“El Nuevo Racismo en la cobertura de los diarios chilenos La Tercera, La Nación y El Mercurio en torno al conflicto mapuche.”

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Tesis para optar al título de Sociólogo.Carlos González AburtoProfesor Guía: Omar A. Barriga, Ph.DUniversidad de Concepción, 2010.

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El Nuevo Racismo New Racism

Universidad de Concepcin

Facultad de Ciencias Sociales

Departamento de Sociologa y Antropologa

Carrera de Sociologa

El Nuevo Racismo en la cobertura de los diarios chilenos La Tercera,

La Nacin y El Mercurio en torno al conflicto mapuche.

Tesis para optar al ttulo de Socilogo

Carlos Gonzlez Aburto

Profesor Gua: Omar A. Barriga, Ph.D

Concepcin, abril de 2010.ndice

1. Introduccin

42. Marco Conceptual

5

2.1. Raza y Ciencia

6

2.1.1. Los orgenes modernos del concepto raza y el racismo cientfico6

2.1.2. La perspectiva cientfica-biolgica

6

2.1.3. La perspectiva cultural/antropolgica

13

2.1.4. La perspectiva colonialista: la raza como proyecto eurocntrico162.1.5. La perspectiva biolgica hoy

202.1.6. Palabras finales sobre raza como categora cientfica

23

2.2. Racismo

24

2.2.1. Qu es el racismo?

24

2.2.2. Dos tipos de racismo

24

2.3. Introduccin al Anlisis Crtico del Discurso

32

2.3.1. Qu es el discurso?

33

2.3.2. Cmo se analiza el discurso?

41

2.3.2.1. El discurso como estructura verbal

42

2.3.2.2. El discurso como interaccin social

46

2.3.2.3. El discurso y su dimensin cognitiva

48

2.3.2.4. El contexto de un discurso

52

2.3.3. Qu es, entonces, el Anlisis Crtico del Discurso?

55

2.3.4. El ACD Hoy

62

2.3.5. Una duda importante

67

2.4. El ACD en el contexto de esta investigacin

68

2.4.1. ACD: la ideologa y los estudios de prensa

68

2.4.1.1. Ideologa: algunas definiciones

69

2.4.1.2. Ideologa en el ACD

71

2.4.1.3. Ideologa y racismo

73

2.4.1.4. El racismo y los medios

74

2.4.1.5. Metodologa: cmo estudiar las noticias desde el ACD76

2.4.1.6. ACD e Indgenas en Chile

793. Objetivos

80

3.1. Construccin del objeto de estudio

81

3.2. Objetivos

82

3.2.1. Objetivo general

82

3.2.2. Objetivo especfico

824. Metodologa

825. Anlisis de datos

86

5.1. La Tercera

86

5.1.1. Resumen de noticias

86

5.1.2. Anlisis

87

5.1.2.1. Construccin del binomio nosotros/ellos

87

5.1.2.2. Niveles de coherencia del discurso

94

5.1.2.2.1. Microniveldiscursivo

94

5.1.2.2.2. Macronivel discursivo

102

5.2. La Nacin

104

5.2.1. Resumen de noticias

104

5.2.2. Anlisis

105

5.2.2.1. Construccin del binomio nosotros/ellos

105

5.2.2.2. Niveles de coherencia del discurso

112

5.2.2.2.1. Micronivel discursivo

112

5.2.2.2.2. Macronivel discursivo

118

5.3. El Mercurio

120

5.3.1. Resumen de noticias

120

5.3.2. Anlisis

122

5.3.2.1. Construccin del binomio nosotros/ellos

122

5.3.2.2. Niveles de coherencia del discurso

135

5.3.2.2.1. Micronivel discursivo

135

5.3.2.2.2. Macronivel discursivo

1425.4. Comparacin de resultados entre diarios

1465.5. Implicancias sociales de discursos analizados

1526. Conclusiones

1597. Bibliografa

1618. Anexos

1701. Introduccin

El movimiento social mapuche es quizs el ms importante que existe en Chile. Su prolongado enfrentamiento con el estado chileno por la recuperacin de sus tierras ancestrales no slo remite a hechos vergonzosos en la historia de Chile, sino tambin a una tendencia mundial de la exclusin de minoras tnicas por parte de una cultura dominante.

La reproduccin del llamado nuevo racismo, una ideologa que niega su naturaleza excluyente y ciega ante culturas distintas, es una de las caractersticas principales que tien los conflictos tnicos en la actualidad. Aquella ideologa es ejercida desde las elites, reforzada por polticas pblicas, enforzada por la polica, y legitimada por los medios de comunicacin. Son las coberturas de estos ltimos en torno al conflicto mapuche las que conformarn la unidad de anlisis de esta tesis.

Tres sern los diarios analizados, a saber, La Tercera, La Nacin y El Mercurio, con el objetivo de ver si es que efectivamente participan en la reproduccin del nuevo racismo, y qu estrategias lingsticas y textuales emplean para hacerlo de manera implcita, soterrada, indirecta. Para ello me remitir al Anlisis Crtico del Discurso (ACD), el estudio multidisciplinario del texto y sus condiciones de produccin.

Para poder contar con las herramientas analticas adecuadas, exploraremos la genealoga del racismo, especficamente como categora cientfica, desde el siglo XIX hasta hoy, momento en que ha adoptado formas cada vez ms esquivas y difciles de identificar. Tambin exploraremos los orgenes del ACD, y de qu forma hace converger disciplinas como la lingstica, la sociologa, la psicologa, etc., para entender las implicancias ocultas de los textos y discursos.

Finalmente, este anlisis, si bien toma en cuenta diversos elementos sobre el conflicto mapuche, debe entenderse como un estudio sobre el periodismo y su manera de construir noticias, ms que como un anlisis de las implicancias sociales de dicha problemtica. Es un estudio de la cultura dominante no-mapuche desde la cultura no-mapuche.2. Marco Conceptual

El trmino racismo pareciera ser de vieja data, una palabra, y por tanto un problema, con el que las nuevas generaciones no tienen que lidiar, al menos directa y cotidianamente. Quizs evoca imgenes lejanas: los afroamericanos trabajando en los campos de algodn; a Hitler liderando el Tercer Reich, exterminando judos; a la histrica discriminacin indgena en Amrica Latina; al apartheid sudafricano. Y no slo evoca a las vctimas del racismo, sino a las numerosas formas e instituciones en las que tom forma: el ltigo, jornadas de esfuerzo inhumano bajo un sol infernal, las cmaras de gas en Auschwitz, leyes y decretos que legitimaron la esclavitud, muros, prisiones, poder sexual y linchamientos, formas que hoy parecen haber pertenecido a un pasado superado, o al menos ausente, que nada tiene que ver con nuestra actual civilizada y democrtica forma de hacer las cosas.

O eso al menos en apariencia.

El racismo, segn el diccionario Merriam-Webster, es la creencia de que la raza es el determinante primario de las tendencias y capacidades humanas, y que las diferencias raciales producen una superioridad inherente de una raza en particular. Para hablar de racismo, entonces, es necesario entender el concepto de raza. Es necesario, creo, explorar la genealoga de los conceptos que se emplean, vale decir, verlos dentro del contexto de la historia del desarrollo de las ideas. Slo as se pueden entender cabalmente.

2.1. Raza y Ciencia2.1.1. Los Orgenes Modernos del Concepto Raza El trmino raza surge en el momento en que es distinguible un otro que posee caractersticas, en apariencia, distintas a las que existen en el dominio de quien observa (de ah que le atribuimos, posteriormente, un sentido etnocntrico; volveremos sobre este punto ms adelante). Ante todo, es una forma de clasificar seres humanos (aunque el trmino tambin se ocupa taxonmicamente para clasificar plantas y animales, como subgrupo de especie: subespecie). Dicha nomenclatura no se construye a partir de cualquier serie de caractersticas, sino aquellas que pertenecen al dominio de la apariencia fsica, o lo que Wade (1993) llama variacin fenotpica.

En biologa, el fenotipo se considera la manifestacin externa del genotipo. Dependiendo de diversas circunstancias, el ambiente influye ms o menos en el fenotipo. As, la manifestacin externa de un gen depender de la interaccin entre el genotipo y el ambiente, considerado como tal todas las circunstancias no genticas que influyen en el genotipo. El genotipo, en caso de quedar duda, es la constitucin gentica de un individuo referida a uno, a varios o a todos sus caracteres diferenciales. Es decir, es el conjunto de genes de un organismo determinado. El fenotipo es, dicho de manera simple, las caractersticas observables de un organismo, las posibilidades genticas realizadas gracias a la interaccin con las circunstancias del ambiente.Pero volvamos a raza. La nocin de un otro fsicamente distinto ha existido, nos imaginamos, desde la antigedad. En este caso, aclaro que slo me interesa la historia del trmino raza en su concepcin moderna. No cabe ninguna duda que la separacin de grupos humanos de acuerdo a sus caractersticas fenotpicas ha existido siempre, y que un recorrido por aquellas divisiones sera no slo interesante sino adems iluminador. Diversos trabajos han demostrado la existencia de jerarquas construidas a partir de estas diferencias en apariencia en Egipto, Grecia y Roma, tiempos medievales, etc.; pero fue despus, a lo largo del siglo XIX (aunque es posible, como en todo mbito de ideas, encontrar precursores a este pensamiento en siglos anteriores) que el trmino raza fue institucionalizado como un trmino de validez cientfica, sobre todo con fundamentos biolgicos. Ya entendern el por qu de las comillas. Por ahora, exploremos.2.1.2. La Perspectiva Cientfico-Biolgica y el Racismo CientficoBanton (1991) seala que la nocin de que existen relaciones basadas en raza, relaciones no en el sentido sociolgico de interaccin, sino en cuanto relacin biolgica, fueron argumentadas por primera vez, al menos desde una perspectiva cientfica, por un pequeo nmero de tericos pre-darwinianos, y cita a continuacin el siguiente texto:Dentro del genus Pantera, los leones, los tigres y los leopardos son especies distintas. Las relaciones entre animales de distintas especies difieren con las relaciones entre animales de la misma especie. Negros, blancos y amarillos son representados como especies dentro de genus Homo. As, las relaciones raciales entre humanos seran identificadas por caractersticas fenotpicas. La naturaleza ha hecho las relaciones entre blancos y negros distintas de las relaciones entre negros y negros. La versin pre-Darwiniana ms tarde dio lugar a la variante pos-Darwiniana que representaba a negros, blancos y amarillos como subespecies en distintas etapas de evolucin.

El prrafo anterior expone impecablemente el pensamiento inicial en torno a la idea de raza. Se ha intentado llevar hasta el humano la misma taxonoma que se usa para clasificar plantas y animales. No parece, creo yo, para nada insensato. Si ha probado ser til para ordenar la flora y fauna en grupos, por qu no tratarlo con los humanos? Sin embargo, la visin pos-darwiniana inquieta, sobre todo porque propone la idea que algunas razas seran superiores (inherentemente) a otras. Pero antes de desarrollar las ideas que inspira este prrafo, hay que ordenarlas.

El prrafo citado ilustra, a mi juicio, dos procesos distintos en la configuracin de lo que se entiende por raza. En un primer momento se identifican una serie de grupos con caractersticas fenotpicas (aparentemente) propias, y en un segundo momento se establece una jerarqua entre ellos. Vale decir, primero diferencia, luego jerarqua. La primera, diferencia, ha sido de vital importancia en la discusin de raza como categora biolgica vlida. La segunda, la idea de jerarqua, ha sido sumamente cuestionada, al punto de atribursele, con justa razn, connotaciones claramente racistas y etnocntricas. En la siguiente seccin (la visin antropolgica de raza) exploraremos la nocin de raza y jerarqua. Por ahora nos mantendremos enmarcados dentro el debate cientfico-biolgico dnde se origin el polmico trmino. Ambas posturas, sin embargo, no son fcilmente disociables, y estn ntimamente atadas. En la perspectiva cientfica-biolgica temprana, el gran concepto implcito es el fenmeno que he identificado como diferencia. Es esta dimensin cuya esencia se intenta descubrir y desentraar con los primeros estudios biolgicos. Sern entonces las explicaciones dadas a esta diferencia las que nos caracterizarn la naturaleza de las relaciones raciales segn este grupo de pensadores. El estudio biolgico de las razas comienza a principios del siglo XIX, y los cientficos detrs de aquellas investigaciones podran clasificarse, si seguimos a Gould (1996), en dos clases: por una parte, los hard-liners, o de lnea dura, que sostenan que los negros (y otras razas no blancas) eran inferiores, y que su status biolgico justificaba su esclavitud y colonizacin. En la otra cara estaran los soft-liners, quienes estaban de acuerdo con que los negros (y otras razas no blancas) eran inferiores, sosteniendo al mismo tiempo la idea que el derecho a la libertad de las personas no dependa del nivel de inteligencia. Quizs esta divisin parezca ms poltica o moral que cientfica, lo que me parece casi indiscutible. Sin embargo, su importancia radica en que refleja el pensamiento de los cientficos de la poca.Samuel George Morton encarna quizs el espritu de esta poca: un fuerte carcter cientfico-racionalista, cuya capacidad de interpretacin de resultados esta muy influenciada por una serie de a prioris racistas. Es, quizs, el ms fiel representante de llamado racismo cientfico. Morton es famoso por sus estudios sobre craniometra humana, llegando a poseer sobre mil ejemplares a la hora de su muerte (su lugar de trabajo era llamado la Glgota Americana). Los estudiosos de su trabajo sealan que sus trabajos gozaban de una gran coherencia y solidez cientfica, que posteriormente contribuiran enormemente a la fundacin de la antropologa fsica. Entre sus creencias notorias estaban la de que la inteligencia esta directamente ligada a la capacidad craneana de un individuo: ms espacio, ms cerebro, mayor inteligencia. Su medicin de crneos le llevo a concluir que, de acuerdo a la mencionada dimensin, el hombre blanco estaba en la cima, los Indios en el medio y los negros al final. Entre los blancos, los teutones y anglosajones estaban en la cumbre, los judos al medio y los hindes al final. De acuerdo a Gould, estos resultados reflejan (y refuerzan) el clsico prejuicio de todo buen yankee (they matched every good yankees prejudice), y fueron logrados mediante mediciones de slo ciertas dimensiones especficas y el descarte selectivo de ciertos ejemplares que en apariencia amenazaban aquella superioridad alba. Sin embargo, revisiones posteriores a The Mismeasure of Man, como Michael (1988) le han dado la razn a Morton: sus resultados son honestos y rigurosos; incluso otros como Brace (2005) sealan que la crtica de Gould cae en el mismo pecado que l denuncia: la ideologa interfiriendo en el trabajo cientfico y malintepretaciones que justifican las propias creencias.

Creo, sin embargo, que ms all de la interpretacin racista, est la pregunta de si sus muestras de crneos son realmente representativas estadsticamente de aquellas razas, o tambin si realmente la variacin de capacidad craneana en humanos es predictor vlido que responde a la diferencias sociales entre blancos, indios y negros (utilizando las categoras Mortonianas). Morton no es racista, creo, en la exhibicin de los resultados de las mediciones craneanas. Es racista en la medida en que sus interpretaciones tienden a otorgar una justificacin al sometimiento de las otras razas al hombre blanco, slo porque haba menos espacio en sus cabezas. Esa es la esencia del racismo cientfico: la construccin de una narrativa moral, un marco referencial en apariencia neutral que justificara la supremaca del blanco sobre los otros.El pecado del racismo cientfico, analticamente hablando, fue creer que las diferencias biolgicas entre las llamadas razas explicaban (y justificaban) todas las diferencias entre ellas, incluyendo las sociales y, sorprendentemente, las psicolgicas y de carcter. Gould seala que ese pensamiento puede ser ilustrado en el siguiente texto:

Todos los lderes cientficos siguieron estas convenciones sociales. En la primera definicin formal de las razas humanas en la taxonmica moderna, Linnaeus mezcla carcter con anatoma. El Homo sapiens afer (negro africano), proclam Linnaeus, es 'gobernado por el capricho'. De la mujer africana, escribi: 'mammae lactantes prolixae'- sus pechos lactan profusamente. Los hombres, agreg, son indolentes y se untan a s mismos con grasa.

Aqu hay otra, hecha por Samuel George Morton:

El indomable, valiente, orgulloso Indio. En qu luz tan distinta brilla al lado del sumiso, servil, imitativo negro, o al lado del tramposo, astuto y cobarde Mongol! Acaso no son estos hechos indicadores de que las distintas razas no clasifican en el mismo nivel en la naturaleza?

Cuando observamos la facilidad con que se atribuan ciertos rasgos de carcter o personalidad a determinados rasgos fsicos, se nos hace mucho ms visible lo arbitrario de la seleccin de las caractersticas que conforman una determinada raza. Ahora, una pregunta que hemos estado esquivando: cules son las razas que se determinan? La respuesta a dicha interrogante trae consigo una objecin, que no es de carcter moral. Es una objecin cientfica. Los rasgos fenotpicos deberan construir una serie de grupos humanos fcilmente distinguibles, resultando una clasificacin evidente: dicho en otros trminos, podra deducirse a simple vista y a travs de algunas mediciones (ya que el criterio son las apariencias) que tal o cual mujer u hombre pertenece a tal o cual raza, como quin clasifica orqudeas a partir de los tallos, la forma del ptalo, el color, etc. Entonces, pongmonos de acuerdo: cules son esas razas? Bueno, he ah el problema. Como explica el mismsimo Charles Darwin:El hombre ha sido estudiado con ms cuidado y atencin que cualquier otro animal y, an as, existe la ms grande diversidad posible entre los jueces a la hora de clasificarlo como una sola especie o raza, o como dos (Virey), como tres (Jacquinot), como cuatro (Kant), cinco (Blumenbach), seis (Buffon), siete (Hunter), ocho (Agassiz), once (Pickering), quince (Bory St. Vincent), diecisis (Desmoulins), veintids (Morton), sesenta (Crawford), o como sesenta y tres, de acuerdo a Burke. Esta diversidad de juicio no prueba que las razas no deban ser probadas como especies, pero demuestra que se gradan entre ellos, y que es apenas posible descubrir caractersticas claras y distintivas entre ellas.

Si la ciencia, para avanzar y funcionar, observa y establece categoras, parece difcil llegar a un acuerdo basndonos simplemente en las nociones de variacin fenotpica. La cantidad de caractersticas fsicas y el nivel de variacin con que se presentan en los distintos humanos alrededor del globo hace imposible concebir una clasificacin estrecha o limitada. Dnde termina ser negro y dnde empieza ser blanco? Quin mejor lo expone esta imposibilidad de establecer categoras o razas bien delimitadas es Zuckerman (1990):

El problema es que muchas de las caractersticas (para clasificar a las razas) no son correlacionadas y ninguna por ella sola podra constituirse como una gua irrefutable para las definiciones de grupos raciales de los antroplogos. Para las caractersticas como color de piel, que pueden ser clasificadas en una mtrica, hay gran variacin intragrupal como intergrupal. En frica, el color de piel de los grupos llamados Negroides oscila entre negro o caf oscuro hasta un bronceado amarillento. Hay grupos clasificados como caucsicos que son ms oscuros que ciertos grupos africanos clasificados como Negroides. La misma diversidad en rasgos fsicos existe entre grupos europeos. Muchos grupos, como la poblacin negra de Amrica, representan mezclas desconocidas de blancos y negros. Hasta qu punto es Blanco Negro o Negro Blanco? No es un problema de 'blanco o negro', sino que depende de definiciones legal-culturales.

Cmo se explica la existencia de esta varianza? El 17 de mayo de 1998, la American Anthropological Association emiti un comunicado cuyo contenido deca representar el pensamiento contemporneo general y la posicin acadmica de la mayora de los antroplogos en torno al trmino raza. Entre los contenidos expuestos en dicha declaracin, se expone que en poblaciones vecinas hay mucha imbricacin de genes y sus expresiones fenotpicas. A travs de la historia, cuando quiera que diferentes grupos hayan entrado en contacto, estos se han entrecruzado. El continuo compartir de materiales genticos ha mantenido a la humanidad como una sola especie.

Berdichewsky (2002) sigue en esta lnea, sealando que las variedades biolgicasdependen, en realidad, del grado de cruzamiento interno o externo de las poblaciones, de la adaptacin del inestable y plstico organismo humano a las demandas, tanto del ambiente ecolgico como sociocultural y, por ltimo, tambin a cierta seleccin natural.

A su juicio, el estudio de la historia de la humanidad hasta llegar a la especie Homo sapiens ya llevado a concluir que, en la actualidad ya no se considera ms estas divisiones de la especie humana como tipos fijos, ni mucho menos permanentes. Se trata simplemente de establecer la diversificacin biolgica de la humanidad, la que se caracteriza por la existencia de poblaciones genticamente congruentes entre s, entre las cuales no existe barrera biolgica alguna. Berdichewsky contina su argumentacin en territorios de la gentica, que exploraremos ms adelante.A pesar de las dificultades de replicar con precisin el xito que haba tenido el trmino raza en la descripcin de flora y fauna, este concepto, como categora cientfica, sigui siendo utilizado. Sin embargo, y como sugiere la oracin final del texto de Zuckerman, poco a poco se fue develando la verdadera naturaleza de lo que hay detrs de dicho concepto: una construccin sociocultural. Fue despus de la primera guerra mundial cuando se argument que las clasificaciones raciales cotidianas eran construcciones sociales basadas en la conciencia popular. Las relaciones raciales pasaron a ser entonces asociadas con definiciones subjetivamente compartidas, ms que diferencias biolgicas obvias.

