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Capítulo 3 EL PODER Y LA TEORíA REALISTA Teoría realista versus utopismo La teoría realista dominó el estudio de las relaciones internacionales en Estados Unidos desde los años cuarenta a los años sesenta. Más aún, lo que se llama el paradigma tradicional del sistema internacional se basa en los presupuestos que se encuentran en la teoría realista: 1) que las na- ciones-estado, en un sistema "centrado en los estados", son los agentes -clave; 2) que la política interna puede separarse claramente de la política - exterior; 3) que la política internacional es una lucha por el poder en un entorno anárquico; 4) que hay gradaciones de capacidades entre las nacio- nes-estado -grandes potencias y estados menores- en un sistema inter- nacional descentralizado de estados que poseen igualdad legal o soberanía. Sin embargo, desde los años setenta, ha habido no sólo una revitalización del interés en el realismo, sino la emergencia de un enfoque neorrealista de amplia base, descrito en este capítulo. Los libros de texto de los espe- cialistas realistas y sus otros escritos, a menudo orientados hacia la polí- tica, especialmente en la generación posterior a la Segunda Guerra Mun- dial, han tenido una amplia circulación tanto en círculos oficiales como académicos. La influencia de tales trabajos sigue siendo sustancial a fines del siglo xx. La teoría realista a este respecto , al igual que el utopismo, es normativa y orientada hacia la política, si bien sus defensores preten- den presentar un análisis basado en un marco teórico tomado de la histo- ria del sistema internacional, especialmente la era del clásico equilibrio de poder' europeo. En parte, teoría realista se presenta como una crítica gel . utopismo, cuyo énfasis normativo es la posibilidad de transformar . .el ' sistema del estado-nación a través del derecho internacional y la organi- zación. En marcado contraste, el realismo plantea que las perspectivas de realizar una dramática y fundamental transformación en el sistema internacional no son grandes. El sistema internacional está configurado por numerosas fuerzas, muchas de las cuales no cambian y son inmodifi- cables. A diferencia de los utopistas, los realistas suponen que no hay una armonía de intereses esencial entre las naciones. Por el contrario, sugieren que las naciones-estado a menudo tienen objetivos nacionales en conflicto, algunos de los cuales pueden llevar a la guerra. Los atributos de poder de los estados, pero también las metas políticas planteadas, son cruciales para el resultado de un conflicto internacional y para la capacidad de un Estado de influir en el comportamiento de otro. Sin embargo, pocas veces, si es que alguna vez se da, la noción de capad da- 91

El Poder y La Teoria Realista

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  • Captulo 3

    EL PODER Y LA TEORA REALISTA

    Teora realista versus utopismo

    La teora realista domin el estudio de las relaciones internacionales en Estados Unidos desde los aos cuarenta a los aos sesenta. Ms an, lo que se llama el paradigma tradicional del sistema internacional se basa en los presupuestos que se encuentran en la teora realista: 1) que las na-ciones-estado, en un sistema "centrado en los estados", son los agentes -clave; 2) que la poltica interna puede separarse claramente de la poltica -exterior; 3) que la poltica internacional es una lucha por el poder en un entorno anrquico; 4) que hay gradaciones de capacidades entre las nacio-nes-estado -grandes potencias y estados menores- en un sistema inter-nacional descentralizado de estados que poseen igualdad legal o soberana. Sin embargo, desde los aos setenta, ha habido no slo una revitalizacin del inters en el realismo, sino la emergencia de un enfoque neorrealista de amplia base, descrito en este captulo. Los libros de texto de los espe-cialistas realistas y sus otros escritos, a menudo orientados hacia la pol-tica, especialmente en la generacin posterior a la Segunda Guerra Mun-dial, han tenido una amplia circulacin tanto en crculos oficiales como acadmicos. La influencia de tales trabajos sigue siendo sustancial a fines del siglo xx. La teora realista a este respecto, al igual que el utopismo, es normativa y orientada hacia la poltica, si bien sus defensores preten-den presentar un anlisis basado en un marco terico tomado de la histo-ria del sistema internacional, especialmente la era del clsico equilibrio de poder' europeo. En parte, l~ teora realista se presenta como una crtica gel .utopismo, cuyo nfasis normativo es la posibilidad de transformar . .el 'sistema del estado-nacin a travs del derecho internacional y la organi-zacin. En marcado contraste, el realismo plantea que las perspectivas de realizar una dramtica y fundamental transformacin en el sistema internacional no son grandes. El sistema internacional est configurado por numerosas fuerzas, muchas de las cuales no cambian y son inmodifi-cables. A diferencia de los utopistas, los realistas suponen que no hay una armona de intereses esencial entre las naciones. Por el contrario, sugieren que las naciones-estado a menudo tienen objetivos nacionales en conflicto, algunos de los cuales pueden llevar a la guerra.

    Los atributos de poder de los estados, pero tambin las metas polticas planteadas, son cruciales para el resultado de un conflicto internacional y para la capacidad de un Estado de influir en el comportamiento de otro. Sin embargo, pocas veces, si es que alguna vez se da, la nocin de capad da-

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    des o poder es sinnimo, en la teora realista, de los niveles de fuerza estri~ tamente militares. Se dice que el poder es un fenmeno multidimensional, tanto con componentes militares como no militares y los tericos realistas han -desarrollado marcos para clasificar los elementos del poder nacional. Tales- capacidades incluyen no slo fuerzas armadas sino tambin niveles de tecnologa, poblacin, recursos naturales, factores geogrficos, forma de gobierno, liderazgo poltico, estrategia e ideologa. En resumen, el poder consiste en factores cualitativos y cuantitativos. Su eficacia como conjun-to de capacidades mantiene una relacin necesaria con las metas para las cuales se lo utilizar, tanto como con los medios disponibles para otros agentes en armona, con o contra los cuales el poder se utilizar.

    Los tericos realistas suponen que ciertos factores en gran medida. inmutables, tales como la geografa y la naturaleza del comportamiento humano, configuran la conducta internacional. En contraste con el utopis-mo, el realismo sostiene que la naturaleza humana es esencialmente cons-tante, o al menos no fcilmente alterable. En el marco utpico, se dice que el comportamiento humano es mejorable y quizs inclusive perfec~ tibIe. Los utopistas se basan en la idea de que se puede lograr que llj., poltica se adecue a un patrn tico. Las normas de comportamiento, tale~ como aquellas especificadas en el derecho y la organizacin internacionales;r pueden establecerse y, ms tarde o ms temprano, . pueden convertirse en. la base del comportamiento internacional. En contraste, los realistas plan: tean que hay graves limitaciones en la medida en la cual la reforma poltic~ o la educacin pueden alterar la naturaleza humana: la humanidad es mala" pecadora y busca el poder. Segn la teora realista, la naturaleza hum~~ na no es innatamente buena o perfectible. La tarea del estadista consist~ en disear el marco poltico dentro del cual puede minimizarse la pr9~ pensin humana a comprometerse en conflictos. De all que los au~or~ t. realistas subrayen los mecanismos regulatorios tales como el equilib~~ de poder, estudiado con mayor detalle en el Captulo 1. Debido a la difict,ll') tad de lograr la paz a travs del derecho y la organizacin internacio~ales, o aun 'por medio de un gobierno mundial, es necesario disear otros pl~ nes para el manejo del poder. El equilibrio de poder se dice que sumjni J tra un recurso regula torio importante para impedir que cualquier naciq: u otro grupo poltico logre la hegemona. ; ~~ .. ' / Los realistas generalmente coinciden en que l.a.nbicaGifm ... de UD Esta~ ::W!cta..sus .capacidades nacionales y la (}rientaci.n...d~....su . poJ.tica-..(ilxteri~~ Se dice que la geografa configura las opciones disponibles para los est~l dos y que impone limitaciones -a menudo severas- a las opciones abif1~j tas a los estados en sus polticas exteriores. Debido a la geografa, ciertA~ estados son ms vulnerables que otros a la conquista extranjera. Algunl naciones ocupan posiciones geogrficas estratgicamente ms impor~~~ tes que otras. El acceso a los cursos de agua claves y la medida en la ,cual la configuracin de las fronteras expone a un Estado a los vecinos hostil~ ' o genera proteccin respecto de ellos, se sostiene que influyen su, PQltiS exterior. La ubicacin geogrfica afecta el clima y la extensin de la es cin de crecimiento de los cultivos, as como la capacidad de movilizarse contra otras naciones. Tales variables se discuten ms plenamente en el Captulo 2. En suma, factores geogrficos, demogrficos, vinculados con

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    los recursos y geopolticos son centrales para la teora realista de las relaciones internacionales.

    Ms an, los reali~tas suponen que los principios morales en su for-mulacin abstracta no pueden aplicarse a acciones polticas especficas. El estadista opera en un entorno internacional que se distingue del entorno propio del Estado por la ausencia: de instituciones polticas con autoridad, sistemas legales y patrones de conducta comnmente aceptados. En con-secuencia, los patrones de conducta en el nivel internacional difieren de aquellos que gobiernan el comportamiento dentro de una unidad nacio-nal. En palabras de George F. Kennan: "El gobierno es un agente, no un patrn. Su obligacin primordial es respecto de los intereses de la sociedad nacional que representa, no respecto de los impulsos morales que los elementos individuales de dicha sociedad puedan experimentar".! t Si bien no todos los realistas consideran que el estadista, en tanto que estadista, es amoral, ponen, sin embargo, a menudo menos nfasis en l,Qs patrones abstractos de comportamiento en la conducta internacional tiue la teora utpica. El estadista que acta en nombre de los intereses 4,c:;1 Estado necesariamente materializa un patrn de conducta sustancial-~~nte diferente del propio del individuo dentro de una unidad poltica 'd\1Hizada y del propio del individuo en tanto que individuo. El estadista #!.(ha comprometido, por juramento, a salvaguardar la unidad poltica de ~.am.enaza externa. En un mundo de naciones-estado sobre las cuales no MY autoridad legal y poltica superior, el poder del estado-nacin se con-u erte en el rbitro ltimo. La proteccin del estadonacin de sus enemi-M, fen un sistema internacional que COntiene potencias revolucionarias, {

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    E~ poder como determinante d'el comportamiento internacional 1-

