El Modelo Economico Del Liberalismo Amarillo - Nikita Harwich Vallenilla

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    N I K I T A H A R W I C H VAI.LEN1LLA

    E L M O D E L O E C O N O M I C O D E L L I B E R A L I S M O A M A R I L L O

    H I S T O R I A DE U N FRACASO

    1888- 1908

  • " E n Venezuela, no hay problemas poltico?;, sino un profundo malestar econmico que abarca todas lar. clases sociales"

    Manuel Vicente Romero-Garca, El Avisador Comercial, 1896.

    I

    Desde j u n i o de 1888, cuando las elecciones, orquestadas desde Pars por A n t o n i o Guzmn Blanco, dejan el poder en manos de su candidato, el d o c t o r Juan Pablo Rojas Pal , hasta noviembre de L90fr cuando C i p r i a n o Castro zarpa para Ber l n a someterse a la intervencin del c irujano, transcurren veinte aos d u r a n t e los cuales Venezuela vivt a la hora econmica impuesta por las decisiones del " I l u s t r e A m e r i -cano" y por la m[sma estructura de produccin establecida durante la hegemona guzmancista . Los patrones que rigen la v ida d e l pas no sffen un c a m b i o sustancial y son meramente las consecuencias de lo que podramos l lamar el " m o d e l o e c o n m i c o " del L i b e r a l i s m o A m a r i l l o las que se hacen sentir en el curso de estos cuatro lustros .

    E n Venezuela sigue imperando u n rgimen de m o n o c u l t i v o , que se acenta en los ltimos veinte aos del siglo X I X . E l c a _ q u e re presenta un p r o m e d i o del 5 4 , 6 % le t o t a l de las exportaciones en la dcade del '80 aumenta hasta llegar a u n 7 4 , 2 % del to ta l de las mismas

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  • en el curso de Ja dcada siguiente. 1 Pero , al mismo t i empo, esta de-pendencia acrecentada hace ms vulnerable la estructura de produccin ante las fluctuaciones de precio en el mercado mundia l . A p a r t i r de 1890, debido, en part icular , a las importantes inversiones realizadas

    , por los capitalistas europeos y norteamericanos en Java, Bras i l y Co-lombia , 2 se puede hablar de una crisis de sobreproduccin en cuanto al caf se refiere. Esta crisis, adems, viene a coincidir con una recesin general que afecta las cotizaciones de todas las materias pr imas en los mercados mundiales. La baja en el precio u n i t a r i o del k i l o de caf que >se manifiesta en Venezuela durante la dcada del '90, adquiere p r o p o r -ciones catastrficas despus de 1898, al registrarse una depreciacin del 6 0 % que se mantiene constante d u r a n t e la pr imera dcada del siglo X X . 3 La imagen que se impone d u r a n t e este perodo de la v ida econmica del pas es la de una decadencia, de una ruina g r ad u a l . A l mismo t iempo, los efectos internos del m o n o c u l t i v o intensivo resul tan en un grave desequi l ibr io que merma los dems sectores de produccin. Una elocuente protesta , consignada "en las "columnas de u n d i a r i o de provincia , resume la situacin: "De jemos de ser exclusivistas con el cale y procuremos enriquecer la agr icul tura con otras plantaciones que darn tambin excelentes resultados. Y trabajemos sin cesar ayudando la agricultura con industr ias nacionales, pues se han perdido aun las que haba en el t i e m p o colonial . Todo nos viene del extranjero. Hasta los alfileres y mechas de ampara!" . 4 Pero , a pesar de la baja en los precios, para la mayora de los hacendados la palabra " c a f " sigue siendo sinnimo de riqueza fcil.

    Guzmn Blanco haba determinado a b r i r Venezuela a la inversin extranjera, lo que a su vez, permitira desarrol lar los recursos del pas. Pero la forma en que se llevaba a cabo esta apertura no dejaba de cons t i tu i r un serio gravamen que tenda a e l i m i n a r aquellos aspectos posit ivos que pudieran resultar de ecte n u e v o aporte de capital forneo,

    a costumbre de o torgar concesiones " e x c l u s i v a s " para cualquier t i p o

    1 Clculos hechos, a partir de las cifras de Ramn Veloz, por William M . Su-Uivan, The Rise of Despotism in Venezuela: Cipriano Castro, 1899-1908 (Tesis de doctorado presentada en la Universidad de Nuevo Mxico, Albu-querque, 1974, p. 26.

    2. Sullivan, op, cit., p. 26. 3 . Ih'ul, p. 27. Vase el cuadro N- 1. 4 . El Primer Paso, 26 de marzo de 1904, Sabana de Mendoza.

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    C U A D R O 1

    P R E C I O POR K I L O

    AOS (en lis

    1889 - 90 1.65 1890-91 1.77 J891 -92 1892 - 93 1.65 1893-94 1.42 1894-95 5.47 1895-96 1.64 1896-97 1.39 1897-98 1.20 189S-99 0.83 1899-1900 1900-01 0.80 1901-02 0.69 1902-03 0.64 1903-04 0,65 1904-05 0.78 1905-06 0.86 1906-07 0.8S 1907-08 0.86

    (Clculos hechos a partir de los datos proporcionados por Ramn Veloz en su Economa y finanzas de Venezuela de 1830 hasta 1944 (Caracas: Impresores Uni dos, 1945). Como lo seala R. A. Rondn Mrquez en Crespo y la Revolucin Legalista (Caracas: Ediciones de la Contralora, 1973), las cifras para el ao 1894-95 son probablemente erradas. " S i no fuere error slo se explicara que la escase? hizo subir el valor del fruto" (p. 231).

    de emoresa creaba, ar t i f i c ia lmente , una serie de monopol ios , a veces confl ict ivos. Seala W i l l i a m H . G r a y que " e n t r e 1846 y 1902, ser empresas norteamericanas y una compaa inglesa se ver. conceder d derecho exclusivo para la navegacin a vapor sobre el ro O r i n o c o , en detr imento del comercio l o c a l " . 5 Esta monopolizacin abusiva es unn constante de la poltica econmica d e l L ibera l i smo A m a r i l l o , una fuente conveniente para toda clase de prevaricaciones basadas sobre contratos relativos a los rubros ms diversos, "desde la manufactura ) distribucin de fsforos hasta la exportacin de guano de murc i lago" . 6

    5. William H . Gray. "Steamboat Transportation on thc Orinoco", Hispanit American Historical Review (vol. 15, 1965), p. 463, citado en William Sulli-van, " T h e Rise of Despotism.. " . op. cit.

    6. Sullivan, op. cit., p. 31

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  • I

    A I mismo t i empo, las garantas ofrecidas para atraer la inversin extranjera resultaban en compromisos insostenibles que, generalmente, no (ornaban en cuenta las condiciones reales en que se desarrollaban estos proyectos. E l caso de los ferrocarriles, probablemente la inver-sin ms importante realizada en Venezuela en la segunda m i t a d del siglo X I X , es el ms caracterstico. La mayora de los contratos se f i r m a b a n por noventa y nueve aos, permitan la l i b r e importacin del e q u i p o , otorgaban adems generosas concesiones en minas o terrenos y , generalmente, prohiban la construccin de lneas competidoras d e n t r o de u n rea especificada, alrededor de la lnea o r i g i n a l . 7 Como lo apunta el norteamericano W i l l i a m Sul l ivan : " n i n g u n a nacin poda otorgar unos contratos tan lucrativos s in gravar a las generaciones futuras con pagos o p r e s i v o s " . ' Esta situacin se evidencia con el decreto-ley de 1883 , a travs del cual se garantiza el 7 % de inters anual sobre todo capita l i n v e r t i d o en los ferrocarri les . De hecho, esta medida aseguraba a cual-quier empresa ferrocarr i lera con el reembolso de su inversin o r i g i n a l en u i lapso de catorce aos, por ms inef ic iente que fuera su ope-racin. Adems, la necesidad de atravesar terrenos relat ivamente acci-dentados que impona la realizacin de numerosas obras viales, serva de incent ivo para subir el m o n t o de la inversin or ig ina l , ya que, de todos modos, segua cubier to por la garanta del 1%. Esto expl ica por qu el costo p r o m e d i o de construccin p o r k i lmetro de va frrea (Bs. 229.542) era mucho ms al to en Venezuela que ^n los Estados U n i d o s o en los dems pases del Cont inente donde podan ex is t i r garandas similares.

    De las once lneas principales existentes para 1904, ocho son puestas en servicio en toda su extensin despus de 1890. 9 Pero por

    Vicente Lecuna y Germn Gimnez, Los ferrocarriles en Venezuela (Caracas: E l Cojo, 1930) p. 69.

    8 Sullivan, op. cit. p. 33. De esa misma obra, loe. cit., se toma el dato del costo promedio de construccin por kilmetro de va frrea que figura ms abajo. South West Railway (Tucacas-Barquisimeto, 1891); Central Railway (Ca-racas-Valencia, va Ocumare del Tuy, 1892); G r a n Ferrocarril de Venezue-la (Caracas-Valencia, 1894); Lnea Barcelona-Naricual, 1893; Ferrocarril del Tchria, 1898; Lnea Carenero-El Guapo, 1890; Compagnie Francaise des Chemins de Fer Vnzueliens (San Carlos-El Viga, 1891); Lnea Valera-La Ceiba, 1897. Ver John C . Rayburn "Rai l Transportation in Venezuela, 1835-1955", Inter-American Economic Affairs (vol . X , N * 4, Spring 1957).

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    las razones sealadas anter io imente , su operacin es deficitaria durante toda la dcada. E n 1897, uno de sus mejores aos, la empresa alemana del G r a n Ferrocarr i l de Venezuela slo anuncia un dividendo del 2% sobre el capital i n v e r t i d o . 1 0 La nica lnea que opera con un beneficio sustancial es la lnea de Caracas-La Guai ra que fue justamente inaugu-rada antes del decreto-ley de 1883." La entrada en servicio de ios i e r r o -carri les, part icularmente en las zonas cafeteras, slo result en un aba-ra tamiento , muy r e l a t i v o , de los fletes al completarse las lneas en toda su extensin. A u n as, la llegada del f e r r o c a r r i l a las zonas rurales no el iminaba las otras formas tradicionales de transporte : las recuas < e muas y los vapores de ro. Se puede hablar de una complemcntac iuu de los diferentes medios de comunicacin: las recuas de muas asegu-ran e l recorrido desde las haciendas y dems centros de produccin hasta la estacin ms cercana.

    A pesar.del estado de crisis latente en que se desenvuelve la eco-noma venezolana en la era post-guzmancista, se logra consolidar un aparato bancario cuya permanencia se hace sent ir hasta el presente. E l 18 de agosto de 1890, se funda el Banco de Venezuela, sociedad an-n ima con u n capital de ocho millones de bol vares (Bs. 8 .000.000,00) 1 2

    U n o de sus accionistas importantes es M a n u e l A n t o n i o Matos , concu-ado de Guzmn Blanco y una de las f iguras ms. destacadas en el co-merc io y en las finanzas nacionales. Desde sus comienzos, el Banco de Venezuela mantiene una relacin pr iv i l eg iada con los poderes pbli-cos. Se le otorga el derecho de emisin y toma a su cargo la liquidacin del Banco Comercial de Venezuela, que a su vez haba sido fundado en 1883 por el mismo M a t o s y contaba desde entonces con una i m p o i tante cartera de crditos gubernamentales . 1 3 E l m i s m o ao de 1890, se f u n d a el Banco Caracas, con u n capital de seis mil lones de bolvares (Bs. 6 .000.000,00) . E n t r e sus accionistas se encuentran los nombres de

    10. Disconto Gcscllschaft, Informe Anual, 1897. 11. Rayburn, op. cit., ptg. 26-27 12. Este capital ser aumentado en 1897 a quince millones de bolvares

    (Bs. 15.000.000,00), para luego ser reducido en 1899 a doce millones de bolvares (Bs. 12.000.000,00). F.dwin H . Plumacher, "Banks in Venezuela", United States, Consular Reports (vol. 62, N? 232) 4 de octubre 1899, p-ginas 56-58. Ver adems R. A. Rondn Mrquez. Crespo y la Revolucin Legalista (Caracas: Ediciones de la Contralora, 197M p. 224.

