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EL SIGNIFICADO DE LA CIENCIA LIBRE DE VALORES EN LA SOCIOLOGA
COMPRENSIVA DE MAX WEBER
Julin Sauquillo
Universidad Autnoma de Madrid
(...). No existe, juzgando con rigor, una ciencia libre de supuestos, el pensamiento de tal ciencia es impensable, es paralgico: siempre tiene que haber all una filosofa, una fe, para que la ciencia extraiga de sta una direccin, un sentido, un lmite, un mtodo, un derecho a existir. (...). Friedrich Nietzsche, La genealoga de la moral, Tratado III, 24 (1887).
Por qu me suscita siempre la impresin de un actor que sobreacta quien declara no estar ejerciendo otro papel que el de objetivo expositor de la realidad o imparcial mensajero de los hechos? La leal recomendacin: Ajstate a los hechos, a poco que se recalque, amaga siempre teirse y aun virarse en el desleal y tcito mensaje: Doblgate a lo ms fuerte. La forma en que nos dicen: Los hechos son tozudos, moviendo el dedo ndice en el aire, como a modo de admonicin o hasta amonestacin moral, no nos hace pensar sino que de un momento a otro van a presentarnos sus credenciales de ministros plenipotenciarios de la Facticidad. Rafael Snchez Ferlosio, Vendrn ms aos malos y nos harn ms ciegos (1993)
1.- El conocimiento como una causa.
Deca Max Weber que a Ihering le vena la inspiracin en el sof mientras
fumaba un cigarro. Pero al sabio de Heidelberg no se le escapaba que el acopio de
ocurrencias geniales procede del azar, en primer lugar, y de una poderosa
personalidad, en segundo, formada ms en la mesa de trabajo que en la
acumulacin de experiencias. Algunas veces, uno se pregunta en qu grado los
aciertos de los dems en la investigacin se deben a la suerte o al trabajo
constante. Durante los largos paseos que a veces procuran las estancias
acadmicas fuera de la propia provincia, cabe completar la visin de los colegas que
uno se form en las lecturas. Pude apreciar la extrema vocacin cientfica del
profesor Jos Delgado Pinto en la ciudad de Oviedo, en los intervalos que nos
Agradezco a Antonio Valdecantos la discusin y las aportaciones a este
trabajo. Este trabajo ha sido publicado en El positivismo jurdico a
examen : estudios en homenaje a Jos Delgado Pinto (Jos Antonio Ramos
Pascua y Miguel Angel Rodilla Gonzlez (eds.)), Alcal de Henares,
Universidad de Alcal de Henares, 2006, pags. 1179-1196
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permitieron los ejercicios proto-funcionariales de un filsofo buenista que, a pesar de
su extrema profundidad, an nos daba alguna tregua entre una y otra jornada de
pruebas. Su sobria bonhoma por la vetusta ciudad se sumaba al carcter excelente
del pedagogo y del cientfico que ya me haba interesado sobremanera en mi
primera lectura de sus escritos: una autntica puesta de largo de la filosofa del
derecho y moral espaola en las Tanner Lectures que me toc comentar, todava
muy joven, por duplicado, tanto para un peridico como para una revista cientfica, y
donde colabor singularmente nuestro querido profesor1.
Traigo aqu, con el deseo de que le agrade, muchos aos despus, no a
uno de los crticos epgonos de Kelsen, que tanto le han hecho meditar a D. Jos
sobre la crisis del positivismo, sino a uno de los predecesores ms influyentes del
sabio de Viena. Es sabido que al autor de la Teora general del Derecho y del
Estado (1945) le hubiera interesado seguir de forma ms intensa los cursos en
Heidelberg del gran maestro de la sociologa comprensiva. En 1908, Kelsen decidi
viajar a Heidelberg para estudiar con Georg Jellinek, la mxima autoridad entonces
en teora general del Estado. La decepcin fue grande pues Jellinek no aceptaba la
ms mnima contradiccin. De aquella ciudad le qued el pesar de no haber entrado
ms en contacto con el crculo de Max Weber. Pero se sabe que el nico contacto
personal que mantuvo fue con Emil Lederer, asistente de Weber y secretario del
Archivo para Ciencias Sociales y Poltica Social, codirigido por el autor de
Economa y sociedad (1921), Werner Sombart y Edgar Jaff2. Mucha tuvo que ser la
influencia de los comentarios de Weber sobre el papel metodolgicamente diferente
de la interpretacin de la ley realizada por la dogmtica jurdica y la interpetacin de
la accin individual en la sociologa comprensiva. Desde luego, la descripcin que
Weber hace de la tarea de la jurisprudencia sera, creo, aprobada sin reservas por
Kelsen: (...) la jurisprudencia se limita a constatar lo que es vlido segn las reglas
del pensamiento jurdico, en parte esctrictamente lgico y en parte vinculado por
unos esquemas convencionalmente construidos. Su funcin es determinar cundo
son obligatorias determinadas normas jurdicas y determinados mtodos para su
interpretacin. No responde, en cambio, a la cuestin de si debe existir el Derecho o 1 Jos Delgado Pinto, La funcin de los derechos humanos en un rgimen democrtico, El Fundamento de los Derechos Humanos (Javier Muguerza y otros. Edicin preparada por Gregorio Peces-Barba Martnez), Madrid, Editorial Debate, 1989, 346 pgs., pgs. 135-144. 2 Rudolf Aladr Mtall, Hans Kelsen. Leben und Werk, Wien, Franz Deuticke, 1969 (traduccin Javier Esquivel Hans Kelsen. Vida y Obra, Mxico, Instituto de Investigaciones Jurdicas. Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1976, 128 pgs., pgs. 17-19).
3
de si deben establecerse precisamente esas normas y no otras: slo puede indicar
que si quiere obtenerse tal fin, el medio apropiado para alcanzarlo, de acuerdo con
las reglas de nuestro pensamiento jurdico, es tal o cual norma. (...).3 No me
internar en el intrincado camino de las posibles influencias sino que analizar cul
es el lugar de los valores dentro de la metodologa de Weber a partir de la crtica
que hizo al positivismo y a la escuela histrica en su poca. Los debates de Max
Weber con todo el pensamiento social de su tiempo -especialmente con Dilthey,
Windelband y Rickert- estaban procurando una metodologa para la sociologa
comprensiva, ni deudora de los esquemas metodolgicos de las ciencias naturales
ni predispuesto por las apreciaciones valorativas de la sociologa alemana
predecesora, agrupada dentro del socialismo de ctedra -ya se trate de Schmoller,
Wagner o Schaffle-, tan influyente en la concepcin del hecho social de mile
Durkheim4.
