20
En esta edición: Organización social vs Reformismo. pág 3 - 5 La Ciudadanía a través de un Bastón de Hockey. pág 6 - 12 1 de mayo anarquista. pág 12 - 14 Ni Insurrectos, Ni Plataformistas pág 14 - 17 Christiania “El barrio Libre de Europa” pág 18 - 19 Nº7 Mayo 2012 Región Santiaguina Tiraje 1000 copias

El Puñal Negro 07 (Chile)

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Publicación de la Corriente Revolucionaria Anarquista (CRA) de Santiago de Chile.

Citation preview

Page 1: El Puñal Negro 07 (Chile)

En esta edición:

Organización social vs Reformismo.pág 3 - 5

La Ciudadanía a través de un Bastón de Hockey.pág 6 - 12

1 de mayo anarquista.pág 12 - 14

Ni Insurrectos, Ni Plataformistaspág 14 - 17

Christiania “El barrio Libre de Europa”pág 18 - 19

Nº7Mayo 2012Región SantiaguinaTiraje 1000 copias

Page 2: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

2

¡Saludos compañeros y compañeras!

Ha salido la séptima edición de Puñal Negro, boletín de di-

fusión de la Corriente Revolución Anarquista (CRA). En este número comenzamos a hacernos cargo de al-gunas críticas recibidas por las edicio-nes anteriores. Como se habrán dado cuenta, aumentamos el número de páginas para poder extender los artí-culos de manera de argumentar me-jor nuestras ideas y planteamientos. También pretendemos con ello, abrir espacios para que otros compañeros y compañeras escriban y publiquen sus ideas en nuestro boletín. Otro aspecto que estamos mejorando, es la periodi-cidad de las ediciones, este año ya han salido tres números de Puñal Negro y esperamos que sigan apareciendo

nuevos ejemplares mes por medio. En definitiva, intentaremos poco a poco, ir transformando nuestra humilde publicación en un medio de difusión del anarquismo (como sabemos hay otros, por cierto muy valiosos). Sin embargo, este proyecto no depen-de sólo de nosotros/as, sino también de todos y todas quienes lo leen, lo descargan de Internet, lo reciben en las marchas o lo adquieren en algún punto de distribución. Necesitamos vuestras opiniones y comentarios, crí-ticas y aportes de artículos, pues si de algo estamos seguros y seguras, es que el anarquismo es un proyecto colec-tivo.

¡¡Salud y Anarquía!!

[email protected]

Page 3: El Puñal Negro 07 (Chile)

CRA 3

PUÑAL NEGRO

Según el diccionario de la Real Academia Española se define

Reformismo de la siguiente manera: “1. m. Cada una de las tendencias o doctrinas que procuran el cambio y las mejoras graduables de una situa-ción política, social, religiosa, etc.” Si nos ponemos en la situación vigente y vemos como actúa el reformismo en la clase política, podemos observar como un montón de reformas a lo lar-go de la historia han sido puestas en prácticas, muchas veces con discursos en los cuales plantean “las mejoras graduales” para el avance de la pobla-ción, en teoría…, pero en la práctica los únicos beneficiados son quienes estimulan estás reformas o al menos quienes son los encargados (al fin y al cabo) de aceptarlas o rechazarlas. He aquí el punto en donde se empieza a cuestionar el verdadero funciona-miento de este sistema neoliberalista, ya que nos entrega un discurso que nos muestra la realidad de otra for-ma, pues este discurso nos hace ver la explotación como necesaria y la única forma de poder lograr la superación personal; ese discurso que nos pinta la

competencia como unas de las formas de sobrevivir, que es tan válido piso-tear a tu igual como que él te pisotee a ti, es decir, que debemos asumir la explotación, opresión, competencia, entre otras cosas como las únicas for-mas de supervivencia en esta realidad, así es la bestia capitalista y ha sido así durante siglos. Y Ahora que tenemos el problema delante de nosotros, azo-tándonos y humillándonos constan-temente… ¿Qué podemos hacer para defendernos?

Muchas personas se han hecho la pregunta anterior y han tomado papeles frente a esto, pero ¿Ha sido eficaz? ¿Hemos sido eficaces en nues-tras acciones contra el sistema? Las respuestas a estos cuestionamientos se ven reflejadas en la historia anti-gua, reciente y actual del anarquis-mo, es cosa de remontarnos al año 1936 en España, específicamente en la Revolución española, donde la ex-propiación dentro de algunas de sus regiones demuestra a las/os anar-quistas y a las/os no anarquistas que efectivamente la acción directa y la autogestión son posibles; y no solo se

Page 4: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

4

ven dentro del movimiento anarquis-ta, podemos salir del contexto liberta-rio e introducirnos dentro de alguna historia de una población, o de gru-pos de vecinos de diversos barrios, ahí se puede ver que no es necesario organizarse institucionalmente para lograr los objetivos comunes de estos, podemos ejemplificar estas acciones como la reconstrucción de una mul-ti-cancha y la remodelación de una plaza, todo esto gestionado directa-mente por los vecinos. En efecto, lo mencionado anteriormente responde de manera afirmativa a las preguntas planteadas, pero si nos enfocamos en el movimiento anarquista actual, ve-mos el estancamiento de este, el cual posee un gamma de factores que lo desgastan.