    13. Rondn Mrquez, op. cit., p. 224.

    20 V

  • algunas de las grandes casas comerciales instaladas en la capital o en los principales puertos d e l pas : H . L . B o u l t o n y C a ; Mendoza y Ca . ; Lesseur, Rmer y Ca . ; Oscar Braschi y Sucesores; Brandt y Sucs.; E leuter io Morales y C a . 1 4 L a fundacin, tanto del Banco de Venezuela como del Banco Caracas, revela el incipiente potencia l econmico de la burguesa comerciante nacional dentro de la cual se van integrando poco n poco* los representantes de las casas comerciales extranjeras, a lemrnas , inglesas, italianas o francesas, instaladas en el pas, as como su empeo en modernizar las estructuras credit icias de Venezuela, to-dava dominadas en gran parte por la usura ms irrestr icta . E l de-sarro lo , especialmente, de l Banco Caracas es s ign i f i ca t ivo ya que esta institucin, al contrario de su compet idor el Banco de Venezuela, se consclida sin relaciones particulares con el E s t a d o . 1 5 Para 1899, las reservas del Banco Caracas ascienden a Bs. 616 .250 ,70 1 6 sobre el capi-ta l . Su presidente, que tambin es accionista, es e l mismo M a n u e l A n t o n i o Matos , quien de hecho, asegura la vinculacin entre las dos inst i tuciones financieras ms importantes del pas a comienzos del siglo X X . Paralelamente al establecimiento de u n aparato bancario pro-piamente " c a r a q u e o " , conviene destacar el c rec imiento de una ins t i -t u c i i f inanciera, ligada al capital jregi_qnal, y que demuestra la v i ta -l i d a d empresarial d l a burguesa pxqy [nejan a venezolana. Fundado en 1882 con u n capital i n i c i a l de Bs. 160.000,00, el Banco dfe Maracaibo incrementa su capitalizacin hasta alcanzar, en 1899, la suma de Bs. 1.250.000,00. 1 7 E l Banco goza tambin del d e r e c . o de emisin y aplica sus actividades a f o m e n t a r el comercio de una de las zonas (el b i n o m i o Andes-Zulia) econmicamente ms desarrolladas del pas.

    D u r a n t e toda la segunda m i t a d del siglo X I X y hasta entrado el siglo X X , el crecimiento econmico de Venezuela se encuentra enfren-tado a u n sistema monetar io anticuado y , a la vez, tota lmente inade-

    14. Plumachcr, op. cit. 15 Ver Rondn Mrquez, ibid., p, 224. Sin embargo, el Banco Caracas tambin

    recibe el privilegio de emisin. 16. Plumachcr, ibid. 17. Plumacher, op. cit. Entre sus fundadores, el Banco de Maracaibo incluye al-

    gunas familias de la burguesa comerciante de Maracaibo, los d'Empaire, los Bclloso, los Roncayolo; as como algunas de las casas comerciales extranjeras que operan desde el puerto zuliano, como Breuer Moller & Co., y la Van Dissel Rhode & Co.

    ?J0

    cuado. Las reformas introducidas por Guzmn Blanco en 187(> /, luego en 1887 , 1 8 .elevan el valor de l bolvar de plata con relacin al oro levantan el lmite de acuacin, fi jada en 1879, en seis bolvares por h a b i t a n t e . 1 9 En 1891, el Congreso aprueba un decreto que reduce la proporcin del metal oro a slo un 15% del to ta l del numerario en c i rculac in. 2 0 Se ha i n s t i t u i d o , de hecho, u n sistema de bimetal ismo Este sistema ha sido justamente enjuiciado como ' 'econmicamente de sastroso para Venezuela" . 2 1 E l numerar io de plata , acuado n :1 exte r ior a p a r t i r de 1891 , 2 2 c i rcula a un precio f i j o , legalmente inf lado con respecto a su valor comercia! , sin tomar en cuenta la depreciacin del metal p la ta con respecto al oro que, entre 1873 y 1902, alcanza un 5 5 , 5 % . " Las estadsticas monetarias reflejan esta situacin: entre 1879 y 1899, se acuan Bs. 13 .651.620 en oro , Bs. 17.362.997 en plata y Bs. 950 .000 en n i c k e l . 2 4 La administracin de C i p r i a n o Castro acenta ms an el desequil ibrio e n t r e plata y oro . Desde 1899 hasta 1908, se acucan Bs. 15.000.000 en plata contra slo Bs. 4 .000.000 en o r o " A l m i s m o t iempo, este sistema bimetlico favorece la especulacin y la corrupcin interna. D o m i n g o A l b e r t o Rangel seala cmo las casas comerciales acostumbraban pagar las cosechas de caf o de cacao en plata devaluada, vender estos productos en el e x t e r i o r por su valor en o r o y, luego, revender ese oro al gobierno venezolano o a impor-tadores nacionales, por su v a l o r en el mercado internac ional , gracias a la intervencin de funcionar ios debidamente interesados en la transac-c in . 2 6 Este proceso de inflacin estructural de la economa venezolana es, a su vez, una posible expl icacin del alto costo de la vida, tanco

    18. Para un anlisis de esas reformas, ver Charles Bnard, L [Uoi dcaux: G . Gounouilhou. 1897), pgs. 93-95.

    19. Domingo B. Castillo, La cuestin monetaria en Venezuela (Amsterdanv Van Rompacy & Co., 1912), pgs. 42-44.

    20. Sullivan, op. cit., pgs. 35-36. 21. Ibid. 22. E n los primeros aos de la administracin guzmancisu, las monedas eran

    acuadas en Venezuela. Despus de 1891 seran acuadas principalmente en Inglaterra y Francia. Ver Sullivan, ibid, pg. 36, nota 186.

    23 A n u r o Uslar Pietri, Sumario de economa venezolana, pg. 121, en Sullivan, ibid, nota 187.

    24. Sullivan, ibid. 25. Sullivan, op. cit., pg. 656, nota N- 17. 26. Domingo Alberto Rangel, El procese del capitalismo contemporneo en Vene-

    zuela (Caracas: U . C . V . , 1968, pgs. 89-90 y 103-104).

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  • en Caracas como en el i n t e r i o r del pas, que constituye una de las quejas ms constantes p o r parte de observadores tanto nacionales como extranjeros a lo largo del perodo estudiado. 2 7

    A l proponer una visin esquemtica de la economa venezolana Je fines del siglo X I X y comienzos del siglo X X , la expresin "econo-ma de polos" resulta conveniente ya que describe una situacin de hecho. o~hay una sino varias economas que funcionan. .paralelamente, orientadas casi todas hacia mercados de exportacin, a travs de los grandes puertos donde operan las casas comerciales que, en ese sent ido, son los verdaderos denominadores comunes de las fuerzas product ivas del oas. E n u n t e r r i t o r i o accidentado e insalubre en grandes exten-siones, el m o v i m i e n t o de bienes y servicios slo se viene a realizar desde los centros de produccin hasta las ciudades portuarias, fen-meno que subraya el p r o p i o trazado de las l neas ferroviarias . Podemos entonces identif icar cuatro "zonas econmicas " principales. La p r i m e r a , la ms importante , abarca las regiones complementarias de los Andes y del Estado Z u l i a , donde se concentra la produccin de caf y parte de la cra de ganado vacuno. E l puerto de Maracaibo asegura la dis-tribucin de estos productos , principalmente hacia los Estados U n i d o s . La segunda zona, ms diversif icada en cuanto a sus recursos que, ade-ms del caf y la cra de l ganado vacuno, son el cacao* la caa de azcar y el cobre extrado de las minas de A r o a , 2 8 rene las ciudades de Valencia y Caracas con sus respectivos puer tos , Puerto Cabello y La G u a i r a en un bloque regional de produccin que corresponde a las l i e r r : s tradicionalmente ms frtiles del pas. Alrededor de Caracas y Valencia se concentran tambin las incipientes industrias manufacture-ras nacionales que, en efecto, no pasan m u c h o ms all del estado artesanal . 2 9 La tercera zona, que identif icamos con la regin guayanesa

    Jules Letainturier-Fradin, Elude sur les Etats-Unis du Venezuela (Nice: j . Vcntre & Ce, 1892), p. 8. Bnard, op. cit., p. 100; "Cost of living in Venezuela", South American Journal (11 marzo ^ 9 9 ) , pg. 269.

    28. Ver Sullivan, op. c., p. 24. E n 1894, una inundacin interrumpe el trabajo en la mina hasta 1908.

    29 J . Fred Rippy, "The Dawn of Manufacturing in Venezuela", Estudios de Historia de Amrica (N? 5, Instituto Panamericano de Geografa c Historia, comisin de Historia, 1948), pgs. 73-75. Entre las primeras manufacturas de alguna importancia, se destacan los telares algodoneros de Valencia, as como las teneras de Caracas.

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    que corresponde t c r r i t o r i a l n . e t u e al Estado Bolvai a pnn

    cipal riqueza minera de Venezuela en el s iglo X I X . el oro, cuyo centro de produccin ms i m p o r t a n t e es la clebre mina de tllao. A tra del puerto de C i u d a d Bol var (exportador tambin de ganado v cueros de los l lanos), el o ro de E l Callao sale, en gran pane por contrabando va T r i n i d a d , a abastecer los graneles centros europeos, pr inc ipalmcnt* Londres y Par s . 3 0 E n la regin del D e h a del Orinoco se local i tambin importantes yacimientos de minera de hierro , pero, a i ausa de "concesiones conf l i c t ivas y de varios j u i c i o s " 3 1 ocurridos en las lti-mas dcadas del siglo X I X , la explotacin de este nuevo minera l no se l leva a cabo. F i n a l m e n t e , la zena o r i e n t a l de Venezuela, el Estado Bermdez, vive a la hora conjunta del cacao, del asfalto y ' i ' 1 arbn. E l puer to de C a m p a n o se convierte en el centro del comercio del cho-colate, nrentras los ricos depsitos de asfalto del lago de Guanaco y las minas carbonferas de la regin de N a r i c u a l son explotadas respec-t ivamente por una empresa de capital norteamericano, la N e w Y o r k and Bermdez C o m p a n y , y por un c o n j u n t o de compaas inglesas y francesas. Las exportaciones del O r i e n t e , con la excepcin del asfalto, se d i r i g e n sobre todo hacia Europa , cuya in f luenc ia marca toda la vida social y cul tura l de esa parte de Venezuela.