La lectura norteamericana de Weber es plural. Existe, entre otras muchas,
una lectura dramtica y freudiana donde toda su teora aparece como una lucha con
el nacionalliberalismo de su padre5. Pero ha predominado una lectura netamente
positivista de sus escritos que no es acertada6. Talcott Parsons ha hecho hincapi
en la distincin entre la Wertfreiheit independencia respecto a juicios de valor- y la
Wertbeziehung referencia a valores-. La Wertfreiheit supone que comportarse
como cientfico consiste en buscar la claridad, la coherencia y la argumentacin
lgica, preservando el control objetivo de las conclusiones cientficas que han de
tener un carcter universal. Este sistema particular de subvalores no puede ser
sacrificado por otros subsistemas como las creencias morales, polticas o religiosas
del investigador. De ah que la ciencia no permita calificativos como racionalista,
cristiana o socialista. Tampoco cabe el adoctrinamiento o el consejo preferente
3 Max Weber, Politik als Beruf, Verlag Duncker & Humblot, Berlin-Munich (introduccin Raymond Aron, Pars, Librairie Plon, 1959) (traduccin Francisco Rubio Llorente, El poltico y el cientfico, Madrid, 1967, Alianza Editorial, 1967 (7 ed. 1981), 231 pgs., pgs. 180-231, pg. 210). Una completa visin de la metodologa y las aportaciones de Max Weber a la sociologa del derecho se encuentra en Maria Jos Farias, La sociologa del derecho de Max Weber, Madrid, Civitas, 1991, 459 pgs.. 4 Monique Hirschhorn, Max Weber et la sociologie franaise (prefacio Julien Freund), Pars, LHarmattan, 1988, 229 pgs., pgs. 35-53. 5 Robert Mitzman, The Iron Cage: An Historical Interpretation of Max Weber (prefacio Lewis A. Coser), Nueva York, Alfred A. Knopf., Inc., 1969 (traduccin ngel Snchez Pascual y Mara Dolores Castro Lobera La jaula de hierro: una interpretacin histrica de Max Weber, Madrid, Alianza Editorial, 1976, 288 pgs.) 6 Emilio Lamo de Espinosa, Jos Mara Gonzlez Garca y Cristobal Torres Albero, La Sociologa del conocimiento y de la ciencia, Madrid, Alianza Editorial, 1994, 632 pgs., pgs. 86, 87.
4
del cientfico, amparado en sus saberes. Pero Parsons oscila entre esta neutralidad
y la dificultad para que se produzca un encastillamiento del cientfico en la torre de
marfil de la investigacin. El cientfico es un hombre en la sociedad. As que los
valores han de fecundar, como un padre, a la ciencia, madre, sin que quepa una
inmaculada concepcin. Existe una independencia fundamental de la ciencia y, a
su vez, una interdependencia de la tarea cientfica respecto de la vocacin individual
y la organizacin social de la investigacin moderna7.
Qu sea esta vocacin cientfica individual y qu virtualidad concedi Weber
al cientfico capaz de plantear adecuadamente si cabe, resolver- problemas
planteados en su tiempo son aspectos polmicos. Lo que parece seguro es que
observ la organizacin moderna de la investigacin como un suceso al que no
caba oponerse y plante qu disposicin vocacional crea ms conveniente para el
cientfico con una amplia independencia y en pugna con muchos de los sistemas de
valores dominantes en la investigacin universitaria. Analizar bsicamente sus
opiniones fundamentales sobre la vocacin cientfica nos puede aportar una primera
aproximacin a la peticin weberiana de neutralidad en la teora social. Luego
veremos que la elaboracin de los instrumentos de investigacin de su sociologa
comprensiva construccin de tipos ideales, proceder comparativo8- no eludi las
elecciones valorativas del cientfico.
En La ciencia como vocacin (1919), Weber elabora un tipo ideal de
cientfico y explica las razones de su construccin con toda lgica9. Weber distingue
entre el cientfico de aportaciones genuinas y quienes nunca podrn decir algo
quedar de cuanto hice. Aunque considera ineluctable el paso decisivo del tiempo
en que un profesor poda vivir intelectualmente de la riqueza de su biblioteca a la
dependencia inevitable de una organizacin burocrtica de la Universidad lo que
Parsons llama organizacin moderna de la investigacin, inocuamente- y la
especializacin en el trabajo cientfico, la salida que observa como ms conveniente
para la investigacin, a princpios del siglo XX, se abre paso en el proceloso campo
7 Talcott Parsons et alii., Evaluacin y objetividad en el mbito de las ciencias sociales: Una interpretacin de los trabajos de Max Weber (traduccin Oscar Colman), Presencia de Max Weber, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visin, 1971, 265 pgs., pgs. 9-38). 8 Stephen Kalberg, Max Webers compartiva-historical sociology, Cambridge, Polity Press, 1994, 221 pgs., pgs. 81-101. 9 Ahmad Sadri, Max Webers Sociology of Intellectuals, Nueva York y Oxford, Oxford University Press, 1992, XII+167 pgs., pgs. 81-85. Para seguir el debate que se produce entre la I y la II Guerra Mundial sobre La ciencia como vocacin, Vid. Peter Lassman, Irving Velody y Herminio Martins, Max Webers Science as a vocation, Londres, Unwhin Hyman, 1989, 220 pgs..
5
de las prcticas cientficas al uso. Contra el designio de los tiempos modernos, fue lo
ms contrario a un especialista, mostr simpatas con el diletante y fi sus
resultados a sus propias fuerzas ms que al engranaje investigador. Observ la
organizacin moderna de la investigacin como un imponderable y volvi a
considerar que la creatividad no derivaba de la racionalizacin del saber sino de
dotes singulares en el desempeo de la causa cientfica. Piensa Weber que haya
algn premio a alguna satisfaccin para el cientfico? No. El acierto o el resultado de
las largas investigaciones nunca est asegurado, por ms inagotable que haya sido
el esfuerzo, y del cientfico slo depende haber perseverado en la mesa de trabajo.
La ocurrencia cientfica no depende del frio clculo sino de una pasin y una
embriaguez por la bsqueda, ridcula para el ajeno a la vocacin cientfica, que
puede llevar a la inspiracin dentro de la actividad especializada. Weber es tajante
en descartar que esta atencin del investigador a la causa cientfica guarde
cualquier correspondencia con ser promocionado acadmicamente. Muy al
contrario, previene de la adversidad: la existencia de ese medio burocrtico
convierte a la vida acadmica en puro azar; y advierte de sus negativos efectos:
tal aleatoriedad haba causado serios daos espirituales y psquicos a los
investigadores de su poca. La crudeza compulsiva de Weber con el medio
acadmico -puede corroborarse en sus escritos- no es accesoria sino que se
incardina en su teora sobre el cientfico. Trazaba un paralelismo entre el
paternalismo desactivador de la poltica alemana ejercido por Bismarck y la prdida
de libertad acadmica en la Universidad alemana, bajo el control de personajes
como Friedrich Althoff, quien supeditaba la dignidad y rectitud de la Universidad
al poder gubernativo10.