Podríamos comenzar en como se organizan los distintos grupos de esencia libertaria y cuales son sus for-mas de actuar frente a la sociedad, esto tiene que ver directamente con cuales son los objetivos que estos grupos se imponen a sí mismos. Por ejemplo: puede existir un colectivo anarquista que solo se centre en reacciones es-

porádicas contra el sistema, logrando muchas veces desahogar la rabia y la impotencia que se va juntando como en un alcancía durante años, y es más, es totalmente válido y natural que ocurran este tipo de situaciones, pues expresarnos violentamente contra la policía, contra quienes defienden y emplean la explotación humana es solo una de las tantas herramientas que nos servirán en un futuro para destronar al rico, pero no podemos conformarnos con eso, pues si lo ha-cemos estaríamos cayendo en algo parecido a un estado orgiástico, es decir, por medio de esta herramien-ta desahogamos nuestra rabia, pero luego no hay ningún tipo de avance, y además se pone la imagen e inte-gridad personal en peligro, la cual ne-cesitaremos para seguir construyendo colectivamente el mundo que tanto se añora. Otro ejemplo que tiene directa relación con el término anteriormen-te definido (Reformismo), son algu-nos grupos, organizaciones o colecti-vos, que toman una actitud centrista respecto al eje del sistema capitalista, es decir, buscan un cambio dentro de

Page 5: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 5

los parámetros impuestos por la cla-se política, Estado o cualquier tipo de representante de este. Cuando hablamos de una actitud centrista y lo relacionamos con el “Reformis-mo” podemos decir que es cuando en una indefinida situación el gobierno públicamente avisa que tomara una decisión respecto a un tema de ám-bito político, económico o social, entonces es aquí cuando este tipo de grupos reacciona de forma negativa a las ambiciones de la clase político-burgués, en consecuencia de esta re-acción podemos ver hoy en día, como las calles principales son tomadas por estudiantes, obreros/as y trabajado-res/as, levantando su voz para que el gobierno las escuche y decida tomar alguna medida al respecto, pero ¿Lo han hecho? Reiterando, las reformas son utilizadas para cambiar una situa-ción, pero no nuestra situación, si no la situación de la clase alta, podemos mencionar el fraude de la Reforma Agraria que suponía la expropiación de los latifundios en ese entonces, además de que los campesinos que trabajaban esas tierras iban a adquirir una propiedad, pero en ninguna parte decía que con ello iba a cambiar su calidad de vida o terminaría su explo-tación. También podemos mencionar contemporáneamente, el polémico tema de Hidroaysen, la lucha contra las cinco centrales hidroeléctricas que presuntamente se construirán en el rio Baker y Pascua, ha durado meses y por ahora lo único que se ha con-seguido son simpatizantes y tiempo para seguir luchando, pero existe el miedo de que este proyecto sea apro-bado bajo silencio administrativo, y está más que claro que si este pro-

yecto se aprueba los más beneficia-dos serían las grandes empresas, que a costa de su beneficio dejarían una estela de destrucción medioambien-tal y sin provecho alguno para la clase explotada.

Podemos marchar, enfrentar a la policía y alzar nuestra voz para que el gobierno nos escuche y así apruebe o no ciertas leyes o proyectos, y qui-zás cambiar algo que nos beneficie, pero seguiremos manteniendo el eje central del sistema y viviendo a su merced; como explotados y explota-das somos muchos, somos la base de esta pirámide y tenemos poder, pero tenemos mucho más poder de lo que pensamos, mucho más poder que para hacer cambiar de parecer a lo componentes del Estado, tenemos el poder de organizarnos, crear y deci-dir por nosotros mismos. Usemos las marchas, las huelgas y las tomas como medio de expresión, pero no nos que-demos ahí esperando la respuesta del opresor, usemos esto como propa-ganda y no solo propaganda de anar-quistas para anarquistas, rompamos parámetros y no esperemos que para cambiar el mundo, cada oprimido u oprimida de este planeta se considere de ideas ácratas, pues solo es nece-sario que tengan sed de libertad y la capacidad de darse cuenta que nin-gún sistema comunista o capitalista es capaz de satisfacer todas nuestras necesidades. Organicémonos con ve-cinos, amigos o parientes y aposte-mos todo por la autogestión, el apo-yo mutuo y la acción directa, porque muchos piensan que no hay solución para esto, pero sí la hay y su nombre es REVOLUCIÓN SOCIAL.

Page 6: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

6

por Raúl Ortega M.

El 19 de octubre del año 2011, en medio de una manifestación

estudiantil que exigía mejoras en el sistema escolar, una mujer de unos cuarenta años de edad, golpea con un bastón de hockey a varios/as jóvenes encapuchados/as que se enfrentaban con carabineros en las afueras de la Universidad de Chile. El hecho ocu-rrió al finalizar una multitudinaria marcha que convocó a más de cien mil personas a través de un recorri-do autorizado por la Intendencia Metropolitana y que adquirió ribetes carnavalescos durante su desarrollo, gracias a los numerosos grupos de baile, música, carros alegóricos y pre-sentaciones teatrales que adhirieron a la actividad.

Los medios de comunicación ma-sivos no tardaron en hacer un festín de estos incidentes, presentando a la osada mujer como el mejor ejemplo del accionar ciudadano, casi como una heroína, que representando los más nobles valores democráticos, más aún, representaría la molestia de las y los manifestantes pacíficos que ven empañadas sus demandas por actos violentistas que escapan del estado de derecho. Extremando los plantea-mientos de Max Weber1 , la acción social de esta mujer, podría enten-

derse como una pro-longación del accionar del Estado, institución que pretende ostentar el monopolio legítimo del uso de la violencia, pues habría utilizado

la fuerza, precisamente en su nombre, intentando garantizar el orden públi-co, intentando con ello, detener y/o castigar al “lumpen”.

La mujer fue rápidamente identifi-cada y localizada, concedió numero-sas entrevistas a los diferentes medios de comunicación, aclaró que ella esta-ba a favor de las reivindicaciones del movimiento estudiantil, que apoyaba las críticas y propuestas que diferen-tes sectores movilizados levantaban al respecto, pero que “estaba cansada” del accionar de las y los encapuchados/as. El discurso desde el poder, legitimó el accionar de esta mujer, pese a ser filmada agrediendo a al menos tres jóvenes y reconocerlo públicamente, nunca fue detenida ni formalizada, al Estado no le molesta la violencia ejercida en su nombre.

