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Temas isleños £1 romance de la vela C AÍA la noche del pasado jueves cuando, por te- léfono, un amigo de la infancia —y también del puerto y de los barcos— me decía que, por el Sur, recalaba un gran ve- lero de cuatro palos. Desde el amplio ventanal que en esta ca- sa de EL DÍA mira hacia el mar, vimos que, efectivamente, un bricbarca de cuatro palos navegaba muy aterrado y ya con las luces de situación en- cendidas. Poco después, cuando ya las casas de Santa Cruz ocultaron la esbelta silueta que apenas se divisaba entre las sombras, el buen amigo -José Delgado Sa- laz ar— me comunicaba que só- lo sabía que el velero arbolaba bandera soviética. Por el apa- rejo y color del casco deduji- mos se trataba del «Sedov» —de casco blanco y velas en cruz en tres palos y cangreja de abani- co en la mesana— pues el «To- varisch» sólo arbola tres palos y el «Krusenstern» lleva el cas- co de negro y con portas blan- ca. El jueves, al amanecer, cer- ca del Dique del Este lucía la estampa marinera y gallarda del «Sedov», el hermoso bric- barca que, en sus 62 años de mar e historia, luce ahora su tercer nombre y arbola por se- gunda vez una bandera nacio- nal. Para el próximo 2 de mayo se anuncia la escala —primera escala, como ésta del «Sedov»— del nuevo buque-escuela de la Marina Mercante polaca, el «Dar Mlodziezy», bricbarca de tres palos que sustituye a la fragata «Dar Pomorza», vieja amiga de Santa Cruz que, des- de hace algún tiempo, sirve co- mo museo flotante en Polonia. Ahora, con esta nueva escala, la del «Sedov», velero que nació a la mar en 1921 para, con el nombre de «Magdalene Vin- nen» y contraseña de la naviera F. A. Vinnen, de Bremen, hacer la línea del nitrato entre puer- tos del Pacífico sudamericano y los de Europa. De 3.476 tonela- das, lucía el clásico aparejo de la época —con buena cantidad de trapo en sus cuatro palos— y, para las entradas y salidas de puerto, llevaba un motor au- xiliar, el cual se utilizaba igual- mente para navegar en las cal- mas» En su tripulación figuraba buen número de estudiantes de náutica que, en largos viajes a vela, adquirían un buen bagaje de conocimientos. En 1937, pa- a propiedad de la naviera LLoyd Norte y, rebautizado «Kommodpre Johnsen», conti- nuó sus viajes como buque-es- cuela. Su último viaje bajo bandera alemana fue en 1939; zarpó de Port Lincoln el 26 de marzo —iba con carga de trigo— y el 11 de julio, dio fondo en Queenstown. Siguió a Cork, donde descargó y, el 11 de agosto arribó a Bremen, donde quedó amarrado durante la se- gunda Guerra Mundial. En 1945, tres buques-escue- la alemanes, los «Padua», «Gorch Fock» y el citado, pasa- ron a bandera soviética, con los El «Magdalena Vinnen» —hoy «Sedov»- fue construido en 1921 nuevos nombres de «Tovaris- ch», «Krusenstern» y «Sedov». Los dos primeros son bien co- nocidos en Santa Cruz, puerto en que dio fondo la expedición rusa que, al mando de Krusens- tern, dio la primera vuelta al mundo bajo la bandera de los zares. Hoy, cuando la vela parece que renace con esos veleros construidos en España para México, Venezuela, Colombia y Ecuador, vuelve a Santa Cruz la estampa gallarda de un vete- rano de la «carrera del nitrato» y, para mayo, el polaco «Dar Mlodziezy» lanzará las flechas de sus palos al cielo azul de la ciudad marinera, de la que se enorgullece con el romance de la vela a la sombra de Anaga. Juan A. Padrón Albornoz

EL ROMANCE DE LA VELA

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "Temas isleños",

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Page 1: EL ROMANCE DE LA VELA

Temas isleños

£1 romance de la velaC AÍA la noche del pasado

jueves cuando, por te-léfono, un amigo de la

infancia —y también del puertoy de los barcos— me decía que,por el Sur, recalaba un gran ve-lero de cuatro palos. Desde elamplio ventanal que en esta ca-sa de EL DÍA mira hacia elmar, vimos que, efectivamente,un bricbarca de cuatro palosnavegaba muy aterrado y yacon las luces de situación en-cendidas.