2.- Un nuevo ideal metodolgico.
La discusin de Weber sobre la tan traida, en su tiempo, Wertfreiheit no
tiene nada de tpica. Su entrada en el debate sobre la supuesta neutralidad repasa
los cambios bsicos acontecidos en el proceso de racionalizacin del saber
occidental y su consiguiente desencantamiento, de una parte, y el grado o nivel de
10 Max Weber, On Universities. The Power of the State and the Dignity of the Academic Calling in Imperial Germany (traduccin y nota introductoria Edward Shils), Chicago y Londres, The University of Chicago Press, 1976, 62 pgs..
6
planteamientos morales que se practican en diversas ramas de las ciencias
naturales, de otra. En primer lugar, el autor de la tica protestante y el espritu del
capitalismo (1905)11 era consciente de que la capacidad iluminadora del filsofo
platnico, diestro para recibir la luz y alumbrar con la ciencia a quienes slo han
experimentado un mundo de sombras, formaba parte de un pasado superado por la
aparicin de los conceptos y la lgica implacable, as como el experimento racional.
La ciencia moderna, plantea Weber, ni es camino para el perfeccionamiento artstico
en la naturaleza, ni indica una significacin divina para la vida. Quien afronte la
causa cientfica, con rigor, va a encontrarse con el desesperado vaticinio de
Nietzsche12 y Tolstoi, los grandes desengaadores en la modernidad a los que
Weber acude: no hay lugar para el eudemonismo en la pasin por el saber. El
hombre que cultiva una ciencia ni colmar su curiosidad ni alcanzar durabilidad
para sus saberes que alcance ms de algunas dcadas. En la modernidad, ni el
cientfico ni el hombre de la calle encuentran un fundamento para la vida en la
ciencia. Quin mejora su conocimiento y siente la insatisfecha avidez de que algo le
queda sin explicar en el mundo no encontrar justificacin alguna a que su camino
de perfeccin se trunque con la muerte, mientras que el agricultor que vivi los ciclos
vitales de nacimiento, crecimiento y muerte de sus cosechas esperar sereno el
cierre de su propio ciclo vital. E, igualmente, el indgena que caza para sostenerse a
s mismo y a su clan vive, despus de todo, mejor encardinado con la naturaleza
que el hombre comn moderno que se beneficia de la comodidad de los objetos
tcnicos sin requerir, para ello, desentraar su interior, su existencia tcnico-
cientfica. El desencantamiento propio de la ciencia no deja lugar, en el argumento
de Weber, a que el cientfico aporte a sus contemporneos el sentido de la vida, a
no ser que acuda a la injustificada grandilocuencia de los profetas o los mesas. En
segundo lugar, para Weber, no obstante esta limitacin de la ciencia cara a orientar
nuestra vida, hay ciencias ms lejanas a los presupuestos valorativos, como algunas
ciencias naturales, y otras ms tendentes a postular o a experimentar el envite de
las finalidades colectivas. Las ciencias sociales estn habitualmente ms
impregnadas por los presupuestos valorativos. Pero, para el sabio de Heidelberg, la 11 Max Weber, Protestantische ethik, Tbingen, J. C. B. Mohr (traduccin Luis Legaz Lacambra La tica protestante y el espritu del capitalismo, Barcelona, Pennsula, 1969 (5 ed. 1979), 262 pgs.). 12 La exposicin de las coincidencias entre Nietzsche y Weber como crticos de la modernidad ha sido realizada por Wolfgang Mommsen, Max Weber: Gesellschaft, Politik und Geschichte, Francfort del Meno, Suhrkamp, 1974 (versin Ernesto Garzn Valds Max Weber. Sociedad, poltica e historia, Barcelona, Editorial Alga, 1981, 332 pgs.)
7
ciencia no puede orientar a la sociedad sino, todo lo ms, contribuir a plantear mejor
lgica y conceptualmente- los problemas sociales para analizar las opciones a
elegir, sus costes y sus consecuencias previsibles. Las aportaciones de las ciencias
son dominio tcnico de la realidad interna y externa de los hombres, mtodos de
pensamiento, claridad, adecuacin de medios a fines y desvelamiento de con qu
concepcin de la vida est relacionada determinada eleccin. El anlisis no evita la
eleccin. De aqu la autorrestriccin que ha de practicar el docente de no emitir sus
propias opiniones en las explicaciones a sus estudiantes o de advertir cuando
ciertas afirmaciones expuestas se alejan del sobrio anlisis lgico y conceptual de
los problemas ms candentes. Resguardado por el uso profesoral del estrado, el
docente puede incurrir advierte Weber- en un doctrinario abuso. El profesor puede
mantener una labor de consejero con los jvenes fuera del aula o debe intervenir en
los debates pblicos pero fuera de los estrictos lmites del aula. Ensea un mtodo
de razonamiento y anlisis pero no gua la conducta.
Para Weber, la ciencia no es una nueva divinidad que se sobreponga a la
fractura definitiva del monismo de las sociedades premodernas. Nietzsche, con el
anuncio de que Dios ha muerto y no existe principio unificador y fundante de la
realidad As habl Zaratustra (1883-1891)-, y Baudelaire, con la destruccin de la
socrtica unin de verdad, bien y belleza, al propagar que las flores son
extremadamente bellas porque son extraordinariamente malignas Las flores del
mal (1857)-, han ratificado la contienda entre los valores, la lucha irreductible entre
los demonios que pueden orientar nuestra vida y nuestras elecciones individuales.
As, el autor de La poltica como vocacin rene la misma metafsica politesta que
Nietzsche y Mill, luego proseguida coherentemente por I. Berlin. Weber, claro est,
no es tan ingenuo de pensar que la secularizacin de nuestro tiempo es total.
Supone que todas las ciencias poseen presupuestos valorativos previos: Ninguna
ciencia carece por entero de supuestos previos y ninguna puede demostrar su
propio valor a quienes rechazan estos supuestos (....)13. Pero entre la Teologa y las
ciencias de la naturaleza los dos extremos de contaminacin y pureza valorativa-
nos encontramos toda una escala de impregnacin de los valores en las ciencias
sociales: la Sociologa, la Historia, la Economa, la teora del Estado, la Filosofa de
la Cultura y el Derecho puden adolecer en la argumentacin de Max Weber- de una
13 Max Weber, La ciencia como vocacin, El poltico y el cientfico, Op. Cit., pgs. 226, 227.
8
impureza metodolgica que no se justifica en nuestro tiempo: la jurisprudencia se ha
de limitar a constatar qu normas son vlidas y cuando son obligatorias segn unos
mtodos interpretativos; la historia se restringir a exponer las circunstancias
histricas de los fenmenos sociales y no su oportunidad o inconveniencia, segn
criterios valorativos; y la ciencia del arte estudiar las condiciones de existencia del
hecho artstico sin plantearse si deben existir o no obras de arte.
Este desideratum de neutralidad valorativa no le apart de la participacin
y el compromiso poltico. Su dedicacin pblica fue intensa y de un republicanismo
nacionalista llamativo14. Si la ciencia no puede ordenar la conducta de los
ciudadanos y dar un sentido ltimo a la actividad del cientfico, a Weber cabe situarle
dentro de un nihilismo activo libre de las concepciones valorativas que dan
seguridad a los hombres15. Resguardados el aula y el centro de investigacin de los
presupuestos valorativos, el sabio no est impedido para participar en los asuntos
sociales ms candentes. Si dentro de las aulas no existe ninguna virtud fuera de la
simple probidad intelectual16, fuera no basta con esperar y anhelar que acabe la
noche de las tenebrosas inseguridades y alumbre el da de las certezas y
seguridades. Cada uno ha de ser obediente como hombre al demonio que maneja
los hilos de su vida y responder a las exigencias de cada da17. Queda por ver si
existe, verdaderamente, esa doble dimensin cientfica, de un lado, y poltica, de
otro, en las aportaciones sociolgicas y los testimonios polticos de Weber o tal
separacin responde a una estrategia retrica con finalidades prcticas. Las
exigencias que tuvo que atender Weber fueron de las ms esperanzadoras, as la
elaboracin del artculo 41 de la Constitucin de Weimar, a las ms
desmoralizantes, como recorrer los campos de batalla de los derrotados alemanes
en trenes franceses premeditadamente lentos, camino de las reuniones que daran
lugar al Tratado de Versalles18. Sus alocuciones pblicas de tono directamente
crtico se dan ante auditorios derrumbados por el final de la primera gran guerra,
militares, lectores de peridicos o colegas suspicaces: Parlamento y Gobierno en
una Alemania reorganizada. Una crtica politica de la burocracia y de los partidos 14 Wolfgang J. Mommsen, Max Weber and German Politics 1890-1920 (traduccin Michael S. Steinberg), Chicago y Londres, The University of Chicago Press, 1984, 498 pgs.. 15 Robert Eden, Political leadership & Nihilism. A study of Weber & Nietzsche, Florida, University Presses of Florida, 1983, 348 pgs., pgs. 166, 167. 16 Max Weber, La ciencia como vocacin, El poltico y el cientfico, Op. Cit., pg. 230. 17 Ibid. pg. 231. 18 Para el estudio de la sociologa de la dominacin de Max Weber, Vid. Joaqun Abelln, Poder y poltica en Max Weber, Madrid, Bibliote Nueva, 2004, 229 pgs..
9
(1918) aparece en el Frankfurter Zeitung todava en plena guerra, La poltica como
vocacin y La ciencia como vocacin (1919) son dadas tras la derrota ante
jvenes recin licenciados del servicio militar, El socialismo (1918) es ofrecida a
militares y El Estado nacional y la poltica econmica (1895) es un discurso de
toma de posesin de la ctedra dado a unos colegas escandalizados. La
interpretacin de estos textos, llenos de juicios de valor, plantea si Weber ha
cumplido en las escritos agrupados pstumamente por Winckelmann en Economa y
sociedad su ideal de neutralidad valorativa y ha vertido, de otra parte, sus opiniones
polticas en una serie de escritos premeditadamente polticos, como si fueran una
especie de caja de los truenos que slo se abre en las intervenciones pblicas. O
si, por el contrario, la sociologa descriptiva y los valores andaran ms
comunicados, pues lo que Weber habra procurado con la Wertfreiheit es ofrecer un
ideal metodolgico para ciencias cargadas de juicios de valor, luego contradicho por
la realidad y que ni l cumpli19. Indudablemente, la dimensin de reformador social
de Weber y su vocacin poltica frustrada colorean sus escritos sociolgicos. Pero,
creo, que el ideal de ciencia libre de presupuestos valorativos se sostiene como una
lnea de demarcacin de la sociologa instituida por Weber. La Wertfreiheit es un
ideal metodolgico y responde a su intento de trasformar el modo en que se haba
realizado la sociologa anteriormente comprometida con los valores del nacional-
liberalismo de la generacin de su padre- en un esfuerzo neto de refundacin
metodolgica. Las razones metodolgicas de la sociologa comprensiva completan,
es cierto, el anlisis de la sociologa explicativa, seguidora del mtodo cientfico-
natural. Pero el debate con sus predecesores en la sociologa y en la Universidad
contiene una fiereza destructiva de toda gigantomaqua acadmica no menos
poseedora de un credo: Nunca, sin embargo, ha surgido una profeca nueva (y
repito deliberadamente esta imagen que puede resultar chocante para algunos) para
satisfacer la necesidad que ciertos intelectuales modernos parecen sentir de
amueblar, por as decir, sus almas con cosas viejas y de garantizada autenticidad. Al
experimentar esta necesidad se acuerdan de que entre esas cosas viejas figuraba
tambin la religin que ellos ya no tienen, y se construyen entonces como sustitutivo
de ella una especie de capillita domstica de juguete, amueblada con santitos de
todos los pases del mundo, o la sustituyen con una combinacin de todas las
19 Antonio Valdecantos, Argumentos weberianos, Claves de razn prctica, n 27, noviembre 1992, 80 pgs., pgs. 59-64, pg. 60.
10
posibles experiencias vitales, a la que atribuyen la dignidad de la santidad mstica
para llevarla cuanto antes al mercado literario. Todo esto es, simplemente, o
charlatanera o ganas de engaarse a s mismos. (...).20. Liberarse de los
presupuestos valorativos de esta fe en un altarcillo de sabios le condujo a Weber a
una defensa del crepsculo de todo dolo. Est claro que, dicho as, la conclusin
normativa de liberarse de presupuestos valorativos es patente. El debate con sus
predecesores acadmicos sera ingenuo pensar que es estrictamente metodolgico.
3.- Soportar la propia valoracin sin consuelo alguno.