    Poder es la palabra que ms a menud'O se usa en el estudi'O de la ciencia p'Oltica, especialmente en las relaci'Ones internaci'Onales. La ausencia, en el nivel internaci'Onal, de instituci'Ones adecuadas y pr'Ocedimient'Os para res'Olver c'Onflict'Os c'Omparables a aquell'Os pr'Opi'Os de la may'Ora de l'Os sistemas p'Oltic'Os intern'Os, hace del llamad'O element'O de p'Oder alg'O ms 'Obvi'O que en el nivel intern'O. En un libro de text'O publicad'O p'Or pri-mera vez en 1933, Frederick L. Schuman s'Ostena que en el sistema inter-nacional que carece de un g'Obiern'O comn, cada unidad "necesariamente busca la seguridad c'Onfiand'O en su pr'Opi'O poder y c'Onsiderand'O c'On alar-ma el p'Oder de sus vecinos".3 Segn Nicholas J. Spykman: "T'Oda la vida civilizada descansa en ltima instancia en el p'Oder". El p'Oder es la capa-cidad de m'Over al individuo o a la c'Olectividad humana de alguna f'Orma deseada, a travs de la "persuasin, la c'Ompra, el trueque 'O la c'Oercin".4 lIans J. M'Orgenthau inclusive defini la p'Oltica internaci'Onal, y p'Or ciert'O a t'Oda la p'Oltica, c'Om'O una "lucha p'Or el p'Oder". As el p'Oder ha sid'O c'Onceptualizad'O -c'On cierta c'Onfusin- tant'O c'Om'O un medi'O y c'Om'O ul fin. M'Orgenthau s'Ostena que el p'Oder es "el" c'Ontr'Ol del h'Ombre s'Obre la mente y las acci'Ones de 'Otr'Os h'Ombres".s R'Obert Strausz-Hup man-tena que la p'Oltica internaci'Onal est "d'Om:inada p'Or la bsqueda de p'Oder" y que "en cualquier per'Od'O dad'O de la hist'Oria c'On'Ocida, haba vad'Os estad'Os trenzad'Os en conflict'Os m'Ortales, t'Od'Os deseand'O el aumen-to la preservacin de su p'Oder".6 Arn'Old Wolfers aduca que el p'Oder es 'la ' capacidad de m'Over a l'Os 'Otr'Os 'O l'Ograr que hagan 1'0 que un'O quiere qcle hagan y n'O hagan 1'0 que un'O n'O quiere que hagan". Ms an, c'Onside-raba l;importante "distinguir entre p'Oder e influencia" el primer'O alude a la capacidad de m'Over a 1'05 dems p'Or medi'O de la amenaza o el hech'O de infligirles privaci'Ones; el segund'O, a la capacidad de hacerlo a travs de pr'mesas -oconcesi'Ones de benefici'Os"? J'Ohn Burt'On, quien claramente nol res ' un/:exp'Onente de la escuela terica realista 'O Realpolitik, sugiere quJj~probablemente n'O haya un fact'Or c'Omn ms grande en t'Od'O el pen-sinientd {leIl as' relaciones internaci'Onales que el presupuest'O de que los esta:dos.:depehden para su existencia del p'Oder y l'Ogran sus 'Objetiv'Os a

    tl'a~s" :ael p'Oder, lo cual c'Onvierte al manej'O del p'Oder en el principal pr6bfemd' qUe (debe res'Olverse".8 Segn R'Obert Gilpin, el p'Oder abarca las capacidades inilitares, ec'Onmicas y tecn'Olgicasde l'Os estad'Os, mientras 'que el prestigio 1 c'Onsiste en las "percepci'Ones de 'Otr'Os estados respect'O de las capacidades de un Estad'O y su capacidad y disp'Osicin a expresar su poder"." ,i!

    Com'O'rse b~: se~ad'O en 'Otra parte de este captulo, se dice que el p'Oder de .un Estad'O c'Onsiste en capacidades, algunas de las cuales s'On de naturaleza econmica -tales c'Omo los niveles de industrializacin y pr'O-ductividad; el pr'Oducto bruto naci'Onal, el ingres'O naci'Onal y el ingreso per cpita. En un anlisis' de las dimensiones econmicas de la poltica internaci'Onal y en l'Os aspectos poltic'Os de la economa internacional, Charles P. Kindleberger evala el p'Oder en sus c'Ontext'Os ec'Onmicos y

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    polticos interrelacionados. Define el poder como "fuerza capaz de ser utili.:. zada eficazmente", es decir, "fuerza ms la capacidad de usarla eficaZ-mente" lO en apoyo de algn objetivo. As, al igual que muchos otros escritores, Kindleberger distingue entre medios y fines, o el uso de los medios para el logro de los fines. As, la fuerza es un medio que existe aun en ausencia de su uso para alguna meta, mientras que el poder es el uso de la fuerza para un fin especfico. Segn Kindleberger: "El pres-tigio es el respeto que se siente por el poder. La influencia es la capacidad de afectar las decisiones de otros. El dominio se define como la condi-cin en la cual A afecta un nmero significativo de decisiones de B sin que B afecte las de A",11 El poder as conceptualizado est vinculado en el: anlisis de Kindleberger a la adaptabilidad y flexibilidad de la economa de una nacin. Tal es el sentido de eficiencia en el uso del poder. As, el poder es dinmico y cambiante, ms que esttico por naturaleza. Es pro-bable que aquellos estados u otras entidades ms capaces de ajustarse al cambio posean poder y hagan un uso muy eficaz de l en apoyo de me-tas planteadas. -

    Segn Klaus Knorr, el poder, la influencia y la .interdependencia: estn inextrieablemente vinculados. Dos estados pueden estar en conflicto por algunos temas mientras que cooperan en otros. "Cuando cooperan, se bene-fician de la creacin de nuevos valores, materiales o inmateriales. Cuando estn en conflicto, intentan ganar valores a expensas : del otro. En -cual-quier caso, son interdependientes." -12 El poder se vuelve importante en situaciones conflictivas, mientras que la influencia es central tanto en cir-cunstancias de conflicto -como en relaciones cooperativas. El poder puede ser utilizado coercitiva o no coercitivamente. "Cuando el poder se usa coercitivamente, un agente (B) es influenciado si adapta su comporta-miento en cumplimiento de, o en anticipacin de, los requerimientos de otro agente (A), sus deseos o propuestas." Knorr sugiere que el trmino poder lo emplean ciertos autores para identificar toda influencia, sea: coercitiva o no coercitiva. Prefiere invocar el trmino poder para designar "slo el ejercicio de la influencia coercitiva",13 Al desarrollar un modelo para el anlisis de la utilidad del poder militar por parte de un agente (A) contra otro agente (B), KnOIT identifica cuatro factores bsicos: 1) la estimacin de B de los costos de ceder a una amenaza de A; 2) la estima-cin de B de los costos de desafiar la amenaza de A; 3) la habilidad de negociacin de B respecto de la de A y 4) la propensin de B a actuar racionalmente y asumir riesgos,14 Knorr sostiene que muchas variables "intervienen en la determinacin de si una amenaza armada se har o no efectiva, y en qu medida",15

    Se dice que la interdependencia connota la capacidad de un Estado para influir en otro de alguna forma. Si la interdependencia es mutua, cada uno podra perjudicar tanto al otro como a s mismo cortando la: relacin que existe entre ellos. As los costos y los beneficios de ejercer poder para cada parte en una relacin interdependiente aumentan en la medida en que crece el nivel de interdependencia. Segn David Baldwin, las relaciones de dependencia representan una forma de influencia en la: cual la capacidad de un agente, por ejemplo, para cortar el suministro de un recurso crtico tal como el petrleo a otro agente, puede suministrar

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    la base para que influya la parte en desventaja en otras reas por igual.16 Claramente vinculado est el tema del costo al analizar la relacin entre poder y dependencia. El nivel de dependencia est determinado, sea por los costos de oportunidad de renunciar al tema en cuestin -por ejemplo e l -petrle~ o por la medida en la cual el Estado dependiente puede sustituir. el petrleo por el de otro proveedor o por otra fuente de energaP De igual forma, James A. Caporaso sostiene que la naturaleza de la de-pendencia incluira: 1) la magnitud del inters del Estado dependiente en el deseo de un -bien; 2) el alcance del control sobre el producto en eestin de la parte que ejerce influencia y 3) la capacidad del Estado dependiente de encontrar una fuente alternativa del producto del cual eXiste un nivel particular de dependencia.18

    1 El poder existe, en cierta medida, a los ojos de quien observa. El elemento de percepcin, o evaluacin subjetiva, puede ser alto para calcu-lar la resolucin de un adversario a usar efectivamente el poder a su disposicin. Similares consideraciones funcionan en la teora de la disua-sin (ver Captulo 9), la cual a su vez est estrechamente vinculada con el poder tal como se lo discute aqu. La dimensin perceptiva del poder. ha sido estudiada haciendo listas de 103 naciones en trminos de p~rcepcin del poder. Se ha llegado a la conclusin de que el poder nacio-nal percibido est en cierta forma en funcin de los gastos militares si el E!!tado no ha sufrido una guerra recientemente.19 Otro estudio desarrollaba una -concepcin multidimensional de la influencia para comparar el poder percibido de siete naciones: China, la Repblica Federal de Alemania, Fr.ancia, Japn, la Unin Sovitica, el Reino Unido y Estados Unidos.

    1 Los atributos de la influencia consistan en 1) : recursos humanos; 2) -podero econmico o riqueza; 3) tecnologa; 4) comercio; y 5) podero militar. Los estados estaban incluidos en la lista segil valores numricos atribuidos a cada uno segn opinin especializada. Los autores llegaban a- la conclusin de que la riqueza y el podero militar, por s mismos, no san necesariamente suficientes para ganarle a una nacin la condicin de superpotencia, si bien las capacidades militares en desarrollo pueden suministrar un "camino conveniente y relativamente barato" hacia la in-fluencia, especialmente para los estados pobres, en un perodo de tiempo relativamente corto.2D Sin embargo otro autor se pregunta: "Dada la natu-raleza altamente psicolgica de las relaciones de poder, alguna vez es posible usar la informacin disponible para medir el poder?".21 Ms all de las medidas cuantitativas concretas del poder mismo, las percepciones que tienen los aliados y los adversarios por igual forman un componente necesario de la medicin del poder. Ms an, la autopercepcin puede constituir, para un Estado, aun otro ingrediente en sus clculos de poder.

    ~orejemplo, a fines del siglo xx, la discusin de los dficit federales y los llesequilibrios comerciales entra en las estimaciones del poder norteame-nkana, Cmo medir concretamente dichas variables y cmo vincularlas con t ipCils.; especficos de poder, tales como la capacidad militar, sigue siendo llIb ptpblema formidable y no resuelto. , (;1 r El, poder por lo general se ha considerado una relacin de influencia ~j.capacidad de un agente de inducir a otro a actuar de alguna forma

    4es~adr, o -a no incurrir en un comportamiento no deseado.22 Segn Mi-

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    chael P. Sullivan: "El poder puede no slo ser distinguid;o . de las .capaci-dades puras, tambin puede diferenciarse del uso de la fller~. ,~l poder puede estar presente en situaciones donde la fuerza no se usa. 1 J'or, clerto, algunos aducen que tales ejemplos son ilustraciones del poder ltim~of.uando una parte influye en la otra para que acte sin siquiera, PO,~;~t las capacidades necesarias supuestas. 'El poder', entonces, puede volverse un control psicolgico sobre los dems".23 La capacidad de ejercer tnfluenciq en otro, se ha sugerido, sin el gasto concreto de capacidades, representa el empleo ms eficaz del poder. En tal concepcin, no es ya el uso del poder, como en una campaa militar, lo importante, sino ms bien la sombra poltica supuestamente proyectada por su posesin percibida. As, el poder se convierte en el "filo" de la diplomacia.

