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Ramón López EL MOVIMIENTO DE LOS REYES MAGOS HACIA LA ESTRELLA SOLA

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Ramón López

EL MOVIMIENTODE LOS REYES MAGOS

HACIA LA ESTRELLA SOLA

Derechos reservados © 2008

Ramón LópezTexto, fotografía y conceptualización

Gladys SerranoDiseño

Efraín Ortiz RolónTalla en madera en portada y página titular

Colaboradores

Laura QuiñonesColección de Reyes del Instituto de Cultura Puertorriqueña

Yogina IrizarryCorrección

Teodoro VidalIlustraciones, pp. 32, 35

Archivo Centro de Investigaciones de las Artes PopularesFotografías, pp. 9, 42, 72, 86, 94, 96, 135 y 181

Introducción 6

Los Reyes Magos 12

Los Santos Reyes 26

El Rey Melchor 48

Los Reyes Poderosos 66

Los Tres Regalos 84

Espacios de Reyes 126

La Estrella Sola 160

Notas 184

Bibliografía 188

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Cont

enid

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Marching downan impasse streetseen parading on TVthe children of a colonyare dancing proudlyexiled with the flagthey inherited from history.

Navideña is the nightover a barrio wherea niño is bornunder the northern fifty stars.He learns to walkwith other niños y niñasfrom a nation unknownlost is Diasporaon an imperial paved road.

Intr

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El congresista Luis Gutiérrez me ha recibido en su hogar de Chicago y me concedeuna entrevista en medio de un agitado calendario de campañas políticas, deberescongresionales y visitas de apoyo a la isla de Vieques. Yo le voy a preguntar sobrela reciente superación de muchas distancias políticas entre los boricuas de las Islas ylos de la Diáspora y sobre la posibilidad de que siete millones de puertorriqueñosconstruyan una misma voluntad descolonizadora. Antes, sin embargo, quiero hacerle unencargo al congresista: Usted sabe que en los tiempos de la invasión de Estados Unidosa Puerto Rico, la imagen que más se utilizaba para representar a los recién conquistadospuertorriqueños ante los norteamericanos era la de unos niños oscuros, míseros ysemidesnudos. ¿Qué imagen usaría usted ahora para representar a los puertorriqueñosde hoy ante el Congreso? Gutiérrez exclama ¡ea diache!, se echa atrás en su asiento, piensa,se echa adelante y responde con muy abierta sonrisa: la imagen de los Reyes Magos.

Introducción a tiempos, lugares, gentese imaginaciones

Ilust. 2:Congresista Luis Gutiérrez, comisionado Roberto Maldonado y consejal Billy Ocasio en Chicago.

Ilust. 1: Wilmer Colón, 2002.

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Estas no son las huecas palabras de cualquierpolítico apresurado y de astuta expresiónoportunista. Gutiérrez -junto a otros líderespuertorriqueños- representa un quehacer políticode principios del nuevo siglo que articula las luchaspúblicas de la gente boricua de tal manera que enlas Islas se dilucidan asuntos de la Diáspora y en laDiáspora se elaboran asuntos de las Islas. Esto selogra si existe un imaginario híbrido que incluyasemejanzas y diferencias culturales que puedanexpresarse en símbolos compartidos. Los ReyesMagos son uno de esos símbolos. Por eso, cuandoen 1995 se inauguraron las dos banderaspuertorriqueñas más grandes del mundo en un trechode una avenida de Chicago que a mí me tocó bautizarcomo Paseo Boricua, la ceremonia ocurrió un helado,nevado y ventoso 6 de enero y en ella estuvieronunos Reyes Magos de carne y hueso, montados eninquietos caballos y obesos de tantos abrigos que sepusieron debajo de las refulgentes túnicas, capas ycoronas. Por eso mismo, el 6 de enero de 2002 secelebró el quinto aniversario de las banderas conuna repartición de juguetes en la que Luis Gutiérrez,Billy Ocasio y Roberto Maldonado -los tres oficialeselectos de mayor identificación con las luchascomunitarias boricuas de Chicago- fueron los ReyesMagos y llegaron vestidos para la ocasión [Ilust. 2].Por eso mismo además, este texto se entreteje conun poema sobre los Reyes Magos escrito en ingléscon chispas en español por un poeta boricua nacidoen Chicago.

Sería equivocado pensar que lo anteriorevidencia una evolución histórica de nuestraidentidad durante un siglo, que nos ha transformadode niños semidesnudos de piel oscura a Reyes devistoso atuendo y herencia multirracial. Cuando loscaricaturistas imperiales reducían la identidadpuertorriqueña a un simplismo racista, ya lapuertorriqueñidad era un pueblo y una historia y enella los Reyes Magos eran una de las expresionesmás unificadoras de la pluralidad de identidades enque se recogía la memoria, vivencia y personalidad

de nuestra gente. La Fiesta de Reyes -Epifaníaantecedida por la Navidad, esperada en el Velorio yproseguida en las Octavas hasta la Candelaria- erauna celebración de arraigo tan generalizado que,cuando el nuevo régimen impuso un calendarioescolar asimilista, despojado de las festividades másatendidas y apreciadas por la población, quisoconvertir el Día de Reyes en un día de clases comocualquier otro.

La gente puertorriqueña respondió con unailuminada certeza que se convirtió en una resistenciade tres décadas. El 21 de diciembre de 1907, elComisionado de Instrucción Edwing G. Dexter envióla Carta Circular Núm. 497 a los profesores de lasescuelas del país. Aunque la Ley Escolar no meconcede ningún derecho para declarar día feriadoel 6 de enero (Día de los Reyes Magos), es mi opiniónque sería inútil esperar la asistencia de los alumnosen este día.1 Todavía en 1925 el Día de Reyes eratema de apasionados debates. En el calendarioescolar no figuraba fiesta alguna en honor de laspersonalidades puertorriqueñas, e incluso el díade los Reyes Magos fue objeto de discusiones.Las quejas que aparecían en la prensa diariainterpretaban esto como “una falta de respeto alas tradiciones puertorriqueñas”. El ComisionadoHuyke reaccionó prontamente a esta crítica y pidióal Gobernador que declarase el día de los ReyesMagos fiesta escolar.2 Sin embargo, parece que niHuyke ni el Gobernador tenían interés verdaderoen hacer justicia al Día de Reyes porque éste siguiódesignado día normal de clases. En la Carta CircularNúm. 89 del 10 de diciembre de 1928, Huyke mostrabaotra vez sus lealtades. El siguiente cambio seráintroducido en los calendarios escolares del añoactual: las vacaciones de Navidad incluirán del 24al 31 de diciembre, ambos días inclusive. Lasescuelas abrirán de nuevo sus puertas después deldía de Año Nuevo, el día 2 de enero de 1929, y seespera la total asistencia a partir de dicho día.3 Lomás irónico de todo es que Huyke también esrecordado por ser autor de un breve poema muy

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conocido en los ambientes escolares: Los Reyesbajan del cielo/ ya los veo yo venir/ los quisierarecibir/ en la casa de mi abuelo./ Cuando allí losesperamos/ más juguetes recibimos./ ¡Es tantolo que gozamos!/ ¡Es tanto lo que reímos!/ Y yosé porqué esto pasa/ vieja amistad y cariño/desde que papá era niño/ van los Reyes asu casa.4 Afortunadamente, la gente optópor seguir las sugerencias del poema y no lasinstrucciones de la carta circular. El colonialismoprodujo tal esquizofrenia en uno de sus funcionariosincondicionales. También produjo tal desobedienciacivil en tantos de los ciudadanos nacionales.

La elección de los Reyes Magos por Gutiérrezcomo imagen definitoria de los puertorriqueños anteel régimen de Washington no es entonces unainnovación política sino la actualización de unarealidad histórica indiscutible. Las identidadescompartidas de los Reyes y la gente puertorriqueñase recogían entonces en las tallas de los Magos quela gente encargaba para presidir fiestas y promesas,y se recoge ahora en otras tallas de los Magos que lagente busca en ferias y tiendas para presidir nuevosorgullos e identidades [Ilust. 3]. Las tallas de antesse multiplicaban con las manos de pintura que lasrenovaban en su vigencia. Las tallas de ahora sedesdoblan en los otros renglones artesanales yartísticos que las amplifican en su importancia. Nosólo hemos resistido las imposiciones culturales delcolonialismo en nuestros territorios isleños, sino quehemos ocupado -con todo y Reyes Magos- losespacios urbanos de los colonizadores con unadiáspora de potente expresión cultural.

¿Por qué son los Reyes Magos una imagentan atractiva y resistente para expresar laspuertorriqueñidades que más comparte nuestragente? En este libro nos moveremos por esaspluralidades para encontrar respuestas que nospermitan formular preguntas más afinadas ypertinentes. En el proceso, viajaremos por lasdistancias de tierras lejanas y barrios cercanos.

En este viaje hay muchos orígenes inciertos,

cruces de caminos, encuentros sorprendentes,leyendas mestizas, dogmas literales e inspiracionesmetafóricas. Los viajeros se transforman según losmovimientos de su búsqueda. Cambian sus edades yrazas, procedencias y ocupaciones, idiomas ycostumbres, transportes y vestimentas, calendariosy rituales. Sin embargo, sus diferencias estánreunidas en el propósito de su destino: encontrar launidad de lo humano y lo divino encarnada en elnacimiento del hijo de una vírgen. Este viajemitológico y universal es un tema conocido enmuchas culturas de la historia antigua en muchaspartes del mundo y ninguna de ellas puede reclamarsu originalidad porque es un mito compartido. Másallá de las diferencias históricas y étnicas en las queel viaje se manifiesta, existe una luz que lo unifica.La luz es la presencia mitológica de la divinidad y,en todas las culturas que imaginan la divinidad enel ámbito celestial, la luz es una estrella.

La gente puertorriqueña ha dado tantaimportancia a este viaje que lo ha convertido enimaginación de su propio viaje en la historia. Trasrecibir las herencias mitológicas, religiosas y étnicasde una conquista e inserción compulsoria en lacultura occidental caracterizada por la hibridaciónde culturas indígenas, europeas y africanas, la gentede las Islas moldeó la narrativa del viaje, haciéndola

Ilust. 3: Juan Nito Cruz.

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suya según las continuas hibridaciones de su historiay cultura. Así, el imaginario de los Reyes Magos sehizo receptáculo de los encuentros y desencuentrosde las identidades puertorriqueñas enlazadas por elhilo de una historia que todavía se entreteje endistintas direcciones. Entre los tiempos de lasociedad colonial esclavista y la sociedad colonialglobalizada, la imaginación de los Reyes Magos hamostrado una plasticidad amplia y accesible en laque los puertorriqueños han podido expresar latransformación de la unidad y pluralidad de sucultura.

Lo que sigue en estas páginas es un trabajode investigación, lectura y mitificación. El texto queresulta del trabajo es híbrido y plural: una sucesión deinterculturalidades que permite posibles entendimientos.Los encuentros siempre son entrecruzados.

Este libro recoge las incidencias histórico-culturales de las imaginaciones de los ReyesMagos puertorriqueños. Se trata de un movimientoimaginario que comunica las iluminaciones deuna estrella celestial con las de una banderamonoestrellada, protagonizado por la gente comúnque ha elaborado sus propias narrativas delmovimiento histórico de su vida en relación adiversas intervenciones hegemónicas. Aquí importanmás las híbridas prácticas imaginarias de lo popularque los reclamos de una esencial identidadpuertorriqueña. Es en este sentido que se enlaza lohistórico-literal con lo mítico-metafórico en unaversión puertorriqueña del viaje: el movimientode los Reyes Magos puertorriqueños hacia laEstrella Sola.

Ilust. 4: Florencio Cabán. Colección ICP #CS 92-0677.

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Three saw the starthree from Beléntwo thousand yearsthey journeyed to Borikénwhere the Jíbaro-Santerohas carved themand calls them in prayerasking please bring giftsto the poor niños and niñasof this estrella.

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Los Tres Santos Reyes Magos puertorriqueños se originaron en la práctica colonialdel catolicismo español. El esfuerzo de entender esta originalidad puertorriqueña nosconduce a dilucidar la complejidad implícita en cada una de las palabras de esta afirmacióninicial. Comenzaremos el deshilamiento de manera teórica para luego informarnos de suhistoria y después lograr su sentido.

Es muy ancha la memoria histórica contenida en la imaginación que hacemos de losReyes. Su punto de entrada y partida es la pluralidad misma: se trata de humanizacionesmíticas que han servido para expresar identidades culturales. Esto significa que la imagenplural de los Reyes, al ser múltiple, tiene más espacio para caracterizar nuestra historiacultural porque no nos obliga a reducirla a una realidad representada en una sóla cosa-persona sino que nos permite incluir diversidades simbólicas. Así, hay más espacio paraevitar el esencialismo, esa limitante visión de que los puertorriqueños somos ante todoésto o aquello; que hay una cualidad o esencia unificadora que nos define a todos, y quelo otro-diferente es secundario o queda excluido.

El consenso imaginario de que los Reyes son tres -escabrosamente impuesto duranteuna memoria transcultural centenaria- provee una estructura o forma básica en la que seacomodan muchos de los contenidos que dan especificidad a las maneras de hacerlospresentes en nuestra cultura. La imaginación de que la identidad puertorriqueña puedeexpresarse mediante las identidades-diversidades de tres personas afecta directamentelas maneras de nombrar, tallar, pintar, narrar, poetizar, cantar, dramatizar y pensar laimagen simbólica de los Reyes Magos, con la intención de que también sea imagen étnicade nuestra gente.

La frase Santos Reyes Magos es una inversión del transcurso histórico-imaginario dela identidad de estos personajes. Primero fueron magos, en el contexto cultural orientalde su origen y durante los primeros siglos del cristianismo. Se transformaron en reyes enla Iglesia Católica medieval y en su seno se hicieron santos -en conjunto, noindividualmente- con mucha insistencia en ser más santos-monarcas-sabios que santos-humildes-mártires. Al llegar a Puerto Rico, ingresaron al culto popular de los santos depalo y se hicieron tan cotidianos que su encumbramiento monárquico cedió a favor de lacercanía benefactora. Esto último es clave para entender su puertorriqueñidad diversa ysu disposición a recoger las transformaciones de nuestra imaginación histórica.

La manera en que los Magos Reyes Santos se hicieron puertorriqueños ha estadoenmarcada por siglos en el colonialismo. Los puertorriqueños hemos tenido nuestrosSantos Reyes Magos imaginarios durante más de quinientos años durante los cuales loscentros del poder gubernamental que regula nuestra sociedad han estado localizados en

La imaginación de la doctrina

Los Reyes Magos1

Ilust. 5: Vitral St.Denis, siglo 12.

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países extranjeros. No hemos tenido monarcas deun estado nacional puertorriqueño ni gobernantesde una república puertorriqueña independiente. Estosugiere que nuestros Reyes Magos pueden expresarun deseo nacional y/o una contestación anticolonial.

La elaboración de nuestra narrativa legendariade los Santos Reyes Magos se ha ubicado mayormenteen el contexto del un catolicismo popular que hatenido cabida para ortodoxias, sincretismos yoriginalidades. En tiempos recientes, la narrativay sus ceremoniales han recibido influenciasimportantes del pentecostalismo, la secularización,la comercialización y la globalización, sin perder poreso su seña original de catolicismo popular.

En Puerto Rico, la tradición de los Santos ReyesMagos cuajó bajo el dominio de un catolicismomonárquico e intolerante que -a pesar de muchosconflictos y forcejeos- se identificaba con el aparatogubernamental militarizado de la colonia. La doctrinacristiana imperante resultaba de una fuerte tradiciónmedieval [Ilust. 6], actualizada en relación a laReforma Protestante y a las directrices teológicasdel Concilio de Trento, que insistía en el culto a Maríay los Santos, el valor de la imaginería religiosa y ladevoción del rosario.1 A la vez, este catolicismo llegó

matizado de múltiples devociones e interpretacionespopulares españolas. Esto es fundamental, puesla Iglesia nunca fue capaz de implementar eladoctrinamiento integrado y eficaz de la poblaciónen la colonia ni el acceso generalizado a los ritossacramentales. Desde el principio, hubo muchoespacio para las iniciativas populares en las prácticasreligiosas.

Para dar sentido a una identidad puertorriqueñade los Reyes Magos, es necesario darle a losplanteamientos teóricos anteriores su contenidohistórico e imaginario. Se trata de mucho más queinformaciones y contextos. Mucha de la discusiónentre creyentes, intelectuales, educadores,promotores culturales, artesanos y artistas denuestro país está centrada en búsquedas y debatespara establecer una historia “correcta” de los Reyeso imponer una versión “oficial” de su narrativa.Se pretende superar las hendiduras en el consensode “quiénes fueron los Reyes” para contestar así“cómo son los Reyes”, en el sentido de cuál es lamanera mandatoria de representarlos. Esto esparticularmente evidente en la gestión artesanaly la instrucción escolar, pues ambas asumenresponsabilidades en la transmisión de un tema que,por ser parte de “nuestras tradiciones”, merecerespeto y cuidado.

En este libro, se trabaja con el asunto de maneradiferente. En lo que sigue vamos a encontrar que noexiste evidencia histórica de que unos Magos deOriente viajaron y encontraron un divino reciénnacido en Belén. Toda discusión sobre este temaparte de la premisa de que si-unos-Magos-de-Oriente-visitaron-al-niño-Jesús, entonces sus lugares deprocedencia fueron tales o cuales, la fecha de suviaje pudo ser ésta o aquella, la llamada estrella fuetal cuerpo celeste, los magos tenían tales creenciasreligiosas, se vestían de tal o cual manera, eran tantosen número, etcétera. Estas controversias sobre laEpifanía -centradas en la narrativa que Mateoescribió décadas después de la muerte de Cristo ycuyo original en el idioma arameo se perdió-

Ilust. 6: Fra Angelico, siglo 15.

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deberían resolver el asunto central del significadode la Adoración de los Magos para creyentes y nocreyentes.

Los estudios teológicos católicos actuales hanfavorecido dos observaciones fundamentales paraubicar estos debates. Con respecto a Mateo: theauthor of the infancy gospel was never greatlyconcerned with details of history or with the nicetiesof chronological harmony… Mathew is not writinghistory in the modern sense of the term butemploying a literary form that freely admitslegendary amplification.2 Sobre la narrativa delapóstol en términos de temas de interpretaciónbíblica: the star and the visit of the Magi themselvesare completely legendary, elements introduced tounderline the fulfillment of the prophecy andto call attention to one or more of the themesdiscussed…3 El debate no está cancelado pero losestudios modernos favorecen la posición de que lavisita de los Magos es un asunto legendario y nohistórico, aunque de gran trascendencia teológica:The emphasis should be placed not on searchingfor interesting but basically unimportant detailsin the lives of the Magi, but rather on striving todiscover how the Magi help one to understand thelife, the purpose, and the mission of Jesus Christmore fully.4 La teología es un movimiento: mientrasmanejo la edición de 1967 de The New CatholicEncyclopedia, noto su profunda diferencia de laedición de 1910, en la que la literalidad de la leyendapredominaba sobre la metáfora de la espiritualidad.

A diferencia de los teólogos, aquí no se estableceque los detalles de la vida de los Magos carecende importancia. Por el contrario, esos detalleslegendarios y/o históricos considerados en suscontextos culturales bíblicos, extrabíblicos, antiguos,medievales, modernos y contemporáneos -ademásde eclesiásticos, intelectuales, populares, míticos yartísticos- son precisamente los que configuran laenorme capacidad del imaginario de los Reyes Magospara recoger y expresar las específicas identidadesculturales de los pueblos que dan importancia a la

leyenda de la Epifanía. La importancia de la leyendade los Magos es que da cabida a las híbridasimaginaciones de muchas épocas y culturas y sirvede receptáculo para la creatividad popular.

El hecho de que la gente puertorriqueña le hayaasignado tanta centralidad centenaria al tema de losReyes, junto a la capacidad de la leyenda de laEpifanía para dar cabida a las elaboraciones de veintesiglos de imaginaciones transculturales, permiten quelos Reyes Magos sean una imagen plural paracomunicar quiénes somos los puertorriquenos antenosotros mismos y ante el mundo.

Los lenguajes de la imaginación

La complejidad de la construcción histórica dela leyenda de la Epifanía exige que distingamos losdiferentes puntos de vista que dan cuenta de sucontenido. Las versiones parciales que predominanen los apasionamientos de la discusión del tema soninsuficientes para captar el enorme poder deconvocatoria a las imaginaciones que tiene el temade la Adoración de los Reyes. La realidad ypertinencia de estos personajes se ha expresado endiscursos diferentes que deben considerarse entérminos de sus relaciones recíprocas.

De esos discursos, el que primero aflora entrela gente es el religioso. Por lo general, se trata deconfirmar la certeza de la Adoración de los Magosa partir de un relato bíblico que se entiendecomo cumplimiento de las profecías del AntiguoTestamento. Según el cristianismo, el nacimiento deJesús en Belén equivale a la llegada del Mesíasesperado por el pueblo judío, un acontecimientoanunciado sucesivamente por varios profetas queanticiparon las circunstancias de la llegada delSalvador. En el Nuevo Testamento, los sucesos de lavida de Cristo que se consideran importantespara la doctrina se narran mediante fórmulasliterarias que constatan que tal evento equivale alcumplimiento de tal profecía, que seguidamente secita como criterio de evidencia.

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Las profecías vinculadas al Nacimiento y laAdoración de los Magos giran en torno a tres temasprincipales: la estrella o la luz que anuncia elnacimiento, el lugar donde nace el Mesías y la visitade reyes extranjeros.5 Se atribuye a Balaám laprofecía de “la estrella de Jacob” y el “cetro de Israel”que aparece en Números 24:17. A David se atribuyenlas profecías que anuncian la visita de reyes de varioslugares del mundo antiguo que al llegar ofrecenvaliosos regalos, según está escrito en Salmos 72:10,11 y 15. Las más conocidas y repetidas se atribuyen aIsaías y giran en torno al niño, su madre vírgen, laluz del nacimiento, la visita y adoración deextranjeros y los regalos de oro e incienso, segúnaparecen en Isaías 7:14, 9:2 y 6, 60:1, 2, 3, 5 y 9.Finalmente, se atribuye a Miqueas la profecía dellugar del nacimiento, el pequeño poblado de Belén,según aparece en Miqueas 5:2. El episodio de la visitade los Magos a Herodes, quien consulta a los sabios

sobre el lugar de nacimiento señalado por lasEscrituras y recibe la identificación de Belén comorespuesta, es un claro ejemplo del uso ritual de laprofecía como criterio de la verdad revelada.

Para los creyentes cristianos, el relato de Mateoen torno a unos magos de Oriente que visitaron aJesus Niño y le regalaron oro, incienso y mirra esconfirmación suficiente del cumplimiento de lasprofecías y por lo tanto es evidencia de que el eventoes un hecho histórico. Sin embargo, son muchos losargumentos que se han levantado contra lainterpretación literal del relato de Mateo. Se hacuestionado por qué Mateo es el único de los cuatroevangelistas que incluye la Adoración de los Magos.Cuando así lo hace, no incluye la ritualizada alusióna una profecía que queda cumplida en el suceso.6

Además, su vaga alusión a unos “magos de Oriente”que no identifica por nombre o número deja abiertala posibilidad de múltiples interpretaciones, de lascuales ha predominado la de tres magos porquemenciona tres regalos. Su referencia al Oriente seha utilizado para valorar las versiones sobre laprocedencia de los Magos pero incluso este detalleestá sujeto a controversia pues, perdido el originalde su manuscrito en arameo, los accidentesde las traducciones entran en el juego de lassignificaciones. Se ha señalado que la traduccióncorrecta no es que los Magos dijeron “hemos vistosu estrella en Oriente” sino “hemos visto su estrellanaciente” en el sentido de levantamiento, elevacióny ascención.7 De todas maneras, esta vaga ycontrovertible referencia es el punto de partida delos que han querido describir con especificidad alos distinguidos visitantes.

Lo anterior nos lleva a considerar la utilizacióndel discurso histórico en la amplificación del lanarrativa de la Epifanía. Mateo no menciona reyessino magos. Esto, junto a la referencia a la estrellade Oriente, ha llevado a escudriñar el contextohistórico de la narrativa. Aquí se trata, por un lado,de que los magos eran una casta sacerdotal de muchainfluencia pública en Persia, aunque también los

Ilust. 7: Evangelio de Otón III, siglo 11.

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había en otros lugares.8 Eran sabios, astrónomos,astrólogos, curanderos, intérpretes de sueñosy consejeros gubernamentales. Con muchaprobabilidad, conocían profecías de una estrellaque anunciaría el nacimiento de un líder importante,basados en dos circunstancias. El imperio persa habíaconquistado a los judíos siglos antes y habíamantenido cautivos en Persia a grupos de la clasedominante judía que incluían escribas y sacerdotesconocedores de las sagradas escrituras hebreas. Losmagos persas estaban pues al tanto de la visión demundo de los sabios judíos. Además, el sistema decreencias religiosas de esos magos incluía unafuerte influencia de las doctrinas de Zoroastro, unpersonaje religioso cuya leyenda tiene muchassimilitudes con la de Cristo. El anuncio delnacimiento de un nuevo líder mediante la apariciónde una estrella era parte de las expectativasespirituales de los magos y creencia generalizadaen el Oriente antiguo.9

La espiritualidad de los magos se ha entendidocomo una gran complejidad de asociaciones,herencias, sincretismos, imposiciones y revelaciones,utilizando las más variadas fuentes de evidenciashistóricas, arqueológicas y linguísticas. Por otro lado,la aparición de la estrella se ha investigadoastronómicamente y se han sugerido explicacionesalternas -cometa, nova, conjunción de planetas-,simbolismos vigentes en la época -ángel, elegido,maestro, comunicación entre mundos- y fechasposibles de la aparición de un cuerpo celeste tanluminoso como para crear gran expectación einterés.10

Lo que todas estas discusiones ponen demanifiesto es que el tema de los Magos trae aconsideración los movimientos e influenciasrecíprocas de las culturas orientales antiguas y elcontacto de esas culturas con las occidentales. Esapermeabilidad de los procesos históricos de hacedos mil años es la base de la capacidad el tema de laAdoración de los Magos para amplificarse ennarrativas de gran diversidad transcultural que a su

vez tienen mucha influencia en la iconografia y laleyenda [Ilust. 7-8]. De la misma manera que losmagos se movieron en un viaje entre tierras lejanas,la cultura de su tiempo estaba envuelta en constantesmovimientos viajeros que acercaban y recombinabanlos modos de vida en hibridaciones complejas.

Esto último es lo que más interesa en el discursoteológico de la Adoración de los Magos. Lainterpretación teológica cristiana se concentra enla Epifanía como una imagen de la universalidad delreino de Cristo y para eso utiliza la extranjeridad delos Magos. Aunque cada detalle de la narrativa haservido para variadas significaciones religiosas ysugerencias históricas, lo cierto es que la teologíaes ajena a la interpretación literal y no consideranecesario establecer evidencias intelectuales paravalorar la Epifanía. From its introduction in the Eastin the 3d century until the present, this feast hasstressed that the universality of the Church(represented by Jerusalem), foreseen by Isaiaand extolled by the Psalm, was realized in themanifestation of Christ to the gentiles (representedby the Magi).11 Además, se considera que elepisodio de los Magos resalta a Jesús como el nuevoMoisés, el nuevo Israel y la nueva Sabiduría. Lamulticulturalidad de la circunstancia simboliza launiversalidad del mensaje.

Mucho se ha comentado sobre el simbolismo delos regalos. El oro se asocia con Jesús como rey, elincienso con su divinidad y la mirra con suhumanidad mortal. Sin embargo, no hay evidenciade que los Magos escogieran sus regalos con tales

Ilust. 8: Mosaico de Constantinopla, siglo 6.

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simbolismos en mente. De hecho, oro, incienso ymirra eran en la época parte del equipo ceremonialcotidiano en el oficio de los magos como sacerdotes,intérpretes y curanderos.12

La importancia teológica de la Epifanía no seafecta por el grado de historicidad de la narrativade Mateo, por las licencias literarias que puedaincluir o por la probabilidad -favorecida por losestudios teológicos recientes- de que todo el relatosea una ficción legendaria. Para los propósitos deeste libro, la cabida de lo literario y lo legendarioen la narrativa de la Adoración de los Magos, sinque desvirtúe la esencia de la doctrina cristiana queel tema ejemplifica, nos permite considerar coninterés y respeto todas las incidencias culturales queha tenido el tema a través de los siglos, incluyendosobretodo las originalidades puertorriqueñas queconstituyen nuestro asunto central.

Los tres discursos que se han presentado hastaahora constituyen el repertorio temático básico queinforma la evolución de las búsquedas de los orígenes“legítimos” -en el sentido de ortodoxos- de latradición de los Reyes Magos. Sin embargo, lareligión, la historia y la teología no son suficientespara alcanzar una visión totalizadora. Hace faltaincluir otros discursos pertinentes a las dimensionesmulticulturales del tema.

El discurso de la mitología universal nos permiteentender mejor la trascendencia de la Epifanía. Si lateología cristiana afirma que Jesús nació paraestablecer un reino dirigido a toda la humanidad yno sólo a los judíos, la mitología comprueba que,the promises and aspirations of all the mysteriesof antiquity were shown harvested in the gospel ofthis sole historic encarnation of the one andonly true god.13 Ese dios único y verdadero no espatrimonio exclusivo del pueblo hebreo sino queaparece, a través de toda la antigüedad, en toda unadiversidad de culturas. Cuando la fecha delnacimiento de Jesús se cambió para el 25 dediciembre en Roma, coincidió exactamente con elnacimiento de Mithra, dios salvador persa,

encarnación de la luz eterna. En el Oriente, dondela fecha del Nacimiento y la Epifanía se ubicaronambas para el 6 de enero, la ciudad de Alejandríaacostumbraba celebrar en esa misma fecha elnacimiento del dios Aion, hijo de la diosa vírgen Kore,una transformación helenizada de la diosa egipciaIsis. Las madres-diosas del Cercano Orienteinfluyeron decisivamente en las representacionescristianas de la Virgen María, lo mismo que el artefunerario romano. Estas variaciones de la imagende la Madonna tienen orígenes más remotos en lasesculturas neolíticas e influencias más lejanas en elarte hindú.14

El relato del exilio de Jesús en Egipto, despuésde la Adoración de los Magos, es un ejemplo de anextremely popular theme known to students of worldfolklore as the infant exile motiv, which has beendocumented from every quarter of the earth.15 Elmito de un niño divino -héroe y salvador- puededescomponerse en varios elementos narrativos queguardan estrecha relación con la vida de Jesús. Ellector que quiera ir más allá de la mera constataciónmitológica, puede acercarse a la narrativa sagradahindú del nacimiento del salvador Krishna yasombrarse ante los paralelos entre los sucesos delSoñador del Mundo y los de Jesús Redentor. Losejemplos pueden multiplicarse. Lo importante esreconocer la existencia de un mito transcultural, delque la Epifanía cristiana es la versión más difundida,que abre espacios de reformulación al relato segúnlas particularidades de cada cultura.

Esas reformulaciones surgen de los modos devida de pueblos diferentes y necesitamos recurrir aldiscurso etnológico para captarlas en su sentidohistórico-cultural. La relevancia de los modos de vidapara entender la amplificación de la leyenda de laEpifanía se comprueba en muchas situaciones, delas cuáles hay que distinguir algunas de las másrelevantes.

La Epifanía es una celebración cristiana que fueimplantada en Oriente -en Alejandría, ciudad muyinfluida por la cultura griega- en el siglo 3 dc para

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conmemorar simultáneamente el Nacimiento y laAdoración de los Magos el 6 de enero.16 Así, la iglesiacristiana oriental aprovechaba la tradición yaexistente de recordar otro nacimiento de un diossalvador y, a la vez que superaba esa memoriapagana, distinguía su propia tradición oriental alencumbrar la Adoración de los Magos al mismo nivelque el Nacimiento. El mismo día sirvió para celebrarel bautismo de Cristo y las bodas de Caná. The feastof Epiphany, that is, God’s manifestation in JesusChrist, dates back to the third century. The earliestcelebrations were probably in Egypt, where itreplaced a festival of Isis on 6 January. TheDionysiac miracle of the changing of water intowine was celebrated in Egypt in conjunction with afestival of Isis, the central point of which was thevirgin birth of Aion. The Christians reinterpretedthe miracle, referring it to baptism; this may alsobe the reason why the miracle of Cana was alsocelebrated at Epiphany.17 Vemos, otra vez, lacapacidad del tema de la Adoración de los Magospara amplificarse y acomodarse a situacionesculturales específicas. No debe extrañarnos estaporosidad cultural oriental que permite traduciro redefinir tradiciones y modos de vida.Etnológicamente, esta relativa fluidez se debe avarios mecanismos y rutas de comunicación ymovimiento -entre los cuales hay que incluir elgeneralizado trayecto de caravanas por toda laregión- cuyos puntos de encuentro e intercambiofueron importantes focos de comunicación culturalde todo tipo, incluso de celebraciones y creenciasreligiosas.

Un siglo después, en Roma, la joven religióncristiana se enfrentaba a otras resistencias paganasque no podía erradicar y respondió con un acomododistinto. Roma celebraba una gran fiesta llamadaSaturnalia el 25 de diciembre, que conmemoraba elsolsticio de invierno y la espera del nacimiento dela luz solar. Ya vimos que ese mismo día los persascelebraban el nacimiento de Mithra, dios de laluz eterna. Además, la representación de los

emperadores vigente en la época incluía una estrellaen su cabeza que señalaba su divinidad. La presenciapagana era tan intensa todavía que los cristianos,para el siglo 3 dc, movieron la celebración delNacimiento de Jesús -la luz del mundo- al 25 dediciembre, incluyendo el mismo día la Adoración delos Magos. Más tarde, adoptaron la celebraciónoriental de la Epifanía el 6 de enero.18 Los ritualesespecíficos de la Natividad cristiana romanaincluyeron influencias paganas, algunas de lascuales sobreviven hoy día, incluso en la Navidadpuertorriqueña. Tras la celebración del Concilio deEfeso en 431 dc, la iglesia oriental adoptó la Natividadromana.19 La prolongación de 12 días entre un eventoy otro sirvió para amplificar otra vez la leyenda dela Adoración de los Magos. La separación entreambos eventos bíblicos llegó a extenderse luego ados años, de manera que los Magos no encontrarone Jesús en una cueva -según la tradición oriental- nien un pesebre -según la tradición occidental- sinoen una casa, ya sentado con su madre María.

Ilust. 9: Mosaico de Constantinopla, siglo 6. Detalle.

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El desarrollo de la religión cristiana en elcontexto amplio de la mitología del niño divinosalvador, centraba mucha atención en el temainfantil, a diferencia de la tradición hebrea que seinteresaba más en un salvador adulto y poderoso,heredero de Moisés. Los Evangelios Canónicos noabundaron en el tema de la infancia y existía por lotanto un reclamo entre los pueblos que se convertíanal cristianismo de una narrativa de la infancia deJesús que confirmara su identidad de niño divinoentre los creyentes de muchas culturas de laantigüedad. Los Evangelios Apócrifos -entre otrascosas- llenaron esta necesidad.20

Estas narraciones de variada procedencia,múltiples traducciones y versiones, dudosao desconocida autoría y aparición tardía nofueron admitidas en el Nuevo Testamento por lasautoridades eclesiásticas cristianas. Algunos de estostextos fueron rechazados por sus tendenciasteológicas heterodoxas y otros por el carácterficticio-literario de su contenido. Sin embargo, sedifundieron ampliamente y, aunque no lograronestablecer un determinante peso doctrinario,informaron ampliamente el desarrollo de la leyendade la Adoración de los Magos según el gusto populare influyeron con sus narrativas en la representaciónartística de la leyenda. La tradición puertorriqueñacontiene presencias temáticas de estos EvangeliosApócrifos.

El Protoevangelio de Santiago ha tenido muchainfluencia en las narraciones de la Natividad.Sobretodo, se extiende en la vida de la madre-virgen.Lo mismo sucede en el Evangelio del Pseudo Mateo,pero éste elabora la leyenda de la Adoración de losMagos al afirmar que llegaron dos años después delNacimiento. Este detalle ha tenido enorme influenciaen el arte de la Epifanía [Ilust. 10]. También seextiende en los milagros de la infancia de Jesús,incorporando así abundante temática etnohistóricarelacionada con los modos de la vida cotidiana enla antigüedad. La narración de la Epifanía en el “Liberde Infantia Salvatoris” es todavía más extensa yabunda en el trasfondo cultural de los Magos,incluyendo sus vestimentas. El Evangelio Arabe dela Infancia establece la filiación espiritual de losMagos con Zoroastro y el culto del fuego [Ilust. 1],que se manifiesta en el milagro del pañal que lesregala María y que, al no quemarse en la fogataceremonial, es evidencia de la divinidad de Jesús.También ofrece abundantes narraciones sobre lahuída y el regreso de Egipto que incorporan los temasmitológicos de las culturas árabes. El EvangelioArmenio de la Infancia es importante porque incluyelos nombres de Melkon, Baltasar y Gaspar y lospresenta como hermanos; reyes de los persas, indiosy árabes, respectivamente. Además, establece unarelación entre una carta del Yahvé a Set que fueconservada por muchas generaciones bíblicas hastaque llegó a manos de los Magos y que anunciaba elnacimiento del niño salvador. También se extiendedetalladamente en el viaje de los Magos hacia Belén.

Estos Evangelios Apócrifos, y otros que no semencionan aquí, nos presentan al niño Jesúscreciendo en los ambientes domésticos aldeanos dela época con gran profusión de detalles. Lointeresante es que caracterizan al niño divino comoun ser tan poderoso que lo mismo vence a la muerteen milagrosas curaciones que impone la muertecomo castigo cuando le place, hasta por banalidadescomo las bromas de otros niños durante los juegosque comparten con Jesús. Otros momentos son

Ilust. 10: Alberto Durero, 1504.

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hermosamente poéticos, como los milagros de unniño Jesús ceramista que moldea pajaritos de barroy luego les da vida y los echa a volar. La importanciade los Evangelios Apócrifos de la Natividad y laInfancia es que crean espacios narrativos para lamanifestación creativa y abarcadora de las culturaspopulares y así abren la leyenda de la Epifanía a laexpresión de las temáticas locales de los pueblosque celebran la Adoración de los Magos.

La circunstancia histórica se acomoda de otrasmaneras a la evolución de la narrativa. Por ejemplo,el manuscrito 2037 de la Biblioteca de la Universidadde Salamanca, un códice escrito a fines del siglo 15,se titula Historia de los Reyes Magos y narra demanera minuciosa y elaborada los episodios de laEpifanía, incluyendo como innovación misteriosaextensos pasajes que describen las tentaciones deSatanás a cada uno de los Tres Reyes Magos.21 Lomás interesante, sin embargo, es el punto de vistaideológico del autor desconocido del códice. Se tratade una narración donde proliferan tanto las citasdel Antiguo Testamento -135 en un texto de 53páginas- que se nota la obsesión del autor porestablecer fuera de toda duda su inquebrantable fecristiana y la indiscutible verdad de la divinidadmesiánica de Cristo. El vasto conocimiento de lasEscrituras que exhibe el narrador, junto a sus sumisoselogios a la Inquisición, delatan a un converso judíoque, atemorizado por la persecusión contra losherejes y la desconfianza hacia los conversos quecaracterizan la sociedad española de la época,multiplica al máximo la utilización de profecías parajustificar cada mínimo detalle de la narrativa de laAdoración de los Magos.

Del arte cristiano primitivo al arteoccidental moderno

El último discurso que tenemos que examinarpor su aportación a la amplificación de la leyendade la Epifanía es el lenguaje artístico. Un examendel desarrollo de la imaginería, escultura y pinturaa partir del siglo 2 dc revela de manera fascinante ymaravillosa cómo las artes han acogido los diversoselementos de la tradición de la Epifanía y hanincorporado particulares contextos etnohistóricosa través de los siglos.22 No hay duda que la Epifanía-por ser una fiesta de luz, poseer gran abundanciade recursos narrativos e incluir personajes de muchoexotismo y colorido- llamó la atencion de creadorespopulares y cultos quienes la convirtieron en un temafavorito lleno de posibilidades expresivas yespirituales.

La representación artística de la Epifaníaha evolucionado principalmente según lasinterpretaciones religiosas y visuales de la relaciónentre los Magos, el Niño y la Virgen -además de otrospersonajes secundarios- cuya relativa y cambianteimportancia revela el rumbo de la evolución de lareligión cristiana. Por otro lado, las necesidadespropias de la gestión artística -materiales,técnicas, composiciones, propósitos- han tenidoconsecuencias en los modos de representación.Atender los detalles de este asunto es indispensablepara poder valorar culturalmente la originalidadpuertorriqueña de los Tres Santos Reyes Magos.

Para comenzar a dilucidar la evolución artísticade los Reyes, es necesario hacer al menos dosaclaraciones. Primero, el tema de la Adoración delos Magos no fue muy importante durante lostiempos fundacionales de la religión cristiana.Aunque la Epifanía -como manifestación humanade la divinidad- era reconocida como misteriofundamental, la narrativa de los Magos no era untema prioritario. Su importancia creció luego, enrelación al desarrollo teológico que elevó cada vezmás la función de María en el cristianismo. Segundo,la clandestinidad obligada del cristianismotemprano no permitió la proliferación masiva derepresentaciones visuales en los territorios donde

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se diseminaba la nueva religión. Por eso, las másantiguas muestras de arte cristiano han sobrevividoen catacumbas y en las expresiones del arte funerario,ámbitos más privados y protegidos de la represiónpagana [Ilust. 11]. Hay que esperar casi tres siglos -con la oficialización del cristianismo en ciudades yestados antiguos- para tener un arte cristiano públicoampliamente difundido. Esta es a la vez la época dela consolidación institucional de la Iglesia y ladepuración de las prácticas religiosas, con lasconsecuentes imposiciones doctrinarias oficiales.

El tema de la Adoración de Los Magos no es elúnico relacionado con la Epifanía en el arte cristianoantiguo. Al principio, la distinción entre la Natividady la Adoración no fue tan insistente como en el artemedieval posterior. Lo que sí caracterizaba el artede la antigüedad cristiana era una variedad narrativaque incluía el momento en que los Magos ven laestrella, el viaje hacia Jerusalén, la reunión conHerodes y el regreso avisado por el sueño. En otraspalabras, todos los elementos de la narrativa deMateo tuvieron representación artística. Sinembargo, ninguno fue tan importante como la visitade los Magos al Niño Jesús.

En esas antiguas representaciones -influidas porlas artes griegas, romanas y orientales- los Magosvarían en número, sea por la diversidad detradiciones o por las necesidades de la composiciónartística. Los Magos han sido representados comodos, tres, cuatro, seis, ocho y hasta doce. De lasmisma manera, sus nombres -de aparición bastantetardía- han variado según la tradición cultural quelos representa. Hay que esperar al siglo 9 dc paraque se establezcan en el arte los nombres de Melchor,

Gaspar y Baltasar, aunque su origen es anterior. Loque no varía en las antiguas representaciones es lainsistencia en la tradicional vestimenta persa comoatuendo de los Magos. El gorro, pantalón y pañocruzado sobre el hombro se mantienen por siglos.Así el arte resolvió, al menos hasta la Edad Media, eldebate sobre la procedencia de los Magos.

Durante los siglos 3 al 6 dc, la representación dela Adoración de los Magos fluctuaba entre unacomposición narrativa en la que los Magos se acercana María y el Niño -todos de perfil y en similarproporción- y una tendencia a otorgarle mayor pesoen la composición a María. El prototipo de esascomposiciones era la común representación antiguade una delegación de bárbaros derrotados que seacercan a ofrecer guirnaldas -muchas veces de oro-a un general o emperador victorioso. Es interesanteque, en algunas antiguas representaciones, los Magospresentan entre sus regalos guirnaldas de oro y/ocuernos con incienso, en vez de cofres y/o vasijas,lo que denota la influencia cultural de los pueblosbárbaros. También aparece el profeta Balaám -el queanunció la estrella del Mesías- al lado de la Virgen.En este arte, tan influido por romanos y bárbaros,los Magos tienden a ser todos jóvenes. Para el siglo5 dc, se representan los regalos colocados sobreplatos llanos. En las representaciones de estostiempos, la función de María es más la de tronodonde se sienta el Niño que personaje narrativo.

Mientras tanto, el arte cristiano orientalha desarrollado sus propios detalles en larepresentación del tema. Para los siglos 5 y 6 dc, escomún la Adoración como grupo más compacto, lapresencia de José en vez de Balaám, los Magos deedades diferentes y el ángel que toma el lugar de laestrella. Desde antes -a partir del Concilio de Efesoy para dar énfasis a la divinidad del Niño- habíaaparecido la aureola o nimbo alrededor de la cabezade Jesús y las composiciones mostraban posesasociadas al ceremonial de las cortes monárquicas.Para reforzar todo esto, las composiciones perdieronel movimiento narrativo y se centralizaron,

Ilust. 11: Sarcófago Dogmático, siglo 4.

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distinguiendo la majestad del Niño y haciéndose cadavez más hieráticas, más imágenes de culto quenarraciones. Estos desarrollos orientales segeneralizaron cuando el arte occidental medieval losadoptó en siglos subsiguientes como modos derepresentación.

En el arte medieval se acentúa la majestuosidady monumentalidad de las representaciones de laAdoración de los Magos, especialmente durante lossiglos 9 y 10. Para esa época los Magos, que seconsideraban reyes desde mucho antes, pierden suindumentaria persa, adquieren coronas en vez degorros y dejan de inclinarse o arrodillarse parapermanecer de pie [Ilust. 5]. La Adoración aparececada vez más en ubicaciones monumentales, muchasveces exteriores, y especialmente en las capillas ycatedrales. Se nota la acentuación del ceremonialmonárquico: las vestimentas, poses y ubicaciones soncada vez más lujosas e imponentes. Ahora, lo que laAdoración comunica es ante todo el respetuosohomenaje a la majestad del Niño poderoso y divino[Ilust.7]. La presencia de María crece hasta hacerseuna plena imagen frontal de culto, muchas vecesaislada por la arquitectura del trono o las columnasy divisiones del templo. Los Reyes -según transcurreel tiempo se abandona el apelativo Tres Magos afavor de Tres Reyes- son secundarios a la majestadde la Madonna. Además de representar las tresedades del hombre, representan los tres continentesconocidos y por eso a veces aparece un rey de pieloscura, generalmente moro.

Para el siglo 12, el arte cristiano ha convertido alos Tres Reyes en Santos, con sus correspondientesaureolas y posiciones hieráticas. La Virgen María -que en otros tiempos fue asiento y luego madredivina- ahora es Reina. Ya el Rosario se hadiseminado como devoción específicamentemariana. Las representaciones de la Adoración delos Reyes incluyen otros personajes del Antiguo yNuevo Testamento. En algunos casos retoman temasantiguos como el Génesis, pero también se extiendena incluir la muerte y redención de Cristo como parte

de la Epifanía. Las representaciones de los Tres Reyesaumentan en esta época pues sus alegadas reliquias-cuyo hallazgo, conservación y traslado añadematerial histórico y legendario a la narrativa- sedepositan en la fastuosa catedral de Colonia,convirtiéndola desde entonces en uno de los másafamados lugares de peregrinaje para los creyentescristianos.

La evolución temática de la Adoración de losReyes avanza en el siglo 14 de varias maneras. Losregalos ya no son tan importantes como la relaciónde los Reyes con el Niño, que se expresa más en lasmiradas de devoción de los Reyes y las de ternurade Jesús. También disminuye la importancia visualde la estrella, mientras en las iglesias aparecen conmás frecuencia las estatuas ecuestres de los Reyes.Esto último nos importa mucho en la consideraciónde la tradición puertorriqueña. La sustitución de los

Ilust. 12: Pol de Limburg, siglo 15.

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lentos camellos por briosos caballos es unahibridación medieval de la narrativa de la Epifanía.

En el siglo 15, se consolidan desarrollos artísticosmuy relevantes que forman parte de la herencia querecibe el Nuevo Mundo a partir de la Conquista defines de siglo. Es en este tiempo que se generaliza lapresencia de la mula y el buey en el establo de laNatividad y se funden la Adoración de los pastores yla de los Tres Reyes. Se resalta la humanidad delNiño y así se le representa vivaz y desnudo [Ilust. 13].Los Tres Reyes ya no representan a los gentiles, sinoa la Iglesia mundial que incorpora las extranjeridadesde muchas culturas bajo el dominio de la doctrinacatólica. El rey de piel oscura -tradicionalmentemoro- también aparece como negro africano [Ilust.10]. Los artistas más exitosos -especialmente los delRenacimiento- empiezan a incorporar personajescontemporáneos, especialmente burgueses ygobernantes, en la representación de los Reyes[Ilust. 14]. Algunos artistas se autorretratan enpersonajes de la Epifanía. La procesión de los Reyesantes de la Adoración se convierte en temafavorecido y reaparece el tema de los Reyescuando miran la estrella. Estos desarrollos sonimprescindibles para entender el catolicismo popularpuertorriqueño y la expresión de los Tres SantosReyes Magos de palo [Ilust. 12].

Posteriormente, el arte barroco expresa laAdoración de los Reyes en composiciones denumerosas figuras y gran despliegue de lujo y

esplendor. Durante el siglo 17, se nota la preferenciapor vestimentas y ambientaciones exóticas. Deahí en adelante, la representación del tema espoco frecuente en el arte occidental. La pinturaprotestante utiliza el tema de forma muyconvencional. Lo que sí es muy significativo es quea partir de esta época los temas de la Natividad y laAdoración se incorporan cada vez más en el artepopular -donde sus expresiones contemporáneas semezclan con las más tradicionales- como resultadodel activismo espiritual de la Contrarreforma. Esotambién importa mucho a los puertorriqueños.

Al finalizar esta etapa de búsqueda de sentidodel movimiento de los Tres Santos Reyes Magos, hayque reiterar la observación central que nos orienta:la imagen de los Reyes ha sido un espacio ampliopara la presencia híbrida de las aportacionestransculturales a la amplificación de la leyenda dela Epifanía. En ese proceso, diversas culturas hanexpresado sus identidades y modos de vida graciasa la pluralidad y amplitud de la evolución de lanarrativa. Los fundamentos bíblicos, teológicos ehistóricos de la Epifanía no son suficientes para darcuenta de la riqueza expresiva del tema ni proveenuna versión original, oficial o correcta a la que sesomete la expresión cultural. Por el contrario, laausencia de esa versión final estimula la diversidadcreativa de la gente y permite las definiciones delas identidades de los pueblos. Esta constatación esel hilo de la historia y cultura de los Tres SantosReyes Magos puertorriqueños.

Ilust. 14: Benozzo Gozzoli, 1459.

Ilust. 13: Domenico Ghirlandaio, siglo 15.

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They came on the eveTres Reyes Magosriding on three Paso-finosin search of the starinside every Borincano childunder the children’s bedthey find fresh grassfor the royal horses to eatand leave an Aguinaldo treat.

With esperanza still brightand Parrandas loudthe gallop through the islebringing gifts to every childstopping at the coastwhere blacks are boththe sea and skyand empty treasures restTres Reyes Magos.

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La historia puertorriqueña de los Reyes Magos comienza con un acto de guerra. Adiferencia de la leyenda de la Epifanía, la manifestación histórica de Jesús ante los indígenasque a comienzos del siglo 16 habitaban las Islas estuvo mediatizada por una conquistamilitar. Si los Magos antiguos se enteraron de la llegada de Cristo por la luz de unaestrella portadora de un mensaje de paz, los Taínos borincanos tuvieron su noticia cristianade parte de unos invasores montados en bestias monstruosas y armados de unas extrañasvaras que escupían letales relámpagos y truenos. Pronto los recién llegados se hicieronacompañar de otros hombres de largas vestiduras que predicaban la salvación gracias aun rey de amor cuyo mensaje estaba escrito en un libro. Se trataba de un amor inapelable:los que no lo aceptaban eran asesinados [Ilust. 16].

Cumplido el genocidio de la inmensa mayoría de la población indígena -no sólo porlas matanzas sino por las enfermedades y los trabajos forzados- y establecida la coloniamilitar española e iniciado el tráfico de esclavos africanos, transcurría en las Islas unacotidianidad sustentada en el mestizaje que iba estableciendo los componentes de unamanera de vivir que se hacía cada vez más puertorriqueña. Eran tres configuracionesculturales -Taína, Española y Africana- que se fundían bajo el obligatorio imaginario deuna santísima trinidad divina -Padre, Hijo y Espíritu Santo- bajo cuya tutela la gentedebía hacer su convivencia basada en tres virtudes teologales -Fe, Esperanza y Caridad-que expresaban una doctrina con una historia de quince siglos a partir de una manifestaciónlegendaria ante la extranjeridad de tres magos orientales -Gaspar, Melchor y Baltasar- yque se sostenía sobre tres poderes dominadores –Corona Española, Gobierno Militar eIglesia Católica. Durante toda la historia colonial española en las Islas, el cristianismocatólico fue la manera oficial y compartida de entender y vivir la relación de lo humanoy lo divino entre la gente.

La sociedad y cultura que emergió de la conquista y colonización estuvo siempreubicada en el contexto de las violencias institucionales de un gobierno colonial paraquien la población nativa era gente inferior -aunque peligrosa- cuya definición comosúbditos de la Corona española nunca evitó que fueran considerados ajenos y distintos alos ciudadanos metropolitanos. En otras palabras, la identidad puertorriqueña siempretuvo una seña de extranjeridad, según los colonizadores españoles.

Antes de que surgieran coherentes manifestaciones intelectuales de identidadespuertorriqueñas en el siglo 19, hubo procesos de elaboración de expresiones culturalesque, por ser afirmaciones de rasgos y comportamientos de un modo de vida distinto alespañol, afirmaron un nosotros-la-gente-puertorriqueña contestatario al ellos-la-gente-puertorriqueña de la cultura colonizadora. El carácter contestatario de estas afirmaciones

La conquista imaginada

Los Santos Reyes2

Ilust. 15: Florencio Cabán. Colección ICP #CS 99-1829.

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surgió de una cultura popular nativa y afrocaribeñacuya evolución debemos detallar aquí. La originalidadde unos Reyes Magos puertorriqueños con unenorme poder de convocatoria es un ejemplopertinente al asunto.

L a f o r m a c i ó n d e u n a p e r s o n a l i d a dpuertorriqueña comenzó a cuajar durante el siglo 16e incluyó una particular manera de asimilar elcatolicismo impuesto por el poder colonial. La IglesiaCatólica vivía tiempos de complejos desafíos. Porun lado, cargaba una afrentosa reputación decorrupción y apego a los bienes y placeres terrenalesque había convertido la institución del Papado enRoma en un campo de intrigas, forcejeos y escándalosmorales y políticos. Esta situación, entre otras cosas,sirvió de motivación y estímulo a la ReformaProtestante. La Iglesia Católica española había tenidouna difícil relación con la Corona que limitaba laextensión de sus poderes y posesiones. El Conciliode Trento y la implementación de la Contrarreformaapuntaban a una revitalización de las prácticasespirituales y un mayor compromiso con lasnecesidades del pueblo común y con el celo por lapureza de la doctrina. Sin embargo, la autonomíainstitucional de la Iglesia se había debilitado. LaCorona había conseguido del Papado sucesivasautorizaciones para controlar todo el proceso deevangelización en las recién descubiertas coloniasde América, incluyendo los aspectos financieros delas operaciones de la Iglesia.1 El poder de los obisposse debilitaba ante la preponderancia gubernamental.

Por eso, a pesar de los frecuentes conflictos entreambas instituciones, en la colonización de PuertoRico la Iglesia siempre fue un instrumento del podercolonial.

A diferencia de otras colonias españolas, enPuerto Rico la Iglesia no tuvo la oportunidad dedesarrollar importantes proyectos educativos,legislativos y organizativos para proteger yevangelizar a la población indígena. La Isla pasó deser un puerto a rico a uno muy pobre en cuestión dedécadas y en ese proceso la población Taína fueaniquilada. Una vez agotado el oro, la colonia entróen un azaroso y aletargado esfuerzo agrícola que nodespegó lo suficiente como para enriquecer a losansiosos colonizadores. El abandono de la metrópolicondujo al despoblamiento. La Isla asumió unafunción de miserable y desprovisto puesto militar yla supervivencia misma de la colonia pasó a dependerde un fluctuante financiamiento externo. El gobiernomilitar se encargó de asfixiar las iniciativasautónomas de los pobladores y así una exigua clasedominante a duras penas se mantenía a cargo de losdestinos del país, mientras la pobreza era elnivelador cultural más importante de la población.2

Una tendencia al escape y cimarronaje conrespecto al bastión militar, junto al contrabandogeneralizado como mecanismo de comercio ysupervivencia, le dieron a la colonia un marcadocarácter de sociedad en fuga, domesticada entoncespor labradores pobres, indios y esclavos alzados, yuna variedad de refugiados clandestinos quemantenían una lejana y difícil relación con los pocoscentros urbanos en los que residía el podergubernamental. La esclavitud organizaba los trabajoscolectivos, mientras la reposición de esclavosmediante la trata negrera y la fuga de esclavos almonte cimarrón agilizaban el tránsito genético,cultural y económico de una población que exhibíatodos los colores de su mestizaje con un predominiode la gente de piel oscura.3 Lo más indicado esempezar por la cultura popular, por la sencillarazón de que fue la que nació primero. Ya es lugar

Ilust. 16: Grabado de la época colonial.

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común decir que esa cultura tiene tres raíceshistóricas: la taína, la africana y la española. Loque no es lugar común, sino todo lo contrario,es afirmar que de estas tres raíces, la másimportante, por razones económicas y sociales,y en consecuencias culturales, es la africana...La cultura popular puertorriqueña, de carácteresencialmente afroantillano, nos hizo, durantelos tres primeros siglos de nuestra historiaposcolombina, un pueblo caribeño más.4 [Ilust. 17]

La gran distancia que separaba a la minoríablanca -compuesta por el clero, la milicia y lospropietarios- de la más oscura mayoría decampesinos, artesanos y contrabandistas searticulaba por el fluir de la población afroboricuaen toda la diversidad de sus grados de esclavitud,servidumbre y libertad y cimarronaje, y de susmovimientos urbanos, rurales, marítimos yclandestinos. El grado relativo de cohesión que pudoalcanzar una sociedad así de fragmentada tuvomucho que ver con la híbrida cultura popular quenacía del mestizaje y que convocaba todos loslenguajes de la diversidad colonial en un encuentrode viviencias basadas en la identificación con elterritorio isleño. Un componente importante de esacultura popular era la apropiación contestatariadel catolicismo español, especialmente de sustradiciones populares, transformado en catolicismopopular puertorriqueño.

Lo anterior, sin embargo, no significa que eldestino de la sociedad puertorriqueña estuviera enmanos del pueblo. De hecho, el pueblo no existíacomo concepto cultural en la época. El podercolonial, que no era suficiente para satisfacer lasnecesidades básicas de la gente, sí era capazsostener una estructura dominadora de legalidad,espiritualidad y organización gubernamental sujetaa los dictámenes de la metrópoli. Ese ordenamientode la vida pública, del que la Iglesia Católica eraparte integral, se sostenía sobre la represión militarde un gobierno absolutista, la siniestra vigilanciapunitiva de la Inquisición y la estratificación basada

en un concepto de pureza de sangre que en verdadera el más abierto e intolerante racismo, junto almás contundente desprecio del trabajo manual y laconstante disminución del papel de la mujer en lasociedad.5

La cultura popular puertorriqueña que sedesarrolló en contestación al colonialismo imperantese caracterizó por la oposición de la solidaridadcomunitaria ante la violencia institucional y por latransformación del catolicismo justificador delprivilegio en uno de integración sincretista. Lafortaleza de este catolicismo popular se debió engran medida a la debilidad institucional de la Iglesia.

La imposición del catolicismo en la colonia fuegeneralizada. Ninguna otra religión pudo sostenerseante la intolerancia religiosa del poder español. Sinembargo, la adoctrinación de los creyentes siemprefue superficial, especialmente la de los estratos másbajos donde se concentraba la población de origenafricano. El clero -escaso, pobre, mal educadoy muchas veces corrupto- no alcanzaba para

Ilust. 17: Juan de la Cruz, siglo 18.

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dar suficiente atención espiritual a la gente.La desintegración territorial acentuada por el débildesarrollo económico, alargaba las distancias entrela gente y los templos. Así las cosas, había pocaintegración sacramental de los fieles con la Iglesia.El espacio espiritual que quedaba disponibledebido a estos alejamientos fue ocupado por unaespiritualidad popular que, sin dejar de ser católica,se hizo cada vez más abierta a las híbridasadaptaciones comunitarias.

Los católicos tiznados

En esas adaptaciones, el pueblo aprovechó lasformas institucionales coloniales pero les cambió elsentido. El Concilio de Trento pretendió revitalizarla fe y la práctica espiritual de un catolicismo que seencontraba en una profunda crisis, especialmenteen su relación con el pueblo común. En Puerto Rico,el esfuerzo por implantar renovaciones espiritualesse vio obstaculizado por la insuficiencia institucionalde la Iglesia y también por la dejadez del clero.Aún así, la gente puertorriqueña absorbió unareligiosidad española muy centrada en el culto a laVirgen María y pronto se generalizó la devoción delRosario que había evolucionado durante varios sigloscomo un “breviario para los pobres”: una síntesisdoctrinaria que combinaba el poder de la palabracon el de la imagen en un ritual de plegariasorganizado según el uso de un portátil collar decuentas que formaba un calendario lunar.6 Así seresolvía prácticamente el debate sobre el predominiorelativo la palabra y la imagen en la gestióndevocional que siglos antes había enfrentado a loscristianos antiguos entre sí y ahora enfrentaba acatólicos y protestantes. El Concilio de Trento insistióen la meditación como visualización e imaginaciónde escenas de la narrativa religiosa, según reglasaccesibles al creyente. Los misterios del Rosarioresultaron muy convenientes a este fin. El uso

generalizado del Rosario, junto al superficialconocimiento de la doctrina oficial, caracterizaronel catolicismo popular puertorriqueño. Para el siglo18, la situación no había cambiado mucho, segúnatestigua Fray Iñigo Abbad: Estos isleños son muydevotos de nuestra Señora: todos llevan el Rosarioal cuello, lo rezan por lo menos dos veces al día:todas las familias lo empiezan con este santoexercicio, algunos lo repiten al mediodía, sinomitirlo a la noche; pero la juventud es causa demucha ignorancia en todos; pues los más no sabenlo muy preciso de la Doctrina Cristiana; el no vivircongregados en los pueblos ocasiona éste y otrosgraves males.7

O t ro p i l a r de l c a to l i c i smo popu l a rpuertorriqueño fue el culto a los santos que, entérminos generales, representaba la continuidad delcatolicismo popular medieval en la Isla, aunquefortalecido por la reafirmación en la veneración delas imágenes que propulsaba la Contrarreforma. Sinembargo, “el no vivir congregados en los pueblos” -a diferencia del modo de vida de las aldeas y ciudadesmedievales- generó una apropiación popular delculto a los santos con sus propias originalidades.8

La lejanía de la gente común de los templos y elclero no sólo conllevó la ausencia de contactopersonal frecuente entre la Iglesia y el pueblo sinoque -dado el abandono comercial que se sufría en laIsla- limitó mucho el acceso de la gente a losinstrumentos mismos del culto: misales, biblias,rosarios, cuadros, estampas e imágenes.

