca la igualdad,y la igualdad de resultados. Sabemos que esta

clase de sociedad sólo es posible si esautoritaria, si está atrapada y si excluye laindividualidad y el pluralismo cultural, y nadiequiere ya, tras la caída del comunismo, estaclase de sociedad. No obstante, de ahí no sederiva que tengamos que refugiarnos en elneoliberalismo. No podemos tener unasociedad que acepte ampliar las desigualdadesque vemos, ni tampoco podemos identificar laigualdad con la igualdad de oportunidades. Nopodemos tener una sociedad estable que esté

basada puramente en la igualdad deoportunidades.

Entiendo que éste es un puntofundamental. Permitidme que diga por qué.No podemos tener esta clase de sociedad pordiversas razones:

1 ) Primero, si tuvieramos una sociedad deigualdad de oportunidades fuerte, habríamucho movimiento hacia abajo. Las personas

con éxito subirían en cada generación, peropor definición muchas personas caerían.Habría muchos perdedores en este sistema.

 Ahora bien, sabemos, a partir de la

Page 61: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 61/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

61

investigación social, que los movimientoshacia abajo a escala masiva crean divisionessociales y son socialmente peligrosos. Nopodemos tener una sociedad así.

2 ) Segundo, si tuvieramos una cosa que seaproximara a una pura igualdad deoportunidades -meritocrácia-, tendríamospersonas en la base de esta sociedad que nosólo estarían allí sino que reconocerían quemerecen estar donde están. Esta clase desociedad crearía esencialmente una clase deexcluidos, que se autoreconocerían comoinferiores, en comparación con los otros, y esono sería tolerable en una sociedad de todos.

3 ) Finalmente, una sociedad de puraigualdad de oportunidades produciría unaenorme desigualdad de resultados. Podemos

 verlo fácilmente si analizamos el fenómeno delos llamados mercados que ganan todo y quehoy operan en el capitalismo. Los ganadoresganan todo. Son mercados para la diferenciamarginal entre los ejecutivos superestrella,empresas que están dispuestas a pagarcantidades masivas por una pequeña diferenciaentre un ejecutivo y otro, porque creen queeso añadirá un enorme valor a su empresa,

independientemente que sea verdad o no. Yeso está produciendo una enorme desigualdaden el capitalismo global, especialmente en losEstados Unidos y en otros países. Estasdesigualdades, a pesar de la igualdad deoportunidades, son justamente un ejemplo deigualdad de oportunidades. Ésta crearía unasociedad muy desigual desde un punto de vistadel resultado. Por tanto, todavía hemos detener la redistribución en el orden del día.

 Todavía hemos de tener una sociedad que

tenga una cierta cantidad de igualdad deresultados.

El modelo de igualdad de la política de latercera vía es moderado, es una meritocraciamoderada, es una igualdad de oportunidadesmoderada combinada con el sostenimiento dela igualdad de resultados moderada. Paraalcanzar un resultado de igualdad se ha dehacer que la clase media se expanda. Se ha decontener lo que se llama la revolución de las

élites. La política de la tercera vía redefine ladesigualdad como exclusión. Pero estaexclusión no ha de entenderse sólo como

exclusión de los de abajo; no es suficientehacer que los que están abajo quedanincluídos, sino que también se ha de incluir alos de arriba. Se les ha de motivar a participaren los servicios públicos creando undeterminado tipo de ciudad, como es

Barcelona, que ha devenido un espaciopúblico vibrante y excelente. Eso es un buenreflejo de la sociedad de la política de latercera vía.

D ) Finalmente, la política de la tercera víaha de seguir el modelo de lo que yo llamaría lanación cosmopolita. Las dos filosofíaspolíticas clásicas tienen grandes déficits en estaárea. El neoliberalismo, el conservadurismotradicional, siempre han tenido un modelo

xenófobo de nacionalismo. Este modelo denacionalismo siempre era incoherente con lafilosofía del mercado libre.

Hay una imagen muy divertida que me viene a la mente cuando pienso en lascontradicciones del modelo neoliberal delEstado nación: la señora Thatcher colocandosu pañuelo en la cola de los nuevos avionesbritánicos. En el pasado estos aviones llevabanla bandera británica en la cola, pero a medida

que la empresa de transporte aéreo se hahecho global la bandera británica ha idodesapareciendo y la señora Thatcher odiabaeso, ya que lo vivía como una ofensa alnacionalismo británico, lo que es totalmenteincoherente con la idea de un mercado global,manteniendo al mismo tiempo un chauvisimonacionalista xenófobo.

El nacionalismo cosmopolita, por otraparte, ha de ser cultivado activamente, ha de

ser compatible con los valores liberales. No esun nacionalismo como destino nacional. Es elnacionalismo cultivado como maneraconsciente y reflexionado en relación con unmundo cosmopolita más amplio. Es unnacionalismo ideológico, de alguna manera, endiálogo abierto y fructífero con las otrasidentidades nacionales. Es evidentemente laclave para el éxito de la Unión Europea.Montserrat Guibernau -que se ha hecho tanfamosa en el Reino Unido como lo es en

Catalunya como expositora de las teorías delnacionalismo y de las naciones sin Estado-,cuando habla de las naciones sin Estado, las

Page 62: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 62/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

62

trata como excepcionales, pero yo consideroque habría de tratarlas como la norma, hoy.Las naciones sin Estado serán cada vez más lacondición normal de la nación, porque lasobernía está transformándose.

Uno de los acontecimientos másimportantes de la historia de mi país, y hastade la historia europea, sucederá mañana. Esteacontecimiento es el referendum de Irlandadel Norte, que no es un acontecimiento localsino global. Hay mucho interés en esteacontecimiento en todas partes del mundo. Loque hace posible una solución al problema deIrlanda del Norte es que lo que es posible hoyno lo era hace diez, quince o veinte años, es lanaturaleza cambiante de la soberanía a causa

de su naturaleza múltiple y la emergencia de laidea de la nación cosmopolita y cultivada. Y esposible porque Irlanda del Norte ya no seenfrenta a la alternativa sencilla de unirse aIrlanda o permanecer en el Reino Unido. ElReino Unido por si mismo está cambiando,está descentralizándose, tal como lo ha hechoEspaña. Irlanda del Norte es una economíatigre dentro de la Unión Europea. Irlanda delNorte puede mirar hacia Irlanda, hacia elReino Unido o hacia la Unión Europea, y nosolamente hacia una de ellas, sino hacia todasestas afiliaciones múltiples. Un mundo desoberanía múltiple es el mundo de la sociedademergente global cosmopolita: es un mundo,por tanto, donde la idea de la nación esfundamental, donde la clase de cultivo de lanación, -como el presidente Pujol explica tanbien en sus escritos desde hace años,justamente antes de que estas ideas resultarannormales en el Reino Unido-, el cultivo de una

idea liberal de la nación, es una característicaclave de la cohesión social, es unacaracterística clave del Estado del bienestar,porque es una manera de poder mantener a losmás ricos implicados en sus comunidades oregiones o naciones por lo que hace al ámbitolocal. La nación cosmopolita en una sociedadglobal cosmopolita, éste es el mensaje de lapolítica de la tercera vía.

Como conclusión, permítanme sugerir,

por tanto, que quizás nos hallemos en unaépoca de sensibilidades culturales cambiantes,una época que está cambiando quizás pornuestra emergencia de la sombra del mismo

milenio. Nadie sabe qué significa el nuevomilenio, el tercer milenio, o qué consecuenciasnos traerá cuando un buen día nosdespertemos y comencemos a poner la fecha«año 2000» en nuestro cheque, y el cheque nofuncione porque el sistema informático se

haya desintegrado. Nadie sabe cómo será estemundo. Pero pienso que podemos haceralgunas sugerencias. Para la pasada generación,toda la cultura intelectual occidental ha estadorepleta de una idea de agotamiento, según lacual todo se acaba, las cosas se acaban:tenemos el fin del comunismo, el fin delmarxismo, el fin del socialismo, tenemos elfinal de la historia, el final de la ciencia, el finaldel mundo, el final de la familia, del Estado delbienestar, del Estado nación. Yo os retaría,retaría a encontrar una institución donde nohaya alguien que haya escrito un libro que nodiga «esto se acaba». Es, pues, una situaciónmuy curiosa porque no podemos tener finalsin principio. Hemos de analizar nuestrasituación y verla como una situación detransformación y no como una situación definalización o de final. Hemos de empezar ahablar de comienzos más que de agotamientoso finales. Hemos de intentar recuperar el

idealismo en la política, hemos de revisar yhacer que renazca el centroizquierda comouna forma de idealismo político, y hemos decrear un ideal por el que poder luchar. Hemosde intentar hacer que este ideal sea realista, yestos ideales son realistas y la estructura delmundo siga los patrones que estoysugeriéndoles.

Esta es la razón por la que pienso que amedida que el neoliberalismo desaparece en la

distancia y que el postmodernismo se diluyecomo filosofía cultural, veremos elresurgimiento de un programa político eficazde transformación que nos permitirá, almenos, intentar conseguir una sociedaddecente, que incluya a todo el mundo y queopere a escala global, donde todos podremos

 ver hacia donde vamos y en la que, como dijeen la introducción, podamos ser tan realistascomo al mismo tiempo utópicos.

Page 63: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 63/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

63

Derecha e Izquierda: criteriosde una distinción política

Norberto Bobbio

La distinción rebatida

1. «Derecha e izquierda» son dostérminos antitéticos que, desde hace más dedos siglos, se emplean habitualmente paradesignar el contraste de las ideologías y de losmovimientos en que está dividido el universo,eminentemente conflictivo, del pensamiento yde las acciones políticas. En cuanto términos

antitéticos son, respecto del universo al que serefieren, recíprocamente exclusivos yconjuntamente exhaustivos: exclusivos, en elsentido de que ninguna doctrina ni ningúnmovimiento pueden ser al mismo tiempo dederechas y de izquierdas; exhaustivos, porque,al menos en la acepción más rigurosa deambos términos, tal y como iremos viendomás adelante, una doctrina o movimientoúnicamente puede ser de derechas o de

izquierdas.Como a menudo he dicho, a propósito

de las que he dado en llamar las «grandesdicotomías» en que está dividido cada campodel saber, incluso de la pareja de términosantitéticos, como derecha e izquierda, sepuede hacer un uso descriptivo, un usoaxiológico y un uso histórico: descriptivo, paradar una representación sintética de dos partesen conflicto; valorativo, para expresar unjuicio de valor positivo o negativo sobre unade las dos partes; histórico, para marcar elpaso de una fase a otra de la vida política deuna nación, pudiendo ser el uso histórico a su

 vez descriptivo o valorativo.

La contraposición de derecha e izquierdarepresenta una típica forma de pensar pordiadas, de las que se han ofrecido las másdistintas explicaciones: psicológicas,sociológicas, históricas e, incluso, biológicas.De ellas, conocemos ejemplos en todos loscampos del saber. No existe disciplina que noesté dominada por alguna diadaomnicomprensiva: en sociología, sociedad-

comunidad; en economía, de mercado-planificada; en derecho, privado-público; enestética, clásico-romántico; en filosofía,transcendencia-inmanencia. En la esferapolítica, derechaizquierda no es la única,aunque sí es cierto que podemos encontrarla

en todas partes.Existen diadas en las que los dos términos

son antitéticos; otras, en las que soncomplementarios. Las primeras nacen de lainterpretación de un universo concebido comoformado por entidades divergentes que seoponen las unas a las otras; las segundas, de lainterpretación de un universo armónico,integrado por entidades convergentes quetienden a encontrarse y a formar juntas una

unidad superior. La dicotomía derecha-izquierda pertenece al primer tipo. Puesto quea menudo el pensamiento por tríadas nace delpensamiento por diadas y es, por decirlo dealgún modo, un desarrollo de éste, es diferenteel paso según se parta de una diada detérminos antitéticos o de una de términoscomplementarios. En el primer caso, el pasose produce por síntesis dialéctica o pornegación de la negación; en el segundo, porcomposición.

