8
92 El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

92 El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

Page 2: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

93El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

María Thereza NegreirosEl Hombre y la Máquina

María TherezaNegreirosLa Sinfonía Plásticadel Amazonas

Cómo se inició usted en lapintura. Háblenos de esoscomienzos.

Inicié clases de pintura a losnueve años cuando estudiaba en uncolegio de Manaos. Estudié pinturaen Río de Janeiro en la Escuela Na-cional de Bellas Artes de Brasil, endonde me gradué en 1954 y duran-te ese mismo año me casé con uncaleño que estudiaba arquitectura enBrasil, Ernesto Patiño Barney. Enese entonces la Escuela de Arqui-tectura y de Bellas Artes de la Uni-versidad de Brasil eran considera-das las mejores del país. Fui repre-sentante de mi grupo en la Univer-sidad, escribía en el periódico de lamisma y tenía una vida cultural muyintensa.

Mi inicio como profesional fueen Cali en 1960 cuando ya residíaen Colombia. Iniciamos un grupo deapoyo que estaba conformado porpersonas que habíamos llegado dedistintas partes como Lucy Tejadade España, Hernando Tejada, JanBartelsman y otros. En ese enton-ces sucedió algo muy importanteque fue el despertar cultural de Cali,

al realizarse el I Festival de Arte, elcual fue organizado por FannyMikey.

En esa época se realizó el IFestival de Arte. ¿Cómo fue suexperiencia artística en esaépoca?

Dentro del marco del I Festivalde Arte creamos el primer grupo deArtes Plásticas de Cali, el cual tomóel nombre del Grupo del Taller. Calien esa época no contaba con un lu-gar donde realizar una exposición.Esas obras fueron expuestas en lasinstalaciones de nuestro taller dearte, que adecuamos como una ga-lería para las exposiciones que serealizaron en el festival. En el festi-val gané el primer premio de pintu-ra donde uno de los jurados fue Ale-jandro Obregón. Expuse en la Bi-blioteca Luis Ángel Arango, mi pri-mera exposición individual congran acogida de la crítica.

En el año 1962 gané el premiode Museo de Cartagena en el SalónNacional cuando Obregón ganó elprimer premio con La Violencia. En1963 me gané el primer premio de

Entrevista realizada por el comité de asistencia editorial de El Hombre y la MáquinaMar

ía T

here

za N

egre

iros

en

su e

stud

io. F

oto

Silv

ia P

atiñ

o, 2

005

Page 3: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

94 El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

María Thereza NegreirosEl Hombre y la Máquina

pintura en el Salón Grancolombia-no. En el 65 gané el segundo pre-mio de pintura en el primer salónPanamericano. Esos años se carac-terizaron por la investigación. Yoempecé a pintar en óleo sobre lien-zo. La primera serie se llamo Alasde Mariposa y Magia en la Monta-ña. La geografía brasileña es plana.Cada seis meses me tocaba viajarcon mi esposo al Ecuador porquese vencía mi visa. Entonces esamonumentalidad de los Andes meimpactaron mucho y pinté la seriede Magia en la Montaña en 1961.

¿Cuál fue la primera etapa ensu evolución plástica?

La primera etapa de óleo sobrelienzo fue de pintura abstracta, ex-presionismo abstracto en la serie

Alas de Mariposa y Magia en laMontaña.

A finales de 1962 hubo una granexposición de los informalistas Es-pañoles en la Biblioteca Luis ÁngelArango. Me impresionó mucho prin-cipalmente la obra de Tapies. Enton-ces resolví sacrificar el óleo y entraren el experimento de los nuevosmateriales. Como toda la vida he sidomuy estricta en la técnica quería sa-ber un poco más sobre materialesnuevos y busqué la ayuda del doctorGeorge Kloetzner que era uno de losdueños y químico de Inquinal. Conél aprendí mucho sobre los nuevosmateriales que investigué durantevarios años seguidos.

Desde el punto de vista técnico,el manejo del óleo sobre lienzo ylos nuevos materiales, ¿cómoinciden en su obra?

Como ya señalé, dejé el óleo yentré en la apasionante búsquedacon nuevos materiales.

En 1963 encontré en la plaza demercado de Pasto una expresiónautentica del arte popular: Los mu-ñecos de trapo.

