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Revista de cultura general desde el punto de vista de la Antroposofía de Rudolf Steiner. Publicada en Valencia, España, por la Rama Micael que pertenece a la Sociedad Antroposófica.
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Otra vez, amigos lectores, estamos con todos vosotros. Y lo hacemos, con humildad, desde
esta pequeña publicación para –con el máximo respeto- intentar acercarnos y acercaros a los proble-
mas de nuestro tiempo.
En esta ocasión queremos dar las gracias a los amigos que han contribuido –con sus aportaciones- a
que el Candil nos proporcione su luz tenue, pero que en constante movimiento intenta iluminar oscuri-
dades.
El artículo de nuestra compañera Tatiana, residente en Suiza, ya ha sido publicado en su revista –
Realizando Antroposofía-, pero dado el carácter e importancia que consideramos atesora, queremos
compartirlo con todos nuestros lectores.
También contamos en esta edición con aportaciones de nuestros amigos Jaime Padró y Charo Pa-
checo, que por el peso específico de su preparación, conocimientos y valía personal, esperamos -por
todo aquello de lo que son continentes- que no sean los últimos.
Jean Michel Florín comparte con nosotros su reflexión sobre el “tema del año” que la Sección de Agri-
cultura del Goetheanum ha lanzado para compartir en un Congreso realizado en el mes de Febrero.
Su mensaje “Alianzas para la Tierra” es un tema actual que esperamos os motive.
Tiempos difíciles que nos tienen
que hacer pensar, sentir y ac-
tuar de acuerdo con una con-
ciencia que -naciendo desde los
más profundo de nosotros mis-
mos- debe aportar serenidad y
buen hacer a todos nuestros
actos y relaciones con los de-
más.
Estas reflexiones, que a continuación anotamos, de Joseph Beuys “En cada hombre hay un artista”
nos invitan a repensar acerca de lo que podemos hacer y contribuir con nuestras acciones al desarro-
llo de los acontecimientos por pequeños que sean estos intentos. El Candil es una gota en este océa-
no. . .
“Sólo se vive como ser humano cuando se conocen diversas posibilidades de hacerse cargo de una
responsabilidad política. Porque nuestros sistemas actuales apenas hacen participes en las decisio-
nes a las personas. En el momento en que las personas vean un instrumento para poder hacerse
cargo efectivo de la responsabilidad desarrollarían luego la necesidad, es decir cada ser humano
aprendería que eso depende de él. . . La cosa va conmigo.”
“Soy miembro necesario de esa sociedad: en la escuela, en la administración de justicia o en un
puesto de trabajo. . . Que uno piense acerca del organismo social en conjunto, que participe en el
pensamiento, en la creación, como un ser humano. Y que no se deje eso en manos de unos pocos,
que naturalmente sacarán provecho propio del asunto”
Las gotas hacen un océano de responsabilidad.
El consejo de EL CANDIL.
Carta Abierta
Sociedad Antroposófica en Valencia
Num.3—Invierno 2013
El Candil.
Sumario:
Una retrospectiva
del año 2012.
Tatiana Garcia-
Cuerva.
La creación del
Tiempo.
Jaime Padró.
Tres Miradas.
Charo Pacheco.
Alianzas para la
Tierra.
Jean-Michel Florin.
Equipo de Redacción: Lola Pérez Bodi. Antonio M. Alcalá. Manuel Pardo. Alberto Llorca. Consuelo Abad. M.A. Sanvalentin.
Página 2 El Candil.
Una retrospectiva del año 2012. pasar de lo exotérico a lo esotérico?
Para mí, este año con las problemáticas
mencionadas nos da la clave. Asistimos
a una crisis de la forma.
Vida y forma
Vida y forma son principios creadores.
En cada ser viviente que se desarrolla
obran los principios de la vida y de la
forma.
El mejor ejemplo es la planta: ¿Dónde
encontramos la máxima vida y la mínima
forma? en la semilla. Cuando de la semi-
lla surge el brote, asistimos a cómo la
vida crece dentro de la forma. La vida
está primero, ella se abre paso como
principio dentro de la forma.
La vida anhela asumir una forma.
En la flor tenemos la máxima forma y la
mínima vida. Lo vemos en la hermosa
forma de las flores que muchas veces
reproducen formas geométricas y lo ve-
mos en lo breve de la vida de la flor.
No hay forma alguna que no provenga
de una vida que la preceda y cada vida
aspira a la forma, pero no cualquiera,
sino aquella específica y propiada en la
cual esa vida concreta pueda desenvol-
verse.
A la forma debe preceder la vida
Así como el misterio de la vida es que
ella aspira a adoptar una forma, el miste-
rio implícito en la forma es que:
Toda forma quiere morir
La flor es la expresión máxima de la
forma en la planta. Ésta no pretende ser
eterna, la flor es la culminación de un
proceso y más allá de la flor hay un um-
bral hacia algo nuevo. En el umbral
hacia la muerte la flor se abre a ser fruc-
tificada y ella no puede hacerlo por sí
misma, sino que esto ocurre a través de
otros seres que la visitan como las abe-
jas. Sólo así nace el fruto y la flor se
extingue. En el fruto se desarrolla la se-
milla que permite el desenvolvimiento de
una vida nueva. Del fruto a la semilla
encontramos una disminución de la for-
ma y un aumento de la vida. De la forma
no puede nacer una forma nueva, solo
de la vida y la vida es pura potenciali-
dad, como también lo es el Yo.
Asistimos a una crisis de la forma en el
Tatiana García-Cuerva, Dornach.
Coincide este año con el fin del calenda-
rio Maya, que en verdad no es un fin
sino que completa una ronda y comienza
una nueva.
¿Qué significa este nuevo comienzo?
Con este motivo común, en el que ci-
mientos antiguos se tambalean bajo
nuestros pies quitándonos toda seguri-
dad, leo el imperativo de encontrar ci-
mientos nuevos, menos materiales y en
cambio más vivos y fluidos. Cimientos
más espirituales, más individuales y me-
nos colectivos.
La Sociedad Antroposófica sufre una
crisis de identidad, precisamente porque
aquello que debería fluir como vida en
ella se ha vuelto mera forma y esto
aqueja también a muchas instituciones
antroposóficas en las que hay una forma
que de hecho, nació de un impulso espi-
ritual vivo en el pasado, pero que a lo
largo del tiempo no se ha nutrido y trans-
formado en el vínculo vivo con su origen
y cuya forma constituye el único resabio
de la substancia espiritual que las gestó.
Peter Selg, expresó en la conferencia
dada por él el 30 de Marzo de 2012 para
el aniversario de la muerte de Rudolf
Steiner y que está publicada en su libro
"La Identidad de la Sociedad Antroposó-
fica General", que el año 2011 con la
celebración del aniversario 150 del naci-
miento de Rudolf Steiner fue un año
exotérico para la Antroposofía en un
sentido positivo. Nunca antes fue Rudolf
Steiner y su obra percibida con semejan-
te amplitud en el mundo a través de la
abundancia de eventos, artículos y li-
bros. Asimismo Peter Selg expresa
cómo en el 2011 en la Sociedad Antro-
posófica se tematizó intensamente la
pregunta de la relación con Rudolf Stei-
ner y la Antroposofía. En su reflexión
continúa diciendo que "...quizá todo ello
indica que el año 2012 tenga que ser un
año esotérico, un año de profundización
en el Ser de la Antroposofía y lo relacio-
nado con ella". (ver nota 4)
Aquí la pregunta implícita es: ¿Cómo
El 2012 ha sido para mí así como para
muchos, un año intenso de crisis tanto
internas como externas. Fueron muchas
las vivencias y eventos este año, pero
hay para mí un hilo rojo, un gesto
común, un "tema".
En la Sociedad Antroposófica también
tuvimos un tema: "La Identidad de la
Sociedad Antroposófica". ¿Por qué ha
sido este “el” tema de este año? Este
tema no surgió como fruto de haber pro-
fundizado en la esencia de esta identi-
dad y de su maduración, sino porque en
la crisis de la Sociedad esta identidad se
ha transformado en una pregunta o una
necesidad interna frente al peligro de
perder aquello que nos la brinda. El te-
ma surgió de la escasez, no de la abun-
dancia.
En el 2012 celebramos el centenario de
la primera fundación de la Sociedad An-
troposófica inmersos en la pregunta tras
la identidad. ¿No es paradójico?
En el mundo, las revoluciones contra las
formas de gobierno en los países árabes
son el terremoto social que agita estruc-
turas y cimientos que han dejado de ser
la forma apropiada para la conducción
de la humanidad del presente, también
en esas regiones de la Tierra. La crisis
económica en todas partes ha movido a
reflexión en todo el globo acerca de esta
forma de economía enemiga de la vida -
vale aquí cordarse del movimiento Wall
Street en el 2011-y pese a que la mayor
parte del mundo reconoce lo adverso de
este sistema económico, atendemos a
todo tipo de medidas, por ejemplo, las
medidas de ahorro que intentan preser-
var la forma actual que "nadie" parece
querer. La crisis conómica ha impartido
inseguridad en el mundo, así como la
falta de trabajo.
¿Qué hay detrás de todo esto?
Todo ello apunta a un gesto común. El
suelo en el que nos afirmábamos ya no
es el suelo que nos puede seguir soste-
niendo. Todos los cimientos y formas
antiguas se agitan bajo nuestros pies.
Una retrospectiva del año 2012
Num.3— Inv ierno 2013
Una retrospectiva del año 2012
mundo, estamos en el estado de la
flor...Y más allá está el umbral. El soste-
nerse en el umbral a pesar de asumir la
muerte de las formas en que nos apoyá-
bamos, puede hacer posible que ocurra
algo nuevo que no existía antes y surja
una vida nueva que antes no conocía-
mos.
Pero también podemos sucumbir en este
umbral a raíz del miedo. Ahriman está
dispuesto a ayudarnos en esta desespe-
ración, encontrando siempre la manera
de mantener las formas existentes sin
arriesgar el paso que permitiría el fruto.
De ello resultan las formas estériles,
duraderas, sin espíritu. El afán opuesto
es el Luciférico que evita que la vida
asuma forma; y la vida sin forma alguna
no es apta para vivir en la Tierra. (ver
nota 5)
¿Cómo pasar de lo exotérico a lo esoté-
rico?
Volvemos a la pregunta: ¿cómo pasar
de lo exotérico a lo esotérico? Con esta
pregunta se abren los enigmas del um-
bral. En su libro "¿Cómo se adquiere el
conocimiento de los mundos superio-
res?" (Ver nota 6) Rudolf Steiner hace
hablar al guardián del umbral con las
siguientes palabras: "Mi umbral está
formado por todos los temores que to-
davía subsisten en ti, como asimismo
por tu vacilación ante el esfuerzo que
necesitas para asumir la plena respon-
sabilidad de todo cuanto hagas y pien-
ses...”. "no cruces mi umbral hasta que
no tengas conciencia de que tú mismo
deberás iluminar la oscuridad en la cual
penetras; no des ni un solo paso adelan-
te mientras no tengas la certidumbre de
que tienes bastante aceite en tu propia
lámpara. Las lámparas de los guías, que
hasta ahora te conducían, te faltarán en
lo futuro". (Ver nota 7)
Un aspecto de la vida esotérica reside
en el dejar de apoyarse en todas las
ayudas externas en las que uno descan-
saba previamente. El ser humano se ve
cada vez más relegado a sí mismo. Esto
que sucede ante el guardián del umbral
se presenta en un tenor atenuado pero
implícito en cada crisis o conflicto. En
ellas hay algo que apela al Yo a dejar
formas previas y pasar por el "ojo de la
aguja" sin más equipaje que su mera
actividad volitiva y la flexibilidad que,
dejando las formas antiguas -que nos
otorgaban seguridad y cohesión-se abre
dispuesto a ser fecundado por un impul-
so nuevo.
Si todo esto fuera fácil, otra sería la si-
tuación en el mundo y entre nosotros.
¿Cuáles son los impedimentos que nos
obstaculizan avanzar en esta dirección?
Rudolf Steiner habló de dos males que
aquejan a la humanidad y que deberían
superarse en la Sociedad Antroposófica:
1) El miedo a lo suprasensible: del mie-
do a lo suprasensible dijo Rudolf Steiner
que "éste constituye la base de toda
enemistad contra la Antroposofía" (Ver
nota 8) .
Como antropósofos cabe hacernos la
pregunta sincera de si a pesar de nues-
tro amor a la Antroposofía, nuestro mie-
do subconsciente a lo esotérico (sea en
el grado que sea) no nos ponga en la
dramática situación de volvernos enemi-
gos de aquello que creemos amar.
El otro mal del que habla Rudolf Steiner
es:
2) La debilidad de la voluntad y la paráli-
sis volitiva del hombre moderno:
"Precisamente estas características de
la civilización y cultura moderna deben
ser superadas en la vida antroposófica.
Y si la vida antroposófica ha de volverse
práctica, entonces es necesario que la
vida práctica nazca desde un conoci-
miento sin miedo y una voluntad fuer-
te” (Ver nota 9) .
¿Quién está libre de estos males hoy en
día en algún que otro grado? Sólo com-
batiendo a éstos es que se posibilitará la
realización de lo esotérico y el desplie-
gue de una nueva vida frente a las for-
mas que se desvanecen.
A modo de ejemplo, las preguntas acer-
ca de la constitución u organización de
la Sociedad Antroposófica que en parte
han sido tema en el número previo de
esta correspondencia (y en la Sociedad
a lo largo de muchos años) no se pue-
den resolver, a mi modo de ver, a través
de estrategias que se ensañen en la
búsqueda desenfrenada de formas. La
clave está en la vida, a partir de la cuál
la forma debiera surgir. Sin vida previa,
las nuevas formas serán construcciones
abstractas destinadas a morir sin traer
frutos a la vida práctica y en las que per-
maneceremos pasivos, pues no se pue-
de delegar en la forma aquello que ha de
lograrse por el camino interior.
Ahí radica para mí la fuerza de lo esoté-
rico que se afianza en lo positivo y nun-
ca en lo negativo. No a través de la mera
crítica a las formas incorrectas (lo cual
no implica que hagamos el visto bueno a
los errores del pasado sin aprender de
los mismos), sino a través de vida con-
creta, del despliegue de nueva vida se
llegará a soluciones reales, positivas.
Esto está en nuestras manos.
De la activa vida esotérica desplegada
por cada uno de nosotros se nutrirá la
Sociedad Antroposófica para el cumpli-
miento de sus tareas en el mundo así
como del fruto de esa vida esotérica
concretada a través de nuestra actividad
volitiva: esto es, a través de nuestras
iniciativas. Pienso que es esta substan-
cia viviente-volitiva la que hará posible
que la Sociedad Antroposófica devenga
el organismo viviente en el que el Ser
Antroposofía pueda encontrar su envol-
tura terrenal.