Las siguientes reflexiones nacen de laconstatación de que, en estos últimos años, seha venido diciendo repetidamente, hastaconvertirlo en un lugar común, que ladistinción entre derecha e izquierda que,durante casi dos siglos, desde la Revoluciónfrancesa en adelante, sirvió para dividir eluniverso político en dos partes opuestas, ya notiene ninguna razón de seguir siendo utilizada.En este sentido es habitual citar a Sartre, quien

parece haber sido uno de los primeros en decirque derecha e izquierda son dos cajas vacías.

 Ya no tendrían ningún valor ni heurístico niclasificatorio, y mucho menos estimativo. Amenudo se habla de ello con un ciertomalestar, como si fuera una más de las muchastrampas lingüísticas en las que cae el debatepolítico.

2. Las causas de esta opinión, que cada vezse va difundiendo más, y sobre la que se

podrían aportar infinitos y diarios testimonios,son distintas. Veamos alguna.

Page 64: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 64/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

64

En la base y en el origen de las primerasdudas sobre la desaparición, o por lo menossobre la menor fuerza representativa de ladistinción, se encontraría la llamada crisis delas ideologías. Se puede objetartranquilamente, y de hecho se ha objetado,

que las ideologías no han desaparecido enabsoluto, al contrario: están más vivas quenunca. Las ideologías del pasado han sidosustituidas por otras nuevas o que pretendenser nuevas. El árbol de las ideologías siempreestá reverdeciendo. Además, no hay nada másideológico, tal y como ha quedado demostradomuchas veces, que la afirmación de la crisis delas ideologías. Así como que «izquierda» y«derecha» no indican solamente ideologías.Reducirlas a la pura expresión de pensamientoideológico sería una injusta simplificación:indican programas contrapuestos respecto amuchos problemas cuya solución pertenecehabitualmente a la acción política, contrastesno sólo de ideas, sino también de intereses yde valoraciones sobre la dirección que habríaque dar a la sociedad, contrastes que existenen toda sociedad, y que no parece que vayan adesaparecer. Naturalmente, se puede objetarque los contrastes existen, pero que no son los

mismos que los de la época en que nació ladistinción y que, durante todo el tiempo enque ésta hizo fortuna, han ido cambiandotanto que han convertido en anacrónicos, ypor lo tanto en equívocos, los viejos términos.Pero esto es lo que tendremos que ver másadelante.

Recientemente, se ha sostenido que, comoel concepto de izquierda ha reducidodrásticamente su propia capacidad connotativa

hasta el punto que decir que se es deizquierdas es hoy una de las expresionesmenos verificables en el vocabulario político,el viejo binomio podría ser sustituidooportunamente por este otro: progresistas-conservadores. Sin embargo, ha habidotambién quien, de una manera más radical, harechazado cada perseverante visión dicotómicaafirmando que también esta última dicotomíaes una de las muchas «bobadas» existentes enel lenguaje político, de las que hay que librarse

para crear de ahora en adelante nuevasuniones, no basándose en las posiciones, sinobasándose en los problemas.

3. Se sostiene, en segundo lugar, que en ununiverso político cada vez más complejo comoel de las grandes sociedades y especialmentede las grandes sociedades democráticas, sehace cada vez más inadecuada la separación,excesivamente clara, entre dos únicas partes

contrapuestas, y cada vez más insuficiente la visión dicotòmica de la política. Sociedadesdemocráticas son las que toleran o, mejordicho, presuponen la existencia de muchosgrupos de opinión y de intereses encompetencia entre ellos; estos grupos, a vecesse contraponen, otras se sobreponen, enalgunos casos se entrelazan para luegosepararse, ora se acercan, ora se dan la espalda,como en un movimiento de danza. Se objeta,en fin, que en un pluriverso como el de lasgrandes sociedades democráticas, donde laspartes en juego son muchas, y tienen entreellas convergencias y divergencias que hacenposibles las más variadas combinaciones de lasunas con las otras, ya no se pueden plantearlos problemas bajo la forma de antítesis, de autaut, o derecha o izquierda, si no es de derechaes de izquierda, o viceversa.

La objeción es acertada, pero no esdecisiva. La distinción entre derecha eizquierda no excluye en absoluto, tampoco enel lenguaje común, la configuración de unalínea continua sobre la cual, entre la izquierdainicial y la derecha final, o, lo que es lo mismo,entre la derecha inicial y la izquierda final, secolocan posiciones intermedias que ocupan elespacio central entre los dos extremos, y al quese le denomina, como se sabe, con el nombrede «centro». Si se quiere coquetear con ellenguaje de la lógica se puede decir que,

mientras la visión diàdica de la política, segúnla cual el espacio político se concibe divididoen dos únicas partes, de las que una excluye ala otra, y nada entre ellas se interpone, puedeser definida como Tercero excluido, la visióntriàdica, que incluye entre derecha e izquierdaun espacio intermedio, que no es ni de derechani de izquierda, sino que justamente está en elmedio de la una y la otra, se puede definircomo Tercero incluido. En el primer caso, losdos términos, que están entre ellos en relación

de «aut aut», se dicen contradictorios. En elsegundo caso, donde existe un espaciointermedio que se puede indicar con la

Page 65: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 65/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

65

fórmula «ni ni», se dicen contrarios. Nada queobjetar: entre el blanco y el negro, puede estarel gris; entre el día y la noche está elcrepúsculo. Pero el gris no reduce en lo másmínimo la diferencia entre el blanco y el negro,ni el crepúsculo la diferencia entre la noche y

el día.4. Aunque en muchos sistemas

democráticos con pluralismo acentuado el Tercero incluido tienda a llegar a ser tanexorbitante como para ocupar la parte másextensa del sistema político, relegando laderecha y la izquierda a los márgenes, noafecta en absoluto a la antítesis original, puestoque, al contrario, el centro, definiéndose ni dederecha ni de izquierda y no pudiéndose

definir de otra manera, la presupone y extraede su existencia la propia razón de ser. Segúnlas temporadas y latitudes, el crepúsculo puedeser más o menos largo, pero la mayor o menorduración no altera en absoluto el hecho de quesu definición dependa de las del día y de lanoche.

La definición de este espacio intermediohace posible una comprensión más articuladadel sistema, ya que permite distinguir entre un

centro que está cercano a la izquierda ocentro-izquierda, y un centro que está máscercano a la derecha o centro-derecha, y así, enel ámbito de la izquierda, una izquierdamoderada que tiende hacia el centro y unaizquierda extrema que se contrapone al centro,e igualmente, en el ámbito de la derecha, unaderecha atraída hacia el centro, y una que sealeja de él, contraponiéndose en igual medidatanto al centro como a la izquierda. Teniendoen cuenta que, a pesar de las posibles

divisiones dentro del espacio del centro, quedasiempre un centro indiviso, que podríallamarse centro-centro, la tríada en realidad seconvierte en una pentíada. Es inútil añadir queeste tipo de desarticulación del sistema políticoestá favorecido por la adopción del sistemaelectoral proporcional que multiplica las parteshasta dar origen a una multíada, bien visible enun parlamento con forma de anfiteatro, dondelas diferentes posiciones se colocan desde un

extremo al otro, y donde, sin embargo, elcriterio de la división entre los distintossectores de los representantes siempre es el dela derecha y el de la izquierda. Mientras en el

Parlamento inglés, que refleja la gran diada, sesientan o a la derecha o a la izquierda, en unParlamento como el de Montecitorio secolocan desde la derecha hacia la izquierda (o

 viceversa). Pero al mismo tiempo, la nostalgiade un sistema electoral con colegio uninominal

(no importa si en una o dos vueltas) cuyopropósito fuera convertir también en bipolarnuestro sistema político —nostalgia que desdehace algún tiempo, después de habersemanifestado durante años en repetidosproyectos de reforma y en un referéndumpopular, ha encontrado por fin su realizaciónen una ley del Parlamento— constituye unaprueba histórica, se diga lo que se diga, y antecualquier argumento doctrinal, de lapersistencia de la visión dicotòmica deluniverso político, incluso en un sistema que seconfigura como una línea recta compuesta por

 varios segmentos. Además, no existe mejorconfirmación de la persistencia del modelodicotòmico que la presencia, también en ununiverso pluralista, de una izquierda que tiendea considerar el centro como una derechacamuflada, o de una derecha que tiende aconsiderar el mismo centro como la coberturade una izquierda que no quiere declararse

como tal.5. Distinto del Tercero incluido, si se nos

permite esta digresión, es el Terceroincluyente. El Tercero incluido busca unespacio entre dos opuestos, e introduciéndoseentre el uno y el otro no los elimina, sino quelos aleja, impide que se toquen y que, si setocan, lleguen a las manos, o impide laalternativa drástica, o derecha o izquierda, yconsiente una tercera solución. El Tercero

incluyente tiende a ir más allá de los dosopuestos, englobándolos en una síntesissuperior, y por lo tanto, anulándolos comotales: dicho de otra manera, haciendo de ellosen lugar de dos totalidades de las cuales cadauna excluye a la otra, y como el anverso yreverso de la medalla no visiblessimultáneamente, dos partes de un todo, deuna totalidad dialéctica. Esta se distingue, seade la totalidad mecánica, donde el todo derivade la combinación de partes componibles por

ser compatibles, sea de la totalidad orgánicadonde cada una de las partes está en funcióndel todo, y por ello no antitéticas entre ellas

Page 66: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 66/86

Page 67: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 67/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

67

adelante) parece que puedan ser consideradosunas veces de derechas y otras de izquierdas, oni de derechas ni de izquierdas. Utilizando un

 vocablo que ha llegado a ser de uso común enel lenguaje político, aunque con un significadomaliciosamente peyorativo, se podría

denominar a los Verdes como un movimiento«transversal», en el sentido de que atraviesanlos campos enemigos pasando de uno a otro,indiferentemente, por encima y por debajo deellos, y de esta manera demuestran queremitiéndose a los hechos existe una terceraforma de poner en crisis la diada, además deestar en medio (el Centro), además de ir más allá(la Síntesis), es posible moverse a través: unaforma que se resuelve en una atenuación odesautorización de la diada más que en unrechazo o en una superación.

La mayor prueba de esta ubicuidad delmovimiento de los Verdes está en el hecho deque todos los partidos se han adueñado poco apoco del tema ecológico, sin cambiar nada desu bagaje usual, en todo caso añadiendo unmaletín o un bolso de viaje más. ¿Quién seatrevería hoy a tomar posiciones contrarias a laexigencia de tener en cuenta a los que, a travésde una forma, a menudo inconsciente, deantropomorfización de la realidad natural, sedefinen como los derechos de la naturalezarespecto al hombre, de los cuales nacen, por lanecesaria correlación entre el derecho deaquélla y el deber de éste, unas obligacionesdel hombre respecto a la naturaleza(permaneciendo inalterada la cuestión de si laidea del derecho nace antes de la obligación o

 viceversa)? Sin embargo, existen distintasmaneras de justificar este radical cambio de

actitud (especialmente del hombre occidental)hacia la naturaleza, por lo que se ha pasado deconsiderar a la naturaleza como objeto demero dominio y dócil instrumento de lasnecesidades humanas, a la idea de la naturaleza(incluso la inanimada) considerada comosujeto o como objeto de utilización, sí, perono arbitrariamente ilimitada. Según un puntode vista más metafísico-religioso, la naturalezatambién pertenece a un mundo no creado porel hombre, del que el mismo hombre forma

parte como sujeto en medio de otros sujetos;un punto de vista más pragmático, utilitarista,afirma, por su parte, que en el universo finito

donde el hombre está destinado a vivir, se hanacabado, incluso, los recursos de los quepuede disponer para sobrevivir, y por estodeben ser utilizados siempre teniendo encuenta su posible agotamiento. Por lo tanto nose puede excluir que, precisamente como

consecuencia de estos distintos fundamentosfilosóficos que presuponen sistemas de valoresopuestos, opuestas creencias y auténticasconcepciones antitéticas del mundo, ladifusión de los movimientos de los Verdes yano esté destinada a convertir en anacrónica la

 vieja diada sino a reforzarla en el seno de estosmismos movimientos, muy erosionados ya ensu interior a pesar de su reciente origen, y enlos cuales la distinta manera de concebir larelación del hombre con la naturaleza —ya seade la deuda que el hombre tiene hacia el restode las entidades no humanas o simplemente dela deuda que tiene hacia los otros hombres,especialmente hacia las generaciones futuras,en otras palabras, de un límite que le llega alhombre desde fuera o que el hombre se ponea sí mismo— está abocada a volver aintroducir, y en parte ya ha introducido, ladistinción entre Verdes de derecha y Verdesde izquierda.

