EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    1/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 1

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    2/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA2

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    3/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 3

    El Color de las AmapasCrnica de la guerrilla en la sierra de sonora

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    4/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA4

    Primera edicin, 2007

    El color de las amapas

    Crnica de la guerrilla en la sierra de Sonora

    Ignacio Lagarda Lagarda

    [email protected]

    D.R. Liceo Tecnolgico de Sonora, AC, Universidad Tecnolgica del Sur de

    Sonora, Instituto Tecnolgico Superior de Cajeme

    Diseo de portada: Ricardo Snchez / El Alquimista

    Foto de portada: Los Pilares de San Bernardo vistos desde el este, con las

    amapas en todo su esplendor. Tomada por el autor y editada por Miriam

    Morales.

    ISBN:

    Liceo Tecnolgico de Sonora, SC

    Avenida 13, nm. 126 y Perimetral, Col. Prados del Sol

    Tel: 662) 2159602, Hermosillo, Sonora, Mxico

    http://www.liceosonora.edu.mx/

    [email protected]

    Todos los derechos reservados. Esta publicacin no debe reproducirse, en

    todo o en parte, por ningn sistema, ya sea mecnico, electrnico, magntico,

    electroptico, ni por fotocopia, o cualquier otro medio, sin el permiso por escrito

    del autor.

    Impreso en Mxico / Printed in Mexico

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    5/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 5

    El Color de las AmapasCrnica de la guerrilla en la sierra de sonora

    Ignacio Lagarda Lagarda

    MXICO, 2009

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    6/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA6

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    7/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 7

    CONTENIDO

    PRESENTACIN.................................21

    SECUESTROENSANBERNARDO.................25

    LASIERRAYSUGENTE.......................41

    BREVEHISTORIADELAGUERRILLAENMXICO......................59

    DASDEANGUSTIA...............................91

    MUERTEENGUAJARAY...........................125

    LOSQUEVINIERON.......................167

    EPLOGO..............195

    MOSAICOFOTOGRFICO....................221

    BIBLIOGRAFA........................275

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    8/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA8

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    9/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 9

    Entrevist a todos los testigos que pude y con mis preguntas

    reviv en algunos las heridas encostradas por el tiempo, y en

    otros la evocacin de sus hazaas. Espero que cuando lean

    estas pginas y conozcan la versin completa de lo sucedido,

    encuentren en ellas sosiego para sus almas.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    10/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA10

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    11/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 11

    A la memoria de los que ya murieron:

    Victoriano Ruelas Ciriaco

    Agapito Enrquez Argelles

    Agapito Enrquez Rosas

    Severo Zazueta

    Gabriel Domnguez Rodrguez

    Estanislao Hernndez Garca

    Hermenegildo Senz Cano

    Carlos Ceballos Loya

    Hermenegildo Ruelas

    Leopoldo Angulo Luke

    Plutarco Domnguez Rodrguez (desaparecido)

    Al recuerdo de mis amigos:

    Francisco Javier Villarreal Gonzlez

    Juan Carlos Cervantes Willis

    Y a los nios que murieron en la Guardera ABC:

    el 5 de junio de 2009

    en Hermosillo, Sonora

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    12/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA12

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    13/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 13

    GRATITUD

    Las historias vividas o escuchadas durante la infancia y la adoles-

    cencia son como fantasmas que nos persiguen irremediablemente

    a lo largo de la vida; algunos se van con nosotros para siempre,

    pero otros, en algn momento, logran atraparnos.

    Lo sucedido en Madera el 23 de septiembre de 1965 se

    propag por todos los pueblos de la sierra de Chihuahua y lleg

    a mis odos siendo apenas un nio, como parte de las noti-cias que nuestros mayores nos narraban impregnadas por el

    resplandor de la hornilla de la cocina, en las largas horas

    de entretenimiento de las fras noches del invierno serrano y

    permaneci en mi mente para siempre.

    Supe de la noticia de la ejecucin de los guerrilleros

    en Tesopaco en 1969 por el estruendo del pregn del carro

    repartidor del peridico El Informador del Mayo en las colonias

    perifricas de Navojoa y la guard ntidamente en el casillero demis recuerdos.

    La historia que hoy narro la conoc desde el interior de mi

    familia y fue un fantasma que me persigui por ms de treinta

    aos; nalmente, me atrap y tuve que recordarla, averiguarla con

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    14/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA14

    detalle y contarla. Era una deuda que tena conmigo mismo, con las

    familias de los que murieron, con los guerrilleros que la ejecutarony con la poblacin de San Bernardo, el pueblo donde nac.

    Un movimiento armado a nivel nacional, encabezado por

    una generacin de jvenes valientes e idealistas, que pretenda

    derrocar al gobierno en turno y establecer el socialismo como

    forma de Estado en Mxico, sacuda y cimbraba la estructura

    social del pas. Las races de ese movimiento revolucionario

    haban surgido en 1965 en Madera, en la misma cordillera serrana

    donde se encuentra San Bernardo, y despus de propagarse

    por todo el pas por casi diez aos regresaba de nuevo a su

    lugar de origen. Los hechos ocurridos en 1974 en San Bernardo

    formaban parte de ese gran movimiento socialista armado del

    Mxico de los aos setenta.

    El secuestro de don Hermenegildo Senz Cano, la muerte

    de don Agapito Enrquez Argelles, de su hijo del mismo nombre

    y de los dos guerrilleros desconocidos conmocionaron a toda laregin serrana del sur de Sonora, pero nadie supo o no quiso

    nunca explicar la razn o el origen de aquellos sucesos.

    El trabajo fue un enorme esfuerzo de investigacin, viajes,

    lecturas y entrevistas cargadas de emocin, que requirieron

    muchas horas de dedicacin.

    Pero nada hubiera sido posible sin la ayuda y colaboracin

    de quienes vivieron los hechos de manera directa o indirecta y me

    ayudaron a remover los escombros de los recuerdos y se atrevieron

    a contrmelos. A todos ellos debo mi agradecimiento.

    Expresar mi gratitud en orden cronolgico, es decir, en la

    medida en que me fui acercando a ellos para pedirles su ayuda.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    15/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 15

    A quien entrevist primero fue a mi to Mario Lagarda

    Rey, testigo presencial de uno de los hechos, quien no slo me

    dio su versin, sino que se convirti en un invaluable promotor

    de la investigacin. Su esposa, mi ta Rosa Mara Lpez Jacobo, se

    sum de inmediato a las pesquisas.

    Luego, acud a la hemeroteca de la Universidad de Sonora

    y mi hermano Csar Alfonso hizo las veces de ayudante y

    compaero de aventura.

    Despus, visit a doa Irma Enrquez Rosas quien, apesar de estar en su lecho de enferma, tuvo el valor no slo de

    contarme su historia, sino de recordar la tragedia en que perdi

    a su padre y a su hermano. Lo que doa Irma no pudo recordar

    lo hizo su hijo Pal Lara Enrquez, quien era apenas un nio

    cuando sucedi todo.

    Acud luego a Ciudad Obregn a entrevistar a don Roberto

    Gonzlez Hernndez, un joven anciano maravilloso que me dio

    todo lo que pudo, pero, sobre todo, su actitud generosa.

    Esta historia no podra estar completa sin la versin

    de uno de los principales protagonistas de la misma: Roberto

    Senz Flix. Roberto y Eva Armenta Chaparro, su esposa, se

    me revelaron como unas personas increblemente generosas,

    amables y educadas. Nos recibieron en su casa de Navojoa a

    Csar Alfonso y a m con una actitud inolvidable. Con su enorme

    capacidad narrativa, Roberto me dio todos los detalles del proceso

    de bsqueda de su padre y de la negociacin para su liberacin.

    No olvidar nunca las honestas lgrimas de Roberto cuando

    llegamos al punto en que record la muerte de su padre.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    16/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA16

    Roberto mismo me comunic telefnicamente con el piloto

    Martn Vuksinich, el ltimo protagonista de la historia, a quienyo consideraba en mis recuerdos infantiles como un personaje

    mtico. Era real y habl con l.

    Despus, mi to Mario me contact con don Enrique

    Mendoza Beltrn, un antiguo lder agrario de Machilibampo

    que se involucr con los guerrilleros, quien no pudo o no

    quiso contarme la historia en la que l particip de manera

    indirecta.

    Tiempo despus, tuve la oportunidad de reencontrarme

    con mi amiga de la infancia, Blanca Lara Enrquez, la eminente

    investigadora de El Colegio de Sonora; ella, de inmediato, me dio

    sus recuerdos de las muertes de su abuelo y su to y me atiborr

    de documentos relativos a la regin.

    Luego, don Francisco Lara Valenzuela me platic todo

    sobre su suegro y cuado y adems me di la oportunidad de

    pedirle que me contara la historia de la familia Lara, que estambin una parte importante de la historia de San Bernardo.

    Don Pancho Lara no slo me comparti con generosidad

    sus recuerdos, sino que prcticamente asumi para s la

    investigacin y se convirti en un colaborador indispensable;

    me consigui con don Daniel Enrquez Argelles, hermano

    de don Agapito, las escrituras originales de 1797 del rancho

    Burapaco, un documento importante para entender la historia

    de la familia Enrquez.Tuve una gran sorpresa al entrevistar a Ismael Miranda

    Doumerc,quien me entreg una coleccin completa deejemplares

    del peridico El Informador del Mayocon noticias del secuestro.

    El detalle conrm el recuerdo que tena de l: un hombre serio,

    discreto, ordenado e inteligente.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    17/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 17

    En el proceso de escritura de la historia tuve el enorme

    privilegio de conocer a otro personaje mtico de mi infancia, donRal Florencio Lugo Hernndez, uno de los sobrevivientes del

    asalto al cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua en 1965, con

    quien establec comunicacin permanente. Adems, a travs de

    sus libros me transmiti el sentir de los guerrilleros.

    Despus, Don Pancho Lara hizo el papel de gua y enlace cuando,

    en compaa de mi hermano Sal, su hijo Sal Lagarda Rivera

    y Alfonso Acosta Garca, fuimos a Guajaray y Burapaco, donde

    tuve la oportunidad de conversar con David y Hermenegildo Gilito

    Valenzuela Talla, dos indios guarijos, importantesprotagonistas

    de los hechos ocurridos en esa regin, y con don Juan Ramn

    Torres Vega, aparte de tomar fotos de las casas de los Enrquez

    y conocer el lugar donde murieron.

    La historia no poda estar completa si no conoca la versin

    de quienes la ejecutaron. As es que despus de una intensa

    bsqueda, pude contactarme con una red de exguerrillerosque siguen evocando el recuerdo imborrable de sus hazaas

    y rindiendo homenaje permanente a sus muertos. Conoc a

    la distancia al profesor Jos Luis Alonso Vargas y a Jos Lus

    Moreno Borbolla, dos exguerrilleros amables y generosos.