    Considerando tambin el poder como una relacin de influencia, K. J. Holsti sugiere que el poder es un concepto multidimensional que consiste en 1) los actos por los cuales un agente influye 'en otro; 2) las capacidades utilizadas para este fin y 3) la respuesta solicitada. Holsti conceptualiza el poder como un medio para un fin, aun cuando algunos lderes polticos pueden buscar la influencia como un fin en s mismo, al igual que alguna gente puede valorar el dinero no slo por lo que puede comprar sino por s mismo. En resumen, Holsti define el poder como la "capacidad general de un Estado de controlar el comportamiento de otros".24 Planteadas de forma diferente, se buscan respuestas a estas preguntas: a la luz de nues-tras metas, qu tipo de comportamiento buscamos obtener de otro agente y cmo tal agente puede ser inducido a hacer lo que queremos? Qu ca-pacidades estn disponibles para usarlas en apoyo del nuestra meta? Cul es probable que sea la . respuesta a nuestro esfuerzo por influir en el com-portamiento de otro agente? 25 En semejante anlisis del poder, la idea de causacin est implcita. Se dice que poseer poder conduce a la ame-naza de su uso o su uso concreto para producir un resultado deseado. Aquellos que objetan las teoras de base causal del comportamiento po-ltico, ~gicamente desestiman la teora del poder que se basa en la causalidad.26 En semejante crtica, se nos lleva nuevamente a una de las perdurables cuestiones del poder y el comportamiento poltico: formulada de forma simple, en qu medida pueden las intenciones de los estados, como agentes polticos, inferirse de las capacidades que poseen?

    De particular inters ha sido la estimacin y medida del poder. Se-gn Robert J. Lieber, se dice que el poder es

    la moneda del sistema poltico, de la misma forma en que el dinero es la moneda de la economa. Es decir, no podemos comer o vestir-nos o alojarnos sin dinero, pero el dinero permite acceso a los bienes y servicios con los cuales podemos alimentarnos, vestirnos y alojar-nos. y tanto como los flujos de dinero se adecuan bien al anlisis cuantitativo de los economistas, esta concepcin del poder debera suministrar la oportunidad de cuantificacin.27

    Karl Deutsch considera al poder como

    un smbolo de lil capacidad de cambiar la distribucin de los resulta-

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    dos y especialmente los resultados del comportamiento de la gente. A este respecto, el poder puede compararse en ciertos sentidos al di-nero, que es nuestro smbolo estandarizado habitual para comprar poder, es decir, de nuestra capacidad para cambiar la distribucin de bienes y recursos.28

    David A. Baldwin sostiene que el poder es situacionalmente especfico. Si bien el poder es mucho menos intercambiable que el dinero, algunos aspec-tos del poder son ms intercambiables que otros y as puede establecerse un orqen entre ellos. Si el poder debe vincularse con la situacin en la cual se lo utiliza, o est disponible para usrselo, sostiene Baldwin, cate-gorizar a los estados como "grandes potencias" o "pequeas potencias" es inadecuado, si no motivo de confusin, dado que tales trminos se vincu-lan con un contexto situacional generalizado ms que especfico, o una zona de temas particular.29 Existe la necesidad, segn se sugiere, de que los estudiosos de la poltica internacional examinen los "mltiples modelos distributivos" del poder en un gran nmero de zonas de temas, mientras reconocen las limitaciones del anlisis de poder que surge de la ausencia de un denomindor comn de valor poltico para comparar formas dife-rentes y usos diferentes del poder.

    Segn Jeffrey Hart, el poder puede observarse y medirse por refe-rencia a tres enfoques: 1) el control sobre los recursos; 2) el control de los agentes y 3) el control de los acontecimientos y resultados. Se dice que el ltimo enfoque -acontecimientos y resultados- constituye el punto focal ms promisorio para observar y medir el poder en las relaciones internacionales, si bien la mayora de los anlisis del poder, como se ha sealado en este captulo, se ha basado en el control de los recursos, tales como gastos militares, tamao de la capacidad militar, poblacin y nivel de desarrollo econmico.30 Debe inferirse que el poder medido como con-trol de los acontecimientos y resultados se vuelve, en ltima instancia, situacional. Pero la medicin de un resultado se vincula, a su vez, con las preferencias de los agentes en una relacin de poder.

    Jack H. Nagel ha sugerido que "la medicin y observacin de prefe-rencias ser una dificultad fundamental en el estudio del poder, restrin-giendo severamente los resultados a partir de los cuales el poder puede medirse".31 Nagel defiende un anlisis del poder basado en datos que vinculen causalmente las preferencias a las explicaciones de los resulta-dos. Plantea que este problema se extiende a la teora de la motivacin en psicologa, tanto como a la teora de los juegos y a la teora de la decisin. Segn Herbert Simon y Roderick Bell, el prerrequisito esencial para la medicin del poder es un marco terico o teora del poder.32 El uso de nmeros cardinales para medir el poder implica que las unidades obser-vadas o medidas tienen las mismas propiedades de los nmeros cardinales o son isomorfas a ellos. As el problema del poder y su medicin se vincu-la ms con las deficiencias propias de la teora existente que con las tc-nicas de medicin mismas, por formidables que sean estas tcnicas. Toda-va en otro enfoque de la medicin del poder, Jacek Kugler y William Domke han construido un marco basado en los recursos disponibles para un gobierno y su capacidad de extraerlos, movilizarlos y utilizarlos en apo-

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    yo de una met'a especfiCa. El poderionacional se define corno la- suma de las capacidades internas de un Estado (la base social) y los recur-

    ~os externos (en forma de ayuda de aliados o asistencia a otras tierras del exterior). Los estados que estn directamente amenazados es probable que sem ms capaces que otros estados de movilizar recursos. Los esta-dos bajo tensin de guerra son capaces de movilizar vastos recursos. Segn este anlisis, las diferencias en las formas de gobierno -pluralis-tas o totalitarios- no configuran de forma decisiva el nivel de movilizacin de recursos. Estos autores tambin encontraron que, mientras los estados ms ricos pueden movilizar cantidades mayores de recursos sociales, los estados ms pobres son ms eficaces en subir sus niveles de extraccin porque existe una mayor cantidad de "inactividad" poltica en los pases menos desarrollados que puede movilizarse durante los perodos de tensin.33

    Los problemas de cuantificacin del poder han demostrado sin duda ser grandes. La incapacidad de los especialistas en ciencia poltica y de otros para desarrollar medios adecuados de cuantificacin de poder, da cuenta, en no pequea medida, del fracaso de las teoras de las relaciones internacionales basadas en la cuantificacin para ser aceptadas amplia-mente, frente a las teoras del comportamiento econmico y, en especial, la econometra. En las relaciones internacionales, el poder se ha conside-rado relativo a las metas por las cuales se lo utiliza. Como ya lo hemos visto, el poder ha sido conceptualizado para incluir factores tangibles como las capacidades militares y elementos intangibles tales como la voluntad poltica. Medir tanto el poder concreto como el potencial, por difcil que sea, ha sido y sigue siendo una preocupacin centtal de los gobiernos en todas partes del mundo, cosa que promete ganar importancia en la medida en que las capacidades de los estados aumenten con la difusin de tecnologas a fines del siglo xx. La medicin del poder tambin se volver ms compleja como consecuencia de la creciente importancia de 'Sus dimensiones econmicas y en la medida en que una mayor variedad de sistemas de armas de precisin sin precedentes y alcance, estn a dis posicin de un mayor nmero de agentes.

    Especialmente en la ltima generacin se han desarrollado nume-rosos indicadores de capacidades militares relativas. Si la relacin es trat-gico-militar entre Estados Unidos y la Unin Sovitica sigue siendo central para la poltica internacional a fines del siglo xx, la capacidad de evaluar tendencias en los niveles de fuerza relativos de las superpotencias les preo-cupar por igual a los especialistas y a los encargados de trazar polticas. La complejidad propia de medir esta importante dimensin del poder deriva de las diferencias, o asimetras, en los misiles estratgico-nucleares, el tamao y nmero de las ojivas, la capacidad de una parte o la otra para -defenderse contra un ataque estratgico-nuclear, es decir, salvaguardar sus fuerzas estratgicas de represalia de un ataque que las desarme y pro-teger su poblacin, en especial aquellos segmentos ms importantes para una recuperacin posterior al ataque.34 Hay numerosas relaciones concep-tuales entre el anlisis de los niveles de fuerza estratgico-militares y las teoras de conflicto y disuasin, discutidas en el Captulo 9. En resumen, medir las capacidades militares de los estados, tanto en el nivel de las su-

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    perpotencias como entre otros estados en proceso de adquirir medios de destruccin sin precedentes, es tanto un problema conceptual urgente para el especialista: como un tema prctico de gran importancia para el encargado de trazar polticas y para el manejo del poder a fines del siglo xx.

    Entre los conceptos en los cuales est implcita la capacidad de me-dir el poder est el de la paridad, que en la bibliografa estratgico-militar est vinculado con la teora de la disuasin. La paridad representa lo que se ha llamado equivalencia estratgica, es decir, la supuesta posesin tanto por parte de Estados Unidos como de la Unin Sovitica de capaci-dades que sumadas son iguales o adecuadas para disuadir una guerra es-tratgica, si bien los componentes especficos de tales fuerzas puedan favorecer a un lado o al otro.

    Exista o no la paridad, depende de las capacidades relativas de los estados. En ausencia de metodologas consensuadas para la medicin del poder, no podemos llegar a la conclusin definitiva de que existe o no una condicin de paridad. Como ha escrito George Liska:

    La paridad es, en ltima instancia, junto con varios otros conceptos normativos yestratgicopolticos (tales como el intervencionismo y el mismo equilibrio de poder) esencial y fructferamente una nocin me-tafsica. Es as, tanto en el sentido literal de estar por encima del aspecto fsico de los clculos de equipamiento (si no por encima de la fsica de la dinmica del poder) como en el sentido ms amplio de ser un concepto con un sentido concreto discutible, pero tambin con connotaciones significativas y objetivamente evidentes en s mismas (difiriendo as favorablemente de, digamos, la nocin de suficiencia en los meros armamentos).35

    Se han hecho esfuerzos para medir el poder y especialmente la influencia, refirindolos a las comunicaciones, quin se comunica con quin, quin consulta con quin. (Tales medidas tambin se han utilizado en el estudio de la integracin poltica, que se tratar en el Captulo 10.) Se plantea la hiptesis de que cuanto ms una persona, grupo o nacin es recipiendario en vez de originador de las comunicaciones, mayor es la influencia de dicha entidad sobre los dems. Steven Brams ha planteado la hiptesis de que dos naciones tienen una relacin de influencia simtrica entre s si las transacciones entre ellas son aproximadamente iguales.36 Si una nacin recibe el nmero preponderante de transacciones, especialmente vi-sitas de nivel oficial, ejerce una influencia asimtrica' sobre la otra.36 Semejante propuesta puede ser probada, y lo ha sido, con el uso de datos sobre visitas internacionales, pero sin resultados concluyentes. La investi-gacin que utiliza tales datos forma parte de un nfasis ms amplio en la generacin pasada sobre el anlisis de acontecimientos/datos consi-derado en el Captulo 4.

  • El poder y la teora realista ~ 101

    Antecedentes del realismo

    Al igual que el utopismo en la teora de las relaciones internacionales, el realismo tiene sus races intelectuales en la vieja filosofa poltica de Occidente y en los escritos de autores antiguos no occidentales, tales como Mencio y los Legalistas en China y Kautilya en India, tanto como Tucdides en la antigua Grecia. En su celebrada historia de la Guerra del Pelopo-neso, Tucdides escribi: "Lo que hizo la guerra inevitable fue el creci-miento del poder ateniense y el temor que esto produjo en Esparta" .38 Su concepcin de la importancia del poder, junto con la propensin de los estados a formar alianzas en conflicto, ubica a Tucdides bien dentro de la escuela realista. Tanto como Tucdides haba desarrollado una com-prensin del comportamiento del Estado a partir de su observacin de las relaciones entre Atenas y Esparta, Maquiavelo analizaba las relaciones entre los estados en el sistema italiano del siglo XVI.

