Upload
others
View
8
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
Tesis Licenciatura en Trabajo Social
El trabajo social en el hospital psiquiátrico: conceptualización y desafíos
Alicia Cortabarría
Tutor: Celmira Bentura
2007
Agradecimientos
A Luciana, por su invalorable ayuda y paciencia sin la cual me
hubiera sido mucho más ardua esta tarea.
A Luis, por su lectura atenta y sus sugerencias a la hora de corregir.
A Sergio, por el apoyo silencioso y constante de su amor; y por su
mirada crítica pero dulce hacia mi trabajo.
A Alexis, porque sus aportes influyeron hondamente en mí.
A Celmira, por su aliento y sus consejos.
A Majo, Natalia, Mariana, Valentina, Mara, Ana y Elisa, por su
amistad y estímulo permanente.
A Gustavo, por su ayuda en el diseño de la carátula.
A las personas entrevistadas, por compartir conmigo su tiempo y
experiencia.
'.""'��- � ,-:::-.� . . '� .-¿_i'l e . A.::; �\.. I ,\ .... . , . '"o� - . '
I , . ·-·-.. 0 -' 1 ./, -;:. ... \ 1 • • . 1 4. r-1 . . .• .. " . 4'� ú '."' J
\ . . . . .. �· ... , v.¡, ' '· ,, / / . ""' . /) \._ ' j;._\v ,f • ..J ( /-'
" ..... �-... _'"::.::::_-,::·- ;;./
"Donde hay muro por delante y por detrás, abundan la murmuración, la envidia y la conspiración mutuas111
Rabelais. Gargantúa, libro 1, cap. Lfl, citado en: Lourau. René: "El análisis institucional"; 1 Amorrortu editores: Buenos Aires: 1991. pág. 8
2
Introducción
En el siguiente trabajo intentaremos dar cuenta de la pertinencia del Trabajo
Social en el área de la salud mental, más específicamente en el Hospital
Psiquiátrico. Para ello realizaremos un camino teórico que nos conducirá a la
situación actual del trabajo social en esta área.
La enfermedad psiquiátrica es a nivel mundial la segunda causa de
certificación. Según la OMS los problemas de salud mental son una carga
creciente para la mayoría de los países: /1 al menos 2 de cada 5 casos de incapacidad
son provocados por una enfermedad mental o un déficit mental (. . .) 2,8 % de La
población adulta presenta un trastorno mental severo, (. . .) sin contar las toxicomanías,
el retraso mental o Los trastornos orgánicos cerehrales. "1
Aunque este tema no sea prioritario en la agenda pública, consideramos a la
enfermedad mental como un problema social, que no puede ser eludido como
objeto de estudio desde el trabajo social. Esta disciplina tiene como finalidad:
intervenir en la resolución de los problemas sociales de individuos, familias,
grupos, unidades territoriales, organizaciones, movimientos sociales, etc. en
relación a su calidad de vida y a sus potencialidades no resueltas,
contextualizados en el marco de las relaciones sociales, sin perder nunca de
vista la integridad por la persona y el respeto inherente en las relaciones
sociales.
El trabajador social tiene entonces el objetivo de contribuir a la mejora de la
calidad de vida de la persona coadyuvando a que el propio individuo sea quien
lleve a cabo su transformación. Es así que el objeto de estudio del Trabajo Social
1 Montes, Ramos, Joseph, "Salud Mental y psiquiatría en los albores del siglo XXI", Revista de Treball Social, núm. 145, Col-legi Oficial de diplomats en Treball Social l Assistents Socials de Catalunya, Barcelona; Marzo 1997, pág. 15
·
3
implica una doble condición: una actividad intersubjetiva al tiempo que un
atributo de autonomía de la misma intersubjetividad para los actores que son
protagonistas. Todas estas razones hacen del área de la salud mental un campo
fértil para intervenir desde el trabajo social.
Por ello el objetivo de este trabajo es señalar la pertinencia del trabajo social en
el área de la salud mental, más específicamente en el hospital psiquiátrico.
Dentro de las posibilidades de análisis con respecto a la salud mental en nuestro
país, elegimos el hospital psiquiátrico a fin de focalizar el tema, aunque no sea
el fuúco ámbito en el que se desempeña el Trabajo Social. Dicha elección en un
comienzo se sustentó en el interés personal sobre la temática. Luego al iniciar la
investigación bibliográfica advertimos que el hospital psiquiátrico se ha
constituido en una institución paradigmática al hablar de enfermedad mentaJ, y también es el lugar donde la figurn del asistente social está menos arraigada
desde el punto de vista del imaginario colectivo.
La metodología utilizada para la realización de este trabajo monográfico fue el
relevamiento bibliográfico, análisis y síntesis de material. También se realizó un
relevamiento empírico ya que se hicieron entrevistas a informantes calificados,
asistentes sociales en actividad en Jos hospitales psiqwátricos públicos
uruguayos.
A partir de dicha metodología se estableció una genealogía sobre la institución
psiquiátrica como contenedora de la enfermedad mental. Asimismo, se realizó
una breve historia del Trabajo Social desde sus inicios en estrecha relación con
la medicina y su posterior especialización hacia la salud mental, haciendo
lúncapié en su labor en el hospital psiquiátrico.
La monografía se estructura entonces, en seis capítulos, el principal objetivo de
cada uno de ellos se expone a continuación. En el primer capítulo se hace un
4
breve reconido histórico por la evolución de la enfermedad mental como
noción, más específicamente sobre la concepción desde el imaginario colectivo.
En primer lugar nos referiremos a Europa durante el Renacimiento y la época
Clásica y en segundo lugar a Uruguay a partir de principios del siglo pasado.
En el siguiente capítulo la exploración realizada es sobre los orígenes del
hospital psiquiátrico y la práctica de la internación, poniendo especia] atención
en la evolución de este proceso en nuestro país.
El capítulo tres trata sobre las distintas conceptualizaciones y críticas con
respecto al hospital psiquiátrico y la práctica de encierro; mostrando para ello
las diferentes teorías que versan sobre la integración del enfermo mental a la
comunidad.
En el capitulo cuatro se vislumbra el surgimiento del trabajo social y su
vinculación desde su nacimiento con la medicina y la psiquiatría en el Uruguay;
también se hará una breve exposición sobre una vertiente europea del trabajo
social: la asistencia social psiquiátrica.
Por su parte, el capítulo cinco consiste en un punteo sobre las tareas que se le
adjudican al Trabajador Social en el hospital psiquiátrico, desde una perspectiva
teórica que nos aproxima a los objetivos de la disciplina en dicha institución.
El siguiente capítulo tiene como objetivo mostrar la situación actual de los
hospitales psiquiátricos públicos en Uruguay, y las tareas llevadas a cabo por
los asistentes sociales que se encuentran insertos en dichas instituciones. Para
ello, nos basaremos en los relatos que fueron proporcionados por informantes
calificados, asistentes sociales en actividad en el Hospital Vilardebó y Ja Colonia
Santín Carlos Rossi y Bernardo Etchepare. El último capítulo contiene las
conclusiones del trabajo.
5
1. Evolución de la noeión ·"enfermedad mental"
En este primer apartado haremos un breve recorrido histórico por la evolución
de la enfermedad mental como noción, más específicamente sobre la
concepción desde el imaginario colectivo. En primer lugar nos referiremos a
Europa durante el Renacimiento y la época Clásica y en segundo lugar a
Uruguay a partir de principios del siglo pasado.
La locura como "culpa"
Para hablar sobre el concepto de locura nos basaremos en la exploración que
Foucault realiza a lo largo de su obra. Este autor2 señala que en Europa, durante
el Renacimiento la locura aparece indisolublemente ligada al ser humano; lejos
de ser vista como una fuerza subterránea e incomprensible, se encuentra
intensamente conectada a sus debilidades, sus sueños e ilusiones. El loco era un
personaje de Ja sociedad que intervenía en la poesía, el teatro y la pintura.
Sin embargo, durante la Época Clásica la locura cambia de rol social y aparece
un nuevo orden de exclusión: los grandes internados. La práctica de la
internación surge como una forma de depuración de la sociedad, que
contribuye a la eliminación de los "asociales". "La práctica del internamiento
designa una nueva reacción a la miseria, un nuevo patetismo, más generalmente otra
relación del hombre con lo que puede haber de inhumano en su existencia. "3 La locura
se asociaba con el pecado y la culpa.
2 Foucault, Michel, "Historia de la locura en la Época Clásica, Tomo r', editorial Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1990.
-
3 Foucault, Michel, "Historia de la locura en la Época Clásica, Tomo f", editorial Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1990, pág. 90.
6
Los administradores de la locura
Siguiendo a Foucault vemos que la psiquiatría con el fin de afianzarse como
una institución de saber, con fundamentos médicos justificables procedió a
codificar la locura como enfermedad. La psiquiatría " ( . . . ) tuvo que patologizar los
desórdenes, Los errores, las ilusiones de la locura; fue preciso llevar a cabo análisis
(sin.toma tología, nosografía, pronóstico, observaciones, historiales clínicos, etc.) que
aproximaran lo más posible esa higiene pública, e incluso la precaución social que estaba
encargada de asegurar, al saber médico y, en consecuencia, permitieran el
funcionamiento de ese sistema de protección en nornhre de este saber. 114 Por ello, la
locura se cataloga como peligrosa, sustancialmente portadora de riesgos, y la
psiquiatría pasa a ser la ciencia que categoriza y controla la locura. "En términos
generales, la psiquiatría, por un lado, hizo funcionar toda una parte de la higiene
pública como medicina y, por el otro, hizo funcionar el saber, la prevención y la curación
eventual de la enfermedad mental como precaución social, absolutamente necesaria si se
querían evitar cierta cantidad de peligros fundamentales y ligados a La existencia misma
de la Locura. 115
El surgimiento de la psiquiatría como una rama de la medicina dio explicación
a los fenómenos que escapan a la razón. Según Foucault, la psiquiatría se nos
revela entonces como una ciencia política ya que pretende responder a un
problema de gobierno: permite administrar la locura. La psiquiab·fa no
presentaba las características de una rama de la medicina general, sino que
funcionaba (a principios del siglo XIX y ya avanzado éste) como una especie de
rama especializada de la higiene pública. "Antes de ser una especialidad de la
medicina, la psiquiatría se institucionalizó como dominio particular de la protección
social, contra todos los peligros que pueden venir de la sociedad debido a la enfermedad o
a todo Lo que se puede asimilar directa o indirectamente a ésta. La psiquiatría se
institucionalizó como precaución social, como higiene del cuerpo social en su totalidad.ú
4 Foucault, Michel; "Los anormales"; Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, l999, págs. 115-116. 5 Foucault, Michel; "Los anormales"; Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1999, pág. 116. 6 Foucault, Michel; "Los anormales"; Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1999, pág. 115.
7
Por otra parte CasteF desarrolla la idea de que la locura.camenaza el"' orden -
existente, la figura del loco representa la a.sociabilidad, en tanto puede violar
leyes. Por un lado es peligroso, debe ser encerrado; por otro la medicina
acompaña su discw·so con una cuota de compasión: "lejos de ser culpables que hay
que castigar, son enfermos cuyo lamentable estado merece todos los respetos debidos a la
humanidad doliente y se debe procurar devolverles la razón perdida con los medios más
sencillos" .B Esto lo coloca en una postura que oscila entre el peligro y la piedad.
Continuando con el análisis de Castel, podemos decir que Ja sociedad procede a
una "profilaxis defensiva" deteniendo individuos enfermos o peligrosos,
tratándolos en espacios cerrados a fin de prevenir y combatir las causas de
enfermedad. El médico asoma como profesional social que ejerce una acción
política, "Por otro lado, se abre un inftni to campo de interoenciones: prevención,
profilaxis, chequeo ... , el médico ofrece sus seroicios y se multiplica, quiere estar presente
en todas las líneas de vanguardia donde emerja un riesgo de desorden. "9
El encierro de los "diferentes"
Avanzando en el tiempo y trasladándonos a nuestro país encontramos en
Barrán1º un seguimiento de las concepciones del imaginario colectivo de la
sociedad Uruguaya del Novecientos.
En esta época la locura era considerada problemática ya que concernía a todas
las clases sociales, el loco al ser alguien que no se atenía a las normas creaba
disturbios que debían ser "encausados". Por ejemplo, en psiquiatría la crítica
realizada por los enfermos era interpretada como negaciones a la cura. De esta
manera, resistir al tratamiento se transformó en la más clara evidencia de cuan
7 Castel, Robert, "El orden psiquiátrico", ediciones La Piqueta, Madrid, 1980 R Ph. Pinel "Traité médioo-philosophique sur l'alienation mentale" 2da. Ed., París, 1 809, p.202; citado en Castel, Robert, "El orden psiquiátrico", ediciones La Piq
_ueta, Madrid, 1980, pág. 53.
9 Castel, Robert, "El orden psiquiátrico", ediciones La Piqueta, Madrid, 1 980, pág. 291. 'º Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos., Tomo l ( 1 992), n (1993) y lII ( 1 995); ediciones de La Banda Oriental, Montevideo.
8
grave era la enfermedadresto aparece evidenciado en las historias clínicas de
Bernardo Etchepare.
Comienza entonces a establecerse la supremacía del médico psiquiatra y su
saber. Solamente él era competente a la hora de establecer normalidad, puesto
que la locura aparecía como una entidad engañosa. "Se juzga con el criterio falso
de que la locura es un estado opuesto a La razón y que la excluye, y no se concibe que
una persona que tenga buena memoria, que conozca a las gentes, que raciocine bien ( . . .)
pueda ser un enfermo ( . . . ) juzgando a estos, como dice Parant, por la razón que les
queda y no por la razón que les falta".11 Por consiguiente, le competía a los
psiquiatras combatir la locura y definir la normalidad.
Para despreocupar a la población era necesario que la distinción entre lo sano y
lo patológico fuera clara. EJ loco debía ser identificable, más allá de que no
tuviera delirios. También se creó una categoría de personas "fronterizas", que
teman estados mentales indefinidos, locuras momentáneas; esto surgió a partir
del requerimiento de la justicia penal para establecer el grado de culpabilidad
de los acusados. En Uruguay, esta psiquiatría criminalista fue defendida por
Etchepare y Santín Carlos Rossi. "En el Código Civil de 1868 se disponía que el juez
debía interrogar al supuesto demente 11y oír el dictamen de dos o más facultativos de su
confianza".12 Los locos no eran encerrados en la cárcel, pero sí en el manicomio.
La psiquiatría del Novecientos consideraba patológico pensar o actuar de
manera diferente a la mayoría, por ello en el manicomio no solamente se recluía
a los delirantes sino también a los homosexuales, extraños, vagabundos,
marginados, etc. El discurso de los médicos proclamaba los valores de la clase
11 Declaración de Enrique de Castro en 1899, citado en: Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo 1 "El poder de curar"; ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1993, pág. 207.
.
12 Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo r "El poder de curar"; ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1993, pág.190.
9
dominante: "El hombre bien equilibrado es feliz porque toma la vida conw es,�., .E'....,.,
aceptando las dificultades y diciéndose que ellas podrían haber sido más importantes"1->.
A lo largo de los textos de BaiTán podemos percibir el cambio de pensamiento
con respecto a la locura. En el siglo XVIII la fe religiosa y el misterio ocupaban
un importante papel en nuestra sociedad. Pero durante el siglo XIX y el
Novecientos lo ominoso, la posesión diabólica y la fe en el milagro eran claros
síntomas de enfermedad mental. La conducta normal consistía en la
preponderancia del intelecto sobre lo emocional, el control de uno mismo,
puesto que la cultura exigía éxito. Los locos invariablemente mostraban una
inobediencia a las costumbres burguesas, más allá de que existiera o no delirio.
Para Santín Carlos Rossi actuar sanamente consistía en ser útil a la sociedad.
El loco se caracterizaba por ser pobre, por carecer de autocontrol, por
encontrarse fuera del mundo laboral, y lejos de su familia. Según Etchepare
existían dos síntomas claves que revelaban demencia: el alejamiento del trabajo
y de la familia. La deserción al trabajo podía considerarse el inicio de la
enfermedad, de esta manera la reinserción laboral equivalía a la recuperación
mental.
1� Barrán, José Pedro, "Medicina y sociedad en el Uruguay del 900, Tomo III: La invención del cuerpo", ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1993, pág. 171.
10
2. Origenes del hospital psiquiátrico
En esta sección se realiza un breve recorrido histórico en la práctica de la
internación, haciendo especial hincapié en la evolución del hospital psiquiátrico
en Uruguay.
Locura a la deriva
La primera práctica de expulsión de la locura acontece al término del siglo XV.
Foucault relata en Historia de la locura en la Época Clásica el surgimiento de un
singular navío que llevaba el nombre de "Nef des Fous1 la nave de Los locos1 extrafío
barco ebrio que navega por Los ríos tranquilos de Renania y los canales jlamencos"14. En
él se concentraba a los dementes, embarcándolos sin rumbo fijo. Ya en esta
práctica podemos ver como se excluye al diferente.
En cuanto a la población recluida de las ciudades europeas, apreciamos que en
los censos realizados en los manicomios en el siglo XVII, convivían sin
distinción muchos "seres indeseables": "viejas chochas, viejas seniles, muchachas
incorregibles, inocentes deformes y contrahechas, gente de espíritu dlbil, perezosos,
bribones y libertinos, pobres buenos, paralíticos grandes y pequeños, enfermos venéreos,
hijos ingratos, prostitutas, depravados, etc. "15
14 Foucault, Michel, "Historia de la locura en la Época Clásica", editorial Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1990, pág. 21 . ·
1' Foucault, Michel, "Historia de la locura en la Época Clásica", editorial Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1 990, pág. 1 30.
11
Aislar para curar
A partir de la lectura de Castel16 nos adentramos en una particular mirada sobre
la práctica de la internación y su relación con la medicina. El loco debía ser
puesto bajo tutela, ya que se lo catalogaba de incapaz de manejarse en sociedad.
La institución médica delimitaba el estatuto jurídico-social y civil del loco
mediante el internamiento en un establecimiento especial, que determinaba su
condición de alienado.
Todo esto trae aparejado el despliegue de una tecnología hospitalaria dedicada
a la locura: el manicomio es un dispositivo social que resguarda a la población
de los riesgos que implican la enfermedad y la pobreza.
Según este autor el modelo de asistencia en su proceso histórico fluctuó entre
dos períodos: primero se aisló a los desviados a fin de volverlos neutrales; en
una segunda etapa, se intentó disciplinarlos organizando en la institución
técnicas reformadoras que partían de ejercicios religiosos, reglas morales y
actividades manuales. La violencia hacia el enfermo estaba fundamentada en el
adiestramiento que recibía en este tipo de institución.
La tecnología Pineliana
En esta línea de análisis no podemos omitir a la destacada figura del médico
parisino Philippe Pinel. Su mayor innovación fue el nuevo ordenamiento del
espacio hospitalario. Las diversas categorías existentes que justificaban encierro
(pobreza, enfermedad, vejez, abandono) fueron clasificadas y separadas en
edificios diferentes, constituyéndose así una nueva ciencia a partir de la
tipificación de los desviados.
16 Castel, Roben, "El orden psiquiátrico", ediciones La Piqueta, Madrid, 1980
12
El hospicio organizado de esta manera se instituye en herramienta de cura. El -
psiquiátrico se constituye entonces en un observatorio excelente, un eje de
investigación privilegiado donde el encierro es el requisito inicial de cualquier
terapéutica de la locura. El hospital pretende transformarse en un laboratorio
social donde se reprogramaría la existencia humana, siendo necesario romper
con el mundo exterior causante de la insania.
El médico, el enfermo y la institución conforman un triángulo en el cual la
interrelación jerárquica y reglamentada le otorga dinamismo y define su
eficacia. Un sujeto omnipotente exige su precepto razonable a otro sujeto
desvalido mediante resortes (funcionarios subordinados, reglamentos,
actividades dirigidas, ocupaciones del tiempo, etc.) institucionales preparados
con la finalidad multiplicar ese poder.
El hospital psiquiátrico en Uruguay
Enfocándonos en la realidad nacional proseguiremos con el análisis de la
institución del encierro a partir de los textos de Barrán17. En este punto nos
interesa la creación y composición de la clase médica en nuestro país y de los
manicomios nacionales.
Los primeros lugares de encierro existentes en Uruguay fueron sitios que
pretendían cuidar más que curar. Aparecieron gracias a la caridad y filantropía
de la sociedad civil y en ellos también se podía encontrar a la locura. El Hospital
de Caridad, por ejemplo, ya desde antes de 1826 acogía algunos dementes,
aunque la mayoría (como solia ocurrir en Europa en el Renacimiento) vagaba
por las calles de la ciudad. Esto dependía de la clase social del insano, dado que
11 (. • .) en las clases medias y altas sobre todo, el loco de la familia era 11 escondido en el
17 Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo I (1992), 11 (1993) y Jil ( 1 995); ediciones de La Banda Oriental, Montevideo.
13
rincón más apartado de las casas, privado de toda libertad" o llevado, si era mujer1 a
algún convento. "18
El primer hospital psiquiátrico Uruguayo surgió en junio de 1860, cuando se
h·asladó a los enfermos mentales que se encontraban en el Hospital de Caridad,
a la quinta de la sucesión de Miguel Antonio Vilardebó. En un comienzo fue
oh·o espacio que parecía tener el objetivo de custodiar al enfermo más que de
sanarlo. Esto tiene mucho que ver con que alli, los médicos eran figuras
secundarias y su poder era exiguo. En 1860 por ejemplo, éstos visitaban a los
enfermos solamente dos veces por semana ocupándose únicamente de los
padecimientos físicos. Eran las Hermanas de Caridad quienes dominaban en el
manicomio: "Mandan ellas más que el médico".19
Poco a poco sin embargo, el poder de los galenos fue consolidándose.20 En el
año 1884, "La clase médica" reclamó el poder total en hospitales y manicomios ( .. .)
todo debe subordinarse al pensamiento médico ( ... ) el Secretario, el Ecónomo y sus
comisionados son auxiliares del médico; todos los otros empleados deben ser(. .. ) agentes
médicos".21 Para que el dominio fuera absoluto se hacía indispensable
desacreditar a todo aquel lego que intentara curar, ya que no solamente se los
consideraba ineficaces en su accionar sino que también quebrantaban el
monopolio médico de sanar. Un ejemplo de ello fue el desprestigio que
sufrieron los hipnotizadores: "Es muy frecuente, por el hipnotismo, determinar
manifestaciones morbosas en individuos donde una histeria oculta u otra enfermedad
nerviosa habrían dormido, habrían quedado Latentes, si ese estímulo patógeno no se
ts Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo 1 "El poder de curar"; ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1 993, pág. 53. 19 Afirmación del estudiante de medicina Andrés Crovetto; citado en: Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo l "El poder de curar", ediciones de La Banda Oriental. Montevideo, 1993, pág. 55. 20 Por más información ver: Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo 1 "El poder de curar", ediciones de La Banda Oriental. Montevideo, l 993. 2l Andrés Crovetto: "Algo sobre manicomios", Montevideo, Imp. La Nación, 1984. Tesis. Pp. 45-49, citado en: Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo 1 "El poder de curar", ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1993, pág. 93.
14
hubiera ejercido sobre ellos. Por qué despertar esas enfermedades tan molestas, por
cierto, para el que las sufre como para el que las atiende?" 22
La supremacía galena también pretendió ejercer la exclusividad de estipular la
responsabilidad y la razón, ya que eran los únicos autorizados a certific31· la
ausencia de enfermedad mental. Sin embargo hasta 1899 le correspondía al juez
la decisión concluyente, evaluando el informe médico. A partir de esta fecha un
cambio en el código penal otorga a los médicos el poder de decidir la
responsabilidad o irresponsabilidad criminal (lo que implicaba la reclusión en
la cárcel o el manicomio), negando al juez la capacidad técnica para decretarla.