Una lectura sugerente del estar libre de valores o Wertfreiheit hace de este
concepto ms un postulado prctico que un principio metodolgico. As estar libre
de valores consiste en ver problemas en lo que se considera evidente, en descubrir
sin prejuicios los problemas que se esconden tras los juicios ms asentados y
asumidos por todos. Mientras la generacin de los socialistas de ctedra crey en
la necesaria coincidencia de todos en sus valores, la generacin de Weber as lo
expresa en El Estado nacional y la poltica econmica (1895)21- supone que se ha
producido una mayor diferenciacin en los juicios de valor que antes. Ahora Weber
cree que hay problemas de deber ser (concernientes a las decisiones), como el
modo de mejorar la economa poltica de la nacin alemana, que no pueden ser
resueltos tcnico-econmicamente. Solucionar el problema poltico del este del Elba
analizado en su discurso de ctedra- requiere optar entre valores en lucha: los de
las clases altas, los junker, enemigos de los intereses nacionales; los del
proletariado todava no preparado para liderar las decisones de la comunidad; o los
de la burguesa capaz, aunque sea incipientemente, de regenerar la poltica
econmica de Alemania. Weber est postulando la superacin del modo,
supuestamente tcnico, de plantear los problemas sociales de sus predecesores. El
trasfondo de esta superacin, a escala nacional, es una regeneracin de la poltica
de las clases altas por la poltica de la burguesa renovadora; y, a nivel universitario,
el debate con los socilogos que supeditaban los resultados cientficos a los
intereses partidistas manejados en los despachos gubernamentales, Adolf Wagner
20 Max Weber, La ciencia como vocacin, El poltico y el cientfico, Op. Cit., pgs. 228, 229. 21 Max Weber, Gesammelte Politische Schriften (edicin Johannes F. Winckelmann), Tbingen, (3 ed. 1971) (traduccin y estudio preliminar Joaqun Abelln El Estado Nacional y la poltica econmica, Escritos polticos, Madrid, Alianza Editorial, 1991, 370 pgs.).
11
y, sobre todo, Gustav Schmoller. Para analizar el problema del este del Elba, hay
que buscar seala Weber- los ideales en el propio pecho sin una calle pavimentada
un camino otorgado irrebatiblemente por la ciencia gubernativa- de acceso a unos
valores dados. El cientfico deja a un lado sus propios valores para que sea posible
una discusin abierta sobre los valores en liza. El tratamiento lgico y cientfico de
las cuestiones prcticas no nos exime, segn este argumento, ni de separar ambos
niveles ni de tener que elegir qu solucin adoptar entre las posibilidades
desbrozadas por la ciencia. Una Wertfreiheit posibilita as que la reflexin sea ms
fundamental que un compromiso poltico o una responsabilidad social. El
compromiso cientfico de Weber, libre de valores, consiste en encarar los problemas
sin presupuestos, soportando la propia valoracin sin consuelo alguno22. Nunca
supuso que los valores quedaran fuera de las ciencias del espritu en cuya
conformacin intervino. La formulacin de sus conceptos fundamentales era
reconocidamente valorativa. Weber operaba dentro de una visin valorativa de las
ciencias del espritu. Viene muy al caso sealar que una mala traduccin de la obra
de Mill moral sciences por ciencias del espritu (Geisteswissenschaften)- sirvi
para denominar as a las humanidades en Alemania. A partir de esta entrada
azarosa de las ciencias del espritu en el orden semntico de la academia, estas
ciencias operaron una funcin estimativa, valorativa, de aquellos saberes dignos de
ser estudiados en las actividades literarias, religiosas o de pensamiento. Estudian lo
que conviene saber de las acciones humanas con marcada animadversin hacia la
filosofa moral. Es el sabio quien determina qu merece la pena conocer, en caso de
dificultad en su determinacin23. Este era el modo de proceder tericamente
estimativo de Weber.
A Weber le pareca que los problemas metodolgicos abundan en el
desarrollo de las ciencias sociales, cuando cambian los puntos de vista habituales
de anlisis, aparecen nuevos objetos de estudio y han de revisarse las formas
lgicas de estudio antes consagradas. Son momentos de excepcionalidad en la
actividad cientfica, donde no basta con andar sino que hay que reparar en la
mecnica de las extremidades inferiores. Pero lo cierto es que normalmente basta
con moverlas mecnicamente sin saber nada de su funcionamiento. Cuando se
22 Wilhelm Hennis, Estar libre de valores como un precepto de distanciamiento (traduccin Joaqun Abelln), (La actualidad de Max Weber), Arbor, noviembre-diciembre 1990, 166 pgs., pgs. 11-27. 23 Antonio Valdecantos, Apologa del arrepentido y otros ensayos de teora moral (Memo en prensa).
12
habla mucho de anatoma es que no se anda demasiado bien. Lo mejor es no tener
que plantearse muchas cuestiones acerca de los mtodos. As que sus aportaciones
metodolgicas las afront con disgusto. Sin embargo, sus polmicas son muchas y
le sirven para definir el mtodo de la sociologa comprensiva. La polmica sobre el
mtodo apareci en las ciencias sociales alemanas en 1883, con la publicacin de
los trabajos de Carl Menger y Wilhelm Dilthey sobre historia y metodologa de la
economa y la sociologa. El punto de vista clsico, naturalista y nomolgico, estaba
representado por Menger y la escuela histrica de economa era seguida por
Schmoller, Roscher y Knies. Cuando los historiadores econmicos asimilaban el
mtodo cientfico natural, se empeaban en buscar leyes naturales de
comportamiento social. Quienes postulaban la independencia de la historia, por el
contrario, defendan la irracionalidad y libertad de creacin del hecho histrico. La
polmica de Karl Knies con Wilhelm Roscher refleja esta tensin entre los dos
puntos de vista enfrentados en las ciencias del espritu alemanas, a lo largo del
debate que sostuvieron en 1903, 1905 y 190624.
La propuesta metodolgica de Weber se da en el anlisis crtico de estos
diversos puntos de vista25. Roscher pretende reproducir intuitivamente la realidad
econmica de manera completa y asimila el trabajo del historiador al del cientfico
natural pues aquel persigue las leyes naturales de la economa y la poltica. Pero,
para Weber, la consecucin de tales leyes naturales le exige a Roscher la utilizacin
de conceptos abstractos que eliminan los accidentes individuales que le podran
ofrecer la perseguida visin completa. Roscher est situado dentro de la escuela
histrica alemana del derecho y del empleo del concepto de Volkgeist como unidad
real y unitaria de carcter metafsico que explica el carcter irracional del derecho.
Weber criticaba el empleo de conceptos y leyes de validez general pero cada vez
ms abstractos. Dentro de esta visin historicista de Roscher, Weber observa una
comprensin fisiolgica de los fenmenos econmicos a la cual se debe la previsin
de que los pueblos nacen, crecen, declinan y envejecen. As los pueblos civilizados,
sin distincin, responderan al mismo proceder ineluctable de decadencia al que
24 Toby E. Huff, Max Weber and the Methodology of the Social Sciences, Londres, Transaction Books, 1984, 82 pgs., pgs. 28-41. 25 Max Weber, Roscher und Knies und die logischen Probleme der historischen National konomie, Die Grenznutzlehre und das psychologische Grundgesetz, Gesammelte Aufstze zur Wissenschaftslehre, Tubinga, J.C.B. Mohr (Paul Siebeck) (traduccin y estudio preliminar Jos Mara Garca Blanco El problema de la irracionalidad en las ciencias sociales, Madrid, Tecnos, 1985, XXXX+192 pgs.)