La gente resolvió esa escasez produciendo losdos objetos que se podían recrear artesanalmente:rosarios e imágenes de santos. Los que no podíanconseguir un rosario traído de España lo fabricabancon lo que tenían a la mano y con el tiempose generalizó un rosario puertorriqueño queaprovechaba el cordón de resistentes fibras naturalesy las cuentas de duras semillas nativas. Así surgió elhíbrido y emblemático rosario de camándulas, quees toda una redefinición popular.9 Por un lado, lagente puertorriqueña no llamó camándula al collar

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de cuentas, según los españoles, sino a una semillanativa de América tropical (Coix lacryma-jobi L.) que,además de ser la más dura y resistente- tenía unaperfecta perforación natural, de manera quepodía enhebrarse con la aguja al momento deser cosechada, sin necesidad de alteración oprocesamiento. La forma de la medalla y el crucifijose hacían de madera y por lo general no incluíanrepresentaciones de la Virgen o Cristo. El ingeniopopular no se quedaba ahí. Resulta que la camándula-que en otros lugares pronto adquirió nombresde referentes bíblicos- ya tenía una tradiciónprecolombina que incluía su reputación y uso comoprotección espiritual, de manera que era parte delos equipos chamánicos indígenas. Así las cosas, elrosario católico convertido en rosario de camándulasen las manos del pueblo era a la vez un amuleto deprotección sagrada. Pronto, el uso de la camándulase diseminó por el mundo y entró a formar parte delos equipos sagrados en culturas africanas y asiáticas.Hoy día, el rosario de camándulas es imagen de latradición católica popular puertorriqueña, aunquese fabrica con alambre además de cordón eincluye medallas y crucifijos de metal adquiridoscomercialmente.

Una actitud similar resolvió el problema de lafalta de imágenes de santos. La tradición artesanalde imaginería indígena en madera se redefinió entemas católicos que se tallaban utilizando las mismasmaderas que los Taínos usaron en sus tiempos. Ladifusión de la imprenta en Europa facilitó laproducción de estampas y otras ilustraciones baratasa las que la gente común tuvo acceso pero sufragilidad perecedera en un clima húmedo y enviviendas poco guarecidas no permitió que fueranlas imágenes de culto del pueblo común. Sin embargo,sirvieron de modelos para los artesanos queprodujeron tallas rústicas, pintadas con tintes queellos mismos producían [Ilust. 18]. Estas tallas desantos, despreciadas por el clero, fueron los objetosde culto de la gente isleña quienes, por “el no vivircongregados en los pueblos”, transfirieron el espacio

de culto del templo al hogar y allí colocaron santosde especiales devociones entre los que predominabala Virgen María, San Antonio y los Santos Reyes,además de todo un repertorio de santos deespecíficas devociones.10

Las especificidades del culto puertorriqueño alos santos se discutirán más adelante. Ahora hay queestablecer dos consideraciones importantes.Primero, “el no vivir congregados en los pueblos”,junto al predominio del comercio contrabandista ledio a los espacios de culto doméstico una aperturamuy amplia al tránsito no supervisado por el clerode influencias, creencias y prácticas espirituales demuy variada procedencia, especialmente entre unapoblación de gran diversidad étnica en la quepredominaba la gente “de piel oscura”.11 Segundo,el culto a la Virgen se multiplicaba en distintasdevociones con distintas imágenes y cada santo teníasu imagen propia, de manera que el culto sedispersaba en muchas advocaciones talladas por losartesanos santeros puertorriqueños. La imagen que-siendo una sóla advocación- con más frecuencia ycon más variedad de movimientos tallaron ellos fuela de los Reyes Magos. Para entender la complejidadde esta preferencia popular tenemos que ampliarmucho el contexto histórico puertorriqueñoantes de detallar el culto a los Reyes Magos entre lagente común.

Un calendario con Día de Reyes

Hasta ahora no hemos considerado una de lascaracterísticas definitorias de la práctica católica enEspaña y sus colonias: la organización del calendarioen términos de numerosas festividades religiosas queregulaban la sucesión de tiempos de trabajo y ocio,organizaban las celebraciones del culto católico yexpresaban las relaciones entre lo sagrado y loprofano.

La sujeción de los creyentes al dominioinstitucional de la Iglesia y la puesta en práctica de

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la doctrina católica se fundían en el calendariode días festivos cuya observación eran obligatoriapara todos. Ya desde tiempos medievales, estasfestividades se habían integrado al transcurso delcalendario agrícola y también se habían teñido deinfluencias paganas en sus rituales específicos.12 LaIglesia requería la asistencia de los fieles al temploen esos “días de guardar” cuyas fechas se referían ala conmemoración de eventos de la narrativa de lavida de Cristo, la Virgen y los santos. A esos díasfestivos definidos por la tradición ritual compartidapor todos los creyentes, se añadían las celebracionesde los santos patrones de ciudades y pueblos quevariaban de lugar a lugar y también las festividadespolíticas de las sucesiones y eventos de la monarquía.Así las penas del trabajo se atenuaban con los gozosde las celebraciones. Ese calendario conservaba unafuerte presencia de la tradición medieval europea,en la que los días festivos más asociados a la vida deCristo coincidían con la época de cosecha yabundancia y los más asociados a la Virgen y lossantos se ubicaban en tiempos de estrechezeconómica.13 De todas maneras, todos eran días demucha celebración religiosa que incluía no sóloadoración, veneración y culto sino música, baile y

alboroto dentro y fuera de los templos. Confrecuencia, la gente desfilaba en procesiones festivasque enlazaban la interioridad de los templos con laexterioridad de pueblos y ciudades.

Esto último fue también cierto en las coloniasespañolas de América. En Puerto Rico y otras partes,la época de abundancia coincidía con lascelebraciones navideñas, cuya devoción y cultofomentaban el gozo y la diversión. Los doce díasentre la Natividad y la Epifanía eran para loscatólicos tiempos de regocijos públicos, intensos yaglomerados. Para los puertorriqueños, por lo tanto,los Reyes Magos se asociaban con diversión,abundancia y, por consiguiente, fiesta, música yregalos. Lo que distinguía las celebraciones localesde los Doce Días en Europa y América era la mayor omenor importancia que se adjudicaba a los eventosespecíficos de la temporada. En unos sitios, lo máscelebrado e importante era la Natividad. En otros,podía ser el Día de los Inocentes, el Año Nuevo o laEpifanía [Ilust. 19].

Lo que daba un atractivo especial a estascelebraciones era su vinculación milenaria con ritospaganos del solsticio de invierno, fiesta general de

Ilust. 18: Estampa antigua.

Ilust. 19: Jerónimo Bosch, siglo 16.

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la luz que, en muchas culturas a través del mundo,reunía la celebración de la cosecha, la fertilidad y lallegada del nuevo año [Ilust. 20]. Importa resaltarque en estas festividades paganas -y en sussubsiguientes versiones cristianas- se daba unapermitida inversión del ordenamiento social, demanera que lo prohibido era permitido, los esclavoseran libres, lo sagrado se profanaba, los desposeídosocupaban los ámbitos del poder y todo se viraba alrevés, aunque sólo por un día. Los ricos y poderososvenían obligados a ser generosos, sufragar fiestas yofrecer regalos.14

En Puerto Rico -a diferencia de otras coloniaspero a semejanza con Cuba- el momento másimportante de los Doce Días era la Fiesta de Reyes.Hoy día, esta fiesta tiene entre nosotros una marcadaseña campesina pero en tiempos de la coloniaespañola era la más importante festividad de todala población. ¿Por qué la Fiesta de Reyes y no otrafestividad navideña?

La documentacion escrita sobre la Fiesta deReyes puertorriqueña durante la época colonialespañola es muy escasa. Si la investigación dependesólo de esa evidencia adelantamos poco. Uninvestigador serio como Angel López Cantos, quese limita a las fuentes documentales en sus librosLa religiosidad popular en Puerto Rico (Siglo XVlll)y Los puertorriqueños: mentalidad y actitudes(SigloXVlll), no menciona la Fiesta De Reyes ni unavez.15 Afortunadamente, no por eso hay que saltar ala mera especulación. Para calibrar la importanciade la Fiesta de Reyes en Puerto Rico tenemos uncontexto general de las festividades religiosas queya presentamos y una descripción del contenido delos Doce Días navideños. La Fiesta de Reyes compartelas características principales de esas celebraciones.Lo que oscurece su presencia documental es queestaba tan ligada a las iniciativas populares y eratan contestataria respecto a los usos oficiales que laclase dominante le endilgaba el mismo desprecio yminusvalía que a las demás “cosas de negros” de lacolonia.

Estos asuntos de la cultura popular no merecíandetallarse en los documentos gubernamentales y poreso -al igual que en las demás colonias del Caribe-lo que se escribió sobre estas cosas se le debe más avisitantes y viajeros extranjeros interesados en losaspectos más llamativos de los lugares que visitaban.Un asunto tan cotidiano como los bailes de bombaera tan despreciable y banal para los colonizadoresque lo encontramos descrito por primera vez en lacrónica de un viajero francés de fines del siglo 18.Quizás la mención más antigua del Día de Reyes enAmérica es la siguiente: En 1609 hubo en México unalboroto y rumor de alzamiento de negros, diciendoque la noche de Reyes se habían juntado muchosde ellos y elegido un Rey... averiguada la verdad sehalló ser todo cosa de negros... y pues en ello nohubo nada, no quiero referir las muchas boberíasque dicen pasaron entre ellos aquella noche(subrayados míos).16 Es muy posible que lasincidencias de la Fiesta de Reyes en Puerto Rico -“cosa de negros, muchas boberías”- no fueranimportantes para los cronistas.

El antropólogo cubano Fernando Ortiz nospermite entender lo que pasó en México en 1609 ymuchas cosas más relacionadas con el Día de Reyes.

Ilust. 20: Jerónimo Bosch, siglo 16.

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En las colonias de América, el 6 de enero no selimitaba a la conmemoración católica de la Epifanía,el bautismo de Cristo y las bodas de Caná sino quese añadía la glorificación del gobierno monárquicoespañol y, por consiguiente, era día oficial de rendirtributo a los gobernantes y representantes del Reyen las colonias.17 En muchos lugares se acostumbrabasalir en desfile militar a presentar los debidosrespetos a las autoridades. En el Caribe español, loanterior era particularmente importante porque losgobiernos eran marcadamente militares [Ilust.21].En Puerto Rico, el Gobernador siempre fue -conbreves excepciones- un militar.

El Día de Reyes se permitía que la tropa militarpidiera y recibiera un aguinaldo de sus jefes. Sitomamos en cuenta que la desatención del puestomilitar en Puerto Rico era tan grave que los soldadosvivían en la más extrema miseria y que considerabansu asignación a Puerto Rico como una gran desgraciacomparable a la esclavitud, el aguinaldo de Reyestendría que ser algo importante para ellos. Elaguinaldo de Reyes se generalizó entre la poblacióny era especialmente esperado por los esclavos y otrosdesposeidos. En Puerto Rico, el aguinaldo -quesignifica regalo- se hizo parte tan esencial de lacelebración que la música navideña se denominócon el mismo nombre.

Fernando Ortiz constata que la celebración delDía de Reyes -u otro momento de los Doce Días- erafiesta especial para los negros en lugares comoMéxico, St. Kitts, Bermudas, Jamaica, Brasil, Perú,y que había fiestas similares en otros momentosdel año como el Día del Corpus. También constataque fiestas similares se han identificado en Africaen lugares como Senegal, Congo, Nigeria, Guinea,Costa de Oro, Dahomey y a través de todo el AfricaOccidental.18 A esto añadimos las fiestas medievalesde los Doce Días en Europa y las celebracionesdel solsticio de invierno en el mundo antiguo ytenemos un patrón común de fiesta, alboroto,máscaras, inversión de autoridades, regalos y,significativamente, elección de reyes entre losdesposeidos.

¿Qué relevancia puede tener este día oficial dela monarquía del 6 de enero en los tiempos de lacolonia española puertorriqueña? En el Aguinaldopuertorriqueño, uno de los primeros libros denuestra literatura nacional publicado a mediados delsiglo 19, Francisco Vasallo escribe: ¿Pretenderánustedes también privarnos del alegre cuadroque presenta esta ciudad a las doce del Día deReyes, con las visitas de ceremonias que hacena la Fortaleza la guarnición, ayuntamiento,autoridades, corporaciones y funcionarios públicos,vestidos todos de gala, a dar Pascuas al Capitángeneral, y los recíprocos cumplidos que con igualmotivo se hacen los mismos jefes y personas noblesdel vecindario, y las músicas militares, y las bandasde tambores, y hasta las trullas de negros con susbombas y banderas, y ataviados con fajas de todoscolores, sombreros de tres picos con plumas, y miladornos raros con que les gusta engalanarse parapedir el aguinaldo en un lenguaje especial, quesuele participar de varios idiomas confusamenteamalgados? (subrayados míos).19 En El gíbaro deManuel Alonso de 1849, tras describir en detalle lastrullas campesinas del Día de Reyes, el autor apunta:No me detendré en las felicitaciones de las bandasde la guarnición á las autoridades, y del sereno,alguacil, ahijados y otros que nombrarlos fueranunca acabar, á todo el que puede darles, no dulcesni cerveza; sino, algunos realejos para celebrar losSantos Reyes, porque ésto con distintos motivos endiversos días del año pasa en muchos otros parajes,y no merece llamarse costumbre de Puerto-Rico(subrayado mío).20

Fernando Ortiz cita a P. Riesgo respecto al Díade Reyes en Cuba: Grupos numerosos de negros ynegras cruzan por la gran ciudad en todasdirecciones, al son de sus tamboras, vestidosridículamente, adornados con profusión de cintas,cuentas de vidrio, espejos, plumas viejas y pedazosde telas de todos colores.21 Sigamos ahora a FernandoOrtiz cuando cita y explica a Bachiller Morales:“A los días de los Santos Reyes desde tiempo

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inmemorial, ofrecen en las colonias de España enIndias la ocasión de que se tributaran a los virreyesy jefes españoles los respetos y consideracionesatribuídas a la majestad que representaban enIndias”. Dice así mismo que la tropa ese día pedíael aguinaldo, como es costumbre darlo a los niñosdiciéndoles que los Reyes les han traído regalos. Elmismo autor en un artículo ya citado dice:“los esclavos del rey que eran muchos en todala América, acudían a pedir el aguinaldo alrepresentante de su amo”. Este último párrafo essuficiente para explicar el origen de la fiesta. Conel tiempo acudirían a ella los demás esclavossolicitados quizás por los mismos gobernadores queencontraban así un modo de sostener una fiestapopular y captarse las simpatías de los esclavos engeneral, de cuya adhesión no se estuvo nunca muyseguro, según ya se ha dicho.22 La identidad entreesta situación y la que ya citamos arriba sobre PuertoRico, es evidente. Hemos encontrado razones parala preeminencia de la Fiesta de Reyes en Puerto Rico.

En Puerto Rico, los negros no sólo aprovecharonel Día de Reyes para acercarse a la fiesta oficial sinoque le imprimieron su propio sello culturalautónomo. Dice Fernando Callejo: La maraca quesólo la emplean para los cantos especiales deaguinaldos, nos inclinamos a considerarla comoimportada por la raza africana, pues recordamosque cuando la esclavitud regía, desgraciadamenteen Puerto Rico, en los bailes que anualmentecelebraban las diversas tribus de negros, por Reyesy San Miguel en la antigua plaza de mercado deSan Juan, los únicos instrumentos que empleabanpara marcar el ritmo de sus grotescos bailes ycanturias, eran los de percusión denominadosbombas y maracas.23 Es importante entoncesreconocer que el Día de Reyes de trullas campesinasque retrató Manuel Alonso en El Gíbaro tuvo sucontraparte en el Día de Reyes de bailes de bombade los negros.

Eventualmente, tras la abolición de la esclavitud,los festejos urbanos fueron menguando y sus

Ilust. 21: Joaquín Goyena, siglo 18.

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vestíamos con vestidos de mujer. La máscara ocareta la hacíamos de una caja de zapatos o unpedazo de trigüibe, la cual pintábamos con la mismapintura. En otras ocasiones, nos pintabámos contizne de olla y manteca para semejar negritos. Lospropósitos de salir de mascaritas eran varios:obtener algunos centavos, conseguir que nos dieranalgunas golosinas para comer, divertir la gente ydivertirnos nosotros...24 Se han juntado herenciasindígenas, africanas, cristianas y paganas: el Día deReyes era un encuentro festivo con la memoriacultural.

Como vimos en el pasaje del Aguinaldopuertorriqueño y como encontramos a través de todoel ensayo La antigua fiesta afrocubana del Día deReyes, además de ser un día de fiesta para toda lapoblación colonial, el 6 de enero permitía que losnegros ocuparan espacios de gran visibilidad enun movimiento intencional de expresar susparticularidades culturales en lo relacionado concolor, música, baile, atuendo u otras tradiciones depresencia africana [Ilust. 22]. Parece que Cuba yPuerto Rico compartían un similar Día de Reyes encuanto a los negros se refiere. Hay más. Cuba y PuertoRico son los dos países donde el rey negro es Melchoren vez de Baltasar. Dice Fernando Ortiz: Verbalmentese me ha dicho que los negros festejaban al rey magoMelchor, santo que por ser al parecer de su raza,habían adptado como su patrono celestial. Algúnfundamento pudiera tener esta opinión, teniendoen cuenta que aún hoy existen en Cuba variasasociaciones de negros bajo la advocación de dichosanto, como la que lleva por título: Congos Realesdel Santo Rey Melchor.25 Nos acercamos más. Ahoraentramos en una pista que puede iluminar lasabida preferencia por el rey Melchor entre lospuertorriqueños.

Todo lo anterior ha sido necesario para ampliarla imagen de un origen jíbaro-campesino de la Fiestade Reyes que predomina hoy en Puerto Rico. Ahorasabemos que la base social de nuestra Epifanía fuedesde el principio mucho más amplia y que ha

tradiciones se fueron fundiendo con las rurales yasí encontramos, temprano en el siglo 20, unamezclada tradición campesina: Las mascaritas oinocentes, como les llamamos en aquella época,recorríamos los caminos cuesta arriba y cuestaabajo, especialmente la víspera y día de Reyes. Nospintábamos los brazos y la cara con una pinturaque hacíamos de achiote con manteca y nos

Ilust. 22: Fiesta callejera en Cuba, siglo 19.

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Las formas generales del culto a los santos enPuerto Rico llegaron con la colonización y eranmayormente medievales [Ilust. 23]. A su vez, el cultomedieval fue heredero de siglos de formacióncristiana que incluyeron profundos y divisoriosdebates en torno a los fundamentos teológicos de laveneración de imágenes. Lo que a fin de cuentasquedó como doctrina del culto a los santos fue ladistinción entre veneración y adoración -sólo a Diosse adora- y la aclaración de que lo que se venera delos santos es la presencia parcial de la divinidad ensus personas. Los santos son intercesores ante Diosque gracias a su virtud pueden conseguir favoresespeciales y difíciles, incluyendo milagros. Loimportante es que no tienen poder propio sino queparticipan en grado parcial de la gracia divina deDios. El culto a los santos se organiza en tres niveles:la narrativa de su vida que define sus proteccionesparticulares, la iconografía que expresa susespecificidades visuales y el ritual que determinalos metodos de veneración.27

La santidad de los Reyes Magos que heredaronlos puertorriqueños se sustentaba en una tradiciónque combinaba la narrativa bíblica de la Epifaníacon elementos legendarios de la tradición popularcristiana, como las informaciones de los Evangelios

tenido una marcada presencia negra. Con esto enmente podemos entrar a considerar la religiosidadpopular de la Fiesta de Reyes para luego detallarsu transformación en imagen de identidadespuertorriqueñas. A diferencia de Cuba -donde laFiesta de Reyes desapareció con la abolición de laesclavitud- en Puerto Rico se convirtió en foco defestividad duradera y resistencia cultural.

Las citas que hemos manejado aquí se refierena los Reyes como Santos. Esa santidad es unatradición cristiana de fuerte raíz popular que luegoperdió su rango oficial en la doctrina: los ReyesMagos ya no se consideran santos de la IglesiaCatólica. Sin embargo, durante los tiemposmedievales y luego durante los tiempos colonialespuertorriqueños, la santidad de los Reyes no se poníaen duda. Esto se debió no sólo a la narrativa cristianade la Epifanía sino al traslado de las reliquias de losReyes Magos a la catedral de Colonia en el siglo 12,lo que la convirtió en uno de los lugares principalesde peregrinaje en Europa.26 Es una santidadcolectiva: los Reyes Magos no se nombran comosantos individuales sino siempre como los TresSantos Reyes Magos.

Los Tres Santos Reyes Magos

Hace siglos, una población puertorriqueñamayormente oscura incluyó en lugar preferencialde su devoción católica popular la imagen de losSantos Reyes Magos tallada en madera del país ypintada con tintes caseros. La evolución demográficasubsiguiente -con su relativo blanqueamiento- nodespojó a los Reyes del sitial preferente que lesotorgó la gente puertorriqueña desde los tiempostempranos de la colonia. El culto a los santos -por“el no vivir congregados en los pueblos”- adquirióun marcado carácter rural que transformó a losReyes Magos de visitantes anuales de tierraslejanas a cercanos acompañantes protectores quepermanecían en los hogares durante todo el año.

Ilust. 23: Piero della Francesca, siglo 15.

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Apócrifos sobre su conversión al cristianismo y loshechos milagrosos de sus vidas. Su iconografía habíapasado por una larga evolución de siglos que vimosantes y al llegar a Puerto Rico ya incluía la presenciade un rey de piel oscura y el énfasis en el movimientode su viaje a caballo siguiendo la luz de una estrella.El ritual de la Adoración de los Reyes -como partede la dramatización de la Natividad- era parteconsabida de su fiesta anual.

A ese formato básico, la gente puertorriqueñale hizo aportaciones que se hicieron originalidadesnuestras. Quizás la más elemental fue la de ubicarlosen un repertorio de santos a quienes se trataba demanera similar: se les hacían peticiones para resolverasuntos materiales y cotidianos, se les prometía unpago devoto a cambio de sus favores y se les pagabala promesa si cumplían con lo pedido o se lescastigaba si no lo hacían. Este esquema de petición,endeudamiento y pago relacionado a las incidenciasde la vida de la gente era herencia común delas tres raíces-componentes culturales de lapuertorriqueñidad: así manejaban su trato con losobrenatural los españoles con sus santos, los Taínoscon sus cemíes y los africanos con sus orichas odeidades. Aquí tenemos una razón adicional para elfuerte apego de la gente al culto de los santos: norequería un abandono de las relaciones ancestralesde culto sino una redefinición.

A la narrativa de los Reyes Magos se le añadieronpersonajes como las Tres Marías con intenciónerótica y mundana.28 Se prestó atención especial ala negrura de Melchor según dos leyendas opuestas.Una, heredada de España, dice que Melchor erablanco y orgulloso y por adelantarse a los demás laestrella lo quemó.29 Así, ser negro es un castigo y lanarrativa adquiere un tono colonial y racista. La otra,de origen local, dice que durante el movimiento delos Reyes hacia Belén la estrella se perdía cada vezque Melchor se salía del medio y volvía a aparecercuando el rey negro ocupaba otra vez su lugarcentral.30 Melchor entonces tiene una relaciónespecial con la estrella que garantiza el éxito del

viaje. La trova jíbara nuestra ha recogido estaversión puertorriqueñista afirmativa de la negritud.Por otro lado, los Reyes Magos adquieren eternatrascendencia al convertirse en tres estrellas de laconstelación de Orión -cerca de otras tres estrellasmenores que son las Tres Marías- a la vez que seconectan con la mitología astronómica Taína, en cuyocalendario esta constelación era fundamental.31

Desde el cielo supervisan el comportamiento de lagente, especialmente los niños que esperan regalosde ellos.

El ritual de los Reyes Magos en Puerto Rico tienetanta presencia cultural que el verbo “reyar” es unaaportación boricua al idioma español, en su acepciónde festejar en solidaridad festiva y musical laEpifanía.32 Al igual que para gran parte de lasfestividades religiosas -y para disgusto de los obisposy el clero católico- los puertorriqueños dieron granimportancia a la víspera de cada festividad y ladedicaron a la fiesta musical y bailable con comidas,bebidas y oportunidades para los encuentroseróticos. La intensidad de las celebraciones devísperas era tal que -además de “el no vivircongregados en los pueblos”- se convirtió en motivoadicional para que la gente dejara de asistir ala Iglesia el día siguiente, “día de guardar”.33 Lastrullas de Reyes articulaban la comunicación y elmovimiento entre gentes rurales que permanecíanbastante aisladas durante el año. Sin embargo, lareligiosidad no era ajena a la Fiesta de Reyes. Eracostumbre generalizada hacer promesas que sepagaban en un Velorio de Reyes: una celebración detoda la noche de víspera en la que se cantabanaguinaldos devocionales, se rezaba el Rosario y seofrecían golosinas y bebidas, todo amenizado pormúsica jíbara. Muchas de estas promesas se pagabanaño tras año y así se convertían en verdaderastradiciones comunitarias esperadas y cumplidas. Elaltar doméstico de los Reyes, la devoción mariana yla reiteración de la promesa congregaban a lacomunidad bajo el concepto del aguinaldo-regalode la solidaridad.

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La literatura oral también expresaba la fuerzade esta tradición. A la narración y dramatización dela narrativa de la Epifanía -era común que se lesnarrara a los niños la leyenda detrás de los regalosque recibían y también común que tres hombres sevistieran de capa y corona en las trullas de Reyes-se le añadían las inspiraciones cantadas de la poesíapopular: Los Tres Santos Reyes/ yo los sé contar/Gaspar y Melchor/ y el rey Baltasar. Los Tres SantosReyes/ montan a caballo/ un caballo negro/ unrucio y un bayo. De tierra lejana/ venimos a verte/nos sirve de guía/ la estrella de Oriente. Si no tienennada/ nada nos darán/ y los Santos Reyes/ losperdonarán. Se fueron los Reyes/ con muchaalegría/ y viene la octava/ a los nueves días. Ya sevan los Reyes/ bendito sea Dios/ ellos van y vienen/y nosotros no. Los Reyes que llegaron a Belén/anunciando la llegada del Mesías/ a Jesús conalegría/ le cantamos hoy también. El humorirreverente no deja de intervenir con la solemnidad:Los Reyes que llegaron a Belén/ se amarraron loscalzones con bejucos/ y pasaron un gran susto/ yembalaron a correr.34

El ritual también incluía de forma esmerada laentrega de regalos a los niños de parte de los ReyesMagos, de los cuales Melchor se consideraba másgeneroso y confiable, especialmente por los niñospobres. La reciprocidad popular exigía a los niñosque dejaran en la víspera agua, yerba y maíz paralos camellos. Es significativo que para traer regalos

a los niños los Reyes vengan en camellos, asociadosa la riqueza y la nobleza, mientras para reyar yotorgar favores a los creyentes viajan a caballo,asociados a la gente común. El ritual se acomodabapoéticamente a la naturaleza y el paisaje: en tiemposde Reyes abunda la flor violeta de un bejuco rastrero.Se llama Flor de Reyes -en Cuba se llama Aguinaldo-y se colocaba junto al agua y la yerba. Al otro día, lailusión quedaba cumplida o incumplida según fuerael caso. Uno de los momentos de tránsito vital en labiografía de los puertorriqueños era el momento dela preadolescencia cuando uno descubría que losReyes son los papás y mamás.

Todas estas tradiciones de Reyes se articularonen un movimiento popular que logró expresar unasolidaridad ritualizada que articulaba la relación derazas y desigualdades. Ninguna otra fiesta alcanzóla importancia de la Fiesta de Reyes entre lapoblación. Sin embargo, es la imagen visual mismade los Reyes Magos puertorriqueños [Ilust. 24-25] laque ha permanecido en movimiento de continuidady transformación, animando la creatividad artesanaly artística de la gente y proveyendo una iconografíade la puertorriqueñidad que no da señales deagotamiento sino de sorprendente plasticidad paraubicarse en todas las situaciones de la gente,incluyendo la diáspora hacia Estados Unidos. Nosacercaremos más a esas figuras tan familiares parasacar de sus formas y colores los elementos evidentesy/o escondidos de una manera de mirarnosnosotros mismos.

Ilust. 24: Carlos Vázquez. Colección ICP # CS 98-1679. Ilust. 25: Anónimo. Colección ICP #CS 92-0682.

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Santos que miran de frente

Al igual que con los demás santos, con los ReyesMagos la gente puertorriqueña puso en juego sucapacidad de representarse a sí misma en los objetosde culto. Ricardo Alegría ha sabido articular elcontexto histórico-cultural del origen de la talla desantos de palo en Puerto Rico. La urgente necesidadde los vecinos de las pequeñas poblaciones delinterior del país, y, en especial, de las zonas rurales,de poseer imágenes de los santos de su devoción,habría de estimular, además, la aparición deimagineros populares, quienes, aunque carentes deformación artística, tenían una gran devociónreligiosa y la firme creencia de que su trabajo estabainspirado por una fuerza superior. La obra delsantero, como se llama en Puerto Rico al hacedorde imágenes religiosas, ocupará el vacío quedurante los primeros siglos de nuestra historia nopodían llenar la iglesia y los talleres de artistascultos de la época... Era nuestro santero, por logeneral, una persona de ideas místicas, queaceptaba su oficio como el cumplimiento de unmandato divino recibido en una visión, una

enfermedad, o en un sueño. También lo aceptabacomo el resultado de una promesa hecha a Dios o aun santo. El santero no sólo tallaba y pintaba lasimágenes religiosas que los devotos le ordenaban,sino que también se encargaba de restaurarlascuando las mismas requerían una nueva mano depintura...35 El santero puertorriqueño tenía pocode sacerdote pero mucho de chamán, personajeindispensable en las prácticas espirituales indígenasy africanas. Además, articulaba una metáforaexquisita de la vida puertorriqueña: la gente comúnobtenía a lo sumo una muda de ropa nueva al año,cuando la cosecha traía un poco de abundancia. Laimagen obtenía una muda de ropa pintada cuandola abundancia de sus milagrosas bendiciones traíael bienestar prometido. El ciclo se repetía en lapróxima época de cosecha: si la divinidad proveía laabundancia a la gente, la gente podía pagar su mudade ropa y la muda pintada del santo.

Además, se reponían las manos y atributos que,por ser tallados por separado y pegados a la imagen,podían extraviarse o romperse. Algunos santeros

Ilust. 26: Anónimo. Colección ICP #CS 94-1175.

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también fabricaban los milagros de metal o cera quese colocaban a las imágenes como pago de promesaspero parece que gran parte de los milagros eranfabricados por orfebres populares que, a falta demateria prima, reciclaban piezas de joyería de susclientes o hacían milagros de materiales baratoscomo el latón.36 Lo importante es que la adquisicióny mantenimiento de imágenes y milagros articulabaun movimiento constante de artesanos ambulanteso promovía el desplazamientro de los creyentes alos talleres de talladores y orfebres de manera quehabía un flujo de informaciones, visitas y prácticasdevotas que superaba por mucho la limitación de“el no vivir congregados en los pueblos”.

La importancia de las imágenes era más intensaen el culto de los santos puertorriqueños puesaquí en la Isla faltaba un ingrediente esencial delculto de los santos en Europa: no había centrosdevocionales numerosos en los que se guardaran yveneraran las reliquias de los santos, portadoras apesar de la muerte de la divinidad de sus personas.Si a ésto añadimos la poca disposición del clero abendecir los toscos y rústicos santos de palo ymilagros de metal, entonces se capta la crecidaimportancia de tener la imagen en la casa ysacralizarla con la magia del culto mismo en aquellosaltares domésticos contra los cuáles tronaban losobispos.

Dentro de esta tendencia a domesticar elculto a los santos es que podemos apreciar laimportancia de las promesas como rituales demovimiento y comunicación pública. El pago de losfavores recibidos por una promesa conllevaba laconvocatoria de familiares y vecinos mediante trullasmusicales y devocionales. Con frecuencia la personaa cargo de la promesa pedía limosna entre losvecinos, más como acto de humillación que comorecurso económico. Todo culminaba en la casa delencargado, donde se erigía un altar con la imagendel santo y otras de la Virgen y Cristo, se compartíala música jíbara, se rezaban rosarios cantados y seofrecían refrigerios y golosinas. La festividad

evolucionaba desde el inicio devoto hasta laculminación fiestera. Las promesas se vinculan a losantiguos autosacramentales de la Iglesia Católica.Dice Luis Manuel Alvarez: En estas celebraciones seacostumbraba salir del templo en procesión y hacerdiferentes paradas. Al llegar al templo se cumplíacon el ritual de llegada, que en la tradiciónpuertorriqueña corresponde a los cánticos deaguinaldos que se hacen fuera de la casa. Lapráctica de danzar frente al Altísimo se hizo tanpopular que bailaban hasta las monjas, los negrosmulatos y negros libres, produciendo esto últimocausa para que se suprimiera el baile... Estacostumbre la continúa el pueblo sustituyendo lacasa por el templo y manteniendo la mismaestructura de cánticos de llegada y cánticos detemplo, especialmente en las promesas.37 La genteprefería cumplir sus promesas en la víspera del díadel santo y le llamaban velorio si incluía rosarioscantados hasta el amanecer. El Velorio de Reyes, consu imprescindible imagen ambulante de los Magostallada en madera, se fortaleció como tradición muyatendida por los puertorriqueños.

El alejamiento de la ortodoxia, el desprecio delclero y el refugio doméstico del culto a los santosfortalecieron su permeabilidad a las prácticasmágicas, hechiceras y espiritistas que circulabanpor todo el Caribe e ingresaban clandestinamentea la Isla. Pronto estuvo claro que los santospuertorriqueños tenían cosas en común con cemíesy fetiches que los alejaban de las regulacioneseclesiásticas. Por un lado, la gente puertorriqueñacreyó que los santos tienen poder de hacer milagros,los que por lo tanto no son atributos exclusivos deDios. Cada santo tenía su función protectora y paraejercerla podía transgredir las leyes de la naturalezay actuar mágica o milagrosamente. Más atrevidos aun,los creyentes puertorriqueños admitieron que sonlas imágenes específicas las que hacen los milagros.Así, ciertas imágenes adqurieron más fama demilagrosas que otras, lo que se demostraba por lamayor cantidad de exvotos o milagros colgados en

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su altar.38 Con estas prácticas contestatarias la gentepuertorriqueña dio al traste con los siglos de debatesteológicos sobre la veneración versus adoración delas imágenes y se conectó con sus ancestrales raícesindígenas y africanas. Fray Ramón Pané se refiere alos cemíes taínos hechos y consultados por elbehique: Y dice haber hablado con el cemí, y queconseguirán la victoria, o que sus enemigoshuirán...39 Los africanos Yoruba desarrollaron el artede la talla en madera de sus deidades siguiendofirmes principios estéticos: A thing or work of artthat has ashé trascends ordinary questions aboutits makeup and confinements: it is divine forceincarnate.40 El acercamiento a imágenes de santosde reconocida reputación milagrera movilizó a loscreyentes en devotos peregrinajes que tejieron lasdistancias de la Isla en un mapa de sucesos sagrados.Las ancestrales espiritualidades y los nuevossincretismos se encontraron en un territorio quedejaba de ser tierra profana y desconocida para serespacio sagrado y propio.

La práctica de pagar favores de los santos conexvotos era muy importante [Ilust. 27]. Según TeodoroVidal: El ofrecimiento generalmente se elevaba a unsanto por el cual el oferente sentía gran devoción yera usual... ver numerosos obsequios votivos en losaltares dedicados a San Antonio de Padua, a losReyes Magos, a la Virgen del Carmen y de Monserratey a otros santos que en el país gozan de un cultoextraordinario por los innumerables salvamentosmilagrosos que la creencia popular les atribuye...Las personas que no cumplen debidamente suspromesas, dice el pueblo, reciben grandes castigosdel cielo...41 La literatura oral ha confirmado esteasunto: Quien promesas debe/ y promesas paga/ alsanto que sea/ no le debe nada. Claro, la obligacióncon el santo era recíproca. Si el santo no cumplía,se le castigaba: Tengo a San Antonio/ puesto decabeza/ si no me busca novia/ a nadie le interesa.La cargada inmediatez de la relación de la gente consus mágicos santos híbridos se manifestaba en larepresentación visual misma: los santos de palosostenían la mirada de frente al devoto en vez dealzarla hacia el poder celestial [Ilust. 26]. Sus manosse agrandaban con frecuencia y así expresaban quesu trabajo era la generosidad de conseguir y dar loque los creyentes no tenían.

Los Reyes Magos han sido santos predilectos paratodo asunto urgente o trascendental que importa ala gente. Un exvoto de una pepita de queneparepujada en plata que fue dedicada a los SantosReyes, contenía un pedazo de la pepita que,mientras jugaba, se tragó inadvertidamente unniñito del pueblo de Yauco.42 El culto a los ReyesMagos llevó a los puertorriqueños a inventar unanueva Virgen. La Virgen de los Reyes era una imagenpeninsular dedicada a los Reyes de España pero elpueblo boricua la convirtió en Virgen de los ReyesMagos -con las figuras de los Reyes talladas a suspies o en su túnica- y le dedicó una intensa devociónque sobrevivió por siglos. En el barrio Hato Viejo,de Arecibo, encontramos una estatua de la Virgende los Reyes... tenía alrededor de la falda una

Ilust. 27: Anónimo CIAP.

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gruesa sarta de milagros de aproximadamente 300piezas.43 Los plateros que producían estos milagroseran artesanos muy requeridos por el pueblo devoto.

La tendencia a domesticar el culto de los santosdebe matizarse. No hay duda de que el santuario deHormigueros -erigido en homenaje a un milagro dela Virgen de Monserrate en el siglo 17- le diopresencia fundacional al catolicismo popularpuertorriqueño.44 Ese fue el destino de peregrinajemás importante de la Isla y sirvió de punto deencuentro a los creyentes de todo el territorio yasantificado por un milagro cercano y puertorriqueñoen vez de importado y ajeno. La disposición de lagente a mantenerse en movimiento hacia el santuariode Hormigueros aseguró la comunicación y difusióndel culto a través de la Isla y sirvió de centro deinformación para orientar los cultos domésticos ycomunitarios. Es precisamente en este santuariodonde estaba expuesta la imagen de la Virgen deMonserrate del milagro y también una pintura deManuel García, una Adoración de los Magos muypertinente a nuestro asunto. Se trata de unaescena de la Adoración enmarcada en columnasmonumentales y vigilada por dos soldados, imagenapropiada a una colonia militar [Ilust. 35]. Losignificativo es que en la pintura hay un rey negrocolocado en medio de los otros dos. La pintura esgrande y visible a todo visitante.

Las tallas antiguas de los Santos Reyes Magosmuestran una compartida similitud puertorriqueñaque sigue siendo un misterio. Los Reyes Magosaparecen montados a caballo con indumentariapropia del siglo 17: camisa, pantalón, botas y capa.45

Los tres miran de frente mientras sus caballospermanecen rígidos, excepto en ciertas variantes enlas que miran hacia lo alto o en las que los caballosalzan una pata delantera en señal de movimiento.Los caballos son de tres colores, por lo general negro,blanco y marrón. Es regla cumplida en la mayoríade los casos que el caballo blanco esté colocado enel medio y que su jinete sea Melchor el rey negro[Ilust. 28-29]. Esta central distinción a Melchor será

tema posterior en este libro. Los Reyes vistende colores brillantes, colores primarios encombinaciones con blancos, negros y grises. Algunostienen detalles dorados o plateados. Casi siemprelos tres llevan coronas y se nota una insistencia enque, si las tres no son distintas, sea más frecuenteque la de Melchor sea única y las de los otros dosiguales. Melchor negro tiene un rey de piel clara acada lado: no se representan tres razas. Los TresReyes son adultos barbudos: no se representan tresedades. Se nota una tendencia a representar entérminos de Melchor-y-los-otros-dos, que son muysimilares y no se sabe cuál es cuál. Los regalos serepresentan como cofres y vasijas variadas. Cuandoel regalo tiene forma de estrella, Melchor es elportador. Por último, es muy visible la preferenciapor darle a Melchor más vestimentas rojas que a losotros dos. También es común combinar en la ropade Melchor el rojo y el blanco [Ilust. 30-31].

Se ha dicho que la imagen de los Reyes Magoses la que más variaciones y movimientos admiteentre todos los santos de palo.46 Sin embargo, esasvariaciones están subordinadas a la manera másfrecuente de representarlos que presentamos arriba.Por ejemplo, cuando se mueven de lado mirando alo alto expresan la preferencia por la narrativa delviaje que se hizo favorita en el arte europeo del siglo15. La disponibilidad de tres jinetes, tres caballos,tres regalos y tres indumentarias permite una ricavariedad de combinaciones, a la vez que, en términosgenerales, se ajusta a las marcadas preferencias queya presentamos. Los Reyes Magos de pie y los Reyesen adoración en el Nacimiento son comunes enla tradición pero su importancia es parcialcomparada a la definitiva preferencia por los ReyesMagos a caballo. Este gusto por los Reyes enmovimiento y viaje es central para entender lamitología puertorriqueña de la Epifanía y luego nosdetendremos en el tema.

Hasta aquí hemos visto la consolidación de unculto a los santos -del que los Reyes Magos sonparte- que pudo recoger una identidad espiritual

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Ilust. 28: Rafael Rivera Negrón. Colección ICP #CS 99-1794.

Ilust. 29: Anónimo. Colección ICP #CS 94-1177.

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Ilust. 30: Rafael Rivera Negrón. Colección ICP #CS 92-0689.

Ilust. 31: Anónimo. Colección ICP #CS 94-1151.

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reconocida y asimilada en la cultura popularpuertorriqueña. La oposición de la Iglesia y de laclase dominante a las prácticas del culto domésticoa los santos no disminuyó su importancia ni supertenencia. La posibilidad de que la importanciade los Reyes Magos fuera un mero reflejo pasivo dela continuidad folclórica del culto a los santosquedó refutada cuando, a partir de la invasiónnorteamericana, el sistema de instrucción pública

del nuevo imperio suplantó el calendario de fiestastradicionales con otro más afín a los propósitosasimilistas del régimen. Cuando trataron de eliminarel Día de Reyes como fiesta nacional, la respuestainicial, duradera y permanente del pueblo fuecontundente, tal como lo demostramos a principiosde este libro. De hecho, el culto a los santos de paloalcanzó su mayor difusión precisamente a fines delsiglo 19 y principios del 20.47

Ilust. 32: Florencio Cabán. Colección ICP #CS 99-1829.

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A new star shines in the skyseen by the middle saint divineMelchor is his nameAfrica’s negro Rey.He says to the wise,“look there on the street,deep in the city canyona beckoning lightand hidden among the shadowsare niños and niñas heirs to this estrella”.

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En Puerto Rico, la imagen de los Reyes Magos que el pueblo produjo hace siglos y que-con hibridaciones, innovaciones y redefiniciones- sigue vigente hoy, tiene una llamativacaracterística que, aunque no es unánime, es muy prevaleciente: una centralidad otorgadaa Melchor, el rey negro, que expresa una predilección sobre los otros dos Reyes Magos.Esto se capta fácilmente en la representación artesanal, literatura oral, trova navideña,literatura nacional, memoria folclórica, pesquisa etnográfica e investigación histórica.

Sin embargo, muchos autores eruditos que tratan el tema de los Reyes Magos ignoraneste hecho o lo señalan como una mera peculiaridad puertorriqueña, especialmenteaquellos interesados en elevar la talla tradicional de santos a la categoría de arte occidentalo en elaborar definiciones esencialistas de la identidad puertorriqueña.1 Los primerosse interesan en adjudicar una trascendencia formal a ciertas tallas excepcionales y asíles conceden una universalidad alejada de las incidencias de la historia popular. Se tratade destacar una transparencia estética, una pureza del gozo del arte.2 Los segundosinsisten en los Reyes como motivo de una festividad hispánica que supera las distincionessociales en un espíritu de generosidad desinteresada que define la nacionalidad.3 Setrata de un mestizaje que disuelve las contradicciones: las tres razas se han fundido enuna voluntad niveladora. Aquí no vamos a profundizar en los méritos y deficiencias deestos enfoques. Para propósitos de una lectura alterna, ambos se caracterizan por suincapacidad para ver la centralidad de Melchor.

Lo que me interesa es señalar sin ningún disimulo la presencia central y predilectade un rey negro [Ilust. 33]. Por lo general, se trata de un Melchor negro -pintado de negroy no de marrón- que la gente llama “negrito”, “quemado”, “trigueño”, “de color”,“tostadito”, “oscuro”, “mestizo”, “moreno”, “moro” o “africano”. En el lenguaje popular,la oscuridad de Melchor puede decirse con los numerosos eufemismos, disimulos ydiminutivos del vocabulario racial puertorriqueño.4 En su representación artesanal,Melchor “no se ofende” si lo pintan negro y no hay que calcular su raza ni “dorar lapíldora” al reconocerlo en su negritud, como sí se acostumbra con la gente negrapuertorriqueña de carne y hueso. Su representación visual prevaleciente insiste en sunegrura: Melchor puede ser gris, marrón o cobrizo pero las más de las veces es negro yya está. No se le llama negro para insultarlo o “denigrarlo”, valga la racista redundancia.Sí se le llama “negrito”, esa arisca ambigüedad boricua en que se funden la confianza y elcariño. En Puerto Rico, los pugilatos de las denominaciones raciales tienden a acentuarseentre la gente que se identifica con los sectores dominantes y a disolverse entre los quese ubican en los sectores populares.

La centralidad de un rey negro

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Ilust. 33: Concepción Soto. Colección ICP #CS 99-1788.

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Mi insistencia estriba en que la distinción deMelchor en la tradición puertorriqueña va aparejadade una confusión respecto a los otros dos ReyesMagos: a Melchor lo reconocemos enseguida peroentre Gaspar y Baltasar no sabemos quién es quién.Entre nosotros, la representación centenaria de losReyes Magos no distingue tres edades ni tres razaspero insiste en un rey de piel negra con dos reyesde piel clara, uno a cada lado del negro [Ilust. 34].Si a esa centralidad le añadimos la predilecciónpopular, no es exagerado decir que, en Puerto Rico,se trata de Melchor y los otros dos Reyes Magos. Essignificativo que nos haya importado más distinguirtres razas de caballos que tres razas de reyes.5

Quiero interpretar todo lo anterior. Creo que laconfiguración tradicional de nuestros Reyes Magosexpresa una definición de la cultura e identidadpuertorriqueñas que, al ser popular, es contestatariay así se aparta de las dos visiones preponderantes

en el debate de la identidad nacional: niega lahispanidad como el rasgo exclusivo, definitorio yesencial de la cultura popular y niega la armonía detres raíces fundidas en complaciente mestizaje.Se trata entonces de una visión afrocaribeñade la identidad popular boricua: no en términosde predominio genético-demográfico sino dela presencia cultural africana como elementointegrador y unificador de un modo de vidaespecíficamente nuestro y emparentado con losdemás pueblos y culturas del Caribe. En palabras dearroz y habichuelas: el sabor del pueblo tiene gustoy sabrosura de herencias africanas, aunque susingredientes vienen de muchos otros lugares. Comoconsecuencia de todo lo anterior, la imagen híbridade los Reyes Magos es un reclamo popular depluralidad democrática en vez de racismo colonial.

No digo que nuestros Reyes Magos tienen unorigen africano. Digo que la apropiación popular

Ilust. 34: Concepción Soto. Colección ICP #CS 99-1788.

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híbrida de la leyenda de la Epifanía, cuyo origen esbíblico, se caracteriza por un reconocimientoinsistente y explícito del componente africano ennuestra formación cultural. Ese reconocimientoconlleva un protagonismo, una intención de resaltarla presencia cultural más negada o desatendida enla construcción de una memoria histórica nacionalpuertorriqueña. Esto cobra su sentido más amplio sinos adentramos en los procesos históricos que dancontexto a la tradición borinqueña de los ReyesMagos.

La presencia de un Rey Mago de piel oscura nosllegó como herencia europea. El desarrollo de laleyenda de la Epifanía en la cultura medieval incluyóla noción de que los Reyes Magos representaban lostres continentes conocidos hasta entonces y de ahísurgió la inclusión de un moro o negro africano. Estose daba junto a otras preferencias de representación,como tres edades del hombre, tres magos orientaleso tres monarcas europeos. Por lo general, seidentificaba al negro como Baltasar. En Puerto Rico,esta tradición encontró su espacio en el santuariode Hormigueros mediante una pintura atribuida aManuel García, el primer pintor puertorriqueñoconocido [Ilust. 35]. Esta pintura pudo haber sidoinfluyente en la formulación puertorriqueña de losReyes Magos por varias razones. Primero, suiconografía parece inspirada en la de un grabado deMartín Schongauer, de manera que se enlaza a latradición europea prevaleciente.6 Segundo, elsantuario de Hormigueros fue el principal centro deperegrinación católica en la Isla desde el siglo 17, loque asegura que gente de todo el país pudo ver yvenerar esta representación de la Adoración. Si laimagen de la Virgen de Monserrate -del mismo autory en el mismo santuario- fue influyente en laimaginación popular de los santos de palo, no hayque dudar que la pintura de la Adoración tambiénlo fuera. Tercero, desde el punto de vista delexpectador, el rey negro que pintó García se ve enmedio de los otros dos. Cuarto, entre la producciónpictórica de imágenes católicas en la época colonial,sólo conocemos esta única Adoración.

Lo anterior es sugerente pero no determinante.La imagen es ambigua y hay que considerarla dentrode varias posibilidades. El catolicismo de la épocainsistía con mucha determinación en la majestad deJesús y María: ellos eran el centro y eje de la doctrinade la Epifanía, de manera que, en la narrativa de laAdoración, son ellos los protagonistas más que losReyes Magos. Desde el punto de vista de la Madonnacon el Niño, el rey negro está a la derecha y al fondo,más alejado que los otros dos. Desconozco qué otrosmodelos de los Reyes Magos -pinturas, grabados,estampas, estatuas- hubo en Puerto Rico en esaépoca, pero hay que considerar la posibilidad deque otras imágenes influyeran en la percepciónpopular de los Reyes Magos. Las imágenesdevocionales, sin embargo, insistían en la Adoraciónfrente a la Sagrada Familia. No se sabe qué presencia,si alguna, tuvo la pintura secular europea de la época,que también se ocupó del tema, en la visualidadaccesible a la población.

Lo que tenemos que considerar de inmediato esque la gente puertorriqueña mostró una fuerteatracción hacia el culto a los Reyes Magos, talladoscomo santos de palo. Toda la evidencia que tenemosdisponible, apunta a que esta devoción popular no

Ilust. 35: Manuel García, siglo 17.

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se centró en la veneración de la narrativa de laAdoración ni en la de figuras de pie, estas últimaspredominantes en la talla de los demás santos yvírgenes.7 Los puertorriqueños prefirieronabrumadoramente unos Reyes Magos montados acaballo, caballos de tres razas, los Tres Reyesmirando de frente al expectador, un rey negroMelchor en el medio sobre caballo blanco, dos Reyesde piel clara uno a cada lado, los Tres Reyes concoronas y los tres portando regalos en cofres, vasijasy frascos variados mientras dejan sueltas las bridasde sus caballos [Ilust. 36]. Todas las variaciones quehemos encontrado diferentes a esta representacióngeneral, dan cuenta de la creatividad y variedad dela gestión artesanal pero siempre son minoritariasrespecto a la formulación anterior. Este dato no sepostula con suficiente claridad en las investigacioneseruditas anteriores sobre el tema.8 La insistenciaen distinguir imágenes excepcionalmente originaleso hermosas nos ha privado de captar la predileccióngeneralizada que aquí se detalla.

Tenemos entonces que una gente creyente enun catolicismo popular contestatario logró a unaimagen de los Reyes Magos que les parecía digna deimitarse y repetirse, aunque admitían y fomentabansus variaciones y originalidades. Esta imagenprivilegia el movimiento, desplazamiento, viaje,peregrinación: los Reyes Magos son ante todo jinetes.Los puertorriqueños no los identificaron tanto

como visitantes ya llegados sino como viajeros enmovimiento. La narrativa legendaria compartida lesinformaba que viajaban siguiendo una estrellaaunque no representaran mucho el astro en sustallas. Estos Reyes Magos no manifiestan unencuentro sino una búsqueda. Su deseo de hallar unMesías de salvación estaba aún por cumplirse.

Esta imagen de los Reyes Magos surgió deuna época en que la mayoría de la poblaciónpuertorriqueña era de piel oscura. Los testigoseducados de aquel tiempo escribieron testimoniossobre un racismo prepotente y generalizado: nohabía en la colonia nada peor que ser negro.9 Losmestizos o “pardos” sufrían un discrimen similar. Loseuropeos que llegaban quedaban asombrados antela variedad de colores de la gente de la colonia peropronto la reducían a blancos, negros y pardos. Elpueblo, sin embargo, se esmeraba en distinguir todoslos matices de sus coloraciones.

Lo despreciable de la negritud permeaba todoslos aspectos del orden público: un negro ni siquieratenía derecho a defenderse en caso de agresión porun blanco. Este racismo impuesto se sustentaba sobreuna superioridad basada en la “pureza de sangre”perfectamente aceptada por la Iglesia Católica, demanera que los oprimidos por el color de su piel -esclavos, libres, cimarrones- no tenían consuelo nidefensa en el seno de la Iglesia. El clero era tanracista como el régimen de gobierno y justicia.10

Esa gente de piel oscura, tan abundante ydesmerecida, venía obligada a someterse a unaorganización oficial de la espiritualidad basada enla virtud y el pecado: la virtud se expresaba con luzy blancura y el pecado con oscuridad y negritud. Losnegros y pardos no tenían espacio en el clerocatólico. A la distancia racista se añadía la distanciade la evangelización misma: los logros en eladoctrinamiento de la población de la coloniasiempre fueron escasos y superficiales. “El no vivircongregados en los pueblos” junto a la falta desacerdotes y la política racista, dejaron a la poblaciónmayoritaria sin acceso personal y directo a la vida

Ilust. 36: C. Mercado. Colección ICP #CS 92-0185.

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sacramental de la Iglesia.11 Su catolicismo popularfue una respuesta al abandono institucional.

En esa espiritualidad popular, la identificacióncon lo sagrado era esencial y necesaria. La gentepuertorriqueña colocó en sus devociones imágenesde su realidad cotidiana, aumentadas y sacralizadassegún los poderes que reconocían a santos y deidadesde su trasfondo cultural. No tiene pues nadade extraño que un rey negro asumiera un rolprotagónico en las esperanzas, devociones y ritosde una gente oscura con poca evangelizacióncatólica. La Virgen de Monserrate cumplió unafunción similar pero los Reyes Magos incorporaronuna identificación más completa, plural y perdurable.

Todo lo que he dicho puede expresarse de otramanera. La cotidianidad de la vida de la colonia,considerada por los colonizadores como unaextranjeridad, fue la matriz de la espiritualidadpopular. Los puertorriqueños se identificaron contres personajes sagrados de tierras lejanas, de culturadiferente a la dominante, de presencia étnica másvariada y familiar y, sobretodo, de constantemovimiento pues, “el no vivir congregados en lospueblos” hacía que nuestra gente estuviera encontinuos desplazamientos: los del tráfico esclavista,los de sus lugares de trabajo, los de las tierras quepodían ocupar temporeramente, los del contrabandoque les permitía insertarse en el movimientomercantil, los del peregrinaje espiritual y devoto,los de la cimarronería constante. Así, la hospitalidadhacia visitantes, viajeros y peregrinos se hizo partede la vida cotidiana y por eso tuvo que buscarexpresión en los ámbitos trascendentes de laespiritualidad: los Tres Santos Reyes Magos que semovían siguiendo la salvación de una estrella seconvirtieron en representantes de una genteenvuelta en el movimiento de la domesticación deuna isla en fuga.12

Quizás por ese movimiento constante, laexpresión festiva y pública de la colectividad reunidaen convocatoria de celebración asumió las formasfavoritas de procesiones en la zona urbana y trullas

en la zona rural. La gente no se congregaba sólo enel espacio del templo o el hogar sino en el tránsitomismo del desplazamiento socializado.

¿Qué llevaba a esta gente a identificarse máscon el rey negro? ¿Por qué Melchor facilitaba lacomunicación de lo humano y lo divino? Vale la penareiterar que todos los acondicionamientos socio-culturales que hemos reconocido aquí se insertanen la importancia generalizada de la Fiesta de Reyes,avalada por el sistema colonial mismo. Melchor erala presencia visible de una posibilidad de libertad -sólo de un día- y de un trastoque del ordeninstitucional a favor de los desposeídos. Lacimarronería -tan presente en la vida de las Islas-evidenciaba la posibilidad de extender eseefímero ámbito de la libertad a un escape real yun alejamiento de la dominación colonial. Lacimarronería, claro, era ante todo la puesta enescena del movimiento como modo de vida.

Volvamos a las tallas de los Reyes Magos. Lasvariaciones de sus configuraciones básicas refuerzanlo que aquí discuto. La pluralidad étnica de la coloniaestá en un santo de tres personas distintas y la unidadde esa gente está en la unidad de los Santos Reyesque no reciben culto individual sino siempre encolectivo. La solidaridad como habilitación de lasupervivencia está simbolizada en la generosidad delos Reyes Magos portadores de regalos variados.Cuando los santeros tallaban caballos con la pataalzada acentuaban la imagen del movimiento. Lomismo cuando animaban las expresiones faciales,colocaban a los jinetes de lado, les alzaban la manoen dirección a la estrella, dejaban las bridas sueltasy -de manera tan acertada y vital- cuando prestabantanta atención a los caballos mismos, cuyaindividualidad trinitaria era más específica que lade dos reyes claros y uno oscuro [Ilust. 37-38]. Inclusocuando abandonaban la centralidad de Melchor y locolocaban en otro lado, o tallaban los Reyes en bultoo los colocaban en el Nacimiento, le daban a laimagen nuevas posibilidades y transformaciones queinsistían en su movimiento visual. No en balde dice

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Ilust. 38: Juan Muñíz Ramos. Colección ICP #CS 99-1797.

Ilust. 37: Carlos Vázquez. Colección ICP #CS 96-1570.

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Teodoro Vidal: Ningún personaje sagrado serepresenta en Puerto Rico de modos tan diversoscomo los Reyes: de ellos hay imágenes pictóricas,de bulto completo y en relieve. Figuran a caballo,de pie, hincados en el momento de hacer su ofrendaal Niño Dios, en el Nacimiento y acompañando alas Tres Marías camino al Portal de Belén. Tambiénaparecen en la representación de Nuestra Señorade los Reyes perteneciente a la tradicionpuertorriqueña, colocados delante de la Virgen enpequeñas figuras en una perpectiva jerárquica olabrados en su falda. Los Reyes tallados a caballotienen a veces en nuestro país la particularidad deque las monturas imitan caballos de paso fino. Enalgunos casos, uno de los Reyes señala a la estrellade Belén o la lleva en una varita.13

La identificación con los Reyes Magos nos llevóa crear una imagen exclusivamente puertorriqueñaen la Virgen de los Reyes, en la que Melchor asumesu centralidad distiguida la mayoría de las veces.14

El rey portador de la estrella en una varita escon más frecuencia Melchor. Como se ve en laconstatación de Teodoro Vidal, en los Reyes Magosla gente puertorriqueña encontró el ámbito máslibre, creativo y móvil de todo el culto a los santos.No es extraño que la talla de los Reyes fueraproducida masivamente en tiempos pasados y sea latalla que más se produce en tiempos actuales. No esextraño que en una sociedad esclavista donde lalibertad de movimiento era la seña más evidente dela esclavitud, donde los soldados y los jornaleroscarecían de libertad de movimiento, donde lasinstalaciones militares eran presidios y los trabajosforzados abundaban más que los voluntarios, lamovilidad celestial y trascendente de los Reyes Magosfuera una esperanza sagrada y una identificación conla cimarronería y el contrabando como alternativasal sedentarismo forzado de la vida urbana y lapropiedad latifundista.

Poco a poco, la distinción visual de Melchor fueasumiendo sentido en la narrativa misma. El puebloquiso explicar su propia decisión de identificarse

con el oscuro. Otra vez se mezclaron las herenciascoloniales con las contestaciones populares. Paracomprender é0sto, debemos recordar que la imagende los Reyes Magos a caballo por lo general incluyede manera protagónica pero invisible la estrella queles guía. Es como la síncopa de los golpes de lapercusión africana: hay golpes que no se tocan perosí se cuentan y son parte del ritmo que se ejecuta.

La literatura oral recoge la leyenda de la negrurade Melchor. Se dice que Melchor era blanco peromuy orgulloso y pretendía adelantarse a los otrosReyes, de manera que la estrella lo quemó comocastigo. La leyenda puede tener una lectura colonialy racista: ser negro es un castigo divino, por lo tantoinevitable y justificado. Lo venturoso es ser blanco.La desventura es ser negro. Sin embargo, la narrativade la Epifanía es tan abierta que permite otra lectura.La estrella es la manifestación de la libertad y lasalvación encarnadas en un Mesías. No tiene nadade perverso que uno quiera allegarse a ella. Pero lalucha por la libertad siempre conlleva la posibilidadde una derrota que es la esclavitud. Los creyentespuertorriqueños bien pudieron entender que unMelchor castigado y quemado era como un africanocapturado y esclavizado. El dios punitivo de los judíospuede ser semejante a dios conquistador de loscristianos. Hay un cuento infantil alemán-austriaco,titulado Donde se cuenta la alegría de Melchor, elrey negro, de intenso tono racista y donde leemosque lo habían hecho rey de su patria porque eramenos negro que los otros negros negrísimos. Perosu orgullo de negro claro se vino abajo al llegar aJerusalén, donde advirtió tristísimo que todo elmundo le miraba como si estuviera enfundado enla piel del diablo. Melchor llegó donde Jesús comonegro disminuido y acomplejado pero el Niño le hizoel milagro de borrarle la negrura de las palmas delas manos y desde entonces todos los moros tienenblancas las palmas de las manos. El autor terminainculcando un poco de condescendencia racista asu niño lector: Vete allí, al país de los negros, compruebalo que te digo y míralos como a hermanos.15

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A los puertorriqueños Melchor no les provocapena sino orgullo y no hay que mirarlo “como ahermano” porque es uno de nosotros, santo poderosoy bueno. En la novela española El Mártir del Gólgota,encontramos a Melchor siguiendo la estrella conGaspar y Baltasar: Negro como la noche es su semblantey su piel; su mirada es triste y melancólica, porqueMelchor, rey peregrino, ha cometido un crimenhorrendo y recorre el mundo implorando el perdónde los cielos.16 Melchor cometió incesto con suhermana pero consigue el perdón gracias al NiñoJesús y, años después, se salva del martirio que sufrenGaspar y Baltasar y logra regresar a su país donde,debidamente cristianizado, funda una ciudad y vivelleno de paz y riqueza.

Otra leyenda oral dice que la razón por la queMelchor debe colocarse en el medio es que, cuandolos Reyes Magos iban para Belén, cada vez queMelchor se salía del medio la estrella desaparecía yno volvía a aparecer hasta que el negro ocupara sulugar. Esta idea de que Melchor tiene una especial

relación con la estrella aparece en la tradiciónpuertorriqueña de varias formas. Una es la inclusiónde una estrella en una varita que suele portarMelchor. Otra es un regalo en sus manos en formade estrella. Otra es la imagen pictórica de Melchoral frente señalando la estrella. El maestro trovadorRamito canta un aguinaldo que dice: Se ocultó laestrella/ su resplandor visto/ Herodes muy listo/se guiaba por ella./ Al perder su huella/ ya Melchorde frente/ a Dios pide y siente/ auxilio sin par/ yvolvió a brillar/ la estrella de Oriente.17 La estrellaes lo que da trascendencia espiritual al viaje de losReyes Magos. Como símbolo de salvación, es lo queda sentido a su movimiento. La gente puertorriqueñasupo darle a la narrativa una dimensión mitológicauniversal: reconoció a los Reyes Magos en tresestrellas alineadas en la constelación de Orión.18 Asílos Reyes nos acompañan desde el cielo y puedensupervisar nuestro comportamiento sin lugar parael disimulo o la mentira.

Ilust. 39: C. Mercado. Colección ICP #CS 92-0185. Ilust. 40: Juan Muñíz Ramos. Colección ICP #CS 99-1797.

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Más adelante veremos que Melchor quemado esuna metáfora universal del encuentro con lo divino.Por ahora, resalto la inversión que hace la gentepuertorriqueña de las imposiciones simbólicascoloniales. Melchor no es humilde y sumiso como seespera de los negros y recibe un castigo pero elpueblo invierte el castigo y altera la narrativa demanera que el oscuro es el iluminado: la oscuridadde Melchor es la claridad en la ruta hacia la salvación.Así Melchor se eleva a lo sobrenatural y, como santo-rey-negro, adquiere poder para proteger a su gente.Mediante la inversión de la leyenda, Melchor es lasanación de la esclavitud y del racismo.

Esta tendencia a la inversión simbólica tieneotras manifestaciones en nuestra cultura popular. Sila santidad europea se manifiesta en la blancura,Melchor es un santo negro puertorriqueño. Si la santapureza de la Virgen es también una blancura, la gentepuertorriqueña concentra sus devociones en unaVirgen negra de Monserrate. Si la guerra de moros ycristianos se expresa como la de caballeros blancos

y vejigantes negros, el pueblo toma partido con losvejigantes y los hace más suyos mediante lacreatividad de las máscaras artesanales. Si lasmuñecas europeas son blancas, delicadas y lujosas,la muñeca de trapo del pueblo se vuelve madamanegra, cariñosa y misteriosa. A diferencia de lossectores dominantes, los sectores populares no vivenobsesionados con la clara limpieza de la sangre sinosolidarios con su oscuro mestizaje.

Como toda realidad sagrada, los Reyes Magosno tienen que limitarse a los ámbitos humanos deltiempo y el espacio. Pueden viajar, visitar y regresara sus tierras lejanas y a la vez permanecer con suscreyentes todo el año, resolviendo urgencias yhaciendo milagros. Su fiesta se asocia con abundanciay alegría porque se celebra en tiempo de cosechapero ellos permanecen cerca en el otro tiempo deestrechez y pobreza. Así atienden peticionescotidianas según el esquema general de necesidad,petición, promesa, favor y pago.

Ilust. 41: Anónimo. Colección ICP #CS 93-0794. Ilust. 42: Florencio Cabán. Colección ICP #CS 99-1829.

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Al igual que las imágenes de otros santos, losReyes Magos acumulaban pagos por sus ayudas enla forma de milagros de metal colgados o enlazadosen sus altares. De Europa habían traído la fama deser buenos protectores contra temporales yhechicerías, además de facilitar la buena muerte y,por supuesto, proteger a viajeros y peregrinos.19

Sin embargo, Melchor y los otros dos no se limitabana esas especialidades. Los Reyes -a diferencia deotros santos- eran buenos para atender cualquierproblema. Como atestiguan las formas de susmilagros de metal, curaban animales, aliviaban lamiseria, eliminaban dolencias de brazos, piernasy ojos, y lo mismo respondían a hombres que amujeres.

Al juntar en sus personas sagradas lafamiliaridad de los santos, el exotismo de losextranjeros y la presencia de los africanos, los ReyesMagos tenían cabida para una amalgama deintenciones y posibilidades según sus creyentes. Esagente que ponía su fe en los Reyes Magos con Melchoren el medio, ladinos y bozales ambos, retenían suscreencias y las expresaban tarde o temprano. Conel tiempo, la incidencia de casos envolviendo a“hechiceros” y “brujos”, como el clero católicollamaba al clero africano e indio, fue en aumento...Es posible que, dada la variedad de etnias, nosobreviviera un cuerpo religioso específico, perodado el sometimiento de todas las etnias, parecehaber surgido un modo o un estilo africano deresistencia religiosa, unos medios de defender elfuero interno, el espacio inviolable del ser humanoque a la larga sería el reducto criollo, afroantillanoen nuestro caso, desde el cual se le daría forma alas inquietudes espirituales. Sea cual fuere elcarácter de esa resistencia religiosa de losoprimidos, los opresores estaban muy concientesde ella, la acusaron y la persiguieron.20 Esaresistencia religiosa, que no tenía un espacioaceptable en la colonia, encontró espacio en unosReyes Magos con un rey negro dotado de la distincióncentral. En las culturas de África el rey provee el

mayor enlace entre la gente, los antepasados y losdioses.21

Ángel López Cantos documenta la situación dela religiosidad popular en el siglo 18.22 El nivel deconocimientos profundos de la doctrina católica eramuy escaso, porque entre los mismos sacerdotes supreparación no pasaba de ser muy elemental. Segúnun miembro del clero de la época, la abundancia denegros fugitivos producía “los graves daños y gravesperjuicios que resultan así en lo espiritual,volviéndose a su primera ignorancia de losmisterios de nuestra santa fe y sembrando algunassupersticiones entre la gente rústica y vulgar”. Lamoral pública era escandalosa para el clero y losgobernantes. La violencia, el racismo y el machismoeran los principios integradores del orden público.El incumplimiento sacramental era la norma en lavida religiosa. La falta de vestidos era tangeneralizada que un obispo se veía en la obligaciónde regular la asistencia al templo de las esclavassemidesnudas: Y que quizás por la pobreza yservidumbre no pueden practicar ésto, mandamosse lleguen a tan santa acción con la mayorhonestidad y decencia cubriéndose los pechos conlas manos... antes de la luz del día. El puebloreaccionaba a todo ésto concentrando su atenciónen las vísperas de los días festivos, que se festejabancon bailes, comidas y abundante alcohol y como seprolongaban hasta altas horas de la madrugada...no estaban en la mejor disposición para acudir alos templos. La consecuencia fue un desplazamientode la religiosidad hacia los ámbitos domésticos ycomunitarios, donde se desplegaban los movimientosde iniciativa popular y florecían el culto a los santos,los altares caseros, los rosarios cantados, las Fiestasde Cruz y las peregrinaciones hacia el santuario deHormigueros, la meca de la espiritualidad popularde la época. La unidad de lo sagrado y lo profanocaracterizaba todas estas celebraciones. Esta era lavida religiosa de la gente que ofrecía especialreconocimiento a Melchor y convertía la Fiesta deReyes en la más importante de su calendario.

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La centralidad del rey negro también se relacionacon la imaginación de los esclavos de la época, paraquienes “rey negro” era la realidad lejana de suspropios reyes del África occidental. En sus sociedadesestatales y urbanas de gran desarrollo civilizatorio,los reyes eran considerados puntos de contacto delas mejores cualidades humanas y los poderesdivinos. Además, estos esclavos alimentaban surebeldía con otra imagen del “rey negro”: el monarcade Haití, el país donde una revolución de esclavosinició la conquista de la independencia política enel Caribe esclavista. La imaginación de Haití era deuna tierra libre y sagrada, destino deseado de losesclavos que se organizaban y participaban enconspiraciones y sublevaciones en Puerto Rico. Nome parece casualidad que la primera sublevaciónde esclavos que hubo en la ciudad capital -que seextendió por toda la Isla- surgiera precisamente elDía de Reyes en 1812. Con la llegada de un barco aSan Juan, se había propagado el rumor de que elgobierno español había decretado la libertad de losesclavos negros y que el gobierno de Puerto Rico loocultaba. Arrastrados por las buenas noticias, ungrupo de esclavos del pueblo de El Roble, al sur dela capital, se reunió en la plaza durante la tardede las festividades de los Santos Reyes... Laconfabulación se extendió rápidamente por todala región noroeste de la Isla... En Aguadilla, unesclavo de nombre Juan Evangelista... declaró quesu padrastro, Miguel Bilbao, le había comunicadohaber recibido una orden de que todos los negrosesclavos fuesen libres. La orden era del Rey Negro,Enrique Cristóbal, de la parte francesa de SantoDomingo (Haití).23

Estos eventos cobran mayor interés si seconsideran en el contexto de las características delas celebraciones del Día de Reyes en el Caribe queya presenté siguiendo a Fernando Ortiz y que tambiénse daban en Puerto Rico. Casi un tercio de lasconspiraciones y sublevaciones de esclavos en PuertoRico durante la primera mitad del siglo 19, ocurrieronen enero, mes de Fiestas de Reyes. El trastoque

imaginario del orden social que la fiesta permitía,junto a la atracción de la tierra liberada de Haití,podía estimular el deseo de una libertad permanenteen vez de las limitadas transgresiones durante unsólo día.

En la imagen de los Reyes Magos con Melchoren el centro, hay una distinción racial de blancos ynegro que expresa la realidad histórica de la lucharacial de la esclavitud. En 1848, el Bando contra laraza africana del gobernador Juan Prim mostró losextremos de intensa violencia racial de la colonia.La Iglesia Católica condonaba la política esclavista.La libertad requería la sublevación o el cimarronaje.Más fiel incluso, que algunos obispos al dictamendel evangelio, el pueblo acogió en solidaridad alafricano recién liberado o cimarrón y conjugó conél formas devocionales y cúlticas. El sincretismoreligioso resultante sorprende por su versatilidaden incorporar viejos mitos africanos dentro de laimaginería cristiana pero también ilustra por sucreatividad al expresar viejas verdades cristianasen un nuevo y exhuberante lenguaje religioso.24 Notengo duda de que los Reyes Magos con Melchor enel centro son una expresión elocuente de ésto.

El movimiento de los Reyes Magos en lareligiosidad popular puertorriqueña los hacíaintegrarse cada vez más a una identidad nueva en laque se fundían los componentes ancestrales de suprocedencia. En otras palabras, los Reyes se hacíancada vez mas boricuas y así dejaban der serorientales, españoles o africanos. A la misma vez, eltráfico de esclavos continuaba y siempre había genteafricana de reciente arribo forzoso que se fijaba enlos Reyes en el proceso de adecuar su percepción alnuevo ambiente donde eran colocados. Eran estosrecién llegados, esclavos “bozales” les llamaban, losque con más disposición acudían a la rebelión y elcimarronaje.

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Al negro le gusta lo rojo

¿Cómo podía la imagen de los Reyes Magos conMelchor distinguido en el centro acomodar lacontinuidad del mestizaje colonial y a la vez admitirla novedad de nuevos pobladores todavía ubicadosen su negritud africana? Aquí vale la pena repetirque en Cuba los negros reconocían a Melchor y lo“habían adoptado como su patrón celestial”. Sabemostambién que en Argentina los habitantes de variasprovincias de abundante población negra “eligierona Baltasar, el rey negro, como santo” en el contextode una Fiesta de Reyes similar a las que conocimoscon anterioridad en este libro: procesiones, limosnas,reyes, estruendos, músicas, bailes, altares, luces,estandartes y, claro, tambores.23 En algunos lugarestodavía se celebra. Basta que algún vecino conserve

la imagen del rey Negro, casi siempre vestido de rojo.Cubanos y argentinos supieron distinguir al rey negropero, más allá de nosotros, le reconocieron unasantidad individualizada con respecto a los otros dos.

Quiero introducir una consideración queensancha el horizonte simbólico de Melchor negro.Hoy día, un experimentado tallador y autor de unmanual de talla para principiantes dice: Existe granvariedad de posibilidades al pintar los mantos delos Reyes. Tienen que haberse pintado decenas demiles de Reyes Magos en Puerto Rico y todos tienenmatices y tonalidades diferentes.24 El autoracompaña sus observaciones con numerosasilustraciones pero -al igual que los investigadoresque han atendido el asunto- no ve lo que tiene

Ilust. 43: Rafael Rivera Negrón. Colección ICP\ #CS 99-1832. Ilust. 44: José A. Crespo. Colección ICP #CS 99-1795.

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delante de su mirada: la variedad de colores de losropajes de los Reyes Magos no puede ocultaruna marcada preferencia por darle a Melchorvestimentas rojas, lo mismo que los devotosargentinos. Esta preferencia se nota, en mayor omenor grado, en todas las encuestas que he realizadoen colecciones, muestras, ferias y publicaciones. Haymás. Entre las imágenes en que Melchor tiene ropasrojas, es muy frecuente que las combine con ropasblancas. Esto no es tan frecuente como el caballoblanco y la colocación en el medio pero se trata,otra vez, de una muy marcada tendencia a que se lepongan ropajes rojos y una tendencia menosmarcada a que se acompañe el rojo con blanco[Ilust. 43-44].

Este asunto merece una indagación. El color rojoes uno que se asocia con la realeza y la monarquía -es común que se use en la vestimenta de los TresReyes- pero ésto no explica por qué Melchor llevamás ropa roja que los otros dos. El rojo es reconocidoen muchas culturas como el color excepcional en lanaturaleza y por eso llama mucho la atención ysobresale en el paisaje.25 También se usa para hacersobresalir lo que se quiere destacar: hacemos marcas,señales e luminaciones rojas para que atrapen laatención y obliguen a fijarse en lo señalado. Pareceentonces que nuestros santeros querían señalar aMelchor y hacerlo foco de atención. En Puerto Rico,dicen que “al negro le gusta lo colorao” así que noes extraño que la tradición asocie a un personajenegro con ropas rojas: también se hace con lasmuñecas negras de trapo, las madamas que con tantafrecuencia visten de rojo y que, al igual que Melchor,tienen la capacidad de despertar cariño y preferenciaentre mucha gente. Por otro lado, al sentenciar que“al negro le gusta lo colorao” en un país donde “elque no tiene dinga tiene mandinga”, podemos pensarhay una relación entre el componente negro denuestra personalidad colectiva y su aportación aldeseo general de llamar la atención, ser alborotoso,gustar de lo ardiente, preferir lo festivo y afirmar lavida -todo eso “al rojo vivo”- que caracteriza nuestracultura popular.

Lo anterior no es suficiente. Hay que tener encuenta que la protección de los Reyes Magos comosantos incluía la tradición europea de defender alcreyente de la hechicería, una necesidad tambiénapremiante y presente entre los sectores negros yafricanos de una población que seguía nutriéndosedel tráfico esclavista y también entre la poblacióngeneral. El catolicismo popular no era ajeno a lamagia ni a la brujería. Dice Teodoro Vidal: A la telaroja se le atribuye el mismo valor como auyentadorade los malos influjos, y de ahí que en el pasado erarelativamente común ver a personas llevando unpañuelo o retazo colorado alrededor del cuello o enel bolsillo de modo que se viera claramente.26 Estapráctica se extiende a las prendas de vestir, trajesinfantiles y almohadas, además de colocar un pedazode tela roja en un lugar muy visible de la casa. Vidaltambién apunta: Ya hemos visto cómo el Obispo dePuerto Rico, Fray Nicolás Ramos, en su carta de 1594al Rey de España, le informó que a los esclavossospechosos de brujería se les presentaban corales.Es posible que, por su color rojizo, se usaran encalidad de amuletos, como era tradicional haceren España desde tiempos inmemoriales.27

En Puerto Rico, la brujería se asocia más conlos negros y los territorios de mucha población negratienen fama de centros de brujería. Melchor, porser negro, debe conocer bastante de eso y, por sersanto, debe saber cómo contrarrestarlo. El uso delrojo como protección contra la brujería asume la

Ilust. 45: Florencio Cabán. Colección ICP #CS 99-1829.

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forma de prendas textiles en nuestra tradición. Lasropas que se le pintan a Melchor llevan el rojo coninsistencia y así aumenta el poder protector de laimagen en la creencia colectiva, aunque no sepercate el creyente particular que lo venera o elartesano tallador que lo pinta. Dicho de otra manera,la utilidad espiritual de un Melchor vestido con rojova más allá que la mera devoción católica: sirve paraproteger de hechizos y brujerías. Al afirmar esto, nopretendemos encajonar a Melchor en funciones quepueden resultar ajenas a muchos devotos. En cambio,resaltamos la plasticidad de los Reyes Magos paraadecuarse a diversas utilidades simbólicas yespirituales. Esta versatilidad ensancha los ámbitosde su pertinencia y le da mayor representatividadcultural. Melchor vestido de rojo es como un rosariohecho de camándulas: al objeto católico se le añadeun componente mágico y así aumenta su poder.

El rojo también es el color erótico porexcelencia. El clero español nunca perdió laoportunidad de señalar y condenar la intensapropensión de la gente puertorriqueña -especialmente los de piel más oscura- a los “pecadosde la carne”. La tradición boricua de los Reyes Magosincluye la narrativa y representación artesanal delas Tres Marías, quienes participaron de encuentroseróticos con los Reyes en los tiempos del Nacimiento.Además, los encuentros de la gente en festividadesreligiosas -promesas, vísperas de celebracioneslitúrgicas, fiestas patronales- y diversiones seculares-juras de la monarquía, trullas, bailes de bomba-eran oportunidades ampliamente aprovechadas paraentablar relaciones sexuales, especialmente porquesiempre incluían el baile, “la diversión másapreciable para estos isleños”, como dijo Fray IñigoAbbad.28 Los Reyes Magos con Melchor al centrorepresentaban esa religiosidad popular impregnadade diversiones paganas. Parte importante del interéspopular en los Velorios de Reyes era el encuentrode los sexos que la festividad facilitaba.

Un Melchor “vestido” de rojo y blanco va másallá. El lector debe considerar que en las culturasafricanas no se perciben los colores según las teorías

cromáticas occidentales de la descomposición de laluz.29 Estas culturas -que fueron tan influyentes enla nuestra- ven los mismos colores que ven los demásseres humanos pero los categorizan en sólo trescolores fundamentales: blanco, rojo y negro. Todocolor que se pueda reconocer es una manifestaciónde uno de estos tres. Existe un continuo que va delblanco al negro y el rojo es el centro. El uso de loscolores en las vestimentas es muy importante porquecada prenda de vestir posee una efectividad propiaque aumenta o disminuye la del usuario. La ropa esuna reserva de fuerza que muestra la energía vitalde la persona que la usa. Un ropaje blanco denotasuperioridad y glamor. El color blanco simbolizaarmonía y gozo y se asocia con los antepasados, elhogar y la abundancia. Las vestimentas rojas sonmás raras y se reservan para los reyes. Simbolizanel centro y el cénit, el temperamento, la pasión, lajusticia y la guerra. Todo ésto lo relaciona con eljefe-rey-guerrero. Las ropas negras son compulsoriaspara los que sufren tristeza o dolor. El negrosimboliza lluvia, vegetación, agua, duda y trabajo.De los tres, el rojo inspira más temor porque seasocia con el rayo, una interrupción inesperada dela comunicación entre lo celestial y lo terrenal. Másimportante, el continuo del blanco al negro pasandopor el rojo expresa la continuidad del ciclovital mismo: las personas recién nacidas sonsimbólicamente blancas como arcilla reciénmoldeada, se tornan rojas con la juventud comoarcilla cocida y con la madurez adquieren el plenosentido del color negro de la piel. La muerte se asociacon lo blanco porque es un reinicio del proceso dela vida que entonces evoluciona hacia lo negro quees la fertilidad.

El arribo forzoso de esclavos africanos lescolocaba en un proceso de aculturación aceleradapero no les borraba por decreto su visión africanadel mundo, especialmente en condiciones dedescuido en el adoctrinamiento católico. Vale la penapreguntarnos qué asociaciones haría esa gente conun rey que sus antepasados de piel oscura en la Islahabían diseñado favoreciendo la vestimenta roja y

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blanca y la piel negra. El personaje recogía latotalidad del simbolismo cromático africano del ciclovital y la organización social. Consideremos tambiénque la espiritualidad africana estaba abierta areconocer sus deidades en las deidades de otra gente,siempre que existieran visibles vínculos de semejanzaque sugirieran identidad. Pensemos que, de todaslas culturas africanas que llegaron al Nuevo Mundo,ninguna fue tan influyente como la Yoruba y que susorichas eran reconocidos como temas o arquetiposcomunes en otras culturas del África occidental.30

¿Habrá alguna relación entre un rey negro vestidode rojo y blanco y montado sobre caballo blancollamado Melchor, otro rey negro vestido de rojo yblanco y montado sobre caballo blanco llamadoChangó y un guerrero español montado sobre caballoblanco llamado Santiago que en el vodún haitianoes Ogún? En su investigación de la Fiesta de SantiagoApóstol en Loíza Aldea -en la que aparecen losafrocaribeños vejigantes enmascarados- RicardoAlegría encontró pistas oscuras y sugerentes: Entrelas culturas africanas, representadas en PuertoRico por los negros esclavos, la yoruba es la queparece haber dejado mayor influencia. En la religiónyoruba se destacan Ogún, dios de la guerra, yShangó, legendario rey que alcanzó la divinización,convirtiéndose en uno de los dioses más populares.Shangó es para los negros yoruba el dios del rayo,del trueno y de la tempestad, así como poderosoy valiente guerrero. En la escultura yorubafrecuentemente se le representa como un guerreroa caballo. Estos atributos que los yoruba adjudicana Shangó son muy similares a los de SantiagoMatamoros. Para los conquistadores españoles,Santiago no sólo era el Santo Guerrero que losprotegía en la guerra, sino que también se leconsideraba como el “Hijo del Trueno”, y con poderespara hacer descender fuego del cielo y aniquilar alos infieles. La semejanza entre los atributos de lasdeidades es tal, que bien pudo haber sido ésta lacausa por la cual la población negra de Loíza losfundiera...31 Los Magos persas eran sacerdotesdedicados al culto del fuego y durante la Edad Media

-ya transformados en los Tres Reyes de la Epifanía-brindaban protección contra las tempestades. EnLoíza, el “Hijo del Trueno” se multiplica en TresSantiagos. En Puerto Rico no se desarrolló unareligión de los orichas Yorubas pero eso no significaque fueran desconocidos entre nuestros antepasadosnegros. Esas “cosas de negros” nunca fueron muyimportantes para los cronistas. Hay mucho que quedóoculto en el desprecio a “las muchas boberías” quemanifestaban los negros en sus espiritualidades.

De tantas cosas que hemos traído a la atenciondel lector, lo mejor es retener lo siguiente. Uno delos elementos más llamativos de la manerapuertorriqueña de eleborar un lenguaje propio sobrelos Reyes Magos es la constante y a la vez cambianteprominencia del rey negro, que para nosotros esMelchor y para otros pueblos es uno u otro de losdos reyes restantes. Esto se expresó originalmenteen las tallas de nuestros antepasados santeros, enlas insistencias de la oralidad popular y en losceremoniales religiosos y/o festivos de la gente.Actualmente, la prominencia de Melchor es activoingrediente en las variadas manifestaciones de lacreatividad popular, al punto de que en gran partede las imágenes de Reyes que aparecen en PuertoRico podemos reconocer a Melchor pero entre losotros dos no sabemos cuál es cuál.

La persistencia de la presencia distingida deMelchor colocado en el medio y montado sobrecaballo blanco es muy abundante -aunque no seaunánime- y es una de las maneras en que la gentereconoce y afirma la presencia afrocaribeña ennuestra cultura. Esta referencia intencional haservido para incorporar muchas y nuevas manerasde expresar el carácter multirracial de nuestrapoblación en un lenguaje de orgullo que se opone alas también presentes manifestaciones del racismoen la sociedad puertorriqueña. Por eso no esexagerado decir que en Puerto Rico los Tres ReyesMagos han llegado a expresarse como Melchor y losotros dos Reyes Magos.

Cualquier intento por explicar y valorar estaconfiguración cultural debe tomar en cuenta una

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serie de procesos históricos de gran complejidad.No hay lugar para explicaciones fáciles ni espaciopara tergiversaciones interesadas. Tampoco hayrevelaciones finales porque los datos abundantes ysugerentes que tenemos son a la vez fragmentariose insuficientes. Sin embargo, esta realidad de lainvestigación no debe ser excusa para eludir labúsqueda del sentido histórico y de la valoracióncultural de la experiencia colectiva. La etnografía yla etnohistoria tienen aquí mucho trabajo querealizar.

La tradición de unos Reyes Magos con un Melchornegro y prominente apareció entre nosotros hacesiglos cuando la mayoría de la población era negray mulata. Formó parte de una religiosidad popularcontestataria ante un catolicismo institucional quedurante siglos impidió la entrada de gente de coloral clero. Se alimentó de una importante influenciaafricana en los modos de integrar variadoselementos de alimentación, medicina, música,adorno, festividad y espiritualidad. Se reforzó porla persistencia de un discrimen que forzaba laubicación de la gente de piel oscura en los sectoresmás pobres de la sociedad, de manera que lo negroy lo mulato fueron asociados insistentemente conlo popular. Se relacionó con conceptos popularesde cariño, generosidad y justicia dada la mayortolerancia racial que ha existido en las comunidadesde la gente pobre. Incluyó el fortalecimiento deasociaciones entre lo negro y lo festivo, lo sabroso,lo rítmico y lo “colorao”, todo lo anterior tambiéntraducido a los lenguajes de la forma y el color en laexpresión plástica. Todo esto es parte del imaginario-real de la cultura popular puertorriqueña porquelos Reyes Magos son una imaginación real de estamisma cultura. En nuestro país, el imaginario de lacultura nacional se sostiene en gran medida sobrela cultura popular y esto también convierte a losReyes Magos en símbolo nacional.

Ilust. 46: Anónimo. Colección ICP #CS 93-0765.

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“We must ride”, he saidthrough the sky“and bring Aguinaldosto them this night”.

But the other wise mensaid to Melchor“we have no more treasures,we gave them awayto all the children en la islato them all gifts we gave”.

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Durante el siglo 19, los puertorriqueños vivieron la continuidad de los procesoshistórico-culturales que he descrito aquí. Esa continuidad se sustentaba en la persistenciadel colonialismo, la esclavitud y la distancia de la Iglesia Católica respecto a las clasespopulares. La tradición de los Reyes Magos seguía viva y vigente pero se abrían otrosespacios de ubicación para sus devociones y festejos. El desarrollo económico de lacolonia, la ocupación de las tierras de la montaña y la fundación de nuevos municipios -todos procesos característicos del siglo 18- se intensificaron en el siglo 19, de manera quela colonia dejó de ser una arisca ruralía débilmente articulada a lejanos centros urbanosy se transformó en un sistema de haciendas y plantaciones que controlaban la mano deobra jornalera y esclava, integrado a un sistema de municipios y ciudades en los que seconcentraban los servicios gubernamentales y espirituales y donde crecía una clase deartesanos especializados en oficios diestros.1 Así se llevaba a cabo el acercamiento obligadode los anteriores espacios de la ocupación de la Isla: los móviles y cerreros de lacimarronería y el contrabando, y los sedentarios y afincados de las estancias y los poblados.

El campesinado puertorriqueño -fuera propietario, agregado o jornalero- habíaperdido la relativa independencia de sus antepasados y de una u otra manera se encontrabarelacionado, comprometido o subordinado al poder de los hacendados, propietarioslatifundistas que controlaban la vida rural combinando iniciativas capitalistas conmecanismos de dominio personalizado y semifeudal. Sus intereses de clase los oponíanen diversos grados al gobierno español y de ahí que su modo de vida incluyera actitudesy expresiones de afirmación puertorriqueñista y anticolonial.2 Para fines del siglo 19,una cultura hacendada -basada en la explotación de los jíbaros, la sujeción personal delacceso a la tierra, la deuda recurrente y la intervención en la vida cotidiana de loscampesinos con un lenguaje simbólico de generosidad, protección y “casa grande” defamilia ampliada y patriarcal- era la configuración dominante de la sociedad rural.

Para esos hacendados, la Fiesta de Reyes no era un despreciable jolgorio paganizadoni un peligro subversivo de gentes ignorantes y/o peligrosas sino una oportunidad deaprovechar el lenguaje del catolicismo para reforzar su autoridad sobre los trabajadoresrurales.3 El culto de los santos -con su énfasis en el cumplimiento de obligaciones ydeudas espirituales- se prestaba para utilizarlo como expresión espiritual de lasobligaciones y deudas que ataban al jíbaro a la autoridad del hacendado. Una Fiesta deReyes diferente, centrada en la casa grande de la hacienda, convocaba a los campesinosa congregarse a recibir el favor especial de los dueños de la tierra. El compadrazgohorizontal de la gente común se había complicado con el compadrazgo vertical entrejíbaro y hacendado y la nivelada obligación mutua de antes se transformaba en favores

Reyes jíbaros y hacendados

Los Reyes Poderosos4

Ilust. 47: Omar Dieppa, 2004.

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recibidos de parte del “padre de agrego” yagradecimientos esperados de parte del jíbaroempobrecido. Los hacendados eran entoncescomo Reyes Magos que otorgaban favores que sepagaban con sumisión [Ilust. 48-49]. Este procesode apropiación llegó a reflejarse en la expresiónartesanal: Este relieve en madera de los Reyes Magos,proveniente de Maunabo, se atribuye a HipólitoMarte Martínez, conocido popularmente como elMaestro Polo, (1866-1926). Dicho ejemplar muestraa los Reyes a caballo. Llama la atención, en estapersonalísima interpretación, la peculiar forma enque están vestidos los Reyes, que no corresponde ala manera tradicional. Visten traje masculino, conchaquetón abotonado hasta el cuello y pantalónlargo, la vestidura usada mayormente por loshacendados y estancieros de aquel tiempo.4

El calendario anual de conmemoracionesreligiosas y festividades populares se acomodabaa los requerimientos del calendario laboral yasí se vivía un tiempo de miseria y estrechezcorrespondiente a celebraciones de vírgenes y santosy otro tiempo más desahogado y abundante quecontenía las celebraciones más vinculadas a la vidade Cristo, aunque ambos eran fluctuaciones de una

permanente pobreza aguijoneada por el hambre, laenfermedad y la mortalidad.5 La Fiesta de los ReyesMagos llegaba en tiempo de cosecha y alivio, quetambién era tiempo de ajuste de deudas pendientes.Se comía mejor, se bailaba y cantaba, se comprabala muda de ropa: era el tiempo de reyar y se tratabade alargarlo lo más posible porque al efímerodesahogo le seguía el yugo del trabajo forzado. Paralos hacendados, la Fiesta de Reyes era tiempo dealegría y complacencia: la generosidad divinaquedaba confirmada en el encuentro festivo queborraba la distancia entre ricos y pobres en unareunión de paz y armonía, aunque de manera mássimbólica que real.6 El orden hacendado de las cosasquedaba públicamente justificado. Sin embargo, losagregados querían reyar más de lo que loshacendados consideraban prudente y surgíanconflictos de ausentismo laboral por prolongar lastrullas hasta las Octavas.7 Más que un desacuerdode calendario, era una diferencia irreconciliable: Elcampesino tenía el santo en su casa, e iba a laiglesia cuando podía. El hombre de negociostenía su santo en la iglesia, e iba allí en lasgrandes ocasiones. Para el campesino todo estabarelacionado: Dios, las lluvias, el crédito, los jornales,los gallos en Reyes; para el hombre de empresa todasestas cosas eran columnas separadas en su librode cuentas. No se mezclaba a Dios en los negocios.8

En las ciudades, las Fiestas de Reyes eran díasde alegría y alboroto, a veces desenfrenado. Larequerida musicalidad de los que visitaban en trullastenía su contraparte en la esperada generosidad delos pobladores acomodados que abrían sus puertasy se entremezclaban con los jíbaros descalzos enánimo de reyar. Otros pobladores aprovechaban parairse a reyar a los campos y con frecuencia seencontraban con trullas en los caminos: los pobresiban a pie y los ricos en carretas o caballos.9 Lasdiferencias eran muy visibles pero la fiesta permitíaun trato mutuo familiar y divertido. En la ciudadformábanse trullas de las diferentes clases sociales,que iban durante las primeras horas de la noche

Ilust. 48: Grupo Cabán. Colección ICP #CS 92-0695.

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cantando de casa en casa, al son de la orquesta ode instrumentos rústicos o campesinos del país,tiples, vihuelas, bordonúas, cuatros, güiro ymaracas, coplas especiales llamadas de aguinaldoal son de una o varias tocatas tradicionales, yusadas sólo en este caso. Eran obsequiadas conrefrescos y cenas; y así, de una en otra casa solíansorprenderlos la aurora bailando acá y allá, biencontradanzas y rigodones y otros bailes cultos ymundanos, bien seis, gato y ratón, zapateo, y elborococo, bailes rústicos del país. Estas costumbresabarcan toda una quincena o más entre octavas yoctavillas que pasan los campesinos entre ir y venir,y no trabajan, pidiendo aguinaldos. El observadoreducado -Alejandro Tapia y Rivera- establecelas distinciones de lo culto y lo “rústico” -que eslo popular- y no logra ocultar su acento a latransgresión laboral.10

Las autoridades, preocupadas por un pueblomuy deseoso de reyar en 1873 -el año de la aboliciónde la esclavitud- cuando están prohibidas, por elArtículo 18 del Título 1 de la Constitución, vigenteen esta Provincia, las reuniones al aire libre por lanoche, dicta las reglas de policía para permitir quela gente salga a reyar: 1. Se permiten las trullas deaguinaldo por las calles, según costumbre en lasnoches de las vísperas y días de fiesta que hayadesde esta fecha (31 de diciembre) hasta el 18 deenero inclusive, que es la Octava de Belén. 2. Lastrullas pueden cantar y tocar toda clase deinstrumentos músicos, pero de ninguna manerahacer ruidos que perturben al vecindario, y muchomenos golpear las puertas y ventanas. 3. Seprohiben los cantares obscenos o injuriosos.11 ¿Quémensajes tendrían los “cantares obscenos oinjuriosos? No sabemos qué transgresiones hubo elprimer Día de Reyes sin esclavitud en Puerto Rico.¿Cuántos negros recién liberados reyaron a travésde largas distancias nocturnas por primera vez ensu vida? ¿Cuántos tuvieron recelo de esa libertad?La antigua fiesta urbana en la que los esclavos podíanser “libres” un día empezó a decaer en los años

posteriores a la abolición de la esclavitud. Para finesdel siglo 19, la celebración de la Fiesta de Reyes habíadisminuido mucho en las ciudades, mientras su fuerzaaumentaba en los campos.

La sociedad patriarcal hacendada fue sacudidapor la invasión de Estados Unidos. Ante el poderíodel naciente imperio industrial norteamericano, elmundo hacendado era frágil y pronto las bases desu poder quedaron socavadas. Una incertidumbrede relaciones sociales deshechas, rebelionespopulares, penetración protestante, desastresnaturales, reorganización económica y controlmilitar agitó la vida de los puertorriqueños ysignificó crisis para unos, oportunidades para otros

Ilust. 49: Rafael Rivera Negrón. Colección ICP #CS 93-0860.

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y una nueva correlación de esperanzas y temorespara todos.12 En el mundo urbano, se ensancharonlas luchas obreras y crecieron las organizaciones detrabajadores. En el campo, se movilizaron lasesperanzas jíbaras y crecieron los movimientosmesiánicos.

Ante la atrayente oferta espiritual delprotestantismo y el mayor distanciamiento de unaIglesia Católica tan derrotada como el régimenespañol, el catolicismo popular reaccionó con unareafirmación del culto de los santos pero esta vezno fue suficiente tallarlos, venerarlos en altarescaseros y pagarles sus promesas. Un movimientopopular de predicadores carismáticos e inspiradospor los santos de su devoción salió a proteger losespacios espirituales del catolicismo entre la gentecomún. Los santos bajaron de sus alturas, seinstalaron en la palabra misionera de los HermanosCheo y movilizaron la ruralía. Pronto un reciénencumbrado clero católico norteamericano losdesautorizó y reprimió hasta someterlos a laautoridad eclesiástica. Esas primeras décadas delsiglo 20 fueron tiempos de masivo culto a los santospero esta vez no como domésticos protectores de lagente sino como militantes defensores de una fe enpeligro de transformación.13

El calendario de la vida y el trabajo -tan marcadopor las celebraciones religiosas- fue suplantado por

otro de evidente intención americanizante. Así seperdió el sostén público de las grandes festividadesde vírgenes y santos, que tuvieron que refugiarse enla lealtad que la gente les podía mantener. Aunquetodas estas fiestas permanecieron como parte de laliturgia católica, ya no tuvieron el refuerzo delrégimen para sostenerlas. La victoria más relucienteen este enfrentamiento de símbolos, fiestas ycalendarios fue la de los Reyes Magos, que pudieronmás que Santiago Apóstol, San Juan Bautista o laVirgen de Monserrate.

De todas maneras, los Reyes Magos tuvieron quecambiar. La presencia protestante, el desarrollocapitalista, la transformación de las solidaridadeslaborales, el catolicismo extranjero, la Navidad deSanta Claus y las nuevas aspiraciones de progresose fundieron en una creciente secularización de lavida diaria y una dependencia cada vez mayor delintercambio comercial como espacio de los bienes yservicios. La vida ya no se sustentaba sólo en favoresy solidaridades- fueran populares o patriarcales- yla posibilidad de supervivencia tomaba la formainapelable de tener dinero en el bolsillo.

En esas circunstancias, los Reyes Magos -quedesde mucho tiempo eran una identificación entreel pueblo y la santidad- se consolidaron comosímbolo hacendado de una puertorriqueñidadresistente a la americanización que se afirmaba en

Ilust. 50: Rafael Rivera Negrón. Colección ICP #CS 93-0860. Ilust. 51: Natalio Nieves. Colección ICP #CS 92-0101.

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valores asociados con la hispanidad de la gente.Frente a Santa Claus, el protestantismo, lasecularización y el comercialismo, los Reyes Magoseran un sostén de la tradición y la identidad nacional,ya no tan vinculada a festejos populares oscuros yamulatados sino más expresada en el lenguajesimbólico de los hacendados que, ya perdido supredominio económico, se afianzaban en sosteneruna resistencia cultural articulada y asumían el papelde conciencia moral de la nacionalidad.14

Un cambio visible e impactante fue ladesacralización de los Reyes Magos, que dejaban deser santos de devoción popular y se convertían enlegendarios personajes ricos y generosos deinsistente estirpe bíblica que no se especializabanen hacer milagros sino en traer regalos. Aunquecontinuaron las promesas de Reyes, las trullas y lasidentificaciones con Melchor, el significado de latradición se concentraba más en reyar en el sentidode parrandear, visitar y compartir en torno a unaimagen cada vez más festiva y menos devocional. ElDía de Reyes no fue tanto una inversión del ordensocial a favor de los oprimidos y cobró másimportancia la fiesta para los niños que esperabanregalos de sus padres y familiares. La elección entreregalar como Santa Claus o regalar como Reyes Magosexpresaba una posición cultural sobre la relaciónentre Puerto Rico y Estados Unidos.

Los Reyes son los papás

Estos son los tiempos tradicionales que todavíarecuerdan nuestros mayores. El pueblo desarrollóotros rituales de acogimiento del Día de Reyes. Sinperder el ánimo por las trullas y los aguinaldos, lavíspera del 5 de enero se dedicó menos a los veloriosdevocionales y más a prepararse para la llegada delos Reyes Magos que traían regalos a los niños. Segeneralizó la costumbre de preparar una caja conyerba, maíz y agua para los camellos. Esta ofrenda -tan ancestralmente pagana- desaparecía por la noche

y en su lugar aparecían los regalos de los Reyes. Laredefinición era fundamental. En su aspecto detradición infantil, los Reyes prefirieron venir encamellos más que a caballo, aunque no en todos loshogares. Estos Reyes tenían que ser muy ricos parapoder repartir regalos por todo el mundo y loscamellos cuadraban más con la imagen de la riquezaoriental que se asociaba a rutas de caravanas que setrasladaban por largas y fantásticas distancias. Elcaballo perdía terreno ante el automóvil y ya seasociaba con el atraso del mundo rural. Para losniños, el camello -tan exótico- era más coherentecon la magia lejana de los Reyes Magos.

La imaginación popular no perdió tiempo antelas innovaciones. La flor violeta de un bejuco queflorece en tiempo de invierno se convirtió en Florde Reyes y los niños la pusieron en sus cajas. Labuena conducta requerida para que los Reyestrajeran regalos era supervisada por ellos mismosdesde las alturas celestiales de tres estrellas de laconstelación de Orión y se enseñaba a los niños alocalizarlas y respetarlas. La misteriosa entrada ysalida de los Reyes Magos en habitaciones oscurasy cerradas se explicaba por su capacidad detransformarse en hormigas y colarse por las hendijas.Melchor mantuvo su centralidad asumiendo másgenerosidad que los otros dos y más atención a losniños pobres o desamparados.15

Según avanzaba el siglo 20, la imposición de unaimagen de Estados Unidos como centro mundial dela riqueza, el poder y el progreso -junto a lapenetración comercial arrolladora de las mercancíasnorteamericanas en Puerto Rico- aumentó y complicólas exigencias de regalos navideños. Santa Claus semostraba más rico y llegaba primero, doce días antesque los Reyes. Según las familias puertorriqueñaspudieron incrementar su nivel de consumocomercial, Santa Claus pudo eclipsar a los ReyesMagos. Los niños recibían regalos el 25 de diciembrey -si la familia podía- también el 6 de enero pero losregalos de Santa Claus eran más importantes ycostosos. La americanización, sin embargo, también

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trajo su carga de desengaños. Un complicadoprecio por el “progreso” -emigración, esterilización,contaminación, criminalidad, mantengo-cupones-cheques de ayuda gubernamental, militarismo,desempleo, adicciones- junto a una evidente erosiónde valores culturales considerados definitorios dela puertorriqueñidad, se juntaron para evidenciarque las cosas no iban bien bajo el colonialismonorteamericano. El nacionalismo insurrecto desafiólos fundamentos opresivos del régimen.

Una creciente disposición al anexionismopolítico en permanente confrontación con las fuerzasde afirmación puertorriqueña le dio forma políticaal transcurso de la segunda mitad del siglo 20. Afines de siglo, el conflicto se mantenía ardiente yapasionado pero ambos bandos se encontraron enla colindancia de un nacionalismo cultural que sesolidificó en los años 70 y no dejó de afianzarse cadavez más en la conciencia de la gente. La defensa dela cultura puertorriqueña adquirió tanta relevanciay urgencia que se convirtió en la ideología dominanteen el país: todas las opciones políticas se alinearona favor de una identidad puertorriqueña que,aunque logró establecerse como consenso nacional,no había superado sus contradicciones, debates,oposiciones e incertidumbres. Esa cultura -extendiday compartida por las Islas y la Diáspora- volvió enencontrar en los Reyes Magos una de las imágenescentrales de su identidad, expresión y significado.

Para entender ésto, tenemos que examinar laevolución de la expresión cultural de los Reyes Magosdesde la invasión norteamericana hasta loscomienzos del siglo 21.

Una cosa quedó clara a partir de 1898: el régimenno utilizaría el 6 de enero, Día de Reyes, paracelebrarse a sí mismo. Para eso contaba con el 4 dejulio, el Día de la Bandera, los natalicios de lospróceres norteamericanos y las celebracionescristianas de Thanks Giving y Christmas. La Fiesta deReyes quedaba entonces como tradición popular,aunque también adoptada y redefinida por loshacendados y sus herederos intelectuales. Esto últimogeneralizó la presencia de los Reyes entre todos lossectores sociales. Ante la inquebrantable voluntadpuertorriqueña de mantener el Día de Reyes comola fiesta más importante del año, el régimen tuvoque tolerar su vigencia. Además, los sectoresprotestantes que se dedicaban a la gestión misionerano elaboraron ninguna oposición especial: le dabanimportancia al fundamento bíblico de la tradición yasí la podían acomodar sin contradicciones. Incluso,la identificación de los misioneros protestantes conel trabajo manual y su disposición a acercarse a lacotidianidad de las clases populares urbanas y ruralesles llevó a admitir aquellas prácticas culturales queno representaban amenazas éticas o doctrinarias yasí evitaron condenar los instrumentos de la músicajíbara, por ejemplo.16

El componente afroboricua de la Fiesta de Reyesse mantuvo, aunque con menos aperturas. Desde lostiempos de la abolición de la esclavitud, el Día deReyes producía menos revuelos urbanos: menoscongregaciones alborotosas arropaban los espaciosde pueblos y ciudades. La identificación de la culturarural de los hacendados con la puertorriqueñidadresaltó la expresión rural de la Fiesta de Reyes.La oposición a las imposiciones culturalesnorteamericanas asumió muchas veces formashispanófilas y la negación de un papel protagónicoa la herencia africana en nuestra formación culturalera la norma aceptada. La muy difundida poesía

Ilust. 52: Juan Nito Cruz. Colección ICP #CS 97-1650.

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contestataria de Luis Lloréns Torres -El patito feo,por ejemplo- ilustra ésto claramente.

El catolicismo español mantuvo una considerablefuerza ideológica, especialmente en los sectoresacomodados de la población. Su racismo nohabía disminuído. Refiriéndose a gestionesgubernamentales iniciales del régimennorteamericano, dice Gervasio García en suComentario sobre el informe Carroll: El Comisionadorecoge, por ejemplo, el testimonio del Padre JuanPerpiñá y Pibernat, Gobernador Eclesiástico yVicario Capitular de Puerto Rico, cuyas palabrasexudan unas convicciones retrógradas y undesprecio a los criollos. Para el Padre Perpiñá PuertoRico es un país “muy inmoral” porque mucha gentevive como “moros”, sin casarse. Ante una preguntade Carroll señala que en Puerto Rico no haysacerdotes de color porque lo prohibe la constituciónclerical de España, admite que no sabe la razón delimpedimento pero recalca: “No considero que esdeseable ver gente de color con sotanas sacerdotalesadministrando los sacramentos y si fuera Obispojamás ordenaría a un hombre de color”. Paraapoyar esto último, arremete contra la aboliciónde la esclavitud -¡en 1898 y en un país de ex-esclavos, mestizos y descendientes de esclavos!-responsable de que a “la gente de color se le hayaconcedido muchas más libertades de las que debierarecibir y lo que no se le ha concedido lo hantomado”.17

Ante esta presencia continuada del discrimenracial, parece que la gente común todavía necesitabaa Melchor para abrirse espacio en el catolicismo. Larespuesta popular fue afirmativa, visible y audible.Este es precisamente el tiempo de mayor abundanciade cultos a los santos y santos tallados y Melchormantiene su negritud, su lugar central y su caballoblanco. Las celebraciones del viejo calendarioagrícola se complementan con el avance de otrascelebraciones más barriales y repetidas que festejanlos días de cobro de una población afroboricuaobrera que se reúne en sus comunidades urbanas y

costeras a tocar, cantar y bailar la plena: un espaciocultural que no disimula su seña caribeña ni sucercanía a un catolicismo alimentado de espiritismoy hechicería.18 Estas respuestas afroboricuas fueronsometidas luego a una digestión intelectualideológica y así se usaron para evidenciarlas supuestas bondades de la tolerancia racialpuertorriqueña, que admitía la presencia armonizadade un ingrediente cultural de procedencia africana.El portavoz más articulado de esta visiónacomodaticia a una política de consenso populistafue Tomás Blanco, autor de El prejuicio racial enPuerto Rico.19

A todo ésto, la Fiesta de Reyes fue acogiendo ensu seno una gran contradicción. El acento en ofrecerregalos a los niños había desplazado la centralidadde la fiesta hacia el ámbito familiar. Aunque todavíala festividad articulaba las relaciones comunitariasde trulla y promesa, el regocijo del día dependíacada vez más de la capacidad de los padres paracomprar regalos. Eso abría una incierta posibilidad:los que pudieran cumplir con el requerimientotendrían un feliz Día de Reyes y los que no pudierantendrían un día de gran infelicidad. La afirmaciónde la solidaridad se transformaba en la complejidadde la ilusión y la desilusión: la gente más pobre temíala llegada de una fiesta que quizás no podrían honrar,especialmente porque el bochorno de no tener

Ilust. 53: Santia Orta, 2003.

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regalos era una vergüenza pública. Es que laidentificación de la gente con los Reyes -que porsiglos había sido una metáfora de múltiples y flexiblessignificados- se hacía muy literal. No se trataba deque somos los Reyes Magos porque ellos expresannuestras identidades culturales. Se trataba de quesomos los Reyes Magos porque “los Reyes son lospapás”, es decir, los Reyes Magos no traían regalossino que los padres compraban regalos. Los que nopodían comprar regalos no podían ser Reyes Magosy eso desmoronaba todo un imaginario de la felicidadfamiliar. Así, la Fiesta de Reyes dejaba de ser unainversión niveladora y solidaria y se transformabaen una exhibición de las desigualdades sociales.

Esa forzada secularización de los Reyes debilitabasu santidad y así su culto decayó. En vez de rezarle alos Reyes, la gente pobre -católica, protestante oespiritista- le rezaba a Dios para que le consiguieradinero para hacer el papel de los Reyes. Elimaginario se debilitaba. La socialización de cadapuertorriqueño incluía una iniciación en lapreadolescencia cuando se descubría que “los Reyesson los papás”. Según pasaba el tiempo, la iniciaciónera más temprana, hasta que sólo los infantes vivíanla magia de los Reyes. La opción comercial favorecía

a Santa Claus porque -además de su prestigionorteamericano- su imaginario de renos, trineo,nieve y chimenea era tan extranjero y poco creíbleque facilitaba la admisión de que los padres eranlos que regalaban.

Los Reyes Magos escritos

Toda esta complejidad de imaginarios protegidos,cuestionados y desmantelados encontró expresiónen la literatura y la canción puertorriqueñas.Durante el siglo 19, la Fiesta de Reyes aparecíaincidentalmente en la literatura, más en su aspectofestivo que devocional. La religiosidad popular seubicaba en un incipiente costumbrismo literario -Manuel Alonso- o en la crítica sociológica: SalvadorBrau.20 La literatura obrera de comienzos del siglo20 resaltaba los aspectos negativos y enajenantesde los cultos populares y los asociaba al dominio declase.21 En cambio, los intelectuales procedentes delas clases acomodadas, especialmente los queafirmaban la cultura puertorriqueña, recurrían altema de los Reyes con frecuencia. En sus poemas,canciones y testimonios costumbristas se entretejíatoda la lucha cultural que he presentado en páginasanteriores. Juan B. Huyke -el Comisionado deInstrucción que acató y ordenó que el Día de Reyesfuera día escolar- se hizo niño para anunciar que ensu familia los Reyes traían regalos y diversiones enabundancia: Cuando allí los esperamos/ másjuguetes recibimos./ ¡Es tanto lo que gozamos!/ ¡Estanto lo que reímos! Manuel Fernández Juncostambién expresó la satisfacción de la ilusióncumplida: Llegan de noche con gran cautela/ ycuando nadie sus pasos vela/ al dormitorio delniño van. Virgilio Dávila se hizo portavoz deldesmoronamiento de la fiesta hacendada y,desamparado, lo equiparó a la destrucción de lapuertorriqueñidad: Ahora es igual que los otros/ elque fue nuestro gran día./ ¡Ay! ¡Madre Melancolía!/¡Que ya no somos nosotros! 22

Ilust. 54: Grupo Cabán. Colección ICP #CS 92-0626.

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María Teresa Babín insiste en el significadoesencialista de la fiesta: Entre las tradiciones delpaís ninguna ocupa un lugar más importante quela celebración de las Navidades. El día de Reyes ylos días consecutivos hasta las Octavas de Belén,tenían en el pasado mucho más esplendor que enel presente. Los niños recibían sus regalos el díaseis de enero al amanecer, y la Epifanía erarealmente la Navidad de la Isla.23 En un tono máspoético, ¡A cantar conmigo, niños míos! ¡A buscaryerba, maíz y agua para los camellos!... Pondré micaja vacía junto al manojo de yerba fresca debajode la cama. Se volverán tan pequeños que podránentrar sin trabajo por las rendijas y las persianas,como han entrado por los siglos de los siglos...24

Haciendo honor al título Fantasía boricua, Babínasegura que los niños vuelven a jugar con los juguetesviejos, muñecas de trapo y caballo de palo de escoba,y así proyecta su propia nostalgia de tiempos idos.La niña busca las muñecas que nunca mueren, lasque los Reyes no llevan al portal, la muñeca de trapoy de cabecita de losa que se compran en la Plazadel Mercado en Ponce, muñecas negras y blancasque saben barrer...25 En Los aguinaldos del infante,Tomás Blanco eleva los Reyes Magos a tales alturasde pureza poética que existen en otra realidad nomaculada por incidentes mestizos.

Las memorias costumbristas -con sus acentos deficción o biografía- nos permiten captar la pluralidadde experiencias que recogía la Fiesta de Reyes.Carmen Luisa Justiniano nos ofrece su vivenciapersonal que retrata la carga emocional de ilusión yrealidad que invadía la vida familiar.26 Al fin llegó elfin de aquel año y llegó Navidad, y también lacelebración o fiesta de Reyes. Yo me sentíaterriblemente emocionada. Las tiendas estabanabarrotadas de juguetes, pero más que nada depreciosas muñecas grandes, que me traían sinsentido... Así que aquella mañana de Reyes medesperté y de un salto caí sembrada debajo de lacama donde había puesto la hierba en unacaja para los caballos, según la tradición.

Verdaderamente que allí había una muñeca, perono una grande como la que yo esperaba, sino unadiminuta y flacucha muñeca de trapo con cara,manos y pies de loza. La levanté de la caja, la tanteévarias veces y las ganas que me dieron fue derestrallarla contra el piso. “¡Qué buena porquería!”grité enojadísima. La niña lloró, salió corriendo,luego llegó a la hacienda donde los niños tenían“muchos y buenos juguetes” y más tarde regresó asu casa preguntándose por qué los Reyes atiendenmás a los niños ricos que a los pobres. Sus pobrespadres inventaron explicaciones consoladoras sinéxito alguno por lo cual se me metió en la cabezaque algo andaba mal con nosotros que los Reyes nonos tenían en cuenta. Al año siguiente, los padreshacieron grandes sacrificios y compraron la muñecadeseada pero la noche de Reyes la niña se quedódespierta y vió a su madre colocar el regalo en lacaja. Al darse cuenta de la realidad, la invadió unafuerte emoción de culpa y angustia: ...me sentí laniña más indeseable y más miserable del mundo.Ante todo, que yo no era una niña grata o buena,tanto que mis propios padres tenían que comprarmeuna muñeca por trasmanos, porque los Reyes nome tenían en cuenta. Al otro día, los padres hicieronel ritual de gozoso asombro ante el regalo “quetrajeron los Reyes” pero la niña había perdido lailusión para siempre y no logró disfrutar el regalo.Aquí no hay lugar para la “fantasía boricua” de Babín.La fantasía de una ilusión imaginada se desmoronaestrepitosamente y con ella se pierde la inocenciade la niñez. La metafórica fe en la magia se haconvertido en el desengaño más literal. De maneraharto elocuente para la complejidad que quierodestacar, Justiniano también narra otro episodio:...en nuestra casa también se acostumbrabacelebrar promesa a los Santos Reyes. Las promesasa los santos eran muy comunes entre la gente demi tiempo. Yo diría que quizás por ser los tiempostan difíciles, hacía que la gente buscase enqué apoyarse, para buscar paz y consuelo entanta apretura. También los reunía en ratos de

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camaradería y expansión. Muchas veces buscabande donde no había para llevar a cabo talescelebraciones. La solidaridad comunitaria se aferraa su espacio ancestral, mientras la nueva exigenciacomercial desgarra el imaginario de la tradición.La coexistencia de ambas no podía prolongarseindefinidamente y se resolvió con la decadencia dela Promesa de Reyes.

Jose M. Paraliticci localiza su memoria en el otroextremo, el de la conciencia moral hacendada enposición de dominio social. En su relato Sucedió unDía de Reyes, nos presenta una familia de agregados-estereotipada y predecible- en la zona cafetalera,cuya miseria les hace temer la llegada de la Fiestade Reyes.27 El autor, condolido por la pobreza deuna gente tan trabajadora, establece el marco moralde su historia: Y llegó la víspera de ese gran díapara los niños, que para muchos también es día desufrimientos, desengaños y egoísmos. El padre seenreda en su desesperación y propensión al vicio,juega el poco dinero que tiene, lo pierde y luegointenta matar al amigo que le ganó, pero searrepiente. La desolación derrota la esperanza peroentonces la justicia del orden social prevalece al otrodía: A la distancia ven venir al mayordomo de lahacienda cantando aires de Navidad... –“¡Buenosdías! ¡La paz esté con ustedes y que los Reyes Magoslos bendigan en nombre del patrón y la patrona y

también en el nuestro! Aquí les traigo lo que losReyes dejaron en casa del patrón: juguetes paralos niños, para usted don Antonio esto, para ustedDoña Carmen esto otro”... La misericordia de Dioshabía tocado tan profundamente los corazones detantos ese Día de Reyes que ninguno de ellos jamáslo olvidaría. El final feliz constata la desigualdad:Los Reyes bendicen “en nombre del patrón y lapatrona”, el mayordomo confirma el ordenjerárquico, los Reyes no llegan a la casa y prefierenusar un intermediario, la familia sigue incapacitadade cumplir su obligación ritual, todos están felices yconformes con la “misericordia de Dios” y el ordenhacendado impone su moralidad protectora.

Herminio Lugo escribió dos narraciones quenos adentran en la Fiesta de Reyes: una recoge lavivencia popular y otra la celebración de la clasedominante.28 Primero relata un suceso de 1906 enSan Germán titulado Dr. Harris y los Tres ReyesMagos. Se trata de un misionero presbiteriano quese establece en el pueblo y recibe su primeraparranda de Reyes. El norteamericano la atiende congenerosa hospitalidad y obsequia un peso por cadauno de los Reyes tallados en madera que portan losvisitantes. La descripción del evento es rica endetalles y comprueba la vigencia de la tradicióndevocional en la época: Sobresalía en el grupo elque portaba la casa donde estaban los Tres Reyes

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Magos, tallados en madera y montados a caballo.La caja estaba hecha de madera liviana y pintadaa colores por fuera y blanco por dentro. Los Reyesestaban decorados con flores a colores de papelcrepé. Frente a las imágenes había una velaencendida cuya tenue luz permitía observar elimprovisado altar aún cuando fuera de noche. Lacaja de los Reyes se mantenía en posición debido auna gruesa rosca de saco que reparaba la cabezadel portador del piso de la caseta. Por la experienciaadquirida, este hombre no tenía que sujetar la cajaaunque estuviera caminando, los Reyes siempremantenían su posición vertical. El autor, sinembargo, también se interesa en retratar la jaiberíapopular de entonces: La parranda salió alborozadade la casa de los misioneros. No tuvieron queseguir cantando porque en la primera paradahabían sacado más dinero que en una semana deparrandas en el pueblo. Al otro día la millonariaexperiencia corrió de boca en boca entre loshabitantes de la Villa de San Germán. Ante tanespléndida paga, es natural que aparecieran otrasparrandas para aprovecharse de la bonanzaeconómica que los misioneros americanos ofrecían.Así llega otra parranda a la casa del misionero peroeste demuestra ser más jaiba que los interesadosvisitantes y, sin dejar de ser hospitalario, los atiendesólo con jugo y galletitas. El autor logra así dejarmemoria de la tradición vigente, la irrupción dela economía monetaria y la tolerancia religiosaprotestante respecto a la Fiesta de Reyes, a la vezque moraliza sobre el interés económico y ladevoción religiosa.