    Maquiavelo est claramente vinculado con la teora realista por su nfasis en la necesidad del gobernante de adoptar patrones morales dife-rentes de los del individuo, a fin de asegurar la supervivencia del estado; su preocupacin por el poder; su presupuesto de que la poltica se carac-teriza por una colisin de intereses y su visin pesimista de la natura-leza humana.

    . Thomas Hobbes, al igual que Maquiavelo, consideraba al poder cru-cial en el comportamiento humano: el hombre tiene "un perpetuo e in-cansable deseo de un poder tras otro que cesa slo con la muerte" .39 Hobbes crea que "los emplazamientos, sin la espada, no son sino pala-bras, y sin fuerza alguna para hacer sentir en absoluto seguro a un hombre".40 Sin-~'pb~rano .. fuerte, . el caos y. Ja .. violencia surgen: "Si no hubiera poder instaurado, o no fuera lo suficientemente fuerte para nues-tra propia seguridad, el hombre confiara, y con derecho lo podra hacer, en su propia fuerza y arte para cuidarse de todos los otros hombres".41

    Al igual que otros realistas modernos, Hobbes se preocupaba por las fuerzas subyacentes de la poltica y por la naturaleza del poder en las re-laciones polticas. Si bien Hobbes crea que un soberano fuerte era obli-gatorio para mantener el orden dentro del sistema poltico, vea escasas perspectivas de que se cambiara fundamentalmente el comportamiento humano o el entorno. En su nfasis sobre las instituciones polticas fuer-tes para manejar el poder e impedir el conflicto, Hobbes paradojalmente estaba ms cerca de los defensores de un gobierno mundial o, para ser ms preciso, un imperio mundial, que de los realistas que subrayan un equilibrio de poder entre los principales grupos polticos. Hobbes consi-deraba la ltima condicin anloga a un estado de naturaleza anrquico, pero dudaba de la posibilidad de establecer un imperio mundial.

    Hegel, ms que cualquier otro filsofo poltico, elev la posicin del Estado. Si bien los autores realistas, por lo general, en ningn sentido son hegelianos, la creencia de Hegel de que el deber ms alto del Estado consiste en su propia preservacin, se encuentra en la teora realista. Hegel razonaba que "dado que los estados estn vinculados entre s como

  • rOl ..." El poder y la teora realista

    entidades autnomas y tambin como voluntades particulares de las cua-les depende la validez de los tratados, y dado que la voluntad particular del todo es, en su contenido, una voluntad de propio bienestar, se deduce que el bienestar es la meta ms elevada que gobierna la relacin de un Estado con otro".42 Ms an, Hegel ' sostena que el Estado tiene una "totalidad indvidual" que se desarrolla segn sus propias leyes. El Estado tiene ,realidad objetiva; es decir, existe aparte de sus ciudadanos. Hegel sostena que el Estado tiene patrones morales diferentes de los del indi-viduo y superiores a ellos, un tema que se encuentra en muchos textos realistas.

    Entre los antecedentes de la teora realista est el trabajo de Max Weber (1864-1920), cuyos escritos tratan extensamente no slo de la natu-raleza de la poltica y del Estado, sino tambin del poder como ' elemento central de la poltica. Si bien la riqueza del pensamiento poltico de Weber no puede abarcarse en un breve anlisis, baste sugerir que, respecto de la teora realista, muchas de las formulaciones contenidas en su trabajo con-figuraron a las siguientes generaciones de escritores y especialistas. Para Weber, al igual que para los realistas ulteriores, la caracterstica prin-cipal de la poltica es la lucha por el poder. El elemento de poder de la vida potica es especialmente notorio en el nivel internacional porque "toda estructura poltica naturalmente prefiere tener vecinos dbiles antes que fuertes. Ms an, como toda gran comunidad poltica es un aspirante potencial al prestigio, tambin es una amenaza potencial a todos sus vecinos; en consecuencia, la gran comunidad poltica, simplemente por-que es grande y fuerte, est de forma latente y constante en peligro".43 Entre las dimensiones de la poltica como una lucha por el poder, ms an, est la de la economa. En el pensamiento de Weber, la poltica econmica est en relacin de subordinacin a la poltica, en la medida en que "los intereses polticos de poder de las naciones" abarcan una lucha econmica por la existencia.

    Entre las preocupaciones de los realistas por las cuales Weber, antes que ellos, estuvo preocupado, se cuenta el problema tico de la inten-cin versus las consecuencias, o lo que tambin se llama la tica absoluta de la conviccin y la tica de la responsabilidad. Adherir a una tica abso-luta es emprender acciones que respondan a dicha tica sin atender a sus consecuencias. Sin embargo, segn Weber, los lderes de un mundo im-perfecto se enfrentan con la necesidad de comportarse segn una tica poltica en la cual el logro de "buenos" fines puede hacer necesaria la utilizacin de medios menos que moralmente aceptables. Para Weber, la tica de la conviccin no puede separarse de una comprensin de las con-secuencias de tales acciones, que a su vez le da un sentido concreto a una tica de la responsabilidad. En el pensamiento realista contemporneo, el sentido de la tica de la responsabilidad se plantea en la nocin de que cada accin poltica debe ser juzgada por mritos especficos ms que segn' cierto patrn abstracto y universal. Semejante idea hace sonar una nota familiar en gran parte del pensamiento realista evaluado en este captulo.

  • El poder y la teora realista ~ 103.

    El tealismo en la teora de las relaciones internacionales del siglo xx: Reinhold Niebuhr

    Si bien muchos especialistas del pasado y el presente han configurado el desarrollo de la teora realista de las relaciones internacionales, los escri-tos del telogo protestante Reinhold Niebuhr (1892-1971) han tenido un efecto importantsimo y por cierto nico en la teora realista.44 Crucial dentro de la teora de Niebuhr es su concepto bblico de un hombre man-chado por el pecado original y, en consecuencia, capaz del mal. La condi-cin de pecador del hombre surge de su ansiedad. "La ansiedad es el factor inevitablemente concomitante de la paradoja de la libertad y la finitud en la cual el hombre se ve envuelto." 45 Se dice que el hombre es pecador porque niega su finitud pretendiendo ser ms de lo que realmen-te es.46

    El esfuerzo del hombre por usurpar la posicin de Dios "inevitable-mente subordina otra vida a su voluntad y as le hace una injusticia a la otra vida". Ms an, los humanos tienen una "voluntad-de-vida" que lleva a una "voluntad-de-poder". Dado que nuestra "voluntad-de-vida" tras-ciende la mera voluntad de asegurar la supervivencia fsica, invariable-mente buscamos seguridad ante los peligros de la naturaleza y la historia reforzando nuestro poder individual y colectivo:

    Los conflictos entre los hombres, as, son simples conflictos entre ex-presiones de poder y orgullo E-n competencia. Dado que la simple pose-sin del poder y el prestigio siempre entraa alguna intrusin en el prestigio y el poder de los dems, este conflicto es en su misma naturaleza ms obstinado y difcil que la mera competencia entre los diversos impulsos de supervivencia de la naturaleza.47

    El comportamiento moral es difcil pero posible para el individuo: es extremadamente difcil para los grupos, especialmente los grupos grandes. Al discutir la naturaleza del poder en los grupos y las naciones, Niebuhr afirma que el poder nacional es la proyeccin de la "voluntad-de-poder" del individuo. Cuando hay menos restricciones morales sobre el individuo como miembro de un grupo o nacin que como individuo, se da ma-yor violencia en el grupo o el nivel nacional. Un individuo que acta como miembro de un grupo pierde su identidad, volvindose por el contra-rio miembro de una masa annima.48 As, las tendencias hacia el poder se magnifican en el nivel grupal o nacional. (La hiptesis de que la agresivi-dad del individuo eventualmente se desplaza al nivel nacional se trata en el Captulo 7.)

    Trazando un curso que discpulos intelectuales como George F. Kennan, Charles Burton MarshaIl y Hans J. Morgenthau seguiran, Niebuhr cri-ticaba lo que consideraba actitudes norteamericanas histricas hacia la poltica exterior. En especial, como lo vimos, los norteamericanos no han sido conscientes del tema del poder en la poltica internacional, porque su nacin disfrut un largo perodo de aislamiento respecto de las con-

  • 1Iil4' "'" El poder y la teora reaJista

    frontaciones de poder de otras naciones. La "irona" de la historia norte-americana es que los sueos de los Padres Fundadores de que Estados Unidos se convirtiera en una nacin excepcionalmente virtuosa se han quebrado. En lugar de ello, Estados Unidos entr en hl lucha por el poder mundial. "Nuestra poca", escribi Niebuhr, "est hundida en la irona porque muchos sueos de nuestra nacin han sido tan cruelmente refuta-dos por la historia".49 La "irona" se ve reforzada por los "frenticos es-fuerzos de algunos de nuestros idealistas por escapar de esta dura reali-dad, soando esquemas de un orden mundial ideal que no tiene importancia para nuestros peligros presentes o nuestros deberes urgentes".~

    Al criticar a los que propugnan un gobierno mundial, Niebuhr sugera que la teora poltica deriva de la prctica poltica:

    Los gobiernos no pueden crear comunidades por el simple motivo de que el gobierno no es primordialmente la autoridad de la ley ni la autoridad de la fuerza, sino la autoridad de la comunidad misma. Las leyes se obedecen porque la comunidad las acepta como correspon-dientes, en general, a su concepcin de la justicia.sl

    Como las fuerzas de cohesin son mnimas, las perspectivas de un gobier-no mundial no resultan prometedoras.

    , Si bien crea que el conflicto es natural en las relaciones intergrupales e internacionales, Niebuhr no coincida en que el estadista, en tanto que estadista, sea amoral. Sugera, por el contrario, que el realismo debe ser

    ~ado . .con-.la.-moral, que "las. naciones deben J.lsac.sQ Ot!L __ ~OD-_el fin de hacer de l un inst~!!l_en~o .de justicia y un sjt:.:rvo A~ll!ter~$~s..ms

    ~pI~ que los piopio~' .52 Ms an;-criticaba a aquellos realistas que ponen un nfasis exceSlVO en el "inters nacional", porque en el nivel nacional tanto como en el individual, "el egosmo no es la cura adecuada para un idealismo abstracto y pretencioso".s3 Dado que cada nacin inter-preta la justicia desde su propia perspectiva, ms que desde la de un Estado competidor, se vuelve difcil darle un sentido operativo a la regla de que el estadista siempre debe armar polticas basadas en el "inters nacional". :para Niebuhr, el-equilibr-iO-de pode~ es -un recurso_ organizativo para lograr una apariencia de justicia: "Algo de equilibrio de poder es la base de cualquier justicia que se logre en las relaciones hU!!lanas. Donde la desproporcin de poder es demasiado grande y dQn~e ~n ~qui-_ lfuno de las fuerzas sociales est en falta, ninguna mera exigencia racional o..J1lQr.aLpuede alcanzar la justicia".~ - - -- -

    Niebuhr mantena que los lderes polticos constantemente se enfren-tan con ambigedades morales. Estados Unidos, por ejemplo, debe contener la expansin del comunismo y al mismo tiempo impedir la guerra nuclear. Sostena que la democracia constitucional, a pesar de todos sus defectos, es claramente superior como forma de organizacin poltica a la oligarqua comunista, que, por medio de una centralizacin inescrupulosa de poder absoluto, promueve injusticias mucho ms grandes que aquellas que los co-munistas le atribuyen a la sociedad libre.s5 Pero Niebuhr a menudo les ad-v,irti a los norteamericanos que no pensaran que eran inocentes de los mpetus de poder que han motivado a otros pueblos del mundo. Estados

