El Naufragio Del Futilidad

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    1/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 1 -

    EL NAUFRAGIO DEL TITNO

    FUTILIDADMorgan Robertson

    EEddiittaaddoo ppoorr

    22000022 CCooppyyrriigghhtt hhttttpp::////wwwwww..lliibbrrooddoott..ccoommTTooddooss llooss DDeerreecchhooss RReesseerrvvaaddooss

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    2/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 2 -

    NOTA DEL TRADUCTOR

    El nombre de Morgan Robertson no nos dice mucho, actualmente. Si investigamos sobre

    l, nos daremos cuenta de que escribi varios relatos y novelas sobre el mar, entre ellos:

    Los piratas Ms all del espectro En el valle de las sombras El Naufragio del Titn, o Futilidad.

    Es precisamente en esta ltima novela (Publicada en 1898) en la que llamo la atencindel lector. En ella, en una noche de abril, el buque surca a toda mquina las aguas

    prximas a Terranova. Va a batir un rcord despreciando toda prudencia. El riesgo ha

    sido aceptado. Se trata de un navo revolucionario construido con la tecnologa naval msavanzada: sus planchas impermeables son consideradas insumergibles. En plena noche, elviga avista un iceberg que se les viene encima. Demasiado tarde: el navo choca contrael iceberg a toda mquina. Es la catstrofe. Mueren casi todos sus pasajeros debido a queel buque no lleva suficientes botes salvavidas. Nombre del buque? Titn.

    Lo escalofriante de todo el asunto es que fue escrita catorce aos antes del viaje del

    Titanic, y coincide en un 98% de las circunstancias con el acontecimiento real: Por

    ejemplo; los nombres de los barcos, las causas lejanas, psicolgicas y culturales deldrama: el orgullo tcnico empaa la razn: se lanza a la niebla para batir un rcordincumpliendo las normas, los lugares: el Atlntico norte, a la altura de Terranova, lapoca del ao: una noche de abril, la causa inmediata: la colisin con iceberg, la causa de

    prdidas humanas: la falta de botes para salvamento.Las coincidencias nos acercan a unasobrecogedora interpretacin de esta historia, tal como lo muestra la siguiente grfica

    Robertson declar durantetoda su vida que suinspiracin vena de un

    "colaborador astral

    , parautilizar sus propias palabras,es decir, de un espritu quele guiaba e inspiraba sustrabajos literarios. Esta es lanica respuesta que daba

    para explicar estas

    TITN TITANICPasajeros y equipaje 3,000 2,207Botes de salvamento 24 20

    Tonelaje 75,000 66,000Longitud 240 m. 268 m.

    Velocidad de impacto 25 nudos 23 nudosNumero de hlices 3 3

    Fecha o mes delhundimiento

    Abril Abril

    Causa del hundimientoFe ciega en la

    tecnologaFe ciega en la

    tecnologaRotura del casco A estribor A estribor

    Compartimientosestancos

    19 15

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    3/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 3 -

    coincidencias extraordinarias entre la ficcin y la realidad. A pesar de la reedicin de suobra, no recoge los frutos de su sorprendente premonicin despus del naufragio delTitanic, ya que los lectores prefieren conocer los detalles sensacionales de lainvestigacin en vez de la ficcin, aunque est marcada por un extrao sello.

    ACERCA DEL AUTOR

    Morgan Robertson naci en 1861 en Oswego (Nueva York). Alos 16 aos, tras sus estudios e bachiller, se enrol en la marinamercante de 1877 a 1886. Posteriormente encontr trabajo en una

    joyera, pero sus problemas oculares le obligaron a abandonareste empleo fatigante para los ojos y se consagro a la escritura,especializndose en la novela y los relatos martimos. Aunque

    era autodidacta posea una cultura slida y una poderosacapacidad de expresin, segn testimonian sus escritos. Eravisiblemente un marginado, un hombre indignado contra la

    sociedad de su poca, que pas toda su vida dificultades materiales y, en este sentido,parece que Rowland, el personaje central de Futilidad, sea en parte autobiogrfico. Conla publicacin de sus obras completas consigui posteriormente cierto reconocimiento, ala vez que se quedaba ciego. Le encontraron muerto en la habitacin de un msero hotelde Atlantic city, el 24 de marzo de 1915, sentado en un silln de cara al mar.

    Fuentes:

    Revista ENIGMAS, dirigida por el Dr. Jimnez del Oso, ao IV/No. 11, pginas: 56-62,Artculo de Bertrand Mheust.

    CAPTULO I

    ra el barco ms grande que hubiera surcado los mares, y tambin el trabajo msarduo para quienes lo haban construido. En su fabricacin se vieron involucradoscada disciplina, profesin y oficio conocidos por la civilizacin. En su puente

    haba oficiales que, aparte de ser la crema y nata de la Royal Navy, haban pasado rgidosexmenes en lo concerniente a los vientos, mareas, corrientes y geografa marina; no eran

    marinos, sino tambin cientficos. El mismo rigor profesional fue aplicado para escogeral personal del cuarto de mquinas, y el departamento de cocina era prcticamente comoel de un hotel de primera categora.

    Dos bandas, dos orquestas y una compaa teatral entretenan a los pasajeros durante elda; el bienestar corporal era atendido por un cuerpo de doctores, mientras que el

    bienestar espiritual lo era por un grupo de capellanes. Un bien entrenado cuerpo de

    E

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    4/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 4 -

    bomberos calmaba los temores de los pasajeros ms nerviosos, y aada otra diversin alpracticar diariamente con su maquinaria.

    Desde su elevado puente corran, de forma discreta, lneas telegrficas hasta la proa, la

    popa, la sala de mquinas, el nido del cuervo1 en la proa y a todas las partes del barco endonde se trabajaba, cada lnea terminando en un dial con un indicador mvil que contenacada orden y respuesta requerida en el manejo del enorme buque, tanto en puerto comoen alta mar, lo cual eliminaba el tortuoso esfuerzo por parte de marinos y oficiales degritarse rdenes y respuestas.

    Desde el puente de mando, el cuarto de mquinas y una docena de lugares en su cubierta,las noventa y dos puertas de diecinueve compartimientos estancos podan cerrarse enmenos de un minuto moviendo una palanca. Estas puertas tambin podan cerrarseautomticamente ante la presencia del agua. Aunque tuviera nueve compartimientosinundados, el buque an poda flotar, y como no se supiera previamente de algnaccidente de estas caractersticas, el Titn era considerado insumergible.

    Construido enteramente en acero, y concebido nicamente para el trfico de pasajeros, notransportaba ninguna carga de combustible que amenazara con destruirlo con un posibleincendio; y la inmunidad a la demanda de espacio para carga dio a los diseadores la

    posibilidad de descartar el fondo plano para un cuarto de calderas, tpico de unaembarcacin de carga, a favor de uno oblicuo, ms propio de un yate, y esto mejor las

    prestaciones del buque en el mar. Tena casi doscientos cuarenta y cuatro metros delongitud, un desplazamiento de setenta mil toneladas, setenta y cinco mil caballos defuerza, y en el viaje de pruebas haba alcanzado una velocidad de veinticinco nudos,enfrentando feroces vientos, mareas y corrientes. En pocas palabras, era una ciudadflotante, conteniendo dentro de sus muros de acero todo lo necesario para atenuar los

    peligros e incomodidades propios del cruce del Atlntico y todo lo necesario paradisfrutar de la vida.

    Insumergible e indestructible, transportaba unos pocos botes, tal como lo exiga la ley.Estos veinticuatro botes estaban asegurados bajo los pescantes en la cubierta superior, yde ser necesarios, habran dado cabida a quinientos pasajeros. No en vano llevabatambin engorrosas balsas salvavidas; pero (tambin por otro requerimiento de ley) encada una de las tres mil literas en los camarotes de os pasajeros, la tripulacin, losoficiales y tambin en las oficinas haba un chaleco salvavidas de corcho, mientras que,

    distribuidos a lo largo de las barbadas, haba alrededor de veinte flotadores circulares.En vista de su absoluta superioridad sobre cualquier otro buque, la compaa de vaporesanunci, para ser aplicado al Titn, un reglamento en el que crean formalmente algunoscapitanes, a pesar de no ser abiertamente seguido: Debera viajar a toda velocidad a

    1 En los barcos de la primera mitad del S. XX, haba dos mstiles principales, llamados trinquetes. Ambos tenan una cofa o sitiode vigilancia para divisar tierra firme, tmpanos u otros obstculos, as como tambin a otros barcos. A este puesto se le conocacomo el nido del cuervo (N. Del T.).

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    5/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 5 -

    travs de la niebla, las tormentas, el sol, las mareas y (en la Ruta Norte) el verano y elinvierno, por los siguientes buenos y sustanciales motivos:

    Si otro barco lo embesta, la fuerza del impacto se distribuira sobre un reams larga, si el Titn tena plena va, y el impacto mortal sera absorbido porel otro buque.

    Si el Titn era el agresor, con toda seguridad destruira al otro, an a mediamarcha, y quizs daara su propia proa; mientras que a toda velocidadcortara al otro barco en dos sin ms dao para s que rasguos en la pinturaque se podan reparar con facilidad. En cualquier caso, como el menor de dosmales, era mejor que el casco ms pequeo fuera el perjudicado.

    A toda velocidad, el Titn era ms fcil de llevar fuera del peligro.

    En caso de una colisin mortal contra un tmpano de hielo (La nica cosaflotante que el Titn no poda vencer), su proa se deformara en menos deunos pocos pies que a media velocidad, y se inundara un mximo de trescompartimientos, lo cual no importaba, teniendo seis de reserva.

    De modo que se confiaba en que cuando los motores dieran su mximo esfuerzo, el vaporTitn desembarcara pasajeros a casi cinco mil kilmetros con la prontitud de un trenexpreso. Haba batido los rcords de velocidad en su viaje inaugural, pero hasta el tercerviaje de retorno no haba logrado disminuir el tiempo de viaje entre Sandy Hook y

    Daunts Rock al lmite de cinco das; y extraoficialmente se rumoreaba entre los dos milpasajeros que haban embarcado en Nueva York que ahora se hara un esfuerzo pararomper esa marca.

    CAPTULO II

    cho remolcadores arrastraban al mastodonte hasta la mitad de la corriente,apuntando su proa ro abajo; entonces el piloto en el puente dio algunas rdenes;el primer oficial lanz una corta llamada por el silbato y accion una palanca; los

    remolcadores tensaron los cables y halaron; en las entraas del buque se encendieron tres

    pequeos motores, abriendo los reguladores de tres largos ejes; las tres hlicescomenzaron a girar, y el mammut, con una vibrante trepidacin corriendo por su enormesilueta, comenz a moverse con lentitud hacia el mar.

    Al este de Sandy Hook, el piloto se dej ir, y entonces fue cuando el viaje realmente dioinicio. A cincuenta pies debajo de su cubierta, en un infierno de ruido, calor, luces ysombras, los carboneros trasladaban el combustible troceado desde los depsitos hasta el

    O

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    6/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 6 -

    hogar, donde los fogoneros semidesnudos, con caras semejantes a las de unos demoniostorturados, lo revolvan y echaban a las fauces de los hornos. En el cuarto de mquinas,los engrasadores iban y venan dentro de un maremgnum de acero, con cubos de aceite ydeshechos, siendo observados por un personal vigilante y atento al deber, que se

    esforzaba por escuchar cualquier fallo por encima de la mezcla de ruido, como porejemplo el repiqueteo fuera de tono del acero, lo cual sera indicativo de alguna llave otuerca que se haba zafado. En la cubierta, los marineros colocaban las velas en los dosmstiles para aadir su propulsin en el momento de romper la marca, mientras los

    pasajeros se dispersaban segn sus gustos: algunos se sentaban en sillas reclinables, bienabrigados, pues aunque era abril, el aire estaba helado; otros paseaban por la cubierta

    para mover sus piernas. Otros escuchaban a la orquesta en el saln de baile, o escriban olean en la biblioteca, mientras que unos pocos iban a sus camarotes, mareados por el

    balanceo del buque sobre las aguas.

    Las cubiertas se despejaron, los relojes dieron el medioda y entonces comenz lainterminable labor de limpieza, en la que los marineros emplearon mucho de su tiempo.Encabezados por un alto contramaestre, un grupo de marineros lleg a la cubierta concubetas y cepillos, distribuyndose a lo largo de la baranda.

    Atencin, seores: no olviden la baranda dijo el contramaestre. Seoras, porfavor, retrocedan un poco. Rowland, aljate de la baranda o dars en el mar. Llvate unventilador... no, vas a derramar pintura. Coloca tu balde lejos y ve a pedirle alalmacenista un poco de papel de lija. Trabajars en la cubierta hasta que te releven.

    El marinero se quit la camisa, dejando ver su contextura delgada, con una edad cercanaa los treinta aos, de barba negra, semblante vigoroso y bronceado, aunque de ojosllorosos y de movimientos poco firmes. Baj de la baranda y tropez ms adelante con sucubeta. Al alcanzar el grupo de damas a quienes haba hablado el contramaestre, sumirada se fij en una joven cuyo cabello tena el color del sol, y con el azul del mar ensus ojos, quien los alz al ver al marinero que se aproximaba. l se sobresalt, pas a unlado para esquivarla y, alzando la mano en un tmido saludo, se alej. Fuera de la vistadel contramaestre, se recost contra la puerta que daba acceso a la cubierta y jade un

    poco, mientras se sujetaba el pecho con una mano.

    Qu es esto? musit cansadamente Quiz los nervios, el whisky o la agonizanteagitacin de un amor hambriento. Cinco aos, y ahora la mirada de ella puede helar la

    sangre en mis venas, y traer de regreso toda esa ansia e inevitabilidad que puede llevar aun hombre a la locura... o a esto!

    Mir su mano temblorosa, llena de cicatrices y manchada de alquitrn, atraves la puertay regres con el papel de lija.

    La joven tambin haba resultado afectada por el encuentro. Una expresin de sorpresamezclada con terror haba aparecido en su hermoso y algo dbil rostro; y sin reconocer el

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    7/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 7 -

    tmido saludo que el hombre le haba hecho, tom en sus brazos a una pequea nia queestaba detrs de ella en la cubierta, y pasando por la puerta del saln, se apresur a llegara la biblioteca, dejndose caer en una silla que estaba al lado de un militar, quien la mir

    por sobre un libro, para decir:

    Myra, acaso viste a la serpiente marina? O al alemn volador? Qu ocurre? Oh, no, George respondi ella con un tono agitado. John Rowland est aqu. Elteniente John Rowland. Acabo de verlo, ha cambiado tanto. Trat de hablarme.

    Quin? Acaso ese tipo encendi de nuevo tu fuego interior? Sabes que jams loconoc, y no me has dicho mucho sobre l. Qu hace ahora? Es ayudante de camarote?

    No. Parece que es un marinero comn; est trabajando y est vestido con ropa vieja ycompletamente sucia. Tambin parece estar disipado. Como si hubiera cado bajo, y todoesto desde...

    Desde que lo indispusiste? Pues bien, no es tu culpa, querida. Si un hombre lleva laculpa dentro de s, tarde o temprano sta se volver contra l. Cmo est su sentido de lainjuria? Tiene algn motivo de queja o rencor? Te preocupas intilmente. Qu dijo?

    No lo s, no dijo nada. Siempre le he temido. Nos encontramos tres veces desdeentonces, y pareca como si en sus ojos se posara una espantosa mirada. Era tan violento,tan duro de cabeza, tan terriblemente furioso en ese entonces. Me acus de manipularlo, yde jugar con l; y dijo algo sobre una invariable ley del azar, y un gobernante balance delos eventos, algo que no entend, salvo una parte donde dijo que todo lo que causbamoslo recibamos en igual cantidad. Y luego se fue, aparentemente furioso. Siempre heimaginado que l se vengara, y que podra llevarse a Myra, nuestra hija.

    La joven estrech contra su pecho a la sonriente nia y continu.

    Me gustaba al principio, hasta que descubr que era ateo. Porque, George, lconstantemente negaba la existencia de Dios ante m, una cristiana convencida.

    Tena un maravilloso temperamento dijo el marido. No te conoca muy bien,debo decirte.

    Nunca me pareci el mismo desde entoncesdijo ella. Sin embargo, sent que nohaba algo claro. An pensaba en lo glorioso que sera si pudiera convertirlo a Dios, ytrat de convencerlo del amor de Jess; pero l slo ridiculiz aquello que me erasagrado, y dijo que, por mucho que valorara mi honesta opinin, l no sera un hipcrita

    para ganarla, y que sera honesto consigo mismo y con los dems, y expresara su honestaincredulidad; sa es la idea. Como si a pesar de ello, uno pudiera ser honesto sin la

    ayuda de Dios!Y entonces, un da, percib el olor del licor en su aliento l siempre ola a tabaco ylo abandon. Fue entonces cuando l... cuando se desmoron.

    Sal y mustrame a ese reprobable dijo el marido, levantndose.

    Fueron a la puerta, y la joven atisb hacia fuera.

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    8/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 8 -

    Es el ltimo hombre ah abajo, cerca del camarote dijo, y volvi al interior,mientras el marido sala.

    Qu! Es ese rufin sarnoso que refriega el ventilador? As que se es JohnRowland, de la Armada Real, es l! Bien, esto s que es un desmoronamiento. No estaba

    deshecho, una conducta impropia de un oficial? Bram estando ebrio, en la oficina delpresidente No fue as? Creo que le algo al respecto. S que perdi su posicin y que fue terriblemente deshonrado dijo la joven. Bien, Myra, el pobre diablo es inofensivo ahora. Habremos llegado en unos pocos dasy no necesitas encontrarte con l en esta ancha cubierta. Si no ha perdido toda susensibilidad, estar tan turbado como t. Mejor qudate adentro, pues la niebla estaumentando.

    CAPTULO III

    la medianoche se toparon con una brisa lacerante que soplaba desde el noroeste,lo cual aument la velocidad del buque, haciendo que, contrario a lo que seesperaba en cubierta, surgiera una hostigante y helada corriente de viento. El mar

    estaba agitado en comparacin con su extensin, y asestaba al Titn sucesivas rfagas,que se unieron en trepidaciones suplementarias a las continuas vibraciones de losmotores, cada uno de los cuales lanzaba una espesa nube hacia lo alto, alcanzando el nidodel cuervo en el trinquete de proa, y fustigando las ventanas de la cabina del piloto conuna andanada de vapor capaz de romper vidrio ordinario. Un banco de niebla, en el que el

    buque se haba introducido en la tarde, an lo envolva de forma hmeda e impenetrable;

    en medio de esta niebla, con dos oficiales de cubierta y tres vigas aguzando vista y odosal mximo, el gran corredor cargaba a toda velocidad.

    A las 12:15, dos hombres surgieron de la oscuridad, en el extremo de los casi veinticincometros de longitud que tena el puente, y le anunciaron al primer oficial los nombres dequienes los haban relevado. De regreso en la cabina, el oficial repiti los nombres aloficial intendente, quien los anot en el cuaderno de bitcora. Entonces, los hombres seesfumaron rumbo a su caf y su siesta-. Pocos minutos despus, otro hombre aparecien el puente y report el relevo del nido del cuervo.

    Dijiste Rowland?- exclam el oficial por sobre el sonido del viento El hombre

    que subi ebrio a bordo? S, seor. An est ebrio? S, seor. Bien, es todo. Oficial intendente, Rowland est en el nido del cuervo dijo el terceroficial, y luego, haciendo un embudo con sus manos, exclam: Nido del cuervo!

    Seor!

    A

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    9/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 9 -

    Mantn tus ojos abiertos. Vigila atentamente. Muy bien, seor.

    Un exmilitar, a juzgar por su respuesta, musit el oficial.Esto no est bien.

    Reasumi su posicin en la delantera del puente, donde la baranda de madera ofrecacierta proteccin del severo viento, e inici la larga vigilia, que slo terminara con elrelevo, cuatro horas ms tarde, por parte del segundo oficial. Salvo lo referente al deber,las conversaciones se haban suprimido. El tercer oficial permaneci al final del largo

    puente, dejando ocasionalmente su puesto slo para mirar la brjula lo cual pareca sersu nico deber como marino.

    Refugiados en una de las casetas de la cubierta, el contramaestre y el viga iban y venan,disfrutando del nico descanso de dos horas que ofreca el reglamento de la Compaa deVapores, para que el trabajo del da finalizara con el descenso de otro viga, y a las dos en

    punto iniciara la vigilancia de las cubiertas gemelas, la primera labor del da siguiente.

    Para cuando hubo sonado la campana, con su repeticin desde el nido del cuervo, seguidapor un demacrado grito de Todo en orden hecho por los vigas, el ltimo de los dos milpasajeros se haba retirado, dejando los salones y la proa en posesin de los vigilantes;mientras tanto, durmiendo en su camarote, situado sobre el cuarto de navegacin, estabael capitn, quien jams comandaba a menos que el buque estuviera en peligro-, dejandoque el piloto se encargara de ello a la entrada y salida de los puertos, y a los oficiales enalta mar.

    Sonaron dos campanadas, luego tres y entonces el contramaestre y sus hombresencendieron sus ltimos cigarrillos, cuando del nido del cuervo sali un aviso.

    Hay algo enfrente, seor! No logro distinguirlo bien!

    El primer oficial se precipit al telgrafo del cuarto de mquinas y agarr la palanca.

    Describe lo que ves! grit.Es difcil decirlo, seor respondi el viga. el barco est virado a estribor, en unngulo muerto.

    Vire todo a babor! orden el primer oficial al oficial intendente, que estaba al

    timn. An no se poda ver nada desde el puente. El poderoso motor en la popa hizo quese atascara el timn, pero antes se haba logrado una desviacin de tres grados hacia laoscuridad que estaba delante; la niebla se disolvi contra las velas cuadradas de un buque

    bastante cargado, cruzando por la proa del Titan en menos de la mitad de su longitud.

    H1 y d... musit el primer oficial Mantenga el curso! Permanezca bajo lacubierta!

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    10/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 10 -

    Accion una palanca que cerraba los compartimientos estancos, puls un botn marcadocon el letrero Cuarto del Capitn y se agach, esperando el choque.

    Difcilmente hubo un choque. Una ligera sacudida estremeci la proa del Titn.

    Deslizndose estrepitosamente bajo la cofa del trinquete, una lluvia de pequeos palos,velas, cascotes y cable de alambre cay sobre la cubierta. Entonces, dos figuras an msoscuras se materializaron de entre la oscuridad reinante las dos mitades del barcoembestido por el Titn-, y de una de esas mitades, donde an haba luz, por encima delconfuso conglomerado de gritos y chillidos, la voz de un marinero:

    Ojal Dios derrame algo de luz sobre vosotros, hatajo de asesinos!

    Las dos figuras se desvanecieron en la negrura, a popa; los llamados de auxilio fueronacallados por el aullido del viento, y el Titn vir de nuevo a su curso. El primer oficialno haba accionado la palanca del telgrafo del cuarto del Ingeniero.

    El contramaestre corri al puente de mando para recibir instrucciones.

    Ponga hombres en las portezuelas y las puertas. Dgales que vengan al cuarto dederrota. Avise al viga para que notifique a los pasajeros de los procedimientos que hanaprendido, as como del accidente, tan pronto como sea posible.

    La voz del oficial era ronca y tensa al dar estas rdenes, y els, s seordel contramaestrefue proferido como un jadeo.

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    11/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 11 -

    CAPTULO IV

    l viga del nido del cuervo, situado a unos dieciocho metros sobre la cubierta,haba visto cada detalle del horror, desde el momento en que las velas cuadradasdel buque embestido haban aparecido ante l de entre la niebla hasta elmomento en que fue removido el ltimo vestigio del accidente por sus

    compaeros vigas. Cuando sonaron las cuatro campanadas que anunciaban el relevo, ldescendi con tan poca fuerza en sus extremidades como lo permita la seguridad con losaparejos. En la baranda se encontr con el contramaestre.

    Rowland, reporta tu relevo y ve al cuarto de derrota! dijo ste.

    En el puente, cuando Rowland dio el nombre de su relevante, el primer oficial agarr sumano y le repiti la orden que le diera el contramaestre. En el cuarto de derrota seencontr con el capitn, quien estaba plido y con una intensa forma e sus maneras,sentado en una mesa y rodeado por el turno completo de vigilancia, salvo los oficialesque estaban de guardia y los almacenistas: los vigas de cabina estaban ah, as como losque estaban asignados a la parte baja, entre los que se encontraban algunos fogoneros ycarboneros, as como tambin unos cuantos ociosos portalmparas, paoleros ycortadores que dorman en la parte delantera y se haban despertado con la terriblesacudida de la constante oscuridad en la cual vivan.

    Tres carpinteros permanecan junto a la puerta, sosteniendo en sus manos sendas varas desondage, las cuales haban mostrado al capitn... completamente secas. Cada rostro,desde el capitn hasta el de ms bajo rango, tena una mirada de horror y expectativa. Eloficial intendente sigui a Rowland hasta el interior y dijo:

    El ingeniero no report ninguna sacudida en el cuarto de mquinas, y no hayintranquilidad en el de calderas.

    Y ustedes los vigas no reportan alarma en las cabinas. Qu hay del piloto? Haregresado? pregunt el capitn mientras entraba otro viga.

    Todo est tranquilo all, seor dijo el piloto. Entonces entr un oficial intendentecon el mismo reporte de los castillos de proa.

    Muy bien dijo el capitn levantndose. Que vengan a mi oficina de uno en uno,

    primero los vigas, luego los oficiales y despus el resto. Los intendentes vigilarn lapuerta para que nadie salga mientras no haya hablado conmigo.

    Pas a otro cuarto, seguido por un viga, quien pronto sali y subi a la cubierta con unaexpresin ms grata en su semblante. Otro entr y sali al poco; luego otro y otro, hastaque todos, a excepcin de Rowland, hubieron estado en los precintos sagrados para salircon la misma expresin de gratitud o satisfaccin. Cuando Rowland entr, el capitn,sentado en un escritorio, le ofreci una silla y le pregunt su nombre.

    E

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    12/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 12 -

    John Rowland respondi, mientras el capitn lo escriba. ste dijo: Entiendo que usted se encontraba en el nido del cuervo al momento de ocurrir estadesafortunada colisin.

    S, seor. Y report el otro barco tan pronto como lo vi. No est aqu para ser censurado. Por supuesto, est enterado de que no se poda hacernada, ni para evitar esta terrible calamidad, ni para salvar vidas despus.

    Nada a una velocidad de veinticinco nudos en una niebla espesa, seor dijoRowland. El capitn frunci el ceo, mirando de refiln al marinero.

    No discutiremos sobre la velocidad del buque, mi buen amigo dijo, ni sobre lasreglas de la compaa. Cuando le paguen en Liverpool, encontrar un paquete a nombresuyo, de parte de la compaa, conteniendo cien libras en cheques. Ser su pago por nohablar de esta colisin, pues el reporte de la misma pondra en problemas a la compaa yno ayudara a nadie.

    Por el contrario, seor, no quiero recibirlo! Quiero reportar este asesinato en masa ala menor oportunidad!

    El capitn se ech hacia atrs y clav la mirada en el demacrado rostro, la temblorosafigura del marinero, con este desafiante y tan poco acorde discurso. En circunstanciasnormales, lo habra enviado a la cubierta para que los oficiales lo convencieran. Pero stano era una circunstancia normal. En los llorosos ojos haba una mirada de conmocin,horror y franca indignacin; los matices de su voz eran propios de un hombre educado; ylas consecuencias que se cernan sobre l y la compaa para la que haba trabajado consecuencias que ya dificultaban los esfuerzos por evitarlas y que este marinero poda

    precipitar eran tan extremas que hacan que cualquier pregunta pareciese una insolencia,y que no hubiera diferencias en cuanto a rangos. Deba encontrarse con este brbaro ysometerlo en terreno comn, de hombre a hombre.

    Seor Rowland, Es usted consciente de que estar solo? Qu ser desacreditado,perder su puesto y har enemigos? S mucho ms que eso respondi Rowland excitadamente. Conozco el poder queusted ostenta como capitn. S que puede ordenar que me encarcelen en este cuarto porcualquier ofensa que pueda imaginar; s igualmente que una anotacin en la bitcoraconcerniente a m es suficiente evidencia para encarcelarme de por vida. Pero tambin salgo de admirable ley, y es que desde mi celda puedo enviarlos a usted y a su primeroficial a la horca.

    Se equivoca en su concepcin de la evidencia. No puedo encarcelarlo por unaanotacin en la bitcora. Tampoco usted podra injuriarme desde prisin. Qu es usted,si me permite la pregunta? Un ex abogado?

    Graduado en Annapolis. Su equivalente profesional y tcnico. Y le interesa Washington? De ninguna manera. Y cul es su objetivo al tomar esta posicin, sabiendo que no le beneficia y que,ciertamente, le perjudicar si habla?

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    13/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 13 -

    Saber que puedo hacer una buena accin en mi intil vida, que puedo ayudar a suscitarun sentimiento de ira en los dos pases, como lo har esta destruccin en masa de vidas yde propiedades por causa de la velocidad, lo cual salvar cientos de pesqueros y otros

    barcos, permitindoles volver cada ao a sus propietarios, y a las tripulaciones regresar a

    sus familias.

    Ambos hombres se haban levantado, y el capitn recorra el cuarto, lo mismo queRowland, ste ltimo con la mirada encendida y los puos firmes tras hacer estaafirmacin.

    Es un resultado por el que hay que esperar, seor Rowland dijo el capitn, perodebe darse ms all de su poder o del mo. Acaso el monto que le he mencionado no essuficiente? Puede usted ocupar un lugar en mi puente?

    Puedo ocupar una posicin ms alta; y su compaa no es lo suficientemente ricacomo para comprar mi conciencia.

    Parece usted un hombre sin ambicin; pero debe tener anhelos. Alimento, ropa, techo... y whisky dijo Rowland con una amarga y autocomplacientecarcajada.

    El capitn baj una botella y dos vasos de una oscilante bandeja y dijo:

    Aqu est uno de sus anhelos. Srvase.

    Los ojos de Rowland brillaron cuando vaci un vaso, y el capitn continu.

    Beber con usted, Rowland, aqu, por nuestro mejor entendimiento.

    El capitn se verti el licor por la garganta y entonces Rowland, que haba esperado ensilencio, dijo:

    Prefiero beber solo, capitn y vaci su vaso de un solo trago.

    El capitn se abochorn ante esta afrenta, pero se contuvo.

    Vaya a la cubierta, Rowland. Hablar con usted antes que lleguemos a la costa.Mientras tanto, apreciara no le ordeno, pero apreciara que no hable de esto con el

    personal de a bordo, dada la naturaleza de esta situacin.Cuando las ocho campanadas anunciaron el relevo, el capitn se reuni con el primeroficial.

    No es ms que los despojos de un hombre derrumbado le dijo, con una activaconsciencia temporal. Pero no es una persona que se venda o se deje intimidar. Sabe

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    14/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 14 -

    demasiado. De cualquier forma, hallamos este punto dbil: si habla en contra de nosotros,su testimonio es dbil. Clmelo, que yo ver al cirujano y estudiar el uso de drogas.

    Cuando Rowland asisti al desayuno a las 7 de la maana, hall un frasco de un cuartillo

    en su chaqueta, en la que lo haba sospechado, pero no lo sac a la vista de suscompaeros de vigilancia.

    Bien, capitn, pens. Eres tan pueril e inspido como un bribn que ha escapado de laley. Tendr en cuenta como evidencia tu coraje alemn para drogarme.

    Pero no estaba drogado, como percibi ms tarde. Era el buen whisky lo mejor de lomejor lo que calentaba su estmago mientras el capitn investigaba.

    CAPTULO V

    n la maana ocurri un incidente que alej los pensamientos de Rowland delos sucesos de la noche anterior. Unas pocas horas de brillante luz matutinahaba atrado a los pasajeros hasta la cubierta, de la misma forma que se atrae alas abejas de una colmena, y las dos cubiertas superiores se parecan en color y

    vida a las calles de una ciudad. Los vigas estaban ocupados con la ineludible labor delimpieza, y Rowland, con un escobn y una cubeta, estaba limpiando la pintura blancadel coronamiento, protegido de la vista de los pasajeros por la cabineta posterior. Unachiquilla corri gritando y riendo hacia la caseta, y choc con sus piernas mientrassaltaba en un maremgnum de energa.

    Me escap! dijo ella. Escap de mami!

    Secndose las manos en sus pantalones, Rowland alz a la chiquilla y le dijo con ternura:

    Bien, pequea, debes regresar donde tu madre. Ests en mala compaa.

    Los ojos inocentes le sonrieron, y entonces l la alz sobre la baranda, en un bromistagesto de amenaza, un tonto proceder del que slo son culpables los solteros.

    Tendr que arrojarte a los peces, nia? pregunt l, mientras sus facciones se

    ablandaban en una inusitada sonrisa. La chiquilla dio un pequeo grito de susto, y en eseinstante, por la esquina, apareci una mujer joven. Salt hacia Rowland cual tigresa, learrebat la nia, clav en l sus dilatados ojos y entonces desapareci, dejndolodescompuesto, nervioso y con la respiracin agitada.

    Es su hija gimi. Esa fue la mirada de una madre. Ella est casada... casada.

    E

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    15/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 15 -

    Reasumi su trabajo, con el color de su rostro tan cercano al de la pintura que estabalimpiando como podra tornarse la curtida piel de un marinero.

    Diez minutos ms tarde, en su oficina, el capitn escuchaba una queja de un excitado

    matrimonio.

    Y usted afirma, coronel dijo el capitn, que Rowland es un antiguo enemigo? Lo es, o lo fue una vez, un frustrado admirador de la seora Selfridge. Es todo lo ques de l, excepto que haba insinuado su venganza. Mi esposa est segura de lo que vio, ycreo que el tipo debera ser encerrado.

    Porque, capitndijo ella vehementemente mientras abrazaba a su hija., deberahaberlo visto. Estaba a punto de arrojar a Myra cuando la agarr. Tambin pareca teneruna espantosa mirada de soslayo. Oh, era horrible. No dormir otra siesta en este buque,lo s.

    Le ruego que no se inquiete, madame dijo gravemente el capitn. Ya he sabidoalgo de sus antecedentes; s que es un desgraciado y desmoronado oficial naval; perodebido a que ha hecho tres viajes con nosotros, creo en su buena voluntad de trabajar enel mstil por su anhelo de licor, lo cual no podra l satisfacer con dinero. De cualquierforma, como intuye usted, ha estado siguindola. Estaba l en capacidad de conocer susmovimientos, o que usted fuera a viajar en este buque?

    Por qu no? exclam el marido Debe saber algo de los amigos de la seoraSelfridge.

    S, s dijo ella ansiosamente. Lo o mencionarlo varias veces. Est claro entonces dijo el capitn Si est de acuerdo, madame, en testificarcontra l en la Corte Inglesa, inmediatamente lo encerrar por intento de asesinato.

    Oh, hgalo, capitn exclam ella. No puedo sentirme segura mientras l seencuentre en libertad. Por supuesto que testificar contra l.

    Lo que sea que usted haga, capitn dijo fieramente el marido, puede estar seguroque yo pondr una bala en su cabeza si se atreve a espiarme a m o a mi esposa. Entoncesusted podr encarcelarme.

    Ver que sea atendido, coronel replic el capitn, mientras los llevaba fuera de laoficina.

    Pero como un cargo por asesinato no es la mejor forma de desacreditar a alguien, y comoel capitn no crea que el hombre que lo haba desafiado fuera a asesinar a una nia; ycomo el cargo sera difcil de probar en cualquier caso, acarrendole muchos problemas y

    molestias, no orden el arresto de John Rowland, limitndose simplemente a ordenar que,por el momento, debera mantenrsele trabajando diariamente en las cubiertas gemelas,fuera de la vista de los pasajeros.

    Rowland, sorprendido por la sbita transferencia del desagradable fregado a la labor deun soldado, pintando salvavidas en una de las clidas cubiertas gemelas, fue losuficientemente astuto como para saber que estaba siendo estrechamente vigilado por elcontramaestre, pero no tan sagaz como para afectar algunos sntomas de intoxicacin o

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    16/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 16 -

    drogas, lo cual habra satisfecho a sus ansiosos superiores y le habra significado mswhisky. Como resultado de su mirada ms brillante y su voz ms firme, debidos alcurativo aire del mar, cuando sali a la primera guardia sobre la cubierta, a las cuatro en

    punto, el capitn y el contramaestre sostuvieron una entrevista en el cuarto de derrota, en

    la cual el primero dijo:

    No se alarme, no es veneno. l est ahora a medio camino de los horrores, y estosencillamente los traer hasta l. Funciona por dos o tres horas. Tan slo pngalo en su

    jarro de beber mientras el castillo proel de babor est vaco.

    Hubo una pelea en el referido castillo, pelea que Rowland presenci, a la hora de lacomida, lo cual no necesita describirse ms all del hecho que Rowland, que no participen la refriega, sostena en su mano el jarro con t mezclado por l mismo antes de tomartres sorbos. Haba conseguido un surtido fresco y terminado su comida; entonces, sintomar parte en la abierta discusin que sus compaeros hacan sobre la pelea, se dej caeren su catre y fum hasta que los ocho campanazos lo hicieron salir a cubierta, junto conlos dems.

    CAPTULO VI

    owland dijo el contramaestre, mientras la guardia se reuna en lacubierta, encrgate de vigilar el lado de estribor del puente.

    Ese no es mi sitio dijo Rowland, sorprendido. rdenes del puente. Presntate all.

    Rowland gru, como suelen hacerlo los marineros agraviados, y obedeci. El hombre aquien relevaba report su nombre y desapareci. El primer oficial se paseaba por lacubierta de abajo, pregonando el ya usual Mantnganse alertas, para despus regresar asu puesto; entonces se hicieron presentes el silencio y la soledad de la vigilancia nocturnaen el mar, intensificada por el incesante susurro de los motores, al que slo le hacacompetencia el sonido distante de la msica y las risas provenientes del teatro,descendiendo por la parte delantera del buque. Debido al fro viendo del oeste que venahacia el Titn, hubo algo cercano a la calma en su cubierta. Y la densa niebla, iluminadadesde arriba por las estrellas, era tan fra que incluso el ms parlanchn de los pasajeroshaba huido en busca de luz y vida en el interior.

    Cuando sonaron las tres campanadas media hora despus de las nueve y Rowlandhaba dado en su turno el requerido todo est bien, el primer oficial dej su puesto y se leaproxim.

    Rowland dijo al aproximarse, dicen que has estado caminando por el alczar. No puedo imaginar cmo lo supo, seor replic Rowland. No tengo el hbito dehacer eso.

    R

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    17/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 17 -

    Le dijiste al capitn. Supongo que el currculum es tan completo en Annapolis comoen el Real Colegio Naval. Qu piensas de las teoras de Maury sobre las corrientes?

    Parecen algo plausibles- dijo Rowland, dosificando conscientemente el seor Peropienso que, muy particularmente, estn mal fundamentadas.

    S, s, lo mismo pienso yo. Seguiste alguna otra idea suya, como sa de localizar untmpano en la niebla por la aproximacin en la tasa de descenso de la temperatura?

    No dio ningn resultado definitivo. Pero parece ser slo cuestin de clculo, y detiempo para calcular. El fro es calor negativo, y puede ser tratado como energa radiada,que disminuye con el cuadrado de la distancia.

    El oficial permaneci mirando hacia delante, susurrando una tonada para s durante unmomento. Luego, con un S, eso es, regres a su sitio.Debe tener un estmago de hierro,musit mientras husmeaba en la bitcora, o quizs el contramaestre puso la dosis en el

    jarro del hombre equivocado.

    Rowland observ con una cnica sonrisa al oficial que se alejaba.Me pregunto, dijo paras,por qu vino aqu abajo a hablar de navegacin con un viga de trinquete. Por questoy ac arriba, fuera de mi turno? Se relacionar con esa botella?

    Reasumi el corto paseo de ac para all en la parte posterior del puente, y tambin labastante sombra lnea de pensamiento interrumpida por el oficial.

    Cunto habr durado su ambicin y amor por la profesin, tras conocer, ganar yperder a la nica mujer en la tierra para l? Musit. Cmo es que la obsesin porconservar el afecto de una entre millones de mujeres que viven y aman puede pesar msque cada bendicin de la vida y transformar la naturaleza de un hombre en un infierno,hasta consumirlo? Con quin se cas ella? Quizs con un extrao, mucho despus demi destierro; un extrao que vino hacia ella, con pocas cualidades fsicas o mentales quela complacieron; alguien que no necesitaba amarla, y cuyas posibilidades hubieran sidomejores sin eso. Y entonces l pisotea tranquila y fcilmente mi cielo. Y nos dicen que

    Dios reparte bien todas las cosas, y que existe un cielo en donde todos nuestros deseosinsatisfechos son atendidos, instndonos a tener fe en ello. Lo cual significa, si es que

    significa algo, que despus de toda una vida de lealtad ignorada, durante la cual no gannada ms que su miedo y desprecio, puedo ser premiado por el amor y la compaa de sualma. Acaso amo su alma? Acaso tiene la bella cara y el porte de una Venus?Acasotiene ojos azules y profundos, y una dulce y musical voz? Tiene porte, gracia y encanto?

    Le apena enormemente el sufrimiento? He aqu las cosas que yo amaba. No amo sualma, si es que tiene una. No la quiero. La quiero a ella, la necesito.

    Se detuvo en su caminar y se apoy contra la baranda del puente, fijando su mirada en laniebla que haba por delante. Ahora formulaba estos pensamientos en voz alta, lo cualllam la atencin del primer oficial, quien escuch por un momento y regres.

    Est funcionando musit al tercer oficial.

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    18/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 18 -

    Entonces puls el botn que alertaba al capitn, hizo una corta llamada por el silbato devapor para llamar al contramaestre y reasumi la observacin sobre el viga drogado,mientras el tercer oficial conduca el buque.

    La llamada para el contramaestre a travs del silbato de vapor es un sonido tan comn enun buque que generalmente pasa desapercibida. Esta llamada afect a otra persona, apartedel contramaestre. Una figurita vestida de noche que se levant de una litera baja en elcompartimiento de una cmara, con ojos muy abiertos y vivos, e intent subir a lacubierta sin que le descubriera el viga. Los desnudos y blancos pies no sintieron fromientras pisaban los tablones de la ahora desierta cubierta de paseo., y la figurita habaalcanzado la entrada a tercera clase cuando el capitn y el contramaestre llegaron al

    puente.

    Y hablan, continu Rowland mientras los tres vigas escuchaban, del maravilloso amor ycuidado de un Dios misericordioso que controla todas las cosas que me ha dado misdefectos, y mi capacidad de amar, y entonces puso a Myra Gaunt en mi camino. Haymisericordia para m en esto? Como parte de un gran principio evolutivo que anteponeel bienestar general al individual, debe ser consistente con la idea de un Dios, una causa

    primera. Sin embargo, Debe aqul que perece por no haberse adaptado a sobrevivir,debe ste alguna gratitud a este Dios? Pues no! En el supuesto de su existencia, loniego! Y ante la completa falta de evidencia, me afirmo en la integridad de causa yefecto, lo cual basta para explicar al Universo y a m. Un Dios misericordioso... unclido, amoroso, justo y misericordioso Dios... Rowland solt una discordante carcajadaque se detena a ratos cuando l aplauda con sus manos. Qu es lo que me molesta?Siento como si hubiera tragado carbones ardientes, y estuvieran en mi cabeza y mis ojos.

    No puedo ver.

    El dolor lo dej por un momento, y la risa volvi.

    Qu pasa con el ancla de estribor? Se est moviendo. Est cambiando, es un... Qu?Qu es eso? Est de cabeza, y el molinete, las anclas de reserva y los pescantes parecenestar vivos, movindose.

    La visin que haba tenido habra sido horrible para una mente saludable, pero slo hizoque este hombre incrementara su incontrolable regocijo. Abajo, las dos barandas que

    conducan a la proa, convergieron ante l en un sombro tringulo; y dentro del mismoestaban los artilugios de cubierta que l haba mencionado. Dos barriles se convirtieronen los curvos y oscuros ojos de un indescriptible monstruo, en el cual las cadenas sehaban multiplicado en una multitud de piernas y tentculos. Y esta cosa se arrastrabadentro del tringulo, recorriendo su permetro. Los pescantes del ancla se transformaronen serpientes de varias cabezas que danzaban sobre sus colas, y las mismas anclas seretorcieron y curvaron bajo la forma de inmensas y velludas orugas, al tiempo queaparecan caras en los dos faros blancos, mirndole lascivamente y hacindole muecas a

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    19/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 19 -

    veces. Con sus manos en la baranda del puente y las lgrimas corriendo por su rostro, reaante la extraa visin, pero sin hablar; y los tres vigas, que se haban aproximadosigilosamente, retrocedieron para aguardar, mientras abajo en la cubierta, la figurita

    blanca, atrada por la risa, se dirigi a la escalera que llevaba a la cubierta superior. La

    fantasmagora se disolvi en una pared plana de niebla gris, y Rowland se encontr losuficientemente lcido como para musitar:

    Me han drogado.

    Pero en un instante se vio en la oscuridad de un jardn, uno que l conoca. En ladistancia se vean las luces de una casa, y cerca de l estaba una chiquilla, quien hua del, an cuando la llamaba.

    Por un supremo esfuerzo de voluntad, se devolvi al presente, al puente sobre el cualestaba, y a su deber. Por qu tendr que alcanzarme a travs de los aos? Gru.Ebrioentonces y ahora. Ella podra haberme salvado, pero escogi perjudicarme. Se esforz

    por pasearse de arriba hacia abajo, pero se tambale y adhiri a la baranda; mientrastango, los tres vigas se aproximaron de nuevo, y la figurita blanca alcanz la cubiertasuperior.

    Supervivencia del ms apto, musit Rowland al dirigirse a la niebla; causa y efecto.Explica al Universo y a m. Elev su mano y habl ruidosamente mientras fijaba su vistaen algo familiar que no haba visto, en la niebla. Cul ser el ltimo efecto? En qu

    parte del designio final, bajo la ley de correlacin de energas, se reunir, pesar ycreer mi gastado amor? Qu lo equilibrar y dnde estar? Myra, Myra, llam.Sabes lo que has perdido? Sabes, en tu bondad, pureza y verdad lo que has hecho?Lo sabes?

    El sitio en el cual estaba haba desaparecido, y ahora pareca estar equilibrado en unanada, en medio de un solitario, mudo y gris entorno. Y en la vasta e ilimitada vacuidad nohaba sonido, vida o cambio; y en su corazn no haba miedo, ni asombro, ni emocin deninguna clase, excepto una: La indescriptible ansia de un amor fracasado. An pareca noser John Rowland, sino algo o alguien ms; ahora se vea a s mismo lejano, a millones de

    billones de millas; as como las extremas mrgenes del universo, y oy su propia voz,llamando. Dbilmente, an distintamente, invadido por la concentrada desesperacin desu vida, vino la llamada:

    Myra, Myra...

    Hubo un llamado de respuesta, y buscando la segunda voz se encontr contemplando a lamujer de su amor, en el extremo opuesto del lugar; y la mirada de ella mantuvo laternura, y su voz conserv la splica que l haba conocido, pero slo en sueos.

    Vuelve pidi ella, vuelve a m.

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    20/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 20 -

    Pero pareca que los dos no podan entenderse; de nuevo oy el angustioso llamadoMyra, Myra, Dnde ests? Y de nuevo la respuesta, Vuelve a m. Entonces, a la derechay en la lejana, apareci una lnguida llama que se fue haciendo cada vez ms larga. Se

    aproximaba, y l la vea desapasionadamente; y al buscar de nuevo a las dos, vio que sehaban ido, y que en su lugar haba dos nubes que se disolvieron en miradas de brillantes

    puntos de luz y color, girando e introducindose hasta llenar todo el espacio. Y a travsde ellas, la larga luz vena y se iba estirando cada vez ms, directo hacia l.

    Oy un intenso sonido, y al buscarlo vio un objeto sin forma en direccin opuesta que seiba haciendo ms oscuro que el vaco gris, a medida que la llama se alargaba, y vio quese acercaba. Le pareci que esta luz y oscuridad eran el bien y el mal en su vida y vio, almirar cul de los dos llegara primero, que no senta sorpresa ni remordimiento al ver quela oscuridad estaba ms cercana. Se acerc ms y ms, hasta rozarlo por un lado.

    Qu tenemos aqu, Rowland? dijo una voz.

    Inmediatamente, los puntos oscilantes se oscurecieron; el gris que lo rodeaba setransform en niebla; la llama se transform en la luna que trepaba sobre la niebla, y ladeforme oscuridad en el primer oficial. La figurita blanca, que haba pasado por entre lostres vigas, permaneca a sus pies, como si, a pesar de un presentimiento de peligro,hubiera venido en su sueo, buscando seguridad y cuidado en el antiguo amante de sumadre el dbil y fuerte, el perseguido, drogado y muchas cosas ms, pero desvalido,John Rowland.

    Respondi, con la prontitud con la cual un hombre que dormita responde a la preguntaque le despierta, aunque todava tartamudeaba por el ahora menguante efecto de la droga:

    La hija de Myra, seor; est dormida.

    Alz a la chiquilla, quien grit al despertar, y dobl su chaquetn alrededor del frocuerpecito.

    Quin es Myra? pregunt el oficial en un tono intimidatorio que dejaba vertambin enfado y decepcin Has estado dormido.

    Antes de que Rowland pudiera responder, un grito proveniente del nido del cuervohendi el aire.

    Hielo! aull el viga Hielo al frente! Un tmpano! Justo frente a la proa!

    El primer oficial corri al centro del buque, y el capitn, que haba permanecido ah, saltal telgrafo del cuarto de mquinas, accionando la palanca. Pero cinco segundos mstarde, la proa del Titn comenz a elevarse, y adelante, casi al alcance de la mano, poda

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    21/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 21 -

    verse un campo de hielo a travs de la niebla, que alcanzaba a internarse unos cien piesen su ruta. La msica en el teatro ces, y en medio del babel de gritos y llantos, y elaturdidor ruido del acero arrugndose y chocando sobre el hielo, Rowland oy laagonizante voz de una mujer que desde el pasillo del puente gritaba:

    Myra, Myra, Dnde ests? Vuelve...

    CAPITULO VII

    etenta y cinco mil toneladas de peso muerto avanzando a travs de la niebla a lavelocidad de cincuenta pies por segundo se haban lanzado contra un tmpano dehielo. El impacto habra sido recibido por un muro perpendicular; la resistenciaelstica de las chapas y los armazones curvos se habra sobrepuesto sin ms dao a

    los pasajeros que una severa sacudida, y sin ms dao al buque que una ligeradeformacin en la proa, y la muerte de un miembro de la guardia en la parte baja. El

    buque habra retrocedido y, con su proa ligeramente hundida, habra terminado el viaje auna velocidad reducida para ser reconstruido con el dinero del seguro y finalmenteobtener un gran beneficio con la consecuente imagen de su invulnerabilidad; pero habauna pequea grieta en la parte baja, formada posiblemente cuando el Titan se separabadel tmpano, y con su quilla cortando el hielo como si se tratara del patn de acero de untrineo, y su gran mole, descansando en el pantoque de estribor, ascendi ms y ms sobrela superficie del mar, hasta que las hlices quedaron semiexpuestas y entonces, hallandoun camino en espiral en la parte baja del hielo, zozobr, perdiendo el equilibrio, yvolcndose sobre su lado de estribor.

    Los pernos que sujetaban las calderas y los tres motores de triple expansin no estabandiseados para soportar esa fuerza, se soltaron con un estallido y entonces, a travs de unlaberinto de barandales, enrejados y mamparos de popa a proa, vinieron estas masasgigantes de acero y hierro, perforando los lados del buque, an donde haba retrocedido

    por el hielo resistente y slido, y llenando las salas de calderas y mquinas con quemantevapor, lo cual trajo una muerte rpida y torturante a cada uno de los cientos de hombresque se hallaban en la sala de mquinas.

    En medio del rugido del vapor que se escapaba, y el zumbido de las cerca de tres milvoces humanas surgiendo en agnicos gritos y llamadas desde el interior de los muros

    que las encerraban y el silbido del aire a travs de cientos de postigos abiertos (a medidaque el agua que entraba por los agujeros del abollado y hendido lado de estribor loexpela), el Titn se movi lentamente hacia atrs, lanzndose hacia el mar en dondeflot dbilmente de lado, como un agonizante monstruo, gruendo con su herida demuerte.

    Una montaa de hielo, slida y piramidal, se alej por el lado de estribor a medida que elbuque se inclinaba, lo cual hizo que, a medida que caa sobre estribor, casi a lo largo de la

    S

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    22/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 22 -

    cubierta de botes cada pareja de pescantes fuera arrancada, se destrozaran los botes yvarios aparejos fueran despedazados con un restallido hasta que, a medida que el buquese vaciaba, tapaba la pila de despojos esparcidos en el hielo al frente y alrededor, con losltimos y rotos montantes del puente. Y bajo esta destrozada estructura, daada por una

    arrolladora cada a travs de un arco de casi veintids metros de radio, estaba agachadoRowland, sangrando por una herida en su cabeza y an aferrando contra s a la chiquilla,ahora demasiado asustada como para llorar.

    Por un esfuerzo de voluntad, despert y mir a su alrededor. Ante su vista, andistorsionada y adaptada a distancias ms cortas por el efecto de la droga que habatomado, el buque no era ms que una mancha en la niebla iluminada por la luna; ancrea poder ver hombres gateando y trabajando en los pescantes superiores, y el bote ms

    prximo, el N 24, pareca estar balancendose por los aparejos. Entonces la niebla sedisip, aunque su posicin an era delatada por el rugido del vapor desde los pulmonesde hierro del buque. Esto ces pronto, dejando tras de s el intensamente horrible silbidodel aire; y cuando, repentinamente, esto tambin ces, el subsiguiente silencio roto porlos desanimados reportes conforme los compartimientos se rompan, Rowland supoque el holocausto se haba completado; que el invencible Titn, con casi toda su gente,incapaz de escalar paredes o coronar cimas, estaba bajo la superficie.

    Mecnicamente, sus entumecidas facultades haban recibido y grabado las impresiones delos ltimos instantes; no poda comprender completamente todo ese horror. Su mente anestaba agudamente alerta ante el riesgo de la mujer cuya suplicante voz haba odo yreconocido; la mujer de sus sueos, madre de la nia que estaba entre sus brazos.Apresuradamente examin el naufragio. No haba un solo bote intacto. Arrastrndosehasta la superficie del agua, llam, con todo el poder de su debilitada voz a los posibles

    peroinvisibles botes ms all de la niebla llamndolos para que vinieran y salvaran ala nia y buscaran a una mujer que haba estado en la cubierta, bajo el puente. Grit elnombre de esta mujer, la nica que l conoca, animndola a nadar, a patalear en el agua

    para flotar sobre el naufragio y para responderle hasta que la encontrara. No huborespuesta, y cuando su voz se hubo tornado ronca e intil, y sus pies se hubieronentumecido bajo el fro del hielo que se funda, regres al naufragio, hundido ydestrozado por la ms negra desolacin que haba llegado a su infeliz vida. La chiquillasegua llorando, y l trat de calmarla.

    Quiero a mi mam gimote ella.

    Calma, nena. Calma respondi l fatigadamente Tambin yo la quiero.Mucho ms que el cielo, aunque creo que hay muy buenas probabilidades, dijo para susadentros.

    Tienes fro, chiquilla? Iremos adentro y har una casa para nosotros.

    Se quit el abrigo y con l envolvi tiernamente a la nia, con una advertencia:

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    23/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 23 -

    No te asustes ahora.

    La puso en el rincn del puente que descansaba en su lado frontal. Tan pronto como lo

    hizo, la botella de whisky cay del bolsillo. Pareca haber pasado una eternidad desde quel la hubiera encontrado all, y le tom un enorme esfuerzo de razonamiento antes derecordar todo su significado. Entonces la levant para lanzarla bajo el hielo inclinado,

    pero se detuvo.

    La conservar musit. Puede ser seguro en pequeas cantidades, y lonecesitaremos en este hielo.

    La puso en un rincn. Entonces, removiendo la lona de uno de los botes naufragados, lacolg sobre el lado abierto y el final del puente, se arrastr entre ellos se puso su abrigo,diseado para un hombre ms alto, yabotonndolo alrededor de l y de la nia, se acostsobre el duro maderamen. La chiquilla an lloraba, pero pronto ces su llanto y se durmi

    bajo la influencia de la calidez de su cuerpo.

    Acurrucado en un rincn, se entreg al tormento de sus pensamientos. Dos imgenes seapiaban alternativamente en su cabeza; una era aquella en la que la mujer de su sueo lerogaba que volviera, imagen a la cual se aferraba su memoria como si de un orculo setratara; en la otra, la mujer yaca fra y muerta, a varias brazas de profundidad en el mar.Ponder sus oportunidades. Ella estaba cerca del puente o camino del mismo; y el bote

    N 24, que, lo saba con toda seguridad, estaba siendo arriado mientras l miraba, sehabra balanceado cerca de ella mientras descenda. Ella pudo haberlo abordado, a menosque los nadadores provenientes de las puertas y las escotillas lo hubieran hundido. Y ensu agona mental imprec a estos nadadores, prefiriendo verla a ella, mentalmente, lanica pasajera en el bote, con el guardia de cubierta que la llevara a la salvacin.

    La potente droga que haba tomado an trabajaba, y esto, sumado al musical sonido delmar arremetiendo contra la helada playa, el crujido apagado y el crepitar debajo yalrededor de l la voz del tmpano de hielo finalmente le venci, hacindole dormir

    para despertar bajo la luz del da, con sus miembros ateridos y atontados por el fro... casicongelados.

    Y en toda la noche, mientras l dorma, un bote con el nmero 24 en su

    proa, impulsado por robustos marineros y dirigido por oficialesengalanados, se encaminaba a la ruta sur, la va de la primavera. Yagachada en las lminas de popa en ese bote, estaba una quejumbrosa ysuplicante mujer, quien lloraba y gritaba a intervalos, llamando a sumarido y a su hija, y no se calm ni siquiera cuando uno de los oficialesle asegur que su nia estaba a salvo, al cuidado de John Rowland, unvaliente y confiable marinero, quien ciertamente estaba en otro bote conella. Por supuesto, omiti el hecho de que Rowland haba llamado desde

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    24/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 24 -

    el tmpano mientras ella estaba inconsciente, y que si la nia an estabacon vida, sta se encontraba con l all... abandonada.

    CAPITULO VIII

    on algunos temores, Rowland bebi una pequea cantidad de licor, y envolvi enel abrigo a la nia, que an dorma, para ir a caminar sobre el hielo. La niebla sehaba ido, y un mar azul se extenda en el horizonte. Detrs de l haba unamontaa de hielo. La escal y tuvo una buena vista de un precipicio con una

    altura de cientos de pies. Ante l, el hielo descenda a una playa ms empinada que la quetena detrs, y a la derecha haba varias colinas y picos ms altos, esparcidos en medio denumerosos caones y cuevas, y brillantes cascadas que ocultaban el horizonte en esadireccin. Por ningn lugar se vea una vela o el humo de un buque para animarlo, yretrocedi sobre sus pasos. Pero cuando estaba a media distancia del naufragio, vio unafigura blanca que se aproximaba desde los picos.

    Sus ojos an no se encontraban en buenas condiciones, y despus de un dudosoescrutinio, comenz a correr; porque vio que el misterioso objeto blanco estaba ms cercadel naufragio que l, disminuyendo rpidamente su distancia. A unas cien yardas, elcorazn le dio un vuelco, y la sangre se le hel en las venas, como el hielo que estaba

    bajo sus pies, porque el objeto blanco era un viajero del helado Norte, encorvado yhambriento un oso polar, que haba olido comida y la estaba buscando,aproximndose con un pesado trote, sus enormes y rojas mandbulas semiabiertas,mostrando unos amarillentos colmillos. Rowland no tena ninguna arma, a excepcin deuna resistente navaja de bolsillo, y sin embargo la extrajo y abri mientras corra. Ni porun instante dud que se trataba de un conflicto que casi prometa la muerte, debido a quela presencia de este oso involucraba la seguridad de la nia, cuya vida se haba tornadoms importante para Rowland que la suya propia. Para horror suyo, vio que la nia searrastraba fuera de la abertura en su cubierta blanca, justo cuando el oso doblaba laesquina del puente.

    Regresa, pequea!! Regresa!!, grit mientras se parapetaba detrs de un talud. Eloso alcanz a la nia primero, y sin ningn esfuerzo aparente, la lanz con un golpe desus enormes zarpas, a una docena de pies de distancia, donde permaneci inerte. Sedirigi a ella cuando Rowland lo intercept.

    El oso se levant sobre sus patas traseras, baj lentamente y carg, y Rowland sinti quelos huesos de su brazo izquierdo se rompan bajo el mpetu de la mordedura de lasenormes mandbulas. Pero al caer, enterr la navaja en el peludo flanco, y el oso, con ungruido de ira, escupi el miembro mutilado y le asest un golpe que lo mand muy lejossobre le hielo, mucho ms de lo que se encontraba la nia. l se levant, con las costillasrotas, y sintiendo escasamente el dolor, esper la segunda arremetida. En su contra estabael herido e intil brazo, agarrado entre las amarillentas mandbulas, y de nuevo l

    C

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    25/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 25 -

    presion hacia atrs, pero esta vez us metdicamente la navaja. El enorme hocicopresionaba contra su pecho; el clido y ftido aliento estaba en sus fosas nasales; y losrabiosos ojos brillaban sobre su hombro. l atac el ojo izquierdo del animal, y lo hizo deverdad. La hoja de doce centmetros y medio volvi a ser manipulada, perforando el

    cerebro, y el animal, con una convulsiva agitacin que lo llev a medio camino de suspies por el brazo herido, se levant con sus garras extendidas en sus veinte centmetros delongitud, para desplomarse, y despus de unas espasmdicas patadas, qued inerte.Rowland haba hecho lo que ningn cazador Innuit habra tenido el valor de hacer:Enfrentarse y matar al Tigre del Norte con un cuchillo.

    Todo haba sucedido en un minuto, l se haba lesionado por su vida; porque en laquietud de un hospital, lo mejor del talento quirrgico habra sido intensamenteaprovechado para reorganizar los fragmentos del hueso en el flccido brazo y poner en sulugar las costillas rotas. Pero se encontraba a la deriva en una isla de hielo flotante, conuna temperatura cercana al punto de congelacin, y an sin la ayuda de lo salvaje de lanaturaleza.

    Dolorosamente se dirigi hacia el pequeo bulto blanco y rojo, alzndolo con su brazoinfecto, a pesar de que el agacharse le caus un dolor agudsimo. La nia sangraba porcuatro profundos y crueles araazos que se extendan diagonalmente desde el hombroderecho hasta la parte baja de la espalda; pero tras examinarla suavemente hall que losfrgiles huesos no se haban roto, yque su inconsciencia se deba al spero contacto de sumente con el hielo, lo cual explicaba la hinchazn que se le haba formado.

    Por pura necesidad, sus primeros esfuerzos fueron hechos en beneficio propio; as que,despus de envolver a la chiquilla en su abrigo, la acomod en el refugio, para despuscortar la lona y con ella hacer un cabestrillo para su brazo herido. Entonces, valindosedel cuchillo, los dedos y los dientes, desoll en parte el oso obligndose con frecuenciaa detenerse para que el dolor no lo desmayara y de la clida, pero no muy gruesa capade piel cort una ancha porcin que, despus de lavada en un estanque cercano, atfirmemente a la espalda de la chiquilla, usando el destrozado pijama como un vendaje.

    Cort el forro de franela de su abrigo, y con una de las mangas hizo vestiduras inferiorespara las pequeas piernas, doblando lo que sobraba de longitud sobre los tobillos inertes.Envolvi el lino de la parte del cuerpo alrededor de su cintura, incluyendo los brazos, yalrededor le envolvi con tiras de lienzo, empalmando este envoltorio parecido a una

    momia con hilachas, tal como un marino asegura una vestidura calurosa a las partesdobles de un cable, un proceso que, una vez terminado, habra despertado la indignacinde cualquier madre que le viera. Pero l era solamente un hombre que sufra una angustiaa nivel mental y fsico.

    Para cuando hubo terminado, la nia haba recuperado la consciencia, y se quejaba de sumiseria con un dbil gimoteo. Pero l se propuso no detenerse, para poderse endurecercon el fro y el dolor. Haba abundancia de agua fresca, gracias al hielo fundido,

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    26/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 26 -

    esparcido en los estanques. El oso surtira comida, pero para cocinarla necesitaban fuego,lo mismo que para mantenerse calientes, prevenirse de la peligrosa inflamacin de susmiembros y hacer una hoguera que pudiera ser vista por los buques que pasaran por ah.