En otra narración titulada Una promesa a losTres Reyes Magos, Lugo describe la promesa de unrico empresario azucarero quien, además de cumplircon su obligación religiosa, aprovechaba paracelebrar con ostentación su prosperidad sustentadaen la explotación del proletariado agrícola: Con unosterrenos extremadamente fértiles y con los sueldosbajos que entonces se pagaban (sesenta centavospor un día de trabajo de seis de la mañana a seis

de la tarde) fueron factores importantes para hacerque su capital siguiera incrementándose hastaconvertirse casi en millonario. La manipulación delimaginario de los Reyes es lo que distingue esterelato. En los corrillos del barrio se decía que el tíoJuanito se había sacado un entierro de varias botijasde monedas de oro... Según el mito, cuando se leapareció el espíritu del finado para decirle dondeestaba el tesoro, el disfrutar del dinero conllevabala celebración anual de una promesa a los TresSantos Reyes... Según decían, con esa inyeccióneconómica él fue comprando pequeñas finquitas yañadiéndolas a sus ya extensos cañaverales. Comohe dicho varias veces, la imagen de los Reyes Magosposee tanta plasticidad que puede acoger en sulenguaje las complejidades de la historia y lacultura puertorriqueñas. ¡Hasta los procesos deproletarización y acumulación de capitales durantela cañaveralización de Puerto Rico bajo dominionorteamericano pueden traducirse al lenguajesimbólico de los Reyes Magos! El mismo imaginariotiene cabida para mitificar el orden social de losdueños de haciendas cafetaleras y los dueños deplantaciones cañeras. La religiosidad de los Reyesse acomoda al ejercicio del poder económico ycultural de la clase dominante: Todas las nochesdesde el viernes al domingo el público afluía a pie,a caballo, en coches tirados por caballos y enalgunos casos venían en carro de ruedas tiradospor bueyes. Y entonces se prendía la tradicionalfiesta religiosa. Venían los mejores cantores de laregión y se improvisaban aguinaldos y décimas alos Santos Reyes frente a un altar bellamentedecorado en la sala de la casa. La tía Mina recibíaa los visitantes sentada en un sillón desde dondeella daba las órdenes para que la actividad fluyeraeficazmente. ¿Cómo se traduce la lucha obrera allenguaje simbólico de los Reyes Magos? Recuerdoque un año, por razones que ignoro, la promesa nose efectuó como era la costumbre. La noche cuandodebiera empezar la promesa, todas las plantacionesde caña del tío Juanito fueron devoradas por un

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voraz incendio. No se sabe si esto fue sólo unacoincidencia o si el fuego fue iniciado por alguiencon premeditación y alevosía. La ciudadanía deaquellos días rumoreaba que esto había sido uncastigo del finado por no haber cumplido con laencomienda de celebrar la promesa a los Tres SantosReyes. El fuego de una estrella sagrada quemó unavez a Melchor y eso se explicó como un castigo quejustificó la inferioridad de la negritud. El fuego deun jacho obrero quemó una vez un cañaveral y esose explicó como un castigo por no cumplir unapromesa de Reyes. Es significativo que los ReyesMagos de la época, en su expresión artesanalpuertorriqueña, a veces no portaban regalos sinojachos encendidos. Así, fueran los Reyes o losobreros, el autor del incendio es el pueblo. Lanarrativa es tan abierta, que nos permite movernospor muchas rutas de imaginación.

Para mediados del siglo 20, el deterioro de latradición de los Reyes Magos era palpable. CuandoPablo Garrido se dedicó a recoger las informacionesorales de la gente común que publicó bajo el títuloEsoteria y fervor populares de Puerto Rico, sóloencontró datos fragmentados y escasos.29 Unainvestigación más profunda le hubiera permitidoecontrar una memoria más abundante pero de todasmaneras era una memoria despedazada. El Gobiernotuvo que intervenir para evitar que empeorara lasituación. Eventualmente, la División de Educacióna la Comunidad, como parte de sus publicacionespara la educación popular, produjo el Libro deNavidad, trabajado por René Marqués y Pedro JuanSoto, diseñado por Rafael Tufiño e ilustrado por losmejores artistas puertorriqueños de entonces, comoIsabel Bernal, Tony Maldonado, Carlos Raquel Riveray el mismo Tufiño, entre otros.30 El libro incluyetextos bíblicos e intenta dar respuestas históricas ala leyenda de los Reyes, aunque incluye datosincorrectos y da por históricas explicacionesparciales y legendarias de fuentes cuestionables.Incluye un poema sobre la pobreza de los niños queesperan por los Reyes, una explicación del origen

de las tarjetas de Navidad, una reproducción deltexto de Manuel Alonso sobre las trullas de Reyes yotro texto de María Cadilla sobre los villancicos.También incluye aguinaldos y cantares navideños.Fuera del libro queda la tradición artesanal de losReyes Magos, y la predilección por Melchor se diluye:En Puerto Rico ha sido costumbre tomar a Melchorpor el Rey Negro. Enseguida se cita un documentoantiguo para refutar la costumbre y afirmar que elnegro es Baltasar, a pesar que la multiplicidad deleyendas sobre los Reyes se sostiene sobredocumentos contradictorios. Se nota un esfuerzo porexpresar la tradición puertorriqueña como expresiónde una hispanidad general y esto se refuerza con lainclusión de un autor cubano y una autora mejicana.El libro que quiere contribuir a rescatar la tradiciónpuertorriqueña de los Reyes se fundamenta en unavisión fragmentada de esa misma tradición y asíexpresa el mismo deterioro que pretende subsanar.Recientemente, algunos de los textos del Libro deNavidad fueron traspasados al cuaderno Navidad enPuerto Rico que se vende en tiendas de efectosescolares.31 Así se mantiene y reproduce la defectuosaliteralidad en los ambientes escolares del país.

Quiero distinguir tres publicaciones que, cadauna a su manera, consiguen ubicar el asunto latradición de los Reyes Magos en contextos histórico-sociales amplios y complejos. Nadie ha logradoexpresar con más profundidad emotiva el sentirpopular sobre los Reyes Magos que Abelardo DíazAlfaro. Una selección de textos suyos, publicadospor el Instituto de Cultura Puertorriqueña comoEstampas navideñas, contiene lo más afinado de estavoz nacional sobre la tradición que considera másdefinitoria de nuestra cultura.32 Una constantecontraposición de la Navidad espiritual tradicionala la comercializada Navidad actual, le permiteexaminar la importancia de los Reyes Magos comoexpresión de un modo de vida puertorriqueño y deuna preocupación por la desigualdad y la injusticia.De toda esta búsqueda de sentido puertorriqueñoemerge la figura de Melchor como cuestionamiento

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al discrimen: ¿Por qué? ¿Por qué? Si la noche esnegra y está llena de luceros blancos... Negra es latierra y da el fruto rubio. ¿Por qué? Si uno de losreyes que acudió al pesebre era negro. Negro comoel ala del mozambique. Y allí lo tenía Tino, en larepisa del aposento, junto a dos reyes blancos. Él,un día lo oyó decir: Yo quiero que ése sea el rey quele ponga juguetes a mi hijo. Le voy a pedir confervor... Un niño espera que lleguen los Reyes: Elniño se quedó mirando las tres estrellas de Orión...Tres estrellas. Una para cada rey. El sabía queMelchor llegaría hasta su cuna… Y se le quedó enla mente sólo una estrella. Una estrella másapagada que fulgía como los azabaches, como latierra negra a la luz del sol que descendía de loscielos limpios de Guadiana. Una estrella. Y de ellasurgió un rey moreno, un rey de tez opaca como lascuentas del rosario, de barba negra y lustrada comoel ala del mozambique. Se le fueron cerrando lospárpados y se quedó dormido con una sonrisa decomplacencia en los labios abultados. Ahoracaminaba en el sueño. Se desprendía el rey morenode la última estrella de Orión. Mientras tanto, enun lugar de Estados Unidos se escuchan lasmaldiciones de los blancos contra los negros y DíazAlfaro las incorpora. Melchor no es sólo una ilusióninfantil. Es una advertencia contra el racismo y unaafirmación de una puertorriqueñidad que incluyenegrura. La misma identificación de los Reyes conlas estrellas de Orión y de Melchor como el másgeneroso de los tres la encontró Ivonne Lange en suamplia investigación sobre los santos domésticos enlos años 70. La misma importancia central de laFiesta de Reyes entre el campesinado había sidodocumentada en las investigaciones de un equipode antropólogos bajo la dirección de Julian Stewardque se publicaron como The People of Puerto Ricoen 1956. La misma presencia central de la Fiesta deReyes aparece en los testimonios de ancianosviequenses que recuerdan los tiempos de lasexpropiaciones por la marina de guerra de EstadosUnidos en los años 40.33

Andino Acevedo es autor de ¡Qué tiemposaquellos!, un libro excelente donde -al narrar suhistoria personal- recoge al detalle el modo de vidarural que le tocó conocer.34 Es un libro de memoriasabarcador y extenso, narrado sin nostalgiasendulzadoras, que comunica la fuerza espiritual deun pueblo para sobrellevar la pobreza y la injusticiasin perder la alegría de vivir en comunidad. Estambién una denuncia de los “tiempos pasados” yde la ofuscación de la memoria idealizada que sepierde en la añoranza y esconde la dureza de laopresión. Por eso, su relato de la Fiesta de Reyesqueda insertado en la mirada amplia de la sociedadgeneral, con una constante preocupación pormostrar la solidaridad vital del pueblo común: Eranlos dos días en que las lomas y los caminos se veíanmás concurridos de gente. Las mascaritas oinocentes se cruzaban por doquiera y las visitas alos compais se proliferaban. Las muchachas queno bailaban porque su padre no se lo permitía, porlo menos cantaban en coro en las parrandas y los

Ilust. 56: Estampas navideñas, 1998.

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velorios. Muchachos, jóvenes, viejos, todos, nosdivertíamos en esos días más que en el resto de laNavidad... En la promesa había la condición de ircantando casa por casa un aguinaldo con los tresReyes Magos en una tablita, y una música, que aveces era un cuatro, una guitarra y un güiro, osimplemente una guitarra sóla con un güiro. En lascasas que se cantaba, el dueño o la dueña de lacasa daba tres a cinco centavos al terminar elaguinaldo que le cantaban en el batey. Nadie debíadar menos de tres centavos, ya que según aquellascreencias, se le debía dar no menos de un centavopor cada Rey, y si se daban dos centavos queríadecir que no se tenía en cuenta uno de los Reyes.Una de las mejores aportaciones de Acevedo esmostrar cómo la gente incapaz de cumplir con todaslas obligaciones rituales de las celebraciones se lasingeniaba para ejecutar versiones alternas quemantenían el espíritu mandatorio de religiosidad ysolidaridad.

En su relato La beatificación del santo, EdwinCuperes se inspira en la vida de su tatarabuelo, untallador de santos de renombre de principios de siglo20. La ficción que construye es valiosa porque semete en la interioridad de los habitantes rurales dela época y los retrata no sólo en su lucha contrala miseria imperante sino en su ubicacióncontradictoria entre la religión católica y la

intrincada trama de sus anhelos y pasionespersonales. Además, elabora con aguda penetraciónel conflicto del tallador que se enfrenta a las nuevasimágenes de yeso que invaden el mercado devoto.Con un lenguaje de gran riqueza expresiva y sinacercarse para nada a un costumbrismo nostálgico,Cuperes nos ofrece la universalidad de sus personajescolocada en la urgencia de su tiempo y laespecificidad de los asuntos del oficio artesanal:Hasta él mismo aceptaba que aquellos santosaparentaban una imagen más cierta de susinspiradores en el cielo que sus acicalados santosde varilla. Bartolomé se sintió feliz por la firmedefensa de su oficio ante el benefactor de lamojigatería extranjera... Temiendo un milagroinfortunado, como el concedido al espíritu de donIsidoro Cuarteno, Bartolomé se aprestó a finalizaresa misma tarde el barnizado de los Santos Reyes.Vació en el mortero el sobrecito de barniz copal,agregó la justa cantidad de agua y machacó ladisolución durante diez minutos. El producto fueun líquido ambarino, algo más denso que el aceitede huevo, que al llegar a las manos de Melchor sehabía agotado. Los encargos de la gente, el pago enescasos comestibles, la falta de materiales y,sobretodo, los abismos existenciales de las personasque buscaban protección de los santos, todo seaglomera al momento de tallar, pulir o pintar. Esterelato no ha tenido la difusión que merece y aquíconsigno lo especial de su punto de vista.

La renovada apreciación de las artes popularesque inició el Instituto de Cultura Puertorriqueñaen los años 50, tuvo el efecto de estimular lainvestigación y así se ha ido conformando unaliteratura académica sobre los santos y la religiosidadpopular. No voy a reseñarla aquí porque a travésdel libro aprovecho sus aportaciones según eltema específico que se trate. Aunque todavía lainvestigación está en etapas iniciales y falta muchopor estudiar, quiero señalar cuatro autores cuyotrabajo ha incluido investigación y reflexión sobreel tema específico de los Reyes Magos. Teodoro Vidal

Ilust. 57: Anónimo. Colección ICP #CS 99-1775.

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ha realizado extensas investigaciones de campoque ha ido publicando a través de los años y queconstituyen fuentes obligadas. Este libro exhibeclaramente su deuda con Vidal. Ivonne Langue hahecho la investigación más meticulosa sobre el temade los santos e incluye una amplia sección sobre losReyes. Lamentablemente, esta obra especial sólo estádisponible en impresos de microfilm, lo que nopermite aprovechar sus numerosas ilustraciones.Doreen Colón Camacho ha aportado una necesariaincursión en la presencia del tema de los santos enlas artes plásticas puertorriqueñas, aparejada de sucuidadosa curaduría de exposiciones relacionadas.29

Una de esas exposiciones, con su correspondientetexto de detallada elaboración, estuvo centrada enel tema de los Reyes. Ángel Quintero Rivera hadesarrollado importantes contribuciones al estudiode la etnicidad puertorriqueña y es en ese ámbitoque se ha ocupado de los Reyes Magos como imagenrepresentativa de la historia y cultura popular.38

En el año 2001, otra vez bajo el auspicio delInstituto de Cultura Puertorriqueña, apareció elprimer libro dedicado exclusivamente al tema delos Reyes Magos. En Los Tres Santos Reyes Magos enla religiosidad popular puertorriqueña, José LuisMillán recoge la inspirada variedad de su gestióncomo promotor de la tradición de los Reyes: artesanotallador, pintor popular, compositor de trova jíbara,mantenedor de promesas de Reyes, documentadorde las tradiciones de Reyes de su comunidad yestudioso de la historia de esta tradición en la culturaoccidental y la puertorriqueña.39 El libro haceaportaciones relevantes y presenta materialesdiversos en distintos niveles de profundidad. Dadasu posición creyente personal, Millán está másinteresado en participar de manera informada ycreativa en la tradición y en educar sobre surelevancia que en elaborarla teóricamente. Millántambién ha producido dos recopilaciones grabadasde trova jíbara de Promesas Reyes.

Ilust. 58: Familia Orta, 2004.

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Una abundante trova jíbara navideña harecogido durante décadas la identificación popularcon las Fiesta de Reyes. Paralelamente, losvillancicos y canciones tradicionales se hanmantenido en la memoria navideña del país. La trovajíbara ha insistido en glorificar la tradición de losReyes por su valor cultural, religioso y comunitario:se le canta a la alegría compartida, la ansiosa esperapor la festividad y el placer de conocerla ypracticarla. También se advierte sobre la disoluciónde la tradición por influencias extranjeras y contrala intromisión de Santa Claus. Sin embargo, másatendido que todo ésto es la narración misma de lahistoria de la Epifanía, con lujo de detalles bíblicos,apócrifos, ficticios, legendarios, puertorriqueños ypersonales de los trovadores. En este sentido, esnotable y pertinente en nuestro estudio la valoraciónsuprema de la estrella como símbolo de la Epifaníay del carácter sobrenatural y mitológico de toda lanarrativa.

A las recopilaciones pertinentes de TeodoroVidal, Ricardo Alegría, Pedro Escabí y Pedro Malavet,hay que añadir los cancioneros navideños que

año tras año reúnen los cantos tradicionales ylos comerciales en un mismo repertorio.40 La fuentemás directa de estudio es la celebración navideñamisma que hoy día disemina por todo elpaís innumerables canciones y trovas, muchasimprovisadas, en ambientes de renovadoapasionamiento por la música campesina. Unafuente más organizada está en el muy amplioconjunto de grabaciones disponibles de trovadoresilustres como los Hermanos Morales Ramito, Moralitoy Luisito, Chuíto el de Bayamón, La Alondra, LaCalandria, Germán Rosario, Luis Miranda, ToñínRomero, Joaquín Mouliert, Juan Pablo Rosario,Arturo Santiago, El Topo, Alfonso Vélez, Nito Méndez,Odilio González, Luz Celenia Tirado; junto a larenovada trova de Andrés Jiménez, Luis Daniel Colón,la Familia Sanabria y tantos más. En su poesíamusicalizada, el tema de los Reyes ocupa su lugardentro del temario amplio que cada uno maneja.

La vitalidad de la trova puertorriqueña serenueva constantemente en los concursos detrovadores que estimulan la creatividad y la destreza,en la promoción de una bullente trova infantil y enla diseminada trova de la Diáspora en EstadosUnidos. Hago mención especial de Andrés Jiménezporque ha querido consignar en su trabajo lavariedad del tema de los Reyes en la inspiraciónpuertorriqueña [Ilust. 59]. Así, se desplaza entre laparranda convencional, la narración bíblica segúnLuis Cajiga, La Elegía de Reyes de Virgilio Dávila y laidentificación nacional de William Pérez, todo comoparte de su apasionada identificación con la EstrellaSola. Con todo, es la continuidad nombrada oanónima de un pueblo, unos reyes y una estrella, loque más nos importa: De tierras lejanas/ venimos averte/ nos sirve de guía/ la Estrella de Oriente./ Ohbrillante estrella/ que anuncias la aurora/ no nosfalte nunca/ tu luz bienechora.

Ilust. 59: Luis Cajiga, 2001.

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So the wise Melchoron his white horsecontemplated and prayedand then he said to the wise,“bring them historybring them songbring them zapatos de arco-irisso they may walkto the future with dignity”.

And so los Tres Reyes Magosmounted three Paso-finosand rode towards the norththrough the heavensthrough the nightguided by the stars light.

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Todo lo que aquí he presentado es útil y necesario para entender la cultura de losReyes Magos como puertorriqueñidad expresada. Sin embargo, es en la expresión visual-artesanal y artística- donde más encontramos lo que la gente quiere expresar sobre suidentificación con los Reyes. La cuantiosa producción artesanal tradicional y la menosabundante producción artística sobre el tema hasta mediados del siglo 20, ha dado lugara una explosiva efervescencia creativa, especialmente desde los años 70 hasta hoy. Sussemejanzas y diferencias respecto al pasado que las inspira son esclarecedoras de laactualidad vital de los Reyes Magos para la gente puertorriqueña.

El siglo 20 puertorriqueño se inició con una nueva situación de hibridación culturalsustentada en el poder militar de Estados Unidos. Para algunos sectores sociales laimposición cultural norteamericana resultó aplastante y arrolladora, mientras para otrossu presencia fue más tangencial e indirecta. De todas maneras, el país ya no se regía porlos mismos poderes y la intención del nuevo poder colonial del norte era transformar lasociedad conquistada en una más apta para insertarse en un modo de vida “americano”.Desde el punto de vista religioso, ésto significó una creciente presencia del protestantismoen la cotidianidad puertorriqueña, junto a una fuerte tendencia a la secularización demuchos ámbitos de la vida social.

Las primeras décadas del siglo 20, fueron tiempos de religiosidad híbrida, no en elsentido del mestizaje colonial español, sino en la apertura legal de opciones religiosas alas que la gente se acomodó de variadas maneras. El catolicismo popular -centrado en elculto a los santos y apertrechado en la ruralía- percibió una amenaza entrecruzada quese manifestaba en la presencia de misioneros protestantes, la ingerencia de la jerarquíacatólica norteamericana y el desafío de la vida secular más abarcadora. La reacciónpopular más visible fue la aparición del movimiento de los Hermanos Cheos, cuyaresistencia abierta a un nuevo orden que ellos entendían como caos y desorden se traducíaen un renovado culto a los santos que, mientras mantenía y tensaba sus lazos con lareligiosidad tradicional, se impregnaba de influencias pentecostales en la inspiracióncarismática y la predicación comunitaria de los inspirados misioneros.

La producción de santos de palo se incrementó en respuesta a la intensificación de ladevoción católica popular y luego fue decayendo según la jerarquía católica suprimía laautonomía de los Cheos y los sectores populares se abrían al pentecostalismo. Paramediados de siglo, la presencia artesanal de los santos de palo había disminuidodrásticamente, aunque se mantenía viva entre los habitantes rurales más apegados a latradición católica. Gran parte de los todavía devotos fieles católicos habían adoptado lasimágenes comerciales de yeso, que luego evolucionarían a plástico. A la menguada

Los Reyes vistos y los escondidos

Los Tres Regalos5

Ilust. 60: Beatriz Nazario Torres, 2004.

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producción de las rústicas tallas populares se añadióla deliberada destrucción de santos entre losconversos al protestantismo que los veían comomuestra del pernicioso culto a las imágenes que losseparaba tajantemente del catolicismo.

Durante los años 50, como parte de una actitudde preocupación y activismo respecto a los valoresculturales de una puertorriqueñidad que seconsideraba amenazada por la americanización quela industrialización estimulaba, los santos de paloempezaron a verse como cultura puertorriqueña, aligual que otras artesanías, músicas populares ytradiciones festivas. A los pioneros esfuerzos dealgunos coleccionistas precursores, se añadió unapolítica oficial de revitalización y rescate centradaen el ICP.1 Así hubo una extensa búsqueda de lossantos de palo sobrevivientes entre una poblaciónque híbridamente los consideraba basura destinadaal fuego, recuerdos de nostalgia familiar, miserablesresiduos del pasado, milagrosas imágenes sagradasy curiosidades de un mundo ya ido. Cuando seconstituyeron las colecciones, se vio claramente queninguna imagen había recogido tanta hibridación ydiversidad creativa como los Reyes Magos. Desdeentonces, las imágenes de santos, vírgenes y ReyesMagos adquirieron valor reconocido como expresiónde identidad puertorriqueña y -en algunos casos- detrascendencia artística.

Esto último impulsó un nuevo coleccionismo que,en vez de limitarse al salvamento cultural, secomprometió con la adquisición de imágenes

hermosas, originales y de lograda ejecución técnica,todo esto según los criterios de la estética occidental.Se diseñaron clasificaciones y genealogías, sedistingueron estilos y filiaciones familares y seubicaron procedencias regionales. Así los santos depalo ingresaron a los entusiastas atesoramientos delos sectores hegemónicos y se hicieron “piezas decolección”. Esto condujo a considerables logros enel conocimiento y apreciación de los santos, a la vezque proveyó a la clase dominante de un nuevosímbolo de status y afirmación puertorriqueña. Conmuy pocas excepciones, los santos salvados de ladesaparición fueron guardados celosamente y asídesaparecieron de la vista y acceso del pueblocomún. Las ocasionales exhibiciones y publicacionesque aparecían en el país convocaban más a losespecialistas y coleccionistas que al pueblo engeneral.

Los Reyes Magos, con sus números de inventario,aproximada identificación y sobresalientes rasgos deestilo, fueron rescatados para ser escondidos. Menosinterés hubo por las devociones, imaginaciones ypersonalizaciones del trato entre la gente y lossantos. Ni siquiera tuvimos la suerte de reencontrarlos santos perdidos en los controlados espacios delas salas de museos porque la cultura popular carecede esos espacios propios en Puerto Rico y sólo ocupaespacios marginales y de excepción en los pocosmuseos cultos del país. Si desde fines del siglo 19 laclase dominante se apropió de los rituales popularesde la Fiesta de Reyes para celebrar su dominio declase, desde mediados del siglo 20 sus herederoshegemónicos han recogido las imágenes de Reyesen sus espacios de colección, apropiándose de laexpresión popular y convirtiéndola en símbolo dedistinción social.

El contacto de la gente común con sus propiosReyes Magos se ha mantenido y ampliado gracias aotros mecanismos. En vez de limitar sus esfuerzos acoleccionar la cultura popular, el ICP también inicióprogramas de promoción cultural en los cualesincluyó la celebración de ferias artesanales,

Ilust. 61: Lázaro Otero, siglo 20.

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certámenes y talleres de aprendizaje.2 En esas feriasconvocó a una generación de talladores de mayoredad y a otra de nuevos aprendices que pusieron enmanos de la gente otros Reyes Magos: renovadosen su función cultural, despegados de su utilidaddevocional pero enlazados con la híbrida iconografíade la memoria histórica. La talla de los Reyes Magosevolucionó en dos direcciones paralelas: losartesanos produjeron unas imágenes elegantes ycostosas para los coleccionistas y otras máselementales y baratas para el público general. LosReyes Magos reingresaron a la visibilidad popularen las ferias, donde los que no podían adquirir laspiezas costosas podían al menos gozarlas como partede la exhibición. De hecho, las ferias de artesaníasse convirtieron en eventos de atracción masiva enlos que una minoría de los asistentes efectuabanlas compras mientras una entusiasta mayoríadisfrutaba de la puesta en escena de las tradicionese innovaciones artesanales. A partir de los años 70,se dio una diversificación artesanal del tema de losReyes Magos, que aparecieron no sólo en tallas demadera sino en muchos otros materiales y técnicas.

Paralelamente y desde los años 50, se habíagestado un renovado interés entre los artistaspuertorriqueños por la temática popular. Estimuladospor su propia inspiración, gestiones del ICP yproyectos de otros programas gubernamentales, lapromoción de la cultura popular se incluyó entrelas prioridades de la comunidad artística. La imagende los Reyes Magos ocupó espacios en pintura, gráficay escultura. Si bien esta presencia siempre fuelimitada en comparación a la creatividad popularmisma, no hay duda de que expandió el horizontecultural de los Reyes Magos y aportó a unavalorización más completa de su importancia.3

Otros procesos alimentaron el reforzamientocultural de los Reyes Magos. La emigraciónpuertorriqueña a Estados Unidos los llevó consigoy con ellos elaboró imágenes, celebracionesy presencias en la Diáspora. Los medios decomunicación atendieron el tema. La gente estableció

fronteras y distinciones entre los Reyes Magos y SantaClaus y animó su predilección por el Día de Reyes.La industria y el comercio supieron aprovechar laFiesta de Reyes como ocasión de ventas y regalos.Los sectores medios y populares iniciaron supropio coleccionismo doméstico. Las institucioneseducativas valoraron la tradición de los Reyes. LaIglesia Católica abrió su tolerancia a esas expresionespopulares. A fines del siglo 20, el nacionalismocultural ocupó los espacios ideológicos del consensopúblico y los Reyes Magos fueron emblemáticos deesa conciencia nacional.

Lo que mejor caracteriza esta complejidadde procesos recíprocos es la hibridación deexpresiones y la diversificación de acentuaciones eidentificaciones. Otra vez, los Reyes Magos dejaronde ser lo que fueron y siguieron siendo lo que eranpara acomodar la vida de la gente en la plasticidadcultural de su imaginario. Los Reyes Magossiguieron acogiendo la expresión imaginaria de lagente puertorriqueña y por eso mismo dejaron deser la gente del pasado y se convirtieron enla gente diferente del presente sin perder lamemoria histórica de su enlace. Las continuidades,bifurcaciones y tangencias de estos rumbos culturaleshíbridos merecen un examen más detenido.

Una colección de Reyes Magos

La colección de Reyes Magos del ICP forma partede su más extensa colección de santos de palo.Recogida en su mayor parte durante los años 50 y60, procede ante todo de los espacios domésticosen los que ya su culto no era indispensable. EstosReyes Magos pueden comunicarnos mucho sobre lagente que los produjo y veneró si, además de fijarnosen sus peculiaridades y originalidades, los vemostambién como una población de personajes que sereconocen entre sí por los rasgos que comparten.4

Son Reyes Magos tradicionales del siglo 20 que nose apartan mucho de los que la gente veneraba a

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fines del siglo 19, época de su mayor difusión. Granparte de ellos son anónimos pero esta limitación deinformación acentúa su carácter colectivo yrepresentativo de una manera compartida de hacerReyes Magos. En conjunto, son la matriz de lo quedenominamos tradición -híbrida pero reconocible-a la cual referimos las hibridaciones posteriores.

La centralidad de Melchor que constatamos antesorganiza la unidad de las imágenes. Los Tres Reyesaparecen casi siempre mirando de frente, colocadosa distancias equidistantes y sus cuerpos y caballosson de tamaños idénticos o similares. La inmensamayoría son de Reyes a caballo y la mayoría de loscaballos son rígidos, aunque abundan los caballosen movimiento característico de paso fino. Hay pocosReyes de pie. Una impactante mayoría de lasimágenes son de un rey negro u oscuro con dos reyesblancos o claros, uno a cada lado del negro [Ilust.62-67]. Las composiciones raciales diferentes sonescasas y no se nota la intención de representar tresrazas ni tres edades. Los rostros de cada uno de losReyes siempre son distintos, sea por intenciónevidente o por la rusticidad técnica que impide laproducción de facciones idénticas. La pérdida deregalos de las manos de los reyes es epidémica, dadosel prolongado manejo y la fragilidad de los regalos ylos pegamentos. Como resultado de ésto, abundanlas imágenes de Reyes con las manos extendidas perovacías. Muchos, sin embargo, mantienen sus regalosen una mano o en ambas, de manera que los caballosno están sujetos por las bridas a los jinetes. Loscaballos tienen una marcadísima tendencia a latrinidad negro-blanco-marrón o marrón-blanco-negro. También aparecen caballos de otros coloresy a veces son del mismo color pero éstos siempreson más escasos. Los colores predominantes en lasvestimentas -que incluyen pantalón, camisa de mangalarga, botas, capa y corona- son los primariosen distintas tonalidades, complementados pornegro, gris y blanco. Algunos tienen bordes y/odecoraciones doradas y plateadas pero no son lospredominantes. Los anaranjados, verdes y violetas

casi no aparecen. Las coronas predominan sobre losturbantes y aparecen en este orden descendente deabundancia: 1) tres coronas idénticas o similares, 2)una corona distinta para Melchor más dos idénticaso similares, 3) tres coronas distintas. Los vestidos sepresentan en este orden descendente de abundancia:1) Melchor distinto y los otros dos idénticos osimilares, 2) los tres idénticos o similares, 3) los tresdistintos. Más de la mitad de las imágenes incluyenrojo en la vestimenta de Melchor. Entre éstas, la granmayoría muestra combinación de rojo y blanco.Cuando al rojo y blanco de estas vestimentas deMelchor se añade un tercer color, predomina elamarillo seguido por el azul. Las peanas casi siempreson “tablitas”, pedazos de madera plana de coloroscuro que a veces tienen manchas o puntosdecorativos de pintura de otros colores. Son escasoslos pedestales sobre las tablas.

¿Qué nos dicen estas imágenes mayoritarias quese nos podría escapar al privilegiar la descripciónde imágenes especiales o sobresalientes? Lo primeroes que para nuestra gente los Reyes Magos eranpersonajes en movimiento: jinetes en acto detransportación, viaje, peregrinaje, migración o visita.En oposición a la inmensa mayoría de los santosinmovilizados en sus posiciones hieráticas, los ReyesMagos son “figuras de acción”. No hay sedentarismoni localización definitiva: los Reyes existen en undesplazamiento imaginario desde “tierras lejanas”hasta tierras cercanas pero comoquiera distanciadas.Así los Reyes son personajes de enlace, comunicacióne intercambio y asumen en su iconografía la vidade una gente en procesos de desplazamiento,cimarronaje, contrabando y migración: precisamentelos atributos históricos de la formación delpueblo puertorriqueño. El movimiento impide elatrofiamiento de lo inalterable: no hay aquí ningunadefinición de una esencia de la nacionalidad que nosea su propia transformación.

Sin embargo, este no es el viaje de laindeterminación. Los Reyes miran de frente aldestino de su movimiento y al creyente que encarna

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Ilust. 62: Rafael Rivera Negrón. Colección ICP #CS 94-1175.

Ilust. 63: Rafael Rivera Negrón. Colección ICP #CS 99-1713.

Ilust. 64: Anónimo. Colección ICP #CS 92-0656.

Ilust. 65: Anónimo. Colección ICP #CS 91-0011.

Ilust. 66: Grupo Cabán. Colección ICP #CS 94-1176. Ilust. 67: Grupo Cabán. Colección ICP #CS 99-1757.

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esa trayectoria. Es un movimiento colectivo ycomunitario: cada rey se mueve en desplazamientocoordinado y organizado con los demás. El propósitode su viaje es un misterio pero un misterio nombrado,esperado y ritualizado. Los Reyes saben lo quevan a hacer. Los imagineros que imaginaron elviaje definieron un destino y por eso las tallaspuertorriqueñas de los Reyes Magos funden el viajecon la Adoración que es el propósito del viaje, esdecir, los Reyes viajan con los regalos en las manos,ofreciéndolos como anticipando su saludo a Jesús,su salvación. Tan seguros están de su propósito,destino y protección que ponen su confianza en laestrella, asumen la posición de la generosidadregalada y sueltan los caballos que, seguramente,sabrán seguir la ruta verdadera porque una luzsobrenatural los guía. El viaje y la Adoración son unmismo momento. Los Reyes Magos son santos perosantos activos en la cotidianidad y el movimiento.

En vez de detenerse sobre la altura de una elevadapeana, transitan por una tabla que representa elcamino de la distancia y en vez de envolverse enlejanías celestiales se ubican en la naturaleza yejercen la unidad de lo humano y lo animal: losReyes Magos no vuelan, andan a caballo y, comoson caballos tan distintos, recogen diversidadesgeográficas, raciales y culturales en la unidad de supropósito espiritual.

Todo lo sublime de estas imaginaciones adquieresu específica memoria histórica puertorriqueña enla centralidad de Melchor. En la iconografía de losReyes Magos tradicionales no basta con colocarloen el medio sino que hay que multiplicar lasafirmaciones visuales de esa centralidad. Sea encolor, corona, vestido, cabalgadura y composiciónplástica, la insistencia es en Melchor-y-los-otros-dos,más que en Tres Reyes Magos. Así, los imaginerosantepasados nuestros hicieron el imaginario de untiempo de esclavitud, racismo y mestizaje: tiempode intensas hibridaciones. Hay más. Las tallas deestos Reyes Magos son trabajos manuales, ámbitoscreativos basados en el trabajo con las manos, algotan despreciable en la sociedad colonial dondesurgieron nuestros Reyes como la piel oscura, lacimarronería jíbara y la esclavitud. La inversión deldesprecio y el discrimen en aprecio y homenaje fuea la vez contestación desafiante y generosidadcomunitaria. No se trata de condescendencia ocompasión sino de la identidad generosa del pueblomismo que seguía tallando los Reyes Magos durantey después de la esclavitud: ...sí podemos decir queuna cantidad considerable de nuestros santeros delos siglos diecinueve y veinte eran negros o de sangremixta... ejemplos de la participación que han tenidodescendiente africanos en el desenvolvimiento deeste arte tan impregnado de acentos mestizos.5 Lahibridación afroboricua de los Reyes Magos es muchomás que la inclusión de un rey negro que ya eracomún en el arte europeo. Es una expresión profundade una manera de vivir y cambiar la vida cuyapresencia detectaremos repetidamente en este libro.

Ilust. 68: Concepción Soto. Colección ICP #CS 99-1788.

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Hay otra centralidad.6 El centro de una imagende los Reyes Magos no lo encontramos simplementeen la figura general del rey del medio. Tampoco enlos rostros, por más expresivos que sean. Mas bien,el centro corresponde al área entre la cintura y elpecho, donde el rey extiende sus manos. Este centrose reitera en las otras dos figuras de los Reyes yatrae nuestra atención al gesto de ofrecimiento.Tanto es así que con frecuencia las manos de losReyes son desproporcionadas, grandes y atrayentes[Ilust. 68]. Este gesto de generosidad tieneinnumerables expresiones multiculturales en el artemundial pero es particularmente importante en laescultura del África Occidental, la región de dondetrajeron la mayoría de los esclavos del Caribe. En laescultura Yoruba -la más influyente de todas lasculturas de esta región- las manos extendidas ososteniendo ambas un ofrecimiento representan nosólo la generosidad sino la expresión de la más altacalidad moral humana.7 Este centro visual, en elcaso de los Reyes Magos, es el lugar del regalo -símbolo de poder, divinidad y humanidad en laleyenda del oro, incienso y mirra que los Magosllevaron a Jesús- que también es el favor concedidopor los Santos Reyes a su fiel devoto, el regalo querecibe el niño el 6 de enero y el mensaje concretode la generosidad y la ofrenda [Ilust. 69]. El regalocomo centro de la composición será también el focode las muchas hibridaciones de los Reyes Magos enla cultura puertorriqueña contemporánea.

Tras examinar las imágenes mayoritariastradicionales, las variaciones y originalidades -quetambién forman parte de la tradición- son máspertinentes. El movimiento de los Reyes Magos ensu viaje se acentúa en las tallas de caballos con laspatas alzadas, el gesto de señalar la estrella, ladiversidad de formas de los regalos, la colocaciónde las figuras sesgadas en vez de frontales, lacolocación de la estrella detrás de los Reyes o en lamano de Melchor, la colocación de jachos encendidosen vez de regalos, la presencia de las Tres Marías, lamultiplicación de colores de vestidos y caballos, la

combinación de turbantes y coronas, la adición deornamentos y la animación de las facciones de Reyesy caballos. Por otro lado, la representación de lahibridación, mestizaje y pluralidad de la culturapuertorriqueña se enriquece cuando los talladoresse apartan de la centralidad de Melchor, dejan deincluir un rey negro, representan tres edades y/otres razas, hacen Tres Reyes claros o tres oscuros obuscan alternativas a las variaciones raciales. A todolo anterior se añade la hibridación de materiales ytécnicas: combinación de maderas y textiles, pinturascaseras y comerciales, herramientas recicladas dediversas procedencias, etapas de elaboración defiguras y colocación de Reyes Magos en nichos,nacimientos, altares y otros espacios contextuales.

En esta muestra del ICP aparecen dos situacionesde hibridación que iluminan el transcurso históricoy el cambio cultural a la vez que insisten en elmovimiento como la comunicación principal

Ilust. 69: Juan Muñíz. Colección ICP #CS 99-1797.

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[Ilust. 70-71]. En primer lugar, se trata de Reyes Magosque, en vez de colocarse sobre la peana, se trepansobre resortes metálicos o “springs”, de manera que,a pesar de la rigidez de las figuras y la instalación,los Reyes responden a cualquier movimiento de lapieza con una agitación que es un metafóricoaceleramiento de la cabalgata.8

Esto introduce también un elemento de latradición puertorriqueña de los Reyes Magos que esmás insistente en la literatura oral y la trova jíbaraque en la representación artesanal: el humor popularque, junto al espíritu festivo, aseguran la unidad delo sagrado y lo profano en la tradición de los Reyesy que se asocia más con Melchor. Los resortesmetálicos introducen la cultura industrial-urbana enla tradición de los Reyes y señalan la proximidad dela máquina a la cotidianidad manual y rural quepredomina en la expresión artesanal. Tambiénilustran la secularización de la vida: estos ReyesMagos cómicos y agitados se alejan de la imagenvenerable y devota del catolicismo. En segundo lugar,esta muestra incluye una hibridación más dramáticaque convierte la talla en medio mixto o ensamblajede intensa elocuencia. Se trata de Reyes tallados enmadera que cabalgan sobre caballitos plásticosde “cowboy”.9 La coexistencia de dos imágenes tan

separadas y hasta contradictorias es una potentemetáfora de los procesos asimilistas de“americanización” en Puerto Rico. Los Reyes siguentanto los rasgos de la talla tradicional que hay queconsiderar la posibilidad de que originalmenteestuvieron montados en caballos tallados en maderay que al éstos dañarse o perderse se sustituyeronpor los caballitos plásticos industriales. Sin embargo,muy bien pudo ser que el ensamblaje fuera menosaccidental. Melchor está en el medio sobre caballoblanco plástico y los otros caballos son negro y gris[Ilust 72-73]. Obviamente, el artesano aprovechó loscaballos norteamericanos sin violentar el modo deutilización dictado por la tradición. El contraste entrelos rasgos primitivos de los Reyes y los detalles yproporciones realistas de los caballos industriales -con silla, brida y pelo en relieve- es atrevido eirreverente. En otro caso, no hay caballo blanco paraMelchor pero los animales son de tres colores: negro,marrón y gris [Ilust. 70]. La combinación de jinetes ycaballo es tan disímil que transmite violencia perotambién humor. Los caballos son postizos, al igualque Santa Claus y otras imposiciones culturalesnorteamericanas. Sin embargo, otra posibilidadtambién se impone: la juxtaposición puede darlugar a la hibridación: una nueva realidad cultural

Ilust. 70: Anónimo. Colección ICP #CS 95-1334. Ilust. 70: Anónimo. Colección ICP #CS 93-0934.

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capaz de transmitir sentido. Este oportunismotransgresor ejemplifica la jaibería boricua, esaastucia contestataria que forma parte de lapersonalidad puertorriqueña.

El ejemplo anterior llama la atención a procesosde hibridación cultural que se asfixian cuandoel coleccionismo culto impone sus criterios deconservación depurada. Las tallas de Reyes adquiríanen el uso tradicional adiciones a su composición ydecoración que desarrollaban su sentido original.Por un lado, los exvotos colgados de las imágenes oen sus altares y nichos ampliaban las relacionesrepresentadas en la imagen y añadían múltiplesnarrativas personales de favores y milagros que ledaban a la imagen reputación y vigencia, es decir, seacumulaba y redefinía la memoria compartida segúnlos eventos memorables que se incluían en elensamblaje de la devoción. Por otro lado, la pérdidao rotura de piezas de la imagen -regalos, manos,etc.- se resolvía con reparaciones, añadiduras,incrustaciones e instalaciones de objetos de diversogrado de afinidad con la imagen y así sus dueñosse hacían partícipes de creaciones híbridas queacumulaban experiencias vividas. Muchas veces, éstose pierde en la curadoría de las colecciones. Peor,la adquisición de imágenes nuevas para coleccionarni siquiera abre la puerta a este proceso de híbridoenriquecimiento cultural que se considera intrusivoe indeseable.

Demografías de Reyes Magos

De aquí en adelante, voy a examinar variasmuestras contemporáneas de Reyes Magos cuyacomposición responde a distintos criterios pero enninguna de las cuales yo he determinado la inclusiónde las imágenes. Este método permite detectarcontinuidades, hibridaciones y rupturas cuyamanifestación cultural se da por sí misma en vez depor montajes etnográficos o teóricos.

Ilust. 72: Anónimo. Colección ICP #CS 93-0763.

Ilust. 73: Anónimo. Colección ICP #CS 93-0763.

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La primera es la muestra de las imágenes dela Virgen de los Reyes que aparecen en laspublicaciones accesibles hoy en Puerto Rico.10

La Virgen de los Reyes es una inovación netamentepuertorriqueña en el culto a los santos.Tradicionalmente ha sido una virgen de pie con losReyes tallados verticalmente sobre su túnica otallados a sus pies. La desproporción es tal que los

Reyes casi siempre son miniaturas en relación a laVirgen. Esta desproporción es coherente con elcatolicismo mariano de la Conquista en el que lamajestad de la Virgen y el Niño estaban muy porencima de la de los Reyes Magos. A la vez, es unaruptura, un privilegio puertorriqueño ofrecido a losReyes para que ocupen el espacio de veneración dela Virgen pero sin apoderarse de la atención deldevoto. Esto se logra de varias maneras. A veces sereduce la presencia de los Reyes a sus rostros. Otrasveces se les coloca de pie de manera que, en lamayoría de los casos, su altura no pasa de lasrodillas de la Virgen. En estos casos, aparecen lasmanifestaciones de la centralidad de Melchor,especialmente cuando se colocan Reyes a caballo.En los casos en que los Reyes son más altos, la Virgenestá colocada en un pedestal más alta que ellos.

La imagen de los Reyes Magos ha sido la mástallada, difundida, reconocida y vigente de todas lasimágenes puertorriqueñas de santos. Imágenes deculto tan generalizado como la Virgen de Monserrate,Virgen del Carmen y San Antonio de Padua han tenidogran difusión pero su reconocimiento y vigenciaentre la gente común de hoy son mucho menoresque antes. Entre esas imágenes, la Virgen del Carmeny San Antonio de Padua son bien conocidas en elcatolicismo popular latinoamericano, que sólo enraras o pocas veces ha representado en tallas demadera a la Virgen de Monserrate y los Reyes Magos.11

Estas dos -junto a la Virgen de los Reyes- identificanmás el culto puertorriqueño a los santos, junto a laoriginal adición de los Tres Reyes Magos y las TresMarías, en la que tres hombres de la Epifaníaaparecen junto a tres mujeres del Sepulcro y losseis viven adoración, milagro y erotismo. Sinembargo, sólo los Reyes Magos son reconocibles hoypor el pueblo común. Las Tres Marías y las vírgenesde Reyes y Monserrate se reconocen más entre losespecialistas, coleccionistas, talladores y viejosdevotos.

Esta preferencia por los Reyes se ha explicadoya. Lo que aquí nos importa es que durante el siglo

Ilust. 74: Sifredo Nicolay, siglo 20.

Ilust. 75: Sifredo Nicolay, siglo 20.

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20 y en las tallas contemporáneas de la Virgen deReyes, los artesanos expresan la preferencia delpueblo del cual son parte. En estas tallas, los ReyesMagos empiezan a competir con la Virgen porla atención del expectador. Por un lado, lamultiplicación de colores vibrantes en los vestidosde las tres figuras crea un foco de interés ineludible.Por otro lado, los Reyes Magos empiezan a crecer ysu tamaño agrandado también recoge la atención.La Virgen de los Reyes deja de ser una imagen de laVirgen con unos atributos específicos y se convierteen una hibridación de dos imágenes: la suya y la delos Reyes que llaman la atención a sí mismos. De lamisma manera que en vez de Tres Reyes se trata deMelchor-y-los-otros-dos, en vez de Virgen de losReyes se trata de Virgen-con-los-Reyes. Un talladorjoven ha llevado todo ésto un paso más adelante: ensu Virgen-con-los-Reyes Melchor es más grande y altoque los otros dos.

En el archivo fotográfico del Centro deInvestigaciones de las Artes Populares del ICP, seencuentra documentación recogida en los años 80 y90 que incluye una muestra de santeros de mayoredad. Ellos son parte de la generación de artesanostradicionales que, desde los años 60, el ICP convocóa participar de los nuevos proyectos de rescate ypromoción artesanal que entonces se implementabanen el país.12 Son personas de formación artesanalfamilar y comunitaria y no de la efervescenciaartesanal que se impulsó desde los años 70.Representan el enlace entre las viejas generacionesde imagineros desaparecidos y las generaciones detalladores jóvenes de hoy. Entre ellos están NorbertoCedeño, Rafael Hernández Reyes, Celestino Avilés,Domingo Orta, Rafael Rivera Negrón, ClaudinoMercado, Carlos Vázquez, Ceferino Calderón, JoseLuis Negrón, Juan Nito Cruz, Héctor Stella, EfraínTorres, Carmelo Soto y Lázaro Otero. Algunos hanfallecido recientemente [Ilust. 76-79].

Estos imagineros vivieron la decadencia del cultoa los santos durante el siglo 20 y luego encontraronen la promoción del ICP un renovado interés en su

trabajo. Algunos se ubicaron en las ferias deartesanías y atendieron al público que descubría unamemoria religiosa artesanal que, tras caer en relativodesuso, se redefinía en términos de identidadcultural y orgullo puertorriqueño. La mayoríaevolucionó para atender una clientela decoleccionistas menos interesados en asuntosdevocionales que en atesorar piezas valiosas. A esosadinerados clientes les interesaba recoger y retenerla tradición. Para ellos, estos santeros eran frágilespresencias de un pasado en peligro de extinción, asíque ávidamente compraron los santos y organizaronsus atesoramientos. Sin embargo, su poderadquisitivo les otorgaba poder para el encargo.Solicitaron las características tradicionales que másles interesaban, insistieron en la originalidad de losestilos personales, requirieron la firma de lostalladores y se interesaron más en los aspectosformales y especiales de la representacion plásticaque en la representatividad popular de las creencias.Tanta importancia le dieron a la distinción de estilosque pronto aparecieron tallas fraudulentas en elmercado que copiaban los estilos de los santerospredilectos de los coleccionistas.

Los Reyes Magos que estos artesanos han talladoson muy afines a la tradición de fines del siglo 19 yprincipios del 20. Esa continuidad se matiza con laalteración del énfasis en ciertos elementos. Porejemplo, aunque la representación de los Reyes acaballo sigue siendo emblemática y mayoritaria,aumentan las tallas de Reyes Magos de pie. Lacentralidad de Melchor permanece casi inalterable,aunque el aumento de Reyes de pie conlleva ladisminución de Melchor sobre caballo blanco. El usode rojo y rojo con blanco en la vestimenta de Melchorse intensifica de manera que, en vez de ser una fuertetendencia como antes, se vuelve casi reglamentario.Los caballos tallados con patas en movimiento ahorason tan frecuentes como los rígidos pero se mantienela insistencia en que sean de tres colores distintos.La presencia de Melchor de rostro oscuro en mediode dos reyes de rostro claro también es casi

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Ilust. 76: Carmelo Soto, siglo 20.

Ilust. 77: Ceferino Calderón, siglo 20.

Ilust. 78: Lázaro Otero, siglo 20. Ilust. 79: Carlos Vázquez, siglo 20.

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reglamentaria. El uso de tres coronas distintas espredominante por mucho y disminuye un poco latendencia a una distinta para Melchor y las otrasdos iguales. Los regalos de formas tradicionalestambién son casi reglamentarios. Se trata entoncesde una reafirmación en la representación tradicionalde los Reyes Magos junto a una predilección pordetalles de más dificultad artesanal -patas enmovimiento, más ornamentación- junto a una fuerteasociación de la centralidad de Melchor con el colorrojo. Finalmente, el gusto por la exhibición de lacalidad de la talla produce un reducido inicio de laproducción de imágenes sin pintar.

La incesante promoción artesanal del ICP, ala que pronto se unieron otras agenciasgubernamentales -la Compañía de Fomento Industrialy la Compañía de Turismo- e instituciones culturales,educativas, religiosas, comerciales e industriales,agitó tanto el interés de la gente en las artesaníasen general y la imaginería en particular que unanueva generación de talladores recién entrenadosen talleres de maestros artesanos, cursos de diversaíndole y esfuerzo autodidacta ocupó los espacios delas ferias, mercados y exhibiciones del país. Muchoseran de extracción urbana, algunos regresaban deEstados Unidos, otros tenían instrucción académicay muchos ingresaban a la talla a tiempo parcialmientras se empleaban en otras profesiones. Muchosotros surgían de una ruralía modernizada y educadapero todavía enlazada con la talla tradicional. Estarenovación incluyó el desarrollo de talladoras que,en vez de tallar por excepción o como ayudantes desus esposos, establecieron talleres por cuenta propiay abrieron espacio para la mujer en un renglóntradicionalmente dominado por los hombres [Ilust.80-81]. Eventualmente -siguiendo el ejemplo delEncuentro Nacional de Santeros de Orocovis-organizaron sus propias ferias. Aquí tomamos comomuestra los Reyes Magos que aparecieron en elEncuentro de Talladoras de 1999 en el ICP y loscomparamos con la talla tradicional de los Reyes.13

Si las talladoras redefinieron la participación dela mujer en la talla de Reyes Magos, también

redefinieron las imágenes mismas, combinandopersistencias tradicionales con innovaciones,hibridaciones y cambios de énfasis. Todavía lastalladoras no aparecen en las ferias en condicionesde igualdad con los talladores y los Encuentros deTalladoras atraen más a la clientela coleccionistaque al público en general. Los Reyes Magos siguensiendo imágenes favoritas y de venta abundante. Delas 79 imágenes de Reyes de la muestra, 74 son Reyesde pie, 4 son Reyes a caballo y una combina dosReyes de pie con uno de rodillas. La inversión esarrolladora y dramática. Uno se pregunta si estainversión expresa un cambio a una vida más urbanadonde los caballos son extraños en la cotidianidad.Desde un punto de vista estrictamente artesanal,tallar Reyes a caballo es mucho más difícil, tomamás tiempo y requiere más dominio técnico quetallarlos de pie. Habría que ver si la compenetraciónde los nuevos talladores y talladoras con su oficioes más superficial que la de los viejos maestros.Sabemos que ésto es así desde el punto de vista delconocimiento de las devociones, atributos y sutilezasrelacionadas con las imágenes. La formación librescade los talladores actuales, sin embargo, también abrela posibilidad de adquirir conocimientos más ampliosque los que provee la experiencia comunitaria.

No hay lugar para comentar sobre la manera derealizar los caballos, dado lo exiguo de su presencia.Por otro lado, la centralidad de Melchor esindiscutible en estas tallas de Reyes de pie. El usodel rojo y del rojo con blanco en la vestimenta deMelchor es sobresaliente, con la novedad de unturbante rojo que aparece más que antes. Laubicación de Melchor de rostro oscuro en medio dedos reyes de rostro claro es definitivamentemayoritaria pero se nota una disposición crecientea pintar Reyes de tres razas. Las talladoras producenmás Nacimientos que Reyes a caballo y sóloexcepcionalmente producen los Reyes en nicho o laVirgen de los Reyes. La colocación de coronasmantiene el predominio de tres coronas distintaspero casi desaparece la tradición de una distinta paraMelchor y la de tres coronas iguales. Aumenta, sin

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embargo, la combinación de coronas y turbantes. Lavestimenta se acomoda a la representación de pie,por lo que predominan las largas túnicas y capas.Los regalos son mayoritariamente de formastradicionales de cajas y vasijas. Se multiplica elnúmero de tallas sin pintar a casi la mitad de laspiezas. Al ser parte de la nueva generación deimagineros, las talladoras exhiben un procesoartesanal simplificado en su predilección por lasimágenes de pie, las tallas sin pintar y la evasión dealgunas sutilezas tradicionales. Por otro lado,desarrollan interés en una expresión más literal ymenos metafórica que las lleva a informarse sobrealgunos rasgos culturales “orientales” que se instalanen las imágenes, especialmente en el atuendo de losReyes, mientras abandonan las vestimentas asociadasal culto tradicional puertorriqueño. Las imágenesresultantes se acercan a las demás imágenes del cultoa los santos: largos ropajes, posición rígida, pocanarrativa, actitud hierática y menor expresividad.Los Reyes Magos ganan, sin embargo más atención asus atuendos, lo que se consigue mediante laornamentación y la multiplicación de colores. En estamuestra, los Reyes comunican menos movimiento ymenos interés en hibridaciones con objetos omateriales ajenos a la talla en madera. Lasinnovaciones están ahí pero la expresión de los Reyesno trasciende el conservadurismo predominante queatrae a los coleccionistas.

Cuando tres Quijotes son tres Reyes

Para captar el sentido amplio de la próximamuestra, es necesario establecer el contexto ampliodel desarrollo del renglón de Reyes Magos de barroen Puerto Rico. A comienzos de la década del 90, larepresentación tridimensional de Don Quijotese puso muy de moda. Aunque el protagonistade la novela de Cervantes tuvo anteriormenteuna centenaria historia de imaginaciones yrepresentaciones visuales, la moda más recientetraspasó los ámbitos de los gustos particulares de lagente educada hasta convertirse en un fenómenointernacional comercial y masivo. La figura de unhombre flaco, barbudo y viejo asumió las másdiversas expresiones -realistas, caricaturescas,filosóficas, anónimas, abstractas- y el tema se cargóde creaciones, imitaciones y tergiversaciones. DonQuijote llegó a las mesas, tablillas y escritorios delmundo cruzando las líneas divisorias del poderadquisitivo, las clases sociales, las nacionalidades,los estilos y los gustos. Pronto entró a los repertoriosdisímiles de las baratijas industriales y las artesaníascomerciales. Así consiguió espacio en ese mundo deimaginaciones simbólicas donde se juntan figuras designos zodiacales, felinos salvajes y budas obesos.

En Puerto Rico, las figuras del Quijote semultiplicaron en centros comerciales, farmacias deurbanizaciones y tiendas de efectos de oficina.

Ilust. 80: Raquel Pagani, 2003. Ilust. 81: Priscilla Concepción, 2004.

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Diversas personas se identificaron con variadasinterpretaciones de lo “quijotesco”: el deseo detrascender las limitaciones humanas a través de laimaginación, la locura gloriosa que comunicaverdades trascendentes, el impulso de superacióninagotable, el atrevimiento de romper los esquemasaceptados, etcétera.

La comunidad artesanal -envuelta en lassimultáneas complejidades de obtener ingresos encondiciones de precariedad y recesión, responder alas agitaciones mercantiles de la globalización yasumir la problemática representación de la culturapuertorriqueña- abrió espacio para la figura delQuijote en el seno de la cerámica, el más amplio yextendido renglón de la artesanía puertorriqueñacontemporánea. Al igual que las modas del macraméen los años 70 y la joyería de metales baratos en los80, la moda del Quijote ingresó en los talleres y lasferias. Si todo hubiera quedado ahí, no habríamucho más que comentar pero lo otro que sucedióenseguida merece este examen y otros más.

La cerámica artesanal puertorriqueña seproduce casi en su totalidad con barro procesadoindustrialmente que se importa del extranjero. Losartesanos lo obtienen en tiendas especializadas,donde también adquieren esmaltes, herramientas yotros equipos. Buena parte de estas tiendaspertenecen a extranjeros naturalizados en la Isla. Elauge comercial de la cerámica genera una grancuriosidad entre los aficionados a las manualidades,de manera que siempre existe mucha demanda porcursos introductorios a la cerámica artesanal. Estastiendas proveen cursos al público en general y enocasiones los ofrecen gratis a cambio de quelos estudiantes compren su barro en la tienda.Con frecuencia, los instructores son extranjeros,españoles y colombianos, por ejemplo.

A comienzos de los años 90, el nacionalismocultural se había generalizado tanto en Puerto Ricoque llegó a penetrar los ambientes políticos,religiosos y culturales oficiales, además de losámbitos populares y disidentes. La artesanía

puertorriqueña se había elevado a símbolo de laidentidad cultural del país. En el ambiente artesanal,la representación de los Reyes Magos habíaalcanzado tal grado de aceptación y abundancia quelos Reyes artesanales -especialmente los talladosen madera- eran una moda importante y, comoconsecuencia de todo lo anterior, acogían en susimágenes las más variadas maneras de representarlo “típico”, “cultural”, “boricua”, “de aquí”, “nacional”y “nuestro”. La euforia artesanal con los Reyes Magosaparecía como evidencia de una triunfanteresistencia a la americanización asimilista en generaly a Santa Claus en particular.

El encuentro de la moda del Quijote con la modade los Reyes Magos en el contexto particular delrenglón de la cerámica (los talladores de Reyes enmadera no se interesaron en el Quijote) produjo unhallazgo fácil que pronto demostró sus posibilidadescomerciales: la producción de tres figuras basadasen el Quijote barbudo -que en vez de lanzas y escudosportaran regalos en las manos- podía acomodarseen el ambiente artesanal como representación en

Ilust. 82: Sara Maldonado, 2002.

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barro de los Reyes Magos. De primera intención,bastaba con copiar los diseños y decoraciones delas figuras quijotescas. Luego aparecieron levesvariaciones, especialmente en la substitución delcasco de metal por coronas y turbantes pero másque nada por genéricos tocados de muy pocaespecificidad. Este proceso de hibridación culturalcomenzó en los cursos que ofrecían las tiendas ypronto se diseminó hasta penetrar los talleres delos ceramistas. Así surgieron los híbridos Reyes Magos“aquijotados” [Ilust. 82].

La operación fue todo un éxito comercial. Losceramistas abrazaron la moda con dedicación yentusiasmo: a la facilidad de hacer mínimasvariaciones en los diseños genéricos, anónimos ymasificados se añadía la oportunidad de obtenerbuenas ventas aprovechando la predilección delpúblico consumidor por el tema de los Reyes Magos.Además, los Reyes aquijotados ocupaban un espaciomercantil de figuras de precios módicos, encomparación con las tallas de madera, cuyos altosprecios las restringían a consumidores de alto poderadquisitivo. Según transcurrió la década, los Reyesaquijotados de barro inundaron la oferta artesanal.El mayor margen de ganancia de esas figuras fácilesy repetidas provocó una simplificación de la ofertaen la cerámica y una uniformidad visual sustentadaen la repetición de un limitado repertorio de trucosde oficio y en la falta de experimentación yoriginalidad.

Los artesanos de intensa vocac iónpuertorriqueñista, los promotores artesanalescomprometidos con la calidad y las agencias einstituciones dedicadas al fomento de la culturanacional se sintieron alarmados y decepcionados.La prolongación de la moda aquijotada se convirtióen el estancamiento cultural del renglón de lacerámica. La hibridación se expresaba comofertilidad comercial pero no creativa.

Algunos ceramistas tímidamente empezaron aañadir elementos más puertorriqueños a sus Reyesde barro. Les colocaron regalos de instrumentos

musicales típicos, los arroparon de banderasmonoestrelladas y los ambientaron con toques devegetación tropical. Las vestimentas se modificaroncon la impresión de diversas texturas en la tortade barro que formaba las capas o el cilindroque formaba el cuerpo. Sin embargo, siguieronpredominando la repetición de posturas, las barbasdesproporcionadas, la falta de expresión de lasfacciones y los manoseados trucos del pellizco en lacara que produce la misma nariz alargada y el coladorque produce la misma barba de tripas delgadas, entreotros. Según transcurrió la década y terminó el siglo,las ventas rápidas y abundantes iban parejas con elaburrimiento cansado y redundante del diseñoartesanal de Reyes de barro. En esta situaciónestábamos en 2003, con la diferencia que las ventascomenzaban a bajar y se cuestionaba si a los Reyesaquijotados de los 90 les pasaría lo mismo que almacramé de los 70.