    Desde el momento en que lo contact, Chels Alonso

    Vargas se convirti en un colaborador invaluable; se hizo cargo

    de establecer los contactos necesarios para entrevistar a don

    Salvador Gaytn Aguirre y a Miguel Topete Daz.

    A Chels Alonso Vargas pude conocerlo despus y juntos,

    en compaa de mis hermanos Csar y Sal y mi to Mario,

    hicimos el viaje hasta el mineral de Dolores, municipio de

    Madera, Chihuahua, para entrevistar al legendario guerrillero

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    18/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA18

    rural, don Salvador Gaytn Aguirre en su casa de El Palomar,

    donde a sus setenta y cinco aos vive como el ms humildede los campesinos sierreos, ideando proyectos de desarrollo

    local y riendo como nio travieso cuando recuerda sus batallas

    como guerrillero. La actitud optimista, positiva y juvenil de don

    Salvador me impresion para siempre. Nunca imagin que un

    campesino guerrillero con tantos aos de lucha y heridas de

    bala en su cuerpo pudiera, en el ocaso de su vida, mantener

    una actitud tan visionaria como la suya.

    Hice el viaje despus en solitario hasta Guadalajara,

    Jalisco, a entrevistar a Miguel Topete Daz; l vivi de principio

    a n todas esas actividades guerrilleras. Encontr a un

    hombre noble, respetuoso y generoso, que lo primero que hizo

    fue regalarme un encuadernado con casi un centenar de sus

    poemas sin publicar. El detalle me descubri a un hombre

    profundamente sensible de su entorno; tena que ser, por algo

    fue guerrillero.Finalmente, y a punto ya de entregar el manuscrito a la

    imprenta, entrevist a mi amigo desde que nac, PanchoLugo

    Mendvil, quien a pesar de sus limitaciones fsicas, aunque

    eso nunca ha sido problema para m, ya que aprend a hablar

    con l, desde que supe hacerlo Panchoes sordomudo y sufri

    poliomielitis de nio, con su memoria fotogrca me dio

    detalles asombrosos del secuestro de don Giloy la muerte de

    los Enrquez que, segn yo, eso slo lo saban los guerrilleros.

    Despus de la publicacin de la primera edicin del libro,

    tuve la oportunidad de recoger la versin de la muerte de los

    guerrilleros en Tesopaco, de parte de don ngel Parada Borbn,

    quien en esa poca era presidente municipal de El Quiriego

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    19/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 19

    y fue un testigo directo de los hechos; igualmente, me enter

    ms tarde de que tengo una liga familiar con el hoy retiradocomandante judicial, Alfonso Hernndez Robles (El Pioln). Lo

    contact de inmediato y generosamente me dio hasta el ms

    mnimo detalle de su versin de los hechos, que resultaron muy

    diferentes a los que los testigos me haban dado de su actitud

    ante el evento.

    El proceso de la bsqueda de informacin no slo me sirvi

    para contar la historia, sino para vivir una de las experiencias

    ms gratas que me ha dado el ocio de historiar: reencontrarme

    con mis orgenes. Encontrarme o reencontrarme con personajes

    de mi pasado, de mi infancia, a quienes crea haber perdido en

    la distancia y en el tiempo y conocer a los que para m eran seres

    mticos, como los guerrilleros, fue como cerrar un captulo de

    mi vida que se encontraba abierto y, sobre todo, haber tenido,

    por n, la oportunidad de conocer los pueblos guarijos, a esos

    indios que yo nunca conoc por su nombre y que toda mi infanciaviv rodeado por ellos. Esa ha sido mi mayor satisfaccin.

    No debo dejar de expresar mi gratitud a mis hermanos

    por su permanente motivacin a mi ocio de historiar, en

    especial a Roberto y Alfredo y a Rodolfo Gmez Urbalejo, por su

    desinteresado apoyo material para lograrlo.

    Debo agradecer tambin a mi esposa Conny y a mis tres

    hijas: Gabriela, Adriana y Paulina, por la paciencia que tienen

    para convivir con un ser humano que, cuando escribe, pasa los

    das deambulando por la casa, embebido en su mundo, algunas

    veces real y otras imaginario, sin darse cuenta a veces de que

    ellas existen.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    20/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA20

    Finalmente, debo expresar mi permanente gratitud al

    doctor Rubn Rocha Moya, quien en una muestra de amistadespontnea, promovi esta segunda edicin del libro y a Sigfrido

    Bauelos, que se hizo cargo de la revisin del texto y todo lo

    relacionado con su publicacin.

    IGNACIOLAGARDALAGARDA

    Julio de 2009

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    21/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 21

    PRESENTACIN

    La lectura de esta crnica conducir a sus lectores a una zona

    difcil de la historia poltica nacional, porque muchos aos

    despus de los hechos que Ignacio Lagarda Lagarda narra en

    este libro se antoja casi imposible que un puado de jvenes

    mexicanos idealistas haya tomado la decisin de declarar

    la guerra al gobierno de su pas con la pretensin de crear

    un gobierno de orientacin totalmente contraria. Casi imposible

    creerlo, insisto, en medio de nuestra vida democrtica y en

    donde el sistema de partidos y la eleccin de los representantes

    populares se ejerce con base en el voto libre y secreto de todos

    los ciudadanos, peroque, sin duda, este nuevo espectro social

    y poltico de Mxico tiene en aquellos movimientos juveniles un

    antecedente de sincera contribucin e impulso.

    As fue, y as es. Ignacio Lagarda se ocupa en estas

    pginas de la irrupcin de un grupo de la Liga Comunista 23de Septiembreen alguna parte del estado de Sonora y, segn

    discurre el texto, vamos teniendo la posibilidad de colocar las

    numerosas piezas de un rompecabezas que, al nal, completa

    un cuadro de secuestros y asesinatos, en combinacin con

    [21]

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    22/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA22

    las aspiraciones de los jvenes guerrilleros, sus proclamas, sus

    denuncias y su absoluto valor para ofrendar sus vidas a nombrede una causa en la que creyeron con intensidad y sin posibilidades

    de renuncia.

    Este libro, que tambin es un reportaje, casi una novela,

    un testimonio o, si preere el lector, la lenta recuperacin de

    unos hechos de sangre y ansias de libertad, nos ensea, acaso

    a todos, que los mtodos de aquel grupo armado tal vez no se

    correspondieron con la realidad y fracasaron, pero nadie podr

    eliminar no slo nuestro admiracin por aquellas luchas, sino

    tambin el aprendizaje de respetarlos y, por supuesto, respetarlos

    a la distancia, a la vez que lamentar sus aciagos resultados.

    Es verdad: un pas como Mxico puede mejorar sustan-

    cialmente por la va democrtica. Tambin es verdad que la

    decisin de los guerrilleros rurales de Sonora nos hace recordar

    cun comprometidos estn en todo momento muchos jvenes

    con su pas, ms all de las formas y mtodos de lucha queabracen, pues lo que importa es contribuir a cincelar el cambio

    de su sociedad.

    Los invito a leer este libro. Leer esta historia es, por lo

    menos, un buen inicio para comprender una parte de lo que han

    sido las luchas por los cambios sociales y polticos en Mxico y

    es, adems, el acopio de una cantidad generosa de datos para

    entender que ellos tambin, soadores irreductibles por una

    patria ms justa, forman parte de la larga lista de los luchadores

    que nos han heredado un pas paulatinamente diferente.

    En este grupo guerrillero, del cual con honestidad intelec-

    tual se ocupa Ignacio Lagarda, participaron dos hermanos

    mos, Plutarco y Gabriel Domnguez Rodrguez.En su memoria

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    23/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 23

    y sacricio, se inspiran nuestros esfuerzos para contribuir desde

    cualquier trinchera, con dignidad, modestia y trabajo persistente,a la edicacin de una sociedad cada vez ms justa, ms demo-

    crtica y ms libre.

    JOSDOMNGUEZRODRGUEZ

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    24/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA24

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    25/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 25

    SECUESTROENSANBERNARDO

    Nuestro deseo es cambiar el mundoy eso nos llevar mucho tiempo;

    mientras ms pronto empecemosa luchar por cambiarlo, mejor.

    ARTUROGMIZGARCALder muerto en el asalto al cuartel

    de Ciudad Madera, Chihuahua,el 23 de septiembre de 1965.

    La maana del mircoles 16 de enero de 1974, Jos Navarro

    Ypiz (El Mere), revis con detenimiento el aceite, el lquido

    de los frenos y el aire de las llantas del camin de pasajeros

    marca Ford, modelo 1971, con placas de circulacin PL88309U

    del estado de Sonora, de la empresa Unin de Permisionarios

    con sede en la colonial ciudad de lamos, propiedad de don

    Baldomero Corral lvarez, y se dispuso, como todos los das,

    a realizar su ruta diaria rumbo a los pueblos de la sierra. El

    recorrido inclua pasar por La Higuera, El Tbelo, Los Tanques,

    La Vinata y Techobampo; luego, virar hacia el norte y recorrer

    los pueblos indgenas de las orillas del ro mayo: Las Casas

    Coloradas, Macoyahui, Mexiquillo, cruzar el ro para llegar a

    Los Becerros, El Vado Cuate y Tetapochi, para despus regresarde nuevo al camino principal que parta de lamos hasta,

    nalmente pardeando la tarde, llegar al pueblo ms remoto de

    la travesa, localizado al pie de la Sierra Madre Occidental en los

    lmites con el estado de Chihuahua: San Bernardo.

    [25]

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    26/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA26

    El viaje inici sin contratiempos a las dos y media de

    la tarde y el camin tom el camino polvoriento de la ruta,recorriendo cada uno de los pueblos de aquella regin pacca,

    donde lo nico que alteraba la vida diaria eran los pleitos a

    puetazos que sucedan en los bailes tradicionales.

    A pesar de que el clima invernal ayudaba a hacer ms

    placentero el viaje, ese ao las lluvias de enero, conocidas como

    equipatas, haban sido escasas, por lo que el ambiente era

    reseco, aunque, como todos los aos en esa poca, las amapas

    orecan con todo su esplendor.

    Algunos de los pasajeros que se subieron en lamos se

    bajaron en alguno de los pueblos del recorrido y en cada pueblo

    otros pasajeros se suban para bajarse despus en alguno de

    los siguientes. En Los Becerros se subi la nica mujer de entre

    el pasaje en el ltimo tramo del recorrido. La seora, con nueve

    meses de embarazo, iba a parir a San Bernardo.

    Despus de llegar al entronque con el camino principal, el ca-min vir hacia la izquierda y unos kilmetros adelante, en el

    rancho Las Guijas, se subi el que El Meresupona que sera

    el ltimo pasajero del trayecto: don Gilberto Valenzuela, dueo de

    ese rancho.