    Las dos ltimas dcadas del siglo X I X presencian una modif ica cin gradual del marco en que se desenvuelve la penetracin del capil i ! internacional d e n t r o de Venezuela. E n 1892, la quiebra de la casa bancaria Barin B r o t h e r s , de Londres, acontecida a ra de la crisis i^cne rada por los bonos de la deuda argentina, es la revelacin de que el podero econmico d e l I m p e r i o Britnico t iene sus lmites. A p a r t i r de esa fecha, se puede considerar que, por lo menos en cuanto a Venezuela se refiere, Ing la terra abandona toda i n i c i a t i v a de expansin econmica. Esa in ic ia t iva , la heredan aquellas dos potencias que han l legado rela-t ivamente tarde al terreno del expansionismo. E n efecto, un d i n a m i s m o comn que anima los esfuerzos del Keich alemn, as como de los Es-tados Unidos , por ocupar una posicin de preponderancia en la zona

    30. Sullivan, ibid, p. 24.

    31. John C . Rayburn "Dcvelopment in Vcnezuela's Iron Ore Dcposits", Inte American Economic Affairs (N- 6, Summer 1952), p. 52, citado en Sullivan, ibid.

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  • slo registran tres aos fiscales que cuentan con un dficit presupues-tar io : en 1891-92, por Bs. 795.032 a causa de los gastos ocasiona-dos pobtener nuevos suministros por medio de u n " c o n v e n i o ad ic iona l " que

    se t i r ina a con el Banco. Este convenio se realiza el 28 de marzo de 1892. 4 0 Como garanta, tanto para el acreedor como para el d e u d o r , Andueza nombra, al da siguiente, a M a n u e l A n t o n i o Matos, M i n i s t r o le Hacienda. A n o t a Vicente Leen na que M a t o s acepta el cargo " n o

    tanto por inters personal , ni aun para contro lar los gastos, sino para larsc cuenta de la situacin de los recursos del G o b i e r n o y ajustar la

    conducta posterior del I n s t i t u t o " . 4 1

    37. Estadsticas de Ramn Veloz, citadas en R. A. Rondn Mrquez, op. cit., pgina 229. i

    8^ Ver el cuadro en Rondn Mrquez, ibid, p. 230. 39. Rondn Mrquez, op. cit., pgs. 10-11. 40. Rondn Mrquez, ibid., p. 224. 41 Vicente Lecuna y Leopoldo Landacta, El Banco de Venezuela, anotaciones

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    Segn el " c o n v e n i o adic ional " que durara cuatro meses, desde el 1? de a b r i l , prorrogables , el Banco de Venezuela suministra Bs, 20.000 diarios al Tesoro Pbl ico y le abre, adems, al Estado n lnea de crdito por Bs. 2 .000 .000 para c u b r i r el presupuesto mensual de Bs. 2 .666.667, rec ibiendo como contrapar t ida todas las recaudaciones de las aduanas de la Repbl ica . 4 2 Pero los reveses de las fuerzas guber namentales, en p a r t i c u l a r el fracaso de la expedicin del M i n i s t r o Se bastan Casaas, p r o n t o le hacen sentir a M a t o s que los das de la adr.: nistracin anduezista estn contados y que mejor es ren c a las responsabilidades de su cargo, lo cual o c u r r e a fines de mayo El c> de j u n i o , el Banco de Venezuela le comunica al Gobierno iju

  • sional. mientras se empiezan a d i scut i r las bases de u n nuevo contrato. No tardan en presentarse di f icul tades . La Revolucin se niega a reco-nocer ias deudas contraidas por la administracin anduezista durante los combates. Para obviar inconvenientes, el 14 de nov iembre , se f i rma un con trato p r o v i s i o n a l mediante el cual el Banco se vue lve a hacer cargo

    < las recaudaciones de todas las aduanas contra u n crdito al gobierno ele Bs. 2 .500 .000 al 1 % mensual . 4 7 A mediados de d ic iembre , ya se va agotando el crdito. E l M i n i s t r o de Hacienda, doctor y general Juan P i e t r i , qu ien ha sido uno de los principales consejeros polticos de Crespo d u r a n t e la hazaa revolucionar ia , solicita entonces u n nuevo adeanto sobre la cuenta corr iente del Tesoro P b l i c o , bajo promesa de f i r m a r un contrato d e f i n i t i v o que reconozca las deudas anterior-mente contraidas. La respuesta del Banco es f i r m e : no se otorgarn ms crditos. E l 5 de enero de 1893, el pago de una orden oficial es rechazado. 4 8 La reaccin gubernamental no se hace esperar. A l da si-guiente, por orden ofic ial , la aduana de La Guaira le vuelve a negar s s recaudaciones a la agencia bancaria . 4 9 Es la r u p t u r a abierta. Empie-zan a c ircular rumores de que el M i n i s t r o P ie t r i est dispuesto a poner en liquidacin al Banco de Venezuela y que ha i n i c i a d o negociaciones con un g r u p o financiero c o m p e t i d o r , d i r i g i d o en el extran jero por un tal R o o o l o de Paula, para f o r m a r u n "Banco Nac iona l Agrcola y Co-merc iar ' con u n capital " f a n t s t i c o " de Bs. 50 .000 .000 5 0 qbe le ase-gurara al gobierno una renovada solvencia c redi t i c ia . Observadores califican el proyecto de "poco s e r i o " y ponen en d u d a la personalidad del seor de Paula. 5 1

    47. Ibid., p. 69. 48. Rondn Mrquez, op cit., p. 225. 49. Ibid. 50 Monelar, Ministro Plenipotenciario de Francia en Caracas, a Siegfricd, Minis-

    tro de Comercio, Archives Nationales, Commcrce et Industrie, Serie F 12, 7202, Note "Tres confidentiellc" du 22 dcembre 1892. Y Rondn Mrquez, fbid, p. 227. Rodolfo de Paula es uno c|e esos personajes curiosos, medio aventureros, que se presentan en la historia de la Venezuela de fin de siglo. De nacionalidad francesa para los unos (Rondn Mrquez, p. 227), inglesa para los otros (Nota de Mondar a Sicgfrled), Rodolfo de Paula era sujeto colombiano y ocupaba el cargo de cnsul de Colombia en JLondres. Parece haber sido utilizado como presta-nombre para una serie de proyectos, que eliminan, en 1902, con la compra del buque han Rigb que ser utilizado por Matos en la Revolucin Libertadora.

    51. Mondar a Siegfried, ibid.

    218

    E n todo caso, el 9 de enero, se desata el pnico. Las taquillas del Banco de Venezuela son asaltadas por el pblico, quien acude a cam-biar sus billetes por n u m e r a r i o . 5 2 Ante esta situacin. )s d i r igeni d e l Banco acuden a conferenciar con el M i n i s t r o a crisis se

    resuelve. El Gobierno reronoce las deudas antcri< por un m o n t ' de Bs. 2 .546.384, pagaderos a par t i r de seis meses en cuotas mensuales, con el 5 % de las recaudaciones que hiciera e! I cuenta del G o b i e r n o . E l Banco, a su vez, se encarga de hace las recaudaciones el 1 , 5 % de comisin y accede a otorgar un nuevo rdita 2.500J bol vares al S% anual . 5 3 La situacin se vuelv bilizar y el Banco de Venezuela ser uno de los pilares de! rgimen < respista.

    E l ao 1893 es, para el pas, un ao de (cesin relativa. E l precio del k i l o de caf pasa de Bs. 1,65 (en 1 8 9 ; : a Bs. 1,42, mien-tras el v o l u m e n del comercio exterior baja de Bs. 176.171.000 (en 1892) a Bs. 141.500.000. 5 4 La balanza comercial se mantiene posi t iva , pero es a fuerza de una reduccin en las importac iones que las peripecias del debate consti tuyente y la campaa electoral hacen olvidar . Los efectos de esta recesin, sin embargo, empiezan a hacerse visibles para el ao siguiente. Relata R a m n J. Vclsquez: " E l tesoro est en crisis, el comercio paralizado, los artesanos sin trabajo. U n largo verano quem el pan de las cosechas. E n Caracas, montaas de tiles caseros crecen en las casas de empeo, mientras que a las manos de contratistas y trabajadores de las obras pblicas van, en cambio de monedas, unos papeles que el M i n i s t r o de Hac ienda Jos A n t o n i o V e l u t i n i bautiza con el n o m b r e de deuda f l o t a n t e " . " E l 28 de febrero de 1894, el crdito concebido por el Banco de Venezuela al Estado es aumentado a Bs. 3 .000 .000 y el Banco empieza a in te rven i r tambin en las recauda-ciones de estampillas y sal inas. 5 6 E n agosto, queda cancelado el ant iguo saldo, lo cual parece indicar u n nuevo auge en las actividades comer-ciales a pesar de la recesin.

    52" Lecuna y Landaeta, op. cit., p. 70. 53. Rondn Mrquez, op. cit., pgs. 225-226. 54. Cifras calculadas a partir de los datos suministrados por Ramn Veloz,

    op. cit. 55. Ramn J . Vclsquez, La cada del Liberalismo Amarillo (Caracas: Ediciones

    de la Contralora, 1972), p. 107. 56. Rondn Mrquez, op. cit., p. 226.

    219

  • Pero el panorama es sombro y la inauguracin de nuevas obras,

    como la del Ferrocarr i l Alemn de Caracas a Valencia , n o al ivia mucho

    la situacin. "Se empieza a denunciar con fuerza la creciente corrupcin

    del rgimen, la dilapidacin de los fondos del Estado en contratos para

    obras pblicas que parecen benefic iar exclusivamente al conde ital iano

    Ors i de M o m b e l l o , verdadero M i n i s t r o de Obras Pbl icas sin cartera,

    quien ha sido el arquitecto y constructor , entre otras edificaciones, de

    M i r a f l o r e s , la nueva residencia p r i v a d a del Presidente Crespo. 5 7

    A comienzos del ao (1895^ se cuentan ms de 3 .000 cesantes en la sol Caracas 5 8 (sobre u t i t o t a l de aproximadamente 75 .000 habi-tantes). E l 20 de enero estalla una manifestacin p o p u l a r : u n desfile obrero, quizs el pr imero en la h is tor ia del m o v i m i e n t o pro le tar io vene-zolano. Se levantan carteles que proc laman: " P e d i m o s proteccin para el gremio de los artesanos", " E l pueb lo perece". E n la esquina de la Torre de la Plaza Bolvar, la polica detiene la marcea d e l cortejo. E n la Gobernacin de Caracas, se recibe brevemente a los delegados de los manifestantes. 5 9 E l l o no i m p i d e que se prac t iquen varias deten-ciones. La prensa de oposicin protesta y el G o b e r n a d o r de Caracas, Juan Francisco Castil lo, contesta: " n o se trata de una manifestacin, sino de u n mot n . . . N o se pidi permiso , n i se d i o aviso a ninguna autoridad y adems las leyendas de los carteles consti tuan la ms clara incitacin a la asonada". U n a sola explicacin: "se trata efe la onda del socialismo que invade al V i e j o M u n d o " : y que, como lo afirma u n peridico conservador, " n o es sino la ignominia de la sociedad y el azote de los pueblos" . 6 0

    E n todo caso, la manifestacin de l 20 de enero de 1895 es sinto-mtica del malestar en que se encuentra el pas. La oposicin guzman-cista vuelve a surgir , bajo el l iderazgo de Manuel A n t o n i o Matos , acon-sejado desde Pars por su i lustre concuado. Crespo decide adelan-trsele a los acontecimientos y le propone al m i s m o Matos formar u n nuevo gabinete de entendimiento nacional, "a ver si se acomodan las cosas"/ 1 Matos acepta. Una ola de crticas recibe al nuevo M i n i s t e r i o . Pero Matos representa a la Banca nacional e inspira confianza en el

    57. Velsquez, op. cit., p. 108. 58 Ibid 59. Para este relato, ver Vclsquez, op. cit., pgs. 108-109. 60 Puentes citadas en Velsquez, op. cit., p. 109. 6 1 . Velsquez, ibid, p. 111.