El Centro de Investigaciones de las ArtesPopulares del ICP quiso agitar esa absortacomplacencia con el Certamen de Reyes MagosPuertorriqueños de Barro, un reto a que losceramistas buscaran, descubrieran e incorporaranla pluralidad de la expresión artesanal de la gentepuertorriqueña. Los primeros resultados de esteesfuerzo pronto estuvieron a la vista.14

La muestra que resultó del certamen secaracteriza por un interés en recoger, conservar einnovar la tradición puertorriqueña de los ReyesMagos, más allá de la hibridación con el Quijote.Esta tentativa ha producido ejemplos inspiradoresde transformación del barro en expresión emocionaly cultural más innovadora. Sea en la investigacióndel contexto más amplio de la tradición, en larecuperación de una expresión popular nativa ycontemporánea o en la relativa fidelidad a unosrasgos aceptados y compartidos como genuinos, losmejores Reyes de este certamen lograron elevar eltema a niveles de calidad comparables a los de otrosrenglones de la artesanía puertorriqueña.

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Sin embargo, todavía se nota una limitación delesfuerzo creativo a trabajar con los aspectos másfácilmente evidentes del tema, lo mismo que sucedecon los Reyes tallados en madera y/o producidos enotros renglones artesanales. Así, la adecuación deregalos, vestimentas y ambientaciones se mantieneen niveles conocidos, reiterados y, a veces,estereotipados. La búsqueda urgente de solucionesvisuales llamativas y reconocibles lleva a muchostalleres a descuidar la calidad de la cerámica misma,de manera que algunos trabajos se caraterizan porla extrema fragilidad o el exceso de texturas y brillosque distraen del esfuerzo simbólico y emocional.

Todo lo anterior forma parte del conservadurismoartesanal que, quizás equivocadamente, se confundecon el mantenimiento de la tradición nacional.Una imagen tan cargada de significacionesespecíficas puertorriqueñas puede arrastrar muchasrepeticiones. De todas maneras, la comunidadartesanal misma es la que plantea el rumbo másprometedor en este asunto: redefinir la nobleza y lasantidad de la imagen tradicional llevándola hacialos aspectos más sugerentes de la cotidianidadpopular. Los Reyes Magos somos nosotros y nosrepresentan mejor cuando incorporan nuestrasposibilidades, contradicciones e imaginaciones segúnaparecen y se realizan en la cultura viva que hace lagente buscando ser fiel consigo misma.

El renglón de Reyes Magos en barro es ejercidopor más mujeres que hombres.15 La gran mayoría delos ceramistas aprendió a trabajar el barro en cursosde cerámica, otros lo aprendieron por su cuentay muy pocos se formaron como aprendicestradicionales en un taller artesanal. Con pocasexcepciones, su conocimiento sobre la tradiciónde los Reyes Magos se reduce a las mínimasinformaciones que la población general tiene: losnombres, el día de celebración, un rey negro llamadoMelchor y los regalos que llevaron a Jesús. Más de lamitad no sabe de la narrativa de Mateo. Eldesconocimiento de la centralidad de Melchor esaún mayor. La gran mayoría no puede identificar la

imagen de la Virgen de los Reyes. Sin embargo, másde la mitad ofrece al público entrenamientos defabricación de Reyes Magos en barro.

En la muestra del certamen, una ínfima minoríade las imágenes fueron Reyes a caballo. Elpredominio de Reyes a pie fue generalizado. En variaspiezas, sin embargo, se combinaron posiciones depie, sentados y de rodillas. Sólo la mitad de lasimágenes siguieron la configuración tradicional deMelchor de rostro oscuro en medio de dos Reyes derostro claro. En las restantes configuracionesraciales, predominó la representación de tres razas,seguida de Tres Reyes de rostro claro. Todas lasimágenes representaron tres rostros de faccionesdistintas. Una tercera parte de las imágenesrepresentó los regalos tradicionales de cajas yvasijas, mientras dos terceras partes representaronregalos temáticos, siguiendo las innovaciones detalladores y artistas gráficos que se discutirán másadelante. Aquí se trata de que los ceramistas delcertamen acentuaron intencionalmente esta opcióniconográfica.

Los desarrollos iconográficos de la imagen delos Reyes durante el siglo 20 acoplaron las personasde los Reyes con la gente puertorriqueña y, alhacerlo así, incorporaron las transformaciones ehibridaciones de la cultura puertorriqueña engeneral. Las situaciones culturales de los imaginerosy sus clientes encontraron cabida en rasgosespecíficos de la iconografía de los Reyes Magos. En

Ilust. 83: Ramona Rosario, 2003.

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es la imagen en que uno de los Reyes ofrece a Jesús¡una imagen en miniatura de Reyes Magos a caballo!Otra vez, la metafórica circularidad es exquisita.Los Reyes de barro también regalan banderaspuertorriqueñas, alimentos típicos, animales, artesde pesca e imágenes de las tres razas y, sin duda,ofrecerán más regalos novedosos según losceramistas y su público les requieran [Ilust. 84-86].

Estas hibridaciones que refuerzan laidentificación cultural de los Reyes de barro con lagente de hoy y la tradición de ayer van aparejadascon un blanqueamiento racial de los Reyes mismosen que la presencia de Melchor negro en el medioes menos insistente, a lo que contribuye lapreferencia de los ceramistas por barros comercialesde color blancuzco. En otros casos, Melchor apareceen uno de los lados y con frecuencia es un negroque acompaña a un blanco y un cobrizo. Otras veces,se trata de gradaciones de lo claro a lo oscuro. Setrata de un intento de representar tres razas queresponde a dos intenciones: las tres razas de laiconografía occidental -negra, blanca y amarilla- ylas tres razas de la puertorriqueñidad -negra, blancae indígena- lo que en ambos casos refuerza laintención de acercarse a representaciones literalesde las ideologías culturales imperantes. La tambiéncreciente representación de Reyes de la misma “raza”-sea clara u oscura- conduce a una simplificacióncoherente con el desconocimiento de las narrativasde la Epifanía que impera entre los ceramistas,motivada también por el interés en acelerar elproceso de producción artesanal. Así, en muchasimágenes se trata sólo de los-Tres-Reyes porque nohay manera de distinguir Melchor-Gaspar-Baltasar.No hay que descartar que todo lo anterior se tratetambién del mismo racismo que se advierte enlos demás ámbitos comerciales de la sociedadpuertorriqueña -publicidad, música, televisión- enlos que la negritud se esconde o se disimula.

Esta literalidad simplificada aparece además enlas explicaciones que algunos ceramistas dan desus piezas, en las que abundan las referencias

el caso de los Reyes en barro, se aceleró estedesarrollo a su propia manera. A partir de lahibridación del Quijote y los Reyes, se creó undistancimiento iconográfico entre las figuras de losceramistas y los talladores. Su constitucióniconográfica combinó rostros de Quijotes y ropajesde variada invención, aunque éstos se consideraroninterpretaciones de lo “oriental”. Al reducirdrásticamente la presencia del rey negro en el medio,la centralidad de la imagen se ubicó en cualquierade los Reyes y el centro de comunicación tuvo másque ver con los regalos. Estos asumieron tal variedadde representación que sirvieron para expresar elnosotros-somos-los-Reyes de manera diversa yelocuente. Es en este último aspecto que se nota unacontinuidad iconográfica entre los Reyes de barro ylos de madera. En las hibridaciones centradas en losregalos, la más abundante es la transformación delos Reyes en tres músicos puertorriqueños. Por logeneral, se trata de la representación de la músicajíbara: cuatro, güiro y maracas, mientras otrosinstrumentos, como el pandero de plena, aparecenmenos. La imagen que resulta de ésto esinspiradoramente ambigua: a veces los Reyes portanlos instrumentos en actitud de ofrecerlos comoregalos pero con más frecuencia están ejecutándolos,o sea, se trata de una parranda como regalo a Jesús.Al asumir esta iconografia híbrida, se llega a dossoluciones simultáneas. Por un lado, se trata de unanovedad artesanal y por otro es un regresometafórico a la tradición de las trullas de Reyes queformaba parte de los rituales de promesas y veloriosy se regalaban de casa en casa. En otras palabras:los Reyes aparecen trayendo una trulla de Reyes.Esta circularidad aparece en otra configuración entrelos Reyes de barro cuyos regalos son juguetes. Losjuguetes que ofrecen a Jesús son mayormentejuguetes artesanales y así los Reyes artesanalesofrecen artesanías y afirman la identificación de loartesanal y lo nacional. Los Reyes de barro tambiénregalan piezas de otros renglones artesanalesreconocidos por la población. Iluminadora por demás

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“históricas” que son apropiaciones desiguales de lasdistintas narrativas legendarias de la Epifanía. Todoconfluye en una híbrida y vaga noción de lo“oriental” y lo “bíblico” que en realidad esuna específica y transhistórica apropiación detradiciones mezcladas. Las técnicas específicas deltrabajo en barro se utilizan para acentuar esaliteralidad, especialmente la impresión de texturasde los más diversos materiales que, al estamparsesobre el barro crudo, facilitan la abigarradainvención de “textiles” y decoraciones en lavestimenta de los Reyes. La preferencia por turbantes“orientales” también es parte de esa intención deliteralidad imaginada.

La hibridación de los rostros del Quijote y losReyes no se ha quedado estática. Por el contrario,se nota un forcejeo iconográfico por representarfacciones reconocibles como puertorriqueñas,esfuerzo entorpecido por la persistencia de barbasdesproporcionadas, herencia de los Quijotescomerciales. Algunas imágenes, sin embargo,trascienden las dificultades y consiguen expresionesde rostros de tal especificidad puertorriqueña queson -literalmente- tallas en barro [Ilust. 83]. El usodel color es problemático pues, en general, losceramistas no son expertos en la aplicacióncontrolada de esmaltes ni en sus consecuencias enla quema de las piezas. Las vestimentas carecenentonces de precisión cromática, aunque en ciertoscasos la combinación de estampado, pintura yquemado produce interesantes y atractivassoluciones al atuendo de los Reyes.

En algunas representaciones de los ReyesMagos en barro, la narrativa es tan específicamenteinnovadora que produce una hibridación en latradición que se construye, sustentada en metáforasde variada actualidad. Un ceramista coloca sus Reyesen una carroza de desfile de carnaval y así los haceparte de la puesta en escena callejera del espectáculopúblico, multiplicando la circularidad redundantede la representación: los Reyes se transportan acaballo pero son transportados por una carroza que

Ilust. 84: Carmen Méndez, 2003.

Ilust. 85: Gloria Jiménez, 2003.

Ilust. 86: Esther Pagán, 2003.

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es transportada por un vehículo. Esta es la imagende la imagen: el simulacro cultural en la escena delespectáculo que multiplica la indefinición delsentido. En otra narrativa, los Reyes animadamentecolocan juguetes en un saco antes de salir arepartirlos. Su cariñosa dedicación nos advierte quees en el renglón de Reyes Magos de barro donde seestablece un vínculo más directo con la tradición delos Reyes que traen regalos a los niños del país yno sólo al Niño Jesús, como predomina en lasrepresentaciones tradicionales. En esta mismadirección se ubica una vibrante hibridación que levalió a su creadora uno de los premios del certamen.Se trata de la representación de un taller dearquitectura campesina donde tres hombresproducen, organizan y observan el variado repertoriode juguetes de su “Taller Artesanal Los Reyes Magos”[Ilust. 87]. Estos artesanos puertorriqueños -con ropasinformales y actuales- son los Reyes Magos: al fondovemos una percha donde cuelgan sus lujosasvestimentas y una tablilla donde tienen sus coronas.Todos los detalles del taller -juguetes, herramientas,asientos, lagartijo en la ventana y almanaque en lapared con imagen de Reyes en el mes de enero-unifican la puertorriqueñidad total de la narrativaque se sustenta en una atrevida hibridación: latradición boricua de los Reyes no incluye laexistencia de un taller de juguetes. Esto es unaapropiación de la narrativa de Santa Claus perotraducida a la historia y los lenguajes iconográficospuertorriqueños. Los Reyes Magos aparecen en otraimagen en la que se han convertido en pescadoresde Vieques que a la vez esperan y ofrecen el regalode la paz: el más preciado objetivo de las luchas dedesobediencia civil que culminaron con la salida dela marina de guerra de Estados Unidos de la isla-municipio [Ilust. 89]. Aquí los Reyes se han convertidoen tres puertorriqueños -al igual que en el tallerartesanal de juguetes- pero no tienen vestimentaslujosas para cambiarse: seguirán siendo pescadorespobres. Esta opción de que los Reyes sean trespersonajes puertorriqueños sin visibles atributos de

Ilust. 87: Nívea Pérez, 2003.

Ilust. 88: María Fonseca, 2003.

Ilust. 89: Ángel Feliberty, 2003.

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realeza monárquica establece sin mediacionesiconográficas la identificación de los Reyes con lagente común.

Hay una imagen en que estos movimientoshíbridos culminan con gran fuerza expresiva [Ilus.88]. Inicialmente, llama la atención la agudeza de larepresentación mestiza de las facciones de estospersonajes. Su animación plástica es agradable ysorprendente. Aunque visten túnicas holgadas, nohay rastro de lujo en la indumentaria: son tresvestimentas simples y similares que sólo se distinguenpor los colores. Los Reyes no tienen coronas, sinogorros circulares, cada uno con una estrella al frente.Nada en sus atuendos distrae de la específicapersonalidad boricua de sus rostros: parece que loshemos visto antes de carne y hueso. El centro, sinembargo, se localiza otra vez en los regalos y estosson un glorioso homenaje a la cultura popularpuertorriqueña, aquí definida como excelencia enlas artes. Un Melchor vestido de amarillo está en elcentro y ofrece un cuaderno con la transcripciónmusical de la canción Las caras lindas: se trata deTite Curet, compositor de un imperecedero homenajea la negritud boricua que la gente conoce por la vozde Ismael Rivera, un verdadero personaje inmortalde la cultura afroboricua. Otra vez, no sabemos quiénes Gaspar o Baltasar pero ya no nos importa. A unlado, un rey vestido de verde ofrece un libro cuyacubierta tiene la ilustración de un toro mestizojíbaro: El josco. Este es Abelardo Díaz Alfaro, escritornacional, que al narrar la batalla entre el toro jíbaroy un toro norteamericano en que el boricua triunfapero luego muere de dolor al ser sustituido comopadrote, crea una de las metáforas más elocuentesde la alteración de la cultura campesina ante ladominación imperial de Estados Unidos. Este es elmismo autor que la gente conoce por su humorísticapero incisiva confrontación entre Santa Claus y losReyes Magos en una escuelita rural de la montaña.Al otro lado, un rey vestido de azul ofrece unapintura: es el rostro recio y seguro de Goyita -icono muy conocido de la negritud en la mujer

puertorriqueña- creación de Rafael Tufiño, pintornacional de la vida popular cuya vida enlaza laDiáspora con las Islas. Esta hibridación tan afinadadevuelve a los Reyes Magos la orgullosa y centenariaexpresión de lo negro y lo jíbaro pero en nivelesinéditos de trascendencia. Así, la noche de la Epifaníaamanece en la identidad de los Reyes Magos con laexpresión artística de la cultura popular elevadaa definición nacional. La memoria históricapuertorriqueña vuelve a tener en los artesanos delpaís un privilegiado vehículo de transmisión.

Los Reyes vistos en ferias

Mientras sucedían los híbridos desarrollosanteriores, en las ferias artesanales de fines del siglo20 y principios del 21 la representación de los ReyesMagos era la puesta en escena de enlaces y rupturascon las imágenes tradicionales, ambas ubicadas enla sostenida preferencia de la gente. En sus Reyestallados en madera, los imagineros mostrabandiversas reacciones a la fuerte competenciacomercial de los Reyes Magos de barro y esas sesiguen manifestando hoy. Mientras tanto, otrosartesanos abrían el repertorio temático de susrenglones para incluir a los Reyes. Un examen devarias ediciones de la Feria Nacional de Artesaníasen Barranquitas y la Feria de Artesanías de la CalleSan Sebastián en San Juan permite detectar losdetalles de estas hibridaciones.16 La feria deBarranquitas es la más antigua del país, la matriz detodas las ferias artesanales subsiguientes. Durantecasi medio siglo, ha sido barómetro de los logros,forcejeos y contradicciones de la promociónartesanal gubernamental, sin perder nunca lacapacidad de convocar los mejores talleresartesanales y un público masivo que llega a unpequeño municipio de la montaña a celebrar sumemoria artesanal. Esta feria es la más indicadapara observar las tradiciones artesanales quemantienen mayor aceptación y vitalidad. En la calle

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San Sebastián de San Juan, la feria es un eventourbano insertado en una festividad aglomerada yruidosa que congrega enormes multitudes. Losartesanos participan en horarios alargados yagotadores pero son compensados con excelentesventas y con el prestigio de participar en una feriade la mejor calidad disponible. Es una feriaactualizada en su selección de renglones, puesta aldía con los artesanos más capaces de responder a laexigencia comercial y más depurada de baratijas eintromisiones industriales. Barranquitas convoca unamayor concentración de artesanos mayores y SanJuan reúne artesanos más jóvenes. En Barranquitas,los Reyes Magos tallados a caballo no han perdidomucho terreno. En San Juan, ya son minoritarios enrelación a los Reyes de pie.

La popularidad de los Reyes Magos de barro noha mermado significativamente en las ferias de losúltimos años [Ilus. 90]. En una sociedad en la quelos Reyes tallados en madera son muy costosos, losde barro son la alternativa preferida por losconsumidores de menor poder adquisitivo. En lasferias y tiendas de artesanías, esa clientela se

diversifica e incluye turistas extranjeros y,significativamente, visitantes puertorriqueños de laDiáspora que quieren llevar imágenes de afirmaciónpuertorriqueña a sus hogares y comunidades deEstados Unidos. Muchos de ellos prefieren losReyes de barro porque estiman que éstos no lescomprometen con una identificación católica comolos tradicionales y católicos Reyes de madera: losReyes de barro son imágenes más secularizadas. Laabundancia de Reyes baratos de barro no impideque exista una oferta abundante de lo que losceramistas llaman “barro escultórico”: imágenes másgrandes, complejas y costosas que se venden enferias, tiendas y galerías. El movimiento de los ReyesMagos de barro también incluye su aparición comorostros despojados de cuerpos, placas en vez defiguras y manualidades elementales. Con frecuencia,las facciones desaparecen y los Reyes son apenastres siluetas anónimas e intercambiables. Ya seconsiguen baratijas industriales de Reyes de barro -mandadas a fabricar a Venezuela- que no pasan deser torpes arreglos geométricos masificados ensouvenirs turísticos.

Lo que más distingue a los Reyes Magos de barroque aparecen en las ferias artesanales de lasimágenes tradicionales de los Reyes es un conjuntode repetidos acomodamientos comerciales: figurasde pie en vez de jinetes, descomposición del cuerpoen representaciones parciales, mayor diversidadracial con tendencia al blanqueamiento,multiplicación de turbantes “orientales”, reducciónde la centralidad de Melchor y efervescentehibridación de regalos temáticos. Dado el talentovariable de los ceramistas, la articulación de estosrasgos puede producir Reyes de ubicación desigualentre la intensa expresividad y el genérico anonimatoy de todas las gradaciones y combinaciones demanualidades, artesanías y artes populares.

La situación de los Reyes Magos tallados enmadera también se ha ido transformando en lasferias artesanales, donde muchos artesanos utilizantarjetas de presentación -con su nombre, dirección,

Ilust. 90: Nívea Pérez, 2003.

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teléfono y, a veces, e-mail y página de internet-convenientemente ilustradas con figuras de ReyesMagos que se consideran emblemáticas de la genuina“artesanía puertorriqueña”. La proliferación decursos, certámenes y exhibiciones junto a lasnecesidades y urgencias del empleo y subempleolaboral, atrae un número creciente de nuevostalladores y talladoras que compiten en las feriaspor lograr la mayor venta posible. Unos seespecializan en tallas refinadas y formales en lasque predomina una intención académica que les llevaa cuidar las proporciones, agudizar las originalidadesy abandonar la imaginería ingenua a favor de lacalculada y controlada escultura en madera. Confrecuencia, estos talladores encuentran en la pinturaun entorpecimiento a la exhibición de las rarezas ypreciosidades de las costosas maderas y a lavisibilidad de su maestría en el tallado. Al ofrecersus tallas sin pintar, sin embargo, dejan ver otroscondicionamientos e intenciones. Por un lado, setrata de una simplificación: se reduce el tiempo detrabajo en cada pieza, se abandona la identificaciónde atributos de color en vestimentas y razas y sefacilita la unidad de composiciones en las que hayque solucionar menos diversidades tradicionales. Porotro lado, se abren posibilidades de hibridacióncreativa: la mayor visibilidad del tallado permitelograr más personalidad expresiva en las piezas -especialmente en las facciones- y la concentraciónde la intención creativa en la madera misma permitesacar provecho de sus líneas y colores naturales,además de combinar maderas distintas. Ante lainsistencia de la gente que quiere encontrar aMelchor aunque la talla no esté pintada, lostalladores lo tallan en madera más oscura oaprovechan los nudos y oscurecimientos naturalespara ubicar su rostro. Estos Reyes de nobles maderasle añaden al aprecio cultural del tema una cultaconciencia ecológica sobre el cultivo y conservaciónde los recursos forestales del país.

La aceleración comercial domina la práctica demuchos otros talleres de talladores. Los Reyes Magos

a caballo -exigentes, complicados y difíciles- pierdenespacio ante una inundación de Reyes de pie -solícitos, simples y fáciles- que no sólo muestranla homogeneización de las tallas sino suacomodamiento a la presión de la competenciacomercial de las figuras de barro. En las mesas delas ferias crecen los agrupamientos de Reyessimplificados, repetidos y reducidos a escalas depiezas de bolsillo que no necesariamente conllevanprecios módicos. En muchos casos, la pintura de estaspiezas no es aplicación simbólica ni embellecimientocreativo sino camuflaje de tallas apresuradas ysuperficiales y fácil variación visual de la mismafigura repetida. Este abaratamiento artesanalaparejado al encarecimiento comercial, marginay expulsa de las ferias a muchos artesanostradicionales que dedican a cada pieza una atenciónmás esmerada y una expresión simbólica de sentidocolectivo. El apresuramiento artesanal de los Reyestallados de pie -irónicamente- los inmoviliza enuna rígida cosificación que da más señas deestancamiento que de transformación. También esirónico que la similitud formal de estos Reyes conlos modelos rígidos de los santos individualestradicionales ocurra en la época en que los Reyesestán más alejados que nunca del culto devocional.Todo esto sugiere la posibilidad de unconservadurismo atrofiado y mercantil, excepto queel impulso popular insiste en el movimiento y, en

Ilust. 91: José Rosado, 2003.

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muchos talleres artesanales, lo enfoca en laredefinición de regalos temáticos que abre espacioa la animación y circulación de imágenes, intencionesy sentidos.

En muchos casos se nota una curiosa hibridación.Los cuerpos, rasgos y atributos de los Reyes de piese tallan en pedazos de madera, adelgazados yalargados. Las figuras no extienden hacia afuerabrazos, gestos o regalos sino que los tienen pegadosal cuerpo, acomodados en las dimensiones cilíndricasque adquiere la talla. Las cabezas, torsos y vestidosse tallan todos según la misma anchura del pedazode madera, con las consecuentes desproporcionesen la figuración del cuerpo humano. Esta manera detallar los Reyes nos sugiere una imagen familiar queno es parte de la cultura puertorriqueña pero nosllega con frecuencia gracias a las tecnologías de lacomunicación mediática. Se trata de los totemstallados en madera: imágenes emblemáticas de laexcelencia del arte tribal indígena norteamericano.17

Estas imágenes -verdaderas síntesis mitológicas deculturas chamánicas de intenso culto a la naturaleza-son de tamaño monumental: un totem es la tallade todo el recto y elevado tronco de un árbol. Setrata entonces de un tipo de talla de Reyes de piecomo tres totems en miniatura que -en vez deanimales, máscaras y transformaciones chamánicas-representan tres figuras humanas que, por lo general,portan coronas y regalos [Ilus. 92]. En otras ocasiones,los Tres Reyes se tallan en tres lados del mismocilindro, superando así la frontalidad y reduciendola representación a una sola pieza. Los Reyes-totemsse han multiplicado con la aceleración de la facilidadcreativa. Otras representaciones de los Reyes de piesiguen el estilo de la imaginería de vírgenes y santostradicionales. Por su parte, los Reyes-totems son unahibridación tan interesante como la presencia defiguras de indios norteamericanos en la Santeríaafrocubana y el Espiritismo afrocaribeño. Estas tallasdelatan presencias culturales cuya novedadqueda semioculta por los atributos de la tradiciónlocal a la que se integran. La fuerza del totem

Ilust. 92: Raquel Pagani, 2003.

Ilust. 93: Audrey Santiago, 2003.

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norteamericano para sumarse a la expresiónartesanal de los Reyes puertorriqueños resalta másal observar que no hay cemíes de Reyes Magos, apesar de que el diseño triangular del cemítaíno sugiere posibilidades interesantes para larepresentación de los Tres Reyes en una sola pieza.

Los talladores más hábiles y sensibles sabentrascender estas limitaciones y por eso tambiénaparecen tallas de Reyes de pie que en nadadesmerecen de las mejores tallas de otros santos, lamayoría de los cuales se representan parados. Eldesplazamiento de la narrativa del viaje de los Reyesa caballo a la de la adoración en los Reyes de pie esuna oportunidad para concentrar la expresión en elmomento del encuentro y dar a cada rey una emocióntallada en el rostro. También es una oportunidadpara lograr composiciones de movimientos delcuerpo de pie, doblado o de rodillas. Algunosartesanos dedican su esfuerzo a detallar elmovimiento de las vestimentas y otros son excelentesen la aplicación de colores y ornamentaciones. Elreto consiste en establecer la diferencia entre unapose construida como literalidad “oriental”representada y un momento de la emociónnarrativa como metáfora de la Epifanía en términospuertorriqueños. Algunos talladores consiguen loúltimo mientras otros se limitan a lo primero.

Junto a los dos extremos anteriores, siguenpresentes en las ferias artesanales las tallas que sona la vez ingenuas y cargadas de comunicaciones. Lacentralidad de Melchor esta más asegurada que enlos Reyes de barro, al igual que la preferencia por elrojo en su atuendo y su casi reglamentario caballoblanco. No escasean los caballos de varios colores,el movimiento de animales y jinetes, la preferenciapor coronas distintas, la solución Melchor-y-los-otros-dos, los regalos de formas tradicionales y laindividualidad acentuada de las facciones. La mayorcombinación de ingredientes visuales distintospromueve la evidente riqueza de estilos personales.La Virgen de los Reyes no es abundante perosiempre aparece [Ilust. 93]. Los nichos con Reyes

tallados -indispensables en las trullas de Promesasde Reyes que han empezado a resurgir- también seconsiguen en las ferias. Los Nacimientos incluyenlos Reyes pero en las ferias no son abundantes. Lomás innovador de estos talladores apegados ala imagen tradicional de los Reyes es su apertura ala representación de regalos temáticos, cuyorepertorio es cuidadosamente tomado dela tradición y la actualidad puertorriqueñas [Ilust.91]. Instrumentos musicales, banderas, artesanías,juguetes, animales, alimentos, machetes y otrosobjetos puertorriqueños se acomodan en las manostalladas de los Reyes Magos, admitiendo así elreclamo cultural del momento y expandiendo elrepertorio según las aportaciones de los artesanosy los deseos e imaginaciones de los compradores.

Una tendencia clara a favorecer los Reyes depie, menos individualizados y menos apegados a laiconografía tradicional se manifiesta en la apariciónde imágenes en otros renglones artesanales. Se tratade Reyes en piedra, mosaico, pintura, vitral, hueso,alambre, cartón piedra, metales reciclados,fibras vegetales, textiles y juguetes [Ilust. 94-100].Algunos son superficiales aprovechamientos de laoportunidad comercial pero otros son solucionesastutas a las exigencias y/o limitaciones del trabajocon otras técnicas y materias primas. La confluenciade torpezas, virtuosismos y descubrimientos en lasferias agita el movimiento creativo del tema.Mención aparte merecen las interesantes ysolicitadas estampas de Reyes realizadas enpirograbado, una técnica que permite la expresióndetallada de temas, emociones y texturas y seextiende hacia un espacio de encuentro del relieve,el dibujo y la pintura.

Las ferias son además el laboratorio públicodonde se ensayan imaginaciones, verificanaceptaciones y miden preferencias. Son terrenosfértiles para la aparición de lo insólito y lo efímeroen creaciones diferentes que los consumidoresignoran, observan o adquieren. Permiten la cortaestadía de artesanos de sorprendente creatividad o

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Ilust. 94: Karla Morales, 2004.

Ilust. 95: Rafael Romero, 2004.

Ilust. 96: Miguel Rodríguez, 2004.

Ilust. 97: María Sánchez, 2004.

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aburrida repetición que pronto descubren otrasocupaciones y abandonan la artesanía en busca demayor progreso, estabilidad económica o definiciónpersonal. Son puntos de encuentro de la tradición,la moda y la creatividad. Son zonas de contacto conla penetración industrial que, aunque no logresuplantar la confección manual de los objetos,fomenta la producción de ensamblajes decomponentes comprados, la imitación de laproducción en serie y la dependencia deherramientas, materiales y equipos industriales. Estoes particularmente intenso en Puerto Rico, cuyacompulsoria dependencia del mercado de EstadosUnidos es abarcadora y generalizada. Así, porejemplo, el vocabulario artesanal de la ancestraltradición de los Reyes Magos incluye denominacionesen inglés para los pegamentos, pinturas, selladoresy barnices que se aplican a las tallas.

El contenido artesanal de las ferias es diferentesi las organizan el ICP, otras agenciasgubernamentales, centros culturales municipales,instituciones educativas, centros comerciales,asociaciones vecinales o empresas corporativas.18 Lasdefiniciones de lo artesanal varían con cada modode organización y los artesanos que participanpueden ser de diferente prestigio y destreza omayor o menor apertura a las hibridaciones ysimplificaciones comerciales. Simultáneamente, unacomunidad de conocidos “artesanos de feria” sedesplaza entre la diversidad anterior, aparece enferias de todo tipo y da coherencia a la ofertaartesanal, mientras otros son “artesanos de taller”,“de tienda” o “de galería”. Todo lo anterior fomentalas hibridaciones -fértiles o estériles- que caracterizanla artesanía contemporánea y, consecuentemente,la oferta de imágenes de Reyes Magos.

Talleres de Reyes Magos

Como contrapunto a las anterioresgeneralidades, lo que sigue es un examen del trabajopersonal de gente creativa que ha dedicado esfuerzos

Ilust. 98: Héctor León, 2004.

Ilust. 99: Héctor León, 2004.

Ilust. 100: Evelyn Rivera, 2004.

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especiales a expresarse mediante el tema de losReyes Magos puertorriqueños. Más que unaevaluación de su importancia cultural o excelenciaprofesional, se trata de una muestra de diversidadesque -sin dejar de ser importantes y excelentes- sonevidentes confirmaciones del movimiento de losReyes Magos hacia identificaciones directas con lapluralidad cultural puertorriqueña. Las hibridacionesmultidireccionales de ese movimiento invalidancualquier reducción de las complejidades dela identidad popular y/o nacional al esencialismode seleccionar un rasgo privilegiado de la expresióncultural y convertirlo en definitorio de lapuertorriqueñidad.

Ceferino Calderón es uno de los maestrosartesanos que estuvo hasta hace pocos años tallandoy participando en ferias, certámenes y exhibiciones[Ilus. 77]. Cuando la enfermedad le impidió tallar,sus piezas ya eran tesoros de colección y alcanzaronmúltiplos de sus precios originales. Además de santos

de diversa devoción, ha tallado Reyes, Vírgenes deReyes y Nacimientos. Las tallas de Reyes de Calderónse reconocen por un estilo de aparente ingenuidadminimalista: tallado de fuertes rasgos sinrebuscamiento de detalles, sistema mínimo de rojo-azul-verde-blanco-negro, facciones simples-discretasy seria serenidad emocional. Se distingue por sumisterioso poder de atracción: una seguridad de quenada falta ni sobra y que el tallador siempre sabe loque tiene que hacer para convocar lo sobrenatural.Por eso lo que más caracteriza la expresión deCalderón es su carácter devocional: la fe notiene mucho que ver con la desesperación ni lamaterialidad por lo que sus imágenes se concentranen comunicar la metáfora del poder espiritual sinocuparse de acentuar demasiado los detallesliterales. En muchas de sus tallas, ésto se resuelveeliminando los regalos de los Reyes que entoncesjuntan las manos en actitud de humilde veneración.Esta estrategia, tan alejada de las enumeracionestemáticas, es un movimiento diferente que no esprioritario en la talla comercial de hoy.

Domingo Orta es un maestro artesano de enlacetradicional que por décadas ha mantenido un exitosotaller de talla de santos donde la participaciónfamiliar en la producción asegura la continuidad ydesarrollo del oficio. Orta asimiló los elementos dela tradición en sus tiempos de músico partícipe deparrandas, velorios y Promesas de Reyes. Luegocombinó el conocimiento y destreza en el trato conla madera con una figuración en la que los Reyes separecen a él -una costumbre común entre lostalladores tradicionales- y un talento especial paratrabajar con muchos colores armónicos, distintos yvibrantes. Respondió a la creciente aceptación ypopularidad de sus tallas con una división familiardel trabajo en la que él se ocupa de los Reyes másgrandes y costosos, su esposa de los más pequeñosde precios módicos y sus hijos y parientes de lasvariaciones de tamaños y estilos. Todos producensantos variados pero el apellido Orta se asocia máscon Reyes Magos. Orta ha mantenido una oferta

Ilust. 101: Domingo Orta, 2004.

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abundante a precios accesibles a distintos públicos.La atrayente simpatía de sus Reyes depende de launidad de figuras repetidas que se hacen únicas porla sorprendente variedad de las combinacionesde colores y la cuidadosa ejecución de lasterminaciones. En el taller de Domingo Orta laabundancia no sacrifica la calidad. Los Reyes másgrandes del taller se distinguen por la colocación detres pedestales sobre la peana, la preferencia por elmovimiento de caballos al estilo paso fino, lacentralidad de Melchor sobre caballo blanco, laexpresividad de rostros y posturas y el gusto por laornamentación de vestimentas, tocados y calzados.Esto último conlleva la unidad de talla, dibujo ypintura en detalles de cariñosa ejecución. Muchosde estos Reyes cargan regalos tradicionales y esfrecuente que Melchor tenga en su mano unarepresentación de la estrella como iluminaciónflorecida. Hay una expresión de puertorriqueñidad“buena gente”: los Reyes se ven tranquilos, dispuestosa la sonrisa, cómodos y concentrados en la serenidadde la alegría interior. No hay nada forzado oartificioso. El gusto por la proporción no está alservicio de la rigidez y expresa más bien lacompenetración con la madurez del oficio. Lo másirresistible que encuentra la gente en los Reyes dela Familia Orta es que les gusta ser músicosparranderos en movimiento. Orta fue uno de lospioneros en esta hibridación de los regalos pero ensu caso no se trató de un oportunismo comercialsino de un traspaso a su oficio de tallador de suantiguo oficio de músico y fabricante de instrumentosmusicales: los Reyes de Orta son músicos porque élfue músico. Esta identificación biográfica encuentraotra expresión en el taller familiar: se produce unaestampa tallada de la Promesa de Reyes en la quetres jíbaros músicos tocan y cantan alrededor dela mesa-altar donde está colocada una talla enminiatura de los Reyes Magos [Ilus. 58]. Otra vez, lacircularidad metafórica busca su espacio deidentificación. Fiel a su entronque tradicional, Ortasabe que en una orquesta de güiro, cuatro y maraca

a Melchor le toca el instrumento especial de ladistinción, así que Melchor es el cuatrista. Cuandoaceptó complacer mi encargo de Reyes pleneros, aMelchor le tocó el quinto, el tambor pandero que“habla”, improvisa y lleva “la voz cantante” de losritmos de plena [Ilust. 101]. Su esposa Santia Riveraha desarrollado su personalidad artesanal en elespacio de Reyes más pequeños sobre caballosrígidos que, por lo demás, siguen la iconografíareconocida del taller. Santia aporta en sus Reyes unamayor atención a los detalles y logros de la pintura-ella “cose”, “borda” y “abotona” las vestimentas-mientras ocupa el espacio opuesto a Domingo consu producción de difíciles miniaturas. Los hijos yparientes aportan variaciones personales a los Reyessin apartarse del exigente respeto a la tradicióniconográfica que les inculcó Domingo Orta. Susespacios creativos se ensanchan en la talla de otrossantos y tradiciones. Todos han logrado distinguirsecomo probados talladores y juntos han multiplicado

Ilust. 102: Domingo Orta, 2004.

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el taller familiar, adiestrado talladores aprendicese influido en el amplio ambiente artesanalpuertorriqueño.

Una de las razones por las que el tema de losReyes Magos goza de una aceptación que trasciendelo popular y penetra en los sectores cultos yhegemónicos es el impacto que ha tenido la obrade importantes artistas que, atraídos por lasposibilidades plásticas de la imagen y comprometidoscon la búsqueda de definiciones de lo artístico-nacional, han encontrado inspiración en la tradiciónde los Reyes. Muchos de los pioneros desarrollaronsus intenciones creativas en el Taller de Gráfica dela División de Educación a la Comunidad desde losaños 50 y en subiguientes espacios institucionales eindividuales. El fundador del interés artístico por laimagen de los Reyes fue Lorenzo Homar.19 Un maestrode indiscutible dominio y excelencia, Homarencontró en el tema de los Reyes y los Santos un

vehículo para enlazar la tradición popular con laeducación y el arte, los tres al servicio de laafirmación y definición de lo puertorriqueño. Supreocupación lo llevó a realizar una abundanteproducción gráfica en la que Santos y Reyes ocuparonespacios protagónicos y donde los sectores popularesse reconocieron ellos mismos, mientras los sectorescultos descubrían la relevancia de lo popular en elarte nacional [Ilus. 103]. Más allá de los Reyes comoartesanía transformada en propósito de arte, Homaratendió la tradición viva -el “reyar” de la gente- yasí produjo Le-lo-lai, una de las imágenes definitoriasdel arte puertorriqueño de mediados del siglo 20,en la que por primera vez se rescata visualmente lacostumbre de la trulla en que los músicos son ReyesMagos con simples capas y coronas. Esto esfundamental, pues es la humanización de la talla deReyes tradicionales a imagen y semejanza detres hombres puertorriqueños. Los Reyes se tallancomo hombres y los hombres se visten como Reyespara cumplir la promesa que incluye cargar laimagen tallada de los Reyes que representa a loshombres mismos: la circularidad metafórica en latrascendencia del arte. La imagen queda centradaen Melchor-hombre-músico con el instrumento másimportante y completada con dos Reyes-hombres-músicos blancos. Homar entonces devuelve a la gentesu tradición transformada en arte y, como parte dela devolución trascendente, provee a los artesanosy artistas posteriores una imagen fundacional quemuchos han sabido aprovechar. Las artesanías deReyes Magos músicos de hoy tienen ascendenciadoble: la vivencia biográfica de la trulla de Reyesen algunos casos y la influencia pionera del Le-lo-lai de Lorenzo Homar en otros. Lo popular y lo cultose encuentran en los cruces de la hibridación. Lainfluyente Adoración de los Magos de Manuel Garcíadel siglo 17 es fundacional de un movimientopictórico puertorriqueño de los Reyes Magos queculmina con el influyente Le-lo-lai de LorenzoHomar del siglo 20, que es fundacional de unmovimiento de la memoria histórica de abarcadoras

Ilust. 103: Lorenzo Homar, 1952. Colección ICP #COP.1991.1348

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consecuencias artísticas y artesanales. Medio siglodespués, la ceramista María Fonseca completa elmovimiento en su tercera etapa: los Reyes Magosartesanales son Abelardo Díaz Alfaro, Tite Curet yRafael Tufiño, quienes ofrecen los regalos de susexcelencias artísticas. Los cruces de la hibridaciónen circularidad metafórica fortalecen la memoriapuertorriqueña.

La obra gráfica de Antonio Maldonado sirve paraesclarecer estas relaciones.Maldonado extiende losámbitos de aparición de los Reyes a través degeografías nocturnas que, cuando se miran juntas,enlazan un viaje mágico en la noche del 5 de eneropor todo el país.20 Los Reyes Magos aparecen bajadosdel cielo en una espesura de vegetación tropicaldonde la luna crea un baile de reflejos ytransparencias en el que Reyes y plantas compartenbrillos y colores [Ilus. 104]. Los Reyes de Maldonadoson como encarnaciones de tallas artesanales o comoimaginerías de hombres a caballo: la conjunción delo humano con lo artesanal se convierte en loartístico. Según avanza la noche, la estrella alternasu resplandor con la luna y los Reyes -conquistandoen su visita las barrancosas alturas de las montañas-se desplazan como siluetas oscurecidas e iluminadaspor la luz celestial que delinea platanales, pastizalesy hombres. Luego aparecen en llanuras ruralesenrojecidas y, mientras una niña los imagina llegarpor detrás de su casa de madera, aprovechan elreflejo enorme de la luna sobre el mar y conducensu intrépida distancia por los afilados acantiladosque sostienen las fortificaciones españolas de SanJuan y así entran al Arrabal de los Techos Verdesdonde, seguidos por la multitud de la trulla, pidenentrada frente a unas persianas iluminadas. Entoncessucede el milagro: los Reyes Magos de TonyMaldonado ya no son encarnaciones de tallas deReyes ni imaginerías de hombres a caballo: ahorason tres vecinos a cargo de la parranda. Uno es negro.Es el cuatrista y está en el medio. A cada lado tieneun músico blanco. Son el güirero y el maraquero. Deahí en adelante los Reyes Magos somos nosotros.

Ilust. 104: Tony Maldonado, 1998. Colección ICP #COP.2002.6117

Ilust. 105: Tony Maldonado, 1973. Colección ICP #COP.1993.2108

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Este movimiento de transformaciones de los Reyesen la obra de Antonio Maldonado es el mismorecorrido que miles de artistas y artesanos hanseguido transitando: los Reyes en el paisaje, lacomunidad, la música y la gente. Esa transfiguracióncompletada en tres personas de la cotidianidadpuertorriqueña es una propuesta tan adelantada quesu movimiento es el encuentro de los Reyes Magoscon la Estrella Sola de Puerto Rico. El desdoblamientode las tres personas en diferentes apariciones através de los personajes de nuestra convivencia esla nueva agenda de la creatividad popular de losReyes en el siglo 21.

La humanización de los Reyes Magos que nosimpresiona y conmueve ya había alcanzado alturasiluminadas en la prosa de Abelardo Díaz Alfaro, quienlos fue a buscar al cielo y los bajó hasta nosotrospara conversar y escuchar sus preocupaciones porla justicia y sus inspiraciones en la sencillezespiritual. Manuel Rodríguez Ortega ilustró larecopilación de textos de Díaz Alfaro en un cuadernotitulado Estampas navideñas.20 Sus dibujosajibarados, parecidos a los que veíamos en los viejosLibros para el pueblo de la DIVEDCO, incluyen Reyesque son tres niños descalzos y harapientos: unoregala un ave que alza vuelo, otro toca una guitarritay en el lugar de Melchor hay una niña que alza unadestellante guajana [Ilus. 56]. Los tres se han puestocoronas. La estrella los saluda de lejos y un perrolos saluda de cerca. Unos Reyes de vestimentaoriental se reúnen detrás del sillón donde se sientaa escribir el autor y le dictan las palabras inspiradasde sus mensajes de paz. Otros niños son Reyes Magos.Otra vez visten harapos y otra vez tienen coronaspero los regalos han cambiado: uno vuela unachiringa, otro alza un cuatro y en el lugar de Melchoruna niña abraza un gallo despierto. Los tres parecenfelices. Luego los Reyes llegan a la cama de un niñonegro despierto y Melchor se adelanta a saludar. SonReyes de coronas y turbantes pero de atuendossencillos. En el cielo no está la estrella de Belénsino las tres estrellas de Orión que son los Reyes

Magos eternizados en la metáfora del mito. Aparecetambién un rey harapiento y leproso que llega a Belény es sanado. Afortunadamente, Díaz Alfaro vio antesde morir el resurgimiento de la preferencia de lagente por los Reyes Magos, tras décadas deabandonos festivos e intromisiones de Santa Claus.

Otras hibridaciones han sido más militantes.En los años 70, la lucha armada nacionalista volvióa presentarse en la vida política puertorriqueña.Entre los grupos armados del país, los Macheterosllamaban la atención por la eficacia de sus logrospolíticos y publicitarios. Como parte de sus campañasinsurrectas, realizaron operativos y utilizarondineros “rescatados” para que los Reyes Magosllevaran regalos a algunas comunidades pobres delas Islas y la Diáspora. Según la lógica de su consigna“Todo Boricua Machetero”, si los Reyes eran Boricuasserían Macheteros también o se sumarían a otrasorganizaciones armadas. Los Reyes Magos armadoscargaron bolsas y cajas de juguetes pero nose limitaron a eso. Aparecieron en graffitisuniversitarios atacando a tiros a Santa Claus y, porno quedarse ahí, quedaron impresos en tarjetasnavideñas en las que también disparaban a uncobarde Santa Claus trepado en la palma decocos del anexionista Partido Nuevo Progresista.Anteriormente, en 1972, los Reyes habían encontradola poesía militante de José Manuel Torres Santiago ydesde ella inspiraron al autor a tallar Reyes y Santosde otra intención: eran clandestinos, armados,internacionalistas y orgullosos de sus raíceshistóricas puertorriqueñas. La fuerza de los ReyesMagos alzados e insurrectos les abrió las puertas delICP donde se les pudo ver en desafiante exposiciónartística. Pasó el tiempo y, según la lucha armadadejó su lugar a la desobediencia civil, los Reyes Magosse dedicaron a fomentar el nacionalismo cultural.

Los anteriores acercamientos de artes yartesanías tuvieron marcada influencia en losposteriores desarrollos de la creatividad popular,especialmente en la que aparecía en las mesas delas ferias de artesanías. Un nuevo tipo de artista

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popular, influido por artesanías y artes plásticas yubicado de frente al público de las ferias, pusoen manos de la gente su voluntad híbrida deexperimentos y tradiciones. Sus trabajos colindantesentre lo artesanal y lo artístico fueron muyaceptados. No es casualidad que algunos de los másrepresentativos mostraran una preferencia oconexión con la expresión gráfica.

Hace más de 20 años, José Pelegrina, un jovenurbano, educado y dibujante se sintió atraído por latextura rural y ancestral de la higüera. Empezó atallarle bordes estilizados y composiciones hábilessegún el contorno redondeado de la milenaria vasijarecién convertida en medio de expresión. Prontologró una reputación de artesano original y serio,interesado en los temas de la naturaleza y la historia.La gente prefirió sus higüeras talladas con temas deReyes Magos. Eran Reyes distintos. En vez de repetirvariaciones del viaje a Belén, Pelegrina transformósus Reyes en trabajadores populares y gentesencilla que ofrendaba los regalos de la culturapuertorriqueña. Los Tres Reyes Magos dejaban lascoronas a favor de pavas de paja, gorras y sombrerosy se alargaban sobre la higüera que los acogía. EranReyes del pueblo: un carpintero, un agricultor y unpescador, por ejemplo. Luego Pelegrina dejó lashigüeras y se acercó a los pedazos de madera nativacon un interés febril por el pirograbado, lo que lepermitió volver a sus talentos de dibujante. Añadiócolores y finalmente impuso la seña de su vocaciónencontrada: unos Reyes recogidos en sí mismos,esbeltos, con híbridos atuendos exóticos y nativos ycon toda la cultura popular disponible para ofrecerlaen regalos apreciados y reconocibles [Ilus. 106]. Nadieha trabajado con mayor número de regalos de Reyes.Pelegrina cuenta con todos los instrumentosmusicales, todos los emblemas patrióticos, toda laflora y la fauna y, sobretodo, toda la artesaníapuertorriqueña. Tres Reyes de pie, con Melchor enel medio y la estrella detrás, se cambian de ropas ysombreros pero son los mismos: solemnes, barbudosalargados y siempre con las dos manos ocupadas en

cada relevo de identidad puertorriqueña expresadaen tres muestras de la belleza popular. Sus Reyescrecieron en tamaño y su fama creció en prestigio.Pelegrina produce para un público que puedeadquirir piezas costosas. Ya no visita muchas feriasy ha encontrado una clientela selecta en los máslujosos centros comerciales. Ante la demandacreciente por sus imágenes y el costo elevado de lasmismas, optó por mandar a reproducirlas en papel yenmarcarlas bajo cristal. Así entró al espacio de lareproducción gráfica mecánica y buena parte de susingresos provienen de objetos derivados de suartesanía, los cuales se producen fuera de su taller.Su compañera se convirtió en su colorista y ahoraPelegrina puede regresar al pirograbado sin colorque depende más de su pulso firme y gusto porínfimos detalles. Su hibridación es astuta para unosy controversial para otros. Pocos artesanos han

Ilust. 106: José Pelegrina, 1996.

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aprovechado las oportunidades de la imagenmediática -la imagen de la imagen- en la que noqueda rastro físico del creador. Esta distanciacomercial facilita el acceso a su talento pero a lavez lo coloca en medio del tumulto de imágenes quesaturan el mercado gracias a la tecnología industrial.Los precios siguen elevados, aún en las copias. Esmuy difícil para Pelegrina ofrecer un producto deprecio módico cuando la prosperidad de su tallerdepende tanto del poder adquisitivo de una clientelaurbana, educada y adinerada. Mientras tanto, suvictoria creativa es indiscutible.

Para la misma época en que Pelegrinaincursionaba en las ferias artesanales, Luis Vázquezhacía lo propio desde su taller doméstico deimpresión serigráfica de camisetas. La efervescenciaartesanal de los años 70 trajo a las ferias unrepertorio de renglones de artesanías urbanas,muchas de difusión internacional y probadaaceptación comercial. Se les llamó neoartesanías.La impresión de diseños originales sobre camisetasde fabricación industrial se propagó por todo el paíscon su carga de controversia sobre su identificacióncomo manualidad o artesanía. La gente no tuvoreparos en adquirirlas y pronto quedó claro que -aparte de la definición del renglón- la camisetaimpresa era un medio ideal para recoger y difundirtoda la temática puertorriqueña de identificaciónnacional-cultural. Vázquez se hizo “artesano de feria”en el sentido más emblemático. Se presentaba encasi todas, montaba una mesa sencilla con unadocena de diseños impresos en tres tamaños decamisetas y vendía su producción con diligencia yprontitud. Las “Camisetas de Chembo” se hicieronreconocibles dondequiera y pronto cruzaron el marhasta la Diáspora en Estados Unidos. Chembopresentaba diseños precisos, sin complicadaspretenciones, con un sentido exhuberante del color,gusto por los temas históricos y musicales y plenaidentificación nacionalista. Yo mismo aproveché sutalento y -hasta el día de hoy- me presento en públicocon doce camisetas de Chembo puestas a la vez -

según mi propia ordenación temática- que mepermiten nombrar los elementos básicos de lahistoria popular puertorriqueña enlazando cadadiseño en una narrativa cronológica mientras melas voy quitando en un “strip-tease” irreverente peroirresistible para el inquieto público de lasfestividades populares. Chembo supo desde elprincipio lo acertado de producir una camiseta contema de Reyes Magos. Imprimió su diseño tituladoTradición y de ahí en adelante implementó su propiatradición de renovar el diseño de la camisetaperiódicamente. Hoy es posible hacer otro “strip-tease” sobre la evolución del tema de los Reyes Magosen las camisetas de Chembo.

En su primera camiseta de Reyes, Chembo losdiseña de pie en una llanura rural. Una gran estrellalos alumbra. Melchor está en el medio y tiene unabandera puertorriqueña. A su derecha, un rey blancotiene un cemí taíno y a su izquierda otro rey blancotiene un cofre. Melchor tiene túnica violeta, el reyde su derecha la tiene verde y el de su izquierdaroja. Los tres son adultos barbudos y no se le venlas manos ni los pies. La palabra Tradición titula laimagen con letras rígidas y grandes. Melchor tienelos ojos abiertos, el rey de su derecha los tieneentreabiertos y el de su izquierda cerrados. Estoúltimo es muy particular y no vuelve a aparecer enlas camisetas. En la segunda camiseta de Reyes,Chembo repite los detalles del primer diseño, exceptopor la aplicación de colores diferentes y el uso deletras más ágiles en el título Tradición. En la terceracamiseta aparece un diseño nuevo: una banderapuertorriqueña cubre toda el área del pecho comofondo a las figuras de los Tres Reyes. Ahora todostienen los ojos cerrados. Melchor viste túnicaamarilla con turbante azul y toca un pandero deplena. A su derecha, un rey blanco viste túnica violetacon corona amarilla y toca un cuatro, mientras a suizquierda otro rey blanco tiene túnica verde con lamisma corona amarilla y toca un güiro. La imagen seacompaña con un texto: “Vamos a ver al reciénnacido, vamos a ver al niño Emanuel”. La estrella de

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la bandera es la Estrella de Belén, grande y de ochopuntas. Sobre el triángulo azul y con letras demovimiento está el título Tradición. Fiel a suspreferencias personales, Chembo diseña sus Reyesen relación a la música y el patriotismo. Estos Reyesentonan un villancico tradicional en tiempo de plena.La cuarta camiseta repite el diseño anterior de losReyes pero cambia el de la bandera. Ahora ésta seeleva sobre los Reyes y sus franjas descienden comorayos de luz sobre ellos. La identificación de laEstrella de Belén y la bandera es más estrecha. LosReyes siguen con los ojos cerrados. Al llegar a laquinta camiseta el diseño cambia otra vez. Los Reyesestán rodeados de un cielo nocturno estrellado yhay una estrella mayor. Las túnicas son simples, condecoraciones de colores en los bordes. Melchor, contúnica amarilla, vuelve a cargar una bandera. A suderecha, un rey blanco con túnica anaranjada tieneuna paloma blanca, mientras a su izquierda otro reyblanco tiene un sol taíno. Ahora el título es“Tradición Boricua”. En la sexta camiseta el diseñocambia de nuevo. Un triángulo azul con contornosde nube tiene una estrella de ocho puntas. Los TresReyes vestidos de rojo son las tres franjas de labandera sobre el fondo blanco de la camiseta. Losregalos son cofres rotulados. El de Melchor dice “Pazpa’ Vieques”, el del rey blanco de su derecha dice“Amor” y el del rey blanco de su izquierda dice“Salud”. El título vuelve a ser Tradición. En la séptimacamiseta los Reyes vuelven a ser músicos en unambiente nocturno y con una bandera con asta queflota por encima de Melchor. A su derecha un reyblanco vestido de verde toca el güiro y a su izquierdaun rey blanco vestido de azul toca el cuatro. Melchorestá en el centro vestido de amarillo y tocando unpandero de plena. Reaparece el título Tradición.Hasta aquí, Chembo ha presentado un movimientode relaciones entre varios temas básicos. De latradición toma la centralidad de Melchor, el uso detúnicas-coronas-turbantes y la Estrella de Belén. Delnacionalismo toma la bandera monoestrellada ypronto establece la identificación de la Estrella Sola

con la Estrella de Belén. La identificación de los Reyescon la bandera es tan fuerte que primero es el regalocentral, luego el ambiente general y culmina en lafusión de los Reyes como imagen misma de labandera. La centralidad de la bandera se asocia a lacentralidad de Melchor. Simultáneamente, los Reyesadoptan una personalidad musical de centralidadplenera y así afirman su identificación urbana ycomunitaria. En otros momentos, los Reyes ofrecenregalos alusivos a la cultura taína que es el pasadode la actualidad que representa la bandera. Los Reyestambién regalan deseos colectivos de amor, salud ypaz para Vieques: son filosóficos sin dejar de serpolíticos. Por ahora, los Reyes de Chembo sonhistoria, música y patriotismo.

La octava camiseta parece una desviación.Chembo presenta unos Reyes sicodélicos con estilode arte pop comercial. Los tres son blancos. Laindefinición de las figuras -sabemos que son Reyessólo por las coronas- es una hibridación convertidaen disolución comercial de la identidad tradicional.

Ilust. 107: Luis Vázquez, 2001.

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Tanta es la falta de identidad de la imagen queChembo no la titula Tradición sino “Tres ReyesMagos”, admitiendo así que sin el rótulo no se sabríacon certeza lo que las tres figuras son. Esta camiseta“equivocada” y “desafortunada” es muy elocuenterespecto a la hibridación estéril de forzar la identidadpopular sometiéndola a la moda comercial: laidentidad puede perderse en vez de enriquecerse.En la novena camiseta, Chembo da un giro intensoy dramático [Ilus. 108]. Quizás por sentirse perdidopor la camiseta anterior, busca sentido en unatransformación radical que fortalezca la emoción depertenencia. Más que volver a la ancestral talla enmadera de los Reyes, se trata de volver al árbolmismo: los Reyes son troncos de árboles que, en vezde crecer en ramas y hojas, crecen como treshombres que se sotienen sobre troncos y raíces. Atrásqueda el arte pop. Chembo vuelve a la plena peroahora son Reyes que a la vez son hombrespuertorriqueños: tres pleneros de barrio, en vez detres monarcas con panderos. Abandonan las coronasa cambio de sombreros y repican los cueros comose hace en una esquina comunitaria. Melchor,siempre en el centro, ya no está iluminado por una

estrella o protegido por una bandera. La estrella seha convertido en una iluminación en su tronco,donde un hueco en su raíz cobija la escenadel Nacimiento de Jesús: la camiseta se titulaPlenacimiento. La estrella está dentro del rey centralque se ha transformado en hombre puertorriqueñoy así recibe en sus raíces el nacimiento de susalvación. Ante tal realización artística y espiritual,la estrella celestial está ahora dentro de nosotros.La hibridación rey-hombre-árbol es la metáfora delencuentro de la divinidad y la naturaleza en lahumanidad. El resultado tiene que ser la alegría. Enla última camiseta los pleneros se vuelven bomberosy así profundizan la raíz musical y retoman lamemoria de los tiempos de la esclavitud cuandosurgieron los Reyes Magos puertorriqueños. DosReyes blancos suenan los barriles de bomba mientrasel negro Melchor es el bailador que se toca elsombrero en saludo respetuoso a los tambores. Laidentificación con la gente ha sido completada: elMelchor que a través de la historia popular haofrecido todos los regalos disponibles en Puerto Rico,ahora suelta todos los objetos y sale a bailar, el gestoque más lo integra a la festividad compartida yancestral: La diversión más apreciable para estosisleños son los bailes... como escribió Fray IñigoAbbad en el siglo 18. La circularidad de la memoriahistórica está en la camiseta industrial-artesanal.

No me extrañaría que apareciera una camisetaen la que Melchor tenga como regalo una camisetade Reyes de Chembo o, también, que la lleve puesta.Sería congruente con la circularidad metafórica quesucede en otras situaciones artesanales. Mientrastanto, hay artesanos que producen Reyes Magos enotros renglones y se ponen camisetas de Reyes deChembo para vender su propia producción en lasferias. Lo que se imprime sobre camisetas alcanzamucha visibilidad pública, no sólo porque el preciodel producto es accesible a todos los consumidoressino porque los mensajes desplegados sobre el pechode las personas atraen fácilmente la atención. Elcuerpo, más que las mesas, vitrinas y tablillas de los

Ilust. 108: Luis Vázquez, 2004.

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espacios públicos, privados y domésticos deexhibición, es un foco ágil y móvil para la publicidad.

Chembo también produjo una serie de tarjetasnavideñas con temas de Reyes [Ilus. 107]. Reaparecenlos Reyes como músicos y también la insistenterelación de la Estrella de Belén con la banderapuertorriqueña. Lo que distingue las tarjetas de lascamisetas es el tema del viaje. Primero, los Reyesaparecen en el espacio observando el planeta Tierraque se proponen visitar. Luego están incluidos en lasilueta de un ave que vuela con una flor en el picomientras los contiene en un paisaje nocturno yabanderado. En otra tarjeta los Reyes abanderadoshan llegado cerca de una planta de plátano o palmaplayera y parecen flotar sobre el mar mientras a loslejos vemos una isla pequeña alumbrada por laEstrella de Belén. Los Reyes abanderados aparecenluego transportándose en un bote que se llama “LaNena” hacia la isla pequeña de la tarjeta anterior yla imagen se titula “Paz para Vieques”. Por último,Los Reyes transitan por una verde llanura nocturnasiguiendo la Estrella de Belén pero montados en unaabanderada guagua Volkswagen. Melchor ocupa lacentralidad en las seis tarjetas. La reiteración delmovimiento se multiplica: los Reyes en camisetasse mueven con el desplazamiento del cuerpo delas personas, en las tarjetas se transportan por laruta de su viaje y también alargan sus distancias enel envío de tarjetas por correo.

Lizette Lugo produce una obra gráfica quetransita por espacios cultos y populares con muchasoltura y aceptación. Inspirada por los cortes de lacuchilla en la madera y el frontalismo de laimaginería popular, Lugo afina los cortes de sucuchilla en la película y se detaca como serigrafistade muy detallada fantasía. Pertenece a un grupo deartistas de mucho prestigio que no dejan de acudira las ferias artesanales donde aprovechan el contactocon la gente común para ampliar su clientela yrecoger lenguajes populares que luego traducen asus personales lenguajes visuales. Específicamente,Lugo se siente atraída a ciertas festividades

multitudinarias a las que dedica tradicionespersonales: cada año produce una serigrafíaconmemorativa para la Feria Nacional de Artesaníasen Barranquitas, la Fiesta de la Calle San Sebastiánen San Juan y la Fiesta de Reyes en Juana Díaz. Paraesta última, Lugo ha producido una veintena deimágenes de Reyes, muy apreciadas y coleccionadas,en las que su homenaje a la imaginería popular seensancha, deja atrás toda literalidad forzada y seestablece en los espacios mágicos de un espaciocaribeño inventado. En un irreal mundo isleño deatmósferas entrecruzadas e iluminaciones múltiples,Lugo sitúa Reyes Magos de puertorriqueñidadimaginada. Es como si los paisajes de Reyes de TonyMaldonado se volcaran de adentro hacia afueradejando ver lo que los ojos biológicos no puedencaptar, lo que entreteje otras habitaciones paralelasy a veces alucinantes, parecidas a las vibrantes

Ilust. 109: Lizette Lugo, fines del siglo 20.