    Ya enlado en el ltimo trecho del camino, unos siete

    kilmetros antes de llegar a San Bernardo, en el paraje conocido

    como Los Callejones, El Merevio a dos hombres desconocidos

    con vestimenta y de aspecto extrao que, parados a la orilla

    del camino, le hacan seas para que se detuviera. No le dio

    importancia al asunto, porque a n de cuentas aquellos eran

    dos clientes ms a quienes subir. Detuvo el camin y en el

    momento en que apenas les abra la puerta para que subieran,

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    27/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 27

    dieron un salto hacia adentro, al mismo tiempo que sacaban

    sendas pistolas de entre sus ropas.No intentes nada dijo uno de ellos, en el momento

    en que lo encaonaba y el otro se iba hacia atrs del camin

    apuntndoles a los pasajeros.

    Enseguida, el que lo encaonaba volte hacia el monte

    silbando una tonada en forma de seal. De entre la espesura

    salieron otros cinco hombres armados con ries de alto poder.

    Todos se subieron al camin y El Benjale orden a El Mereque

    se moviera hacia un asiento, para que le cediera el volante.

    El jefe del grupo, El Maistro, un hombre de baja estatura,

    cara alada y complexin menuda, se dirigi a todos y les dijo:

    No se preocupen. El asunto no es con ustedes; solamente

    necesitamos el camin. Somos un grupo guerrillero y vamos

    a tomar la poblacin de San Bernardo y si hay balazos les

    recomiendo que todos se tiren al piso.

    Al escuchar aquellas palabras y verles la vestimentaverde, la barba y el pelo largo, los diecisis pasajeros, que

    para entonces ya tenan todo el cuerpo inundado de miedo, se

    quedaron inmviles, pegados cada quien a su asiento. Luego,

    Nerny Felipese subieron en hombros a El Mochomopara que

    cortara los cables de telfono de la lnea de postes que iba por

    la orilla del camino. Mientras tanto, Nernprocedi a registrar

    a todos los pasajeros para revisar si alguno de ellos llevaba un

    arma. Uno de los pasajeros se sac de la bolsa del pantaln una

    vieja navaja y se la dio; Nernse la devolvi, dicindole:

    Gurdesela; con eso no le puede hacer dao a nadie.

    El camin reanud el viaje con una exagerada aceleracin

    del motor y dando tumbos al principio, lo que hizo pensar a El Mere

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    28/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA28

    que aquel guerrillero de aspecto gordito y simpaticn no saba

    manejar un camin por los caminos de la sierra.El Mere tena ms de cinco aos recorriendo la ruta y

    conoca a casi todos los pobladores de la regin, por lo que le

    pareci reconocer a uno de los asaltantes: se pareca mucho

    a un violinista de un mariachi del rumbo de Machilibampo, a

    quien haba visto tocar en algunos bailes de la zona.

    Esa tarde, era como todas las de los das de invierno

    en aquella poblacin serrana. Los parroquianos se entretenan

    plcidamente conversando en alguna de las tiendas de

    abarrotes, en el nico comedero del lugar porque no se le poda

    llamar restaurante o jugando en el nico billar del pueblo.

    Eran alrededor de las cinco y media de la tarde cuando,

    de pronto, se escuch un fuerte rugido de motor y el camin de

    las cinco entr intempestivamente por la bocacalle de la entrada

    principal, y en lugar de dar vuelta a su derecha, rumbo al local

    que haca las veces de terminal, sigui su camino derechohasta detenerse bruscamente, sin apagar el motor, frente a la

    tienda de don Jos Hermenegildo Senz Cano, a quien todos en

    la regin conocan como don Gilo.

    Con rapidez, seis hombres armados con ries de alto

    poder y vestidos con ropa de combate de color verde bajaron del

    camin y al grito de todos al piso!!!, El Maistro, El Mochomoy

    Hctorentraron al local de abarrotes y saltaron por encima del

    mostrador donde se encontraban los empleados Ismael Miranda

    Doumerc, Guadalupe Argelles, NelitaVilches, VickyArgelles

    e Isidoro Velderrin, y se dirigieron directamente hacia don Gilo,

    quien en ese momento se encontraba en su ocina haciendo

    cuentas administrativas con Mario Lagarda Rey, otro de sus

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    29/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 29

    empleados, quien apenas media hora antes haba llegado de

    Navojoa con una carga de azcar.Al mismo tiempo, Nerny Felipesometieron a los clientes

    y empleados obligndolos a tirarse al piso, mientras El Chapul

    se apostaba vigilando las entradas de la tienda. Mientras tanto,

    El Benjapermaneca en el camin vigilando a los pasajeros y

    apuntando con su escopeta calibre 12 de doble can, de las

    que les dicen escopetas cuatas, hacia todos lados.

    Los primeros segundos fueron un caos y aprovechando la

    confusin NelitaVilches e Isidoro Velderrin, presas del terror,

    salieron corriendo de la tienda hacia el patio trasero.

    El Maistrose dirigi hacia don Giloy sin mediar palabra

    le dio un golpe en la cabeza con la culata del rie, para luego

    decirle con rmeza:

    Esto es un secuestro; venimos por usted y le sugiero

    que no oponga resistencia, si no quiere que alguien salga herido

    al momento que lo jalaba bruscamente del brazo.De inmediato, El Mochomo procedi a destruir con la

    culata de su rie el radio y el telfono que haba en la pequea

    ocina y que servan para comunicarse con los ranchos

    Arechuyvo, Gocojaqui, Satev, Los Algodones, El Trigo de Russo

    y al aeropuerto de Navojoa, mientras que El Maistrole ordenaba

    a don Giloabrir la caja fuerte. Don Giloobedeci sin resistencia

    y Hctorsac todo el efectivo, que era alrededor de veinte mil

    pesos, entre billetes y monedas.

    Doa Angelina Flix de Senz, que en ese momento se

    encontraba en la cocina de su casa adjunta a la tienda, escuch

    los gritos y se asom por la rendija de una puerta. Al ver el

    asalto, corri hasta la recmara de don Gilo a buscar una pistola

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    30/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA30

    que l siempre guardaba en un cajn y regres para enfrentar a

    los que, segn ella, eran unos asaltantes comunes, pero antesde entrar de nuevo a la tienda se encontr con NelitaVilches,

    que vena huyendo desde el patio y quien le arrebat la pistola

    y la avent hacia unos costales de sal. Tiempo despus, doa

    Angelina confes haber dado gracias a Dios por lo que hizo

    Nelita, ya que de no haber sido por ella hubiera ocasionado

    una desgracia. Todava aterrorizada, Nelitaalcanz a regresar

    de nuevo al patio de la tienda y logr alcanzar la calle, saliendo

    por la puerta lateral y corri instintivamente hacia la casa de

    don Felipe Lugo Leyva.

    Mientras los empleados y clientes la mayora nios

    permanecan tirados boca abajo en el piso, Felipelos amenazaba

    con su arma apuntndole a la cabeza a Mario Lagarda Rey,

    quien, con su mano izquierda, se quitaba la punta del can

    de la cara.

    Al ver el rostro del que le apuntaba, Mario Lagarda Reyrecord que tan slo una media hora antes, cuando vena de

    Navojoa, al pasar por Los Callejones, haba visto a dos hombres

    desconocidos a la orilla del camino y le extra que no le pidieran

    raite, como lo hacan todos. Ahora uno de ellos era el que le

    apuntaba con su arma. Era bajo de estatura, usaba huaraches

    y tena el aspecto aindiado.

    De pronto y sin darse cuenta de nada, Feliciano Chano

    Carrizosa, un lugareo del pueblo con fama de despistado,

    entr cndidamente a la tienda para hacer una compra y al

    encontrarse con aquel cuadro de miedo, se tir instintivamente

    boca abajo en el piso sin entender lo que suceda.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    31/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 31

    Al ver las amenazas que Felipeles haca a los del suelo,

    Hctorlo reprendi:Pendejo! No ests amenazando a la gente! Qu no ves

    que ellos tambin son como nosotros? Djalos, que se vayan!

    Ponte a recoger cobijas y comida y sbelas a la troca de Senz!

    Mientras El Maistro ataba con un alambre las manos

    hacia atrs a don Gilo, los otros le ordenaron a la gente que

    estaba tirada en el piso que saliera de la tienda uno por uno,

    y procedieron a recoger cuanto pudieron de la estantera de la

    tienda; cargaron con latas, maizena, cigarros, ropa, sombreros,

    cobijas y lmparas de bateras.

    Unos recogan la mercanca y otros sacaron todos los

    archivos de la ocina de don Gilohacia el patio; hicieron una

    pila con ellos y les prendieron fuego.

    El grupo de vecinos que se encontraba departiendo como

    todos los das en la fonda de don Felipe Lugo Leyva, localizada

    hacia la izquierda del frente de la tienda de don Gilo, entreellos PanchoLugo Mendvil, don Jos Flores y Rafael El Chapo

    Almada Russo, se quedaron paralizados al ver lo que suceda

    en la casa de don Felipe Lugo Leyva, que estaba a unos treinta

    metros de su fonda, se encontraba el jefe de grupo de la Polica

    Judicial del Estado en lamos, Alfonso Hernndez Robles (El

    Pioln), tratando con don Felipe un asunto de trabajo.

    Alfonso Hernndez Robles, de veintiocho aos de edad,

    haba llegado a lamos como comandante de la Polica Judicial

    apenas el 12 de diciembre del ao anterior, por lo que estaba

    cumpliendo apenas un mes en el cargo, y estaba ah porque don

    Felipe Lugo Leyva, en su calidad de inspector de ganadera y juez

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    32/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA32

    de campo, lo haba llamado para reportarle un caso de abigeato.

    Todava no conoca los pueblos de la zona rural de su jurisdiccin,y como su carro ocial lo haba enviado a Hermosillo con los tres

    nicos agentes a su cargo, a llevar a unos detenidos, le pidi

    prestada su pick-upDodge de color amarillo, recin comprada

    a Mayel Acosta, un residente de lamos, y con su pistola 9 mm

    enfundada en su cartuchera a media pierna y su rie M-1 en

    el asiento, se haba ido en ella slo, a atender la denuncia del

    delito y haba llegado apenas unos quince minutos antes a San

    Bernardo, un pueblo en el que estaba por primera vez en su vida.

    Mientras el comandante y don Felipe revisaban la docu-

    mentacin relativa al delito, intempestivamente entr a la casa

    NelitaVilches, haciendo seas y balbuceos, ya que por el miedo

    no poda pronunciar una sola palabra entendible, tratando de

    decirles que algo grave suceda. Detrs de ella entraron corrien-

    do Mario Lagarda Rey, que vena huyendo de la tienda, y Pancho

    Lugo Mendvil, que vena corriendo despavorido desde la fondade su padre, venciendo las limitaciones de su poliomielitis

    infantil, a avisarle del asalto.

    El comandante judicial corri al pick-up y sac el rie

    de cargo, dio un rodeo y entr al patio trasero de la fonda, se

    parapet detrs de la gruesa barda de adobe, a sabiendas de que

    por ella no pasaban las balas y le apunt directamente a la cabeza

    a El Benja, con la intencin de fulminarlo de un solo tiro.