7. La capacidad del hombre cada vez másgrande no sólo para aprovecharse de lanaturaleza y para someterla a sus propiasnecesidades, sino también para manipularla ypara desviarla de su curso, ha suscitadoproblemas de una índole moral y jurídica(como aquellos de los que se ocupa la bioética)que requieren, y que requerirán aún más en elfuturo, decisiones políticas (en el sentidoanteriormente definido) que, siendo

totalmente nuevas con respecto a cualquierotra decisión del pasado, parecería que no sepudieran incluir, cualesquiera que fuesen, enlas categorías tradicionales de derecha eizquierda que se han ido formando en unaépoca en que no se podían prevermínimamente que iban a surgir aquellosproblemas. Tratándose de problemaseminentemente morales, las dos partescontrapuestas hasta ahora se han dividido de laforma habitual con la que se divide el universo

moral, en laxistas y rigoristas. Pero estadistinción entre laxistas y rigoristas se adaptamal a ser confrontada con la que existe entre

Page 68: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 68/86

Page 69: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 69/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

69

En una situación de este género se puedeexplicar que por parte de grupos omovimientos minoritarios que según lageografía política tradicional y consolidada sehubieran tenido que llamar de derechas, seempezara a sostener que la vieja diada ya no

tenía razón de ser, y la lucha política requeríaya que se fuese «más allá» de la derecha y de laizquierda, en un «más allá», atención, que sepresentaba no como una síntesis queenglobase dos opuestos y englobándolos losconvirtiera en verdaderos, sino como su totaldesconocimiento y su total falsificación. Comose ve, en una situación en la que una de las dospartes llega a ser tan predominante como paradejar a la otra en un espacio demasiadopequeño para que aún se la considerepolíticamente relevante, la desautorización dela diada se convierte en un expediente naturalpara ocultar la propia debilidad. ¿Estáderrotada la derecha? ¿Pero qué sentido tienetodavía plantear el problema en estos términos

 —se pregunta el derrotado—, si la distinciónentre derecha e izquierda ya ha cumplido sutiempo? En un universo donde las dos partescontrapuestas son interdependientes, en elsentido de que una existe si existe también la

otra, la única manera de devaluar al adversarioes devaluándose a sí mismo. Donde todo se haconvertido en aquello de lo que era una parte,quiere decir que la contraposición ha agotadosu deber y necesita volver a empezar desdecero, e ir «más allá».

9. Día tras día constatamos ya que, tras losacontecimientos de estos últimos años, quehan perturbado el orden mundial disolviendolos regímenes comunistas —exaltados durante

un largo periodo como el imparable avance dela izquierda en la historia y considerados decualquier modo, incluso por parte de quieneslos habían combatido, como la más radicalactuación práctica de ideas y movimientos deizquierda—, la relación entre la parte fuerte yla parte débil de la diada se está invirtiendo.Baja la izquierda, sube la derecha. Ya estáocurriendo que quienes sostienen que la viejadiada debe ser guardada en el desván seanpreferentemente grupos y movimientos que

ellos mismos se proclamaron de izquierda, oasí eran considerados, juzgados, condenados y

 vituperados por los adversarios, por lo menos

hasta que el viento que impulsa la historiaparecía soplar de aquella parte. Hasta hacepoco tiempo era corriente oír la pregunta:«Pero, ¿todavía existe la derecha?». Despuésdel derrumbamiento de los regímenescomunistas, se nota cómo asoma con la misma

malicia la pregunta inversa: «Pero, ¿aún existela izquierda?».

Creo que no hay nadie capaz de enumerary recordar todos los congresos y todos losdebates públicos que se han desarrollado enestos últimos años para contestar a estascuestiones: «La crisis de la izquierda »; «Lasdudas de la izquierda y sobre la izquierda»; «Laizquierda en dificultades»; «La izquierdaagónica ». Todas estas preguntas se pueden

resumir con el título del congreso que sedesarrolló en Turín en diciembre de 1992:«What is left?», que significa a la vez: «¿Qué esla izquierda?» y «¿Qué ha quedado de ella?».Pero también en este caso se han dado lasrespuestas más disparatadas y contradictorias,desde la negativa más radical: «La izquierda yano existe», «La izquierda ha sido enterradabajo las ruinas del universo soviético», hasta laconfiadamente positiva: «Si la izquierda es loque significaba tradicionalmente, entonces elcolapso del sistema bolchevique es un triunfopara la izquierda a la que se le abrenposibilidades que habían sido enterradas bajoaquel sistema de tiranía desde 1917».

La crisis del sistema soviético habríatenido como consecuencia, en este caso, no elfin de la izquierda sino de una izquierdahistóricamente bien delimitada en el tiempo.De esta constatación derivaría otraconsecuencia sobre la cual el debate está más

abierto que nunca: no existe una únicaizquierda, existen muchas izquierdas, como,por otro lado, hay muchas derechas6.Naturalmente, afirmar que existen muchasizquierdas significa reafirmar la tesistradicional según la cual debe haber un criteriopara distinguir la izquierda de la derecha; deesa manera la diada habría sobrevivido a lagran crisis. Hay quien ha constatadojustamente que en los países del Este europeo

las primeras elecciones democráticas hanocurrido sin que se reprodujera entre losdistintos partidos en liza la distinción entrepartidos de derecha y partidos de izquierda.

Page 70: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 70/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

70

Pero también, quien ha aportado esto comoun argumento de peso a favor de ladesaparición de la diada no ha podidosustraerse a observar y a reconocer lo anómalode esta situación de transición del totalitarismoa la democracia, y a realizar la previsión de que

en un futuro próximo, cuando las institucionesdemocráticas se hayan estabilizado, esprobable que los partidos se congreguen denuevo en torno a los dos polos tradicionales.

10. Para terminar, el último motivo y,parece, el más decisivo para negar la diada noes el que se refiere a la recíproca controversia,al hecho de que las dos partes de un todo, seacual sea el sistema político, estén destinadas acaer juntas (si ya no hay derecha, ya no hay

izquierda), sino al reconocimiento de que lasdos etiquetas se han convertido en merasficciones, y en realidad frente a la complejidady a la novedad de los problemas que losmovimientos políticos deben afrontar, los«derechistas» y los «izquierdistas» dicen más omenos las mismas cosas, formulan, para uso yconsumo de sus electores, más o menos losmismos programas, y se proponen los mismosfines inmediatos. Derecha e izquierda ya noexistirían, no tendrían ya razón de existir, noporque hasta un cierto punto haya existidosólo la izquierda, y luego haya habido sólo laderecha, sino porque entre una parte y la otraya no existen aquellas (presuntas) diferenciasque merezcan ser consignadas con nombresdiferentes. De hecho son sólo estos nombresdiferentes los que acaban por engendrar lafalsa creencia de que existan todavía unascontraposiciones que en realidad ya no existen,y por alimentar disputas artificiales y

engañosas. Esto vale sobre todo para la luchapolítica en curso en Italia, donde se levantancada vez más frecuentemente voces deobservadores insatisfechos que, estando fuerade la refriega, van afirmando que deberíanreducirse los motivos de tanto ensañamiento,porque en las adhesiones opuestas sesostienen a menudo las mismas ideas, o,mejor, que la izquierda, en dificultad, sostieneideas de la derecha para renovarse, y acabacancelando el tradicional contraste.

 Tal y como se podría probar por otrostestimonios, esta confusión, estaautoanulación de la izquierda, no se

corresponde del todo con la realidad. Peropara una respuesta concluyente me remito alos capítulos finales donde intento resolver lasdudas aquí planteadas.

La díada sobrevive

1. A pesar de que la diada seacontinuamente rebatida desde distintasposiciones y con diversos argumentos, y conmayor frecuencia, pero siempre con losmismos argumentos, en estos últimos tiemposde generalizada confusión, los términos«derecha» e «izquierda» siguen estando

 vigentes en el lenguaje político. Todosaquellos que los utilizan no dan en absoluto laimpresión de usar palabras en balde porque seentienden muy bien entre sí.

En estos últimos años buena parte deldiscurso político entre escritores políticos y lospropios intérpretes de la política, gira, como

 venimos diciendo, en torno de la pregunta:«¿Adonde va la izquierda?» Cada vez son másfrecuentes, hasta llegar a ser reiterativos yaburridos, los debates sobre el tema «el futurode la izquierda» o «el renacimiento de laderecha». Se rehacen continuamente lascuentas con la vieja izquierda para intentar

fundar una izquierda nueva (pero siempre setrata de la izquierda). Junto a la vieja derecha,derrotada, ha aparecido con deseos derevancha una «nueva derecha». Los sistemasdemocráticos de muchos partidos todavía sedescriben como si estuvieran dispuestos en unarco que va de la derecha a la izquierda, o

 viceversa. No han perdido nada de su fuerzasignificativa expresiones como «derechaparlamentaria», «izquierda parlamentaria»,

«gobierno de derechas», «gobierno deizquierdas». En el seno de los mismos partidosa las distintas corrientes que se disputan elderecho directivo de acuerdo con los tiemposy las ocasiones históricas, se las suele llamarcon los viejos nombres de «derecha» e«izquierda».

Si en la crisis de disolución del PartidoComunista Italiano, los términos «derecha» e«izquierda» se han utilizado poco o con mucha

cautela, se debe al hecho de que en el seno deun partido que históricamente ha asumido ladirección de la izquierda en el mundo, sólo lapalabra «izquierda» tiene un significado

Page 71: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 71/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

71

positivo, y ninguna de las partes que ahora sedisputa la dirección del futuro partidoaceptaría de buena gana ser llamada la derechadel partido, e incluso sería algo embarazosoestablecer cuál de estas dos corrientes, la delos «no» y la de los «sí», debiera ser

considerada la derecha o la izquierda,pudiendo la vieja guardia que rechaza elcambio radical ser considerada «derecha», enfunción del criterio según el cual laconservación es de derechas y el cambio deizquierdas, pero al mismo tiempo «izquierda»en consideración al compromiso más fuerte enla lucha anticapitalista que ha caracterizado almovimiento obrero, el gran protagonistadurante un siglo de la izquierda histórica; y

 viceversa la parte más innovadora puedereivindicar el nombre de izquierda por ser másfavorable a la renovación, pero con unprograma que basándose en los criteriostradicionales tendría que considerarse más dederechas.

No podemos dejar de señalar estaparadoja. Por una parte, se multiplican losescritos donde, por una u otra de las razonesexaminadas en el capítulo anterior, la díada sepone en tela de juicio, se refuta, a menudo seridiculiza, por otra, nunca en estos últimostiempos el mundo cultural y político italiano,en su casi totalidad, gracias al referéndum quecondenó un sistema electoral que hasta ahoraha impedido la alternancia de gobierno yoposición, característica esencial de los buenosgobiernos representativos, se ha orientadohacia el sistema uninominal que tendría quepermitir, o se tiene la ilusión que permita, unadrástica reducción de los partidos, el definitivo

abandono de los gobiernos de centro, lainstauración incluso en nuestro país de laanhelada alternancia. ¿Alternancia entre qué?Pero se entiende, entre una izquierda y unaderecha, lo que no impide que el sistemapolítico italiano tienda a ser un sistema másnetamente dividido entre una izquierda y unaderecha; más de lo que ha sido hasta ahora.