Poco después, cuando ya lascasas de Santa Cruz ocultaronla esbelta silueta que apenas sedivisaba entre las sombras, elbuen amigo -José Delgado Sa-laz ar— me comunicaba que só-lo sabía que el velero arbolababandera soviética. Por el apa-rejo y color del casco deduji-mos se trataba del «Sedov» —decasco blanco y velas en cruz entres palos y cangreja de abani-co en la mesana— pues el «To-varisch» sólo arbola tres palosy el «Krusenstern» lleva el cas-co de negro y con portas blan-ca.

El jueves, al amanecer, cer-ca del Dique del Este lucía laestampa marinera y gallardadel «Sedov», el hermoso bric-barca que, en sus 62 años demar e historia, luce ahora sutercer nombre y arbola por se-gunda vez una bandera nacio-nal.

Para el próximo 2 de mayose anuncia la escala —primeraescala, como ésta del «Sedov»—del nuevo buque-escuela de laMarina Mercante polaca, el«Dar Mlodziezy», bricbarca de

tres palos que sustituye a lafragata «Dar Pomorza», viejaamiga de Santa Cruz que, des-de hace algún tiempo, sirve co-mo museo flotante en Polonia.Ahora, con esta nueva escala,la del «Sedov», velero que nacióa la mar en 1921 para, con elnombre de «Magdalene Vin-nen» y contraseña de la navieraF. A. Vinnen, de Bremen, hacerla línea del nitrato entre puer-tos del Pacífico sudamericano ylos de Europa. De 3.476 tonela-das, lucía el clásico aparejo dela época —con buena cantidadde trapo en sus cuatro palos—y, para las entradas y salidasde puerto, llevaba un motor au-xiliar, el cual se utilizaba igual-mente para navegar en las cal-mas»

En su tripulación figurababuen número de estudiantes denáutica que, en largos viajes avela, adquirían un buen bagajede conocimientos. En 1937, pa-só a propiedad de la navieraLLoyd Norte y, rebautizado«Kommodpre Johnsen», conti-nuó sus viajes como buque-es-cuela.

Su último viaje bajo banderaalemana fue en 1939; zarpó dePort Lincoln el 26 de marzo—iba con carga de trigo— y el11 de julio, dio fondo enQueenstown. Siguió a Cork,donde descargó y, el 11 deagosto arribó a Bremen, dondequedó amarrado durante la se-gunda Guerra Mundial.

En 1945, tres buques-escue-la alemanes, los «Padua»,«Gorch Fock» y el citado, pasa-ron a bandera soviética, con los

El «Magdalena Vinnen» —hoy «Sedov»- fue construido en 1921

nuevos nombres de «Tovaris-ch», «Krusenstern» y «Sedov».Los dos primeros son bien co-nocidos en Santa Cruz, puertoen que dio fondo la expediciónrusa que, al mando de Krusens-tern, dio la primera vuelta almundo bajo la bandera de loszares.

Hoy, cuando la vela pareceque renace con esos velerosconstruidos en España paraMéxico, Venezuela, Colombia y

Ecuador, vuelve a Santa Cruzla estampa gallarda de un vete-rano de la «carrera del nitrato»y, para mayo, el polaco «DarMlodziezy» lanzará las flechasde sus palos al cielo azul de laciudad marinera, de la que seenorgullece con el romance dela vela a la sombra de Anaga.

Juan A. PadrónAlbornoz