A modo de ejemplo Barrán cita a Etchepare, cuando en 1911 declaró: "que el
médico y solo él puede medir en lo posible el grado de responsabilidad de un
encausado. "2" Y dice que, Santín Carlos Rossi intentó crear una "definición médico
legal del alienado" mediante tests que permitirían dejar de lado la "opinión" del juez y ceñirse solo al dictamen 11 científico" del médico. "24 Lo que ocurría en realidad, dado
el apremio por ingresar al paciente y la demora que conllevaban los
procedimientos judiciales, era que los propios familiares o el Jefe de Policía
enviaban al loco al manicomio. En esta situación, "los médicos decidían o no la
intemación sin comunicarla siquiera al juez. Según los alienistas, ellos podían decretar
el aislamiento y el juez el secuestro, diferencia jurídica sutil que conducía a lo mismo: el
manicomio. "25
La internación corno práctica se popularizó. En el año 1868 la población
internada ascendía a 202 personas, en tanto que en 1930 los encerrados eran
5218. En su mayoría era gente de bajos recursos: las mujeres mayoritariaJnente
tenían como trabajo las tareas domésticas y de los hombres un 46 % eran
22 B.C.N.H. julio 1922, pp. 40 1 -25: Ordenanza sobre hipnotismo, citado en: Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del ovecientos" Tomo I "El poder de curar'', ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, l 993, pág. 183. 23 Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo I "El poder de curar", ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1993, Pág 1 89. 24 Ídem, pp. 1 89-1 90. 25 Ídem; Pág 190
1 5
jornaleros. Tanto en hombres como en mujeres, el alcoholismo consistía la causa
principal de internación.
El maltrato como procedimiento
El tratamiento que se daba a los internos en los hospitales psiquiátricos
uruguayos, fluctuaba entre el castigo físico y la libertad más absoluta. Una vez
que el paciente ingresaba era rapado, y se le exigía guardar cama, a veces por
largos períodos. Se utilizaba también el chaleco de fuerza y los baños de duchas
frías, así como "el chaleco químico" que consistía en dosis muy elevadas de
medicación (cloral, morfina, bromuro) dejando al loco en un estado de letargo.
Una vez institucionalizados el método más frecuente era "el del palo"; los
sirvientes daban tales "trancazos" a los locos que con frecuencia les fracturaban algún
miembro; el jardinero, al loco que hacía trabajar como ayudante, "lo ataba de los
testículos suspendiéndolo, colgándolo de los árboles y sumergiéndolo en un estanque"20.
Otros métodos eran el azote, la "máquina eléctrica" (algo similar al shock
eléchico) y el cepo. El aforismo que justificaba estos tratos era el de: "el loco por
la pena es cuerdo".27 Se pretendía la debilitación del cuerpo del enfermo,
disponiendo una distracción del alma por medio del dolor físico, considerando
que el loco se volvía de esta manera más obediente.
Durante 1912 en nuestro país, como una alternativa de internación se instaura la
Colonia de Alienados de Santa Lucía. En la misma se permitía que los pacientes
crónicos pacificas pudieran pasear con libertad por los parques y jardines,
realizando también trabajos de huerta y cría de animales. Se consideraba
indispensable el aislamiento de la familia y del entorno social desde la
manifestación de los primeros síntomas psicóticos. Esto se basaba en la noción
de que no era posible curar en el lugar donde se habían generado los síntomas,
26 Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo 1 "El poder de curar", ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1993, Pág. 54 27 R.M. U año 1906, pp. 65-66. Bernardo Etchepare· "Puerilismo mental". citado en: Barrán, José Pedro. "Medicina y sociedad en el Uruguay del Novecientos" Tomo I "El poder de curar"; ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1993, pág. 54
16
con personas que daban consejos y sugerencias conh'éuias a lo que el poder
científico consideraba lo indicado.
No obstante había discriminación entre los internos, ya que se b:ataba de
manera diferencial a quienes abonaban una pequeña cuota. Asimismo eran
separados según su antigüedad y tipo de enfermedad. Los violentos, rebeldes y
desobedientes eran puestos en celdas apartadas y sometidos mediante chaleco
de fuerza. Mienh·as que aquellos que se mosh·aban dóciles y tranquilos podían
reconer el jardín, al igual que los pacientes que contaban con más antigüedad.
El cuerpo como laboratorio
El poder del médico permitió abusos sobre los internados. El cuerpo del loco
pobre fue utilizado para la experimentación: "La miseria es el campo en donde la
Medicina hace experimentos que la higiene aprovecha. "28 /\lgunos de los
experimentos consistían en inyectarles: toxinas exb·aidas del bacilo de fiebre
amarilla, suero de conejo, h·ementina, también se practicaban inyecciones intra
craneanas, las más de las veces sin anestesia. Dichos ensayos conllevaban la
muerte de la mayoría de quienes eran sometidos a ellos, por esta razón, se
buscaba a los sujetos que dieran menos complicaciones: "Entre el enorme material
de que disponía [en el Vilardebó] elegí un caso que estuviera irremisiblemente perdido
f . . . J y a quien no se le conociera familia, para ahorrarme la tarea de cansen ti miento. "29
28 Expresión del médico Mateo Legnani. en 1 917, citada en Ban-án, José Pedro. "Medicina y Sociedad en el Uruguay del Novecientos, Tomo 11 La ortopedia de los pobres", ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, 1 993, pag. 58, citado en Mateo Legnani: "Catecismo de Higiene", Mdeo. J. Dornaleche, 1 9 1 7, p. 1 26. 29 Citado en: Barrán. José Pedro. "Medicina y Sociedad en el Uruguay del Novecientos. Tomo rr La ortopedia de los pobres", ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, l 992, pág. 59.
3. Conceptualizaciones y críticas con respecto al hospital
psiquiátrico. Distintos programas de integración del enfermo
mental.
A lo largo de la historia han existido diversas conceptualizaciones respecto a los
h·atamientos pertinentes para la eruermedad mental. No siempre y no todos
han estado o están, de acuerdo con lo que significa una cura mediante el
encierro. El propósito de este apartado será mostrar sucintamente las distintas
conceptualizaciones y críticas con respecto al hospital psiquiáb·ico y la práctica
de encierro. Para ello nos parece pertinente mostrar las diferentes teorías que
versan sobre la integración del enfermo mental a la comunidad.
En primer lugar haremos referencia al movimiento de la Comwtidad
Terapéutica según Ivana Carla Garda Pereira3°. El mismo comenzó en
Inglaterra en la época de la segunda guerra mundial siendo, Maxwell Jones, su
máximo exponente. Luego se expandió a EEUU y el resto de Europa.
La Comunidad Terapéutica implicó una reestructura de los hospitales
psiquiátricos hacia una mayor humanización del tratamiento de los eruermos
mentales. Se buscaba que las relaciones entre los técnicos y los pacientes fueran
más democráticas. Transformando a la institución psiquiátrica en una
institución terapéutica, basada en vivencias grupales y de resocialización con
terapias tanto individuales como de grupo. Se pretendía reproducir en el
hospital las relaciones sociales del afuera, de manera tat que el individuo
encontrara espacio para un aprendizaje social en el que se practicasen nuevas
relaciones menos patológicas.
30 García Pereira, Ivana Carla; "Do Ajustamento a lnvern;:ao da Cidadania: servic;;o social, saúde mental e intervenc;;ao na familia no Brasil"; EM: Vasconcelos. Eduardo Mourao; "Saúde mental e Servic;;o social"; Cortez Editora, Sao Paulo. 2000.
18
Este planteo incorpora la propuesta del equipo terapéutico compuesto por
profesionales de distintas áreas: psiquiatras, enfermeros, trabajadores sociales,
sociólogos, psicólogos, etc. "(. . . ) en una institución psiquiátn'cn comunitaria todos
curan, entre todos se crea el clima terapéu tico ( . . . ) que permitirá el camino de La
enfermedad a la salud"J1. Otro aspecto que se busca dentro de esta propuesta es la
delegación de responsabilidades a los pacientes, que los habilita a participar
como protagonistas en la resolución de problemas generales en el hospital.
Por otra paite, en Italia, encontramos la psiquiab·ía democrática promovida por
Franco Basaglia. Este psiquiatra lideró un movimiento de negación institucional
del hospital psiquiátrico que promovió experiencias de desinstitucionalización
de los enfermos mentales. La idea central consistía en la abolición del hospital
psiquiátrico, "efectivamente, sin el desmantelamiento del manicomio, mediante
programas de reinserción y estructuras residenciales y rehabilitadoras alternativas no
existe reforma psiquiátrica propiamente dicha. "32 El cambio de concepción no sólo
atañe a la disolución del manicomio sino a la forma de comprender el proceso
de salud - enfermedad, y las funciones que en el mismo tiene la sociedad en su
conjunto. Se trata de no aislar al enfermo mental al tiempo que se pretende
contribuir al proceso de recuperación sin alejar a la persona de su medio social.
La cura y la rehabilitación son simultáneas.
En tercer lugar podemos mencionar el movimiento de la antipsiquiatría que "se
caracterizó por la negación del hospital psiquiátrico y del saber de la psiquiatría como
dispositivos de abordaje y pretensión de cura de la enfermedad mental. Los
anhpsiquiatras veían la enfermedad mental como u n movimiento del individuo de
contestación al estatus qua, una alternativa de la opresión impuesta por la sociedad
31 Moffatl, Alfredo; "Psicoterapia del oprimido. Ideologia y Técnica de la Psiquiatría popular"; Editorial Hu manitas; Buenos Aires; 1 990, pág. 16 7. 32 Leal Rubio, José; "Servicios de salud mental: pasado, presente y futuro", Revista de Treball Social, núm. 145, Col-legi Oficial de diplomats en Treball Social I Assistents Socials de Catalunya. Barcelona, Marzo 1 997. pág 20
19
capitalísta."33 Autores como Ronald Laing (1964), Joseph Berke (1969) y David
Cooper (1971), mediante una postura crítica hacia la familia burguesa como
fundamental causante de la enfermedad, replantean en su totalidad el concepto
sobre locura. Dentro de su tratamiento intentan llevar el delirio hasta sus
últimas consecuencias para que el individuo pueda posteriormente ''renacer"
como una nueva persona.
Entre los enfoques alternativos a la teoría del encierro como forma de
h·atamiento psiquiátrico, no podemos dejar de nombrar al conjunto de
investigadores conocido como "Grupo de Palo Alto" . Esta escuela
estadounidense utiliza los lineamientos propuestos por la te01ia general de
sistemas y propone una manera diferente de definir a la enfermedad mental, a
partir del análisis comunicacional y la teoría del doble vínculo. De esta manera
explican que las estrategias por la lucha de poder, especialmente dentTo de la
familia, pueden ser analizadas mediante el tipo de comunicación que se
establece entre sus miembros. Definen entonces, otra etiología de la enfermedad
mental: la comunicación alterada. /1 El análisis del tipo de me11sajes del paciente
esquizofrénico abre nuevos caminos en el tratamiento de psicosis, a través del mensaje
de doble vínculo (o doble enlace): el mensaje paradójico que, según este grupo, sería la
clave de la comunicadón esquizofrenizante".34
Por último haremos referencia al movimiento conocido bajo el nombre de
empowerment. El mismo surge en Dinamarca a fines de los afi.os 50, con el
objetivo de equiparar la calidad de vida de los enfermos mentales al resto de la
población. Poniendo el punto de mira en los efectos generados por la
institucionalización y los procesos que llevan a la estigmatización¡ este abordaje
apuntaba a invertir dichos procesos otorgando a los enfermos la máxima
autonomía en el transcurso de reinserción. Desde el empowerment se combaten
33 García Pereira, Ivana Carla; "Do Ajustamento a Inveni;:ao da Cidadania: servic;;o social, saúde mental e intervern;:ao na familia no Brasil'"; EM: Vasconcelos, Eduardo Mourao; "Saúde mental e Servi90 social"; Cortez Editora, Sao Paulo, 2000, 24 1 -242. (traducción propia) ·14 Moffatt, Alfredo, "Psicoterapia del oprimido. Ideología y Técnica de la Psiquiatría popular"; Editorial Humanitas; Buenos Aires; 1 990, pág. l 62.