Si bien estos hechos adquirieron gran notoriedad, no han sido los úni-cos en su tipo. En prácticamente to-das las manifestaciones públicas del último tiempo2, es posible observar la tensión, a veces solapada y otras ve-ces explícita, entre quienes asumen la “manifestación ciudadana” (como se ha denominado a las marchas pacífi-cas, con “resguardo” policial y regula-das desde la intendencia); y quienes asumen la “confrontación directa”, es decir, el uso de la violencia contra las fuerzas represivas y los símbolos del

1 Weber, Max, “Economía y Sociedad” Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1995, Pág. 43.

Page 7: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 7

poder (edificios corporativos, mobi-liario público, buses del Transantiago, etc.).

El Estado y los medios de comu-nicación (el poder), para referirse a las manifestaciones de confrontación directa, habla de “infiltrados”, “vio-lentistas”, “vándalos”, “lumpen” y por supuesto, “anarquistas”. Normalmen-te es el subsecretario del interior o el intendente de turno, quien realiza conferencias de prensa para calificar los hechos como “graves” y tildarlos de “delincuencia”. Se amenaza con querellas y la aplicación de “todo el rigor de la ley”. Incluso se hace un llamado explícito a las y los organi-zadores de marchas y actos, para que “colaboren” con la policía, denuncian-do e impidiendo el accionar de “los violentistas” que quebrantan el orden público, llaman a las y los convocantes a asumir “su” responsabilidad de diri-gir y controlar la manifestación, así como a las y los asistentes. En buenas

cuentas, el llamado institucional es a actuar como aquella señora del 19 de octubre, es decir, a transformarse en el último brazo del aparato estatal, un llamado a actuar de forma ciudadana.

En este sentido, el debate fue ins-talado desde el poder en el seno de los movimientos sociales, específica-mente, generando la necesidad de de-finir explícitamente qué se considera acción política y qué no. Dicho de otra forma, distinguir entre lo que es propio de la política y lo que corres-ponde a delincuencia. Sin embargo, la pregunta de fondo es otra. Lo que interesa profundizar no es la distin-ción operativa entre una acción y otra. Lo relevante está justo antes de esa disyuntiva, en la definición política del debate mismo. Qué implicancias políticas tiene cada opción, qué polí-tica concreta hay detrás de establecer este debate, cómo la definición po-lítica del debate promueve o impide que los diferentes “tipos de manifes-

tación” desarrollen ca-pacidad de cuestionar la realidad y redefinir-la en un sentido u otro. Las preguntas que se presentan, apelan al status mismo de la po-lítica, es decir, al juego de fuerzas que define la realidad. Para pro-fundizar sobre estas interrogantes, resulta necesario revisar críti-

2 Si bien se ha constatado este hecho en las tradicionales marchas del 1 de mayo y 11 de septiembre desde ya varios años (por lo menos desde el 2005), durante el 2011 se presentó en casi todas las manifestaciones estudiantiles, e incluso en la carnavalesca marcha mapuche del 12 de octubre. Durante lo que va del 2012, este fenómeno ya se produjo en la marcha de 8 de marzo que conmemoró el día de la mujer trabajadora y que por primera vez, desde que se realiza, se desarrolló con incidentes violentos.

Page 8: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

8

camente uno de los conceptos claves de las sociedades modernas: la ciuda-danía.

La noción más recurrente de ciuda-danía corresponde a T. H. Marshall, quien analiza la evolución de este concepto como una respuesta frente a las desigualdades propias de la so-ciedad capitalista. El elemento más importante para la construcción de la ciudadanía, es la pertenencia a una comunidad específica o sociedad, lo que se manifiesta en el reconocimien-to y ejercicio de diferentes derechos y deberes, libertades y restricciones, privilegios y obligaciones. Marshall considera la ciudadanía como la acu-mulación de diferentes derechos y de-beres que poseen y ejercen los miem-bros de una sociedad, de acuerdo a su estado de desarrollo e institucionali-dad vigente. Estos derechos intentan terminar algunas de las desigualdades o desequilibrios producidos por la distribución de la riqueza, las dinámi-cas de libre mercado y la competencia económica, propias del capitalismo, intentando atenuar así, las diferencias existentes entre las clases sociales que componen una sociedad.

La ciudadanía se levanta como un principio de igualdad y pertenencia en una sociedad, así como también como un conjunto de derechos y deberes propios de esta pertenencia. Consiste en un criterio ordenador del tejido social, que suponen la igualdad entre individuos independientemente de sus diferencias económicas, cultu-rales y políticas, en definitiva trascen-diendo a sus respectivas identidades y diferencias de clase. Este es el princi-

pal sinsentido en la construcción de ciudadanía: Intentar ocultar o sus-pender la estructura social a partir de un status adquirido jurídica e institu-cionalmente, que no modifica las ló-gicas de dominio y explotación de las relaciones sociales predominantes en la sociedad capitalista. “El trabajador es, le guste o no, un trabajador todos los minutos de su vida; hasta cuando fornica por placer o por aumentar la prole no es más que fuerza de trabajo de valorización del capital. Como tal, no es igual, ni libre, ni ciudadano, ni propietario. Y ello ¡ni un solo minu-to de su vida! No es más que esclavo asalariado. Todavía ni siquiera se le ocurrió organizarse para defender sus intereses de trabajador y ya tiene toda la igualdad, la libertad, la propiedad... contra él”3 .

El concepto de ciudadanía, como proyecto político, implica asumir el escenario social capitalista como el único escenario posible, pues al negar las diferencias sociales producidas por el propio sistema e intentar instalar la igualdad entre individuos, excluye a las y los ciudadanos/as del quehacer político real, es decir, del juego de fuerzas por mantener o transformar la sociedad. La ciudadanía permite la diferencia de opiniones y el deba-te, permite la aparición de demandas ciudadanas y reivindicaciones sociales, incluso se fundamenta la existencia de diferentes partidos y agrupaciones gremiales o sociales que presionan so-bre determinados temas o demandas específicas, pero ninguna de estas “al-ternativas” supone realmente pensar y construir (o reconstruir) la realidad.