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responden los cuerpos orgnicos de los individuos. Roscher no admite que los
juicios de valor que orientan la poltica econmica sean puramente subjetivos.
Piensa que la poltica econmica es unvoca y objetiva, y posee, fijado un estado
normal de salud, una terapia segn el grado de desarrollo de cada pueblo. A esta
visin pattica de la economa, que descartaba el crematismo como nica finalidad
de la economa, le corresponda un determinismo providencialista por el cual el
destino de la historia y las tareas de la vida viene asignadas por Dios. Pero a Weber
le pareca que este proceso orgnico de vida y muerte de los pueblos estaba
escasamente fundado. Este proceso total de declinar y muerte desconsidera los
procesos parciales individuales en sus conexiones con leyes. No admite que el
proceso total es una resultante de los procesos individuales en sus conexiones
causales diversas. Para Max Weber, Roscher es un retroceso respecto de Hegel
pues incurre en una primitiva fe religiosa, en vez de reconocer el problema lgico
existente en las relaciones entre el concepto y lo que es conceptualizado.
A Weber le interesa la polmica de Karl Knies con Wilhelm Roscher por el
relanzamiento que tuvo el primero dentro del socialismo de ctedra, representado
por Schmoller, y el inters que suscit en Dilthey como formulador destacado de
una lgica del conocimiento distinta de la propia de las ciencias de la naturaleza26.
Lo que el sabio de Heidelberg pretenda era un lugar para las ciencias del espritu
que ni adoleciera de una visin determinista, propia de las ciencias naturales y del
positivismo, ni incurriera en un indeterminismo creativo en el estudio de la accin
individual, propia del romanticismo. En este sentido, Weber se opuso a las
explicaciones psicologistas de la accin humana en la historia que, a travs del
empleo de conceptos como personalidad y creatividad, atribuyen a la accin
humana una irracionalidad e incalculabilidad. Los procesos naturales en un nivel
profundo poseen no menos incalculabilidad que los procesos humanos. Una roca
blanda, que cae desde las alturas y se desmenuza en mltiples trozos de diferentes
tamaos desperdigados caticamente por una pendiente vertical llena de
irregularidades, causa, por lo menos, el mismo azoramiento en su resultado que los
comportamientos de la hinchada de un deporte de masas ante la aparicin de su
idolatrada estrella. Pero el saber nomolgico hace comprensibles las acciones
naturales y humanas en su causalidad diversa. As que incluso los comportamientos
26 Ibid., pg. 52.
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humanos extremos del loco pueden ser interpretados y cabe establecer
imputaciones causales a travs de un conocimiento nomolgico de tipo
psicopatolgico. Sin embargo, las leyes causales que establece el conocimiento
nomolgico no significan en el argumento weberiano-, en s mismas, nada cara a la
interpretacin de la accin. Las previsiones emprico-estadsticas de que la accin
se vaya a repetir no nos permiten, por si mismas, interpretar el significado de
determinada reaccin. La interpretacin de las acciones exige reconstruir
internamente las motivaciones de la accin particular. A Weber la demostracin
emprico-estadstica no le pareca que aportase un conocimiento cualitativo de la
accin.
Su reconstruccin de las ciencias sociales parte de la distincin neokantiana
seguida por Windelband y Rickert- entre ciencias naturales y ciencias sociales. Las
primeras siguen el planteamiento de la ciencia nomottica (generalizadoras) y las
segundas el modelo de las ciencias idiogrficas (particularizadoras). Cuando se
trata de la interpretacin de los hechos culturales ya sea, nos dice Weber, la vida
de los burdeles, las religiones o la peste en la Inglaterra del siglo XVII- se obtendrn
interpretaciones tanto ms frtiles cuanto menos se acuda a formulaciones
sistemticas como las de las ciencias naturales cuantitativas. Muy al contrario, es
necesario esforzarse en comprender las formaciones histricas concretas. Para
ello, se pondrn de relieve ciertos aspectos considerados ms significativos en estas
realidades y ciertas conexiones causales concretas. Pero ni cabe captar toda la
realidad ni es realizable una concatenacin de causalidades infinita que idealmente
pudiera dar lugar a leyes exactas. La comprensin interpretativa bien expone
hiptesis sobre los procesos concretos, o bien construye una terminologa que no
puede ser absolutamente unvoca, a travs de tipos ideales. Weber admite que
cada uno construye estos conceptos con valores de tipo religioso, tico y esttico,
de acuerdo con lo que cada uno lleva en el corazn. Pero las ciencias culturales as
no hacen abstraccin de acuerdo a leyes de lo que los fenmenos tienen de
cualitativo y particular. Al abordar la interpretacin del Fausto, el puritanismo o
aspectos concretos de la cultura griega, hemos de atender a una actividad histrico-
filosfica sobre valores realizados en estos objetos, segn apreciaciones valorativas
subjetivas nuestras. Esta interpretacin no es una constatacin de hechos empricos
vlidos. Weber destaca dos tipos de interpretacin: la interpretacin referida a
valores y la interpretacin medios a fines o racional en la accin humana. De
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acuerdo con la interpretacin referida a valores, el historiador realiza una toma de
posicin juicio consciente entre posibles valoraciones- respecto al objeto de
estudio. Luego volver sobre ella. De acuerdo a la interpretacin de medios a fines
de la accin, el historiador atiende a una relacin racional, o establecida segn
leyes, de las causas y los efectos derivables de una hipottica accin. Esta
ordenacin teleolgica permite analizar de acuerdo con la experiencia qu medio de
entre los disponibles es ms adecuado a la consecucin de un fin planteado por un
actor racional. Esta construccin de una accin racional es una elaboracin de un
tipo ideal y no habra podido llevarse a cabo sin una determinada referencia a
valores en el proceso de investigacin. Le sirve al historiador como elemento
heurstico: comprende as hasta qu punto una accin histrica concreta se ci o
se alej de esta accin ideal medios a fines (puede observar los elementos no
racionales de la accin poltica real); y obtiene de esta manera un esquema
interpretativo de conexiones objetivamente posibles entre acciones racionales en
procesos concretos. A travs de esta tipologa ideal de accin racional medios a
fines, Weber superaba la apora que arrastraba para las ciencias sociales la
consideracin de la accin individual como una accin meramente creativa, de
acuerdo con un patrn naturalista y romntico. La interpretacin racional era una
forma de superar la consideracin de la accin humana como irracional e inserta en
un mundo puramente natural. Para la comprensin de la accin individual, Weber
descartaba tanto el determinismo y la necesidad causal como el indeterminismo y la
libertad irracional. Quiere superar la formulacin apodctica de relaciones de
causalidad necesaria que se daba tanto en las ciencias del espritu como en la
historia.
4.- La creacin de conceptos con referencia a valores.