2.1.3. La Perspectiva Cultural/Antropolgica Coexistieron entonces, durante un tiempo al menos, dos corrientes: por un lado, la concepcin objetiva de las relaciones raciales envisionaba un equilibrio racial mantenido biolgicamente; la otra perspectiva vea que cualquier equilibrio era mantenido polticamente. La primera forma de identificar una relacin racial llev a la concepcin de stas como el estudio de posiciones relativas de colectividades en un orden natural. La segunda forma lo cambi hacia un orden social pero an asuma que cualquier relacin entre individuos fenotpicamente distintos era una relacin racial. Incluso si un individuo notaba que no exista una base objetiva para aquella distincin, l o ella an eran considerados 'atrapados' por las percepciones de los dems (Banton, 1991).

La segunda postura luego llev a la configuracin de lo que llamo la perspectiva antropolgica de raza. Cabe decir que la perspectiva cientfica-biolgica no termin aqu, sino que, hasta cierto punto, an se desarrollan investigaciones con las nuevas herramientas para estudiar las caractersticas genticas.La crtica al modelo biolgico es, entonces, dirigida hacia los criterios usados para distinguir entre razas. Dichos criterios, ms que poseer una base cientfica basada en la observacin meticulosa, fueron tomados prestados de los prejuicios y estereotipos populares. Esas caractersticas se erigieron luego como categoras biolgicas obvias: la idea de variacin fenotpica es presentada as como una lnea de base biolgica general, neutral, libre de sesgos culturales, y asumida como el tipo de diferencia que debe ser privilegiada en una observacin, pero no cualquier observacin, sino una hecha a travs de lentes moldeados en una historia especfica: la de la expansin colonial, imperial y neo-imperial de Europa. Por razones prcticas, har una distincin entre la perspectiva antropolgica y la colonialista, que aunque estn ntimamente relacionadas en el campo acadmico y cientfico y, de hecho, es imposible entender la una sin la otra, las tomar como perspectivas distintas para poder desarrollar las implicancias de cada una ms meticulosamente. El mismo lector ver que incluso se contienen en s mismas.Las relaciones de raza existiran, entonces, cuando las personas construyen categoras de personas sobre las variaciones fenotpicas existentes (Banton 1983, citado en Wade, 1993). Para entender lo anterior es necesario hacer visible lo que las ciencias, hasta ese entonces, haban ocultado (intencionada o accidentalmente): el observador. Sin el observador, las observaciones sobre las cuales se basaban las ideas de raza en la perspectiva biolgica fueron naturalizadas: se les otorg la categora de verdades tan obvias que cualquiera podra distinguirlas a simple vista. As, el logro fue hacer aparecer aquellas observaciones como las naturales a hacerse en ese caso: cualquier persona se habra fijado en el color de piel, la forma de los ojos y la nariz, el color y/o forma del pelo, etc. En palabras de Lvi-Strauss

el pecado original de la antropologa consiste en la confusin entre la nocin puramente biolgica de raza (suponiendo adems, que incluso en este terreno limitado, esta nocin puede aspirar a la objetividad, lo que la gentica moderna pone en duda) y las producciones sociolgicas y psicolgicas de las culturas humanas () Si esta particularidad existe (distintas razas aportando a la civilizacin), se debe a circunstancias geogrficas, histricas y sociolgicas, no a aptitudes ligadas a la constitucin anatmica o fisiolgica de los negros, los amarillos o los blancos.

Las relaciones de raza, o la construccin de razas, se explican como constructos culturales y no originadas desde diferencias biolgicamente relevantes. Sin embargo, esto no hace que su influencia como categoras conceptuales no exista. En concordancia con Olivia Gall, la idea de raza tiene un enorme peso en la realidad porque las personas que creen en ella se comportan como si las razas realmente existieran; por ello, las transforman en categoras sociales dotadas de un gran poder: en realidades sociales sumamente significativas. Esta visin est influenciada, sin duda, por el teorema de Thomas y Thomas, if men define situations as real, they are real in their consequences (si los hombres definen una situacin como real, entonces son reales en sus consecuencias).

Dentro de esta perspectiva, a pesar del aparente consenso de entender las relaciones raciales como construcciones sociales, existen posturas divergentes. Wade (1993) seala que tanto Banton como Rex (otro estudioso de las relaciones raciales), a pesar que reconocen que dichas relaciones son construidas, de todas formas aceptan la nocin de variacin fenotpica como una realidad objetiva, y sera sobre aquella realidad que se construyen las relaciones de raza. Esta visin sera errnea, de acuerdo con Wade, porque no se da cuenta que transfiere al objeto los principios de su relacin con el objeto, citando a Bourdieu. Para Wade, la misma nocin de variacin fenotpica estara viciada, histricamente situada, ya que hace alusin a una serie de caractersticas clsicas para identificar razas. Vale decir, la preocupacin de Wade es la facilidad con que nos saltamos de varianza fenotpica a raza, sobre todo si nos basamos en las caractersticas histricamente erigidas como las nicas a considerar (piel, ojos, pelo, etc.) Si rechazamos la idea de raza, y luego aceptamos que las personas son fsicamente distintas de acuerdo a dichos criterios, no es difcil que volvamos a aceptar, implcitamente, la idea de raza y sus clasificaciones ya establecidas: el punto es reconocer qu est implcito en el uso no-reflexivo de variacin fenotpica como recurso natural. Mientras menos es reconocido aqul recurso como socialmente construido, ms se reproduce raza como categora que, por mucho que sea socialmente construida, est basada en algn significado fijo: raza es reproducido como una categora natural inflexible y persistente, esto porque aparentemente las personas perciben sin esfuerzo las diferencias fsicas.

Mi postura personal est en lnea con Thomas y Thomas. Como socilogo, slo puedo leer y quizs intuir (siempre precariamente) acerca de las diferencias o similitudes biolgicas entre seres humanos, y de los estudios y avances en ese campo. Puedo, sin embargo, aceptar como verdadero la idea que raza y relaciones raciales existen en tanto que una serie de fenmenos sociales, sean polticas pblicas, investigaciones sociales y antropolgicas, incluso percepciones y opiniones de las personas no ligadas al mundo acadmico, asumen que dichas relaciones s existen, y basan su pensar y actuar sobre aquella premisa. Corresponde estudiar aquellas consecuencias y deconstruirlas. Creo, sin embargo, que la preocupacin de Wade es vlida, porque pone en tela de juicio los conceptos que a veces empleamos sin pensar, y que hacen comernos la propia cola.2.1.4. La Perspectiva Colonialista - La Raza como Proyecto EurocntricoEl segundo problema que deriva del texto de Sir Arthur Keith (citado en Banton, 1991) es el de, luego de establecida una diferencia, se establece una jerarqua, ms bien, la nocin de que una raza es inherentemente superior a otra. Las preguntas fundamentales que se hacen los antroplogos y otros investigadores sociales desde esta perspectiva son quin es el que hizo las observaciones? Cules son las caractersticas de este observador? Y en qu momento histrico surgieron aquellas observaciones? Qu necesidades buscaron, consciente o inconscientemente, satisfacer? Procedamos entonces a ver de qu forma las responden. Estas preguntas llevan hacia la integracin ya no slo de elementos culturales al anlisis de raza, sino tambin de elementos colonialistas. Exploremos qu dice la literatura.Wade seala que las ideologas raciales, vale decir, el conjunto de creencias sociales compartidas en torno a los tipos de personas de acuerdo a sus aspectos fsicos, son las que se elaboran recurriendo a los aspectos particulares de la variacin fenotpica que fueron transformados en significantes vitales de la diferencia durante los encuentros coloniales europeos con otras culturas. Sera, entonces, del trabajo de aquellos encuentros histricos en el privilegio de ciertos tipos de diferencia fsica como smbolos de un discurso sobre percepcin e imposicin de diferencias se posa, al menos en parte, sobre los hombros de una biologa libre de valores. De ah que se expliquen los anlisis expuestos en la perspectiva biolgica-cientfica inicial. Esta biologa alcanz su punto alto en actividades como la medicin de crneos de Samuel George Morton. Sus resultados realzaban la ilusin de la legtima supremaca del europeo sobre el resto de las poblaciones.Para continuar es necesario entender que el estudio de las implicancias colonialistas del concepto raza lo sitan dentro de un marco conceptual ms elaborado, sobre todo en cunto al rol que cumple el sealado concepto dentro del esquema colonizador. Ahora, una rpida construccin de aqul marco.

Primero, juega un papel importante aqu lo que se conoce como etnocentrismo. El trmino fue ocupado inicialmente por William Graham Sumner, quien nos provee de una asertiva definicin: etnocentrismo es el nombre tcnico para el punto de vista de las cosas en que el propio grupo es el centro de todo, y todos los dems (grupos) son medidos y calificados en referencia a l. Como seal Wade, el grupo dominante en este caso fue el de los colonizadores europeos, quienes vean y juzgaban a las dems culturas a partir de la propia, lo que lleva entonces a hablar de un eurocentrismo europeo. No fue raro que, a partir de este pensamiento, se tildara a las personas fsicamente distintas como inferiores, como hombres ms cercanos a los animales, guiados por instintos, vicios, sin tica de trabajo. Es cosa de ver a los racistas cientficos ya expuestos. Estos comportamientos brbaros representaran estadios que los europeos ya han superado, sobre todo gracias a su poder racional.A partir de lo anterior no es difcil imaginarse que los europeos se encumbraran a s mismos como la civilizacin ms avanzada y evolucionada del globo. Esto lleva, siguiendo a autores como Lvi-Strauss, a un falso evolucionismo: se trata de una tentativa de suprimir la diversidad de culturas resistindose a reconocerla plenamente. Porque si consideramos los diferentes estados donde se encuentran las sociedades humanas, las antiguas y las lejanas, como estadios o etapas de un desarrollo nico, que partiendo de un mismo punto, debe hacerlas converger hacia el mismo objetivo, vemos con claridad que la diversidad no es ms que aparente. De esta forma, Europa se articul como el centro de la historia humana, mientras que los dems humanos eran reducidos a pequeos pueblos incidentalmente perifricos, que no haban alcanzado a florecer.Este invento articulado por Europa es lo que Dussel establece como la base para la existencia del mito eurocntrico: una clasificacin selectiva, una secuencia arbitraria de momentos histricos que llevaron a la conformacin de una Europa moderna, civilizacin desde la cual se gest el gran proyecto de modernidad. Segn esta narracin, Europa habra sido el centro de la historia, y habra alcanzado su cspide o realizacin mxima en el proyecto moderno, basado en la secuencia histrica Mundo Griego > Mundo Romano Cristiano y Pagano > Mundo Cristiano Medieval > Mundo Europeo Moderno. La interpretacin de Dussel del proyecto moderno es el que sigue: la modernidad es una emancipacin, una salida a la inmadurez por un esfuerzo de la razn como proceso crtico, que abre a la humanidad a un nuevo desarrollo del ser humano. Este proceso se cumplira en Europa, esencialmente en el siglo XVIII. Su filsofo es Hegel, y luego retomado por Habermas, quien dice que los acontecimientos histricos claves para la implantacin del principio de la subjetividad moderna son la Reforma, la Ilustracin y la Revolucin Francesa.