2. Que en un universo como el político,constituido eminentemente por relaciones de

antagonismo entre partes contrapuestas(partidos, grupos de intereses, facciones, y enlas relaciones internacionales, pueblos, gentes,naciones), la manera más natural, simple e

incluso común, de representarlos sea unadiada o una dicotomía, no debesorprendernos. Inmediatamente vienen anuestra mente célebres ejemplos históricos,como patricios-plebeyos, güelfos-gibelinos,

 Whigs-Tories. La misma categoría de la

política se representa con una teoría muyconocida por medio de la díada «amigo-enemigo», que a nivel de la más altaabstracción resume la idea de la política comoel lugar del antagonismo, cuya forma extremaes la guerra, que es naturaliter dicotòmica (morstua vita mea). En la guerra, ya sea exterior comointerior, no hay sitio para el Tercero. El cualaparece solo, como mediador, para detenerla obien, como árbitro, para establecer la paz. Laguerra, como duelo, no conoce más que dos

 partners (no importa si cada uno de los dostiene unos aliados), de los cuales uno estádestinado a vencer y el otro a perder. Unaguerra donde al final no haya ganadores yperdedores es una guerra que no logra supropósito. Los Terceros, que no participan enel juego, son los llamados neutrales, en elsentido estricto de que no son ni de una parteni de la otra, y como tales no son beligerantes.En el momento en que se dejan implicar en el

conflicto se convierten en aliados o de unaparte o de otra. Las partes enjuego, pornumerosos que sean los aliados, son siempresolamente dos.

Quedando patente la grande y únicadicotomía amigo-enemigo, la inevitablereducción a dos únicas partes en conflicto, osea el proceso de bipolarización que siguenecesariamente a la atracción de los distintospotenciales contendientes hacia dos únicos

polos, se produce basándose en el principio, yen la práctica consecuente, según el cual elamigo de mi enemigo es mi enemigo, o, alrevés, el enemigo de mi enemigo es mi amigo.Donde no hay más que dos posiblesposiciones, o amigo o enemigo —y es ésta,como ya se ha dicho, la contraposición queexpresa mejor que cualquier otra la visióndualista de la política—, se dan cuatro posiblescombinaciones allí donde las partes enjuegoson inicialmente más de dos: amigo puede ser

tanto el amigo del amigo como el enemigo delenemigo; enemigo puede ser tanto el enemigodel amigo, como el amigo del enemigo. Ciertas

Page 72: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 72/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

72

uniones o alianzas, que en las relacionesinternacionales y en las relaciones entrepartidos dentro de un único Estado noparecen naturales, son en realidad laconsecuencia natural de la lógica dicotòmica.En las relaciones humanas, el ejemplo extremo

de antítesis lo constituye la guerra; pero lalógica dicotòmica, por otra parte, no es ajena ala misma visión tradicional religiosa ometafísica también del mundo natural (luz-tinieblas, ordencaos, y en el límite, Dios-demonio).

3. Que en la visión diádica de la política lasdos partes de la díada hayan tomado elnombre de «derecha» e «izquierda», dependeúnicamente de un hecho accidental. Como se

sabe, el uso de estas dos palabras se remonta ala Revolución francesa, por lo menos, en loque concierne a la política interior. Se trata deuna metáfora espacial muy banal, cuyo origenes totalmente casual y cuya función, desdehace dos siglos, es sólo la de dar un nombre ala persistente, y persistente por esencial,composición dicotòmica del universo político.El nombre puede cambiar. La estructuraesencial y originariamente dicotòmica deluniverso político permanece.

Si luego la díada derecha-izquierda haacabado por convertirse en preeminente, tantoes así que sigue estando aún hoy vigente,aunque de forma discutida, eso no excluye lapresencia de otras metáforas espaciales, quesin embargo tienen menor extensión y sirvensólo en determinados contextos puntuales.Con respecto a la jerarquía es habitual el usode la diada «alto-bajo»: Cámara Alta y CámaraBaja en el sistema parlamentario inglés; alto

clero y clero bajo en la jerarquía eclesiástica; elpoder, según una conocida distinción de granutilidad en la teoría de las formas de gobierno,puede dimanar de abajo hacia arriba o dearriba hacia abajo. En una visión jerárquica dela política (que tiene su campo de acción juntoa la visión antagónica), es necesaria también ladíada «delante-detrás»: el princeps es, según laacepción originaria de la palabra, el primero dela fila, al que seguirán los demás, que no por

casualidad se llaman seguidores, u hombres delséquito. En la concepción leninista (hay querecordar el moderno Príncipe de Gramsci),que es una visión de la política literalmente

principesca, el partido es la vanguardia delproletariado, y la vanguardia implicanecesariamente una retaguardia. En cuanto a la

 visibilidad de quien detenta el poder y a lamanera con que se toman las decisionescolectivas, la díada necesaria es superficial-

profundo: bajo este aspecto la contraposiciónhistóricamente más relevante es la que hayentre el gobierno visible de los Estadosdemocráticos y el invisible, que se ejerce en eldespacho secreto del soberano donde seadmiten sólo a unos pocos íntimos deconfianza, porque los asuntos de Estadodeben ser tratados con una profundidadinaccesible para la masa de los súbditos.Respecto a la diferencia de programas o deposiciones en determinadas batallas políticas,entre partidos o movimientos, entra en juegola metáfora espacial más común «cercano-lejano», según la cual se dice que el centro-derecha está próximo a la derecha así como elcentro-izquierda está próximo a la izquierda, yla izquierda está más lejos de la derecha que elcentro, y así sucesivamente. En un sistema departidos muy quebrantado, como lo ha sidohasta ahora el italiano, algunos partidosestaban entre ellos más cercanos, otros más

lejanos: el concepto de mayor o menorproximidad entre las partes llega a serrelevante cuando, después de unas elecciones,se examinan los diferentes trasvases deelectores de un partido a otro, y se toma enconsideración la eventualidad del trasvaseentre partidos cercanos como más probableque la que se produce entre partidos lejanos.

De todas estas metáforas algunas reflejanun universo vertical como las de alto-bajo,

superficial-profundo; otras, un universohorizontal, como delante-detrás, y cercano-lejano.

4. En el lenguaje político ocupa un lugarmuy relevante, además de la metáfora espacial,la temporal, que permite distinguir a losinnovadores de los conservadores, losprogresistas de los tradicionalistas, los quemiran al sol del porvenir de los que actúanguiados por la inagotable luz que viene del

pasado. No es cierto que la metáfora espacial,que ha dado origen al binomio derecha-izquierda, no pueda coincidir, en una de susacepciones más frecuentes, con la temporal.

Page 73: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 73/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

73

Sin embargo, hay que añadir enseguida,para evitar preguntas inútiles, que el uso aúnprevalente del binomio que indica la antítesisprincipal de la cual dependen todas las demásen el lenguaje político, no tiene que hacerpresuponer que su significado sea unívoco y

sobre todo que haya permanecido inmutadoen el tiempo. Se atenúan o incluso seextinguen ciertos conflictos, pero surgenotros. Mientras existan conflictos, la visióndicotómica no podrá fallar, aunque con el pasodel tiempo y con el cambio de lascircunstancias la antítesis, que una vez fueprincipal, podrá convertirse en secundaria y

 viceversa. A pesar de los grandes cambioshistóricos de los últimos años, de los que sepuede sacar legítimamente la impresión de queuno de los dos ejes haya perdido su fuerzaantagónica, la visión dual no ha disminuido:piénsese en la gran antítesis entre el Norte y elSur del mundo que domina y aún dominarámás en un futuro próximo, la escena política,aunque ésta, como todas las diadas aplicadas aun universo complicado, como el de lasrelaciones de convivencia entre los hombres,es simplificadora.

5. Hasta este momento me he limitado aaveriguar su uso continuado. Se trata ahora dedarse cuenta de que, como todas las demáspalabras del lenguaje político, lenguaje que engeneral no es riguroso, por estar sacado engran parte del lenguaje común, también«derecha» e «izquierda» tienen un significadodescriptivo y uno valorativo. El significadodescriptivo, a pesar de ser variable, nunca lo estanto como para hacer asumir a la mismapalabra dos significados totalmente contrarios.

Sólo en el reino del Gran Hermano laspalabras tienen el significado opuesto alcomún, pero el fin de este desbarajuste es el deengañar a los destinatarios del mensaje y portanto imposibilitar la comprensión de lo queocurre realmente y la comunicación recíprocaentre los súbditos. Por el contrario, en ellenguaje político corriente, el llamado en Italia«politichese», las palabras pueden tener unsignificado ambiguo, o sea, capaz de producirposibles interpretaciones distintas y quizás

incrementar el número de los posiblesdestinatarios del mensaje, pero no hasta elpunto de invertir el significado corriente.

Por el contrario, respecto al significado valorativo, precisamente porque los dostérminos describen una antítesis, laconnotación positiva de uno implicanecesariamente la connotación negativa delotro. Pero sea cual sea, el axiológicamente

positivo y el axiológicamente negativo, nodepende del significado descriptivo sino dejuicios de valor opuestos que se dan sobrecosas descritas. Eso conlleva una notableconsecuencia en el uso de «derecha» e«izquierda» en el lenguaje político y en losdemás lenguajes, donde, empezando por ellenguaje religioso, «derecha» tiene siempre unaconnotación positiva e «izquierda» siempreuna connotación negativa. No todas las diadasson axiológicamente reversibles. Ciertamente,el binomio derecha-izquierda lo es en ellenguaje ordinario, pero no en el lenguajepolítico.

Con más exactitud, en la visión diádica deun determinado universo las dos partes en queeste universo está dividido sondescriptivamente exhaustivas, en el sentido deque cada entidad del universo pertenecenecesariamente a una o a otra de las dospartes, y tertium non datur, pero al mismotiempo son también axiológicamente opuestas,en el sentido de que, si se atribuye valorpositivo a una de las dos partes, la otra tieneobligatoriamente valor negativo. En base alaut-aut descriptivo cada ente del universopertenece a una o a otra de las dos partes de ladiada. En base al aut-aut axiológico una de lasdos partes es de signo opuesto a la otra perono existe, hablando de forma abstracta,ninguna razón por la cual la una represente

siempre el bien y la otra siempre el mal. Quedael hecho de que, cuando una de ellas,cualquiera que fuera, representa el bien, en undeterminado contexto, la otra representanecesariamente el mal.

El observador neutral, por ejemplo unhistoriador o un sociólogo, considera su deberespecífico ilustrar el significado descriptivo, yconsecuentemente mostrará qué grupos seconsideran, o están considerados en una

situación determinada, de derecha o deizquierda. En cambio, los militantes tenderán aatribuir a su programa un valor positivo y alprograma de sus adversarios un valor negativo.

Page 74: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 74/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

74

Esta diferencia entre el observador neutral y elmilitante hace que no sean siempre atendibles,y por lo tanto de dudosa utilidad, las encuestasque se han hecho repetidamente acerca de loque entienden los entrevistados por derecha ypor izquierda. Precisamente porque la diada

tiene una connotación axiológica muy fuerte,quien pertenece a una de las alineacionestenderá a definir su propia parte con palabrasaxiológicamente positivas y la otra, por elcontrario, con palabras axiológicamentenegativas. Para poner un ejemplo claro y deinmediata comprensión, para un militante dela derecha la igualdad como elementotradicional de la ideología de izquierda seconvierte en nivelación; para un militante de laizquierda, la desigualdad, entendida de hechocomo un dato sin connotación ideológica, enla definición de la derecha se convierte en unordenamiento jerárquico.

Sin embargo, incluso teniendo cuidado enutilizar los dos términos con todas las debidascautelas, las encuestas confirman la presenciacontinuamente operante y discriminatoria dela díada.

En busca de un criterio de distinción

1. Si, a pesar de las repetidas polémicas, ladistinción entre derecha e izquierda siguesiendo utilizada, el problema se traslada: ya nose trata ahora de comprobar su legitimidad,sino de examinar los criterios propuestos parasu legitimación. En otras palabras: mientrasque «derecha» e «izquierda» se utilicen paradesignar diferencias de pensamiento y acciónpolítica, ¿cuál es la razón o cuáles son lasrazones de esa distinción? No hay que

olvidarse de que la polémica sobre ladistinción nació precisamente de la idea de quelos criterios adoptados hasta ahora o noestaban bien definidos o se habían convertidoen engañosos con el paso del tiempo y con elcambio de las situaciones. Afortunadamente,junto a los que los niegan también hanexistido, y nunca de forma tan numerosacomo en estos últimos años, los que lossostienen proponiendo soluciones a lacuestión del criterio o de los criterios. Puesto

que además las respuestas son másconcordantes que discordantes, la distinción

 viene de algún modo a ser convalidada.