    Se senta seguro de lo que haca, porque antes de venirse

    a trabajar a lamos haba estado en Hermosillo en un curso de

    tiro y haba ganado el primer lugar, disparando certeramente

    con su M1 a trescientos metros de distancia, y El Benjaestaba

    a no ms de cincuenta.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    33/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 33

    Cuando lo tena en la mira, y en el preciso momento en

    que se dispona a disparar, sinti un fuerte golpe en el brazoque le levant el rie. Era don Felipe Lugo Leyva, quien se haba

    venido detrs de l desde su casa, al momento que le gritaba;

    No lo hagas! Que no ves que pones en riesgo la vida de

    los dems?

    El Benja, que estaba parado en el estribo de la puerta

    del camin, advirti los movimientos del comandante judicial,

    al que, por cierto, a pesar de verle la pistola colgndole en su

    cartuchera, no lo reconoci como polica, desde que ste sali de

    la casa de don Felipe y sac el rie de lapick-up, y moviendo su

    escopeta hacia todos lados y balbuceando palabras inteligibles,

    lo que reejaba su nerviosismo o miedo, le apuntaba con la

    intencin de dispararle, cuando de pronto escuch una voz de

    entre los pasajeros que le deca:

    No le dispares, djalo; es un campesino que cree que

    son ustedes soldados y le pueden quitar su arma.Era don Gilberto Valenzuela, el pasajero del camin que se

    haba subido en su rancho Las Guijas, secundado por Gernimo

    Anaya, otro de los pasajeros, quienes para entonces ya haban

    salido de su sopor de miedo. El Benjareaccion instintivamente,

    seguramente al escuchar la palabra campesino, y baj su rie.

    Das despus, cuando los secuestradores hicieron un

    recuento de las acciones, sometieron a El Benja a un juicio

    revolucionario por su actitud vacilante e insegura al no dispararle

    al comandante, lo que cambiara el rumbo de su vida.

    Los asaltantes sacaron a don Gilo a empellones de su

    ocina. Ismael Miranda Doumerc que todava se encontraba

    en la tienda recuerda con claridad el aspecto de uno de ellos:

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    34/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA34

    chaparrito, con rasgos indgenas sureos, de unos veintids aos,

    y el rostro de don Gilocon los ojos desorbitados, descompuestospor el miedo, y un gesto desesperante como implorando la ayuda

    de sus empleados.

    Los asaltantes subieron violentamente a don Gilo a la

    caja de lapick-upde color azul modelo 1970, que utilizaba para

    hacer sus escasos viajes a Navojoa y que por una de sus tantas

    rutinas disciplinarias siempre la tenan estacionada afuera de

    la tienda con el tanque lleno de gasolina y las llaves puestas, yal caer se golpe la cara contra el piso de la misma al no poder

    meter las manos que llevaba atadas. Todava arriba de la pick-

    up, don Gilo segua forcejeando, preguntndoles a sus captores

    de qu se trataba todo aquello. Ellos le contestaron que lo hacan

    porque era un terrateniente explotador del proletariado. Jos

    Mara Enrquez, un cliente que estaba cerca de la pick-up, oy

    que les contestaba:

    Pues si consideran que eso es lo que soy, mtenme de

    una vez y as se ahorran todo este trabajo!

    Al salir apresurados de la tienda, El Maistrose dio cuenta de

    que, atrados por el escndalo, un grupo de nios, acompaados

    de su maestro, vena desde la escuela localizada atrs de la

    fonda de don Felipe Lugo Leyva hacia donde estaban ellos

    y se detuvo un instante. Medit en un segundo lo que podra

    suceder, dio media vuelta y dirigindose a doa Angelina, que

    para entonces haba salido hasta la calle, le dijo:

    No tenga miedo, seora. Esto es un secuestro revolucio-

    nario; no pretendemos hacerle dao a su marido. Lo que queremos

    es dinero para nuestro movimiento.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    35/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 35

    Luego, volte hacia los que estaban cerca y asegurndose

    de que todos lo escucharan, grit:No somos secuestradores! Somos guerrilleros! Esto es

    un secuestro revolucionario! Es una venganza por los atropellos

    cometidos por el gobierno contra nosotros en Chihuahua, Guerre-

    ro y el Distrito Federal! Hemos quemado todos los recibos con las

    deudas que los campesinos tienen con este cacique para que ya

    nadie tenga que pagarle nada! Las cuentas ya estn saldadas!

    Al otro lado de la explanada, exactamente en la esquina de

    la calle que era la entrada y salida del pueblo, estaba don Roberto

    Gonzlez Hernndez en su tienda, acompaado por su sobrino

    Marcolfo Gonzlez Mendoza, quien tena una cantina junto a su

    tienda, y el vecino Ramn Argelles. Don Roberto, al escuchar

    el escndalo, se asom desde la puerta de su tienda y pens que

    aquello era un asalto comn, corri a la trastienda y sac una

    vieja carabina 30-30 con un solo tiro en el cargador que siempre

    tena guardada all, por si se ofreca, lo que no haba sucedidoen ms de veinte aos y se dispuso a derribar al menos a uno

    de los asaltantes. Apunt su rie y puso en la mira a El Maistro,

    que le hablaba a la gente, cuando de pronto su sobrino Marcolfo

    le grit:

    Qu haces, to? Guarda ese rie! Vas a provocar una

    matanza!

    Don Roberto obedeci inconcientemente, al mismo tiempo

    que vea que el guerrillero al que le apuntaba se suba rpidamentea la pick-up de don Gilo.

    Los otros guerrilleros hicieron lo mismo, cinco arriba, que

    llevaban a don Gilo acostado contra el piso, y dos en la cabina. Al

    momento de empezar a moverse la pick up, los guerrilleros gritaron:

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    36/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA36

    Viva la revolucin socialista! Muera el mal gobierno!

    soltando al mismo tiempo rfagas de metralla al aire y destro-zando los anuncios de cerveza que Marcolfo Gonzlez Mendoza

    tena por fuera de su cantina.

    Cuando don Roberto Gonzlez Hernndez, Marcolfo Gon-

    zlez Mendoza y Ramn Argelles vieron venir hacia su tienda

    la pick-up con los secuestradores y escucharon las rfagas,

    pensaron que ahora venan por ellos al descubrir la intencin de

    don Roberto de dispararles y entraron en pnico. Don Roberto

    no se movi de su tienda, pero Marcolfo y Ramn salieron

    corriendo despavoridos hacia los patios traseros de la tienda.

    Ramn no dej de correr, brincando bardas hasta llegar al barrio

    de La Coyotera a casi un kilmetro de ah. Cuando todo pas,

    a Marcolfo lo tuvieron que bajar con una escalera desde arriba

    de la barda de una casa vecina. Nadie pudo explicar despus

    cmo fue que aquella humanidad de ms de cien kilos de peso

    pudo saltar tan alto. La nica explicacin que todos dan hastahoy es que fue el terrible miedo que sufri Marcolfo lo que le dio

    la fortaleza para hacerlo.

    Desde que el camin entr al pueblo y los guerrilleros

    salieron con el secuestrado, pasaron alrededor de veinte minu-

    tos. Una vez que pas todo, Jos Navarro Ypiz, El Mere,retom

    el volante del camin, dio media vuelta y llev a la pasajera

    embarazada al centro de salud del pueblo, donde una hora

    despus dio a luz a un nio.

    En cuanto los secuestradores se fueron, Ismael Miranda

    Doumerc que en esos das tena apenas veinticuatro aos,

    haciendo uso de su determinacin e imaginacin logr reunir

    las partes del radiotransmisor destruido y pegando uno a uno

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    37/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 37

    los cables logr comunicarse a Arechuyvo con don Rafael Senz

    Cano para informarle que haban secuestrado a don Giloy se lohaban llevado en su propia pick-up con rumbo a lamos.

    Los asaltantes, con El Benjacomo gua y al volante de la

    pick up, tomaron de nuevo el camino por donde haban llegado,

    el que va hacia lamos; pasaron de nuevo por el rancho Las

    Guijas, luego siguieron a Los Molinos y Techobampo; despus

    de pasar por el rancho El Porvenir, tomaron la desviacin hacia

    el oriente rumbo a la sierra; cuando llegaron a Los Camotesya estaba oscureciendo y de ah tomaron el camino que lleva

    a la poblacin de Chnipas en el estado de Chihuahua. Don

    Gilo iba concsiente todo el tiempo, tratando de poner toda la

    atencin posible en el rumbo que llevaban. Senta mucho fro

    y le dolan las ataduras de las manos. Se los dijo, y El Maistro

    orden que lo desataran, le dieran una cobija y lo pasaran a la

    cabina del carro. Empezaron a subir la cuesta rumbo a la sierra,

    pasando por el rancho La Agua Salada, la pequea poblacinde El Taymuco y cuando alcanzaron la cima de la montaa ya

    casi era media noche. Cruzaron la frontera con el estado de

    Chihuahua y cuando llegaron a Las Chinacas, los pobladores ni

    cuenta se dieron de su presencia, porque con el intenso fro y lo

    avanzado de la noche, todos estaban durmiendo en sus casas.

    Siguieron su camino por el altiplano de la sierra, pasaron por La

    Lobera y se detuvieron en el paraje conocido como La Crucecita.

    Sacaron la pick-up lo mas lejos que pudieron del camino y la

    cubrieron con ramas.

    El Maistrohizo una seal con un silbido y de entre los

    pinos sali otro de sus compaeros. Era Juan Gutirrez Ortega,

    El Chinacate, un indio tarahumara que era una de sus bases

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    38/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA38

    de apoyo y quien a partir de esa noche les servira como gua

    hasta el escondite a donde llevaran a su secuestrado.En San Bernardo, el comisario municipal, Manuel Rosas,

    y el comandante judicial, Alfonso Hernndez Robles, repuestos

    de la sorpresa, se subieron en la pick-up y tomaron el camino

    que llevaban los asaltantes, siguindolos a distancia muy

    prudente, preguntndole a la gente que encontraban si los

    haban visto pasar, y ya casi al oscurecer, pasando Techobampo,

    al llegar a la desviacin que llevaba a Los Camotes y luego a la

    sierra de Chihuahua, llegaron al campamento de maquinaria

    de la compaa que estaba haciendo el arreglo de los caminos,

    donde los trabajadores les informaron que haban visto pasar

    la troca de Senz llena de gente y que haban tomado rumbo a

    Los Camotes. Los sigui hasta esa poblacin y tambin ah le

    conrmaron que haban pasado por ah.

    Al darse cuenta de que, sin duda, ya no podan tomar

    otro camino y que necesariamente iban rumbo a la sierra deChihuahua, seguramente a la regin de Milpillas, el comandante

    decidi trasladarse a lamos a informarle a su jefe, el teniente

    coronel Francisco Arellano Nobleca, jefe de la Polica Judicial del

    Estado, quien en un principio no crey lo que se le informaba,

    pero al darse cuenta de que aquello era verdad, le orden al

    comandante de la Judicial en Navojoa, Rubn Acosta Flix, que se

    trasladara a lamos a apoyar las labores de Hernndez Robles.