Esta es la visin clsica de modernidad, que dentro de su armazn mitolgico esconde el concepto de raza. Dnde, se preguntarn? Veamos. Quin resume con claridad las implicancias de este proyecto es Robles, quien, a partir de los planteamientos de Dussel, sealael fenmeno llamado modernidad es europeo y autorreferente, acaecido entre el siglo XVIII y XIX. Esta emancipacin de la inmadurez por medio de la razn (Kant), el desencantamiento del mundo producido por la racionalizacin (Weber), la implantacin del principio de subjetividad moderna (Habermas), todos estos eventos aparentemente fundacionales, encubren que la modernidad empieza con el descubrimiento de la Amrica hispnica (1492), que se financia con el saqueo de las colonias, que implica la aniquilacin de los pueblos originarios y que impone durante siglos el concepto de raza como el principio de clasificacin de la poblacin (Quijano), en fin, todos estos relatos configuran la cara oculta del mito eurocntrico de la modernidad.

Por fin se nos devela raza y su lugar dentro del esquema colonial. Quienes discuten raza como concepto colonialista lo hacen en como respuesta a la forma en que se desarroll dicho concepto en Europa, y cmo sus implicancias fueron proyectadas sobre las colonias. Si seguimos a pensadores como Quijano (1999), el concepto de raza

es, con toda seguridad, el ms eficaz instrumento de dominacin social inventado en los ltimos 500 aos. Producida en el mero comienzo de la formacin de Amrica y del capitalismo, en el trnsito del siglo XV al XVI, en las centurias siguientes fue impuesta sobre toda la poblacin del planeta como parte de la dominacin colonial de Europa.

Para los colonialistas, la idea de raza (al menos en su concepcin moderna), entonces, lleva en su propia gnesis la idea de la superioridad del hombre europeo, quienes tras ubicarse soberbiamente en el vrtice de la humanidad (eurocentrismo + evolucionismo), deciden financiar la continuacin de proyecto con los recursos saqueados a los brbaros, agreguemos, los cientficamente demostrados como brbaros. Este anlisis no se obtiene simplemente a travs de un anlisis de las implicancias lgicas y lingsticas de la definicin del trmino raza. Se obtiene partiendo de la repetida premisa de que los conceptos no son inocentes, que son creados para satisfacer las necesidades de un grupo determinado en un momento especfico. Quijano hace explcita aquella intencin y momento: raza y grupo racial fueron establecidos como mtodos de clasificacin de poblacin, que otorgaban legitimidad a las relaciones de dominacin impuestas por la conquista.Me gustara ahora volver a la perspectiva biolgica y antropolgica fsica contempornea, en especial para ver el efecto de las crticas de las perspectivas antropolgicas y colonialistas.2.1.5. La Perspectiva Biolgica Hoy

Frente a la evidencia recopilada desde las ciencias sociales, se ve difcil publicar investigaciones basadas en el concepto de raza: ya sea por los cuestionamientos como categora biolgica vlida o existente, como por las connotaciones racistas y colonialistas con los que carga, estaba claro que el concepto exiga al menos una reformulacin. An as, hasta hoy el debate acerca de si existen o no razas an no nos ha abandonado. Algunos antroplogos fsicos argumentan an que se pueden clasificar a las personas de acuerdo a ciertos rasgos fsicos; es ms, la antropologa fsica es capaz de tomar un crneo, y tras estudiar sus propiedades, deducir su etnicidad y origen geogrfico. George W. Gill seala que aunque muchos antroplogos que no admitan la existencia de razas, sus trabajos se construyen sobre la nocin de la existencia de grupos de seres humanos que agrupan determinadas caractersticas fenotpicas.

Lo que est claro es que no se puede descartar la idea que los seres humanos son clasificables de acuerdo a sus caractersticas fsicas. Cualquier intento por eliminar este criterio de clasificacin por completo esta destinado a eliminar una parte fundamental de la existencia humana. Pero cmo puede ser? No habamos acordado que las razas son construcciones culturales a partir de ciertos rasgos arbitrarios, y no fenmenos fsicos y biolgicos existentes? Una cosa es decir que las clasificaciones existentes en torno a raza son construcciones arbitrarias sin fundamentos, y otra es reconocer la existencia de la posibilidad de clasificarlos de acuerdo a rasgos fsicos. Sino, no podramos explicar los aportes de la antropologa fsica a este campo. Pero entonces, cmo lo hacen sin volver a las razas? Con un trmino simple: cline.

El trmino cline fue acuado por Julian Huxley, quin lo defini como a gradiation in a measurable character, vale decir, una variacin en un rasgo medible. No sugiri, sin embargo, que fuera la que reemplazara a raza. Fue Livingstone quien argumentara que no hay razas, slo hay clines. Expliquemos. Hasta ahora las personas que sostenan que raza era una categora biolgicamente vlida. Charles Loring Brace reconstruye impecablemente aquella forma de pensar:Es legtimamente cierto que los residentes de largo plazo en variadas partes del mundo tengan esquemas de rasgos que pueden ser fcilmente identificadas con las reas de dnde provienen. Debera agregarse que deben residir en esos lugares por cientos de miles de aos antes de que sus esquemas se establezcan. Bueno, dirn, por qu no llamar a esos esquemas regionales razas? La verdad, podemos; es ms, lo hacemos

Y cmo no van a ser verdaderas, contina, si casi todo humano ha visto en la televisin, en el cine, en la National Geographic, las diferencias entre un hombre de Sudn, de Mosc y de Zimbabwe. Son diferentes, innegablemente diferentes. Sin embargo, son muy pocos los que, por experiencia propia, han percibido empricamente la naturaleza de la variacin humana. Lo que sabemos de las caractersticas de las diversas regiones del mundo se nos ha otorgado de forma delegada y engaosa. Fotos y televisin nos dicen que personas en Oslo, El Cairo y Kenya se ven distintos. Y cuando conocemos a aquellos nativos en esos lugares podemos ver aquellas representaciones de primera mano. Pero si uno caminara desde el Nilo en Egipto, cruzando el Trpico de Cncer a Khartoum en Sudn y hacia Nairobi, no habra una barrera visible entre una persona y otra () Las personas en cualquier parada adyacente en este camino se parecern entre ellas ms de lo que se parecen a cualquier otra persona, despus de todo, estn relacionadas.

La nocin de raza pareciera no ser capaz de aprehender la variacin, o escala de variacin, o momentos en la escala de variacin, que van presentando las personas a medida que se viaja geogrficamente. Las razas son paquetes prediseados de valores de ciertas caractersticas que, si bien pueden responder a ciertos humanos de determinadas localidades geogrficas, dejan afuera la graduacin entre ellas.

Es por eso que el trmino clines entra en escena para poder aprehender y medir aquella esquiva variacin geogrfica. Hay un cline para cada caracterstica: color de piel, forma de nariz, relacin entre brazos y piernas, hasta el tamao de los dientes. Una persona es, fenotpicamente, la suma de una cantidad indeterminada (infinita?) de valores de clines. De esta forma se logran integrar elementos no-concordantes con las concepciones clsicas de raza: africanos de pelo rubio en las Islas Solomon y Vanuatu; presencia de pliegue epicntico en asiticos de este, los Khoisan africanos, los Sami del norte de Europa y en poblaciones indgenas de Amrica; y el hecho ya mencionado que existan africanos clasificados como negroides que sean ms blancos que otras poblaciones definidas como caucsicas.De esta manera queda mucho ms clara las limitaciones biolgicas del trmino raza: su capacidad explicativa es equivalente al de una caricatura, hasta el punto en que varios antroplogos fsicos no la reconocen como relevante, siquiera verdadera.

2.1.6. Palabras Finales Sobre Raza Como Categora Cientfica

Hemos visto varias perspectivas cientficas que abordan el tema de raza. Lamento haber dejado afuera (o no haberme expandido) en una de las ms interesantes: la perspectiva gentica. Agregara rpidamente que quienes argumentaban que las razas son genticas se llevaron una gran decepcin. Estudios han demostrado que la varianza gentica es mayor entre personas de la misma raza que de razas distintas. Es ms, muchos genetistas han ido cambiando de paradigma: cada vez ms se habla de human genome variation (varianza del genoma humano) en vez de raza.

Adems, Loring Brace seala que no slo los genes intervienen en la formacin de caractersticas fsicas, sino tambin la seleccin natural, las migraciones (Loring Brace, 1964), y las caractersticas geogrficas (Loring Brace, 2000). Un famoso estudio de Franz Boas (tambin proponedor del relativismo cultural como solucin al etnocentrismo) concluy que las formas de los crneos de las personas eran moldeadas, al menos en parte, por las condiciones de vida del entorno. Para ello estudi a inmigrantes de dos poblaciones distintas a Ellis Island, y concluy que los crneos de los hijos de aquellos inmigrantes difieren del de sus familiares no inmigrantes. As, una perspectiva slo gentica que de cuenta de caractersticas fisiolgicas est tambin limitada, y no puede sostener por si sola la idea de raza.De todas formas, queda claro que el intento de clasificar a la variedad humana en razas siempre ser una tarea ftil: algunos grupos quedarn afuera, se producirn contradicciones, incluso habra que empezar a buscar razas dentro de razas. As, es difcil establecer la raza como el factor desde donde se desprenden las caractersticas que conforman a un ser humano. Pasemos ahora a hablar de racismo.2.2. RacismoHe repasado las implicancias de raza como concepto moderno, fundamentalmente porque es necesario entender la genealoga de dicho concepto para poder abordar adecuadamente el racismo. Comencemos.

El racismo es tan amplio, ha asumido tantas manifestaciones y sufrido tantas transformaciones a lo largo de las distintas historias humanas, que resumirlas en un trabajo de este tipo es una tarea imposible. Corresponde sacrificar la riqueza de aqul fenmeno para poder aprehenderlo, an a costa de hacerlo precariamente.

2.2.1. Qu es el racismo? Es acaso el racismo una ideologa, una caracterstica o forma que puede asumir una ideologa? Es una actitud? Si hemos de empezar a definir racismo, partamos desde las definiciones de los diccionarios ms connotados, para luego avanzar hacia las teorizaciones desde las ciencias sociales.