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geografías chamánicas de las culturas que no hanperdido contacto con el fuego, el aire, el mar y latierra. Los Reyes Magos de Lizette Lugo habitanespacios de extrema sensualidad donde los astros,las plantas y las personas se acarician mutuamentey donde cada cuál es espejo y obra de arte del otroque se le acerca [Ilust. 1o]. En estos ecosistemas dela luz alucinada, los Reyes Magos se dejan vestir conlos ropajes más estupendos de un afán del diseñopor gozarse a sí mismo: son túnicas y mantos de rosasrojas, astros celestes y bailes de colores. Perosiempre se trata de las Islas. Siempre los Reyes -confrecuencia en tres edades- son gente conocida. Aveces sueltan sus pequeños cofres y vasijas y ofrecenjuguetes artesanales. Otras veces sus regalos sonpeces del mar, astros del cielo y flores de la tierraporque los Reyes mismos son el fuego [Ilust. 109]. Devez en cuando alguna arquitectura emblemática yreconocible se coloca en el paisaje pero no distraedel juego de los sectores del universo. Aquí la

imaginación no es para alejarse de la realidad sinopara verla mejor: Melchor -siempre en el medio,siempre florecido de ornamentaciones- sabe quetiene un amistad histórica con la puertorriqueñamuñeca negra de trapo que le vuela por la cabeza ysabe que tiene una política histórica con la luchapor la paz en Vieques. Los Reyes de Lizette Lugo sonlos menos atrapados por la tensión y la asfixia de laliteralidad. Su materia prima es la magia en vez deldogma. Su presencia es nuestra imaginación alzadaen movimiento hacia una estrella localizada en cadalugar del universo donde la luz inventa otro mundoimposible que el arte hace posible.

Daniel Ruiz es otro artista gráfico de frecuenteacomodo en las ferias. También es otro de los querecurren a la copia mecánica de sus imágenesoriginales para ofrecerlas en formatos pequeños aprecios módicos. Lo malo es la distorsión del coloren la impresión industrial. También hay problemascon reglamentaciones institucionales que prohiben

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la venta de estas reproducciones en sus actividades.Dentro del forcejeo del arte y la supervivencia, Ruizestablece comunicación con los Reyes Magospuertorriqueños y produce un conjunto de imágenesque son personificaciones entrecruzadas, como unarepresentación teatral que exige muchos cambios devestuario. Juntas, son una metáfora de un país dondela identidad no es una esencia sino una pluralidad ydonde las identidades no son identificacionespermanentes sino apariciones camaleónicas.Aparecen tres músicos -urbanos, negros y deformes-sonando conga, guitarra y güiro en una callenocturna. Uno tiene un gorro decorado conpetroglifos taínos. Luego hay tres vejigantesimpedidos -sordo, ciego y mudo- que no puedenexpresarse con soltura. Uno tiene una máscaradecorada con petroglifos taínos. Surgen Tres Reyesmúsicos -maracas, congas y cuatro- y dos congas sondos banderas puertorriqueñas y el conguero esMelchor. Cada uno tiene un petroglifo taíno en elgabán. Entonces los Tres Reyes se convierten en tresvejigantes militantes pro Vieques ataviados debanderas de Lares, Vieques y Puerto Rico. Se venamistosos, alegres y locuaces: pueden expresarse consoltura. Los Tres Reyes reaparecen pero ahora tienenpuestas máscaras de vejigantes y coronas sobre ellas.Cada uno tiene como regalo una escultura taína. Lahibridación -titulada Los Tres Santos Vejiganteshonrando la cultura taína- es un homenaje almestizaje cultural y al intercambio de identidades[Ilust. 111]. Enseguida vuelven los Tres Reyes: unosordo, otro ciego y otro mudo. Una rotulación grandedice “Paz para Vieques” y la imagen se titula Los Reyesquieren... pero no pueden expresarse con soltura.Finalmente, los primeros músicos callejeros negrosestán de nuevo en la calle pero ahora son Tres Reyesque sostienen sus vasijas y tienen bocas y ojoscerrados. El orden de las apariciones puede cambiarporque cada una es una gráfica. Comoquiera, se tratade un movimiento de identidades compartidas oquizás prestadas. Daniel Ruiz puede decirle al clientecasual que se trata de representaciones y homenajes

a nuestras raíces y mezclas culturales que nos danidentidad. Pero la identidad es la expresión de lapresencia. Aquí la expresión es el gran problema.Puede estar impedida o prohibida, disfrazada oescondida, permitida o aclamada. En la obra de Ruiz,la llegada de los Reyes propicia el encuentro de losmúsicos de Tony Maldonado con los vejigantes deElizam Escobar pero son tan distintos que elencuentro es problemático. Daniel Ruiz nos muestraa los Reyes Magos en un tránsito contradictorio:festivo y peligroso, divertido y político, libre yreprimido. Aquí las cosas suceden como suceden enPuerto Rico pero con más vistosidad en el vestuario.El movimiento no permite detenerse en una sólalectura. La hibridación avanza y retrocede. Este esun país de sentidos encontrados. Su identidad es elencuentro. Los dieciocho personajes que habitan lasseis imágenes pueden ser todos habitantespuertorriqueños, todos vejigantes carnavalescos ytodos Reyes Magos. Los Reyes somos nosotros loshabitantes, y los vejigantes también. Lo que permitetrascender la confusión es la lucha, la música y elregalo: tres expresiones de la solidaridad. Quizásno sea necesaria tanta dificultad en las lecturas. Setrata de dieciocho personajes públicos, festivos yencontrados. El espectáculo cultural -la seña másvisible de la globalización de estos tiempos- asumefunciones de concepto explicativo.Ilust. 111: Daniel Ruiz, 1998.

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Roberto Muñiz aparece en las ferias y a vecesllega con las manos recién restregadas y todavía conrastros de la grasa del taller. Es mecánico automotrizy cuando termina de instalar las piezas nuevas,arreglar las defectuosas o desechar las inserviblesse convierte en otro tipo de trabajador: un creadorde esculturas populares. Al soldar tuercas, tornillos,tubos y engranajes hace aparecer los personajes delos oficios y profesiones de la realidad cotidiana yalgunos de la imaginación especial. Ultimamente sumesa artesanal se está llenando de Reyes Magos. Losmás pequeños son muy aceptados y se venden bien.Aparecen solos o acompañan Nacimientos. Están depie o montan acaballo. El talento consiste en armarsus figuras con objetos ajenos a las figuraciones delcuerpo humano. La expresividad reconocible esentonces un hallazgo de agradable sorpresa porquela frialdad sin vida del metal duro y pesado setransforma en animación y agilidad. Muñiz tambiénpuede crear unos Reyes más grandes -casi de tamañonatural- que son detalladas hibridaciones a partirdel hombre-mofle: una representación que identificamuchos talleres y que se basa en la figuración delcuerpo humano mediante la unión de pipas ytubos reciclados. Esta escultura obrera apareceespontáneamente como diversión creativa de losmecánicos y rara vez se hace con propósitoscomerciales. Es parte de las provocaciones creativas

de la globalización de la industria del automóvil quesurgen en las diversas culturas del mundo. Muñiztoma el diseño básico del hombre-mofle y lo elaboracon los detalles necesarios para que la gentereconozca a Tres Reyes Magos metálicos cuyoingenioso reciclaje provoca los más sorprendidoselogios. A partir del prototipo de origen anónimo sepueden crear otros personajes. La complicación dellevar esa creatividad -sea en miniatura o en tamañonatural- al ámbito comercial es que mucha genteevalúa las figuras a partir de cuánto se acercan a larepresentación literal del cuerpo y el atuendo. Laspiezas que consiguen expresar más literalidadnarrativa en este aspecto son las más apreciadas: laartesanía consiste en que la tuerca parezca cabezao el tubo parezca brazo. Roberto Muñiz se queja deque otras piezas de tamaño mediano en las que seaventura a configurar un lenguaje metálico másevocativo y libre -donde el reconocimiento exigeadmitir una relación menos literal entre la formade las piezas metálicas y el tema de su expresión-son menos aceptadas. Sus clientes prefieren laspiezas de inmediata lectura indiscutible y se alejande las que requieren más esfuerzo imaginativo. Asísucede con una excelente representacion de losReyes Magos que, como ha sucedido tanto en laspáginas anteriores, son Reyes Magos gracias a sutrinidad musical puertorriqueña [Ilust. 112]. Ladificultad está en que aquí lo son según lasposibilidades expresivas del metal reciclado más quesegún la imitación forzada de rasgos y proporcionesliterales tomadas de exotismo “oriental” o laimaginería tradicional. Estos Reyes Magos no sonmúsicos jíbaros ni pleneros: un trompetista, untimbalero y un cuatrista deben ser salseros según lagente y -si no tienen túnicas o capas y no montan acaballo- su identificación con los Reyes es más difícil.Las tres distintas ruedas metálicas dentadas soldadassobre sus cabezas exigen imaginación para sercoronas. La hibridación también es cuestionamientodel lenguaje de la interpretación. El arte popularexcelente es un reto a la noción misma de lo populary lo artístico.

Ilust. 112: Roberto Muñíz, 2003.

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In the morning they arrivedSinging, “ven, ven little Boricuas!Look at what we brought youHistory, song and zapatos de arco-irisfor the Reyes y Reynas de La Bandera”.All over the barrio, niños y niñaswoke from their dreamswhen they heard the three sing.

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Entre la gente puertorriqueña, la felicitación navideña mantiene su vigencia ritual.En los tumultuosos espacios de las comunicaciones globales todavía hay lugar para eltranscurso de mensajes solidarios y, aunque muchos se desplazan por teléfono o e-mail,la tarjeta de felicitación tiene un mercado asegurado porque la materialidad visual de susaludo tiene valor cultural. El movimiento de los Reyes Magos en la cultura puertorriqueñatransita las distancias de un sistema de redes de correos -desde los más estatales a losmás personales- que tiene momentos de especial abultamiento y ninguno es másaglomerado que el periodo navideño. Un verdadero ejército de Reyes Magos se transportaen todas direcciones, especialmente en los tiempos recientes de revaloración de latradición. Una muestra heterogénea de imágenes de tarjetas de felicitación incluye lasque proceden de Estados Unidos -en inglés y español- con su atención preferente a larepresentación exótica de Reyes “orientales” que son derivaciones del arte europeo ypor eso insisten en la lujosa realeza de los tres personajes, entre los cuales puede aparecerun negro. Otras tarjetas se concentran en aspectos de la tradición puertorriqueña: lahibridación de Reyes-jíbaros-músicos, los instrumentos musicales de la Trulla de Reyes,la comida especial de la fiesta y los Reyes como imaginería artesanal. Algunas son acentosde temas de más actualidad: un señudo Cuarto Rey Artabán ofrece una paloma blancaque a su vez agarra las banderas de Vieques y Puerto Rico frente a un oscuro y tormentosopaisaje de destrucción militar, Tres Reyes ofrecen sus regalos por la liberación de lospresos políticos mientras tres aviones vuelan en dirección contraria sobre el horizonte,y tres músicos de figuración vanguardista y con boinas “izquierdistas” animan la festividadde un periódico de oposición [Ilust. 114-115].

La empresa Pava Prints se ha especializado en tarjetas, calendarios y otros productosconmemorativos, todos de visualidad puertorriqueña. Sus catálogos de tarjetas defelicitación son una espléndida muestra del amplio vocabulario visual disponible paraexpresar la puertorriqueñidad de los Reyes Magos.1 De las muchas decenas de tarjetasnavideñas que tienen en el mercado, por lo menos 70 tienen tema de Reyes Magos. Lasimágenes son ilustraciones, gráficas y pinturas de decenas de artistas del país, lo quegarantiza una rica variedad de estilos, preferencias y actitudes. Lamentablemente, lafalta de información sobre los originales y sus autores impide establecer razonamientossobre el desarrollo histórico de la imagen de los Reyes en tarjetas de felicitación. Se sabeque Pava Prints comenzó a publicar tarjetas navideñas en los años 50, así que las imágenescoinciden con la generalizada revitalización de la tradición popular impulsada desdeentonces hasta hoy. Un recorrido temático por la muestra es un sistema de localizacióncultural: los personajes y sus ubicaciones se constituyen en un mapa de las imaginacionesde la solidaridad idealizada y deseada.

Correos de Reyes Magos

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Ilust. 113: Miguel Díaz, 2004.

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Otra vez, el tema de los tres músicos es uno delos favoritos, especialmente cuatrista, güirero ymaraquero. Tres niños de piel muy tostada yataviados con las coreografiadas indumentarias dejíbaros de los ballets folclóricos ofrecen una trullafrente a una puerta en el Viejo San Juan. Otros tresniños cargan sus instrumentos mientras se asomandesde la altura de una muralla en San Juan hacia uniluminado pesebre construido sobre un verdepromontorio muy cerca del mar, todo alumbrado porla enorme Estrella de Belén que guía la llegada deTres Reyes a pie, cada uno sosteniendo su caballopor la brida. Tres muchachitos vestidos de pantalón,guayabera y pava pero sin zapatos ofrecen su trullafrente a un lechón a la varita que parece sonreir.Tres Reyes de largas túnicas, amplias capas y doradascoronas tocan y cantan acompañando a tres músicos,una pareja de bailadores, otra pareja atendiendoun lechón a la varita y otros niños y adultos quefestejan dentro de la casa rodeada de palmas yflorecidos flamboyanes bajo la luz de una estrella.Todos los vestuarios, otra vez, son figuraciones deballet folclórico. Tres Reyes de indumentaria“oriental” ofrecen su trulla frente a una iluminadacasita rural de madera con árbol de Navidad en lasala, guirnaldas de bombillas en el balcón yflamboyán florecido detrás, todo alumbrado por laEstrella de Belén. Tres Reyes “orientales” posan dedía con sus instrumentos en una calle de San Juan.Tres músicos jíbaros con capas y coronas de Reyesllegan a un portal techado de paja donde una mujersentada en un banco de madera sostiene un bebémientras observa un niño que cuida una cabra y la

estrella ilumina un horizonte enrojecido. Tresmúsicos con capas y coronas de Reyes llevan su trullapor una calle del pueblo de Aibonito entrecruzadade cables eléctricos y guirnaldas de bombillas. Tresmúsicos cargan sus instrumentos de día por una calleadoquinada de San Juan y el negro va al frenteportando corona de rey [Ilust. 116]. Tres músicosofrecen su trulla frente a un lechón a la varita conel fondo de una imponente muralla colonial con sugarita y la Estrella de Belén en el cielo. Tres músicosllevan su trulla por una calle del Viejo San Juan y lasinstrucciones de la tarjeta permiten convertirla enun diorama. Tres Reyes cuatristas ofrecen su trullamientras en un cielo azul una estrella lanza anchosrayos, tres de los cuáles son las franjas rojas de labandera puertorriqueña. Tres músicos ofrecen sutrulla de noche emitiendo un baile de notas musicalesbajo la luz de la estrella pero están posados en larama de un árbol porque son tres cotorras con pavasde paja. De las temporeras modas de los diseñoscomerciales norteamericanos, tres caritas “Smiley”de tres razas tocan maracas, güiro y cuatro en unanoche de estrellas multicolores.

La Fiesta de Reyes como tradición infantil es temaabundante en las tarjetas de Pava Prints. Tres niñospreparan sus cajas con yerbas en un idílico campo.Un niño coloca su caja con yerba debajo de su camaen una casa urbana con árbol de Navidad en la sala,mamá cocinera y papá cuatrista. En el campo dosniños juntan las manos y miran al cielo de dondebajan los Reyes en camellos hacia su casa de maderacon flamboyán florecido y coquíes cantando. Unhumanizado coquí espera la llegada de los Reyes en

Ilust. 114: Denis Mario Rivera, 1991. Ilust. 115: Iván Figueroa, 1992.

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su camita con la caja con yerba debajo, almohadade bandera puertorriqueña, lámina de los Reyes enla pared, hojas y flores por dondequiera, y la Estrellade Belén que se ve por la ventana. Una niña dormidacon el dedo en la boca sujeta un caballito blancomientras los Reyes en camellos se trasladan por elcielo de luna enorme y estrella. Un niño duermesujetando su caja con yerba mientras un gato seasoma por la ventana a la noche rural y ve los Reyesa caballo con la estrella en una nube [Ilust. 117]. Unaniña duerme con una vela encendida y la caja conyerba a su lado mientras los Reyes “orientales” ylujosos se acercan. Dos niños y un perro duermenen la escalera interior de su casa al lado del árbolde Navidad y los Reyes han entrado mientras laestrella alumbra afuera. Un niño duerme con su cajacon yerba al lado de la cama mientras han entradolos Reyes en un torrente de estrellas y le ponen ungüiro, una gorra y una bicicleta. Dos niños observanla noche rural emblanquecida de estrellas y rodeadosde estampas de Reyes, coquíes, palmas, gallo, pájaroy niño Jesús en pesebre junto a una ovejita y bajo laestrella y la luna. Sobre la silueta de una mapa dePuerto Rico camina un grupo de niños en sus

atuendos de Reyes, jíbaros, pastores y ángeles. Unaprocesión de niños pasa por una calle de San Juanacompañados de los Reyes y vestidos de pastores ala usanza española.

Otras tarjetas presentan a los Reyes insistiendoen el mensaje de su ubicación en el paisaje. LosReyes aparecen frente a las murallas de un San Juaniluminado y multicolor, luego pasan por el MuseoSin Techo a Sol y Agua en la Calle San Sebastián,llegan a la Caleta de los Monjas pero prefieren pormucho visitar la Capilla del Cristo y para eso utilizanimágenes distintas de siete artistas. Los Reyesaparecen a caballo en medio de la espesura rural,se aproximan a un barrio rural de casas apartadas ymulticolores, adoran el Nacimiento sobre la gramabordeada de canarios y amapolas de un jardínurbano, posan entre las aguas de una costa rural,se acercan a un Nacimiento en medio de un frondosopalmar, miran desde su inmovilidad tallada haciaun apretujado arrabal, visitan una comunidad depequeñas parcelas rurales, se acercan a un quioscode frituras en Piñones y se encuentran con laprocesión de una Promesa de Reyes en las afuerasde un pueblo de la zona montañosa.

Ilust. 116: Manuel Hernández, siglo 20. Ilust. 117: Roberto Hernández, siglo 20.

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Otras tarjetas presentan a los Reyes comoimagen gráfica en la que sus figuras son todo el temao los detalles de ubicación son otras imágenesgráficas y no paisajes. Los Reyes cabalgan junto a laestrella detrás de un arreglo de amapola, maracas ygüiro, galopan bajo la estrella junto a un gigantescocuatro, posan de perfil, posan de frente sobre unaestilizada bandera, vuelven a posar de frente en unapintura infantil, asumen poses teatrales como figurasdoradas, mueven sus cuerpos con los ojos cerrados,sujetan regalos con los ojos muy abiertos y secolocan en adoración de tres razas bajo la estrella.Una serie de tarjetas tienen tema artesanal: sonfotografías de figuras europeas o de Reyes pintadosy tallados rodeados de instrumentos musicales, oson pinturas con tema de Reyes tallados. Cuatrohermosas pinturas de Otoniel Morales -cuyascomposiciones semejan iluminados vitrales-presentan tres niños con sus floridas cajasdesbordadas de flores y yerbas, una imagen de Reyestallados, Tres Reyes sujetando caballitos de palo -en linda metáfora doble de regalos y medios detransportación [Ilust. 118]- y una Adoración enel Nacimiento. Finalmente, algunas tarjetas sonantologías visuales de íconos de la tradición:instrumentos musicales, tallas de Reyes,flamboyanes, casitas, flores de pascua, banderas,

comidas, cemíes, árboles de Navidad, palomas,adoraciones, vejigantes, gallos, pilones, músicos,café, cajas con yerba y bombillas navideñas.

La naturaleza del medio gráfico se aprovecha enlas tarjetas para ilustrar el protagonismo de laEstrella de Belén: es la seña que identifica lonavideño de cualquier tema escogido. Lo que estastarjetas nos dejan ver es la construcción de unvocabulario visual donde coinciden todas lashibridaciones culturales de los Reyes: las del arteoccidental, la tradición puertorriqueña y lacomercialización urbano-global. Las hibridacionessuceden en espacios terrenales que los artistasimaginan desde los más variados puntos de vista,mientras la estrella de los espacios celestiales unificatodas las hibridaciones histórico-geográficas en elmito general de la estrella que señala el punto deencuentro de lo humano con lo divino. La síntesisde estos dos espacios es el movimiento de los ReyesMagos hacia la Estrella Sola, como insignia culturalpuertorriqueña y como aspiración espiritual humana.

El dicionario visual puertorriqueño de los ReyesMagos se sigue construyendo. Las tarjetas navideñasson un terreno privilegiado para observar suexpansión. Cada presencia define un antónimo enausencia: lo que se incluye en las tarjetas resalta loque se excluye. Por cada imagen de solidaridadidealizada hay una situación de violencia actualizadaque la tarjeta quiere atenuar. A veces la violenciaqueda sugerida: la bandera monoestrelladailuminadora advierte sobre la multiestrelladadominadora que le queda muy cerca aunque no sevea en la tarjeta. La glorificación de la paz adviertesobre la presencia del militarismo. La intensa pasiónpor la música advierte sobre la proliferación delruido y la purísima limpieza del paisaje adviertesobre la asquerosa contaminación del ambiente. Sinembargo, la muestra de tarjetas navideñas de Reyeses el album de la visita al País de la ImaginaciónSolidaria, libro de texto de la esperanza del mitoque hay que cumplir. La fuerza del deseo socializadoes una realidad histórica.

Ilust. 118: Otoniel Morales, siglo 20.

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Los Reyes on special sale

Otros objetos de los Reyes -conocidos, aceptadosy muy bien vendidos- no aparecen en las tarjetas defelicitación. Les falta la identidad tradicionalembellecida por artesanos y artistas, a pesar de queson parte importante de la festividad solidaria.Son productos industriales de la globalización,en su contradictorio movimiento de imponerhomogeneidades y acentuar desigualdades.2 Laglobalización no conlleva la desaparición de lastradiciones. Este miedo histérico es parte de laspolíticas culturales de la preservación “pura” detradiciones que siempre han sido híbridas y queexhiben una sorprendente capacidad de adaptarse,redefinirse y cruzarse para mantenerse vigentescomo parte -no a pesar- de las transformacionesmundiales. La globalización incluye la localizaciónde espacios, relaciones y tecnologías en las que latradición popular provee afirmaciones locales,regionales y nacionales. El mercadeo de lasartesanías, por ejemplo, ha podido crecer envolumen y ampliarse en nuevos ámbitos decirculación: el turismo, la televisión y la internetson ejemplos de sus espacios de crecimiento. Lapermanencia de las tradiciones siempre ha sidorelativa: unos elementos resisten los cambiosacelerados y otros se redefinen para adaptarse aellos. Lo que la globalización intensifica es lahibridación de las prácticas culturales más que sudesaparición.3 Esto incluye la internacionalizaciónde las tradiciones, la valorización de la culturapopular por una clientela especializada y la adiciónde un mercado de productos industriales y masivosbasados en las tradiciones populares: adornos,souvenirs, grabaciones musicales, etc. En el caso delas artesanías, los artesanos se ubican en momentosdistintos y/o simultáneos de los procesos y ajustansus imágenes a las posibilidades culturales ycomerciales del momento. Esto es lo que han hechopor siglos, excepto en las culturas tribales donde laartesanía no existe porque cada objeto es manual,útil, espiritual y bello, y nada “artesanal” distingueunos objetos de otros. El mercado de productosindustriales basados en lo popular -los Reyes Magosen este caso- es lo que hay que atender ahora.

El capitalismo de alcance global tiene espaciopara todo lo que se pueda vender en abundancia,incluyendo las tradiciones populares [Ilust. 119]. Sila imagen de los Reyes Magos convoca la atención ypreferencia de la gente puertorriqueña -en las Islasy la Diáspora- y si la cultura puertorriqueña esatractiva para otra gente, no es extraño que surjauna oferta de productos industriales que la atienda.Esta tendencia es muy actual: primero hubo querevalorar las tradiciones durante medio siglo antesde que estuvieran en condiciones de participar delmercado global. La comercialización industrial de latradición de los Reyes fue hasta hace poco un asuntocentrado en los regalos, especialmente los juguetes.Ese proceso es bien conocido. Lo que aquí importaes la comercialización industrial de la imagen mismade los Reyes que no tenía mucho espacio en elmercado de Puerto Rico, tan acaparado por losproductos norteamericanos.

Hace varios años, la cadena de “fast food”McDonald’s, en conjunto con Coca-Cola, ofreció através de los medios de comunicación una novedosaoferta. Con la compra de comida, los consumidorespodían adquirir y coleccionar cuatro vasos de vidrio:uno con la imagen de los Tres Reyes y los otroscada uno con la imagen de un rey. Un artistapuertorriqueño hizo los diseños y la empresa los

Ilust. 119: Ramón López, 2004.

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mandó a producir industrialmente en el extranjero.El jueves 26 de octubre de 1995, ya la oferta aparecíaen los periódicos, un mes antes de Thanksgiving, lafecha de inicio de la temporada navideña para lasempresas comerciales en Estados Unidos y PuertoRico.4 El anuncio de página entera mostraba loscuatro vasos con los titulares “Este año los Reyesvienen en vaso. Sólo 99¢ cada uno. Con cualquierMcComboTM o Sabor del MesTM”. Una foto del artistallevaba el título Se “vasó” en los Reyes y el texto Eljoven artista Samuel Díaz, estudiante de la Escuelade Artes Plásticas, es el ganador del PrimerCertamen Vasos de McDonald’s y Coca-Cola. Samuelse basó en los Tres Reyes Magos para el diseño de laserigrafía sobre cristal de los cuatro vasos de Reyesedición 1995. La imagen es de Reyes “orientales” depie con Melchor en el medio. La cadena multinacionalsacó provecho publicitario y comercial de los Reyesa la vez que validaba importantes aspectos de lapromoción cultural del momento: organizó uncertamen, premió a un joven serigrafista y utilizóuna imagen de los Reyes coherente con la tradiciónrevalorada. Más tarde, la empresa se acercó a unreconocido maestro tallador con intenciones decomprar los derechos para imprimir en los vasos laimagen de Reyes de una talla del artesano pero lanegociación no prosperó. Este, sin embargo, no esel proceso más característico de la producciónindustrial de Reyes Magos.

Mucho más común es la práctica actual demuchas empresas extranjeras, locales de capitalextranjero o locales de capital puertorriqueño de

seleccionar objetos o imágenes de la tradiciónpopular, mandarlos a rediseñar industrialmentey producirlos masivamente, por lo generalmediante contrato con una empresa de otro país -especialmente China- que puede producir el objetorediseñado a una pequeñísima fracción del costoartesanal o artístico del mismo. Aunque la opiniónpública participó a través de los medios decomunicación en debates sobre la inmoralidad einjusticia de someter instrumentos musicalespuertorriqueños -cuatro, güiro, pandero- a este tipode industrialización, no surgió debate sobre lo mismoen relación a la imagen de los Reyes. De hecho, nofue hasta hace dos o tres años que los Reyesindustrializados en China invadieron las tiendas delpaís. Aquí no se trata de souvenirs turísticos sino de“Christmas Ornaments” para consumo de la poblaciónnacional. Estas accesibles baratijas se venden no sóloen las cadenas de tiendas norteamericanas sino enlos comercios detallistas nativos, como los queabundan en el Paseo de Diego en Río Piedras.

Con frecuencia, los Reyes Magos industrializadosvienen empacados y la caja o envoltorio equivale auna importante porción del costo y precio delobjeto. Los Reyes de plástico, dos de pie y Melchorarrodillado en el medio, que compré por $3.00 en latienda Uno Dos Tres -donde cualquier artículo cuesta$1, $2 o $3- corresponden a “ITEM#92234, QTY 1PC,Marketed by IMT an American Company, Made inChina, 3 King Lamp Ornament”. Lo de “lamp” serefiere a que encima de las cabezas de los Reyes secoloca un platillo de vidrio donde se puede poner

Ilust. 120: Reyes industriales, 2003.

Ilust. 121: Reyes industriales, 2001.

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una vela. Los Reyes que compré por $1.00 en la mismatienda, de la misma compañía y también hechos enChina son un “3 King Decoration” de los Reyes conMelchor en el medio en su adoración de Jesús soloen el pesebre, todo enmarcado por el ramaje de unárbol de pino coronado por una estrella. Son docenaslas variaciones de estas ornamentaciones, todas aprecios baratos y de fabricación masiva, descuidaday rotulada. En otra tienda encontré más docenas derepresentaciones distintas y me sorprendió una untanto cara por su precio de $12.90: Tres Reyes“orientales” de pie con un trasunto aproximado,aunque no literal, a Reyes tallados [Ilust. 120]. Elpegadizo con sus números y rayas de inventario ubicael producto en la misma compañía IMT pero añadeMIAMI FLA y esto es importante porque, en losámbitos culturales de la globalización transnacional,Miami es la capital industrial de la culturalatinoamericana. Significativamente, esta pieza noes un mero “3 King Ornament” sino un “3 KingCollectible Ornament”: si usted no puede pagar unacolección de Reyes tallados puede coleccionar estosReyes industrializados pues en la globalizacióntodo el mundo colecciona según sus recursos ypredilecciones.5

Las empresas locales también pueden aprovecharlas ventas de Reyes Magos industrializados. HolidayCards Inc. de Cayey vende los afiches de ReyesMagos “Bendiciones de Navidad” y “NavidadPuertorriqueña”. El envoltorio incluye la direcciónpostal, teléfono, Fax, E-mail y Web Page de laempresa: su producción se inserta en toda una redtecnológica de alcance global y los “posters” sefabrican en China. Los ejemplos se puedenmultiplicar.

Con la misma tecnología de la comunicaciónglobalizada se puede accesar el catálogo cibernéticode Isla: Puerto Rican Treasures from Caribe Direct[Ilust. 122] cuyo catálogo impreso -vol. 6, num. 1- tieneen la portada unos Reyes en vitral. On our coverwrap! New! Three Kings. As beautiful in your homeas it is on our cover, these Three Kings are hand-

painted with acrylic on glass and mounted betweentwo pieces of wood. Perfectly designed to catch thelight and glow with the warmth of a Puerto RicanChristmas. Aproximately 6” high and 5” wide, 2”deep. Each is signed and sealed with the artisan’spersonal seal. 5781-MIR $45.00. Caribe Direct incluyeen su catálogo una combinación de productosindustriales y artesanales: llaveros, almanaques,l ibros -de-h istor ia -cu l tura -y - l i teratura -puertorriqueña-en-español-e-inglés, tarjetas,artesanías, videos, souvenirs, CDs-de-música-popular-y-folclórica, ornamentos navideños,artículos de vestir, comestibles, café, afiches ybaratijas variadas. Desde lo más artesanal a lo másindustrializado, el comercio global tiene espaciodisponible para la tradición popular puertorriqueñasin que falten los Reyes Magos. New! Hand-carvedwood Three Kings in three different versions, youare sure to find the right size and price for you!/New! Adoration of the Magi: This fine porcelain platecomes in a white gift box with plate stand./ ThreeKings follow the Star: This glazed terra-cotta platemakes a wonderful addition to your holidaydecorating./ New! Wise Men Candle Lamp: Theflickering of the candle you’ll put in this lamp willhave the Three Kings dancing to your Christmasmusic!/ New! Three Kings Decorative Tile: Perfect foryour walls year ‘round or as a special part of your

Ilust. 122: Catálogo Isla.

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holiday decorating./ New! Los Santos Reyes Magos-A video: To learn more about the tradition behindLos Reyes here is a new video that takes a culturallook at Puerto Rico’s tradition./ New! The ThreeKings: Hand-carved and hand-painted by mastersantero Pedro Pablo Rinaldi./ In Puerto Rico, theThree Wise Men, los Reyes (lohs RAY-yeahs) are theessence of Christmas. ¿Se trata de la promiscuidadglobalizada o de un nuevo campo de hibridacionesculturales? ¿Es una apropiación de los bienes delpueblo o una ampliación de su presencia? Lo que nopodemos dudar es que los espacios estan ahí y semultiplican. ¿Surgirán organizaciones artesanalespara el mercadeo cibernético? ¿Cuántos artesanosya tienen su Web Page? La ordenación del mundoseguirá cambiando pero la homogeneización culturaltiene su contrapartida en la apertura de espaciospara resistir y evitar la desaparición de lastradiciones populares, especialmente las que la gentereinventa para responder a las innovaciones que letoca vivir.6

Los Reyes Magos de lujo

El comercio global no es el único espacio quefomenta la separación de la cultura popular de lavivencia de la gente junto a su transformación enajena mercancía. Por mucho tiempo los sectoreshegemónicos han hecho lo mismo mediante laapropiación de la producción cultural popular ysu transformación en mercancía de adineradacolección. En una ocasión, una directora de museosme comentó con entusiasmo que, en una muestrageneral de las artes puertorriqueñas que organizaba,habría cultura popular porque una pequeña secciónestaría ocupada por una muestra de antiguos yvaliosos Santos y Reyes de colección. La apropiaciónhegemónica de objetos históricos no es ejercicio decultura popular. La cultura popular no es una cosasino una manera de hacer las cosas, o sea, unconjunto de relaciones sociales dentro de las cuales

la gente representa lo que vive, produce y comparte.Cualquier objeto arrancado permanentemente de sumatriz popular para ser atesorado y/o exhibido comopieza de propiedad hegemónica o inversiónespeculativa deja de ser cultura popular porque estácolocado fuera del alcance de la práctica de la gentecomún. Los antiguos Santos y Reyes de colecciónfueron cultura popular de producción artesanal ydevoción espiritual pero dejaron de serlo cuandofueron “rescatados” y encerrados en las coleccionesde los sectores dominantes. Allí, son culturahegemónica, objetos cuyo valor cultural se definesegún los criterios culturales del ejercicio del poder.Los Santos y Reyes de hoy son cultura popular enlos hogares, talleres, ferias y exposiciones de susproductores -donde la gente tiene acceso arelacionarse con ellos- y siguen siéndolo si seadquieren y colocan en los espacios domésticos,públicos e institucionales que no participan del poderhegemónico. Los Santos y Reyes que salen de lostalleres artesanales rumbo a la especulación de lasinversiones culturales o monetarias de los ricos ylos poderosos dejan de ser cultura popular.

Lo anterior no significa que las gestiones deacaparamiento de los sectores adinerados no aportenal aprecio, investigación y conocimiento de losSantos y Reyes, ni que los intelectuales al serviciode esos sectores no puedan entender a los santosen sus contextos populares. Las clases dominantespueden asumir responsabilidades cívicas deconservación, adquisición y documentación de losSantos y Reyes pero esas son gestiones hegemónicas,no populares. Históricamente, este trabajo dereordenación cultural -cuya máxima expresióninstitucional está en la universidad y el museo dearte- ha mostrado la tendencia a separar los Santosy Reyes de las demás prácticas culturales popularesde su uso que, por su naturaleza fluida, episódica oextendida a través de la vivencia colectiva, no soncoleccionables.

La organización de exposiciones en las queSantos y Reyes de creación especial y precios muy

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elevados salen de los talleres artesanales para seradquiridos por empresarios inversionistas,funcionarios de alto poder o coleccionistasadinerados, es una aportación al progreso económicode los artesanos: aumenta su prestigio y abre másposibilidades de mercadeo privilegiado. El hecho deque la exposición esté abierta al público, sinembargo, no afecta la separación ya consumada:esos Santos y Reyes no están en sus ambientescomunitarios ni en ambientes de libre participacióndel pueblo. Intocables en su exhibición, los Santos yReyes ya no pertenecen a la gente y, con todaprobabilidad, no regresarán a ella. Estos mismosSantos y Reyes, mientras se exhiben en una feria ocuando se adquieren por personas e institucionesdedicadas al servicio público y comunitariosiguen ubicados en su matriz cultural popular.Estas distinciones pueden aclararse medianteuna comparación entre las Bienales de SantosContemporáneos del Museo de Arte de Ponce y laColección de Santos de la Comunidad Jesús Mediadorde Bayamón.7

En 1994, El Museo de Arte de Ponce abrióuna excelente exposición titulada Santoscontemporáneos, compuesta de tallas de imaginerospuertorriqueños que participaron en un certamenconvocado por la misma institución. El proyecto, queluego tomó forma bienal, se originó a raíz del éxitode una exposición anterior titulada Santos de palo:los santos del hogar puertorriqueño y de lasugerencia del tallador Pedro Pablo Rinaldi. Losfuncionarios del Museo redactaron textos en los quedeclaraban su interés en el trabajo de los talladoresque “mantienen viva la tradición de nuestrosantepasados” y convocaron el auspicio agencias delgobierno, corporaciones y medios de comunicación.El catálogo de la exposición documenta conelocuencia las intenciones y contradicciones deproceso. La curaduría fue un “gran reto” de “exhibirpiezas del arte popular en un museo, sin violar sucontexto original”, tarea que por definición esimposible porque los museos nunca son parte

del contexto original de la cultura popular. Eldistanciamiento se combina con la confusión pueslos santos contemporáneos son “descendientesdirectos de una tradición cultural, religiosa ysupersticiosa”. El término superstición es unarcaísmo obsoleto y despectivo que ha perdido todavigencia y utilidad conceptual pero todavía sirve parainferiorizar las creencias populares. Esta tendenciaa reducir la diversidad popular a rótulos deimprecisión se refuerza con el “sentir de un pueblo”y la retórica pomposa: ...hay que darles laimportancia que tienen, y exhibirlos en el mismolugar donde se albergan obras maestras de losgrandes de la pintura, ya que éstos son grandesobras de nuestra cultura.8 Todas estas decoracionesverbales se refieren a un hecho histórico-cultural:tras la apropiación hegemónica de los Santos y Reyesy su transformación en objetos de lujo de la clasedominante, el museo es el espacio apropiado parasu exhibición.

El asunto de los Santos y Reyes como objetos delujo se sustenta en dos transformaciones: la pérdidadel propósito religioso y la ganancia del propósitocomercial. La primera conlleva la relativa ausenciade práctica católica, creencia ritual, conocimientodevocional e internalización iconográfica: pocostalladores contemporáneos tallan a partir de laintención trascendental de la vivencia espiritual

Ilust. 123: José Luis Negrón, siglo 20.

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católica. La segunda se refiere a la eficientecombinación de información visual -los atributos delos santos- con destreza manual -la calidad de latalla- y técnicas de mercadeo. En estas hibridaciones,la tradición popular se convierte en una presentaciónvisual que no tiene consecuencias espirituales,rituales o festivas: se trata de la identificaciónexterna del objeto de especulación cultural-monetaria. Todo ésto es un proceso válido,interesante y complejo que puede serconceptualizado en sus propios términos y quetiene consecuencias en las políticas culturalescontemporáneas. No hace falta disfrazar latransformación de la talla de Santos y Reyes confrases trilladas como “representaciones piadosas”,“imaginería tradicional”, “modo tradicional deexpresión”, “refleja algunos de los valores másfundamentales de su gente”, “tan nuestros como elay bendito” o “la tradición de nuestros antepasados”.La investigadora Ivonne Lange resume la actualidadpositiva de una práctica que ya dejó de sertradicional y religiosa: Entre otras cosas, laexhibición de santos provee estímulo intelectual,una experiencia emocional, placer estético,satisfacción cultural y orgullo.9 Nada de esto escultura popular. Esto es apropiación y redefinición.En los museos y colecciones hegemónicas, la culturapopular es una ausencia. No se trata de exhibir “sinviolar su contexto original” sino todo lo contrario:Lo que no está en exhibición es el fervor y laveneración de los devotos, las celebraciones de lafamilia, las reuniones de la comunidad y lasprocesiones; los rezos, las canciones, la música, lascomidas festivas, los arreglos florales, el olor aincienso...10 En la tercera exposición Santoscontemporáneos en 1998, el Museo de Arte de Poncequiso diseñar el montaje más adecuado para lapresentación de las piezas de nuestros santeros.Contrataron especialistas y crearon un espacioinspirado en la arquitectura puertorriqueña,tomando detalles que nos recuerdan las haciendascafetaleras y las casas diseñadas por Antonin

Nechodoma.11 La violación intencional del contextooriginal se convierte en “el montaje más adecuado”.La actual apropiación hegemónica de los Santos yReyes se extiende hacia la memoria del pasado.

Las hibridaciones hegemónicas se diversificanen la siguientes bienales. Las imágenes de orelacionadas con los Reyes Magos llegan a ser casiun tercio del total de las tallas. El talento de puebloproduce los Reyes más exquisitos pero el pueblo nopuede pagar los precios de venta del talento popular.El Museo crea el concepto “cofradías de santeroscontemporáneos” para referirse a las actuales -muypocas- asociaciones de talladores. El términocofradía no se usa entre los talladores pero sirvepara imponer una continuidad artificial con lastradicionales y desaparecidas cofradías católicascuyos propósitos eran más devocionales queartesanales. Las cofradías organizaban festividadesy encargaban tallas y reparaciones pero noorganizaban talladores. Por otro lado, el Museo seexpresa más dispuesto a admitir institucionalmenteque los santos que exhibe han pasado de ser objetospara la veneración del santoral católico a sersímbolos del arte y la cultura boricua... muchas deesas piezas se consideran lo mismo piezas artísticas,decorativas o de inversión... muchas veces lademanda de las piezas puede afectar la calidady el conocimiento iconográfico, a la vez queaumenta los precios desmesuradamente.12 Estoes exactamente la apropiación y redefiniciónhegemónica de la cultura popular y conlleva lainferiorización de lo tradicional: ...los santos de palocontemporáneos son creados en su mayoría portalladores o personas con habilidades para tallarobjetos, en contraste con los santeros del pasado.13

Las hibridaciones hegemónicas confunden a susmismos promotores. Los santeros del pasado notenían habilidades para tallar objetos pero seconsideran maestros talladores, se estudian susestilos y sus piezas son tesoros de valor artísticoincalculable. Se trata de fomentar el cultivo de laimaginería popular y el aprecio por la misma,

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sacándola de los olvidados altares rústicos delcampo y colocándola en la sala de arte másprestigiosa del país y también de dar a la talla desantos una nueva dimensión y nuevos estilos sinviolentar la tradición milenaria de la imagineríapopular puertorriqueña pero reconociendo que losesfuerzos individuales de los talladores de santospor destacar sus piezas con elementos innovadores,ingeniosos y curiosos se intensifican con lacompetencia generadas al participar en certámenescomo el de Santos Contemporáneos del Museo deArte de Ponce.14 En otras palabras, para evitarviolentar la tradición milenaria -que cuenta con sólocuatro o cinco siglos de vida- de la imaginería popularpuertorriqueña, se sacan los Santos y Reyes de sucontexto doméstico y se fomenta la innovación apartir de la competencia por premios. Así, laviolencia hegemónica no se considera violencia. ElMuseo va más allá: al escoger ciertas tallas pararepresentar la exhibición, el Museo de Arte de Ponceha activado la popularidad actual de ciertasmanifestaciones marianas que se encontrabanopacadas por las autóctonas como el Milagro deHormigueros, o por las favoritas como la deMonserrate.15 Así, el museo corrige la prácticapopular, alterando la importancia relativa de lasimágenes. La intervención violenta culmina con laapropiación más totalizadora: ...nuestra misiónprimordial será educar a los talladores sobre lahistoria de su arte, las técnicas adecuadas, el tratode las maderas, la importancia de la icnonografíaal utilizar los atributos y colores adecuados, elconocimiento de leyendas locales e internacionalesy la importancia del análisis crítico.16 El Museo queabrió sus puertas a las tallas porque son “grandesobras de nuestra cultura” y que no quiere “violentarel contexto original” de la imaginería, declara quesu misión es controlar la talla de santos convirtiendoa los talladores en estudiantes de la manera correctade tallar, según el Museo la ha determinado. Para elMuseo, la cultura popular por fin ha desaparecido.Es irónico que sea el tallador Pedro Pablo Rinaldi, a

quien el Museo dedicó su cuarta exposición de santoscontemporáneos por ser el originador de la iniciativade hacer estas bienales, quien alza la voz de alertasobre la apropiación hegemónica: Tenemos ya altallador, ahora hay que desarrollar al santero.Aquella persona que fue posiblemente nuestroprimer sicólogo, la persona que tenía un remediopara cualquier mal espiritual o físico. También hayque mencionar que el tallador pierde su perspectivaen relación al pueblo, se olvida de que la tradiciónsurge del pueblo para satisfacer las necesidadesespirituales. Hoy el tallador se dirige a loscoleccionistas olvidándose del pueblo; al quitarlela tradición al pueblo ésta tenderá a desaparecer...Cada puertorriqueño debe ser su custodio, si laperdemos lo perdemos todo.17 Espero demostrar eneste libro que ni la falacia de “mantener viva latradición sin violentar el contexto original” ni laadvertencia apocalíptica de “si perdemos latradición lo perdemos todo” representan la culturapuertorriqueña de hoy: se trata más bien de entenderlas hibridaciones populares mediante las cuales latradición se reinventa y a la vez mantiene sus lazos

Ilust. 124: Jaime Rodríguez Heredia, fines siglo 20.

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con la memoria histórica. De hecho, en 2002 el Museode Arte de Ponce presentó su última exposicion yrenunció a su pomposa misión con respecto a losSantos y Reyes contemporáneos, mientras en laComunidad Jesús Mediador en Bayamón los Santos ylos Reyes se coleccionaban de otra manera y en elbarrio Guavate de Cayey se había consolidado unjardín escultórico comunitario donde los ReyesMagos -en vez de perderlo todo- ganaban un espaciomuy especial.

En la comunidad religiosa de Jesús Mediador, losSantos y Reyes se coleccionan para promulgar laimaginería popular en Puerto Rico y a su vez brindarinformación sobre aspectos históricos y religiososde esta expresión popular.18 Promulgar significapublicar una cosa solemnemente. Al referirse a lacolección de Santos y Reyes de la comunidad, unode sus miembros advierte que al incauto le pareceríauna especie de museo estático de arte folklóricodentro del silencio sepulcral de un monasterio deotros tiempos. Pero la realidad es otra. Estacomunidad religiosa busca comprender su fe desdelos pobres. La motiva la ensenanza del Señor, quiendejó su Evangelio, no en manos de ricos y poderososque se habrían apoderado de su mensaje parabeneficio propio, sino en las de los pobres, ya queéstos responden a los intereses de Dios. ¿Qué dicenentonces estos santos de palo? ¿Por qué los nombresde talladores de esta colección concuerdan poco conlos de las bienales del Museo de Arte de Ponce? ¿Paraqué los talladores representan a Cristo, la Virgen olos Reyes Magos? ¿Qué tienen de populares estastallas? Nos piden justicia; nos muestran sus heridasen las manos y el costado y nos anuncian que están“tocando fondo” (Corretjer): que los potentados enla Iglesia y el Estado han de ser derribados de sustronos ya, para cederle el puesto a los sencillos decorazón como líderes del pueblo en búsqueda de sulibertad. Entonces, aquí no se trata de salvar las tallassino la gente: las tallas son objetos con propósitoespiritual. Además, son bienes del pueblo, colocadosen colección para que la gente los tenga juntos y

pueda acceder cómodamente a ellos. Son imágenesde una situación popular de lucha por la justicia.Los religiosos que adquirieron las tallas lo hicieroncon grandes sacrificios y su “rescate” no consiste enesconderlas en el atesoramiento sino en descubrirlasante la comunidad. Es así como en esta “Casa de losSantos” sus íconos se proyectan encarnadosirresistiblemente en medio del sudor y elsufrimiento de un pueblo que se resiste a morir. Estelenguaje es tan diferente que es lo opuesto a laapropiación hegemónica. Estos Santos y Reyes soninstrumentos de evangelización y su hechura populares la mejor evidencia de que se trata de un evangeliopopular. La relación del pasado y el presente es unenlace más que una disyuntiva y se trata de la fecomo principio espiritual que unifica lo que seconserva y lo que se desarrolla. En esta tradición,profundamente arraigada en el misterio de fe de laComunión de los Santos, estamos inmersos en estacasa escuchando voces del pasado con respeto yhumildad. Las oímos hablar sobre valores que nose pueden, no se deben, cambiar en el mundocambiante de hoy so pena de cambiar la raza: susfuentes de energía, su identidad. Sin embargo, losvalores sí cambian y con ellos se transforman la raza,sus fuentes de energía y su identidad, no porque sepierde la fe sino porque la práctica cultural essiempre un proceso de cambio. De hecho, estacomunidad religiosa lo entiende y lo sabe: se tratade mantener el enlace con la memoria espiritual másque de evitar el cambio de la misma. La devoción alos Santos y Reyes que estas tallas estimulan oreflejan ha cambiado y en Jesús Mediador los Santosy Reyes dejaron de ser imágenes mágicas de podersobrenatural para efectuar milagros y hacer favorespersonales: en lugar de encontrarnos con unacolección de “santos” graciosamente primitivos,pero definitivamente reliquias del pasado, nosconfrontamos con un pueblo en pleno desarrollo desus propias facultades, de su propia voz en mediode los demás pueblos en el resto del mundo. LosSantos y Reyes ya no representan un poder que

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desciende al pueblo sino el poder del pueblo mismo:son la voz popular puertorriqueña en el mundo. Laarticulación popular de evangelio, fe y voz colectivaque estas tallas comunican está en manos de losartesanos y esta es su función histórica según lacomunidad religiosa Jesús Mediador: En este procesoétnico, variado y riquísimo el artesano continúaocupando el lugar privilegiado que el pueblo le haasignado desde sus comienzos y que nadie le puededisputar. Basta comparar esta narrativa comunitariacon la “misión primordial” del Museo de Arte dePonce para distinguir las visiones contrastantes delo popular y lo hegemónico en relación a la talla deSantos y Reyes.

La diferencia más notable entre las tallas de JesúsMediador y las de las bienales del Museo de Arte dePonce está en la presencia misma de Santos y Reyes.Las expresiones de las primeras comunicansu intención de promulgar, de publicar la fesolemnemente. Las expresiones de las segundascomunican ante todo el orgullo de su hechuraexcelente. En las tallas de Jesús Mediador sobresalela humanidad introspectiva, incluso en los ReyesMagos de festiva celebración. La devoción se imponecomo la razón de ser del trabajo realizado en lamadera. En las tallas del Museo sobresale la estéticaexhibida. La conquista de la dificultad técnica y ellogro de la composición balanceada orientan loscortes de la cuchilla y la aplicación del color.

En los ambientes comunitarios, la hibridaciónmetafórica puede ser una emanación comunicadorao una imposición estéril. En Jesús Mediador hay unnacimiento de Luis González en que las tallas -armonizadas en bondadosos movimientos como unamelodía de personajes- no acaban de salir del tablónde madera y así dramatizan su procedencia de unadimensión oculta en la naturaleza de donde emergenhacia la tridimensionalidad.19 Tan fluida es latransformación de la madera en la talla quelos colores no han escapado de los marronesamarillentos hacia las oposiciones complementariasdel gusto popular. En otra talla del mismo autor,

sucede lo contrario.20 La imágenes han salidotanto de su matriz vegetal que parecen pegadasposteriormente a ella y pretenden aclarar tanto sumensaje que el mensaje se escapa. Se trata de unosReyes Magos que han llegado a convencer a un jíbarovestido de rojo de que adopte una de las tresideologías político-partidistas que trae cada rey [Ilust.125]. Uno viste de azul-blanco, otro de rojo-blanco yotro de verde-blanco, con las acostumbradasidentificaciones con los tres partidos electorales delpaís: PNP, PPD y PIP. El texto que acompaña la imagennos avisa que el primero es un actor de promesasengañosas, el segundo un indeciso inseguro ycobarde y el tercero es el verdadero rey confiadoen sí mismo. La hibridación de los Reyes Magos conla simplificación electorera no se sostiene: los ReyesMagos -en todas sus transformaciones- son la imagende la unidad de lo plural y no un vehículo admitidoo reconocido para ilustrar las divisiones yantagonismos de la gente puertorriqueña. Además,la talla misma no tiene nada que nos obligue a lainterpretación que dicta el texto: Los Reyes aparecenen colores habituales y la composición no muestraningún antagonismo. Por el contrario, Melchor estáen el centro con su rojo predominante, mientras laidentificación Estrella de Belén-Bandera de PuertoRico es tema ya recorrido por la expresión popular.La imaginación popular prevalece en la talla y cancelala imposición externa de mensajes politizados.

Ilust. 125: Luis González, 1985.

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Los Reyes Magos de piedra

En la novela El cuarto rey mago de Marta Aponte,aparece un personaje real de místicas inspiracionesy apasionadas iniciativas que se dedica a embellecerlos entornos de la comunidad con sus esculturas depiedra. Juan Santos Torres es un artesano-artistainspirado por motivaciones distintas a las de losmuseos y las iglesias: Nosotros como pueblo tenemosque crecer culturalmente, hacer cosas nosotros, elpueblo, la gente.21 Para Santos, una manera de crecerculturalmente ha sido crear un punto de encuentropopular alrededor de unos gigantescos Reyes Magostallados en piedra. Todos los conductores quetransitan por el expreso entre San Juan y Ponce lospueden ver alzados en una colina del barrio Guavatede Cayey. Sobre la elevación del terreno se leeBorinquen vive en grandes letras de concreto y, allado de los Reyes y más alta que ellos, ondea unaenorme bandera monoestrellada. Santos y susprimeros pocos amigos tuvieron que vencer laincredulidad general antes de conseguir recursospara este proyecto. Sólo cuando los Reyes dejaronde ser dibujos para ser elevaciones de piedra -elevaciones de mucha gente que aportó horas deduro trabajo- empezaron a llegar las donaciones, losapoyos y el reconocimiento. En el 1998 compraronlos mármoles y en el 2000 -un Día de Madres-bautizaron a los Reyes Magos con leche de cabra,incienso, mirra y miel y así homenajearon a la MadreTierra. El gobierno cedió la propiedad y la gente deCayey, Puerto Rico y el mundo empezaron a visitarel lugar. Lo que existe hoy en un jardín escultóricodonde Santos tiene su taller y donde cualquieraencuentra un nuevo punto de vista para gozar elpaisaje circundante, el viento bailador y lamultiplicada presencia de los Reyes Magos,acompañados de otras criaturas de inspiraciones depiedra.

La sala de exhibición es muy pequeña pero seextiende en toldos blancos para tener sombra y coger

fresco. Adentro hay dos largas mesas paralelaspegadas a las paredes blancas que han sido decoradascon cientos de huellas de manos pintadas, como sifuera un tributo a las manos prehistóricas quequedaron marcadas en las cuevas donde la gentedel pasado encontró la misteriosa espiritualidad delarte. Es la presencia de la gente expresada en ellenguaje del regalo que vinieron a traer: el esfuerzocreativo de sus manos esforzadas. Algunos cuadrosmarcan recuerdos de momentos compartidos. Haydos grandes paneles cubiertos de plástico, cada unocon un cuidadoso arreglo de fotos en un mosaico dela memoria de construcciones, trabajadores,visitantes y amigos especiales. Son dos mapas derelaciones sociales de cooperación y solidaridad perono han sido reducidos al orden cronológico o laenumeración rígida sino que se entremezclan sinconceder privilegios y sin imponer marginaciones.Vemos las grúas que levantaron las piedras, lacomunidad presente, los orgullos posados ante lascámaras, las celebraciones en cada etapa delproyecto. Sobre las mesas están colocadas lasesculturas de menor tamaño que hace Santos ypredominan los Reyes: son piedras de tonos grises,ennegrecidas o emblanquecidas según la tallarequiere rostros o vestimentas, coronas y geometríasque balancean presencias. Una piedra da Tres Reyessin pedestal ni peana, cortados en precisiones y conmás frecuencia negros: estos son Reyes oscurosporque la piedra lo dice. Rostro negro, piedra gris,atuendo blanco: las oposiciones son la piedra mismasin añadiduras. Afuera, entretanto, los Reyes sonblancos porque son de mármol. El jardín no estáapresado en las reglas del “landscaping”. Hay asientosde procedencias diversas y estilos en colisión. Unamesa de madera bajo un toldo que da sombra es ellugar del tallado. Hay techados y enrejados, pedazosde piedra sueltos, tiestos vacíos y sembrados, bloquesgruesos de cemento, un cordel de banderines y unrótulo interesante: Estacionamiento Artesanos yAmigos Reyes Magos. La colina sigue hasta unpromontorio y tiene un camino abierto en la piedra,

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asientos abiertos en forma de manos, peñonescerreros que dan sugerencias de las creaciones queesperan por dentro y todo ésto entra y sale de laconversación de Santos que agita las manos en mediodel viento y enumera cosas que tiene en la mente.Así uno se entera de que los beneficios de las ventasde los Reyes no engordan cuentas de banco sinoque se van moviendo hacia proyectos de barrio másallá de este jardín. Santos está en las escuelas, enlas casas y en los parques agitando a que aparezcanlos recursos necesarios para ofrecer los serviciosde la educación y el ocio. Los Reyes Magos de piedrase venden para conseguir regalos de Reyes para lacomunidad. Santos es el Cuarto Rey, siempre vestidode blanco como los Reyes de mármol, siemprellegando muy tarde a su beneficio propio porqueestá muy ocupado luchando por los demás.

Hay lugares de este sitio que desafían losesquemas del arte en exhibición. Tres blancos Reyesde mármol hechos en la misma piedra hacen guardiaen el camino junto a la jaula adornada con la banderaboricua donde entre cubos y pailas y paquetes deheno seco un becerrito allí crece. Otros Reyes sonmás grandes, cada uno de una piedra y esperan quealguien los lleve a adornar otro jardín [Ilust. 126].Cuando los Reyes son grandes no caben encolecciones y también por ser tan grandes siemprelos podemos ver. Existen Reyes de Santos paradosen carreteras donde las gente los goza cuando losmira al pasar. El arte público tiene la capacidad detrascender la propiedad y el comercio porque nohay que pagar nada para que nos sirva bien.

Hace tiempo que Santos dejó de ir a ferias. Antesllegaba con el baúl del carro atestado de esculturasque le aplastaban las ruedas y con frecuencia se ibacon las mismas esculturas que el público de las feriasno se decidía a comprar. Ahora la gente delpueblo lo visita en un espacio donde no hayatropellos comerciales sino anchuras de viento yconversación. Aquí los Reyes Magos sontransformaciones de las fuerzas universales de lacultura y la naturaleza, hibridación muy constante

de las bellezas mezcladas de las leyendas del mundoque se encuentran y se expresan en una Isla mestizaque provoca el más alzado artístico patriotismo deun tallador de piedras. Cada escultura procede deuna imaginación especial que Santos encontró enalguna conversación o alguna ráfaga de pensamiento.En cada piedra tallada se encuentra una narrativa yla secuencia del cuento es metáfora de historia. Laetnografia del taller de un místico se encuentra conla poesía como el vuelo de una piedra.

Promesas, favores y protecciones

Las Promesas de Reyes -híbridas y bulliciosas-se celebran de manera creciente en el país.22 Lapromesa en sí ha variado y no siempre se refiere a

Ilust. 126: Juan Santos, 2003.

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una curación milagrosa o un favor especial que sepaga devotamente. Ahora muchas promesas sontambién obligaciones voluntarias que se asumencomo mensaje de afirmación cultural. Para otragente, “reunir la familia” es motivo suficiente enestos tiempos de disgregación familiar. Otros quierenofrecer a la comunidad una parte de los beneficiosadquiridos durante el año y/o reafirmar y elevar suprestigio en la comunidad. De todas maneras, losingredientes esenciales se han mantenido: una mesao altar con la imagen tallada de los Reyes Magos,adornada con flores, aluzada con velas y acompañadade otras imágenes devotas y otras decoraciones.Las pencas de helechos y palmas son favoritastodavía. Tiene que haber música en vivo, golosinaspuertorriqueñas y algún acto devocional que puedeser el rosario o las coplas cantadas. El recorrido porla comunidad pidiendo limosna no es frecuente comoantes. Por otro lado, la concurrencia se componede parientes, amigos y conocidos y proviene delugares cercanos y lejanos, mientras los vecinoscercanos con los que no se tiene relación estrechano son invitados. Otras promesas se abren como

festividades públicas, aunque la organización recaigaen la familia extendida. A veces ocupan plazas,solares y otros espacios de entrada libre. Algunaspromesas son auspiciadas por iglesias y tienen uncontenido más devocional que festivo. Al igual queen tiempos pasados, el Velorio de la Víspera de Reyeses buena oportunidad para la socializaciónromántica.

La región oeste de Puerto Rico es la más ricaen estas celebraciones familiares y comunitarias.Dejo que un artesano-investigador-organizadorque ha vivido la Promesa de Reyes en enlacesgeneracionales que se remontan a fines del siglo 19y que hoy mantiene la tradición en su propia familiamientras conoce cientos de promesas recurrentesen barrios y pueblos, la descripción de un estilo dePromesa de Reyes que ha recibido de la memoria desus antepasados y que ha visto muchas veces en laactualidad.23 El lector debe estar pendiente deltérmino santero, que aquí se usa en dos acepciones:tallador de santos y creyente en la Santería, religiónde los orichas.

La experiencia que yo he tenido en San Germán,en Yauco, en Hormigueros, en Lajas y que conozcopor referencia en otros lugares como Cabo Rojo,Mayagüez, Maricao y en en área suroeste -Peñuelas,Guayanilla- el sincretismo que todo el mundo conocey que muchos no quieren aceptar en cuanto a latradición de la devoción de los Reyes Magos, mezclano solamente el culto católico per se sino quetambién las deidades de los orichas africanos. Estoyo te lo estoy diciendo en este vocabulario de escuelaporque es lo que se ha escrito y lo que se utilizapero en el vocabulario de la calle, del pueblo, puesestos santos Reyes Magos tienen un significado másallá de lo que diga la Iglesia Católica -que fueron aadorar al Niño Jesús, etc. etc.- sino que ya tieneuna connotación más cercana a la Santería y enesa devoción que se conserva a pesar de que se haintentado de diferentes formas de eliminarla oalterarla o proscribirla, todavía el pueblo nos sigueinsistiendo en esos santos y los adoran de una

Ilust. 127: Promesa de Reyes, 2004.

