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El Sonido de La Atención

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"¿Cuál es el sonido de la atención? Existe un famoso kōan zen destinado a romper esa mente con la que hilamos una rumia cósmica. El maestro da un aplauso y dice: “Éste es el sonido de dos manos, ¿cuál es el sonido de una sola mano?” Plantea el problema a sus discípulos para comprobar su progreso. El objetivo es desconcertar el pensamiento lógico y provocar un aumento de conciencia. El sonido de la atención es un kōan. Primero disfrutamos de la pregunta, sin apurarnos a responderla. La respuesta sólo aparecerá si hacemos silencio. A esa escena única asiste Jorge Santkovsky, y vuelve para contarlo. La observación es la clave. Y hacerse un momento para captar los detalles es fundamental. La atención se cansa de estar atenta. Antes de que se dispare en haces de luz infinita, detengámosla. Esa milésima de segundo en que lo conseguimos es eterna. Y pasa. Y la dejamos pasar, sin esperanza ni miedo. Queda este libro donde el tiempo se toma un descanso y nos invita a que lo hagamos nosotros también".Griselda Garcia

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  • El sonido de la atencin

  • El sonido de la atencin/ Jorge Santkovsky1 ed. Buenos Aires, 2013

    ISBN

    Jorge Santkovsky Huesos de jibia

    Pasaje Robertson 522(1406) C.A.B.A.

    [email protected]

    Edicin: Walter CassaraDiseo de la coleccin: Nat Filippini

    Diseo de tapa: Pedro Jos GiraldoFotografas de tapa: Graciela Prieto PhotographyMaquetacin: Maurice BrosandiCorreccin: Laura Gmez Palma

    Hecho el depsito que indica la ley 11.723Impreso en Argentina

  • JORGE SANTKOVSKYEl sonido de la atencin

  • 7Las horas del da

    Entre el alba y la noche hay un abismo de agonas, de luces, de cuidados.

    Jorge Luis Borges

  • 9Me incorporo

    descubro que es el da esperadome detengo.

    Puedo sentir cmo se dispara la atencinhacia otros menesteres.

    Una idea lleva a la otrasin freno ni medida. Pero hoy nada tiene prisa. Todo se aligera lo suficientepara dejarlo de lado. Por un breve tiempose disipan las cadenas,vuelvo a la cavernade la que nunca he salido.

    El aliento se congelay no es de fro. No necesito ms,el tiempo que me rodease ha tomado un descanso.

  • 10

    Esta maana decido

    no hacer ningn tratoni dejarme llevar por la codicia.

    Voy a darle al mundo y a m un merecido descanso,es hora de caminar livianoy evitar las urgencias del verbo.

    Recorro espacios infrecuentesy recibo a cambioguios de complicidadque son una grata sorpresa.Espero sepan entender que por pudorevito los detalles.

    No s sus nombresy dudo algn da llegar a conocerlos.Percibo que celebran mi silencio.

    Quedo a la esperade nuevos augurios.Confo en el amanecer.

  • 11

    A menudo, al despertar

    resigno mi armaduray hasta el color mestizo de mi ciudadme llena de alegra,lo frgil deviene torpeel candor se torna pereza.

    Es sencillo,demasiada desnudezsin que nada la proteja.

  • 12

    El tiempo altera su monotona

    se rompe el sinfn de los tormentos.Acude a mla voz que circunda la tarde.

    Nada nuevo deseo,camino en la sendaque otros temen transitar,asustados por las voces que nos mantienen cautivos.

    Distingo en mi radio de visinotro peso, otra textura.No me demoro,tengo prisay no me correspondealterar la cadena de sucesos.

    Me invade un estado de suavidadque slo me acompaa unas cuadrasy las recorro con ternura.

    Soy heredero de cierta ausenciaque no me creo capaz de haber obtenido en soledad. Tengo la certezade que voy develandolo que siempre ocurri.

  • 13

    Ms all del fro

    ms all de la siesta.Persiste,dialogapero no logra calmarse.

    Altera el descansoacelera las horas.

    Destie cada sentencia.

    Como el condenadoque espera su horasin falsa ansiedad,slo asustado.