20
los dispositivos culturales, ambientales y los servicios que procrean el estigma y
la depreciación social de los usuaTios. También se busca construir
oportunidades que permitan aproximarse a una vida común, con intercambios
sociales y cultw·ales. Además se estimula el respeto por las personas,
denotando menor control lo cual a su vez redunda en un menor paternalismo
hacia los individuos, poniendo el acento en la libertad de resolución, la
autonomía y la independencia personal, sin por ello rechazar el derecho a la
dependencia.
De una forma u otra estas distintas teolias pretenden comprender mejor el
sufrimiento del enfermo mental y acercarlo a la comunidad. En la mayoría de
los casos proponen integrar un equipo multidisciplinario, que conlleve la
contribución desde diferentes puntos de vista para una mejor comprensión de
la problemática. Siendo el trabajo social una disciplina que nació como auxiliar
del médico, es lógico que también pretenda integrarse a este tipo de propuestas.
A continuación nos adentraremos en el surgimiento del trabajo social de la
mano de la medicina, mostrando que w10 de sus prin1eros ámbitos laborales fue
el hospital.
21
4. El surgimiento del trabajo social en el Uruguay y su
vinculación con la medicina.
En esta sección haremos un conciso relato histórico en cuanto al surgimiento del
h·abajo social y su vinculación con la medicina y la psiquiatría en el Uruguay.
Luego realizaremos, una breve exposición sobre una vertiente europea del
trabajo social: la asistencia social psiquiáb:ica
El nacimiento de una nueva profesión
Anteriormente a la unificación de la carrera de Trabajo Social, en nuestro país
existieron diferentes cursos: Visitadora Social de Higiene, Visitadora Sanüaria,
Visitadora Escolar, etc. Los mismos estuvieron en la órbita de la Facultad de
Medicina, y por lo tanto aparecían como un auxiliar del médico. También se
crearon cursos de la misma índole en el Ministerio de Salud Pública, Consejo
del Niño y posteriormente, se abrió una Escuela de Servicio Social con el
pab·ocinio de instituciones católicas. Estos organismos impartían carreras que
podríamos emparentar con el actual Trabajo Social (aunque las denominaciones
cambiaban). En todos los casos la vinculación con la medicina y el área de la
salud era sumamente importante. Esto puede verificarse en los planes de
estudio, que incluían materias propias de la medicina, y también en la inserción
laboral de los egresados, quienes se desempeñaban en la mayoría de los casos
en el área de la salud.
A partir del análisis que realiza Ortega35 podemos afirmar que el Trabajo Social
en Uruguay suTgió en el ámbito de la salud, subordinado técnica y
jerárquicamente a otras profesiones del área sanitaria, sobre todo del médico.
Esta autora en su tesis de maestría esgrime como hipótesis fundamental de su
trabajo que ''el Seroicio Social nace en Umguay asociado a estrategias disciplinadoras
35 Ortega Cerchiaro, Elizabeth; "El Servicio Social y los procesos de medicalización de la sociedad Uruguaya en el período neobatllista'· , UDELAR/UFRJ; Montevideo; 2003.
22
que se construyeron como parte del proceso de m.edicalización de la sociedad. En este
sentido se puede sostener que el espacio profesional del servicio social en el Uruguay
estaría genéticamente ligado al área de la salud. ''Jt> Se buscaba el disciplinamiento de
la población por medio de la educación y la salud, por eso fue allí que se creó
un campo favorable para la germinación de profesiones, como el Servicio Social.
Ya que se consideraba indispensable instaurar una conexión entre las familias
(en particular las familias pobres) y las instancias médicas o educativas.
En este ínterjuego aparece la figura de la visitadora social (predecesora del
asistente social) que debía tomar el papel de nexo enh·e las instituciones y la
comunidad con una concepción de vigilancia del hogar, de las condiciones
higiénicas, alimentarias, etc. "Aclara que la visitadora social debe conocer las tareas
de la enfermera pero "debe sobrepasar esos límites de ln asistencia con conoci111ientos
sólidos en todns las ramas de la higiene"37
De acuerdo a lo expresado por Ortega, en lo referente a las visitadoras escolares
es significativo que en el año 1926 cuando se crea el curso, se lo coloca bajo la
égida de la Facultad de Medicina. Las materias impartidas eran: Higiene
escolar, Nociones de patología (especialmente infantil), Higiene social y general,
Economía doméstica, Nociones de anatomía y Fisiología.
Asimismo, la primera Escuela de Servicio Social universitaria, que fue fundada
en 1927, se creó en el ámbito del Instituto de Higiene Experimental que
dependía de la Facultad de Medicina. También constaba de asignaturas que
estaban muy ligadas al área de la salud, por ejemplo: Higiene general, Patología
general, Anatomía y Fisiología, Higiene Social y Escolar, Maternologia y
Puericultura. Esto demuestra la conexión existente en el surgimiento de la
disciplina y el área de la salud.
36 Ortega Cerchiaro, Elizabeth; "El Servicio Social y los procesos de medicalización de la sociedad Uruguaya en el período neobatl lista"; UDELAR/UFRJ ; Montevideo; 2003; pág. 14 37 • ldem, pág. 48.
23
Es posible afirmar que estos fueron los primeros pasos en el desarrollo del
trabajo social, aunque en principio la designación de la disciplina no estuviera
clara. "Según Bralich (J 993: 14)"no existía, al parecer1 precisión en cuanto a la
denominació11 de la profesión. La solicitud del Consejo de Enseñanza Primaria se refiere
a " Visitadoras Escolares" el Consejo de la Facultad de Medicina habla también de
''Visitadoras Escolares" al aprobar la colaboración solicitada, pero luego en los
documentas del lnstituto de Higiene (fichas escolares) se expresa " Visitadoras _ ocia/es"
y los tíhllos otorgados son de "Visitadoras Sociales de Higiene".38
Coincidimos con Ortega en que las visitadoras sociales hacfan las veces de
inspectoras de las condiciones de salubridad en diferentes espacios. Dentro del
ámbito escolar, proporcionando preceptos sanitarios a maestros y alumnos; y en
la esfera familiar las visitas domiciliarias tenían la finalidad de ilush·ar sobre las
ventajas de la higiene. La figura de la visitadora actuaba bajo la órbita del
médico, suministrándole valiosa .información: 11 (La visitadora social) seroirá al
médico de precioso auxiliar para obtener in.formes sobre los hábitos y antecedentes del
enfermo, influencia del ambiente sobre la enfermedad y, en general, toda clase de datos
de interés para la etiología, el diagnóstico o el tratamiento" .39 La visitadora era un
auxiliar del médico1 cuyo papel cotidiano consistía en encargarse de 11 completar
la obra médica y del cumplimiento exacto de las prescripciones facultativas, así como de
la presentación regular al consultorio de los niños enfermos" . A ella correspondería
crear entre el médico y la familia del enfermo un ambiente de absoluta confi:anza que
facilitara la ejecución del tratamiento indicado, así como la obtención de informes
precisos y verídicos, (. . .)"40
Cabe destacar que en la década del 30, con la a·eación del Código del Niño, se
resuelve generar en el Consejo del Ni:f\o una División Técnica de Servicio Social,
que se encargaría de una nueva formación para las visitadoras sociales. En esta
órbita el rol de las mismas consistía en: "La organización y regularización de la
38 Ortega Cerchiaro, Elizabeth: "El Servicio Social y los procesos de medical ización de la sociedad Uruguaya en el período neobatllista"; UDELAR/UFRJ; Montevideo; 2003, pag. 49. 39 . ldem, pág. 50. 40 •
Idem, pág. 50.
24
familia, la investigación de la paternidad, evitar el abandono del niño, contralorear el
cumplimiento de los preceptos higiénicos y las prescripciones médicas, enseñar higiene y puericultura, alimentación adecuada y económica, en todas las cuestiones de trabajo, sea
para buscarlo a los padres o para evitarlo en los niños, faciUtar la orientación
profesional, atención y colocación de anormales y enfermos, colocación familiar en los
casos de libertad vigilada, asesoramiento al juez de Menores con respecto a la vida del
niño y de su familia, lucha contra el analfabetismo y los males sociales, persecución de la
mendicidad, en la realización de encuestas, organización de oficinas que traten con
mujeres y n.iiios, y en muchos otros casos que no es posible prever" U
En el año 1937 aparece la Escuela de Servicio Social del Uruguay (ESSU), que
contaba con el patTocinio de la Unión Católica Internacional de Servicio Social y
de la Escuela de Servicio Social Elvira Matte de Cruchagra, de la Universidad
Católica de Chile. Al estar circunscripta a dos instituciones católicas, dicha
escuela tenía una noción caritativa de la profesión. Allí, "También se destaca el
peso de las materias relacionadas con la medicina en el programa de estudios. "42
Recién en 1953 la ESSU, al cambiar su programa de estudios, modifica el título
de visitadora social por el de asistente social. Es en 1959 que ésta pasa a ser una
carrera de 4 años. La misión que se esperaba de las personas recibidas puede
resumirse en las siguientes palabras: "Debe saber imponer su autoridad con
persuasión, y sin violencia, debe saber conquistarse la cooperación y simpatía del
enfermo y de sus familiares y no debe interferir de ninguna manera en las funciones del
médico tratante. Sus funciones básicas consisten en aplicar técnicas de prevención y educar, al mismo tiempo que debe estudiar las condiciones sociales y económicas del
enfermo y tratar de buscar solución a los problemas familiares y económicos que le
plantea su enfermedad. "43
41 Ortega Cerchiaro, Elizabeth; "El Servicio Social y los procesos de medicalización de Ja sociedad Uruguaya en el período neobatllista"; UDELAR/UFRJ; Montevideo; 2003, pág. 59. 42 Ídem, pág. 67. 43 ' • · Tdem, pag. 89.
25
El médico necesitaba un auxiliar distinto de la enfem1era, que prestara el
servicio de visita a la familia e intercambio de información. El testimonio de una
visitadora social que trabajó hacia mediados de la década de 1940, en un
hospital psiquiátrico así lo confirma: "ellos (los médicos) estaban buscando un
personal que no era la enfermera ni la vacunadora. Nosotros reivindicábamos la visita
domicilinria. (. . .) Yo cumplía con lo que el médico indicaba pero me escapaba de esos
límites 1144
Encontramos entonces que el Servicio Social tenía en sus comienzos una
estrecha relación con la medicina por un lado por las asignaturas impartidas en
la carrera, por otro lado, en cuanto a las posibilidades de trabajo posteriores.
" En ese momento histórico los lugnres de trabajo de las visitadoras estaban centrados en
el área de la salud, (. . .) . 1145
La asistencia social psiquiátrica
En el área de salud mental, en Europa y Estados Unidos, a principios del siglo
pasado aparece una figura, inexistente en nuestro país, como canera o
especialización, incluso en la actualidad. La misma se encuentra a medio
camino entre las funciones de enfermería y los objetivos del trabajo social, nos
referimos a la asistencia social psiquiátrica.
Uniéndonos a Claramunt46, advertimos que entre la primera y la segunda
guerra mundial, los asistentes sociales de habla inglesa se interesaron cada vez
en mayor medida por la psicología normal y patológica. En el año 1921 se
integró al trabajo hospitalario la figura del asistente social psiquiátrico ya que la
tarea asistencial no era completa si se dejaba de lado el medio ambiente
familiar, social y laboral del enfermo. Entre los asistentes sociales era ineludible
una formación psiquiátrica más profunda.
44 011ega Cerchiaro, Elizabeth; "El Servicio Social y los procesos de medicalización de la sociedad Uruguaya en el período neobatllista"; UDELAR/UFRJ: Montevideo; 2003, pág. 1 24 --4S ' • '
ldem, pag. 64. / 46 Claramunt López, Fernando; "Psiquiatría y asistencia social"; Ediciones Euramerica: Madrid; 1974 . • .
\ \
. . •
..