El libro de Laponce, profesor de laUniversidad de Toronto, Left and Right. TheTopography of Political Perceptions1, publicado en1981, es la obra principal sobre el tema, metade los análisis anteriores, y punto de partida delas investigaciones posteriores. El autor hace

algunas observaciones generales y sugestivasacerca de las metáforas especiales utilizadas enel lenguaje político y distingue principalmenteel ordenamiento espacial vertical, alto-bajo, delhorizontal, derecha-izquierda. Como he dichoen el capítulo anterior, existen otras, pero porahora nos limitaremos a estas dos.

El autor considera el vertical unordenamiento fuerte, y el horizontal unordenamiento débil, nacido de la Revolución

francesa cuando la relación horizontal habríasustituido a la vertical. En realidad, se podríaobservar que durante la Revolución francesasurgieron los nombres «derecha» e «izquierda»,pero desde luego, no la concepción horizontalde la política, si con esta expresión se entiendeel contraste entre partes contrapuestas que eselemento esencial, y por lo tanto de cualquierépoca, de la lucha política o de la políticacomo lucha. Dimensión vertical y dimensiónhorizontal de la política están la una al lado dela otra, también porque representan dosrelaciones diferentes, e independientes la unade la otra, del universo político: la relacióngobernantes-gobernados por un lado, y larelación o de los gobernantes entre ellos, o delos gobernados entre ellos, por el otro. Ladimensión vertical no impide en absoluto ladimensión horizontal: la una y la otra estánnormalmente presentes a la vez, pero puedenfaltar, ora la una ora la otra, sólo en casos

extremos: la primera en una guerra civil, lasegunda en un sistema despótico donde elmáximo poder lo detenta uno sólo y lasdivisiones en la base están prohibidas. El autorse limita a decir que la metáfora horizontalnunca ha eliminado del todo la vertical. Cabeañadir que no la eliminó, por la simple razónde que no podía eliminarla: las dos metáforastienen funciones representativas distintas y laesfera de las relaciones políticas estárepresentada globalmente sólo por la una y

por la otra en conjunto.Otra curiosa y discutible observación es

aquella según la cual la diada es especialmente

Page 75: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 75/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

75

importante en democracia, porque laselecciones reducen los grupos contendientes ados, el uno contrapuesto y alternativo al otro.

 Aparte de la consideración de que la reduccióna dos contendientes alternativos no es efectode las elecciones en general sino de un

determinado sistema electoral, lo que produceel dualismo en democracia es algo mucho másuniversal que el sistema electoral: es elprincipio de mayorías, por el cual, respecto atodo tipo de decisión colectiva, se formannecesariamente una mayoría y una minoría.

 Además, el principio dual en política estápresente, mucho más allá de esta o de aquellaforma particular de régimen político, en la yaconocida y antes mencionada definición de

política como esfera de la relación amigo-enemigo que el afortunado inventor de estafórmula, Carl Schmitt, compara, aunque conarbitrariedad o contaminación de planesdistintos, con los binomios verdadero-falso,bello-feo, etcétera. Pero siempre será necesariodistinguir, cosa que no parece que Laponceesté dispuesto a hacer, una dualidad, como lade amigo-enemigo, y las otras con ellacomparadas, en la cual uno de los dostérminos siempre es el positivo y el otro essiempre el negativo, del binomio derecha-izquierda, donde los dos términos puedentener una connotación positiva o negativa,según las ideologías y los movimientos querepresenten, y por tanto las personas o losgrupos que se apropian de ellas. Mientras quedecir que lo falso es negación de lo verdadero,o lo feo de lo bello, confiere a falso y a feouna connotación de valor negativo, decir quela izquierda es negación de la derecha, o

 viceversa, no conlleva un juicio de valornegativo de la izquierda o de la derecha,porque el juicio axiológicamente negativo deuna negación depende únicamente del hechode que se haya emitido un juicioaxiológicamente positivo de la cosa negada.

Es innegable que en su significadooriginal, antes de convertirse en una metáforadel lenguaje político, el binomio derecha-izquierda tuvo una connotación de valor

unívoca, por el hecho de que uno de los dostérminos, derecha, tiene una connotaciónsiempre positiva, y el otro, izquierda, siemprenegativa, y que esta unidireccionalidad ha

quedado en la mayor parte de los usosmetafóricos del binomio, empezando por ellenguaje religioso, donde los buenos estánsentados a la derecha, y los malos a laizquierda del Padre. Pero la correspondenciaunívoca no sirve en el lenguaje político, donde

tanto la derecha como la izquierda puedenrepresentar el lado positivo, o, análogamente,el negativo de la contraoposición. En ellenguaje político los buenos y,respectivamente, los malos puedenencontrarse tanto a la derecha como a laizquierda. Depende de donde provenga eljuicio. El juicio de valor positivo o negativoque se da sobre la derecha y la izquierda esparte integrante de la misma lucha política,donde la metáfora espacial ha perdidototalmente el significado originario, yrepresenta dos lugares no axiológicamenteconnotados, porque sentarse a la derecha o ala izquierda tiene como punto de referencia noel padre común sino únicamente el presidentede una asamblea, neutral por institución.

Laponce mantiene incluso, con unaafirmación que de hecho parece infundada,que, en contraste con el lenguaje tradicional,especialmente el religioso, donde la izquierdarepresenta el lado malo, en el lenguaje políticola izquierda siempre está asociada con rasgosaltamente positivos, como futuro, creatividad,justicia. Mientras la mayor parte de las culturasno políticas, al menos en Occidente, tiendenhacia un dominio de la derecha, la culturapolítica contemporánea, según el autor,tendería hacia un dominio de la izquierda(pero la mayor parte de sus ejemplos serefieren a Francia por el análisis de las

elecciones del 1880 al 1970). La observaciónde que revistas tales como New Left y Keep Leftno tengan réplica en la derecha quedadesmentida por el surgimiento, en las últimasdécadas, de una luchadora y ambiciosa NouvelleDroite.  Ya que este dominio de la izquierdarepresenta, según el autor, un aspecto negativode nuestra época, esto demuestra cómo suinvestigación está orientada ideológicamente,aunque de manera abierta, y no subrepticia.

El análisis de las tendencias ideológicas denuestro tiempo, llevado con mucha precisión,y con una rica documentación de sondeosrealizados en distintos países y en tiempos

Page 76: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 76/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

76

diferentes, está dominado por lacontraposición entre religión y política,consideradas respectivamente como elmomento positivo y negativo de la historia: eldominio de la izquierda sería una prueba de lanegatividad de la política. Sería como decir,

aunque llevando a sus extremas consecuenciasuna tesis más aludida que desarrollada, queexistiría una correlación, naturalmenteperversa, entre lo positivo de la izquierda y lanegatividad de la política. De la contraposiciónentre momento religioso y momento políticose deriva la insistencia con la que el autor,manejándose entre las varias propuestas dedistinción, que emergen de los diferentessondeos analizados, pone especialmente demanifiesto el hecho de que la distinción entrederecha e izquierda se resuelve en últimainstancia en la distinción entre sagrado yprofano, dentro de la cual encuentran su lugarotras diferencias, como aquella que existeentre orden jerárquico y orden igualitario, yaquella entre actitud tradicionalista favorable ala continuidad y actitud dirigida hacia lo nuevoo progresista, favorable a la ruptura y a ladiscontinuidad. Una de las afirmacionesrecurrentes en todo el libro, y que reaparece en

las más diversas ocasiones, es que la religiónestá a la derecha y el ateísmo a la izquierda. Enrealidad, la distinción así propuesta acabacoincidiendo con la distinción entre dimensión

 vertical y dimensión horizontal, que alprincipio parecía indicar una distincióndiferente de aquella entre derecha e izquierda,definida en contraste con la que hay entre altoy bajo. Al final del libro, la trasposición deltema, limitado al binomio derecha-izquierda,hacia la distinción, mucho más general ycomprometida, entre religión y política llegaincluso a representar la lucha entre religión ypolítica casi como una lucha entre el bien y elmal, donde el triunfo final pertenece, a pesarde todas las batallas perdidas, a la religión.

Si se confrontan los resultados de lainvestigación de Laponce, y aquella insistenciasuya acerca de la contraposición entre sagradoy profano, con la variedad y la complejidad delas ideologías y movimientos que se han

llamado a veces de derecha, a veces deizquierda, inmediatamente se tiene laimpresión de cuán parciales sean éstos, y por

lo tanto inadecuados, sobre todo en lo queconcierne a la identificación de la derecha.Existe en Europa una antigua tradición dederecha reaccionaria que es religiosa, desde DeMaistre, a Donoso Cortés, a Carl Schmitt;pero existe también una derecha irreligiosa y

pagana, que se sirve de la religión comoinstrumentum regni. Toda la «nouvelle droite» deestas últimas décadas no está orientadareligiosamente. No se refiere a ninguna de lasfuentes religiosas de la derecha tradicionalista.Si, además, se tiene en cuenta la distinciónanalizada en el capítulo precedente entreextremismo y moderación, es necesario contarcon una derecha moderada que tenga una

 visión totalmente laica de la política: pienso enun personaje como Vilfredo Pareto, cuyassimpatías por la derecha histórica lo llevanhasta el umbral del fascismo en sus últimosaños y cuya irrisión de las creencias religiosasde todo sigrio ha hecho que se le compare conbuenas razones a Voltaire.

 También es igualmente parcial laatribución a toda la izquierda de una visiónirreligiosa, incluso ateísta, de la vida y de lasociedad. Precisamente, partiendo de laconsideración de la ideología igualitaria, que elmismo Laponce considera uno de los rasgoscaracterísticos de la izquierda, no se puededejar de reconocer la parte que siempre tuvo eligualitarismo de inspiración religiosa en losmovimientos revolucionarios, desde losNiveladores ingleses y los seguidores de

 Winstanley hasta la Teología de la Liberación. Y, viceversa, existe toda una tradición depensamiento no igualitario, de la cualNietzsche es la expresión última, que

considera el igualitarismo y sus productospolíticos, la democracia y el socialismo, comoel efecto pernicioso de la predicación cristiana.[…]

Otros criterios

Elisabetta Galeotti ( L’opposizione destra- sinistra. Riflessioni analitiche , en La destra radicale  )parte de la exigencia preliminar de distinguirlos contextos en los que el binomio se utiliza,que serían los cuatro siguientes: el lenguaje

ordinario, el de la ideología, el análisishistórico-sociológico, el estudio del imaginariosocial.

Page 77: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 77/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

77

El punto de vista donde se mueve estanueva intérprete de la distinción es el delanálisis ideológico, y una vez más el fin delanálisis es el de encontrar los conceptos máscomprensivos y exhaustivos que permitanclasificar con la máxima simplificación, y al

mismo tiempo amplitud, las ideologíasdominantes de los últimos dos siglos.

 Volviendo en parte a las conclusiones deLaponce, los dos términos elegidos son«jerarquía» para la derecha, «igualdad» para laizquierda. Incluso en este caso la oposición noes lo que cabría esperar. ¿Por qué «jerarquía» yno «desigualdad»?

La autora se preocupa por el hecho de queel uso del término menos fuerte «desigualdad»,

antes que el más fuerte «jerarquía», traslade sinrazón hacia la derecha la ideología liberal, que,pese a no acoger todas las ideas de igualdadque habitualmente caracterizan la izquierda, ypudiendo así ser llamada bajo ciertos aspectosantiigualitaria, no se puede confundir con lasideologías según las cuales la desigualdad entrelos hombres es natural, intrínseca, noeliminable, y que por lo tanto deben serllamadas más correctamente «jerárquicas», y no«no igualitarias». Sería como decir que existendistintos tipos de desigualitarismo: dependedel género de desigualdades que cada unoacepte y rechace. Las desigualdades socialesque el liberalismo tolera seríancualitativamente distintas de las desigualdadesa las que hace referencia el pensamientojerárquico. Una sociedad liberal, donde lalibertad de mercado genera desigualdades, noes una sociedad rígidamente jerarquizada.