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forma muy particular. Aun cuando se dice que lapromesa es de los Reyes Magos y una persona quizásno se percataría más allá de que es lo que hay,cuando usted visita esa promesa usted se da cuentaque el altar está confeccionado de una formadistinta a lo que sería una Promesa de Reyes Magosestrictamente católica. ¿Ves? Porque muchas vecesse le da lo que se conoce en el argot “se le da decomer al santo” o se prepara el altar antes decomenzar con los cánticos o se le pone alimento, sele pone frutas, se le pone agua o se le pone amuletos,lo que sea, para consagrar ese altar. Por ejemplo,se le pone cocos, se le pone vaso de agua, velonesde distintos colores -específicos, no al azar de quetenía un velón de tal color y yo lo puse ahí-, aromasde incienso. Si hay algún reclamo espiritual que unoquiera hacer por una enfermedad, por el bienestarde algo, por alcanzar algún tipo de favor, se poneun figurita semejante a, o una foto alusiva a lo queuno quiera lograr. Se usa el cigarro: la forma deunir esos dos mundos, el físico y el espiritual alconsagrar ese altar. Se usa mucho el cigarro.También se rocea ron, se le ofrece ron al altar,principalmente.

En términos generales, yo te diría que es unproceso a los Tres Reyes Magos. Se ven como unasóla entidad pero he notado que siempre se destacala figura de Melchor, no tanto así como sacarlo a élfuera del grupo ¿no? Pero se nota precisamente porla influencia de Santería de que es como elpersonaje central. Si fuera una obra de teatro, puesese es el actor principal, vamos a llamarlo así, elprincipal. Hay un gran respeto, te puedo decir, yohe ido a muchas de estas promesas y tengo amistadcon muchos santeros. No hay equivalencias de losReyes con orichas específicos. En cuanto a esadevoción, te voy a explicar. Es una protección. Elque es devoto de los Reyes tiene una protección. Asíse concibe. “Aquí fulano te está tratando de hacerun mal o hay alguien que está tratando de hacertemal sin saber quién es esa persona pero a tí te estánprotegiendo los Reyes porque tú pagas promesas

y tú eres devoto a los Reyes”. Hay una fuerzapoderosa. Se trata de renovar una protección. Pagoun favor pero he visto que hay mucha devoción nonecesariamente porque me hizo un favor o le hizoun favor a mi abuela. No, se ha mantenido unadevoción religiosa con esas figuras.

Ya no hay prácticamente mucha diferenciaentre lo rural y lo urbano, por ejemplo yo he ido apromesas en el casco de San Germán ahora mismoen estos años, el año pasado. Esto ha estadosucediendo toda la vida que yo tengo uso de razón,tengo 45 años. Antes mucho más que ahora. Ahoraes menos. Hemos ido perdiendo mucha intuición,hemos ido perdiendo mucha devoción. De lo que yotengo uso de razón y lo que me cuentan mis padresy lo que me cuentan mis abuelos, eso siempre hasido así, antes mucho más que ahora. La gente esmucho más materialista ahora que antes y al sermás materialistas echan a un lado las cosas de loespiritual y to se lo resuelve un médico y to se loresuelve un siquiatra y to se lo resuelve el dinero.Estamos hablando desde fines del siglo 19 yprincipios del 20. Por ejemplo, yo he documentadotallas de los Reyes Magos de San Germán que tienenmás de 150 años. Aquí en el libro que yo escribí hayuna talla ahí de la familia Ortiz que tiene más de150 años. Esa es una devoción inmensa. La promesade Juan Lugo Ramírez es una promesa que si hoyse hubiera seguido tendría más de 100 años. Lamúsica es música típica: cuatro, guitarra, güiro yúltimamente pues se ha añadido los bongós peroen muchas promesas de antes no había el bongó.

Fíjese cómo es ésto. Esto yo lo he vivido. La gentesabe que yo soy tallador de santos, santero. Yo gozode un respeto en esas promesas. Quizás el creyentetipo santero en esas promesas tiene un gran respetopor el artesano que talla los santos y por el trabajoque nosotros hemos hecho. Y yo te lo digo así: queyo llego a un lugar donde hay una promesa santera,“ahí llegó Millán” y no es porque yo tenga ningúnpedigree ni mucho menos sino porque inclusive esadevoción y ese respeto se traduce a la persona quetrabaja con los santos.

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El agua es para mantener el altar limpio yrecoger cualquier impureza que haya. Esa aguadespués hay que tirarla lejos. Esa agua no se puedeechar por la pluma. Al acompañante de Millán, unarqueólogo anciano creyente, se le alzan los pelosde la piel: un “fluido” según la Santería que evidenciala presencia del aché de algún oricha. El dice: “Yome estoy dando unos bañitos con una botellita deagua porque yo también busco, yo también buscoprotección, orientación”). Te voy a dar otro dato.Cuando uno va a hacer promesa uno tiene quelimpiar el lugar antes de que llegue la gente yprepararlo para que la gente que venga con laenvidia o a llevarse lo bueno no se lo lleve. Yo hagouna promesa en casa a los Reyes y más de la mitadson santeros que van ahí a buscar y a ver. Pero¿qué pasa? Uno no puede, toda esa energía que seestá generando allí y produciendo, dejar que otro

se la lleve. Uno prepara el sitio primero para evitar,lograr que según entró así se va. “Te vas con lo quellegaste: no me dejes nada malo ni te lleves lo buenomío”. Eso es así en las Promesas de Reyes y enotro tipo de promesas también, que no es unaexclusividad de la Promesa de Reyes. Lo que quierodecir es que ya el rito santero se ha practicado nosolamente en la promesa de Santa Bárbara o SanLázaro sino también en los Reyes Magos y gozan deun gran respeto, tú sabes. Yo te diría que ahoramismo la promesa que más se paga en todo elsuroeste de Puerto Rico es a los Reyes Magos. Quizásen segundo o tercer lugar la Virgen de Monserrate,la Virgen del Pozo en Sabana Grande que tienemucho arraigo también, la Milagrosa en esa áreade Yauco pero los ritos son más o menos parecidos.Por ejemplo en una promesa a Santa Bárbara, aChangó, a San Lázaro, llega un momento en quedentro de los cánticos el santo va a coger posesióndel devoto, se monta. Todavía yo no he visto que losReyes se montan. Mi percepción cuando estoy enesos lugares es hay que ser creyente profundo paraque eso pase, eso no es un show que uno va a hacer.

La presencia de un rey negro con dos reyesblancos a sus lados ¿es una manera del puebloexpresar que hay un problema racial sin resolver, apesar de la ideología oficial del armonioso mestizaje?Claro que sí. Más obvio que eso es la práctica de laSantería que aún esta escondida debajo de laalfombra. Yo no puedo decir nombres y apellidospero yo conozco gente que le va a dar catequesis enla iglesia a los niños y son santeros. Y si el curasabe eso no los va a dejar que den catequesis en laiglesia. Hemos llegado a negarnos nosotros mismospor complejos. Hasta que nosotros no rompamos elmiedo a que somos un pueblo caribeño, una mezclade sincretismos, que creemos en las cosas, no vamosentonces a adelantar los elementos de nuestracultura. Tengo muchos libros en casa que estudianla artesanía pero lo que estudian es el santo de palo,no lo que está detrás del santo de palo. Es biendistinto a uno decir “ah mira, dejame ver qué yo le

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saco a estas tallas viejas que hay ahí, a ver quédicen esas tallas viejas” pero esa talla es un meroelemento de una creencia grande que había en lacomunidad y que la hay. ¿Por qué no vamos ahablar de esa creencia? Es más fácil irse por lasramas y decir arte y ahí se justifica todo.

Cuando terminé de recoger este testimonio deJosé Luis Millán, crucé la isleta del Viejo San Juan y,frente a la bahía, me puse a observar las mesas deun mercado artesanal. Allí venden mucha artesaníade orientación turística, con su tendencia a laminiatura de fabricación acelerada, simplificada ydescuidada. La mesa de un artesano negro, sinembargo, se veía tan fuera de lugar que establecíael lugar de la diferencia. Sus piezas de madera, cocoy latón se alzaban en asperezas, atrevimientos ymisterios tan orgullosamente afrocaribeños que medetuve a observar. No encontré allí la fácilcomplacencia del souvenir turístico ni la atontadarepetición de la artesanía comercial. Parecía quecada pieza -única e irrepetible- tenía más que vercon un altar de culto nocturno que con una mesa decalle soleada. Vi una representación de los ReyesMagos: tres cocos tallados en rostros de inapelabledeterminación, tres cocos que habían encontradosus Tres Reyes [Ilust. 128]. Hablé con el artesano ysupe que no hubo intención religiosa en suinspiración sino una búsqueda de sí mismo enrelación a su gente. Entonces la imaginación mía violos Cocos-Reyes en un altar santero de Promesa deReyes de los que Millán describe arriba. Se veían ensu sitio con tanta fuerza serena que adquirí la obra.

El espectáculo de los Reyes Magos

Una derivación híbrida de la promesa dedevoción cristiana es la Fiesta de Reyes de JuanaDíaz que se celebra en la plaza pública cada 6 deenero y se ha convertido en un espectáculo de masasal que acude gente de todas partes del país.24 La Fiesta

Juanadina de Reyes comenzó en 1884, organizada porun cura español que quiso rescatar una tradicióndevocional decaída. La celebración se centraba enuna procesión de pastores y Reyes. Los atuendos delos pastores eran de típica usanza española. Los ReyesMagos vestían sotanas, capas, tocados en la cabezay montaban caballos. Al son de villancicos llegabana la Iglesia donde se celebraba una Misa y luego unadramatización de la Adoración. Para 1940, la fiestahabía decaído y otro cura recién llegado se dedicó arevitalizar la celebración, manteniendo siempre suénfasis devocional y dramático muy influido porlas tradiciones medievales españolas. La Fiesta deReyes se ha mantenido hasta hoy, creciendo ycomplicándose en varias direcciones. El libreto ritual,la selección de los Reyes y la organización misma dela procesión se han convertido en una elaboradaceremonia que requiere anticipada preparacióny entrenamiento. Los Reyes de Juana Díaz se han

Ilust. 129: Juana Díaz, 2003.

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dedicado a visitar los pueblos de las Islas enuna Caravana Nacional de difícil y esmeradacoordinación. Han viajado al extranjero y hanvisitado las comunidades puertorriqueñas en EstadosUnidos. El municipio, la Iglesia y la gente de JuanaDíaz se sienten muy orgullosos de su Fiesta de Reyesy han construido un Museo de los Reyes en lapoblación. Allí se guarda la memoria fotográfica,documental y artística de los Reyes Magos de cadaaño, incluyendo la evolución de los atuendos.

La tendencia dominante ha sido fomentar elrealismo de la representación según las narrativascatólicas prevalecientes. La centralidad de Melchores atendida en las poses fotográficas para los mediosde comunicación y en su relación especial con elNiño Jesús en la dramatización de la Adoración. Lapalabra escrita es esencial en la puesta en escenade estos Reyes Magos: las profecías bíblicas, eldiálogo entre Reyes y pastores y el ofrecimiento deregalos se estructuran en torno a textos de intenciónliteraria y moral que se enuncian con elocuencia.Un diálogo especial entre los Reyes tuvo lugar enlos funerales de Abelardo Díaz Alfaro, el grandefensor de la celebración de la Epifanía que semantuvo firme cuando la festividad se tambaleaba.25

Al igual que Díaz Alfaro, los Reyes de Juana Díaz alzansu voz contra la injusticia pero su diferencia está enla insistencia de su identificación institucional. Elritual establece una equivalencia entre los ReyesMagos y los sacerdotes católicos, dando énfasis a laoficialidad de la representación bajo la supervisiónde la Iglesia y acentuando la relación de los Reyescon dignatarios, políticos, obispos y otros jerarcas.

El Consejo Juanadino Pro Festejos de Reyes seincorporó en 1978. La actividad requiere lamovilización de cuantiosos recursos económicosmientras su fama ha alcanzado nivelesinternacionales. El pueblo cuenta con dos esculturasmonumentales de los Reyes Magos, una en la entradadel pueblo y otra en el centro de la plaza. En lasegunda, la trilogía de lo taíno, africano y españoles la representación escultórica adoptada. Los

artistas populares y los artesanos se reúnen cada 6de enero en una gran feria donde el público consigueReyes Magos en variados renglones artesanales ymedios artísticos, aunque predominan los Reyes debarro, las tallas en madera y las imágenes gráficas.Unos de los crecientes atractivos de la Fiesta es laparticipación abundante de personas ataviadas comopersonajes bíblicos que ya no se limitan a pastoresy Reyes e incluyen profetas, ángeles y vírgenes. Laproducción de documentales, la cobertura de losmedios de comunicación, el traslado de los Reyespor todo el país y la internacionalización de la fiestaproducen una exhuberante hibridación entre latradición católica medieval y el actual espectáculode masas que se mueve entre los polos del altar dela iglesia católica y la tarima de la plaza pública.

Ese mismo día 6 de enero, en la Isla-municipiode Vieques, se celebra el Festival de los ReyesMagos, una actividad anual organizada por gente dela Isla Grande que reúne su apoyo a la lucha de laIsla Nena que ya consiguió sacar a la Marina deguerra de Estados Unidos y sigue luchando por ladescontaminación y aprovechamiento comunitariode los terrenos que la Marina ocupaba.26 Estaorganización edita y publica la revista Biekesí,levanta fondos, recluta voluntarios, convoca músicosy artistas y presenta una fiesta comunitaria politizadaen términos de la lucha pacífica contra el militarismo.Esta gestión de solidaridad con una causa deconsenso nacional atrae la colaboración de lasfiguras más sobresalientes del ambiente culturalpuertorriqueño, junto a una importante convocatoriade organizaciones laborales, culturales, cívicas yreligiosas. Los Reyes Magos también llegan a caballoy últimamente visten unos exclusivos diseños delartista Antonio Martorell que, sin quitarles elexotismo de la indumentaria, les permiten mássoltura y frescura durante su calurosa Epifanía y susapariciones en actividades diversas durante todoel año.

La relación de Vieques con los Reyes es muchomás ancha que el Festival. Artistas y artesanos han

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combinado el tema de los Reyes Magos con la luchade Vieques en tallas, camisetas, tarjetas, cerámicas,gráficas y demás expresiones populares, entre lascuales sobresalen los Reyes abanderados con laenseña viequense, portando palomas de la paz omostrando consignas militantes [Ilust. 130-131]. EstosReyes se identifican tanto con la lucha comunitariaque se transforman en pescadores o incluyen entresus regalos filosas tijeras de cortar alambre de verjaspara realizar invasiones de desobediencia civil. Unacasita de construcción artesanal colectiva les sirvede cuartel general de almacenaje de juguetes. ElFestival de los Reyes Magos de Vieques se distingueademás por la orientación pacifista, creativa yeducativa de sus actividades. Se insiste en regalarjuguetes no-bélicos, ofrecer talleres de arte yartesanía y fomentar la participación creativa en vezdel consumo pasivo. La revista Biekesí documentalos procesos de organización, publica textos deinformación histórica, incluye textos de creaciónliteraria y presenta variados testimonios de lalucha popular. Los Reyes Magos de Vieques sonorganizadores y activistas, híbridos de la fusión dela leyenda y la militancia, promotores de la Epifaníadel trabajo voluntario en comunidad.

Las Fiestas de Reyes de Juana Díaz y Vieques sonexpresiones máximas de la presencia cívica de losReyes Magos. A través de las Islas y la Diáspora, semultiplican actividades de menor alcance pero deintensa dedicación en ámbitos escolares, religiosos,municipales, barriales, laborales, cooperativos,corporativos y comerciales. Es práctica común deorganizaciones de todo tipo aprovechar la Fiesta deReyes para reforzar en sus miembros el sentido depertenencia y los beneficios de la membrecía. Lascelebraciones pueden ser cuidadosas recreacionesde la tradición o meros aprovechamientos de la fechapara comer, beber y festejar. Entre los dos extremosse hayan las hibridaciones más variadas y a vecesinverosímiles que requieren mucha investigacióny estudio.

Ilust. 130: Revista Biekesí, 2004.

Ilust. 131: Ángel Feliberty, 2003. Detalle.

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Los Reyes Magos de Chicago

En Chicago, enero es un mes frío y ventoso. Noes raro que las tormentas de nieve inmovilicen a lagente en días de calles intransitables, tuberíascongeladas y temperaturas inestables y peligrosas.En esta Ciudad de los Vientos, la gentepuertorriqueña insiste en celebrar su Fiesta deReyes y ha sabido acomodarse a las exigencias yoportunidades de un clima hostil en un país ajeno,aunque no ha llegado al extremo de exigir que elDía de Reyes sea día feriado en las escuelas públicas,como sucedió en Nueva York en 1979. Con sobradafrecuencia, el 6 de enero cae en día escolar ylaborable y la previa celebración de la Navidad deSanta Claus ha acaparado la atención de la mayoríade la gente en días oficiales de ocio y diversión. Sinembargo, la comunidad se las ingenia para manteneruna fiesta de identidad y tradición, aunque ambas

se perciban intervenidas en medio de la incomodidaddel invierno.

En las iglesias de su pertenencia -católicas ypentecostales en su mayoría- la Epifanía es unafestividad importante de la liturgia cristiana. Escomún que se organicen misas y cultos para ese díay se añada la repartición de juguetes a los niños.Diversas agencias gubernamentales, comunitarias yprivadas también reparten juguetes, ofrecen cenasde comida tradicional y proveen música. Las trullasno han desparecido, a pesar de las dificultades de latransportación, el acomodo de los asistentes y lasregulaciones de entretenimiento alborotoso en zonasresidenciales. Una tendencia favorecida es transferiral fin de semana próximo al 6 de enero la celebraciónpública y comunitaria que no se puede organizarcuando la fiesta cae en día escolar-laboral. Hayhogares que pagan Promesas de Reyes que todavíacumplen las funciones devocionales, festivas yrománticas ancestrales. Ultimamente se nota unreforzamiento de la observación pública de la Fiestade Reyes, ahora con claros propósitos de afirmaciónétnica y resistencia comunitaria ante los empujesdel desplazamiento o “gentrification”.

Mientras muchas familias se aferran a lamemoria de los Reyes, muchas otras han abandonadola celebración hogareña en favor del Día de Navidadcon regalos de Santa Claus. Esto provoca diálogos ydiscusiones entre vecinos y es parte de unadiferenciación más amplia entre los que insisten enel orgullo de la diferencia cultural y los quela consideran un escollo en la búsqueda deoportunidades de mejorar los niveles de vida.También existe la alternativa de convertir el temade los Reyes Magos en parte del “Hispanic Heritage”que lo conmemora como tradición genérica sinmarcados acentos nacionales, tal como aparece enel libro infantil Los Reyes Magos de LourdesAlvarez.27 La diáspora puertorriqueña es diversa ysu comportamiento cultural heterogéneo. Lacreciente ola de profesionales migrantes de tiemposrecientes muestra menos apego a la tradición. La

Ilust. 132: Chicago, 6 de enero de 1995.

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disolución de muchos vecindarios puertorriqueñosen Chicago multiplica las opciones, acomodamientosy resistencias y ésto conlleva el aflojamiento de laconservación de rituales ancestrales para unosmigrantes y su fortalecimiento para otros.

Con todo, la comunidad boricua en Chicagosiempre se ha distinguido por la intensidad de suidentificación cultural. Al estar constituida por unaemigración que, desde los años 40, se originó enpueblos pequeños y zonas rurales más que en lasgrandes ciudades, ha puesto mucho propósito enrecrear y mantener lazos y comportamientos de lavida isleña.28 Cuando llega la Fiesta de Reyes muchosboricuas de Chicago están en Puerto Rico: este es elritual navideño por excelencia, el más deseado yexpresivo del vínculo con las Islas aunque lamayoría no lo puede pagar. En octubre ya es muydifícil conseguir pasaje aéreo para Puerto Rico yen diciembre es prácticamente imposible. Aestos viajeros navideños les gusta ostentar loscontratiempos en que se meten cuando extiendensus vacaciones para incluir Reyes y Octavas, con susconsecuentes complicaciones escolares y laborales.Es un ritual de patriótica rebeldía y una ordenaciónalterna del deber y la libertad. También es unamitificación de la circularidad de la migración y elregreso: el periplo de la diáspora puertorriqueña yel viaje reiterado de los Reyes Magos se refuerzanuno al otro.

Los que permanecen en Chicago y ejercen losrituales de Reyes, reproducen lo mejor que puedenla Epifanía de reuniones familiares, comidasespeciales y regalos a los niños o, al menos,reconocen que se trata de un día especial aunqueno participen directamente en la celebración.Conseguir una caja es fácil. Lo interesante esescuchar las soluciones ingenuas, astutas yhumorísticas a la falta de yerba fresca en losinviernos “frizaos” de Chicago. Algunos han puestohojas de lechuga y otros vegetales, otros ponen avenao algún cereal para los camellos. Las hibridacionesinterculturales son inevitables: galletitas con leche

como a Santa Claus, zapatos en vez de cajas comolos mexicanos, etcétera. Las decoraciones con temade Reyes se traen de Puerto Rico o se compran entiendas de mercancías étnicas. También se adquierenfiguras plásticas iluminadas de fabricación industrialpara la decoración exterior. En las celebracionescomunitarias no faltan los tres vecinos vestidos deReyes Magos. La cercanía de la más numerosacomunidad mexicana fomenta los intercambios y loscruces méxico-boricuas.

A partir de 1995 -con la inauguración de dosmonumentales banderas puertorriqueñas en elcorazón de la comunidad, el establecimiento delPaseo Boricua [Ilust. 132] como foco especial deafirmación cultural, el incremento del activismo denumerosas agencias comunitarias y la intensificaciónde la actividad musical, artística y étnica- la Fiestade Reyes se elevó en importancia.29 Los funcionariospolíticos electos en la comunidad, junto a las másvariadas coaliciones cívicas y religiosas han tomadola Fiesta de Reyes como bastión de resistencia ysolidaridad y han desarrollado la celebración comoevento de congregación pública que incluyeprocesión, música, juguetes, comida, educación yhasta Reyes en vivo montados a caballo. Los ReyesMagos puertorriqueños de Chicago parecen muyobesos sobre sus monturas pero es que bajo sustúnicas y capas se abultan los gruesos abrigosnecesarios para un Día de Reyes de 5 a 10 grados detemperatura. Melchor ocupa su visible centralidad.Lo que abunda menos es la representación artesanalde los Reyes hecha en Chicago. Sin embargo,últimamente estas imágenes se han convertido en elregalo por excelencia que traen a Chicago losboricuas que visitan a Puerto Rico y los isleños quevisitan o envían regalos a su gente de la Diáspora.Esta identificación de los Reyes con el intercambioafectivo entre los puertorriqueños de las Islas y losde Estados Unidos es muy familiar y comentada entrelos artesanos isleños.

En estas circunstancias de americanizacióndisolvente, afirmación étnica e hibridación

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intercultural, hubo en años recientes un certamende arte para estudiantes de escuela secundaria sobreel tema de los Reyes Magos. Al igual que el poemaque articula el movimiento de este libro, el certamendocumentó un imaginario en tiempo presente.30

Vienen de tierras lejanas a visitar la ciudad delos vientos. Vienen convocados por la gente queinsiste en reyar a pesar del frío y por las cartas quetodavía reciben de niños puertorriqueños. VienenMelchor -el inconfundible- y Gaspar y Baltasar,intercambiables. De todas maneras y a pesar de todo,vienen y son reconocidos con alegría por lapoblación boricua. Las imágenes que produjeron losestudiantes de varias escuelas para participar en uncertamen de arte documentan la visita de los Reyes.Esos muchachos que no quieren ser niños, habitantesde comunidades migrantes que surgieron hace másde medio siglo, ya no reciben regalos el 6 de enero.Su conocimiento de los Reyes Magos es vagoy nebuloso y forma parte de una identidadpuertorriqueña que sobrevive en una adolescenciade romances acelerados, cambios de tono de voz,sonidos hip-hop y salseros, gangas en cada esquina,riesgo de SIDA, tentación de droga e identificacióncon bandera monoestrellada.

El proceso del certamen fue un retorno visual auna imagen de sus tiempos infantiles que ha caídoen desuso en su tiempo presente. El retorno fue muybreve: durante una hora escucharon una charla sobrelos Reyes Magos, mientras miraban imágenesartesanales, láminas de libros, y tarjetas defelicitación. Su participación en el concurso, trasel estímulo inicial de la charla, fue unredescubrimiento, una nueva mirada con ojosadolescentes. Los muchachos trabajaron sin volvera consultar los modelos que vieron al principio. Así,produjeron imágenes en las que el recuerdo viejo yla mirada reciente se expresaron intervenidos porla actualidad. De hecho, surgió una expresión de losReyes Magos que incluye la cotidianidad que losjóvenes viven hoy en Chicago. El resultado es unamuestra visual en la que se entrecruzan tradiciones,

Ilust. 133: Certamen Chicago 1994.

Ilust. 134: Certamen Chicago 1994.

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actualidades e innovaciones [Ilust. 133-135]. Se puededemostrar, sin embargo, que la inquieta variedad deReyes Magos que los muchachos produjeron tieneuna coherencia que trasciende las incidenciasdel azar.

Lo de inquieta variedad merece un comentarioaclaratorio. Los muchachos afirmaron su atrevidajuventud y se negaron a seguir instrucciones. Se lesconvocó a un concurso de pintura y se reglamentóel tamaño de las obras. Los entusiastas concursantesprodujeron trabajos en pintura, dibujo, medio mixtoy collage. Trabajaron con carbones, pasteles,marcadores, acuarelas, crayones, papeles, textiles,plásticos y polvos de brillo. Sometieron piezas demuchos tamaños. Para completar, acogieronla participación de varios mexicanos, dosafroamericanos y un asiático. Provocaron unapesadilla de decisiones riesgosas a los miembros deljurado pero gozaron con sus propios sueños de nocheestrellada.

La coherencia plural de estos trabajos se captasi reconocemos primero la vibrante energía de suindividualidad. Entre las imágenes de los ReyesMagos de los muchachos de Chicago hay tresvagabundos callejeros, tres misteriososencapuchados, tres solemnes y antiguos señores, tresportadores de regalos puertorriqueños, tresencarnaciones del Amor, la Fe y la Alegría, tresbarbudos cabizbajos y ricamente vestidos, tresjóvenes de pantalón y chaleco, tres jinetes a caballovistos de espaldas, ¡tres mujeres bailarinas!,tres guerreros musculosos de rostros hostiles yamenazantes, tres figuras sonrientes cuyo género esincierto, tres esbeltos caminantes bajo un gran cielorosado, tres coloridos barbudos de faccionesorientales, tres difusos personajes frente a tres hojasenormes, tres muchachos que son Reyes y se miranuno al otro, tres hechiceros fantásticos de animaciónde TV, tres visitantes nocturnos en establo iluminado,tres raperos a la moda y adornados con coronas,una reina cobriza y otra reina negra acompañadaspor un rey blanco, un deambulante alcohólico junto

a una reina con bandera boricua y un rey jíbaroarrodillado, un Melchor solo junto a la mismabandera y bajo el sol candente -significativamentecreado por una joven cantante y bailadora de bombay plena- y una serie de construcciones mixtascentradas en el brillo de materiales mixtos quecomunican exóticos lujos “orientales”.

La coherencia plural de estos trabajos se originaen una identificación muy específica entre laautoimagen de los jóvenes y la imagen de los Reyes.Primero que nada, la vida de los muchachos y elviaje de los Reyes tienen en común una prominentefestividad, una celebración colectiva de la alegría.La fiesta de los Reyes y el party de los muchachoscomparten la naturaleza del gozo: reyar es algo quesuena familiar porque se parece a to have fun.Segundo, mirar a los Reyes nos obliga a lo mismoque mirar a los muchachos: a notar enseguida y antesque nada la importancia de la vestimenta como usopremeditado y gozoso del color. Para los jóvenes,vestirse apropiadamente -según la edad, la moda ola ganga- es tan definitorio de la identidad personalcomo para los Reyes: ambos dicen quiénes son segúnlo que llevan puesto. Tercero, la presencia de losReyes y de los muchachos en Chicago es en los doscasos un venir de tierras lejanas, es decir, unamigración o viaje. Los Reyes viajeros y los jóvenesmigrantes son encarnaciones visibles de ladiversidad étnica expresada en hibridaciones deinterculturalidad.

Este sistema de identificaciones tiene efectosdirectos en la expresión plástica de los muchachos.En sus trabajos predomina un juego placentero conlas posibilidades de los colores y los materiales. Elgozo visual de la imagen que crean es tanto que lespermite escapar de los estereotipos y producir unavariedad de Reyes Magos irreverente y divertida. Estoes así a pesar de que en ciertos casos los Reyesasumen expresiones de seriedad y agresividad. Elhecho de transgredir la imagen tradicional desolemnidad bondadosa es una provocación en tonode gufeo. Además, esta violación de la tradición es a

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la vez una incorporación de la cultura urbana quelos muchachos viven y que contiene grandes dosisde violencia.

En estos trabajos aparecen dos tendenciascontradictorias que coexisten, no sólo en la muestrade las obras, sino en la formación cultural de losmuchachos. Una es la recurrencia de temas visualesque ilustran la puertorriqueñidad: banderas, güiros,palmas, garitas y un insistente rey negro. Otra es laintervención de derivaciones visuales procedentesde los comics y los cartoons violentos de la televisión:guerreros míticos, hechiceros superpoderosos yviajeros espaciales. Estas imágenes son parte delaprendizaje visual de los niños a nivel transnacional.De hecho, estos personajes, convertidos en juguetesde moda, son precisamente parte del repertorio deregalos que los Reyes Magos y Santa Claus dejan alos niños del mundo, incluso a los niños de PuertoRico y Chicago. Ambas tendencias se entrecruzan yse acomodan a la expresión visual de las narrativastradicionales de la Epifanía, que incluyen la esencialEstrella de Belén. Además, estos temas se expresanen hibridaciones de ambientaciones “orientales”,nevadas, urbanas, tropicales y espaciales. El skylinede los rascacielos de Chicago es el fondo de unaAdoración.

En ánimo de contrarrestar el efecto totalizadorde las generalizaciones anteriores, quiero resaltarla fuerza individual de dos trabajos de gran impacto,ganadores de premios del jurado. El primero es undibujo con lápices de colores que resultó muypequeño [Ilust. 138]. El autor se negó a producir otraversión más grande y el trabajo gustó mucho entresus compañeros, de manera que transamos porponerle un amplio marco de cartón para exhibirlo.Al principio, a muchos les pareció una dulce y bonitarepresentación de la Adoración de los Reyes. Además,los regalos de los Magos -güiro, garita y bandera-añaden una puertorriqueñidad visible ycomplaciente. Sin embargo, una mirada detenida yatenta produce una sensación de perplejidad.

Uno de los planteamientos de la charla sobrelos Reyes Magos que más interesó a los muchachosfue la preferencia y distinción a Melchor el rey negroen la tradición puertorriqueña. El autor de estedibujo, un gang-banger que dirige una sección de20 vendedores de drogas en su vecindario, tiene unaparticular aversión contra los afroamericanosmiembros de gangas rivales que ya ha expresadoen dibujos anteriores, a pesar que que él mismo esun mulato boricua de visible ascendencia africana.Así las cosas, no es extraño que el regalo másimportante y visible de su estampa de Adoración -labandera puertorriqueña- no esté en manos del reymás oscuro sino empuñada por otro rey que está depie y nos mira de frente. Esta es la misma banderacon asta en forma de lanza que en otro dibujo suyopara otro proyecto de arte provoca el incendio deun carro patrulla de la policía. En ese dibujo anterior,la bandera incendiaria estaba en manos de unmuchacho boricua que representaba al propiodibujante. En este nuevo dibujo, el rey que sostienela bandera está vestido de verde y negro, los coloresemblemáticos de los Cobras, la ganga a la quepertenece el autor. Como si no quisiera dejar dudas,la punta de lanza del asta también tiene un tonoverde y forma de diamante alargado, el emblema dela ganga Cobras. El rey-Cobra-autor tiene un gorroo turbante en vez de corona. ¿Por qué? Porque lascoronas son emblemas de los Kings, una ganga rival.Para ser todavía más consistente, las coronas de losdos Reyes están pintadas de amarillo y negro, loscolores de la ganga enemiga Kings.

Hasta aquí, hemos reconocido unos elementosde identificación puertorriqueña y gansteril queconfluyen en la misma persona, el autor. Pero hayalgo más profundo. El mundo social de las gangasfunciona mediante férreos principios de violencia,desconfianza, hostilidad y competencia, sustentadasen una territorialidad agresiva y excluyente. Encualquier situación en que coinciden miembros degangas rivales, a lo más que se puede aspirar es auna tensa y frágil tolerancia que a la menor

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provocación se convierte en confrontación abierta.En esta Adoración no hay convocatoria ni paz sinotensión y peligro. Cada uno de los cuatro personajes-Tres Reyes y el Niño- mira para un lado distinto,evitando hacer contacto visual con alguien. El NiñoJesús no logra traer la paz a la gangas de Chicago.

Cuando por primera vez se explicó la naturalezadel certamen a los jóvenes escolares, una muchachase puso a pensar con mucha seriedad y anunció quesus Tres Reyes serían three bums, because althoughthey are bums, they still have something to offer.Días después, trajo un dibujo a lápiz [Ilust. 137]. Paradecirlo en Spanglish, los tres kines son tres bones:sus ajadas vestimentas y sus facciones sufridas sonmás que elocuentes. En el Spanglish de Chicago, kineses el plural de king. Una de las precauciones quetomé en la organización del certamen fue evitartraducir Tres Reyes a Three Kings porque Kings esel nombre de una de las gangas de la ciudad yse considera enemiga en el territorio de losconcursantes. El uso de nombres, colores, emblemasy demás signos de identidad gansteril está intensa ydetalladamente ritualizado, de manera que seexcluyen unos a otros con la mayor rigurosidad.Three Wise Men es un término neutral que noprovoca animosidades.

En el dibujo de los Three Bums, uno ofrece deregalo una botella de vino y otro una hogaza de pan.Están de rodillas. El tercero está de pie, sujeta uncofre en sus manos y exhibe abundantes dreadlocks.Este es el Melchor vagabundo, rasta y pobre perosiempre generoso. El niño luce calmado, la estrellaha bajado a verlos y la composición se refuerza conun pórtico y dos tiestos que hacen ámbito detriángulo. El pan y el vino, expresión típica de lamiseria y la “nota” del vagabundeo, se trasciendena sí mismos y se hacen expresión de espiritualidadsublime: son las imágenes religiosas del sacrificiode Cristo, la Eucaristía que se renueva cada vez quese repite una Misa en conmemoración de la UltimaCena. Esta enorme carga de sentido es congruentecon la imagen de los Reyes vagabundos. Aunque la

Ilust. 136: Certamen Chicago 1994.

Ilust. 137: Certamen Chicago 1994.

Ilust. 138: Certamen Chicago 1994.

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visión estereotipada de los bums los cataloga defracasados, derrotados e inservibles, en realidadestos personajes conocen la calle mejor que nadieporque ahí transcurre su vida. En la ciudad, la callees el eje de la supervivencia y para sobrevivir hayque saber muchas cosas. Ese rico conocimientoinadvertido por los que tienen empleo y casa propiapero apreciado por los jóvenes gangueros, estáguardado en el cofre de Melchor, el de losdreadlocks. Junto al pan que mata el hambre y elvino que mata la pena, forman un regalo debuena voluntad para que el niño Jesús -quesignificativamente está solo- pueda sobrevivir en lacruel ciudad de Chicago. El pan y el vino. Elnacimiento y la muerte. Lo primero y lo último. Elarte puede florecer completo en una muchachaboricua y pobre de una escuela de Chicago. ThreeWise Men = Street-wise men. Los Reyes Magos siguensiendo nosotros aunque estemos lejos de las Islas.

Algunos participantes del certamen de arte enChicago cruzaron las líneas de género y propusieronReinas Magas [Ilust. 139]. En Puerto Rico, estaincipiente imaginación también ha comenzado amanifestarse como un germen de hibridaciones. LasReinas Magas aparecieron en una obra de teatro enla que -mientras los Reyes Magos se encontraban

alejados en misiones de paz- las Reinas elaborabannarrativas rituales, moviéndose entre la tradicionalEpifanía y las luchas político-sociales de laactualidad. Lizette Lugo aportó una serie de gráficasde Reinas Magas, ataviadas con la misma suntuosidadque los Reyes Magos pero esmeradas en elsimbolismo de sus regalos y en su orgullo comoimágenes históricas de femenina presencia [Ilust.109]. Inspirada por Lugo, la talladora Raquel Paganilanzó sus Reinas Magas de madera, de expresiónsencilla y presencia simple, que parecen tres santastradicionales [Ilust. 139]. Elsie Moreno hizo sus ReinasMagas en muñecas de trapo, con los casi mandatoriostrajes de tela guingan [Ilust. 140]. Las tres creadorashan insistido en la centralidad de Melchora, la reinanegra. Todavía es temprano para determinar si lasReinas Magas multiplicarán sus presencias en lacultura popular. Su aparición, sin embargo, eselocuente en la hibridación que señala y en latraductibilidad de la imagen de los Reyes Magos alos lenguajes de identidades urgentes.

El Cuarto Rey y el Burger King

En tiempos recientes, la imagen de Artabán, elCuarto Rey Mago, ha ingresado al repertorio dehibridaciones de Reyes. El tema no es bíblico, noaparece en la literatura erudita sobre la tradiciónoccidental de la Epifanía y es desconocido en latradición puertorriqueña. En tiempos de la

Ilust. 140: Elsie Moreno, 2004.

Ilust. 139: Raquel Pagani, 2002.

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colonización de América, se sugirió en Europa añadirun rey cobrizo que representara la raza indígenaamericana junto a los Reyes europeo, africano yasiático.31 La propuesta no tuvo aceptación y prontodesapareció pero quedó flotando la idea de uncuarto rey que ahora aparece como presencia difusade la interculturalidad contemporánea: nadie sabeprecisar su origen exacto y circula entre lasespiritualidades entrecruzadas del New Age,asociado a las novedades informadas de un públicoeducado que se ha interesado en las posibilidadesde la literalidad de la narrativa de la Epifanía. ElCuarto Rey Mago es tema de gente que escudriña laleyenda y se nutre de las especulaciones mediáticasde textos periodísticos, literarios y fílmicos: lamayoría de las personas que entrevisté sobre elasunto tomaron la leyenda de una películatransmitida por televisión. El cantautor JoséNogueras popularizó una canción sobre el tema y laescritora Marta Aponte lo usó de título y episodioen una novela.32

La imprecisión del origen -Artabán parece unaderivación de Atrabán que significa simplementemago- no impide la diseminación de una narrativarecién compartida.33 Artabán salió a buscar alRecién Nacido pero se entretuvo atendiendo lasnecesidades y problemas de la gente que encontrabaa su paso. Tanto se dedicó a entregar sus riquezasen beneficio de los necesitados, que se retrasómucho en su viaje y llegó tarde a conocer a Jesús,más de 30 años después de su nacimiento. Cuandopor fin llegó al destino de su viaje se encontró conla Crucifixión. Esta narrativa no es extraña al sentirimaginario puertorriqueño. El enlace de la Epifaníacon la Crucifixión es tema frecuente en el canto y laoralidad: está en el simbolismo adjudicado al regalode la mirra y en la presencia de las Tres Maríasjunto a los Reyes Magos en el Nacimiento.34 Artabánno llega a la Adoración porque se dedica a practicarel mismo mensaje de caridad del Recién Nacido. Sutardanza está justificada.

Aunque todavía el Cuarto Rey no es unahibridación de aceptación general, tampoco inspirarechazo y parece responder a un deseo de mayorpluralidad en la narrativa, lo que es congruentecon la diversificación cultural de la sociedadpuertorriqueña. Ya existe una incipiente expresiónartesanal de la leyenda. Como disidente, transgresor,individualista y alterno a las normas de la tradición,Artabán provee otra posibilidad imaginaria. Artabánrompe el esquema compulsorio y hace del ejerciciode la iniciativa individual y la solidaridad piadosasu virtud trascendente. El destiempo de Artabán essignificativo como reacción a la imposicion detiempos coordinados y exactos en las religionesantiguas y las exigencias profesionales actuales. Unhombre tan buena gente que tiene un buena excusapara llegar tarde es una imaginación muy acopladaal sentir de la vida de muchos puertorriqueños.Artabán exageró “la hora puertorriqueña” pero supureza de intención le merece disculpa. Estamos antela glorificación de la marginalidad, un elemento defácil acomodo en nuestra cultura popular.

Ilust. 141: Danny Torres, 2000.

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La película Promesa de Reyes, producida paratelevisión en 2003, adopta otra visión de lamarginalidad y utiliza la tradición de la Promesa deReyes para comentar sobre la guerra, el deshauciode vivienda y la solidaridad popular, todo enmarcadoen una comunidad de Loíza. Aquí se trata de laapertura mediática a la proyección de problemáticaspopulares que son todo lo opuesto a lacomercialización de la tradición de los Reyes que seasocia con los medios de comunicación masiva.

La intervención de la cultura transnacional nose limita a legendarias hibridaciones espirituales.Junto a la metafísica del New Age, entra el apetitodel Fast Food: el Cuarto Rey viene acompañado delBurger King. En el paisaje urbano de Juana Díaz -capital nacional de los Reyes Magos puertorriqueños-se alza un monumento a los Reyes Magos en mediode la plaza pública que refuerza al templo católicoen la custodia de la ordenación del pasadotradicional en la memoria presente. La memoriacolonial se traduce en armonización cristiana delmestizaje biológico y cultural. Los Tres Reyes son

las Tres Razas: uno es indígena, otro español y otroafricano. Alrededor de ellos se congrega la multitudruidosa del 6 de enero o se dispersa la congregacióndominical de la misa mandatoria.

En las afueras del municipio, sin embargo, otrahistoria impone su actualidad. La entrada alpueblo se organiza en una trilogía de espacioscontrapuestos. Una plazoleta contiene la elevaciónde otras estatuas de los Reyes Magos -monumentales,masivas y aplastantes- cuyas figuras carecen depiernas y por lo mismo refuerzan la inmovilidad desu agrandado tamaño. El paisaje triangular incluyela estación de peaje del expreso de Ponce a SanJuan con su ruidoso aceleramiento y el parque defranquicias de las cadenas norteamericanas de FastFood: KFC, Taco Bell, Pizza Hut y Burger King. Lainversión es apabullante: Los Reyes viajeros ahorason sedentarios, la gente transita en fracciones deminutos y la comida disponible es rápida yabundante. Uno puede colocarse frente a las estatuasde los Reyes para hacer una foto de recuerdo yentonces capta cómo en el espacio entre las figuras

Ilust. 142: Juana Díaz, 2004.

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aparece el logo de Burger King, redondo y distantepero visible por su colorido vibrante, en medio delas oscurecidas estatuas [Ilust. 142]. Uno puede hacertomas distintas para incluir los cables eléctricos, elpuente del Expreso o los logos de las otrasfranquicias: cada uno convoca, conecta y sirve a másgente que el monumento de los Reyes Magos. Estos,sin embargo, articulan la hibridación.

La convivencia del Burger King con los ReyesMagos es más interesante y difundida que la anteriorcoincidencia espacial. En los ambientes familiares,escolares y comunitarios puertorriqueños abundanlas dramatizaciones del Nacimiento y la Adoración.La gente compra telas brillosas, sandalias “antiguas”y cintas decorativas para las vestimentas de los Reyesniños o adultos. Con barbas postizas o pintadascaracterizan los tres personajes, entre los cuales hayque distinguir la oscuridad de Melchor. Las coronaspueden ser difíciles de hacer pero Burger Kingresuelve el problema: uno procura las coronaspublicitarias de cartón en los numerosos y cercanosrestaurantes a través de las Islas, las refuerza conun material resistente y las cubre de brillos ydecoraciones, con la seguridad de tener a la manola más acertada y simétrica forma de corona realque se puede conseguir. Así el Burger King seincorpora a la tradición puertorriqueña de los ReyesMagos. Todo el mundo sabe que las mejores coronasde Reyes son hibridaciones caseras sobre la corona

del rey de las hamburguesas. Por eso, la foto de losReyes de Juana Díaz con una esfera celeste con logode Burger King es un excelente documento de lainterculturalidad.35

Esta disposición a traducir lenguajes de externaprocedencia a la interioridad de la imaginación delos Reyes Magos la vi demostrada en las reaccionesde mucha gente a un ensamblaje que hice tituladoLos Reyes de la Suerte. La cadena de fast foodChurch’s había lanzado un concurso cuyaparticipación consistía en colocar en las antenas delos automóviles de los clientes unos muñequitos degoma cuyo cuerpo es la ilustración de un agrandadocentavo con piernas y brazos extendidos, llamadoel Chavito de Church’s. La aceptación del concursofue tan masiva que los Chavitos de Church’s seconvirtieron en la moda del momento: era fácilreconocerlos trepados en los más variados vehículosen todas las vías públicas del país. Una segundaversión del concurso se inició en la época navideñay esta vez los Chavitos tenían gorros rojos de SantaClaus o portaban arbolitos de Navidad coronadoscon estrellas. Ante la generalizada presencia delChavito de Church’s, me apropié de algunos yaproveché la variedad de colores disponibles paraseleccionar y pegar tres Chavitos sobre una tablitacomercial de quemar varitas de incienso [Ilust. 143].Luego comencé a entrevistar personas al azar,preguntando qué representación veían en el

Ilust. 143: Ramón López, 2004.

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ensamblaje. Las respuestas fueron iluminadoras.Tras el reconocimiento inicial de tres Chavitos deChurch’s, pregunté qué otra cosa podrían ser. Lainmensa mayoría de la gente no tuvo dificultad enreconocer unos Reyes Magos de innovadora y muycómica presencia. Una vez celebrado el chiste,pasaban a elaborar comentarios más articulados: laconexión Melchor-chavito-prieto, el chavito másoscuro en el medio, la hibridación con gorro deSanta Claus y árbol de Navidad, la presencia de laestrella y el componente “oriental” y “espiritual”de una baratija de quemar incienso -regalo bíblico-como peana. La combinación de la tablita-baratijay los chavitos-concurso puso a la gente a comentarsobre la relación de la Navidad con el dinero, la

Ilust. 144: Ramón López, 2004.

comercialización y el endeudamiento: confrecuencia las fiestas navideñas nos dejan “pelaos”sin un “chavo prieto” y sólo nos queda confiar en labuena suerte para salir adelante. La simultaneidaddel árbol de Navidad, el gorro de Santa Claus y losReyes Magos se interpretó como reflejo de la realidadde hibridación cultural del país pero lo que resultóindiscutible fue la prominencia de la imagen de losReyes Magos como identificación del ensamblaje.Muchos entrevistados se sorprendieron con latransformación de sus propias respuestas de chistesuperficial a reflexión seria. La hibridaciónintencional del ensamblaje resultó ser un exitosoejercicio de traducible interculturalidad.

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They run to see the epiphanythey run to see the threewho ride Paso-finos down the streetwith gifts for shoeless rainbow feet.

A trail of shackles remain on the streeta phenomenom never seen on t.v.As they wear zapatos de arco-iristo the epiphany.

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Las múltiples hibridaciones que articulan el movimiento histórico de los Reyes Magospuertorriqueños adquieren su más acertada importancia cuando se contraponen a aquelloque se resiste y niega la hibridación. La gente puertorriqueña ha querido conservar tantola centralidad de Melchor el rey negro que -más alla de adjudicarla al tradicional “porqueasí lo hacemos siempre”- ha elaborado un discurso sobre Melchor que es un espacioideológico para dilucidar el asunto racial en la cultura puertorriqueña.1 Esta imaginaciónse articula mejor en la clase artesanal misma, la gente que produce las imágenes de lacultura que el pueblo comparte. Hice muchas entrevistas a los artesanos precisamenteen las ferias, donde mantienen una continua conversación con el público que se detieneante sus mesas de artesanías. Incluí artesanos que no producen Reyes Magos, sin encontrarmayor diferencia en la articulación de sus imaginaciones. Sobresale en la expresiónverbal de los artesanos el contraste entre la ambigüedad del lenguaje racial puertorriqueño-con sus afirmaciones, distanciamientos, disimulos y diminutivos- y la certeza de lapreferencia por la negritud de un rey central en una imaginería popular que, en vez deilustrar la mezcla racial de la requerida verbalización oficial, ilustra más la relación de lonegro y lo blanco en la memoria histórica. En otras palabras, muchos artesanos dispuestosa repetir la trillada ideología del armonioso mestizaje racial producen imágenes quecontraponen las razas blanca y negra. Otros, sin embargo, prescinden de la versión oficialy expresan la preferencia popular por la negritud en términos de trabajo artesanal yemoción cariñosa. La raíz preferida del pueblo es afroboricua: no existe ni la generalizadapresencia ni la notable preferencia por un rey taíno. En la mayoría de los casos, se tratade un rey negro preferido acompañado de dos blancos confundidos. La memoria visualartesanal está menos intervenida por las imposiciones de la ideología oficial que lamemoria verbal. Aquí dejo al lector encargado de su propio taller etnográfico. Los textosque siguen son expresiones representativas de las muchas entrevistas que hice, transcritassin reformulación alguna.2 Señalo los términos raciales que los artesanos utilizan parafacilitar el taller a cargo del lector.

Artesano de calado en madera y pirograbado: ¿El rey Melchor? Bueno por lo menospersonalmente yo lo conozco a través de la historia. Desde que yo me he criado siemprese ha mencionado al rey Melchor. Incluso le han dado posición dentro del establecimientode los Tres Reyes. Se ha dicho que Melchor por ser el prieto va en el centro de los TresReyes. Desconozco, no puedo honestamente decirle a usted cuál será la historia peropor lo menos por la tradición y siempre que he visto Reyes he percibido que siempre elnegrito está en el centro. No sé si será a través de la historia por dividir las razas, quenosotros somos parte de ellas, que uno sea el español, uno sea el africano y otro sea el

Palabra de artesano

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Ilust. 145: Confinado La Pica, 2003.

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indio taíno. Han puesto al africano en el medio paradividir la historia de cada pueblo que componemosnuestra raza. Me he criado dentro de esapercepción. Nunca me he tratado de averiguar porqué. No sé si existe algo escrito. Siempre me hedejado llevar de la historia de los antepasados: lasFiestas de Reyes que yo he ido, los Velorios de Reyes,los pesebres que he observado, la actitud de laspersonas cuando representan los Reyes que sevisten siempre tratan de imitar cada color que yotampoco le encuentro la razón de ser. Por lo menosen esta oportunidad tuvieron de poner a Melchoren el centro y otras veces lo dejan a un lado. Henotado que le tienen más cariño a ese rey. No sé sinosotros tenemos tanta identificación con la razaafricana. Nosotros somos negros. Nosotros somosnegros. Yo puedo estar hablando con usted ahoramismo. Me mira y yo soy blanco de ojos verdes perosi trascendemos a las raíces históricas, a lo familiar,pues vamos a detectar que mi raza está compuestade personas de color y déjame decirte honestamenteyo siento que es donde más respeto se le da al negro,en la exposición de los Tres Reyes Magos porque porlo demás aunque nosotros queramos evitarlo yqueramos decir que no, en este país todavía haydiscrimen contra la raza negra. ¿Entiende? Y no lopercibimos porque no es directo pero se puede veren conversaciones, en bromas en la radio, a veceshasta en los mismos periódicos no saben ni cómodecirle, si negro, si mulato, si de color, si es estecastaño, lo que sea. Siempre tienen una formajocosa de disfrazar al negro. Los artesanos estánaportando una función histórica. Yo siempre creoy he respetado esa posición cuando miro los ReyesMagos. Melchor en el centro para mí se le está dandorespeto a la raza negra. Está imponiendo el lugardel centro donde debe de estar. Porque los sereshumanos no importan el color, el credo, religión,política o lo que sea debemos mirarnos como sereshumanos y de la percepción artesanal, la historiasi la vemos desde siglos siempre vamos a ver,digo, la historia que pertenece a nosotros los

puertorriqueños ¿verdad? Podemos ver que se hadestacado y se ha distinguido Melchor y siempre enlas conversaciones Melchor es el primero casisiempre que sale a resaltar y en la frase casisiempre: Melchor. ¿Ve? Y te mencionan los otrosReyes Magos pero siempre el negro siempre va alfrente y en el término de la exhibición siempre estáen el centro y yo creo que eso es para que la razasepa la composición nuestra cómo es y ellos tienensu sitial. ¿El caballo blanco? (risa) Yo me río me ríoporque cada persona que uno le puede preguntartal vez tiene pues una expresión de variedad paraexpresarse en ese término pero no sé si yo me hecreado mi propia historia al respecto y como que elnegro tenía sed de venganza y que el negro sentíased de venganza y de la única forma que podía comosentarse encima del blanco era poniendo un caballoblanco. Y de mi parte yo creo que está bien. Lahumanidad tiene una deuda. Tiene una deuda conla cuestión racial. Y eso no lo vamos a mejorarporque yo sé que no. Pero por lo menos debemos deexpresarnos en una forma tanto escrita como oralpara que el pueblo sepa cómo nosotros podemos...no hay que llegar a violencia para uno destacar unenojo que uno sienta y uno tenga lo puede expresarcon otros medios. Yo creo que la clase artesanalpuertorriqueña en ese aspecto tiene un arte muypersonal. Los Reyes han resurgido desde décadaspara acá. Yo diría que desde el 60 o el 70. Es queespecíficamente hablando, los Reyes han tenidouna exposición mayor dentro de las diferentescaracterísticas artesanales. Primero, porque losReyes son como una parte personal de la tradiciónpuertorriqueña que eso lo conocemos por la historia.Segundo, porque dentro del mercado los Reyes sonbien acogidos en todos sus géneros. La talla de Reyeses exquisita. Tú puedes encontrar unos Reyes quetienen un precio módico y otros Reyes que tienenun precio que uno hasta se asusta pero es porquees la expresión auténtica puertorriqueña. Sipodemos notar, antes se mencionaban los Reyes.Ahora hasta las Octavitas han vuelto a resurgir en

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Ilust. 146: Israel Gerena, 1995. Ilust. 147: Carmen Rodríguez, 2003.

Ilust. 148: Harry Santana, 2003.

Ilust. 149: José Rosado, 1993.

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una forma impactante donde los Reyes tienen unapresencia no como final de festividad. Es pararecordarle a pueblo que después de los Reyes Magosquedaban otros días de gozo y de fiesta y seimplantaban con las Octavitas de Reyes... Elartesano puertorriqueño ha impactado tan y tangrande el aspecto de los Reyes Magos dentro de latalla y de los diferentes géneros que los fabrican,mil cosas en que uno los encuentra. Han hecho quelos Reyes estén todo el año compartiendo con laclase artesanal y con el pueblo. Yo diría queuno de los renglones que mayor cantidad decoleccionistas tiene son los Reyes Magos dentro detodos sus aspectos incluyendo desde la miniaturahasta la obra grande de los artesanospuertorriqueños.

Artesano de pintura sobre higüera: Bueno el reyMelchor... son Tres Reyes vinieron a adorar al niñoJesús. Está Baltasar, Melchor y Gaspar. Había otromás que era Artabán pero ese no llegó porque sequedó ayudando a la gente y ya había pasado eltiempo pero tradicionalmente son Tres Reyes Magosque siempre vienen como le dije Melchor, Gaspar yel rey Baltasar. Melchor es el trigueño. Yo lo pongoen la orilla siempre. Yo lo pongo primero y despuésGaspar y Baltasar. Yo pongo al moreno primero.Después pongo a Gaspar y a Baltasar después. Nosé por qué lo pongo primero. Lo he puesto asísiempre y tú sabes pa mí como que él es primero, éles el rey, él va primero y después van los otros reyespero él va primero. El cariño de la gente a Melchoryo no sé. Pa mí como que también. Yo siento muchopor él como que también... no sé, algo que como loshago siempre, siempre lo pongo a él primero. No sé,como que él fue a adorar más al Niño que los demás,como que llevó algo más especial, tú sabes, pa mípersonal, pa mi opinión. No sé cómo los demásartesanos o la demás gente. Es mi opinión y pa mísiempre he sido más apegado a él.

Artesano de jabones naturales: El Rey Melchor,de las tres personas que fueron a adorar al NiñoJesús, se distingue porque es la persona más oscura

y, según mi conocimiento y lo que he escuchado depersonas mayores que yo, a él siempre se le colocabaen el medio porque la estrella que los guiaba siemprelo alumbraba y cuando él salía del medio de lostres pues la estrella apagaba. Es el pequeñoconocimiento que yo tengo porque lo he escuchadode personas mayores que pasa de tradición. Latradición, la devoción que siempre se tenía con elrecogido de la yerba en el caso de los niños, no comola época de ahora que lo vemos más tipo comercial,sino la adoración del Niño Jesús y en la época de mifamilia que yo soy de campo de Orocovis era unámbito más religioso que había esa devoción y esainocencia de hacer esa devoción e inclusive enPuerto Rico nosotros tenemos esa devoción de losReyes como santos que para la Iglesia ellos nohan sido canonizados. En nuestra tradiciónpuertorriqueña los hemos llamado los Tres SantosReyes y para la Iglesia no son santos. El cariño aMelchor puede ser por lo que se ha dicho, la energía,como de él se ha dicho que era una persona quetenía un don de amor pues puede ser que laspersonas nos identifiquemos con Melchor porquebuscamos una cosa bien importante que es la paz.Y puede ser que en él encontremos más la paz queen los otros dos. ¿Por qué en un negro? Esa es unabuena pregunta que no podría contestar.

Artesano de joyería con semillas: El rey Melchores una de nuestras tradiciones principales ya quePuerto Rico se identifica con él por nuestra razaoscura. Fueron Tres Reyes. El más que identifica aPuerto Rico es Melchor por la mezcla de las razasafricana y taína. La raza negra nos identifica másporque las otras dos se ven más extranjeras. Lanegra nos identifica más. Me supongo a Melchorcomo un tipo puertorriqueño por la raza, el colornos identifica más. Se coloca a Melchor en el medioporque es el que debe llamar más la atención, quese ve más noble de raza, más noble raza, más...cómo te digo... nos identifica a nosotros porque seve más noble... más típico. No sé de cuentos nileyendas pero como cuestión general nuestros

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abuelos se identificaban más con Melchor. Será porsu forma de tez de color.

Artesano de talla de Santos y Reyes: Bueno paramí el rey Melchor era uno de los Reyes Magos quevinieron según dice la historia del Oriente. Era unode los que le trajeron regalos al Niño Jesús entre losotros dos que eran Baltasar y Gaspar y para mí esoes lo que es Melchor. Melchor se distingue en latradición que hacemos nosotros los artesanos. Lodistinguimos como el negrito, siempre va en el medioy tiene un caballo blanco. Según la tradición ibanBaltasar, Melchor y Gaspar y al dejarse llevar porla forma en que venían acomodados, ya encanciones y lo otro que se hablaba, pues así mismolo acomodaron en el medio. Muchos dicen queMelchor pues supuestamente era blanco y se pusonegro porque la estrella...pero yo pienso que esoson historias de camino y versiones de la gente. Lodel caballo blanco yo sinceramente pues no sabríaexplicar porque yo prácticamente no he leído muchoy yo me baso en lo que he oído. Yo pa mí pienso quecomo él era el más oscuro de los tres pues yo piensoque para distinguirlo más o menos. Sería una demis creencias más o menos. El cariño a Melchor yopienso que como en este tiempo estamos en el niveldel racismo pues que a veces al negrito se le echaun poquito para el lado y yo pienso que como élviene con dos blancos pues llama más la atenciónel negrito y como hoy día como se le está dandomucho énfasis a la persona oscura pues a veces lodistinguimos más y lo sacamos más de los Tres ReyesMagos.

Artesana de muñecas de trapo: Ay, ahí sí queme cogió. Bueno, de los Reyes lo único que yo sé esque eran Tres Reyes y que viajaron y yo de los Reyescomo que no me sé mucho la historia. Melchor sedistingue por el color nada más porque lo pintamosde negro. No sé por que será. Será porque aguantómucho sol. Yo creo que lo del cariño a Melchor espor raza y color, lo que hacemos de los Reyes es porraza y color: negro y blanco. Yo los quiero igual.Para mí son iguales el negro y el blanco.

Artesano de máscaras: ¿El rey Melchor? Puesaparentemente uno de los Reyes Magos que vinieronhace montones de años para darle regalos a losniños. Dicen que era el más prieto, el quemaíto.Como es el más oscuro de los tres lo ponemos enel medio para que resalten los dos de al lado(risa). Lo del caballo blanco es para que resaltenuevamente, para que resalte el jinete sobre elcaballo. Para los puertorriqueños como lo ponencomo el más oscuro de ellos pues para esta partedel mundo nosotros nos vamos a ver más parecidosa él pues por eso creo yo en mi desto personal quenos emparentamos más con él. Era el rey verdadero,el rey de nosotros, el rey trigueño igual que nosotroslos hispanoparlantes.

Artesana de Reyes de barro: El rey Melchor esuno de los Reyes Magos. Es uno de los que le llevóun regalo al Niñito Jesús porque le llevaron incienso,mirra y oro. Eran Tres Reyes, entonces el rey Melchorera el negrito. Para mí ese es el rey mío también.Porque tenía un colorcito más o menos así como elboricua y ese es el que a mí me gusta. Lo ponen enel medio porque es como las tres razas. EstáBaltasar que era el blanquito. No sé, porque paraaquel tiempo eso es lo que dice la Biblia. Eso es loque nosotros lo estamos poniendo así: había unoblanco, uno trigueño y uno negrito. Entonces aMelchor lo ponemos en el medio como símbolo deque es querido por su color. Es bonito.

Artesana de cerámica: Bueno, el rey Melchorpara mí eso es una tradición que yo la aprendí demi bisabuela donde se vestían de diferentes ropasde diferentes estilos para llamar la atención denosotros el público. Se distingue porque hayun trigueñito y dos blanquitos. Melchor estáentremedio de los dos blanquitos porque es unaraza muy bonita. A Melchor lo quieren más porquees el que nos trae la alegría.