26
El h·abajo social en salud mental se desenvolvió en el período histórico más
tecnificado de la profesión. Frente a la gran masificación de los hospitales
psiquiáh·icos sw·ge como una necesidad el trabajo social psiquiátrico, que será
un intento de buscar una solución socializadora aJ dilema de los enfermos
mentales que se cronificaban cada vez más. Durante mucho tiempo se
consideró al trabajo social psiquiátrico como una especialización más
sofisticada de la disciplina, que demandaba de los profesionales una
preparación superior. " El trabajo social en psiquiatría se inició en los Estados Unidos
en el año 1 905, especialmente en los hospitales psiquiátricos como Maniatan State
Hospital de Nueva York y el Massachussetts General Hospi'tal de Boston. En el Estado
espa·ñol el desarrollo del trabajo social como profesión también estuvo muy vinculado a
la psiquiatría; así, la tercera escuela de asistentes sociales que se creó en el país fue
fundada por el profesor Sarró en Barcelona en el año 1 953, amparada bajo La Cátedra de
Psiquiatría. "47
La fundación de la actual Escala Universitaria de Treball Social de la Generalitat
de Catalunya, adscrita a la Universidad de Barcelona, fue motivada por el
enfoque que valora la influencia de los factores sociales en la apal'ición de
problemas psíquicos, defendido en aquel entonces por los que ya se
consideraban psiquiatras sociales, como H.S. Sullivan y E . Fromm. En España el
colectivo de b:abajadores sociales en el ámbito de la salud mental ha tenido una
especial influencia a la hora de considerar las políticas sociales en el área.
En estos países, la comprobación del influjo que posee el ent01no social, tanto
en la aparición de trastornos mentales como en su recrudecimiento o mejora,
fue un factor decisivo para el reconocimiento de la labor de los trabajadores
sociales en el ámbito de la psiquiatría.
47 Fernández Barrera, Josefina ; "La supervisión del trabajo social en salud mental"; Revista de Treba\I Social, núm. 1 45, Col-legi Oficial de diplomats en Treball Social l Assistents Socials de Catalunya, Barcelona; Marzo 1997, pág. 54.
27
5. Roles y tareas del Trabajo Social en el hospital psiquiátrico.
En el siguiente apartado desarrollaremos las tareas que se le adjudican al
Trabajador Social en el hospital psiquiátríco1 desde una perspectiva teórica que
nos aproxime a los objetivos de la disciplina en dicha institución. Para ello
haremos una reseña de autores de origen español que versan sobre el tema, ya
que ha nivel nacional hemos encontrado escasa producción teórica.
La tarea
Para comenzar nos referiremos a la opinión de Claramunt48 en cuanto a la
misión del asistente social en el hospital psiquiátrico. Ésta consiste en:
• Seguir el recorrido del paciente en sus distintas etapas: ingreso y
adaptación, tratamiento (preparación del alta, planes para el fuhuo), alta
provisional de prueba, alta definitiva (readaptación social) .
. ._ Favorecer las relaciones humanas entre el personal auxiliar y pacientes.
� En conexión con su labor en el hospital psiquiátrico, pero fuera de él sus
contactos principales serán: los familiares del enfermo, el medio
ambiente laboral del paciente, organizaciones asistenciales o de
previsión, etc.
La tarea del asistente social radica entonces, principalmente en "crear y desarrollar relaciones humanas cada vez más satisfactorias entre los pacientes, el equipo
terapéutico y la sociedad en general, contrarrestando los inevitables descuidos1
injusticias y el tono relativamente impersonal de la asistencia psiquiátrica pública. "49
Cuando el paciente ingresa, el asistente social puede ocuparse de que éste se
sienta lo mejor posible intentando atenuar las intranquilidades de los primeros
días. Pero sin duda, el campo de más ingerencia es el contacto con los familiares
48 Claramunt López, Femando; "Psiquiatría y asistencia social": Ediciones Euramerica; 1 974; Madrid. 49 Claramunt López, Fernando: "Psiquiatría y asistencia social": Ediciones Euramerica; Madrid; 1 974, pág. 346.
28
del interno, ya que de éste vínculo dependerá el nivel de rehabilitación social al
término del tratamiento del paciente.
El psiquiatra está habituado a una relación bipersonal con el enfermo, donde los
familiares pueden ser vistos como perturbadores de la misma. La importancia
del asistente social radica en recordar el papel primordial que éstos tienen a la
hora de la rehabilitación social del paciente y la influencia del medio ambiente
sobre la salud m ental. Por ello, durante el tratamiento no se puede prescindir en
absoluto de los grupos en Jos que se ha desarrollado la vida del paciente. Para
eso el asistente social deberá: suscitar un nivel elevado de equilibrio familiar y
de cada uno de sus integrantes, suprimir las causas perturbadoras de este
equilibrio y favorecer la cohesión; estudiar el nivel en que cada uno de los
miembros aporta a las necesidades emocionales de los demás.
Enconb·amos un enfoque similar en la postura de Martíso. Este autor afirma que
a menudo el psiquiatra no tiene en cuenta de manera suficiente la estructura
familiar en el tratamiento. Se preocupa mucho en encontrar datos objetivos del
trastorno mental utilizando para ello exploraciones sistematizadas, estudios
específicos, tests, etc. Sin embargo, la familia como estructura (con sus reglas
-tácitas o no-, sus prejuicios, sus miedos) es frecuentemente dejada de lado a la
hora del tratamiento, aunque aparezca detallada en la historia del paciente.
En esta línea de interpretación Becerra de Ledesmas1 plantea que la tarea del
trabajador social no se limita a enh·evistas familiares con la intención de
investigar, diagnosticar y explicar la conducta del paciente, o de qué manera
intervienen en ella la familia o alguno de sus miembros. Sino que concibe un
tratamiento grupal donde el paciente ha sido el depositario de alguna manera
de los problemas de su medio, éste "(. . .) actúa como emergen te de este grupo
�o Martí - Tusquets, José Luis; "Psiquiatría social"; Editorial Herder; 1 976, Barcelona. 51 Becerra de Ledesma, Rosa María; Manrique de Miranda, Susana; "Una experiencia de integración de métodos en servicio social psiquiátrico"; eo Selecciones de Servicio Social Vol. 2 (set. 1969) Nº 7; Buenos Aires
29
enfermo asumiendo el rol de la enfermedad o haciéndose cargo de la patología de la
familia. "52
En nuestro país, al respecto del trabajo social en el área de la salud mental, Da
Silva sefi.ala que "(. . .) la Asistente Social tiene una función específica, que puede ir
desde el aplacar dudas hasta el trabajo de captación de la repercusión de la
transformación de la conducta del niño en la familia, bien como el facilitar el cambio de conducta de la familia, para una reinserción del paciente en un contexto má� adecuado
pnra su desarrollo. "s.i También indica que uno de los fines que debe perseguir el
trabajador social en este ámbito es "Colocar o recolocar los pacientes eu un posición
Humana más integrada para su realidad"54
En el caso de los pacientes internados en hospitales psiquiátricos es relevante
puntualizar la coyuntura psicológica en que el internamiento tuvo Jugar y cuál
fue el efecto que causó en el equilibrio familiar. Estos momentos pueden
coincidir con una crisis o, por el contrario, con un intento de la familia de
librarse de un miembro "molesto". El hecho de encontrarse alejado del entorno
habitual, produce en la persona que está internada consecuencias psicológicas
que determinan que el paciente pierda sus contactos sociales. En la mayoría de
los casos la patología se ve agravada por los efectos que causa el aislamiento.
"Los trabajadores sociales del campo de la salud mental constatamos, con mayor
frecuencia de lo que desearíamos, que la enfermedad mental disminuye las
oportunidades sociales de las personas que la sufren, y que, en muchos casos1 la
principal problemática resultante no es La patología en si misma, sino la falta de recursos
adecuados para personas con unos handicaps específicos. Todo ello comporta, en la
práctica, una disminución de la dignidad de la persona. "55
�2 Becerra de Ledesma, Rosa María; Manrique de Miranda, Susana; '·Una experiencia de integración de métodos en servicio social psiquiátrico"; en Selecciones de Servicio Social Vol. 2 ( set 1 969) Nº 7, Buenos Aires, pág. 53 53 Da Silva, José Raimundo; "Salud mental en el equipo interdisciplinario", pp. 52-55; En: Trabajo Social /UruguayNol.2, nº 8 (abril 1 989), pág. 53 54 • · ldem. pág. 54. �� Arenas Val!, Otilia, "Carta de los derechos y deberes de los usuarios"; Revista de Treball Social, núm. 1 45, Col-legi Oficial de diplomats en Treball Social 1 Assistents Socials de Catalunya. Barcelona, Marzo 1997. pág. 68
30
Los objetivos
Para los encargados de la intervención social en Ja unidad de psiquiatría, en
Quatre Camins (Rodríguez, Noemí; Cabanes, Arma; Falo, Enrie), Cataluña,
Españas6, los objetivos del trabajador social se pueden dividir en tres bloques:
a) El que refiere a las cuestiones socio familiar. Implica: conocer el núcleo
familiar de los pacientes; detectar las circunstancias familiares y sociaJes
que puedan llegar a ser un condicionante para el paciente; potenciar los
vínculos entre enfermo y familia; buscar derivar y coordinar los recursos
que se ajusten a las necesidades del paciente.
b) El que se enfoca hacia el interno a partir de la conciencienciación de su
enfermedad. Esto radica en acercar el paciente a su realidad
sociofamiliar; favorecer el acceso a diversos recursos, por ej. educativos,
laborales, deportivos, de ocio que pueda llegar a ofrecer la institución;
crear grupos de apoyo y autoayuda con la finalidad de enfrentar ]as
dificultades en su integración social.
c) El que se orienta al equipo multidisciplinario. Consiste en: proporcionar
la información sociofamiliar que pueda ayudar a configurar una visión
global de cada paciente y a participar en la toma de decisiones sobre los
mismos en cuanto a la relación con su régimen de vida o el proceso
terapéutico.
56 Rodríguez, Noemí; Cabanes, Anna; Falo, Enríe "Quatre Camins: intervención social de la unidad de psiquiatría"; Revista de Treball Social, núm. 1 45, Col-Iegi Oficial de diplomats en Treball Social I Assistents Socíals de Catalunya, Barcelona; Marzo 1997, págs. 9 1 -96.
31
6. Realidad actual del trabajo social con respecto al hospital
psiquiátrico en el Uruguay.
El siguiente apartado pretende mostrar la situación actual de los hospitales
psiquiátricos públicos en Uruguay, y las tareas llevadas a cabo por los asistentes
sociales que se encuentran insertos en dichas instituciones. Para ello, nos
basaremos en los relatos que fueron proporcionados por informantes
calificados, asistentes sociales en actividad en el Hospital Vilardebó y la Colonia
Santín Carlos Rossi y Bernardo Etchepare.
Caract.eristicas generales del sist.ema público de atención en salud mental
En la actualidad en el Uruguay existen 2 grandes hospitales psiquiátricos
públicos: el hospital Vilardebó y la Colonia (Colonia Etchepare y Colonia Santín
Carlos Rossi se unieron en una sola) . El perfil de los pacientes que trata cada
institución es diferente. El Vilardebó h·abaja con pacientes agudos (pacientes
que han tenido una crisis psiquiátrica reciente) y el objetivo institucional es la
reinserción del paciente en la comunidad. La internación promedio es de un
mes. Asimismo, la institución cuenta con dos salas judiciales (una de mujeres y
oh·a de hombres), en donde se encuentran pacientes que han cometido delitos y
que son derivados por la Justicia. En cambio, la Colonia trabaja con pacientes
crónicos (pacientes que padecen desde larga data su enfermedad), y si bien la
institución cuenta con 2 programas de egreso, la cantidad de pacientes que se
marchan es menor.
Actualmente hay internaciones psiquiáh·icas en hospitales generales públicos,
se dan durante periodos en algunos centros. Si la situación se alarga, se deriva a
alguno de los dos hospitales públicos.