La RAE define racismo como: 1. Exarcerbacin del sentido racial de un grupo tnico, especialmente cuando convive con otro u otros. / 2. Doctrina antropolgica o poltica basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecucin de un grupo tnico considerado como inferior.

El Oxford English Dictionary lo define, por su parte, como: 1. La creencia que existen caractersticas, habilidades o cualidades especficas para cada raza. 2. Discriminacin en contra o antagonismo otras razas.

La Enciclopedia Britannica la define como: cualquier accin, prctica o creencia que refleje el punto de vista racial la ideologa que los humanos son divididos en entidades biolgicas separadas y exclusivas llamadas razas; que hay una relacin causal entre las caractersticas fsicas heredadas y caractersticas de personalidad, intelecto, moralidad y otros aspectos de comportamiento cultural; y que algunas razas son innatamente superiores a otras.

Como ya habamos sealado, segn el diccionario Merriam-Webster, el racismo: es la creencia de que la raza es el determinante primario de las tendencias y capacidades humanas, y que las diferencias raciales producen una superioridad inherente de una raza en particular.

De estas definiciones se pueden rescatar, creo, varios puntos que echan luz sobre qu es el racismo. Lo primero y ms evidente es la distincin entre dos grupos; ms bien, un grupo que construye una visin de otro: la clsica dicotoma nosotros/ellos. Lo segundo son las caractersticas que crean inicialmente dicha construccin, en este caso, se trata de distinciones en torno a raza, es decir, un grupo de personas con caractersticas fenotpicas distintas. Tercero, estas caractersticas fsicas llevan consigo actitudes psicolgicas, intelectuales, morales, en fin, culturales indisociables de las primeras: van juntas por naturaleza, son entendidas inherentemente as. Cuatro, aquellas diferencias se utilizan para establecer jerarquas. Exploremos las implicancias de estos puntos.

Primero, la construccin de una imagen del otro conlleva necesariamente, al mismo tiempo, la construccin de una imagen de un nosotros. Es el producto inevitable del encuentro de dos grupos humanos. Como sealan Miles & Brown (2003), la

migracin, determinada por una interrelacin de produccin, intercambio y belicismos, ha sido una condicionante en el encuentro de individuos y grupos humanos por miles de aos. Sera en el desarrollo de aquellas interacciones donde han sido generados y reproducidos imgenes, creencias y evaluaciones de los otros, para explicar las apariencias y comportamientos de quienes con los que se ha establecido el contacto, y para formular estrategias para interactuar y reaccionar. A las consecuencias de ello llamamos representaciones del otro, imgenes y creencias que categorizar personas en trminos de caractersticas reales o atribuidas al compararlas con nosotros.

La construccin de imgenes acerca del otro nace de la evidente necesidad humana de dar nombre a lo desconocido, a despojarlo de su complejidad para poder lidiar con las consecuencias de su presencia y proximidad. Visto as, no es difcil sospechar que las construcciones del otro implican ms acerca de la forma de pensar de quien(es) crea(n) la representacin que de quienes la representacin pretende implicar en un principio. Pensemos en el racismo cientfico, tan largamente discutido en la parte anterior: la forma que tomaban las representaciones del otro eran cientficas, fundadas en la observacin meticulosa, cuyas interpretaciones justificaban la visin de mundo ya existente de aquellos hombres de ciencia. La totalidad de su cuerpo y produccin intelectual hoy habla ms acerca de sus formas de pensar racistas que de sus objetos de estudio.

Seran, entonces, estas representaciones las que alojan en su construccin el racismo: una imagen ficticia, reducida, caricaturesca del otro. Las diferencias fsicas se transforman en una sincdoque de todo lo que el otro representa, el estmulo necesario para evocar aquella construccin arbitraria y conducir hacia las reacciones pertinentes.

Ahora, dentro de la creacin de representaciones del otro como fundamento del racismo, existen, a juicio de Gall (2004) dos corrientes que postulan orgenes distintos, dos puntos de partida para comprender la constitucin del racismo. La primera, sita el nacimiento del racismo como paralelo al nacimiento de la Ilustracin y de las Constituciones Liberales. Esta visin sita el racismo como un acontecimiento moderno, que, siguiendo a Paz Moreno Feli (citada en Gall, 2004) se distingue de racismos anteriores porque su versin moderna propone una ruptura con los modelos pasados, basndose en una racionalizacin biolgica. Pero, cul ruptura? Wieviorka complementa esta visin, sealando que la ruptura de la cual habla Moreno Feli se ampara sobre el paso de una sociedad pre-moderna, basada en un principio estructurante de desigualdad, hacia una sociedad moderna cuyo principio estructurante es el valor de la igualdad. Antes, la sociedad era abiertamente jerrquica, pero ahora, era posible encumbrar los ideales de la igualdad y libertad sin ser hipcritas? Cmo resolvemos aquella incongruencia?

El racismo (moderno cientfico) surge, entonces, cuando aqul discurso de igualdad no encuentra correspondencia con una realidad de hombres ubicados en jerarquas econmicas, polticas, sociales, etc. El rol del racismo cientfico fue dar una explicacin definitiva a dicho desajuste, sobre todo porque era un obstculo a la hora de conformar comunidades nacionales cohesionadas (un yo colectivo, digamos), estados basados en la descendencia comn, la ocupacin de un espacio fsico y un idioma colectivo (Krotz, 1994). Como vemos, estos autores postulan que el racismo moderno es un proyecto que busc limar asperezas para la implantacin definitiva del predominio de los estados nacionales modernos. Como seala Krotz, la idea es homogeneizar a una poblacin dividida entre diferencias regionales, dialectales, religiosas, de clase, de educacin, de origen, de jerarqua y de convicciones. De ah que, si recordamos lo visto en la visin biolgica de raza, parte importante de la discusin entre monogenistas y poligenistas era si los negros deberan gozar de los mismos privilegios que los blancos.

Ahora, una segunda visin, sostiene que el racismo (como odio al otro) naci desde el surgimiento de los pueblos con historia. Segn Gall, aqu se encontraran autores como Delacampagne y Castoriadis, quienes no estaran de acuerdo con que las formas de racismo presentadas durante la modernidad signifiquen una ruptura con modelos precedentes de racismo. De hecho, Castoriadis seala enfticamente:

me parece necesario recordar esto aunque no sea sino porque la idea de que el racismo o simplemente el odio del otro es una invencin especfica de Occidente, es una de las burradas que gozan actualmente de una gran circulacin.

Para Castoriadis, el racismo sera un elemento fundante de todo pueblo o grupo humano: se trata de la aparente incapacidad de constituirse uno mismo sin excluir al otro y de la aparente incapacidad de excluir al otro, sin desvalorizarlo y, finalmente, sin odiarlo. En este sentido, ya sea la discriminacin racial construida en el Viejo Testamento (considerado por Castoriadis como el primer texto racista de la historia) o las teoras del racismo cientfico vistas anteriormente, la construccin negativa del otro ha estado presente en la historia de cualquier comunidad o grupo humano. Lo que cambia es el criterio sobre el cual el otro es considerado distinto e inferior.

Resolver esta dicotoma aparente no es tan difcil como presume Gall. Si pensamos en el racismo como una teora abstracta sobre representaciones del otro, hay que darle la razn a Delacampagne y Castoriadis. Desde que comienza la historia registrada, sea del pueblo o civilizacin que sea, hay otro que representa lo que despreciamos, que amenaza la propia forma de existir. Si pensamos en la forma especfica que ha tomado aquella representacin del otro (racionalismo biologicista), entonces Moreno Feli y Wieviorka tienen la razn. Si el racismo es una construccin del otro, entonces esta ha estado presente desde que podemos registrar la historia. Pero ha tomado una forma especfica en cada nueva aparicin, y la versin moderna est basada sobre la razn y la ciencia, en especial la biologa.

2.2.2. Dos tipos de racismo

Dentro de la versin moderna de racismo podemos distinguir dos lgicas que definen dos tipologas distintas de racismo, la primera que ya hemos explorado en profundidad, y una segunda que ser una de las bases de mi investigacin. El primero es llamado el racismo de la desigualdad, que corresponde a la lgica tradicionalmente asociada al racismo: la nocin que existen grupos humanos con caractersticas inherentes que haran de unos naturalmente superiores y otros, ms desafortunados, inferiores. Esta obviamente tiene su expresin en las posturas biolgicas exploradas anteriormente, y es la que rigi las lgicas de expansin y colonizacin europea, y tiene una de sus mximas expresiones sociales en la doctrina xenfoba y eugensica del nazismo. En este tipo de de actitudes y prcticas racistas, las mayoras o el grupo en el poder considera que el otro tiene su lugar en la sociedad, en la nacin o en el imperio, con la condicin de que sea aminorado, confinado en lo ms bajo de las relaciones de produccin: explotado o sobreexplotado (Wieviorka, citada en Gall, 2004).

La segunda lgica es referida como el racismo de la diferencia, tambin llamada nuevo racismo. Tras las monstruosidades del Holocausto, se ve difcil que alguien pueda sostener que existen grupos humanos inherentemente superiores, por lo que en vez de recurrir a una accin que jerarquice a los grupos humanos existentes, lo que se hace es exaltar las diferencias culturales como irreconciliables, al punto de arribar en no podemos convivir con ellos porque son simplemente tan diferentes (Gall, 2004). Si bien no se trata a los grupos discriminados abiertamente como biolgicamente inferiores, sino como grupos que encumbran valores y aspectos culturales distintos a los nuestros, de igual manera se les asocian un conjunto de caractersticas que el grupo dominante considera negativas, deficientes: familias monoparentales, consumo de drogas, delincuencia, falta de tica de trabajo, violencia, etc., patologas que deben ser corregidas (Van Dijk, 2005). Incluso las conceptualizaciones originales del trmino se basaban en estos elementos valricos. Tomemos a Zinder y Sears (1981), quienes definan este neorracismo como la resistencia a cambiar el status quo racial basados en los sentimientos morales de que los negros violaban aquellos valores americanos tradicionales como el individualismo y auto-confianza, la tica de trabajo, obediencia y disciplina. Obviamente su definicin estaba circunscrita a Norteamrica, pero en esencia se distingue ya no que los afroamericanos son inferiores racialmente hablando, sino distintos, pero distintos de forma negativa, opuestos a los valores que fundaron a los EE.UU.

Este nuevo racismo quiere ser democrtico y respetable, y por lo tanto niega que sea racismo. Despus de todo, el racismo abierto, el de la desigualdad, pas de ser una prctica comn a una forma polticamente incorrecta de hacer referencia al otro. Con respecto a esta nueva forma de racismo, tambin llamada racismo simblico, an existen dudas si es que refleja actitudes raciales ms tolerantes o simplemente una nueva forma para que los blancos enmarquen sus prejuicios clsicos de una manera ms tolerante y socialmente aceptada.

