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ti-J EL ING+ENIERO AGRONO`MO CARL,OS A. LIZER Y TREljljES, ` NUEV'O SOCIO HONO'RARI0 DE LA SOCIEDAD ENTO.Molj'OGICA. ARGE'NTINA Todo un. acto interesante resultó la entregá del diplopa So-ci-ó Honorario al lhg. A`gr. Do.n Carlos A. Liizer y-Trelles, efeótúado eL 29 de agosto de 1936, én el 1ocal social de la Sociedad E.ntomólógica í Argentina.. Hub'o n-umerosa y selecta concurrencia, 1.ienándose ei iocai -de S. E. A., en`un ambiente``de cordialidad y.simpatía.- Asistieron, entre otros, 1os doctores Lahille, Bruch, Dallas, -Lié- bermann, Del Ponte, Harrington, Arditi Thompson ; 'lós-in:genieros Blanchard, Baz.zi y los señores Bourquín, Orfila, Dowér, Í)e loarlo, No`swi.tz, Gemignani, Bosq. El socio Dón` Fernando Bourquín, por au£+encia ob.li`gatoria. del Presidente, entregó el diploma al lng. Lizer, pronunciando las pala- bras que se publióan más abajo; luego contestó el homenajeado con la amena. y valiosa disertación en la.que destacó la obra realizad.a por 'la S. E. A. en favor de la E`ntomología Agrícola Argentina. P`ronunciaron-luego sus comunicaciones los ~socios Bourquín, . Da- 1las, La.gos, Ijiebermann y Orfila. ` - Pa,labra,s del Sr. Fer;amd,o Bourq:rin Señores : Por ausencia del presidente, Dr. Jos'é Yepes, actualmente en viaje de estudi.o, cábeme el honor de dar hoy el saludo inicial, en.`esta a-samblea científica, convocada especia]mente para incorporar éri forña eíectiva al lng. Agr. Profeso`r Don Carlos A. Lizer y Trelles- a] !grubo reducido, pero selecto -por eso mis.mo r.educido- de nues- tros sócios honorarios. ` En la asamblea del 2 de junio ppdo., reunida en este mi;mo lo- cal.-nuest`r-o h-oga-r .entomológico-se designó p.ór 'aclama,ción miem: brq h.onorario dé lá sQciedad al lng. Liizer y Trelles. 'No haré su`e},ogio por no inqu`ietar su. modestia, peró no pued.o evitai el h-acer -alg,unas-méncion-es que, a grandes rasgos, ma¥quen Ja

EL ING+ENIERO AGRONO`MO CARL,OS A. LIZER Y TREljljES,

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EL ING+ENIERO AGRONO`MO CARL,OS A. LIZER Y TREljljES,` NUEV'O SOCIO HONO'RARI0 DE LA SOCIEDAD

ENTO.Molj'OGICA. ARGE'NTINA

Todo un. acto interesante resultó la entregá del diplopa dé So-ci-óHonorario al lhg. A`gr. Do.n Carlos A. Liizer y-Trelles, efeótúado eL29 de agosto de 1936, én el 1ocal social de la Sociedad E.ntomólógica

í

Argentina..Hub'o n-umerosa y selecta concurrencia, 1.ienándose ei iocai -de iá

S. E. A., en`un ambiente``de cordialidad y.simpatía.-Asistieron, entre otros, 1os doctores Lahille, Bruch, Dallas, -Lié-

bermann, Del Ponte, Harrington, Arditi Thompson ; 'lós-in:genierosBlanchard, Baz.zi y los señores Bourquín, Orfila, Dowér, Í)e loarlo,No`swi.tz, Gemignani, Bosq.

El socio Dón` Fernando Bourquín, por au£+encia ob.li`gatoria. delPresidente, entregó el diploma al lng. Lizer, pronunciando las pala-bras que se publióan más abajo; luego contestó el homenajeado conla amena. y valiosa disertación en la.que destacó la obra realizad.a por'la S. E. A. en favor de la E`ntomología Agrícola Argentina.