  • El l.poder ~ la teora realista ,.., 105

    Unidos , se-ba(toJ.l'!pt'OQ:tetido :.len~ sus ~opiaSlq~mpresas'! iniperiali:stas, j pero unl:\ nacilD' ciemcrticaJfcQ , unbfue:1te.; sentid l d~:.misindntetnac;:ional siemRre esn;erlUsa) hllinititse'[a>rsnfrusma', [qu swn accci:one S:l s'Igen de cualquieb motivo '.exc'pto'TJloslmsbnoblesJJNiebulm1planteaba que "aunque la misin de ,prese'riraI! yflxteltleJ!'1 ie!r;.aufge-biemQ menorlico"ltena ma yor :validez que otras formas ' 'de 'mesianismolnati:ional, los ,norteamericanos deben abandonar: 'su ' ilusin de una inocencia- y una -justiCia: hacionalr'espe-cial y deben resistir' la tentacin de "proclamar mayor virtd 'porer ejer~ cicio del poder de lo que conceden los hechos",56 '

    Nicholas J. Spykman

    Mllc:PQS autol'es--r-ealistas....s.os.ti.enea-idea-de-E)ue- el conflicto antes qae la. coop erllCin...eSJllu pico...de.J a s r.elacionesinternacionales: que de las

    relaciQn~~intr~estatale...s . Nicholas J. Spykman (1893-1943) supuso que slo las condiciones que caracterizan las relaciones intraestatales durante las crisis y los derrumbes de la autoridad central son normales para las rela-ciones entre los estados en el sistema internacional. Los estados existen porque son fuertes o tienen otros estados que los protegen. En el sistema internacional, como en otros agrupamientos sociales, Spykman vea varios proeesos bsicos en funcionamiento: cooperacih, adaptacin y oposiCin. Para asegurar su supervivencia, los estados "deben hacer de la preserva-cin o el mejoramiento de su posicin de poder un objetivo principal de su poltica exterior".S7 Dado que el poder, en ltima instancia, es la capaci-dad de librar la guerra, los estados siempre han subrayado la formacin de fuerzas militares. . ,

    Los conceptos geopolticos y de equilibrio de poder de Spykman son cruciales para su realismo. Segn Spykman, la expansin sigue el camino de menos resistencia: "Nuevos territorios se conquistan, se ' retienen, se asimilan y sirven como punto de partida para un nuevo avance. En conse:. cuencia, no es sorprendente encontrar una correlacin entre cantidad de expansin y facilidad de movimiento". Los lmites ' a la expansin los im-ponen las barreras naturales del tipo 'de los ocanos, ros y montaas, tanto como las tendencias a expandirse a lo largo de los valles de los ros para buscar acceso a los mares y a dominar puntos estratgicos cercanos ' a las rutas de comunicacin. En cualquier momento de la historia, las fron-teras de los estados indican su relacin relativa de poder. El potencial de

  • ife6 w 'El poder y la teora realista

    ridad norfeaineridma, otras potencias -es decir, Rusia y China- plantea-ran ' problemas de seguridad para Estados Unidos en el perodo de pos-guerra. "Un Estado ruso desde los Urales hasta el Mar del Norte no puede ser un gran avance respeCto de un Estado germano desde el Mar del Norte a los Urales." 59 En Asia, sugiri Spykman, Estados Unidos poda enfrentar una "China moderna, vitalizada y militarizada" que amenazara no slo la posicin del Japn sino tambin la de las potencias occidentales de Asia. Tarito como Estados Unidos dos veces sali en ayuda de Gran Bretaa, para que las pequeas islas de la costa no tuvieran que enfrentar a un solo Estado militar gigantesco que controlara la costa opuesta del terri-torio continental", Estados Unidos tendra "que adoptar una poltica igual-mente protectora respecto del Japn" para preservar un equilibrio de po-der en Asia. Ms an, Spykman reconoca que un "equilibrio de fuerzas inestable por naturaleza, siempre movindose, siempre en cambio" es un '''elemento indispensable de un orden internacional basado en estados independientes" fJl

    Implcita en el pensamiento de Spykmari est la bsqueda de objeti-vos nacionales limitados. Inst ' a Estados Unidos a buscar slo la remo-cin' de los regmenes' entonces existentes en Alemania y el Japn, que no tuviera como objetivo su destruccin como estados, porque deben jugar mi papel importante en la restriccin de otras potencias que un ' da btls-,carian la hegemona en la ' masa territorial euroasitica. As, vincul la bsqueda del ' inters nacional limitado con el equilibrio de poder ' y los conceptos geopolticos.

    Hans J. Morgenthau ~ , .. L

    Hgns J. Morgenthau (1904-1980) plante seis , principios de la teora realis-,~. Pl'imero, &l1giri ' qi.I.e-las..r.e.@cioneliPoliticas estn gobernadas po~bls .0kj~tj.vas profundam~nte arraigadaS: en }a.~,I1attiraleza humana. Dado ' que

    ~~ta5." :reglas son "impeliefrables' para- nuestras ' preferencias, -ros -hombres ~s. desafjarn -slo a riesgo de fracaso".61sr estas reglas ' en s mismas no

    pu~den cambiarse, el determinismo ' de Morgenthau sostena que la socie-~a:p puede mejorarse entendiendo primero las leyes que gobiernan la so-piedady,-l,uego ' basando la poIticapblica en dicho conocimiento;

    Al , ~e9rizaT ' acerca de la poltica internacional es' necesario emplear d~to~ 4i~tricos ,para examinar actos polticos y sus consecuencias. Al sis~ tem~tiz~ e~tas grandes cantidades de datos histricos, el estudioso de la po-ltica d~be:t;a entrar en empata con "la posicin de un hombre de Estado que, debe-J r:e~pond~r a cierto problema de poltica exterior en ciertas cir~

    cut;J,stanci~&'" y preguntarse "cules son las alternativas raCionales a partir de las cuales un hombre de Estado debe elegir para responder a este pro-blema ,en, estas circunstancias (suponiendo siempre que acta de forma racional) y cules de estas ' alternativas racionales es probable que elija este 'particular hombre de Estado, actuando en estas circunstancias. La comprobacin de 'esta hiptesis racional r,especto de los hechos concretos y ' sus consecuencias es lo que les da sentido ' a los hechos de la poltica internacional".62

  • El poder ' ji . 1/2 I teora 'realista ~ 107

    Segundo, Morgenthau planteaba que los hombres de _;Estdt>~ ! tpi(msan y actan~1l.Jr.tniaQs . g~_ !n~ers . qeinidQ .. _c_~-_p-QJier~l\I.Ue:..lfa(evi'dhrt'a

    hl~tdCJ2rueb sY. Pr~.EPtles!o.63 Este concepto, eentraI 'pa~a .'krlilismQ de Morgenthau, les da continuidad y unidad a las polticas"extenO'reSl apa~ r'entemente diversas de naCiones-estado ampliamente sepa'Fadgs.)rMs. lan~ el concepto "inters definido como poder" hace posible evahiar las -accio-nes de los lderes polticos en diferentes : momentos de la' historia. tJ!tal'a describir el marco de Morgenthau en lenguaje ms contemporneo\;-s 'n modelo ' de interaccin dentro de un : sistema internacional. Usande rdatos histricos, Morgenthau comparaba el murido real con los modelos . de, il~ te'raccin dentro de su modelo. .

    En su opinin, la poltica internacional es un proceso en el cual los intereses nacionales se ajustan.

    El concepto de inters naconal no presupone ni un mundo' natural: mente armnico y pacfico ni la inevitabilidad de la guerra como con, secuencia de la persecucin, por parte de todas las naciones, de sus intereses nacionales. Bien por el contrario, supone que el constante conflicto y amenaza de guerra queda minimizado a travs del con~ tinuo ajuste de los intereses en conflicto por parte de la accin diplo-mtica.64 .

    Tercero; Morgenthau reconoca que e] ~o de _"in.1~rs .. gefinjdp como 'iQder" es inestable. Sih embargo, en Un mundo en el cual las naciones soberanas rivalizan por el poder, las polticas exteriores de todas las na-ciones deben considerar a la supervivencia la meta mnima de la poltica exterior. Todas las naciones estn forzadas a proteger "su identidad fsica, poltica: y cultural contra la intrusin de otras naciones". As, el inters nacional se identifica con la supervivencia ' nacional. "Tomada aislada-meilte, ' la determinaCin de su contenido ' .en una situacin concreta es re-lativamente simple, pues abarca la integridad del territorio de la nacin, de sus instituciones polticas y de su cultura".65 En la medida en que el mundo est dividido en naciones, afirmaba Morgenthau, el "inters nacio,.

    naLe~_p~r_ cierto.. la-ltima-palabra .. en. ~p.o1tica . J1!~_dial~.!_J~Linters, en.tQm:~~, e~Ja eS~J;!cia ~!! .J pJ,m~a.. .

    Una vez ' que su supervivencia est asegurada, el estado-nacin puede buscar intereses menores. Morgenthau supona que las naciones ignoran el inters nacional slo a riesgo de destruccin. Sin embargo, en la formula-cin de la poltica exterior del siglo xx, los intereses menores a veces prece-dieron al inters nacional.66 Si Gran Bretaa en 1939-1940 hubiera basado su poltica hacia Finlandia en consideraciones' legalista-moralistas, respal~ dadas con una gran ayuda militar contra la agresin sovitica, entonces la posicin britnica se habra visto lo suficientemente . debilitada para asegurar su destruccin por parte de la Alemania nazi. Gran Bretaa no habra restaurado la independencia de Finlandia ni salvaguardado su pro-pio inters nacional ms vital, el de la supervivencia fsica. Slo cuando el inters nacional ms estrechamente vinculado con la supervivencia nacio-n.al ha sido salvaguardado, pueden las naciones perseguir intereses ~e:-, nores. . . _ .l ' j

  • 108 .... El poder y la teora realista

    Cuarto, Morgenthau afirm que "los principios morales u?,iY~rgl~s no pue.den-aplica.rse a las acciones de los est~dos e~ su form~lacIOn ~?s.!racta y UI1~e..rsa.l, _ .pero Jiebe filtrrselos a -traves de CIrcunstanCIas concretas de !iempo y)u.~r".67 En su bsqueda del ~n~ers nacional, las nacio?es:-e~tado estn gobernadas por una moral que difIere de la moral de los IndIVIduos en sus relaciones personales. En las acciones de los hombres de Estado, en tanto que hombres de Estado, las consecuencias polticas de una poltica particular se convierten en los criterios para juzgarla. Confundir la I?oral de un individuo con la moral de un Estado es atraer el desastre nacIOnal. Dado que la responsabilidad oficial primordial de los hombres de Estado es la supervivencia del estado-nacin, sus obligaciones respecto de la ciu-dadana exigen una modalidad diferente de juicio moral que la del in-dividuo.