Virtanen y Huddy (1998) se preguntan: si el nuevo racismo no es sino la actualizacin de estereotipos raciales negativos, por qu se considera una forma nueva? Sniderman y Piazza (citados en Virtanen y Huddy, 1998) sealan que la agenda de polticas raciales durante los 50s y 60s fue guiada por una sola cuestin principal: si los blancos estaban dispuestos a aceptar a los negros como iguales. Luego los autores siguen a Edsall (1991), quien postula que la agenda de derechos civiles se desplaz a mediados de los 60s de garantas de gobierno de derechos ciudadanos fundamentales para negros hacia iguales resultados para negros, lo que llevo a un incremento en el rencor pblico y acrimonia hacia las metas del gobierno y los medios sobre los cules se logran. La opinin pblica blanca pas de un emergente consenso a favor de los derechos ciudadanos de los negros voto, acceso a lugares pblicos, a elegir lugar de residencia, etc.- a un creciente desacuerdo sobre cmo asegurar igualdad de oportunidades. Estas consideraciones llevados por los ciudadanos americanos a discusiones sobre polticas raciales cambiaron el clima en torno a esas polticas. En vez de debatir acerca de la inteligencia y habilidades innatas de los negros, las preocupaciones se centraron en el merecimiento de aquellas polticas y las causas de la persistencia de la pobreza afroamericana, lo que trajo visiones estereotpicas sobre la tica de trabajo de los negros.

Esta breve experiencia ilustra de qu forma, a partir de un proceso de reconocimiento de los efectos del racismo de la desigualdad, los viejos prejuicios toman una forma nueva, actualizada, esta vez en forma de una supuesta pregunta legtima (merecen tantos beneficios si no saben trabajar como nosotros?), que no tiene que ver con un reconocimiento de su inferioridad biolgica, sino de un atentado a nuestros grandes smbolos que nos conforman como nacin. Ntese: nuestros smbolos que nos conforman como nacin. El binomio nosotros/ellos es esencial para la creacin de cualquier marco racista. Como sugiere Van Dijk, una dimensin primordial del racismo es su naturaleza intergrupal; fundamentalmente, la categorizacin, el estereotipo, el prejuicio y la discriminacin afectan a los dems porque se cree que forman parte de otro grupo, es decir, que son atributos de los miembros del grupo y no de los individuos.

El nuevo racismo es ms indirecto, sutil; su nueva fuerza radica en el hecho que no parece racismo. De acuerdo con Sniderman, Piazza, Tetlock y Kendrick (1991), este nuevo racismo consta de dos preposiciones: la primera es la de racismo encubierto: el racismo es socialmente inaceptado e indeseado, por lo que las personas favorecen formas indirectas de expresarlo. La segunda es la del racismo simblico: un grupo viola el santuario de los valores compartidos y apreciados socialmente. Irnicamente, sealan, lo que es nuevo de este racismo es su alianza con los valores tradicionalistas, y la novel contribucin de esta alianza es que confiere legitimidad para criticar a los grupos minoritarios, sin ser derechamente racistas.

La aparicin de este nuevo racismo implica entonces nuevas formas de poder estudiarlo. Como veremos, en este caso el Anlisis Crtico del Discurso ha hecho un gran esfuerzo para develar los mecanismos lingsticos y simblicos mediante el cual este racismo se reproduce. Eso lo exploraremos ms adelante. Por ahora explorar el ACD propiamente tal, y luego examinaremos la forma en que conceptualiza el racismo como una ideologa y, ms importante an, como una funcin cognitiva.

Una pequea aclaracin. Con el desprestigio del concepto de raza como categora cientfica, y el avance notorio de la antropologa cultural, se comienza a privilegiar el uso de la palabra etnia o grupo tnico por sobre el de raza, incorporando elementos culturales a la identidad en vez de slo caractersticas biolgicas. Como seala el clebre documento The Race Question de la UNESCO, emitido en 1950:

Los grupos nacionales, religiosos, geogrficos, lingsticos y culturales no coinciden necesariamente con grupos raciales, y los rasgos culturales de tales grupos no tienen una conexin gentica demostrada con los rasgos raciales. Debido a errores serios de este tipo que se cometen habitualmente cuando se usa el trmino raza en el habla cotidiana, sera mejor que al hablar de de razas humanas se botara el trmino raza y se hablara de grupos tnicos.

No es extrao entonces que surgiera el trmino etnicismo, vale decir, el sistema de predominio de un grupo tnico sobre otro, basado en la categorizacin mediante criterios culturales, la diferenciacin y la exclusin (Van Dijk, 2003). Van Dijk decide, siguiendo el uso acadmico y poltico, emplear racismo para referirse tambin a etnicismo. En este caso har lo mismo.

Pasemos ahora a revisar la otra gran vertiente conceptual de esta investigacin: el anlisis crtico del discurso.2.3. Introduccin al Anlisis Crtico del Discurso

Qu es el discurso? Cmo se analiza? Cmo se analiza crticamente? Estas son las preguntas fundamentales a responder en esta seccin, que pretende sentar las bases analticas sobre las cuales se sostendr este trabajo. El estudio del discurso es una disciplina relativamente nueva, de tan slo unos 20 25 aos, aunque sus orgenes y antecedentes se pueden rastrear hasta principios del siglo XX, con la aparicin de la lingstica contempornea. Pero antes de seguir ahondando en estos terrenos, propongmonos responder la pregunta fundamental.

Primero, la idea de anlisis es bastante simple, o al menos lo abordar as para fines de esta investigacin. Tomando una definicin ampliamente aceptada, la RAE (1992) define anlisis como distincin y separacin de partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos. Un poco ms adelante, sin embargo, se ofrece una definicin ms interesante: Gram. Examen de los componentes del discurso y sus respectivas propiedades y funciones. Al parecer, anlisis y discurso son dos palabras que poseen una estrecha relacin, quizs histrica. Lo importante sera, entonces, establecer la genealoga de dicha relacin, para lo cual hemos de indagar el punto en dnde se juntan la lingstica, la psicologa y las ciencias sociales, y cmo se va desarrollando dicha relacin. Esto ser necesario para establecer, en primer lugar, qu es efectivamente un discurso; en segundo lugar, entender de qu forma(s) se analiza; y por ltimo, qu caractersticas distinguen un anlisis crtico de uno no-crtico del discurso. Comencemos la travesa.

2.3.1. Qu es el discurso?

Hablemos entonces de discurso. Hasta ahora, mi experiencia en torno a este concepto ha sido el atestiguar su uso con evidente desenvoltura y a veces con desacertado desparpajo, estando, adems, presente en casi todas las discusiones y conversaciones sobre la sociedad en las que he participado. A veces se utiliza para hacer referencia a un hecho en concreto, a un comunicado oficial de alguna institucin o persona de inters: el discurso presidencial, el discurso inaugural, el discurso de Martin Luther King Jr. Otras veces, quizs en un mbito ms acadmico, lo he visto hacer referencia a la armazn terica o narrativa de ideas detrs de alguna ideologa o teora, como el discurso democrtico, el discurso neoliberal, el discurso de izquierda, etc. Como sospecharn, hablando desde las disciplinas encargadas de estudiarlo, el discurso se trata de algo ms complicado, aunque estos ejemplos cotidianos dan pequeos atisbos acerca de su significado.

Comencemos.

Norman Fairclough (1989), estudioso connotado de las relaciones entre lenguaje y poder, seala que el discurso es lenguaje en forma de prctica social. Esto implica, a su juicio, tres cosas: que el lenguaje es parte de la sociedad, y no externo a ella. Segundo, que el lenguaje es un proceso social. Y tercero, que el lenguaje es un proceso socialmente condicionado por otras partes (no lingsticas) de la sociedad. Junto con lo anterior, Fairclough concluye que todo fenmeno lingstico es social, pero que no todo fenmeno social es necesariamente lingstico (aunque aquellos que no son lingsticos tpicamente tienen un substancial, y muchas veces subestimado, elemento lingstico).

Ahora, voy a establecer una hiptesis sobre la cual trabajar y que dar las bases para explicar lo que es un discurso: en sus inicios, el estudio de la lengua fue separado de las condiciones del entorno social en dnde se produca. Antes de seguir, valgan algunas aclaraciones.

Para comenzar a exponer la historia del desarrollo del concepto de discurso, debemos por lo menos establecer una nocin inicial del concepto para fines expositivos. Para ello, revisemos una importante distincin que hacen los estudiosos del lenguaje: la distincin entre texto y discurso, conceptos que, sumada la ambigedad propia de cada palabra por s sola, suelen confundirse y, en los casos de falta de fineza semntica extrema, se usan de manera casi intercambiable. Afortunadamente hay quien nos provee de una aclaracin clara y precisa. lvarez (2001) va al grano y dice:

El texto es una configuracin lingstica. Es un conjunto de elementos lingsticos (palabras, oraciones) organizadas segn estrictas reglas de construccin.

El discurso es la emisin concreta de un texto, por un enunciador determinado, en una comunicacin determinada.

Es as que lvarez (citando a J. M. Adam, 1990), seala que se puede hacer una ecuacin admitida hoy en forma generalizada: el discurso es el texto ms las condiciones de produccin. Esta distincin representa bastante bien la historia que expondr a continuacin: el de cmo la lengua se estudi, en un principio al menos, sin tomar en cuenta las condiciones (sobre todo sociales) de su produccin. Esta perspectiva inicial llegara, al menos en un momento, a encontrar sus lmites, para luego comenzar una tarea multidisciplinaria de entender las formas que presenta el uso del lenguaje en las distintas comunidades lingsticas.

Ahora bien, la directa relacin entre lo que se dice y la situacin de quin lo enuncia quizs pueda parecer una obviedad, pero hace un tiempo no lo fue. Fairclough seala que la lingstica, a partir de Ferdinand de Saussure, ha hecho distincin entre el sistema o cdigo que existe antes de su uso, y compartido por una comunidad especfica, o lengua (langue), y el uso que cada individuo le da, oral y/o escrito, o habla (parole). De acuerdo con el mismo Saussure,

al separar la lengua del habla, se separa a la vez: 1 lo que es social de lo que es individual; 2 lo que es esencial de lo que es accesorio y ms o menos accidental. La lengua no es una funcin del sujeto hablante, es el producto que el individuo registra pasivamente; nunca supone premeditacin, y la reflexin no interviene en ella ms que para la actividad de clasificar () El habla es, por el contrario, un acto individual de voluntad y de inteligencia

El origen de la conformacin social del lenguaje, de acuerdo con Saussure, no es gracias a un fenmeno fsico ni psquico (aunque ciertamente intervienen en parte al permitir su existencia en estos planos), sino el funcionamiento en el tiempo de las facultades receptiva y coordinativa:

Entre todos los individuos as ligados por el lenguaje, se establecer una especie de promedio: todos reproducirn no exactamente, sin duda, pero s aproximadamente- los mismos signos unidos a los mismos conceptos.