  • 14

    Me reservo este anochecer

    no por egosta ni por indiferente.La trama tiene mil nombres,adora los laberintosy escondelas llaves de acceso.

    Oculta y se ofrece,murmura al hablar, se escabulle en silenciolo que veo ya no existe,lo que oigo no fue dicho.

    Pero en esta noche serename creo en el umbral.Luego aparece el deseo y slo quedan reflejos.

    Todo lo ignorosalvo que ste es mi hogar.

  • 15

    Es una noche

    de calor agobiantey me despierto con un fro en el estomago.Quiero controlar con mis pensamientoslos actos de los otros.S que estoy perdido.

    Ya es de madrugada, espero que sea la hora donde la accinsuplanta a las conjeturas.Desde mi balcnescucho el zumbido de motoresen su andar temerario,botellas que se estrellan con furia,gritos y graznidos a una distancia que no distingo.

    La madrugada es as:pocos vecinos a la vista,ciertos dolores,pensamientos recurrentes.

  • 16

    La cada

    1

    Abro los ojos y no s quin soy.El estmago se asfixia,el cuerpo, tibio, se agita.

    En mi frente se alojatodo lo viviente.Al distraermeflorece mi debilidad.

    Abro los ojos y temo lo peor:descubrir que la rutina me expulsasin piedad por la antigedad de mi queja.

    2

    A mi alrededorlas labores continan.

    A nadie le importala congojaque disimula la rutina.

    Que es slo un modo de ocultar el miedo al paso de las horas,al valor que perdimosen lo cotidiano de nuestras disputas.

  • 17

    Respirar y ver a media altura

  • 19

    Hoy tome una decisin

    que posiblemente pronto olvide.

    Para sanarme voy a mirar todos los dasmi retrato ms tristedonde se note el descuidodonde se exhiba la pena.

    Pero ahora mi frente sigue latiendo,quiere acallar toda esperanza y alimentar el desasosiego.

  • 20

    Inocente confi en las palabras

    con la esperanzade que me guen en el caos.Por palabras me puse en peligro.Por palabras tom decisionesque aun hoy me sorprenden.Por palabras fui un suicidavaloro no haber sido un asesino.

    Se aprende con los aosque ellas son el aliento y es el sabor lo que emanan, pero nunca son la sustancia de las cosas.Nos permitieron salir de las cavernas,construir el tiempo el que adoramos y el que agobia. Pero hoy su pesose ha vuelto una condenaque no se disuelve con palabras.

    No hay ayuda posible,los escollos son los mismos.Slo nos queda la presencia esquiva del instante

  • 21

    Fui mezquino

    con la magia de las pequeas cosas. Me entregu con torpezaa la seduccin macabra.

    Fui cmplicey mi voz solitariaperdi textura.

    Me encuentro sin ninguna posibilidad de revancha.

    Algunos convierten esto en violencia,otros en avara tristeza.

  • 22

    La cantinela del odio

    ya no significa nada para m no hay nada que me incite a escucharla.

    Es como si estuviera frente a una silla vaca,no tengo qu decirle,la miro y no me provoca nada.

    No me engao,en otros momentos el odio es la nica respuesta posible.

    Valoro la suertede no tener que vivir en los opuestos.

  • 23

    En ese tiempo a Irma

    de mi propia vida todo lo ignoraba.As fue como comenc a ocultarme,hasta quedar desprotegido,sin anclas ni refugio,bajo una nube de indiferencia.Slo me recuerdodesolado e inquieto.

    Acept lo que se esperaba de m,busqu una revancha que nunca cre necesitar,descuid lo que vislumbrabaslo para sobrevivir.

    Debera haber un modode evitar estos pantanos.O sern un intentode mantenernos cuerdos?

  • 24

    Desnudo

    voy perdiendo toda inocencia,al caminar sin rumbo dejo de lado las viejas armas.

    Salen a la luz mis llaves secretas y los viejos adagiosya no sostienen mis pretextos.

    El rgido abanico del destino me permite algunas opciones,ante semejante cambioestoy un poco inquieto.

    Todo quedar entre mis manos;que casi siempre han vivido desnudas.Confo en que sepan cmo hacerlo.