    220

    ex ter ior . E l Manif ies to-Programa del nuevo gabinete promete luchar

    contra el despilfarro y el peculado, ofrece i n t r o d u c i r orden en el manejo

    de las f inanzas. 6 2 E l crdito nacional sera objeto de la principal atencin,

    desechando toda innovacin contrar ia a los sanos pr inc ipios econmicos.

    Se impondr "una severa recaudacin de los impuestos, llevada a cabo

    por funcionarios i n c o r r u p t i b l e s , bajo la ms estricta vigilancia para

    hacer imposibles las importac iones clandestinas y los abusos de peculado,

    buscando en esta f o r m a , acrecer los rendimientos iscales y proteger el

    comercio y la i n d u s t r i a . 6 3

    E l M i n i s t e r i o M a t o s slo llega a durar unos escasos seis meses.

    Las medidas tomadas d e n t r o del plan inic ial de renovar la Hacienda

    PblicVi no prosperan, pues toda la vasta maquinar ia partidista que

    mueve el M i n i s t r o de delaciones Inter iores , el ex-Gobcrnador de Ca-

    racas Juan Francisco Cas t i l lo , u n o de los hombres que Joaqun Crespo

    ha i n c l i v d o dentro del gabinete , est dedicada exclusivamente a entor-

    pecerlas. 6 4 Adems, el verano de 1895 ha sido inclemente , y la fuerte

    sequa ha causado la prdida de las cosechas de f r u t o s menores. " E l

    campo presenta u n espectculo de miseria, a los mercados no llegan

    f r u t o s " . 6 5 La crisis estall a f ines de septiembre al tratarse de resolver

    el pago de las acreencias pendientes contra el Tesoro Nacional . E l Pre-

    sidente Encargado (ya que Crespo se ha ret irado temporalmente a sus

    posesiones de Maracay) , G e n e r a l Feliciano Acevedo, tiene una frmula

    de solucin; Matos, o t ra . Es el impasse. Acevedo, con el beneplcito

    del Presidente, exige la renuncia del gabinete: sta se hace efectiva

    el I o de octubre de 1895."'

    E l e f mero M i n i s t e r i o M a t o s fue, desde su i n i c i o , un intento para

    evi tar una crisis poltica, buscando la " i n t e g r a c i n " efectiva de! capital

    bancario nacional al aparato gubernamenta l crespisia. El fracaso de este

    i n t e n t o , j u n t o con la necesidad de hacer frente a las obligaciones c o n -

    trada.-) tanto con las inst i tuciones financieras venezolanas >n l e empresas ferrocarrileras extranjeras (la garanta del k-van a la

    administracin del Presidente Crespo a buscar nueva:, vas de financia

    m i e n t o : una operacin que p e r m i t a recqui l ior . i r e l T e s o r o P b l i c o

    62. Velsquez, ibid, p. 113. 63. Vclsquez, ibid, p. 113. 64 Velsquez, op. cit., p. 118 65. Ibid, p. 117. 66. Ibid, p. 119.

    221

  • sacar al pas de la recesin. Esta operacin ser e l emprstito del ao 1896, conocido bajo el n o m b r e de " E m p r s t i t o d e l Disconto Gesells-cbaft".

    T a n t o el Discanto Gesellscbaft como el Norddeutsche Bank de Berl n son accionistas, desde 1888, de la Grosse Venezuela Eisenbahn Gesellscbaft, la empresa que , con un capital de cuarenta mil lones de marcos alemanes, ha e m p r e n d i d o la construccin d e l ferrocarr i l de Ca-racas a Valencia. 6 7 Sin embargo, la obra ha costado mucho ms de l o previsto Los gastos de construccin, con u n t o t a l de sesenta y dos m i -llones de marcos, superan, con creces, e l capi ta l or ig inal i n v e r t i d o . 6 * Las deficiencias del Estado venezolano en c u m p l i r con sus obligaciones le causan serias di f icul tades al Disconto. Pero, al mismo t iempo, e l Disconto es una institucin pujante, representativa de esa poltica ale-mana del finanzkapital que propugna la participacin directa del capi ta l f inanciero dentro de las empresas. E l proyecto de emprstito obedece entonces a una mutua conveniencia, y el Disconto acepta ser el acreedor pr iv i leg iado del Tesoro Pbl i co venezolano.

    Es el 12 de marzo de 1896, cuando el Presidente Joaqun Crespo presenta ante el Congreso la sol ic i tud para autor izar la contratacin de u n emprstito en A l e m a n i a . La autorizacin es concedida el 5 de a b r i l , puntualizando que d i c h o emprstito se dest inar :

    I ) al pago de las cantidades que se adeudan a las compaas ferrocarrileras por la garanta ofrecida por la nacin, l i q u i -dadas hasta el 31 de diciembre de 1895.

    T) a rescatar la obligacin que tiene la nacin de pagar la ga-ranta en el f u t u r o .

    3) a la adquisicin de alguna, o algunas vas frreas garantizadas si el E jecut ivo lo creyese conveniente.

    \) a cooperar a la conclusin del Ferrocarr i l Centra l de Venezue-la (francs) por lo menos hasta Santa L u c a . 6 9

    E l negociador comisionado por parte de Venezuela es u n j o v e n abogado, Consultor Jur dico de la empresa d e l Ferrocarr i l Alemn, cuya ofer ta de servicios ha sido agradecida con la cartera del M i n i s t e r i o

    67. Georges Diouritch, L'expansin des banques allemandes Vtranger (Pars : Arthur Rousseau, 1909), p. 347.

    68. ibid. 69 Rondn Mrquez, op. cit., p. 147.

    222

    de Obras Pbl icas : Claudio Bruzual Serra. 7 Las bases del acuerdo se hacen en torno a una suma de cincuenta mi l lones de bolvares a la rata del 8 0 % , mediante la emisin de ttulos al 5 % de nteres anual ms 1 % de amortizacin, tambin anual, lo que equivale a cancelar dicha acreencia en t re inta y seis aos y seis meses. 7 1 La emisin se hac la garanta del gobierno de Venezuela, representada en unidades d< Deuda Nacional , suficientes a cubr i r la suma de tres millones de bol -vares anuales, m o n t o de los intereses y amortizacin del capital . 7 *

    Para garantizarse an ms en la operacin, el Disconto Gesellscbaft busca la participacin del capital francs y establece contactos con el Comptoir National d'Escomptc de Par s . 7 3 Pero un incidente, ocurr ido en 1895 con respecto n las negociaciones de la deuda externa vene zolana, ha causado el r o m p i m i e n t o de relaciones diplomticas con Fran-cia, y el Quai d ' r s a y no permite que se realice la transaccin. E l Dis-conto operar solo, pero Jos ttulos del emprst i to son redactados en francs y el Disconto se esforzara de i n t r o d u c i r l o s en ios mercados de valores, tanto de Berl n , como de Pars o Londre

    En jun io , parte Bruzual Serra para Ber l n . E l 7 de n o v i e m b r e , da cuenta de su misin. Adems del 5 4 - 1 % de inters anual, las obliga-ciones del emprst i to debern ser reembolsadas con el i % del aumento de los intereses c a p i t a l i z a d o s " Los cincuenta millones de bolvares so-licitados resultan i n v e r t i d o s en la forma siguiente

    1) Bs. 36 .000 .000 (o sea 26 .000 .000 de marcos alemanes; que-dan en poder del mismo Disconto para \ agar a la Compa na del G r a n Ferrocarr i l de Venezuela la cantidad que se le debe por garanta vencida y el rescate de esa misma ga ranta en el f u t u r o y para pagar al propio Discanto su co misin y dems gastos del emprs t i to .

    2) Bs. -1.450.000 son pagados a la Compaa Francesa de Ferro carriles Venezolanos pe garanta vencida y rescate de la garanta f u t u r a del Ferrocarr i l de Santa Brbara a E l Viga.

    70. Velsquez, op. cit., p. 126. 71. Ibid., p. 125. 72. Ibid. 73. Raymond Poidcvin, Relations conomiques et financiares entre la Vrance

    ct l'Allemagne de 1898 1914 (Pars; Armand Colin, 1969), p. 72. 74. .Poidcvin, ibid, p. 73. 7.5. Disconto Gesellschafr, Extracto de) Informe Anual (1896).

    22)

  • 3) Bs. 1.300.000 a la Compaa Southwestern de Venezuela ( ferrocarr i l de Barquis imeto de Tucacas) por garanta ven-cida y rescate de la garanta f u t u r a .

    4) Bs. 800.000 a la Compaa de F e r r o c a r r i l y Navegacin de Carenero por garanta vencida y rescate de la garanta f u t u r a .

    5) Bs. 185.000 a la misma compaa por servicios prestados al gobierno.

    6) Bs. 1.500.000 a la Compaa del F e r r o c a r r i l de Guanta por la compra del m i s m o .

    7) Bs. 4.000.000 a la Compaa del F e r r o c a r r i l Central p o r pago de toda su acreencia y auxi l io para la continuacin de la lnea hasta Santa Luca.

    8) Bs. 1.000.000 quedan en depsito en el Discanto para ga-rantizar la m i t a d de lo presupuestado para la construccin de u n matadero en Caracas.

    ) ) Bs. 699.000 quedan depositados en el m i s m o Disconto como garanta del costo de dos vapores de guerra , el Crespo y el Zamora, comprados en Londres.

    10) Bs. 5.000 le son entregados al Sr. E . H a h n Echenagucia por trabajos hechos en relacin con el emprst i to .

    ] 1) Finalmente, quedan, adems, Bs. 71.000 en depsito con el

    Disconto en ttulos del emprst i to . 7 6

    E n resumen, de los cincuenta millones contratados, Bs. 37.770.000 quedaban, de hecho, en manos del propio Disconto.

    E l anuncio del convenio y de las condiciones que se han obtenido desata u n a tempestad poltica. Se acusa a Bruzual Serra de haber le-s i o n a d o los intereses nacionales. Escribe Simn Barce l desde las co-lumnas del diar io Resumen: " t a l emprstito no es pago de deudas, sino c o m p r o m i s o con Alemania que maana puede ensangrentar la Rep-

    76 Rondn Mrquez, op. cit.

    224

    blica o exponerla a v e j m e n e s " . 7 7 Se observa que el emprstito se con-trat al 80%, pero que fue vendido en A l e m a n i a al 64%. Se pregunta entonces Pedro Vicente Mi jares en los editoriales de I A Repblica: " C m o explicar la absorcin de nuestra vida fiscal extranjero que nos bajar al rango de nacin semisoberana?" . 7 8

    Fuentes bien in formadas aseguran que Crespo recibi dos mi l lones de bolvares del t o t a l del emprsti to, mientras que Bruzual Serra se contentaba con la suma, ms modesta, de Bs. 114.000." A ios pocos das, con m o t i v o del proyec to de construccin de l matadero de Ca-racas, se logra poner a B r u z u a l en acusacin por malversacin de f o n d o s . Pero Crespo, v ig i lante , hace presin. E l acusador de Bruzual , el ale mar. Federico Bauder, es encerrado en La R o t u n d a , la Alta Corte Fe-deral dicta el sobreseimiento del caso, y , el 24 de noviembre de 18^o. a raz de u n cambio de m i n i s t e r i o , Bruzual recibe la cartera de H a cienda y es, de hecho, el jefe v i r t u a l del G a b i n e t e . M

    " E l Disconto de B e r l n " , agrega Barce l , " s realiz un b r i l l a n -tsimo negocio en el cual se aseguran el ms crecido inters y el G r a n Ferrocarr i l de Venezuela, a cambio de u n 7 % que. no esperaba para cobrar, se embolsa la cant idad de 36 mil lones de bolvares cuyo pago est plenamente g a r a n t i z a d o " . 8 1 Las apreciaciones de Barcel resumen con acierto las conclusiones a las cuales se puede llegar, al considerar los trminos del emprst i to . Si bien la cotizacin in ic ia l se hizo a slo un 64% del valor de los t tulos, la respuesta de los increados europeos hie negativa.