La distinción entre desigualitarismo liberal

y desigualitarismo autoritario está clara, y esbueno haberla puesto de relieve. Que estadistinción tenga que ver con la distinción entrederecha e izquierda, en mi opinión es másdiscutible. No tanto discutible como opinable.Un lenguaje como el político es ya de por sípoco riguroso, al componerse en gran parte depalabras sacadas del lenguaje común, y ademáspoco riguroso desde el punto de vistadescriptivo, está compuesto de palabras

ambiguas y quizás incluso ambivalentes,respecto a su connotación de valor. Piénseseen las distintas cargas emotivas a las quecorresponde, ya sea en quien la pronuncia ya

sea en quien la recibe, la palabra «comunismo»,según aparezca en el contexto de un discursode un comunista o de un anticomunista. Entoda discrepancia política la opinión,entendida como expresión de unconvencimiento, no importa si privado o

público, individual o de grupo, tiene sus raícesen un estado de ánimo de simpatía o deantipatía, de atracción o de aversión, hacia unapersona o hacia un acontecimiento: como tales ineliminable, y se insinúa en todas laspartes, y si no se percibe siempre es porqueintenta esconderse y permanecer escondido a

 veces incluso para quien lo manifiesta. Que sehaga una injusticia al liberalismo si se lo colocaa la derecha en lugar de a la izquierda es unaopinión que deriva, en quien la expresa, de unuso axiológicamente positivo de «liberalismo»y al mismo tiempo de un uso axiológicamentenegativo de «jerarquía».

El discurso sobre derecha e izquierda queestoy analizando nació en el ámbito de unainvestigación sobre la nueva derecha radical,llevado a cabo por estudiosos que sientenhacia ella una profunda aversión. Al mismotiempo la autora no ha escondido nunca sussimpatías por el pensamiento liberal. Mientrasque el contexto de la investigación es tal queinduce a acentuar los aspectos negativos de laderecha, la actitud de quien interroga es la deconsiderar al liberalismo como una ideologíapositiva. Puede surgir la sospecha de que eldesplazamiento del criterio de distinción entrederecha e izquierda desde el concepto de«desigualdad» al de «jerarquía» sea unaestratagema, aunque inconsciente, para evitarque caiga sobre el liberalismo la condena que

se suele hacer recaer, en una determinadasituación histórica, sobre la derecha.

De las opiniones no se discute. Sólo sepuede observar históricamente que desde quesurgieron los partidos socialistas en Europa lasideologías y los partidos liberales estánconsiderados en el lenguaje común ideologíasy partidos o de derecha (distinto sería el casode los liberales americanos), como en Italia yen Francia, o de centro como en Inglaterra o

 Alemania. Por eso podría llegar a la conclusiónde que habría que poner en duda laoportunidad de sustituir un criterio decontraposición simple y claro como el de

Page 78: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 78/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

78

igualdad-desigualdad, por un criterio menoscomprensivo y por lo tanto menosconvincente como igualdad-jerarquía,únicamente para salvar de un juicio negativo laideología predilecta. Este me parece otro caso,interesante y bastante significativo, de la

combinación de una actitud analítica con unaideológica, de la que se ha hablado en elpárrafo anterior. Un caso que muestra, una

 vez más, suponiendo que hiciese falta, ladificultad intrínseca del problema, y lasmuchas razones de la inasibilidad de la díada.

Más que discutir de una opinión, quizás esútil intentar comprender sus motivaciones. Yaque la causa principal de la correlación estriba,en mi opinión, en el haber restringido el

espacio de la derecha a la derechadesestabilizadora, la salvación, si así puededecirse, de la ideología liberal se hubierapodido conseguir con una estratagemadiferente, es decir, distinguiendo una derechadesestabilizadora de una derecha moderada, ala cual por otra parte corresponderían unaizquierda moderada y una desestabilizadora:una solución que tendría la doble ventaja deno forzar el lenguaje común y de no usar uncriterio de distinción, en mi opinión,desequilibrado.

Galeotti afronta otro problema de graninterés, sobre el cual el escaso espíritu analíticocon que habitualmente se abordan losproblemas políticos ha producido granconfusión: el problema de la «diferencia». Sedice que el descubrimiento de «lo distinto»,tema por excelencia de los movimientosfeministas, habría puesto en crisis el binomioderecha-izquierda. La autora observa

justamente que no es así: la presencia de lodistinto es compatible tanto con la ideologíade derechas, como es natural, como con la deizquierdas, ya que el igualitarismo, o sea lanivelación de toda diferencia, es sólo el límiteextremo, más ideal que real, de la izquierda. Laigualdad de la que habla la izquierda es casisiempre una igualdad «secundum quid», peronunca es una igualdad absoluta.

Es increíble cuán difícil resulta dar a

entender que el descubrimiento de unadiversidad no tiene ninguna relevanciarespecto al principio de justicia, que,

afirmando que los iguales deben ser tratadosde manera igual y los desiguales de maneradesigual, reconoce que junto a los que seconsideran iguales existen los que seconsideran desiguales o distintos. Por lo cualpreguntarse quiénes son los iguales, y quiénes

los desiguales, es un problema histórico,imposible de resolver de una vez por todas, yaque los criterios que se adoptan en cadamomento para unir los distintos en unacategoría de iguales o separar los iguales enuna categoría de distintos, son variables. Eldescubrimiento de lo distinto es irrelevantecon respecto al problema de la justicia, cuandose demuestre que se trata de una diversidadque justifica un tratamiento distinto. Laconfusión es tal que la revolución igualitariamás grande de nuestra época, la femenina,gracias a la cual en las sociedades másavanzadas las mujeres han adquirido laigualdad de derechos en muchísimos campos,empezando por la esfera política hasta llegar ala familiar, y acabando con la laboral, ha sidorealizada por movimientos que poníanespecialmente en evidencia, de una maneramuy polémica, la diversidad de las mujeres.

La categoría de «lo distinto» no tieneninguna autonomía analítica respecto al temade la justicia por la simple razón de que nosólo las mujeres son distintas a los hombres,sino que cada mujer y cada hombre sondistintos entre sí. La diversidad se hacerelevante cuando está en la base de unadiscriminación injusta. Pero, que ladiscriminación sea injusta, no depende delhecho de la diversidad sino delreconocimiento de la inexistencia de buenas

razones para un tratamiento desigual. También las diversas reflexiones históricas

y críticas sobre la derecha-izquierda de MarcoRevelli ( Destra e sinistra: l’identità introvabile  )nacen, como las de Elisabetta Galeotti, conocasión del debate sobre la «nueva derecha».La amplitud del horizonte histórico que haexplorado Revelli y la amplitud de laselaboraciones sobre el argumento consideradono tienen precedentes. Como ya he dicho en

otras ocasiones, una de las razones de la crisisde la diada está en la refutación que de ella hanhecho los restauradores de una derecha quedespués de la derrota del fascismo parecía

Page 79: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 79/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

79

estar en dificultades. En realidad, elnacimiento de una nueva derecha era de por síuna confirmación de la vieja díada: el término«derecha» designa la parte de un binomio cuyaotra parte es «izquierda».Como ya he repetidomuchas veces, no hay derecha sin izquierda, y

 viceversa. También Revelli se interroga sobre las

diferentes argumentaciones que se hanadoptado para negar la distinción: y sonargumentaciones históricas, políticas,conceptuales y así sucesivamente. Convencidode la complejidad del problema, examina losdistintos puntos de vista desde los que sepuede observar la diferencia y distingueoportunamente los diversos criterios

basándose en los cuales puede ser afirmada, yque han sido adoptados históricamente. Suamplio conocimiento de los complejosacontecimientos del debate le lleva a examinarel problema bajo todos los aspectos que hastaahora han sido considerados y a proponer unafenomenología completa. Por lo que conciernea la naturaleza de la distinción, que es unproblema preliminar, sobre el cual también losprecedentes autores han dado su opinión,Revelli insiste sobre un punto que merececomentarse.

Los dos conceptos «derecha» e «izquierda»no son conceptos absolutos. Son conceptosrelativos. No son conceptos substantivos yontológicos. No son calidades intrínsecas deluniverso político. Son lugares del «espaciopolítico». Representan una determinadatopología política, que no tiene nada que vercon la ontología política: «No se es de derechao de izquierda, en el mismo sentido en que se

dice que se es “comunista”, o “liberal” o“católico». En otros términos, derecha eizquierda no son palabras que designencontenidos fijados de una vez para siempre.Pueden designar diferentes contenidos segúnlos tiempos y las situaciones. Revelli pone elejemplo del trasvase de la izquierda del sigloxix desde el movimiento liberal al democráticoy al socialista. Lo que es de izquierda lo es conrespecto a lo que es de derecha. El hecho de

que derecha e izquierda representen unaoposición quiere decir simplemente que no sepuede ser al mismo tiempo de derecha y deizquierda. Pero no quiere decir nada sobre el

contenido de las dos partes contrapuestas. Laoposición permanece, aunque los contenidosde los dos opuestos puedan cambiar.

Llegados a este punto se puede inclusoafirmar que izquierda y derecha son términosque el lenguaje político ha venido adoptando alo largo del siglo XIX hasta nuestros días, pararepresentar al universo conflictivo de lapolítica. Sin embargo este mismo universopuede ser representado, y de hecho ha sidorepresentado en otros tiempos, por otrosbinomios de opuestos, de los cuales algunostienen un fuerte valor descriptivo, como«progresistas» y «conservadores», otros tienenun valor descriptivo débil, como «blancos» y«negros». También el binomio blancos-negros

indica únicamente una polaridad, o seasignifica sólo que no se puede ser a la vezblancos y negros, pero no deja entrever enabsoluto cuáles son las orientaciones políticasde unos y de otros. La relatividad de dosconceptos se demuestra también observandoque la indeterminación de los contenidos, ypor tanto su posible movilidad, hace que unacierta izquierda respecto a una derecha puedaconvertirse, con un desplazamiento hacia elcentro, en una derecha respecto a la izquierdaque se ha quedado parada, y, simétricamente,una cierta derecha que se desplaza hacia elcentro se convierte en una izquierda respecto ala derecha que no se ha movido. En la cienciapolítica se conoce el fenómeno del«izquierdismo», como el simétrico del«derechismo», según el cual la tendencia aldesplazamiento hacia las posiciones extremastiene como efecto, en circunstancias deespecial tensión social, la formación de una

izquierda más radical a la izquierda de laizquierda oficial, y de una derecha más radicala la derecha de la derecha oficial: elextremismo de izquierda traslada más a laderecha la izquierda, así como el extremismode derecha traslada más a la izquierda laderecha.

La insistencia, por otra parte bienjustificada, sobre la imagen espacial deluniverso político que surge del uso metafórico

de «derecha» e «izquierda», requiere una nuevaobservación: cuando se dice que los dostérminos del binomio constituyen unaantítesis, dando por válida esta metáfora, nos

Page 80: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 80/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

80

 viene a la mente una medalla y su reverso, sinque resulte perjudicada la colocación de laderecha en el anverso y de la izquierda en elreverso, o viceversa. Las expresionesfamiliares que se utilizan para representar estacolocación son «de aquí», y «de allá», «de una

parte» y «de la otra», «por una parte», «porotra». Los ejemplos que se han dado antes dedesplazamiento de la izquierda hacia laderecha y viceversa, sitúan, sin embargo, laderecha y la izquierda no la una en contra de laotra, sino la una después de la otra en unalínea continua que permite pasar de la una a laotra gradualmente. Como observa Revelli, laúnica imagen que no permite la diada es la dela esfera, o la del círculo: de hecho, si se dibujael círculo de izquierda a derecha, cada puntoestá a la derecha del siguiente y a la izquierdadel anterior; inversamente, si de derecha aizquierda. La diferencia entre la metáfora de lamedalla y la del círculo es que la primerarepresenta el universo político dividido en dos,o dual; la segunda permite una imagen plural,hecha de varios segmentos alineados en unamisma línea. Revelli observa justamente queun sujeto que ocupara todo el espacio políticocancelaría toda distinción entre derecha e

izquierda: lo que en realidad ocurre en unrégimen totalitario, en cuyo interior no esposible ninguna división. Puede ser, comomucho, considerado de derecha o de izquierdacuando se lo compare con otro régimentotalitario.