La diana de las crticas de Max Werber es Knies como representante de una
concepcin orgnica del derecho natural y la comunidad en su ciclo de nacimiento,
crecimiento, declive y muerte- que haba permeado toda la investigacin sobre la
cultura humana a travs de la escuela histrica del derecho27. Para Knies, las
ciencias sociales se ocupan de las leyes necesarias del comportamiento de pueblos,
27 Max Weber, Knies y el problema de la irracionalidad, El problema de la irracionalidad en las ciencias sociales, Op. Cit., p.165.
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organizados unitariamente como rgano sin contradicciones y unidos, a su vez, en
un rgano mayor, la humanidad. A Weber toda esta organologa, propia de la
metafsica del romanticismo, muy presente entre sus predecesores, le espantaba.
Extirparla era un requisito para diferenciar las ciencias naturales de las ciencias de
la cultura. En cambio, tal organologa est muy presente en las concepciones
sociolgicas y antropolgicas de mile Durkheim. Fueron dos grandes y mutuos
ignorados en la formacin clsica de la sociologa. El dbil positivismo de esta
concepcin naturalista de la sociedad posea presupuestos normativos bien
evidentes. Dentro de una tradicin que se remonta a Montesquieu, se supona que
las leyes de cambio de la sociedad formaban parte de las leyes naturales28. Tan
indefectibles eran la ley de caida de graves como el vector del progreso social. Esta
ineluctabilidad del progreso atiz la bsqueda de su sentido en una tradicin que se
remonta a Saint Simon, Comte y Durkheim. Conocido el sentido de la historia, el
cientfico social supona prdida de tiempo esperar a que acaeciera. Que la teora
social sirviera de catalizador del proceso histrico era el mejor partido que poda
obtener cada poca. La fundamentacin sociolgica de la ingeniera social estaba
preparada. Desde esta perspectiva, Las reglas del mtodo sociolgico (1895) de
Durkheim sorprenden sobre todo si se las contrasta con los escritos metodolgicos
de Weber- por el abultado nmero de presupuestos valorativos que comprenden:
una ley de comportamiento social discrimina qu es normal y qu es patolgico y se
presuponen conceptos como conciencia colectiva y hecho social, por ser breve,
sin mayor preocupacin qu lugar ocupan los valores en su teora social.
La ciencia libre de valores, o Wertfreiheit, de un individualista metodolgico,
como Weber, no da por evidentes ni los argumentos ni los conceptos que emplea
en su interpretacin del hecho social individual. La elaboracin de los tipos ideales
est referida a valores y su peso especfico est ponderado en la teora social de
Weber como Wertbeziehung o referencia a valores. En La objetividad cognoscitiva
de la ciencia social y de la poltica social (1904), Estudios crticos sobre la lgica de
las ciencias de la cultura (1906), Sobre algunas categoras de la sociologa
comprensiva (1913), El sentido de la neutralidad valorativa de las ciencias
28 mile Durkheim, Montesquieu et Rousseau prcurseurs de la sociologie (nota introductoria Georges Davy), Pars, Librairie Marcel Rivire et Cie, 1966, 200 pgs..
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sociolgicas y econmicas (1917)29 desarroll un proyecto metodolgico crtico del
positivismo de su poca. Se trata de una epistemologa que va ms all del
positivismo y no rechaza sus logros30. El Archivo para Ciencias Sociales y Poltica
Social, desde su constitucin se plantea qu objetividad tienen los anlisis
sociolgicos con los que se evalan las polticas sociales, si existen verdades
objetivamente vlidas en las ciencias sociales, cul es el fin subjetivo de la ciencia
social, qu significa validez objetiva en las ciencias sociales. Adems de estar en
contra de la visin causalista del positivismo, Weber subraya cmo se dan
inevitablemente perspectivas prcticas en las medidas econmicas emprendidas por
el Estado. Lo que aportan las ciencias sociales, a su parecer, es un anlisis de las
posibles relaciones entre medios y fines sobre las que el responsable de las
decisiones puede optar, la previsin de las consecuencias y la elusin de
contradicciones internas en lo elegido. Conocer, as, es diferente de juzgar. Para
juzgar no hay normas prcticas de validez cientfica -tampoco lo es el punto medio
entre los extremos-. Las cosmovisiones con las que podemos elegir no provienen,
en este sentido, del avance supuestamente superador de la ciencia. No hay
principios o ideales ltimos universalmente vlidos. La probidad intelectual impone al
cientfico, por tanto, explicitar sus posiciones prcticas.
Weber observa la sociedad como una multitud vasta y prolija de acaeceres
y causalidades mltiples entre las que el cientfico ha de optar en la construccin de
su objeto de estudio. La vida fluye en corriente catica de acontecimientos y los
conceptos captan una parte elegida de la realidad. De qu depende la seleccin
que Weber propone en la interpretacin social? Como cada hecho individual est
vinculado a fenmenos y causalidades infinitos, el discernimiento de lo significativo
no depende de su inclusin en una ley social abstracta y evidente, como reflejo del
monismo naturalista de las ciencias naturales en las ciencias de la cultura, sino de
su elaboracin como objeto de estudio. No se trata de buscar una explicacin causal
exhaustiva pretensin disparatada- sino de discernir qu causas son esenciales y
establecer las relaciones fundamentales del fenmeno individual con su exterior. En
el anlisis cultural de la sociologa comprensiva siempre hay una seleccin personal
29 Max Weber, Gesammelle Aufstze zur Wissenschaftslehre (introduccin Pietro Rossi (Giulio Einaudi Editore, 1958) (traduccin Jos Luis Etcheverry Ensayos sobre metodologa sociolgica, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1973 (3 reimpresin 19990), 269 pgs.) 30 Salvador Giner y J. F. Yvars, Max Weber y el mtodo de las ciencias sociales, Max Weber, La accin social. Ensayos metodolgicos, Barcelona, Pennsula, 1984, 190 pgs., pgs. 5-10.
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y una toma de posicin del investigador en el mundo en vez de la bsqueda de leyes
en el proceso. La significacin del estudio de ciertas acciones, la orientacin de la
investigacin, se realiza en referencia a valores. Si Durkheim padeca un monismo
valorativo, marcado por la pretensin de superar la anomia social, que le conduca a
dar por hechos sus conceptos, Weber, en cambio, supone que no hay sistema
cerrado de conceptos en las ciencias de la cultura y que existe una liza entre puntos
de vista valorativos. Si la captacin de la realidad es inacabable por su versatilidad,
los conceptos han de ser modificados con tal volubilidad. Para Weber, las ciencias
sociales son crtica de la formacin de unos conceptos que no son copia de la
realidad e intervienen en la captacin de la realidad como un proceso siempre
abierto. Los puntos de vista elaboran los tipos ideales cristianismo, capitalismo,
dominacin legal-racional, dominacin tradicional, dominacin carismtica,
burocracia, disciplina- a base de subrayar ciertos aspectos de la vida social. Los
tipos ideales vinculan lo observado con valores, no incluyen juicios de valor. Ni son
la realidad ni son leyes de comportamiento social. Aunque, en su estado puro, no se
encuentre empricamente, el tipo ideal tiene una funcin heurstica y expositiva. Sin
los tipos ideales, Weber supone que slo observaramos caos31.