Sera desde ah que Saussure planteara que la lengua es sistemtica, y por tanto puede ser estudiada cientficamente, dando a luz a la semiologa una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social (formando parte de la psicologa social y, por tanto, de la psicologa general).

La idea primaria con esta pequea exposicin saussure-iana es indicar que en un comienzo, analticamente, el lenguaje y la sociedad fueron tratados como elementos divorciados. De esta manera creo que los argumentos de Fairclough cobran un mayor sentido, y as podemos comenzar a comprender de qu forma se va reconociendo la dimensin social del lenguaje, que es la base para entender la nocin actual de discurso.

Volvamos as a lo que nos dice Fairclough, quien difiere, al menos en parte, con los postulados Saussurianos, principalmente dos: primero, la nocin de que el uso del lenguaje (parole) sea producto de una eleccin individual. Segn Fairclough, la sociolingstica moderna, cuya creacin fue promovida, indirecta e irnicamente, por las ideas de Saussure, ha demostrado que la variacin en el uso del lenguaje no es personal, sino un producto de la diferenciacin social:

El lenguaje vara de acuerdo a las identidades sociales de las personas en interaccin, sus propsitos definidos socialmente, el escenario social, y as. Entonces la nocin individualista de parole de Saussure es insatisfactoria

Luego veremos de qu forma este desacuerdo con Saussure condiciona su visin de lo que es (o debera ser) un discurso. Por mientras veamos su segundo desacuerdo, esta vez con el concepto de lengua, o langue.

Fairclough cuestiona la nocin de la existencia de un lenguaje unitario y homogneo en la sociedad:

Saussure escribe como si todas las comunidades lingsticas, cualesquiera sean sus condiciones sociales, tuvieran su lengua () Ms an, supone que todos los que integran una comunidad lingstica tienen igual acceso y control de la lengua, cuando en realidad el acceso y control de la lengua es desigual.

Fairclough seala que la nocin de lengua o langue (y de lenguaje, como lo emplean otros lingstas) posee similitudes con la retrica de estandarizacin. La idea de un lenguaje universal que es el mismo para todos los integrantes de una comunidad lingstica hace referencia a una variedad estndar que, al menos en apariencia, existe a travs de los dominios de su uso. Pero aquella frase tambin posee una dimensin poltica, cuyo objetivo es legitimar un lenguaje como una institucin entre una masa de personas, creando lenguas nacionales mitolgicas. Fairclough se pregunta si es coincidencia que el concepto de langue haya surgido justamente cuando el mito de un lenguaje nacional estuvo en su cumbre, ms menos a principios del siglo XX (los cursos que conforman el Curso de Lingstica General de Saussure fueron dictados entre 1906 y 1911).

Como con todas las ideas, hemos descubierto que los planteamientos iniciales que conformaron el proyecto de creacin de una ciencia del lenguaje estaban ntimamente ligados con el estado del mundo que les dio a luz, ms an, surgen de los proyectos propios de quienes ejercan, en aqul momento, el poder, que buscaban conformar lo que hoy conocemos como los estados nacionales modernos.

Bourdieu (1985) asume una postura similar. En un captulo llamado La produccin y la reproduccin de la lengua legtima, el socilogo francs seala que Auguste Comte tiene una postura similar a la de Ferdinand de Saussure, al hacer referencia al lenguaje como un tesoro universal de una plena comunidad en la cual todos pueden aprovecharla libremente. Esta ilusin de un comunismo lingstico, como le llama Bourdieu, ha obsesionado a toda la teora lingstica moderna. Incluso el mismo Saussure recurre a la metfora del tesoro: (la lengua) es un tesoro depositado por la prctica del habla en los sujetos que pertenecen a una misma comunidad. Ms adelante, Bourdieu seala:

Hablar de la lengua, sin ninguna otra precisin, como hacen los lingistas, es aceptar tcitamente la definicin oficial de la lengua oficial de una unidad poltica: la lengua que, en los lmites territoriales de esa unidad, se impone a todos los sbditos como la nica legtima

Esta nocin de lengua oficial se ha constituido vinculada al Estado. Es durante la constitucin del Estado moderno cuando aparecen las condiciones de una lengua (Bourdieu dice mercado lingstico) unificado y, lo que es ms importante para este caso, dominado por una lengua oficial. Para mantener esta lengua, se crean una serie de instituciones que aseguran su perpetuidad y legitiman su existencia: tienen su cuerpo de juristas, los gramticos, y sus agentes de imposicin y control: los maestros de enseanza primaria.

Quien tambin coincide con la visin del nacimiento del estudio de la lengua de Fairclough es Robert de Beaugrande, quin seala que la ciencia del lenguaje del siglo XX, conocida como lingstica moderna, decidi desconectar el lenguaje y estudiarlo en s mismo. Es as como el lenguaje fue deconstruido, separado, dividido en distintos dominios para poder ser estudiado y entendido. Se crearon as la fonologa, la morfologa, la lexicologa, la sintaxis, etc., los cuales fracasaran finalmente, como expone de Beaugrande,

Luego de tres dcadas de investigacin sobre la sintaxis, no se logr construir ningn sistema similar de pautas y reglas subyacentes para ningn lenguaje natural. Todo lo que tenemos es una pila de fragmentos que un sistema de esta clase podra contener, pero ninguna idea de cmo encajan entre s y de cmo podemos aportar los restantes fragmentos

De Beaugrande expone que este fracaso se debe, en gran parte al menos, a que la concepcin del lenguaje como sistema implicaba casi naturalmente la existencia de un orden tericamente subyacente que podra ser develado y descubierto, cuando en realidad este sistema no necesita de ello porque constantemente crea mltiples modos de orden prctico siempre que tiene lugar un discurso (o acto de habla). El problema de buscar o asignar estructuras slo surge en la medida que se separa el lenguaje del discurso, a fin de crear los problemas propios de la desconexin.

Bourdieu tambin coincide con este diagnstico, sealando que

la lingstica se condena cuando, a partir de uno solo de los factores en juego -la competencia propiamente lingstica, que se define en abstracto al margen de todo lo que esta competencia debe a sus condiciones de produccin- intenta dar razn del discurso en su singularidad coyuntural.

Cabe destacar que el mismo Beaugrande reconoce que hubo lingistas que no propusieron o rechazaron de plano esta desconexin del lenguaje de su uso (o discurso), vase la tagmmica norteamericana, la Escuela de Praga y la lingstica funcional sistmica de Gran Bretaa. An as, la postura que prevaleci y domin fue la nocin que el discurso (o uso de la lengua) es demasiado rico, diversificado, amplio y difuso, tan intimamente ligado con el mundo ordinario de las actividades humanas, tales como una conversacin informal entre amigos y familiares, como para constituir un objeto propiamente cientfico (de Beaugrande, 2003).

Hemos arribado, entonces, a los lmites de la capacidad de la lingstica, en su concepcin moderna inicial, de dar una explicacin cabal y completa acerca del lenguaje. Para salir de esta desierto intelectual es necesario, entonces, centrar la atencin no tan slo en la sintaxis, sino tambin en el conocimiento acerca del mundo y de la sociedad en que viven los que usan y emplean el lenguaje.

Para entender discurso, entonces, Fairclough considera necesario rechazar la oposicin saussuriana lenguaje/uso del lenguaje, y tampoco aceptar la nocin individualista del uso del lenguaje que implica parole. Si bien mantiene el nfasis en el uso del lenguaje en oposicin a la lengua misma, este debe ser concebido como socialmente determinado, y sera eso lo que entiende por discurso. La distincin que hace Saussure sera til para distinguir entre las convenciones sociales subyacentes del lenguaje, y su uso propiamente tal. En palabras del mismo Fairclough:

No asumo (como lo hace el langue) que las convenciones son unitarias y homogneas; al contrario, se caracterizan por su diversidad, y por luchas de poder. En tanto que la homogeneidad es lograda como lo es, hasta cierto punto, en caso de la estandarizacin- es impuesta por los que tienen poder.

La nocin de discurso como prctica social expande la visin de lingstica crtica de entender el signo lingstico es simultneamente un fenmeno semitico y un hecho social.

De Beaugrande tambin sugiere volver a ligar el lenguaje con la sociedad. Luego de proponer la nocin de desconexin, expone la idea de reconexin del lenguaje con el discurso, es decir, re-enlazar el lenguaje con su contexto, y definindolo de ahora como un sistema integrado de conocimiento de los hablantes acerca del mundo y de la sociedad. Este sistema debera ser descripto (sic) en trminos lingsticos, cognitivos, y sociales, junto con las condiciones en las cuales lo usan los hablantes (De Beaugrande, 2003). Esta visin del discurso como tripartita y ubicada en un contexto esta influida, notoriamente, por los aportes de Van Dijk, a quin exploraremos en profundidad a continuacin.

Hemos visto entonces que el discurso nace con la vuelta a pensar el lenguaje en su contexto de uso, y como tal no esta exento de las relaciones entre quienes lo emplean: si la sociedad de donde surge es asimtrico (en relaciones de poder, economa, smbolos, cultura, etc.), entonces el uso del lenguaje tambin lo ser. Tambin es necesario entender que el lenguaje no slo posee una estructura que existe independiente de su uso, sino que adems diversos modos o formas que son ejecutados por sus usuarios.

Creo que corresponde que veamos ciertos elementos propios del discurso antes de explorar su visin ms contempornea. Para comenzar, Van Dijk (2003) tambin entiende el discurso como una forma de uso del lenguaje. Esta nocin inicial, segn l, debe ser explorada y expandida tericamente, integrando nuevos elementos esenciales, a saber, quin utiliza el lenguaje, cmo lo utiliza, por qu y cundo lo hace.

Se debe, entonces, tener en cuenta los elementos funcionales del discurso, o ms bien, el discurso debiese entenderse como funcional. De esto se desprende que, en el proceso de comunicacin, los participantes hacen algo que va ms all de la simple comunicacin de ideas: Van Dijk se refiere a que interactan, por lo que discurso es adems una interaccin verbal.

Con todo lo anterior, Van Dijk termina por reconocer las tres caractersticas principales que, a su juicio, conforman el discurso: a) el uso del lenguaje; b) la comunicacin de creencias (cognicin); y c) la interaccin en situaciones de ndole social. La tarea del anlisis de discurso

consiste en proporcionar descripciones integradas en sus tres dimensiones: cmo influye el uso del lenguaje en las creencias y en la interaccin, o viceversa? Cmo influyen algunos aspectos de la interaccin en la manera de hablar? O cmo controlan las creencias el uso del lenguaje y la interaccin? Ms an, adems de brindar descripciones sistemticas, cabe esperar que el estudio del discurso formule teoras que expliquen tales relaciones entre el uso del lenguaje, las creencias y la interaccin social.