3 Qarmat, Miriam, “Contra la Democracia”, Ed. Rupturas, 2002, Pág. 13.

Page 9: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 9

¿Qué de político tienen estas opcio-nes entonces?

El secreto de la democracia y la ciudadanía, está precisamente en pre-sentar como alternativas opciones que realmente no lo son, en permitir supuestas divergencias que simulan el juego de lo político, pero que en el fondo sólo consolidan lo ya existente, la exclusión de muchos en la toma de decisiones, la perdida de control sobre las propias vidas y el entorno. El jue-go democrático se sustenta en que las diferentes demandas y reivindicacio-nes son presentadas y asumidas por la misma institucionalidad ya existente, es decir, nunca cuestionado directa-mente dicha institucionalidad. “La noción misma de estado, se ha entro-nizado como único modo en que la gente piensa que se puede organizar la vida colectiva”.4

Al no reconocer las diferencias de clase, género, generación, etnia, entre otras posibles desigualdades presentes en la sociedad capitalista, la concep-ción de ciudadanía limita el abordaje político de esos temas, es decir, im-pide pensarlos y abordarlos concreta-mente. Más aún, la conformación de sujetos sociales en función de dichas condiciones e identidades colectivas, resulta dificultosa y opuesta al flujo ciudadanista. En la sociedad demo-crática actual, no se enfrentan explo-tadores y explotados/as, oprimidas/os y opresores, sino sólo ciudadanos/as iguales en derechos pero diferentes en opiniones frente a un tema u otro. ¡La

construcción ideológica es completa!.“Mientras el proletariado ni si-

quiera se reconoce a sí mismo, cada miembro de la clase trabajadora, cada desposeído, funciona como un buen ciudadano, con libertades, deberes y derechos que derivan de su ciuda-danía, y acepta el conjunto de reglas de juego que lo atomizan y lo diluyen en el pueblo, donde sus intereses es-pecíficos de clase no tienen ninguna cabida. Como ciudadano, igual a to-dos; como elector, igual a todos; como vendedor y comprador, libre e igual a todos... no existe como clase. Ésta es precisamente la condición para el funcionamiento de la democracia”.5

Específicamente, la democracia moderna se articula como un verda-dero simulacro de participación, en el que todas y todos los ciudadanos/as, cumplen los requisitos formales de esa participación, aunque no inci-den en nada en la toma de decisiones. Se han perfeccionado y tecnificado al máximo los rituales eleccionarios, establecido los cargos a elegirse, dis-tribuyendo los votantes y candidatos, normando la periodicidad de las elec-ciones y la temporalidad de las cam-pañas, se subvenciona el gasto de los contendores y se sacraliza el ejercicio mismo del sufragio, todo el “envase” de la participación funciona esplén-didamente de acuerdo a derecho, aunque su “contenido” se ha perdido por completo. “No se trata ya de imi-tación ni de reiteración, incluso ni de parodia, sino de una suplantación de

4 Méndez, N. y Vallota, A., “El Anarquismo: Una Utopía que Renace”, Ed. Prokaos, Santiago, 2011, Pág. 2.

5 Qarmat, Miriam, “Contra la Democracia”, Ed. Rupturas, 2002, Pág. 10.6 Baudrillard, Jean, “Cultura y Simulacro”, Ed. Kairós, Barcelona, 1978, Pág. 11.

Page 10: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

10

lo real por los signos de lo real”.6

Probablemente, en el inicio de las revoluciones burguesas europeas, la democracia representativa constitu-yó el “reflejo” de la transformación radical desde la sociedad feudal a la capitalista. Sin embargo, este fe-nómeno también “enmas-cara y desnaturaliza” ese mismo fenómeno. La transformación social señalada, implica la con-solidación de la burguesía como clase dominan-te, no la apertura del poder político a todos/as las y los ciudadanos/as. Más aún, esa apertura nunca ocurrió, las clases bajas no gozan de privilegios sociales como reparto de la riqueza o capacidad de incidir concretamente en su entor-no. Finalmente, el juego democrático se enraizó en los estados nacionales burgueses, como simulacro de par-ticipación política. La democracia existente, lejos de fomentar e incluir en la toma de decisiones sobre la vida social, a la mayor parte de los habi-tantes de una comunidad, excluye a las mayorías y legitima la estructura existente. Incluso genera la invisibili-zación del verdadero juego de fuerzas, es decir, de la política misma.

“La democracia es representativa. El demos se constituye como cuerpo político solamente en el momento del voto, cuando es convocado periódica-

mente por la ley. La representación contiene una delegación total del po-der por todo el periodo del mandato. El voto es secreto. En consecuencia la política no es visible. La escena po-lítica es pública, como espectáculo,

y oculta en su mayor parte, como asunto de un grupo social

especializado, reclutado dentro de la burgue-

sía. Todo ello sabia-mente defendido por razón de Es-tado”.7

Los derechos propuestos por Marshall abar-

can diferentes ámbitos de la vida

social, pero sólo en conjunto configuran

una carta ciudadana que pretende limitar las diferencias

sociales y económicas. Los derechos civiles garantizan cierta autonomía personal, los derechos políticos una determinada forma de participación en la comunidad y por último, los derechos sociales un nivel en la cali-dad de vida aceptable socialmente. Su desarrollo se acompaña claramente de la evolución del aparato estatal, y de la institucionalización de diversas prácticas políticas, a través de leyes y normativas que garantizan libertades, establecen deberes y prohíben delitos. “En este espacio la igualdad es enten-dida como igualdad de derecho, o sea igualdad ante la ley. Igualdad pura-mente teórica que de hecho es com-patible con la jerarquía social”.8

7 Colombo, Eduardo, “De la Polis y el Espacio Social Plebeto” Ed. Nordam, Montevideo, 1993, Pág. 51.8 Colombo, Eduardo, “De la Polis y el Espacio Social Plebeto” Ed. Nordam, Montevideo, 1993, Pág. 51.

