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EL METODO FORMAL EN LOS ESTUDIOS LITERARIOS Introducción En la presente obra, Pavel Medvedev, analizará las corrientes de crítica artística de su época (1928): simbolismo, positivismo, pero especialmente el formalismo. Las criticará y refutará y, al mismo tiempo, podrá presentar su propia teoría de los estudios artísticos y en especial de los literarios. Si bien la obra está firmada por Pavel Medveded, posteriores declaraciones, han hecho dudar de su autoría y prefieren presentarla como obra de M. Bajtin. Como sucede con la edición utilizada para este ensayo. También el autor deberá presentar y ampliar las teorías artísticas marxistas que en ese momento son muy limitadas. Pero basándose en la dialéctica e incorporando el factor social dentro de su estudio generará un sistema que permite sacar a luz factores que habían sido ignorados por las teorías anteriores y que las había hecho llegar a un estancamiento al no considerar el medio que rodea a la obra literaria y su influencia en ella. En esta investigación aplicará, desarrollará o creará conceptos fundamentales para el análisis literario como ideologema, horizonte ideológico, valoración social, puente ideológico, etc. Planteará la importancia del proceso comunicativo como relación dinámica entre emisor y receptor en un medio, además de anunciar sin denominar el naciente cronotopo. La obra La presente obra está dividida por el autor en cuatro partes: Objeto y tareas de los estudios literarios marxistas.

El Metodo Formal en Los Estudios Literarios

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EL METODO FORMAL EN LOS ESTUDIOS LITERARIOS

IntroduccinEn la presente obra, Pavel Medvedev, analizar las corrientes de crtica artstica de su poca (1928):simbolismo, positivismo, pero especialmenteel formalismo. Lascriticaryrefutar y, al mismo tiempo, podr presentar su propia teora de los estudios artsticos y en especial de losliterarios. Si bien la obra est firmada por Pavel Medveded, posteriores declaraciones, han hecho dudar de su autora y prefieren presentarla como obra de M. Bajtin. Como sucede con la edicin utilizada para esteensayo. Tambin el autor deber presentar y ampliar las teoras artsticas marxistas que en ese momento son muy limitadas. Pero basndose en la dialctica e incorporando el factor social dentro de su estudio generar un sistema que permite sacar a luz factores que haban sido ignorados por las teoras anteriores y que las habahecho llegar a un estancamiento al no considerar el medio que rodea a la obra literaria y su influencia en ella. En esta investigacin aplicar, desarrollar o crear conceptos fundamentales para el anlisis literario como ideologema, horizonte ideolgico,valoracin social, puente ideolgico, etc. Plantear la importancia del proceso comunicativo como relacin dinmica entre emisor yreceptor en un medio,adems de anunciar sin denominar el naciente cronotopo.

La obraLa presente obra est dividida por el autor en cuatro partes:Objeto y tareas de los estudios literarios marxistas.Una contribucin a la historia delmtodo formalEl mtodo formal en la potica.El mtodo formal en la historia literariaEn ellas desarrollar sus ideas con la siguiente estructura:Una seccin en que analiza la carencia de un sistema para anlisis literario del marxismo. Una seccinde crtica a los conceptos de los formalistas rusos y finalmente la presentacin de sus propias teoras para la realizacin de los estudios literarios y que se relaciona con su primera seccin. Estas secciones se entrelazan con el temario original y van abarcando una segn discusin no menor en el tema principal: el tema poltico, sealando que su anlisis es de raz marxista y que busca completar un vaco en dicha doctrina. Relacionar a los formalistas con los futuristas, es decir, una corriente fascista o al menos burguesa.Tal como postula Medveded, al analizar su obra tampoco podemos caer en el error de estudiarla ajena a su horizonte ideolgico ni asu contexto discursivo. El simple hecho de deladiscusin sobre la autora de esta obra es relevante y anticipa que no va a poder decir todo lo que quisiera decir.El desarrollo lo realizar dialgicamente, conversando con las posiciones que presenta, evitando siempre caer entonos monolgicos.

Primera parteEl estudio de las ideologas y sus tareas inmediatasEn primer lugar considera que deber definirse una sper ciencia para el estudio literario: la ciencia de las ideologas y un mtodo nico de estudio. Sin olvidar que la literatura forma parte, junto a las ciencias, la moral y la religin, de una sper estructura sujeta a unaley socioeconmica nica.En la poca que publica esta obra, 1928, el autor vive en la URSS (creada en1922)bajoelgobiernostalinista(quenosemenciona)yenlaEuropaOccidentalseapreciauna crisis entre un positivismo carente de sentido yun idealismo alejado de larealidad.Considera que la salida a esta crisis slo la ofrece el marxismo dialctico, ya que de dichas dos posiciones contradictorias no se deduce un tertium non datur. Es decir, no hay un punto intermedio entre ambas ni tampoco es posible un eclecticismo, como est usando sus contemporneos.Dichas tendencias, siguiendo el sistema de lasciencias fisiolgicas, sehan dedicado al anlisis de problemas individuales, y con ello han olvidado que el hombre individual aislado no crea ideologas, que la creacin ideolgica y su concepcin se llevan a cabo nicamente mediante el proceso de comunicacin social.Dichas corrientes han ignorado ese sentido, privilegiando la conciencia individual del creador o del receptor, radicndola en el interior, mientras que para Medvedev la creatividad ideolgica reside entre nosotros, es decir en el contacto, en el dilogo, y es una realidad social. Para el anlisis marxista, la creatividad ideolgica genera un producto ideolgico: ideologema, que es parte de la realidad social y material que rodea alhombre.De esta manera, una palabra, un poema, como producto ideolgico no puede serajeno a su entorno ideolgico, su significacin no existe fuera de la relacin social que le da un sentido. No existen fuera deuna forma de comunicacin social.Alconsiderarelideologemacomounproductosocial,sedejafueralacreacinartstica como un concepto de creacin y/o consumo individual y las deducciones hedonistas que ello implica. Al no haberse estudiado la vida ideolgica como una comunicacin ideolgica, se ha priorizado la imagen idealista de la contraparte: la conciencia solitaria ajena a su entorno social.El hombre est inmerso en un medio ideolgico, rodeado de fenmenos ideolgicos, objetos signo, de diferentes tipos y categoras: de palabras variadas, de smbolos y creencias religiosas, obras plsticas, etc.Este medio es laconciencia social de una cierta colectividad que est determinada por la existencia econmica y determina la conciencia individual de sus miembros. Se manifiesta en la lengua, las conversaciones, los mitos, el arte, etc.La filosofa idealista, por una parte, ignor estos conceptos y los reemplaz por nexos extra espaciales yextra temporales designos abstractos.Las ciencias positivistas, en cambio, no aceptaron este universo ideal unitario y slovieron infinidad de datos individuales inconexos.Tambin los marxistas en ocasiones subestiman la importancia del medio ideolgico ysu unidad concreta y se trasladan rpidamente a analizar el medio socioeconmico. Al estudiar los elementos aislados de la unidad que les da el medio ideolgico caen en una simplificacin que Medvedevcalifica de ingenua: como pensar que unarima se relaciona con otra... bajo la accin de la causalidad econmica. Se saltan el anlisis de la obra literaria como tal dentro desu propio entorno.Las tareas inmediatas de los estudios literariosLa literatura forma parte de las superestructuras ideolgicas, como las ciencias, pero forman una seccin autnoma debido a laestructura especfica en queusan sus contenidos, ya que refleja y refracta otras esferas ideolgicas, es decir, la literatura refleja en su contenido la totalidad del horizonte ideolgico del cualella es parte.La literatura no toma estos conocimientos de fuentes cientficas ni de los sistemas ideolgicos, sino directamente del proceso generativo viviente de la cognicin. Esto lepermite anticipar incluso de manera intuitiva ideologemas en proceso de elaboracin. Elementos que aun no forman parte del horizonte ideolgico pero que se encuentran en etapa de desarrollo yhace aparentar en ocasiones estar separada de la realidad o adelantada a ella en su argumento.El argumento constituyente de una obra representa una vida refractada ideolgicamente y est conformada por conflictos ideolgicos. Ellos van a variar dependiendo del horizonte ideolgico en el que estn incluidos: seor feudal, funcionario, campesino, obrero, etc. Este proceso de refraccin ideolgica es ineludible para el anlisis de una obra literaria. Ya que pueden convivir y conviven en un mismo momento histrico, diversas obras provenientes de horizontes ideolgicos diferentes yen ocasiones contradictorios.El proceso es dialctico, luego la literatura al importar estos signos crea nuevos signos de comunicacin ideolgica.La literatura presenta dos reflejos que es preciso distinguir: a) reflejo del medio ideolgico en el contenido literario yb) reflejo delas bases socioeconmicas.Estos factores llevan atres confusiones caractersticas:1.No ver la autonoma de la obra literaria y limitarse a este reflejo, vindola slo como servidora y transmisora de ideologa.2. Confundirel horizonte ideolgico de laobra conun nicohorizonte:Descubrir un mundo representado por un artista no significa penetrar en la realidad efectiva de la vida.3. Al centrarse en un aspecto se olvidanmuchosotros aspectos reflejadospor el artista, magnificando slo una faceta.Al caer en estos errores se obtiene una mala filosofa, una realidad endeble, conceptos incompletos y se pasa por altoel anlisis de laestructura artstica.En este tema creemos ver una crtica muy fuerte y sutil a los sistemas de endiosamiento de artistas y que impide ver su obra artstica. La obra es vista como una creacin filosfica o poltica y su autor pasa a ser la voz de y su obra ya no es analizada desde un enfoque artstico sino como fenmeno social. Para sus adherentes ser un manifiesto, para sus detractores una suma de errores, pero su contenido artstico ser olvidado.Alintentar veren unaobra literariarealidades dondeslo hayrefraccionesovalores universales que escapan al horizonte ideolgico, el crtico se desva, ya no ve el autntico proceso de generacin del arte que se plasma en la obra del artista. Donde el artista es slo artista, no voz del pueblo o faro delas masas.La labor del crtico no debe extraviarse en el anlisis de ideologemas extra-artsticos sino en ladefinicin social del propio ideologema artstico, es decir laobra misma.Sin embargo, se puede analizar una obra literaria como un objeto nico dentro de un medio ideolgico y no dentro del mundo literario. Pero eso nos impedir ver su lugar en el medio ideolgico.Se debe considerar la relacin dinmica entre los diversos medios: una obra de arte se encuentra en la unidad deun medio literario, dicho medio literario sesita dentro del proceso generativo del medio ideolgico yfinalmente, ste en el mediosocio-econmico que lorodea.Medio literario > medio ideolgico >medio socio-econmico

Estos fenmenos cobran vida en su interaccin. El factor social entonces, es primordial en el anlisis literario. Cadafenmeno literario est determinado desde dentro por la propia literatura y desde fuera por otras reas de la vidasocial.La deformacin en este campo de algunos crticos marxistas los ha llevado a slobuscarcontenidosexternosyolvidaraquellosliterarios,reduciendoelmtodomarxistaalestudio de lainfluencia de los factores extra-literarios sobre la literatura. Sin embargo, cuando deben analizar la obra desde un punto de vista literario: la terminologa, rasgos estructurales, gnero, estilo, etc. vuelven a la potica tradicional que se basa en la sicologa y la lingstica, pero de ningn modoal mtodo sociolgico marxista.Esta labor le corresponde a la potica sociolgica, que deber delimitar una obra literaria en cuanto tal, dar una exposicin de su estructura, determinar sus formas y especies posibles y determinar sus elementos y funciones. La primera labor de esta nuevaciencia ser la correspondencia de los estilos poticos con determinado estilo econmico, lo cual exigir, en primer lugar, aclarar la naturaleza social de un estilo potico.El campo ms interesado en la existencia de esta potica es la crtica literaria por la pugna que existe enella entre los criterios ideolgicos (extra-literarios) y los artsticos, o dicho de otra manera, los criterios sociales ylos individuales.Generalmente tiende a hacer exigencias ajenas a su labor al artista. El poeta, para realizar la labor social que se le exige, primero debe traducirla a su lenguaje potico, formularla como un problema potico y solucionarlo con recursos de la poesa: Una crtica competente y saludable debe plantear al artista una tarea social en su propio lenguaje, en cuanto a tarea potica y no como una obra social sin criterios propios del gnero usado.Creemos que en este punto vuelve a referirse a la crtica simplista en que todo debe ser evidente: obreros buenos, capitalistas malos, muchas banderas rojas flameando en el horizonte de un mundo libre delyugo capitalista, pero con ausencia delenguaje potico.Despus de esta introduccin, presenta eltema a tratar: elmtodo formal desconoce la naturaleza social de la literatura. Es necesario, para la construccin de la ciencia literaria marxista, refutar una a una todas sus proposiciones dentro de la singularidad del fenmeno literario.Una contribucin a la historia del mtodo formalEl mtodo formal en los estudios del arte euro-occidentalesSu estudio se vaa central especialmente en los formalistas rusos que no se apoyan en nadie ni hacen referencia sino a s mismos.La corriente europea se form en la lucha contra el idealismo y el el positivismo.Bajtin rechaza muy brevemente y con explicaciones muy comprimidas cinco postulados que considera fundamentales entre los primeros formalistas (von Mares, Fiedlery Hildebrand).1. No acepta separar la obra final de sus elementos constituyentes, ya que los considera un conjunto inseparable.2. No puede hacerse separacin entre tcnica yrealizacin, ya que van unidos siempre.3. Los formalistas europeos creen en una plenitud semntica: todo elemento lleva un mensaje, en oposicin al realismo que vea elementos con un sentido ornamental inferior (en esto difieren de los formalistas rusos).4. La obra existe para el pensamiento, para el sentimiento, para el alma; para nuestro autor debe ser tangible, concreto: para el ojo.5. El arte sin nombre que busca construir una historia objetiva del artey susobras, pero cerradaen smisma. Obviamente esto lorechazar Medvedev, yaque dicha teora reniega de todainfluencia del medio social.El mtodo formal en RusiaNace en 1914 con la obra de V. B. Shklovski, Laresurreccindelapalabra, los formalistas rusos no tuvieron que luchar contra el positivismo sino contra el eclecticismo en general, y eso losllev a unatendencia positivista y naturalista.En su primera etapabuscan resucitar la palabra, al estilo de lossimbolistas, para los cuales sta no representa ni expresa, sino simboliza. Pero ellos buscarn liberar a la palabra de las tendencias filosficas y religiosas, su bsqueda trata de desenmascarar y eliminar loviejoenellas.Enestaetapasernfrecuentestrminoscomolenguajetransracional, distanciamiento y des automatizacin conceptos que introducen el alejamiento del contenido semntico.Pare a ellos, el arte es simplemente un procedimiento que se opone sin cesar al sentido, al pensamiento, a la verdadartstica, al contenido social, etc.De este modo, sus descubrimientos se fundan en quitar a la palabra y a la obra literaria aspectos importantes. Eneste sentido, losrelaciona con el nihilismo.En su polmica con otras corrientes, tienden a ser lo opuesto a sus contenedores, perdiendo el sentido de su bsqueda. As, al restar importancia a la significacin, no llegaban a la estructura potica sino auna codificacin del objeto estudiado.Pero esto engendra tambin valores positivos, al ver al poeta como un maestro artesano y su maestra en el dominio potico. Pero olvidan el aspecto creativo, viendo slo el tctico.En su segunda etapa(1920-21), el formalismo ruso comienza discusiones internas que lo lleva adesarrollar trabajos ms elaborados siguiendo el estilode los trabajos cientficos. Sus polmicas con los marxistas se centran en el tema de la influencia de los factores sociales externos. Este no es resuelto y los formalistas se interesan ms en problemas de estilo ycomposicin adems de mtrica y ritmo. Temas en los cuales hacen aportes interesantes.En el momento en que Bajtin/Medvedev escribe su obra la situacin del formalismo ha variado a cuatro tendencias principales: Academicismo, que suaviza los antiguos argumentos (Zhirmunski). En retorno al enfoque psicolgico y filosfico. Incorporacin del mtodo social y finalmente, un formalismo conservador que comienza a aceptar influencias sociales en la obra.La crtica podra situarse en la visin detallista de los fundamentalistas olvidando lavisin de conjunto que nace aliniciar la investigacin desde lo social. Al carecer de unavisin de mundo los elementos singulares toman el rol principal. El crtico se pierde en un sinnmero de detalles, todos de igualo similar importancia.El mtodo formal en la poticaEl lenguaje potico como objeto de la poticaPara los formalistas, el mtodo es dependiente y secundario. El mtodo debe acomodarse a los rasgos especficos del objeto estudiado. El mtodo no es bueno por s mismo, slo lo es si se acomoda a los rasgos y es capaz de aprehenderlos. La clave est en el propio objeto y suorganizacin especfica.Creemos que esta afirmacin del autor es conflictiva con su posicin categrica, casi declaracin de fe de la primera parte, al presentar al marxismo y la dialctica marxista como el mtodo (an en desarrollo) para utilizar, pero comprensible con su momento histrico. La obra se inicia declarando su adhesin al sistema marxista, nica forma de avanzar en sus estudios. En este momento, ya en la mitad de la obra (donde no llegan los censores) se permite modular su pensamiento inicial: el buen mtodo mal aplicado tambin puede ocultarla realidad.La gran proposicin del autor, de analizar la obra de sumedio social debe de aplicar sea el mismo. En este estudio sepuede apreciar la casi ausencia del rol del artista, del individuo.Yesoladejatrunca.Esetemahubierasidoimposibledetratarenelmomentohistricoenque se escribe. La tendencia oficial en aqul momento en la URSS, se orienta slo hacia el artista social, monolgico, que representa y refleja en su arte las luchas de los trabajadores pero, al mismo tiempo niega toda individualidad en su obra.De esta manera, en la primera parte, presenta su adhesin al marxismo y ms adelante destacar la relacin del formalismo con el futurismo, que ya en la poca de publicacin mostraba su adherencia al fascismo en Italia.Por eso es importante su coincidencia con los formalistas, en cuanto a no petrificar el mtodo y hacerlo algo sagrado e intocable. Tal como dejan de ver la obra por su dedicacin a los detalles, tambin es posible no verla por priorizar el mtodo.El mtodo inicial no debe de ser ad hoc confiando en una intuicin, debe orientarse hacia un contexto metodolgico amplio, ya que los estudios literarios no son una primera disciplina, as, su objeto de estudio primario fue ellenguaje potico y no laestructura concreta de una obraliteraria.Los formalistas formaron la OPOIAZ, Sociedad para el estudiodel lenguaje potico que en vez de iniciar el anlisis de la estructura potica, siguiendo un sistema naturalista, comenzar por el lenguaje potico y sus elementos. De este modo la estructura potica estaba destinada a ilustrar la teora del lenguaje potico creada por ellos. Posteriormente sustituirn contenido y forma por los conceptos de material y procedimiento.El mtodo formal abarcar varios temas que Medvedev analizar y rechazar. Considerar el lenguaje potico como una lengua especial y no verla como un producto social. Este lenguaje potico no lo ven como generado desde una estructura potica. Es la estructura potica la quepuede transformar cualquier elemento lingstico en potico. Transfieren acrticamente tanto los rasgos constructivos de las obras literarias como los elementos lingsticos a la construccin potica, priorizando la temtica lingstica. De esta manera, pareciera que una obra literaria se estructura a partir de formas gramaticales. No ve un lenguaje potico, sino funciones poticas que residen en la estructura de las obras poticas.Analizan laobra literariaycreen encontrar enella unlenguaje particular,especfico, que se opone al lenguaje cotidiano. Bajtin en cambio ve el eje en el proceso comunicativo, es ste el que definir si es lenguaje cotidiano o potico, cambiando la generacin desde la temtica lingstica al campo social.En los anlisis formalistas aparecen muchas caractersticas de este lenguaje potico, pero ninguna definicin positiva de l. Se presentan las diferencias entre ambos lenguajes, usando lo que describe comomtodo apoftico: definir por la negacin.Si el lenguaje potico se define por la negacin tendremos un lenguaje que es parasitario del cotidiano, un lenguaje absolutamente improductivo y no creativo y su nico aporte posible sera la infraccin al lenguaje cotidiano.Pero incluso este lenguaje cotidiano aparece pobremente definido, ya que la lingstica construy sus conceptos en una completa abstraccin sin ver los rasgos singulares de laestructura cotidiana. No ve caractersticas utilizadas permanentemente, como el tacto,la cautela, relaciones verticales, etc. Que son primordiales y definitorias en el proceso comunicativo. Todas estas relaciones no se refieren ala lengua, sino aciertas construcciones yse determinan plenamente por las condiciones y objetivos de lacomunicacin.El lenguaje cotidiano tambin debe ser incluido en un contexto social e histrico para su anlisis. Al quitarle su entorno y su interrelacin social tambin se vuelve a un concepto improductivo y no creativo.Algo similar suceder en suanlisis del sonido y susderivados: ritmo, rima, particin de estrofas, iteraciones, etc. El sonido tendr una gran importancia en la significacin constructiva de una obra potica. Deber estudiarse la coordinacin sonido/sentido en su totalidad del objeto queconstruyen.Para los formalistas, el sonido sedisfruta individual y hedonsticamente. El sonido no significa en el organismo ni en la naturaleza, sino entre la gente, y adems entre la gente socialmente organizada dentro de un horizonte especfico. Por eso no puede ser comprendido fuera de las condiciones concretas de esta organizacin.Material y procedimiento como factores de la estructura poticaEn una obra en prosa, los formalistas distinguieron dos modos: argumento y discurso oral estilizado o tono personal (skaz). Argumento ser la forma que construye el autor en queva hilando los diversos sucesos (fbula), agregando digresiones interruptoras. La fbula de la obra ser por ejemplo la historia de un hroe y el autor, organizando las secuencias de situaciones (argumento), el autor construir ElQuijote. El argumento se ajusta a la idea de obra-objeto. El artista realiza un procedimiento y lo analizable es este manejo que realiza, el contenido, ya no tiene importancia para el crtico. Este procedimiento es originado por una motivacin.La motivacin del procedimiento ser denominada material. Con este concepto, toda una parte de la labor delpoeta queda fuera de anlisis, es extra-artstica. Este material se encuentra tal como el escultor encuentra su mrmol, citando a Medvedev. No existe un momento de elaboracin de ste. La separacin entre material y procedimiento la considera ficticia e injustificable.Sin embargo cmo distingo la motivacin del procedimiento? En una obra bien estructurada no es posibleencontrar elementos que carezcan de significacin constructiva, es decir motivos. Slo en la novela en que los elementos estn introducidos torpemente se descubre la retardacin, disgresin o ruptura. Solamente un hecho que de por s carece de significacin interna necesita unamotivacin. El concepto formalista de motivacin en una obra de arte no existe, ya queen ella nada es sustituible.Qu es lo que une entonces la palabra con su sentido? Para Medvedev es lavaloracin social, elsentido quele daun gruposocial enun momentodado. Ladefinicin de la palabra entregada por el diccionario es totalmente eventual y tcnica. Entre esta realidadpuntual de la palabra y su significacin est el valor que le dala asociacin.Pero todo enunciado es un acto social, esparte de la realidad social. La relacin entre signo y sentido existe slo para un enunciado determinado y en un momento dado. A este concepto Medvedevdenominar valoracin social: Denominamosvaloracinsocialaestaactualidadhistricaqueunelaexistencia singular del enunciado con la plenitud y carcter general de su sentido, actualidad que individualiza y concreta el sentido, y que asigna elsentido a la materialidad fnica de la palabra aqu yahora.Esta valoracin social ser matizada por la entonacin expresiva, que se refleja encada palabra del enunciado y las hace histricamente irrepetible. La palabra no llega al enunciado desde el diccionario sino desde larealidad y es ahdonde debemos buscarla.El poeta no busca formas lingsticas sino las valoraciones que estas encierran. Al elegirlas y combinarlas, elige y combina sus valoraciones sociales no sus valoraciones lingsticas.Si una palabra es usada por diferentes grupos sociales se entonarn de diferente manera. Las mismas construcciones gramaticales formarn combinaciones semnticas yestilsticas profundamente distintas. Poreso, dosgrupos sociales sustancialmente distintos no pueden poseer el mismo arsenal lingstico. El diccionario nos hace creer esa utopa semiolgica, pero slo la media muestra los significados quele son propios.Pero en la creacin potica se presentan diferencias, el enunciado est separado de su objeto y tambin est aislado de la accin. La valoracin social termina en el enunciado potico. Por esto es el organizador de la construccin y abarcar todo su desarrollo desde el inicio hasta surecepcin.

Los elementos de la construccin artsticaEl tema del gnero no se considera dentro de los procedimientos sino de una manera mecnica. La verdadera importancia del gnero no fue comprendida por los formalistas. El gnero tipifica la totalidad delenunciado. La importancia de cada elemento estar relacionada con el gnero seleccionado.La obra artstica estar orientada en dos direcciones y esta orientacin definir el gnero: en primer lugar est orientada aun oyente oreceptor y, a continuacin, est orientada hacia la vida. En primera opcin est orientada a un cierto pblico en cierta circunstancia, lugar y tiempo. De esta manera tambin se orienta a la vida y entra a convivir con una realidad: una festividad, un ritual. Cada gnero est orientado a alguno de estos posibles espacios sociales.La unidad temtica de la obra no puede tampoco ser analizada desde el punto de la lengua, ya que la trasciende. Una obra, en cuanto tal, no se compone de oraciones y perodos, sino de surealidad circundante, delas circunstancias de lugary tiempo.Cada gnero posee sus recursos de ver y concebir la realidad y cada artista debe aprender a ver la realidad con los ojos de cierto gnero. La realidad del gnero y realidad accesible al gnero estn ntimamente ligadas. La concepcin de la realidad se genera en la comunicacin social y, de ah se deduce que una potica del gnero slo puede ser una visin social del gnero yno una combinacin fortuita de procedimientos elegidos al azar.Los formalistas en su anlisis dan por resuelto el trabajo de lacreacin, dan por hecho la fbula y el problema, pero incluso los elementos que analizan los separan de la realidad social en que sedesarrollan.El mtodo formal en la historia literariaLa obra de arte como dacin externa a la concienciaEl trabajo que desarrollan los formalistas merece respeto por lo profundo yserio y por este motivo es respetado por Bajtin, slo que lo considera dirigido al punto equivocado. Est de acuerdo al rechazo que hacen al negar el psicologismo subjetivo en los estudios literarios. Pero no est de acuerdo cuando los separan del mundo social e ideolgico. Para ellos la visin del mundo, valoraciones, estados de nimo, son parte de lasubjetividad, al ignorarlos por una errada clasificacin dejaron fuera de su estudio elanlisis ideolgico.Lo mismo hacen cuando excluyen alma y en realidad excluyen de la obra todo lo significativo desde el punto de vista ideolgico. En cambio, usan el concepto de perceptibilidad que es vaco, ya que es subjetivo y depende de condiciones y circunstancias siempre variables y noobjetivables.Todo enunciado representa un mensaje inseparable de la comunicacin. Lo que se comunica es inseparable de las condiciones concretas de la comunicacin Para los formalistas la comunicacin est prefigurada e inmvil yel mensaje es esttico.El mensaje no se transmite de una persona a otra, sino que se construye a modo de puente ideolgico, en el proceso de interaccin de ellos. Esta interaccin humana es la que permite la compresin de la obra. Es dialctica y se desarrolla dentro del horizonte ideolgico de lossujetos involucrados.Pero se presentan en diferentes perodos conflictos que parecieran negar estos conceptos socialesde Medvedev, como son las ideas del arte por el arte, la naturaleza autnoma del arte uotras concepciones artsticas. Dichos factores tomanimportancia porque se hacen internos a la literatura y entran en conflicto con factores externos, llegan a estar en contradiccin por ser pertenecientes a otra clase enfrentados a un horizonte ideolgico antagnico. No es la naturaleza de la literatura la que est en conflicto, sino estos elementos internos correspondientes a unos perodos dados y propios de las clases y sus diferentes visiones. Ser importante entonces, la clarificacin de lo interno y lo externo en la literatura u otra ideologa.

La teora formalista de la evolucin histrica de la literaturaPara los formalistas la historia de la literatura semueve hacia adelante siguiendo una lnea discontinua y llena de rupturas, dice citando a Shklovski. La diferentes escuelas (que se desarrollan en torno a un individuo yduran una generacin) conviven simultneamente y van intercambiando sus puestos, naciendo y muriendo. Su desarrollo es generacional y se da en el campo dela automatizacin-perceptibilidad: aparecen y desaparecen denuestra percepcin siguiendo una ley psicofsica, pero no han descubierto una regla que gobierne esa explicacin. No es una evolucin, sino cambios que se producen espordicamente, Tampoco es dialctica,yaqueenesecasollevaraensuinteriorelgermencontradictorioyenstaelcambioes externo.Todo se vera muy distinto si los formalistas relacionaran la perceptibilidad yautomatizacin con las condiciones generales ideolgicas y socioeconmicas de la poca. Pero tambin en este caso esos trminos seran ineficientes, ya que son caractersticas inmanentes de la construccin artstica. Por eso Bajtin ha debidohacer este Los formalistas, considera Bajtin, fueron un fecundo aporte al plantear los problemas en un alto nivel. Con ellos han dadouna base a la ciencia literaria marxista para su desarrollo.Conclusionesuna obra potica, igual que cualquier enunciado individual, aparece como la unidad indisoluble del sentido y de la realidad, basada en la unidadde la valoracin social que la impregna de ladoa lado.Este trabajo, originalmente firmado por Pavel Medvedev y atribuido a M.Bajtin en los aos setenta por su alumno Viacheslav V. Ivanov, ha realizado una amplia revisin de los conceptos bsicos en que se debiera basarun anlisis literario marxista.Para ello ha tomado como eje principal la crtica a las teoras de los formalistas rusos. Evitando la permanente negacin de sus postulados al presentar positivamente sus propias ideas en contraposicin.Podra separarse fcilmente la teora personal de Bajtin de las formulaciones ajenas, pero esto rompera su estilo anlisis dialgico. El autor ha preferido ms que una postulacin de sus propias teoras, siguiendo el camino de la interaccin de variados pensamientos, hacerlos hablar, compararlos y llegar a conclusiones.No es un tratado cientfico en el cual se presenta una nueva teora sino que es la presentacin prctica de una teora que se confirma en su desarrollo.De esta manera, la obra se va desarrollando lentamente con un temario muydetallado, llevndonos a descubrir su propio pensamiento. El autor dialoga con tericos que analiza, acepta o contradice, pero al mismo tiempo avanza muy lentamente (incluso con muchsima reiteracin) presentando no slo sus propias ideas, sino tambin presentando tan slidamente cmo es posible los argumentos contrarios, y no es raro que nos sorprenda al dejar al lector casi convencido con una explicacin que a continuacin proceder a refutar.El desarrollo terico tendr en todo momento presente la gran diferencia con el movimiento formalista y sus lneas derivadas que llegan hasta nuestra actualidad: toda comunicacin es decontenido social y se realiza dentro deun horizonte ideolgico.No existen elementos abstractos ajenos al tiempo y espacio. Las artes y las ciencias forman parte de la superestructura de la sociedad. Y estn por tanto, relacionadas con su infraestructuraeconmica.El negar al anlisis artstico su entorno social genera la deteccin de interminables elementos inconexos que no logran llegar a construir una respuesta al contenido de la obra artstica. Es el inicio del desvo de los formalistas que los llevar a priorizar los anlisis lingsticos que terminarn entregndoles unaestructura estril.Tampoco quedan fuera de sus crticas tendencias polticas hegemnicas que debe denunciar de forma ms sutil, considerando que esta obra se publica en poca deStalin y, si se considera la opinin de Viacheslav V. Ivanov, aa nombre de otro estudioso.Pero adems muestra la contradiccin de decirse marxista, pero aceptar las herramientas de estudio ajenas a la dialctica o ms especialmente, y referido a su poca, el sacar de contexto la obra artstica y traspasarla a otro medio aportndole al autor roles que vanms alldesurealidad deartstica ytransformarlo enunlder deopinin, filsofo,voz del pueblo, sacndolo de su horizonte ideolgico y ponindolo en un horizonte universal:Es malo que olvide el crtico que en literatura no hay filosofa, sino tan slo un filosofar; no hayconocimiento sinocognicin.Tambin ese espacio histrico que le correspondi habitar le impedir analizar ms ampliamente el rol del individuo dentro de su horizonte ideolgico y el origen, funcionamiento y desarrollo de la individualidad dentro de la obra artstica y en relacin a un medio ideolgico.BibliografaBajtin, Mijail (Pavel N. Medvedev).Elmtodoformalenlosestudiosliterarios.Madrid: Alianza Editorial S.A., 1994.Holquist, Michael. Dialogism.Bakhtinandhisworld. Londres y Nueva York: Routledge, 1994.