    El presidente municipal de lamos, Jess Reyes Amari-llas, al enterarse, dio avis de inmediato a las autoridades de

    Chihuahua, en prevencin por si los guerrilleros llegaran hasta

    Chnipas, la primera poblacin en aquel estado.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    39/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 39

    Esa misma noche, el comandante Hernndez Robles,

    apoyado por tres agentes judiciales que Acosta Flix le envide Navojoa, regres al camino por donde los secuestradores se

    haban ido, los sigui hasta la sierra internndose en Chihuahua,

    hasta que dieron con el pick-up de Senz, que encontraron

    abandonado en La Crucecita. En el vehculo, se encontraron

    dos ries calibre .22, tres kilos de dinamita, cauela y un bote

    lleno de monedas.

    Decidieron regresar y se instalaron en la hacienda Los

    Molinos, que estaba abandonada, cerca de San Bernardo, a

    esperar instrucciones superiores.

    El jueves por la maana, un enjambre de policas estatales

    encabezados por su jefe, el teniente coronel Francisco Arellano

    Nobleca, y el subjefe teniente Pedro Ignacio Trlles, federales

    dirigidos por Francisco Sahagn Baca, elementos del Ejrcito

    Mexicano al mando del mayor Arturo Cardona Prez, subjefe

    de Estado Mayor de la Cuarta Zona Militar y agentes de laSecretara de Gobernacin, todos auxiliados por los municipales

    de lamos, inundaron la pequea poblacin, iniciando de

    inmediato un operativo de peinado de toda la zona serrana.

    El desconcierto era total, en San Bernardo nunca haba

    sucedido algo parecido. Aquello no era un asalto comn; era un

    asalto guerrillero y pocos entendan lo que signicaba.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    40/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA40

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    41/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 41

    LASIERRAYSUGENTE

    Yo estoy bien siendo guarijo,

    y si hubiera sido de cualquier otra tribu,est bien, siempre que fuera indgena.

    Si hubiera sido yori, pues tambin.La gente blanca tambin es gente.

    CIPRIANOBUITIMEAROMEROLder de la tribu guarija en Los Estrados.

    San Bernardo es un pueblo perdido al pie de la cordillera de la

    Sierra Madre Occidental, a unos cuarenta y cinco kilmetros al

    noreste de lamos, en los lmites con el estado de Chihuahua,

    justo donde el ro mayo conocido antiguamente como roMacoyahui, que baja del norte, gira hacia el suroeste para ir

    en busca de las ridas tierras de la planicie costera y descargar

    sus aguas en la resequedad de ese valle limoso, que hoy en da

    con justicia lleva su nombre.

    Hasta hoy, nadie ha sabido dar una explicacin del origen

    y la fundacin de ese pueblo, pero es seguro que naci como

    todas las poblaciones del rumbo, como parte de las actividades

    de conquista de la sierra tarahumara por los colonos espaolesque en los siglos XVIIy XVIIIsuban desde el norte de Sinaloa.

    El pueblo naci sobre una enorme plataforma grantica

    que con el tiempo los arroyos se encargaron de partir en tres.

    De este a oeste, y como intentando detener su paso hacia

    [41]

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    42/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA42

    la alta cordillera, lo divide el arroyo San Rafael, que baja del sur

    desde Taymuco y que poco antes de llegar al pueblo se une aotro que baja del suroeste, el arroyo de Gochico, que nace en

    el pueblo con ese mismo nombre. Por eso, al lugar se le conoce

    como La Junta de los Arroyos.

    De norte a sur est dividido por una pequea quebrada

    que corre hacia el este y se une tambin con el arroyo San

    Rafael.

    As es que la misma naturaleza se encarg de dividir el

    pueblo en tres sectores: el del norte, conocido como La Plaza de

    Abajo; el del sur, como La Plaza de Arriba y el del este, como

    Los Jacales.

    Las calles, sin forma ni rumbo, nunca han tenido nombre;

    es seguro que no lo han necesitado, porque para saber donde

    vive alguien, slo se necesita conocer su nombre, por lo que los

    de los hroes nacionales apenas se usaron dos y para ponrselos

    a las escuelas.La Plaza de Abajo est compuesta por la parte media del

    pueblo y el barrio La Coyotera. Al centro del pueblo hay una

    gran explanada con un suelo arenoso, llamado tucuruguaripor

    la gente, y donde hasta los aos noventa no haba una plaza y,

    en cambio, tena en el centro lo que haba sido una cancha de

    basquetbol construida de concreto, pero que tampoco lo era,

    porque nunca haba tenido canastas y mucho menos haba

    balones con que jugar ese deporte.

    En ese sector estaban las dos escuelas: la vieja, construida

    en los aos cincuenta y, la nueva, en los sesenta, el centro de

    salud, las principales tiendas de mercancas y la capilla a la que

    rara vez iba a dar misa el cura de lamos.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    43/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 43

    A la entrada al pueblo, en la Plaza de Abajo, vivan

    Jess Flores, Luis Montao Lpez, Pedro e Irene ValenzuelaGutirrez, Humberto Lagarda Rey, Trinidad TriniArgelles y su

    esposa Amada Bourne Licea, quienes eran los dueos del billar,

    Cuquita Lara y Marcolfo Gonzlez Mendoza, propietario de la

    cantina.

    Hacia el norte vivan Carlotita y Juan Argelles, Manuel

    Lara Mendoza, doa Maclovia la partera del pueblo, Ernesto

    Valenzuela Gutirrez, Honorato Borbn el ocial del registro

    civil, Genoveva Muoz Vega, Pancho Lara Valenzuela, Carlos

    CaloFlores, Guillermo Bourne y su hijo Benjamn Bourne Licea,

    Rafael Lagarda Lagarda y su hijo Mario Lagarda Rey.

    Alrededor de la gran explanada del centro vivan Jos

    Hermenegildo Senz Cano (don Gilo), que en el mismo lugar

    tena su tienda, Felipe Lugo Leyva, Manuel Esquer y Salvador

    Velderrin.

    Al sur de la explanada vivan Flix Lara, Dolores Flores,el carnicero del pueblo que viva en la antigua casa de Roberto

    Lagarda Cabrera, Crispn Enrquez, Antonio Enrquez, Micaela

    Enrquez, Rafael Ochoa y Runa La FinaBorbn Enrquez.

    En la parte este de la explanada vivan Jos Flores, el

    profesor Humberto Armenta Chaparro, Chabela Borbn,

    Reynalda Anaya, Roberto Gonzlez Hernndez y ms al norte

    Juan de Dios Figueroa, Jos Juan Czarez, Francisco Vilches,

    Leandro y Pancho y Reina Mattan.

    Cerca de la escuela nueva vivan el profesor Francisco

    Franco Baca, Guadalupe Enrquez, NicoParra y Esteban Ar-

    gelles. En la quebrada vivan Roberto Crdenas y Roberto

    Brenan, el carpintero del pueblo.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    44/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA44

    En La Coyotera viva Pedro don PocicoBorbn, que tena

    una pequea tienda de abarrotes, Jess Tras, Jos Borbn yBenjamn Acua y algunas familias de indios guarijos.

    En La Plaza de Arriba est la pista de aterrizaje, el tinaco

    del agua potable y la unidad deportiva; all vivan Manuel

    Velderrin que tambin tena una tienda de abarrotes,

    Clemente Miranda, Lolita de Rocha y Melitn Doumerc, entre

    otros tantos vecinos.

    En Los Jacales han vivido siempre los indgenas mayos,

    tarahumaras y guarijos que por alguna razn han llegado para

    quedarse.

    Un kilmetro al norte del pueblo hay una enorme forma-

    cin rocosa con guras de gigantes monolticos, cuyos pies

    se refrescan en las aguas del ro Mayo y que parecen vigilar

    permanentemente al pueblo; son Los Pilares de San Ber-

    nardo, el paisaje natural que con el tiempo se convirti en el

    smbolo de la poblacin.En 1974, San Bernardo era una poblacin de unas

    doscientas veinticinco casas con alrededor de mil doscientos

    habitantes, cuatro tiendas de abarrotes, un billar, una cantina,

    una fonda, el centro de salud donde casi nunca haba mdico,

    las dos escuelas con trescientos veintiocho alumnos en los

    seis grados escolares, educados por los profesores Enrique

    Ibarra lvarez, Arnulfo Gonzlez Medina, Humberto Armenta

    Chaparro, Alfonso Chinmat, Rafael Green Mrquez, Indalecio

    Ypiz, Salvador Snchez Cruz, Bernab Pillado Soto, Josafat

    Luna Quijano, Adrin Guilln Mrquez, Felipe Dvila Rodrguez,

    Jess Jos Navarro Crdova, Horacio Avendao, Luis Armando

    Valenzuela Rubio, Marco Antonio Valenzuela Cervantes y

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    45/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 45

    Enrique Czarez, dirigidos por el profesor Francisco Juvencio

    Franco Baca, quien adems de ser el eterno director, tambincontrolaba la administracin del agua potable, el registro civil y

    cualquier programa de desarrollo social del pueblo; era, pues, el

    lder indiscutible de la comunidad y lo fue por ms de cuarenta

    aos.

    La gente viva de la agricultura de temporal, sembrando

    maz, calabazas y frijol para autoconsumo y el cultivo comercial

    era principalmente el ajonjol, sembrado en una extensin de

    alrededor de trescientas cincuenta hectreas, habilitados por

    don Hermenegildo Senz Cano, Mario Valenzuela, comerciante

    de lamos, Granos La Macarena, Productos Agrcolas, S. A,

    Joaqun Hernndez y la familia Zaragoza, de Navojoa. Ese ao

    se cosecharon cuatrocientas toneladas, vendidas a cinco mil

    pesos cada una.

    En toda la regin haba unos cuarenta ranchos que

    albergaban unas seis mil cabezas de ganado de raza criolla, lamayor parte vendidas Joe Brown, quien, a su vez, las enviaba

    al mercado de exportacin a Estados Unidos y Canad para ser

    utilizadas, por el tamao de sus cuernos, en los espectculos

    de rodeo.

    La tienda de abarrotes de don Gilose encontraba en el

    centro de la poblacin, frente a la enorme explanada arenosa

    sin rboles, ni plaza pblica. Hacia su frente izquierdo estaba

    la fonda de don Felipe Lugo Leyva, al frente la estacin de los

    camiones y un poco hacia la derecha, en la bocacalle de la

    entrada y salida principal del pueblo, la tienda de abarrotes de

    don Roberto Gonzlez Hernndez.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    46/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA46

    San Bernardo era por eso exista la puerta de entrada

    y salida del comercio de la regin, hacia la sierra en el estadode Chihuahua. Por ah pasaban los troques madereros que

    bajaban de los aserraderos de la sierra, las cargas de frutas

    de los climas fros serranos, como manzanas, duraznos y

    membrillos. La comercializacin del ganado de ambos estados

    en aquella regin se haca por esa poblacin; muchos pobladores

    sonorenses tenan sus ranchos en Chihuahua y viceversa. Por

    eso, a mediados del siglo XXSan Bernardo se convirti para los

    pobladores de la sierra chihuahuense en un punto atractivo

    para instalarse ah a hacer negocios.