Page 11: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 11

Esta articulación jurídica y política de la ciudadanía, supone un ordena-miento racional y legítimo del Esta-do, denominado “Estado de derecho”, el que supone al menos los siguientes cuatro elementos constitutivos:

a) Definición explícita de atribucio-nes y funciones de cada sección del aparato estatal.

b) Progresivo establecimiento de normas sobre diferentes ámbitos de la vida, redefiniendo el límite entre lo público y privado.

c) Establecimiento de la democra-cia representativa como mecanismo de participación política.

d) Tecnificación de procedimientos y decisiones políticas.

Sin embargo, esta conceptualiza-ción del Estado, se presenta de forma ingenua y neutra, es decir, como si se tratase sólo de una entidad técnica y racional que administra los recursos en función de objetivos comunes. Esto constituye claramente otra fa-lacia propia de las teorías liberales.9 El “Estado es, fundamentalmente, un paradigma de estructuración jerár-quica de la sociedad... es construido a partir de la expropiación que efectúa una parte de la sociedad sobre la ca-pacidad global que tiene todo grupo humano de definir modos de relación, normas, costumbres, códigos, institu-ciones, capacidad que hemos llamado simbólico – instituyente y que es lo propio, lo que define y constituye el nivel humano de integración social. Esta expropiación no es necesaria-

mente ni exclusivamente un acto de fuerza: ella contiene y exige el postu-lado de la obligación política o deber de obediencia”10. El Estado lejos de ser neutral, es el principal instrumen-to político de la sociedad moderna, ha ejercido el rol de articulador de la so-ciedad capitalista desde sus orígenes, modificando su propia estructura en el desempeñar de esta función.

Por su parte, la ciudadanía no es sólo el complemento del Estado de derecho, sino su creación, el fruto de su accionar sistemático. En la actua-lidad, constituye el tejido social que el propio Estado establece para asen-tarse y legitimarse constantemente, levantándose como una articulación ideológica y material de las relaciones de dominación. La ciudadanía articu-la subjetividades y visiones de mundo referentes a la vida social, establece mecanismos de participación institu-cional, valores y temáticas frente a las que es necesario referirse constante-mente. Ciudadanía y Estado de dere-cho, constituyen dos elementos indi-solubles en la sociedad moderna, dos caras de la misma moneda. La prime-ra se levanta como es status de igual-dad y pertenencia de cada individuo a determinada sociedad, con su consi-guiente adscripción estatal. Mientras el Estado de derecho se levanta como la única forma racional y legitima de ordenamiento político. El garante de todos los derechos y el escenario pro-pio del quehacer ciudadano. La can-cha donde este tipo particular de su-jeto político se desarrolla y existe. La aparición de esta mujer y su bastón

9 Las teorías contractualistas de Hobbes, Locke y Rousseau son fiel ejemplo de esto.10 Colombo Eduardo, “El Espacio Político de la Anarquía”, Ed. Nordam, Montevideo, 2000, Pág. 57.

Page 12: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

12

por Jeremy Peña

Cada 1º de Mayo se conmemo-ra en gran parte del mundo el

día internacional de los trabajadores, en nuestro país no es la excepción ya que desde 1931 bajo la presidencia de Carlos Ibáñez del Campo se decreto este día como feriado oficial.

En nuestro país, año a año se rea-liza una manifestación en conmemo-ración y festejo al trabajador chileno, donde la idea de los convocantes es marchar en torno a la paz, entre bai-les, cantos, un desfile de colores y ale-gría por las calles, concluyendo con el dirigente sindical de la CUT, Arturo Martínez, en un discurso que entrega sus posturas, reivindicaciones, y algu-nas propuestas que plantea a la masa y al gobierno, para con éstas, de una buena vez, tener un Chile más justo e igualitario.

Pero (porque siempre hay un pero), no todos/as creemos en él. Nos repele con su burocracia sindical, su notoria necesidad de poder, su carácter refor-mista y su verborrea inocua. Noso-tros/as como Anarquistas, reivindi-camos el verdadero sentido histórico que tiene el 1° de Mayo.

El 1° de Mayo para nosotros/as es un día de lucha, otro día más de dar pelea al Estado y el Capital, un día de ven-ganza, en que los bailes, vítores, clamores, fes-tejos y colores, no van

de la mano con nuestra labor. Pese a que los partidos políticos condenen nuestra participación en esta fecha y digan que no nos pertenece, y que la prensa, fiel aliada de la burguesía y su poder corrupto, nos tilde de vánda-los y delincuentes, nosotros/as los/as Anarquistas, mantenemos siempre la frente en alto, con la historia respal-dando nuestro actuar, aunque a otros les moleste, les duela, aunque preten-dan acallarnos y no quieran reconocer la validez de nuestra forma de lucha.

EE.UU. Ciudad de Chicago 1886.

Todo comienza por la revuelta de Haymarket (EE.UU. Chicago). Este histórico lugar, fue punto de realiza-ción de una serie de protestas efectua-das por varias organizaciones sindica-les estadounidenses, con la finalidad de instaurar 8 horas como máximo para la jornada laboral.

Inicio de la Huelga.

La huelga fue masiva en los Es-tados Unidos. El 1º de Mayo había

de hockey es el resultado concreto de la política de construcción ciudadana propiciada por el Poder.

A las y los Oprimidos no nos interesa ser Ciudadanos/as…

Page 13: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 13

sido pacífico, pero en los días 2 y 3 las fuerzas represivas actuaron sin pie-dad, fuerzas represivas que cobraron la vida de 6 obreros, dejando además un centenar de heridos.

Por lo acontecido, los Anarquistas llaman para el día 4 de Mayo, a una concentración en Haymarket, con-vocatoria a la que asisten alrededor de 20.000 personas. El policía John Bonfield, al ver que el acto había fina-lizado, llama a más policías uniforma-dos para reprimir a los obreros, ya que a su juicio, no era pertinente que ellos estuvieran aún ahí. En ese momen-to estalla un artefacto explosivo que fue lanzado contra los efectivos poli-ciales. Uno es abatido, varios quedan

heridos, es ahí cuando la policía abre fuego, matando a varios trabajadores y deja alrededor de 200 heridos.