  • 25

    Voy develando a Sabel

    el verdadero mandato.Me ocurre del modo ms suave:una mano trgicaenvuelve mi corazn.

    Dentro mo sonre calmada, y en silencio me acuna.Quiere expresarse de un modo ms clarocomo nunca anteslo haba intentado.Logro sentirla:ella nunca estuvo ausente.

  • 26

    Evoco la mirada

    que sin registrarel tiempo transcurridoqued flotandoen algn lugarque siento remoto,cual mascota perdidaque busca a su dueosin medir sacrificios ni pedir descanso.Revela el dolor que preferira haber olvidado.Ser que el pasado,al no existir, nunca termina?

  • 27

    Me cuesta reconocer mi rostro

    no soy yo quien ahora se refleja.Al alejarme me confundoy un vibrar incmodoinvade mi cuerpo.

    Soy otro,por un breve tiempo soy otro,otroy tambin ajeno.

    Temo que el espejo se cierre para siempre,y no poder encontrarme.

  • 28

    Esquivo

    toda turbulenciacon la misma sonrisa.Todo se acelerapero voy ms lento,no tengo miedoaunque no ignoro el peligro.He perdido el interspor las voces del ego,me detengoabsortoen los detalles.

  • 29

    Esta ceremonia ancestral

    abre una puertaque anso y temo.Todo pasa ante mis ojosque aun cerradosson nicos testigos.Ven o creen ver.Da igual, todo se diluye al conjugarse.

    El cuerpo acompaala columna se endereza,la mirada descansa.

    Comienza el esperado trance.Hostiga siempreel imn del recuerdo:astuto, intenta domar lo incierto.

  • 30

    Desasosiego

    Me preocupa el saboren el alimento que devoro sin hambre,y los movimientos del ttere hurfano que carecen de sentido.

    Me preocupan los gestos, a veces tmidos ocasionalmente feroces.

    Me atrapan las voces de la gente con su vida a cuestas.

    Me resulta ms esquivoescuchar mi propio decir,cmo ser el eco de mis palabras en un odo ajeno?

    Siento que todo lo que digopierde sentido.

    Voy llegando a un puntodonde no hay retorno,ya vi lo suficientecomo para poder ignorar.

  • 31

    Tengo mi alma atada a la luna

    ella tiene pocas horasexpuestas al sol,est envuelta en la trama que ignora el presente.

    Tiene su lastrey en las noches frassuea un grito inaudible,y nadienadie se entera.

  • 32

    La grieta

    1

    Descubro lo que tantas vecessupe sin asombro,como ocurre con lo obvio,sin verbalizar.

    La mezquindad actual que se pretende inocente e inocua recupera el pual: herencia de otros diluvios.

    2

    La herida fue hbilmente maquillada,pero ciertas palabras, dichas al pasaracentan su presencia.

    Al fin, veo que nadaes ms triste de lo que era,el dolor sigue presente en el previsible mundo que hoy habito.

  • 33

    Slo ocurre

    si hay cierta armonay ningn apremio reclama nuestra atencin.Entonces el cansancio de lo cotidianose toma su revanchay nuestro cuerpobusca otro accionar.

    Hay das como hoyen que lo mejor es la lluvia,y acompaado de ese sonido peculiarquiero olvidarme de quin soy,de qu pretendo sero de lo que hubiera sido.Hay tardes como sta en que slo deseamos que la vida se detenga.

  • 34

    El azar, a menudo parece actuado

    con su guin ocultoy detalles que se amontonan,ignorantes de su destino.

    Procuro atesorar ese momento.El corazn amortigua todo lo que ocurre a su alrededormientras se activan los meandros del cerebro.

    El ruido que tanto nos molestase convierte en un viento clido,un resplandor para nuestros sentidos.No creo que haga falta algo distinto, no parece que necesitemos nada ms.

  • 35

    Me atrevo a dejar de lado

    el miedo a perderlo todo,para aliviar la cargay borrar las heridas.

    En soledad,siempre y cuandonada me amenace,estoy dispuestoa comenzar de nuevo.

    Pero ante el peligro inminentela memoria me traiciona,resucita la codiciay en cada recada empua la bandera.

    As es comola pena entr en mi morada,un inquilino que lleg para quedarse.