Artesano de pintura: Yo no me he dedicado abuscar profundamente en realidad. Melchor creoque es el prieto, el rey mago del medio que los

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talladores siempre lo ponen en el medio y lleva unacajita. No quiero que se escuche racista pero comosiempre se ponen dos blanquitos lo ponen en elmedio para crear un balance. A lo mejor lo que estoydiciendo es un disparate porque nunca he estudiadoa fondo lo que significa en realidad la tradición delos Reyes Magos y todas esas cosas pues una opiniónpersonal. Por lo menos yo, es por influencia de otrosartistas que lo pintan de esa manera y talladores.Así lo he visto. Es una pieza que los puertorriqueñosla coleccionan mucho. Se vende bien y como sevende bien se hace. Mi opinión de porqué está en elmedio es para crear un balance entre los otros dos.

Artesano de juguetes: ¿El rey Melchor? Buenoel rey Melchor es una tradición. Es el que le llevómirra o incienso con los Tres Reyes al Niño Jesús yes lo que conozco así del rey Melchor. Por latradición se decía que había uno que el color eradiferente. Habían dos de color más blanquito y otrode color más oscuro trigueño. Por eso era que seestaban diferenciando. No te puedo dar una opinióndirecta de por qué Melchor está en el medio. Serápor tradición de que ellos siempre lo han colocadoasí y se ha visto así desde antaño. Qué definiciónhaya, no te puedo dar.

Artesana de muñecas de trapo: ¿El rey Melchor?Bueno, es uno de los Tres Reyes que visitó al NiñoJesús en su nacimiento. Supuestamente desde que

éramos pequeños nos estaban diciendo que el reyMelchor era el trigueño, el de la raza negra peroúltimamente con los cambios que han habido se haseguido investigando y buscando en libros lahistoria, Internet y todas esas cosas pues creo queMelchor no es el negro. ¡Melchor es rubio de ojosazules! Se me ocurre que lo ponen en el medio a lomejor para sobresaltar la raza negra. Como a amboslados tiene un blanco pues poniéndolo en el mediocomo que resalta. Aunque el puertorriqueño elmenos que sepa sabe que salimos de los indios quesalimos de la raza negra como tal y el negro desdesiempre se ha respetado y por décadas se ha venidoenseñando que se respetaba y era querido, no sé,algo así. Por lo menos en mi casa, en mi casa todoseran blancos pero el negro tenía un sitial y anosotros no se nos enseñó racismo. A los nenesnegros los queríamos un montón los llevábamos anuestras casas y mi abuelita crió un montón denenes que antes se quedaban en la casa y loscriaban como hijos suyos y nosotros llegamos acompartir con niños de color. Creo que hay unarelación entre hacer un rey negro y hacer muñecasnegras porque la gente sabe que nuestras raícesvienen del negro también. El que no lo sabe uno selo comenta. El que pase por la mesa de uno y traigaesas cosas con el negro ¡uy las muñecas negras!uno lo para y lo orienta. Es importante educar

Ilust. 150: Domingo Orta, 2004. Ilust. 151: Orlando Vélez, 1995.

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porque así mantenemos nuestras raíces nuestracultura viva.

Artesano de camisetas: Me cogiste en verdad.Lo único que sé es que era el rey negro. No sé si loponen en el medio por razones estéticas o artísticaspara hacer un balance en el acomodo de los Reyespara que haya eso visual de que al quedar en laesquina crea desbalance y en el medio no sé si porser el punto de atención puede ser que por estéticaunifique la obra visualmente. Puede que sea algointuitivo de darle realce a la negritud. Eso espor razones de idiosincracia. No se manifiestaabiertamente pero está probado que todavía hayracismo. Mucha gente tiene esa lucha interna quehay que realzar lo negro, que se debería hacerporque tenemos raza de negro, por algún lado latenemos. Es una manera de reafirmación, de decirleno al racismo solapadamente quizás aunque haynucha gente peleando por esa disyuntiva de quehay que reafirmar la presencia negra. Quizás en lasiquis todavía tienen esa mentalidad de que no sepuede exponer abiertamente.

Artesana de gorros y ropa africana: ¡El reyMelchor! El rey Melchor era uno de los Reyes, de losReyes Magos del nacimiento de Jesús. Es el que traíala mirra. Tenía una cajita llena de mirra. Era elmás negro de todos. Si lo ponen en el medio será

para distinguir dos colores para que haya un negroen medio de dos blancos. Me imagino que será paraeso, para que haya un negro siempre en el medio.Es una cuestión de orgullo de la negrura por dentroporque todos tenemos un negro por dentro. La gente,tú los ves blancos de ojos azules y caminando porahí: pregúntale dónde está su abuela, su mamá, sutío. Todos tenemos un negro por dentro. Llevamosla rumba, la música por dentro. Hay más cariñopara Melchor porque es el más diferente de los tres.Es el más llamativo de los tres. A los puertorriqueñosles gusta llamar la atención (risa) como a ellos sólos.

Artesano de coches en miniatura: El rey Melchorpues es uno de los Tres Santos Reyes que nosotrosemulamos en nuestra tradición puertorriqueña.Melchor es el que es de color, de piel negra. Piensoque lo ponen en el medio para no crear discrimen,para mantenerlo en medio de los dos blancos. Si lopones a la izquierda van a decir que lo pusieron ala izquierda porque es negro y si lo ponen a laderecha... Yo lo pongo en el asiento de atrás en elcoche. No lo pongo manejando porque la gente dice:mira el negro va siempre manejando sirviéndolede esclavo a los demás. Melchor no es el cocheroporque estoy colaborando para que no hayadiscrimen ¿me explico? Porque vivimos en un paísdonde hay racismo.

Ilust. 152: Domingo Rosado, 2003. Ilust. 153: Francés Meléndez, 2003.

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Artesana de velas talladas: El rey Melchor es elrey negro que hay entre los Tres Reyes. EstáBaltasar, Melchor y Gaspar. Nosotros tenemos al reyMelchor que aquí en nuestra artesanía siempre lotallamos, siempre va en el medio, lo ponemos en elmedio y hay muchas historias que se basan en elrey Melchor según sea el país, según sea el pueblo,hay muchas. En tiempos de mis abuelitos decíanque Melchor era negro porque estaba en el mediode los Reyes y la estrella lo quemó. He oído historiaspero esa es la que más recuerdo. Para mi pensar, elcariño que yo personalmente le tengo no tiene quever con mi color negro. Yo lo identifico mucho conPuerto Rico porque Puerto Rico es una mezcla deespañoles, americanos y africanos pero yo meidentifico mucho con él porque casi todos lospuertorriqueños, la mayoría, se le nota más la razanegra que sobretodo resalta más. Todos los Reyesyo los hago serios pero a él yo lo pongo o más seriode la cuenta o el único que se está riendo.

Artesana de Reyes de barro: El rey Melchor esuno de los Tres Santos Reyes que por tradiciónpuertorriqueña nosotros lo veneramos como un reyo como un santo rey. Nuestra tradición dice queMelchor sería el negro. En otros países, como enEspaña, sé que el rey negro no vendría siendo elrey Melchor. Tradicionalmente nosotros aquí enPuerto Rico lo colocamos casi siempre en el medio ysi están a caballo ese rey llevaría el caballo colorblanco. Podría ser por muchas cosas. Nosotrostenemos muchas influencias. Influencias pornuestras tres razas que serían la española, laindígena y la africana. Pienso yo que por ahívendría siendo la tradición de que se le déimportancia al negro porque es parte de nuestraforma y de nuestro ser como puertorriqueños.

Artesano de talla de Santos y Reyes: En cuantoa lo de Melchor, yo lo pongo en el centro por hacerun balance. No veo bien que estén dos blancos yuno negro. Como que se ve mejor el negrito en elcentro y los dos, como que se juega mejor con eltrabajo ¿no? Que es pintado. De mis padres no recibí

mucha información. Ellos conocían lo básico, lo quedecía la Iglesia. Toda la información religiosa quellegó a casa era por medio de la Iglesia y lo que laIglesia decía eso era lo que era aunque no fueracierto. Y ¿cómo te digo? era que eran de Oriente.Eran los que venían a darle el presente al NiñitoJesús: incienso, mirra y oro, o sea, y uno se quedacon eso en la mente porque eso es cierto, eso es así.Si vamos a nuestras raíces, Melchor se identificamás con nosotros por el color. Acuérdate quenosotros somos una mezcla pero predomina ¿quécolor?: el de Melchor. Para mí, mis raíces no sonespañolas, para mí son más africanas y te lo digopor mis padres, por mis abuelos. Para mí hay unmensaje en ésto. El público hace pocos comentariossobre la talla de Reyes pero si ve una talla que nohaya un rey negro entonces te dicen: pero espérate,ésto está mal. Ahí falta un rey. Porque hay muchosartesanos que dejan la talla sin pintar pero estámal la talla. Búscate entonces una madera másoscurita y haces a Melchor. Pero yo digo que yopuedo hacer a los Tres Reyes morenos. ¿Quién medice a mí que eran dos blancos y uno moreno? Yocreo que está bien si yo hago los tres morenos peroentonces la gente, el público, no va a aceptar, nose van a vender. Falta de conocimiento porque yono sé de un escrito que diga eran así. Es poreducación que tengo, religiosa y de mi casa.

Artesano de talla de Santos y Reyes: Bueno,Melchor en la tradición de Puerto Rico es el reynegro. En Puerto Rico se le dio el nombre a Melchor.En Europa es al revés. El que era Baltasar en Europaacá pasa a Puerto Rico a Melchor. Como tradiciónpuertorriqueña lo conozco desde pequeño puesvenían los Reyes Melchor, Gaspar y Baltasar.Melchor venía en un caballo de una forma, de uncolor claro y estaban Gaspar y Baltasar en doscaballos de colores diferentes, oscuros. Melchor enla tradición nuestra se representaba en el centro.Yo como tallista, por lo regular, como yo tallo tallassin pintar, hago los rasgos en el rostro de Melchory las barbas, le hago nariz más ancha, la barba se

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Ilust. 154: María Fonseca, 2003.

Ilust. 155: Mirta Martínez, 2003.

Ilust. 156: Tomás Bonilla, 2004.

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la hago riza, cuando le hago el pelo se lo hago rizo.Siempre trato de ponerlo con el cofre que llevaba eloro. En mi caso, Melchor yo lo represento, como essin pintar yo le hago los rasgos de una personaoscura aunque sea en madera clara. Esa es ladiferencia y busco siempre que la pieza esté más omenos en el centro para que vaya más o menosparecido a lo que es tradicional.

Artesano de talla de Santos y Reyes: Para míMelchor es uno de los Tres Reyes. Es el que pintamosde negro y tratamos de realzarlo o siempre ponerloen el medio de manera prominente y en ocasionessobre un caballo blanco, quizás para disimular losracismos pero esas son opiniones. Gaspar, Melchory Baltasar. Mira, hace mucho tiempo atrás, cuandoyo empiezo a tallar, yo veía a Melchor en el centro.No es cuestión de que yo lo inventé o yo lo hice. Esome indicaba a mí que desde que se tallaban losReyes se le ha puesto de forma prominente, que enPuerto Rico, hasta donde yo sé, es el único paísdonde es el negro. El los demás países es Gaspar¿ves? Siempre se pone en una forma sobresalientea Melchor, o sea, Gaspar y Baltasar un paso atrás yMelchor un paso al frente. Cuando lo ves montadoen caballo blanco mi impresión fue -y esto esun análisis que nunca lo he comentado connadie- ahora que tú me estas preguntando, queposiblemente para disimular las cuestiones deprejuicios y contrastando, se pone entonces aMelchor en un caballo blanco. Eso del cariño aMelchor es bien probable porque los otros dossiempre aparecen blancos, aunque en ocasionespueden poner uno más joven y uno más envejecientepero son blancos y casi siempre se ponen casiidénticos, por consiguiente, el que se distingue esMelchor que está pintado de oscuro. Yo no he vistouna distinción específica de cariño por separadoentre Gaspar, Melchor y Baltasar. Siempre yo hevisto la devoción y el cariño en una forma colectiva,de una forma plural. El tema de los Reyes mefascina porque yo creo que la idiosincraciadel pueblo puertorriqueño donde mejor se

manifiesta es en los Reyes Magos, porque el pueblopuertorriqueño es un pueblo hospitalario, tolerante,alegre, es un pueblo condescendiente y la época quemás establece todas esas cualidades que simbolizanal pueblo puertorriqueño es durante la Epifanía. Ysiempre hay que hacer una analogía entre los TresSantos Reyes y la puertorriqueñidad.

Artesana de talla de Santos y Reyes: Es el reynegro de los Reyes Magos y por tradición locentralizan en la figura, no me explico por quéporque puede ir en cualquier otra de las posiciones.En una talla antigua que vi de una señora deIsabela, lo vi negro pero con los ojos azules. Paramí es como si quisieran hacerlo sobresalir entre losotros dos. No sé si es que como yo soy de la razanegra lo veo así de esa forma, que intentaron darleun poco más de importancia y lo colocan en elmedio. Que se enfoca más cuando tú vas a miraruna pieza centralizas más a la pieza que está en elmedio de la obra. Pero yo a veces pienso que es poralgún tipo de racismo, intentar que sobresalga enmedio de las dos personas que están a los lados.Hay que pensar que es a favor de él pero yo piensoque es para no echarlo a un lado, a una esquina. Amí me impactó una señora una vez nada másporque me decía que mi Melchor no era negro. Yo lopinto de color marrón de acuerdo a mi piel: yo soynegra pues mi color es marrón pero ella me decíaque no, que ese Melchor no era negro porque noera el color negro como la noche, negro oscuro ypara ella eso no era un Melchor, yo no lo estabapintando según la tradición que se pintaba unMelchor negro-negro.

Artesana de talla de Santos y Reyes: Buscan losReyes por tradición, porque se los van a llevar aalguien allá afuera, porque eso es algo típico denosotros, es una pieza muy importante según lamayoría de los clientes que tenemos en la mesa.Para ellos es un éxito, un regalo: ¡eh mira parallevarle a fulano! Es favorita porque es una tallaque nos identifica como pueblo y al identificar auno como pueblo todas las personas que se allegan

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aquí vienen buscando eso, algo que nos identifica.Yo le quiero llevar un regalo a alguien que está enEstados Unidos, pues yo le llevo algo que meidentifica y ¿qué me identifica a mí? Los Reyes. Esuna de las piezas que más me identifica a mí.Porque yo no le voy a llevar una Virgen del Carmenporque eso no me identifica como pueblo.

Artesano de talla de Santos y Reyes: Bueno loque pasa es que... vamos a empezar por la Biblia¿ve? La Biblia dice que unos magos llegaron deOriente a ver a Jesucristo. Con el tiempo se dijo queeran reyes para subirlos de categoría y nosotros lospuertorriqueños los llamamos los Santos ReyesMagos. Melchor es el que más cariño nosotros lehemos cogido por eso es que siempre lo colocamosen un sitio preferencia cuando hacemos ReyesMagos porque es de corazón, no es histórico,es de corazón, nosotros lo adoptamos comopuertorriqueño. El puertorriqueño le coge cariño auna cosa y la hace suya. Así como hacemos labandera que es nuestra y puertorriqueños que sehan distinguido en distintas fases enseguida losadoptamos y los creamos como que son héroes,tenemos por ejemplo a Roberto Clemente, como lofue Hiram Bithorn en su época. Nosotros lospuertorriqueños por tradición cuando llegaron losespañoles a Puerto Rico y trajeron la tradición delos Reyes, el pueblo puertorriqueño recogió aMelchor junto con sus dos compañeros Reyes y loshizo nuestros. Y aquí si uno se va a la montaña, alcampo, el jíbaro verdaderamente cree que los Reyesson puertorriqueños, por eso es que los Reyesnuestros están montados a caballo porque elpuertorriqueño no conoce el camello. Lo que pasaes que como se le cogió cariño al rey negro queera el rey que instigaba la mezcla de razaspuertorriqueña, para distinguirlo, además deponerlo en el centro, se le dio el caballo blanco paradistinguirlo más, para darle más importancia. Sitú ves la tradición, el rojo es un color que se utilizapara los mártires, para los personajes importantesen la vida. Entonces ese rojo que se le da al negro

para resaltarlo: es el grande, pues, el queemulamos. Lo hicimos nuestro, es el puertorriqueño,entonces se le da el rojo.

Melchor solo

Los puertorriqueños dicen que todo es según elcolor del cristal con que se mira. Los sectorespopulares miran con un cristal diferente -quizás másbarato y oscuro- del cristal de los sectoreshegemónicos. El cristal del poder fomenta laidentidad aclarada y disimula el contraste racial delos colores. La gente puertorriqueña se preguntapor qué los colores de los políticos se aclaran y losde los confinados se oscurecen, especialmentecuando ambos aparecen -en noticias separadas- en

Ilust. 157: Carlos Vázquez, siglo 20.

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los medios de comunicación. Los políticos posan paralos fotógrafos cuando visitan las ferias de artesanías.Cuando los confinados artesanos van a vender a lasferias, las autoridades carcelarias prohiben que lestomen fotos. Los políticos dicen que representan lavoz del pueblo, sin embargo es entre los confinadostalladores que ha surgido una respuesta artesanalque es culminación de una insistente voz popular:en vez de disolver a Melchor en los entrecruces dela hibridación hegemónica, han comenzado a tallara Melchor-solo.

El fallecido maestro tallador Carlos Vázquez tallóa Melchor-solo tres veces pero fue por encargo detres promotores artesanales.3 Se sintió complacidopor los encargos porque para él Melchor era el másallegado a la Estrella de Belén. Santia Rivera tallamuchos Reyes que luego coloca de tres en tres sobresu peanas. Un día de mucha productividad -alterminar de colocar todos lo que había hecho- sobrópor casualidad un rey y era un Melchor. Lo puso soloen una peana pequeña, lo llevó a la feria y lo vendiórápido. Luego produjo unos cuantos más pero como

algo incidental sin intención simbólica. En la SegundaBienal de Santos Contemporáneos del Museo de Artede Ponce, Emilio Maldonado presentó una talla deMelchor-solo.

En la cárcel de Guayama, en un taller artesanalque incluye la talla de Reyes Magos, la talla deMelchor-solo surgió como respuesta intencional yconciente a la cuestión de la identidad, la cultura yla puertorriqueñidad. Sin dejar de producir la trilogíade los Reyes, algunos artesanos se han concentradoen la figura de Melchor el negro. La influencia deesta expresión está por verse. El contacto entreartesanos confinados en las ferias, el traslado detalladores a otras instituciones penales y/o su salidahacia el hogar y la comunidad podrían ampliar ladifusión de esta iniciativa y su confrontación conlos Reyes tradicionales y los Reyes totems que seproducen dentro y fuera de otras cárceles del país.Cuando adquirí mi primer Melchor-solo en Guayama-mirada penetrante, vestimenta roja y blanca, manosvacías- el autor no se limitó a firmar la talla pordebajo de la peana sino que ahí mismo escribió la

Ilust. 158: Santia Orta, 2003.

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narrativa que orientó su trabajo: El Rey Melchor fueun sultán de Arabia quien lideraba a los otros dosReyes Magos. Tenía el poder de controlar cuandoaparecía y desaparecía la Estrella de Belén,mientras estuviera situado al centro, la estrellaaparecía, cuando se salía se desaparecía. Asíevitaba que Herodes pudiera encontrar al NiñoJesús. Viste los colores amarillo, blanco y rojo, querepresentan alegría, pureza y amor, que es a su vezlo que representa para todos el nacimiento de ElMesías. El representa nuestra raza criolla, entreindios, negros y españoles.4

Los Tres Reyes y los Melchores-solos que seproducen en esta institución penal son todosparecidos, como si fueran producto de la enseñanzade un sólo maestro tallador. Varían mucho en calidaddebido a la circulación de confinados en estadíasmás o menos temporeras. Algunas tallas sonexcelentes y recogen la diversidad temáticapuertorriqueña, especialmente los regalos musicales,artesanales, patrióticos y políticos. Cuando sonpintados, la centralidad de Melchor también se asociaal color rojo. Cuando los talladores hablan de sutrabajo, insisten en que tallan para cumplir con loestipulado en la narrrativa que han aprendido. Estaes la narrativa más compartida: Yo lo que he recibidode mis compañeros, la historia que yo recibí, es unahistoria de Tolo (líder del taller artesanal que yasalió de la cárcel) que él si pudiéramos decir queinventó y nosotros recibimos de Tolo la siguientehistoria. Cuando alcanzó a ver la Estrella de Belénera tanto y tanto el resplandor que emanaba deesta estrella que Melchor quedó como quemaíto yentonces él fue el primero que vio la estrella y fueel que dirigió a los demás Reyes en la persecusiónde la estrella hasta llegar al Nacimiento.5

Este confinado progresó aceleradamente y esautor de una talla muy lograda en la que vemos alos Reyes caminando -en el taller no tallan Reyes acaballo- con largas varas delgadas en las manos.Melchor camina delante de los otros y una estrellase ha posado en su vara. ¿Cuál estrella? Sobre la

peana, puesta en el suelo del camino frente a losReyes, está una bandera puertorriqueña sin estrella...En otra talla suya, los Reyes caminan con regalos enlas manos y Melchor va otra vez al frente. Otras tallasde otros confinados incluyen de manera prominentela bandera monoestrellada y un Melchor-solo vistecon los colores de la misma bandera. Esta piezaquedó a mitad de tallar cuando el artesano que laempezó fue trasladado a otra institución penal. Laheredó un compañero suyo que la terminó y la pintó.La peana tiene dos firmas y dos fechas. Losconfinados comparten la información de estosarreglos y están al tanto de lo que cada cuál quierelograr en sus tallas. En la feria, me dieron estaexplicación del Melchor-solo abanderado: Esta piezaque acabas de comprar es un Melchor en el cual eltallador no la pudo terminar, la tenía a mitad ydado el caso que se le presentó un traslado para elcampamento penal La Pica, a medias, esta talla sela entrega al compañero para que entonces lacontinúe, termine la talla y le ponga la idea de loque podría ser un Melchor. El con su arte termina aMelchor, lo pinta de negrito y con la ropa lo quehace es resaltar la Monoestrellada, el traje tienelos colores de la bandera y el regalo ilustra lasestrellas, son tres estrellas pero lo que se intenta esque represente la estrella de Puerto Rico, la denuestra bandera que de hecho nosotros habíamosdicho que la estrella de nuestra bandera era tanimportante porque para nosotros los artesanos laestrella de nuestra bandera fue la Estrella de Belén,la que guió a los Reyes hasta el mesón, hasta elportal donde estaba Jesús y entonces nosotros lehemos dado esa identidad a nuestra estrella.

¿Por qué las manos vacías en los Melchores-solos? Si nos ponemos a visualizar y a tratar dedarle un propósito a que el rey -varios Melchores-tenga sus manos vacías tal vez es la intención deun ser humano a no dar un regalo físico, tal vezmás uno de valor sentimental, tal vez uno de valoremocional en el que su regalo a Jesús Nacido no seatan efímero como algo material. No creo que sea

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Ilust. 159: Yamil Irizarry, 2001.

Ilust. 160: Efraín Ortiz, 2002. Ilust. 161: Rafael Ortiz\\ / Rosario Rodríguez, 2002.

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que el autor no tenga nada que dar. Al contrario.Tallarlo solo es para darle un lugar privilegiado. Esuna manera de resaltar nuestras raíces. Esaadmiración que tenemos por la cultura africana esparte de nuestras raíces y nosotros entendemos quefue bien oprimida en su esencia así que nosotrosnos hemos dedicado a hacer estos Melchores.

Siglos atrás, cuando la devoción a los santos depalo recogía los afanes espirituales de un pueblo yapuertorriqueño, la esclavitud, la servidumbre y lostrabajos forzados organizaban la economía de unjoven país sujeto a la imposición colonial. Unaminoría de colonizadores blancos se aferraba a laposibilidad de la riqueza como botín de conquista alque se accedía mediante el poder militar. Para ellosel trabajo manual era lo más despreciable. Trabajarcon las manos era la seña de la carencia de libertad.Puerto Rico era un país de confinados: africanosrecién esclavizados, descendientes de africanosnegociados en la esclavitud, escasos indígenasdespojados de sus islas, miserables soldadosacuartelados en sus encierros, isleños llamados librespero encerrados en prohibiciones laborales,religiosas, raciales, agrícolas y marítimas. Loshabitantes de piel oscura -para quienes ya existía

un abundante vocabulario de discriminaciones- eranlos más señalados con las restricciones a la libertadde una monarquía distante y un militarismo presente.La Iglesia Católica se desesperaba por controlar lasganas de libertad de la gente, equivalentes a viciosy pecados según el clero. Las fortificaciones de laIsla servían de carcel intercolonial de los apresadosen las guerras comerciales, las delincuencias ilegales,las trangresiones espirituales y las intrigas políticas.La ciudad amurallada sostenía la fortaleza delencierro.

El confinamiento de una población oscura ytrabajadora era violado por la gente atrevida:esclavos revitalizados en bailes de bomba,cimarrones que se escapaban al monte,contrabandistas que navegaban el Mar Caribe,delincuentes que robaban en las casas de los ricos,practicantes de los cultos que la Iglesia aborrecía,marginados que se alzaban en sus peligrosos barrios.Había también una opción de libertad regulada: eltaller artesanal de oficio especializado muchas vecesdirigido por gente negra y mulata que proveía a lospueblos y a las muy pocas ciudades los serviciosnecesarios de difíciles trabajos. La herencia de estososcuros pobladores artesanos encontró espacio en

Ilust. 162: Efraín Ortiz. Ilust. 163: Yamil Irizarry. Ilust. 164: Rafael Ortiz / Rosario Rodríguez.

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la talla de santos: sí podemos decir que una cantidadconsiderable de nuestros santeros de los siglosdiecinueve y veinte eran negros o de sangre mixta...la participación que han tenido descendientesafricanos en el desenvolvimiento de este arte tanimpregnado de acentos mestizos.6 La imagen talladade los Reyes Magos -la que mejor acogió la aportaciónpopular de nuestras gentes oscuras- apareció entiempos de esclavos y confinados con un rey negroen el medio que anunciaba la presencia de una vidaafroantillana.

Hoy día, son otros los marginados y otros losdelincuentes y muchos los confinados, especialmentejóvenes que transgreden los aceptados marcos de lalibertad regulada. Otra vez ha sucedido que el tallerartesanal es un espacio que ofrece una soltura mayordentro de las restricciones de la vida confinada. Esprecisamente en este espacio tan cargado de

memorias ancestrales que resurge con afán la tallade Reyes Magos con Melchor siempre en el centropero con protagonismo acentuado, memorianarrativa de hibridación de leyendas, preferenciade una estrella de libertad salvadora y funciónrepresentativa de boricua identidad. Melchor ahoraes el líder y en vez de manos encadenadas tiene lospuños abanderados y la estrella en la bandera es laestrella celeste que guió a los Reyes Magos. Esaleccionador que el movimiento de los Reyes Magoshacia la Estrella Sola aparezca tan precisamenteactualizado en la cárcel.

Tengo otro Melchor-solo que, tras ser terminadocon las manos vacías, se le añadió un regaloparticular: un pedacito de dura y pesada madera enla que alguien talló un espiral que, según undiccionario especializado, es la forma esquematicade la evolución del universo.7 La identidadpuertorriqueña ha llegado al umbral de la mitologíauniversal.

La metáfora encontrada

Los Reyes Magos son la imagen preferida de lasidentidades puertorriqueñas. La gente que laselabora en sus comunidades, instituciones ymigraciones se mueve en tantas direcciones que laorganización conceptual de esa práctica se les va delas manos a los intelectuales. La búsqueda declarificaciones que den cuenta del sentidodesemboca en confusiones. La culturapuertorriqueña es el nombre de nuestro campopreferido de oposiciones y transfiguraciones. Se nosenredan los confinamientos restrictivos de losdirigentes culturales con los sabotajes creativos delos insurgentes culturales. Por fin hemos alcanzadoel consenso de la importancia de nuestra culturaaunque todavía debatimos en qué consiste.8 Los

Ilust. 165: Domingo Rosado, 2004.

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sectores populares hacen lo que siempre han hechoque es lo mejor que saben hacer: mezclar lasprácticas culturales con desenfado y soltura en elcontexto de sus propias necesidades y de las ajenasimposiciones que restringen la libertad cotidiana.

¿Qué hay entonces de una antropología quepueda aportar en algo a nuestra conciencia social?¿Se trata de convertirla en arqueología de lossentidos del pasado idealizados en el presente? ¿Letoca especializarse en las maravillosas iluminacionesde la marginalidad? ¿No se supone que losantropólogos son los expertos en la cultura y quepodrían entonces redactar las definiciones de lacultura puertorriqueña y la identidad nacional? Unantropólogo que advierte la conexión de los ReyesMagos con el Burger King tiene que contestar quehay un serio problema en la agenda de trabajoporque en este nuestro país se ha forzado unaequivalencia entre identidad y cultura que nopuede sostenerse. En el discurso que aglutina laglorificación oficial de la cultura, los elementosdistintivos de la identidad nacional se equiparan conlos componentes de la cultura puertorriqueña quees entonces la cultura nacional del país. Así, lacultura puertorriqueña es lo que nos distingue comopueblo y por lo tanto nos confiere identidad.9 Locultural tiene que ver entonces con diferencias,contrastes y comparaciones. Lo malo es que la vidacomplicada en entrecruces interculturales quecaracteriza y determina nuestra cotidianidad lequeda grande al concepto de identidad, de maneraque la vasija de la cultura se desborda y ¡oh peligro!puede quebrarse.

La antropología contemporánea no maneja unconcepto tan achicado de la cultura. Lo culturalabarca el conjunto de procesos a través de los cualesrepresentamos e intuimos imaginariamente losocial, concebimos y gestionamos las relaciones conlos otros, o sea las diferencias, ordenamos sudispersión y su inconmensurabilidad mediante unadelimitación que fluctúa entre el orden que haceposible el funcionamiento de la sociedad (local y

global) y los actores que la abren a lo posible.10 Entreel hacer posible que la sociedad funcione, abrirlaa otras posibilidades y representar todo esoimaginariamente, la cultura puertorriqueña es muchomás que la identidad nacional e incluye precisamentetodas las prácticas imaginarias que admiten,modifican, pluralizan y hasta niegan esa identidad.La imaginación de los Reyes Magos -lejos de ser elrefugio de una sóla identidad amenazada ydefendida- es una práctica de admisión,modificación, pluralización y hasta negación de laidentidad nacional o, lo que es lo mismo, unimaginario de identidades. En eso consisteprecisamente su importancia en una culturapuertorriqueña que incluye la centralización delcolor de Melchor y la apropiación de la corona deBurger King en ese movimiento hacia la Estrella Solaque somos los puertorriqueños pluralizados en elmundo.

Para que lo anterior sea cierto, los Reyes Magostienen que servirnos de imaginación de nuestraspluralidades y de constatación de nuestrasuniversalidades. Lo primero ha sido documentado através de este libro. Lo segundo requiere alzar lamirada hacia el firmamento.

La imaginación de los Reyes Magos se articulaen dos movimientos complementarios: establecer laliteralidad de las narrativas en relación al sentidohistórico-cultural compartido y extender la metáforade las narrativas en relación al sentido de laexperiencia humana universal. El mítico viaje de unossabios guiados por una estrella hasta encontrar unser divino humanizado en su nacimiento de unavirgen ha sido apropiado por diversas culturasdurante dos milenios.11 Cada una ha traducido elarquetipo de los sabios viajeros a narrativasincorporadas a su propia memoria histórica. Estasnarrativas han sido elaboradas con intenciones deliteralidad: en tal año y en tal lugar nació tal personay tal señal anunció tal acontecimiento. Lacredibilidad de las interpretaciones literales haservido para organizar las ritualidades de las

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creencias y las mediaciones ceremoniales entre lohumano y lo divino. El contenido específico de laliteralidad exhibe las diversidades culturales de sutiempo y a la vez se transforma según el tiempoevoluciona en historia. Así, la mitología se expresalocalmente en lenguajes accesibles a la gente cuyaexperiencia en la vida social adquiere coherenciaen la imaginación narrativa.12

En Puerto Rico, el imaginario de los Reyes Magosadquirió su propia literalidad y expresó el sentidode la convivencia combinado con la herencia pluralde la tradición. La literalidad puertorriqueña delos Reyes Magos -su narración, devoción eidentificación- se compone de elementos reforzadosen una coherencia reconocida: Tres Santos-Reyes-Magos, uno negro y dos blancos, jinetes sobrecaballos, centralidad del rey negro montado encaballo blanco, generosidad milagrosa transformadaen generosidad dadivosa, disposición a la fiesta,multiplicación de hibridaciones, equivalenciacultural de Reyes y puertorriqueños, memoriahistórica traducible a la innovación y, sobretodo,una estrella que ilumina el sentido de la imaginacióncompartida. Estos componentes se aceptan comohechos y contestan la pregunta ¿quiénes son losReyes Magos? en términos puertorriqueños.

Mientras Puerto Rico fue una sociedad decotidianidad regional, la tradición de los Reyes Magosmantuvo su capacidad de informar al sentidocolectivo de la importancia de la Epifanía de maneracoherente y satisfactoria, además de intervenirmilagrosamente en el bienestar de la gente. Hoy lasinformaciones y las narrativas se han complicadocon la secularización de la convivencia, el accesodirecto a la educación occidental y, luego, laglobalización de la cultura con su proliferación depresencias mediáticas.13 Multiplicaciones denarrativas antiguas, actuales o alternas -cada unacon su inapelable pretención de literalidad- compitenpor la veracidad de los hechos y así los Magos quevinieron de Oriente tienen muchos lugares de origen,distintas configuraciones raciales, regalos de

dispares simbolismos, variedad de vestimentas, enfin, contradictorias identidades que ni siquieraacaban de allanarse a cuántos Magos hicieron elviaje. Ahora las literalidades de todas las épocas,lugares y culturas están desplegadas en lacomunicacián global como posibilidades simultáneasde información. La falta de una narrativa unificadorasirve para darle plasticidad al imaginario pero a lavez produce una desorientación de sentido que sedisuelve en la comercialización de los Reyes comoimprecisas decoraciones accesibles o especializadasinversiones coleccionables.

Afortunadamente, el imaginario de los ReyesMagos tiene otra dimensión más resistente a losincidentes y confusiones de la literalidad -un espaciogenerador de vigencias más amplias- que puedeadaptarse a la historia y a las renovaciones de laimaginación cultural. Se trata de la mitología delviaje guiado por una estrella hacia el nacido de unavirgen: la metáfora del encuentro de lo humano y lodivino que orienta el sentido de la experienciahumana.14 Esta metáfora, tan presente en lacultura puertorriqueña pluralizada por entrecruces

Ilust. 167: José Otero, 1987.

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mundiales, es la matriz de un imaginario de los ReyesMagos que puede acompañarnos por siglos detiempos venideros. Lo que explica y sostiene estacapacidad de vigencia extendida es la metáfora dela estrella en el espacio: el ámbito donde todavíaimpera y crece el misterio y por eso mismo el ámbitode las mitologías del futuro.

La narrativa de Melchor de los confinados deGuayama -la que ellos creen que Tolo inventó- nosabre la puerta de la mitología universal. Fiel a lahibridez del sentido puertorriqueño, ya no se tratade narrativas alternas: una de un rey quemado porla estrella y así castigado por orgullo y otra de unrey héroe y líder premiado con el acceso a lailuminación. En la narrativa de Tolo, Melchor esquemado precisamente porque es el atrevido líderiluminado y es “tanto y tanto el resplandor” que laestrella lo abrasa. Su impulso de ir delante de losotros es exactamente la seña mitológica del héroeuniversal. En la mitología transcultural, el viaje essímbolo de la búsqueda del encuentro con el misteriode uno mismo que es a su vez el encuentro con elmisterio de la divinidad.15 El viaje siempre es exigentey peligroso: sólo los más dispuestos se atreven y sólolos más puros llegan a su destino. El peligro mayorno es la sucesión de dificultades, incertidumbres,desafíos y sorpresas -el héroe es capaz de vencerlastodas- sino el encuentro mismo con el destino delviaje.16 La presencia del insondable misterio de ladivinidad en la humanidad es terrible y muchas vecesirresistible. La inmensidad de la verdad encontradapor el héroe puede destruirlo, matarlo, enloquecerloo arrebatarlo a desconocidos espacios de los queno podrá regresar. Los más capaces -en muchasculturas son dioses humanizados nacidos de unavirgen o héroes sabios, atrevidos y puros de corazón-resisten la presencia del Gran Misterio y regresan asu gente con la respuesta necesaria pero por logeneral quedan marcados para siempre por elencuentro.17

En muchas de estas mitologías, la divinidadbuscada y encontrada es una indescriptible luz -la

más hermosa y terrible que puede existir- cuyainstantánea y total visión puede dejar al héroe ciegoo muerto. Hace dos milenios, en los tiempos de lasculturas teocráticas del Medio Oriente, la imagen dela estrella especial era a la vez el mensaje, ladivinidad y la salvación.18 Con esto en mente, el mitode Melchor tiene una traducción metafórica en vezde literal: él no se limitó a dejarse guiar por el astroceleste sino que llegó frente a la estrella misma,conoció la divinidad, resistió su fuerza y, aunquefue “tanto y tanto el resplandor”, sobrevivió laexperiencia y -quemado- se validó como el líder cuyacomunicación adquirida le permitía hacerla aparecero desaparecer según las situaciones del viaje haciael Recién Nacido. Su color negro, entonces, es laseñal eterna de su alcanzada victoria espiritual. Cadacultura ha necesitado un héroe o dios humanizadoque alcance la luz de la estrella de la salvación y lahaga accesible a su gente. Jesús también quisoacercarse a la luz del Dios Padre y pagó el encuentrocon una crucifixión. La recompensa para Jesús yMelchor es la divina iluminación transferida alámbito de la eternidad pero a la vez disponible paralos que en este mundo se atrevan a luchar porsalvarse.19

Ahora el cariño especial de la gentepuertorriqueña por el rey Melchor adquiere su plenosignificado. Su centralidad, además de un homenajea la raíz africana de la puertorriqueñidad, es tambiénun reconocimiento a su mítico liderato heroico: laaspiración espiritual de todo un pueblo de alcanzarla iluminación de la salvación. Todavía vivimos conesa esperanza en forma de estrella colocada en elazul celeste de una bandera. Por eso los artesanosla identifican con la Estrella de Belén. Mientras tanto,la puerta del Gran Misterio queda abierta según lasolución del mito: Melchor y sus compañerosalcanzaron tal identificación con la luz de la Estrellade Belén que se convirtieron en tres estrellas y velanpor nuestro transcurso cósmico desde la constelaciónde Orión.20 La experiencia humana ha trascendido alespacio del firmamento, un misterio de dimensiones

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tan inimaginables que es y será la fuente de lasmitologías que aún no podemos imaginar.

La universalidad de la imaginación de los ReyesMagos está centrada en la estrella de la salvación.Por eso la puertorriqueñidad de la imaginación delos Reyes Magos está centrada en un rey identificadocon el pueblo que tiene acceso especial a la estrella.Esta imaginación es la que encontramos en nuestrosprimeros talladores confinados en la coloniaesclavista y en nuestros recientes talladoresconfinados en la institución penal. Entre ambosextremos, toda nuestra relación de imaginaciónhistórica con los Reyes Magos está centrada enla estrella. Por eso, la gente puertorriqueñareencuentra la Estrella de Belén en la Estrella Solade su bandera, lo mismo en las Islas que en laDiáspora, lo mismo en la ilusión folclórica que en laglobalización intercultural.

La estrella es la insignia de nuestra humanidaddivina. El viaje de los Reyes Magos es el tránsito delo humano a lo divino. El propósito del viaje no essólo encontrar la divinidad salvadora sino entrar encomunión con ella: salvarnos en nuestra divinidadencontrada. Lo que los Reyes Magos hicieron en el

tiempo mítico, es lo que imaginamos hacer en eltiempo histórico. Ellos encontraron la estrella y sehicieron luz estrellada y plural: los Tres Reyes Magosson las Tres Estrellas de Orión y su inmensa distanciavisible es la confirmacion del mito y la garantía desu compañía iluminadora. Nosotros aceptamos lacompañía de los Reyes Magos y así transitamos lahistoria y encontramos una bandera monoestrelladaen azul celeste.

Entre la historia y el mito, están las transfiguracionesde la luz y la renovación del ciclo de la vida: larealidad total de la experiencia humana.21 Los ReyesMagos acompañan el Nacimiento, atienden conregalos la ilusión infantil, admiten en la trulla lajuventud enamorada, convierten a los adultos enpuntuales Reyes Magos, depositan en los viejos latradición de su viaje y al morirse permanecen enfiguras de artesanos mientras logran tres estrellaspara sus resurrecciones. El movimiento de los ReyesMagos hacia la Estrella Sola es la vida de la gentepuertorriqueña. La renovación de su compañía ennuestro ciclo de vida es la luz de Tres Estrellas en suciclo celestial. ¡Que vivan los Reyes!

Ilust. 169: Efraín Ortiz, 2003.Ilust. 168: Anónimo. Colección ICP #CS 94-1175.

Niños y niñas are rebornon this street the star adornsas they wear zapatos de arco-iristo the epiphany.

History they live and makeon Division street renamedand, they wear zapatos de arco-iristo the epiphany.

Marching downan impasse streetseen parading on TVthe children of a colonyare dancing proudlyexiled with the flagthey inherited from history.

Navideña is the nightover a barrio wherea niño is bornunder the northern fifty stars.He learns to walkwith other niños y niñasfrom a nation unknownlost is Diasporaon an imperial paved road.

Three saw the starthree from Beléntwo thousand yearsthey journeyed to Borikénwhere the Jíbaro-Santerohas carved themand calls them in prayerasking please bring giftsto the poor niños and niñasof this estrella.

They came on the eveTres Reyes Magosriding on three Paso-finosin search of the starinside every Borincano childunder the children’s bedthey find fresh grassfor the royal horses to eatand leave an Aguinaldo treat.

With esperanza still brightand Parrandas loudthe gallop through the islebringing gifts to every childstopping at the coastwhere blacks are boththe sea and skyand empty treasures restTres Reyes Magos.

A new star shines in the skyseen by the middle saint divineMelchor is his nameAfrica’s negro Rey.He says to the wise,

“look there on the street,deep in the city canyona beckoning lightand hidden among the shadowsare niños and niñas heirs to thisestrella”.

“We must ride”, he saidthrough the sky“and bring Aguinaldosto them this night”.

But the other wise mensaid to Melchor“we have no more treasures,we gave them awayto all the children en la islato them all gifts we gave”.

So the wise Melchoron his white horsecontemplated and prayedand then he said to the wise,“bring them historybring them songbring them zapatos de arco-irisso they may walkto the future with dignity”.

And so los Tres Reyes Magosmonted three Paso-finosand rode towards the norththrough the heavensthrough the nightguided by the stars light.

In the morning they arrivedSinging, “ven, ven little Boricuas!Look at what we brought youHistory, song and zapatos de arco-irisfor the Reyes y Reynas de La Bandera”.All over the barrio, niños y niñaswoke from their dreamswhen they heard the three sing.

They run to see the epiphanythey run to see the threewho ride Paso-finos down the streetwith gifts for shoeless rainbow feet.

A trail of shackles remain on the streeta phenomenom never seen on t.v.As they wear zapatos de arco-iristo the epiphany.

They Wear Zapatos de Arco-Iris (Rainbow Shoes) to the Epiphany,por Eduardo Arocho, poeta puertorriqueño de Chicago.

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Introducción1. Aida Negrón de Montilla, La americanización en Puerto Rico y el

sistema de instrucción pública 1900-1930, Editorial UPR, 1990,p. 135.

2. Ibid., p. 237.3. Ibid., p. 240.4. Revista El Sol, Año XLV, Num. 4, 2001, p. 28.

Los Reyes Magos1. Irene Curbelo, Santos de Puerto Rico, Museo de Santos, 1970,

pp. 7-9.2. “Magi in the Bible”, New Catholic Encyclopedia, McGraw Hill, 1967,

p. 63.3. Ibid., p. 64.4. Ibid., p. 65.5. Cito de La Nueva Biblia Latinoamérica, Ediciones Paulinas, 1978.6. “The Visit of the Magi”, The Anchor Bible, Doubleday, 1971, p. 15.7. Ibid., p. 12.8. Ibid., p. 15. Además: Encyclopedia of World Mythology, Dempsey

Press, 2000, pp. 38-43. José Pijoan, Historia del mundo, Vol. 2, SalvatEditores, 1978, pp. 147-64. Mircea Eliade/ Ioan P. Couliano,Diccionario de las religiones, Paidós, 1992, pp. 265-73. Mircea Eliade,A History of Religious Ideas, Vol. 1, University of Chicago Press,1978, pp. 302-33. Angel A. Carrodeguas, “Los Magos de Oriente: Dedónde procedían?”, Geomundo, Enero 1979, pp. 104-12.

9. “The Visit of the Magi”, op. cit., p. 15. Además: Jean Chevalier andAlain Gheerbrant, The Penguin Dictionary of Symbols, PenguinBooks, 1996, p. 928. Gertrude Schiller, Iconography of Christian Art,New York Graphic Society, 1971, p. 96.

10. “Los Magos de Oriente”, op. cit., pp. 107-8.11. “The Magi in the Bible”, op. cit., p. 63.12. “The Visit of the Magi”, op. cit., p. 13.13. Joseph Campbell, The Mythic Image, Princeton University Press,

1990, p. 33.14. Ibid., p. 38.15. Ibid., p. 43.16. Iconography of Christian Art, op. cit., p. 95.17. Ibid.18. Ibid.19. Ibid.20. Aurelio de Santos Otero (Ed.), Los Evangelios Apócrifos, Biblioteca

de Autores Cristianos, 1956.21. Anónimo, Historia de los Reyes Magos, Ediciones Universidad de

Salamanca, 1993.22. Andre Grabar, Christian Iconography. A Study of its Origins,

Princeton University Press, 1980. Además, Iconography of ChristianArt, op. cit., pp. 94-114.

Los Santos Reyes1. J. H. Elliot, Imperial Spain 1469-1716, St. Martin’s Press, 1964,

pp. 204-41.2. Fernando Picó, Historia General de Puerto Rico, Ediciones Huracán,

2000, pp. 94-7.

3. Jalil Sued Badillo y Angel López Cantos, Puerto Rico negro, EditorialCultural, 1986, p. 258.

4. José Luis González, El país de cuatro pisos, Ediciones Huracán, 1980,pp. 19, 22.

5. Angel López Cantos, Los puertorriqueños: mentalidad y actitudes(Siglo XV111), Ediciones Puerto y Editorial UPR, 2000.

6. Pedro Escabí Agostini, El rosario: vista parcial del folklore de PuertoRico, Casa Paoli, 2000.

7. Inigo Abbad y Lasierra, Historia geográfica, civil y natural de la islade San Juan Bautista de Puerto Rico, Ediciones Doce Calles, 2002, p.504. Además: Angel López Cantos, Fiestas y juegos en Puerto Rico(Siglo XVlll), CEAPRC, 1990, pp. 41-2.

8. Teodoro Vidal, Los milagros en metal y en cera de Puerto Rico,Ediciones Alba, 1974, pp. 28-9.

9. Ramón López, La camándula protectora, manuscrito inédito, 2004.10.Santos de Puerto Rico, op. cit., p. 13.11. Puerto Rico negro, op. cit., p. 294.12. Carl Lindahl, John McNamara y John Lindow, Medieval Folklore,

Oxgord University Press, 2002, pp. 133-5.13. Fernando Picó, Libertad y servidumbre en el Puerto Rico del siglo

X1X, Ediciones Huracán, 1983, pp. 143-4.14. Fernando Ortiz, La Antigua Fiesta cubana del Día de Reyes, Ministerio

de Relaciones Exteriores, 1960.15. Angel López Cantos, La religiosidad popular en Puerto Rico (Siglo

XV111), Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y El Caribe,1993. Además, Los puertorriqueños..., op. cit.

16. La antigua fiesta afrocubana del Día de Reyes, op. Cit., p. 23.17. Ibid., p. 22.18. Ibid. pp. 26-7.19. Varios Autores, El aguinaldo puertorriqueño, Editorial Coquí, 1968,

p. 175.20. Manuel A. Alonso, El Jíbaro, Ediciones Huracán, 2001, p. 153.21. La antigua fiesta cubana..., op. cit., p. 14.22. Ibid., p. 22.23.Fernando Callejo, Música y músicos puertorriqueños, Imprenta

Cantero Fernández, 1915, p. 276.24.Andino Acevedo González, ¡Qué tiempos aquellos!, Editorial UPR,

1989, pp. 241-2.25.La antigua fiesta cubana..., op. cit., p. 21.26.Iconography of Christian Art, op. cit., p. 110.27.Medieval Folklore, op. cit., pp. 354-357.28.Teodoro Vidal, “Tres imágenes devocionales puertorriqueñas”,

Boletín de Artes Populares, Vol. 1, Num. 12, 1996, pp. 35-6. Además:Angel G. Quintero Rivera, “La magia de los Reyes Magos”, Boletín deArtes Populares, Vol. 2, Num. 2, 2003, pp. 12-3.

29.Teodoro Vidal, Los Reyes Magos: arte y tradición puertorriqueña,sin fecha.

30.Ramón López, “Crónica de Melchor y los otros Reyes Magos”, Elvalor histórico de la artesanía puertorriqueña, Instituto de CulturaPuertorriqueña, 2001.

31. Sebastián Robiou Lamarche, Encuentro con la mitología taína,Editorial Punto y Coma, 1994, p. 82.

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32.Vox: Diccionario general ilustrado de la lengua española, Bibliograf,1973, p. 1387.

33. La religiosidad popular..., op. cit., p.30.34.Tradición oral en Barranquitas, Puerto Rico.35. Ricardo Alegría, La vida de Jesucristo según el santero

puertorriqueño Florencio Cabán, CEAPRC, 1983, pp. 18-21.36. Los milagros..., Ediciones Alba, 1974, pp. 131-43.37. Luis Manuel Alvarez, “La música navideña: testimonio de nuestro

presente y pasado histórico”, Revista Musical Puertorriqueña, Num.4, Julio-Diciembre 1988, p. 10. Además: Cesáreo Rosa Nieves, “Elaguinaldo navideño”, El costumbrismo literario..., op. cit.,pp.131-48.

38. Los milagros..., p.28.39. Fray Ramón Pané, Relación acerca de las antigüedades de los indios,

Siglo XXl, 1974, p.42.40. Robert Farris Thompson, Flash of the Spirit, Vintage Books, 1984,

p. 5.41. Los milagros, op. cit., p. 27, 30.42. Ibid. p. 66-7.43. Ibid., p. 78.44. Luis O. Zayas Micheli, Catolicismo popular en Puerto Rico, Editorial

Raíces, Ponce, 1990. Además: Los puertorriqueños..., op. cit.p. 112-16.

45. La vida de Jesucristo..., op. cit., p. 59.46. Teodoro Vidal, Los Espada: escultores sanguermeños, Ediciones Alba,

1994, pp. 132-33.47.Yvonne Lange, “Santos contemporáneos: continuidad y cambio”,

Catálogo de la exhibición Santos Contemporáneos, Museo de Artede Ponce, 1994, p. 8.

El Rey Melchor1. Por ejemplo, Doreen M. Colón Camacho, Los Santos Reyes Magos:

historia, tradición y cultura, Museo de Arte e Historia de San Juan,1999. Además: Esencia y presencia: artes de nuestra tradición, BancoPopular, 1993.

2. Irene Curbelo de Díaz, El arte de los santeros puertorriqueños, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1986.___________________, La expresividad en el otro: cómo entender ygozar los santos de Puerto Rico, Diomedes Press, 2003. Marta Traba,La rebelión de los santos, Ediciones Puerto, 1972.

3. María Teresa Babín, La cultura de Puerto Rico, Instituto de CulturaPuertorriqueña, 1986, p. 84. Tomás Blanco, Los Aguinaldos delInfante: Glosa de la Epifanía, Ediciones Santillana, 1995.Además:Esencia y presencia, op. cit.

4. Vea Palabra de artesano en el capítulo 7 de este libro.5. Los Tres Santos Reyes/ montan a caballo/ un blanco y un negro/ y

otro es colorao. Tradición oral.6. Osiris Delgado, Historia de la pintura en Puerto Rico, La Gran

Enciclopedia de Puerto Rico, Tomo 8, Ediciones R, 1976.7. Los Espada..., p. 133. José Firpi, El arte de la imaginería popular en

Puerto Rico, Ediciones Tau, 1973. Yvonne Langue, Santos: TheHousehold Wooden Saints..., op. cit. Vea la colección de tallas de

Reyes Magos en la División de Colecciones del Instituto de CulturaPuertorriqueña.

8. Francisco Toste Santana, “Bibliografía del santo en la plásticapuertorriqueña”, Los santos de Puerto Rico..., 2003.

9. Historia geográfica..., op. cit. p. 495.10. Los puertorriqueños..., op. cit. p. 160.11. Ibid. p. 94.12. Reflexiones y debates sobre temas cercanos a éste se encuentran

en Angel G. Quintero Rivera (Ed.), Imaginería, etnicidad yreligiosidad popular en Puerto Rico, UPR-USC-FPH, 1998.

13. Los Espada..., op. cit. pp. 132-33.14. “Tres imágenes...”, op. cit. p. 36-37.15. Karl Heinrich Waggerl, “Donde se cuenta la alegría de Melchor el

rey negro”, Cuentos del Niño Jesús, Taurus Ediciones, 1962,pp. 27-37.

16. Enrique Ramírez López, “Los Reyes Magos”, Revista El Sol, Año XLV,Num. 4, 2001, p. 10.

17. “Crónica de Melchor...”, op. cit., p. 25.18. Santos: The Wooden Saints..., po. Cit, p.537.19. Celso Suárez Alicea y Rafael Suárez Alicea, Imaginería Popular

Puertorriqueña, Vol. 1, 2003, p. 39.20. Puerto Rico negro, op. cit., p. 152.21. Flash of the Spirit, op. cit., p. 7.22.Las citas de este párrafo: La religiosidad popular..., op. cit.23.Guillermo Baralt, Esclavos rebeldes, Ediciones Huracán, 1981,

pp. 21-7.24.Fernando Picó, Al filo del poder, Editorial UPR, 1993, p. 102.25.“Baltasar, el rey mago más querido”, Billiken, Año 57, Num. 2973,

1977.26.Imaginería popular puertorriqueña, Vol. 2, 2004, p. 36.27. Jean Chevalier and Alain Gheerbrant, The Penguin Dictionary of

Symbols, Penguin Books, 1996, p. 793.28.Teodoro Vidal, Tradiciones de la brujería puertorriqueña, 1989,

p. 74.29. Ibid., p. 73.30. Historia geográfica…, op. cit., p. 501.31. Babatunde Lawal, “Art in Yoruba Religion”, Arturo Lindsay (Ed.)

Santeria Aesthetics in Contemporary Latin American Art, SmithsonianInstitution Press, 1996, p. 3. Ademas: Flash of the Spirit, op. cit.,p. XV, 4.

32.Ricardo Alegría, “La Fiesta de Santiago Apóstol en Loíza Aldea”,Cesáreo Rosa Nieves, El costumbrismo literario en la prosa de PuertoRico, Editorial Cordillera, 1971, pp. 246-7.

Los Reyes Poderosos1. Historia general..., op. cit., Cap. 11.2. El país de cuatro pisos, op. cit., pp. 55-7.3. Catolicismo popular..., op. cit., p. 57.4. Esencia y presencia, op. cit. p. (Cat. 9).5. Libertad y servidumbre..., op. cit., pp. 143-4.6. José S. Alegría, “La Fiesta de Reyes”, El costumbrismo literario...,

op. cit., pp. 60-5. Matamba y Mostaza, Las Fiestas de Reyes, TipografiaV. De González, 1896.

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7. Fernando Picó, “El catolicismo popular en el Puerto Rico del siglo19”, Imaginería, etnicidad y religiosidad..., op. cit, p. 155.

8. Libertad y servidumbre, op. cit., p. 146.9. El costumbrismo literario..., Ibid., pp. 62-3.10. Ibid., p. 138.11. Ibid., pp. 142-3.12. Fernado Picó, 1898: la guerra después de la guerra, Ediciones

Huracán, 1987.13. Nélida Agosto Cintrón, Religión y cambio social en Puerto Rico (1898-

1940), Ediciones Huracán, 1996. Además: Catolicismo popular..., op.cit.

14. El país de cuatro pisos..., op. cit. Además: Angel G. Quintero Rivera,Patricios y plebeyos: burgueses, hacendados, artesanos y obreros,Ediciones Huracán, 1988.

15. Abelardo Díaz Alfaro, Estampas navideñas, Instituto de CulturaPuertorriqueña, 1998.

16. Religión y cambio social..., op. cit., p. 110.17. Gervasio García, “Puerto Rico en el 98: comentario sobre el Informe

Carroll”, Historia crítica, historia sin coartadas, Ediciones Huracán,1985.

18. Félix Echevarría Alvarado, La plena: origen, sentido y desarrolloen el folklore puertorriqueño, Edición de autor, Santurce, sin fecha.

19. Tomás Blanco, El prejuicio racial en Puerto Rico, Ediciones Huracán,1985.

20. Manuel Alonso, El jíbaro, Ediciones Huracán, 2001. Salvador Brau,“La herencia devota”, Disquisiciones sociológicas, Ediciones delInstituto de Literatura, 1956.

21. Ramón De Romeral, Musarañas, Tipografía de el Carnaval, 1904.22. Los tres poemas se han utilizado en actividades navideñas escolares

a través de los años.23. La cultura de Puerto Rico, op. cit., p. 84.24. María Teresa Babín, “Día de Reyes”, Fantasía boricua, Instituto de

Cultura Puertorriqueña, 1966, pp. 60-62.25. Ibid.26. Las citas de este párrafo: Carmen Luisa Justiniano, Con valor y a

como dé lugar: memorias de una jíbara puertorriqueña, EditorialUPR,1994, pp. 96-7, 195.

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Santos contemporáneos 1994, Museo de Arte de Ponce, 1994. Además:Los santos de Puerto Rico, op. cit.

4. Lo que sigue es resultado de la investigación que hice en la Colecciónde Reyes Magos del Instituto de Cultura Puertorriqueñ durante losaños 2003-04. Agradezco la cooperación de Laura Quiñones del ICP.

5. Los Espada..., op. cit., p. 69.6. Rudolph Arnheim, The Power of the Center, University of California

Press, Berkeley, 1988.7. Flash of the Spirit, op. cit., p. 13. Además: Babatunde Lawal, “Art in

Yoruba Religion”, op. cit.8. Reyes Magos #CS93-0934, Colección Instituto de Cultura

Puertorriqueña.9. Reyes Magos # 82- 0044, Ibid.10. “Bibliografía sobre los santos”..., op. cit.11. Teodoro Vidal, La Monserrate negra con el niño blanco, Ediciones

Alba, 2003, pp. 8, 10.12. Imaginería puertorriqueña, Boletín de Artes Populares, Vol. 1, Num.

12, 1996.13. La encuesta se hizo con documentos del archivo fotográfico del

Centro de Investigaciones de las Artes Populares del ICP.14. Ramón López, Texto de la exposición Reyes Magos puertorriqueños

de barro, Centro Nacional de Artes Populares, San Juan, Noviembre2003-Febrero 2004.

15. Los datos que siguen se obtuvieron mediante un cuestionarioadministrado por el CIAP.

16. Desde 1976 he participado en cientos de ferias como artesano. Paraesta investigacion, visité más de 20 ferias durante los años 2002-4.

17. David Attenborough, The Tribal Eye, W. W. Norton & Co., 1976, pp.27-32.

18. Arlene M. Dávila, Sponsored Identities, Cultural Politics in PuertoRico, Temple University Press, 1997, pp. 232-45.

19. Los santos de Puerto Rico, op. cit.20. “La obra grafica de Tony Maldonado”, Revista Cultura, Año 1, Num.

11, Diciembre, 1997, pp.21. Estampas navideñas, op. cit.

Espacios de Reyes1. Agradezco a Pava Prints el proporcionarme la muestra completa

de sus tarjetas con tema de Reyes Magos para propósitos de estainvestigación.

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1991. Santos contemporáneos, Museo de Arte de Ponce, Catalogosde las Bienales 1994, 1996, 1998, 2000 y 2002.

9. Santos contemporáneos 1994, op. cit., p.5.10. Ibid., p. 15.11. Ibid.12. Santos contemporáneos 1998, op. cit., p. 6.

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Nota

s

13. Ibid., p. 12.14. Santos contemporáneos 2000, op. cit., p. 7.15. Ibid., p. 4.16. Ibid., p. 8.17. Ibid., p. 9.18. Todas las citas de este párrafo: La talla de santos..., op. cit.19. Ibid., p. 16.20. Ibid., p. 23.21. Entrevista a Juan Santos Torres en el barrio Guavate de Cayey,

Marzo de 2003.22. Pedro Vélez Adrover, “Historia oral de las promesas y velorios a los

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23. Entrevista a José Luis Millán, San Juan, 2 de mayo de 2004.24. Fiesta en Puerto Rico, op. cit., pp. 58-68. Fiesta de la Epifanía

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La Estrella Sola1. Manuel Alvarez Nazario, El elemento afronegroide en el español de

Puerto Rico, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1974.2. Las repeticiones, redundancias, énfasis y titubeos determinan el

contenido específico de la oralidad.3. Robinson Rosado, Comunicación personal, Febrero 2004.4. Talla y texto por Efraín Ortiz Rolón, Guayama, 9 de enero de 2002.5. Todas las citas de esta sección provienen de la entrevista a un

artesano confinado en abril 2004.6. Los Espada..., op. cit., p. 69.7. Juan Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos, Ediciones Siruela,

2001, p. 201.8. Luis Fernando Coss, La nación en la orilla, Editorial Punto de

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op. cit., p. 537.21. The Inner Reaches…, op. cit, p. 20.

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