También existen esh·uchll'as de base a nivel de salud pública llamadas
policlínicas periféricas, en Montevideo e Interior. A las mismas acuden los
32
pacientes a continuar su tratamiento una vez egresados del hospital
psiquiátrico. A nivel público no hay instituciones intermedias, salvo éstas
policlínicas y el hospital de día que funciona en el Vilardebó.
Un nuevo perfil de Paciente Psiquiátrico
Dentro de los ternas que surgieron en las entrevistas cabe resaltar la
importancia que ambas entrevistadas dieron al cambio del perfil de paciente
psiquiáb·ico. Una de ellas expresó al respecto: "el perfil del paciente psiquiátrico ha
cambiado porque antes se trataban más patologías digamos entre comillas, más
conocidas, más comunes como la psicosis, la esquizofren ia, la demencia, actualmente
está todo muy sesgado por el consumo de drogas, incluyendo en esto también el
alcoholismo y también lo que ha generado en muchos años de pérdida de hábitos, de
hábitos de trabajo, de la no concurrencia a la escuela, el desmembramiento de la familia,
entonces toda esa situación la cual padecimos durante aiios ha hecho que se vayan
perdiendo hábitos, perdiendo con tención, por eso creo que es importante que un
trabajador social que conoce esos temas, de la familia, de los vínculos, de los vínculos
con el afuera, son distintas visiones de un.a misma, de una misma situación . . . "í7
En las últimas décadas, la realidad latinoame1icana ha sufrido cambios
vertiginosos de gran importancia. Dentro de estos factores se destacan el
crecimiento de la pobreza y el desempleo, en el marco de la globalización de
una sociedad subdesarrollada, que acentúa y complejiza estos aspectos. Al decir
de Carballeda se ha producido una "crisis de los espacios de socialización"SB, esto
hace referencia a los profundos cambios a nivel familiar, barrial, laboral. Los
vínculos sociales que generaban estos espacios se han transformado. Por el lado
de la familia porque los roles aparecen desdibujados y emerge fragmentada
corno institución. Con respecto al banio o al entorno social inmediato, la
violencia callejera y la desvinculación desde el papel de vecino han llevado
57 Extracto de entrevista a referente Nº 1 5x Carballeda, Alfredo; "Intervención en lo Social"; Ponencia durante el primer Encuentro Provincial de Centros de Orientación Familiar, Noviembre de 2006, La Plata, Buenos Aires; pág.3
33
cada vez más al encierro en los hogares y a la escasa interacción. Desde el
ámbito laboral enconb:amos que el trabajo también ha cambiado su lógica, a
partir del capitalismo monopolista instaurado en nueso:a sociedad el trabajo se
transforma simplemente en un bien de cambio, con alta competitividad,
vinculado a capacidades más bien in di viduales. Todo ello conlleva a que
predomine la individualidad y la violencia, donde "el otro" es visto como
objeto ''el otro se transforma en un objeto (. . .) Pero cuando yo transformo al otro en
objeto, los dos perdemos la capacidad de ser sujetos. Entonces yo también en la medida
que hago objeto al otro, también me convierto en un objeto. "59 Esto no solamente
acarrea crisis vinculares sino también quiebres identitarios, en tanto el sujeto es
sumido al anonimato una vez que se desdibujan los espacios tradicionales de
socialización. Todos estos aspectos forman paite de lo que Castel denomina el
11e11Jriamiento del lazo socia/"6º.
Esta carencia de sostén, la fragilidad, la desprotección frente a las crisis
económicas, políticas, sociales han influido en la vaiiación del perfil del
paciente psiquiátrico en Uruguay, "el perfil de población también cambió ( . . .)
cambió muchísimo, quedaron sin trabajo, sin ocupación, esto lleva a que el vínculo de
pareja también a veces se desintegre o de alguna manera se lesione y más si no es fu.erte,
entonces, todas las estructuras van cayendo y la persona se va deprimiendo y entonces,
es esta nueva población que va ingresando y que ingresó"61
A su vez, estos acontecimientos, son interdependientes con la variación del
perfil de paciente psiquiátrico, son factores estrechamente intenelacionados, en
palabras de una de las entrevistadas: "el empobrecimiento de la familia, tiene que
ver con el empobrecimiento de Los vínculos, es todo un drculo, falta de trabajo, de
59 Carballeda, Alfredo; "Intervención en lo Social''; Ponencia durante el primer Encuentro Provincial de Centros de Orientación Familiar; Noviembre de 2006, La Plata, Buenos Aires ; pág. 5 6° Citado en: Carballeda, Alfredo; "Intervención en lo Social"; Ponencia durante el primer Encuentro Provincial de Centros de Orientación Famil iar: Noviembre de 2006, La Plata, Buenos Aires: Pág. 5 61 Extracto de entrevista a referente Nº 2
34
vivienda, a nivel económico y esto hace que las familias busquen algunas alternativas
(. . . ) que no son las más recomendables . . . "62
Todos los aspectos mencionados no hacen más que focalizar en la
vulnerabilidad de esta población. El individuo está muy expuesto ante todos los
problemas que debe enfrentar y busca escapar de esta situación de cualquier
manera. "(. . .) otra gran cosa es la consecuencia de las drogas, que si bien a veces por la
misma labilidad de la persona, yn tiene una predisposicióH, es un perfil de personalidad
o estructura de personalidad, que tiene su handicap, (. . . ) hace que ellos sean más lábiles
al consumo, a eso se suma el deterioro neurológico, como el alcoholismo1 también, que de
alguna man.era también cambia el perfil (. . .), o sea, en cuanto al diagnóstico o a la
causa, o al desencadenante y también a la edad de los pacientes, los pacientes
lamentablemente son cada vez más jóvenes por esas dos situaciones. "1o3
La enfermedad mental: ¿un problema social?
El contexto que vive esta población nos pemlite decir que se encuentra en
riesgo social, no visualizándose políticas sociales contundentes que intenten
mejorar la situación. Desde el estado el tema de la salud mental ha sido uno de
los grandes ausentes en cuanto a políticas sociales, esto aparece resaltado en las
entrevistas: "Yo también digo que desgraciadamente no votan, entonces no es interés
de casi ningún gobienw, y creo que tampoco hay hasta el momento una política de salud
mental seria, digo, no estoy hablando de este último período, estoy hablando de hace
años . . . "64
Esta falta de políticas sociales redunda en el actual estado de los hospitales
psiquiátricos públicos, que en la actualidad distan de encontrarse en una
situación ideal. Por lo general, los establecimientos están en su máxima
capacidad debido al aumento de ingresos y no cuentan con la cantidad de
62 Extracto de entrevista a referente Nº 1 63 Extracto de entrevista a referente Nº 2 64 Ídem
35
personal adecuado. También se encuenb·an en pésimas condiciones edilicias, lo
cual no permite atender cómodamente a todos los internos.
El tema salud mental no se ha establecido aún como " problema social", por esto
no aparece en la agenda pública, en nuestro país no constituye w1a urgencia
que deba ser resuelta con prontitud, y una de las razones es la falta de discusión
sobre el asunto. Como expresa Estela Grassi: "(. . . ) los problemas sociales (de
vivienda, dr alimentación, de salud, de violencia, de marginalidad, etc. . . . ) no son, a
priori, ( . . . ) "problemas sociales" sino a partir de haber sido coustituidos como tales y de
ello depende el reconocimiento y la co11stitución de situaciones puntuales (que so11,
mayormente, el objeto inmediato de interven ción de los trabajadores sociales) como
situaciones problemáticas que demandan acciones acordes con la definición adoptada del
problema que las enmarca . . "1.S
Un enorme desafío desde el trabajo social con respecto a la salud mental sería
contribuir a vislumbrar este tema como una problemática que merece discusión.
Es necesario hacer hincapié en la necesidad de concientizar a la comunidad, e
intentar propulsar la creación de una campaña pública para desmitificar la
enfermedad mental. El " trabajador social, yo creo que en ese sentido, ( . . .) deberíamos
ser los promotores de que los individuos desarrollen su derecho a consolidar sus
necesidades básicas y sus necesidades en general, sus derechos, en todos los aspectos,
( . . .) desde la ciudadanía hasta la salud, indudablemente también la salud mental(. . .)
crear esas instancias en la comunidad, pero más allá de los hogares de medio camino,
primero esta concientización a la comunidad, (. . .) una política de estado, una política de
estado donde se encare realmente una campaña, "66 Sería preciso pues, confrontar el
tema de la salud mental para que tenga oportunidad de ser visto como un
problema social en nuestro país. Hasta el momento, los diversos interesados al
respecto no han expresado argumentos ideológicos fuertes que hagan visible la
cuestión, ni han propulsado discusión sobre las diversas problemáticas.
6� Grassi, Estela; "La implicancia de la investigación social en la práctica profesional del trabajo social",
ff' 43 - 54, En: Revista de Treball Social Nº 1 35 , Barcelona, Set 1 994, pág. SO. Extracto de entrevista a referente Nº 2
36
Por otro lado, esto forma parte de la cuestión de la constTucción del objeto que
el trabajador social debe hacer en su praxis. La salud mental como problema
social, impone al trabajador social constituir1o en una primera instancia como
objeto de estudio, para luego ser transformado en objeto de intervención. La
construcción del objeto, va desde el caso concreto a la problemática en general,
Bourdieu dice al respecto: " El arte en cíencias sociales, está sin duda en ser capaz de
poner en juego cuestiones teóricas muy importantes, respecto a objetos empíricos muy
precisos, frecuente mente menores en apariencia. (. . . ) Lo que cuenta, en realidad, es la
construcción del objeto, y la eficacia de un método de pensar nunca se rnanifiesta tan
bien como en su capacidad de constituir objetos científicos o reconstruir ( . . .) objetos
socialmente importantes, aprehendidos desde un ángulo imprevisto . . . ''e'�
Realidad actnal del Trabajador Social en los Hospitales Psiquiátricos
Dentro de la bibliografía consultada encontramos una que hace referencia a las
condiciones de b·abajo y las tareas a llevar a cabo por los asistentes sociales, en
un hospital psiquiátrico público. Aún siendo la misma del año 1989, el contexto
no ha cambiado a la fecha. 11 En el desempeño de nuestro quehacer diario como
Asistentes Sociales, (. . .) consideramos que por las características de la propia
institución de tipo asilar se hace asistencia hospitalaria y policlínica psiquiátrica, donde
Las internaciones son casi únicamente por orden judicial; la atención que brindamos por
lo tanto es asistencial y paliativa. Estamos entonces trabajando con pacientes
psiquiátricos crónicos, carenciados, con vínculos familiares débiles, con pocas
posibilidades de reintegro a la sociedad y al mercado de trabajo. Aún así realizamos una
tarea de tipo asistencial tendiente a mejorar la calidad de vida del paciente y de su
entorno mediante la educación, la promoción, la rehabilitación social, tratando de que le
67 Bourdieu, 1989: citado en. Grassi, Estela: "La implicancia de la investigación social en la práctica profesional del trabajo social'', pp. 43 - 54, En: Revista de Treball Social Nº 13 5, Barcelona, Set. 1 994, pág S I .
37
individuo y la comunidad tomen concienda del cuidado de su Salud Mental y de la
responsabilidad que les cabe Nuestra tarea se dirige a:
Promover la toma de conciencia de las personas de sus derechos y deberes
respecto a la Salud Mental.
Orientar y capacitar a las personas acerca de que la Salud es un bien colectivo.