Su debate con la metodologa de Eduard Meyer en 1906, le sirvi a Weber
para diferenciar el mtodo de la sociologa respecto de la concepcin historicista de
la historia. Por momentos, parece referirse a una concepcin de la historia
tradicionalmente predominante como almacn de datos con pretensin de
descripcin de la realidad pasada una historia anticuario si se utiliza la expresin
de Nietzsche en la consideracin intempestiva Sobre las ventajas e inconvenientes
de los estudios histricos para la vida-. El mayor inconveniente de esta historia
almacn es que ha impregnado a las ciencias culturales con su mtodo historicista,
al defender que no se han de establecer leyes de comportamiento social, a la
manera de las ciencias naturales, y haber seguido un guin racional medios a fines
para evaluar la racionalidad o irracionalidad de los comportamientos humanos. Ante
esta confusin, Weber acudi a la diferenciacin entre el mtodo nomottico
atribuido por Rickert y Windelband a las ciencias naturales- que supone al hecho
como medio de conocimiento inscrito en una conexin real, como eslabn de una
cadena legal, y el mtodo idiogrfico que lo concibe como objeto de conocimiento
31 Max Weber, La objetividad cognoscitiva de la ciencia social y de la poltica social (1901), Ensayos sobre metodologa sociolgica, Op. Cit., pgs. 39-101.
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lgico. Lo de menos, para Max Weber, es que las cartas de Goethe con la seora
Von Stein, la cpula de la Capilla Sixtina o El capital de Karl Marx, por ejemplos no
poco provocativos, hayan tenido una influencia histrica y sean medios para
descubrir una ley social en la historia, lo que importa es su peculiaridad como objeto
de valoracin. La elaboracin conceptual de lo emprico requiere un cultivo de la
sensibilidad que hace de la historia, en cierto sentido arte, y de las ciencias del
espritu que sean ciencias subjetivantes. El sabio de Heidelberg est siguiendo en
todo este razonamiento al Goethe de Poesa y verdad (1811-1833), para quien el
hecho incluye ya teora, sensibilidad y arte32.
La interpretacin como anlisis de valor es distinta, entonces, de la
interpretacin causal. Pero el anlisis lgico de estas cartas ntimas, de tan hermoso
techo y de tan sesudo libro, dentro del mtodo idiogrfico, requiere conocer el
ambiente, las conexiones del hecho individual con otros fenmenos. Este anlisis de
valor o relacin a valores diferente de los juicios de valor- no rechaza el
establecimiento de relaciones causales sino que es gua para la interpretacin
histrica causal. La sociologa comprensiva no est impugnando a la sociologa
explicativa interpretacin legal y bsqueda de conexiones causales- sino que est
configurando un mtodo nuevo: la referencia a valores como determinante de que
un elemento de la realidad sea tratado como hecho histrico individual.
Determinados los hechos histricos individuales por referencia a valores, ser
posible, despus, establecer conexiones causales entre los fenmenos, tambin en
referencia a valores. La reflexin de Weber, en discusin con Eduard Meyer, se
interna en una diferenciacin entre condiciones adecuadas y accidentales, mediante
reglas de experiencia y segn el grado de causalidad determinante de un hecho. A
la visin histrica de Weber le interesa la tendencia de desarrollo al que avocan
todas las causas imputables a un hecho individual. La significacin histrica de un
hecho precisa, por tanto, de un saber ontolgico y de otro nomolgico. Esta visin
crtica de la historia no ignora, pues, que la exposicin histrica requiere una
imputacin causal o corre el riesgo de ser una mera narracin histrica como la
historia anticuario del historicismo ms estril33. Si pudo decirse que la
metodologa de Weber no fue contra el positivismo sino ms all del positivismo,
32 Jos Mara Gonzlez Garca, Las huellas de Fausto, Madrid, Tecnos, 1992, 212 pgs.. 33 Max Weber, Estudios crticos sobre la lgica de las ciencias de la cultura (1906), Ensayos sobre metodologa sociolgica, Op. Cit., pgs. 102-174.
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cabe sealar, ahora, que su historiografa reelabora drsticamente los fundamentos
del historicismo en su tiempo.
Hay razones para apuntalar una imagen del sabio de Heidelberg como un
metodlogo recluido en el laberinto de las precisiones lgicas? Nada apunta a ello.
Quien mejor le conoci posiblemente, Marianne Weber, apunta en la biografa de su
marido cul era su disposicin vital en el verano y el otoo de 1917. Un editor le
reune en el castillo de Lauenstein, situado en una cumbre despejada bajo la que
pueblan los abetos de los bosques de Turingia, junto a personajes notables de las
ms diversas ocupaciones. Quieren discutir sobre el sentido y la tarea de la
modernidad, averiguar las intrincadas conexiones entre cultura y poltica. Quin
sabe, quizs surja all un nuevo espritu alemn con una nueva religiosidad. Aunque
el ambiente remite a un mundo comunitario sin la angustia de la libertad, artistas,
hombres de negocios, acadmicos, de diferentes generaciones hablan sin
entenderse, ya no hay una lengua comn. Ante quienes quieren restituir una
sociedad medieval, alude a su imposibilidad, frente a los que ejercen la crtica
poltica interna en tiempos de guerra, esgrime su irresponsabilidad. Weber era
partidario de formular sus posiciones ltimas ante problemas concretos tanto ms
graves y urgentes que sirvieran de elemento de contraste. En el fondo, para Weber,
las llamadas cuestiones ltimas estaban supeditadas al compromiso poltico de
una Alemania amenazada. Acta como un hombre agitado, apasionado, que
descarta encontrar una solucin cientfica para los problemas candentes del
momento. La virtud cientfica consiste en una actividad especializada de
autorreflexin y bsqueda de nexos fcticos. No aporta soluciones incontrovertibles.
Pero por ms incertidumbre que exista en las tomas de posicin ante los problemas
de su tiempo, menos elude entrar en su discusin comprometida. Sus inagotables
escritos metodolgicos todava darn mucho que pensar y se inscriben dentro de
una desacralizacin del intelectual honrado. Aquel, como Weber, que postula un
destino sin dios y sin profeta34.
34 Marianne Weber, Max Weber. Ein Lebensbild, Tbingen, J. C. B. Mohr (Paul Siebeck), 1984 (traduccin Javier Benet Max Weber. Una biografa, Valencia, Edicions Alfons el Magnanim, 1984, 961 pgs., pgs. 809-815).
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