Es ahora cuando empezamos a internarnos ya no en la definicin de discurso, sino que aadimos respuestas a la pregunta cmo se estudian los diversos aspectos y dimensiones del mismo. Pasaremos entonces a explorar los aportes ms modernos al concepto de discurso, antes de entrar de lleno a explorar sus mltiples estructuras, presentaciones usos y formas de estudio.

2.3.2. Cmo se analiza el discurso?Ya tenemos una aproximacin preliminar al concepto de discurso. Cmo todo concepto con una disciplina propia que la estudia, este va sufriendo diversas transformaciones a medida que la disciplina gana en dedicacin, desarrollo y profundidad. Hasta ahora, como seala el mismo Van Dijk, se ha expuesto una visin del discurso con ciertos elementos bsicos de lingstica, pero an quedan muchos cabos sueltos que apernar, sobre todo en lo referente a la estructura del discurso. Gracias a los aportes multidisciplinarios en este campo, Van Dijk (2003) es capaz de resumir brevemente las principales caractersticas de un discurso en dos grandes reas: el discurso entendido como estructura verbal, y entendido como accin e interaccin en la sociedad.

Quizs la siguiente exposicin pueda parecer interrumpida, fragmentada en el mejor de los casos, pero creo que cuando revise de lleno el ACD lo expuesto cobrar un sentido y coherencia mayores. Pido ya disculpas si, al menos durante la exposicin del anlisis de discurso, pareciera empantanarme.

2.3.2.1. El Discurso Como Estructura Verbal

Para empezar, entendamos el discurso como estructura verbal. Cmo tal, tiene diversos elementos en los cuales enfocarse. Debemos fijarnos, primero que todo, en la(s) forma(s) que toma o asume en la realidad, o a travs de qu sentidos se recoge la comunicacin que constituye el discurso: sonidos audibles y marcas visuales son las primeras que vienen a la mente. Pero en un segundo momento revelan ser ms profundas y complejas de lo que aparentan. Lo importante es entender entonces que cada nivel o aspecto del discurso cuenta con conceptos propios para su anlisis. Veamos los ms importantes.

Primero, el discurso puede tomar forma de sonidos caractersticos y poseer sentido en las estructuras abstractas detrs de estos (nfasis, entonacin, volumen, etc.), campo de estudio propio de la fonologa. Los sonidos, de acuerdo con Van Dijk, pueden establecer relacin entre oraciones, sealar preguntas, establecer nfasis en algunos puntos y ocultar otros, indicar cuando comienzan y terminan segmentos o caracterizar la alternancia de los hablantes.

Segundo, tambin existe en sus aspectos escritos, impresos o grficos. Con esto no slo se pretende hacer referencia a un comunicado en texto escrito o trascripcin de algn discurso hablado, sino tambin puede aludir a afiches, toda una campaa publicitaria basada en la imagen (en especial las polticas), la publicidad grfica, propaganda, volantes, etc. Por eso, Van Dijk seala que es indispensable recurrir a la semitica (estudio de los signos) para dar cuenta del fenmeno de forma holstica.

Por ltimo, tambin es posible reconocer que los sonidos van acompaados muchas veces por lo que se llama comunicacin no verbal: gestos, expresiones faciales, posicin y proximidad de los cuerpos, etc., que tambin le otorgan significado al discurso, en especial en las interacciones cara a cara y documentos multimediales.

Estos tres aspectos, que Van Dijk llama auditivos, visuales y corporales, respectivamente, dan cuenta, hasta cierto punto, de dos modalidades distintas del discurso: la conversacin y el texto. La conversacin comprende el discurso hablado, ya sean los dilogos, coloquios, charlas, debates y exposiciones ejecutados en el marco de interacciones cotidianas, debates, sesiones de organismos polticos (partidos, congresos, reuniones), sesiones y seminarios acadmicos, etc. El texto, por su parte, comprende los tipos de discurso correspondientes a la palabra escrita, vase la prensa, artculos acadmicos, obras literarias, la publicidad, incluso las transcripciones de discursos de conversacin, entrevistas, comunicados pblicos, etc.

Estos tres aspectos (auditivos, visuales y corporales) seran, si hemos de llamarlos de alguna forma, los aspectos visibles del discurso, las dimensiones que son captables a travs de nuestros sentidos. Ahora, tambin el discurso posee otros niveles, dimensiones o aspectos distintos a los nombrados recin, que igualmente lo constituyen como tal. Los siguientes elementos tratarn sobre las abstracciones y teorizaciones en torno a lo que ocultan estos estmulos, sobre las complejidades que ocultan estas metforas. Veamos en qu consisten.

Si echamos mano a la gramtica de la lengua, el anlisis de discurso tambin puede poner atencin en el orden de las palabras, las frases o las clusulas u otras propiedades que estudia la sintaxis. Como seala Van Dijk (2003), la estructura formal de las oraciones en el discurso no es independiente del resto del discurso (pp. 30). Esto es de vital importancia si consideramos que uno de los fenmenos ms estudiados de la sintaxis del discurso es cmo la forma de las oraciones opera como un indiciador de la distribucin de la informacin a travs del discurso (pp. 30), todo lo cual puede acomodarse para que el discurso cumpla su funcin, aspecto central a revelar a travs de estos estudios (cul es el objetivo verdadero del discurso y cmo se ordena para lograrlo). Por primera vez estamos haciendo referencia a la forma que tienen los estmulos expuestos anteriormente. Los rdenes que estos pueden asumir alteran y diversifican los significados, y si tomamos en cuenta las tres dimensiones expuestas por Van Dijk, auditivos, visuales y corporales, se abre antes nosotros un abanico interminable, casi infinito, increblemente complejo de posibilidades comunicativas.

Por su puesto que, a pesar de las muchas formas que puede asumir el lenguaje o comunicacin, este an debe respetar ciertos criterios para que logre cierta congruencia, cierta capacidad para adquirir un significado en la mente de los receptores. As, dentro de la nocin de estructura, Van Dijk tambin cree pertinente hacer referencia a la nocin de sentido, y tambin a la semntica (que tpicamente lo analiza). El proceso de dotar de sentido a un discurso es lo que comnmente llamamos comprensin o interpretacin, y hace referencia a la mente de los receptores usuarios del lenguaje. Aqu existe un pequeo debate. En primera instancia esto pareciera ser terreno de los psiclogos del lenguaje, o psicolingstas, pero algunos cientficos sociales (como Fairclough, visto anteriormente) alegan que los sentidos son, al menos en parte, compartidos socialmente, por lo que el nfasis no debiese ponerse en los factores cognitivos de la interpretacin, sino en la interaccin entre personas, grupos, instituciones o estructuras sociales. Mi opinin personal es que, si bien reconozco la influencia de factores sociales y simblicamente compartidos a la hora de una interpretacin, es finalmente en la mente o psique individual de la persona donde esta se realiza, y dos personas, a pesar de vivir en contextos sociales parecidos, pueden tener interpretaciones distintas acerca de un mismo texto o fenmeno (ms adelante veremos que, a partir de esto, Van Dijk cree necesario incorporar una dimensin cognitiva al estudio del discurso).

Pero sigamos. La semntica del discurso estudia la estructura de las proposiciones, en especial las relaciones entre las proposiciones de un discurso, para lograr adquirir un significado consistente ms all de lo que es en s mismo (sonido, texto, gesto, etc.). Para esto es crucial la nocin semntica de coherencia: la conexin del sentido de las proposiciones u oraciones del texto. Cabe aqu hacer una nueva aclaracin. Varios autores hacen la distincin entre coherencia y cohesin. Louwerse (2004) hace una la siguiente:

(en este artculo) usamos el trmino coherencia para las relaciones representacionales y cohesin para las indicaciones textuales a partir de las que debera construirse una representacin coherente. La cohesin es la consistencia de los elementos en el texto, la coherencia es la consistencia de los elementos en la representacin en la mente del comprendedor. La cohesin no es ni suficiente ni necesaria para la coherencia. En otras palabras, la cohesin no siempre garantiza la coherencia mientras que la ausencia de la cohesin no impide la coherencia. Sin embargo, un texto que tiene elementos de cohesin, generalmente, se percibir como ms coherente que un texto que no los tiene, mientras que un texto sin elementos de cohesin se puede, sin embargo, percibir como coherente.

Louwerse seala que hay autores (Garnham & Oakhill, 1997; Spooren, Sanders & van Wijk, 2000) que sealan que no existen conexiones en el texto si el lector no las percibe y procesa (algo parecido al viejo dilema si cae un rbol en el bosque y no hay nadie para escucharlo caer, de todas formas, hace un sonido?) y, por tanto, slo existe la coherencia. Sin embargo, Louwerse seala la existencia de estudios empricos en donde la coherencia surge a partir de los lazos cohesivos del texto. Disciplinas como la lingstica computacional, lingstica de corpus y los enfoques psicolingsticos dependen de esta distincin fundamental y de la existencia de ambos elementos, y en trminos de este trabajo las considerar ambas como verdaderas.

Volviendo a lo que nos seala Van Dijk (quin llama coherencia de texto a lo que acabamos de entender como cohesin), existen dos niveles de coherencia en el texto: un micronivel y un macronivel. En el micronivel, la coherencia de texto (cohesin) existe en la medida en que las proposiciones de un discurso obedecen a una coherencia funcional, como por ejemplo especificacin (Los hombres son mentirosos. Carlos siempre inventa excusas.), generalizacin (Valentina es divertida. Las sureas son as.), ilustracin (Pablo nunca se pone atencin. Ayer se tropez tres veces) o contraste con la proposicin anterior (Fernando es aburrido. Jess, todo lo contrario). Pero la semntica del discurso no est reducida slo a la descripcin y anlisis de los aspectos funcionales; tambin necesita de lo que se llama referencia: que el discurso y sus sentidos se relacionen con los sucesos reales o imaginarios de los cuales habla, es decir, los referentes. (Van Dijk, 2003)

En el macronivel, por su parte, se dejan detrs las nociones gramaticales y lingsticas y nos adentramos en los conceptos y nociones clsicos del discurso, como los tpicos y los temas. Los tpicos ayudan a dar forma y a definir el sentido global del texto respondiendo a la pregunta de qu estamos hablando? Estos son esenciales para la comunicacin, ya que aportan un lugar o marco de referencia a partir del cual construir la coherencia (como la entiende Louwerse). Esto est ligado invariablemente con el contexto, aunque se distingue de l en que se refiere ms a las grandes temticas que el lugar y momento donde se discuten aquellas temticas.

Para terminar con las caractersticas estructurales del discurso, Van Dijk tambin hace referencia al estilo o variacin, en otras palabras, la eleccin de determinados vocablos, formas de hablar o expresiones para hacer referencia a distintas cosas, vase personas (protestantes/de