    Temerariamente bebi de la botella, necesitando el estimulante y razonando, quizcorrectamente, que ninguna droga ordinaria podra afectarlo en sus actuales condiciones;entonces examin el naufragio, compuesto en su mayor parte de buena lea menuda.Parcialmente, encima y debajo de esta pila, haba un bote salvavidas, cubierto conterminaciones de acero, ahora dobladas en un ngulo mayor de noventa grados, ydescansando sobre sus bordes. Con la lona envolviendo una mitad, y un pequeo fuegoen la otra, prometa ser, gracias a sus propiedades de conduccin del calor, un mejor yms clido refugio que el puente. Un marinero sin cerillos es una anomala. Cort viturasde madera, encendi el fuego, colg la lona y trajo a la nia, que lastimeramente peda untrago de agua.

    Encontr un jarro posiblemente dejado en un bote que haca agua, antes de ser arriadoen los pescantes y le dio de beber a la chiquilla, no sin antes aadir unas cuantas gotasde whisky al vaso. Entonces pens en el desayuno. Cortando un filete de los cuartostraseros del oso, lo as ensartado en una varilla, encontrndolo dulce y satisfactorio; peroal intentar alimentar a la nia, vio la necesidad de liberar sus brazos, lo cual hizo,sacrificando las mangas para cubrirlos. El cambio y la comida interrumpieron el llanto dela nia por un rato, y Rowland descans con ella en el clido bote. Antes de terminar elda se haba acabado el whisky, y l tena fiebre y era presa del delirio, mientras que lania se hallaba un poco mejor.

    CAPTULO IX

    on intervalos de lucidez durante los cuales reaviv el fuego, cocin la carne deloso y se encarg de las heridas de la nia, Rowland fue presa del delirio durantetres das. Su sufrimiento fue intenso. Su brazo, el centro del palpitante dolor, sehaba hinchado el doble del tamao natural, mientras que su costado le impeda

    inspirar plenamente, a voluntad. No prest atencin a sus propias heridas, y adems tenael vigor de una constitucin que varios aos de disipacin no pudieron empeorar, oquizs todo se deba a alguna propiedad antifebril de la carne del oso, o la ausencia delexcitante whisky que ganara la batalla. Reaviv el fuego con su ltimo cerillo y mir el

    oscuro horizonte alrededor de l, sana, pero dbilmente en mente y cuerpo.Si haba aparecido una vela en el intermedio, l no la haba visto; ni estaba a la vistaahora. Demasiado dbil como estaba para escalar el montculo, volvi al bote, donde lania, cansada de llorar en vano, se haba dormido. Su torpe y bastante heroica forma deenvolverla para protegerla del fro haba contribuido indudablemente al cierre de susheridas a fuerza de mantenerlas en su lugar, aunque se debe haber sumado a sus actualessufrimientos. Mir por un momento el pequeo rostro, plido y surcado por las lgrimas,

    C

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    27/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 27 -

    con los flecos de sus bucles enredados asomando por entre las envolturas de lona, yagachndose dolorosamente, la bes con suavidad; pero el beso la despert, haciendo quellorara por su madre. l no pudo calmarla, ni tampoco intentarlo; y con una informe ymuda imprecacin contra el Destino vertindose desde su corazn, la dej y se sent en

    el naufragio, a media distancia.

    Probablemente estaremos bien, musit lgubremente, a menos que deje que se acabe elfuego. Y entonces qu? No podremos durar ms que el tmpano, ni mucho ms que eloso. Debemos estar fuera de las rutas Estbamos a unas novecientas millas fueracuando chocamos, y la corriente est pegada al banco de niebla aqu , alrededor deoeste-sudoeste Pero sa no es la superficie del agua. Estos profundos compaerostienen sus propias corrientes. No hay niebla; debemos estar hacia el sur del banco denieblaentre las rutas. Movern sus botes en la otra direccin despus de esto, creolos malditos ladrones, si no la han ahogado. Malditos ellos, con sus compartimientosestancos y las correderas de sus vigas. Veinticuatro botes para tres mil personas apiadas entre barandas alquitranadas, treinta hombres para apurarlos y ni un hachao un cuchillo en la cubierta de botes. Pudo ella alejarse? Si haban bajado ese bote,deben haberla trado desde el pasillo; y su esposo saba que yo tena a su hija; sunombre debe ser Myra tambin; fue su voz la que o en ese sueo. Fue el hachs. Paraqu me drogaron? El whisky, sin embargo, era excelente. Todo est consumado, a menosque llegue a tierra firme, pero lo lograr?

    La luna se elev sobre la encastillada estructura a la izquierda, inundando la playa heladacon una plida y griscea luz, brillando en miles de puntos desde las cascadas, lascorrientes y los agitados lagos, atravesando la ms negra oscuridad de los barrancos yoquedades, y trayendo a su mente, a pesar de la misteriosa belleza de la escena, unaabrumadora sensacin de soledad de pequeez-, como si toda la desolacin inorgnicaque le rodeaba tuviera una mayor importancia que l mismo, y todas las esperanzas,

    planes y temores de su vida entera. La nia haba llorado, para dormirse nuevamente, y lpase de un lado para otro en el hielo.

    Ah arriba, dijo pensativamente, mirando al cielo en el que unas cuantas estrellasbrillaban dbilmente a travs de la luz de la luna;Ah arriba, en algn lugar, est el cielode los cristianos. Ah arriba est su buen Dios, quien ha puesto a la hija de Myra aqu

    su buen Dios, del que se deriva la salvaje y sanguinaria raza que lo invent. Y bajonosotros, en algn lugar otra vez, est su infierno y un dios malo, a quien ellos mismos

    inventaron. Y nos dan a escoger: Cielo o infierno. No es as, no lo es. El gran misterio noest resuelto, el corazn humano no es ayudado as. Ningn buen ni misericordioso Dioscre este mundo o sus condiciones. Sin importar lo que sea, puede ser la naturaleza delos motivos del trabajo ms all de nuestra visin mental, un hecho est indudablemente

    probado: Las cualidades de misericordia, bondad y justicia no tienen lugar en la intrigagobernante. Y todava proclaman que el meollo de todas las religiones sobre la tierra esla creencia en esto. Lo es? O es el cobardemente humano temor a lo desconocido lo queimpulsa a la salvaje madre a arrojar su beb a un cocodrilo, o al hombre civilizado a

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    28/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 28 -

    dotar iglesias, lo que ha mantenido en existencia desde el comienzo a una casta deapaciguadores, boticarios, predicadores y clrigos, todos viviendo de los miedos yesperanzas suscitados por ellos mismos.

    Y la gente ora millones de ellos y clama por alguna respuesta. Les responden?Acaso alguna splica enviada al cielo por la dolorida humanidad fue respondida o almenos escuchada? Quin sabe? Oran para que llueva y haga sol, y ambas cosasocurren a la vez. Oran por la salud y el xito, y ambos llegan naturalmente en elacontecer de los eventos. Esto no es evidencia pero afirman saber, por crecimientoespiritual, que son odos, reconfortados y respondidos al instante. No ser unexperimento psicolgico?No sentiran la misma tranquilidad si repitieran las tablas demultiplicacin o si guardaran la brjula?

    Millones han credo en esto que las oraciones reciben una respuesta, y estosmillones han orado a diferentes dioses. Estaban bien o mal? Una oracin tentativahabra sido escuchada? Admitiendo que las Biblias, los Coranes y los Vedas sonengaosos e indignos de confianza, Puede no haber un Ser desconocido e insondableque conoce mi corazn, que me est viendo ahora? Si es as, este ser me dio la razn, locual le pone en tela de juicio, y sobre l cae la responsabilidad. Y si este Ser existe,Habra visto algn defecto del que no tengo la culpa, y escuchado alguna oracin ma,basado en el mero hecho de que puedo estar errado? Puede un no creyente, con toda la

    fuerza de su razonamiento, meterse en problemas de los que no pueda salir, y pedirayuda a un Poder imaginario? Ser posible que el tiempo le llegue a un hombrecuerdo... que me llegue a m?

    Mir la lnea oscura del horizonte vaco. Estaba a siete millas de distancia; Nueva Yorkestaba a novecientas millas; la Luna, al este sobre las doscientas mil millas, y las estrellasa cualquier nmero de billones. Estaba solo, con una nia que dorma, un oso muerto y loDesconocido. Camin suavemente hasta el bote y mir a la chiquilla por un momento;entonces, levantando su cabeza, musit:

    Por ti, Myra.

    Arrodillndose, el ateo levant su mirada a los cielos, y con su dbil voz y el fervornacido de su desamparo, or al Dios a quien negaba. Suplic por la vida de la chiquillaque estaba a su cuidado por la seguridad de la madre, tan requerida por la chiquilla y

    por coraje y fuerza para hacer su parte y juntarlas de nuevo. Pero ms all de la aparentepeticin de ayuda para los otros, ninguna palabra o pensamiento expresado en su oracinlo inclua a l como beneficiario. Habra sido demasiado para su orgullo. Al ponerse de

    pie, sobre la helada esquina derecha de la playa apareci el foque de una embarcacin, yun momento despus fue visible toda la barca iluminada por la luna, mecida por el tenueviento del oeste, a no menos de media milla de distancia.

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    29/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 29 -

    Rowland salt al fuego, olvidando su dolor y, arrojando madera, hizo una hoguera. En unfrenes de excitacin aull:

    Ah del barco! Ah del barco! Squennos de aqu!

    Una respuesta profundamente templada vino a l a travs del agua.

    Despierta, Myra! grit cuando lleg a donde estaba la nia. Despierta. Nosvamos.

    Vamos con mam? pregunt ella sin seales de lloriqueo. S, iremos con ella ahoraEso es, agreg para s. Si esa clusula en la oracin esconsiderada.

    Quince minutos despus, al ver aproximarse un bote salvavidas, musit:

    Ese barco estaba all, a media milla en este viento, antes de que yo pensara en orar.Ha sido respondida esa oracin? Ella est a salvo?

    CAPITULO X

    n el primer piso de la Bolsa Real de Londres hay un departamento infestado deescritorios alrededor de y entre los que se agita una apurada y gritona multitud decorredores de bolsa, amanuenses y mensajeros. Flanqueando este departamentohay puertas y pasillos que conducen a cuartos y oficinas adyacentes, y esparcidas

    por doquier hay pizarras de informacin, en las que diariamente son escritas porduplicado las tragedias marinas que ocurren en el mundo. En una esquina hay una

    plataforma elevada, consagrada a la presencia de un funcionario importante. En ellenguaje tcnico de la Ciudad, el departamento es conocido como el Cuarto y elfuncionario es el Llamador, cuyo trabajo consiste en anunciar, con una potente ycantarina voz, los nombres de los miembros requeridos en la puerta, y los descarnados

    pormenores de las noticias del boletn antes de que sean escritas en la pizarra.

    Este es el cuartel general del Lloyds, la inmensa asociacin de aseguradores, corredoresde bolsa y marineros que, empezando en el Caf de Edward Lloyd a finales del sigloXVII, se ha convertido reteniendo el apellido como nombre en una corporacin tan

    bien equipada, esplndidamente organizada y poderosa que reyes y ministros del Estadoapelan a ella cuando hay noticias del exterior.