Ese hecho de violencia permitió a las autoridades judiciales, instigadas por varios políticos y diarios -princi-palmente el ‘Chicago Herald’- a de-tener y procesar a la plana mayor del movimiento sindical anarquista.

Así fueron arrestados el inglés Fiel-den, los alemanes Spies, Schwab, En-gel, Fischer y Lingg y los norteameri-canos Neebe y Parsons.1

Esa redada culminó con la muerte en la horca, el 11 de noviembre de 1887, de cuatro anarquistas (Fischer, Engel, Parsons y Spies). Años des-pués se comprobó que todos eran inocentes y que todo había sido un plan para descabezar a las organiza-ciones sindicales2.

El alemán Louis Lingg no fue eje-cutado ya que se suicido en su celda.

Por otro lado Fielden y Schwab son condenados a cadena perpetua.

Y Neebe a 15 años de trabajo for-zado.

En Europa y en un congreso de la II Internacional se acordó decretar el primero de mayo como día de re-cuerdo “simbólico”. Pero la fecha se les fue de las manos y en Estocolmo, así como en Barcelona y otras gran-des urbes, los trabajadores fueron a la huelga, la que repitieron hasta que la Internacional socialista se vio obliga-da a aceptar lo que los trabajadores indicaban con los hechos3.

De ahí en adelante el 1º de Mayo se repartió por todo el mundo como

1 http://labanderanegra.wordpress.com/2009/05/02/los-martires-de-chicago-historia-del-1%C2%BA-de-mayo/

2 Milos Pedro y Garcés Mario, Los sucesos de Chicago y el primero de Mayo en Chile, ECO, 1989.

Page 14: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

14

un día de rebelión.Los años fueron pasando y recién el

1° de Mayo de 1899, los Anarquistas llaman a conmemorar por primera vez en Chile, esta fecha tan gloriosa y relevante para el movimiento obrero.

De esta manera hemos ido repa-sando la historia, para de a poco ir dejando en claro que el 1° de Mayo no es un día para celebrar, no es un día de fiestas, comparsas y caravanas llenas de jolgorio. El 1° de Mayo es un día de rebelión, de revivir año tras año la lucha que llevaron a cabo los compañeros Anarquistas, peleando sin miedo contra el Estado, sus méto-dos represivos y sus patrones, codo a codo con los obreros.

El principio fundamental de la anar-quía es la abolición del salario y la sus-titución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre co-

operación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme.

Albert Parsons. (Mártir de Chicago)

Volviendo ahora al presente como Corriente Revolución Anarquista, es-tamos muy felices, ya que hace años no veíamos un 1º de Mayo con tan alta presencia de Anarquistas. Nues-tra invitación es a no quedarnos solo en las marchas, es hora de levantar fuertemente nuestras propuestas y fortalecer nuestros trabajos, no estan-carnos en la crítica, avancemos para crear ese hermoso mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.

Intentar dibujar un mapa político del actual movimiento anarquista

en la región chilena es una tarea muy difícil e interesante, pues abre de in-mediato la reflexión sobre las acciones en desarrollo y las diferentes perspec-tivas teóricas que las sustentan.

En este sentido, el primer elemen-to a considerar es la enorme diversi-dad presente en el mundo libertario.

Diversidad que se expresa en los diferentes proyectos y acciones que se están llevando a cabo (medios de comunicación, centros sociales, edi-toriales, trabajo sindical, marchas, ataques directos a símbolos del poder, entre muchas otras posibilidades). Esta misma diversidad se expresa en una amplia variedad de expresiones orgánicas o asociativas que incluyen

3 Hobsbawm, Eric, Gente poco corriente. Resistencia, rebelión y jazz, Crítica, Barcelona, 1999.

Page 15: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 15

grupos de afinidad, colectivos, organi-zaciones sociales e instancias políticas específicas. Obviamente, esta diver-sidad constituye una de las mayores fortalezas del movimiento libertario y es necesario rechazar cualquier in-tento de homogenización o acapa-ramiento del discurso y las prácticas libertarias por parte de algún sector determinado.

Obviamente, esta diversidad no im-pide reconocer la presencia de dife-rentes visiones teóricas y políticas del anarquismo, las que se expresan en acciones y proyectos alternativos e in-cluso excluyentes. Claramente el pla-taformismo e insurreccionalismo, en el último tiempo se han posicionado al interior del movimiento libertario a través de acciones y planteamientos concretos. Más allá de sus respectivas consignas, constituyen visiones muy diferentes de desarrollar el potencial revolucionario del anarquismo.

El plataformismo aparece en Chile a fines de 1999 con la fundación del Congreso de Unificación Anarco-Comunista (CUAC). Si bien en un primer momento constituyó un salto organizativo importante (articulación de pequeños colectivos en una orga-nización mayor), su accionar político pretendió homogenizar al anarquis-mo y absorber toda la diversidad del movimiento anarquista en su fallida “política de frentes”. Afortunada-mente, aquello no ocurrió, los frentes

propuestos por el CUAC no prospe-raron. La única excepción a esto, fue el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), que a pesar de haber sido creado como un “frente de masas” del extinto CUAC, logró sobrevivir y ad-quirir vida propia.

Posterior al intento homogenizador del CUAC, el plataformismo en Chi-le se ha desarrollado a través de dife-rentes instancias organizativas (más o menos peleadas entre sí). Todas ellas comparten un discurso político cada vez más a alejado del anarquismo, que se centra en el concepto marxista de “poder popular”1. El propio concepto anarquismo parece molestar al plata-formismo, pues esta completamente fuera de sus consignas y conceptua-lizaciones teóricas2. Más allá del dis-curso, las acciones desarrolladas por el plataformismo se confunden con las prácticas de cualquier grupo marxis-ta, participando y reproduciendo las lógicas verticales de sindicatos y fe-deraciones estudiantiles, ocultando su tendencia ideológica en su trabajo so-cial, estableciendo alianzas con otros partidos rojos sin cuestionar sus fines o prácticas, etc.