Que las crisis de este año sean la ayuda
para ello.
4 Peter Selg ,"La Identidad de la Sociedad Antro-
posófica General", Editorial Dorothea, Buenos
Aires, Argentina
5 El contenido de este apartado sobre vida y forma
fue trabajado recientemente en un seminario sobre
Maniqueismo con Christine Gruwez.
6 GA 10 Título original: "Wie erlangt man Erkennt-
nisse der höheren Welten?"
7 GA 10 "¿Cómo se adquiere el conocimiento de los
mundos superiores? Capítulo: El guardián del um-
bral.
8 GA 257 Anthroposophische Gemeinschaftsbildung
(La creación de comunidad antroposófica). No tradu-
cido aun.
9 GA 257 Anthroposophische Gemeinschaftsbildung
(La creación de comunidad antroposófica).
Página 3
Página 4 El Candil.
La creación del Tiempo
que las semillas
radiantes del alma
arraiguen en los
fundamentos del
mundo, en los
principios y así se
engendre el fruto
celestial de la esperanza.
Con la creación del calor interior y con la
fuerza de concentración nace un tiempo
nuevo, nace el joven poder de la maña-
na. Y ese calor que se empieza a crear a
partir de la concentración en algo de
validez universal que no tiene nada que
ver con mi propio Yo va colmando el
vacío engañoso de mi personalidad y
empieza a llenarse en el fondo del alma
desde los mundos de amor del corazón
con la ardiente fuerza del verbo univer-
sal.
El día en que Zeus arrojó una piedra en
la garganta de Kronos, el tiempo se de-
tuvo, apareció el nacimiento y la muerte,
apareció un espacio interior anímico
separado del transcurrir interior, la vida
del hombre se independizó, nació el
tiempo que transcurre, el tiempo discur-
sivo, el tiempo de la agenda, el tiempo
del primero, segundo y tercero, el tiempo
que noimagina. A través del arte Sócra-
tes atribuye al dios Eros el nacimiento de
la respiración que con su ritmo pretende
reunir el interior separado del exterior en
una única armonía. Solo en el arte ha
vivido un residuo de los antiguos tiem-
pos de los dioses que permite todavía a
la humanidad acercarse a través de sus
obras a ese tiempo primordial, a ese
tiempo de crear. Ahora nace el joven
poder de la mañana, en el octavo día de
la creación, allí donde nace la creación
interior, el acto de conocer como respira-
ción simultánea entre el interior y el exte-
rior, entre el concepto y la percepción.
Hasta ahora hemos vivido prisioneros
del tiempo sucesivo, prisioneros en la
caverna que Platón imaginó, sin ver la
luz exterior, y solo ver la luz del sol pro-
yectada en el fondo como una pantalla
en la que vemos las imágenes de la vi-
da. Pero la posibilidad de vivir en la si-
multaneidad nos permite recuperar el
tiempo de los principios.
Mircea Eliade, al investigar el rito curati-
vo, observa cómo el mito del origen, de
en la semilla, en el calor que hay en la
Tierra y que contiene la potencialidad de
la planta entera a nivel imaginativo. El
tiempo simultáneo, el tiempo en que el
interior y el exterior coinciden, el tiempo
del equilibrio, el tiempo de la armonía,
existe como potencialidad en el alma
humana y en ella vive como la semilla
enterrada en las capas de la tierra. Y
ahora, en el declive y la muerte de la
noche invernal, aparece como semilla el
renovado comienzo de la creación, el
joven poder de la mañana que emerge
como posibilidad en las almas a partir de
la creación de tiempo, a partir de la crea-
ción de calor.
Este tiempo seminal, el kronos de la
antigua mitología, que se convierte en
dios del tiempo, es el de las continuas
transformaciones, donde no hay deten-
ción, no hay algo que se solidifique, sino
que discurre en lo que se crea y se ab-
sorbe al mismo tiempo. Es el tiempo
Imaginativo, es el tiempo de la imagina-
ción, es crear alma. Es el tiempo que
permite un sistema de variables que
siempre cambia. Es el verdadero tiempo
holístico, pero al que el hombre tiene
que acceder si quiere vivir verdadera-
mente en una edad holística.
En el interior se siente con vigor, con
nueva existencia propia, el misterio con-
servado de lo antiguo; despertar fuerzas
cósmicas creadas desde el alma huma-
na que se graben en la obra de mi vida y
me den forma en la existencia.
En el corazón del hombre anida el impul-
so para llevar la luz de su actividad inter-
ior a la noche invernal del mundo para
LA CREACIÓN DEL TIEMPO.
Sobre el solsticio de invierno
El tiempo invernal en la naturaleza es-
conde una enorme paradoja. Por encima
de la superficie terrestre, allí donde en la
tierra es invierno, aparece un universo
sin vida. Los árboles, como esqueletos
desnudos, sin hojas que lo cubran. La
tierra enmudecida por el frío que congela
el agua. Sin embargo, a pocos metros
de profundidad, también se encuentran
las semillas llenas de potencialidad y de
futuro y que esperan el inicio de la pri-
mavera para convertir la visión arquetípi-
ca de su propia especie en planta real
que tendrá su máxima expansión en
verano y perecerá en otoño, y nueva-
mente, cuando el frío invernal invada
esa parte de la tierra vivirá en su interior
como sol, como potencialidad de futuro
fiel al arquetipo. La planta nace en pri-
mavera y perece en otoño. Sin embargo
hay otro tiempo, el tiempo kairos, el
tiempo saturnal original, primordial, don-
de vive el arquetipo y del que nacerá
más tarde la planta física que nace y
perece.
El tiempo intelectual dominado por la
facultad discursiva, donde todo se cono-
ce por esquemas, donde la frialdad es
necesaria, donde la vida huye, donde
aparecen los desequilibrios, donde
siempre se funciona con la necesidad de
suponer un elemento estático para ver
cómo todo funciona alrededor. Ese tiem-
po, el tiempo de lo primero y de lo se-
gundo, el tiempo en el que lo más anti-
guo es lo primero, es imaginativamente
similar a la naturaleza despoblada, mar-
chita, fría y helada que nos deja traslucir
un paisaje cualquiera en esa época del
año. El tiempo del que estamos hablan-
do, la creación de tiempo, es el que vive
Jaime Padró Martín de Pozuelo.
En el corazón del hombre
anida el impulso para
llevar la luz de su
actividad interior a la
noche invernal del mundo
Así el hombre encuentra en el declive
y en la muerte de la noche el renovado
comienzo de la creación, el joven
poder de la mañana.
R. Steiner
Página 5 Num.3— Inv ierno 2013
que funde el hielo del discurso para
transformarlo en el amor de las ideas
que, como bien decía Ortega, Eros une
todo lo que está separado, recupera el
principio de cosificación relacionando las
cosas entre sí, puesto que las cosas,
como bien decía nuestro filósofo, no
tienen sentido cuando están separadas.
Esta semilla que vive en la atmósfera del
calor a pocos centímetros del suelo y
conserva potencialmente la planta que
florecerá en primavera, nos hace ver que
es en el tiempo invernal donde la semilla
nos indica el mundo de los arquetipos, el
mundo de las posibilidades al que solo
se accede imaginativamente hablando.