  • 36

    Un poco tarde

    aprend a leer las seales como recuerdos de lo que ira a pasary as acept su lateral compaa;aprend no anteponer lo que mi mente imaginaa la corriente que susurra bajo el aire;aprend, golpendome,a cambiar los medios pero no el destino.

    Atento al entorno si ste no acompaa,aprend a surcar el pramo que nos cobijaguindome como las aves,esperando vientos ms propicios,sin agotar mis fuerzasdonde hubiera sido en vano.

    Todo para apreciar el afecto de las cosas, que pese a estar quietas,nos guan y protegen.

  • 37

    Mudanza

    Dejo que la mudanza se disuelva como una fiebre, como una costra que se cae, no quiero hacer ruido. Porque los viejos inquilinos nunca mueren.

    FaBio MoraBito

  • 39

    1

    Llora al despedirse,nos acusa de ingratos,tratamos de explicarleque el acuerdo ha terminado.

    La casa que siempre es de barropercibe la angustia. Nos cuesta abandonarla,pero otros rumbos nos convocanms un deseo de volvera nuestro punto de encuentro.

    As las cosas, ella se sabe perdida.Teme no ser bien tratadapor los nuevos ocupantes.No se equivocani puede escapar a su destino.

    Le esperan tiempos de gritos y avaricia.

  • 40

    2

    Sabe quin le falta,retiene el alientopero suelta las lgrimasLa casa teme los cambios,percibe la partida.

    La hora se acerca,compartimos el miedo,la casa y nosotros nos sentimos raros.

    Es incmodo el silencio.

  • 41

    3

    Veo las puertasms altas de lo que nunca fueron,as que asumoque me volv ms pequeo.

    En su madera estn impregnados vaivenes de antiguos ocupantes,las puertas tienen viday ya no pueden ocultarlo.

    Hoy estn siempre abiertas a gusto de los gatosque no soportan el encierro.

    Confieso que las prefiero ms bajas, ms humanas. Las otras las altasme intimidan. Con mi mirada recorro sus bordes,necesito nuevos aires,me siento asfixiado.

  • 42

    4

    Es mi casala que no quiere ser vendida,no le importan mis razones.

    Enva a los interesadosmensajes incorpreos para provocar el desnimo y as alterar su destino.

    Mi casa elude el abandono.

    Ella quiere decidir ms all de mis planes.

  • 43

    5

    Por mi parte,no dejo de comprenderlayo slo puedo habitarel espacio donde de algn modohe vivido.

  • 44

    6

    Aqu me siento seguro, me descalzo por la nochey no registro el clima externo. La antigua pinoteame protege del afueray del adentro que me aprisionacon su tenaza invisiblede deseos y recuerdos.

    El hogarno es materia sino vnculos,una trama intangiblede actos y de gestosque necesita un lugar,pero que se basa en un tratosu posible xito.

  • 45

    7

    Luces apagadas,habitaciones que van muriendo,mascotas que presientenun aire que no vuela.

    La casa se siente sola,ya debe saberlose nota en la dispersin del silencio.

  • 46

    8

    De lo que all fuimosno queda nada,uno cree que nunca pasarpero el da ha llegado.

    La casa ya no pide auxilio,ofreci resistenciay merece consuelo.

    Junto a papeles viejos y ropa que abandonamos dejamos aqu las pesadillas,no hay temor al contagiolos nuevos moradorestendrn sus propias espinas.

  • 47

    9

    Al fin encontr un sitioque me cuesta abandonar.

    El viento frescodetiene mis pensamientos,ya no corren como conversosbuscando ser bienvenidos.

    Espero que este lugar siempre me acepte.He pasado sus pruebas felinas,sabe que soy fiel al presente,nico desvelo al que me debo.

  • 48

    10

    Donde vivosiempre queda un rincn salvajeque se resiste a la civilizaciny me recuerda el origen, la finitud.

    Puede ser un ruido,puede ser la lluviababosas o lombrices en el patio,puede ser que nos visiten pjaros pintados,tal vez un movimiento en el suelo,paredes que se quejany hasta madera aeja quede golpe se desprende y cae.