Peor aún, el plataformismo chileno, lleva varios años autodenominándo-se como la única propuesta seria del mundo libertario, descalificando en innumerables ocasiones los diferentes proyectos y acciones desarrollados por otros sectores del anarquismo criollo.

1 Concepto de tradición marxista, en Chile fue levantado principalmente por el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). Es muy decidor que Hugo Chávez en Venezuela utilice el concepto poder popular para nombrar a los diferente ministerios de gobierno (Ministerio del Poder Popular de Educación, Minis-terio del Poder Popular de Relaciones Exteriores, etc.).

2 Es extraño que algunos plataformistas criollos, realicen foros y debates sobre el movimiento anarquista en Chile o en Sudamérica en el extranjero, principalmente en Europa. Quizás allá hablar de anarquismo tenga mejores créditos.

Page 16: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

16

Al igual que la teoría leninista del partido político, el plataformismo no tolera otras voces, otros instrumentos y otras proyecciones de transforma-ción social. Ojala fueran así de intole-rantes con los rojos, con quienes gus-tan tanto de compartir parcelitas de poder (al menos a nivel estudiantil).

Por su parte el insurreccionalismo, ha estado presente en el movimiento anarquista en dife-rentes momentos históricos, sin em-bargo, sólo a partir del nuevo milenio, comienza a po-sicionarse como una de las tenden-cias políticas más fuertes al interior del movimiento libertario de la re-gión chilena. Su discurso político se caracteriza por ser directo y agre-sivo, cuestionando toda forma de autoridad, así como las lógicas de dominación que se repro-ducen en los diferentes ámbitos de la vida. Lamentablemente, el insurrec-cionalismo sólo constituye un legí-timo llamado a la rebelión, pero no enfatiza en los aspectos propositivos propios del anarquismo. La reduc-ción del anarquismo a sus negaciones (antipolicial, antirreligión, antimilita-rismo, etc.) hacen ver al anarquismo sólo como la ideología del antitodo, quitándole todo su potencial revolu-cionario, transformador de la realidad social. Después de todo, no queremos

destruir a la sociedad, sino al poder.Más aún, las y los insurreccionalis-

tas criollos se han caracterizado por criticar ácidamente los diferentes es-fuerzos de articulación social y políti-ca del anarquismo, reproduciendo de mala manera y sin mayores argumen-tos la crítica que Bonanno3 realiza a las organizaciones anarcosindicales europeas en su texto “Movimien-

to Ficticio y Movimiento Real” ha-cia toda expresión de anarquismo organizado. Muchas veces las y los insurrectos criollos tildan de “amari-llo” o “etapista”, los trabajos de otros sectores libertarios, suponiendo que quien no tenga una estética y consig-nas incendiarias, no debiera llamarse anarquista. El problema aumenta al no existir instancias serias de debate de ideas y argumentación, por lo que las críticas suelen darse por rumores o habladurías.

Por otra parte, el insurreccionalis-mo al fomentar grupos de afinidad y

3 Compañero anarquista italiano y uno de los principales ideólogos insurreccionalista.

Page 17: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 17

coordinaciones puntuales, a permiti-do el ingreso al movimiento libertario a varios/as ex militantes rojos, prin-cipalmente lautaristas y miristas, que después del fracaso político de sus or-ganizaciones de origen, han visto en el anarquismo una alternativa real de militancia. Si bien en algunos casos se trata de aportes interesantes, también ha significado la inclusión de lógicas caudillistas y ambigüedad ideológica, pues estos exmilitantes rojos tienden a mantener sesgos teóricos, mística y fetichismo en relación a su pasado partidista. Entre anarquistas y rojos, sólo debiese haber distancia, un rojo puede volverse libertario, pero recha-zando su partido de origen no reivin-dicando sus acciones (aunque hayan sido armadas).

Nosotros como organización políti-ca anarquista, no somos insurrectos ni plataformistas (aunque nos han dicho de ambas formas en distintos mo-mentos y lugares). Si bien podemos rescatar algunos elementos de ambas posibilidades, como la necesidad de organización política específica anar-quista o el concepto de guerra social, no creemos que estas tendencias sean las únicas dos opciones posibles de anarquismo. Por el contrario, hace va-rios años que estamos construyendo y levantando una propuesta anar-quista clasista y revolucionaria, que surge desde el seno de los conflictos sociales y se fundamenta en el con-cepto de autogestión. Es decir, en la organización y movilización de las y los oprimidos/as en función de sus necesidades e intereses, rompiendo con las lógicas de mercado y poder

presentes en toda la sociedad a través de instancias autónomas y horizonta-les de participación entre trabajado-res/as, estudiantes, vecinas/os, ami-gos/as, etc.

Nos organizamos como anarquis-tas, pero no queremos ser la única organización, mucho menos transfor-marnos en un partido. No ilumina-mos a nadie, pero tenemos propuestas concretas para enfrentar las injusticias sociales. Defendemos y apoyamos el legítimo derecho a rebelarse de cual-quier oprimido/a sea de la forma que sea, sin embargo, creemos que la re-vuelta debe ir acompañada de proce-sos reales y cotidianos de organización social y proyectos autogestionarios. Levantamos al anarquismo como tal, sin apellidos y sin intentar sinte-tizar su diversidad. Nos consideramos parte de un movimiento mucho más amplio que nuestro proyecto orgáni-co. Valorando los diferentes trabajos y acciones anarquistas más allá de lo incendiario o no de sus consignas.