Si los pensamientos pueden ser contem-
plados con calor aparecen todos los
conceptos que se relacionan con él, apa-
rece una armonía, un equilibrio que dar-
ía un modelo al principio asociativo que
debe regir en la vida económica. Efecti-
vamente, así como a través del calor se
observan todos los pensamientos que se
relacionan entre sí y se perciben antes
de cosificarse como individuos separa-
dos, así el principio asociativo debe de
surgir en la humanidad como elemento
que integra la producción, la distribución
y el consumo, toda la economía solo
puede ser asociada puesto que la aso-
ciación consciente es el principio de lo
vivo que rige en la naturaleza y que el
hombre debe crear conscientemente a la
luz del calor del pensar, donde se puede
ver que están relacionados indefectible-
mente, el que produce, el que distribuye
y el que consume.
Al principio asociativo en la vida econó-
mica solamente se llegará no por im-
plantación, sino por meditación, porque
ahí se reconocerá que la economía es
un ser vivo que solamente puede ser
tratada desde lo vivo, desde un “sistema
que depende de sus condiciones inicia-
les”, es decir, de los principios, y los
principios es aquél principio sintético que
abarca en una unidad la producción, la
distribución y el consumo, que también
genera la mentalidad de que cada uni-
dad productiva tiene un campo de per-
cepción, y como cada campo de percep-
ción es limitado, solamente la asociación
de distintos campos de percepción per-
mitirá el nacimiento de un edificio que no
sean multinacionales que obedecen al
lo permanente, de los principios, es al
que apela todo curador como remedio a
la enfermedad en todas las culturas. Por
lo tanto, en sentido ritual y real para cu-
rar cuando se está enfermo, es necesa-
rio un remedio que relacione el cambio
con lo permanente, si no a la enferme-
dad, como toda unilateralidad, no se la
encuentra un punto de equilibrio, es de-
cir, la salud.
El nuevo tiempo creado a través de la
generación de calor permite reconocer
los principia, los orígenes. Cuando Mir-
cea Elíade trata del mito del origen o
mito del principio encuentra cómo en
toda la humanidad la palabra origen no
indica lo primero que aparece, sino pre-
cisamente lo que está detrás de ese
orden sucesivo que se da en el mundo
de lo creado. El problema es que el inte-
lecto, cuya base es el discurso, recono-
ce solo el orden temporal, el ámbito de
lo primero y la sucesión de pensamiento
discursivo, encuentra su límite en la
comprensión de los principios. Ésta sólo
puede darse en la actitud creadora, diná-
mica, generadora de sí misma, que per-
tenece más a la razón como elemento
sintético que al intelecto exclusivamente
analítico.
El gran filósofo Kant reconoce el intelec-
to archetypus como aquél que es capaz
de conocer los principios, pero declara la
incapacidad del hombre y afirma que
éste es el intelecto divino, reconociendo
naturalmente que solo se puede alcan-
zar el intelecto discursivo que le conduce
a lo que llama la razón práctica. Toda la
moderna civilización científica, creadora
de enormes desequilibrios en lo econó-
mico, en lo social y en lo cultural, es hija
de esta forma de pensar. No nos damos
cuenta que todas las desigualdades que
hoy se denuncian en todos los campos
de la vida y que van aumentando sin
cesar son producto de una forma de
pensar limitada, fría, esquemática, que
necesita fijar las cosas para comprender
lo que ocurre alrededor y que es incapaz
de comprender todo el movimiento.
Ese todo el movimiento” solamente se
comprenderá a partir de que uno mismo
entre en movimiento generando a partir
de la concentración el calor con que
debo contemplar cualquier idea, calor
La creación del Tiempo
pensamiento abstracto y a los demonios
del poder, sino muchas empresas aso-
ciadas que pueden abarcar un determi-
nado mercado.
Esto aparece hoy en día por necesidad,
sin embargo, el amor hacia la acción que
estamos hablando solamente es posible
desde una comprensión, y esa compren-
sión nace desde el calor. Es el nacimien-
to de un nuevo tempus que tiene que ver
con lo musical, con los ritmos. Los des-
equilibrios en la distribución de alimentos
y los desequilibrios de riqueza en el
mundo solamente se podrán paliar a
través de ritmos. Los ritmos comprenden
la sabiduría de cuándo parar, cuando
pautar, cuándo acelerar, cuándo ralenti-
zar, cómo se respira entre la producción
que exhala y el consumo que inhala. El
distribuidor es el que regula esa respira-
ción. El equilibrio anímico se añade al
equilibrio físico, el equilibrio físico se
alcanza con una temperatura media de
36,5ºC, ahí se considera que un organis-
mo está sano. Sin embargo, el equilibrio
anímico es una conquista entre el pen-
sar, sentir y voluntad, y solamente se
alcanza con un equilibrio que se crea a
partir de la atención que se genera entre
el pensar, el sentir y la voluntad, es de-
cir, el nuevo equilibrio económica se
genera en base a una percepción soste-
nida, a una atenta percepción de aquello
que me rodea para encontrar el ritmo
adecuado que permita que el mundo no
se divida entre países ricos y países
pobres, sino que la equitativa distribu-
ción de la riqueza solamente es posible
con la conquista del equilibrio interior
personal.
El idealismo de las izquierdas, sólo es
idealismo en cuanto que no deja de ba-
sarse en un intelecto discursivo al que
se une una aspiración que rebasa una
forma práctica de realizarlo. Para que la
razón práctica se transforme en razón
teórica, es decir, para que se encuentre
la energía de Dios, que es lo que signifi-
ca Teo-rein ,para que se encuentren las
formas prácticas de crear un equilibrio
en el mundo tengo, indefectiblemente,
que pasar por una transformación perso-
nal en la que cambie de forma de pen-
sar, si no, asistimos ante la constatación
de las decepciones y la utopía de las
Jaime Padró es el Presidente de
la Fundación Círculo de Arte So-
cial. Su actividad se centra en el
fomento de la cultura colectiva
como impulso de la creacion de
comunidades.
Página 6 El Candil.
aspiraciones y siempre, aquél que crea
un mundo mejor, se transforma con la
llamada “cruda realidad”, en la que se
imponen las bases del pensar causantes
de los desequilibrios en el mundo. Recu-
perar los principios y distinguirlo del del
tiempo que transcurre, a través de la
generación del calor, a través de la con-
centración, a través de la imaginación en
la que el concepto se transforma en ima-
gen justamente al relacionarlos entre sí,
y el nacimiento, desde lo individual a lo
colectivo, y no al revés, permitirá que
tengamos una fundamentada esperanza
de que cambien las cosas.
Con la forma normal de pensar intelec-
tual, uno alcanza solamente a ser revo-
lucionario, y la palabra “revolución” es,
en forma práctica, poner lo que está
abajo arriba y poner lo que estaba arriba
abajo, y volver una y otra vez a esta
actividad. El “evolucionario” crea un or-
den desde la individualidad, desde el
grupo de individualidades que no consis-
te en volver a poner lo que está poster-
gado, sino en crear algo nuevo, y lo nue-
vo es el equilibrio de lo que está separa-
do, lo que por razones de la evolución
de la humanidad se vive como dolorosa
separación entre el pensamiento, el sen-
timiento y la voluntad. El verdadero nue-
vo orden no es un orden político, es el
orden que se genera en el calor creado,
un orden que se mueve entre espirales
de expansión y contracción. El orden
que aparece ya en la convección de los
líquidos cuando se calienta y aparecen
remolinos, espirales, lemniscatas y for-
mas en movimiento que nos indican que
el caos contiene un orden interior de
formas vivas que no se dejan someter a
esquemas, sino a relaciones desde la
atenta percepción.
Tres Miradas
expresión del alma. Luego la palabra y el
color se transforman, no, ¡se transforma
el alma! Ella es ahora vehículo de ex-
presión del color, de la palabra. Ese pro-
ceso que ya venia viviendo, en el cruce
de caminos adquiere otra cualidad. Se
hace más abarcante. Es un proceso en
que ambas premisas - "Hombre conóce-
te a ti mismo"... conociendo el mundo".
"Hombre conoce el mundo"... conocién-
dote a ti mismo" - son simultáneas-
¿Cómo? Sólo puedo responder a esta
pregunta narrando mi experiencia. De
nuevo es el otro quien me trae mi desti-
no. Acogerlo y al mismo tiempo recha-
zarlo me abrió las puertas a lo que se
transforma a lo largo de mi vida en un
ámbito de juego.
Soy juguetona como un niño. Recuerdo
la imagen de verme observando a un
chiquitín intentando encajar cubos de
colores de distintos tamaños uno dentro
de otro. Fue una experiencia asombrosa
en la que me reconocí. Cuando lograba
encajarlos los miraba satisfecho y de
pronto, ¡los tiraba de nuevo riendo! Lle-
gaba a la forma, no lo dejaba a medias
pero una vez alcanzada... ¡Vuelta a em-
pezar como si nunca los hubiera visto!
Ese niño es uno de mis maestros.
Más tarde escuché a otro fundamentar
epistemológicamente tal experiencia,
algo que sin su ayuda nunca hubiera
llegado a hacer. Como digo, el otro nos
trae nuestra pregunta en forma de res-
puesta y ¿cuántas veces esa respuesta
viene disfrazada de pregunta? ¿Podría
El encuentro con Antroposofía es un
hito, un crucero, un cruce de caminos en
nuestras vidas.
Es sobre todo un encuentro con aquellos
que tienen en sus manos nuestro desti-
no, con aquellos que nos hacen la pre-
gunta, aquellos que reconocen cómo
vive en nosotros la pregunta.
Escribe algo del color, el arte..., para El
Candil... Yo escribo y mucho; ahora me
dicen sobre lo que tengo que escribir.
¿No es esto un hecho de destino?
Es el otro el que me trae la pregunta, el
que descubre mi pregunta.
Escribir, ha sido una necesidad. La pala-
bra me ha ayudado en el camino a cono-
cer cómo vive en mi interior el mundo. A
través de mis escritos, hechos mundo,
manifestados, he podido conocer cómo
vivo yo en el mundo.
Tal fue mi primer acercamiento al color,
partía de la necesidad de expresarme
sin palabras. El color fue en un principio,
como la palabra, un vehículo de expre-
sión del alma. Experiencia contemporá-
nea. A través del color, pintando, pude y
puedo conocer como vive en mí el color.
Mis obras me permitieron conocerme.
Comenzaba hablando del hito en el ca-
mino, a partir de ese cruce de caminos,
la palabra y el color han sido un camino
de conocimiento y de auto conocimiento.
La palabra y yo, yo y la palabra. El color
y yo - yo y el color. Primero fui yo, el
color y la palabra eran medios de
TRES MIRADAS. Charo Pacheco.
La creación del Tiempo.
Tres Miradas
Página 7 Num.3— Inv ierno 2013
llegar a ser así sin el cruce de caminos,
sin el hito fundamental de nuestro cami-
no, sin el encuentro con Antroposofía, el
encuentro con los hermanos antropóso-
fos?
Se muy bien lo que digo cuando digo
hermanos. Mi nacimiento me regaló una
importante escuela. Nací en una familia
de 13 miembros. Yo fui el número 12,
luego vino el 13. Antes del hito en el
camino me preguntaba ¿Qué tendré yo
que ver con todos estos? Estos eran mis
hermanos y mis padres. Mi pregunta
encuentra respuesta en el ámbito de la
Sociedad Antroposófica, respuesta la
que sin duda alguna y tras un largo pro-
ceso, me conduce la muerte de uno de
los miembros de mi familia, cuando lo
deja de ser. La muerte se encarga de
ello, entonces la verdadera relación se
desvela. Sin su muerte no podría expli-
car mi acercamiento a la medicina anto-
posófica, un encuentro fundamental en
el camino al crucero del que vengo
hablando.
Volvamos a la fundamentación de la
experiencia.
La fundamentación fue simultánea a la
experimentación profunda con la Teoría
del Color Goetheana. En ese proceso,
pude experimentar el paso decisivo de
Goethe a Rudolf Steiner. Con tal bagaje
me enfrenté a Newton.
Es una decisión, tomada a la luz de la
experiencia de simultaneidad, el no es-
cribir sobre el color a priori. Lo más que
puedo decir, es que mi trabajo con el
color es un continuo empezar siempre
de nuevo como si nunca lo hubiera
hecho, con el mismo y nuevo asombro,
viendo cada vez el nacimiento de profun-
do interés, la alegría de encontrar las
leyes experimentándolas siempre de
nuevo, viendo así como se aproxima la
gracia. En cada nuevo intento damos un
muchas diferentes actividades pero en
esa actividad el niño está solo. Otra cosa
es si ponemos a un grupo de niños a
encajar los cubos. He hecho la experien-
cia. Os aseguro que me regaló una in-
mensa sonrisa de comprensión. Casi
nunca llegan al final si se los deja a su
libre albedrío.
La presencia, la conciencia del maestro
infantil cambia las cosas. En un círculo
de adultos la conciencia del maestro ya
no es lo mismo. Es precisa la conciencia
de todos y de cada uno. Cada uno de
nosotros hemos de ser conscientes de lo
que aportamos y también aportamos
todo aquello que nos vive sin conciencia
y eso, lo proyectamos sobre el otro, so-
bre el círculo. El círculo cromático -no es
más ni tampoco menos- que un círculo
de estrellas y ¿qué somos nosotros sino
estrellas caídas en la Tierra, nuestra
estrella, con la maravillosa y ardua tarea
de convertirla en Sol?
Del Círculo cromático de Goethe al
Círculo cromático de Steiner hay un ma-
ravilloso camino para nuestra alma y
todo camino que el alma realiza cons-
cientemente es camino del Yo. De eso
se trata el trabajo, de recorrerlo y en el
recorrerlo hacernos conscientes de lo
que nos vive inconscientemente. Po-
dremos o no transformarlo en el momen-
to pero conocerlo nos ayuda a no pro-
yectarlo sobre el otro y a reconocer que
a través de él nos llega el reverso de la
medalla de lo que creemos ser. Él nos
da unas veces lo que nos falta, nuestra
debilidad, otras aquello que es un exce-
so que no conocemos, a veces nos
muestra nuestra falta de carácter...
¿Qué podemos crear juntos a pesar de
excesos y carencias? Esta pregunta no
es ninguna tontería. Su respuesta exige
conocerme y en el conocerme simultá-
neamente me reconozco en el otro, re-
conozco al otro en mí.
En el Círculo cromático todos los colores
tienen su lugar, como todos los puntos
de vista tienen el suyo. Todos están invi-
tados a la mesa. No sobra ni falta nada.
Lo importante es saber en cada momen-
to que puesto ocupamos. Si no lo sabe-
mos, escuchemos, el otro nos lo dice.
El color, los colores... La relaciones en-
pasito más en el largo camino de New-
ton a Goethe de Goethe a Rudolf Stei-
ner. Podemos decir el Camino de Rudolf
Steiner a Goethe, a Newton. Cada uno
hacemos nuestro camino de forma dife-
rente. En este camino es esencial el
instante en que nos vivimos, observa-
mos y experimentamos como creadores
de los fenómenos. El instante en que
ponemos conceptos a tal experiencia.
¿Y no son "fenómenos" los hechos, los
acontecimientos del Karma?
La experimentación Goetheana con el
color es un magnifico y bellísimo entre-
namiento para trabajar con el karma de
forma científico/artística.
El color no me hizo pintora, mi relación
con el arte, con el color, viene de muy
lejos y he ido desentrañándola y re-
creándola a lo largo de mi biografía. Si-
multáneamente me ha enseñado a des-
entrañar, a recrear el karma. Y digo el
Karma, no mi karma. El karma como
fenómeno puramente humano. El color
y las plantas me han enseñado a pen-
sar, pero sobre todo me han enseñado a
reconocer eso que llamamos "lo social",
el camino a la fraternidad.
Fue en el proceso de trabajo con el mun-
do vegetal, mientras paseábamos por un
bosque de hayas donde me encontré
viviendo conscientemente la experiencia
de lo que nos da el mundo vegetal que
nos permite entrar en libertad al mundo
de lo social contando con el cómo del
otro, amándolo, escuchándolo. Una con-
dición imprescindible es conocer el
nuestro. A partir de ese conocimiento
dejamos de proyectarlo sobre el otro,
sobre la vida....
Trabajé hace años en un círculo que
puso conscientemente como centro Kar-
ma y Reencarnación. Un círculo puede
poner como centro conscientemente lo
que quiera. Que duda cabe aquello fue
un hito muy especial. Fue un cruce de
caminos fundamental que nos trascien-
de. Pasamos muchas horas como niños
intentando encajar los cubos de colores.
El niño no ceja en su empeño, tampoco
conserva lo logrado. Su juego es un ca-
mino de aprendizaje, así desarrolla ca-
pacidades que más tarde le permiten
...mi trabajo con el
color es el de continuo
empezar siempre de
nuevo...
tre luz y oscuridad, lo que ellas crean a
partir de esas relaciones. Algo que pode-
mos llamar "La danza de las horas". La
experiencia de llegar al espectro de
Newton, en el que vivimos más inmer-
sos de lo que nos imaginamos aunque
"sepamos" que Newton se "equivocó".
Todo su error fue sacar una conclusión
precipitada (¿quien de nosotros no la
hecho? y luego re-flexionar sobre ella
(¿nos reconocemos?) Newton no se vio
a si mismo oscureciendo la habitación
donde realizo su experimento (Quizás no
lo hizo él. Es interesante observar el
gesto asombrado del joven y el gesto
reflexivo de Newton). Newton era un
científico. Goethe como artista entra en
un proceso pensante con su voluntad
Newton en un proceso de reflexión.
Cuando llegamos al espectro de Newton
Página 8 El Candil.
Tres Miradas
aquellos que llegaran después que él.
Los ideales Goetheanos de precisión y
devoción al detalle en el experimento
son además no menos sino mucho más
exactos que aquéllos que predominan.
El tenía derecho a hablar porque lo hab-
ía practicado. Aunque han pasado más
de 200 años, lo qué el dice en este en-
sayo es urgente aplicarlo hoy en día,
cuando las teorías científicas apoyadas
frecuentemente por las llamadas
"pruebas experimentales" como aquellas
sobre las que en este ensayo nos pre-
vienen, han desembocado en el vacío.
Este es un camino de gran valor cuando
nos acercamos a lo que está en deve-
nir...
...mientras no hagas tuya
la consigna ¡muere y deviene!
sólo serás un turbio huésped
en la tierra oscura.
J.W. Goethe
de la mano de Goethe vivimos simultá-
neamente lo que a Rudolf Steiner le dio
el trabajo con su obra. La pregunta so-
bre la relación Steiner/Goethe me ha
acompañado y sigue aquí a mi vera. No
es posible que la insistencia de Steiner
en el Goetheanismo sea algo vano. El
Goetheanismo en si, no hablo ahora de
los diferentes reinos, es, yo diría, un
previo a Antroposofía pero eso sería
salirse de la simultaneidad que no es
otra cosa que el percibirnos en nuestra
actividad. Percibimos simultáneamente
el fenómeno y como lo creamos, si no
llegamos a ese cómo ¿Podemos trabajar
con él?
Con todo esto lo que digo es que el Go-
etheanismo no es más ni tampoco me-
nos que una herramienta que no se
compra en la ferretería, la fabricamos
cada uno de nosotros a poco que nos
esforcemos de acuerdo con aquello que
quiere ser conocido.
El ensayo sobre El experimento como
mediador entre sujeto y objeto es uno
de los más citados por Rudolf Steiner. El
Dr. Steiner lo menciona por ejemplo
cuando se refiere a como el Pensamien-
to de Goethe, su relación con el mundo
de la naturaleza, era en un profundo
sentido Cristiano. El se resiste, una y
otra vez en un esfuerzo constante, a
la tentación de imponer sobre la Natu-
raleza su propio sistema de pensa-
mientos. El haría lo mas grandes es-
fuerzos para que a través de su traba-
jo hablara la naturaleza para que el
fuera portador de sus pensamientos
no de los suyos propios y que así el
camino hacia la pura naturaleza pu-
diera estar abierto, no cerrado ni en-
corsetado en sistemas teóricos para
El Fortalecimiento del Corazón.
Dornach -Suiza. 18 al 25 de mayo.
El congreso está destinado a jóve-
nes de todo el mundo que estén cur-
sando estudios de Medicina, Enfer-
mería u otras especialidades terap-
éuticas o que estén iniciándose en
dichas profesiones y deseen cono-
cer o profundizar la Medicina Antro-
posófica. El congreso se centrará en
la Antropología del corazón, contem-
plada desde un enfoque interdiscipli-
nar. Es una oportunidad de encuen-
tro entre jóvenes de todo el mundo
en el ámbito de la Medicina antro-
posófica.
NOTICIAS.
Fuente Goethe: www.proyectacolor.cl
Fuente imagen. Biblioteca de investiga-
ciones de word press.com
Charo Pacheco trabaja en la actualidad
en el Centro Médico Terapéutico Lucas
con la Autobiografía Pictorico/Literaria y
realiza también talleres de “Experiencia
del Color”.
Página 9 Num.3— Inv ierno 2013
Sobre el tema del año 2012/13 de la Sección de Agricultura del Goetheanum –Sede
de la Sociedad Antroposófica General en Suiza.
Nuestro mundo parece hundirse en una crisis cada vez más profunda. ¿Qué es una
crisis? Si orientamos nuestra mirada hacia el futuro, se puede descubrir una crisis
donde algo nuevo quiere brotar. Por ejemplo, el gusano de seda atraviesa una crisis
cuando se larva, cuando su cuerpo se convierte en una sustancia lechosa sin forma.
¿Cómo puede una forma surgir de esto? ¿Puede nuestra actual crisis dirigirnos a
una metamorfosis de nuestra sociedad? ¿Cómo podemos sostenernos en esta me-
tamorfosis?
Si intentamos encontrar un común denominador para la actual crisis, podemos con-
venir en que tiene todo que ver con una visión particular del mundo: la tierra, las
plantas, los animales y por tanto, el ser humano se han convertidos en objetos, en
cosas. Podemos hablar de la “cosificación del mundo”. En los últimos quinientos
años la ciencia se ha limitado a lo que puede medir y lo que no es mensurable, o lo
ha convertido en cifra o lo ha ignorado; por ejemplo, la relación entre agricultores y
sus ganados, que no es mensurable pero es perceptible, ha sido ignorada y aparta-
da como algo sin importancia. Dejando paso así a la industria agrícola (leer más en
el artículo “El secreto de las relaciones” en la circular 101, verano del 2012).
Este desarrollo tiene su importancia para la evolución humana: nos ha ayudado a
liberarnos de los estrechos lazos de las tradiciones de las cuales provenimos. Ha
ayudado a la gente para reafirmarse en su personalidad como Yo. La pregunta que
surge ante la crisis de las individualidades que se han desligado de la tierra es:
¿Cómo reconectar de forma nueva, consciente y libre con la tierra? Esta es la tarea
del alma consciente.
La cosificación del mundo y de las criaturas aumentó a finales del siglo pasado y en
la actualidad. Con el crecimiento del mercado de consumo todo se ha degradado a
mercadería. El mundo entero está en venta; y recientemente, ¡incluso parcelas en la
luna!
El mercado de consumo es la fuente de muchos problemas hoy en día, que afectan
a la agricultura mundial, especialmente a los países más pobres:
La cuestión de la Tierra: La tierra es una mercancía. Existen compañías y gobiernos
que compran grandes extensiones de tierra cultivable en otros países y reducen el
acceso de forma progresiva ejerciendo su derecho de propiedad. Esto incrementa el
número de agricultores sin tierras o de gente joven con gran dificultad de acceso a un
terreno para cultivar o para su ganado.
Un bien común (agua, semillas, …) se convierte de forma progresiva en una mercancía,
por ejemplo, por la privatización.
El trabajo se convierte en una mercancía (y por tanto también el ser humano); y por
tanto se encarece para los empleadores. La agricultura tendría una gran oferta de tra-
bajo, pero la gente no puede y no quiere pagar por ello. Por consiguiente el número de
desempleados está en aumento de forma desconectada.
De igual manera el dinero se degrada a mercancía y por tanto se puede ganar dinero
con dinero. La brecha entre pobres y súper-ricos es cada vez mayor.
Los alimentos no sólo se han convertido en mercancías, sino en objeto de especula-
ción, lo que causa carencia alimentaria y hambre.
Un ejemplo evidente es la transformación
de paisajes en mercancías. En la actuali-
dad, el valor económico de áreas naturales
y paisajes está siendo calculado, y, de
hecho, se hace así porque se piensa que
pueden ser mejor protegidas, cuando sa-
ben que la naturaleza ofrece sus servicios
por valor de millones de dólares de forma
gratuita. ¿Es así? De hecho no, pues el
valor cualitativo y único de las reservas
naturales queda reducido a un número. Si
alguien deseara eliminar parte de esa
reserva natural, podría ser re-emplazada
por otra de igual valor económico. En el
proceso, el valor único de la reserva natu-
ral es obviado: es exactamente lo opuesto
a lo que nosotros, como agricultores bio-
dinámicos, luchamos por conseguir, pre-
servar el organismo individual de nuestras
granjas.
Quien tenga suficiente dinero puede
tener posesiones y así dificultar a otra
gente el acceso a lo básico vital. Como
vivimos en la era de la cosificación,
“tener” es más importante que “ser” y por
tanto la posibilidad de adquirir algo por
uno mismo está siendo acaparado por
aquellos que pueden permitírselo –en
detrimento de todos los demás. Así el
número de gente “sin” está en aumento
(sin tierra, sin trabajo, sin casa, sin un
duro, sin comida, sin voz, etc.) Toda esta
gente son “excluidos”. También un gran
número de seres vivos están también
excluidos: tierras baldías, animales cria-
dos en factorías agrícolas, animales en
extinción, plantas en extinción…
Es importante comprender que la visión
del mundo que convierte todo en objeto
y mercancía no permite la existencia de
ningún aspecto interior de las criaturas;
sólo existe lo físico material. Sin embar-
go, más y más gente llega a otras visio-
nes del mundo. A este respecto es inte-
resante leer el estudio del sociólogo
americano, Paul Ray. A modo de entre-
vistas realiza un estudio de investigación
sociológica de la sociedad Americana
desde hace diez años. En dicho estudio
descubre tres tendencias, que recorren
todo el espectro político:
Los modernistas. Podemos llamarlos
la “gente Prometeo”. Son los que pien-
san que todo es mejor que antes, que el
progreso tecnológico resolverán todos
Tema del año de la Sección de Agricultura del Goetheanum
Alianzas para la Tierra. Jean-Michel Florin.
Página 10 El Candil.
en sus vidas. Muchos activistas, como
por ejemplo, activistas por los derechos
humanos, los derechos de las minorías,
por el medio ambiente, por los animales,
por un estilo de vida ecológico, etc. per-
tenecen a este grupo.
Incluso con visiones del mundo distintas,
tienen en común la decisión de compro-
meterse no por cuestiones tradicionales
–porque pertenezcan a una familia, a
una comunidad, a una cultura o a un
país – y no por cuestiones egoístas,
razones utilitarias, sino, al contrario,
completamente desde su consciencia
profunda, desde su elección individual.
Han fortalecido su núcleo individual para
separarse de las antiguas estructuras.
Es un grupo de personas, que está cre-
ciendo en número cada vez mayor, y
que construyen muchas pequeñas o
grandes iniciativas concretas por todas
partes en diversos campos (medio am-
biente, agricultura, economía, cultura,
etc)
Son gente con quien podemos entablar
alianzas de forma más sencilla si, en vez
de anteponer nuestra visión del mundo
(antroposófica, ecológica, permacultura,
etc) como cuestión central, nos centra-
mos en la experiencia transformadora
interior concreta que tenemos en común.
Por razones que emanan desde lo más
íntimo de mi consciencia quiero tener
una relación distinta con la tierra y con
las criaturas vivas. La gente busca lo
que les une, no lo que les separa. Este
ejercicio puede ser también muy impor-
tante dentro del movimiento biodinámico
o antroposófico, ya que parece que las
personas ostentan puntos de vista que
hacen imposible la colaboración.
Según Paul Ray este grupo de personas
están en peligro de creer que sólo ellas
piensan de esa forma y por tanto creen
que sólo pueden cambiar muy poco de
la realidad. Según él, este grupo es rela-
tivamente grande y puede desarrollar un
gran poder, especialmente en la socie-
dad civil. La dificultad de esta gente en
este grupo es que justamente porque
cada uno quiere pensar de forma indivi-
dual, libremente, la colaboración con
otros es difícil. Cuando desarrollo un yo
individual con fuerza, existe el peligro de
desarrollar un ego demasiado unilateral.
los problemas. Para ellos el mundo no
tiene un significado intrínseco; se ha ido
formando a lo largo de los milenios des-
de el Big Bang. Para este grupo el ser
humano es producto de las fuerzas here-
ditarias y las influencias ambientales, los
individuos no tienen “interioridad”, así
solo podemos dividirlos en poblaciones
de culturas diferentes como Samuel
Huntington ha predicho en su ensayo “El
Choque de las Civilizaciones”. Esta vi-
sión del mundo es realmente fatal: para
poder vivir así hay que “disfrutar hasta
morir” o intentar olvidar.