En Quito me impresionó el ArteBarroco, sobre todo Caspicara meimpactó profundamente. La sensua-lidad en la materia, esa carnosidadtratada como si fuera porcelana. En-tonces comencé a trabajar inspiradaen los muñecos de trapo los ángelesbarrocos en la serie Los Ángeles.

Después de la serie Los Ángeles,¿qué viene?

Después de Los Ángeles yo co-mencé a tener necesidad de que elsoporte tuviera forma. Ensayé mol-dear el lienzo con yeso y hindralithpero la forma no resultaba perfecta.Entonces usé la madera. Hice unaobra de madera en puro cedro ne-gro que se llamó Rompiendo el Es-pacio.

Son dos superficies curvas y unacanaleta y dos manos desesperadas,

Ángel de la pijama a rayas • Técnica mixta, 150 x 130 cm, 1996

Page 4: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

95El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

María Thereza NegreirosEl Hombre y la Máquina

una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro hacia fuera rompien-do el espacio. Partí del principio.“Un fragmento es mucho más elo-cuente que un todo”. Y toda esa épo-ca mía le doy mucha importancia alfragmento y si uso el todo, lo usoarbitrariamente.

Usted utilizó el soporte de Fibrade Vidrio. ¿Qué ventajasencontró en comparación aotros soportes?

Me daba la forma y la superfi-cie perfecta que yo deseaba. Cadavez que he cambiado es por una ra-zón muy poderosa; yo nunca hecambiado porque sí, sino por unanecesidad de expresión. Tuve quehacer varias maquetas. La primeramaqueta la hicimos en cartón, nofuncionó. Entonces hicimos una enmadera y la madera nos dio unamaqueta perfecta. Sacamos un granformato positivo y negativo. Resul-tó ser una obra muy importante:“Mujer en la escalera rodante” mó-dulo No. 1 y No. 2 que fueron pin-tadas con pintura fluorescente espe-cialmente preparada.

Esos tiempos fueron muyconvulsionados en el mundo yparticularmente en AméricaLatina. ¿Cómo vivió usted esainfluencia de la década de los60?

Una época totalmente impreg-nada por todo lo que pasa alrede-dor. Era la época de la luz negra, delas pinturas fluorescentes, paz yamor, de los hippies, el amor libre.Éramos bohemios. Siempre tuveconciencia y siempre dije que el ar-tista debería sentir las cosas quepasan cerca de una, como la sal enla piel. Desconfiaba mucho del ar-tista latinoamericano que se iba delpaís e intentataba hacer arte latino-americano; si en América Latinahace calor y en Europa está hacien-do frío cómo voy a hacer para quemi obra produzca la sensación decalor. En 1968 cuando hice “Mujer Se

lva

flor

ida,

Óle

o so

bre

lienz

o, 9

0 x

36 c

m, 2

004

Page 5: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

96 El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

María Thereza NegreirosEl Hombre y la Máquina

en la escalera rodante” necesité usarlos colores fluorescentes. Nueva-mente busqué ayuda donde el doc-tor George Kloetzner y él me pusoen contacto con otro alemán, el doc-tor Bloch que me instruyó sobre lospigmentos fluorescentes y su com-portamiento con la luz negra.

¿De qué época estamoshablando?

En el 69 ejecuté una obra muyimportante que pertenece al museode Arte Moderno La Tertulia que sellama Recuerdo de un Antepasado- Catalina. Bueno, piense lo que meestaba pasando. Viajaba periódica-mente a Brasil y estaba muy impreg-nada de esa cosa latinoamericana.Mi suegra me mostró unos dague-rrotipos de los antepasados de mimarido que me impresionaron mu-cho, sobre todo una figura como unaánima. Comenzó a batallar en mi ca-beza esa cosa muy latinoamerica-na. Nací en una finca grandota y meacuerdo que cuando era pequeñatenía un pavor terrible a un cura sincabeza que caminaba por los corre-

dores, entonces para mí esa figuraera un poco eso, un ánima que túveías, pero no veías, entonces em-pecé a construir a Catalina.

¿La obra Catalina fue productode otra búsqueda técnica?

Para construir una nueva obra,con materiales nuevos, tienes queestudiar. Entonces era todo una in-vestigación para llegar a hacer laobra. Necesitaba un soporte trans-parente y encontré el acrílico. Ca-talina es un ensamblaje de acrílico,madera y acero. Catalina es pintadaa partir de un daguerrotipo de unantepasado de Ernesto que se lla-maba Catalina y me da risa que yola llamo tía Catalina y no era nin-guna tía Catalina.