Una vez se haya considerado y aceptadoque derecha e izquierda son dos conceptosespaciales, que no son conceptos ontológicos,y que no tienen un contenido determinado,

específico y constante en el tiempo, ¿hay quesacar la conclusión de que son cajas vacías quese pueden llenar con cualquier mercancía?

Examinando las interpretacionesanteriores, no podemos evitar constatar que, apesar de las diversidades de los puntos departida y de las metodologías utilizadas, existeentre ellos cierto aire familiar, que a menudolos hace aparecer como variaciones de unúnico tema. El tema que reaparece en todas las

 variaciones es el de la contraposición entre visión horizontal o igualitaria de la sociedad, y visión vertical o no igualitaria. De los dostérminos, el primero es el que ha mantenido

un valor más constante. Casi se diría que elbinomio gira alrededor del concepto deizquierda y que sus variaciones estánprincipalmente de la parte de las distintascontraposiciones posibles al principio deigualdad, entendido bien como principio no

igualitario bien como principio jerárquico oautoritario. El propio Revelli, después dehaber propuesto cinco criterios de distinciónentre derecha e izquierda —según el tiempo(progreso-conservación) , respecto al espacio(igualdad-desigualdad), respecto a los sujetos(autodirección-heterodirección), respecto a lafunción (clases inferiores-clases superiores),respecto al modelo de conocimiento(racionalismo-irracionalismo)— y después dehaber observado que la convergencia de estoselementos sólo se ha manifestado raras veces,finalmente parece asignar un lugar de especialrelieve al criterio de la igualdad-desigualdad,como el criterio que bajo ciertos aspectos es«fundador de los otros», los cuales resultarían,en cambio, «fundados». Como principiofundador, la igualdad es el único criterio queresiste al paso del tiempo, a la disolución quehan sufrido los demás criterios, hasta el puntode que, como ya se ha dicho otras veces, la

misma distinción entre derecha e izquierda seha puesto en tela de juicio. Sólo así seríaposible una «recreación» de la diada, es deciruna «revalorización» de los criterios derivados«partiendo del valor fijo de la igualdad» o de lo«crucial de la igualdad como valor».

© Extractos del libro Derecha e izquierda. Razones ysignificados de una distinción política, de NorbertoBobbio, Taurus, Madrid, 1996.

Page 81: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 81/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

81

Derecha e izquierda: clavesdel debate

Francisco Fernández Buey

Coincido con Bobbio en que la distinciónentre derecha e izquierda en el plano de lasideas políticas sigue teniendo sentido hoy endía, y creo además que es sano decir conclaridad y públicamente que sigue habiendoizquierda y derecha en estos tiempos quecorren de mucha confusión con respecto a lasideas políticas. Se ha dicho que los

intelectuales oscilan entre la perplejidad y laconfusión y me parece que hay bastante verdad en eso. Hay motivos serios paraconsiderar borrosos los perfiles y los límites delo que fueron derecha e izquierda en la políticaeuropea de los años sesenta. El lenguaje y losactos de la derecha de entonces han cambiado,se han modernizado formalmente, tambiénuna parte de la izquierda de entonces se parecemuchísimo a lo que se consideraba política ycultura de derechas entonces.

 Al observar esta gran perturbación queestamos vivienda en España, y no sólo enEspaña, hay que comprender que mucha gentejoven y no tan joven, piense que la viejadistinción entre las palabras derecha eizquierda ha perdido el sentido que tuvo en elpasado. Y no estoy pensando ahora en laantigua cantinela de aquellos que dicen no serde izquierdas ni de derechas sino todo locontrario, ni tampoco pienso en el

apoliticismo calunquista, muchas vecesinducido por los conservadores que no lo son,sino los conservadores que lo son sólo de lasrelaciones de producción y no de la cultura odel patrimonio. Uno comprende la negativa aaceptar la vieja distinción al pensar en laspersonas jóvenes, con espíritu cívico, a vecespolíticamente activas y casi siempre solidarias,que sencillamente se han hartado del cinismo.

Esta actitud de rechazo que está muy

extendida entre los jóvenes ecologistas y entrelos insumisos, y también, diría yo, entrepersonas, en general, sensibles a lacontradicción entre el decir y el hacer de los

hombres, no sólo me parece comprensiblesino que también es moralmente sana. Porquesano es, y creo yo que razonable, volver de vezen cuando el discurso dominante del revés,para mostrar a los instalados en ese mismodiscurso sus incongruencias, eso es

moralmente sano. Pues, ¿cómo llamar deizquierdas, ni por un momento, a estaconstante, abierta y declarada, apología delterrorismo de estado a la estamos asistiendo?

 Yo creo que eso hay que decirlo, que pordebajo de eso está el que surja en otrosambientes, sin decirlo, y a veces dicho elpredominio de las viejas categorías del amigo yel enemigo por encima o por debajo de otrasconsideraciones.

Quien entiende la política como ética de locolectivo ha de seguir pensando y no quedarseen declaraciones como esas, y por eso hay querepetir que tiene razón Bobbio al menos eneste punto, que las palabras derecha eizquierda están ahí y siguen diciendo algoimportante para la mayoría de la gente, no sóloen los momentos electorales sino máscotidianamente, cuando discutimos losproblemas más importantes de la economía,de la política, de la sociedad y de la cultura. Esentonces cuando sale a la luz el lado oscuro deeso que se ha llamado, y que Bobbio tratatambién en su libro, transversalismo, y seobserva una curiosa y en parte desagradablecoincidencia entre la derecha de hecho, queniega, o que dice negar, la distinción, y algunosde los exponentes de los nuevos movimientossociales que vuelven a decir que no son dederechas ni de izquierdas sino todo locontrario, sin saber en este caso que también

esa expresión, la de no ser de derechas ni deizquierdas sino todo lo contrario estaba yadicha y que sobre ella se construyó una líneaborrosa entre dos extremos que se tocaronhistóricamente sin saberlo y que es la línea quediscurre entre Sorel, Gramsci y Mussolini;también Bobbio lo recuerda y vale la pena quelo tengamos en cuenta.

Esta es una buena razón para seguirusando las palabras como las usa la mayoría,

pero también me gustaría añadir que convieneentender los conceptos como la minoría,porque las palabras, por el uso y el sobre-abuso, sobre todo cuando son grandes

Page 82: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 82/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

82

palabras, se pierden. Y en este punto querríaintroducir una consideración sobre algunasinsuficiencias del libro de Bobbio. La primerainsuficiencia se refiere a la zona deintersección entre cultura, ahora empleado ensentido antropológico sobre todo, y política.

Estoy convencido de que Bobbio noadvierte que una parte muy notable de losproblemas en discusión en la Europa de hoy,de los problemas que preocupan de verdad alos ciudadanos, son, hablando con propiedad,problemas prepolíticos, no problemasestrictamente políticos, son problemas deantropología cultural; ése es el caso de toda lagran discusión acerca de las drogas, de ladiscusión acerca del aborto, de la

contraconcepción, de la creación artificial de la vida, del derecho a patentar seres vivos, delderecho a una muerte digna, del derecho a laintimidad, y más allá, del problema querepresenta el choque de culturas en lassociedades de este siglo, del problema querepresentan las migraciones masivas, lasnuevas relaciones entre los sexos, en general,de la distribución de los tiempos para eltrabajo y para el cuidado de los otros, delreparto del trabajo, de eso que llamamosidentidad cultural, del mestizaje, de lasolidaridad, de las relaciones entre esta especiea la que llamamos homo sapiens sapiens y lasotras especies animales. No debe extrañar elhecho de que en las discusiones que hoytienen lugar sobre estos temas, en la pareja, enla familia, entre amigos, en el barrio, en loscentros de trabajo, en los colegios, en loscolectivos organizados, aparezcan una y otra

 vez opiniones que no se corresponden, en

principio, con lo políticamente esperado, ocon lo que el cliché establecido quiere quesean opiniones de izquierda y opiniones dederecha; es llamativo, por la tragedia quesiempre representa y por la sorpresa quesiempre supone, la inversión de papeles yactitudes respecto del cliché, esto se producecuando el choque entre culturas pasa a primerplano y llega el diluvio.

Creo que esos son problemas prepolíticos,

que están por debajo de la consideraciónpolítica y no atenderlos por seguir un discursoexclusiva o excesivamente politicista es unriesgo. Las conductas o actitudes extremas no

se entienden cuando son sólo políticamenteconsideradas; desde este punto de vista unambidiestro es sencillamente un oportunista,pero en el plano prepolítico, que es el quecorresponde a las discusiones básicas ennuestras sociedades, no hay ambidiestros, hay

personas de derechas o de izquierdas que noconsiguen orientrse en este mundo nuevo apartir de los clichés políticos establecidos, haygentes que buscan, que tratan de infirmarse,que dudan, y que dialogan con otros sinimportarles la orientación política delcontradictor o del compañero o de lacompañera. Y la extrañeza y el desasosiegoante lo que parece superficialmente unaalianza, vamos a decirlo así, contra natura, ocontra la naturaleza, cuando es observadasolamente en términos políticos, puedetornarse en compresión o entendimiento,cuando percibimos que una parte sustancial delos asuntos que conmueven y que motivan a laciudadanía no son absolutamente políticos nireductibles a las categorías políticas de derechae izquierda. La consideración en primer planode estos temas prepolíticos que tantoapremian, sobre todo a las gentes cuya opiniónno cuenta sino a la hora del voto, permite

también comprender ciertas conductas ycomportamientos que entrarían en lo queBobbio ha llamado en su libro extremismos.Esta consideración a los problemas básicosprepolíticos permite ser menos formalistas yprestar más atención a la historia a la hora deestablecer tipologías.

Una última cosa algo más teórica es lasiguiente: el uso que Bobbio hace de la parejaigualdad-desigualdad. El autor defiende que el

igualitarismo, el aprecio de la igualdad, ha sidoy es el rasgo sustancial y diferencial de laizquierda, pero me parece que acepta sincrítica una contraposición lingüística entreigualdad social y desigualdad natural, psico-física, que ha dado lugar a infinitos equívocosen el plano político. Dice, por ejemplo, que loshombres son entre ellos tan iguales comodesiguales, y añade que son desiguales si se lestoma uno por uno; este es un uso, en miopinión impropio del término desigualdad

para referirse a diferencias que no son socialessino de naturaleza, que son genéticas,biológicas, psico-físicas, culturales, etcétera, y

Page 83: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 83/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

83

esto provoca en el libro alguna afirmación queyo creo absurda, por ejemplo, Bobbio dice quese puede llamar correctamene igualitarios aaquellos que, aunque no ignorando que loshombres son tan iguales como desiguales,aprecian y consideran más importante para

una buena convivencia lo que se les asemeja, yno igualitarios, en cambio, a aquellos quepartiendo del mismo juicio de hecho apreciany consideran más importante, para conseguiruna buena convivencia, su diversidad. Creoque esta dicotomía, entre los que consideranque los hombres son más iguales quedesiguales, y los que consideran que son másdesiguales que iguales, lleva a Bobbio a darcrédito a la idea de que en el punto de vistaigualitario hay cierto artificialismo, como si seforzara el dato previo de la desigualdad naturalentre los hombres.

