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EL SUEÑO Y EL CEREBRO Casi la tercera parte de nuestra vida la pasamos durmiendo. El sueño es un estado caracterizado por la parcial suspensión de la actividad consciente y voluntaria. La causa del sueño es aparentemente la fatiga. CARACTERÍSTICAS DEL SUEÑO: Es indudable que cuando estamos durmiendo nuestro cerebro sigue funcionando y presenta una importante actividad cerebral. Uno de los hechos más llamativos del tiempo dedicado al sueño nocturno es que, al despertar, la mayoría de las personas sólo recuerda algunas escenas de algún episodio onírico (sueño o ensueño) o algún ruido distorsionado que no provocó un despertar completo. A veces, el despertar sólo se acompaña de sensación de haber descansado mal o de cierta torpeza para comenzar la actividad diaria. La memoria de la vigilia no registra nada de lo sucedido durante varias horas transcurridas durante el estado de sueño y, la mayor parte de las veces, si hubo algún hecho llamativo en nuestro entorno, ni la ayuda del relato de otras personas puede traer ese recuerdo. Esta situación planteó, indudablemente, un sinnúmero de polémicas e inquietudes que movilizaron el trabajo de científicos e investigadores durante muchos años. El resultado del trabajo de muchas décadas de estudio en ese campo aclaró algunas zonas grises del conocimiento relacionado con el sueño y la vigilia.

El sueño y el cerebro

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Page 1: El sueño y el cerebro

EL SUEÑO Y EL CEREBROCasi la tercera parte de nuestra vida la pasamos durmiendo.

El sueño es un estado caracterizado por la parcial suspensión de la actividad consciente y voluntaria.

La causa del sueño es aparentemente la fatiga.

CARACTERÍSTICAS DEL SUEÑO: Es indudable que cuando estamos durmiendo nuestro cerebro sigue funcionando y presenta una importante actividad cerebral.

Uno de los hechos más llamativos del tiempo dedicado al sueño nocturno es que, al despertar, la mayoría de las personas

sólo recuerda algunas escenas de algún episodio onírico (sueño o ensueño) o algún ruido distorsionado que no provocó un despertar completo. A veces, el despertar sólo se acompaña de sensación de haber descansado mal o de cierta torpeza para comenzar la actividad diaria.

La memoria de la vigilia no registra nada de lo sucedido durante varias horas transcurridas durante el estado de sueño y, la mayor parte de las veces, si hubo algún hecho llamativo en nuestro entorno, ni la ayuda del relato de otras personas puede traer ese recuerdo.

Esta situación planteó, indudablemente, un sinnúmero de polémicas e inquietudes que movilizaron el trabajo de científicos e investigadores durante muchos años.El resultado del trabajo de muchas décadas de estudio en ese campo aclaró algunas zonas grises del conocimiento relacionado con el sueño y la vigilia.Si registramos el paso de la vigilia al sueño en cualquier sujeto normal, veremos que su EEG (electroencéfalograma) muestra un período en el que alterna la actividad de vigilia con la del sueño, hasta que éste se instala en forma definida.Esto lo podemos documentar mediante el Polisomnograma, con el que se registran las distintas modificaciones. Hay una suerte de puja entre los mecanismos correspondientes a cada uno de ellos hasta que se instala el sueño. Cuando observamos un polisomnograma, vemos cómo se producen estas modificaciones, las cuales en el sujeto normal, son cíclicas y recurrentes.Dejando en claro que las siglas REM significan Rapid EyesMovements en inglés (movimientos oculares rápidos, en castellano) podemos decir, actualmente, que hay dos tipos de sueño: Sueño NoREM (sueño de ondas lentas, sueño lento, sueño sincronizado, sueño “ortodoxo” o sueño sin movimientos oculares rápidos) y Sueño REM (sueño de ondas rápidas, sueño rápido, sueño desincronizado, sueño “paradojal” o sueño con movimientos oculares rápidos).

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FUNCIONES:

Durante el periodo de sueño se producen diversos procesos que pueden llegar a ser imprescindibles para garantizar la integridad física y psíquica del sujeto.

El sueño tiene funciones relacionadas con la conservación de energía. Esto se refleja en diversos índices: reducción de la temperatura corporal, disminución del tono muscular, de la tasa cardiaca y respiratoria.

Tiene que ver con la probabilidad de supervivencia (la inmovilidad del sueño permite pasar inadvertido a los depredadores).

FASES DEL SUEÑO:

Contrariamente a lo que se suele pensar, el sueño no es un estado uniforme. Las investigaciones efectuadas en los “laboratorios del sueño” han permitido establecer, con claridad, dos grandes fases en el transcurso de un sueño sano: el ciclo no-MOR y el ciclo MOR.

CICLO NO- MOR( NO- REM):

En esta fase, en la que no existen movimientos oculares rápidos (no- MOR), podemos encontrar cuatro estadios:

A. Estadio I

Conocido como sueño ligero, en este estadio se produce la transición progresiva de la vigilia al sueño. Al estar en esta fase podemos despertar fácilmente, aunque ya podemos distinguir una disminución de nuestra frecuencia cardiaca, ritmo respiratorio, temperatura corporal, etc.

B. Estadio II

En esta fase, para despertar necesitamos una mayor estimulación en relación con la fase I.

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C. Estadio III

Se caracteriza porque nuestro sueño es más profundo y tenemos una mayor pérdida de conciencia. Si despertamos en este estadio, generalmente, no recordamos sueño alguno.

D. Estadio IV

Aquí nosotros nos encontramos en un estado de inconsciencia total (sueño profundo).

CICLO MOR (MER):

Conocido también como sueño activo o paradójico.

Es la fase del sueño desincronizado, de movimientos oculares rápidos, en la que se elaboran ensueños (imágenes).

REGISTRO DEL SUEÑO: