El Mito y La Cultura

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I. EL MITO NO ES UN MITOII. LA UNIDAD DEL MITO EN LA BIOLOGÍA HUMANAIII. MITOLOGÍA INDÍGENA• EL ENTERRAMIENTO DE SUS MUERTOS• RELIGIÓN ABORIGEN• CULTO A LOS ANCESTROS• IDIOMA Y LENGUAJE• LENGUAJE EN EL ANTIGUO PERÚ, IDIOMA AYMARAIV. MITOLOGÍA COMPARADA• REGLAS MORALES DE CONVIVENCIA SOCIAL• ESPERANZA ANTE LA MUERTE• MITOS COSMOGÓNICOSBIBLIOGRAFÍA

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EL MITO EN SU ENFOQUE CULTURAL

Todasociedadposee una cultura que le es propia y la define. sta se compone de las creencias, las costumbres, los valores, la moral, el arte, la tecnologa, los saberes, etc., de una sociedad. De una manera bastante precisa, podemos decir quenuestra cultura dice quines somos a nivel social o colectivo. La cultura utiliza diversos canales para producir y difundir mitos.Como integrantes de una sociedad estructuramos nuestro entorno social en una serie de categoras culturales que nos permiten dar forma y sentido a nuestro mundo, ordenando, jerarquizando y sancionando las creencias, los valores y los comportamientos. Esas categoras culturales necesitan ser fijadas porque deben ser estables y conocidas por todos los miembros de la sociedad.Me parece que situar el pensamiento mtico como una forma simblica singular y oponer el Mito a la Razn como incompatibles simplifica demasiado el enfoque. No hay ninguna definicin del mito. No hay ninguna forma platnica del mito que se ajuste a todos los casos reales, escribi G. S. Kirk, helenista experto en el tema. Evitemos enredarnos en la retrica y la metafsica. Es ms claro enfocar lo mtico como una vasta regin de lo imaginario y tratar de los mitos como resonantes relatos que configuran lo que llamamos la mitologa. Partamos de un trazo claro: los mitos no son dominio de ningn individuo, sino una herencia colectiva, narrativa y tradicional, que se transmite desde lejos (a veces unida a la religin, en los ritos o en la literatura). Toda cultura alberga una tradicin mtica. Segn Georges Dumzil: Un pas sin leyendas se morira de fro. Un pueblo sin mitos est muerto. Desde siempre, los mitos viven en el pas de la memoria (Marcel Detienne). Es decir, pertenecen a la memoria comunitaria y, como seal el antroplogo Malinowski, ofrecen a la sociedad que los alberga, venera y difunde una carta de fundacin utilitaria. Son, en sus orgenes, las fundamentales historias de la tribu; ofrecen a sus creyentes una interpretacin del sentido del mundo.

Si bien entr bastante tarde en nuestra lengua ltimo tercio del XIX, la palabra mito tuvo un xito enorme: hoy, el mito se dice de muchas maneras. En el sentido de lo fabuloso, el trmino mito apunta a lo irreal, y se confunde con lo falso, y con esa fuerte connotacin negativa se usa para descalificar exageraciones, bulos, y creencias ajenas. En ese sentido, los mitos son vanas ilusiones de los otros. A las creencias se contraponen ideas, como dijo Ortega, y antes los sofistas griegos. Pero los mitos perviven, se prestan a relecturas y a manipulaciones, a veces perversas.I. EL MITO NO ES UN MITOEn todaslas culturas tradicionales se han generado historias de la creacin de los seres humanos, los animales y el mundo, de objetos mgicos, de animales fantsticos, etc.Se trata de los mitos, relatos que intentan explicar en forma metafrica y fundamentar el mbito de los valores, prcticas, creencias o instituciones de la comunidad, as como darle sentido a los fenmenos naturales.Mito como smbolo; no es un signo que apunta a otra cosa sino una unidad de contenido y forma. Esta concepcin; slo que en lugar de expresar la belleza, se dirige a lo trascendente y absoluto, inscribindose dentro del mbito de la dimensin religiosa del hombre. Mito como lo no histrico y que, sin embargo, tiene un mensaje religioso real. En esta concepcin se renuncia a lo histrico como valor religioso, siendo el mito la expresin del sentimiento religioso de un individuo, o de una sociedad, o de las instituciones de una sociedad. El valor del mito viene medido por las ideas religiosas a las que da forma; el mito se entiende as como opuesto a lo histrico pero no a lo real. Mito como lo opuesto tanto a lo histrico como a lo real. Es lo que se entiende ms comnmente por mito, equiparndolo a la ficcin histrica y a la fbula. Segn esta concepcin el mito carece de valor desde el punto de vista religioso e incluso filosfico; slo podra tener, en su caso, un mero valor literario.El caso es que los mitos estn ah, desde muy antiguo y en todas partes. Aunque, desde luego, hay pocas y culturas que los cuidan ms y los tienen de mejor calidad. Y, por otra parte, parece que conviene distinguir entre los grandes y fundamentales (como los de la creacin, del mundo divino, de las almas y sus viajes de ultratumba) y mitos menores, por ejemplo, los de tipo poltico o nacionalista ms o menos manipulados. En fin, los mitos se insertan en la cultura y suelen recurrir a smbolos propios y expresarse de modo vivaz en imgenes impactantes. El cdigo simblico que usan con frecuencia los relatos mticos viene requerido por su propia temtica, fabulosa y trascendente.Nuestra mitologa clsica viene de la antigua Grecia, aunque solo persiste como brumosa herencia cultural, desde hace siglos desvinculada de su fundamento religioso. (Cmo el cristianismo la sustituy y desterr a sus dioses es una historia bien conocida y que podemos dejar de lado ahora). Pero cualquier religin tiene su propia mitologa, es decir, su oferta narrativa, que puede adquirir pretensiones dogmticas, reforzada por los rituales y la espiritualidad personal. La cristiana se recoge en la Biblia. Con todo, la mitologa griega (y su versin romana) se nos ha transmitido en la literatura europea con una belleza potica que le ha permitido una pervivencia fantasmal a travs de los siglos.Pero no solo los griegos; toda cultura tiene sus mitos, como ya sabemos. Y su, ms o menos fantstica, brillante tradicin mitolgica. Que se caracteriza, por doquier, por ese carcter memorable, en gran medida educativo. Pues un mito no se inventa, sino que se cuenta como un saber acreditado. Ya estaba antes; como una creencia, como un enigma, como leccin de sabidura, una reliquia de las historias de la tribu. Podemos preguntarnos qu lo hace duradero y ubicuo, cmo persiste as, arcaico, y, tal vez, reactualizado? Sin duda es su temtica. Los mitos hablan de los grandes temas de la existencia. Y dan respuesta. De por qu existimos, de quin hizo el mundo, cul es nuestro destino, qu hay tras la muerte, qu significa vivir en un tiempo breve, y en una condicin de dudosa justicia.El anlisis de los mitos y el inters por los smbolos surgi durante el romanticismoy lleg a su auge en los estudios comparativos de James Frazer (1854-1941). La hiptesis rectora de Frazer es la de una evolucin del pensamiento humano desde un estado primitivo en la magia, pasando por otro de mayor racionalidad en la religin para desembocar en la ciencia.Es as que la aplicacin del mito de Edipo fue para Freud una piedra angular en su teora sobre el desarrollo temprano de la psique y del sistema teraputico que dio origen al psicoanlisis. En esta escuela se ha destacado el parentesco entre mitos, cuentos de hadas y sueos: se afirma que los tres son lenguajes simblicos. De esta manera para Carl Jung, el discpulo disidente de Freud, el mito es una especie de sueo de una colectividad que surge de las zonas ms profundas de la mente: aquellas que concibi como un inconsciente transpersonal. Este sueo colectivo est poblado de personajes que representan aspectos organizados y diferenciados de la regin oscura de la mente: los arquetipos, como la dama virginal, el hroe audaz, el viejo sabio. Para los psicoanalistas la funcin psicolgica de los smbolos es la de profundizar en el inconsciente al vivenciarlos, ya que estn plenos de sentido.Por su parte, el etnlogo estructuralista Claude Lvi-Strauss considera que los mitos ensean mucho sobre las sociedades que los originan y permiten establecer ciertos modos de operacin de la mente humana, ya que son constantes en el correr de los siglos y/o se encuentran difundidos sobre inmensos espacios.El destacado historiador de las religiones, Mircea Eliade, dice que todo mito enuncia un hecho que tuvo lugar "en aquel tiempo", es decir, en un espacio ms all del tiempo, por lo cual se instaura como un precedente y un ejemplo. La funcin profunda del mito es entonces facilitar la experiencia trascendental de tender a la unidad. El notable mitlogo contemporneo Joseph Campbell, los mitos perdurables, adems de ser manifestaciones culturales que mucho dicen de la ideologa de las culturas que los gestaron, hablan a todos los seres humanos, a cada uno de nosotros, en un lenguaje de metforas, parbolas y smbolos, de los grandes temas y las grandes verdades de la propia vida: romper con las barreras de la propia personalidad y sumergirse en el proceso poderoso del Universo.Adems, a diferencia de los sueos habituales, los mitos tienen una funcin controlada conscientemente: servir como un lenguaje pictrico para la comunicacin de la sabidura tradicional. Segn Campbell existe una unidad fundamental en los grandes mitos universales, por ejemplo los que se refieren al surgimiento de las grandes religiones. El protagonista es el "hroe de las mil caras", el mismo personaje que se reviste de mltiples apariencias para correr sus aventuras. El hroe mitolgico tiene una infancia difcil; ya adulto abandona su reino y es atrado al umbral de lo incierto. All encuentra una sombra, un monstruo o un demonio a quienes deber derrotar. Tras el umbral hay un territorio extrao, y deber pasar varias pruebas hasta llegar a la prueba suprema. Triunfa y es recompensado. As, Buda, Moiss, Cristo, Mahoma o, en la tradicin indgena mesoamericana, Quetzalcatl, independientemente, o mejor an, ms all de su lugar histrico como forjadores de religiones, son smbolos trascendentales porque su historia habla de mecanismos y fuerzas psicolgicas fundamentales: aquellas que representan la gran aventura del espritu humano. Hay en los mitos una lucha entre el aspecto creativo y el destructivo en el hombre.El filsofo polaco Leszek Kolakowski da en el blanco cuando afirma que los fundamentos de la conciencia mtica se enrazan en la afirmacin de los valores. En este sentido no estn los mitos demasiado lejos de la ciencia ya que las convicciones en las que sta se basa son tambin actos de valoracin. Tanto la fe como la ciencia y las artes se fundamentan en valores de la cultura, si bien, desde luego, los valores de unas y otras son diferentes.Vemos as que, para los etnlogos e historiadores ms destacados en el campo de la mitologa comparada, los mitos, lejos de constituir historias en lenguas muertas o meras curiosidades de culturas en extincin, proporcionan elementos profundos y poderosos para comprender la mente humana. Desde esta perspectiva, la lectura y la interpretacin personal de los textos sagrados, las mitologas y aun los cuentos de hadas pueden constituir una revelacin crucial para nuestra vida.Es usual calificar de mticos o mitos a las grandes estrellas del espectculo, a futbolistas y atletas, y ahora tambin a algunos cocineros. Mito es as un sinnimo de dolo adorado por las masas; dolo es, en cambio, vocablo pasado de moda. Para sus fans son seres mitolgicos, tan de fbula como los superhroes, glorificados por los focos de la actualidad.II. LA UNIDAD DEL MITO EN LA BIOLOGA HUMANAEn algunos mitos eurasiticos particulares el rbol de la vida, smbolo de la fuerza vital, produce en cada rama una planta distinta, todas ellas dotadas de poderes particulares que manifiestan otras tantas propiedades o aspectos de tal fuerza.Los ejemplos de smbolos, imgenes e historias similares son harto frecuentes entre culturas vastamente distantes en el tiempo y el espacio; que se han recolectado a travs de dcadas en cuentos de hadas similares de mltiples tradiciones y etnias.No se trata aqu de mitos comunes de sucesos distintivos, como sera el diluvio universal, que est presente en muchas leyendas de la creacin de los cinco continentes y que se puede argumentar que obedece a una reminiscencia mtica de la poca de los deshielos. En los casos a los que me refiero llama la atencin que se den temas formalmente idnticos entre culturas muy diversas y distantes en el espacio y el tiempo. La popular explicacin de que en tiempos prehistricos se dio un contacto estrecho de las culturas clsicas, digamos entre Mesopotamia, Egipto, India, China y Mesoamrica, que no es digna de crdito.Un contacto entre culturas no hubiera dejado solamente smbolos o mitos, sino utensilios, plantas y animales en comn. Es difcil pensar que haya temas o smbolos que sobrevivan intactos la evolucin misma de las lenguas, las culturas y las costumbres a las cuales estn indisolublemente ligados.Mitos y creencias mgico-religiosas confluyen en los rituales, y la relacin entre mitos y prxis ritual es ntima y profunda. Segn Durkheim, "en numerosas ocasiones, el rito no es otra cosa que el mito puesto en accin". El rito es la manera como se evoca al mito, como se le hace a ste presente, pero el rito no se agota en ser el mtodo por el que se conoce cmo fue creado el Mundo, por ejemplo. A travs del rito, el mito ensea cmo reiterar los caracteres creadores de los Seres Sobrenaturales, es decir, el conocer un mito significa adentrarse a la realidad mgico-religiosa que provee el conocimiento del origen de las cosas y de ah la capacidad de crearlas y controlarlas. Si se conoce cmo se origina un objeto, un animal, una planta, equivale a conseguir un poder sobre ellos: el poder de crearlos, de dominarlos. Por ejemplo, si es conocido el origen de un animal salvaje, entonces se tiene la capacidad, si se quiere divina, de domesticarlo. De ah que la reactualizacin de los mitos fuera en ceremonias de iniciacin, pues se trataba de instruir y llevar al individuo a las profundidades de lo Sagrado, de lo Sobrenatural, de tal suerte que lo divino deja de ser ajeno para convertirse en el crculo y la realidad que desde se momento rodear al individuo para hacerse y existir dentro de una esfera del tiempo sagrado y por lo tanto infinitamente recuperable. En otras palabras, el hombre deber conocer el origen de las cosas, pero adems tendr que reactualizar esa creacin, ese mito, al reactualizarlo se sumerge en un tiempo y espacio que abandonan lo humano para convertirse en divino, creando el fuego una, dos, tres hasta un nmero infinito de veces; creando el arroz, una, dos, hasta un nmero infinito de veces tal y como se cre en un principio.III. MITOLOGA INDGENALa mitologa, adems de ser una forma de lenguaje, es una forma de vida que han creado ciertos grupos sociales. Por esta razn, se estima que la sociologa moderna, en casi su totalidad, no se ocupa de eventos que tengan que ver con sucesos de apariencia "no comprobable" en relacin con las creencias y vivencias de comunidades indgenas. Hay que tener en cuenta que estas sociedades, en medio de su "no intelectualidad", manejan unas formas de ver el mundo, en las que las sociedades denominadas "civilizadas o intelectuales", no tienen la capacidad de observarlos. Se pueden apreciar en experiencias, tal vez inexplicables ante los ojos de la ciencia, pero explicables ante la experiencia. Cabe indicar que no todo lo comprobable existe realmente. EL ENTERRAMIENTO DE SUS MUERTOSPara las culturas del antiguo Per la muerte se presenta no como una simple experiencia personal, sino como una existencia obligada a una conceptualizacin con expresiones de identidad social e individual debido a un proceso de secuencias de un fenmeno natural o biolgico en un fenmeno especialmente cultural en el sentido de su socializacin.La muerte no consiste en convertirla en una secuencia de reinsertacin de los muertos en la sociedad bajo nuevas formas y funciones; en algunos casos bajo el trmino de ancestralidad.Si bien an existen complejos ritos funerarios en la costa, y sobre todo en muchos lugares de la sierra y de la selva del Per actual; los antroplogos, historiadores, etnohistoriadores y an en los arquelogos, no han alcanzado la debida importancia que han adquirido en otros pases, y por ello la literatura disponible es pobre en informacin.Dentro de la lgica de la ancestralidad, la muerte es ritualizada, ya que se constituye por medio de la transformacin en ancestro, la cual es de mxima relevancia, pues de ella depende la PERPETUACIN de la sociedad.Un ancestro es un ser creado por una sociedad concreta con la cual mantiene vnculos; no existen ni existan ancestros internacionales. RELIGIN ABORIGENUno de los elementos que destaca en esta cultura es la fuerte conexin que los aborgenes sienten con la naturaleza. Esa intensa unin sienta las bases de su visin particular del mundo y del papel que cumple el ser humano en la Tierra y tambin impregna todos los aspectos de su vida diaria. Creen que el ser humano forma parte de una esencia superior que es la Naturaleza, de la cual forman parte los seres vivos y los muertos, desde la roca, la lluvia, la lombriz, o los rboles, hasta los canguros y los hombres. De acuerdo con esta concepcin, el hombre no es un ser superior, sino que comparte el medio ambiente con el resto de los seres de la Tierra, y tan necesaria es la existencia de los lagartos como la suya propia. Para comprender mejor este gran aprecio y respeto que sienten por la naturaleza, debemos de considerar que estamos ante una sociedad de recolectores y cazadores, cuya supervivencia dependa exclusivamente de los bienes que obtuviesen de la naturaleza, de ah la necesidad de preservarla y de mantener su equilibrio. Para preservar ese equilibrio, todos los elementos de la naturaleza deban ser tenidos en cuenta y todos tenan su funcin.La funcin del ser humano es la de honrar a la Naturaleza y a sus elementos, mediante la prctica de rituales; se establece as una relacin simbitica, ya que el hombre recibe cobijo y sustento de la Naturaleza, y a cambio, ayuda a mantener el orden mediante rituales. Siguiendo este planteamiento, podemos entender que el aborigen australiano nunca perjudique el medio, sino que lo proteja. Esa veneracin y esa unin que sienten con la Naturaleza la manifiestan materialmente mediante los ttems, que estn vinculados con algn elemento o algn aspecto de la Naturaleza, al que una tribu, una casa o un individuo aborigen rinde culto. Mediante este sistema totmico, los aborgenes podan venerar a cualquier aspecto o elemento de la Naturaleza: la roca, la lluvia, la lanza, el lago, las flores, los animales o las plantas. Adems, los aborgenes realizaron una clasificacin de ttems desde los que eran de culto individual, hasta los de ndole local, pasando por los vinculados con el sexo o con la familia.Este orden fundamentado en ttems favoreci el desarrollo de una organizacin social basada en clanes, que a su vez se dividieron en casas, con lo cual se difundi una gran variedad de relatos, mitos, hroes y creencias particulares, que nos son imposibles conocer en su totalidad. Sin embargo, a pesar de esa enorme diversidad, la mayora de los aborgenes australianos comparten un conjunto de creencias a cerca del Universo, su origen, la Naturaleza o el papel del ser humano. As, la mayora de su mitologa est relacionada con la Naturaleza y con la Tierra, mostrada como anttesis al cielo y al ocano.I. CULTO A LOS ANCESTROSEl culto domstico, culto a los ancestros o culto a los antepasados es una prctica piadosa comn a varias religiones basada en la creencia que los miembros de la familia que han muerto (ancestros) tienen una nueva existencia, se interesan por los asuntos del mundo y poseen la habilidad de influir en la suerte de los vivos.Todas las culturas le dan un significado ritual a la muerte de los seres queridos. La meta del culto es asegurar el bienestar en la nueva existencia de los ancestros y su buena disposicin hacia los vivos y, a veces, pedir algn tipo de favor o ayuda. La funcin social del culto a los ancestros es cultivar valores familiares, como la piedad filial, lealtad a la familia y continuidad del linaje.Se trata de una prctica universal a todas las culturas de maneras ms o menos explcitas, el culto a los ancestros se encuentra en sociedades con cualquier grado de complejidad social, poltica y tecnolgica, y permanece como un notable componente de varias prcticas religiosas en los tiempos modernos.IV. IDIOMA Y LENGUAJENo cabe lugar a dudas que el lenguaje constituye un hecho cultural en s mismo. Prueba de ello es que en cada uno de los idiomas del mundo no solo basta con saber expresar gramaticalmente o lingsticamente una determinada oracin, sino que debemos tener en cuenta a la hora de expresarla otros aspectos, tales como el estatus de las personas que intervienen en el proceso de comunicacin, el propsito de esa conversacin en s misma, esto es, el resultado que deseamos obtener del proceso comunicativo, las diferentes convenciones sociales, el papel de cada uno de los participantes en el proceso comunicativo, etc.Todo ello podramos resumirlo como el contexto en si donde se desarrolla un determinado proceso comunicativo. Por tanto, la importancia de la cultura en el lenguaje es fundamental.El lenguaje como actividad libre del ser humano y tambin como producto de esa actividad constituye indudablemente un fenmeno cultural. Todo acto lingstico es un acto creador que se funda en un saber.En cuanto acto creador, como advierte Casado Velarde, el lenguaje posee todas las caractersticas de aquellas actividades creadoras del espritu cuyo resultados no son materiales, o en que lo material no es determinante, y que se llaman, conjuntamente, cultura.Una idea importante en relacin con esto es que el lenguaje, adems de ser l mismo cultura, funda la comunidad sobre la cual se edifica toda la cultura humana, es decir, la lengua, o ms concretamente la comunidad idiomtica (lengua compartida por una comunidad) viene a ser condicin previa para la cultura. Por tanto, donde quiera que encontremos obras culturales encontraremos como condicin previa la lengua, es decir, la comunidad de los hablantes.En realidad, slo el individuo crea, aunque en cuanto creador puede expresar lo que el mismo Hegel llamaba el espritu de todo un pueblo. Pero, en realidad, todas las innovaciones lingsticas son necesariamente individuales. Es cierto tambin que las creaciones lingsticas son con ms frecuencia annimas, pero no son ni impersonales ni colectivas.As es que puede decirse que la lengua es creacin colectiva slo en el sentido de que muchos individuos han volcado en ella sus creaciones individuales y no en el sentido de que alguna innovacin pudiera surgir desde el comienzo como colectiva o general.

V. LENGUAJE EN EL ANTIGUO PERIDIOMA AYMARAProcede de los Andes centrales en los alrededores del lago Titicaca. Se fue extendiendo hacia el sur como lengua franca, siendo adoptada como lengua materna por los grupos denominados aymaras y por la nacin de la Cultura Wari. Hacia el Intermedio Tardo fue reemplazada por el quechua en el rea del Cuzco y alrededores (desde Ecuador hasta Arequipa, Per) aunque fue ampliamente hablada desde Arequipa, Per hasta el Poop Bolivia; a la llegada de los conquistadores.El reemplazo del aymara por el quechua se debi (de acuerdo a ciertos mitos y leyendas altiplnicas) a que el poder central del Cuzco (el Inca) fue derrocado por caudillos quechuas que desplazaron a la realeza y aristocracia (Kollas) hacia lo que denominaron "Kollasuyo" (tierra de los Kollas) hacia el Lago Titicaca (lado sudeste del Imperio), de donde originalmente habran llegado (La Isla del Sol en el Lago Sagrado).Los Incas quechuas tenan cierto recelo por los pueblos Kollas o Aymaras, ya que fueron los "descendientes" de Huyustus quienes llegaron del Lago y fundaron el Imperio.Huyustus, es el nico nombre que queda a travs del tiempo, de uno de los grandes gobernadores o reyes del mtico Tiwanaku.Aymara como tal no fue una denominacin de raza (aunque hoy se discrepe este aspecto con algunos conceptos modernistas) sino que se refera a un idioma comn adoptado por las diferentes culturas y pueblos andinos como una lengua de integracin y comunicacin.Se cree que el aymara es el idioma ms cercano al mtico tiwanacota, idioma que se supone hablaban en la milenaria Tiwanaku (Tiahuanaco, Tiawanaco). Asimismo podemos decir que la lengua denominada "Kallawaya" que se habla en ciertas comunidades del altiplano boliviano, parece ser una mezcla de tiwanacota con aymara antiguo.Existen varias formas de memorias entre las cuales los QUIPUS ocupan un lugar especial (quipucamayuq). Los quipus no eran algo semejante a la escritura, pero la lectura de las citas tempranas deja poca duda acerca de la sofisticacin de este sistema de comunicacin.Pero adems que la unin entre memoria administrativa y memoria histrica- narrativa; ambos tipos deben de haber estado fijados en los quipus.VI. MITOLOGA COMPARADALa mitologa comparada es el estudio comparativo de mitos procedentes de culturas diferentes, en un intento por identificar temas y caractersticas comunes. Por ejemplo, los investigadores han usado las relaciones entre mitos diferentes para seguir el desarrollo de las religiones y culturas, para proponer orgenes comunes a los mitos de culturas diferentes y para sustentar diversas teoras psicolgicas.Los enfoques comparativos de la mitologa tuvieron gran popularidad entre los investigadores de los siglos XVIII y XIX. Muchos de ellos creyeron que todos los mitos mostraban signos de haber evolucionado a partir de un nico mito o tema mtico. Por ejemplo, el fillogo del siglo XIX Max Mller lider una escuela de pensamiento que interpretaba casi todos los mitos como descripciones poticas del comportamiento del sol. Segn estas teoras, tales descripciones poticas haban sido distorsionadas con el tiempo hasta historias aparentemente diversas sobre dioses y hroes. Sin embargo, los investigadores modernos tienden ms hacia el particularismo, sospechando de sentencias absolutas sobre los mitos.La mitologa comparada ha descubierto varios paralelismos entre los mitos de diferentes culturas, incluyendo algunos temas recurrentes y elementos de trama muy extendidos. A continuacin se enumeran varios ejemplos. REGLAS MORALES DE CONVIVENCIA SOCIALLos dioses son a travs de la historia el elemento rector de la vida social humana. Con su existencia dan sustento al principio de autoridad, a los conceptos de bien y de mal, y a la bsqueda del bien conforme a cada religin.Los dioses fundamentan la moralidad necesaria para la convivencia: en la tradicin judeocristiana Dios dicta las leyes y las da a los hombres para que vivan y alcancen la perfeccin en su cumplimiento.En otros casos los dioses son el motor que mueve a los pueblos: Mahoma y la guerra santa que dio lugar a un gran imperio. En un principio slo buscaba servir a dios, pero innegablemente tuvo resultados mucho ms amplios y profundos en la historia. ESPERANZA ANTE LA MUERTEPosteriormente el concepto "dios" aporta a la humanidad un servicio quiz ms grande que los anteriores. Cuando el hombre toma conciencia de su finitud, se apodera de l la desolacin, porque a la pregunta de dnde vengo? Sigue irremediablemente a dnde voy? La nada es aterradora, el hombre teme a la oscuridad. Dios da la esperanza de trascender la finitud, esperanza que se transforma en el sostn ms importante de dios. Quiz por este servicio es que dios no ha muerto del todo. MITOS COSMOGNICOSEn este apartado sern analizados algunos mitos cosmognicos (que se ocupan del origen del mundo) de distintas culturas del mundo. La mayora de ellos tienen elementos comunes, pero lo que no se puede poner en duda es que todos ellos cumplen las mismas funciones en los distintos pueblos: ofrecan una visin integradora del mundo, aseguraban la tranquilidad psicolgica de los partcipes en la creencia colectiva (facilitando el trnsito del estupor a la comprensin) y a la vez la elaboraban las seas de identidad necesarias para la vida en comunidad.Clasificados en varios grupos: el griego y latino; el escandinavo y pueblos del norte de Europa; los mitos chino y tibetano; los de los pueblos de aborgenes australianos; pueblos de frica sursahariana, las cosmogonas de los indios Cheyenne y Hopi; la de los aztecas y mayas; y tambin estudiaremos el mito de la creacin cristiano.

BIBLIOGRAFA Guibovich del Carpio, Lorgio A. Medicina Folklrica En El Antigua Per Y Su Proyeccin En El Mundo Moderno. Fernando silva Santisteban Antropologa. Conceptos y Nociones Generales. Andrew Gray Los Arakmbut. Mitologa, Espiritualidad e Historia. Peter Kaulicke Memorias y Muerte en el Antiguo Per. CASADO VELARDE, M (1991): Lenguaje y cultura: La etnolingstica. Madrid, Sntesis. MALMBERG, B. (1973): La lengua y el hombre. Introduccin a los problemas generales de la lingstica. Madrid, Istmo. COSERIU, E. (1991): El hombre y su lenguaje: estudios de teora y metodologa. Madrid, Gredos. Adelaar, Willem F. H.; & Muysken, Pieter C. (2004):The languages of the Andes. Cambridge language surveys. Dixon & Alexandra Y. Aikhenvald (eds.) (1999):The Amazonian languages. Cambridge: Cambridge University Press Urton, Gary (1999).Inca myths. Austin: University of Texas Press. Eliade, Mircea(1959).Cosmos and history; the myth of the eternal return. Mito y realidad. Madrid: Ediciones Guadarrama. Lvi-Strauss, Claude(1989).Mito y significado. Puhvel, Jaan(1987).Comparative mythology. Baltimore: Johns Hopkins University Press