    La poblacin haba sido desde 1797 un terreno de cinco

    mil 395.2 hectreas, propiedad de don Manuel Angis, originario

    de Chnipas, Chihuahua. En 1860, el lugar era una posta de

    la ruta nmero 313 del correo de Chnipas a lamos. Tiempo

    despus, los terrenos pasaron a ser propiedad de la familia

    Argelles, las hermanas Carlotita, Guadalupe, Fina y Cuquitay doa Trinita Flix. A principios del siglo XX, la hacienda de los

    Argelles sirvi como almacn temporal de las piezas de acero

    del molino de la mina de Palmarejo, localizada en Chnipas,

    Chihuahua, y que eran tradas desde Guaymas y luego subidas

    a lomo de mula hasta el lugar de la mina. A principios del siglo

    XXse asentaron en la poblacin las familias Argelles, Borbn,

    Rosas, Tern, Enrquez, Miranda, Anaya, Czarez, Samaniego y

    Doumerc, entre otras.

    El 20 de diciembre de 1915, un grupo de indgenas mayos

    villistas del norte de Sinaloa, al mando del general Felipe

    Bachomo, a su paso por el pueblo y perseguidos por el ejrcito

    constitucionalista, atacaron la poblacin dando muerte a

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    47/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 47

    veintitrslugareos. En la primera mitad del siglo XXlas nicas

    tiendas de abarrotes que haba en San Bernardo eran la de donJos Mara Egis y la de don Agustn Robles.

    A nales de los cuarenta, una gran cantidad de familias

    originarias de los municipios de la zona serrana de Chihuahua

    como los Senz, Lara, Velderrin, Gonzlez, Bourne, Lagarda,

    Valenzuela y Flores se asentaron en la poblacin, al ver que

    sta se estaba convirtiendo en una puerta de entrada comercial

    de toda la zona serrana.

    A principio de los setenta, esas familias dominaban

    prcticamente todas las actividades econmicas de la regin.

    LOSGUARIJOS

    Al norte de la poblacin corre el ro Mayo, llamado

    antiguamente ro Macoyahui, sobre una tierra agreste y reseca

    mojina, diran los lugareos, alimentado por decenas de arroyos

    auentes a los que encuentra en su camino desde la Sierra Madre

    Occidental, hasta las planicies en la costa del Golfo de California.

    Entre ellos estn los arroyos Guajaray y Los Mezcales. En ese

    territorio viven los guarijos, una tribu ancestral que se llama a

    s misma makuraweo macoragi, trmino que signica los que

    agarran la tierra, o los que andan por la tierra, aunque en la

    historia ocial se les ha conocido como ihos, varohos, warijos,guarojos y guarijos.

    Los guarijos viven en las poblaciones de Mesa Colorada,

    Bavcora, Guajaray, Los Conejos, Los Bajos, Los Estrados,

    Todos Santos, San Pedro, La Mesa de Matapaco, La Mesa del

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    48/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA48

    Tuburi, Basicorepa, el Chinagiro, Chorijoa y Mochibampo,

    entre otros. Muy pocos viven en Burapaco.Los ancestros primigenios de los guarijos vivan en cuevas

    en la regin de la La Mesa de Matapaco, como lo demuestran los

    vestigios rupestres llamados El Cura. Todos los dems rastros

    de su historia estn entreverados y sujetos a las referencias

    que hay de los tarahumaras y los mayos, sus vecinos mas

    cercanos.

    La evangelizacin y conquista de los guarijos inici

    hacia 1620, cuando los misioneros jesuitas se introdujeron

    en su territorio y atrajeron tambin el inters de los varohos,

    guazaparis, ihos, baborigamis, baciroas, concaris, chnipas,

    guailopopos, guazapares, husarones, macoyagis, tubares,

    yecorames, zoes y temoris.

    Tres eventos importantes marcaron el rumbo de la his-

    toria en la vida de los guarijos: el primero en 1588, cuando

    se da el contacto con los conquistadores espaoles que lossometieron, apoderndose de sus tierras y los sometieron

    a la evangelizacin. El segundo sucede en 1632 cuando

    un levantamiento tribal, comandado por el jefe Cobameai

    en contra de los religiosos espaoles, dio lugar a una fuerte

    represin contra todos los indgenas de la regin, que ocasion

    que los guarijos se desplazaran hacia lo que hoy es el estado

    de Chihuahua. Posteriormente, algunos guarijos regresaron

    a sus tierras originales. Fue entonces cuando se dividieron

    en dos grandes grupos: el de Chihuahua, autodenominado

    guarij(warih), inuido por los tarahumaras, y el de Sonora,

    llamado guarijo(makurawe), inuido por los mayos. El tercer

    evento sucedi a nales del siglo XVIII, cuando se otorgaron las

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    49/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 49

    primeras concesiones de tierras donde haba vivido por ms de

    doscientos aos la etnia guarija, al otorgarle en 1797 a donBartolom Salido y Exodar, vecino del Real de Los lamos,

    26,334.15 hectreas comprendidas en los predios Burapaco,

    Guajaray, Los Conejos, El Palmar y La Sauceda, localizados en

    la provincia de Hostimuri, expedidos en Sinaloa bajo el Ttulo

    de Mxico y Real Conrmacin por el Juzgado Ixviativo de la

    Intendencia y Gobierno de las Provincias de Sonora y Sinaloa,

    para dar paso a siglo y medio de cacicazgos encabezado por

    las familias Salido, Flix, Argelles y, nalmente, la familia

    Enrquez.

    Los blancos llegaron y empezaron a cercar las tierras y

    las posibilidades para los indgenas se redujeron. A partir de

    entonces, los guarijos empezaron a vivir acasillados en las

    tierras de los blancos, como extranjeros en su propia casa.

    Entonces, ni maz para el autoconsumo pudieron sembrar. Las

    posibilidades de trabajo, cuando se presentaban, eran sumamentedesventajosas y los salarios,cuando haba, eran bajos. Lo normal

    era trabajar por la comida y no se contaba con una jornada de

    trabajo denida; los trabajadores tenan que estar a disposicin

    del patrn de da y de noche.

    Los blancos les pagaban bajos salarios, a veces con maz,

    otras veces los ponan a sembrar a medias en los mahuechis,

    pero casi siempre slo alcanzaban a ganar cinco litros de maz

    o un litro de sal, o a criar ganado al partido con ellos, que en

    realidad vena siendo al tercio. En esas circunstancias, las

    mujeres guarijas tenan que salir al monte en busca de frutas

    silvestres, como pitahayas, echos, tempisques, guamchiles,

    miel silvestre y chchigo. A veces, los indgenas cazaban con

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    50/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA50

    trampas venados; ante la escasez de ries o con la ayuda de los

    perros, cazaban jabales en las cuevas. Tambin pescaban enel ro Mayo bagres, mojarras y cochirones, o cauquis, como les

    dicen los blancos.

    Las estas y celebraciones de los guarijos estn nti-

    mamente vinculadas con el calendario agrcola anual de la

    esta de Semana Santa, celebrada en los antiguos pueblos

    de las misiones de la Sierra, y con el calendario domstico,

    representado por las estas tuburio tuburada, celebradas en los

    patios de las casas en las rancheras. Sus creencias religiosas y

    la tradicin oral estn relacionadas con la naturaleza, el agua,

    la tierra, la Virgen la madre de todos y con Dios el creador

    del hombre, simbolizado por la cruz, la cual puede observarse

    en las casas y en las milpas, o tambin pendiente de una

    cadena, sobre el cuerpo, como proteccin contra accidentes y

    enfermedades.

    En torno a la cruz, para la llegada de las aguas loshombres guarijos de Sonora danzan La Pascola, con msica de

    arpa y violn, mientras que las mujeres bailan La Tuburada,o

    Tuburi;estas danzas en honor a Dios y a la naturaleza aseguran

    la abundancia de cosechas y la reproduccin del grupo mismo.

    En Sonora, por las fechas de la cosecha se lleva a cabo la

    esta anual de la cavapizca, que normalmente dura tres noches.

    En esta celebracin, en la que participa el maynate(cantador y

    maestro rezandero), los hombres bailan La Pascolay las mujeres

    La Tuburi. Todas las estas religiosas estn marcadas por el

    sincretismo entre la cosmovisin guarija y los smbolos de la

    religin catlica.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    51/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 51

    DONJOSHERMENEGILDOSENZCANO, DONGILO

    Era originario de la Hacienda de Arechuyvo, municipio de

    Uruchic, Chihuahua, donde naci el 30 de diciembre de

    1909. Hijo de don Jos Hermenegildo Senz y Trejo (1880-

    1946), escritor, poeta, periodista y comerciante y de Altagracia

    Cano de Los Ros. Sobrino de don Victoriano Senz y Trejo

    (1883-1940), un profesor que lleg a ser diputado en la XXIX

    legislatura, que expidi la Constitucin chihuahuense del 25 demayo de 1921. Sobrino nieto de Victoriano Senz (1850-1927),

    propietario y patriarca de la hacienda Arechuyvo, intelectual

    liberal, lntropo, promotor de la educacin y la cultura en su

    pueblo y editor de la revista Lecturas Culturales. Sus hermanos

    fueron Mara del Refugio, Rafael, Telo, Victoriano, Enriqueta,

    Francisco y Mara Loreto.

    La familia Senz haba fundado la hacienda Arechuyvo

    desde principios del siglo XIX, cuando sus primeros ascendientesllegaron a la ciudad de Chihuahua, provenientes de la provincia

    de Navarra, Espaa.

    Don Gilo creci en la hacienda de su padre, educado

    con las ideas liberales de sus antepasados, tan arraigadas

    que cuando se cas con Angelina Flix, vecina de su rancho, que

    perteneca a una familia muy catlica, tuvieron que hacerlo en

    un arroyo fuera de la hacienda, porque en ese tiempo a los

    sacerdotes les estaba prohibido entrar. Su padre le ense

    el ocio de tenedor de libros y todo lo relacionado con la

    administracin de una hacienda y el comercio de abarrotes,

    pero en su pueblo aprendi lo que sera su pasin por el resto

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    52/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA52

    de su vida: tocar el violn. Lo aprendi tomando clases con un

    maestro de su pueblo, por lo que saba ejecutarlo leyendo lasnotas. La msica era para lo que a cualquier hora del da o la

    noche, siempre estaba dispuesto. Recin casado y cuando sus

    hijos comenzaron a nacer, decidi irse a vivir al mineral de Santo

    Nio, cerca de la poblacin El Pilar de la Cinega, municipio

    de Moris, Chihuahua, a ayudar a su hermano Telo, quien

    tena una tienda de abarrotes en sociedad con don Manuel Lara

    Mendoza, oriundo de ese lugar.

