El poder de la culpa y la literatura | EL PAÍS Semanal | EL PAÍS

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  • 09/12/15 07:28Libros: El poder de la culpa y la literatura | EL PAS Semanal | EL PAS

    Pgina 1 de 1http://elpais.com/elpais/2015/12/01/eps/1448974769_769703.html

    PABLO ORDAZ 7 DIC 2015 - 18:50 CET

    LECTURAS NO OBLIGATORIAS

    El poder de la culpa y la literaturaEl camino de los difuntos es una incursin en la emocin de la narrativa sin ficcin

    Archivado en: Novela Narrativa Libros Literatura Cultura

    Hay que leerlo a palo seco, de un trago, sies posible con el mvil apagado, paradisfrutar (o sufrir) sin interrupcin de losefectos de esa frase perdida en la pgina47: La culpa tiene poderes de los que elamor carece. A estas alturas, uno yaintuye por el tacto que al libro apenas lequedan un par de pginas y que cuandolo cierre sentir un desasosiego extrao.La mirada inquisitiva del rostro elegidopor la editorial Perifrica para ilustrar Elcamino de los difuntos, de FranoisSureau, se habr convertido en la nuestrafrente al espejo. Solo una llamadainoportuna nos podra despertar de esta

    rpida incursin en la emocin de la literatura.

    De una literatura sin ficcin. Sureau se presenta en la primera pgina: En 1983 yo acababa de entraren el Consejo de Estado en calidad de auditor de segunda clase. No haba cumplido ni los 25 aos yestaba maravillado de encontrarme en medio de los juristas cuyos trabajos haban marcado mijuventud. Su trabajo a partir de entonces va a consistir en resolver las peticiones de asilo poltico enFrancia. Todo fluye hasta que Javier Ibarrategui, un antiguo militante de ETA durante el franquismoque lleva 14 aos viviendo en Francia, solicita la renovacin. Tiene miedo de regresar a Espaa. Apesar de que ya hay democracia y de que no tiene cuentas pendientes con la justicia, Ibarrategui creeque puede ser asesinado. O por la guerra sucia del GAL o por sus antiguos compaeros de laorganizacin terrorista, a la que haba criticado desde el atentado contra Carrero Blanco. El jovenSureau toma una decisin. Con los rescoldos an encendidos de sus consecuencias ha construido Elcamino de los difuntos.

    Desde la cubierta del libro, un hombre que podra ser Ibarrategui y tambin cualquiera de nosotrosmira fijamente tal vez preguntando, quiz reprochando a otro hombre que podra ser Sureau ytambin cualquiera de nosotros. La poca, los nombres y las circunstancias constituyen solo eldecorado. Lo que est en juego es el poder de la culpa. Y el de la literatura.

    LUIS BELTRAN (GALLERY STOCK)

    EDICIONES EL PAS S.L.