    Ningn capitn o marinero se hace a la mar bajo la bandera britnica sin ser anotado, eincluso las peleas en los castillos de proa y popa son registradas en el Lloyds para lainspeccin de futuros empleadores. Ningn barco naufraga en alguna playa desiertadurante el turno de los aseguradores sin que la potente y cantarina voz lo anuncie cadatreinta minutos como mximo.

    E

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    30/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 30 -

    Uno de los cuartos contiguos es conocido como el Cuarto de Derrota. Aqu se puedenhallar en perfecto orden y secuencia, cada una en su rodillo, las cartas de navegacin msrecientes de todas las naciones, con una biblioteca sobre temas martimos que describe

    hasta el ms mnimo detalle las bahas, los faros, rocas, bajos y corrientes de viento decada lnea costera mostrada en lascartas; los rumbos de las tormentas ms recientes; loscambios de las corrientes ocenicas y los paraderos de derelictos, buques abandonados ytmpanos de hielo. Con el tiempo, un miembro del Lloyds adquiere un conocimientoterico sobre el mar que raras veces es excedido por quienes en l navegan.

    Otro departamento el Cuarto del Capitn es destinado al descanso y el ocio, y anhay otro, la anttesis de este ltimo, y es la Oficina de Inteligencia, donde quien lorequiera puede ser informado de las ltimas noticias de ste o aquel buque retardado.

    El da en que fue convocado el ejrcito de aseguradores y corredores de bolsa, el anunciodel Llamador, diciendo que el Titn haba sido destruido, provoc un ruidoso pnico, ylos peridicos de Europa y Estados Unidos procedieron a lanzar ediciones extra, dandolos vagos detalles de la llegada a Nueva York de un buque transportando pasajerosrescatados, y esta oficina se vio invadida por mujeres lloriqueantes y hombres

    preocupados que pedan, y se quedaban para pedir de nuevo, ms noticias al respecto. Ycuando stas llegaron un largo cablegrama, exponiendo los nombres del capitn, el

    primer oficial, siete marineros y una dama pasajera como aquellos que se haban salvado,un anciano y endeble caballero levant su voz por sobre el llanto de las mujeres y dijo:

    Mi nuera est a salvo; pero dnde estn mi hijo y mi nieta?

    Entonces se fue apresuradamente, pero volvi al da siguiente, y al siguiente. Y cuandoen el dcimo da de espera y vigilia supo que otro bote cargado con nios y marineroshaba llegado a Gibraltar, mene lentamente la cabeza, musitando George, George, ydej el departamento. Esa noche, tras telegrafiar al cnsul en Gibraltar para notificarle desu arribo, cruz el canal.

    En la primera ruidosa multitud de preguntas, cuando los aseguradores se habanencaramado en sus escritorios y dems para nuevamente escuchar sobre el naufragio delTitn, uno de ellos el ms ruidoso, un hombre corpulento con nariz aguilea y ojos

    brillantes se abri paso entre lamultitud y se dirigi al Cuarto del Capitn, en donde,

    despus de un trago de brandy, se sent pesadamente, con un gruido salido de lo msprofundo de su alma.

    Padre Abraham2 musit, esto me arruinar.

    2 Respecto del seor Meyer, hay indicios que me permiten afirmar que es un judo radicado en Alemania, y que poralguna razn se encuentra ahora trabajando en el Loyds. En primer lugar, en el original, hay algunos vocablosalemanes (el ms usado de todos esDer) Por otro lado, cuando Meyer se entera del desastre del Titn, uno de sus

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    31/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 31 -

    Otros entraron, algunos para beber, otros para condolerse, todos para hablar.

    Un duro golpe, Meyer? pregunt uno.

    Diez mil respondi Meyer sombramente. Te hace bien dijo otro speramente. Ten ms cestos para tus huevos. Saba que losacaras a colacin.

    Aunque los ojos de Meyer brillaron con ese comentario, no dijo nada, pero bebi hasta lainconsciencia y fue llevado a su casa por uno de los amanuenses. De aqu en adelante,descuidando su trabajo salvo para, ocasionalmente, visitar la pizarra de boletines,

    pas su tiempo en el Cuarto del Capitn, bebiendo en demasa y maldiciendo su suerte.Al dcimo da ley, con ojos llorosos, puestos en el boletn, debajo de las noticias de lallegada a Gibraltar del segundo buque cargado de pasajeros, lo siguiente:

    Boya salvavidas del Royal Age, de Londres, recogida en medio delnaufragio en 4520N, 5431W por el buque Artic, de Boston. CapitnBrandt.

    Oh, mi buen Dios! grit mientras corra al Cuarto del Capitn. Pobre diablo. Pobre maldito tonto judo dijo un observador a otro. Habaasegurado la mayor parte del Titn. Tomar los diamantes de su esposa como saldo.

    Tres semanas ms tarde, Meyer fue despertado de un letrgico estupor por una multitudde gritones aseguradores, que irrumpieron en el Cuarto del Capitn, lo agarraron por loshombros y lo urgieron para que saliera a ver un boletn.

    Lelo, Meyer; lelo. Qu piensas al respecto?

    Con algo de dificultad, ley en voz alta, mientras ellos observaban su cara:

    John Rowland, marinero del Titn, con una nia pasajera de nombredesconocido, a bordo del Peerless, desembarca en Christiansand,Noruega. Ambos peligrosamente enfermos. Rowland habla acerca delbuque partido por la mitad la noche anterior a la prdida del Titn.

    Qu dices de eso, Meyer?Royal Age, No lo es? pregunt uno. S vocifer otro, me lo figuraba. El nico barco no reportado recientemente. Sehaba demorado dos meses. Fue mencionado el mismo da, cincuenta millas al este de esetmpano de hielo.

    Segurodijeron otros. No se dijo nada sobre la declaracin del capitn. Se ve raro.

    compaeros aseguradores dicePobre diablo. Pobre maldito tonto judo. De ah que le haya impreso ciertaacentuacin en las erres.(N. del T.)

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    32/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 32 -

    Bien, y qu con eso dijo Meyer dolorosa y estpidamente, hay una clusula decolisiones en la pliza del Titn; yo simplemente pago el dinero a la compaa devapores, pese al desastre delRoyal Age.

    No tiene sentido, Meyer Qu te pasa? De cul de las tribus perdidas saliste?eres

    como ninguno en tu raza, bebiendo hasta la inconsciencia, como un buen cristiano.Tengo mil puestos en el Titn, y si voy a pagarlos, quiero saber por qu. Has tomado elmayor riesgo, y tienes los sesos para lucharlo, debes hacerlo. Ve a casa, recuprate yatiende esto. Vigilaremos a Rowland hasta que regreses. Seremos bastante cautos.

    Lo pusieron en un coche y lo llevaron a un bao turco, y despus a casa. A la maanasiguiente, estaba en su escritorio, con la mirada y la mente claras, y por unas cuantassemanas fue un ocupado y dedicado hombre de negocios.

    CAPITULO XI

    ierta maana, casi dos meses despus de anunciada la prdida del Titn, Meyer sesent en su escritorio en el Departamento, escribiendo con dedicacin, cuando elanciano caballero, que haba deplorado la muerte de su hijo en la oficina deInteligencia, entr vacilando y tom una silla a su lado.

    Buenos das, seor Selfridge dijo l con dificultad. Supongo que ha venido por elpago del seguro. Los diecisis das han expirado. S, s seor Meyer dijo el anciano caballero, fatigadamente; por supuesto, comoun simple accionista, no puedo tomar parte activa; pero soy un miembro aqu, y algoansioso, naturalmente. Todo lo que yo tena incluso mi hijo y mi nieta estaba en elTitn.

    Es muy triste, seor Selfridge; reciba mis ms profundas condolencias. Le creo que esel mayor dueo de las acciones del Titn Alrededor de cien mil, No es as?

    Algo as. Soy el asegurador mayoritario; as que, seor Selfridge, esta batalla ser enteramenteentre los dos.

    Batalla? Acaso algo anda mal? pregunt ansiosamente el seor Selfridge. Es probableno lo s. Los aseguradores y compaas de afuera han puesto susproblemas en mis manos y no pagarn hasta que yo tome la iniciativa. Debemos escuchara un tal John Rowland, quien fue rescatado del tmpano con una chiquilla, y llevado a

    Cristiansand. Ha estado muy enfermo al dejar el buque que lo hall, y est en camino alThames esta maana. Tengo un transporte al puerto, y voy a esperarlo en mi oficina almedioda. Ah es donde haremos este pequeo negocio, no aqu.

    Una chiquilla... salvada inquiri el anciano, querida ma, puede ser la pequeaMyra. No estaba en Gibraltar con los otros. No me preocupara... no me preocuparamucho por el dinero si ella estuviera a salvo. Pero mi hijo, mi nico hijo se ha ido; yseor Meyer, me arruinar si este seguro no es pagado.

    C

  • 8/2/2019 El Naufragio Del Futilidad

    33/49

    Librodot El Naufragio del Titn o Futilidad Morgan Robertson

    - 33 -

    Y yo me arruinar si lo es dijo Meyer, levantndose Vendr usted a mi oficina,seor Selfridge? Espero que el apoderado legal y el Capitn Bryce estn ah ahorra.

    El seor Selfridge se levant y lo acompa a la calle. Una oficina mejor amueblada en la

    calle Threadneedle, derivada de una ms grande, y con el nombre de Meyer en laventana, recibi a los dos hombres, uno de los cuales, en pro de los buenos negocios,estaba presto a empobrecerse. No hubieron de esperar ni un minuto antes de que elcapitn Bryce y el seor Austeen fueran anunciados y entraran. Amables, de buen porte ycorrectas maneras, perfectos prototipos del oficial naval Britnico, saludaroneducadamente al seor Selfridge, cuando el seor Meyer los present como el capitn yel primer oficial del Titn y se sentaron. Instantes ms tarde, el seor Meyer trajo a unhombre de aspecto sagaz de quien dijo era el apoderado legal de la Compaa deVapores, pero no lo present; tal es el Sistema Britnico de Jerarquas.

    Ahorra, caballeros dijo el seor Meyer, creo que podemos proceder a negociarcierto punto, quizs adicional. Seor Thompson, Tiene usted la declaracin del CapitnBryce?

    La tengo respondi el seor Thompson, extrayendo un documento que el seorMeyer oje y luego devolvi.

    Y en esta declaracin, capitndijo, usted ha afirmado que el viaje no fue msmemorable hasta el momento del naufragio... as es agreg con una aceitosa sonrisa tan

    pronto percibi que la cara del capitn empalideca Que nada ocurri para hacer alTitn menos marinero o manejable?

    Eso es lo que afirm dijo el capitn con un ligero suspiro.Usted es copropietario, No es as, capitn Bryce?Poseo la quinta parte de las acciones de la Compaa.He examinado la escritura de constitucin y las listas de la Compaadijo Meyer;cada buque es, tan lejanamente a lo que concierne a los avalos y dividendos, unacompaa separada. En la lista, usted aparece poseyendo ciento veinte de las acciones delTitn. Ante la ley, esto le convierte en copropietario del Titn y responsable como tal.

    A qu se refiere, seor, con la palabra responsable? pregunt rpidamente el