    En 1945, en un incendio forestal don Manuel Lara

    Mendoza, un empresario visionario y emprendedor, perdi las

    pocas cabezas de ganado que tena y decidi emigrar a San

    Bernardo, ya que en sus anteriores viajes hacia Navojoa a

    comprar mercanca para su tienda, al pasar por ese lugar, pudo

    darse cuenta que el poblado tena un futuro promisorio como

    puerta comercial de toda la zona serrana.

    Al enterarse de los planes de don Manuel Lara Mendoza,el padre de don Gilo, en una carta enviada desde Arechuyvo, le

    recomend llevarse a su hijo Jos Hermenegildo como socio a

    San Bernardo.

    A nales de 1947, don Manuel Lara Mendoza parti con

    su familia desde la alta serrana, bajando por toda la orilla

    del ro Mayo viajando durante seis das, cruzando el territorio

    guarijo hasta llegar a San Bernardo.

    Al llegar al pueblo, don Manuel compr una casa e instal

    su tienda, surtindose de mercanca con la empresa mayorista

    Almacenes del Mayo, localizada en Navojoa, e inmediatamente

    despus mand llamar a don Gilo para que se viniera a San

    Bernardo a trabajar con l como socio.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    53/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 53

    As fue como en 1948 don Gilo lleg con su familia a San

    Bernardo con una doble intencin: prosperar econmicamentey ofrecerles educacin a sus hijos, a quienes instal en lamos

    en compaa de su esposa Angelina, mientras l se quedaba

    solo a trabajar en el pueblo.

    La sociedad con don Manuel Lara Mendoza dur exito-

    samente cuatro aos, hasta que don Gilo decidi poner su

    propia empresa. Se separaron en buenos trminos y don Gilo

    le compr una casa, localizada en el centro de la poblacin, a

    don Agustn Robles, un antiguo comerciante del lugar, donde

    puso su comercio de abarrotes, esta vez en sociedad con su

    hermano Victoriano, dedicndose tambin a la compra y venta

    de ganado y semillas, principalmente ajonjol, que era lo que

    ms se produca en ese tiempo en la regin.

    Don Giloera un hombre muy disciplinado. Todos los das

    se levantaba a las cinco de la maana y encenda la planta de

    electricidad. Con los aos, sa se convirti en la seal en el pueblo

    para que los adultos se levantaran, y en las noches cuando la

    apagaba, para que los nios ya no anduvieran en la calle. Junto

    a la tienda, tena una ocina donde instal un radio telfono, una

    caja fuerte y un escritorio, desde donde controlaba sus negocios

    de compra-venta y cra de ganado al partido y la habilitacin

    de la siembra de ajonjol, que luego le venda a don Joaqun

    Hernndez, de Navojoa.

    Era un hombre culto, lea libros de historia y novelas dela revolucin mexicana y rigurosamente la revista Siempre,

    que su hijo Roberto le enviaba desde Navojoa y luego l se la

    reenviaba a su amigo don Isauro Ramos hasta Gochico, un

    pueblo perdido en las entraas de la sierra. Se enteraba de

    las noticias escuchando la radio en las madrugadas y luego

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    54/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA54

    las comentaba con sus clientes en las tertulias que se organizaban

    alrededor del mostrador de su tienda durante el da.El negocio de los hermanos prosper y pronto pudieron

    comprar algunos ranchos de la regin, como Gocojaqui, Potreri-

    llos, Las Conchas y Tetacora, adems de los que haban heredado

    de sus padres: Palmarito, San Luis Babarocos y Arechuyvo.

    Con los aos, don Gilo se convirti en un hombre

    respetado y apreciado por toda la comunidad; siempre tena

    disposicin para ayudar a quien lo necesitaba; era el lder

    indiscutible del pueblo, el que tena la ltima palabra en algn

    litigio legal o social. Era el nico hombre del pueblo al que el

    profesor Francisco Franco Baca nunca le disput el liderazgo.

    Particip con decisin en todos los proyectos de desarrollo

    del pueblo, como la construccin de las escuelas, el centro

    de salud y la introduccin de los servicios de agua potable y

    electricidad. Varias veces fue invitado a participar como regidor

    en el ayuntamiento de lamos, pero la poltica fue algo quenunca le interes.

    Su verdadera pasin fue siempre la msica. A cualquier

    hora del da, aprovechaba sus ratos libres para tocar su

    inseparable violn. Una vez, hizo un viaje especial a Navojoa a

    escuchar a la Orquesta Sinfnica del Noroeste, ya que pocas

    veces haba oportunidades de hacerlo y siempre que viajaba

    al Distrito federal a visitar a sus hijos que estudiaban all los

    invitaba a Xochimilco para escuchar los mariachis. Tambin

    acostumbraba a viajar de vez en cuando a Guadalajara, donde

    tambin tena hijos y sobrinos estudiando.

    Para 1974, el ao del secuestro, su hermano Victoriano

    ya haba muerto de cncer y todos sus hijos vivan lejos de San

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    55/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 55

    Bernardo; slo su esposa Angelina haba regresado al pueblo

    para acompaarlo.

    BURAPACOYLOSENRQUEZ

    Burapaco es un rancho, un pueblo localizado al norte de San

    Bernardo, al otro lado del ro Mayo, en pleno corazn de la

    nacin guarija.

    Esas tierras donde vivan los indios guarijos le fueronescrituradas en 1797 a don Bartolom Salido y Exodar, tesorero

    de la Real Caja de lamos, a quien la Provincia de Sinaloa le

    otorg ttulos de los predios Burapaco, Guajaray, Los Conejos,

    El Palmar y La Sauceda.

    En 1832, don Jos Salvador Salido, descendiente de don

    Bartolom Salido y Exodar, se los vendi a don Fernando Flix,

    vecino de la ciudad de lamos.

    Es probable que en la segunda mitad del siglo XIX

    don Agapito Enrquez Czares, originario del mismo lugar,

    adquiriera todos esos terrenos y luego los heredara a todos sus

    descendientes de las cuatro esposas que tuvo. Agapito Enrquez

    Czarez se cas primero con Josefa Argelles y sus hijos fueron

    Agapito, Flix, Leobardo y Manuel Enrquez Argelles; muri

    Josefa y cas con Severiana Flores con quien tuvo a Isaac,

    Antonio y Severiano Enrquez Flores; luego de morir Severiana,se cas con Dolores Mendvil y tuvieron a Daniel, Dolores, Ral,

    Aureliano y Enrique Enrquez Mendvil y, nalmente, tuvo con

    Ramona a Ramn, Manuel y Guadalupe, tambin Enrquez

    Argelles.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    56/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA56

    A principio de los aos setenta, don Agapito Enrquez

    Argelles y los dems miembros de la familia Enrquez vivan enel rancho Burapaco y posean todos los terrenos que les hered

    su abuelo Agapito Enrquez Czarez. Don Agapito Enrquez

    Argelles posea el predio Burapaco, el cual tena dividido

    en los potreros La Amapa, El Saucito, La Mesa Colorada y El

    Babjori y adems posea el predio El Saz, localizado cerca de

    Bavcora. En total, criaba unos cuatrocientos animales, entre

    vacas, mulas y caballos.

    Don Agapito Enrquez Argelles estaba casado con doa

    Petra Rosas, oriunda de Tepara, y tenan cinco hijos: Benita,

    casada con Jess Mendvil; Josefa, casada con Bernardo Lpez;

    Irma, casada con Francisco Lara Valenzuela; Agapito, casado

    con Sofa Miranda Doumerc, y Andrs, casado con Francisca

    Doumerc. Todos sus hijos vivan en Navojoa, con excepcin de

    Agapito, quien trabajaba con su padre en el rancho.

    Burapaco era una pequea poblacin de unas doce casascon una explanada al centro donde se planeaba construir una

    plazoleta, pero donde nalmente se construy un centro de

    salud.

    Don Agapito tena su casa en la parte sur del pueblo,

    al pie de una pequea loma, construida un metro por encima

    del nivel natural del terreno, por lo que para llegar a la puerta

    principal haba que subir unos diez escalones. La suya era

    una casa antigua y grande con un largo portal con las clsicas

    columnas de madera de amapa y dinteles labrados, que cubra

    todo el frente de la propiedad. Al frente, haba dos puertas de

    madera; una, que daba a la casa y, otra, que siempre estaba

    cerrada y daba a una pieza en la que don Agapito tena una

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    57/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 57

    especie de tienda en la que venda todo tipo de mercancas

    pero que slo la abra cuando alguien necesitaba comprar algo.Construida en adobe, tena las tpicas caractersticas de las

    casas de la regin de principios del siglo XX, techos de tierra y

    vigas de gusima, con varias piezas, y un patio trasero grande

    donde haba un sonogoripara almacenar la comida. Doa Petra

    Rosas haba hecho colocar en una de las piezas una enorme

    estampa de la virgen de Guadalupe, a quien le guardaba un

    verdadero fervor, tanto que cada 12 de diciembre organizaba

    una gran velacin en honor a la santa patrona y haca ir a todos

    sus descendientes a la esta.

    A un lado de la casa del padre, Agapito hijo haba cons-

    truido la suya para vivir al lado de su esposa Sofa Miranda

    Doumerc, con quien se haba casado apenas unos cuatro aos

    antes y an no tenan hijos. La del hijo era una casa moderna,

    hecha de ladrillo y piso de cemento, que contrastaba con el

    estilo de la de su padre.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    58/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA58

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    59/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 59

    BREVEHISTORIADELAGUERRILLAENMXICO

    La conviccin en la justicia y la conviccin de sus ideashacen del revolucionario un hombre capaz de todo;

    capaz de aceptar con abnegacin los mayores sacricios,

    capaz de convencer a una persona.La profunda conviccin que hace a un guerrillero

    No es el equipo que porta,sino su completa conviccin de declarar la guerra.

    RALFLORENCIOLUGOHERNNDEZGuerrillero sobreviviente del asalto al cuartel de

    Ciudad Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de 1965.

    El origen de la guerrilla en Mxico se remonta al 29 de febrero

    de 1964, cuando un grupo de campesinos armados destruy eincendi, en el municipio de Madera, Chihuahua, un puente

    propiedad de la familia Ibarra. Esa fue la primera accin militar

    pblica del Grupo Popular Guerrillero (GPG), encabezado por

    Arturo Gmiz Garca, y se puede considerar como el inicio de la

    lucha armada revolucionaria socialista en Mxico, sustentada en

    la doctrina marxista. En el lugar de los hechos, los guerrilleros

    dejaron el siguiente recado:

    A las autoridades civiles y militares: hemos tirado este puente

    como apoyo a las invasiones de tierra y para que dejen en libertad a

    los campesinos y lideres presos y seguiremos manifestando nuestra

    inconformidad en formas ms drsticas.

    [59]

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    60/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA60

    Despus de sta primera accin militar de GPG, su

    actividad se centr en una fase de autodefensa, construccinde las estructuras de apoyo, comunicacin, abastecimiento de

    medicinas, vveres, ropa y traslado de combatientes del medio

    urbano al rural, que se prolong hasta julio de ese ao.