    Cada maana reviso que todo est en su sitioporque temo distraermey que estas fuerzas subterrneasdesaten un aquelarre.

    Despus de todo,no hace tantoaqu no haba nada humano, las olas del ro baaban este solarllevando y trayendofurias y secretos.

  • 49

    Incendio

    El pobre fuego encendido sobre el vaco de alguna pgina.

    Juan ManueL inchauspe

  • 51

    Si la quemadura

    no perfora la pielsi su textura no se alteranada se modificaslo un poco de dolory desencanto.

    Si se producen ampollasla cosa cambia y mucho,ella envuelve un lquidovirtuoso y sanador.

    Sin embargola ampolla puede infectarse,si late fuera de controlpresagia malos escenarios.

    Cmo puede la ampolla protegernosy al mismo tiempo amenazarnos?

    Quizs sea el ardid de un dios que nos deja librados al fuegopara generar el temora las tentaciones que nos llevan al infierno.

  • 52

    Escribir sobre el fuego de papel

    sobre el fuego interiores una debilidad de los poetas,el fuego de la lea, el de las formas simiescasel de la cocina, el fuego que lastimael fuego de la ira, no me sirven para nombrar al fuego real,el que me forz a tomarlo con las manos,el que bail en mi rostro y en la planta de mis pies,

    a se no lo invito a mis poemas,impido que escribasu propia historia,pero no puedo olvidarlo.Lo tengo frente a m en la vigiliasellado en la piel, su ausencia me parece un milagropero quin sabe cuntas coincidenciasnos permitieron apagarlo.

    Slo el guionistasabe de fuegos y de tempestades.y se merece mis respetos.

  • 53

    Vivir un incendio es morir un poco a Agustina

    No por el miedo sino por lo que haceactuar en el instantey se derrama sin esperani titubeos.

    Un incendioes todo lo vividoausente de distancia.

    Persiste en un destello que vuelveen cada alteracin del tiempo,del sonido o del espacio.Para recordarnoslo frgil del presente.

  • 55

    Instantneas sobre mi aldea

    Este lugar es slo el lugar del no ocurrir: un sueo aturdido de voces, races, gestos contra la muerte.

    Jorge garca saBaL

  • 57

    En la ribera

    el ro promete venganzala ciudadpor sus bordesse desmorona

    son aos de ocupar su lechoy darle la espalda.

    Es un da soleado,mientras camino me cautivan los rostros en el sendero.

    En su mayoraignoranmis juegos cotidianos.

  • 58

    Voy flotando

    sobre el pulmn de mi ciudadsin descuidar mis tareas que realizo con esmero.Este intervalo es slo mo,y pese al bullicio apresuradotodo asoma adormecido.

    S que voy a ras del suelo,ni siquiera en esta gracia intento el autoengao,pero comienzo a sospecharque los instantes tienen diferente peso, aunque todosse hunden en el tiempo.

    Nadie sabe el porqupero sonro.De estos instantesme alimentono slo del pan de cada da.

  • 59

    Mi cuerpo

    recin lleg a San Telmopero mi alma ya estuvo aqu.Antes fueron los balconesque tard en reconocer,ahora es un ro subterrneoque corre ignoradobajo mis pies.

    Corriente de agua, al finse lleva mis noches,no s dnde ni por qu,no lo escucho en su lejanapero algo debe de haber.

    Como el balcn entoncesfue hoy otra premonicinun secreto entre las vocesun acertijo un desafopero nada que impida sonrer.

    Stanos y balcones son espaciosque despiertan un nuevo sueo y resucitan un viejo temor.

  • 60

    En la ciudad

    donde se impone el deseointento volverme invisiblepara evitar la extorsin de la miseria.

    Miro el escenario y decidode acuerdo a mis fuerzassi debo ceder.

    Tambin lo hagoante la presin de la memoria:ella nunca descansa,soo se ocultaen escenas olvidadas.

    Reclama como si nada ocurrieray no tiene ms que perder.

  • 61

    Me reconozco

    en la misma calle en que me he perdido,valoro que sobreviv a mi ingenuidady an me siento entero,

    la humedad de mi ciudad se ha poblado de nuevos fantasmas,pero al menos ahoraellos saben que puedo enfrentarlos.

