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 Mundua GARA 2015 6 2 asteartea 19 poderes», replicó Davutoglu sin desgranar los detalles de un proyecto sobre el que aún se desconocen aspectos tan importantes co- mo la autonomía de las regiones, imprescin- dible para avanzar en el tambaleante proce- so de diálogo con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Como es habitual, el AKP se hará con la mayoría de los votos en la profunda Anato- lia. El resultado en las grandes ciudades, que por el peso poblacional envían un alto nú- mero de diputados, así como en las regiones fronterizas con Siria, pueden ser la clave que consolide o termine con la idea presidencia- lista. Los problemas derivados de los dos mi- llones de refugiados sirios, muchos de ellos anclados en Urfa y Gaziantep, podrían rede- corar el mapa electoral de estas regiones, restando diputados al AKP. Con esta tesitura el partido de la bombilla ha vuelto a portar en su mano el Corán. Su formación es una coalición en la que conflu- yen el panturquismo y el conservadurismo islámico. En un país secular, el AKP ha im- pulsado desde 2002 su visión de los valores islámicos, en perjuicio de la mujer. En la úl- tima legislatura, 1.400 institutos se han con- vertido en centros de estudios religiosos, las clases de otomano han vuelto a la escuela, las estudiantes de educación primaria pue- den llevar velo y se han introducido clases de islam en las escuelas militares. El panotomanismo religioso de Erdogan ha encabezado además cientos de costosos proyectos para promocionar el Islam en to- do el mundo y convertir el Estado turco en la referencia del sunismo. El presupuesto del Diyanet –el principal órgano religioso del Estado– se ha cuadruplica do hasta llegar a tener el peso de carteras como Exteriores, Energía o Turismo. Muchos de los que con- fiaron en la valores islámicos de Erdogan tión: los éxitos son fruto del AKP y los erro- res resultado de un complot internacional. Como bien recuerda el AKP, el desarrollo en Anatolia tiene sin duda su firma, aunque también podría convertirse en un lastre pa- ra las futuras generaciones. El ejemplo del Estado español y su burbuja inmobiliaria re- cuerda lo que hoy vive Anatolia. El AKP ha construido decenas de aeropuertos en re- cónditas regiones y el peso del ladrillo en la economía es evidente al encender el televi- sor: cada pocos minutos se anuncia alguna nueva urbanización. Mientras, el sector de la manufactura, famoso en Asia central por su calidad y buen precio, permanece estancan- do. Esto refleja, como subrayaba Daniel Dombey en “The Financial Times”, uno de los grandes problemas del Estado turco: la baja calidad del desarrollo, sustentado en el volátil sector inmobiliario. Es común que la oposición se queje de pu- cherazo cuando la votación es ajustada y to- do parece indicar que las del domingo serán las más disputadas desde que el AKP llegó al poder. Con independencia del resultado, lo más probable es que la inestabilidad de la última legislatura siga en aumento. Si el AKP lograra su mayoría absoluta el proyecto de Erdogan, autoritario para sus críticos, sal- dría reforzado. El HDP no entraría en el Par- lamento y las protestas en Kurdistán Norte elevarían la tensión en los próximos cuatro años. Si los islamistas no alcanzasen su me- ta, podrían repetirse las elecciones o nacería una polarizada coalición gubernamental que dificultaría la toma de decisiones vita- les. En el imaginario popular aún calan las nueve inestables coaliciones gubernamenta- les acordadas entre 1991 y 2002, cuando la llegada al poder del AKP trajo la ansiada es- tabilidad que hoy parece tambalearse ante la idea de la «Nueva Turquía» de Erdogan. aún siguen apoyando su visión. Este no será el caso del «Estado paralelo» de Fetulah Gü- len, quien incitará sus seguidores a apoyar a la oposición. Los clanes kurdos, que empie- zan a dudar ahora de las buenas intenciones del AKP en la causa kurda, también podrían dar la espalda al proyecto de Erdogan. Un peligroso desarrollo económico A ello se ha unido un agresivo neoliberalis- mo económico basado en el desarrollo de in- fraestructur as. Esto ha posibilitado conten- tar a una amplia masa social más allá de la religión. Los 80 millones de personas que residen en Anatolia han visto crecer el país mientras una crisis global afectaba a las principales economías del mundo. Esta evo- lución, recordada durante la campaña con el eslogan «Onlar konusur, AK Parti yapar» (Ellos hablan, el AKP hace), ha sido el gran éxito del AKP. El PIB turco alcanza los 800.000 millones de dólares, cuando hace una década apenas llegaba a los 300.000. Además, el déficit fiscal, cercano al 10% en 2002, tendrá en 2017 superávit, según Davu- toglu. El crecimiento anual del país, estanca- do desde 2012 en el 3%, ha alcanzado duran- te una década de progreso el 9%. Pero esta vorágine de buenos datos globa- les no ha podido contener una inflación anual cercana al 7%. Los ciudadanos han vis- to en la última legislatura la cara amarga del crecimiento : el precio de los bienes esencia- les se ha duplicado y la divisa turca se ha de- valuado más que en otros mercados emer- gentes. Según los datos del Gobierno, el 22,4% del país vive en la pobreza y el desem- pleo está creciendo. El presidente culpa de estos problemas de confianza al Banco Cen- tral y a los intereses extranjeros. Una crítica recurrente en el marco de la teoría inmacu- lada que el propio Erdogan tiene de su ges- SONDEOS Los últimos sondeos vaticinan que el AKP, con un 41%, perdería la mayoría absoluta. El HDP kurdo superaría el 10% y el kemalista CHP y el panturco MHP lograrían el 26% y el 18%.

El Último Obstáculo Para La Nueva Turquía de Erdogan (B)

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Análisis de la situación electoral del Estado turco durante las elecciones legislativas.

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  • MunduaGARA 2015 6 2 asteartea 19

    poderes, replic Davutoglu sin desgranarlos detalles de un proyecto sobre el que anse desconocen aspectos tan importantes co-mo la autonoma de las regiones, imprescin-dible para avanzar en el tambaleante proce-so de dilogo con el Partido de losTrabajadores del Kurdistn (PKK).Como es habitual, el AKP se har con la

    mayora de los votos en la profunda Anato-lia. El resultado en las grandes ciudades, quepor el peso poblacional envan un alto n-mero de diputados, as como en las regionesfronterizas con Siria, pueden ser la clave queconsolide o termine con la idea presidencia-lista. Los problemas derivados de los dos mi-llones de refugiados sirios, muchos de ellosanclados en Urfa y Gaziantep, podran rede-corar el mapa electoral de estas regiones,restando diputados al AKP.Con esta tesitura el partido de la bombilla

    ha vuelto a portar en su mano el Corn. Suformacin es una coalicin en la que conflu-yen el panturquismo y el conservadurismoislmico. En un pas secular, el AKP ha im-pulsado desde 2002 su visin de los valoresislmicos, en perjuicio de la mujer. En la l-tima legislatura, 1.400 institutos se han con-vertido en centros de estudios religiosos, lasclases de otomano han vuelto a la escuela,las estudiantes de educacin primaria pue-den llevar velo y se han introducido clasesde islam en las escuelas militares.El panotomanismo religioso de Erdogan

    ha encabezado adems cientos de costososproyectos para promocionar el Islam en to-do el mundo y convertir el Estado turco enla referencia del sunismo. El presupuestodel Diyanet el principal rgano religiosodel Estado se ha cuadruplicado hasta llegara tener el peso de carteras como Exteriores,Energa o Turismo. Muchos de los que con-fiaron en la valores islmicos de Erdogan