P`ronunciaron-luego sus comunicaciones los ~socios Bourquín, . Da-1las, La.gos, Ijiebermann y Orfila. ` -

Pa,labra,s del Sr. Fer;amd,o Bourq:rin

Señores :• Por ausencia del presidente, Dr. Jos'é Yepes, actualmente en

viaje de estudi.o, cábeme el honor de dar hoy el saludo inicial, en.`estaa-samblea científica, convocada especia]mente para incorporar ériforña eíectiva al lng. Agr. Profeso`r Don Carlos A. Lizer y Trelles-a] !grubo reducido, pero selecto -por eso mis.mo r.educido- de nues-tros sócios honorarios.

` En la asamblea del 2 de junio ppdo., reunida en este mi;mo lo-cal.-nuest`r-o h-oga-r .entomológico-se designó p.ór 'aclama,ción miem:brq h.onorario dé lá sQciedad al lng. Liizer y Trelles.

'No haré su`e},ogio por no inqu`ietar su. modestia, peró no pued.o

evitai el h-acer -alg,unas-méncion-es que, a grandes rasgos, ma¥quen Ja

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84 REvisTA SoC. ENTOMOLÓG. ARG. VIII' (1936)

. proyección de su Íigura en el campo cle nuestras Ciencias Natu-C\

rales.Ilace 26 años, en el !Cbngreso Cientííico lnternacional Ameri-

cano, se incorporó el ln,g. Liz.er y Trelles a la Íalange de investiga-dores\ que dan brillo a la ciencia argentina, con un valioso estudiosobre un coleóptero galícola. `

Desde -entonces y en.Íorma c.ont'inuada,1os resultados de sus in-vestigaciones sobre la Íauna entomológica apgentina enriquecieron laspáginas de las.revista.s cientííicas, destacándose sobre todo la valiosa

• serie de trabajos sobre los cóccidos, en los cuales es autoridad y sus

aporte; a la bibliografía entomológica a'rgeritina.`Siguiendo una lógica trayectoria, 11iegó el lng. L,izer y Tre,11es a

la función pública,` tocándole galvanizar nueÑtra órganización de en-tomolo.gía agrícola transformando el modes`to laboratorio donde l-u-chó denodadamente durante `años el Dr. Ijahille contra la incompren-sión' en un actico centro de investigaoion`és e inyestigadores ,que de-dican sus conocimientos y sus esnf`uerzos a la lucha contra lasi plagasüue comprometen la rique¿a agrícola arigentina. Es del conocimien-to de todos ustedes la intensa actuación dei lng. Liizer y Trelles enla l`abor de organización y dirección de la -moderna' y activa campañaque para el e,studio y clestrucció.n de la langosta se ha empr`endicloen todo el país, para que tenga que recordárselas.

Y es entonces, cuando a la ciencia ádquirida en la investi,gaciónse` suma el conocimientQ práctico de las cuestiones a ella re±.erentes,

que el lng. Lizer y Trelles 11ega a la cátedra universitaria, para vol-car, con la clar`eza conceptual y la éalanura del decir que |e ;on pro-verbial.es, los resultaclos de su experiencia, abriendo rumbos a la ju-ventud estudiosa que` comienza a asomar a la vida con un conceptorealista de su misión.

Y allí aparece el maestro, el que sabe despertar vocaciones yque, encontrándolas sabe orientarlas, dirigirlas y controlarlas, para

•que no se agosten en frutos prematuros sino que se brinden en-her-

mosa floración. ® `

Y todo ello con un aire de despreocupación -nada grande-`seha liecho solemnemente- que ocultan su extraordinaria t.,a,pac,idadde trabajo y la facundia de su ingenio.

In¿enierQ Liizer y Trelles : permitidme que os entregue Vuestrodiploma que os acredita como nuestro socio de honor y `que, inter-pretando el sentir de todos los que hoy os rode.an -con su-oalor-desimpatía, os felicite por la Íecunda y nóble labor a que dedicáis vues-tra vida.

