El pez en el riachuelo

Emilio González Jiménez

5 de mayo de 2015

Esta es la historia de dos tortugas que se conocieron en las alcantarillas de la

ciudad. Eran unas tortugas normales, como cualquiera de las que se hallan libres

en los estanques o en las lagunas.

Una mañana, las tortugas pudieron hablar. Era algo sorprendente.

-Hola, me llama Donatelo –dijo una.

-Yo soy Rafael –dijo la otra.

Las tortugas comenzaron a platicar y muy pronto se hicieron grandes

amigos.

Una tarde, Donatelo salió a buscar comida. Bajó por un pequeño riachuelo

que se formaba con el agua de lluvia que bajaba a las alcantarillas. Por extraño

que parezca en ese arroyito había peces. Donatelo los vio y decidió cazarlos. Las

tortugas se alimentan de carne de peces, grillos y cuanto animalito llegue a beber

agua.

Donatelo se lanzó al agua pero no se dio cuenta que un cocodrilo mutante

también acechaba al pececillo. El cocodrilo, al ver a la tortuga, cambió de opinión:

su hambre ya no la saciaría con el pez sino con la tortuga. Entonces decidió

atacar. Se aventó muy fuerte contra Donatelo. Pero en ese preciso momento,

Rafael, quien observaba la escena desde lo alto, también actuó. En el aire

interceptó al cocodrilo y lo empujó tan fuerte que fue a parar lejos del riachuelo.

Donatelo quedó sorprendido ante la hazaña de Rafael. Desde entonces

celebran que se hayan conocido y que su gran amistad sirviera para salvarle la

vida.

-Yo haré lo mismo por ti cuando sea necesario –dijo Donatelo.

Nadaron por el riachuelo, cazaron un pececillo y cenaron juntos.