Proponemos un anarquismo que critica y propone alternativas en el mismo movimiento, en cada acción cotidiana que desarrollamos, es de-cir, cuando se abre un centro social, cuando se pega un afiche en la calle, cuando se participa en la reunión de pobladores/as, cuando se rompe la verticalidad de un sindicato, cuando nos enfrentamos a la policía o cuando generamos procesos de autoeduca-ción. Proponemos levantar al anar-quismo como una alternativa al ca-pitalismo, estamos trabajando en ello y desde ya, te invitamos a sumarte a este proyecto.

¡¡Organizando la Lucha y Construyendo Autogestión!!

Page 18: El Puñal Negro 07 (Chile)

Mayo 2012

18

por Jorge Canales

Al salir por la entrada principal de la ciudad de Christiania

se puede leer «You’re now entering the EU» (“Está usted entrando en la Unión Europea”), ya que los habitan-tes de Christiania no se consideran pertenecientes a la UE.

Los medios de desinformación nos invaden con noticias sobre la actual crisis económica que esta viviendo el erróneamente llamado viejo conti-nente, pero existe un pueblo de poco más de mil habitantes,- entre ellos la palabra “Crisis” no se ha escucha-do por lo menos en una treintena de años- nos referimos a Christiania ubicado en Dinamarca.

La historia de construcción de lu-cha por un espacio autónomo y re-gulado por sus propios habitantes va

dando sus primeros pasos en 1970, “Un articulo de una revista alternativa, anunciaba el abandono de un regimiento, pro-poniendo a la vez ideas sobre su utilización, es-

pecialmente para viviendas de jóve-nes que no podían conseguir un lu-gar para vivir. La invasión fue masiva. Todo tipo de hippies, ocupas, macro-bióticos y artistas, se proponen reali-zar una vida basada en principios de libertad y comunidad”1

La forma de organizarse de este pueblo en sus primeros años de vida fue la división de diez zonas meno-res de autogobierno y cada una de ellas siendo la autoridad máxima “La asamblea General” no existiendo ca-bida para pequeños grupos de indi-viduos que tomen decisiones por los demás, en ellas participaban todos los habitantes. La vida en este barrio por supuesto no a sido color de rosa, en los 80 el Barrio Libertario fue acusado de ser el centro de la droga del norte de Europa y la fuente de todos sus ma-

les, esto debido al fuerte incremento de sustan-cias ilegales que invadía al hemisferio norte de la orbe, como el hachís y mayoritariamente la heroína, la respuesta de Christiania fue: orga-nizar programas para la rehabilitación y la ex-pulsión de los trafican-

1 “El Anarquismo en la Globalización” Osvaldo Escribano. Ediciones Espíritu Libertario pág. 112.

Page 19: El Puñal Negro 07 (Chile)

PUÑAL NEGRO

CRA 19

tes, si bien aquí no existen las leyes se han establecido una serie de nor-mas impuestas en conjunto: No a la violencia, ninguna droga fuerte, no a las armas de fuego y ningún comercio con edificios o viviendas entre otras.

En el barrio se toman decisiones de organización ocupándose de sus necesidades más próximas en lo que respecta a temas económicos y socia-les, las fuentes de trabajo como la he-rrería, carpintería, talleres de recicla-do de demoliciones, recogedores de basura además de los servicios nece-sarios para la comunidad como: Ta-lleres de bicicletas, anticuarios, locales de conciertos, guardería cooperativas además de una arquitectura muy par-ticular. Los servicios de electricidad y la salud ambiental son temas de prio-ridad para la comunidad, sus postu-lados son de carácter ecológico y sus actividades políticas tienen afinidad con esta temática. En este pueblo libertario han tocado músicos como Bob Dylan, Alannis Morrisete y Eric Clapton.

Este tipo de experiencia no se co-noce y no se divulga, entendemos cuales son los propósitos de callar o autocensurar este tipo de iniciativas, de todas maneras se sabe que el Ba-rrio Libertario se convirtió en obje-to de estudio de un instituto oficial de investigación. Los investigadores concluyeron que las autoridades po-dían aprender mucho sobre Christia-nia, y que la experiencia podía ser uti-lizada en muchos lugares del mundo.

En 1995 la cantidad de niños ha-bía aumentado tanto que los padres y los activistas comenzaron a construir la cuarta institución para niños de la zona. La casa ecológica para niños,

con un colector solar y un aseo de humus, fue el primer edificio nuevo para uso público que se construyó en Christiania. La falta de fondos colec-tivos impidió que se pusiera en uso antes del verano de 1996.

Desde 1994, los residentes pagan impuestos y tarifas por los servicios de agua, electricidad y recolección de basura. El futuro de Christiania es incierto, sin embargo, porque las autoridades danesas presionan por su eliminación. Luego de amargas ne-gociaciones que resultaron en que el área fuera cerrada al acceso público, en junio de 2011, los residentes de Christiania acordaron colectivamente crear un fondo para comprar formal-mente la tierra por precios más bajos que los del mercado.

Si bien Christiania no se considera Anarquista es importante recalcar su carácter de autonomía en el que los individuos toman conciencia real de sus decisiones que le atañen, partici-pando activamente en su proceso de formación de sus vidas, siendo res-ponsables del futuro que le dejaran a sus hijos en los que ellos serán actores primordiales de las decisiones econó-micas políticas y sociales.

Es por ello que recalcamos lo im-portante que puede ser este tipo de experiencias por su nulo grado de es-tructura centralista, facilitando la so-lidaridad entre sus miembros, solo la experiencia en sistemas de organiza-ción autogestionadas nos darán la ra-zón de construir un futuro Anárquico en el cual los individuos seamos capa-ces realmente de ser los responsables de nuestro futuro próximo y el de los suyos, salud!!!

Page 20: El Puñal Negro 07 (Chile)

Puñal Negro es producido, editado y difundido por Corriente Revolución Anarquista.

Si deseas enviar un artículo, un aporte o simplemente opinar, contáctanos a nuestro mail [email protected].

- www.revolucionanarquista.cl –