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VIII (1936) REvisTA SoC. ENTOMOLÓG. ARG. 85

Pa,la,bra,s d,d -Img.J Agr. Cajrios A. Lbzer y Trdles

Señor' Presidehte :

Estimados consocios :

Si una riañana del pasado mes de ,julio alguno de mis amigos be-nevolentes, al despertarme de sopetón y así, sin más ni más, como``quien dice a boca de jarro, me. hubiese espetado estas palabras:€s necesario que te aprontes ,p'ara 'salir dentro de breves instanteshacia los espacios interplanetarios a realizar el más fantástico de losviajes ique hasta la Í`echa se hayan proyectado, 1a sorpres'a que talinvitación hubiese causado a mi aun 'semidespierto entendimiento,pálida quedara al compararla con la que ime provocó la noticia, pues-ta en mi coriocimiento por un miembro de la icomisión Directiva dee;ta Sociedad, rélativa a mi designación de Miembro llonorario dela misma.

NQ podía oreer en las palab.ras del. e.misario, rio obstante constar-me que rio e's hóribre bartidario .de gastar-brorias, por cuyo motivo,vuelto ya de mi asombro, lo primero que acudió a mi mente fué unpe.nsamierito nada halagador, por cierto, que resumo en pocas pala-bras: ya soy viejo, estoy entrando en la senectud.

~Eíectivamente, .es hecho por demás conocido, que las sociedades

científicas, literarias o de otra nat.uraleza, consagran a los hombresy .les coníieren títulos honorííic`os, cuando aquéllos han cumplido sum.áxi.mo cometido en la vida .y su obra ha llegado.al pináculo, esto eq,cuando ya no se espera de ellos superación en esa obra. Además, alcumplirse esas condiciones se espera ver a .1os agraciados con luen!gasbarbas, plateada cabellei;a - cuando no calvos absolutos - y, alas veces, con. ach'a,ques propios de la prov.ecta edad a que han]le'gado... \

-Así fué que sumido en estas reflexiones y en la soledad de .mi ga-

bínete de trabajo, no podía convencerme de que yo estuviese en elcaso mencionado, ni intelectual,` ni físicamente ; volvía y revolvía misconfusos pensamiento-s, hacía examen de conciencia, ponderaba mismerecimientos y mi insignificante obra y al colocar el todo eri el pla-tillo de lá balanza imaginaria que tenía estereotipada en las -retinas,observaba la inclinaci`ón del fiel, hacia el lado opuesto al platill-o car-

ga_do' lo cual me estaba demostrando la inconsisténcia- de la -carga...'p.rueba suíiciente para poner de manifiesto lo `inmerecido del` título\

que aQabo de recibir de manos del seáor presidente de nu,estia a?o-ciación, que agradezco en todo cuanto vale, pese a las resüerv-as expues--rl

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86 REvisTA SoC. ENTOMOLÓG. ARG. VIII (.1936}

tas, las cuales expresan .mi íntimo. convencimient,o de lo prem.aturode su otorgamiento.

Diez años la.rgos han transcurrido desde que un núc`leo reducidode amantes de la entomología,, echamos las bas`es de esta emtidad, `quehóy ya'ha entrado en su mayorí`a de edad, no embargante ]os emba-tes soportados que, en más de una ocasión, estuvieron a punto dederruhbárla. ` L

Recuerdo como si se .tratase de hecho reciiéri acaecido, la primeráve_z que.me enteié de la idea de fundar esta asociación y quiero, enesta oportunidad, relatarlo porque las circunstancias que lo rodearonson dignas de darse a conocer.

Nuestro común amigo, el activo Doctor D`allas, me llamó cierto`día telefónicamente, para solicita-rme una entrevista, 1o antes posi-ble,.péro sin adelantarme palabra acercá del motivo de la misma.Excusado es agregar tque, visto la p.remura del asunto, 1o cité paraese mismo día ; óserá un duelo, barruntaba yo, necesitará un padrino ?,pero no, no es posible, 1os riatura]istas ng son person'as `.q,ue anden ensem.ejantes trances; ¿y si no perteneciese a. ese gremio el supuestoduelista?, ó`de qúé se tratará, pues? ; aguardé con la ansiedad que es deimaginarse, 1a llegada del mencionado ,amiéo ; mis conjeturas cobraronvisos de certidumbre, cuando ya caída la tarde, se detuvo un auto-móvil Írente a la puerta de .rii resicTencia y de él descendió apresura-damente, el Dr. Dallas, que. v_estía elegante smoking, y me parecióalgo intran.quilo; .quizás todo lo üue yo creía no era sino Íruto de laidea preconcebida por la imaginación de quien ni se soñaba con elverdadero imotivo de la visita, que en tal.es circunstancías recibía,a.nunciada en forma un tanto insólita.

El- diálogo entablado Íué muy breve, aunque el visitante parecíano iqu.erei comunicarme tari de golpe la magna noticia, 1a que, al fin,-apareció dad.a escuetament.e.y de esta suerte : ven.go a proponerle la fun-dación de una sociedad entomo`1ógica, esto dicho con un convenci-'miento y persuasión que ni e.1 mismo San Antonio `se hubiese atre--vido a oponer .la .denegatoria ....

`Creo que al principio me mostré un tanto pesimista, tenía ya laGJ

experiencia de la pr'iméra sociedad de iguai índole, cuya vida fuériarto efímera, áunque proficua; estimaba., por otra par`t.e, que el nú-riero de entomó]ogos era ehtre nosotros, tan reducido que la futuraas`Qciáción no tendría el .carácter de tal y sólo seríamos unos cuantosámigos' muy pocos por cierto' que merced a un ideal común' nos for-jaríamos la ilusión de que integrábamos una Señora So¢iedad, así

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con mayúsculas, lo que para .mi fuer-Ó inte.rno, no ,pasaría de ser lasóciedad de los Óuatro gatos, esta vez, con` minúsculas,.

Péro en virtud de la insistencia del ariigo v-isitante y por rio apa--recer como rémora en la `c`onstitución de la nüeva entida(l, concluíbor aceptar la hoiira de ser socio fundador de la misma, co-mo aíhora,a diez años cTe plazo, cábeme la Íntima sati'sfacci.ón de integrar.la nó;mina de.sús miembros hon.orarios. .

• Lo que. siguió al episodio que acabo de relatar e; conocido de to-

dos, bor hallar;e pu-blicado, excepción hecha de la inolvidable cen-aen el antiguo Conte, ófrecida por el Dr. Dallas a un núcleo de .entomó-1ogos, con motivo de la firma del acta de Íundación de nuestra jnci-biente sociedad, cena inolvidable he clic,ho, ya que en ellá. campeó unespíi.itu de camaradería, un entusiasmo inusitado, precursor, induda-blemente,, de los t`riuníos futuros de ]a institución que nacía bajo elSigno de tan buenos auspicios.

Ya en las primera,s m`anifest,acione-s de la S. E. A. se me fué di-sipando el pesimismo del principio,.poique al poco tiempo aparecie-r-ón en el Ílamante esceriario de la entomolog.ía argentin.a una seriede personas amantes d.e esta ciencia, d.esconocidas par.a mí, hasta en-tonces. ' No en balde decía el Dr. D.el Ponte en el frontisbicio del pri-mer tomo de ]a revista cle nuestra sociedad:` "El estíiriulo que estorepresenta para los investigadores es incalculable y. ello perriitirárealizar esa obra .que se propone ia S. E. A., contando precisamente`con la energía y la actividad cle tantos trabajaclores ha`sta ahora in-justamente ignorados".

Con toda seguridad, esos trabajadoi.es hubiesen seguido ig`nora-dos, así como las investigaciones por ellos realízadas, cTe no mediar lafu-ndación de esta entidad que auna a los cultores 'cle una ciencia co-riún`, ya sean maestros o aíicionados.

Este es, seg.`.ún mi septir, el primer fruto. producido por la S. E. A.a poco de nacida. Luego siguen otros y' otros a cual más sabroso y cTeprovechosos resultados T)ara la disciplina que cultivamos.

No es mi propósito analizár aquí la _proficua obra realizacla-yconsiderada en todos sus aspectos. El teria elegido para hoy es elque se relaciona con la acción benefieiosa, más o menos, indirecta dela S. É. A., en` el progreso de la ent.omología agrícola en el país.

No se me ocult,a que el propósito de los fundadores era el de pro-

pender .al adela,nto de la entomologí'a en general, tomada `desde tocloslos puntos de vista: sistemátíca y biológica,`pura y aplicada, esto es,teórica y práctica.

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REvisTA SoC. ENTOMOLÓG. ARG. VIII (1936)

• Quienquie.ra analice -d©tenidamerite los siete nutridos tomos de la

revista, echará de ver .que son, relativamente, escasos los trabajos deentom®1ogía agpícola - sensu stpieto - si se los c®mpa.ra c.on los res-tántes` que~.son, prima faeies, de entomología pura.

- Pero aquí cabe una digresión que h`a cobra,do .ya c,aract.eres axio-máticos; me refiero a }as iHvestigaciones de índ®le bi®lógica, sea cualfuere el organiÉmo estudiado, y que son, precisamente, los fundamen-tos en tque han de basarse los imétodos de, lueha ejercitad=os; en tiem-po opot`tuno, contra el insecto mo`lesto o deelaradamente pernicioso.Sólo ,cuando se. conoce cabalmente la evolución, ecología "habitat",las costumbres, en una paiabra, de la especie enemiga, es .que se estáen condiciones de lievarle un ataque con probabilid;des de buen éxito:

Pues obien, he aquí una c.ont,ribuc,ión iniportantísima. de laS. E. A. ; m,uchos estudios de la índole apuntada, -han aparecido enlas páginas de Lqu revista,` casi` todos relatii7os a puntos oscuros o to-

i

talmente desconocidos.'Ya sé lo que me argüirán todos cuantos no tengan visión amplia

para considerar est,oS asuntos; ya lQs oigo decir: ipero si no se tratade especies dañinas a las plantas cultivadas o út,iles !, óqué valen estosestudios para la entomología 'agioícola? Peio yo, (iue no me ando poria,s ramas les respondo rotundamente : estos est,udios tienen princi-palísimo valor; e| hecho de ique una especie tenga hoy como plantahospedádora upa propia de la, flora..espont.ánea, no signi±-ica que ma-i~iana, por circunst.ancias especiales, no pase a dañar uno ,o más cul-tivos® Los ejemplos que podría traer a colación son tan conocidosde todos que sería redundancia, cit,arlos aquí.

Si seguimos analizando los ti.abajos de.1a revista`, ericontra`remoslos. referentes` a descripciones, de parásitos\de especi`es dañinas `a-la'agricultura, dist.ribución geográfica a¿ompañados, a lás veces, de al-

guna iníormac.ión biológica. Est,e es gtro punto capital -y a laorden del día -en' el ámplio campo de la entomología agrícoúla; elcónociriiento de los predatores y end-ófagos y su aprovechamientt) enla lucha biológica, tcm debatido, hoy por .hoy, en el múndor, con suspartidaiio§, por una parte y -sus détractores pori lá otra, algúnos. acé-i;rimos en úno u 'otro sentido.

Y a propósito de este asuntó tan atrayente, como quiera que sele estime, cábele a la S. E. `A. Ia primicia dé .haber pri'oriovid-o un mo-vimiento-eri pro de la lucha biólógica, -m tantó.-venidá a merios des-de la desaparíción del` e.ntomólogo Bpethes, p.rincipál -adalid y pro-.riotor' del -es.túdio de lós' enemigoÉ nat~uráles de nuest,ros 'insectos da-ñinos. iconocidas son las disert,aciones clel Dr. Liebermann en el -se-

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VIII (1936) REvisTA S®C. ENTOMOLÓG. ARG. .89

no de esta Sociedad y-la. atmósfer.a que levantaro`n; ,no es mi intenci,ónefectuar `la discriminación ciítica de las mismas; sólo deseo maniíes-tar que casi unánimement.e .con. aquiéllas, el Gobierno del país, porintermedio de la Dire,cción de isanidad Vegetal, dependiente. del `De-partamento-de Agricultura, comenzó a instalar insectariós destinadosa la cría y difusión de los enemigos.de los insectos dañinos 'a losculti-vos. -` , -

¿`Y cómo, no he de. citar .especialmente las dos magníficas ~sesionesen que se expusieron, con amplitud de pormenores, problemas ta.napasionantes como los atañederos a nuestra p]aga secular, el acridiomaldeoido desde los t,Íempos de -Moisés? ` .

óNo £ué, acaso, la S. E. A. la inic-iadt)ra de esas tenidas,1a coadryuvadora de las autoridades nacionales en el,c.onocimient.o y soluciónde los problemas acrídicos, fuera de toda duda, 1o.s más serios y diíí-ciles que debe encarar la entomología agi`ícola? Se hubiesen conocido,por ventura, esas disertaciones, si nuestra sociedad no promueve .lasreuniones respectivas -? '

•Deseo, además, citar un hecho muy su-ge,rente, due se relaciona

con el` tema que estoy tratando: en sesión ext.raordinaria, similar ala de hoy, celebrada el 12 de febréro de 1927, mi ilustre antecesor en

* ft¥ éffiiÉÑñÉñiE±é`, ` ` ££wÉffiffi5i

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aplicada; existe un límite neto, una demarcación precisa entre estasdos disciplirias? A mi entender no es posible la separación de ambas,

pues las. dos se complementan, .m.ejor dicho, 1a aplicada se apoya de-ci`didamente` en la pura; de ahí qu`e se hayá afirmado, en forma -ge-neral - con lo que estoy de _acuerdo - que no hay ciencia aplicada,siho 'aplicación die las ciericias. <

Otro argument,o más que se une a los ya enunciados, para demos-trar la participación de la is. E. A., en el adelanto de la entomologíaagricola .

No me parece necesario trat,'ar detenidamente de los doce o ca-torce trabajos ique versán `directamente sobre esa materia ; creo seríafatigar la atención de los señores consocios que con tanta benevolen-cia me están escuchando.

Sólo .quisiera, p'ara terminar, indicar algunas normias que . quizásÍueran de utilidad a los cultores de la discip.lina en cuestión, alum-nos de las Facultades, etc., si se pusiesen en prácti.ca.

En primer término, creo de suma utilidad que nuestra asociacióntenga registrados y publique en cada número de la revista, 1a nóminade todos los trabajos que acerca de la entomología + sea cual Íuerela índole de los mismos -aparecen en el país. No es posible admit.irque una entidad especializ'adá como la nuestra, pueda ignorar lo queexiste publicado sobre la ciencia de su especializa.ción. El desidera{,um•sería que las publicaciones Íuesen dadas a. conocer ag.rupa,das por ,ma-

teria, o por Ordenes y cada una acompañada de -un breve resumen delo que trata, con lo cual se facilitaría al lector la consulta y se letendría al día.

C]aro está que más bene.Í'icioso Íuera, incluir también los traba-jos del exterior de]. país, por ]o menos los relacionados con nuestra Íau-na ento-mológica, mas ya esto cTemandaría mayor dedicación.

Creo que lo priimero e's factib]e si se reparte ]a tarea entre todoslos socios, quienes enviarían l.os comentarios de sus respectívas espe-ci'alidades`; 1ue.g.o la redacción cLe ]a revi*ta dispondría los trabajosdentro de la sección bibliográfica de la misma.

Imprescindible me parece también tener regi;trados, en Íicherospor matéria y por autór, los títulos de lo publicado en el país en ma-teria entomológica y .m{i,ntener aquiéilos al día. Estimo que nuestrasociedad es la única institución que puecle realizar un trabajo de esanáturaleza y es para ella obligación moral el cumpl,irla.

' Quisiéra también suge.rir algo que `sería `muy útil, a la par quebeneficioso para la S. E. A.; me refiero a los cursillos que podríandictar sus socios -breves y sencillos -con abundant.e`demostración

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VIII (1936) REvisTA SoC. ENTOMOLÓG. -ARG. 91

•'`.,.-,i.oíi;.,,.j_Í

práctica de material, vivo o conservado, pr..oyecciones luminosas, lámi-rias, -etc., acerca de distintos temas, especiá.lmente generales, y lo másamenos posible. Tengo la seguiidad de que si se realiza adecuada pro-paganda y se despoja 'a esas charlas de toda aridez y ribetes acadé-riicos, se tendrá suíiciente público, y quizás futuros adeptos páranuestra ciencia predilecta.