 Yo propondría aquí, no sólo a Bobbiosino más en general, que habláramos no dedesigualdad, para referirnos a diferenciasnaturales, sino como los biólogos y loscientíficos naturales, de diversidad, y se podríadecir en este sentido que desigualdd no es lomismo que diversidad, que la diversidad es unhecho biológica y culturamente observablepero que este hecho no implicanecesariamente desigualdad; la desigualdad estambién un hecho suficientemente conocidopor sociólogos y economistas, mientras lo quellamamos igualdad política, igualdadeconómica, igualdad social, es una aspiración,un precepto ético de una parte de lahumanidad al servicio de la cual a veces seinstrumenta, o tratan de instrumentarse, taleso cuales políticas. Por tanto, del

reconocimiento de la diversidad, como hechobiológica y culturalmente observable, no sesigue sin más la defensa político social de ladesigualdad humana, como sugiere Bobbio, nihay ninguna artificialidad en pasar delreconocimiento de la diversidad biológica,cultural, étnica, a la defensa del igualitarismosocial, como lo han visto muy bien las mujeresestos últimos tiempos, y eso es un gran asuntopara la discusión de las izquierdas en el mundoactual. Se puede, en efecto, ser sumamente

respetuoso con la diversidad biológica, física, ocultural, de los seres humanos y aspirartambién a la igualdad social entre miembros

diferentes, diversos, de la especie, de esto quellamamos humanidad. Creo que si se aceptaesta precisión en el uso de las palabras,entonces se puede justificar también mejoruna cosa que dice Bobbio en su libro y quehasta ahora no ha citado nadie, que es la

siguiente: “El comunismo histórico hafracasado, pero el desafío que lanzópermanece”. Y ésta es, yo creo, la diferenciaque hay entre una consideración de lo que esun plano que se puede tratar en el marcoestrictamente científico y una consideraciónque hay que tratar en el marco de los valores,de los ideales.

© Las claves del debate. Derecha e izquierda de

Norberto Bobbio. Ed. Taurus, Madrid, 1995.

Page 84: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 84/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

84

Ni Izquierda ni Derecha

 Alberto Buela

El lúcido pensador italiano Marcello Veneziani comienza un bello artículo sobre elantiglobalismo con la siguiente observación:"Si te fijas en ellos, los anti-G8 son laizquierda en movimiento: anarquistas,marxistas, radicales, católicos rebeldes oprogresistas, pacifistas, verdes,revolucionarios. Centros sociales, monosblancos, banderas rojas. Con el complementoiconográfico de Marcos y del Ché Guevara.

Luego te das cuenta de que ninguno deellos pone en discusión el Dogma Global, lainterdependencia de los pueblos y de lasculturas, el melting pot y la sociedadmultirracial, el fin de las patrias. Soninternacionalistas, humanitarios, ecumenistas,globalistas. Es más: cuanto más extremistas y

 violentos son, más internacionalistas yantitradicionales resultan". [1]

Se da cuenta que la oposición desde laizquierda a la globalización es sólo una posturaque se agota en una manifestación. Seattle,Génova, Nueva York, Porto Alegre, pero nopasa nada, "el mundo sigue andando" comodecía Discepolín. Es que la política del"progresismo" como ha observadoagudamente el filósofo, también italiano,Massimo Cacciari, ordena los problemas perono los resuelve. [2]

De esto mismo se percata el sociólogomarxista más significativo de Iberoamérica,Heinz Dieterich Steffan quien en un recienteartículo señala: "Si la tarea actual de todoindividuo anticapitalista es, por lo tanto,absolutamente clara: ¿Por qué "la izquierda" ysus intelectuales no la encaran? ¿Por quérepiten en foro tras foro la misma letaníasobre la maldad del neoliberalismo y secontentan con sus ritualizadas propuestasterapéuticas inspiradas en Keynes, Tobin y

Stiglitz? ¿Por qué no convierten la realidadcapitalista en objeto de transformaciónantisistémica, en lugar de mantenerla comomuro de lamentaciones?" [3]

El fracaso rotundo de la izquierda, hoyrebautizada "progresismo", es que, además deno haber elaborado, deglutido sería el términoexacto, la derrota del "socialismo real" con laimplosión soviética y la caída del Muro, noreelaboró sus categorías de lectura, y se quedó

anclado al mundo categorial de Marx, Engels,Lenin, Rosa Luxemburgo y eventualmente

 Trotsky, haciendo arqueología política.

Lo más significativo del siglo XX, laescuela neomarxista de Frankfurt, luego de losesfuerzos de Adorno, Apel, Cohen y Marcuse,termina con el publicitado Habermas y suteoría del consenso (sin percatarse que elconsenso siempre ha sido de los poderososentre sí) y sus discípulos aventajados James

Bohman y Leo Avritzer con su teoría de lademocracia deliberativa, que como un nuevonominalismo pretende arreglar las injusticiaspolíticas, económicas y sociales con palabras.Conversando en una especie de asambleísmopermanente.

Si la izquierda está liquidada, ¿qué quedade la derecha? ¿Se puede esperar algo de ella?

De la derecha clásica, tanto delnacionalismo orgánico o integral al estilo de

Charles Maurras, como del fascista deMussolini o del católico de Oliveira Salazar noqueda nada. Sólo trabajos de investigaciónhistóricos y pequeños grupos políticos sinpeso en sus sociedades respectivas. Eso sí,queda como derecha el neo conservadorismoestadounidense y los gobiernos que le sonafines. Y de esta derecha liberal, la única queexiste con peso político, solo se puede esperarque las cosas empeoren para la salud y el

bienestar de los pueblos.Si esto es así, denunciamos una vez más

de entre las cientos de veces que lo hemosintentado mostrar, que la dicotomía izquierda-derecha es estrecha, por no decir falsa, paraencarar una lectura adecuada de la realidad.

Hoy situarse a la izquierda o a la derechaes no situarse, es colocarse en un no-lugar,sobre todo para el pensador (rechazo de planoel término intelectual) que pretende elaborar

un pensamiento crítico. Y el único métodoque hoy puede crear pensamiento crítico es eldisenso. Disenso no sólo con el pensamiento

Page 85: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 85/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

85

único y políticamente correcto sino también ysobre todo, con el orden constituido, con elstatu quo vigente.

El disenso es estructuralmente unacategoría del pensamiento popular, en tantoque el consenso, como vimos, es unaapropiación de la izquierda progresista paralograr la democracia deliberativa que tienemucho de ilustrada, y también, aunque en otrosentido, propiedad del liberalismo comoacuerdo de los que deciden, de los poderosos(G8, Davos, FMI, Comisión trilateral,Bildelbergers, etc.).

El disenso que se manifiesta comonegación tiene distinto sentido en elpensamiento popular que en el culto. En esteúltimo, regido por la lógica de la afirmación, lanegación niega la existencia de algo o alguien,en tanto que en el pensamiento popular lo quese niega no es la existencia de algo o alguien,sino su vigencia. La vigencia puede serentendida como validez, como sentido. Eldisenso niega el monopolio de laproductividad de sentido a los grupos o lobbysde poder, para reservarla al pueblo en suconjunto, más allá de la partidocracia política.

La alternativa hoy es situarse más allá de laizquierda y la derecha. Consiste en pensar apartir de un arraigo, de nuestro genius locidijera Virgilio. Y no un arraigo cualquiera sinodesde las identidades nacionales, queconforman las ecúmenes culturales o regionesque constituyen hoy el mundo. Con esto

 vamos más allá incluso de la idea de estado-nación, en vías de agotamiento, parasumergirnos en la idea política de gran espacio

etnocultural.Desde estas grandes regiones es desde

donde es lícito y eficaz plantearse elenfrentamiento a la globalización oamericanización del mundo. Hacerlo comopretende el progresismo desde el humanismointernacional de los derechos humanos, odesde el ecumenismo religioso comoingenuamente pretenden algunos cristianos, eshacerlo desde un universalismo más. Con el

agravante que su contenido encierra unaspecto de loable, pero vacuo, inverosímil y noeficaz a la hora del enfrentamiento político.

Pero este enfrentamiento se está dandoigual, a pesar de la falencia de los pensadoresen no poder elaborarlo aún, a través delsurgimiento de los diferentes populismos, quemás allá de los reparos que presentan acualquier espíritu crítico, están cambiando,

como observa Robert de Herte [4] lascategorías de lectura. Así la oposición entreburgueses y proletarios de la izquierda clásica

 va siendo reemplazada por la de pueblo vs.oligarquías, sobre todo financieras y las deizquierda y derecha por la de justicia yseguridad.

 Así, mientras que desde la izquierdaprogresista la crítica a la globalización quedalimitada a la no extensión de sus beneficios

económicos a la humanidad sino sólo a unospocos. Porque la izquierda, por su carácterinternacionalista no puede denunciar el efectode desarraigo sobre las culturas tradicionales ysobre las identidades de los pueblos. Sudenuncia se transforma así, en un reclamoformal para que la globalización vaya unida alos derechos humanos.

En cambio, es desde los movimientospopulares que se realiza la oposición real a las

oligarquías transnacionales [5]. Es desde lastradiciones nacionales de los pueblos dondemejor se muestra la oposición a la sociedadglobal sin raíces, a ese imperialismodesterritorializado del que hablan Hardt yNegri. Es desde la actitud no conformista quese rechaza la imposición de un pensamientoúnico y de una sociedad uniforme, y sedenuncia la globalización como un mal en símismo.

Es que el pensamiento popular, si es tal,piensa desde sus propias raíces, no tienen unsaber libresco o ilustrado. Piensa desde unatradición que es la única forma de pensargenuinamente según Alasdair MacIntayre [6],dado que "una tradición viva es una discusiónhistóricamente desarrollada y socialmenteencarnada". Por lo que les resulta imposible alos pueblos y a los hombres que los encarnansituarse fuera de su tradición. Cuando lo hacense desnaturalizan, dejan de ser lo que son. Son

ya otra cosa.

Page 86: Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

8/13/2019 Elementos Nº 63.DCHA-IZDA

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-63dcha-izda 86/86

Elementos Derecha-Izquierda ________________________________________________________________________________________________

Notas.-

[1] El antiglobalismo de derecha. Marcello Veneziani (1955) periodista del Giornale y delMenssaggero y colaborador con la Rai, esautor de varios ensayos entre los que sedestacan: La rivoluzione conservatrice in Italia(1994), Processo all´Occidente (1990) yL´Antinovecento (1996). Podemos inscribirlodentro de la corriente de pensamiento no-conformista.

[2] Massimo Cacciari (1944). Filósofo,diputado del PC y Alcalde de Venecia hasta1993. Autor de varios ensayos: L´Angelonecesario (1986), Dell´Inicio (1990), Dran:Meridianos de la decisión en el pensamientocontemporáneo (1992), Geo-filosofiadell´Europa (1995). Pensador disidente de laizquierda europea.

[3] La bancarrota de la izquierda y susintelectuales (31-3-04). Heinz DieterichSteffan, es sociólogo y profesor en la UNAMde Méjico y columnista del diario El Universal.Predicador itinerante en todos los países de

 América de un nuevo proyecto histórico delmarxismo. Es autor de una treintena de libros

entre los que se destacan: El fin delcapitalismo global (1999) y La crisis de losintelectuales en América Latina (2003)[4] Robert de Herte es el seudónimo de Alainde Benoist (1943). Editor de las revistasEléments y Krisis y autor de innumerablestrabajos entre los que cabe recordar Vu dudroite (1977), Orientations pour des annéesdécisives (1982), L´empire intérieur (1995),

 Au-dela des droits de l´homme (2004). Es el

más significativo pensador de una corriente depensamiento no conformista, alternativa yantiigualitarista en donde se destacan entre

sobre G.R.Kusch (2000). Entre los no pocosfilósofos originales que ha dado la Argentina(Taborda, de Anquín, Guerrero, Cossio,Rougés) Gunther Rodolfo Kusch ocupa undestacado lugar. No sólo por la originalidad desus planteamientos filosóficos sino además

porque los mismos han generado toda unacorriente de pensamiento a través de ladenominada filosofía de la liberación en surama popular.

[6] Alasdaire MacIntyre (1929) es unfilósofo escocés que vive y enseña en losEstados Unidos y que se destacó por su críticaa la situación moral, política y social creadapor el liberalismo. Sus trabajos son elbasamento de todo el pensamiento

comunitarista norteamericano. Sus libros másdestacados son: After Virtue (1981), Whose Justice? Which Rationality? (1988), Three rival versions of moral enquiry (1990).