    Quinto, Morgenthau afirm que el ~~mopolticQno_ identifica_ las "a,mtr.a9mie5JIlorales de una nacin particular con las. leyes morales que

    g.QQi~m!ln el _univers9:~.68 De hecho, si la poltica internacional se ubica dentro de un marco de intereses definidos en trminos de poder, "podemos juzgar a otras naciones como juzgamos la propia".69 Este aspecto del rea-lismo de Morgenthau muestra similitud con el pensamiento de Niebuhr y, a su vez, con la teologa agustiniana.

    Sexto y final, Morgenthau sUPIyaba la autonoma_ de la esfera pol-tica. Las acciones polticas deben juzgarse_ con criterios polticos. "El eco-nomista pregunta: 'Cmo afecta esta poltica el ~re--la sociedad o a un segmento de ella?'. El abogado se pregunta: 'Es esta poltica acorde con las reglas del derecho?'. El realista se pregunta: 'Cmo afecta esta poltica el poder de la nacin?'."7o

    En las luchas de poder, las naciones siguen polticas diseadas para preservar el statu qua, lograr expansin imperialista o ganar prestigio. En opinin de Morgenthau, la poltka----interna-y--exteriop. puede reducirse a una que corresponda: a alguno de estos tres tipos bsicos: "Vna . poltica ~a_ ya -mantener_el poder, ya-aumentar el poder, -yuemostrar pod~('.71

    Si bien el fin de una poltica de statu qua es preservar la distribucin de poder existente, la nacin que adopta semejante poltica no necesaria-mente acta para impedir todos los cambios internacionales. Por el con-trario, las naciones que buscan el statu qua se proponen coartar el cambio que pueda producir cambios fundamentales en la distribucin internacio-nal del poder. Morgenthau cita la Doctrina Monroe como ejemplo de una poltica de statu quo que ' satisface sus dos criterios. Primero, se la dise para mantener el equilibrio de poder prevaleciente en el hemisferio occi-dental. Segundo, expresaba la no disposicin de Estados Unidos a impedir todo cambio. Por el contrario, Estados Unidos slo actuara contra el cam-bio que amenazara la distribucin de poder existente. De igual forma, los tratados concluidos al finalizar guerras invariablemente codifican el statu quo prevaleciente en ese momento.

    El imperialismo es la segunda alternativa principal a disposicin de las naciones. Se trata de una poltica diseada para lograr una "reversin de las relaciones de poder existentes entre naciones".72 Las metas de las potencias imperialistas incluyen preponderancia local, imperio continen-tal o dominio mundial. Las naciones pueden adoptar polticas imperialis-

  • El poder y la teora realista '" 109

    tas como resultado de la victoria, la derrota o la debilidad de otros esta-dos. Un Estado cuyos lderes esperan la victoria puede alterar sus objetivos desde la restauracin del statu qua a un cambio permanente en la distribu-cin del poder. Ms an, una nacin derrotada puede adoptar una poltica imperialista para "dar vuelta la balanza del vencedor, para derrocar el statu qua creado por su victoria y para cambiar su lugar por el de l en la jerarqua del poder".73 Finalmente, la existencia de estados dbiles pue-de demostrar ser irresistible para un Estado fuerte.

    Para lograr objetivos imperialistas, los estados pueden recurrir a la fuerza militar o a medios culturales y econmicos. La conquista militar es la ms antigua y ms obvia forma de imperialismo. El imperialismo econmico no es tan efectivo como tcnica como la conquista militar, pero si un Estado imperialista no puede ganar control sobre otro por medios militares, puede intentar hacerlo a travs de sus capaCidades econmicas. El imperialismo cultural representa un intento por influir en la mente humana "como instrumento para cambiar las relaciones de poder entre dos naciones".74 (Para un examen de teoras del imperialismo, ver Cap-tulo 6.)

    Segn Morgenthau, los estados pueden seguir una poltica de prestigio. sta puede ser "uno de los instrumentos a travs de los cuales las polticas de statu qua e imperialismo tratan de lograr sus fines".75 Su objetivo es "impresionar a otras naciones con el poder que la propia nacin concre-tamente posee, o con el poder que cree o quiere que otras naciones crean que posee".76 Morgenthau sugiri dos tcnicas especficas de esta poltica: la diplomacia y el despliegue de fuerzas. Una poltica de prestigio tiene xito cuando una nacin gana semejante reputacin de poder que el uso concreto de poder se vuelve innecesario, la sombra poltica supuestamente proyectada por el poder militar antes sealada en este captulo.

    Morgenthau se preocupaba no slo por la bsqueda de poder, sino tambin por las condiciones de la paz internacional. Su concepto de orden internacional est estrechamente vinculado con su concepto de inters nacional. La bsqueda de intereses nacionales que no son esenciales para la supervivencia nacional contribuye al conflicto internacional. En el si-glo xx, especialmente, las naciones han sustituido los objetivos globales por metas ms limitadas que, en opinin de Morgenthau, constituyen la esencia del inters nacional. El nacionalismo moderno, combinado con las ideologas mesinicas del siglo xx, ha oscurecido el inters nacional. Bajo pretexto de extender el comunismo o "hacer el mundo seguro para la democracia", las naciones intervienen en los asuntos de regiones que no 'son vitales para su seguridad. Por ejemplo, Morgenthau, al igual que Kennan, se opona a la intervencin militar norteamericana en Vietnam del Sur, porque el sudeste asitico supuestamente queda ms all de los intereses ms vitales de Estados Unidos, y porque Estados Unidos encon-trara imposible, excepto, quizs, con un amplio gasto de recursos, man-tener un equilibrio de poder en el sudeste asitico. Por contraste, mani-fest gran preocupacin acerca de la influencia sovitica en Cuba, debido a su ubicacin geogrfica en estrecha proximidad a Estados Unidos.

    Aun en un sistema internacional sin polticas exteriores ideolgica-mente motivadas, la competencia entre naciones-estado opuestas es pro-

  • rtlO ~ Bl poder y la teora realist(l

    bable. Como muchos otros realistas, Morg~nth~!.LC9Jlsi@raQ~LeQ1!j]jbrio d.e-P.9.le~~IDo la t

  • El poder y la teora realista ~ 111

    a transar en temas 'que no son vitales para ellas. Si la diplomacia puede eJevars.e a una posicin de importancia de vuelta, crea Morgenthau, no slo podra contribuir a "la paz a travs de la adaptacin", sino tambin a crear Un consenso internacional sobre el cual se puedan construir ins-tituciones polticas mundiales ms adecuadas.

    George F. Kennan

    De manera muy similar a Morgenthau, George F. Kennan (1904) basa su teora de las relaciones internacionales en el anlisis histrico, especial-mente de los siglos XVIII Y XIX. Sin embargo, el modelo de Morgenthau se deriva en gran medida de un contexto europeo, mientras que el de Kennan est basado en gran medida en la diplomacia norteamericana desde 17-76 a 1812. Kennan divida la poltica exterior norteamericana en dos perodos: el primero desde la Revolucin Norteamericana hasta mediados del si-gio XIX y el segundo desde ese momento a la actualidad.

    En el primer perodo, por el cual KennaI claramente demuestra pre-ferencia, Estados Unidos 'desarroll metas bsicas que encontraron expre-sin en documentos tales como la Declaracin de la Independencia y la Constitucin. ' Los hombres de Estado norteamericanos desarrollaron una poltica exterior diseada para lograr sus objetivos. Al definir y confi-gurar los. limites .de la poltica exterior, los lderes norteamericanos lle-garon a la conclusin de que

    la primera respuesta obvia era: que uno debe proteger la integridad . fsica de nuestra vida nacional de cualquier intrusin externa o pol-tica, . en otras palabras; que debamos atender a la seguridad nacio-. na!. .. En segundo lugar, uno poda ver que en la medida en que . las actividades, de nuestros ciudadanos en busca de sus intereses priva-dos se volcaban ms all de nuestras fronteras hacia el mundo exte-rior, se tomaban las mejores medidas posibles para promoverlos y' protegerlos:79

    Segn K~nnan, las metas norteamericanas eran fijas; limitadas y carentes de pretensiones de benevolencia internacional o presupuestos de ' superio-ridad o . inferioridad moral por parte de una nacin u otra. Al igual que Morgenthau, drivaba su modelo de los datos histricos de una en\ en que prevaleCan los conceptos limitados ms que los universalistas de inters nacional. . .

    Errneamente, en opinin de Kennan~ los norteamericanos proyecta-ron a la escena internacional presupuestos basados en su propia experien-cia nacional. Como crean que el marco poltico y'legal de Estados Unidos haba contribuido decisivamente a la tranquilidad interna, los voceros norteamericanos apuntaron a crear un orden internacional comparable; en un esfuerzo por minimizar la posibilidad de conflicto.

    Veo el ms grave defecto de nuestra formacin poltica pasada en lo que podra llamar el enfoque legalista-moralista de los problemas. in.;

  • ii:i. ,..,' El poder y la teora realista

    termicionales. Este enfoque corre como un hilo rojo a travs de nues~ tra poltica exterior de los cincuenta aos anteriores (1900-1950). Tiene en ella algo del viejo nfasis en los tratados de arbitraje, algo de las Conferencias de La Haya, y los esquemas de desarme mundial, algo de los conceptos norteamericanos ms ambiciosos del derecho inter-nacional, algo del Pacto KelIogg, algo de la idea de un "Artculo 51" universal, algo de la creencia en la Ley Mundial y el Gobierno Mun-dial ... Es la creencia en que debera ser posible suprimir las aspira~ ciones caticas y peligrosas de los gobiernos, a travs de la aceptacin de algn sistema de reglas y restricciones legales.so

    Ms an, Kennan afirma que los hombres de Estado norteamericanos en este primer perodo trataban franca y confiadamente con las realidades del poder.81 Reconociendo la importancia de los factores de poder en la poltica internacional, Estados Unidos se esforzaba por restringir a las potencias europeas en sus ambiciones territoriales en el hemisferio occi-dental. Estados Unidos alentaba los movimientos hacia la independencia poltica y les daba garantas a los nuevos pases que se haban separado ' de las potencias europeas. "Todo esto implicaba consideraciones de poder. Sin embargo ninguna de ellas se consideraba mala o maquiavlica o cnica. Simplemente se la .consideraba una respuesta a los requerimientos obvios y lgicos de nuestra situacin." 82

    Por contraste, Kennan evala la poltiCa norteamericana del perodo posterior, cuando Estados Unidos supuestamente perdI de ' vista el factor de poder y sustituy por presupuestos y objetivos legalistamoralistas las metas anteriores de poltica .exterior. si los norteamericanos se olvidaron dl factor de poder en el siglo XIX, s610 fue algo "natura e inevitable". Syparados geogrfic~mente de Europa, protegidos por la armada britnica de las potencias europeas continentales y preocupados por el desarrollo ntern9, los norteamericanos, especialmente en la segunda mitad del si-gloxIX, cultivaron un espritu romntico:

    A esta altura, estbamos satisfechos de nuestras propias fronteras y encontrbamos agradable representarnos al mundo exterior como uno en , el , cual otros pueblos estaban igualmente satisfechos con las suyas, o: deban estarlo. Con todos as satisfechos, el principal problema de la paz mundial, tal como se nos apareca a nosotros, era simplemente el arreglo de un marco adecuado de compromisos contractuales en el cual este feliz statu qua, el fruto final del progreso humano, pudiera sellarse y perpetuarse. Si tal marco poda suministrarse, entonces, pa-reca, los feos conflictos de la poltica internacional cesaran de ame-nazar la paz mundial.83