    tin: los xitos son fruto del AKP y los erro-res resultado de un complot internacional.Como bien recuerda el AKP, el desarrollo enAnatolia tiene sin duda su firma, aunquetambin podra convertirse en un lastre pa-ra las futuras generaciones. El ejemplo delEstado espaol y su burbuja inmobiliaria re-cuerda lo que hoy vive Anatolia. El AKP haconstruido decenas de aeropuertos en re-cnditas regiones y el peso del ladrillo en laeconoma es evidente al encender el televi-sor: cada pocos minutos se anuncia algunanueva urbanizacin. Mientras, el sector de lamanufactura, famoso en Asia central por sucalidad y buen precio, permanece estancan-do. Esto refleja, como subrayaba DanielDombey en The Financial Times, uno delos grandes problemas del Estado turco: labaja calidad del desarrollo, sustentado en elvoltil sector inmobiliario.Es comn que la oposicin se queje de pu-

    cherazo cuando la votacin es ajustada y to-do parece indicar que las del domingo sernlas ms disputadas desde que el AKP lleg alpoder. Con independencia del resultado, loms probable es que la inestabilidad de laltima legislatura siga en aumento. Si elAKP lograra su mayora absoluta el proyectode Erdogan, autoritario para sus crticos, sal-dra reforzado. El HDP no entrara en el Par-lamento y las protestas en Kurdistn Norteelevaran la tensin en los prximos cuatroaos. Si los islamistas no alcanzasen su me-ta, podran repetirse las elecciones o nacerauna polarizada coalicin gubernamentalque dificultara la toma de decisiones vita-les. En el imaginario popular an calan lasnueve inestables coaliciones gubernamenta-les acordadas entre 1991 y 2002, cuando lallegada al poder del AKP trajo la ansiada es-tabilidad que hoy parece tambalearse antela idea de la Nueva Turqua de Erdogan.

    an siguen apoyando su visin. Este no serel caso del Estado paralelo de Fetulah G-len, quien incitar sus seguidores a apoyar ala oposicin. Los clanes kurdos, que empie-zan a dudar ahora de las buenas intencionesdel AKP en la causa kurda, tambin podrandar la espalda al proyecto de Erdogan.

    Un peligroso desarrollo econmico

    A ello se ha unido un agresivo neoliberalis-mo econmico basado en el desarrollo de in-fraestructuras. Esto ha posibilitado conten-tar a una amplia masa social ms all de lareligin. Los 80 millones de personas queresiden en Anatolia han visto crecer el pasmientras una crisis global afectaba a lasprincipales economas del mundo. Esta evo-lucin, recordada durante la campaa con eleslogan Onlar konusur, AK Parti yapar(Ellos hablan, el AKP hace), ha sido el granxito del AKP. El PIB turco alcanza los800.000 millones de dlares, cuando haceuna dcada apenas llegaba a los 300.000.Adems, el dficit fiscal, cercano al 10% en2002, tendr en 2017 supervit, segn Davu-toglu. El crecimiento anual del pas, estanca-do desde 2012 en el 3%, ha alcanzado duran-te una dcada de progreso el 9%. Pero esta vorgine de buenos datos globa-

    les no ha podido contener una inflacinanual cercana al 7%. Los ciudadanos han vis-to en la ltima legislatura la cara amarga delcrecimiento: el precio de los bienes esencia-les se ha duplicado y la divisa turca se ha de-valuado ms que en otros mercados emer-gentes. Segn los datos del Gobierno, el22,4% del pas vive en la pobreza y el desem-pleo est creciendo. El presidente culpa deestos problemas de confianza al Banco Cen-tral y a los intereses extranjeros. Una crticarecurrente en el marco de la teora inmacu-lada que el propio Erdogan tiene de su ges-

    SONDEOS

    Los ltimos sondeosvaticinan que elAKP, con un 41%,perdera la mayoraabsoluta. El HDPkurdo superara el10% y el kemalistaCHP y el panturcoMHP lograran el26% y el 18%.

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