Promover la capad tación de promotores barriales de salud . . "08
Actualmente en la Colonia trabajan 1 1 asistentes sociales para una población de
aproximadamente 1000 personas. En el hospital Vilardebó trabajan 10 asistentes
sociales con una población de 300 personas. Allí los trabajadores sociales
realizan intervención individual y familiar, también con la comunidad, pero
sobre todo a través de las necesidades del paciente. La técnica utilizada es la
enh·evista: con el paciente, a familiares, vecinos, también enh·evista
domiciliaria. Se pretende ayudar a la familia en el esclarecimiento de lo que es
la enfermedad mental, como tratar al paciente, sobrellevar las crisis, y la manera
de actuar en ellas, "esa es ln tarea educativa que creo que tiene como fundnnumtal t?l trabajo social, ( . . .)el trabajo de el servicio sodal o el trabajador social es fundamental, no
solamente en el acompañamiento de la familia, sino también hacia el propio paciente,
porque no es salir de la institución donde lo tuvieron haciendo el tratamiento que sea,
electroshock, lo que fu.ere, pero después, acompañarlo también. en ese proceso de
reinserción, que bueno, no hablemos de lo laboral, hablemos de lo mínimo, de las
actividades cotidianas, sus vínculos, yo creo que en ese sentido hay mucho para hacer,
mucho para hacer( . . . )"69
Oh·a tarea es acompañar a familiares y paciente en el egreso institucional, en el
proceso de reinserción, en cuanto a sus actividades cotidianas, vínculos, en lo
laboral. También se realizan acciones más "burocráticas" como son: la
tramitación de la documentación de los pacientes, del carné de asistencia, la
gestión y tramitación de pensiones, de tarjetas de comedores de INDA, etc. "Y
68 García, Cristina, Frigerio, Dinohora; ··un enfoque de servicio social en atención primaria en salud mental", pp. 9- 1 2; En: Trabajo Social /Uruguay/Vol.2. nº 8 (abril 1989): pág. 1 0. 69 Extracto de entrevista a referente Nº 2
38
claro, la ambición es salir de lo que es el trámite acciona!, que es la documentación de los
pacientes, el carne de asistencia, la atención, eso un poco en el perfil que nos movemos,
digo, va para mi gusto más allá . . . "70
Desde el h·abajo social existe por ello el desafío de trascender el trámite de
papeleo que insume tiempo y esfuerzo, e intentar llegar al verdadero trabajo en
equipo. La posibilidad de enfrentar ideas, intercambiar experiencias y
conocimientos con el resto de los profesionales (psiquiatra, médico, enfermero,
psicólogo, funcionarios). " ( . . . ) el trabajo esforzado pero en equipo, que yo creo que e�
111uy valioso, porque uno solo 1w puede transformar, no puede quijotizarse, y eren qw' es
rzlgo de lo que nos tenemos que asir porque hasta nos facilita la tarea y nos permite como
no sentir u na carga tan pesada, no sentirse tan pesados en cuanto a hacedores de papeles
o de trámites . . . "?'/
Todas las tareas que son realizadas efectivamente en los hospitales psiquiátricos
uruguayos, por los trabajadores sociales que allí se desempeñan, coinciden con
la misión del asistente social en el hospital psiquiátrico que describe Claramunt
y que se encuenb:a detallada en el capítulo cinco.
Muchas veces el rol del trabajador social no coincide con el que le es asignado
por oh·os profesionales. "yo creo que muchas veces el trabajador social, yo te diría que
hasta se ve obligado a hacer cosas que no le corresponden en el rol, porque muchas veces
luchamos y es una palabra que parece muy reivindicativa, muy de otras épocas, pero es
que es así, es como que uno explica y explica que bueno que uno podría hacer este
contacto con la comunidad, que tendría que bueno, de alguna manera desarrollar áreas
en ese sentido, (. . . )"72, El hecho de tener que realizar tareas que no
corresponderían a su rol también pasa por la escasa cantidad de trabajadores
sociales en la institución: "llevando eso a la realidad puntual se ha desdibujado por la
poca cantidad de colegas que somos, como que nos vemos superadas por la realidad, más
70 Extracto de entrevista a referente Nº. 2 71 Ídem 72 Idem
39
que por el deber ser/ o por la motivación a hacer otras cosas, inclusive el propio trabajo
en equipo que parn mí es fundamental. 1173
En oh·as oportunidades la labor viene ya pautada desde otra disciplina;
solicitándole al trabajador social que realice puntualmente tal o cual tarea/ sin
tener en cuenta que el Trabajo Social es una profesión que tiene una
metodología, con técnicas y métodos específicos. 1'
se apropian también de
situaciones que tendrían que ser resueltas científicamen te por el trabajador social, de
repen te intentan resolverla por otro lado, o te pautan ya lo que deberías de hacer, sin
embargo, en general lo que tenes que hacer pasa por toda una metodología de trabajo,
( . . . ) de investigación, depellde de ln situación ( . . . ) ya te dan la recetitn con esto, esto y
esto, ya como definida la intervención"74
Tal vez desde el imaginario social existe una visión en parte equivocada sobre el
trabajo social, como muy vinculado con ta pobreza y sin llegar a vislumbrar las
características y la potencialidad que puede tener la disciplina en otras áreas.
11 En el imaginario colectivo también, como que todavía existe, [la idea de] ( . . . ) que los
trabajadores sociales en algunos lugares, como que es la persona que da/ que les da a los
pobres, este, es una cosa que si bien se ha revertido, pero no totalmente, quedan
todavía . . . 1175
Coincidimos con Marilda Iamamoto en que el difuso contorno en el que suele
manejarse el trabajador social puede ser tomado como una ventaja a la hora de
insertarse en la institución. /1 ( • • .) la indefinición de //qué es" o //que hace" el Servicio
Social, abriéndole al Asistente Social la posibilidad de presentar propuestas de trabajo
que sobrepasen meramente la demanda institucional. Tal característica, aprehendida a
veces como u n estigma profesional, puede ser reorientada en el sentido de una
ampliación de su campo de autonomía (. . .) "ib
73 Extracto de entrevista a referente Nº. 2 74 Extracto de entrevista a referente Nº 1 75 ídem 76 lamamoro, Marilda; Servicio SociaJ y división del trabajo: Ed Cortez, Sao Paulo, 1 997, pág. 95
40
Aportes al sector de la salud mental desde el Trabajo Social
El Trabajo Social es "una actividad que responde, en el cuadro de la división social (y
técnica) del trabajo de la sociedad burguesa consolidada y madura, a demandas sociales
práctico - empíricas. "77 Uno de los mayores desafíos desde el trabajo social es
contribuir desde la sistematización de la práctica cotidiana, confil"iendo una
mirada diferente sobre el paciente psiquiátrico. "( . . .) la producción de
conocimientos científicos no constituye la actividad preeminente para ese colectivo
profesional. Emerge y se afirma en su evolución como una profesión volcada para la
in tervención en la realidad, utilizando los conocimientos socialmente acumulados y
producidos por otras ciencias, aplicándolos a la realidad social para subsidiar su
práctica. "78
Destacamos entonces, la importancia que conlleva la posibilidad de generar
investigación y producción teórica sobre el tema. En el proceso de intervención,
existen múltiples temáticas potenciales a la hora de producir teoría. Por
ejemplo, la interacción con la familia y el paciente buscando alternativas al
egreso, orientando sobre los derechos que el sujeto tiene, etc.
Con respecto al trabajo multidisciplinario, dice una de las entrevistadas: "es muy
ambicioso querer hablar de equipo, (. . .) más bien lo que se hace si vamos al campo de la
realidad son coordinaciones, no quiere decir que no existan los equipos . . . "79 En la
realidad, los equipos multidisciplinarios parecen ser una utopía. Aunque los
distintos profesionales intercambian información sobre los pacientes, no existen
reuniones periódicas prefijadas para un trabajo en conjunto, donde se realice en
profundidad una labor que implique a todas las áreas en el tratamiento de un
paciente.
77 Netto, Jose Paulo; "Capitalismo monopolista y servicio social"; Ed. Cortéz, Sao Paulo, l 997, pág. 1 53 . 78 Iamamoto, Marilda; "Servicio Social y división del trabajo"; E d . Cortez, Sao Paulo, 1 997, pág 1 03 . 79 Extracto de entrevista a referente Nº l
41
Por lo tanto, otro desafío desde el Trabajo Social sería intentar llegar al
verdadero trabajo en equipo, con la posibilidad de intercambiar experiencias y
conocimientos, con el resto de los profesionales. /1 (. • .) primero sería justamente
lograr el trabajo en equipo tanto con el psiquiatra como con el médico y la enfermera, eso
es como muy importante, porque yo creo que este trabajo es dificil, para u no, cuanto más
cuando uno lo desempeña en una sala donde puede haber de 50 a 70 pacientes, entonces
el poder de la división en equipo, el poder enfrentar ideas"8º
Por otra parte, como ya hemos dicho anteriormente, el trabajo social puede
hacer una gran contribución en cuanto a la producción de politicas sociales
hacia el sector. " Yo creo que desde el vamos, yo siempre lo digo, es la creación de
políticas, porque creo que todos tienen que estar represen tados, creo que no pueden ser
políticas de escritorio en este sector1 se tiene que tener en cuenta el aquí y ahora1 de
partir de la realidad para poder llegar a algo coherente y creíble ( . . .) mejor que nadie,
que son los propios trabajadores de la salud mental, el equipo de salud los que pueden
brindar el aporte, porque muchos que están por las estructu ras directrices algunos ni
siquiera conocen, entonces a mi no me da ninguna credibilidad más que creyendo en su
propia voluntad de que si quieren hacer cosas, que puedan planificar cuando no conocen
ni de vista la institución, yo creo que desde el vamos, el trabajo social tendría que
proponerse . . . "81 Concordamos con Teresa Matus en que "( . . .) el objetivo central de
efectuar una revisión a distintos niveles (partiendo de una determinada perspectiva
epistemológica hasta analizar las formas que adopta la práctica profesional), es
posibilitar u n aporte teórico específico, que ayude en forma efectiva no sólo a u n Trabajo
Social diferente1 sino a cambiar las políticas sociales y sus consecuencias prácticas. "82
En este sentido los trabajadores sociales están haciendo intentos de pensar
posibilidades a futuro para mejorar las condiciones existentes: "hay dentro de lo
que es ADASU83, nuestra propia comisión de salud, y también nosotros tenemos en
80 Extracto de entrevista a referente Nº 2 81 Ídem 82 Matus, Teresa: "Trabajo Social: ¿Una disciplina en tensión evolutiva?"; pp 37- 42, En: Revista de Trabajo Social Nº 6 1 . Santiago de Chile, 1 992: págs. 42 y 43. 83 Asociación De Asistentes Sociales del Uruguay
42
salud mental, nuestro espacio, (. . . ) que es una reunión mensual que establecimos hace 4
o 5 años en la necesidad de compartir ( . . .) hubo una necesidad como de catarsis al
principio, pero ahora como que se están estructurando ideas al colectivo . . . "84 Estas
reuniones de los trabajadores sociales de la salud mental, que se llevan a cabo
una vez por mes tienen la finalidad de realizar intercambio de informaciones,
proyección de conocimientos a realizar en el colectivo para mejorar el trabajo en
el área.
Una de las ideas que se planteó es la creación de una ficha única en la cual,
desde la óptica del trabajo social, se tenga la historia del paciente, su reco1Tido
de vida, donde estuvo internado, cómo y quién lo trato, como se inició, etc. "
pero bueno, creo que instancia , desde el colectivo, creo que A DASU tiene esa comisión
que es muy valiosa, muy valiosa y represen tativa y esta situación, y este espacio creado
por la necesidad del propio colectivo yo creo que también es muy valioso, nos costó
mucho y nos está costando como poder organizarlo, ahora estamos (. . .) viendo cuáles
fueron los temas evaluados por las colegas en el encuentro del interior como para de
alguna nrn1i.era profundizar o priorizar esas necesidades para otros enrnentros o pnra
otras forninciones. "85
Hemos hecho entonces, un breve recorrido desde las características generales
del sistema público de atención en salud mental, hasta los aportes que puede
contribuir el trabajo social hacia el sector. Hemos analizado las dificultades que
genera el nuevo perfil de paciente psiquiátrico, considerando también la
hipótesis de tratar a la enfermedad mental como un problema social, desde el
análisis de la realidad actual del Trabajador Social en los Hospitales
Psiquiátricos. Solo resta entonces, reseñar los diversos puntos que se fueron
planteando a lo largo del trabajo.
s4 Extracto de entrevista a referente Nº 2 $5 Cdem
43
7. Conclusiones
A h·avés del tiempo, la noción de locura ha ido cambiando en la sociedad, al
principio estaba emparentada con el misticismo, luego fue rechazada hasta la
demostración de violencia más absoluta. Sin embargo, si ha habido algo que
siempre la caracterizó fue el sentimiento que ha provocado a su paso: el miedo.