    I l e r b e r t I r i s presenta un cuadro c o m p a r a t i v o de los ttulos d j aquellos pases, cuyo crdito dbil , slo podra ofrecer un inters redu c ido para los inversionistas del viejo continente

    77. Citado en Vclsquez, op. cit., p. 127.

    78. Citado en Velsquez, ibid, p. 12S.

    79. Ver Sullivan, op. cit., pg. 31, nota N" 158. 80. Vclsquez, ibid, pps. 132-135.

    81. Citado en Vclsquez, op. cit , p. 128.

    82. Herbcrt Fcis, Europc, tbc World's Bunker (London: Frank Cass, 1964), pgs. 194-195.

  • Se puede observar entonces que el valor real de los ttulos del

    emprstito venezolano se encontraba muy por debajo de la paj de coti-

    zacin, l o que i lustra la precariedad que representaba a transaccin para el invers ionista .

    C U A D R O )

    D E U D A P U B L I C A *

    Interna Externa ntal

    1893 -94 104.887.970 72.125.4J5 177.013395 1897 - 98 74.177.555 123.804.859 197.982 414

    * Cifras de Ramn Veloz, citadas en Rondn Mrquez, up. at., Savyg-nac en op. cit., pg. 20 indica que las amortizaciones de la deuda externa para el ao 1897 suman un total de Bs. 7.296. 269.

    E l emprst i to de 1896 tiene como efecto i n m e d i a t o una reduc-cin de la deuda interna por los abonos hechos sobre la garanta del 7 % , mientras la deuda externa se incrementa en cincuenta millones de bolvares. A l mismo t iempo la cotizacin de los ttulos en los grandes mercados europeos vuelve a situar a Venezuela en la actualidad de la finanza in ternac ional , mientras el debate interno suscitado por el em-prstito p r o n t o pierde vigencia: 1897 es el ao crucial de las elecciones.

    " V e n e z u e l a , tierra de esperanzas y de o p o r t u n i d a d e s " , parece ser el lema que gua a los inversionistas extranjeros a p r o m o v e r nuevas actividades. E n t r e 1892 y 1899, se presentan once proyectos para la creacin ae nuevos bancos. 8 1 Pero, como lo indica R . A . Rondn Mr-quez: "se vea a las claras el propsi to de explotacin o especulacin, pues n i n g u n o [de estos proyec tos ! ofreca exclusivamente capital ex-tranjero; algunos buscaban la colaboracin del capital pr ivado vene-zolano; otros la del Tesoro N a c i o n a l ; otros aspiraban a absorber los bancos locales; y otros a todo esto conjuntamente" . * 4 De algunos pro-

    83. L a lista de bancos proyectados es la siguiente: Banco Nacional Agrcola y Comercial; Banco Comercial Anglo-Vcnczolano; Banco Hipotecario; Banco Agrcola Colonizador; Banco Nacional de Venezuela; Proyecto de Capitalistas franceses; Banco Bolvar; Banco Comercial e Industrial; Banco de Crdito Territorial; Ver tambin, "New Venczuclan Bank", The South American Journal (10 June 1899), p. 645.

    84. Rondn Mrquez, op. cit., p. 226.

    227

  • yectistas, f e supo despus que no eran sino aventureros. Caractersti-camente, n inguno de los bancos ideados lleg a instalarse. Esa d i f i c u l t a d en separar una inversin genuina de la especulacin o de la estafa ser una de las tantas trabas que afectarn el desarrollo de Venezuela en esc f in del siglo X I X .

    En 1896, la recin fundada National Association of Manujacturers ( N A M ) , (Asociacin Nacional de Manufactureros) norteamericana ob-tiene el p r i v i l e g i o de establecer u n centro permanente para la exhibicin de sus productos en Caracas. 8 5 Esc m i s m o ao, un tal A l f r e d F . Jaurett aparece en el escenario venezolano. Jauret t , se supo luego, era de origen francs, naturalizado en los Estados Unidos y , despus de ha-berse visto i n v o l u c r a d o en una serie de negocios turbios p o r Centro Amrica, llegaba a Venezuela como representante de u n i m p o r t a n t e grupo de prensa de Chicago. A su llegada, Jaurett funda u n semanario, redactado en ingls, el Venezuelan Herald, orientado hacia la promo-cin y la defensa de los intereses norteamericanos. 8 0 De reconocida habi-lidad para recolectar datos, Jaurett p r o n t o habra de convert i rse , a travs de su peridico, en la fuente de informacin ms f idedigna en Venezuela para inversionistas extranjeros . Los aos d e l Venezuelan Heralu en cierta f o r m a simbolizan este espritu norteamericano de can-dida especulacin.

    A l mismo t i e m p o , el emprstito del Disconto pareca a b r i r el paso hacia una acrecentada penetracin alemana dentro del mercado vene-zolano. Las casas comerciales, en p a r t i c u l a r , se esforzaron en renovar sus sucrzos credit ic ios para el f inanc iamiento de las cosechas de caf . 3 7

    Pero las circunstancias pronto demostraran que estas nuevas polticas promocionales se haban iniciado en base a unas expeci. tivas que con-llevaban graves errores de apreciacin. E l entusiasmo de promotores como l l u d o l p h D o l g e , uno de los organizadores del centro de exhibicin del N ' A M en Caracas, no se someta al hecho sencillo de que u n sen-t imicnto favorable hacia Estados U n i d o s q u e efect ivamente exista en el publico venezolano para esa f e c h a no significaba la aprobacin

    Ver Charles E . Carreras, "United States Economie Pcnctration of Venezuela and ts Effects on Diplomacy: 1895-1906" (Tesis de doctorado presentada en la Universidad de North Carolina, Chapcl Hil l , 1971) Captulo V .

    86 Harwich, op cit., p. 170. 87 liarwich, op. cit., pg. 171-172.

    228

    automtica de cualquier p r o y e c t o q u e se emprendiera. 8 8 La i n g e n u i d a d y codicia, t anto de los empresa-ios alemanes como norteamericanos con respecto a Venezuela, slo eran igualadas por su ignorancia de las realidades polticas y sociales del pas.

    Para 1900, los efectos de h poltica de crditos indiscriminados por parte de las casas comerciales alemanas empiezan a hacerse sentir. La extensin de prstamos i m p r o d u c t i v o s haba peligrosamente redu-cido su margen de beneficio. C o m o lo notaba un observador: u l a s casas alemanas slo acumulaban en sus l ibros las firmas de hacendados arrui-nados y almacenaban en sus bodegas toneladas de caf depreciado"." g

    Para 1^00, prcticamente todas las empresas norteamericanas instaladas en Venezuela t ienen que hacerle f rente a situaciones crticas que resul-tan, muchas veces, de rivalidades entre intereses compet idores . A partir de 1893, Ja N e w Y o r k and Bermdez Company se ve envuel ta en una disputa legal sobre su concesin o r i g i n a l que un error en el trazado de la delimitacin haba abierto al cuestionamiento por parte de otro grupo nor teamer icano . 9 0 S imi larmente , la Or inoco Company a quien le haba sido otorgada, en 1895, una concesin de unos t re inta kilmetros cuadrados en la cuenca del O r i n o c o , incluyendo la mina de hierro de Imatacp, v i o entorpecidas sus operaciones desde su i n i c i o . 9 1 Sintom-ticamente, n i n g u n o de los numerosos y , a veces fantasiosos, proyectos de colonizacin y de inmigracin p r o m o v i d o s despus de 1896 por vcnezol nos 9 2 o por norteamericanos (como, por e jemplo , en la isla de Pedernales en la regin del D e l t a , o en los valles del T o c u y o ) logran resultado a l g u n o . 9 3 E l pequeo centro de exhibicin del N A M pronto ve su a c t i v i d a d declinar y tiene que cerrar sus puertas para ei ao 1901. 9 4

    Son siempre lns mismas razones las que se invocan para explicar estos fracasos, t a n t o en el caso de A l e m a n i a , como en el caso de los Estados U n i d o s : una fal ta de planificacin; insuficiencias de capi ta l , condic ione naturales adversas ( l luvias , enfermedades, baciacos, etc . una rece-

    88. Ibid. 89. Vctor Derard, "Allcmagnc ce Venezuela", La Rcvue de Pars (15 janvicr

    1903), p 423, citado en Harwich, ibid, p. 172. 90. Ver Carreras, op. cit., captulos I I y I I I . 91. Carreras, ibid, captulo I V . 92. M. M . Gahwis, Projet de Colonisation au Venezuela (Pars : Garnier, 1897). 93. Harwich, op. cit., pgs. 172-173 y Carreras, ibid, captulo V I . 94. Harwich, ibid, p. 173.

    229

  • sion general en la economa m u n d i a l y, sobre t o d o , las circunstancias

    polticas de Venezuela que paralizan casi constantemente cu dquiera acti-

    v i d a d empresarial.

    Sin embargo, a travs de la consolidacin de los inst i tutos bancarios nacionales, la u l t i m a dcada del siglo X I X presencia la afirmacin gra-d u a l de la burguesa m e r c a n t i l , criolla o as imilada. E l 10 de enero

    de 1894, se crea la Cmara de Comercio de Caracas. Tanto su Junta D i r e c t i v a como su l ista de miembros ofrecen u n cuadro revelador. Su Presidente es H e n r y L o r d B o u l t o n ; el Segundo Vicepresidente es A l -b e r t o B l o h m ; y el Tesorero: H e n r i q u e Eraso. E n t r e los miembros se encuentran los nombres de: Rhl y Ca.; M . A . M a t o s y Ca. ; G u i n a n d Frres , Pal y Ca. ; A u r e l i a n o Otaez e H i j o s ; Quintana y M a d r i z ; J . L . Gorrondona ; Carlos Zuloaga; e t c . . . 9 5 Se trata efectivamente de u n manif iesto del potencial de toda una clase social que va f o r j a n d o una conciencia de su poder econmico y de su inf luencia poltica, cuyo denominador comn est en el creciente papel que desempea el Banco d e Venezuela como acreedor privi legiado del Estado.

    En marzo de 1897, el Banco aumenta su capi ta l a Bs. 15 .000.000 v le concede al G o b i e r n o u n crdito de Bs. 6 .000.000 al 8 % , i n c l u -yendo en ste lo que el G o b i e r n o deba y que era algo ms d- la m i t a d de esa r,uma, E l 16 de a b r i l , se vuelve a agotar e l crdito. E l G o b i e r n o propone entonces u n modus viven di para que el Banco le suministre al G o b i e r n o , desde mayo a septiembre, Bs. 3 .800 .000 mensuales, cuales-quiera que fuesen las entradas de este l t imo. E l Banco se niega a se-mejante transaccin. 9 6 Pero , las circunstancias que, de 1897 a 1899, afectan la vida del pas, determinan un acuerdo que negocia el indis-pensable Manuel A n t o n i o Matos quien es l l a m a d o , una vez ms a ejercer la cartera de Hac ienda . E n 1899, e l Banco de Venezuela se ve obl igado a reducir su capi ta l a Bs. 12.000.000. Para esa fecha, la deuda del Gobierno con el Banco llega a Bs. 8.621.643 9 7 y , segn el decir de D o m i n g o Alber to Rangel , por su ingerencia en la recaudacin de las

    93 Estatutos de la Cmara, en Archives Nationales, Commerce et Industrie, Serie F 12, Venezuela, Relations Commerciales, 6623, doc. del 15 de junio ck 1896.