Los tradicionalistas. Es el típico gru-
po de gente que piensa que todo era
mejor antes. Siempre buscan los valores
tradicionales antiguos, que la ciencia
moderna ha destruido. Con facilidad se
convierten en integristas, gente dogmáti-
ca.
En medio de la oposición entre estos
dos grupos surge un espacio libre, don-
de una nueva tendencia está surgiendo.
Son gente (proveniente de uno de los
dos grupos anteriores), que han experi-
mentado una transformación interior.
Para estas personas la interioridad del
ser humano individual es un hecho; ellos
lo han experimentado con gran intensi-
dad, incluso algunas veces se expresa
en forma de rabia u odio – quizás el in-
esperado éxito del libro “Empört
Euch!” (“¡da rienda suelta a tu odio!”) por
Stéphane Hessel puede ser explicado
por él como un aspecto esencial de
nuestra época. Friedrich Glasl describe
en sus seminarios sobre los conflictos
cómo usa los recuerdos de las personas
de los momentos de mayor odio para
hacerles descubrir sus valores básicos.
Paul Ray denomina a este nuevo grupo
lo “creativos culturales”. Los enmarca en
un nuevo movimiento social, que está en
devenir. Presienten que el mundo está
lleno de significado y que el ser humano
puede crear una conexión real con el
mundo, pues la tierra y las criaturas vi-
vientes no son cosas, sino seres. Estas
personas han descubierto en su mayor-
ía, en algún momento de sus vidas y en
un sentido personal verdadero, que por
razones de su consciencia más profunda
–que es una clara señal del alma cons-
ciente– desean cambiar algo concreto
Arthur Zajonc dijo en cierta ocasión,
“Demasiado ego, ego, ego”. Cuando
reflexionamos profundamente en esta
observación, podemos descubrir que el
ego, para llegar a ser un Yo como tal,
necesita el encuentro con el “tú”. El filó-
sofo, Martin Buber, escribe, “La palabra
fundamental Yo-tú solo puede ser dicha
por un ser completo. El encuentro y la
fusión en un ser completo sólo puede
ocurrir a través de mí, nunca sin mí. Yo
vengo a ser sobre el fundamento de “tú”;
mientras llego a Yo, yo digo tú. Toda
verdadera vida es encuentro.” Aquí toca-
mos un motivo muy importante de la
alianza: desarrollar el yo propio en el
encuentro con los otros y trabajar en el
mundo con otros.
En el congreso de agricultura del 2013
estamos convocados a practicar este
encontrarse. A este fin se realizarán
laboratorios de Alianzas, en los cuales
queremos poner la bases para construir
alianzas concretas en temas concretos
desde nuestro compromiso con la bio-
dinámica y nuestros conocimientos es-
pecíficos, si fuera posible. Nuestro de-
seo es que mucha gente pueda partici-
par y que tú, lector de esta circular, en-
cuentres el coraje junto con personas a
tu alrededor para participar en nuestro
congreso; está abierto a todos – a todos
los “creativos culturales” – que estén
interesados en el movimiento biodinámi-
co.
Jean-Michel Florin comparte la dirección
de la Sección de Agricultura del Goethea-
num junto a Ueli Hurter y Thomas Lüthi.
También es coordinador de la Asociación
biodinámica de Francia.
Tema del año de la Sección de Agricultura del Goetheanum
CENTRO KAIROI Calle Gascóns 2, 1ª 46002 Valencia.
Teléfonos: 96 394 33
10
96 365 28 76
Juan Antonio Martínez
Médico.
Orientación Antroposófica. Experto en Homeospagyria
CARMEN VICTORIA RAMOS.
Masaje Doctor Pressel.
Tfno. 657 586 489 — 963 653 042
Consulta: C/ Gascons 2,1º-1ª 46002 Valencia. Calle Trabajo 28, 6º. Junto mercado. Puerto de Sagunto. Tfno: 645 389 951
Consuelo Abad. Psicóloga.
Trabajo Biográfico. Consejera en educación infantil y de adolescentes.
Isabel Más Paños.
Médico y arte-terapeuta.
Valencia.
Tel. 96 328 67 02
Página 11 Num.3— Inv ierno 2013
Poemas.
Luces y sombras
Entre luces y sombras
transcurre mi destino,
las luces me las regalan,
las sombras...,
las llevo conmigo.
———
Manuel Pardo.
Días, noches
Estoy lleno de ausencias,
de gritos silenciosos
y de palabras vanas,
de buenas intenciones
jamás realizadas.
He vivido días tenebrosos...,
y también noches iluminadas.
———
Manuel Pardo.
Iniciativas.
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Lugar: Calle Cartuja Vall de Crist 13. Altura –Castellón Sábado 4º de mes de 10:00 a 13:00 horas. Carmen Lozano: 609 814 379
Comunidad de Cristianos en
Lugar: C/ L'Alguer,2-15 Valencia 46022. Semanal: Viernes a las 18 h. Tel: 96 328 67 02 [email protected]
Grupo de Estudio
de Antroposofía.
Valencia.
Lugar: Centro Kairoi. Calle Gascons 2-1. Valencia. Viernes 1º y 3º de mes de 19:00 a 21:00 horas. Juan Antonio Martínez. Tel. 96 394 33 10 [email protected]
Formación en Agricultura Biodinámica en Valencia.
Nivel I – 2012 en Alboraya (Valencia) Organizados por Instituto de Estudios para la Vida Rural Sostenible (IDEAVIDA). Información: teléfonos: +34-630754443; +34-699165189 e-mail: [email protected] http://www.formacionbiodinamida.com
La publicación de la revista “EL CANDIL” está producida enteramente por la Rama Micael de Valencia, perteneciente a la Sociedad Antroposófica en España. No tiene fines comerciales y por tanto su distribución es gratuita.
Puedes consultar las actividades actualizadas en la página web:
www.antroposofiaVLC.es
Escuela de Familia en Altura
Castellón.
Lugar: Calle Cartuja Vall de Crist 13. Altura –Castellón Información: Tlfn. 645 389 951 e-mail: [email protected] http://www.antroposofiaVLC.es
DRAMAS MISTERIO del 22 al 28 JULIO EN DORNACH (SUIZA)
Este verano se van a representar en el Goetheanum los cuatro Dra-mas Misterio, que se van a leer en castellano simultáneamente. Se recomienda a las personas interesadas que hagan las reservas de alojamiento y viaje lo antes posible, pues se espera una ocupación total. Estas reservas se hacen directamente de forma individual. Más información: http://www.sociedadantroposofica.com y [email protected]
El Fracaso Escolar.
Miércoles Abierto de la Rama Micael.
27 Febrero. 19:30 h. Rama Micael. C/ Gascons 2, 1º. 46002 Valencia. Coordina: Consuelo Abad. La adolescencia y su problemática. La adolescencia significa maduración sexual y mucho más. Se dan una serie de transformaciones que conducen a la madurez y a la posibilidad de relacionarse de tú a tú con los otros y con el mundo: creando, dando forma y destruyendo. La tarea y reto de los padres y profesores es principalmente la de ser mediadores entre el/la adolescente y el mundo, poniendo a disposición lo necesario para un desarrollo armónico para su futuro.