El loco es una persona a la que se teme porque es incomprensible, sus
comportamientos no se adecuan a las imposiciones de nuesb·a sociedad. Una de
las formas para racionalizar su conh·ol consistió en la catalogación de la locura
como enfermedad.
Es por esto que la sociedad a lo largo de los años ha buscado la manera de
atenuar ese miedo y la solución a un problema sin duda exb:año ha sido el
encierro, la reclusión de los diferentes es necesaria para tranquilidad de los
demás habitantes, y los locos no han escapado a esta sentencia. Las instituciones
totales poseen códigos particulares que condicionan a quienes se encuenb·an
internados. Aunque los métodos de ctua y tratamiento hayan cambiado con el
tiempo, el encierro ha sido la clave fundamental.
No ha faltado quien demostrara que las instituciones totales no son la mejor
solución. Distintos profesionales de diferentes países han buscado diversos
caminos no sólo para intentar sanar a los dementes, sino también para concebir
a la loctua. Es así que hoy en día coexisten diversas propuestas (al menos en
algunos paises), alternativas diferentes al hospital psiquiátrico con las
instituciones totales que no han sido desterradas por completo.
En el Uruguay, el trabajo social como disciplina nació de la mano de la
medicina que ya reinaba en aquellos grandes hospitales. Y si bien hoy día el
área de la salud mental no es la más reconocida en el imaginario colectivo como
para la inserción del trabajo social, creemos que en los hospitales psiquiátricos,
es importan.te su existencia.
44
Los objetivos del h·abajo social son intervenir en la resolución de los problemas
sociales en relación a la calidad de vida de los individuos y a sus
potencialidades no resueltas, sin perder nunca de vista la integridad por la
persona y el respeto inherente en las relaciones sociales. De manera que el
trabajador social tiene el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de
la persona, coadyuvando a que el propio individuo sea quien lleve a cabo su
transformación. Por lo tanto la vulnerabilidad del paciente psiquiátrico, su
familia y su entorno, es un campo fértil para desarrollar los objetivos del trabajo
social, ya que es posible dar oh·a mirada sobre la enfermedad mental, y tal vez
conb·ibuir a desmitificar en parte el estigma de ser paciente psiquiátrico.
E1 paciente psiquiátrico es ante todo una persona con derechos y con
capacidades, explotarlas y tratar de intervenir h·abajando con su prute sana en
la medida de lo posible, es un desafío congruente con el Trabajo Social.
Intentando que él mismo pueda realizar acciones que lo lleven a mejorar su
calidad de vida y su condición de ciudadano. En base a ello es que considero
pertinente que el trabajo social esté inserto en el área de la salud mental y en los
hospitales psiquiáh·icos, para que pueda aportar una reflexión desde lo social,
intentando conectar a la familia del enfermo con el problema que este padece y
con él mismo. Para tratru· de que la salida del paciente a la sociedad no sea tru1
dramática, procurando prepararlo y acompañarlo en ella.
El trabajo social puede realizar también aportes desde su conocimiento, en
cuanto a políticas sociales que puedan ayudar a los pacientes psiquiátricos y al
sistema de salud mental en sí.
Retomando el título del b·abajo y una vez hechas las conceptualizaciones al
respecto, podemos decir que el h·abajo social desde el hospital psiquiátrico
constituye en sf un desafio. Uno de los mayores retos es hacer oír su voz como
colectivo, para llevar a cabo los objetivos planteados desde la sistematización de
una práctica que convive en lo cotidiano con la problemática.
45
Esta síntesis teórica no pretende ser una revisión exhaustiva sobre la temática,
sino una aproximación a un problema social relegado que exige respuestas y en
el cual el Trabajo Social tiene mucho para aportar.
46
Bibliografía
• Acosta, Luis Eduardo; Consideraciones generales sobre l a historia del
Servicio Social; EN: Temas de Trabajo Social, Debates, Desafíos y Perspectivas de la Profesión en la Complejidad Contemporánea;
Universidad de la República, Facultad de Ciencias Sociales,
Departamento de Trabajo Social; Montevideo; 2001.
• Aznarez, Luciana; Cortabarría, Alicia; Gómez, Luciana; López, Diego;
Núñez, Martina; Vera, Mariana; (Docente: Ps. Ne1son De León); El Rol
del Psicólogo en el Hospital Psiquiátrico; trabajo presentado para el
Taller de Primer Ciclo de la Licenciatura en Psicología, Facultad de
Psicología, Universidad de la República; Inédito, Montevideo, 2001.
• Barrán, José Pedro, Medicina y sociedad en el Uruguay del 900, Tomo
II: La ortopedia de los pobres, ediciones de La Banda Oriental,
Montevideo, 1993.
• Banán, José Pedro, Medicina y sociedad en e] Uruguay del 900, Tomo
III: La invención del cuerpo, ediciones de La Banda Oriental,
Montevideo, 1995.
• Barrán, José Pedro. Medicina y sociedad en el Uruguay del 900, Tomo 1:
El poder de curar; ediciones de La Banda Oriental, Montevideo, 1992.
• Barraza, D. Fernan; No hay salud mental sin Trabajo Social; EN: Revista
de Trabajo Social/Santiago/ (set/novl 977) nº 23
• Baruk, Henri; La psiquiatría social; oikos - tau, S.A. ediciones¡
Barcelona; 1979.
47
• Becerra de Ledesma, Rosa María; Manrique de Miranda, Susana; Una
experiencia de integración de métodos en servicio social psiquiátrico
págs. 51 - 54, 96; en: Selecciones de Servicio Social Vol. 2 (set. 1969) Nº 7;
Buenos Aires.
• Becerra de Ledesma, Rosa María; V alis, Ana María; La comunicación en
el proceso de aprendizaje con enfermos mentales págs. 41 - 46; en
Selecciones de Servicio Social Vol. 4 (abril - julio 1971) N11 1 3; Buenos
Aires.
• Carballeda, Alfredo; Intervención en lo Social, Ponencia durante el
primer Encuenb·o Provincial de Centros de Orientación Familiar, La
Plata, Buenos Aires, Noviembre de 2006.
• Carballeda, Alfredo; Lo social y la salud mental: algunas cuestiones
preliminares, U niversidad de la Plata, Buenos Aires, Mimeo, 2004.
• Castel, Robert, El orden psiquiátrico, ediciones La Piqueta, Madrid,
1980.
• Claramunt López, Femando; Psiquiatría y asistencia social; Ediciones
Euramerica; MadTid; 1974.
• Da Silva, José Raimundo; Salud mental en el equipo interdisciplinario;
pp. 52-55; En: Trabajo Social / Uruguay / Vol.2, nº 8 (abril 1989).
• De León, Nelson; Fernández Romar, Juan; La locura y sus instituciones;
III Jornadas de Psicología Universitaria; ed. Multiplicidades;
Montevideo; 1996.
48
• Foucault, Michel, Historia de la locura en la Época Clásica, editorial
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1990.
• Foucault, Michel; Encierro, psiquiatría, prisión diálogo entre David
Cooper, Marie - Odile Faye, Jean - Pierre Faye, Michel Foucault y
Marine Zecca, pp. 87-127. En: Un diálogo sobre el poder y otras
conversaciones; Alianza editorial; Mad1id; 1988.
• Foucault, Michcl; Los anormales; Fondo de Cultura Económica, Buenos
Aires, 1999.
• Frigerio, Dinohora; García, Cristina; Un enfoque de servicio social en
atención primaria en salud mental, pp. 9-12; En: Trabajo Social
/ U ruguay/ Vol.2, nº 8 (abril 1989).
• Ginés, Ángel M· I Desarrollo y ocaso del asilo mental
en el Uruguay, En: Revista de Psiquiatría del Uruguay, Vol. 62. Nº 2,
octubre 1998.
• Goffman, Erving; Internados; Amorrortu editores; Buenos Aires; 1 970.
• Grassi, Estela; La implicancia de la investigación social en la práctica
profesional del trabajo social, pp. 43 - 54, En: Revista de Treball Social,
Nº 135, Barcelona, Set. 1994.
• Iamamoto, Marilda; Servicio Social y división del trabajo; Ed. Cortéz,
Sao Paulo, 1997.
• Lourau, René; El análisis institucional; Amorrortu editores; Buenos
Aires; 1991.
49
• Martí - Tusquets, José Luis; Psiquiatría social; Editorial Herder,
Barcelona; 1 976.
• Matus, Teresa; Trabajo Social: ¿ Una disciplina en tensión evolutiva?;
pp. 37- 42, En: Revista de Trabajo Social Nº 61, Santiago de Chile, 1992.
• Moffatt, Alfredo; Psicoterapia del oprimido. Ideología y Técnica de la
Psiquiatría popular; Editorial Humanitas; Buenos Aires; 1 990.
• Netto, Jose Paulo; Capitalismo monopolista y servicio social; Ed.
Cortéz, Sao Paulo, 1997.
• Ortega Cerchiaro, Elizabeth; El Servicio Social y los procesos de
medicalización de la sociedad Uruguaya en el período neobatllista;
UDELAR/ UFRJ; Montevideo; 2003.
• Payne, Malcom; Teorías contemporáneas del trabajo social: una
introducción crítica; Paidós; Buenos Aires; 1995.
• Ramírez de Mingo, Isabel E1 Trabajo Social en los servicios de la salud
mental; Eudema Universidad; Madrid; 1992.
• Revista de Treball Social, Salut mental; treball social; Num 145. Marzo
1997. Col-legi oficial de Diplomats em Treball Social i Assistents Socials
de Catalunya, Barcelona.
• Salzberger-Wittenberg, Isca; La relación asistencial. Aportes del
psicoanálisis kleiniano; Amorrortu editores; Buenos Aires; 1973.
• Scheff, Tomas; El rol de enfermo mental; Amorrortu editores; Buenos
Aires; 1973.
50
• Szasz, Thomas; El mito de la enfermedad mental; Amorrortu editores;
Buenos Aires; 1982.
• Vasconcelos, Eduardo Mourao(organizador); dos Santos Rosa, Lúcia
Cristina; Garcia Pereira, Ivana Carla; Bisneto José Augusto; Saúde
mental e servi�o social. O desafio da subjetividade e da
interdisciplinaridade; Cortez; San Pablo; 2000.
,, Indice )
Introducción pág. 2
l . Evolución de la noción ·'enfermedad mental" pág. 5
La locura como "culpa pág. 5
Los administradores de la locura pág. 6
El encierro de los "diferentes" pág. 7
2. Orígenes del hospital psiquiátrico pág. 1 0
Locura a la deriva pág. 1 0
Aislar para curar pág. 1 1
La tecnología Pineliana pág. 1 1
El hospital psiquiátrico en Uruguay pág. 1 2
El maltrato como procedimiento pág. 1 5
El cuerpo como laboratorio pág. 1 6
3. Conceptualizaciones y críticas con respecto al hospital psiquiátrico.
Distintos programas de integración del enfermo mental pág. 1 7
4. El surgimiento del trabajo social en el Uruguay
y su vinculación con la medicina pág. 2 1
E l nacimiento de una nueva profesión pág. 2 1
La asistencia social psiquiátrica pág. 25
5 . Roles y tareas del Trabajo Social en e l hospital psiquiátrico pág. 27
La tarea pág. 27
Los objetivos pág. 30
6. Realidad actual del Trabajo Social con respecto
al hospital psiquiátrico en el Uruguay pág. 3 1
Características generales del sistema público de atención
en salud mental pág. 3 1
Un nuevo perfil de Paciente Psiquiátrico pág. 32
La enfermedad mental: ¿Un problema social? pág. 34
Realidad actual del Trabajador Social
en los Hospitales Psiquiátricos pág. 36
Aportes al sector de la salud mental desde el Trabajo Social pág. 40
7. Conclusiones pág. 43
8. Bibliografía pág. 46