    96. lecuna y Landacta, op, cit., p. 72. Ver Rondn Mrquez, op. cit., p. 228. 97. Hondn Mrquez, Ibid.

    230

    aduanas, de las estampillas y de las salinas, el Banco de Venezuela se

    ha convert ido en u n "pars i to , injertado sobre e! ingreso n a c i o n a l " . w

    Fuera de Caracas, en las ciudades del i n t e r i o r , son los represen

    tantes piovincianos de esa misma burguesa mercante que integra

    Cmara de Comercio de Caracas, los que d i r i g e n las incipientes manu-

    facturas cigarreras de Maracaibo, los que aseguran los servicios de

    remolque en el L a g o , 9 9 f inancian la construccin del Ferrocarr i l de!

    Tchira ( inaugurado en 1898) o comercializan los productos ref inados

    en el campo de la Pe t ro l ia . A pesar de todas las dif icultades, los polos

    que f o r m a n la vida econmica de Venezuela se empiezan a desarrol lar .

    Joaqun Crespo haba garantizado que las elecciones para el pe-rodo presidencial de 1898 hasta 1902 seran l ibres . De los cinco can didatos que se presentan, slo uno parece destacarse como f a v o r i t o : fos M a n u e l Hernndez, a quien una herida de juventud haba sec-cionado dos dedos de la mano derecha, concedindole para la poste-r idad el apodo de " E l M o c h o "

    La evidente p o p u l a r i d a d del " M o c h o " Hernndez, su imagen de hombre honrado, aunque sin programa de gobierno def in ido, y, sobre todo, su campaa que ut i l iza por primera vez en Venezuela los mtodos electorales perfeccionados en los Estados U n i d o s , pronto convencen a Crespo que su candidato o f i c i a l , el d i s t i n g u i d o pero inocuo Ignacio A n d r a d e , tiene pocas posibil idades de imponerse en los comicios. E l da de la votacin, el I o de septiembre de 1897, el gobierno manda a ocupar las mesas por " h o m b r e s del . ampo que llevaban el machete debajo de la c o b i j a " . A n d r a d e es el vencedor, mientras el " M o c h o " Hernndez ve subleva en contra de la farsa electoral . Crespo sale per-sonalmente a sofocar la rebelin, pero, en el combate de " L a Mata Car-melera" , una bala perdida lo hiere m o r t a l m e n t e . E l General Ramn G u e r r a se encarga entonces de perseguir a los rebeldes. A los pocos meses, Hernndez cae preso y es trasladado a la crcel de La R o t u n d a , en Caracas. Guerra , a su vez, intenta sublevarse, pero la suerte de las

    98. D . A. Rangel, citado en Sullivan, op. cit., p. )5, nota N u 182. 99. Contratos sobre servicio de remolque en el Lago de Maracaibo (Caracas:

    Imprenta Nacional, 1894). Estos contratos le conceden a Benito Roncayolo de la Lasa Koncayolo de Maracaibo y a Augusto Lutowsky los servicios de remolque de boyas y del faro en la zona Maracaibo-El Tablazo.

    231

  • armas le es contrar ia . -Andrade , momentneamente, parece ser el dueo

    de los acontecimientos.

    El 27 de febrero de 1899, presenta ante el Congreso su primero ltimo mensaje. E l cuadro es aterrador: guerra c i v i l , epidemia de

    viruela, crdito externo por el suelo, transacciones anuladas. Los planes le [omento nacional prevn " u n a multiplicacin de la r iqueza nacional

    por medio del crdito y de la ac t iv idad de las industr ias , a favor de un plan colonizador inteligente y de la creacin de i n s t i t u t o s bancarios terr i tor ia les , hipotecarios, comerciales y populares que d e r r o t e n la usura v la especulacin y l iquiden el espectculo de u n pro le tar iado que se arrastra en la agona de una v i d a estril y los caminos de una buro-cracia s iempre llena de peregrinos en constante romera de empleos" . 1 0 0

    A los pocos das, en las columnas del South American Journal de Londres se reproduca el siguiente artculo del Venezuelan Herald: " L a situacin f inanciera de Venezuela t iende a mejorar cada da. Las buenas intenciones, y, podramos agregar, la buena fe del G o b i e r n o en reasu-mir los pagos de sus deudas ha demostrado con toda c lar idad que no es el deseo del General A n d r a d e seguir el mal e jemplo d e l Brasi l o de la A r g e n t i n a , al no cumpl ir con los compromisos anter iormente con-trados. Es to , en cuanto a la situacin internacional . E n l o que se re-fiei-j a la situacin interna, los empleados pblicos son pagados con regularidad, las viejas deudas se cancelan debidamente, se inic ian nue-vas obras pblicas y las carreteras del inter ior se ven nuevamente ordenadas. Las aduanas, capazmente administradas, producen resultados inesperados, una situacin, de hecho, superior a la n o r m a l y que siem-pre debera ser as en ese hermoso pas, si no fuera por el hecho de que su claro cielo azul se encuentra, a veces oscurecido por las tene-brosas nubes de la pol t ica" . 1 0 1 Son, precisamente, esas tenebrosas nubes las que. una vez ms, se empiezan a formar .

    100. Vclsquez, op. cit., pgs. 189-190. 101. The South American Journal, 4 March 1899, p. 232. E l South American

    jcurnal and Brazil and River Pate Mail, publicado en Londres es, tradi-cionalmente, la mejor fuente de informacin econmica sobre Amrica Latina que existe en Europa para ese perodo. Gran parte de su informacin sobre Venezuela le es suministrada por el Venezuelan Herald, de Alfred Jaurett.

    232

    I I I

    Hasta los sordos de nacimiento han >:du hablar de los es-fuerzos hechos por el levantamiento de las industrias, y de los que debieran hacerse por establee otras nuevas, l i a n nido hablar de esto porque es el tema fecundo de la elocuencia |> tica sobre el cual nos han dado sus lata* ms retricas los eco-nomistas en ejercicio de la inactividad of ic ial ; y t i tema for-zado de los periodistas cuando no pueden cnsartai lugares co-munes de tendencia poltica. Ya es rep.la que euanclo un periodista recomienda la creacin de nuevas industrias es porque no est muy de buenas con el gobierno.

    Delfn Aurelio Aguilera, Venezuela 1900

    One cannot l ive and do business in Venezuela at thc presen! time; this is certain.

    George W . Critch'ield, American Suprcmacy (1908)

    (Es un hecho cierto de que no se puede vivir y hacer negocios en Vcnczuel i en el momento actual.)

    George \V. Critchfield, American Suprcmacy (1908)

    E l 23 de mayo de 1899, se inicia desde la f r o n t e r a colombiana la invasin, encabezada por C i p r i a n o Castro y Juan V i c e n t e Gmez, que toma el n o m b r e de " R e v o l u c i n Restauradora" . E l pretexto para la invasin es el voto del Congreso del 22 de abr i l sobre la autonoma de los Estados que constituye, tcnicamente, una violacin de la Consti tucin vigente que el m o v i m i e n t o insurreccionado .se encargar entonces de " r e s t a u r a r " . Pero, ms all de un simple problema consti tucional , la revolucin de Cipr iano Castro marca el comienzo de la liquidacin de una etapa en la v ida econmica de Venezuela. L a llegada de los andinos al poder representa la integracin a la v i d a del pas de una nueva tuerza poltica. Si b i e n la conocida proclamacin de Cipriano Castro acerca de los "nuevos hombres , los nuevos ideales y los nuevos p r o c e d i m i e n t o s " no se ve aplicada en la realidad de los hechos, no es menos c ie r to que la vieja camar i l la l iberal , tanto guzmancista como crespista, ve su influencia d i s m i n u i r gradualmente ante las ambiciones personalistas del nuevo jefe. C o n la institucionalizacin de la maqui-naria polt ica del Liberal ismo A m a r i l l o , Guzmn Blanco y , luego, Cres-po, haban logrado establecer y preservar un e q u i l i b r i o poltico que salvaguardara los intereses de los diferentes caudillos regionales. De este

    21)

  • equi l ibr io poltico dependa en gran parte e l equi l ibr io econmico del

    pas. Una era de paz y de relativa prosper idad permita or ien tar los

    gastos del erario hacia el establecimiento de nuevas infraestructuras y

    hacia el servicio regular de la Deuda Pbl ica , mientras aseguraba que,

    tanto las fuentes de produccin, as como las dems actividades co-

    merciales, pudieran operar con n o r m a l i d a d .

    C U A D R O 4

    P R E C I O A L A E X P O R T A C I O N *

    (En Bs. por kilo)

    C A C A O G A N A D O V A C U N O

    1900- 1901 1.50 0,31 1(>01 - 1902 1.60 0.31 1()02- 190) 1.14 0.19 1903 1904 1.13 0.19 1904 1905 1.08 0.19 105- 1906 1.06 0.20 1906 1907 1.04 0.17 1907 1908 1.32 0.22 1908 - 1909 1.11 0.27

    llamn Fernndez y Fernndez Reforma Agraria en Venezuela, pp. 230-6, citado en Sullivan, op. cit., p. 653, nota N f 11.

    C U A D R O 5

    F I N A N Z A S P U B L I C A S Y C O M E R C I O E X T E R I O R * *

    1890-99 y 1899-1903 (en Bs.)

    I N G R E S O S

    G A S T O S

    I M P O R T A C I O N E S

    E X P O R T A C I O N E S

    Julio 1890-julio 1899

    408.227.955

    417.670.961

    570.621.790

    893.264.335

    Julio 1899-julio 1908

    383.099.770

    368.798.396

    46Q.798.465

    666.316.122

    Vcioz, "Comercio exterior de Venezuela", op. cit. citado en Sullivan, ibid, nota N u 12.

    234

    La Revoluc in Restauradora acaba con ambos e q u i l i b r i o s . En una

    curiosa aberracin taxonmica, M a n u e l Landaeta Rosales recuenta une

    entre 1899 y 1903, han o c u r r i d o no menos de )7 encuentros militares

    (210 para la sola Revolucin L i b e r t a d o r a ) , dejando or lo

    menos, ve inte m i l m u e r t o s . 1 0 2 Son cuatro anos di guerra c i v i l perma

    nente. D e 1900 hasta 1910, un 2 2 % del total de los gastos en presu-

    puesto le es asignado al M i n i s t e r i o de G u e r r a y M a r i n a . 1 0 3 U n a esta-

    dstica reveladora: de las 2 .004 .257 cabezas de ganado censadas para

    1899, slo 1.461.557 sobreviven en 1910. 1 0 4 Plena vigencia cobra el

    clebre g r i t o de las montoneras venezolanas: " V i v a la Revolucin;

    muera el g a n a d o ! " .