    Una vez alguien me dijo que mi vida cambiara.Ahora s que era cierto.

  • 62

    Once

    Mi barrio es transparentepero nada es lo que parece,ninguno cree haber nacido aqu,todos nos sentimos pasajeros.El hoy es agitado y el maana es la muerte.

    La urgencia es el profeta,hay quienes huyensintiendo que ya no pertenecen,y hay otros que llegan soando.

    Mi barrio es el centro del universopero an no lo saben las estrellas.

    Entre nosotros el luto dura poco,sucede de lo nuestro lo peor:traiciones entre hermanosy odios sin reparos.Aunque simule consumirse entre las llamasnada ha cambiado tanto.

    En mi barrio todos los das amanecepero el sol nunca llega,y si uno mira con detallepueden versecriaturas con carencias desigualestropezando por sus calles.

  • 63

    Hay das en que me asfixio,me cuesta caminar entre la genteel vrtigo me invade y siento miedode ser uno ms y perderme.

    Junto con vigilantes y truhanes,an persisten las voces ms noblescual plegarias paganas suspiran en lo altoescapando del bullicio atolondrado.

    La sorpresa, es que pese a todola belleza est en el aire,nada escapa de lo humano,al fin y al caboste es mi barrio adonde acudopara seguir asombrndome.

  • 64

    En una habitacin

    pobremente iluminada casi a oscurasuna tarde de cierto daque pudo ser hoy pero es pasadorecib un mandatode mi madredel que no debo abdicar.Y aunque quisieraigual no podra.

  • 65

    Contemplo la palmera

    sumergida en la tormenta,el viento traspasa los vidriosde mi ventana.

    A lo lejosel cielo es uniforme y encendido,amenaza acabar con todo vestigio.

    S que lo dispersoal amanecer volver a tomar mi sangre.

    Para otros ya es tarde,para m la tempestades agua de vertiente.

  • 67

    Casi una broma, un hasta luego

  • 69

    No encuentro el poema

    donde narr la historia del mundohasta el ocaso de la humanidad.

    Este poema contena la respuesta a mi invalidez emocional,exploraba todas las religiones,era una puerta abierta al espritu.Al escribirlo, perd toda vergenzade mostrar mi pobreza interior.

    Sus versos respondana la armona urea,tena en su senola lgica matemticaque los sabios buscaron sin descanso.

    Lo escrib con mis lgrimasaunque su naturaleza era el perdn.Un poema barroco pero austero,el nico que concebsin necesidad de reescritura.

    Supongoque se extravi en mi almohada y no encuentrocmo recobrarlo de mis sueos,intento posiciones imgenes y trucos para volver a soarlo.Pero todo es en vano.

  • 70

    Aunque, de lograrlono s si despertarapara volcarlo a la escritura.

  • ndice

    Las horas del da

    Me incorporo..........Esta maana decido....................................A menudo, al despertar...........El tiempo altera su monotona........................Ms all del fro......................................Me reservo este anochecer...................Es una noche................................. .............La cada ............................................. ........

    Respirar y ver a media altura

    Hoy tom una decisin...........................................Inocente confi en las palabras............. .......Fui mezquino.......................... ...................La cantinela del odio...............................................En ese tiempo.............................................................Desnudo.....................................................................Voy develando............... .............. ...........Evoco la mirada..............................Me cuesta reconocer mi rostro....................Esquivo...............................................................Esta ceremonia ancestral................................ .....Desasosiego................................................ ....Tengo mi alma atada a la luna.........La grieta..................Slo ocurre.................................... .....El azar, a menudo parece actuado............Me atrevo a dejar de lado............................Un poco tarde.............................................

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    192021222324252627282930313233343536

  • Mudanza

    1.........2.........3.........4.........5.........6.........7.........8.........9.........10...........

    Incendio

    Si la quemadura..............Escribir sobre el fuego de papel...........Vivir un incendio es morir un poco............

    Instantneas sobre mi aldea

    En la ribera.........Voy flotando...........Mi cuerpo...........En la ciudad............Me reconozco...... ...Once........ ..En una habitacin...........Contemplo la palmera............

    Casi una broma, un hasta luego

    No encuentro el poema ..... .....

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