    Adems de criticar el presupuesto norteamericano de una armona inter-nacional de intereses, Kennan afirma que los norteamericanos perdieron' de vista que las reglas que gobiernan el comportamiento de los individuos probablemente difieren drsticamente de las que existen en las relaciones entre estados. El comportamiento gubernamental en el nivel internacional

  • El poder y la teora realista ~ lB

    no puede estar sometido a los mismos patrones morales' que se aplican al comportamiento humano:

    Los principios morales tienen su lugar en el corazn del individuo-para la configuracin de su propia conducta, sea como ciudadano o como funcionario gubernamental . .. Pero cuando el comportamiento-del individuo pasa a travs de la maquinaria de la organizaci;p.. pol-tica y se mezcla con la de millones de otros individuos para encontrar-su expresin en las acciones del gobierno, entonces sufre una trans-formacin general y los mismos conceptos morales ya no son impor-tantes para l. Un gobierno es un agente, no un patrn, y no puede intentar ms que otro agente ser la conciencia de su patrn.84

    Sin embargo, aun cuando el uso de la fuerza en los asuntos internacionales: no puede desestimarse completamente, esto "no constituye una razn para ser indiferente a las formas en las cuales la fuerza se aplica, a las conse- cuencias morales de las armas y su uso".ss Finalmente, Kennan objeta un concepto de asuntos internacionales que lleve a una nacin a considerar morales sus propios fines, y los de su oponente, inmorales. "Una guerra. librada en nombre de un elevado principio moral no encuentra otro final que no sea alguna forma de dominacin total." 86 As la introduccin de principios moralistas lleva a las naciones a buscar objetivos nacionales ilimitados, a elegir la guerta total y a imponer leyes de rendicin incon-dicional a los oponentes derrotados. En suma, la persecucin de principios-moralistas es incompatible con la persecucin de objetivos . de poltica exte- dor esencialmente limitados.

    Al igual que la ~ayora de los otros escritores analizados en este-captulo, Kennan cree que la naturaleza humana es "irracional, egosta, obstinada y tiende a la violencia" .87 Es difcil si no imposible realizar cambios bsicos en el individuo y poca gente tendr "jams una devocin abstracta a los principios de la legalidad internacional capaces de com-petir con los impulsos de los cuales las guerras pueden surgir";~ Ms an, en ningn sentido es cierto que los gobiernos expreseri en su pol-tica exterior las aspiraciones de su pueblo. "Todo gobierno representa slo el producto momentneo de una competencia sin fin por el poder poltico dentro del marco nacional respectivo. En el sentido ms directo, en con-secuencia, slo habla en nombre de una porcin de la nacin; en nombre de una faccin poltica o una coalicin ' de facciones." 89 En poltica exte-rior, la opinin pblica no puede jugar un papel similar a su papel en la poltica nacional, dado que "los asuntos internacionales, despus de todo,. son asuntos de relaciones entre gobiernos y no entre pueblos".90

    Las muchas y variadas causas de conflicto internacional no se elimi- nan fcilmente por la accin humana. La carencia de uniformidad en el desarrollo cultural, poltico, econmico y social de las naciones contribuye-al conflicto. Ms an, Kennan cree que "tanto como no hay ninguna rela~ cion personal sin complicaciones entre individuos, ... no hay relacin in-ternacional entre estados soberanos que no carezca de elementos de anta-gonismo, sus aspectos competitivos".91

  • 114 ~ El poder y la teora realista

    Al igual que Morgenthau, Kennan le asigna a la diplomacia un papel importante en la mitigacin del conflicto internacional, si bien es alta-mente crtico acerca del uso generalizado de la diplomacia de cumbres de fines del siglo xx, porque conduce a la imprecisin en el discurso in-ternacional y los acuerdos, hace difcil la conduccin de negociaciones delicadas en privado, plantea expectativas sin fundamento en la opinin pblica y reduce la eficacia de los embajadores y diplomticos profesio-nales, cuyo conocimento, entrenamiento y temperamento los equipan ms plenamente que a la mayora de los lderes polticos democrticos para tratar los temas complejos de la poltica exterior. A travs de la diplo-macia, las naciones por lo general han podido ajustar diferencias y lograr -cambios internacionales pacficos. De hecho, Kennan es crtico de los es-,quemas de un gobierno mundial y un derecho internacional porque

    la funcin de un sistema de relaciones internacionales no es inhibir este proceso de cambio imponiendo un corset legal sobre l sino ms bien facilitarlo; hacer ms sencilla su transicin; atemperar las aspe-rezas a las cuales a menudo lleva; aislar y moderar el conflicto al que da origen y ver que estos conflictos no adopten formas demasiado desestabilizadoras para la vida internacional en 'general.92

    Ms an, esperar que las Naciones Unidas jueguen un papel importante en la resolucin de los problemas Este-Oeste es imponerles un peso que no pueden soprtar.93 Aun suponer que las organizaciones internacionales pue-

  • El poder y la teora realista ~ 115

    dccidente, dado que el capitalismo supuestamente contena las semillas de su propia destruccin. De hecho, las enseanzas de Lenin aconsejaban cautela y flexibilidad en la bsqueda de los objetivos de poltica exterior. Kennan razonaba que la Unin Sovitica hara presin con su ventaja y bQscara llenar cualquier aparente vaco de poder. Dada su creencia en la inevitabilidad del triunfo del comunismo, junto con los principios estra-tgicos de Lenin, los soviticos no "tienen prejuicio alguno en retirarse ante una fuerza superior", si bien Kennan, como se plantea a continua-cin, considera el podero militar un elemento subordinado a la diploma-cia en la contencin.96

    El problema inmediato que enfrentaba Estados Unidos era impedir la expansin del poder sovitico a regiones del mundo que estaban amena-zadas a principio del temprano perodo de posguerra. A largo plazo, Esta-dos Unidos enfrentaba el difcil problema de producir un cambio dentro de la Unin Sovitica; si el : liderazgo sovitico poda ser inducido a aban-donar su ' ideologa, la Unin Sovitica poda sustituir sus metas universa-listas por objetivos limitados de poltica exterior. Con una poltica de' contencin, Kennan conclua, Estados Unidos podra responder lo ms eficazmente posible a los formidables problemas de las relaciones sovi-tico-norteamericanas. Al negarle ganancias a la Unin Sovitica en poltica exterior, Estados Unidos eventualmente conduciiia a los lderes soviticos-no slo a cuestionar y rechazar su ideologa, sino tambin a adoptar obje-tivos de poltica exterior limitados.

    Una dcada despus de su formulacin del principio de la conten-cin, Kennan discerni cambios dentro de la Unin Sovitica misma yen' los esta'dos comunistas de Europa del Este. Al pedir que las tropas norte-americanas se fueran de la Repblica Federal de Alemania, razonaba' Kenna,n, la Unin Sovitica estaiia preparada a aceptar una retirada simi-lar. de fu!'!rzas de los pases de Europa Oriental. La remocin de las tropas 'soviticas contribuira a una liberalizacin interna de los regmenes comu-nistas, tanto como a una mayor independencia de la Unin Sovitica en su poltica exterior. As, la influencia sovitica en esta regin se reducira.97 Por cierto, la Unin Sovitica ha intervenido con un podeiio militar masivo -en Hungiia en 195'6 y en Checoslovaquia en 1968- para impedir cambios inaceptables en el statu quo de Europa Oriental. Para fines de la dcada de 1970, Kennan haba llegado a la conclusin de que la Unin Sovitica, a pesar de su enorme acumulacin militar y creciente inters en frica, era esencialmente una potencia cuyas "reacciones y fines son' mucho ms defensivos que agresivos".98

    . . En la concepcin de Kennan de la poltica internacional, el poder mi-litar es difcil de medir, por el problema que implica inferir intenciones de capacidades: "Todo depende del tiempo, el lugar, el propsito y la ma-nera, en la cual, por la cual o con la cual estas armas o unidades se em-plean. Un arma eficaz en las llanuras puede ser intil en territorio mon-taoso. Un arma en manos de una unidad altamente entrenada y motivada puede tener un valor totalmente diferente del que tiene en manos de una entrenada y motivada de forma diferente. Las meras comparaciones nu-mricas no reflejan estas variables".99 En la perspectiva de Kennan, una democracia encuentra difcil mantener y de hecho usar el poder militar

  • 116 - El poder y la teora realista

    de forma racional y limitada.loo Kennan consideraba al poder militar algo inadecuado, si no sin importancia, para los temas principales que enfren-taba Estados Unidos en el mundo de fines del siglo xx, la organizacin de una sociedad global, una crisis de alimentos-poblacin y el problema ambiental.101 Por el contrario, tales sistemas polticos en poca de guerra tienen tendencia a emplear la fuerza, en un esfuerzo masivo que pierde de vista las metas polticas. Aqu se lo ha criticado por haber fallado, segn Uri Ra'anan, en reflejar la voluminosa bibliografa sovitica sobre la naturaleza y utilidad del poder militar, incluidas las armas nucleares, y por haber abrazado modelos de "accin-reaccin" y conceptos "de imge-nes especulares" en su anlisis de la Unin Sovitica.lo2

    Sin embargo, dada la importancia de la relacin germano-sovitica y .su creencia en la persecucin de objetivos de poltica exterior limitados, Kennan, tanto en sus escritos tempranos como en los ms recientes, no ha visto gran urgencia en los problemas de las zonas menos desarrolla-das.I03 Como en el caso de la asistencia econmica, Estados Unidos no tiene un inters sobresaliente en responder en todo el mundo a las guerras comunistas de liberacin nacional. De hecho, Kennan considera desdeo-samente los subsiguientes esfuerzos por extender la doctrina de la conten-cin desde Europa a otras regiones geogrficas. Objeta la universalizacin de la contencin a situaciones y momentos diferentes de aquellos en los cuales la formul, tanto como se opone en sus escritos a otros esfuerzos por desarrollar y aplicar principios abstractos a todos los problemas de poltica exterior.I04 Estados Unidos, sostiene, es en gran medida incapaz de producir un cambio fundamental en el Tercer Mundo debido a "la enor-midad de los problemas en relacin con nuestros recursos" y debido a la 4'necesidad de concentrar nuestros recursos en otras partes".IOS

    Al escribir en la mitad de los aos setenta y tambin una dcada despus, Kennan reafirm su compromiso con una poltica exterior norte-americana basada en capacidades y metas estrictamente limitadas. "En una poca de asombroso poder nuclear, la seguridad nacional no puede .ser ms que relativa; y en la medida en que pueda drsela en algn sentido por sentada, debe encontrar su sancin en las intenciones de las 'potencias rivales, tanto como en sus capacidades".106 Su concepcin del inters nacional de Estados Unidos a fines del siglo xx est estrechamente definida; quizs, segn un comentador, bordea el aislacionismo.I07 Su con-cepcin global del papel de Estados Unidos se basaba en la reduccin de los compromisos externos a un mnimo indispensable: "La preserva-cin de la independencia poltica y la seguridad militar de Europa Occi-dental, del Japn y -con la nica reserva de que no debera implicar el -envo y el compromiso de fuerzas militares norteamericanas- de Israel".IOB

    Arnold W olfers

    Por cierto, hay importantes diferencias entre los tericos realistas. Aunque Arnold Wolfers (1892-1968) puede, por ejemplo, incluirse en una revisin del pensamiento realista, su centro de inters difera del de otros defen-

  • El poder y la teora realista - 117

    sores del realismo. Si bien reconoca que resulta central para el estudio de las relaciones internacionales "el comportamiento de los estados como cuerpos de hombres organizados", llamaba a una "concentracin de seres humanos en cuyas reacciones psicolgicas descansara en ltima instancia el comportamiento acreditado a los estados".l09 El comportamiento inter-nacional de los estados es la amalgama de presiones en conflicto. Ms an, los agentes subnacionales, transnacionales y supranacionales interfieren en la poltica internacional y deben ser objeto de anlisis especializado.