    A l m i s m o t i empo, la cada en los precios del caf se acenta a par t i r del ao 1898. La sobreproduccin brasilera afecta las cotiza-ciones en los mercados mundiales en forma def in i t iva y, v t tualment : , el imina la competencia de las haciendas venezolanas endeudadas e ine-ficientes. Se in tenta entonces una diversificacin hacia los otros sec-tores tradicionales de la agr icul tura venezolana: el cacao u la cra de ganado vacuno. E l caf, que haba l legado al 8 3 , 0 1 % del t o t a l de las exportaciones venezolanas en el ao 1897-98, slo representa un 4 8 , 4 3 % para 1908-1909. 1 0 5 Pero la tendencia general de los precios en la agr icul tura es hacia la baja.

    T a n t o el cacao como el ganado son afectados, y los aumentos en produccin que se observan entre 1900 y 1908 no resultan en un aumento en los ingresos.

    A l establecer una comparacin con la dcada anter ior , los aos ce

    la Restauracin Liberal presencian efect ivamente, una baja tanto en d

    ingreso fiscal de la nacin como en el valor agregado del comercio ex-

    terior, sobre i o d o en el perodo 1 8 9 9 - 1 9 0 3 . En otras palabras, observa

    W i l l i a m S u l l i v a n , el rgimen de C i p r i a n o Castro "gener una actividad

    comercial menor en Bs. 336.771.537 de la cantidad que generaron los

    gobiernos de la dcada a n t e r i o r " . 1 0 6

    102. Citado en Sullivan, op cit., p. 649, nota N " 2 103. Ver Sullivan, ibid, nota N " 4. 104. Ramn Veloz, ''Comercio Exterior de Venezuela", citado en Sullivan, ibid,

    pgina 649, nota N 3. 105. Veloz, "Comercio exterior de Venezuela", vp. cit., '.nado en ibid, p. (">5l,

    nota N- 7. 106. Sullivan, op cit., p. 654

    235

  • Todas estas razones s i rven para explicar la a c t i t u d de la Restaura-cin y de su presidente con respecto al problema de la deuda pblica. A la semana de su llegada a Caracas, en octubre de 1899, Cipriano Castro tiene que enfrentarse a la rebelin del Genera l J o s Manuel Hernndez. Se hace necesario, una vez ms, el tener que acudir al cr-d i t o b m c a r i o . M a n u e l A n t o n i o Matos , quien cree poder controlar las veleidades del nuevo jefe, ofrece negociar, a travs d e l Banco Caracas, un prstamo por un milln de bolvares que slo logra a l iv iar la situa-cin hasta fines de ao. 1 0 7 T a n t o el Banco Caracas como el Banco de Venezuela se niegan a suminis trar sumas adicionales. Las represalias, esta vez, son espectaculares. Castro manda encerrar a los banqueros, Matos a la cabeza, en La R o t u n d a de Caracas. Amenaza con deportarlos al Cast i l lo de San Carlos. Los h u m i l l a pblicamente. N o le queda a la banca o t r o camino que el de la sumisin. Los crditos del Banco Ca-racas y del Banco de Venezuela que, segn las part idas de egresos del ao 1900, suman Bs. 2 .278 .149 , son acordados. 1 0 8 M a n u e l A n t o n i o Matos , por su parte, se ret i ra a elaborar los planes de lo que vendr a ser la Revolucin L iber tadora .

    < ( n general c o m o lo apunta M a n u e l Rodrguez C a m p o s con va-riaciones escasas en el m o n t o de los capitales p o r los que el Estado icna obligaciones pendientes, nos encontramos en 1902 (al^31 de d i -ciembre) con u n peso agobiante de esos compromisos , los cuales, junto con los intereses devengados, comprometan ms de diez aos de los ingresos fiscales venezolanos al n ive l de esc a o " . 1 0 9 E n t r e 1900 y 1902, la variacin de los saldos de la deuda pblica venezolana fue extre-madamente escasa.

    107 Ver los detalles en Harwich, op. cit., pp. 131-135.

    108. Manuel Rodrigues Campos, Situacin fiscal venezolana, 1900-1902 (Tra-!->ajo presentado para optar a la aprobacin del curso de ampliacin de Post-i lado en Historia de la Universidad Central de Venezuela, 1975), p. 64.

    109. Rodrguez Campos, op. cit., p. 60.

    236

    C U A D R O 6

    D E U D A P U B L I C A V E N E Z O L A N A -

    1900 1901 Variacin

    ( Disminucin) 1 9o > Variacin

    (Oisminuci

    Deuda interna 90.816 88.181 (2.635) 90.022 1.941 Deuda externa 120.555 120.041 (514) 119.332 (710) Sub-toul 211.371 208.222 (3.149) 209.354 1.131 Intereses 34.953 34 953 44.578 9.625 Total 211.371 243.175 31.804 2^.9)2 10.75o

    . Cifras en miles de bolvares :l 31 de diciembre de cada ao.

    * Rodrguez Campos, op. cit., p. 77.

    Sin embargo, cabe sealar que la evolucin de los saldos mismos

    slo ofrece una visin parcia l del problema. E n efecto, se deben tomar

    en cuenta los esfuerzos del E jecut ivo nacional para sanear el crdito

    pbl ico , que se evidencian en el pago de acreencias efectuado en los

    aos 1900 y 1901 , por u n to ta l respectivamente de bs. 6.840.000 y

    Bs. 2 .637 .130 . 1 1 0 En 1902, la situacin fiscal de Venezuela no permite

    pago a lguno. Los acontecimientos de la Revolucin Libertadora y del

    b loqueo p o r parte de las potencias europeas, a fines de ese ao, ter-

    m i n a n p o r paralizar la v i d a econmica del pas. Es i m p o r t a n t e conside-

    rar tambin, como lo seala Rodrguez Campos, que el monto de 1 i

    intereses acumulados (Bs. 44 mil lones para 1902) , o sea, un incremento

    del 2 1 , 2 9 % sobre el capital 1 1 1 ;x ida< 1 d e p;>}',^ d r i

    Tesoro Nacional . F ina lmente , es necesario aadir a estos totales la

    "escandalosa y abultada suma representada por las reclamaciones de

    guerra, con montos de diferencias exageradas entre lo que exigan los

    supuestos agraviados y lo que reconoca V e n e z u e l a " . 1 1 2 E n efecto, las

    Comisiones Mixtas formadas a raz de la f i r m a , en febrero de 1903, de

    los Protocolos de W a s h i n g t o n slo reconocieron un to ta l de 3 2 . 9 8 9 . 6 8 7

    bolvares sobre el m o n t o o r i g i n a l de Bs. 1 8 7 . 7 8 3 . 6 3 5 reclamados. Esta

    110. Rodrguez Campos, op. cit., p. 74. 111. Ibid., p. 75. 112. Ibid, p. 61.

    23/

  • diferencia b ien puede hacer" ref lexionar acerca de la just icia de los reclamos inciales . 1 1 3

    Desde sus in ic ios , el gobierno de C i p r i a n o Castro tiene que en-frentar serios problemas de Tesorera que se acentan hasta l legar a l a crisis que se desata en 1902 y afecta a Venezuela tanto in ternamente como en sus relaciones internacionales. E l dficit fiscal de l ao 1901 alcanza Bs. 6 .607 .956 , suma compensada en parte por el supervit de l ao anterior (Bs. 4 .000 .000) . E l dficit de l ejercicio 1902 a su vez

  • un saldo comercial favorable de Bs. 20.000.000, se encontraba e l iminado cada a o . 1 2 4 Seala Cast i l lo que, entre 1892 y 1912 , el gobierno nacional realiza todas sus transacciones en plata, mientras los que pueden, acumu-lan o r o . La depreciacin efectiva de la plata con respecto al oro trae como consecuencia una depreciacin de la p r o p i e d a d urbana y mantiene ii Venezuela dentro de una recesin ar t i f i c ia l q u e evidencian una alta tasa de desempleo y la frecuente ejecucin de hipotecas inmobil iar ias ." 1 2 5

    E n diciembre de 1 9 0 1 , el levantamiento del General Luc iano Mendoza cerca de La V i c t o r i a , inicia una nueva revolucin que l le-vara el nombre de " L i b e r t a d o r a " . La Revolucin Libertadora es u n caso nico dentro de los anales de las guerras civiles venezolanas en cuanto a los intereses de caudil los regionales venezolanos se combinan los de las empresas extranjeras que operan en el pas. Manuel A n t o n i o Matos , el jeie nominal de la revolucin, forma el vnculo entre ambos grupos.

    Los caudillos venezolanos fueron entonces los instrumentos de una poltica internacional que sobrepasaba sus propios antagonismos parro-quiales, mientras el seor M a t o s , banquero en e l campo de batalla, se deje l levar por tcticas de combate que desconoca completamente. L a L iber tadora , que haba de ser la ltima guerra c i v i l venezolana, fue en efecto, la ltima resistencia de los caudillosfecales contra la sobe-rana del Estado moderno representado por C i p r i a n o Castro. Mientras tanto, del o tro lado de los mares, las potencias extranjeras vean, con

    interesados, el desarrol lo de los acontecimientos. Los combates de a " L i b e r t a d o r a " duraran hasta ju l io de 1903. P e r o fue la gran batalla de La V i c t o r i a , en octubre de 1902, el ms i m p o r t a n t e encuentro m i -l i tar en toda la historia de Venezuela, que decidi del resultado f i n a l de ln lucha. La derrota que sufr ieron las fuerzas revolucionarias se vendra a consumar en C i u d a d Bolvar, nueve meses ms tarde.

    Es, en cierta forma, la etapa pre-petrolera de la inversin extran-jera en Venezuela la que se c ierra. La propia f i g u r a de M a n u e l A n t o n i o Matos haba simbolizado el cont inuismo de aquella poltica de apertura indiscr iminada , inaugurada con Guzmn Blanco y que slo se reiniciar con la llegada de Juan Vicente Gmez al poder y c o n el descubrimiento de los grandes yacimientos petrolferos. E l desencanto es m u t u o . L a

    124 Castillo, op. cit., pp. 61-62. 125. Ibid., pp. 104-105 y Sullivan, ibid., p. 656.

    240

    participacin comprobada de empresas extranjeras como la N e w York and Bermdez, la Compaa Francesa de Cables, la Orinoco Shipping and T r a d i n g Company o la Compaa del Ferrocarr i l Alemn en los acontecimientos de la L i b e r t a d o r a 1 2 6 al lado de Matos y de los cau-di l los regionales que combaten a su lado y, al mismo t iempo, la v i l lacin directa entre los reclamos de esas empresas y las veleidades in-tervencionistas de las potencias europeas y de los Estados Unidos, reve-lan el pel igro que puede haber para Venezuela en fomentar la penetra-cin en su t e r r i t o r i o de l capital forneo. A l m i s m o t iempo, las difi-cultades, tanto naturales como circunstanciales, que han tenido que enfrentar , le comprueban a los inversionistas extranjeros que Venezuela sencillamente no es E l D o r a d o que esperaban, sino un pas pobre , plagado por la malaria y las guerras civiles., A n t e el bajo rendimiento de l capi ta l i n v e r t i d o , muchos se ret i ran, mientras los dems siguen de-bat iendo ante los t r ibunales los reclamos que los oponen al Estado venezolano. 1 2 7

    La consolidacin del rgimen de C i p r i a n o Castro presencia en tonces la acentuacin de u n enfoque abiertamente nacionalista en la elaboracin de una polt ica econmica. Una manifestacin de este nuevo enfoque lo constituye el n u e v o Cdigo de M i n a s de 1904 en donde se es t ipula :

    ( A R T C U L O 4) . . .que en el f u t u r o las minas de asfalto se autorizarn mediante contratos especiales celebrados por el E jecutivo y en los cuales se estipularn los impuestos que tendrn que pagar los con-tratistas, as como las ut i l idades que el Tesoro Nacional deber rec ib ir de la explotacin de esas minas, establecindose a par t i r de esa fecha que los contrat istas debern pagar al Gobierno de la Repblica un mnimo del 25% del p r o d u c t o neto de la explotacin de dichas minas.

    y ( A R T C U L O 19) . . . q u e el concesionario, o la compaa sern consi-derados como Venezolanos, sujetos a la jurisdiccin de los T r i b u -

    126. Se comprueba que la New York and Bermdez le ha entregado un total de $ 145.000 a Matos para la compra del buque Ban Rtgb, que la Compaa Francesa de Cables operaba como agencia de informacin y de enlace para las tropas revolucionarias y que tanto la Orinoco Shipping como la Compaa del Ferrocarril Alemn prestan sus servicios para el transporte y el abas-tecimiento de la Revolucin. Ver Harwich, op. cit., pgs. 182-247.