    Lo primero que el grupo intensic fue la preparacin

    poltica e ideolgica de las comunidades campesinas de la

    sierra donde tena su mayor presencia. Durante ese tiempo,

    elementos de la Polica Judicial del estado y el Ejrcito Mexicano

    persiguieron a los rebeldes, recorriendo parte de los estados de

    Sonora y Chihuahua, tratando de neutralizar el incipiente foco

    insurgente.

    Los guerrilleros se regan por los lineamientos polticos,

    cdigos ticos y los documentos emanados del Primer Encuentro

    de la Sierra, llevado a cabo en Cebadilla de Dolores, Madera,

    Chihuahua, en octubre de 1963.

    Aunque su estructura organizativa era dbil, el grupoguerrillero decidi, entonces, realizar una operacin blica de

    hostigamiento para proteger su base campesina. La operacin

    seconcret el 15 de julio de 1964; consisti en atacar el cuar-

    teldela Polica Judicial del estado en Dolores, Chihuahua. Su

    objetivo era desarmar a los judiciales comandados por el ex

    pistolero de la familia Ibarra, Rito Caldera, comandante local de

    la Polica Judicial, y destruir las instalaciones para evitar que

    siguieran reprimiendo a los pobladores de la zona.

    La segunda etapa de la ofensiva militar del GPG se

    realiz el 23 de septiembre de 1965, da en que decidi tomar

    por asalto el cuartel militar de Ciudad Madera, poblacin

    enclavada en lo alto de la sierra de Chihuahua. En el

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    61/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 61

    fallido intento, murieron ocho de los combatientes: el profesor

    Arturo Gmiz Garca, el estudiante scar Sandoval Salinas, elcampesino Salomn Gaytn Aguirre, el profesor y doctor Pablo

    Gmez Ramrez, el estudiante Emilio Gmiz Garca, el campesino

    Antonio Scobell Gaytn, el profesor Rafael Martnez Valdivia y

    el profesor Miguel Quinez Pedroza. Slo sobrevivieron Ramn

    Mendoza Torres, Francisco Ornelas Gmez, Guadalupe Scobell

    Gaytn, Ral Florencio Lugo Hernndez y Jos Juan Fernndez

    Adame.

    Dos aos despus, un grupo de estudiantes, profesores y cam-

    pesinos bajo el liderazgo de scar Gonzlez Eguiarte, fundan el

    Grupo Popular Guerrillero Arturo Gmiz (GPGAG).

    scar Gonzlez Eguiarte era un antiguo lder campe-

    sino de la Unin General de Obreros y Campesinos de Mxico

    (UGOCM) que a principios de los aos sesenta haba tenido una

    intensa participacin al lado de Arturo Gmiz Garca y el doctor

    Pablo Gmez Ramrez, y que era parte de otro de los grupos deasalto al cuartel de Ciudad Madera, pero debido a las adversas

    condiciones climatolgicas de esos das no pudo llegar a tiempo

    con su grupo y no particip en el asalto, como tampoco pudo

    llegar a la cita por las mismas razones el otro grupo encabezado

    por Salvador Gaytn Aguirre.

    El objetivo primordial del Grupo Popular Guerrillero

    Arturo Gmiz, era continuar con el proyecto guerrillero iniciado

    por el GPG, impulsando un foco guerrillero rural en la sierra de

    Chihuahua; para eso, scar Gonzlez Eguiarte fue designado

    como su comandante, jefe poltico y militar.

    Al mismo tiempo, pero muy lejos de ah, en el estado

    de Guerrero un joven profesor rural llamado Lucio Cabaas

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    62/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA62

    Barrientos se refugiaba en la sierra de su estado, despus de que

    un mitin realizado en la plaza central de Atoyac de lvarez, enel que solicitaba la destitucin de la directora de la escuela Juan

    N. lvarez fue brutalmente reprimido por la fuerza pblica.

    Casi al mismo tiempo, otro profesor rural en Guerrero,

    llamado Genaro Vzquez Rojas, dirigente de la agrupacin

    llamada Accin Cvica Guerrerense, realizaba su primera accin

    guerrillera en la comunidad El Paraso, al atacar una hacienda

    cafetalera.

    Desde esa fecha y hasta 1969, Lucio Cabaas se dedic

    a la tarea de formar un grupo guerrillero y a organizar su

    agrupacin denominada Partido de los Pobres. Tambin recorri

    gran parte de la sierra, tratando de consolidar en los ejidos y

    centros de poblacin campesina unas formas organizativas que

    denomin Comits de Autodefensa, o Comits de Lucha. Por

    su parte, Genaro Vzquez hacia lo suyo, organizando a su grupo

    en otra regin de Guerrero.Mientras tanto, en Chihuahua, el 7 de agosto de 1967, el

    GPGAGinici sus actividades militares ajusticiando en la sierra

    de Ciudad Madera, al cacique y terrateniente Ramn Molina. El

    gobierno reaccion de inmediato, comenzando la persecucin

    del grupo y ofreciendo diez mil pesos de recompensa por su

    captura.

    Casi un ao despus, el 19 de julio de 1968, el GPGAGasalt

    e incendi el aserradero Maderas de Tutuaca, SA, localizado

    en la poblacin de Tomchic, municipio de Guerrero, en una

    operacin bautizada como Miguel Quinez Pedroza, en honor

    al uno de los cados en el asalto al cuartel de Ciudad Madera.

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    63/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 63

    Nadie result herido y antes de huir a caballo hacia los bosques

    de la regin, los insurgentes dejaron un maniesto rmadopor scar Gonzlez Eguiarte, Juan Antonio Gaytn Aguirre y

    Guadalupe Scobell Gaytn, este ltimo sobreviviente del asalto

    al cuartel de Ciudad Madera, justicando su accin militar y su

    vinculacin con la desaparecida organizacin poltica y militar

    Grupo Popular Guerrillero, comandada por el profesor Arturo

    Gmiz Garca. El gobierno moviliz tropas de la Quinta Zona

    Militar, acantonadas en la capital de Chihuahua, para cercar

    y aniquilar el ncleo armado. El grupo y en particular scar

    Gonzlez Eguiarte, no tom en cuenta que las condiciones de

    apoyo popular que en 1965 tena el GPGhaban cambiado mucho

    y ellos ya no contaban con el apoyo campesino, indispensable

    para su subsistencia, y al ver la intensa ofensiva militar que se

    inici contra ellos, decidieron internarse en lo profundo de laSierra

    Madre Occidental, rumbo a la frontera con el vecino estado de

    Sonora.A principios de agosto, la Secretara de la Defensa Nacio-

    nal puso en operacin un operativo militar, llamado Operacin

    guila y Nudo Corredizo, enviando a la zona tropas de la Quinta y

    Cuarta Zonas Militares de Chihuahua y Sonora, respectivamente.

    La operacin militar contrainsurgente se conform de cinco

    columnas antiguerrilleras, que avanzaron al mismo tiempo

    desde distintos puntos y posiciones. Das despus, la posicin

    de los guerrilleros fue detectada y un helicptero de la Fuerza

    Area Mexicana fue enviado a investigar y al aterrizar en un

    lugar de la sierra. Qued inutilizado por los guerrilleros. En la

    accin muri el piloto del helicptero y fue capturado un teniente

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    64/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA64

    coronel de Caballera, pero fue puesto en libertad horas ms

    tarde con un recado que deca:

    Representantes del rgimen burgus que gobierna, ustedes

    son los responsables de la situacin. Cese la persecucin y

    resulvase [sic] los problemas del pueblo. De otra manera

    seguiremos en pie de guerra.

    Firma: Comando Militar Revolucionario del GPGAG.

    Los guerrilleros recuperaron del helicptero cajas de par-

    que, tres ries M-2, dos pistolas Colt 45, dos relojes de pulsera

    y ciento sesenta pesos. Del lado de la fuerza insurgente nadie

    result lesionado y la accin fue bautizada como Operacin

    Antonio Scobell Gaytn, en honor a otro de los cados en el

    asalto de Ciudad Madera.

    La maana del 23 de agosto de 1965, a cinco kilmetros

    de la comunidad de Gosogchic, en el punto llamado La Mesa

    Larga, en el estado de Chihuahua, al dar vuelta en un recodo

    de la vereda por la que caminaban, los guerrilleros se encontra-

    ron de frente con las tropas comandadas por el teniente coronel

    Gregorio Lpez, al mando de 125 soldados de la VZona Militar

    de Chihuahua, reforzados con miembros de la Polica Rural de

    Uruchic. Al frente del grupo iba Carlos David Armendriz Ponce,

    de 17 aos de edad, el ms joven de todos, quien ante la sorpresa

    no alcanz a accionar su arma y cay herido por las balas de los

    soldados. Los otros, que caminaban metros atrs, lograron recular

    y cubrirse entre los rboles y los peascos de la orilla del camino.

    Carlos David Armendriz Ponce qued tirado en el suelo y desde

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    65/285

    ELCOLORDELASAMAPAS 65

    ah, herido, les grit a sus compaeros que se retiraran, que l

    los cubrira.Desde donde estaba, y protegido slo por su mochila,

    Carlos David dispar con ferocidad y valenta su fusil M-2,

    causando el desconcierto entre los soldados. Desde atrs, su

    compaero Arturo Borboa Estrada, empuando su ametralladora

    Thompson calibre .45, hizo lo mismo. En los veinticinco minutos

    que ambos duraron disparando al enemigo, los dems lograron

    salir de la emboscada. En medio de la refriega, scar Gonzlez

    Eguiarte fue herido en la espalda, perdi su equipo y tuvo que

    ser ayudado por sus compaeros para salir del lugar.

    Todava, cuando los guerrilleros se encontraban a ms de

    trescientos metros del lugar del ataque, escuchaban los gritos

    de Carlos David, ordenndoles salir del peligro; despus de unos

    minutos, los gritos del guerrillero dejaron de escucharse: haba

    cado abatido por las balas.

    Despus de lograr salir del alcance del ejrcito y reponersede la fatiga de la huida, los guerrilleros buscaron un refugio

    seguro, curaron las heridas de su comandante herido y se que-

    daron en el escondite en espera de que Gonzlez Eguiarte se

    recuperara, ya que la mala alimentacin, los das de caminata

    y el esfuerzo no les ayudaron a tomar fuerzas pronto. Pasaron

    diez das en el escondite y al ver que las heridas de scar no

    terminaban de sanar, tomaron una decisin denitiva: bajaran

    a Sonora, con la esperanza de llegar hasta Ciudad Obregn,

    curar a su comandante y escapar del acoso militar.

    En Chihuahua, la noticia de las actividades de los

    guerrilleros en la sierra corra como reguero de plvora y la

    prensa presionaba a las autoridades para que les diera a conocer

  • 5/19/2018 EL COLOR DE LAS AMAPAS.pdf

    66/285

    IGNACIOLAGARDALAGARDA66

    la realidad de los hechos, ya que el ejrcito se negaba a dar la

    menor informacin al respecto.El 3 de se