    En sus relaciones, las naciones-estado exhiben diversos tipos de com-.portamiento que van de la amistad a la enemistad, segn sus metas inter-nacionales. Las naciones establecen por s mismas diferentes conjuntos de objetivos: 1) metas de "posesin", tales como independencia nacional, su-pervivencia fsica e integridad territorial o 2) metas de "medio", disea-das para afectar el entorno ms all de las fronteras de una nacin. Ms an, Wolfers deline tres conjuntos bsicos de objetivos de poltica exte-rior, es decir, aquellos vinculados con: 1) extensin nacional, 2) autopre-servacin nacional y 3) abnegacin nacional, como la solidaridad interna-cional, la legitimidad o la paz. Las metas de abnegacin trascienden las metas de inters nacional, si bien no entran necesariamente en conflicto con ellas. Por ejemplo, Estados Unidos en 1918 era lo suficientemente poderoso como para permitirle al presidente Wilson que concediera metas de abnegacin sin perjuicio para sus intereses nacionales vitales. La pol-tica exterior de una nacin, as, incluye metas que se superponen. La bsqueda de objetivos vinculados con la autopreservacin nacional a me-nudo hace necesaria la bsqueda de metas de extensin nacional. De hecho, la interdependencia internacional creciente contribuye a que las naciones busquen metas de extensin nacional, a fin de lograr metas de autopreservacin nacional, lo cual hace difcil volver a polticas exteriores basadas en objetivos limitados, como lo han solicitado Kennan, Kissinger y Morgenthau.

    Segn Wolfers, la poltica exterior de una nacin es la amalgama de muchos factores. Si bien los encargados de trazar polticas estn guiados por su concepcin del inters nacional, este concepto tiene diferentes sentidos para diferentes pueblos. Como mnimo, el inters nacional abarca la integridad territorial de una nacin, su independencia y su superviven-cia nacional, sin embargo la meta de "supervivencia nacional en s misma tiene una amplia variedad de interpretaciones por parte de los pases que enfrentan condiciones diferentes".110 Segn Wolfers, "la seguridad es un valor que algunos pases estiman en mayor medida que otros. El nivel de seguridad buscado por los estados no siempre es idntico. De hecho, los lderes polticos a menudo se enfrentan con otros valores",lll Los encar-gados de tomar decisiones estn constantemente enfrentndose con elec-ciones difciles, en las cuales son incapaces de separar el inters de la moralidad. De hecho, su c1cul9 de inters se basa en una jerarqua de valores, dado que "las 'necesidades' de la poltica internacional, y por ello de todas las esferas de la vida, no empujan la decisin y la accin ms all del mbito del juicio moral; descansan en la eleccin moral ellas mis-mas. Si un hombre de Estado decide que los peligros para la seguridad de su pas son tan grandes como para convertir en necesario un curso de

  • ~'8 ' ';' El poder y la teora realista

    accin que puede llevar a la guerra, ha puesto un valor excesivamente elevado en el aumento de la seguridad nacional".112

    H e'nry A. kissinger

    Otro especialista que se ha remitido a la historia -en este caso, la histo-ria diplomtica- es Henry A. Kissinger(1923). La teora de _las re~~clones. internacionales .. g~I

  • El poder y la teora realista ~ '119

    den internacional por parte de todas las grandes potencias. El acuerdo entre las grandes potencias respecto del marco del orden internacional- no elimina los conflictos internacionales, pero limita su alcance. El conflicto dentro del marco ha sido ms limitado que el conflicto acerca del malrCo. La diplomacia, a la que Kissinger define como "el ajuste de diferencias a travs de la negociacin", se vuelve posible slo en los sistemas interna-cionales donde "la legitimidad rige".117 En el modelo de Kissinger, el obje-tivo primordial de los agentes nacionales no es preservar la paz. De hecho, "siempre que la paz -concebida como elusin de la guerra- ha sido el objetivo primordial de una potencia o un grupo de potencias, el sistema internacional ha estado a merced del miembro ms brutal de la comunidad internacional".I!8 Por contraste, "toda vez que el orden internacional ha reconocido que en ciertos principios no poda transarse siquiera en aras de la paz, la estabilidad basada en un equilibrio de fuerzas al menos era concebible".119

    Se puede derivar del modelo de estabilidad de Kissinger una compren-sin de las caractersticas de un orden mundial revolucionario. Cualquier orden en el cual una gran potencia est tan insatisfecha que busca trans-formar dicho orden es revolucionario. En la generacin anterior a 1815, la Francia revolucionaria presentaba un gran desafo al orden existente.

    Las disputas no se referan ms al ajuste de diferencias dentro de un marco aceptado, sino a la validez del marco mismo; la lucha poltica se haba vuelto doctrinal; el equilibrio de poder que haba operado de forma ~an intrincada a lo largo del siglo . XVIII sbitamente perdi su flexibilidad y el equilibrio . eUropeo pas a parecer. una proteccin insuficiente para las potencias enfrentadas con una Francia que pro-clamaba. la illcompatibilidad de sus mximas polticas con ~as de los dems estados.l20

    Rastreando la diplomacia de las potencias europeas entre 1812 y1822, Kis-singer llega a la conclusin de que laJestanracin G@ un orden estable d.epende de. :v.arios...factores 1) la disposicin de los que apoyan la legiti-niidd' negociar con uria potencia revolucionarla mientras queaf mismo tiempo estn preparados usar el poder militar; 2) la capacidad de os defensores de htlegitimidad de eludir el estallido de una guerra "total"', dado que tal conflicto amenazara el marco interriaciomil que las potencias partidarias del Statu quo quieren mantener y3) la capacidad de las uni-dades naCionales de usar medios limitados para lograr objetivos lirnitados: Ninguna potencia est obligada a rendirse incondicionalmente; las poten-cias derrotadas en una guerra limitada no se eliminan del sistema hiter~ nacional. Ninguna potencia, sea victoriosa o derrotada, est completa-mente satisfecha o completamente insatisfecha. Las limitaciones plantea: das a los medios y metas hacen posible la . restauracin de un eqUilibrio tle poder entre los vencedores y los vencidos.

    En otros escritos, Kissinger ha aplicado conceptos derivados de su estudio d la historia diplomtica europea de principios del siglo xx al sistema internacional contemporneo. Los probletnas planteados por' el gran potencial destructivo de las armas nucleares ha sido de gran preocu-

  • '120 .... El poder y la teora realista

    pacin para l. Como en el pasado, es necesario para las naciones desarro-llar medios limitados a fin de lograr objetivos limitados. "Una poltica militar de todo o nada ... jugara en manos de la estrategia sovitica de la ambigedad, que busca molestar el equilibrio estratgico en pequeos grados y que combina presiones polticas, psicolgicas y militares para inducir al mayor grado de incertidumbre y hesitacin en la mente del oponente." 121 Si los encargados de trazar polticas norteamericanas han de tener otra opcin que "las temidas alternativas de rendirse o suicidar-se",122 deben adoptar conceptos de guerra limitada derivados de la expe-riencia de guerra del siglo XIX. En ese momento el objetivo de la guerra "era crear un clculo de riesgos segn el cual la constante resistencia apa-reciera como ms costosa que los trminos pacficos que se buscaba im-poner".123 Una estrategia de guerra limitada le dara a Estados Unidos los medios "de establecer una relacin razonable entre el poder y la dispo-sicin a usarlo, entre los componentes fsicos y psicolgicos de la poltica nacional" .124

    Escribiendo en los aos sesenta, Kissinger planteaba que si Estados Unidos tena que eludir las rgidas alternativas del suicidio o la rendicin, deba tener tanto fuerzas convencionales como armas nucleares tcticas en gran escala. Kissinger estableci tres requisitos para las capacidades de guerra limitada:

    1. La,s,fuerzas de guerra limitadas deben ser capaces de impedir que el agresor potencial cree un fait accompli. . ~. Deben ser de naturaleza tal que convenzan al agresor de que su

    uso, si bien invoca un creciente riesgo de guerra total, no es un prel~dio inevitable a ella.

    3. Deben acompaarse con una diplomacia que tenga xito encomu-nicar que una guerra total no es la nica respuesta a la agresin y que existe una disposicin a negociar un acuerdo que no sea la rendicin incondicionaV25

    Si las naciones han de desarrollar una estrategia de guerra limitada, deben desarrollar una Icomprensin de aquellos intereses que no amenazan la supervivencia nacional. Los encargados de tomar decisiones deben po-seer la capacidad de contener a la opinin pblica si surge el desacuerdo acerca de si la supervivencia nacional est en juego. Dada una compren-sin tcita entre las naciones acerca de la naturaleza de los objetivos li. mitados, es posible librar tanto conflictos convencionales como guerras nucleares, limitadas sin que escalen hacia una guerra total.

    En el ajuste de las diferencias entre naciones, Kissinger, al igual que la mayora de los realistas, le asigna un papel importante a la diploma-cia. Histricamente, la negociacin se vio ayudada por las capacidades militares que una nacin poda aplicar si la diplomacia fracasaba. El amplio aumento de capacidad destructiva ha contribuido a la perpetua-cin de las disputas. "Nuestra era enfrenta el problema paradjico de que debido a que la violencia de la guerra ha crecido fuera de toda proporcin con los objetivos que se busca conseguir, no se ha resuelto ningn tema." las

  • El poder y la teora realista ~ 12\

    Ms an, la reduccin en el nmero de potencias que tienen una fuerza aproximadamente equiparable, ha aumentado la dificultad de conducir la diplomacia:

    En la medida en que ninguna nacin era lo suficientemente fuerte como para eliminar a todas las otras, cambiar de coalicin podra usarse para ejercer presin o dirigir el apoyo. Sirven en un sentido como sustitutos del conflicto fsico. En los perodos clsicos de diplo-macia de gabinete del siglo XVIII y XIX, la flexibilidad diplomtica de un pas y su posicin de negociacin dependen de su disponibilidad como socio para tantos otros pases como sea posible. Como resultado, ninguna relacin se consider permanente y ningn conflicto fue lle-vado hasta sus ltimas consecuencias.l27

    Si bien se produjeron guerras, las naciones no arriesgaron la super-vivencia nacional y pudieron, por el contrario, usar medios limitados para lograr objetivos limitados.

    Al igual que Morgenthau, Kissinger ve con desagrado la inyeccin de ideologa en el sistema internacional. La ideologa no slo contribuye al desarrollo de objetivos nacionales ilimitados, sino que eventualmente crea -estados cuyas metas son derrocar al sistema internacional existente. En ausencia de acuerdo entre las potencias acerca del marco del sistema -o su legitimidad-, la conduccin de la diplomacia se vuelve difcil, aun 1mposible. De all el nfasis de la poltica exterior Nixon-Ford-Kissinger en crear una estructura estable para el sistema internacional: "Todas las na-dones, adversarias y amigas por igual, deben tener una participacin en la pres