    127. L a mayora de estos litigios seguirn vigentes hasta la cada de Cipriano Castro en diciembre de 1908.

    241

  • nales de la Repblica. . . y que nunca podrn alegar el derecho extranjero en su defensa. . . as como no se permitir la ingerencia de agentes diplomticos extranjeros en cualquier disputa que ocurriera. . .

    Es clara la intencin: se trata de evitar un nuevo caso como el de la New Y o r k and Bermdez.

    Uno de los efectos negativos de este nacionalismo econmico es el que lleva el gobierno de la Restauracin a sistematizar la poltica de monopolios, establecida desde los tiempos de Guzmn Blanco. Los monopolios permiten enriquecer rpidamente a los amigos del rgimen y crear nuevos grupos,de intereses comprometidos. * ' P f ^ 1908, la com-

    ^petcncia^ehVI^produtdn; elaboracin^ de la sal, del H a b c d ^ d e ' - l o s cigarrillos, del alcohol, de los fsforos, del" vidrio y r t t e t f *BieneV%b"^ r eliminada, ri "problema al cual

    Se pd agrega? lo*1 monopolios ferrocarrileros y de" transporte'fluvial cuyo resultado esi'uri'encarecimiento prohibitivo de las mercancas.1 2 8

    E l caso del monopolio de los cigarrillos es ilustrativo. E n 1906, se celebra u n contrato de exclusividad con una compaa annima formada por los fabricantes de cigarrillos del pas que se comprometen a pagarle al Gobierno Nacional Bs. 800.000 anuales por dicha exclusiva. L a com-paa explotadora se denomina " F b r i c a Nacional de 'Cigarrillos" y queda domiciliada en Caracas, con un capital de B s . 20.000.000,00 formado por 200.000 acciones de a Bs. 100,00. Se centraliza entonces en Caracas la elaboracin de todos los cigarrillos del pas. Comenta Juan Besson: " S e cerraron en consecuencia las fbricas que haba en Mi^racaibo y quedaron privados de trabajo miles de obreros. Como en la elaboracin tenan empleo muchas mujeres de la clase pobre, sobre-vino una aflictiva situacin en la parte menesterosa. . . E s de suponer el desequilibrio que e s e . . . monopolio concebido en mala hora, trajo para la economa del Zulia. Pero fue imposible toda reaccin y fraca-saron las gestiones ante el Gobierno Nacional, pues Castro era dueo de la cuarta parte de las acciones de la compaa monopolizadora y se haba fijado a la empresa un capital imaginario de Bs. 20.000.000. Se enriquecieron unos pocos, y miles pasaron la amargura del hambre" . 1 2 9

    128. Ver Sullivan, op. cit., p. 650. 129. Juan Bautista Besson, Historia del Estado Zulia (Maracaibo: Editorial

    Hermanos Belloso, 1943), tomo 4, p*gs. 231-232.

    A l mismo t iempo que mant ienen estancada la . i d a e c o n m i c a de l pas, los monopol ios aceleran como en ei caso de l< i g a r r i l l o s , la cadencia de los polos econmicos que mantienen la v i t a l i d a d regional de Venezuela. Curiosamente, al l legar los andinos al p o d e r , i regin Andes-Zul ia la que ms viene a s u f r i r de este nuevo estado de cosas. La baja en el precio del caf , la disminucin en la poblacin que h a n causado las diferentes reclutas (durante la " L i b e r t a d o r a " , la regin andina es la reserva de tropas para el G o b i e r n o ) , las plagas de lan-gostas y epidemias de v i rue la y t i f u s que arrasan la zona en todo el curso de Ja p r i m e r a dcada del s iglo X X , le proporc ionan u n golpe mor-tal a la que antao fuera una de las regiones econmicamente ms pujantes de l pas. Con la consolidacin del Estado central izado^ el poder econmico , al igual que el p o d e r poltico, se v iene a concentrar en Caracas.

    E l m o d e l o econmico del L i b e r a l i s m o A m a r i l l o se ident i f i ca con aquel perodo que, de 1868 hast? 1908, presencia los efectos de una poltica que busca en la inversin extranjera y e n e l m o n o c u l t i v o del caf una salida para el desarrol lo tanto comercial exime> ncustral de Venezuela. Pero las condiciones, con el t ipo de garantas ofrecidas, en que se desenvuelve esa inversin consti tuyen un gravamen para la economa del pas, mientras que la dependencia de los mercados inter-nacionales condena la produccin cafetera, en u n per odo de precios decrecientes, a la decadencia, o en el mejor de los casos, al estanca m i e n t o . La llegada al poder de C i p r i a n o Castro slo acelera una ctisis que se haca inevitable y cuyo desenlace, a p a r t i r del ao 1903, aisla momentneamente a Venezuela de los circuitos del capi ta l internacio nal. Plagado p o r u n sistema m o n e t a r i o inadecuado y por unos monopo-lios de produccin y de distribucin totalmente antieconmicos, el pas espera nuevas oportunidades mientras se af irma la paz que impone, gradualmente, el nuevo Estado nacional . Estas nuevas oportunidades surgen con la Pr imera Guerra M u n d i a l , cuya consecuencia es una nueva alza en el precio de las materias primas agrcolas. Pero ya para en-tonces Venezuela se encuentra en el umbral de la era del petrleo.

    2* i

  • B I B L I O G R A F I A

    A R C H I V O S (Manuscritos)

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    4

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    24.5

  • del Caribe y en la Amrica del Sur . 3 2 Para el capital alemn, Venezuela, donde una tradicin cuyos antecedentes remontan hasta los Welseres ha p e r m i t i d o Has casas comerciales oriundas de las ciudades hanseticas o de los valles del R h i n , establecerse y prosperar, constituye un terri-corio predilecto. Para los emprendedores inversionistas norteamericanos, la prox imidad geogrfica que sanciona, adems, el "derecho natural" emanado de la Doctrina de Monroe, y experimentado con xito en momentos del enfrentamiento con G r a n Bretaa en 1895, hace de Ve-nezuela una tierra de futuras oportunidades, que parecen haber confir-mado la presencia de productos y manufacturas venezolanas en la Exposicin Mundial de Chicago de 1892. 3 3

    A l considerar los veinte aos que, desde 1888 hasta 1908, cons-tituyen como lo hemos sealado, la herencia econmica del guzman-cismo, podemos distinguir dos perodos principales, divididos cada uno en dos subperodos. E l primer perodo abarca la dcada que se extiende de 1888 hasta 1898; el segundo, la dcada que, de 1899 hasta 1908, ve instalarse la dominacin andina en Venezuela. Los subperodos, a su vez, se descomponen en la forma siguiente: 1888-1892; 1893-1898; 1899-1902; 1903-1908. E l primero es un perodo de optimismo acerca del potencial productivo del pas, y de auge en los proyectos de inver-sin: el segundo, a travs de una sucesin de crisis polticas y econ-micas, estrechamente ligadas, conduce a la liquidacin final de una etapa en la vida econmica de Venezuela. 1899 es el ao clave. L a s dificul-tades del ao 1892, motivadas por la Revolucin Legalista de Joaqun Crespo, si bien son importantes, ya que coinciden con una crisis econ-mica mundial, son de corta duracin, y sus efectos no llegan a alterar el cuadro de la dcada. A l mismo tiempo, la crisis del ao 1902, mo-tivo y consecuencia a la vez, de los acontecimientos nacionales de la Revolucin Libertadora y del bloqueo por parte de las potencias extram jeras, no hace sino precipitar el desenlace de un ciuo iniciado con la llegda al poder de Cipriano Castro, en los ltimos meses del siglo X I X .

    32. Para una presentacin ms detallada del problema, ver Nikita L . Harwich, "Cipriano Castro and the Libertadora Revolution: a Hypothesis in Histo-ricai Development", (Snior Honors Tbesis presentada en la Universidad de Duke, 1972), pgs. 24-29 y 168-173.

    33 Rippy, op. cit., p. 74.

    214

    I

    l

    La paix ct l'ordrc continuent de refina dans cette Kcpubli-que qui poursuit irnpassiblc sa marche progressive. malgr les menees plus ou moins sourdes des enncrnis du gouvernement nctuel et les critiques pessimistes de ses dtracteurs qui, s'inspi-rant de la crisc conomique, heureusemen! phc*mere, que vient de traverser le pays, ui prdisent les plus noires eatascrophes,

    La Revue Parisienne (1897)

    (La paz y ct orden siguen imperando en esa Repblica [Vene-zuela] qnc prosigue, impertrrita, su marcha hacia el progreso, a pesar de las intentonas ms o menos veladas de los enemigos del actual gobierno y de las crticas pesimistas de sus detractores quienes, inspirados por la crisis econmica, felizmente efmerr., que acaba de atravesar el pas, le predicen las catstrofes mis negras.)

    La Revue Parisienne (1897)

    Esta apreciacin, ci tada por Jacques Savygnac, Secretario de Re-daccin de la revista quincenal L'Economiste Belge en un estudio p u b l i cado en 1898, 3 4 es representativa del entusiasmo de aquellos empre sarios extranjeros que, en los ltimos aos del siglo X I X , consideran fl Venezuela como t e r r i t o r i o pr ivi legiado para la inversin. La impresin causada, par t i cu larmente en Europa, por los altos rendimientos de las minas de oro del Cal lao, le otorga una nueva realidad al v ie jo m i t o de E l Dorado. " E l t e r r i t o r i o venezolano. . . se ofr? :e al m u n d o como dueo d e una riqueza fabulosa" a f i rma un boletn estadstico, ed i tado en Paus en 1889. 3 5 " H o m b r e s de empresa que dispongan de cap i ta l , conocimientos y perseverancia, vern su esfuerzo en Venezuela c o m p e n sado con t altas creces" vat ic ina desde W a s h i n g t o n , diez aos ms tarde , el Boletn de las Repbl icas Americanas . 3 6

    De hecho, la situacin econmica de Venezuela entre 1889 y

    1899 se mantiene g loba lmcnte favorable . Las estadsticas del per odo

    34. J . Savygnac, Le Venezuela politique, financier, conomique (Bruxelles L'Economiste Belge, 1898).

    35. Notice politique, statistique, con tercale, etc..., sur les Etats-Unis du Venezuela (Pars: Paul Dupont, 1889), p. 58.

    36. "Resources and Industries of Venezuela", American Rcpublies Bureau, Montbly Bulletin (vol. 7, pt. 1, 1899), pg. 676-677.

    22 J