Fue la década de los setenta.¿Cómo fueron los setenta?¿Parece que cada diez añosmarcan ruptura en la vida?

En los primeros años setenta miobra se caracteriza por ser tridimen-sional utilizando fotografía, acríli-cos y acero.

Y la soledad verde. ¿Cómo llegaa su vida? ¿Cómo se construyeese mundo de infinita fuerza ycolorido?

A finales del siglo XIX el Ama-zonas era la región más rica del Bra-sil debido a la explotación del cau-cho. Mi familia vivía en Ceará, nor-deste del Brasil, región caracteriza-da por largas sequías y escasez derecursos. Después de siete años sinlluvia decidieron emigrar a la regióndonde nunca faltaba agua y progre-so. Decidieron situarse en el muni-cipio de Maués, margen derecha delrío Amazonas. En ese municipio mecrié en una finca dedicada al culti-vo del guaraná y a la explotaciónde recursos naturales. A la edad denueve años me trasladaron a Ma-naos donde pudiera obtener unamejor educación incluyendo clasesde pintura y música.

¿Cómo lograr plasmar,representar ese mundo en ellienzo?

Después de permanecer 20 añosen Colombia, me vi obligada a re-

Pájaros en el río • Óleo sobre lienzo, 180 x 105 cm, 2001

Page 6: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

97El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

María Thereza NegreirosEl Hombre y la Máquina

gresar al Amazonas a dar asistenciaa mi padre quien padecía de una en-fermedad terminal. Fueron años enque tuve que sentir cambios enor-mes en el medio ambiente debido ala destrucción de selva sin control,incendios forestales, extinción defauna, etc. Sentí una gran soledad yen ese momento para mí la soledad

era verde. Me pregunté cuál seríael lenguaje del artista latinoameri-cano en el fondo de un río y lleguéa la conclusión que era dar testimo-nio de una naturaleza que se va aacabar. De regreso por Bogotá tuveentrevista con Adalbert Meindl y meencontraba profundamente descon-certada. Le expresé que mi lengua-

Igapó • Óleo sobre lienzo, 110 x 100 cm, 2000

Page 7: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

98 El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

María Thereza NegreirosEl Hombre y la Máquina

je había cambiado. Su respuesta fue:María Thereza, tú eres una gran pin-tora, pinta el Amazonas. Al escucharla sinfonía de la selva de Villalobospensé que si él pudo llevar la selvaa la música porque no podía yo lle-varla a la pintura. Inicié la gran se-rie amazónica en 1979 pintando losIgapós que es cuando el río crece ypenetra en la selva. Después vinoel tema de las selvas, los incendios,los ríos, los espacios amazónicos,

las grandes correntezas y las selvasfloridas.

Si uno mira su vida, esa bellahistoria, María Thereza, ve unaconstante que atraviesa su obray es el problema de la soledad,¿cómo es que esa soledad searticula en su obra?

El Amazonas esta aquí, la vio-lencia es fuego. La soledad es unrecuerdo de mi infancia. Perdí mi

Anavilhanas (Díptico) • Óleo sobre lienzo,180 x 200 cm y 180 x 170 cm

2002

Page 8: El Hombre y la MáquinaEl Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005 95 El Hombre y la Máquina María Thereza Negreiros una mano joven y una vieja que vie-nen de adentro

99El Hombre y la Máquina No. 24 • Enero - Junio de 2005

María Thereza NegreirosEl Hombre y la Máquina

madre a los tres años. Los artistastenemos momentos de increíble so-ledad que nadie nos puede ayudarsino nosotros mismos. La soledades verde, es amazónica.

En este momento Ud. habla-ba de Las Flores del Amazonas,de La Selva Florida. ¿Qué signi-fican?

En los últimos años he ido fre-cuentemente a Brasil. Fui al Ama-

zonas, fui allá a las tierras nuestrasy por casualidad llegué en una épo-ca que la selva estaba florecida, esome emocionó, además, el olor, ibapor un río angosto y el olor de lahumedad de la flor penetraba por micuerpo. Y pensaba: Si logro salvarese pedazo de selva podré morir enpaz.