Estos cursillos debieran comi)1ementarse, luego, con excursionesa puntos cercanos a la Capital Fed`eral, durante él estío, for.ma éstamuy apropiada para compenetrarse de riuchos puntos de la entomo-logía -distintas maneras de caza, "habitat" y ecología-de los dis-tintos grupos',J estados preparatorios, etc. - que serían explicadosbor el director o dire^ctores de los excursionistas. `

• En'tal Íorm`a, además de la expansión del espíritu y el descansomental que implica un día de campo - se iría inculcando el amor porlos insectos, eso's seres tan abundantes y, a veces tan hermosos, queca.usan al hombre los mayores perjuicios y también los mayores bene-ficios. Se debiera tomar como ejemplo para los Íines propuestos unlibrito insustituíble,- como lo es "El joven coleccionista de HistoriaNatural", de Eduardo L. Holmberg.

'\

. Otra iriiciativa !que propongo a la SociedacT - aunque su reali-zación es asunto de más bemoles' - se refiere a la edición de un ma-nual de entomología argentina, digo manual deliberad'amente, paradue no se corifunda con obra de mayor a.li€nto, que vendrá a su

-- ti.empo.

No 'es menester .que 'se use de mucha dial.éctica para demostrár laimperiosa necésidad de esta obrilla, pues todos los entomólogos, nat.u+ra.listas en general y profesores de z.oología, estarán conmígo `y medarán raz.ón. ,

Sabido es que la mayor parte de nuestra entomología se halladesparramada en revistas de toda índole, tanto n.acionales como ex-tranjeras, algunas de ellas de difíóil consulta o elevado precio.

Si una persona cualquiera desea informarse del nombre de losinsectos m.ás comunes, de los .qué diariamente tene'mos a la vista, severá en Íigurillas, pues no podi.á echar mano a ningunia guía paraorientarla a conocer, siquiera el género de esos organismos que Íre-

` cuentemente, por su abundancia, nos .molestan.

Creo llegada la hora de remediar est,a Ílaguna y ninguna institu-ción 'está en mejores condiciones que la nuestra, para realizar la obraque propongo, por cuanto aquélla cobija a todos los entomólogos queabarcan la mayor parte de las éspecialidades. Si cada uno t_rata lapropia de acuerdo, va de suyo, con un plan preestablecido, el ma.nual

` ++ ` <-t.-Si+-á8,ir*±+` _-_: L

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92 REvisTA SoC. ENTOMOLÓG. ARG. VIII (1936)

estaría. hecho en poco tiempo y la vent,a del mismo sería, cosa asegura-da, no sólo en-el p,aís, sino también` en `los vecinos, ya. que la fauna nose -rige .por límites políticos® -

• N. o intento foi'.mular otras proposiciones - quien mucho abar-

ca ...- púesto que las enunciadas son suíicientes para dar mayorbrillo 'a la S. E. A. y a hacerse ac,reedora al reconoc.imiento de los en-tomólogos, en primer lugar, y d`e los estucliant,es y estudiosos en g.e-neral. Recuiérdese que la Sociedacl Entomológica de Francia ha ;idoreconocida por el Gobierno de ese país, como iristitución de uti]Ídaclpública; ¿y acasó también la nuestra no podría serlo, a la par quela colega francesa? Pong`ámonos a trabajar con` intensidad y sin tre-gua, y no' dudo que pa,]paremos con sat.isfacc,ión la merecida recom-pensa a nuestros afanes®

Señor Presidente cle la S. E. A. : i qué bien se está en este ambientehog`areño, familiar, le,jos de lcn claustros Írío.s y desapacibles ! No dan

ganas de abancTonai. este recinto tan cálido y simpático, donde la g`reyento.mológica se reuiie, cual la clel noble himenóptero, para traer almismo los frutos de sus propias cosechas, y librarlos luego al mi.indopara honra y prez de] autor y de ]a institución que los prohi,j.a!

Sean, mis palabras finales de nuevo agracTecimiento a los miem-bros co]eg`as que auspiciaron mi exaltación a Socio Honorario y 'a laComisión Direotiva que acogió favorablemente ese petitorio y, al po-nerlo en práctica, ha querido coronarlo con est,e hermoso acto.

No he de terminar sin decir cuatro versos de una poesía france-sa - verdadera loa a nuestra ciencia - que ]eí cuando me iniciabaen los estuclios entomológic,os, hace ya un cuarto de siglo, los cualesse me han grabaclo indeleblemente :

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Vive 1'entomologie !Doux charrie de nos ]oisirs,N'est-elle pas dans la vieUne source de p]aisir9

ffi-.., _ ,`ffi... L